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MARCO ANTONIO DE LEON CIFUENTES

JUEZ, TRIBUNAL DE SENTENCIA, QUETZALTENANGO

MODELO DE GESTIÓN DE JUSTICIA


PENAL POR AUDIENCIAS.
INDICE

MODELO DE GESTIÓN DE JUSTICIA PENAL POR AUDIENCIAS.

Tema Página

INTRODUCCIÓN ........................................................................................................ 5

I. LOS CONCEPTOS: ORALIDAD EN LA AUDIENCIA Y

ORALIZACIÓN DE LAS AUDIENCIAS..................................................................... 7

1.- ORALIZACIÓN:.................................................................................................... 7

2.- ORALIDAD: ........................................................................................................... 7

3.- LA SEUDO ORALIDAD:........................................................................................ 7

II. ANTECEDENTES y FUNDAMENTO DE LA ORALIDAD.............. ....................... 7

III. VENTAJAS............................................................................................................. 9

1.- ORALIDAD VRS ESCRITURA............................................................................... 9

2.- POCO FORMALISMO VRS FORMALISMO EXCESIVO...................................... 9

3.- PUBLICIDAD VRS SECRETIVIDAD.....................................................................10

4.- INMEDIACIÓN VRS DELEGACIÓN......................................................................11

5.- CELERIDAD VRS TORTUGUISMO......................................................................11

IV. AUDIENCIA....................................................................................... ...................12

1.- TEORIA DEL CASO............................................................................................. 13

2.- OBJETIVOS DE LA AUDIENCIA......................................................................... 13

3.- CARACTERÍSTICAS y CONTENIDO DE LAS AUDIECIAS..................................15

4.- CLASIFICACIÓN.................................................................................................. 16
A.- AUDIENCIAS UNILATERALES........................................................................... 16

B.- AUDIENCIAS BILATERALES............................................................................. 17

a.- AUDIENCIA DE PRIMERA DECLARACIÓN........................................................ 17

a. 1. DESARROLLO.................................................................................................. 17

a.2. RELACIÓN CLARA, PRECISA Y CIRCUNSTANCIADA DEL HECHO

QUE SE LE ATRIBUYE AL IMPUTADO...............................................................19

a.3. AUTO DE PROCESAMIENTO........................................................................... 20

a.4. PRISIÓN PREVENTIVA..................................................................................... 21

1o. EL CONCEPTO....................................................................................................21

2o. DEFINICIÓN.........................................................................................................22

3o. EFECTO.............................................................................................................. 22

4o. FIN DE LA PRISIÓN PREVENTIVA.....................................................................23

5o. PRISIÓN PREVENTIVA EN DELITOS MÁS GRAVES....................................... 32

• EL PRINCIPIO DE EXCEPCIONALIDAD DE LA PRISIÓN PREVENTIVA

NACE DEL DERECHO CONSTITUCIONAL A LA LIBERTAD AMBULATORIA....... 32

• PRINCIPIO DE PROPORCIONALIDAD DE LA PRISIÓN PREVENTIVA........... 34

• PRINCIPIO DE NECESIDAD Y PRISIÓN PREVENTIVA...................................... 35

• INTERPRETACIÓN RESTRICTIVA...................................................................... 36

6o. PRISIÓN PREVENTIVA EN EL MENOR TIEMPO POSIBLE.............................. 36

a.5. FIJACIÓN DE PLAZO PARA PRESENTAR REQUERIMIENTO

CONCLUSIVO..................................................................................................... 38

a.6. DEVOLUCIÓN DE OBJETOS CONSIGNADOS.................................................38


a.7. RECURSOS................................................................................................ ...... 39

b. AUDIENCIA DE REVISIÓN DE MEDIDA.............................................................. 39

c. AUDIENCIA DE CONCLUSIÓN DE LA ETAPA PREPARATORIA........................ 40

d. AUDIENCIA DE LA ETAPA INTERMEDIA.............................................................40

e. AUDIENCIA DE COMPARECENCIA A JUICIO.....................................................40

f. AUDIENCIA DE OFRECIMIENTO ADMISIÓN y

RECHAZO DE MEDIOS DE PRUEBA................................................................... 41

g. AUDIENCIA DE DEBATE..................................................................................... 42

h. APELACIÓN..........................................................................................................42

V. FORMA DE REGISTRO....................................................................................... 43

1. REEMPLAZO TOTAL............................................................................................ 43

2. REEMPLAZO PARCIAL........................................................................................ 45

3. DEFENSA MATERIAL y FORMA DE REGISTRO

DE LAS AUDIENCIAS EN DISCO DURO............................................................ 45

VI. ORGANIZACIÓN DEL DESPACHO PENAL....................................................... 47

1. ASISTENTE DE AUDIENCIAS............................................................................. 47

2. ASISTENTE DE COMUNICACIONES.................................................................. 48

3. ASISTENTE DE COMUNICACIÓN AL PÚBLICO................................................ 48

4. JEFE ADMINISTRATIVO..................................................................................... 48

VI. RESULTADOS OBTENIDOS............................................................................. 48


INTRODUCCIÓN

Los operadores de justicia han realizado su mayor esfuerzo para darle


respuesta a la exigencia de administrar justicia penal con prontitud y
transparencia, pero, al hacer un examen de la efectividad de ese esfuerzo, más
parece que los resultados obtenidos no son los esperados. Pero esta ineficacia no
es atribuible a la capacidad de los operadores de justicia penal sino al sistema que
se utiliza para hacerla efectiva. Se ha dicho en reiteradas oportunidades que hubo
cambio de legislación pero sin cambio de pensamiento y, que, aunque en 1994
haya entrado en vigencia un Código Procesal Penal humano, democrático, con
principios acusatorios, en la realidad, lo que la experiencia demuestra, es que, el
pensamiento inquisitivo, secreto y formalista está incrustado en la solemnidad del
expediente que tiene como consecuencia el retardo del trámite del proceso, baja
calidad en las resoluciones, prolongación innecesaria de la prisión preventiva. Por
consiguiente, la respuesta de la población hacia el sistema, es, la escasa y
frustrante credibilidad que da proliferación de criminalidad, por las pérdidas de
tiempo, en el trámite formalista y engorroso del proceso, que implica la
desesperación de quien clama justicia al no sentir con prontitud la satisfacción
esperada. Esta realidad hace imperativa la necesidad de cambiar el trámite del
proceso penal, sin necesidad de hacer cambios en la legislación, con el
aprovechamiento de las herramientas que se tienen, únicamente se requiere
voluntad y actividad creativa para implementar la dinámica que establece el propio
Código Procesal Penal. La solución al problema es el implemento del modelo
adversarial o gestión de justicia penal por audiencias, que viene a dar forma,
solidez y materialidad al principio acusatorio del proceso penal que consagra la
Constitución Nacional y que exige un comportamiento democrático, imparcial e
independiente de los jueces que resuelven el conflicto en la propia audiencia,
sobre la base de la información de alta calidad que proporcionan las partes. El
modelo adversarial permite que el imputado sea juzgado dentro de un plazo
razonable, que acorte al máximo la prisión preventiva, para evitar toda sospecha,
que se dicta para obtener confesión, por adelantar pena, con fines de prevención,
para evitar el peligro de fuga o el peligro de obstaculizar la averiguación de la
verdad, pues nada de esto la justifica por ser una pena sin juicio que trae al suelo
todas las garantías procesales y constitucionales y que de no poder evitarla, por lo
menos que dure el menor tiempo posible. También permite que el imputado pueda
hacer uso de su defensa material, por el acceso a la información verbal que se le
proporciona, con un lenguaje sencillo y claro, con trato humano, que le de
confianza, para que se suelte de las inhibiciones que provoca el ambiente del
juicio, que se desarrolle la audiencia en su propio idioma con la asistencia de un
interprete. Todo lo anterior es característico de un Estado Republicano. El
presente trabajo proporciona la estrategia a seguir para desarrollar las audiencias
sin variar las formas del proceso establecidas en el Código Procesal Penal y
Constitución Nacional, es más, el modelo adversarial le da versatilidad a las
formas del proceso. También contiene como forma de registro el digital en donde
la audiencia queda gravada en el disco duro de la computadora de las audiencias,
por ser este el medio de registro más adecuado al modelo que se implanta. Esta
forma de registro le da naturalidad, fidelidad y celeridad al desarrollo de la
audiencia. Es seguro y de bajo costo con relación al registro escrito. El implemento
del modelo adversarial también exige un cambio total en la gestión del despacho
judicial por la desaparición del expediente, por lo que los oficiales dejan de tramitar
documentos para pasar a realizar el montaje de la audiencia. La figura del
secretario que refrenda la firma del juez, como característica del secreto (de allí su
nombre) y formalismo inquisitivo, desaparece y pasa hacer el jefe administrativo
que vela porque los insumos que se utilizaran en las audiencias que dan viabilidad
al proceso no falten, también se encargan de supervisar a los asistentes para que
las audiencias se realicen y no se pospongan por la negligencia de no prepararlas.
El presente trabajo se verá enriquecido con las experiencias y creatividad de los
operadores de justicia que lo lleven a la práctica.

MARCO A. DE LEON C.
I. LOS CONCEPTOS: ORALIDAD EN LA AUDIENCIA Y
ORALIZACIÓN DE LAS AUDIENCIAS.

1.- ORALIZACION::

Proceso de transformación de la tramitación de la causa en forma escrita


por la tramitación por audiencias, en el que predomina la presencia de las partes o
sus representantes y las alegaciones de palabra con expresión de vida y
autenticidad.

2.- ORALIDAD::

Es la utilización de la palabra hablada como medio de comunicación que


exige la relación jurídica de los sujetos procesales que intervienen en una
audiencia. Esta es una total oralidad porque el desarrollo de la audiencia se
lleva a cabo con la naturalidad que requiere el lenguaje oral, con utilización de
pausas que requiera la misma necesidad espontánea del discurso que emplee el
orador, sin que pueda ser interrumpido por su registro. Este modelo de desarrollar
la audiencia permite su mayor celeridad, fidelidad y objetividad en el registro, la
plena identificación de quien expone por el tono de voz que es inconfundible.

3.- LA SEUDO ORALIDAD:

Es el empleo del lenguaje oral, por medio de la técnica del dictado, para
registrar por un medio escrito, la relación jurídica de los sujetos procesales que
intervienen en una audiencia. Las desventajas son el retardo, la poca fidelidad del
registro por la falta de coincidencia entre lo que se dice y lo que se registra a
través de la escritura y la imposibilidad de identificar a quien expone.
II. ANTECEDENTES y FUNDAMENTO DE LA ORALIDAD.

La palabra hablada es la manifestación natural y originaria del


pensamiento humano.

La aplicación del lenguaje oral en la justicia penal va íntimamente ligado al


sistema del proceso penal que se aplique.

En la época antigua el primer sistema procesal penal empleado fue el


acusatorio puro, también llamado de partes, porque tiene como principio que
mientras no haya una persona ofendida que pida no hay juez y, es el que más se
aproxima al juicio de acción privada contemplado en el Código Procesal Penal.
Pero este sistema a medida que el sistema inquisitivo fue ganando espacio, se
llenó de formalidades exigidas por la escrituración se apropio de él el secreto y dio
lugar a la solemnidad del expediente.

