Los Métodos de la Antropologia
Agustin Santana Telovera*
Resumen
‘Los métodos y Ins técnicas para la obtenciin de datos que
Hevan a cabo las antropstogos sociales y culturales son el
‘reflojo de las distintas formas de contemplare interpretar el
mundo que, en cada momento histérico, les ha preocupado
A partir de las distinias corrientes y tradiciones nacional
se trata en este articulo de realizar un acercamiento a (a
problematica actual y 2 das diferentes formas de entender y
practicar Ia antropotogia.
Escribe Peacock (1989) que en antropolo-
gia hay tantas perspectivas como antropologos,
desde los que sittian al informante y su relacién
en primer plano a los que lo desaparecen tras la
erudicién del anélisis final. No es viable realizar
Ja construccién de los métodos en historia de la
zotropolagés como si existiera un tinico método,
siquiera el inétodo comparativo -interpretado,
criticado, difamado y utilizado desde los
evolucionistes- 0 e! trabajo de campo -interpreta-
Gv, ctiticade, siifamado y utilizado desde las pri
me.as estancias de Boas-. La antropologia ha bas-
culaco ac largo de su historia, por citar algunos
enfoques, enire lo nomotético y lo idiografico,
entre lo cualitativo y lo cuantitativo, entre el sig-
y cl comportamiento, con muy pocos
intentos de sintesis y sucesivas crisis disciplinares.
Dos corrientes disciplinares paralelas has-
ta los afios cincuenta. Ia antropolueia cultural
americana y ia antropologia social britanica, mas
un buen niimero de antropologias nacionales, han.
trazado, ademés de las ambivalencias antedichas,
las concepciones, los métados y las técnicas de
obtencién de datos que hoy practicamos, necesa-
iamente influidos por los desarrollos de otras
boratora Antropologa Social Univervad de La Lagioa sas Cara
ins Espana
Abstract
‘The methods and techniques of data gathering used by 50-
cial and cultural anthropologists reflect the various ways
in which they perceive and interpret the world, object of
their concern, in each particular moment in history. This
articieattemps to iook at today’s problems, and te diferent
‘ways in which anthropology is understood and practiced to
Azproach them, from the stand point of various schools of
thought and national traditions.
disciplinas sociales y no tan sociales como la es-
tadistica matematica, los desarrollos informéticos
0 la misma biologia
Sin pretender obviar la dificultad que su-
pone recorrer el camino de la historia de los mé-
todos y, necesariamente, de las disparidades de
nuesira disciplina (incluso antes de e:nprender
la tarea}, planteamnos el uso de lo cue Stocking
(2992), haciendo apologia de Kuhn y su concep:
cién epistemolégica, denominé tradiciones
paradigmaticas como hilo conductor de ést: &xpo-
sicién. Para ello hemos seguido un criterion es
trictamente cronolégico, puesto que lo que inte-
resa en esta exposicidn es resaltar aqueiios 'mé-
todos’ especificos con los que los antroSlogos
se acercan a su entomno y demarcan el objeto de
estudio, cosa que no todos hacen explicitamente;
una consecuencia intediata es la necesidad de
hacer breves referencias a algunos contenidos
epistemolégicos de las distintas corrientes al in-
terior de la disciplina. Sin lugar a dudas, serfan
necesarios muchos voliimenes para que el reco-
rrido fuera exhaustivo y lo que nosotros trata-
mos de hacer es una aproximaci6n a la proble-
matica actual y a las diferentes formas de enten-
der y practicarla antropologia (para algunas s6l0
etnografia).
Tas Meats de replies
Ciencia y Mar, W(40) 3-22iencia y Mar
Sirviéndonos como gufa, varias han sido
las cronologias, atendiendo a diferentes aspectos,
utilizadas para atender al desarrollo de la teoria
antropoldgica’. Por ejemplo, P. Bonte (1975) pre-
senta la evolucién de la antropologia a través de
cinco “cortes histéricos” (epistemologicos), los
cuales contemplan una relacidn especifica entre
Giencias e ideologia y, por tanto, una configura-
ci6n particular del saber. El primero, corte previo
ala formulacién del universo propio de la emo-
logia, atafe al descubrimiento del “mundo sal-
vaje” en el siglo XV; el segundo, en el que se rea-
liza Ja critica de los sistemas esclavistas a través
de [a dicotomla conceptual “salvaje-civilizado”
(siglo XVII); el tercero (1850-1880) lo constituye
la consolidacién de la “ideologia del evolucionis-
mo", repitiendo la dicotomia anterior y constitu-
yéndose la etnologia como disciplina indepen-
diente de la historia; el cuarto, sustenta la critica
al evolucionismo y la constitucién de la etnolo-
gia clasica (1920-1930); y, el quinto (1950-1960),
apuntaria simulténeamente a la investigacién de
los fundamentos de la antropologia general y la
“critica radical” de la antropologia moderna.
