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El pas del no importa

No se trata slo de los miles de asesinados por el hampa. El infundio y la difamacin es otra forma de asesinato practicado, en este caso, por la sociedad decente. Florece sin color en la oposicin y en el gobierno, y demonios! entre los revolucionarios. Forma parte de la cultura nacional. Aqu se puede acusar a quien sea de cualquier cosa sin tener que asumir la responsabilidad que conlleva. Por ello se cre la frase tranquilizadora de victimas: no le pares... Seguramente esto forma parte de la desfachatez heredada de los espaoles, pero, no me la calo y menos cuando me dicen as son las vainas! Como si fueran cosas de la naturaleza estar en un pas sin ley, donde repartir carajazos es la opcin. Y no falta quien te diga que, ms all de producir satisfaccin al agraviado, eso lo que genera es la victimizacin del difamador. Cuando el infundio no es la hereditaria maledicencia sino que tiene claras motivaciones polticas, el consejo de los iniciados gira haca: siendo un asunto poltico debe ser tratado polticamente Con lo cual, en este territorio desprovisto por el trpico de tradicin jurdica, tal reflexin significa: ya veremos como lo jodemos. En la antologa del ltimo fiscal general cuartorepublicano, hay esta frase: no estoy de acuerdo con aplicar, en este caso, lo que dice esa ley Todo esto viene a cuento por el documento que forj Capriles. Ya olvidamos a la Mara Machado acusando, a las autoridades de la Asamblea Nacional, de narcos y al Presidente, de promover la prostitucin infantil. Ms olvidada est la misma acusacin, hecha por la Prez Osuna y Arria, contra el general en jefe Rangel Silva y el llamado que hicieron a derrocar al Presidente. Puedo entender que a los periodistas estos asuntos ticos les resulte poco relevantes, su venta de embusteras ya ha sido legitimada como el ms importante de los derechos humanos, pero, no hay razn que valga para las instituciones del Estado.

JM. Rodrguez

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