En Guatemala en 1994 se dio una primera transformación de la justicia


penal con la vigencia del decreto 51-92, que obligó a reformas constitucionales.
Hubo un cambio en la legislación sin que hubiera cambio de pensamiento, esto se
debió por la definición concebida del proceso penal como mixto, por la abstracción
equivocada, de creer que la forma de registrar los actos y celebrar las audiencias
en la etapa preparatoria, intermedia, y en la preparación del juicio es escrita y la
única etapa puramente oral y pública es el debate. Lo que es incorrecto, porque el
Código Procesal Penal es taxativo al indicar cuales son las solicitudes que deben
hacerse por escrito (La recusación art. 65; la prejudicialidad, art. 292; la querella
art. 302, 474 segundo párrafo; admisión del querellante adhesivo y las partes
civiles art. 340; la apertura del juicio art. 324; la reposición, art. 402; la apelación
art. 407, 418; la casación art. 444; la revisión, art. 456 del CPP), las audiencias,
no establece como deben realizarse, por lo que es recomendable seguir los
lineamientos del principio acusatorio formal, que informa el procedimiento penal
guatemalteco cuyo fundamento lo contiene la Constitución Política de la
República, en donde las potestades de los sujetos procesales están bien
definidas, el artículo 12 consagra el derecho de defensa, el artículo 251 la
potestad del Ministerio Público de realizar la persecución y acción penales y el
doscientos tres la potestad del juez de juzgar y ejecutar lo juzgado. A diferencia
del procedimiento acusatorio puro en donde el poder del estado se manifiesta
únicamente ante quien juzga porque quien se defiende y persigue lo hacen por
iniciativa privada, como en el juicio de acción privada del Código Procesal Penal;
en el procedimiento acusatorio formal el poder del Estado que es único se divide
en dos, para dar potestad a quien persigue y acciona y por el otro lado a quien
juzga, de allí su nombre. Ahora bien la forma de desarrollar las audiencias el
artículo doce de la Constitución, es taxativo al mencionar que: “...Nadie podrá ser
condenado... sin haber sido... oído...”, lo que implica oralidad y todo lo
concerniente al contradictorio, a lo adversarial.

III. VENTAJAS.

Las ventajas de la oralidad únicamente se hacen notar aparejando la forma


de desarrollar las audiencias por escrito.

1.- ORALIDAD VRS ESCRITURA.

Como ya quedó escrito, la palabra hablada es la manifestación natural y


originaria del pensamiento humano. Es la forma natural de esclarecer la verdad,
de reproducir lógicamente el hecho delictuoso, de apreciar la condición de las
personas que suministran tales elementos, de proscribir cortapisas y limitaciones
subjetivas que derivan del procedimiento escrito, de hacer imposible o
muy difícil toda argucia dirigida a entorpecer el descubrimiento de la verdad;
permite mayor efectividad al derecho a ser oído, que implica el derecho a
contradecir la acusación o imputación, a exigir que esta sea clara, precisa,
circunstanciada y completa. (art. 332 Bis. 2). Permite suministrar al juez
información de alta calidad para que sobre esa base decida. La oralidad requiere
imprescindiblemente un estado de confianza en la justicia, se apoya en un
principio de fe; y la fe en el derecho no es algo que se impone, sino que nace de la
conciencia misma del pueblo, hecha de seguridad en el honor y la rectitud de sus
magistrados.

El acta escrita se interpone, por así decirlo, entre el medio de prueba y el


juez que debe evaluarlo.

2.- POCO FORMALISMO VRS FORMALISMO EXCESIVO.

En el modelo escrito prevalece la solemnidad del expediente el que


requiere que las hojas que lo forman estén cosidas, foliadas, selladas, firmadas y
manteniendo un orden lógico de fechas y horas. Todo documento debe ser
incorporado al expediente por medio de una resolución que debe firmar el juez el
secretario y el oficial de trámite. Lo mismo sucede con todas las solicitudes
planteadas el juez las debe resolver aunque existan algunas que son solamente
administrativas, como las resoluciones que señalan una audiencia, por ejemplo,
extremos que únicamente vienen a dilatar el trámite del proceso y por
consiguiente la solución del problema, descuidando lo que más interesa para el
juez y las partes, la solución del problema. Debe existir un mayor aprovechamiento
del juez y su tiempo debe ser utilizado para resoluciones de fondo y no de trámite,
estas las puede realizar un encargado de programar audiencias, como se verá
más adelante. En cuanto a la solicitud de una audiencia esta puede hacerse de
palabra, personalmente o por teléfono, buscando el medio inmediato.

3.- PUBLICIDAD VRS SECRETIVIDAD.

La publicidad es otra característica que asegura el régimen más apto para


descubrir la verdad y, es la propia esencia del régimen republicano. Los alegatos
se hacen en presencia de las partes. La decisión se toma inmediatamente y frente
a las partes. La verdad y la justicia no pueden separarse y tener secretos; la
justicia requiere la luz, para que en la conciencia del juez se refleje la conciencia
de la sociedad y viceversa; de lo contrario, cuando el procedimiento se
desenvuelve en el misterio, en el penetra y domina la sospecha y el arbitrio. La
publicidad es una garantía de justicia y de libertad, el imputado encuentra en ella
una tutela contra la calumnia, la ilegalidad y la parcialidad; En el pueblo crece con
renovado vigor el sentimiento de respeto a la ley y a sus jueces, colocados así al
amparo de las sospechas que el ocultamiento favorece y, ya se sabe cuán
importante es la confianza del pueblo en la administración de justicia y se acentúa
el efecto intimidatorio de la pena. Desde luego que la publicidad tiene sus
excepciones no sólo en el debate sino también en algunas diligencias de la etapa
preparatoria e intermedia.

4.- INMEDIACIÓN VRS DELEGACIÓN.

Contacto directo del juez con los elementos probatorios en que ha de


basar su juicio. El contacto directo de todos los sujetos procesales entre sí en el
momento de recibir esas pruebas. La decisión es tomada por el juez sobre la base
de la información de la más alta calidad que proporcionan las partes. La
delegación de funciones en el sistema escrito permite la arbitrariedad, debido a
que en el mayor de los casos no es el juez quien decide, sino es el secretario o el
oficial, y es más cuando los jueces son novicios o cuando el congestionamiento de
trabajo así lo permite. Cuando el juez no toma la decisión en el momento de la
audiencia se duda de que sea él quien esta resolviendo el caso concreto, toda vez
que puede hacer las consultas que estime pertinentes, en libros, a otros jueces,
abogados. Mientras que la inmediación garantiza la independencia e imparcialidad
de lo resuelto.

5.- CELERIDAD VRS TORTUGUISMO.

Una de las mayores ventajas consiste en que la oralidad va unida a la


inmediación, al poco formalismo, más la concentración y continuidad, todo
redunda en una mayor celeridad, como un derecho que a las partes le asiste de
exigir un proceso sin dilaciones indebidas. Al acusado a ser juzgado dentro de un
plazo razonable. La concentración permite realizar varios actos procesales en
una sola audiencia. Escuchar los alegatos de las partes, resolver sobre esa base,
notificar lo resulto, impugnar la resolución, resolver la impugnación si fuere el caso
y notificarla.
La relativa unidad de tiempo que resulta de esta regla, permite la actuación
simultánea de todos los sujetos procesales y una valoración integral de las
probanzas, alejando la posibilidad de que el juzgador desvíe la atención en otro
sentido, olvide el resultado de los medios probatorios recibidos o los interprete de
modo incorrecto.

IV. AUDIENCIA.

Es la comparecencia de las partes o de una de ellas ante el juez para


obtener la resolución adecuada, de la solicitud planteada, producto del
convencimiento de éste, obtenido de la controversia desarrollada por aquellas,

Se debe tener cuidado de no abusar del verbalismo, a fin de aprovechar el


tiempo, para lograr la efectividad de la diligencia, con una exposición clara y
precisa se debe lograr el convencimiento del juez.

La audiencia esta diseñada sobre la base de una importante confianza en


la competencia adversarial; esto es, en la idea de que el proceso y, especialmente
el juicio, promueve el enfrentamiento intenso entre las partes y apuesta a que
dicho enfrentamiento arrojará la mayor cantidad de información sobre el caso, a la
vez que depurará la calidad de dicha información.

Litigar juicios orales y dirigirlos, es un arte complejo y exigente, no hay


espacio para improvisaciones: si los abogados no están preparados, los casos se
pierden ante los ojos de todo el mundo; si los jueces no están preparados, las
injusticias que ello genera se cometen ante los ojos de todo el mundo.

La audiencia es vertiginosa y no reserva ninguna piedad para los


abogados que no sepan exactamente que deben hacer en el momento oportuno.
Confiar y abandonarse a la intuición y al talento es un error, que por lo general
acaba en una sentencia desfavorable para el abogado que confió en que podría
improvisar sobre la marcha.

Es fácil enfrentar una audiencia, cuando se tiene conocimiento de la teoría


del caso, pero aún así, las habilidades y destrezas se desarrollarán a medida de
su incremento.

En las audiencias unilaterales y en las bilaterales de primera declaración,


apertura a juicio y debate, la fundamental discusión va a ser sobre la existencia del
caso. Y sólo, en la audiencia de revisión de medida de coerción la discusión torna
en demostrar la variación de las circunstancias primitivas que motivaron la medida
de coerción impuesta por esa razón se hace necesario aludir con brevedad
y precisión la teoría del caso, porque a medida que se desarrolle cada institución
se ira ampliando.

1.- TEORIA DEL CASO.

La teoría del caso, consiste en el conocimiento que las partes tienen del
caso, para lograr su dominio y la estrategia a seguir para convencer al juez de su
existencia, la individualización del autor y la consiguiente declaración de
culpabilidad, para el Ministerio Público o el reclamo de la inocencia para la
defensa o bien la demostración de su inexistencia.

Se da la existencia de un caso, cuando se tiene conocimiento de un hecho


lesivo a consecuencia de un acto humano consciente y voluntario del que se tiene
pruebas y es relevante jurídicamente. Resumiendo, hay caso cuando: Se da un
hecho, del que hay pruebas y derecho.

La teoría del caso es la idea básica y subyacente que relata el hecho de la


causa, vincula la evidencia dentro de un todo coherente, creíble y, explica la teoría
Legal. Todo lo anterior implica que, para enfrentar la audiencia, debe llegarse
con una planificación de lo que se va a discutir, la organización del pensamiento
que conlleva la suposición del alegato de la otra parte. Esto impone:

a.- la preparación y planificación del caso;

b.- Capacidad para obtener e introducir información de manera efectiva en la


audiencia (desarrollo de las declaraciones e interrogatorios, exámenes y contra
exámenes de testigos y peritos y demás actividades asociadas a tales cuestiones)
y;

c.- Uso efectivo de la información que se producirá o que ya se ha producido en la


audiencia (estructurar y dar forma coherente a la discusión inicial y final).

2.- OBJETIVOS DE LA AUDIENCIA

La finalidad de las audiencias es la búsqueda de la verdad por lo que va a


prevalecer es la objetividad de las partes para no defender lo indefendible. Y se
exigirá, cuando no se haga así, que el juez resuelva de conformidad con lo
discutido, es violar el derecho de defensa porque impide que las partes puedan
argumentar sobre lo resuelto. El juez como tercero imparcial no puede resolver
extrapedido porque genera sorpresas y sólo puede hacerlo cuando favorezca al
imputado a consecuencia del poder de connotación.

Los sujetos procesales deben tener presente que el proceso penal es un


instrumento de hacer efectiva la defensa del derecho, aunque tutele
simultáneamente el interés represivo de la sociedad y el interés individual (también
social) por la libertad. El ordenamiento jurídico específico creado por el derecho
penal sustantivo y procesal y, que tiende a asegurar la observancia del derecho,
tutela dos intereses: El de la sociedad, que quiere la justa represión del verdadero
culpable y la liberación del inocente y el interés individual por la libertad y la
dignidad del hombre.
Los sujetos procesales deben hacer valer en las resoluciones y alegatos
generalmente las instituciones penales y procesal penales siguientes:

a.- Los fines de la pena como consecuencia de un hecho, tipificado por la ley
como delito;

b.- La ley penal que surge por la necesidad de tutelar un bien jurídico, porque todo
acto de autoridad de hombre a hombre, que no se derive de la absoluta
necesidad, es tiránico. Toda pena que no derive de la necesidad es tiránica.
Antes de publicar una ley que se pregunte el legislador si es necesaria, pues toda
ley inútil es necesariamente perniciosa. Aristóteles con mucha propiedad propone
que las prohibiciones no menos que los castigos, son un mal artificial o contra
natura, y concluye justificándolas sólo por la necesidad de defender los derechos
fundamentales de los ciudadanos. La necesidad de penalizar únicamente las
acciones y omisiones lesivas a terceros. Principio que surge en Aristóteles y
Epicuro y es el denominador común de toda la cultura penal ilustrada: Hobbes,
Pufendorf y Llocke, Beccaria, Hommel, Bentham, Pagano y Romagnosi, quienes
ven en el daño causado a terceros las razones, los criterios y la medida de las
prohibiciones y de las penas, sólo así estas pueden ser configuradas
como instrumentos de minimización de la violencia y de tutela de los más débiles
contra los ataques arbitrarios de los más fuertes en el marco de una concepción
más general del derecho penal como instrumento de protección de los derechos
fundamentales de los ciudadanos;

c.- La relación causal de la lesividad y la acción u omisión consciente y voluntaria


o con violación a normas del debido cuidado, cuya consecuencia es la declaración
de culpabilidad.

d.- La declaración de culpabilidad es consecuencia de una discusión en juicio,


provocado por una acusación fundamentada en pruebas que deben estar
controladas por la defensa.
Con estas acotaciones bastante generales para las clases de audiencias,
nos queda clasificarlas y hacer el análisis de cada una de ellas.

