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Arenate

Campo

2005
Los orígenes
El calcolítico en el Valle del Jabalón
Pág. 9

Una comarca en
formación
El sistemaI defensivo de la
Encomienda santiaguista de Montiel
Pág. 18
La Controversia
Jamila: Historia e magen
Pág. 31

JAMILA
Contrarreforma y Arte
Los retablos del convento de las
Franciscanas
Pág. 47

Conservar el
Patrimonio
La restauración en los Monumentos
Arquitectónicos
Pág. 53
Los otros
Las colonizaciones fenicias
Pág. 60
Arenate
Campo

2005
Campo Arenate 2005
Nº 1

Edita

Asociación “García y Bellido”

Dirección y maquetación

Carlos J. Rubio

Coordinación y Administración

Enrique Mata Trujillo

Edición Digital

Depósito Legal: CR-625 2004

EDITADO CON LA COLABORACIÓN


DE LA EXMA. DIPUTACIÓN
PROVINCIAL DE CIUDAD REAL
Diputación Provincial
Campo Arenate 2005

PRESENTACIÓN

La edición de esta nueva revista, Campo Arenate, constituye un


hecho memorable por diversos motivos.

En primer lugar, porque viene a subsanar la laguna de


publicaciones a través de las cuales difundir reflexiones e
investigaciones específicas sobre el Patrimonio del Campo de
Montiel.
En este punto somos tajantes: sin difusión las investigaciones
científicas no existen; son nada. Los estudios carecen de valor
si no son presentados a discusión a través de publicaciones
específicas, congresos o conferencias; si se quedan en
estanterías sin uso ni cotejo posible.
En esta línea de pensamiento, la discusión en torno a un
problema forma parte fundamental del avance en ciencia. El
debate, cuando se plantea de forma argumentada y seria, se
convierte en fructífera y enriquecedora herramienta al servicio
del progreso en la definición de métodos, planteamientos e
interpretaciones. Como tal ha de ser bienvenido, además de
respetado en sus consecuencias.
Es así, como lugar para la exposición y discusión de trabajos,
de la forma en que Campo Arenate puede contribuir
decisivamente al avance del conocimiento sobre el Patrimonio
del Campo de Montiel.

En segundo lugar, la aparición de esta revista supone un hecho


memorable porque viene a significar la consolidación de la
Asociación Cultural “García y Bellido” (ASGARBE).
Los miembros de este movimento asociativo sin ánimo de
lucro, que proceden de diversas localidades del Campo de
Montiel, mediante la edición de esta publicación demuestran
madurez y haber superado con creces la prueba de fuego que
supone para cualquier asociación rellenar el vacío que puede
surgir una vez finalizados los proyectos iniciales.
Es fácil asociarse y es fácil generar unas primeras actividades.
Pero no lo es tanto tener una trayectoria, una proyección y un
programa viable para el futuro. Sin embargo, eso es algo con lo
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que ASGARBE ya cuenta y que, además, rinde a favor de


nuestra comarca.
Campo Arenate 2005

Con ASGARBE y Campo Arenate el Campo de Montiel gana,


pues ve cómo le son retornados, de forma palpable, clara y
generosa, el esfuerzo y la inversión que un día unas familias de
la comarca hicieron para la formación de sus hijos. No ha
existido en este caso fuga de capitales ni de personas, sino
compromiso con la tierra.

En suma, quienes entendemos que la Cultura es un elemento


esencial en el desarrollo social y económico de los pueblos
comprobamos cómo el Campo de Montiel asiste en estos
momentos, con esperanza, al nacimiento de una publicación
que servirá para la difusión de estudios que es liderada por un
grupo de jóvenes altamente cualificados y comprometidos con
su comarca.

Sin duda es un proyecto digno de recibir nuestro apoyo y por el


que debemos felicitarnos.

Luis Benítez de Lugo Enrich


Profesor-tutor en las carreras de Historia, Antropología y Turismo
Universidad Nacional de Educación a Distancia
Centro Asociado de Ciudad Real (Valdepeñas)
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Campo Arenate 2005

HISTORIAR UNA IDENTIDAD

La Historia ha servido a lo largo del tiempo para múltiples


proyectos sociales. La antigua visión de una Historia como
magistra vitae dio paso a una Historia comprometida con la
identidad. El mundo contemporáneo se ha visto salpicado de
historias comprometidas con naciones, étnias o clases sociales.
La identidad se ha convertido en sujeto de la Historia, y con
ella, a veces, se ha querido marcar más las diferencias que las
similitudes. Todos los pueblos tienen derecho a su Historia,
pero también, y ahora más que nunca, el deber de conocer la de
los demás. La Historia del Campo de Montiel, escondida entre
legajos y presente en su espacio, es una larga tarea por hacer y
dar a conocer. Campo Arenate es una revista con el
compromiso de no dejar en el olvido a una región que hoy se
desvanece y declina, pero que en el pasado gozó de
trascendental importancia y de identidad.
Pocas comarcas existen en España con una identidad tan clara y
manifiesta como el Campo de Montiel. Fraguada en la Edad
Media, el Campo de Montiel fue visto como un todo hasta
entrado el siglo XIX, cuando empezaron a desaparecer todas
las instituciones que le daban significado. Para entonces, el
Campo de Montiel ya había comenzado a manifestar esa
identidad con la construcción de una Historia propia.
La constancia de una identidad y el deseo de reforzarla y
engrandecerla con la Historia abrió el deseo de buscarle unos
orígenes míticos, como hicieron los romanos con Roma; y, así,
el siglo de la Ilustración y del Neoclasicismo fue, también, el de
las fundaciones míticas de las ciudades, ya fuesen por Gerión,
Túbal o Marco Úlpio. El Campo de Montiel remontó sus
orígenes míticos en el Campo Arenate y en el Ager
Laminitanus. La creencia en el Campo Arenate procede de dos
inscripciones romanas halladas en Alhambra que Hübner, en el
siglo XIX, demostró que eran falsas. Una de ellas se situaba en
el cimiento del altar de la iglesia y decía GVBERNAT·
PROVINCIAE· ARENATVM· HIC· IACENT. El sueño por la
identidad hizo crear una provincia romana en época Flavia en el
Campo de Montiel. La Historia construyó el mito, y después la
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misma Historia lo desmontó.


La identidad y la historia, dos palabras inseparables. Hoy la
Historia nos enseña que la primera debe estar siempre al
Campo Arenate 2005

servicio de la segunda, y nunca al revés. El nombre de nuestra


revista es un homenaje a aquellos que iniciaron la andadura de
descubrir la Historia de nuestra comarca, y el punto de partida
hacia una Historia cada vez más certera.

Carlos J. Rubio
Asociación “García y Bellido”de Historia y
Arqueología de Villanueva de los Infantes
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Campo Arenate 2005

INTRODUCCIÓN AL ESTUDIO DEL CALCOLÍTICO EN


LA CABECERA DEL JABALÓN

Jesús García Mata


Lic. Historia UCLM

Consideraciones generales al Calcolítico


El término Calcolítico, etimológicamente “piedra de cobre”, se
utiliza para hacer referencia a la fase inicial de la metalurgia, se
trata de una definición basada en criterios tecnológicos. La
minería, la metalurgia y el uso de objetos metálicos no aparece
de forma simultánea en toda Europa, ni siquiera en el ámbito
mas concreto de la Península Ibérica. Mientras que en Europa
occidental el Calcolítico se fecha hacia el tercer milenio (a. C.),
en el área balcánica así como en Próximo Oriente tenemos
fechas mas antiguas (incluso del quinto milenio a. C. ). La
situación de la Península Ibérica en las primeras etapas del
tercer milenio (a.C.) es que la mayoría de las culturas que
documentamos se encuentran aún en un Neolítico Final, salvo
el foco calcolítico del sureste conocido como cultura de los
Millares.
En la actualidad, pensamos que la aparición de la metalurgia es
en parte consecuencia de las nuevas situaciones
socioeconómicas de este período, y que por tanto no debe ser el
único rasgo definidor del Calcolítico. Esta etapa se relaciona
con el inicio de la complejidad social (RINCÓN, 2002: 244),
una complejidad ésta que se documenta arqueológicamente a
través de la existencia de ajuares funerarios desiguales,
fortificación de poblados (algunos de los cuales muestran
ocupaciones duraderas), y la diferencia de función y de
relaciones de interdependencia entre ellos. A todo lo anterior
debemos sumarle la ocupación y explotación de nuevos
territorios, así como la aparición de una nueva tecnología
agrícola y ganadera encaminada a una producción mas segura e
incluso excedentaria. Todas estas características han hecho
pensar a numerosos autores que desde el Calcolítico, quizás
antes; se desarrollen estructuras socieconómicas complejas,
calificadas por unos como jefaturas o como verdaderos estados
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para otros.
Desde un punto de vista cronológico, hoy día, de forma general
, se acepta en ámbitos de la Península Ibérica, que el término
Campo Arenate 2005

Calcolítico se utilice para diferentes culturas que se desarrollan


durante el tercer milenio hasta el 1900/1800 a.C. (RINCÓN,
2002: 244)
Sobre la aparición de la metalurgia en ámbitos peninsulares,
autores como Montero Ruiz y otros defienden un carácter
autóctono e independiente, que documentamos en áreas del
sureste y suroeste peninsular, y mas concretamente en los
contextos culturales de los Millares, Vilanova de San Pedro y el
cobre del suroeste, todo ello desde comienzos del tercer
milenio a.C.; incluso algunos yacimientos como el Cerro
Virtud (Almería) ha proporcionado evidencias ya de actividad
metalúrgicas desde la segunda mitad del quinto milenio a.C,
por lo que sería, según Montero, la cronología para dicha
actividad mas antigua de Occidente. Para la mayor parte del
resto peninsular, se ha aceptado que los inicios de la metalurgia
son posteriores, concretamente de finales del tercer milenio
a.C, coincidiendo con la presencia del fenómeno del Vaso
Campaniforme.
El fenómeno del Vaso Campaniforme hace referencia a un
conjunto de cerámicas decoradas que presentan formas,
técnicas y motivos decorativos diversos, pero que predomina la
forma acampanada. La variedad de estilos y técnicas que
encontramos nos hablan de dos momentos cronológicos :
· período antiguo (2200-2300 a.C.) : estilo marítimo,
cordado y estilo internacional
· período reciente (2000-1800/1400 a.C.) : estilos
Palmela, Ciempozuelos, Carmona, Salamó,
continuando además el estilo marítimo.
En la actualidad, estas cronologías están sujetas a un fuerte
revisionismo debido a los problemas de calibración que afectan
al tercer milenio.
La distribución europea de estas cerámicas no es uniforme,
incluso en lugares como el suroeste de la península Ibérica no
aparecen.
Los estudios recientes se encaminan a comprender el
significado y función de las cerámicas campaniformes en los
contextos culturales en los que aparecen, unos contextos
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culturales muy diferentes entre si. (Rincón, 2002: 252). De los


primeros planteamientos de Clarke, Shennan y otros, suele
aceptarse que este tipo de cerámica pudo cumplir una función
de objeto de prestigio, que junto a otros elementos (botones de
Campo Arenate 2005

perforación en “V”, brazaletes de arquero, puntas de cobre,


puñales de lengüeta,etc.), serían difundidos a través de
relaciones comerciales y que caerían en manos de las elites de
diferentes culturas calcolíticas.
Los estilos cerámicos campaniformes que documentamos en la
Península Ibérica, vemos el estilo Marítimo o Internacional en
el área del estuario del Tajo, y dentro de los estilos
denominados recientes (también llamados regionales)
encontramos el de Palmela, Carmona, Salamó, y el estilo
Ciempozuelos; éste último tiene su área nuclear en las dos
mesetas, aunque la dispersión de este material alcance a casi
toda la Península (incluida el área del levante). Hoy día, dicha
expansión del estilo Ciempozuelos se pone en duda, y se
aceptan otros estilos cerámicos locales en áreas del sureste,
levante (Elche), sur de la meseta (Dornajos), y también para
Galicia, Ebro y Baleares (Rincón ,2002: 252).
Pero, independientemente de su significado, la cerámica
campaniforme se ha utilizado como marcador cronológico para
dividir el Calcolítico en dos etapas: pre y campaniforme. No
obstante, autores como Almagro Gorbea y otros nos llaman la
atención, de que la no presencia de cerámicas campaniformes
en un yacimiento calcolítico no tiene por qué suponer que no
sea coetáneo a otro en que si aparezca, sino sólo la no aparición
de ese elemento concreto. Además, en la actualidad se acepta,
de forma general, la idea de continuidad con respecto a los
estilos campaniformes, ya que cuando se conocen bien los
asentamientos, la ciencia arqueológica demuestra en la
secuencia estratigráfica como estos tipos de cerámica aparecen
en un ambiente de continuidad cultural (Rincón, 2002: 253).

La cabecera del río Jabalón : un caso particular


La cuenca alta del Jabalón se encuentra en pleno Campo de
Montiel, donde la investigación arqueológica es muy reciente
pero también muy fructífera. Esta zona, encuadrada en la parte
mas meridional de la submeseta sur, sigue siendo una
desconocida para el panorama arqueológico peninsular, y para
la etapa Calcolítica, las excavaciones llevadas a cabo en el
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yacimiento del Castellón vienen a mostrar un horizonte


cultural muy rico del que aún sabemos poco.
En ámbitos de la meseta, para la etapa Calcolítica, es aceptada
la división entre una fase precampaniforme y otra
Campo Arenate 2005

campaniforme en la que el estilo más documentado es el de


Ciempozuelos. Numerosos trabajos recientes muestran una
ocupación cada vez más documentada, al menos desde el
Calcolítico, de la Mancha previa a la cultura del Bronce en La
Mancha.
Para el estudio del Calcolítico en el Campo de Montiel y más
concretamente de la Cabecera del Jabalón, encontramos una
serie de trabajos arqueológicos más o menos recientes: por un
lado, una importante tarea de prospecciones realizada en la
década de los “80” (Espadas Pavón. J.J, 1984 ; Pérez Avilés,
1985), así como excavaciones sistemáticas en el yacimiento del
Castellón (Espadas Pavón J.J. et Al, 1986, 1987). Hasta el
momento, de la gran cantidad de yacimientos que se conocen
en la zona, tan solo tres de ellos han sido publicados : El Cerro
de los Conejos (Espadas Pavón J.J., 1984), el Toril (Espadas
Pavón J.J., Poyatos C., 1990) y el Castellón (Espadas Pavón
J.J., et Al, 1986,1987) , y sólo este último ha sido objeto de
excavaciones sistemáticas.
La labor de prospecciones superficiales ha dado a conocer otros
yacimientos, presumiblemente calcolíticos: Fuente de los
Gallegos, Fuente de la Teja, Cartabón, la Mora, Obligado, etc, y
otros tantos como el Toconar, San Polo, el Cerro de la Estrella y
Torres que han aportado (junto al Castellón) varios fragmentos
de cerámica campaniforme. Los trabajos de Espadas J.J. y
Poyatos C. han puesto de relieve la existencia de fuertes
analogías en los materiales líticos tallados y pulimentados
encontrados en todos estos asentamientos, todo un repertorio
de materiales que, además, han sido comparados con los que ha
proporcionado las excavaciones arqueológicas del
Castellón.(Espadas J.J., Poyatos C., 1994: 44)
De forma general todos estos asentamientos se encuentran muy
cercanos unos de otros, y presentan una muy variada tipología
de patrones de asentamiento, así pues, vemos yacimientos en
“cerros testigo” (los Conejos, Castellón, Obligado, Torres, San
Polo, Cerro de la Estrella, ,etc..), otros en pequeñas terrazas
fluviales (Fuente de la Teja, Cartabón, Retana ) ,o en pequeños
altozanos (el Toril), así como también en fondos de valles
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fluviales (Fuente de los Gallegos). Los yacimientos en llano


carecen de defensas naturales, y muy posiblemente las
estructuras de habitación fueron de materiales ligeros, al no
aparecer en superficie líneas de muros ni construcciones
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sólidas a simple vista (Espadas J.J., Poyatos C.,1994: 45) ; los


yacimientos en cerro si que cuentan con buenas defensas
naturales, y algunos como el cerro de los Conejos presentan
covachas de caliza. La presencia de defensas artificiales a
simple vista es nula para la mayoría de los yacimientos, por lo
que este dato nos puede hacer pensar que se trataría de
asentamientos de características muy similares a los del resto
de la Meseta para etapa Calcolítica, es decír, de estructuras
perecederas, de pequeña extensión, de una relativa corta
ocupación y que todavía han sido poco identificados por la
ciencia arqueológica (Rincón 2002: 298 y 306).
Los conjuntos materiales, de forma general, en todos los
yacimientos están muy bien representadas las industrias líticas

do.
Castellón de la Fuentecilla
El Alto Jabalón en el II Milenio A. C.

