You are on page 1of 11

Jess se le qued mirando con cario y le dijo: - Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes, dale el dinero

a los pobres as tendrs un tesoro en el cielo y luego sgueme. Mc 10, 17-21

La santa pobreza confunde la codicia y la avaricia y las preocupaciones de este siglo.

Estas expresiones de San Francisco de Ass no eran pura retrica en su elogio a las virtudes.

Escriba lo que crea. Y viva lo que escriba.

Aquel espritu no ha muerto.

Miles de hombres y mujeres entregan hasta la misma vida a los ms necesitados.


Y eso, por amor a Jesucristo.

El corazn humano se deja fcilmente esclavizar por esos bienes que necesita. El mayor error consiste en adorar como nico Bien a los bienes que de l se derivan.

Un rico se acerca a Jess y le pregunta qu ha de hacer para heredar la vida eterna.

Al parecer es un hombre bueno.


Conoce los mandamientos de Moiss y siempre los ha cumplido.

El mundo est lleno de buenas personas que an no han descubierto a Jesucristo. Si la buena persona pretende escuchar a Jess ha de estar dispuesta a seguir su camino.

Un camino que nadie se inventa por s mismo.

La propuesta de Jess escandaliza a sus mismos discpulos. Hasta el evangelio parece suavizarla.

Este es el inevitable punto de partida. Cada uno sabe qu es lo que le mantiene atado.

DALE EL DINERO A LOS POBRES

No basta con desprenderse. Tambin lo hacen los que quieren renovar su guardarropa. Hay que comprometerse con la suerte de los pobres, hacer su camino y terminar con la pobreza.

No se abandona todo por nada. Se deja algo por Alguien. Es cuestin de dejarse llevar por el amor del que nos ha amado primero.

Seor Jess, t eres el Maestro bueno que nos indica el camino de la libertad. Que habindote seguido en la vida terrena, alcancemos la vida eterna. Amn.

Texto:

Jos Romn Flecha Andrs


PALABRA DEL SEOR Salamanca

Presentacin: Antonia Castro Panero

You might also like