3.- CARACTERÍSTICAS y CONTENIDO DE LAS AUDIECIAS:

Las características comunes quedaron enumeradas en las ventajas de la


oralidad, las características específicas de cada una de ellas, y la forma en que se
programan se tratará adelante. El contenido general para todas es en relación a la
forma de registro. Se debe tener el cuidado que reúna las características del
desarrollo del acta. Para ello se sugiere que el asistente de audiencias, haga la
introducción de la audiencia la cual contendrá: El motivo de la audiencia, la
identificación de la causa, el lugar, la hora de inicio y de finalización, la revisión de
la asistencia de los sujetos procesales que intervienen y en su caso el motivo de la
inasistencia de quienes estaban obligados a intervenir, luego se le deja la palabra
al juez que la dirigirá, quien hará un resumen de las diligencias realizadas y sus
resultados y dará la palabra a las partes para que se pronuncien en relación al
objeto de la audiencia. La resolución del juez en cada uno de los alegatos de la
audiencia de conformidad a la peculiaridad de la misma y la notificación de lo
resuelto. Al finalizar la audiencia el asistente de audiencias hace entrega de la
copia del CD a las partes y una copia que será custodiada por el secretario del
juzgado o tribunal.

4.- CLASIFICACIÓN:

Las audiencias, en relación a quienes participan, se clasifican en:


Unilaterales y Bilaterales;

Por la finalidad que persiguen se dividen en: Primera declaración; Revisión


de Medida de Coerción; Sobreseimiento; Clausura Provisional; Apertura a Juicio;
Otorgar Procedimiento Abreviado; Comparecencia a Juicio; Plantear excepciones,
impedimentos y recusaciones con fundamento en nuevos hechos; Ofrecimiento,
Admisión y Rechazo de Medios de Prueba y Debate.
A.- AUDIENCIAS UNILATERALES.

Audiencias unilaterales. Son audiencias que se llevan a cabo con el juez y


una sola de las partes, que siempre va ser con el Ministerio Público, querellante
adhesivo o querellante exclusivo, dependiendo el caso, esto por la misma
naturaleza de la diligencia, dado a que la parte opuesta no puede y no
debe enterarse de su realización, caso contrario, la finalidad de la diligencia no se
lograría como cuando se solicita la inspección y registro a través del allanamiento,
el secuestro de algún objeto. También es unilateral cuando se solicita la citación o
la declaración de rebeldía y la detención del imputado.

Este tipo de audiencias tienen una mayor efectividad si se hacen


oralmente, porque en ella se hace el examen de la procedencia o improcedencia
de la diligencia. La ventaja es, que la resolución se dicta en la misma audiencia y
en caso de que se autorice lo solicitado, ya depende del requirente hacerla
efectiva con la mayor celeridad. Además en los allanamientos solucionan el
problema que surge a consecuencia de que terceras personas se enteren de lo
decidido, en caso de que se autorice y, que a consecuencia de ello, pueda
perderse su efecto esperado.

Requerimiento de audiencia para ordenar detención. El día y hora de la


audiencia en el lugar señalado el juez da la palabra al Ministerio Público para que
haga el planteamiento de la necesidad de dictar la orden de detención, el juez ara
el examen del caso estableciendo la procedencia o improcedencia y resolverá.

Para el efecto es necesario recordar que cualquier medio de coerción riñe


con el estado de inocencia del sindicado, si el juez ordena ciega y
automáticamente la detención cuando basta citar al imputado, no sólo revela falta
de sensibilidad ante el dolor humano y desprecio por la libertad personal, que es
base de las instituciones democráticas, sino contraria el espíritu de la constitución.
Debe tenerse presente la interpretación restrictiva: Cuando se trata de
normas que limitan la libertad personal del imputado, su interpretación restrictiva
es obligatoria; esto es la ley, debe tomarse en sentido taxativo. No cabe a ese
respecto la interpretación extensiva ni la aplicación analógica.

La base fundamental para dictar una medida de coerción son los principios
de: necesidad, excepcionalidad y proporcionalidad. El sacrificio de la libertad sólo
debe ser autorizado en la medida de la más estricta necesidad. Por consiguiente,
el poder jurídico de ordenar una medida de esta naturaleza debe ser ejercido por e
el juez dentro de los presupuestos que la ley concede siempre que verifique
concretamente dicha necesidad, auscultando la naturaleza y gravedad del delito,
las condiciones morales, sociales y económicas del imputado y sus antecedentes.

La finalidad de las medidas de coerción es asegurar la presencia del


imputado dentro del juicio y si éste se presenta espontáneamente es innecesaria
cualquier otra medida de coerción.

B.- AUDIENCIAS BILATERALES:

Se celebran con el juez y las partes con intereses opuestos y son:

a.- AUDIENCIA DE PRIMERA DECLARACIÓN:

Esta audiencia es motivada por la presentación espontánea, citación u


orden de detención que se haya librado en contra de la persona que es sindicada
de un delito.

Si la persona a quien se le sindica un hecho delictivo se presenta


espontáneamente ante el Ministerio Público, éste si procediere hará el
requerimiento al juez competente para que escuche la declaración del presentado
el día y hora que se señale. El requerimiento se hace de palabra, personalmente o
por teléfono ante el asistente de programación de audiencias. En caso de
citación, como la decisión se tomó en una audiencia anterior, la audiencia para
recibir la declaración del imputado debe celebrarse el día y hora que se señala en
la citación y dentro de las veinticuatro horas de la detención.

Situación diferente sucederá cuando el imputado sea aprehendido en


donde la autoridad policial tiene la obligación de presentarlo dentro de las seis
horas que la constitución establece ante juez. Esta presentación debe ser
personal, lo que permitirá que el juez ordene su detención después de una
valuación del hecho que motivó la aprehensión y señale la audiencia de primera
declaración dentro de las veinticuatro horas con notificación de las partes.

a. 1. DESARROLLO:

El día y hora señalada para la audiencia, el juez confiere la palabra al


Ministerio Público para que dirija al imputado el hecho que se le atribuye con todas
circunstancias de lugar, tiempo y modo, los elementos de prueba con que cuenta,
su calificación jurídica provisional y la necesidad de dejarlo ligado o no a proceso.
El juez luego de informar al imputado sobre sus derechos de: elegir abogado
defensor de su confianza, a prestar una declaración libre o que puede abstenerse
a declarar, sin que esa actitud le perjudique, lo invita para que proporcione su
nombre y demás datos que lo identifiquen, la advertencia que puede mencionar
los elementos de prueba que le favorezcan y que puede declarar cuantas veces lo
crea conveniente. Le confiere la palabra a la defensa para que se pronuncie en
cuanto al hecho que se le atribuye al imputado y la calificación jurídica provisional
dada por el Ministerio Público y, la necesidad o no, de dejarlo ligado a proceso.
Después de la discusión el juez resuelve y declara si el hecho constituye delito, la
calificación jurídica provisional que le confiere y si lo deja ligado o no a proceso.
Si lo liga a proceso dicta el auto de procesamiento respectivo. Notifica lo resuelto
por lectura. De la misma manera el juez, el juez confiere la palabra a las partes
para que se pronuncien en cuanto a:
• - La medida de coerción a imponer;

• - El tiempo que requiere el Ministerio Público para formular su requerimiento


conclusivo.

• - La devolución del objeto consignado, si lo hubiere y si procediere.

En cada una de estas discusiones el juez va resolviendo y notificando por


lectura lo resulto. Finalmente se cierra la audiencia. Los autos dictados en esta
audiencia son apelables amen al artículo 404 numerales: Algunas salas son del
criterio que los autos de procesamiento y de coerción no son apelables debido a
que existe la revisión de la medida de coerción, pero esa institución no es un
recurso sino un acto procesal.

a.2. RELACIÓN CLARA, PRECISA Y CIRCUNSTANCIADA DEL HECHO QUE


SE LE ATRIBUYE AL IMPUTADO.

Esta es una garantía constitucional que surge del derecho a ser oído. A
una persona se le puede escuchar en relación a un hecho punible solo sí se le
hace saber ese hecho en forma concreta, clara, sencilla, precisa, completa,
específica, con todas las circunstancias de tiempo, lugar y modo. Para que la
posibilidad de ser oído sea un medio eficaz de ejercitar la defensa, no puede
reposar en una atribución más o menos vaga o confusa de malicia o enemistad
con el orden jurídico, esto es n relato impreciso y desordenado, con palabras o
proposiciones abstractas, generales, técnicas. El lenguaje se debe utilizar como
descriptivo de un acontecimiento concreto ya ocurrido, ubicable en el tiempo y en
el espacio y no para mentar categorías conceptuales. La imputación
correctamente formulada es la llave que abre la puerta de la posibilidad de
defenderse eficientemente, pues permite negar todos o alguno de sus elementos
para evitar o aminorar la consecuencia jurídico penal que se pretende, también
puede agregar los elementos omitidos que combinados con los que son afirmados
guían a evitar la consecuencia o reducirla.
La intimación del hecho que consiste en poner en conocimiento la
imputación correctamente deducida, darle a conocer al imputado aquello que se le
atribuye debe hacerse con la simple descripción del hecho, es un relato con
palabras claras, sencillas, precisas; que sea comprensible al imputado para que se
pueda defender, caso contrario, si no lo entiende no va a poder defenderse.

En la audiencia se da la construcción de un relato que cada uno de


los actores va aportando su trozo de historia. Pero los litigantes, además de
hechos, trabajan con teorías jurídicas y el buen trabajo consiste en hacer la
diferencia entre hechos y derecho. La ley es un enjambre de teorías jurídicas,
entendiendo por estas proposiciones abstractas y generales que buscan un
correlato en la realidad de los casos a los que se les pretende aplicar.

La imputación no debe partir del juez o tribunal que juzga, para conservar
su imparcialidad, para evitar toda sospecha de parcialidad, todo compromiso con
la hipótesis acusatoria que conforma el objeto del procedimiento. Esta es la
máxima fundamental del principio acusatorio expresada en el aforismo “No
proceda el juez de oficio y ningún juez puede ser parte”

a.3. AUTO DE PROCESAMIENTO.

Es una declaración jurisdiccional de la presunta culpabilidad del imputado


como participe de un delito verificado concretamente.

Después de recibir la declaración del imputado se discute y decide sobre si


existen indicios suficientes de la comisión de un hecho delictivo y de la probable
culpabilidad del imputado.