El Toril o
La Mora arc
lB
de
Rí El Castellón o
o roy
Or
igó Ar
La Teja n
n abaló San Polo
Norte Rio J
Los Conejos Obligado
Toconar
5 Km.

Limite de la cuenca fluvial del Alto Jabalón En negrita poblados con


Poblados en cerros con grandes defensas naturales cerámica campaniforme
Poblados en llano y en terrazas

talladas, mientras que los útiles en piedra pulimentada


muestran diferencias en cantidad y variedad de tipos
recuperados (Espadas J.J., Poyatos C., 1994: 46), siendo en los
asentamientos en llano donde están mejor documentados (el
Toril , Fuente de los Gallegos, etc.). La industria ósea está peor
registrada, se ha hallado fragmentos de punzones (el Toril, los
Conejos, Castellón), dos puntas de flecha arponadas de el
Castellón (EspadasJ.J. et Al ,1987: 52), así como botones de
marfil con perforación en “V” y algunas pequeñas cuentas de
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collar (el Toril).


La industria lítica tallada es muy abundante ; a nivel de las
investigaciones actuales faltan estudios generales sobre
tipología y tecnología de este tipo de industria para los períodos
Campo Arenate 2005

posneolíticos , precisamente en unas etapas en que la minaría


del sílex tuvo un papel importante, tanto antes como después
del descubrimiento de la metalurgia (Rincón 2002: 248). Los
estudios de Espadas y Poyatos C., sobre el utillaje lítico en la
cabecera del Jabalón para el Calcolítico , se muestran muy
interesantes (EspadasJ.J., Poyatos C., 1994: 46-56), estos
autores hablan de una industria de tipos pequeños, con
tendencia microlitizante, realizada sobre lascas y mas aún
sobre láminas, observándose también la “retalla” (reutilización
de piezas ). En yacimientos como el Toril, Castellón , o los
Conejos se documentan restos de talla (núcleos , lascas e
incluso piezas sin terminar), lo que implica que se trataba de
una producción local. Una de las cuestiones, que ha llamado la
atención a los investigadores, es que la materia prima utilizada
en el utillaje lítico tallado es sobre todo el sílex y el jaspe
(materiales foráneos en la zona), junto a cuarcita, cuarzo,
carniolas y pizarra (que si se dan). Esa presencia de materiales
foráneos ha hecho pensar en la posible existencia de una red de
contactos e intercambios comerciales con otras áreas (Espadas
J.J., Poyatos C., 1994: 59). El utillaje lítico tallado es muy
diversificado: guijarros tallados, raspadores, láminas y
laminitas, perforadores, buriles, raederas, cuchillos de dorso,
piezas denticuladas, dientes de hoz, geométricos, etc., y un
conjunto muy variado de puntas de flecha, que además son muy
abundantes en todos los yacimientos de la zona. Podemos
decir, de forma general, que en la Península Ibérica, de la
comparación de conjuntos líticos neolíticos y calcolíticos
permite observar algunas diferencias, así , para etapa
Calcolítica vemos una disminución de los microlitos y la
importancia que adquieren los útiles foliáceos, sobre todo
dientes de hoz y puntas de flecha de retoque lateral y cubriente
y de forma triangular preferentemente, pero con bastantes
variaciones (Rincón, 2002: 249), topología lítica ésta muy bien
representada en todos los yacimientos calcolíticos de la
cabecera del Jabalón y mas concretamente en el cerro de los
Conejos, en el cual incluso encontramos puntas de flecha de
base cóncava de fuerte raigambre calcolítica (Espadas
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J.J.,1984: 26), el Toril que cuenta con una serie muy completa y
representativa de puntas de flecha (Espadas J.J. , Poyatos C.,
1994: 337) y el Castellón en el cual, en los niveles
estratigráficos inferiores la industria lítica no está bien
Campo Arenate 2005

representada, mientras que en los niveles superiores si


(Espadas J.J: et AL:1987). El aumento de la importancia de las
puntas de flecha durante el Calcolítico se ha puesto en relación
con actividades de carácter ofensivo/defensivo; aunque no se
descarta su posible uso para la caza. (Rincón, 2002: 249)
Las piezas denticuladas y mas concretamente los dientes de hoz
hacen buena presencia sobre todo en los yacimientos situados
en cerro (Castellón, los Conejos, Toconar, etc.), mientras que
en los yacimientos en llano están peor representados (el Toril,
Fuente de los gallegos, etc.).
La industria lítica pulimentada, también está muy bien
representada en todos los yacimientos, algunos de estos útiles
están hechos sobre materia prima local (cantos rodados o en
bloques de cuarcita), otros en cambio responden a claras
importaciones (Espadas J.J. ,Poyatos C, 1994: 54). la mayor
parte de útiles pulimentados son hachas, hachuelas, esferoides,
discos, alisadores, bruñidores, machacadores, afiladores, y
diversos útiles dedicados a la molienda. El utillaje pulimentado
en cuanto a cantidad y tipos es muy abundante en yacimientos
en llano, lo que ha llevado a pensar en la existencia de
diferentes orientaciones económicas entre asentamientos
(Espadas J.J. y Poyatos C., 1994: 56). Otros objetos
pulimentados documentados en el Castellón y el Toril son
brazaletes de arquero, hechos en pizarra en el caso de los
hallados en el Toril (Espadas J.J., Poyatos C., 1990: 333).
Unos de los conjuntos materiales muy interesantes, recogidos
tanto en prospecciones superficiales como en las excavaciones
del Castellón, ha sido la cerámica campaniforme. Yacimientos
como Toconar, San Polo, Torres, los Conejos, etc.., han
aportado fragmentos de cerámicas campaniformes de diversos
estilos incisos normalmente; además del Castellón proceden
fragmentos de cerámica de estilo ciempozuelos y “Dornajos”,
éste último tipo ha aparecido en los niveles medios y altos de la
secuencia estratigráfica del yacimiento (Espadas J.J. et
Al,1987) y es una cerámica que presenta una decoración
cubriente y dispuesta por toda la superficie del vaso en el
exterior y en el interior, predominando la técnica de incisión
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con impresiones, de punta de punzón y a veces rellena con pasta


blanca.
Entre otros tipos de cerámicas halladas, asociadas al
calcolítico, cabe destacar un “borde almendrado” proveniente
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del cerro de los Conejos (Espadas J.J.,1984: 18).


De todos modos, del conjunto cerámico, las campaniformes
representan un porcentaje muy bajo, siendo mas
predominantes las cerámicas lisas, por lo que Espadas y
Carmen Poyatos piensan en la idea de que algunos de estos
yacimientos, entre los que destaca el Castellón (que ha
aportado diferentes objetos de prestigio como cerámicas
campaniformes, botones de perforación en “V”, cuentas de
collar en ámbar,brazaletes de arquero, e incluso una punta de
cobre, etc.),se encontrarían integrados en una serie de redes de
intercambio de cuyos límites a día de hoy conocemos poco.
La mayor parte de la información con que contamos proviene
de prospecciones superficiales, pues tan solo el Castellón ha
sido objeto de excavaciones arqueológicas, (e incluso este
mismo yacimiento ha sido parcialmente excavado), tampoco
contamos con fechas calibradas, todo ello nos indica que
debemos ser cautos en la elaboración de hipótesis de trabajo
para una serie de yacimietos que presumiblemente
encuadrados en un período Calcolítico al Bronce Inicial . El
estado de las investigaciones actuales pasaría por la
comprobación, a través futuras excavaciones arqueológicas, de
las diversas hipótesis ya planteadas por autores como Espadas
Pavón, entre otros, y entre las que cabe destacar la posible
coetaneidad entre estos yacimientos calcolíticos de la cabecera
del Jabalón (como los repertorios materiales recogidos en
prospecciones superficiales así lo indican), y de ser coetáneos,
intentar ir mas allá estableciendo posibles relaciones de
interdependencia de unos asentamientos con respecto a otros,
demostrando así y profundizando mas en el grado de
complejidad y desigualdad socioeconómica que se alcanza en
las sociedades humanas al menos desde época calcolítica. En
esta línea de estudio yacimientos como el Toril ha sido
presentado como un asentamiento de apoyo al Castellón
(Espadas J.J. ,Poyatos C, 1990). Pero independientemente, de
que fueran estos yacimientos coetáneos o no, el estudio de los
mismos nos daría una información valiosa sobre patrones de
asentamiento, explotación de recursos, relaciones de
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interdependencia con otras áreas, etc, durante la Prehistoria


Reciente.

* * *
Campo Arenate 2005

BIBLIOGRAFÍA
ALMAGRO GORBEA. comunicación presentada en el I Congreso de
historia de Castilla la Mancha. Pueblos y culturas prehistóricas y
protohistóricas (1) . tomo II .1988
ESPADAS J.J. Y POYATOS C. “El yacimiento del Toril, un asentamiento
de apoyo del poblado calcolítico del Castellón”. Actas del congreso Edad
del Bronce en Castilla la Mancha. Toledo 1990
ESPADAS J.J. Y POYATOS C. “El cerro de el Castellón” (Vvª de los
Infantes. C. Real) : la cabecera del Jabalón durante el III milenio”.
Patrimonio histórico-arqueológico Castilla la Mancha. VV.AA. Jornadas
de arqueología de C. Real en la universidad Autónoma de Madrid. 1994
ESPADAS J.J. Prospecciones en el Campo de Montiel II. “El cerro de los
Conejos (Vvª de los Infante C. Real) nuevo yacimiento Calcolítico-
Bronce”. Cuadernos de Estudios Manchegos. Nº 15, p.13-55. 1984
ESPADAS ET AL . Memoria preliminar de las excavaciones del
yacimiento Calcolítico de “El Castellón” (Vvª de los Infantes C. Real).
Revista Oretum III, p. 39 y 55. Museo de C. Real. 1987
ESPADAS J.J. Y POYATOS C. El Castellón, un importante yacimiento
con campaniforme en Vvª de los Infantes (C. Real). Comunicación
presentada en el I Congreso de historia de C. la Mancha. Pueblos y
culturas prehistóricas y protohistóricas (1) , tomo II. 1988
ESPADAS J.J. ET AL El poblado calcolítico “el Castellón” (Vvª de los
Infantes, C. Real). Informe de la II Campaña de excavación . Revista
Oretum II . museo de C. Real, 1986
PéREZ AVILéS . Estudio arqueológico del Campo de Montiel. Revista
Oretum I, p.175 y ss. . 1985
RINCÓN, Mª. A. “El Calcolítico y la Edad del Bronce” en Ignacio
Barandián Et. Alii: Prehistoria de la Península Ibérica. Ariel, 3ªed. pp. 219-
341.
MONTERO RUIZ, I. El origen de la metalúrgia en el sureste peninsular,
Almería. 1994
MONTERO RUIZ Y RUIZ TABOADA, A. “Enterramiento colectivo y
metalúrgia en el yacimiento neolítico de cerro Virtud (Cuevas de
Almanzora, Almería)”, Trabajos de Prehistoria, 53 (2), pp. 55-75. 1996
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Campo Arenate 2005

EL SISTEMA DEFENSIVO DE LA ENCOMIENDA


SANTIAGUISTA DE MONTIEL

David Gallego Valle


Lic. Historia del Arte UCLM

1. El Marco Espacial
El Campo de Montiel constituye una altiplanicie de unos 7740
kilómetros cuadrados de extensión con mayor altitud conforme
nos desplazamos desde Occidente a Oriente. La mayor parte es
una gran llanura moteada de cerros testigos, algunos de ellos
van a tener una función claramente militar durante la Edad
Media. La llanura montieleña se cierra por el Sudeste con la
Sierra de Alcaraz, al Sur por Sierra Morena y en su parte
occidental por la Sierra de Alhambra.
La hidrografía de la comarca se compone de pocos ríos con un
caudal regular a lo largo de las estaciones como son el Jabalón,
Guadalén o Guadalmena. Lo que predominan son los arroyos
estaciónales que sufren potentes estiages durante los meses
veraniegos. La importancia de los recursos hídricos viene
marcada por la gran cantidad de acuíferos, este hecho viene
dado por la gran permeabilidad de las calizas que actúan como
un potente captador del agua.
Las tierras de este Campo son ricas para la agricultura, si bien la
zona ha destacado históricamente por su desarrollo ganadero,
siendo zona de paso para los ganados conquenses hacia los
pastos de la Sierra de Segura y Alcaraz en los meses
invernales, utilizando el Camino Real y la Vereda de los
Serranos conocidos también como Camino de Anibal.

2. El Campo de Montiel antes de la Reconquista


Los momentos anteriores a la conquista cristiana del Campo de
Montiel viene marcada por la ocupación Almohade de la zona.
Este pueblo surgido en las montañas del Atlas (Marruecos),
invadió la península ibérica en el año 1147 tomando
rápidamente Sevilla, que se convertirá en su capital. Este hecho
acabó con el periodo histórico conocido como Segundas Taifas,
provocando una reorganización de las estructuras internas de
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Alandalus.
La zona de Montiel se convierte en unidad geográfica y
administrativa asimilable a un Iqlim o distrito. Su centro sería
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la fortaleza de Munt Yil (Montiel) que dominaba un territorio


extenso con un contingente poblacional homogéneo dedicado
principalmente a la ganadería y al comercio, ya que está zona
era paso obligado de las rutas comerciales que iban desde
Úbeda y Alcaraz hasta Toledo y el resto de la Marca Media.
Estas rutas fueron seguras hasta los primeros años del siglo
XIII en que las razias cristianas devastaron la zona.

En este momento hay que enmarcar la Batalla de Alarcos, un


hito fundamental para el posterior desarrollo del Campo de
Montiel. Este hecho de armas se produjo en el año 1195, en el
que las tropas Almohades avanzaron desde dos frentes: desde
Sevilla cruzando el puerto del Muradal y desde Levante
penetrando por el Campo de Montiel uniéndose ambos
ejércitos a la altura del Castillo de Salvatierra. En la batalla
salió derrotado Alfonso VIII, lo que supuso el retroceso del
Reconquista cristiana hasta la posterior Batalla de las Navas de
Tolosa en 1212.

Entre los años 1195 y 1212 asistimos a una fortificación de


todos los castillos de la zona. Se van a realizar intervenciones
en la mayoría de los enclaves que hoy conocemos: Castillo de
la Estrella, Alhambra, Eznavexore, Castillo de Alcubillas, etc.
Los alarifes musulmanes utilizaron sobretodo torres de tapial y
grandes murallas formadas por tabiya árabe que se adaptaban a
las formas de los cerros en que se asentaban las fortalezas. El
pueblo almohade fue un gran conocedor de las técnicas de
defensa de las fortalezas y supieron ponerlas en práctica allí
donde se asentaron.
Todo este proceso consiguió dotar a esta zona de un sistema
defensivo entorno a Montiel que pudo resistir las acometidas
cristianas hasta 1212. Posteriormente a esta fecha las fortalezas
fueron cayendo en mano cristianas una tras otra.

Vemos pues, que el Campo de Montiel desde época islámica


constituye unidad económica y militar, sobre la que se
superpondrán las jerarquías cristianas feudales tras la
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conquista y repoblación de la zona.

3. La Conquista del Campo de Montiel


La victoria de Alfonso VIII en la Batalla de la Navas de Tolosa
Campo Arenate 2005

Al-Hambra

Alcobilellas
Munt Yil
Menteixa
Al-Madinat

Albaladejo
Terrinches

Eznavexore

Principales enclaves en época musulmana

provocó la
desintegración del Imperio Almohade. Tras este hito
las fortalezas musulmanas capitularan poco a poco a las armas
cristianas. El Campo de Montiel quedará como un islote dentro
de la amplia zona que conquistan rápidamente los cristianos en
su avance hacia Andalucía. Alfonso VIII en compensación por
la participación de la Orden de Santiago en la batalla
anteriormente citada, permitirá que se ocupen los castillos que
conquisten en está zona.

