You are on page 1of 1

Camus era tan propenso a la desolacin como al entusiasmo. Pag el precio enorme de su libertad de pensamiento.

En 1953 anot en uno de esos cuadernos en los que escriba para s mismo: Pido una sola cosa, y la pido humildemente, aunque bien s que es exorbitante: ser ledo con atencin.

You might also like