El auto de procesamiento concreta la infracción penal, individualiza al


presunto culpable, crea un estado jurídico y perfecciona la relación procesal.
La utilidad del auto de procesamiento se determina por:

• Suministra el criterio con que ha de resolverse la pertinencia y utilidad de la


prueba;

• La prisión preventiva solo se ordena cuando el delito que motiva el


procesamiento estuviera reprimido con pena privativa de libertad;

• Para resolver la procedencia o improcedencia de la excarcelación debe tenerse


en cuenta la entidad del delito que motiva el procesamiento;

• Favorece la actividad defensiva;

• Constituye un Presupuesto formal de la acusación;

Para dictar el auto de procesamiento es preciso que a criterio del juez


existan elementos de prueba suficientes para considerar que el imputado ha
participado en un hecho que encuadra en una figura penal. Es decir, si es una
acción u omisión, típica, lesiva y culpable. Por consiguiente el juez deberá
resolver:

1o. Si existe un acontecimiento del mundo externo que revista las


características de un tipo penal y sea la expresión de una conducta consciente y
voluntaria;

2o. Si existen elementos de convicción suficientes, para juzga que el


imputado tuvo participación en el delito como autor, cómplice, instigador;

3o. Si la conducta es lesiva pero si la ley la excluye porque media causa de


justificación, ejercicio legítimo de un derecho, legítima defensa o en estado de
necesidad;
4o. Si el autor es inimputable;

5o. Cuando el autor obra por error o bajo amenazas;

6o. Si no media una condición excluyente de pena (excusa absolutoria)

a.4. PRISIÓN PREVENTIVA.

1o. EL CONCEPTO:

La Prisión Preventiva. Es admitida como un mal necesario en todos los


ordenamientos jurídicos y representa hoy la más grave intromisión que puede
ejercer el poder estatal en la esfera de libertad del individuo sin que medie todavía
una sentencia penal firme que la justifique. Es de carácter procesal penal de allí su
carácter cautelar y excepcional. Si se ordena debe hacerse en proporción al delito
cometido.

2o. DEFINICIÓN.

El connotado procesalista Alfredo Velez Mariconde, define la prisión


provisional como: "Estado de privación de la libertad que el órgano jurisdiccional
impone al procesado durante la substanciación del proceso, cuando se le atribuye
un delito reprimido con pena privativa de libertad, a fin de asegurar la actuación
efectiva de la ley penal.

También, Prisión Preventiva: "Consiste en la total privación del imputado


de su derecho fundamental a la libertad ambulatoria, mediante su ingreso a un
centro penitenciario, durante la substanciación a un proceso penal."[iii]

Una definición descriptiva de la Prisión Preventiva es: La excepcional


privación de la libertad, ordenada por un juez en proporción a la naturaleza del
delito, en un establecimiento penitenciario distinto al de condenados, con el objeto
de asegurar su presencia en juicio o para evitar obstaculización de la averiguación
de la verdad.

3o. EFECTO

Es necesario reflexionar ante el efecto de la Prisión Preventiva, tres


aspectos son los que la hacen diferente de la prisión como pena: a) Su imposición
antes del juicio como mera necesidad par evitar el peligro de fuga o el peligro de
obstaculización a la averiguación de la verdad del hecho delictivo; b) Su
imposición como medida cautelar, es decir medida puramente instrumental; c) El
trato que se debe dar al que la sufre es de inocente. Mientras que la prisión como
pena: a) Se impone después del juicio; b) Es definitiva y material y; c) El trato que
se le da al que la sufre es de culpabilidad. Lo triste es que estas diferencias en la
realidad no hacen diferente el efecto, porque, quien sufre, la Prisión Preventiva, se
encuentra en peores condiciones que quien cumple condena de privación de
libertad. Concluyéndose que es una pena sin juicio.

4o. FIN DE LA PRISIÓN PREVENTIVA.

Al hacer referencia al fin de la prisión preventiva no se alude a cuando


termina sino al objetivo que pretende alcanzar, éste ha evolucionado en nombre
de necesidades diversas, que se pueden enumerar de la siguiente manera:

• Anticipar la pena;

• prevención y de defensa social, motivado por la necesidad de impedir al


imputado la ejecución de otros delitos;

• Función de calmar la alarma social que halla podido producir el hecho delictivo;

• La necesidad de dar ejemplo;

• Por la simple gravedad del delito imputado;


• Conjuntamente la necesidad de prevención de los peligros de naturaleza
procesal y los de naturaleza penal;

• Para arrancar la confesión del reo;

• Por el peligro de fuga;

• Por el riesgo de obstaculización de las pruebas.

Desde ningún punto de vista puede atribuirse a la prisión provisional la


unción de anticipar la pena, ni desde el prisma sancionatorio, ni desde la
perspectiva intimidatoria o ejemplar: sólo partiendo de la presunción de
culpabilidad de que el imputado sea, sin más, culpable se puede justificar su
reclusión con fines de intimidación o de ejemplo, quebrantado la presunción de
inocencia en cuanto regla de tratamiento.

Lo dicho no quita para que, atendiendo a la realidad de esta medida, deba


convenirse, con Carnelutti, en que la prisión provisional resulta un castigo
anticipado sobre la condena, porque el aislamiento sufrido como consecuencia de
la imposición de una pena privativa de libertad equivale al aislamiento del
imputado durante el proceso. Tampoco puede atribuirse a la prisión provisional un
fin de prevención especial: evitar la comisión de delitos por la persona a la que se
priva de libertad la propia terminología más frecuentemente empleada para
expresar tal idea probable comisión de "otros" o "ulteriores" delitos deja entrever
que esta concepción se asienta en una presunción de culpabilidad. La privación
de libertad se entiende así como un remedio frente a la tímida peligrosidad del
imputado, si bien es lo cierto que la valoración de dicha peligrosidad sólo puede
encontrar su normal fundamento en la hipótesis de que efectivamente sea
culpable del delito que se le imputa.

Por las mismas razones no es defendible que la prisión provisional deba


cumplir la función de calmar la alarma social que halla podido producir el hecho
delictivo, cuando aún no se ha determinado quién sea el responsable. sólo
razonando dentro del esquema lógico de la presunción de culpabilidad podría
concebirse la privación de libertad en un establecimiento penitenciario, el
encarcelamiento del imputado, como instrumento apaciguador de las ansias y
temores suscitados por el delito.

Una idea de esta naturaleza resulta insostenible en un sistema


constitucional Republicano y democrático, que acoge un riguroso respeto por los
derechos de los ciudadanos y reclama la presunción de inocencia.

La vía legítima para calmar la alarma social - es esa especie de sed de


venganza colectiva que algunos parecen alentar y por desgracia en ciertos casos
aflora - no puede ser la prisión provisional, encarcelando sin más y al mayor
número posible de los que prima facie aparezcan como autores de hechos
delictivos, sino una rápida sentencia sobre el fondo, condenando o absolviendo,
porque sólo la resolución judicial dictada en un proceso puede determinar la
culpabilidad y la sanción penal. Es incuestionable como dice Londoño, que "la
sociedad ofendida con la consumación de un delito, se torna intransigente con la
situación del presunto culpable. Querrá para éste la mayor severidad en la
aplicación de las medidas cautelares. Pero es indudable también que el infractor
debe ser respetado al máximo en su libertad; esto es, no restringírsela sino en
casos realmente necesarios. Este enfrentamiento entre los dos intereses, el
público y el privado, el individual y el colectivo, ha sido siempre motivo de
controversia en el pensamiento jurídico de los legisladores. Por ello dentro de un
auténtico Estado de Derecho, en los regímenes democráticos con las más
arraigadas concepciones liberales sobre las libertades humanas, la incoercibilidad
del individuo, para el proceso penal ha sido el principio más acogido. En cambio,
en los gobiernos de fuerza, en los estados autoritarios, en los códigos de
inconfundible tendencia inquisitiva, está más amenazada la libertad individual, son
más precarios los derechos de la defensa, más restringidas las causas de
excarcelación; aquí se sacrifican los intereses del individuo a su libertad, so
pretexto de proteger a la sociedad golpeada por el delito".[iv]

Pero sin ir más haya es necesario hacer un análisis de la imposición de


una pena previa al juicio, debido a que por sus efectos no deja de ser pena
aunque tenga un carácter cautelar y por ello procesal.

Manzini, citado por Ferrajoli, ha demostrado que no sólo el abuso sino ya


antes el uso de este instituto es radicalmente ilegítimo y además idóneo para
provocar como enseña la experiencia, el desvanecimiento de todas las demás
garantías penales y procesales.

Ferrajoli estima: "que la misma admisión en principio de la prisión ante


iudicium, sea cual fuere el fin que se le asocie choca de raíz con el principio de
jurisdiccionalidad, que no consiste en poder ser detenidos únicamente por orden
de un juez, sino en poder serlo sólo sobre la base de un juicio. Por otra parte,
todo arresto sin juicio ofende el sentimiento común de la justicia, a ser perseguido
como un acto de fuerza y de arbitrio. No existe, en efecto, ninguna resolución
judicial y tal vez ningún acto de poder público que suscite tanto miedo en
seguridad y socave tanto la confianza en el derecho como en el encarcelamiento
de un ciudadano sin proceso, en ocasiones durante años. Es un mísero
paralogismo decir que la cárcel preventiva no contradice el principio nulla poena
sine iudicio - es decir, la jurisdiccionalidad en el sentido más lato - porque no es
una pena sino otra cosa: medida cautelar, procesal o en todo caso no penal. con
parecidos fraudes de etiquetas..."

El interrogante que debemos volver a plantear es entonces si la prisión


preventiva es verdaderamente una "necesaria injusticia" como pensaba Carrara, o
si en cambio es sólo el producto de una inconfesada concepción inquisitiva del
proceso que quiere al imputado en situación de inferioridad respecto de la
acusación, inmediatamente sujeto a pena ejemplar y sobre todo más allá de las
virtuosas proclamaciones contrarias, presunto culpable. Este interrogante debe
ser afrontado

sobre todo desde el punto de vista externo, prescindiendo de lo que dice la


Constitución, para, de este modo no sucumbir a la falacia hoy habitual en nuestra
cultura jurídica, según la cual lo que por hipótesis la Constitución consciente es
también justo e incontestable. Y debe ser afrontado, en segundo lugar, desde el
punto de vista interno o constitucional, poniendo en relación la prisión preventiva
no sólo con la presunción de la culpabilidad sino también con el conjunto de las
demás garantías penales y procesales establecidas por la Constitución y violadas
directa o indirectamente por aquélla."[v]

Queda por analizar los dos supuestos de Beccaria por los cuales se hace
necesario imponerla, la del peligro de alteración de las pruebas y el del peligro de
fuga del imputado. Estas dos necesidades son reconocidas como únicas
justificaciones por la doctrina y la jurisprudencia más evolucionadas.

En el primer caso o sea la necesidad de imponer Prisión Preventiva por el


peligro de alteración de las pruebas, Ferrajoli asienta "que la necesidad de impedir
la alteración de las pruebas no debe confundirse con la de interrogar al imputado y
acaso obtener la confesión en el secreto de la instrucción. El interrogatorio del
imputado es una visión no inquisitiva del proceso, no es una necesidad de la
acusación, sino un derecho de la defensa que debe servir como por tanto, no para
adquirir pruebas de culpabilidad sino sólo para oponerse a la imputación y para
hacer posible al acusado su propia defensa. Su asunción coactiva es, pues, un fin
no sólo no necesario sino simplemente ilegítimo, cuya utilización "para arrancar la
confesión del reo" - son palabras de Francesco Carrara- demuestra que "no ha
muerto la estirpe de los que lloran en secreto la abolición de las torturas, ya que el
calabozo, empleado en el sentido que ellos lo señalan no es sino un tormento
disfrazado" "Sea que se lleve al reo a confesar mediante sufrimientos físicos" -
prosigue Carrara-, "sea que se le lleve a ello por medio de sufrimientos morales, y
de la desesperación de no ver nunca el término de un estado de aislamiento que
se vuelve horrible, siempre será tortura, la tortura predicada en el siglo XIX. Estoy
muy de acuerdo con que el calabozo eterno, cuyo término no ve el solitario reo
sino después de su confesión, sea señalado por la experiencia como utilísimo para
lograr que confiese; pero también afirmo que es una iniquidad llegar hasta allí por
estos medios, y agrego que la experiencia muestra igualmente que por tales
medios confiesan inocentes y culpables y que el calabozo usado con ese objeto
reúne al abandono de la tortura el defecto de dejar dudas acerca de la verdad de
lo confesado".[vi]

Es más plausible, cuando se trate de delitos particularmente graves y


complejos, la exigencia instructoria de que el imputado no pueda encontrarse,
antes del interrogatorio, en condiciones de alterar el estado de la pruebas y de
procurarse falsas defensas. Pero una exigencia de esta clase puede verse
satisfecha mejor que por la prisión cautelar, por el simple traslado coactivo del
imputado ante el juez y su detención por el tiempo estrictamente necesario -horas
o al máximo días pero no años- para interrogarlo en una audiencia preliminar o en
un incidente probatorio o quizá para realizar las primeras comprobaciones acerca
de sus disculpas. Es éste, como afirma Bentham, el único período de tiempo en
que, al acusado, es "necesario aislarlo. Es claro que una medida de este tipo,
además de producir una limitación de la libertad personal incomparablemente más
breve que la prisión preventiva, tendría menor resonancia pública y no produciría,
o al menos reduciría, los efectos infamantes y difamatorios de la acción penal que
constituyen hoy uno de los aspectos (extra - legales y extra - judiciales) más
humillantes y afectivos de todo el sistema punitivo. la única noticia que llegaría al
público es la de un ciudadano que ha sido conducido ante un magistrado para ser
interrogado acerca de un delito.