La conquista santiaguista comenzó por el castillo de


Eznavexore, en 1213. En este avance se piensa que se
conquistan también las fortalezas de Almedina, Terrinches y
Albaladejo, quedando solo el castillo de Montiel como baluarte
que resiste a las acometidas cristianas. Hacia 1223 la Orden
poseía Montizón, Paterna (Albaladejo), Alcubillas y
Alhambra.

Son varias las fechas que se manejan para la conquista del


castillo de la Estrella. Su conquista se tuvo que hacer por medio
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de un largo asedio para el que se construyó el castillo padrastro


de San Polo. Este asedio parece que se dio entre los años 1224 y
1227 en que finalmente capitulo el castillo cuando cayó Baeza
de la que estuvo recibiendo refuerzos y abastecimientos
Campo Arenate 2005

durante todo el asedio.

Conquistado todo el Campo de Montiel, Fernando III el Santo


ratifica la posesión de las conquistas a la Orden de Santiago,
tras ésto se inicia un rápido proceso repoblador ya que la zona
se encontraba totalmente destrozada por casi treinta años de
guerras continuas.

4. La Repoblación Santiaguista
El poblamiento de esta zona se realiza a través de potentes
núcleos organizadores del espacio, a los que se va a dotar de
fueros e instrumentos comerciales que centralicen la
producción de las zonas pobladas (1). Esta estructura abarca
todas las fuentes de ingresos posibles aunque con una mayor
preeminencia de la ganadería. En este proceso se enmarca la
construcción veloz de una cantidad de iglesias importante que
atrajera a los pobladores así como reportara importantes
ingresos a la Orden. La implantación de estas iglesias supuso el
enfrentamiento de los santiaguistas con el Arzobispado de
Toledo quien reclamaba el domino de estas nuevas fundaciones
eclesiásticas.

Los tres grandes centros poblacionales dentro de la zona serían


Alhambra, Eznavexore y Montiel. El primero funciono como
centro ganadero y encrucijada de caminos y defensa oriental de
Montiel. El segundo fue fundamental para la toma del castillo
de la Estrella pero tras ésta empieza a declinar su papel hasta su
posterior desaparición y la construcción del castillo de
Montizón en su lugar. El tercero de estos núcleos será el más
importante. Este centro posee además de una potente fortaleza
una iglesia conventual desde 1243 convirtiéndose en el
referente espiritual de toda la zona.

La encomienda de Montiel sigue las pautas que la Orden se


Santiago siguió en otros lugares como Uclés y Extremadura.
En 1243 el maestre Pelay Pérez concede el fuero de Cuenca a
Montiel. Por este fuero se dota al concejo de grandes ventajas
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como una feria de ganado, montazgos, exenciones fiscales y


toda una serie gracias que permiten una repoblación rápida y
efectiva de la villa montieleña.
Campo Arenate 2005

C. Fuenllana

C.Alcubillas

C. Peñaflor
C. Estrella Vva. De la Fuente
C. San Polo

Torres Odes C. Santo Cristo

Albaladejo
Terrinches

Eznavexore
Puebla del Príncipe
Torre de la Higuera

C. Montizón

Centro de la Encomienda
Fortalezas de la primera línea de defensa
Fortalezas de la segunda línea de defensa

El campo de Montiel a fines del siglo XIII

Los núcleos poblacionales que dependen de Montiel se


repueblan poco a poco aunque no se dará un avance
significativo hasta la segunda mitad del siglo XIII. En todos
ellos se construyen fortalezas alrededor de las cuales se
establecen pequeños contingentes de población cristiana que se
añade a la población morisca que habitaba en esta zona (2). Un
caso excepcional será Villanueva de la Fuente, antigua
Menteixa que supondrá un constante litigio entre la Orden y el
concejo de Alcaraz por su posesión, llegándose a producir
enfrentamientos bélicos entre ambas partes.

En concusión, la Orden de Santiago estructura todo el Campo


de Montiel entorno a un núcleo centralizador que de seguridad
a la zona y concentre las actividades económicas de los
enclaves circundantes. Aun así la zona perdió rápidamente
importancia con las conquistas cristianas hacia el Sur y la
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creación de la Encomienda de Segura de la Sierra que


mantendrá unos vínculos muy estrechos con la de Montiel que
quedará como potente retaguardia.
Campo Arenate 2005

5. El Sistema defensivo de la Encomienda de Montiel


El conjunto defensivo de Montiel se va formar en dos
momentos constructivos tras la ocupación de los enclaves
musulmanes: en un primer momento se ocupan las fortalezas y
se acometen un mínimo de reformas que las adapten a las
nuevas necesidades de los cristianos. En un segundo momento
(hacia la segunda mitad del siglo XIII) se lleva a cabo un febril
proceso constructivo que va a cambiar en gran medida la
fisonomía de los baluartes defensivos, incluso se lleva a cabo la
construcción de nuevas torres y fortalezas como el castillo de
Montizón o el torreón de la Higuera (3).
Las defensas se van a estructurar en tres cinturones
concéntricos en torno a Montiel. El primer cinturón esta
compuesto por los castillos de la Estrella y San Polo. El
segundo rodeada a los anteriores y lo forman las fortalezas
Santa Cruz de los Cáñamos, Torres, y Peñaflor así como una
serie de atalayas. El tercer cinturón es imponente, estando
compuesto por el Torreón de la Higuera, Montizón,
Eznavexore, Puebla del Príncipe, Terrinches, Albaladejo, el
castillo del Santo Cristo, Villanueva de la Fuente, Fuenllana, y
el castillo de Alcubillas.

A continuación detallaremos lo antes expuesto.

Los Castillos de Montiel


Centro articulador de la encomienda dispondrá de dos potentes
castillos en la villa, así como una serie de atalayas defensivas en
lugares visibles desde las fortalezas anteriores de las que no se
tiene constancia de su paradero.
El Castillo de la Estrella es la fortaleza más potente de toda la
zona. Está situado sobre un cerro testigo y pertenece a la
tipología de castillo roqueño. Posee un recinto murado de unos
5000 m sin contar la barbacana que rodearía la puebla situada
en la parte sur del cerro. La parte superior se divide en dos
recintos, el exterior fue construido en época almohade y consta
de once torres de tapial y una muralla construida a base de
tabiya árabe. Tras la conquista santiaguista se reforzó el castillo
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con la construcción de un recinto interno construido totalmente


en piedra, a base de sillares de arenisca roja. Posee unos 250 m
de perímetro mural con 9 torres: tres macizas semicilíndricas y
seis habitables con varios pisos. De entre todo el conjunto
Campo Arenate 2005

destacaba la Torre del Homenaje que estaba separada del


Castillo por medio de un puente levadizo y constaba de tres
pisos. El castillo tuvo una iglesia en su interior dedicada a
Santiago de las Espadas de la que no han quedado vestigios.

El Castillo de San Polo, fue construido como padrón del


anterior por los cristianos aunque muy posiblemente pudo
tener algún tipo de construcción defensiva musulmana como
demuestra la presencia de material cerámico musulmán en sus
faldas. Estaría construido a base de ladrillo con unas murallas
de unos 380 m de recorrido. En cuanto a sus construcciones
poseía una torre cuadrada en su parte más occidental así como
un aljibe de grandes dimensiones, un silo excavado en la roca y
un almacén subterráneo.

El primer cinturón defensivo


Son fortalezas que rodean Montiel y no distan más de 8 Km. de
distancia de él, en el caso más alejado. Estas fortalezas no
debieron de tener unas defensas de gran entidad como
demuestra su desaparición a fines de la Edad Media.

La fortaleza de Torres, situada a unos 4 kilómetros de Montiel


poseía dos grandes torres cuadrangulares en la ladera de un
cerro amesetado. Una de las torres tenía anexo un gran edificio
cuadrangular, quizás un hospital para caballero heridos por
estar situado en una zona abrigada y con abundantes
manantiales. Junto a las construcciones militares se asentó un
pequeño contingente de población que pervivió hasta finales
del siglo XVI. Muestra de este poblado son los restos de la
iglesia románica que allí se conservan.

Santa Cruz de los Cáñamos, casi todos los autores coinciden


en que se trata de la antigua Odes Medieval, rebautizándose con
el nombre actual en momentos posteriores. Esta fortaleza dista
unos 7 kilómetros de Montiel. Estuvo situada donde
actualmente se asienta la iglesia de San Bartolomé, que
reaprovechó gran parte de los materiales del antiguo castillo del
Página 24

que solo conservamos noticias documentales. Su función era


clara, cerrar por el Sudoeste el acceso hacia el corazón de la
Encomienta y albergar a sus pies un contingente de población
que pudiera refugiarse en la fortaleza en caso de ataque.
Campo Arenate 2005

Castillo de Peñaflor, situado a uno 10 kilómetros del castillo


de la Estrella. Nada queda de las fortificaciones que
defendieron el lugar. Poseía un perímetro defensivo de unos
200 metros que se adaptaba al terreno, este último se trabajó
con la intención de acentuar su verticalidad y eliminar posibles
puntos flacos. En su interior se hallaban varias estancias
excavadas en la roca: un almacén rectangular y un gran silo de
unos 5 m de profundidad. Esta fortaleza debió ser abandonada
hacia mediados del siglo XIII y sus habitantes asentados en el
cercano poblado de Jamila.

El segundo cinturón defensivo


Se trata de una serie de fortalezas cercanas entre si y que
formaban una línea “fronteriza” de imponentes defensas. Estos
enclaves tuvieron desde los primeros momentos dos funciones
básicas: defender el perímetro de la Encomienda de Montiel
ante cualquier ataque (4) y servir de defensa a los contingentes
de población que se asentaban en sus cercanías.

Castillo de Eznavexore, también conocido como Torres de


Xoray. Se levanta sobre un cerro de gran altura que controla el
estratégico paso del Estrecho de las Torres, uno de los pasos
hacia Andalucía. De planta rectangular ocupa una superficie de
unos 3000 m². Está construido en tabiya y mampostería que
denotan su fábrica musulmana, posiblemente contemporánea
del recinto exterior del castillo de la Estrella o del castillo de
Alcubillas. Poseía 10 torres de planta cuadrada de 4 m de lado
por unos 10 de altura. Parece que poseyó un antemuro a modo
de albacar donde se asentaría la pequeña puebla de la fortaleza.
Fue abandonado a finales del siglo XIII construyéndose el
castillo de Montizón debido el mal estado en que se encontraba
el primero.

Castillo de Montizón, es el mejor conservado de toda la


comarca debido a su mejor fábrica y construcción más tardía,
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hacia fines del siglo XIII, en sustitución de Eznavexore.


Castillo de triple recinto murado, se asienta sobre unas peñas
que le sirven de foso natural al igual que la presencia de un
arroyo en su parte Este. Posee unos 4000 m² útiles divididos en
Campo Arenate 2005

tres recintos. En el primero, el más perimetral se asentó la


puebla que pese a los esfuerzos de la Orden por repoblar el
lugar no prosperó, de la cual se conserva todo el muro que la
delimitaba. En el recinto intermedio se hallan las estancias
propias para el funcionamiento de una fortaleza: caballerizas,
aljibe, capilla, mazmorras y toda una serie de estancias
dedicadas a otros servicios. El último recinto es la Torre del
Homenaje, a la derecha del patio y en la zona más escarpada, de
sección rectangular en uno de los extremos se sitúa una
pequeña torre semicircular propia de las construcciones del
siglo XIV. Todo el recinto murado poseyó almenas y está
salpicado de torres cuadradas y de sección semicircular. Esta
fortaleza fue reconvertida en palacio por los Manrique ya en el
siglo XV.

Torreón de la Higuera, torre vigía del castillo de Montizón,


domina una enorme superficie de terreno. Su factura es
cristiana, construida a base de potente mampostería trabada
con argamasa. Poseyó tres pisos divididos por tarimas de
madera rematados por una terraza. Ocupa una superficie de
unos 60 m² y mide unos 12 m de altura. No parece que estuviera
rodeada por una muralla exterior que hiciera las veces de
barbacana.

Puebla del Príncipe, posee una torre cristiana de hacia fines


del siglo XII construida a base de mampostería de 100 m², con
tres pisos y rematada por una terraza vigía. Su función es
claramente defensiva al ser un punto fuerte del cinturón
defensivo en el cual se asienta un núcleo poblacional. Está muy
relacionado con los enclaves de Terrinches y Albaladejo, los
tres pudieron poseer fortificaciones musulmanas sobre las que
se construyeron posteriormente las cristianas.

Terrinches, la fortaleza se levanta sobre la parte más alta del


pueblo. Es un gran torreón cuadrangular flanqueado por cuatro
garitones circulares y macizos, de los que en la actualidad sólo
se conservan dos, unidos mediante una muralla que servía de
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cortina defensiva. El torreón, bien conservado al exterior, es


una construcción de mampostería muy sólida, teniendo sus
muros un grosor de cuatro metros. Los ángulos poseen sillares
esquineros, de buena fábrica. El conjunto ocupa una superficie
Campo Arenate 2005

2 2
de 289 m , siendo sólo habitable en 100 m . Este castillo
contaba con una atalaya defensiva con dos funciones: poner el
enclave en contacto con los de Albaladejo y Puebla del Príncipe
y por otro lado le servia de vigía hacia las tierras del Sur.

Albaladejo, se sitúa en la parte más elevada del casco urbano,


coronando el cerro amesetado sobre el que se asienta el pueblo.
Fortaleza de pequeñas dimensiones con un planta rectangular
de 32 m de larga por 13 de ancha. El castillo contaba con una
zona principal a modo de patio de armas entorno al que se
articulaban las dependencias. Los extremos estaban rematados
por dos torreones cuadrangulares, uno de ellos macizo y el otro
habitable. Su importancia viene dada por el enorme control
visual que ejercía hacia el Este y el Sur.

Castillo del Santo Cristo (5), está situado sobre unas grande
peñas en las estribaciones de la Sierra de Alcaraz. Más que un
castillo se trataría de una atalaya de vigilancia y control del
territorio, ya que desde ella se pueden observar las fortalezas de
Albaladejo, y Terrinches, así como Villanueva de la Fuente. Se
trata de un edificio de planta rectangular de pequeñas
dimensiones y que contaría con dos pisos separados por una
tarima de madera.

Villanueva de la Fuente, enclave estratégico para la Orden de


Santiago frente a la pujante Alcaraz. Contó un castillo cristiano
construido sobre otro musulmán de imponentes defensas que
se puede observar visitando las excavaciones allí realizadas en
fechas recientes (6). Esta fortaleza perdió importancia a finales
del siglo XV con la pacificación de la zona por parte de los
Reyes Católicos tras largos años de luchas y pleitos entre la
Orden y Alcaraz, hasta desaparecer incluso de la memoria
colectiva.

Fuenllana, su fortaleza se enclavaba sobre la parte más alta del


pueblo. Tuvo planta cuadrangular y diversas torres que fueron
readaptas cuando se convirtió en Iglesia a lo largo del siglo XV.
Página 27

Este enclave cerraba las defensas de Montiel en la zona


Nordeste y comunicaba Montiel con los castillos del Salido y
de Alhambra. Contó con una pujante población que se
desarrolló con rapidez hasta convertirla en un núcleo de entidad
Campo Arenate 2005

dentro de la zona.

Alcubillas, está situado sobre un cerro de gran altura desde el


que se domina una vasta superficie de terreno, incluso se tiene
contacto visual con los castillos de Montiel. Su planta es la de
un rectángulo casi perfecto, con muros de 1,60 m. de anchura
construidos con mampostería de caliza de distinto tamaño
trabada con argamasa. El frente Norte está defendido, además
de por la barbacana exterior, por dos torres cuadradas de tapial
que sólo conservan su cimentación a base de mampostería. El
lado Oeste es el mejor conservado; en él se aprecian dos torres:
una de sección semicircular y otra cuadrada. En el frente Sur se
hallaba la puerta de entrada al Castillo, aunque de ella sólo
permanecen una serie de mampuestos cortados para insertar los
elementos de la puerta. Tras la conquista cristiana de la
fortaleza se construyó la Torre del Homenaje, cuya planta es la
de un triangulo. Se asienta sobre la roca madre y sus muros
alcanzan en la base casi dos metros de anchura. En aquel
momento se reforzaron los muros musulmanes de la fortaleza,
la cual acabó dotada de un sistema defensivo importante. Por
tanto se trata de un castillo importante dentro del Campo de
Montiel, no de una simple torre como se le denominaba en
estudios anteriores, que tuvo asentada una pequeña puebla en la
ladera Sur que posteriormente se traslado al solar actual de
Alcubillas.