Ms recientemente, Stocking (1982), con
un enfoque epistemolégico diferente pero con
resultados similares y reconaciendo que la do-
minancia paradigmatica y la temporalizacion
no siempre est4n_implicitamente
cortelacionades, elabora una cronologia que
divide la historia de la antropologia en cinco
granses fases: la etnolégica (1800-1860), 1a
evolucionista (1860-1895), la histérica (1895-
1925), la clasica (1925-1960) y la postelasica, sin
pretender que los antropdlogos de cada uno de
los pericdos compartan minuciosamente enfo-
ques y perspectivas,
TB decir sguienda a F. Eaten (1967 24-25), por su importc al
largo de mas dees decades la Historie dea Etnlagia, de RH. Lowe
ubeada en 1937 y que represemabacl principal esfueraa de sinks desde
Taperapecivaboasaa dela nda dela diserpis. Adare rsp
cones tales comp: de a Amencan Anthropological Association rai
alas por Fe Lagu (7976 {19601} paral etapa 1903-7920 6.
Stocking ed (1976) co wr andl isaductoria sobre la antroplogit ol
period de niscguerras;R. Murpiy (1976) sobreo mis desttado
feos as 40; tabu con Stocking como editor (1873) a History of
‘Anthropology Neaslttr ala que hay qe rmitise ara une jormacion
sistema abe todos is focos de nvestaci ew historia dea antropo-
ogi. Dos obras fundareniaes loess hstonigrins en arapo
{ogi Som Raco culture and evolationde G.W! Stocking 28921968)
Er desarrolo dela teria antropoligacs de M. Hari (1975 (2968),
rostrando dee enfoqucsv fous de entender el pas dea diserplie
“aerentes.
Siguiendo ésta dltima, mientras en los
primeros cuatro periodos paradigmaticos hay
una preponderancia bastante clara de un para~
digma sobre otros, no ocurre asi en la antropo-
logia postclasica. Podemos considerar como
integradora la perspectiva estructuralista, pero
a partir de ella nos encontramos con una an-
tropologia -y consecuentemente unos modos
de practicarla- fragmentada y con paradigmas
no definidos (procesual, interpretativa, marxis-
ta, etc), a lo cual hay que afiadir el cambio de
paisaje (Llobera, 1990) que supuso pasar de
estudiar al Otro distante a un Otro mas cerca~
no (en ocasiones un Nosotros).
Es indudable que el choque cultural, el
sentimiento de extrafeza, el afén comercial y
la preocupacién por las almas paganas promo-
vieron un buen ntimero de descripciones deta-
lladas por viajeros, delegados reales y papales,
misioneros, etc. escritos y narraciones que se
elevaron al rango de miticas en la Europa ilus-
trada de Locke, Voltaite, Montesquieu, Diderot,
Mercier y Morelly, que crearon y recrearon su
“salvaje”. El periodo ilustrado incremerité no-
tablemente e] cuimulo de conocimientos sobre
tos humanos no europeos con fines no sdlo di-
rigidos al entendimiento de la diversidad, 5:
también orientados a legitimar y forventar el
desarrollo emergente de la civilizacion indus-
trial que superaba el estado feudal predomi:
ranée. Como hemos visto, algunos autores si-
tian en esta época el nacimiento de las cues:
tiones centrales de la antropologia contempo-
rénea y los primeros intentos, aunque faliido:
por formular las leyes que gobiernan el curso
dela historia (Harris, 1978). Durante los sig!
XVII y XVII esos precursores de la antropoiv-
gia se interesaron unicamente por el estudio
en la distancia fisica (espacial y temporalmen-
te) de las "sociedades primitivas” y, sin negar
la importancia que pudieran tener las obras
fundadoras de Ja ciencia de la sociedad (Saint-
Simon, Adam Smith, Hume, etc.), considera~
mos que no es hasta el siglo XIX cuando co-
mienzan a desarrollarse verdaderamente las
tcorias antropoidgicas y, sobre todo, a obtenerse
informacién sobre “otras culturas” de manera
sistematica, yendo més alla de lo exético y lo
peculiar.