Pero después del interrogatorio y de la inmediata comprobación de los


argumentos de defensa, la prisión del imputado pierde toda justificación. "Desde
el individuo, en esa forma aislado a prestado su testimonio", dice Bentham, "Las
puertas de su prisión deben ser abiertas a todos aquellos a quienes deseen
consultar.
Esta libertad, tan necesaria en la hipótesis de la inocencia, no da al culpable,
como se cree comúnmente, facilidades para engañar a la justicia. Sus
declaraciones se encuentran ya consignadas por escrito y no puede negarlas. Las
informaciones que pueda recibir de sus cómplices no serían suficientes para
alterar esencialmente su relato fundamental". Pero entonces - debemos
preguntarnos -, si llegados a este punto las posibilidades del imputado de alterar
las pruebas quedan excluidas o al menos sustancialmente reducidas ¿Por qué no
hacer cesar no sólo su estado de aislamiento sino también el de prisión? ¿Por qué
no abrir las puertas de la cárcel para hacerlo salir en vez de sólo para hacer entrar
a sus conocidos y parientes.

Excluida la función de conversación de las pruebas, la prolongación de la


detención no puede tener otro efecto (por no decir otro fin) que el de situar al
imputado en una condición de sujeción, obstaculizarle la defensa, obligarle
eventualmente a la confesión y acaso permitir que otros sujetos - la acusación, el
actor civil u otros interesados - manipulen las pruebas. "Si esa clausura absoluta",
escribe Bentham, en apoyo sólo del cese del aislamiento a partir del interrogatorio
- "se prolongase hasta el día de la audiencia definitiva, el más inocente de los
hombres llegaría al tribunal sin haberse podido hacer aconsejar ni reunir sus
pruebas, y no estaría en condiciones de enfrentarse con los acusadores".
¿Pensamos quizá que sería muy distinta de esta la condición de un preso, aunque
no estuviera en total aislamiento con los pocos contactos y las escasísimas
posibilidades que existen en la cárcel de organizar investigaciones y recoger
pruebas para la defensa? Por lo demás, si la prisión preventiva, como admite
Bentham, no debe servir para aislar al imputado después del primer interrogatorio,
¿Qué queda de su función procesal? Desde este punto de vista, en definitiva, la
prisión preventiva después del interrogatorio puede valorarse positivamente sólo
por quienes consideren el papel de la defensa como un inoportuno estorbo y la
instrucción como inquisición de parte. Por el contrario dentro de una concepción
cognoscitivista acusatoria del proceso, la prisión provisional no sólo no es
necesaria sino que resulta perjudicial para la averiguación de la verdad por el
cause del juicio contradictorio[vii].

A esta última reflexión hecha por Ferrajoli se le puede agregar que con la
evolución lograda por el proceso penal, la Prisión Preventiva hasta antes del
primer interrogatorio estaría condicionando la libre declaración del imputado, toda
vez que con el fin de lograr la libertad, siempre estaría prestando su primera
declaración y ésta no tendría ningún sentido si durante el juicio puede declarar
cuantas veces lo desee y todas las declaraciones que no se den durante el debate
sino antes solamente podrían introducirse mediante su lectura si hay acuerdo del
imputado por la garantía a no declarar contra sí mismo.

Y aún más "La prisión provisional se sitúa desde luego en el "campo de


tensión" entre el deber estatal de perseguir eficazmente el delito y el deber,
también estatal, de asegurar el ámbito de libertad del ciudadano (Gossel). Sin
embargo, esa ubicación tampoco permite atribuir a la medida cautelar el papel de
instrumento de la investigación penal, de modo que el juez estuviera facultado
para hacer saber al imputado que va a ordenar su ingreso o salida del
establecimiento penitenciario en función de la actitud que adopte en el proceso, o
de su disposición al esclarecimiento de los hechos; sin duda alguna, esa
utilización de la prisión provisional como impulsora del descubrimiento del delito,
para obtener pruebas o declaraciones, ha de rechazarse de plano, pues una
concepción de este tipo excede los límites constitucionales y colocaría a la
investigación penal así practicada en lugar muy próximo a la tortura indagatoria.

Como ha podido apreciarse, se refleja en la prisión provisional, más que en


ninguna otra institución jurídica, más incluso que en la otra pena, la ideología
política que subyace a un determinado ordenamiento."[viii]
Todavía más infundado es el segundo motivo que para Beccaria justificaría
la prisión preventiva el peligro de fuga del imputado. Aceptando que la fuga tímida
podría producirse una vez admitida la presentación coactiva ante el juez, sólo
después del interrogatorio, es fácil advertir también en este caso la circularidad de
la argumentación. El peligro de fuga, de hecho, está provocado
predominantemente, más que por el temor a la pena, por el miedo a la prisión
preventiva. Si el imputado no estuviera ante esta perspectiva, tendría por el
contrario, al menos hasta la víspera de la condena, el máximo interés en no
escapar y defenderse. Es "el rigor extremo de vuestro procedimiento criminal"
exclamaba Voltaire hace dos siglos, "que le obligan a esta desobediencia. Si un
hombre está acusado de un crimen, empezáis por encerrarle en un calabozo
horrible; no permitís el que tenga comunicación con nadie; Le cargáis de hierros
como si ya le hubieseis juzgado culpable. Los testigos que deponen contra él son
oídos secretamente. Sólo los ve un momento en la confrontación... ¿Cuál es el
hombre a quien este procedimiento no asuste? ¿Dónde hallar un hombre tan justo
de no abatirse?". Y este miedo que lo empuja a la fuga, añadimos ¿No es el signo
de su justificada desconfianza en sus jueces y por tanto de la ilegitimidad del
procedimiento? "¡Oh jueces!", concluía Voltaire, "queréis que el inocente acusado
no se escape, pues facilitadle los medios de defenderse"

Pero incluso de no tener en cuenta esta circularidad, ¿por qué el peligro de


fuga de un imputado ya interrogado tendría que bastar para justificar una violación,
tan grave y perturbadora de todas las garantías penales y procesales, como lo es
la pena anticipada del juicio? La verdad es que semejante peligro no es un gran
peligro. Sobre todo es muy difícil, en una sociedad informatizada e
internacionalmente integrada como la actual, una fuga definitiva; y tal vez bastaría
como medio disuasorio una mayor vigilancia del imputado, sobre todo en los días
inmediatamente anteriores a la sentencia. En segundo lugar, la fuga decidida por
el imputado, al obligarle a la clandestinidad y a un estado de permanente
inseguridad, es ya de pos sí, normalmente, una pena gravísima, semejante a la
antigua acqua et igni interdictio, prevista por los romanos como pena capital.
En tercer lugar, cuando la fuga hiciera perder la pista del imputado, se abría
conseguido en la mayor parte de los casos el efecto de neutralizarlo, dando así
satisfacción a los fines preventivos del derecho penal. En definitiva el peligro de
fuga es directamente proporcional a la severidad de las penas. Un ordenamiento -
por ejemplo- que previera la pena de muerte muy difícilmente podría renunciar por
algún tiempo a poner las manos sobre el acusado para colocarle a buen recaudo
después de la condena el verdugo. De ello se desprende que la mitigación de las
penas reduce proporcionalmente el peligro de fuga de los imputados. En
particular, la abolición de la pena privativa de libertad o incluso sólo la reducción
de la duración máxima de la misma a diez años, al reducir drásticamente el miedo
a la pena favorecería la desaparición de la prisión preventiva."[ix]

Como puede estimarse nada justifica la contradicción de la cárcel sin juicio


y si se atiende el principio de igualdad, en el que, "el imputado debe comparecer
libre ante sus jueces", con palabras de Ferrajoli "no sólo porque así se asegura la
dignidad del ciudadano presunto inocente, sino también - es decir sobre todo- por
necesidades procesales: para que quede situado en pie de igualdad con la
acusación; para que después del interrogatorio y antes del juicio pueda organizar
eficazmente sus defensas; para que el acusador no pueda hacer trampas,
construyendo acusaciones y manipulando las pruebas a sus espaldas."[x]

Sirvan, pues, estas reflexiones, para que, más temprano que tarde, pueda
desaparecer de las legislaciones democráticas y humanas la contradicción "pena
sin juicio" o por lo menos que exista para delitos más graves y tomando
consideración a mujeres embarazadas o con niños en lactancia. Por cuanto que
en la legislación guatemalteca todavía se justifica la prisión preventiva por la
necesidad de salvaguardar el peligro de fuga y la posible obstaculización a la
averiguación de la verdad como fines del proceso[xi] se hace necesario hacer un
estudio profundo con el fin de que esta medida de coerción por su crueldad y
contradicción no constituya un abuso su aplicación dentro de un país cuya
democracia se consolida día a día, y dentro del sistema de justicia, se hace
necesario, fortalecer el proceso acusatorio y se imponga únicamente en los delitos
más graves y por el menor tiempo posible atendiendo a la premisa de "juicio o
libertad" que consagra el artículo 7 numeral 5 de la Convención Americana Sobre
Derechos Humanos[xii] y 9 numeral 3 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos.

5o. PRISIÓN PREVENTIVA EN DELITOS MÁS GRAVES.

Como por el momento imposible cambiar el paradigma cultural de la prisión


preventiva por un proceso sin cárcel por lo menos, deben aplicarse los principios
de excepcionalidad, proporcionalidad y necesidad en su aplicación; con una
estricta observación a la interpretación restrictiva en materia de coerción.

• EL PRINCIPIO DE EXCEPCIONALIDAD DE LA PRISIÓN PREVENTIVA


NACE DEL DERECHO CONSTITUCIONAL A LA LIBERTAD AMBULATORIA.