Tras haber analizado detalladamente los enclaves que


formaban el sistema defensivo de la Encomienda de Montiel,
se ha de recordar la importancia de Almedina dentro de la
comarca como enclave amurallado donde residían un
importante contingente de población. Parece que no tuvo
castillo pero si una imponente cerca que rodeaba todo el cerro
donde se asienta la villa. En el Sudoeste de su término
municipal se asienta el cerro del Gollizno que parece haber
tenido una torre vigía medieval aunque no se tiene constancia
documental de su existencia.
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Otros lugares importantes dentro del Campo de Montiel en está


época son los poblados de Cañamares, Turra y Jamila así como
toda una serie de yacimientos repartidos por la zona y que
pertenecían a pequeñas alquerías de explotación agropecuaria.
Campo Arenate 2005

6. Conclusión
Se puede afirmar que la Encomienda de Montiel contó con un
sistema defensivo organizado sobre la antigua base de
asentamientos musulmanes y reforzados según las nuevas
necesidades de la Orden de Santiago. Esta disposición estuvo
vigente desde el siglo XIII hasta mediados del siglo XVI, en
que las necesidades de la Orden eran otras y el peligro de
nuevos ataques musulmanes era inexistente, trasladándose el
centro del Campo hacia Villanueva de los Infantes, villa
pujante y con un numero cada vez mayor de habitantes.

Por otro lado, recordar que el estado actual de los castillos de la


comarca montieleña es lamentable, mucho de ellos han
desaparecido ante la mirada impasible de los vecinos que
muchas veces contribuyeron a su destrucción. Otras fortalezas
están en proceso de desaparición y es en estas en las que hay
que poner un mayor esfuerzo para que se puedan conservar ya
que son el origen de la mayoría de pueblos. Entre los habitantes
de cada municipio hay que cambiar la mentalidad de “el castillo
son cuatro piedras” por la de conocer su origen y las
posibilidades de conservarlo y recuperarlo como medio de
apoyar la cultura, y porqué no, de fomentar la visita de viajeros
que revitalicen las maltrechas economías de la comarca. En
esta última línea se está actuando en Terrinches y los frutos de
este esfuerzo están llegando a la población.

***

Notas.
(1) José Vicente Matellanes Merchán es el que mejor ha estudiado este
proceso, que se convirtió en su tesis doctoras.
(2) Fueron constantes los levantamientos de la población morisca contra
los nuevos moradores cristianos y sus poderes que tuvieron que atajar con
dureza estas rebeliones.
(3) Este tema ha sido tratado por Amador Ruibal, castellólogo, en
numerosos estudios.
(4) Tras la victoria cristiana en la Batalla de las Navas de Tolosa se
esperaba un contraataque musulmán desde el Sur que intentará recuperar
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las posesiones perdidas. Este ataque se produjo más de cien años después,
en 1340 cuando los Benimerines desembarcaron en el río del Salado donde
fueron derrotados por Alfonso XI.
(5) Esta fortaleza no la citan la mayoría de los autores y cuando se cita se
Campo Arenate 2005

pone en relación con Albaladejo o Alcaraz, no con Villanueva de la Fuente.


(6) Estas excavaciones se han llevado a cabo durante varias campañas
entre 1998-2002 dentro del casco urbano por parte de Luis Benítez de
Lugo Enrich y Honorio Javier Álvarez García, codirectores de las
excavaciones.

BIBLIOGRAFÍA
(1993): Castillos del Campo de Montiel. Ciudad Real, Diputación
CORCHADO SORIANO (1971): Avance de un estudio Geografico-
Histórico del Campo de Montiel. Madrid. CSIC
DE JUAN, A (1996): "El Islám (711-1212)" Ciudad Real y su Provincia II.
Sevilla. Gever, p. 99
en Carta Arqueológica: (no contiene ninguna información)
HERVÁS Y BUENDÍA, I (1889): Diccionario Histórico-Geográfico de la
provincia de Ciudad Real
MATELLANES MERCHÁN, J.V (1995). “La colonización Santiaguista
del Campo de Montiel”. Actas del Congreso internacional conmemorativo
del VIII centenario de la Batalla de Alarcos. Ciudad Real. pp 391 y ss.
PEÑA, Mª T (1961): "La Encomienda de Montiel en 1478" La Mancha.
Revista de Estudios Regionales, nº 4. Ciudad Real, pp. 63-80
RUIBAL, A (1984): "El enclave de Montiel: Vestigios de los antiguos
castillos de La Estrella, San Polo y del Lugar de Torres" En Anuario de
Estudios Medievales. Barcelona. CSIC
RUIBAL, A (1987): "Peñaflor y Saujoulo, dos despoblados cristianos del
siglo XIII" II Congreso de Arqueología Medieval Española. Madrid
RUIBAL, A, (1994). “Organización del territorio y arquitectura militar:
Comparación entre dos ejemplos de los siglos XIII-XV de las Ordenes de
Calatrava y Santiago”.I Congreso de Castellología Ibérica. Palencia. pp
655 y ss.
VILLEGAS DIAZ, L R (1996): "Nuevos horizontes y realidades tras Las
Navas (1212-1500)" Ciudad Real y su Provincia II. Sevilla. Gever, pp. 154
y ss.
VIÑAS, C Y PAZ, R (1971): Relaciones de los pueblos de España
ordenadas por Felipe II. 1575. Ciudad Real. Madrid
VV.AA (2003) “Castilla-La Mancha Medieval”. Toledo. Añil
Página 30
Campo Arenate 2005

JAMILA: HISTORIA E IMAGEN (1)

Carlos J. Rubio
Lic. Historia UCLM

El 3 de Mayo de 2003 quedó instalada a la salida de Valdepeñas


una escultura de bronce dedicada por su autor, Juan Antonio
Giraldo, al “Hombre de Jamila”. La escultura quiere simbolizar
el reencuentro de todos los infanteños con sus orígenes, ya que
la palabra “Jamila” siempre ha evocado los primeros tiempos
de Villanueva de los Infantes, situados en torno a la Virgen de la
Antigua. José E. Valle decía en su Villanueva de los Infantes
Histórica y Monumental:

“Hablar de Jamila es para nosotros traer a nuestra mente el


Jabalón, los pinares del Santuario, su camino en romería [...]
Jamila es para nosotros, el “pez de paja” o el “montón de
tierra”; o es la huerta de “Canillas”, que manda el agua para
apagar la sed de los romeros [...] Hablar de Jamila es visitar al
Cristo del Calvario” (2)

La relación entre Jamila y el Santuario de la Virgen de la


Antigua es hoy un hecho demostrado. En un documento de
1507, que corresponde a los libros de visita, se dice
textualmente “ay en dicho termino otra hermita que se dezía de
Santa María de Iamila y ahora se dize de Santa María de la
Antigua” (3). El paso del término de Jamila por Antigua se
produjo justamente en aquellos primeros años del siglo XVI.
Así se hace demostrar en el Libro de Visita inmediatamente
anterior, el de 1498, cuando se nombra a la imagen,
únicamente, con el de Santa María de Jamila.
En cuanto a las ruinas, encontramos las primeras referencias en
1575, cuando unos infanteños declaraban en las Relaciones
Topográficas:

“Ay un sitio que se dice Jamila, junto al río Xabalon donde


solía estar este pueblo. Despoblose por ser enfermo el dicho
sitio a causa de estar junto al río y ser húmedo y de pantanos y
Página 31

prados y ser de mala agua todo aquel sitio. Hay allí edificios de
cimientos y formas de las casas que allí abía” (4)

JAMILA Otra referencia a Jamila en esta fuente nos descubre que estas
Campo Arenate 2005

noticias constan en una carta ejecutoria muy antigua, y que “ay


testigos que dicen conocer allí en Jamila, aldea de Montiel, a
los padres y abuelos del que pleiteaba su hidalguía a doscientos
cuarenta y dos años” (5). Según esto, Jamila pudo iniciar su
despoblamiento definitivo poco antes de 1333, al constatarse el
cambio de residencia de una familia hidalga.
Todavía no está clara esa transfusión demográfica de Jamila a
La Moraleja, si la desaparición de una aldea produjo la otra, o si
los jamilanos emigraron a un lugar ya habitado, como le
ocurriese a Torres de Montiel, al Hinojo o a otras muchas aldeas
de la comarca. Sólo la arqueología podrá dar respuesta a todo
ello.

La forja de la imagen anticuaria


Que los infanteños desciendan de una aldea llamada Jamila es
una idea que se ha ido fraguando y solidificando con el tiempo.
Una idea con raíces históricas, pero, poco a poco, más cargada
de leyenda, y con un pasado más mítico y esplendoroso. A la
idea de una Jamila puramente medieval, del siglo XVI, nos
enfrentamos en el siglo XIX a una Jamila además romana. En
1834 Ceán Bermúdez sostenía que Infantes conservaba “ruinas
y vestigios de una antigua población romana” (6).
Es en el siglo XVIII cuando vemos forjarse esta imagen. El
siglo de la Ilustración es, al mismo tiempo, el siglo del
anticuarismo y del neoclasicismo. Las aportaciones
arqueológicas del mundo romano en Las Dos Sicilias abrió un
gran interés por esta cultura; pero a ello se sumó el culto
mariano y el germen del romanticismo, con las primeras
historias locales, llevadas en líneas generales por miembros de
la iglesia.
A principios del siglo XVII se descubrió no se sabe donde, ni
siquiera se sabe si se descubrió en Infantes (7), una inscripción
que hablaba de un escribano romano llamado Marco Ulpio, que
era un esclavo que había conseguido la libertad por Augusto
Trajano. La inscripción había ido a parar a manos de un
infanteño y éste la tenía colocada en la puerta de su casa (8). Un
siglo y medio más tarde observamos cómo los infanteños han
Página 32

construido una serie de narraciones legendarias que hablan de


la historia de la Virgen de La Antigua y la relacionan con Jamila
y con esta inscripción. De 1740 es la alusión más remota
conocida que habla de Antiquaria Augusta, la escribe el Padre JAMILA
Campo Arenate 2005

Pareja, en su Historia de Alcaráz, dice:

“Tuvo esta población [Villanueva de los Infantes] su primer


asiento en las riberas de Jabalón; y en el tiempo que predicó San
Pablo en los campos Laminios (hoy campo de Montiel) era
Ciudad pequeña, pero muy hermosa, y fuerte, llamada
Antiquario Augusto”(9).

A finales del siglo XVIII estas narraciones fueron recopiladas,


por Manuel Francisco Gallego, en las Antigüedades de Infantes
y del Campo de Montiel (10). Esta obra, de la que
desconocemos su alcance histórico, pero de indudable valor
cultural, se custodió hasta hace unos veinticinco años en la
Casa Parroquial; y hoy está en paradero desconocido. El libro,
manuscrito, aunque es, por su título, de la tradición de
Ambrosio de Morales, parece que conjugó tanto la arqueología
como los cronicones que aludían a la comarca. Gallego fue
capellán del Convento de las Franciscanas y miembro del
Cabildo. En el siglo XIX la obra fue revisada y despojada de sus
fantasías por muchos investigadores que quisieron conocer la
historia de Infantes; y gracias a ellos hoy tenemos numerosas
noticias de algunos de los capítulos que la conformaban.
Las leyendas de Jamila escritas en esta obra responden a dos
temáticas diferentes:

1) A la relación de Jamila con La Virgen de La Antigua.


Apoyándose en los restos romanos de Jamila y en la inscripción
de Marco Úlpio, se inventa la leyenda de que los orígenes de
Jamila eran romanos; de una ciudad llamada Antiquaria
Augusta, que había sido fundada como colonia por Marco
Úlpio Gresiano bajo los designios del emperador Octavio
Augusto. En el siglo I, y siguiendo probablemente las teorías
del padre Higuera y de Alonso Requena, en ella predicaron San
Pablo, y también Santiago, San Bricio y San Vicente. Gracias a
la docilidad de sus gentes, el cristianismo caló hondo y en ella
se comenzó a venerar una imagen de María. Con la invasión
musulmana, Antiquaria Augusta fue arrasada y sus edificios
incendiados, pero alguien escondió la imagen de la virgen en un
Página 33

lugar protegido. Pocos años después se instaló en aquel lugar la


aldea de Jamila, un pueblo musulmán pequeño, y
posteriormente, en el siglo XIII, los cristianos conquistaron el
JAMILA
Campo Arenate 2005

territorio, los habitantes de Jamila musulmanes desaparecieron


y aquel lugar volvió a ser habitado por cristianos. Pero el
asentamiento no triunfó y la gente se fue a vivir a un lugar más
al norte, a La Moraleja. Estando un pastor de la Moraleja por
aquellos parajes una tarde, se desencadenó una tormenta y fue a
refugiarse entre el recoveco de unas ruinas. Ante la oscuridad
del día, el pastor se percató que una grieta de las ruinas despedía
de su fondo luz y brillos dorados (11). Excavó, y allí encontró la
imagen de la Virgen de La Antigua. Como es general en estas
leyendas, la Virgen sería llevada a la iglesia de La Moraleja,
pero misteriosamente, en la noche, regresaría a su cobijo, y por
ello finalmente se decidiría construir la ermita en un lugar tan
apartado.

En esta leyenda es curioso apreciar dos cosas:


- Que la Virgen no fuese descubierta por un habitante de la
Jamila cristiana, sino por un pastor de La Moraleja
- Que tras ser descubierta la Virgen por el pastor, los habitantes
de La Moraleja la relacionasen con Antiquaria Augusta y no
con Jamila.

Lo primero se puede entender en el sentido de hacer una


leyenda en la cual La Moraleja, es decir Villanueva de los
Infantes, tuviera una relación directa con la historia de la
Virgen de La Antigua. La otra cuestión se puede entender en el
puro sentido religioso, la Virgen de La Antigua no podría haber
sido escondida por un habitante de la Jamila cristiana, porque
en ese caso hubiera podido ser calificada la imagen de
indecorosa. Por ello tenía que haber sido ante la amenaza
inminente de unas invasiones; y por eso fue necesario, para dar
sentido a la leyenda principal de la Virgen de La Antigua, la del
pastor que la descubre escondida, la existencia de una conexión
con unos tiempos cristianos anteriores, es decir, con unos
tiempos visigóticos. En el caso de ser cierta la leyenda del
pastor, atendiendo a la fuerte intervención en los rostros de la
madre y el niño, todo haría apuntar a que la imagen fuese
escondida por cristianos al no llamar a devoción; y que fuese la
Página 34

leyenda un instrumento para ocultar o hacer una interpretación


más beata de la realidad. ¿Y no sería posible, en ese caso, que el
descubrimiento se produjese entre 1498 y 1507 en torno a la
Ermita de Ntra. Sra. de Jamila, y que se tratase de su imagen JAMILA
Campo Arenate 2005

más primitiva, La Antigua?

2) A la relación del despoblamiento de Jamila


Esta leyenda esta recogida por, Achille Ronchi quién le dedicó,
en 1870, un capítulo en su obra Castillos y Tradiciones
Feudales de la Península Ibérica (12). Dice que la narración es
original de la Edad Media, de un cronista llamado Francisco de
Tubino. El cronicón de Tubino fue base, como lo demuestra el
Diccionario de Madoz, de la obra de Manuel Francisco
Gallego; e interesó que fuese introducida en la obra de Ronchi
por los ideales románticos que encierra.
La leyenda habla de un comendador avaro que prohibió que las
mujeres de Jamila surtieran de un manantial llamado
Cuajaznos (lugar famoso por situarse allí las principales
canteras de Infantes). El Comendador lo quería para su disfrute
personal; pero las mujeres no tuvieron más remedio que seguir
acudiendo a la fuente. El Comendador enfurecido les dio
prisión, y los maridos, hermanos e hijos de las mujeres
asaltaron la casa fuerte del comendador, le dieron muerte y se
fueron del lugar.