“Titans ErasEn 1800, siguiendo los patrones de ante-
riores expediciones botanicas y zool6gicas al Pa
cifico, el francés Boudin fue dotado de instruc-
ciones para el registro de formas de vida de otras
cuituras por Joseph-Marie Degérando, miembro
dela primera sociedad “antropol6gica” la Société
des Observateurs de I'Homme. Instrucciones és-
tas que incluyeron, ademas de una critica a tra~
bajos anteriores, una consideracién sobre las difi-
cultades y especial pericia que necesitarfan para
recoger Ja informacién, asi como sobre las cate-
gorias de informacién a ser registradas. La expe-
dicién fracasé, pero las instrucciones dictadas
para ella tuvieron una importante influencia en
posteriores cuestionarios que jugaron un papel
importante en la investigacin etnogréfica del si-
glo XIX (Ellen, ed. 1984).
Lowie apunta en su "Historia de la Etno-
logia” que para que la teoria pueda desarrollarse
precisa de una amplia base de datos recogidos
sisteméticamente y no es hasta la segunda mitad
del siglo XIX cuando se comienzan a fomentar
las instituciones einolégicas que, no sélo alenta-
ban el debate, sino que ademas promovian la
publicacion de nuevas informaciones sobre otras
culturas. Estas fueron, entre otras, la Société
Ethnologique de Paris (1839-1848), la Ethnological
Society of London (1843-1871), la American
Ethnological Society (1842-2870), aportando una
base firme para la construccién y distribucién de
cuestionarios. Destacc por su importancia la
Royal Anthrovologicat Institute con el cuestiona-
rio “Notes ard Queries on Anthropology”, que
aparecié en sttcesivas ediciones entre 1874 y 1951,
llegando a tener un impacto considerabie sobre
elestindar de cuestionario etogr fico hasta 1914.
Pero el siglo XIX fue para la antropologia
mas que la fundacién de aquellas sociedades, ins-
tituciones y museos. Esto sucedié en el contexto
de la expansién colonial europea y con !a cristali-
zacién del pensamiento evoluctonista como la
teoria rectora. Entre 1860 y 1880 se publican las
que después se conocieron como las primeras
grandes obras de la antropologia® que exponian
las proposiciones basicas del evolucionismo, en-
tre las que resaltaba la propuesta de elaboracion
de una historia y una ciencia natural del hombce,
estructurada en una escala jerarquizada de las
civilizaciones en cuyo nivel inferior estarian si-
tuadas las “tribus salvajes” y en el superior las
“naciones civilizadas”.
Elmés notable cuestionario de este perio-
do fue la Circular (1862), originada en el interés
que suscité a Morgan Jas informaciones sobre las
relaciones de parentesco entre los Iroqueses, abor-
da las terminologias del parentesco y fue distri-
buida por la Smithsonian Institution. Los resul-
tados de esta encuesta fueron dobles: por una
parte la compilacién del autor Sistemas de con-
sanguinidad y afinidad en la famitia humana
(1869) y, por otra, el Animo que infundié a varios
de sus cottesponsales para ocuparse de la inves~
tigacion etmografica. Tanto en la Circular como el
cuestionario realizado por Frazer en 1887, se re-
conocieron pronto una serie de problemas respec-
toa su aplicacién. Pero ciertos individuos, corres:
ponsales como A.W. Howitt, supieron corregir ¥
elaborar nuevos cuestionarios.
La metodologia seguida, el método com-
parativo, en este periodo era una consecuencia
de cémo se concebia el pasado y se encontraba
inspirado en las premisas de la Iustracion
dieciochesca. Tomado, segtin Lowie (1974) de la
biologia darwinista y, segtin Harris (1978), de la
paleontologia de Lyell y la prehistoria de
Lubbock, se fundamentaba en la creencia de que
(08 diversos sistemas socioculturales del presen-
te tenfan un cierto grado de semejanza con ‘as
culturas desaparecidas. Para ello, se construyd
tuna secuencia ordenada de instituciones cultura-
les contemporaneas por su creciente antigiiedad,
extrapolando y comparando equivalentemente
esas formas de vida 2 modelos ya extinguidos er.
la suposicién de que todos los grupos humanos
siguen un desarrollo paralelo, desde el estado
primitive al civilizado, esto es, se construyeron
tablas de adhesiones (Gonzalez Echevarria, 1990)
9 costumbres concomitantes, para inferir relacio-
nes de dependencia entre ellas y formular hipé-
tesis sobre las posibles causas.
Elderecho materno (1861) de Bachofen La Ley antigue (2861) deH
Maine; Ei matrimonio prmsivo (1865) de afeL.enen:Sistemas de con
Sanguinidad y ania en a familia humana 185) de Morgan: Cul
tuya Bamitiva (1871) de Tylor; Prncipios de sacologia (7876) de
‘Spencer Sociedad antigua (1877) de Marga
Ta Madar del rope
Ciencia y Mar
wa