La Constitución Nacional consagra la libertad de locomoción, el artículo 26


dice: "Toda persona tiene libertad de entrar, permanecer, transitar y salir del
territorio nacional y cambiar de domicilio o residencia sin más limitaciones que las
establecidas por la ley..." La libertad de locomoción o ambulatoria constituye un
estado natural de las personas, es un derecho inherente a la persona humana por
lo que la misma constitución limita con carácter de excepcional esa libertad, no
solamente con el auto de prisión (art. 13 CPRG), como denomina a la prisión
preventiva, sino también con la citación (art. 32 CPRG) y la detención (art. 6
CPRG). El carácter excepcional consiste en que sólo una persona que haya sido
condenada, mediante un proceso legal y por juez o tribunal competente y
preestablecido, debe cumplir la pena de prisión impuesta, pero excepcionalmente
y como medida cautelar se impone la prisión preventiva al imputado a quien se le
debe tratar como inocente. (arts. 14, 274 del CPP y 14 de la CPRG).
En cuanto al principio de excepcionalidad de la prisión preventiva, la corte
de constitucionalidad ha argumentado "La regla general es la libertad personal, por
lo que la excepción es la prisión provisional. Los procesalistas coinciden en
señalar que esta es un mal necesario, que solamente se justifica por su finalidad
asegurativa o cautelar (en donde entrarían los valores seguridad y bien común)...
Según este marco legal superior, la Prisión provisional tiene la naturaleza jurídica
de una medida cautelar asegurativa, y se configuran en ella los siguientes
elementos: 1. Debe ser la excepción. 2. No debe ser pena anticipada, esto es que
en ningún caso pueda ser aplicada con fines punitivos... 3. No debe ser
obligatoria, esto es, como lo afirma el Consejo de Europa en su resolución 11/86
que 'la Autoridad judicial ha de ser libre para tomar su decisión teniendo en cuenta
las circunstancias del caso'; y 4. Debe durar lo menos posible. El conocido
procesalista Fenech al referirse al sujeto pasivo de la prisión provisional dice que
es aquella persona sobre la que recaigan indicios vehementes de haber llevado a
cabo un hecho que reviste los caracteres de delito, y, al referirse a los
presupuestos subjetivos de la decisión, menciona 'que aparezcan en la causa
motivos bastantes para creer responsable criminalmente del delito a la persona
contra quien se haya de dictar el auto de prisión'. (Derecho Procesal Penal, Ed.
Labor, 3a. Ed. Tomo II, Pags 824- 825)..."[xiii];

La prisión preventiva constituye la más severa medida de coerción que


autoriza el Código Procesal Penal en contra del imputado que aun no ha sido
declarado culpable, pero que es necesario aplicarla para garantizar la realización

del juicio y la efectividad de la sentencia que se dicte, debe ordenarse en los


límites absolutamente indispensable para asegurar la presencia del imputado en el
proceso.

Tiene carácter excepcional porque la regla general es la libertad personal,


y la prisión preventiva es la excepción. Es llamada también prisión provisional,
para significar que no tiene carácter definitivo, sino que, durante el
procedimiento debe ser reformada y revocada. Ordenar prisión preventiva en
contra de alguien no es violentar la presunción de inocencia, sino aplicarle una
medida cautelar que como tal debe regirse a los siguientes lineamientos: a) Debe
ser la excepción; b) El juez que la dicte no sólo debe tener facultad para ordenarla
sino también para revocarla; c) La decisión debe tomarse libremente tomando en
cuenta las circunstancias del caso; d) Debe durar lo menos posible.

También la Constitución (art. 13) como el Código Procesal Penal (art. 259),
señalan que para dictar el auto deben darse los presupuestos: a) Objetivo, la
existencia de la comisión de un delito y; b) Subjetivo, convicción racional de que la
persona imputada pudo ser la autora o haber participado en el delito. A lo que
debe agregarse que también deben concurrir los presupuestos procesales del
peligro de fuga o peligro de obstaculización para la averiguación de la verdad.

• PRINCIPIO DE PROPORCIONALIDAD DE LA PRISIÓN PREVENTIVA.

Este principio, consagrado en el artículo 14 del Código Procesal Penal,


exige

la imposición de la medida de coerción en proporción a la gravedad del delito.

Por proporción se entiende: “Disposición adecuada entre las partes y el


todo”[xiv] Conforme a la interpretación restrictiva de las medidas de coerción debe
estarse a que el Código Procesal Penal clasifica los delitos en graves y menos
graves. El artículo 261 establece: “Casos de excepción. En delitos menos graves
no será necesaria la prisión preventiva,...” El ante penúltimo y antepenúltimo
párrafos del artículo 264 Código Procesal Penal guatemalteco, describe como
delitos graves al homicidio doloso, asesinato, parricidio, violación agravada,
violación calificada, violación de menor de doce años de edad, plagio o secuestro,
sabotaje, robo agravado y los delitos comprendidos en el capítulo VII del decreto
48-92 del Congreso de la República, Ley Contra La Narcoactividad. Lo anterior
deja sin discusión a las partes procesales en la decisión de la medida de coerción
a aplicar en esos delitos y el juez se reduce a aplicar sin más ni más prisión
preventiva, salvaguardando a todos los demás delitos de la prisión preventiva. Y
como estos párrafos son de posterior vigencia a la del inciso 2) del artículo 262 del
mismo cuerpo legal, que establece que, para decidir el peligro de fuga se tendrá
en cuenta la pena que se espera como resultado del procedimiento; esta norma
que armaba la discusión en relación a la proporcionalidad queda fuera de vigencia
por la clasificación dada. Pero aun así, la discusión no queda fuera de lugar, por la
antinomia que se da entre estos párrafos citados del articulo 264 y los artículos
141[xv] y 203[xvi] constitucionales; Antinomia, que muy bien, puede resolverse sobre
la base de los artículos 44 párrafo segundo[xvii] 175[xviii] y 204[xix] constitucionales.
El juez en defensa de su imparcialidad e independencia judicial, debe resolver
sobre la base de lo discutido en la audiencia. Lo mismo sucede con el último
párrafo del artículo 264 del CPP, el que vulnera totalmente el principio de
proporcionalidad al establecer que en delitos de contrabando aduanero se
impondrá el ciento por ciento del valor de la mercadería, como caución económica.

PRINCIPIO DE NECESIDAD Y PRISIÓN PREVENTIVA

El sacrificio de la libertad sólo debe ser autorizado en la medida de la más


estricta necesidad. Por consiguiente, el poder jurídico de ordenar una medida de
esta naturaleza debe ser ejercido por el juez dentro de los presupuestos que la ley
concede, siempre que verifique concretamente dicha necesidad, auscultando la
naturaleza y gravedad del delito, las condiciones morales, sociales y económicas
del imputado y sus antecedentes. Por la naturaleza y fundamento de toda prisión
preventiva esta debe ser precedida de una valuación concreta.

El principio de necesidad opera en contraposición al principio de


proporcionalidad porque aun cuando la prisión preventiva se imponga por la
comisión de un delito menos grave se tendrá que dictar en atención a motivos
razonables, así lo establece el artículo 261 del Código Procesal Penal: “...Salvo
que exista presunción razonable de fuga o de obstaculización de la averiguación
de la verdad.” Pero cuando en el caso concreto no se espera como sanción la
prisión preventiva, no se impondrá por la norma contenida en el último párrafo del
artículo citado.
Cuando no se espera la pena privativa de libertad:

En delitos que no tengan pena de prisión superior a 5 años, porque se


puede aplicar:

- Perdón del ofendido;

- Perdón Judicial;

- Criterio de Oportunidad;

- Suspensión Condicional de la Persecución Penal;

- Suspensión Condicional de la Pena,

- Procedimiento abreviado, siempre que la pena de prisión impuesta sea


conmutable.

• INTERPRETACIÓN RESTRICTIVA:

Cuando se trata de normas que limitan la libertad personal del imputado,


su interpretación restrictiva es obligatoria; esto es la ley debe tomarse en sentido

taxativo. No cabe a ese respecto la interpretación extensiva ni la aplicación


analógica. No se puede limitar más allá de los casos previstos por la ley que
asegura la vigencia del principio constitucional (art. 14 del Código Procesal Penal);

6o. PRISIÓN PREVENTIVA EN EL MENOR TIEMPO POSIBLE.

Como ya se dijo, atendiendo a la premisa de "juicio o libertad" que


consagra el artículo 7 numeral 5 de la Convención Americana Sobre Derechos
Humanos[xx] y 9 numeral 3 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.

Y en atención a que Amnistía Internacional interpreta estos artículos


diciendo que: "Los procedimientos judiciales deben iniciarse y completarse en un
plazo razonable, este requisito significa que, tomando en consideración el derecho
del acusado a disponer del tiempo y de los medios adecuados para preparar su
defensa, los procedimientos deben tramitarse y la sentencia final dictarse
(después de todas las apelaciones) sin dilaciones indebidas. Este derecho obliga a
las autoridades a garantizar que todas las etapas del proceso, incluidas las
diligencias preliminares y el juicio, así como los recursos y apelaciones, se
completen, y los fallos se dicten, dentro de un plazo razonable... La obligación del
Estado de acelerar

los procedimientos es más apremiante cuando la persona ha sido acusada de un


delito y se encuentra en detención preventiva; cuando el acusado esta detenido se
considera razonable un plazo menor. Las normas internacionales exigen que una
persona acusada de un delito sea puesta en libertad en espera de juicio si se
excede el plazo que se considera razonable en las circunstancias del caso."[xxi]

¿Qué se entiende por "plazo razonable"? El comité de Derechos Humanos


y otros organismos regionales han evaluado, en función de cada caso, lo
razonable de un período de detención preventiva, considerando, entre otros
factores, la gravedad del delito presuntamente cometido, el carácter y la gravedad
de las posibles penas y

el riesgo de que el acusado se fugue al ser puesto en libertad. Otros factores


examinados son si las autoridades nacionales han mostrado una "especial
diligencia" al llevar a cabo las actuaciones, considerando la complejidad y las
características especiales de la investigación, y si los retrasos son imputables a la
conducta del acusado (por ejemplo si éste se niega a cooperar con las autoridades
o de los funcionarios judiciales (juez y fiscal)... El Comité de Derechos Humanos
concluyó que mantener detenida durante dieciséis meses a una persona acusada
de un delito castigado con la muerte (asesinato) sin ninguna explicación
satisfactoria del Estado ni ninguna otra justificación a la vista de su expediente, era
una violación de su derecho a ser juzgada en un plazo razonable o quedar en
libertad"[xxii]
"La garantía de un juicio sin dilaciones en los procesos penales está
vinculada al derecho a la libertad, la presunción de inocencia y el derecho de
defensa. Su propósito es el de garantizar que la suerte de la persona acusada se
determine sin dilaciones indebidas. La garantía está pensada para asegurar que
la defensa de una persona no resulta menoscabada por el transcurso de un
tiempo excesivo durante el que los recuerdos de los testigos puedan verse
afectados e incluso se desvanezcan, los propios testigos dejen de estar
disponibles, y puedan desaparecer o destruirse otras pruebas. Asimismo, la
garantía pretende asegurar que la incertidumbre que enfrenta el acusado y el
estigma que entraña el ser acusado de un delito, pese a la presunción de
inocencia, no se prolongan. El derecho a ser juzgado con prontitud encierra la
máxima según la cual no se hace justicia cuando la justicia se demora..."

" El plazo que se toma en consideración para determinar si se ha


respetado este derecho comienza cuando se informa al sospechoso de la
intención de las autoridades de proceder en su contra. Y finaliza cuando se han
agotado todas la vías de apelación y se ha dictado la sentencia firme."[xxiii]

Por tales razones se propone la reducción de los plazos establecidos en el


Código Procesal Penal en el trámite de los procesos

a.5. FIJACIÓN DE PLAZO PARA PRESENTAR REQUERIMIENTO


CONCLUSIVO.

Una vez resulta la situación jurídica del imputado, el juez da audiencia a


las partes para que se pronuncien en relación al plazo razonable que mediará para
realizar la investigación y en consecuencia para que el MP requiera conclusión del
procedimiento preparatorio. El alegato del MP ira en dirección al plazo que estime
conveniente de acuerdo a la complejidad del caso. La defensa estimará el plazo
que necesite para preparar la prueba de la antitesis que sostendrá. El juez en la
resolución fijará el día y hora, en que considere que el Ministerio Público debe
hacerlo. Si alguna de las partes queda insatisfecha con lo resuelto, apelará el
fallo.[xxiv]

a.6. DEVOLUCIÓN DE OBJETOS CONSIGNADOS.

Finalmente, se da audiencia a las partes para que se pronuncien en


relación a los objetos consignados, en el caso de un vehículo, por ejemplo, el MP
pedirá el plazo estrictamente necesario para la práctica de las diligencias
pertinentes. Si no hubiere acuerdo entre lo propuesto por las partes, sobre la base
de la fuerza mayor par excederse de los cinco días el juez resolverá sobre el plazo
a su prudente arbitrio. Con esto se evita que por la aplicación de justicia se cause
daño en el patrimonio de las partes en litigio.

a.7. RECURSOS.