El desmonte de la vieja imagen


La construcción de la idea de una Jamila medieval entroncada
con una Jamila Romana (Antiquaria Augusta) sirvió para
construir un mito mariano que impulsara la devoción. Este
hecho, propio de un siglo XVIII muy comprometido con los
orígenes cristianos de España, se acompañaría con las reformas
de la Ermita y de la Imagen de Ntra. Sra. de La Antigua; con la
construcción de su camarín y del retablo, el cual tiene la fecha
de 1716. Además, la idea del origen clásico fue reforzado con la
aparición de numerosos restos arqueológicos romanos. A
mediados del siglo XIX, en el Diccionario de Pascual Madoz,
al hablar del Santuario de la Virgen de la Antigua decía:

“hacia éste sitio se han descubierto en diferentes ocasiones


vestigios de antiguas poblaciones, siendo el más notable un
trozo de acueducto al parecer romano”(13)
Página 35

Don Benito Portuondo, a principios del siglo XX, incorporó


estos apuntes en su Catálogo Monumental de la Provincia de
Ciudad Real, como igualmente lo hizo Inocente Hervás y
JAMILA
Campo Arenate 2005

Buendía. José E. Valle Muñoz y otros investigadores, a finales


del siglo XX, han seguido usando sin quebrantos estas
descripciones, y es por ello que siempre se haya creído que los
infanteños descienden de una ciudad romana asentada
felizmente a la ribera del Jabalón, una ciudad llamada
Antiquaria Augusta.

A finales de los años sesenta del siglo XX eran perceptibles en


el Cerro Jamila numerosos restos de estructuras derruidas, y las
ideas románticas permanecían inalteradas. En aquellas fechas
varios alumnos del Instituto de Bachillerato de Infantes
encontraron allí una columna de casi un metro de diámetro, que
la excavaron hasta su base. Nadie sabía su origen, si romano o
medieval. En 1986, un fontanero aficionado a la Arqueología,
el vecino Manuel Villar, dio a conocer que en el cerro existían
trece columnas más, alineadas en un espacio de casi sesenta
metros (14). La noticia no se dejó esperar y pronto la gente
comenzó a interesarse por el yacimiento. Se sucedieron
numerosas excavaciones furtivas, buscando quizás nuevas
columnas, y no faltaron entendidos que quisieron interpretar lo
que era aquello. La duda popular era si aquellas ruinas
pertenecían a Jamila o, tal vez, a Antiquaria Augusta.
Combinando el material romano que se encontraba en sus
alrededores, restos cerámicos en su mayoría, con los restos
inmuebles, la hipótesis más segura era que se tratase de un
templo romano.
El interés que suscitó hizo que el programa de festejos de 1990
no lo encabezase la foto de José Bono. En su lugar aparecía la
columna encontrada por aquellos estudiantes. Las seis
primeras páginas del programa se dedicaron a reseñar todo el
patrimonio arqueológico de la localidad, y de Jamila decía:

“expertos han confirmado la existencia de una estructura


pública peristilada (rodeada de columnas) de la cual se
conservan 12 (sic) basas de columnas tipo “queso” (cinco
piezas), con una distancia de separación equidistante de un
metro. Este tipo de columnas están relacionadas con
“ninfeos”, sistema de canalizaciones de agua. Parece
Página 36

corresponder a un templo romano datado en el siglo II a. C.


estilo alto-imperial, pertenece a la última etapa de ocupación
romana de Jamila” (15)
JAMILA
Campo Arenate 2005

La noticia fue todo un revulsivo para levantar picos los fines de


semana. En 1992 se quejaba Manuel Villar del estado
deplorable en que estaba quedando el lugar. Se habían
encontrado nuevos muros, nuevas estructuras, que daban
nuevas ideas para el yacimiento. En 1995, en un embrionario
estudio mío publicado en Balcón de Infantes ya daba noticia
cómo las estructuras que estaban saliendo en Jamila no se
adaptaban a los modelos clásicos de los templos romanos; pero
en aquellos momentos nadie dudaba que el yacimiento de
Jamila no fuera, en su integridad, romano (16).
Los intereses infanteños por el yacimiento iban en ascenso. Un
año más tarde, los participantes del Curso de Verano “Conocer
es Conservar” visitaban las ruinas, y al verano siguiente, en
1997, empezaron con éxito unas excavaciones arqueológicas
llevadas por un Campo de Trabajo y dirigidas por Juan José
Espadas; las cuales demostraron la monumentalidad de la obra.
La Consejería de Cultura no dudó en conceder una nueva
Campaña de Excavación para los años siguientes, y Juan José
Espadas sacó las primeras conclusiones. Eran muy
apriorísticas ya que en aquellos momentos lo excavado era muy
escaso: los Campos de Trabajo se caracterizan por combinar
actividades lúdicas y de trabajo, y por durar escasas semanas.
Por ello tan sólo se completó una cata, y unas pocas habían
quedado abiertas. Juan José Espadas calificaba al yacimiento
como un templo-mausoleo romano donde estaría enterrado
Marco Úlpio Gresiano (17).
En noviembre aparecía el siguiente titular en el periódico
provincial La Tribuna “Jamila puede ser el mejor santuario-
mausoleo de época romana de la región” (18). Amparados por
la tradición romántica, nadie podía dudar que Jamila no fuera
romano y, a la vista de la monumentalidad, las hipótesis se
disparaban hacia un pasado esplendoroso para esta zona del
Alto Jabalón. En aquel mes de octubre publiqué un artículo en
el que no dudaba de que se encontrase inserta en algún entorno
urbano de importancia, como Mentesa, o de una Marimana que
hasta entonces se habría confundido, por su parecido
fonológico, con la villa romana de Mariana (19).
Página 37

Al año siguiente se abrió una nueva campaña, iniciada en julio


con un Campo de Trabajo y ampliada de agosto a octubre con la
colaboración del INEM. Por ello, fue aquí cuando se pudo dar
JAMILA un verdadero salto tanto cualitativo como cuantitativo en las
Campo Arenate 2005

excavaciones. Prácticamente todas las estructuras salieron a la


luz. La campaña seguiría siendo dirigida por Juan José
Espadas, pero junto a él se establecieron otros dos técnicos
colaboradores, siendo uno de ellos Carmen García Bueno. Pero
en esta campaña se trocaron los cargos quedando Carmen
García Bueno como directora de las excavaciones. Fue ella, y
no Juan José Espadas, quien presentó la Memoria de
Excavación de ese año y quien hizo las interpretaciones de lo
descubierto (20).
La sorpresa vino al observarse que las conclusiones de la
investigación de García Bueno llegaron a ser diametralmente
opuestas a las de Espadas: Jamila, para ella, no era un
santuario-mausoleo romano, sino una construcción medieval
(21). Juan José Espadas no aceptó el giro de García Bueno y
consiguió recuperar su cargo en las tres campañas de
excavación siguientes, en 1999, 2000 y 2001. Estas
excavaciones se realizaron también por campañas del INEM, y
en 1999 por un Campo de Trabajo. En las memorias de
excavación, Juan José Espadas siguió manteniendo su teoría de
“templo-mausoleo”. En La Tribuna volvió a aparecer un titular
como el de 1997, que ahora decía: “Las columnas del templo
romano de Jamila se alzan de nuevo para recordarnos el
pasado”(22). Su teoría fue publicada en un libro de carácter
científico editado por Anthropos y titulado El Patrimonio
Arqueológico en la Provincia de Ciudad Real (23).
Ante tal situación, el conflicto entre la teoría de García Bueno,
respaldada por nuevas evidencias, y la de Espadas, respaldada
por una tradición secular, alcanzó a toda la comunidad
científica y comenzaron a aparecer escritos de adeptos a uno y
otro lado. El académico de la Real Academia de la Historia, D.
José María Blázquez, se alineó al lado de García Bueno y atacó
las teorías de Espadas. Lo mismo hizo Gonzalo Arias. Al otro
lado, desde Infantes, Pedro Reyes Moya se enfrentó a las
teorías de García Bueno y sus seguidores. José María Blazquez,
finalmente fue invitado por el Ayuntamiento de Infantes en
2001 para ver en vivo el yacimiento, y al poco tiempo envió sus
conclusiones a diferentes medios de comunicación escritos re-
Página 38

confirmando las teorías de García Bueno (24). En 2003, con


motivo del Curso de Verano-Homenaje a García y Bellido, en
Infantes, los profesores Jose María Luzón, Martín Almagro
Gorbea y Maria Paz García-Bellido manifestaron su apoyo a JAMILA
Campo Arenate 2005

las teorías de García Bueno.


La arqueología está consiguiendo eliminar la vieja idea de la
Jamila romana, de la Antiquaria Augusta, y concretar el
término “Jamila” a un espacio y un tiempo muy bien definido: a
la Edad Media y a las ruinas situadas sobre el cerro homónimo.
La controversia sólo ha permitido que el yacimiento haya
quedado fuera de la investigación arqueológica regional (25).
Por ello es vital confirmar la funcionalidad y la adscripción
cultural del edificio, con investigaciones mas detalladas que
consoliden esta nueva idea, y evitar que sigan persistiendo
folletos y otros formatos de carácter turístico que hablen de
otras jamilas romanas y medievales en la vega del Jabalón.
Documentos que oscurecen el rico pasado romano de
Villanueva de los Infantes y ocultan su compleja arqueología
medieval. Es hora de subsanar esta vieja imagen.

Jamila. El yacimiento y su interpretación Arqueológica


El yacimiento presenta un amplio recinto rectangular, algo
romboidal, con un espacio total de 830 m2, y unos lados de 55
metros los largos, norte y sur, y un ancho de 33 metros; lo que
da un perímetro de 185 metros. La estructura tiene tres zonas
perfectamente diferenciadas:
Una al sur, en la que aparece una gran nave de 460 m2
habitables en cuyo centro se colocan 14 pilares cilíndricos de
0,93 m de diámetro y 1 m en su base, todo construido con
argamasa y sillarejo, excepto las columnas, en las que se
utilizan tambores de sillería de cinco piezas.
Una zona central, que se presenta abierta y que pudo contener
estructuras de adobe que fueron arrasadas posteriormente por
arados, o, lo más probable, que constituyó un patio en el interior
del recinto.
Una zona norte construida con mampostería menuda trabada
con barro. En ella parece que hubo un gran espacio abierto por
el que se accedía a otro recinto, de 22 m. de largo y 4 de ancho,
con un espacio habitable de 84 m2 y que después se dividió en
dos naves de igual tamaño. Junto a ellas hay un pequeño
Página 39

habitáculo adosado de 21 m2.


La monumentalidad de la zona sur contrasta con la parquedad
de la zona norte. La estructura sur es grande y diáfana, la
estructura norte es pequeña y compartimentada. Los materiales
JAMILA
Campo Arenate 2005

de la zona sur están perfectamente trabajados, los de la norte


son pequeños y casi reutilizados. En la zona sur los materiales
se traban con argamasa, mientras que en la zona norte se traban
con barro. En definitiva, la zona sur, la situada al mediodía del
cerro, es monumental, imposible que no se trate de un edificio
público; y la zona norte, la situada a la umbría, es modesta, obra
posible para cualquier mano privada.
La dualidad que acabamos de presentar bastó para que Juan
José Espadas terminase considerando que los que construyeron
la zona sur no fueron los mismos que los que construyeron la
norte. Los materiales que se encontraron en la zona sur fueron
escasos, pero los numerosos encontrados en la zona norte eran
de época medieval. Observó en la zona sur un nivel de
aplanamiento, de argamasa, que confirmaba dos etapas de
ocupación; y pensó que si corresponde a dos etapas diferentes y
numerosos materiales de la zona norte son reutilizados, y
posiblemente procedan de la sur, sería lógico que la zona sur
fuera anterior a la etapa de Repoblación. Se basó en la idea de
que la repoblación santiaguista en el Campo de Montiel no fue
a ciegas, y que numerosos poblados nuevos se instalaron en
villares, sobre antiguas ruinas que proporcionaban fáciles
materiales de construcción, como sillares ya labrados, y que
aceleraban el proceso de repoblación. Desde aquí determinó
que, teniendo en cuenta los restos cerámicos de época romana
que se encuentran en torno al cerro, así como la inscripción
sepulcral de Marco Úlpio, la zona monumental del norte había
sido un Templo-Mausoleo de época romana.
Los cánones clásicos son bien conocidos. Alberti, en su Re
Aedificatoria, había insertado, con su correspondiente
simbolismo, los parámetros vitrubianos con los que los
romanos operaban al hacer sus construcciones públicas. García
Bueno, amparándose en estos cánones clásicos llegó a la
conclusión de que “Jamila”, y concretamente su lado sur, no se
adaptaba en ninguna medida a las romanas. Lo mismo
observaba en la argamasa, en los sillares o en las columnas.
Sólo en la casa de los juegos de agua de Conimbriga había
columnas como las de Jamila, compuestas por tambores de
Página 40

cinco piezas. Pero estas columnas no eran de piedra, sino de


ladrillo, y tenían plinto, lo que no tienen las columnas de
Jamila. Además, García Bueno encontró una reja de arado
medieval en la zona sur, y observó marcas de cantero de cruz JAMILA
Campo Arenate 2005

5 4
2
6

3
1. Estructura norte; 2. Espacio central; 3. Estructura sur; 4. Silo; 5.
Posible puerta de acceso al recinto; 6. Puerta de acceso al recinto sur

griega en las columnas, típicamente medievales, y que lo que


parecía ser el espacio columnado, una gran stoa de acceso al
edificio, era en realidad un espacio cerrado. Por lo tanto, lo que
veía Espadas que era entrar al templo-Mausoleo, desde las
columnas hacia la puerta, lo veía García Bueno como salir del
edificio.

En resumen, García Bueno llegó a la conclusión de que todos


los restos constructivos eran medievales, y que los romanos
que habían dejado su huella con esos pocos restos de cerámica,
los edificios que construyeran serían pocos, endebles o fueron
arrasados completamente por la construcción medieval. Para
Juan José Espadas, la zona norte sí era medieval, posiblemente
una torre de vigilancia; y la sur era en realidad la romana, pero
que en la Edad Media fue reutilizada y en parte reconstruida, y
por ello parece ser medieval. Por todo ello, la discusión entre
García Bueno y Espadas no se encontraba en si el yacimiento
de Jamila era medieval o romano, sino en si los restos
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constructivos, y más concretamente los de la zona sur, los de la


zona de las columnas, habían sido construidos en la época
romana o en la Edad Media. A la opción de Espadas, Carmen
JAMILA García sostiene una función económica-administrativa, un
Campo Arenate 2005

almacén, o residencia de prestigio.

Jamila: hacia una nueva imagen

El término Jamila
El término “Jamila” es típicamente medieval. Aunque Hervás y
Buendía (26) propuso su origen judaico, hoy sabemos que
Jamila es una palabra de raíz semítica que también puede ser
árabe. Su significado es “belleza” y, como tal, es en la
actualidad un nombre propio femenino muy común en el
mundo islámico. Pero Jamila era, además, era una palabra
usada por los castellanos. Significaba “camelote” o “alpechín”,
que para esta última acepción dice el Diccionario de
Autoridades: “esta hez, que no es azeite [...] por otro nombre en
los molinos de aceite se llama jamila, particularmente en la
Mancha”(27).
Un nombre así puede hablar de la importancia oleícola del
Campo de Montiel en el mundo islámico. No en vano uno de los
castillos más importantes de la zona también parece hacer
alusión a este fenómeno: Xoray (Jaraiz). ¿Pudo el légamo
verdoso del Jabalón asimilarse para los repobladores como el
alpechín?