Como en la audiencia de primera declaración se resuelven controversias


relacionadas con la restricción de la libertad de las personas, como en el caso del
auto que resuelve la prisión preventiva, cabe el recurso de apelación.[xxv] No puede
negarse la apelación so pretexto de que no se ha agotado la revisión de la medida
de coerción porque; primero: La revisión no es un recurso; y segundo el recurso
de revisión resolverá sobre si han variado las circunstancias primitivas que
motivaron la medida de coerción que padece el imputado. No sobre la
proporcionalidad, excepcionalidad, necesidad e interpretación de la imposición de
la medida de coerción.

b.- AUDIENCIA DE REVISIÓN DE MEDIDA.

En las demás audiencias que sean requeridas por las partes procesales en
la etapa preparatoria, se pueden requerir oralmente, compareciendo el interesado
personalmente al tribunal o por teléfono, como es audiencia de puro trámite el
asistente encargado de agenda, señalará día y hora para la audiencia, previa
comunicación inmediata a las otras partes. La fecha y hora señalada para la
audiencia el juez impone el motivo y concede la palabra al requeriente para que
argumente y fundamente su pretensión. Con el argumento de las otras partes
procesales el juez resuelve.

Es necesario acotar que:

• La revisión de la medida de coerción puede hacerse de oficio; esto es a


iniciativa del juez, es lógico por el poder de connotación que sustenta;

• También puede provocarla el imputado y su defensor, pero no el Ministerio


Público;

• Puede hacerse en cualquier momento del procedimiento, lo que incluye que


puede hacerse aun después de haberse dictado sentencia en primera instancia
y puede provocarse cuantas veces se estime que han variado las circunstancias
primitivas que las motivaron;

• Se resuelve en presencia de los que concurran.

c. AUDIENCIA DE CONCLUSIÓN DE LA ETAPA PREPARATORIA.

En la audiencia conclusiva de la etapa preparatoria el fiscal presenta el


escrito que contenga el acto conclusivo. El juez entrega las copias respectivas a
las otras partes procesales, pone en el despacho judicial por el plazo respectivo
las actuaciones y medios de investigación y fija audiencia para la discusión del
requerimiento conclusivo.
d. AUDIENCIA DE LA ETAPA INTERMEDIA.

El juez abre la audiencia, con las advertencias de ley, da la palabra al


fiscal para que sustente su requerimiento, luego a las otras partes procesales para
que se pronuncien y sobre la base de las argumentaciones, el juez resuelve. Si
abre a juicio, señala fecha y hora, para que las partes comparezcan a juicio y
señalen lugar para recibir notificaciones ante el Tribunal de Sentencia designado
como competente para el juicio.

e. AUDIENCIA DE COMPARECENCIA A JUICIO.

En la audiencia de comparecencia a juicio las partes cumplen con lo


ordenado en el artículo 344 del Código Procesal penal. El tribunal pregunta a las
partes procesales si tienen recusaciones que promover u oponer excepciones

fundadas sobre nuevos hechos. Si la respuesta es sí en la audiencia hará el


planteamiento. Si es recusación se le dará el trámite correspondiente señalado en
la Ley del Organismo Judicial y si es excepción de derecho se preguntará a la otra
parte si quiere contestar, si así fuere, sobre la base de las argumentaciones el
tribunal resuelve. En contra de lo resuelto procede la reposición. Si el incidente es
de hecho el tribunal pregunta a la otra parte si quiere pronunciarse, si así fuere, el
tribunal sobre la base de lo argumentado resuelve, pero si la otra parte solicita una
nueva audiencia para

presentar la prueba se fijará dentro de los diez días y en ella el tribunal resuelve.
En contra de lo resuelto se interpone recurso de reposición.

Si las partes no tienen recusaciones y excepciones que plantear y


renuncian al plazo de seis días, el tribunal fija audiencia para el ofrecimiento de
medios de prueba.
Se tendrá el cuidado, de fijar el plazo para la audiencia respectiva, el día
siguiente al plazo dado por la norma que aplique. Ejemplo: si la audiencia es de
ocho días, se fijará el noveno día hábil, los días se contarán a partir del siguiente
día al que se fije la audiencia. Salvo que las partes convengan en otro plazo.

f. AUDIENCIA DE OFRECIMIENTO ADMISIÓN y RECHAZO DE MEDIOS DE


PRUEBA.

En esta audiencia el tribunal abre la audiencia, insta a las partes para que
presenten sus listados que describan sus medios de prueba que ofrecerán, con
sus respectivas copias, concede la palabra a las partes procesales para que
ofrezcan, individualicen sus medios de prueba y contradigan los ofrecidos por la
parte opuesta en su orden. Después de la discusión el tribunal delibera sobre la
aceptación y rechazo de los medios de prueba ofrecidos, lo resuelto se notificará
inmediatamente a las partes procesales. En la resolución el tribunal se pronuncia
en cuanto a los medios de prueba que admite y los que rechaza, Señala lugar, día
y hora para el inicio del debate y programa la forma en que va a recibir los medios
de prueba, conmina a las partes procesales para que comparezcan con los
medios de prueba aceptados y sobre la división del debate, para discutir primero
sobre la culpabilidad del acusado; segundo sobre la calificación jurídica del hecho
que se haya acreditado y la determinación de la pena, si este extremo fue
requerido. En contra de lo resuelto procede el recurso de reposición.

El artículo 353 del CPP, establece que el anunció de la división del debate
se hará a más tardar en la apertura del debate, es decir el anuncio, ahora bien, en
cuanto a la solicitud de la división el CPP, no establece cuando debe hacerse,
pero es recomendable que se haga en la audiencia de ofrecimiento, admisión y
rechazo de medios de prueba porque en esa audiencia se programa la recepción
de medios de prueba y se evitan pérdidas de tiempo a testigos y peritos que
deban comparecer como medios de prueba que contribuyan a la determinación de
la pena, por lo que también es recomendable que en esa misma audiencia se
individualicen los medios de prueba que servirán para uno y otro tema.

g. AUDIENCIA DE DEBATE.

El debate se desarrollara de conformidad a las reglas previstas en el


Código Procesal Penal, el fiscal intima los hechos al procesado de conformidad
con la acusación o auto de apertura a juicio si se modificaron.

Preguntas dirigidas por los jueces, orden de acusar, nuevas pruebas de


oficio, reapertura del debate. En relación a estos temas es necesario tener
presente el principio acusatorio consagrado en los artículos 203 y 251 de la
Constitución Nacional.[xxvi] Conforme a este principio el juez o tribunal, mantiene
una actitud pasiva en relación a la investigación, su función se reduce a juzgar y
ejecutar lo juzgado.

h. APELACIÓN.

En la audiencia de apelación. El emplazamiento, la adhesión y admisión


del recurso de apelación especial se decide en una audiencia previa. En la
audiencia, el Presidente de la Sala, declarará abierta la audiencia y tendrá por
comparecidos a los presentes, pregunta si alguna de las partes procesales quiere
adherirse al recurso con expresión de argumentos y fundamentos propios. Si no
existiere adhesión, el tribunal colegiado decidirá sobre la admisión formal del
recurso y señala día y hora para la audiencia de debate, deja las actuaciones en el
despacho judicial para su consulta por seis días. El día y hora señalados
para la audiencia de debate, el Presidente concede la palabra al recurrente para
que argumente la procedencia de su recurso; luego concede la palabra a las otras
partes procesales. Inmediatamente, el Tribunal Colegiado delibera, concluida la
misma, hace presencia en la sala de audiencias y un magistrado relatara la
decisión judicial.
V. FORMA DE REGISTRO.

El artículo 148 y 395 del CPP, permite reemplazar total o parcialmente el


acta escrita por otra forma de registro. Extremo que es altamente lógico, por la
forma versátil y vertiginosa de la audiencia oral.

1. REEMPLAZO TOTAL.

Lo que la experiencia ha demostrado es que aunque existan mecanógrafos


y taqui- mecanógrafos con velocidad sorprendente para escribir, lo que es muy
raro, no es posible reproducir con fidelidad el contenido de la audiencia, además
la capacidad de síntesis de los escribientes, que por lo general es deficiente por el
mismo problema educativo nacional, resultan registrando lo que no interesa y
pasan inadvertidos ante lo que interesa, no escriben fielmente lo que escuchan
sino como lo han interpretado. Todo lo anterior se ha comprobado con la
comparación que se ha hecho entre lo que escribe el taqui-mecanógrafo y lo que
ha quedado registrado en el sistema de audio-computación, por medio de un CD,
por esa misma razón debe emplearse esta forma de registro, que es tan fiel y
sensible que registra hasta el sonido que se produce cuando se pasan las hojas
de un expediente, para no mencionar las declaraciones con sus características
muy peculiares de quien las emite. Mide los decibeles de la voz, la emoción que el
orador le da a su discurso, el estado temperamental, ánimo del pronunciamiento,
el llanto que es muy común, las risas, las llamadas de atención etc.
peculiaridades que muy difícilmente pueden registrarse en el sistema escrito,
porque ni siquiera el discurso puede reproducirse menos esas peculiaridades
indicadas, que en la deliberación del juez o tribunal, son fundamentales para
resolver conforme al método de la sana crítica razonada. Si el reemplazo del acta
por el registro en el disco duro de la computadora es completo, lógicamente no se
podrá firmar por quienes en ella intervinieron por la imposibilidad material, lo
mismo sucede con las resoluciones que quedan registradas como parte de la
audiencia y si el sistema fuera escrito serían parte del acta. Y como lo que se
reemplaza es el acta, las firmas son innecesarias. Además las firmas en el acta
escrita y en las resoluciones siempre se exigen, primero: porque el juez nunca
esta en la audiencia y tampoco resuelve en audiencia, por esta razón es necesario
en un sistema inquisitivo que el secretario de fe de la firma del juez en las9
actuaciones, porque estas se realizan en ausencia del juez, en el caso de las
audiencias y se resuelve, en secreto, este formalismo, que en el mayor de los
casos está investido de falsedad, adquiere su veracidad con las firmas que calzan
las actuaciones. Se dice falsedad, porque la fecha en que se está resolviendo no
coincide con la que se pone en la resolución. Diferente es la audiencia en donde
exista inmediación al ciento por ciento, el formalismo del expediente no es
necesario porque los sujetos procesales están presentes en la audiencia y el juez
resuelve frente a ellos, la firma del secretario y de los sujetos procesales para
nada son útiles, porque además de la presencia ininterrumpida de los sujetos
procesales y de que el juez resuelve en ese mismo instante frente a ellos sus
voces quedaron registradas en el CD. La voz humana es una característica
personalísima porque individualiza a la persona, no es susceptible de igualarse, no
existen sendos tonos iguales. Pero sí es susceptible de imitarse en un alto
porcentaje en cibernética. Pero esto no es posible con la utilización de discos
compactos de única lectura y además se da la existencia de otras copias y la
seguridad que da la ley de no retrotraer el procedimiento a períodos

ya precluídos.[xxvii] Por lo que el cuidado que debe tener el asistente de la


audiencia es ver que se cumpla con lo que establece el artículo 147 del

CPP y que se parafraseo en numeral IV. 3. En conclusión la figura del secretario y


las firmas de quienes intervinieron en la audiencia no son necesarias.

2. REEMPLAZO PARCIAL.

También puede hacerse el reemplazo parcial del acta, levantando acta que
describa únicamente las intervenciones de las partes y la resoluciones que se
dicten. Pero esto tiene la desventaja de que no pueda coincidir entre lo que se dijo
en la audiencia y quedo registrado en el disco duro de la computadora y lo que se
escribió, en todo caso las partes van a estar a lo que se registró en el disco
compacto que es lo más seguro, porque lo que no coincide puede ser producto de
la mala interpretación del escribiente. La reproducción parcial no sólo es un trabajo

más complicado sino conduce al error, por lo que se recomienda la reproducción


total. El simple cumplimiento del formalismo de las firmas, que es característica del
sistema inquisitivo no debe conducir a caer nuevamente a la cultura del
expediente que tanto daño le ha causado a la justicia del país, porque el objetivo
principal en ella, resulta ser la custodia y seguridad del expediente, con todos los
formalismos que implica y no la solución del conflicto.