Evolución histórica
Tras la victoria de las Navas de Tolosa se inicia la conquista
definitiva del Campo de Montiel. En 1213 Alfonso VIII, con
unas pocas milicias de Toledo, Maqueda y Escalona,
emprendió una nueva campaña de conquista sobre los enclaves
que resistían al norte de Sierra Morena. Desde Dueñas las
milicias se dirigieron al Campo de Montiel, ocupando
Eznavejor a mediados de marzo. Entre este mes y mayo, que
corresponde a la toma de Alcaráz, habría que situar las
conquistas de los castillos de Alcubillas, Alhambra, de la
Algecira del Guadiana, de Gorgojí y Paterno. La plaza de
Montiel no fue ocupada ya que tras la toma de Alcaráz se
firmaron treguas. Montiel quedó como posición musulmana
adelantada. La frontera correría, en este caso,
Página42

aproximadamente desde Villamanrique, pasando por Jamila,


hasta Infantes; y desde allí se dirigía a Fuenllana, a la zona de
Las Lagunas y descendería por Villanueva. La parte castellana
JAMILA
Campo Arenate 2005

del Campo de Montiel fue delegada por el rey. En este periodo y


el final de la tregua, 1224, se realizó una repoblación de
frontera. Después, se comenzó a minar el entrante montieleño
con pueblas cristianas. Los castellanos construyeron un castillo
“padrastro” junto a Montiel, que llamaron de San Pablo, para
acelerar su agotamiento. En 1226 caía el rey de Baeza, su
principal proveedor, y Montiel capitularía, como nos sugiere
Julio González, el 1 de noviembre de 1228 (28). Fecha en la que
se inicia una nueva etapa de repoblación.

La fuente más antigua que tradicionalmente hemos conocido


que cite a Jamila es la resolución de un pleito mantenido entre la
Orden y el concejo de Alcaráz, de 1243. Este pleito se basaba en
que Alcaráz consideraba que ella había repoblado un conjunto
de términos hoy insertos en el Campo de Montiel, entre ellos
Jamila, durante el periodo final de la tregua y la conquista de
Montiel. Por tanto esos pueblos y sus territorios no deberían
pertenecer a la Orden de Santiago, sino al concejo de Alcaráz.
Hoy, algunos investigadores creen que este pleito con Alcaráz
no fue otra cosa que una queja sumada a los problemas que
mantenía la Orden con el Arzobispado de Toledo sobre una
serie de iglesias propias que los santiaguistas habían fundado
en 1235 sin el permiso ni la dependencia de la mitra (29).
En un documento de 1238, que sólo cita Julio González, se
recogen los lugares donde la Orden construyó estas iglesias, y
entre ellos se cita Jamila. Por tanto, en Jamila, hacia 1235, se
estaba construyendo una iglesia. Sin embargo, en el texto no
aparece nombrada simplemente como Jamila, sino como
“villar de Jamila” (30). Este concepto de “villar” se utilizaba en
la Edad Media para aquellos lugares deshabitados en los que
aparecían restos de antiguos edificios o de otros elementos que
daban señal de una antigua ocupación humana, y de la que se
desconocía su nombre original. Por ello se colocaba junto al
nombre “villar” un genitivo que hiciese relación a su poblador
o al entorno. Así aparecían Villar del Maestre, Villar del
Infantado o Villar de Domingo García y Villar del Olmo, Villar
del Pozo, Villar de la Encina o Villar de Cañas. Nuestro Villar
Página 43

de Jamila, se entendería, según mi interpretación del término,


bajo el segundo criterio.
De todos modos, Jamila aparece en 1243 como despoblado. En
JAMILA ese mismo año el maestre Pelayo Pérez Correa concedía un
Campo Arenate 2005

fuero a Montiel que le permitía fundar un concejo, y pocos años


después, Jamila, con toda seguridad, entraría a depender de
Montiel como una pedanía suya. Jamila, dependiente de
Montiel, pudo disfrutar de los numerosos fueros que consiguió
la villa durante el resto del siglo XIII. En 1252 se le otorgó una
feria a Montiel y esto facilitó la llegada de numerosos
comerciantes judíos. Como vemos aquí, la llegada masiva de
judíos al Campo de Montiel es razonable a partir de esta fecha,
pero el nombre de Jamila es anterior, por lo que se desprende
que la idea de Hervás de que Jamila, por su etimología,
perteneció a una comunidad judía no es del todo necesaria.
La repoblación de Jamila fue dificultosa y es muy probable que
en determinados momentos la aldea llegara a despoblarse.
Conforme la conquista castellana descendía el valle del
Guadalquivir, muchos pobladores de estas tierras emigraban, y
por eso fueron tan necesarios los fueros y las Hermandades en
la comarca.
El despoblamiento definitivo de Jamila se produjo
aproximadamente desde 1333 a 1405. La tradición dice que
todos sus habitantes, por lo malsano del lugar, se trasladaron a
La Moraleja, nombre éste que en aquellos tiempos tenía
Villanueva de los Infantes. Con la repoblación, la roturación de
nuevas tierras anegaría aún más el cauce del Jabalón,
desbordándolo, encharcando parcelas y haciendo con él un
paisaje cenagoso e insano. El último cuarto del siglo XIV fue
crítico para el Campo de Montiel. Por desgracia hasta el
momento no tenemos datos que hablen de esta crisis
directamente desde dentro del Campo de Montiel. Pero en los
archivos de Alcaráz existe documentación que habla de una
gran sequía en este lugar en 1375, y en la que Alcaráz ni siquiera
fue capaz de comprar trigo al Campo de Montiel, porque aquí
se vivía una situación parecida. Las industrias tintoreras de
Alcaráz tuvieron que ser arrasadas porque el polvo de las
hiervas machacadas para hacer tintes contaminaban los ríos
(31). ¿Es posible que en Montiel también existieran algunas
fábricas tintoreras que vertiesen sus residuos al Jabalón e
hiciesen un sitio especialmente malsano el de Jamila?
Página 44

Posiblemente, pero esto no era del todo necesario para que se


produjese su despoblamiento. La situación de los últimos años
del siglo XIV, no fue crítica sólo para Jamila, son muchos más
los pueblos del Campo de Montiel que desaparecieron JAMILA
Campo Arenate 2005

completamente en este periodo, curiosamente fueron los


situados junto a ríos, y triunfaron los situados en torno a pozos y
manantiales. En Jamila solo quedaron ruinas y su iglesia, que
sería reformada para hacer en ella una ermita dedicada a su
virgen, hoy la patrona de los infanteños, Ntra. Sra. de La
Antigua.

* * *
Notas
(1) Resumen actualizado de la conferencia “Jamila” del Ier ciclo de
conferencias de patrimonio e historia local. Villanueva de los Infantes,
agosto de 2003
(2) Jose Eugenio VALLE MUÑOZ, Villanueva de los Infantes Histórica y
Monumental. Infantes, Autor, 1988 (2ª ed.) p. 99
(3) Carlos CHAPARRO CONTRERAS, “Breve historia de la Virgen de la
Antigua”, en Balcón de Infantes, nº 63 p. 19, y nº 64 p. 20.
(4) VIÑAS Y PAZ Relaciones histórico-geográfico-estadísticas de los
pueblos de España hechas por iniciativa de Felipe II. "Provincia de
Ciudad Real”. Madrid, 1950-1971, p. 592
(5) VIÑAS Y PAZ Relaciones histórico-geográfico-estadísticas de los
pueblos de España hechas por iniciativa de Felipe II. "Provincia de
Ciudad Real”. Madrid, 1950-1971, p. 586
(6) Ceán BERMÚDEZ, Antigüedades Romanas en España. Madrid. 1834,
p. 126
(7) Vid. Pedro Reyes MOYA MALENO “Un nuevo enfoque para Marco
Ulpio Gresiano” en La Ruta nº 8, Abril, 2001. pp 10 y 11
(8) HÜBNER, CIL, p. 435.
(9) Estevan PÉREZ DE PAREJA, Historia de la Primera Fundación de
Alcaráz y Milagroso aparecimiento de Nta. Sra. de Cortes. Valencia. Joeph
Thomas Lucas, 1740. p. 60
(10) Citada por MADOZ y HERVÁS Y BUENDÍA
(11) Recogido en el Novenario a Ntra. Sra de La Antigua.
(12) Achille RONCHI: Castillos y Tradiciones Feudales de la Península
Ibérica. Madrid, Achille Ronchi, 1870, pp. 52 y 53; Puede leerse en Carlos
VILLAR ESPARZA, Balcón de Infantes, nº67, Marzo 1998, p.19
(13) Pascual MADOZ: Diccionario Geográfico-estadístico-histórico de
España y sus posesiones de Ultramar. Castilla-La Mancha. Toledo, Junta
de Comunidades, 1987 (Rep. Fac. de la de Madrid, 1845-1850). T-II, p.
459
(14) Jose Eugenio VALLE MUÑOZ, Villanueva de los Infantes Histórica y
Monumental. Infantes, Autor, 1988 (2ª ed.) p.100
(15) Programa de festejos de Villanueva de los Infantes de 1990, p. 7
Página 45

(16) “La Historia antigua en nuestro término”, Balcón de Infantes nº 32 p.


17
(17) Vid. “Excavaciones en Jamila. 1997”, en Balcón de Infantes, nº 73 y
74, p 18
(18) La Tribuna, Martes 11 de noviembre de 1997, p. 8
JAMILA
Campo Arenate 2005

(19) “Buscando la realidad de nuestros orígenes”, en Balcón de Infantes, nº


63, octubre 1997, p 16
(20) En el artículo de Carmen GARCÍA BUENO: “Aproximación al
conocimiento del yacimiento de Jamila. X” en Balcón de Infantes, nº 134,
octubre, 2003, p. 20; expone su argumento: “Ni solicité la dirección
arqueológica, ni insistí posteriormente en proseguir en la dirección de los
trabajos, ya que al surgir la polémica de modo tan encarnizado, preferí
renunciar [...] si acepté la dirección en el 98 fue porque se me concedió por
decisión ajena a mí y creí hacer lo mejor para la investigación del
yacimiento aceptando hacerme cargo del mismo”.
(21) El estudio de Carmen GARCÍA BUENO ha sido publicado en Balcón
de Infantes en los nºs 82 al 88, y en los nºs 96, 100 y 134. También
“Aproximación al conocimiento del yacimiento arqueológico de Jamila
(Villanueva de los Infantes, Ciudad Real): hallazgo monetario” Nvmisma
247. 2003
(22) La Tribuna, 20 de octubre de 1999, p 8
(23) El yacimiento arqueológico de “Jamila” (Villanueva de los Infantes).
En El Patrimonio Arqueológico de Ciudad Real, Valdepeñas, 2000, p. 323-
353
(24) Lanza, 23 noviembre de 2000, p 4 y Balcón Enero 2002, nº 113 p. 2
(25) Puede leerse Luis BENÍTEZ DE LUGO (et alii): Protohistoria y
Antigüedad en la provincia de Ciudad Real. Puertollano, G&C (2004), p.
125.
(26) Están reflejadas en su Diccionario Histórico-Geográfico y
Bibliográfico de la Provincia de Ciudad Real. Ciudad Real, 1914; p. 531.
(27) Recogido en Joan COROMINAS: Diccionario crítico etimológico
castellano e hispánico. Madrid, Gredos, 1984, p. 488.
(28) Repoblación de Castilla- La Nueva, Madrid, Universidad
Complutense, 1975, p. 355
(29) Vid. José Vicente MATELLANES MERCHÁN: La Orden de
Santiago y la organización social de la Trasierra castellano-leonesa (ss.
XII-XIV). Monografías I, Cuadernos de Historia Medieval. 1999
(30) Julio GONZÁLEZ, Repoblación de Castilla- La Nueva, Madrid,
Universidad Complutense, 1975, p. 357
(31) Aurelio PETREL MARIN: Una ciudad castellana en los siglos XIV y
XV (Alcaráz 1300 1415). Albacete, Instituto de Estudios Albacetenses,
1978, p. 27
Página46

JAMILA
Campo Arenate 2005

LOS RETABLOS DE LA IGLESIA DEL CONVENTO DE LAS


FRANCISCANAS

Luis Riaza
Lic. Historia UCLM

Del convento de las franciscanas antiguo beaterio de Santa


Clara sólo se conserva la iglesia. Se trata de un edificio austero,
construido en mampostería. Todo el edificio se inscribe en un
volumen rectangular, del que sobresale el cimborrio octogonal.
La fachada es de gran simplicidad, realizada posiblemente a
principios del XVII, destaca las dos columnas dóricas y sobre
ellas un entablamento, el frontón triangular y el escudo y la
figura de Dios Padre bendiciendo, que se cobija en el frontón.
En el interior destaca la planta de cruz latina, de una sola nave y
sin capillas laterales. Recuerda ligeramente al modelo alabado
por Palladio:
"Son también muy loables las iglesias que están hechas en
forma de cruz (...) porque teniendo la forma de la cruz,
representan a los que miran aquel madero del cual estuvo
pendiente nuestra salvación Eterna" (1)
Los testimonios orales recogidos en Infantes testimonian la
enorme riqueza retablística de esta iglesia conventual, cuyo
espacio se encontraba revestido completamente por retablos,
que luego han ido pasando a otros templos de la localidad,
cuyos retablos fueron destruidos en la Guerra Civil.
Actualmente, como ya se ha referido, se conservan en las
franciscanas cuatro retablos barrocos.

El Retablo eucarístico de la cabecera


Con toda seguridad este retablo es originario de esta iglesia. Se
trata del típico retablo eucarístico policromado y dorado. Cubre
la cabecera plana de la iglesia, adaptándose muy bien al marco
espacial.
Consta de un solo cuerpo monumental, que arranca de un
zócalo profusamente policromado y de una parte superior a
modo de remate.
En el cuerpo, en su parte central, jalonado entre dos enormes
Página 47

columnas, se halla el tabernáculo, al fondo del cual existe una


tabla decorada con motivos estrellados y símbolos eucarísticos.
El tabernáculo consta de dos cuerpos y un remate. El primer
Campo Arenate 2005

cuerpo guarda y cobija un escaparate para la exposición del


Santísimo. Lo compone, además, una serie de pequeñas
hornacinas rematadas con frontones triangulares, flanqueadas
por columnillas y pilastras. En la parte superior del primer
cuerpo se observa abundante decoración a base de guirnaldas y
angelotes.
El segundo cuerpo del tabernáculo ofrece una estructura
similar al primero. Consta de un segundo escaparate que cobija
una pequeña figura mariana.
El remate es cuadrangular y culmina con una imagen
deteriorada vestida a lo militar (probablemente se trata del
arcángel San Miguel) y una cruz.
Las columnas que flanquean al cuerpo principal arrancan de
pedestales paralelepipédicos decorados y policromados con
motivos vegetales.
El remate del retablo es muy interesante. Representa la
exaltación eucarística: dos ángeles, afrontados, adorando la
Sagrada Forma en la custodia.
En su conjunto este retablo no presenta una decoración
abultada y exuberante.
La exaltación de la Eucaristía es, sin duda, el tema principal que
transmite este retablo. Todo el programa iconográfico utilizado
así lo revela. Su localización en la cabecera de la nave se
relaciona directamente con las ideas contrarreformistas y el
espacio camino, a fin de vislumbrar la Eucaristía. El fiel, nada
más pasar a la iglesia, se encuentra en la cabecera de la nave el
misterio eucarístico, reforzado por la aparatosidad escénica del
retablo y un lenguaje simbó1ico que a continuación se tratará
de interpretar.
palma: signo de la victoria
olivo: signo de la paz
pino: signo de inmortalidad
rosal: (rosas blancas redondas). Significa pureza. Por otra parte
antiguas tradiciones refieren que donde caía sangre de San
francisco de Asís brotaban rosas.
Todos estos símbolos aparecen en la tabla de fondo del
tabernáculo.
Página 48

Este lenguaje simbólico está vinculado a la exaltaci6n de la


Eucaristía, entendida como Sacramento, tan atacado por el
mundo protestante y ensalzado por el mundo católico. Pero aún
puede entenderse una mayor carga simbólica: la vida
Campo Arenate 2005

sacramental, esto es, la práctica cristiana de los sacramentos,


especialmente el de la Eucaristía, salva al hombre, lo
transciende en un ser victorioso, puro e inmortal. O como dice
la Teología: los sacramentos como signo y anticipación de la
Vida Eterna.
Por otra parte no sería de extrañar que la supuesta imagen
deteriorada de San Miguel fuera tal. En primer lugar, porque
para el mundo franciscano este Arcángel es de especial
veneración; en segundo lugar porque San Miguel simboliza la
lucha contra las tinieblas, por extensión y renovación simbólica
puede significar también la lucha del mundo cató1ico contra el
protestante.
Los ángeles, que se representan en el remate, abrazando la
custodia y adorando a la Sagrada Forma afirman también la
exaltación eucarística.
La datación para este retablo es aproximada, entre los últimos
alias del siglo XVII.

Los retablos de San Francisco de Asís y San Benito


En la misma iglesia del convento de las franciscanas, en un
extremo del crucero se encuentra el retablo de San Francisco de
Asís.
Se trata de un interesante retablo de nogal sin policromar,
recientemente limpiado. Responde al tipo escaparate con
baldaquino y su principal función es exaltar la imagen de San
Francisco de Asís.
Consta de un sotabanco, banco y dos cuerpos.
Lo más significativo del sotabanco es que sobresale y puede ser
utilizado como altar. Labrado en piedra existe en su frente un
escudo nobiliar, algo deteriorado.
El banco está decorado con mensulas y un panel de compleja
ornamentación.
El primer cuerpo consta principalmente del baldaquino-
hornacina, a ambos lados una columna salomónica cubierta
con decoración vegetal y paneles de compleja ornamentación.
El baldaquino, también muy interesante, es del tipo cortinaje.
Se halla decorado con motivos vegetales. Acoge a la imagen de
Página 49

San Francisco, quien aparece completamente erguido, vestido


con el hábito marrón franciscano y el cordón, en posición
contemplativa, sosteniendo con la mano derecha un crucifijo.
Se aprecian los estigmas de la pasión.
Campo Arenate 2005

San Francisco de Asís (1182-1226) fue el fundador de la orden


franciscana. Por ello se le representa con abundancia en las
iglesias de su orden, tratando muchos temas sacados de su vida
y de posteriores tradiciones que aparecieron entorno al Santo.
Un entablamento de amplia cornisa separa el primer cuerpo del
segundo. De éste destaca una pintura que representa el abrazo
de Santo Domingo y San Francisco, cuadro flanqueado por dos
estípites ornamentados. El remate de este segundo cuerpo es
muy escenográfico, resaltando el carácter triunfal de la
exaltación del Santo.
Por otra parte, la pintura que representa el abrazo de los dos
santos simboliza, en el mundo barroco, la catolicidad,
resquebrajada desde Lutero.
El retablo de San Benito se encuentra situado enfrente del de
San Francisco, en el otro extremo del crucero. También de
madera de nogal sin poli cromar, tipológicamente es similar al
de San Francisco. Ahora bien, se trata de un retablo escaparate
con hornacina, sin baldaquino. Su estructura, en general, es
bastante más sobria y con escasa. decoración (frente a la
abundante ornamentación del anteriormente referido) que
redunda en su sencillez y poca complicación.
Al igual que el retablo de San Francisco, éste consta de un
sotabanco, banco y dos cuerpos.
Del sotabanco sobresale otro altar. El banco lo forman toda una
serie de pedestales del que arranca el primer cuerpo,
caracterizado en su parte central por una amplia hornacina,
ornamentada sencillamente, donde se halla expuesta la imagen
de San Benito, monje franciscano; a cada lado de la hornacina
se sitúan dos columnas corintias de cierta esbeltez. Llama la
atención la escasa decoración de este cuerpo retablístico.
San Benito, Fraile franciscano de color, aparece en estado
contemplativo, sosteniendo con su mano derecha un corazón
(signo de pasión y piedad) y con la izquierda un crucifijo. La
mirada, como ocurre con la imagen de San Francisco, parece
que se pierde en el vacío, como si la mente del santo hubiera
alcanzado la contemplación de la dimensión divina.
Un entablamento curvo comunica el primer cuerpo del retablo
Página 50

con el segundo, donde el deterioro y la desnudez ornamental es


ya del todo manifiesta. Se ha perdido la pintura que en otro
tiempo estaría colocada.
Por las características tipo1ógicas y ornamentales expuestas,
Campo Arenate 2005

estos dos retablos, datan de principios del s. XVIII.


Ambos retablos poseen en común su carácter tipológico de
escaparate, donde se exalta un santo, a través de su imagen, que
cobra pleno sentido centrada en estas escenografías barrocas.
El fiel se siente atraída, impresionado y sobrecogido. Medita
sobre la vida de los santos y trata de acercar su existencia al
modo de aquellos. De este modo la Contrarreforma revaloriza
más que nunca a los santos cuyas vidas se proponen como
modelos a imitar.El barroco, gracias a la genialidad retablistica
nos lo presenta con gran realismo, pero al tiempo, transidos de
una gran espiritualidad.

El Retablo de Santa Teresa de Jesús


En una pared lateral de la Iglesia del convento de las
franciscanas, se encuentra el retablo de Santa Teresa de Jesús;
retablo escaparate para la exaltación de la Santa Fundadora.
El conjunto produce un gran efecto escenográfico, merced a la
abundancia del dorado y a la exuberante ornamentación
existente.
Consta de un sotabanco pintado al fresco que produce ilusiones
escultóricas. La decoración es vegetal. Sigue un banco,
profusamente ornamentado con ritmos geométricos
(cuadrangulares), en el centro destaca lo que sería un sagrario
en la actualidad vacío.
El primer cuerpo es el más grande y más ricamente
ornamentado con decoración abundante, en la que predominan
los ritmos curvilíneos. En el centro, ocupando un notable
espacio destaca un lienzo deteriorado y agujereado, que
representa a Santa Teresa de Jesús entre la Virgen María y San
José. Se trata de la representaci6n de una visi6n mística que
tuvo la Santa y que ella misma refiere:
"Vínome un arrobamiento tan grande, que casi me sacó de mí.
Parecióme estando así que me veía vestir con una ropa de
mucha blancura y claridad y al principio no veía quien me la
vestía; después ví a Nuestra Señora, hacia el lado de hecho, y a
mi padre San José al izquierdo, que me vestían aquella ropa.
Dióseme a entender es taba ya limpia de mis pecados" (2)
Página 51

Estas representaciones de visiones místicas son


particularmente abundantes en la época barroca.
Tras un fino entablamento se pasa al segundo cuerpo, en forma
semicircular y en el que destacan dos estípites ricamente
Campo Arenate 2005

ornamentados y la representación de un pelícano alimentando a


sus crías. Es una alegoría de Cristo el motivo del pelícano
perforándose el pecho para alimentar a sus crías con su propia
sangre es un símbolo del sacrificio de Cristo en la cruz.
Este retablo sin duda es muy singular. En relación a los ya
analizados se distancia en la configuración de los elementos: no
aparecen columnas salomónicas ni de ningún otro tipo y la
escultura ha sido desterrada para otorgarle el protagonismo
pleno a la pintura. Por otra parte, la barroquísima decoración
está ya anunciando, aunque tímidamente, al mundo rococó. Es
por tanto del s. XVIII.

* * *

Notas
(1) PALLADIO ,A: Libro IV de Arquitectura. Akal, Madrid, 1988, pág.
343
(2) Santa Teresa: Obras Completas V, Madrid, 1951

BIBLIOGRAFIA
BONET GORREA, A: Andalucía barroca. Arquitectura urbanismo. edt.
Polígrafa. Barcelona.
CIRLOT, J.E: Diccionario de símbolos. edt. Labor. Barcelona.1988.
DE SANTOS OTERO A: Los evangelios apócrií'os .edt.BAC. Madrid
1985.
FATAS, G &, BORRAS, G: Diccionario de términos de arqueología y arte.
edt. Alianza. Madrid.1980
HALL, J: Diccionario de temas y símbolos artísticos. edt. Alianza. Madrid
1987.
MÂLE, E: El Barroco: el arte religioso del siglo XVII. edt. Encuentros.
1985.
MARTÍN GONZÁLEZ, J.J: Escultura Barroca en España. edt. Cátedra.
Madrid. 1983.
PALLADIO, A: Libro de arquitectura. edt. AKAL. Madrid.1988.
SEBASTIAN, S: Contrareforma y Barroco. edt. Alianza. Madrid 1984
VV.AA: El Barroco en Villanueva de los Infantes. edt. CEP. C.Real. 1989.
VV. AA: El arte y la cultura de la Provincia de C. Real. edt. BAM. C.Real.
1985.
Página 52
Campo Arenate 2005

LA RESTAURACIÓN EN LOS MONUMENTOS


ARQUITECTÓNICOS

Enrique Mata Trujillo


Lic. Historia del Arte. UCLM

Al hablar de restauración en los monumentos


arquitectónicos, debemos tener como referencia fundamental
el Documento sobre Restauración de 1972 (Carta del
Restauro, 1972), de origen italiano, cuyo objetivo primordial
fue la elaboración de normas técnico-jurídicas que sancionaran
los límites en que se entendía la conservación, salvaguarda,
prevención e intervención restauradora propiamente dicha.
Posteriormente surge la Carta de 1987 de la conservación y
restauración de los objetos de arte y cultura, que también vela
por el patrimonio arquitectónico.

Para Cesare Brandi, teórico sobre la restauración y uno


de los máximos exponentes de la Historia del Arte italiana, “la
restauración es el momento metodológico del reconocimiento
de la obra de arte, en su consistencia física y en su doble
polaridad estética e histórica, en vista de su transmisión al
(1)
futuro” .

El “Anexo B” de la Carta del Restauro, nos ofrece una


serie de instrucciones para la dirección de las restauraciones
arquitectónicas:

«El proyecto para la restauración de una obra


arquitectónica requerirá un exhaustivo estudio sobre el
monumento, elaborado desde distintos puntos de vista (que
planteen el análisis de su posición en su contexto territorial
o en el tejido urbano, de los aspectos tipológicos, los alzados
y cualidades formales, los sistemas y caracteres
constructivos, etc.), relativos a la obra original, así como a
las eventuales adiciones o modificaciones. Serán necesarias
las investigaciones bibliográficas, iconográficas y
archivísticas, etc., para obtener todos los datos históricos
posibles. Se basará en una completa observación gráfica y
Página 53

fotográfica interpretada también bajo el aspecto


petrológico, de los trazados reguladores y de los sistemas
proporcionales, y comprenderá un cuidadoso estudio
específico para la verificación de las condiciones de
Campo Arenate 2005

estabilidad. Los trabajos pertinentes para la restauración


de los monumentos, que consisten en operaciones
delicadísimas y siempre de gran responsabilidad, deberá
ser confiada a empresas especializadas y en lo posible
llevada a cabo bajo presupuesto, y no a destajo o a tanto
alzado. Las restauraciones deben estar continuamente
vigiladas y supervisadas para asegurarse de su buena
ejecución…Necesario es respetar y salvaguardar la
autenticidad de los elementos constructivos. Este principio
debe guiar y condicionar siempre la elección de las
operaciones. Por ejemplo, en el caso de muros con
desplome, incluso aunque sugieran la necesidad perentoria
de demolición y reconstrucción, ha de examinarse primero
la posibilidad de corregirlo sin sustituir la construcción
general. Asimismo, la sustitución de piedras corroídas sólo
deberá tener lugar tras la ratificación de exigencias de
gravedad. La sustitución o la eventual sustitución de
paramentos murales, deberán ser en todo caso distinguibles
de los elementos originales, diferenciando los materiales o
las superficies de nueva construcción; pero en general,
resulta preferible realizar a todo lo largo del contorno de la
reintegración una señal clara y persistente que muestre los
límites de la intervención» (2).

Paralelamente a la Carta del Restauro surge en España,


aunque trece años más tarde la Ley 16/1985, de 25 de Junio, del
Patrimonio Histórico Español. Ambas tienen su precedente; en
Italia, en el año 1931 con un documento que fue denominado
Carta del Restauro, y la Carta de Venecia de 1964. En España,
en el año 1933 con la “Ley de 13 de mayo de 1933, sobre
Defensa, Conservación y Acrecentamiento del Patrimonio
Histórico Artístico”.
La Ley 16/198, de 25 de Junio, del Patrimonio
Histórico Español, consagra una nueva definición de
Patrimonio Histórico y amplía notablemente su extensión. En
ella quedan comprendidos los bienes muebles e inmuebles que
los constituyen, el patrimonio arqueológico y el etnográfico,
los museos, archivos y bibliotecas de titularidad estatal, así
como el patrimonio documental y bibliográfico. Busca, en
Página 54

suma, asegurar la protección y fomentar la cultura material de


vida a la acción del hombre en sentido amplio y concibe aquella
como un conjunto de bienes que en sí mismos han de ser
apreciados, sin establecer limitaciones derivadas de su
Campo Arenate 2005

propiedad, uso, antigüedad o valor económico.

Ello no supone que las medidas de protección y


fomento se desplieguen de modo uniforme sobre la totalidad de
los bienes que se consideran integrantes, en virtud de la Ley, de
nuestro Patrimonio Histórico. La Ley establece distintos
niveles de protección que se corresponden con diferentes
categorías legales. La más genérica y que da nombre a la propia
Ley es la de Patrimonio Histórico Español, constituido éste por
todos aquellos bienes de valor histórico, artístico, científico o
técnico que conforman la aportación de España a la cultura
universal. En torno a ese concepto se estructuran las medidas
esenciales de la Ley y se precisan las técnicas de intervención
que son competencia de la Administración del Estado, en
particular su defensa contra la exportación ilícita y su
protección frente a la expoliación.
En el seno del Patrimonio Histórico Español, y al
objeto de otorgar una mayor protección y tutela, adquiere un
valor singular la categoría de bienes de interés cultural (
B.I.C.) , que se extiende a los muebles e inmuebles de aquel
patrimonio que, de forma más palmaria, requieran tal
protección. Semejante categoría implica medidas asimismo
singulares que la Ley establece según la naturaleza de los
bienes sobre los cuales recae.

En consecuencia, y como objetivo último, la Ley no


busca sino el acceso a los bienes que constituyen nuestro
Patrimonio Histórico. Todas las medidas de protección y
fomento que la Ley establece solo cobran sentido si, al final,
conducen a que un número cada vez mayor de ciudadanos
pueda contemplar y disfrutar las obras que son herencia de la
capacidad colectiva de un pueblo.
Para poder conservar nuestro Patrimonio Histórico es
necesario tener en cuenta unos criterios de intervención.
Existen, en la legislación del Patrimonio Histórico Español,
una serie de claves para analizar los procesos de restauración.
Éstas son las siguientes:
Página 55

1. Los bienes culturales tienen derecho a que


los poderes públicos garanticen la conservación y
promuevan el enriquecimiento del patrimonio histórico,
cultural y artístico de los pueblos de España y de los bienes que
Campo Arenate 2005

lo integran, cualquiera que sea su régimen jurídico y su


titularidad. La ley penal sancionará los atentados contra el
patrimonio. Artículo 46 de la Constitución
2. Los bienes integrantes del Patrimonio Histórico
Español deberán ser conservados mantenidos y
custodiados por sus propietarios. Art. 36 de ley 16 de
1985
3. Los poderes procurarán por todos los medios de la
técnica la conservación, consolidación y mejora (..)
Los bienes declarados de interés cultural no podrán ser
sometidos a tratamiento alguno sin autorización
expresa de los organismos competentes para la
ejecución de la ley.Art. 39 de la ley 16/1985
4. En el caso de los bienes inmuebles, las actuaciones
irán encaminadas a su conservación, consolidación
y rehabilitación y evitarán los intentos de
reconstrucción, salvo cuando se utilicen partes
originales de los mismos y pueda probarse su
autenticidad. Si se añadiesen materiales o partes
indispensables para su estabilidad o mantenimiento,
las adiciones deberán ser reconocibles y evitar las
confusiones miméticas. Art 39.2 de la ley 16/1985.
5. Las restauraciones respetarán las aportaciones de
todas las épocas existentes. La eliminación de alguna
de ellas solo se autorizará con carácter excepcional y
siempre que los elementos que traten de suprimirse
supongan una evidente degradación del bien y su
eliminación fuere necesaria para permitir una mejor
interpretación histórica del mismo. Las partes
suprimidas quedarán debidamente documentadas. Art.
39.2 de la ley 16/1985
6. Derecho a ser intervenidos por Conservadores-
Restauradores, cuya formación es el desarrollo de
profesionales competentes, capaces de llevar a cabo
intervenciones de forma reflexiva y documentada, a
Página 56

fin de que los datos registrados contribuyan a la


preservación del objeto y a una mas profunda
comprensión de los hechos históricos y artísticos.
Código de ética. ICOM. Copenhague, 1984. En los
Campo Arenate 2005

mismos términos publicado por ECCO: Pautas


profesionales, Bruselas 1993
7. Aplicación de criterios de intervención actualizados
para el tratamiento de arte contemporáneo, afectado
por la aparición de nuevas tipologías artísticas, con
una gran diferencia entre materia y concepto. Grupo
de Arte Contemporáneo del GE-IIC.
8. Los conjuntos históricos declarados bienes de
interés cultural tienen derecho al mantenimiento de
la estructura urbana y arquitectónica así como las
características generales de su ambiente. Artículo
12. 2 de la Ley de Patrimonio de Castilla -La Mancha.
9. Los Museos como instituciones de carácter
permanente que adquieren, conservan, investigan,
comunican y exhiben para fines de estudio, educación
y contemplación conjuntos y colecciones de valor
histórico, artístico, científico y técnico o de cualquier
otra naturaleza cultural. (Art. 24. 3. de la Ley de
Patrimonio de Castilla -La Mancha) tienen derecho a
que la Consejería de Educación y Cultura, a través
de sus correspondientes servicios y con el
asesoramiento del Consejo Regional del Patrimonio
Histórico, se ocupe del estudio, planificación y
programación de las necesidades museográficas,
así como del informe, inspección y apoyo técnico a
los centros del sistema de museos de Castilla-la
Mancha. Artículo 50 de la Ley de Patrimonio de
Castilla -La Mancha.
Como podemos observar, estos criterios que nos ofrece la
legislación, son los que principalmente se deberían seguir
como referencia para cualquier intervención.
Para poder comprobar como actúa la legislación sobre el
Patrimonio Histórico, vamos a poner como ejemplo práctico la
restauración de la fachada principal de la Casa del Arco,
ubicada en el casco histórico de Villanueva de los Infantes (C.
Página 57

Real).
A modo de breve reseña histórica, Villanueva de los Infantes,
Conjunto Histórico desde 1975, nos ofrece un amplio
repertorio de monumentos en sus calles y plazas. Una de las
Campo Arenate 2005

casas más interesantes de la ciudad, ya por su riqueza


ornamental, es la denominada Casa del Arco.
Esta casa que hoy conocemos se emplaza sobre una anterior,
construida por la familia hidalga de Juan Pérez Cañuto.
Posteriormente, su hijo Diego Andrés Cañuto, reformó la
fachada dejándola como hoy aún se conserva.
Situada en la actual calle Ramón Herrera nº 2, presenta una
fachada encuadrada en un arco de honda cimbra, a la manera de
la portada principal de la Iglesia de San Andrés. Está distribuida
en dos cuerpos:
- En el primero se levanta la puerta con un par de
columnas dóricas a ambos lados.
- En el segundo aparece un balcón bajo un frontón
curvo.
A los lados de este balcón aparecen dos pilastras y dos escudos
pertenecientes a la familia de Cañuto y de su mujer Clara del
Castillo Gálvez de Ledesma y Busto.
El palacio fue declarado bien de interés cultural ( B.I.C.) por el
consejo de gobierno de la Junta de Comunidades de Castilla La
Mancha el 28 de septiembre de 1989.
La intervención realizada, gracias al programa de restauración
“Infantes a Plena Luz”, llevado a cabo a varios monumentos de
Infantes, se realizó en esta casa-palacio una reforma en
determinadas zonas de la fachada. Las obras fueron realizadas
en diciembre de 1994, para lo que contó con una subvención de
600.000 pesetas.
Debido a la humedad, causada principalmente por un error en la
conducción de aguas residuales, la piedra había ido sufriendo
un considerable deterioro. Fue necesario sustituir con piedra
nueva las partes dañadas.
Según la Ley 16/1985 de junio sobre Patrimonio histórico
Español, la intervención llevada a cabo en la Casa del Arco, ha
estado acorde con los artículos estipulados. Bien podemos
comprobar que el artículo 19.1 ha sido cumplido, puesto que no
Página 58

ha variado notablemente a la composición original de la


fachada. Sin embargo, no se tomó en cuenta la disposición de
cables que cruzan dicha fachada, que según el punto tres del
Campo Arenate 2005

artículo 19 quedaría prohibido.


En fechas cercanas se ha colocado en la fachada un rótulo
explicativo de la misma. Esto ha sido llevado a cabo por la
Junta de Comunidades de Castilla la Mancha, por lo que nos
atrevemos a afirmar su autorización (recogida en el artículo
19.1), a pesar que este rótulo sea de metacrilato lo que hace
escapar la armonía del conjunto.

***

Notas
(1) Brandi, Cesare: Teoría de la restauración. Alianza Editorial. 1988.
(2) Anexo B. Carta del Restauro. Ministerio de Instrucción Pública. Italia.
1972.

BIBLIOGRAFÍA
HENARES CUÉLLAR, L Y LÓPEZ GUZMÁN, R.; Villanueva de los
Infantes. Edit. Servicio de Publicaciones de la Junta de Comunidades de
Castilla La Mancha. Toledo 1933.
GÓMEZ, J.A: “Casa del Arco” Balcón de Infantes. Octubre 1995.
Catálogo de Bienes de Interés Cultural: Edit. Servicio de publicaciones de
la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha. Toledo 1992.
VIÑAS, CARMELO Y PAZ, RAMÓN: Relaciones de los pueblos de
España ordenadas por Felipe II. Ciudad Real. Edit. Instituto Balmes de
Sociología, Instituto Juan Sebastián Elcano de Geografía y Consejo
superior de Investigaciones Científicas.
Ley 16/1985, de 25 de Junio, del Patrimonio Histórico Español.
Ley 4/1990, de 30 de mayo, del Patrimonio Histórico de Castilla - La
Mancha.
BRANDI, C.: Teoría de la restauración. Edit. Alianza Forma. Madrid,
1988.
GONZÁLEZ- VARAS, I.: Conservación de Bienes Culturales. Teoría,
historia, principios y normas. Manuales Arte Cátedra. Madrid, 1999.
Página 59
Campo Arenate 2005

RUTAS COMERCIALES Y MODELO DE EXPANSIÓN


COLONIAL FENICIO

Rubén Lot García Lerga


Licenciado en Historia UCLM

Siguiendo los escritos de Tucídides, el modelo típico de los


asentamientos fenicios era el formado por un grupo de islotes
orientados hacia la costa o promontorios abocados al mar, lo
que permitía la posibilidad de atracar las naves y comerciar con
las poblaciones indígenas cercanas, manteniendo al mismo
tiempo una posición fácilmente defendible.
Desde las costas de Líbano hasta las de Marruecos, en su
vertiente atlántica, encontramos constantemente
asentamientos de este tipo. Islotes en la proximidad de la costa
caracterizan los centros de Mozia (Sicilia); Bithia y Sulcis
(Cerdeña); Ibiza (Baleares); Rachgoun (Argelia); Gadir
(España) y Mogador (Marruecos).
Muy común es la ubicación de las ciudades sobre promontorios
que pueden extenderse considerablemente hacia el mar, como
los casos de Tharros y Nora (Cerdeña) y bastante frecuente en
las proximidades de las albuferas o desembocaduras de los ríos.
La presencia fenicia en las principales islas del Mediterráneo
(Chipre, Mata, Pantelaria, Ibiza, etc.) esta estrechamente ligada
al fenómeno del comercio y a la navegación marítima y, a
veces, convive con el elemento griego, como en Ischia, en el
Golfo de Nápoles (1). También se conocen pequeños poblados
en el interior, que surgen en lugares eminentemente agrícolas.
Las ciudades estaban fortificadas por un sistema defensivo de
doble muralla; la interior rodeaba la acrópolis y la exterior
defendía todo el perímetro urbano. Particularmente interesante
es la muralla de la islita de Motya, que estaba reforzada por
torreones; la de Kerkuan, con torres salientes y la del Monte
Sirai (Cerdeña), construida con una técnica megalítica donde
se ha localizado la puerta de acceso flanqueada por dos
torreones trapezoidales (2).
El origen de la colonización fenicia no debe buscarse en las
dificultades que atravesaron las ciudades fenicias a causa del
Página 60

poderío asirio, sino más bien en las nuevas oportunidades que


la sociedad fenicia está en condiciones de aprovechar gracias a
una situación interna e internacional favorable. Este
Campo Arenate 2005

movimiento, así surgido, adquiere dimensiones ciertamente


impresionantes: Tiro, protagonizó, en un amplio espacio de
tiempo, la creación de un número muy elevado de fundaciones
coloniales diseminadas por un vasto territorio que va desde la
costa de Chipre a las costas atlánticas de la Península Ibérica.
Las colonias fueron fundadas, en la mayoría de los casos, a lo
largo de grandes rutas comerciales (3).
En la península Ibérica destacan los asentamientos de Gadir
(Cadiz), Malaka (Málaga) o Sexi (Almuñecar) y sus relaciones
comerciales con Tartessos, y los metales procedentes de las
minas de su zona de influencia. El norte de África también
recibió aportaciones civilizadoras fenicias, gracias a la
fundación de colonias a partir del delta del Nilo.
Concretamente en la ciudad de Memphis ocupaban una zona a
la que se llamó “el campamento tirio”. Pero sin duda, la ciudad
de esta zona que más brilló fue la colonia de Cartago,
especialmente tras la caída de Tiro en poder de los asirios en el
574 a.C. (4)
En general, Siguiendo la tradición escrita y la documentación
arqueológica, la expansión fenicia se articuló en torno a varias
zonas:

1. Las primeras fundaciones fenicias en occidente fueron


las colonias de Lixus, Gadir y Utica. Según las fuentes clásicas
se originan en el siglo XI a. C. si bien no se han encontrado
indicios arqueológicos anteriores al siglo VII a.C.
2. En el siglo IX a.C. se fundan las colonias de Auza y
Cartago. Auza, fundada por Ithobaal de Tiro (887-856 a.C.) en
la costa de Libia, todavía no ha podido ser identificada. De
Cartago abunda la documentación escrita. Todos los textos
clásicos se inspiran en los escritos de Timeo (siglos IV-III a.C.),
que fijan la fundación de Cartago en el 813 a. C. Con la
fundación de este enclave, el comercio Atlántico quedaba
definitivamente controlado por los fenicios (5).
3. Otro grupo de colonias fenicias, con fecha desconocida
de fundación, se sitúa en Sicilia. Permanecieron hasta la
llegada de los griegos en el siglo VIII, cuando, presionados por
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ellos, quedaron relegados en el extremo occidental de la isla,


concretamente en Motya (con gran registro arqueológico),
Palermo y Solunto (aún no identificada). Para Moscati, estos
enclaves favorecieron el desarrollo comercial y mantuvieron
Campo Arenate 2005

buenas relaciones con los indígenas y las ciudades griegas


isleñas (6).
4. En Malta, como atestiguan los hallazgos
arqueológicos en la necrópolis de la región de Rabat y en
santuarios del interior de la isla (Tag Silg). Se cree que la
colonia fenicia pudo estar situada en Melite, la moderna
Medina-Rabat. También se adueñaron de Gozo (cuyo nombre
fenicio era Gaulos) y de Pantelaria (Iranim).
5. Otro Grupo de colonias lo constituyen Leptis Magna,
Hippo y Hadrumetum, en la costa africana aunque, excepto
Leptis Magna, estos asentamientos no han proporcionado
indicios arqueológicos de época arcaica.
6. En la isla de Cerdeña la arqueología registra la
presencia de colonias fenicias en Sulcis, donde la
documentación arqueológica remonta su origen al siglo VIII
a.C., Nora, Tharros, Bithia y Caralis (Cagliari) (7).
7. En el norte de África, concretamente en la zona de
Túnez y Libia se han localizado gran número de asentamientos
como Djidjelli, Gouraya, Tipasa y Kerkuan, además de los ya
citados Cartago y Utica, y Lixus y Mogador en el Marruecos
Atlántico, todas ellas con una cronología que abarca desde
finales del siglo IX hasta el siglo VII a. C. (8)
En todo el proceso de expansión fenicia, la colonia de Kition
(Chipre) hizo de cabeza de puente. En el viaje de retorno, la
ciudad egipcia de Memphis realizo la misma función donde,
según Herodoto, los fenicios ocuparon un barrio y edificaron
un templo en honor a Astarté.
Todas estas zonas eran controladas por los fenicios mediante
una compleja red comercial que vamos a ver a continuación.

Las Rutas comerciales.


Los fenicios supieron elegir los lugares mas idóneos para
apuntalar un gran eje comercial que se articuló en principio en
torno a la ruta Tiro-Utica-Gadir. No se sabe qué lugares se
destinaron a escalas de navegación y qué estaciones costeras
fueron ocupadas como enclaves permanentes para fines
comerciales y económicos.
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También hay que tener en cuenta que el tipo de viaje de un


barco cargado con mineral o metales no será el mismo que el de
un navío que transportara cerámicas de lujo. Tampoco es lo
mismo una navegación de cabotaje, con un comercio mas
Campo Arenate 2005

dinámico, que la navegación de altura, que permitiría un


intercambio menos fluido. Por tanto, el tipo de comercio de
cada ocasión condicionaría la ruta a seguir y el sistema de
navegación utilizado.
En este sentido, dos navíos localizados sus restos en la bahía de
Mazarrón (Murcia) utilizaban ensambladuras de espiga y
mortaja para darle más consistencia a sus naves. También se ha
encontrado un ancla de madera rellena de plomo. Los cascos de
las embarcaciones estaban cubiertos de broza con el fin de que
la carga no se moviera y no produjera daños en las paredes de
las naves (9).
En general nos es posible trazar los grandes circuitos y rutas
comerciales seguidos por lo fenicios en sus viajes de ida y
vuelta a Occidente:

1. Ruta Tiro-Gadir
2. Travesía del estrecho de Gibraltar
3. La ruta Gadir-Tiro
4. La ruta Atlántica

La gran pregunta es si existe realmente una precolonización


fenicia. Algunos historiadores tratan de rellenar el vacío de
trescientos años (del siglo XII-XI a. C. Al siglo IX-VIII a. C.)
que existe entre las fuentes clásicas y los datos arqueológicos
extrapolando el modelo de precolonización griega al caso
fenicio basándose en hallazgos puntuales como por ejemplo la
estatuilla hallada a veinte millas de Selinumte (Sicilia) en 1955,
considerada de tipo ugarítico o cananeo, la estela inscrita de
Nora, con paralelos directos en inscripciones chipriotas y
fenicias, o la pintura hallada en un entrante rocoso próximo al
estrecho de Gibraltar y en la que se representa un velero
rodeado por un grupo de toscas figuras que, estilísticamente,
corresponden al II milenio y que F. Gilés y C. Finlayson
relacionan con una embarcación fenicia (10). Sin embargo no
podemos establecer como cierta una precolonización fenicia en
occidente a través de hallazgos arqueológicos
descontextualizados y aislados, que se limitan a establecer
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comparaciones y paralelos morfológicos en función de un


marco cronológico muy dudoso (11).

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Campo Arenate 2005

Notas
(1) Revista de Arqueología. Año XIV, nº 151.
(2) V.V.A.A. (1997) UNED. Unidades didácticas. Prehistoria. Tomo II.
(3) Arqueo. La aventura de la Arqueología. nº 3.
(4) Esfinge, cuadernos de cultura. Abril 2001.
(5) AUBET, Mª. E. (1994) Tiro y las colonias fenicias de occidente.
(6) V.V.A.A. (1997) UNED. Unidades didácticas. Prehistoria. Tomo II.
(7) AUBET, Mª. E. (1994) Tiro y las colonias fenicias de occidente.
(8) V.V.A.A. (1997) UNED. Unidades didácticas. Prehistoria. Tomo II.
(9) National Geographic. Octubre 2004.
(10) National Geographic. Octubre 2004.
(11) AUBET, Mª. E. (1994) Tiro y las colonias fenicias de occidente.

BIBLIOGRAFÍA
AUBET, Mª. E. (1994) Tiro y las colonias fenicias de occidente. Editorial
critica arqueológica.
CORZO, R. (1988) Los fenicios, señores del mar. Colección historias del
viejo mundo. nº 8. Historia 16.
V.V.A.A. Historia universal (1999). Tomo II. Ediciones Salvat.
V.V.A.A. (1997) UNED. Unidades didácticas. Prehistoria. Tomo II.
Arqueo. La aventura de la Arqueología. nº 3. 2001.
Esfinge, cuadernos de cultura. Abril 2001.
National Geographic. Octubre 2004
Revista de Arqueología. Año XIV, nº 151. Noviembre 1993.
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Diputación Provincial

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