3. DEFENSA MATERIAL y FORMA DE REGISTRO DE LAS AUDIENCIAS EN


DISCO DURO.

El proceso penal surge para poner límites al poder estatal en resguardo del
interés social frente al interés individual. Por esa razón, la defensa del imputado
debe ser más efectiva de lo que hasta el momento se ha demostrado. La forma de
registro de las audiencias en disco duro de computadora responde con efectividad
al derecho que le asiste al imputado de ser oído, consagrado en la Constitución
Nacional, de tal manera que por medio de este sistema de registro se informa de
como y porque esta siendo juzgado y pueda contradecir al respecto para lograr su

absolución o disminuir la gravedad de la intimación o bien complementar el hecho


con explicaciones que hayan sido omitidas, también con la finalidad de demostrar
su inocencia o disminuir la gravedad del hecho. En las resoluciones por escrito,
cuyas copias se le entregan al acusado para cumplir con el requisito de la
notificación, por la misma característica de ser copia y algunas veces la quinta o
sexta copia, dependiendo del número de partes dentro del proceso, no es del todo
legible, al imputado le cuesta leer lo resuelto. Pero la situación se complica más
cuando el vocabulario empleado en la resolución es muy técnico y por ello no es
comprensible al imputado, esto se empeora cuando el imputado no sabe leer
porque tiene que recurrir a quien sabe hacerlo, con el riesgo de que le falseen el
contenido o, que a quien busque para que le lea la resolución, corra la misma
suerte, que no la comprenda, el imputado no puede ejercitar su defensa material.
También es de tomar en cuenta el carácter multilingüe de la población
guatemalteca. Ahora bien, esto no sucede cuando la resolución se dicta en
audiencia oral porque el defensor, el ministerio público y el juez se cuidarán de
emplear un lenguaje cotidiano y no técnico en el discurso y en las resoluciones.
Cesare Beccaria quien establece: "Es preciso que las leyes sean claras y
simples...”[xxviii] No se equivocó al hacer esta acotación. Por consiguiente, el hecho
de que el imputado no sepa leer no es un obstáculo para que ejercite su derecho
de defensa, porque escucha el desarrollo de la audiencia, amen a la inmediación
y se le entrega copia en CD del registro de la misma para que la pueda escuchar
en cualquier momento necesario, lo que podrá hacer requiriendo su traslado a una
computadora de cualquiera de las instituciones operadoras de justicia, llámense:
Policía Nacional Civil, Defensa pública Penal, Ministerio Público, Juzgado o
Tribunal, más próximo muy especialmente para los imputados que se encuentren
en prisión preventiva y, a medida que se demuestre la necesidad se debe dotar de
un reproductor de CD penitenciario para solucionar el problema. Con relación al
Imputado que se encuentre con medida que sustituya a la prisión preventiva el
problema es menos complejo, pero, si no le fuere posible tener acceso a un
aparato que le permita leer el CD, puede recurrir al asistente de atención al público
de los juzgados o tribunales para que le satisfaga la necesidad. En relación al
carácter multilingüe de la población guatemalteca el problema se ha venido
solucionando con la asistencia del intérprete que corresponda para que en el
idioma materno del imputado lo entere de lo que se discute en las audiencias y
pueda ejercitar su defensa material y puede también solucionar el problema para
refrescar la memoria en las formas descritas. En conclusión el sistema de registro
de las audiencias en CD no obstaculiza la defensa material sino supera el sistema
escrito, ante el que nadie había reparado por las copias ilegibles, con empleo de
lenguaje técnico y dirigidas a analfabetas en una población multilingüe. Solo la
falta de sentido común, podría contradecir el empleo de la ciencia y tecnología
contemporánea en la administración de justicia, para solucionar en gran medida,
los tres más grandes problema que nacional e internacionalmente se le ha
señalado a la justicia guatemalteca: Corrupción, tortuguismo y el poco acceso a
ella. Problemas que hacen perder credibilidad a un Estado Democrático de
Derecho y Republicano.

VI. ORGANIZACIÓN DEL DESPACHO PENAL.

Pero todo lo anterior no es posible sin una reforma de la gestión del


despacho judicial la que es justificable dado a que se pierde la solemnidad del
expediente, dejan de ser los oficiales identificados por números ordinales, que dan
trámite a los escritos, escribientes de resoluciones, despachos, exhortos,
suplicatorios, oficios, actas, sentencias, custodios celosos del expediente que
cosen, compaginan, folian, sellan, buscan la firma de los jueces y secretario dentro
del juzgado y a veces fuera de él, archivan, para ser asistentes del juez o tribunal,
con un total cambio de actividades y responsabilidades.

1. ASISTENTE DE AUDIENCIAS.

Es el encargado del registro de las audiencias, su correspondiente archivo


en el disco duro de la computadora, reproduce el CD para dar copia a las partes y
una copia a la secretaría del tribunal o gerente administrativo. Acomoda a las
partes en la sala de audiencias y su centro de operaciones es dentro de la sala de
audiencias.

2. ASISTENTE DE COMUNICACIONES.

Es el encargado del montaje de la audiencia, se encarga de llamar a las


personas que van a participar en la audiencia. De el depende que la audiencia se
realice o no.
3. ASISTENTE DE COMUNICACIÓN AL PÚBLICO.

Informa a los usuarios del sistema de administración de justicia, de todos


los aspectos que requieran, persona que debe reunir caracteres muy especiales,
para darle su lugar a cada persona que requiera sus servicios con trato digno,
amable, tolerante, paciente y sin precipitaciones.

4. JEFE ADMINISTRATIVO.

Es el secretario que administra, que supervisa, coordina, evalúa disciplina


el trabajo de los asistentes, encargado de los suministros o insumos que se
necesiten en el despacho.

VI. RESULTADOS OBTENIDOS.

El Modelo De Gestión De Justicia Penal Por Audiencias se recomienda por


sí sólo, los resultados que se han obtenido hasta el momento en los juzgados y
tribunales de los departamentos que lo han puesto en práctica han logrado
duplicar los resultados con un menor esfuerzo para los operadores de justicia. Hay
procesos que en su trámite, han mediado cinco meses, contados desde el ingreso
del imputado a prisión hasta el día que ha quedado firme la sentencia.
BIBLIOGRAFÍA

1. Beccarea, Cesare. "De los Delitos y de las Penas". Edit. Losada. Buenos Aires.
1a edición en Biblioteca de Obras Maestras del Pensamiento, noviembre 2002.
XLI

2. Binder, Alberto M., "Introducción al derecho Procesal Penal". Edit. Ad-Hoc.

3. Carranza, E. "El Rol del Poder Judicial en la Investigación de Casos de


Derechos Humanos, Instituto Interamericano de Derechos Humanos (I.I.D.H.),
1990

4. Carranza, E. y otros, "El Preso Sin Condena en América Latina y el Caribe".


Estudio comparativo, estadístico y legal de treinta países y propuestas para
reducir el fenómeno, ILANUD, 1983.

5. Zaffaroni, Eugenio R. "Sistemas Penales y Derechos Humanos en América


Latina". Informe final, I.I.D.H., Desalma, Buenos Aires 1986.

6. Ferrajoli, Luigi. "Derecho y Razón". Editorial Trotta, Sexta Edición: 2004.

7. Gimeno Sendra, Vicente; Moreno Catena, Víctor; Cortés Domínguez, Valentín.


"Derecho Procesal Penal". Editorial Colex 1997.

8. Maier, Julio B.J.. "Derecho Procesal Penal, I Fundamentos". Editores del Puerto
s.r.l. Buenos Aires -2a edición, 3a reimpresión.

9. Manual de Amnistía Internacional. "Juicios Justos". Editorial Amnistía


Internacional. Valderribas 13 28007 Madrid España, diciembre de 1998.
10. Rodríguez Barillas, Alejandro; y otros "Manual de Derecho Procesal Penal"
Tomo II. Edit. Serviprensa S.A. Guatemala. 2004.

11. Velez Mariconde, Alfredo. "Derecho Procesal Penal", Tomo II, 3a Edición
Marcos Lerner. Editorial Córdoba.

LEYES.

1. Constitución Política de la República de Guatemala.

2. Código Penal.

3. Código Procesal Penal.

Tratados.

1. Convención Americana Sobre Derechos Humanos.

2. Convención Contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o


Degradantes.

3. Conjunto de Principios Para la Protección de Todas Las Personas Sometidas a


Cualquier Forma de Detención o Prisión.

4. Pacto Internacional e Derechos Civiles y Políticos.

5. Reglas Mínimas de la Naciones Unidas Sobre las Medidas no Privativas de la


Libertad.) reglas de Tokio.

Gacetas de la Corte de Constitucionalidad.

Gaceta No. 4
Gaceta No. 47,

Gaceta No. 60.

ABREVIATURAS USADAS.

CPRG Constitución Política de la República de Guatemala.

CPP Código Procesal Penal.

CP Código Penal.

PNC Policía Nacional Civil.

MP Ministerio Público.

[i]
Vicente Gimeno Sendra, Víctor Moreno Catena, Valentín Cortés Domínguez. Derecho Procesal
Penal. Editorial Colex 1997. Pag. 524
[ii]
Alfredo Velez Mariconde. Derecho Procesal Penal, Tomo II, 3a Edición Marcos Lerner. Editorial
Córdoba. Pag. 507.

[iii]
Vicente Gimeno Sendra, Víctor Moreno Catena, Valentín Cortés Domínguez. Derecho Procesal
Penal. Cit. Pag. 524

[iv]
Vicente Gimeno Sendra, Víctor Moreno Catena, Valentín Cortés Domínguez. Cit. Pag. 524, 525,
526.

[v]
Luigi Ferrajoli. Derecho y Razón. Editorial Trotta. Sexta Edición 2004 Pag. 555, 556.

[vi]
Francesco Carrara, citado por Luigi Ferrajoli, Cit. Pag. 557, 635, 636.

[vii]
Luigi Ferrajoli. Cit. Pag. 557, 558.

[viii]
Vicente Gimeno Sendra, Víctor Moreno Catena, Valentín Cortés Domínguez. Cit. Pag. 524, 525,
526.

[ix]
Luigi Ferrajoli. Cit. Pag. 558, 559

[x]
Luigi Ferrajoli. Cit. Pag. 559, 560

[xi]
El artículo 5.- del Código Procesal Penal establece como fines del proceso la averiguación de un
hecho señalado como delito o falta y de las circunstancias en que pudo ser cometido; el
establecimiento de la posible participación del sindicado; El pronunciamiento de la sentencia
respectiva y la ejecución de la misma.

[xii]
"...y tendrá derecho a ser juzgado dentro de un plazo razonable o a ser puesta en libertad..."

[xiii]
Gaceta No. 4, expedientes acumulados Nos. 69-87 y 70-87 página 9, sentencia:21-05-87.

[xiv]
Cabanellas, Guillermo . Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual. 14a Edición. 1979.
Editorial Heliasta SRL. Pag. 479

[xv]
Artículo 141de CPRG. “Soberanía. La soberanía radica en el pueblo quien la delega, para su
ejercicio, en los Organismos Legislativo, Ejecutivo y Judicial. La subordinación entre los mismos es
prohibida.”

[xvi]
Artículo 203 de CPRG. “Independencia del Organismo Judicial y potestad de juzgar...”

[xvii]
Artículo 44 de CPRG. “...Serán nulas ipso jure las leyes y las disposiciones gubernativas o de
cualquier otro orden que disminuyan, restrinjan o tergiversen los derechos que la constitución
garantiza.
[xviii]
Artículo 44 de CPRG. “Jerarquía constitucional. Ninguna ley podrá contrariar las disposiciones
de la Constitución. Las leyes que violen o tergiversen los mandatos constitucionales son nulas ipso
jure.

[xix]
Artículo 204 de CPRG. “Condiciones Esenciales de la administración de justicia. Los tribunales
de justicia en toda resolución o sentencia observarán obligatoriamente el principio de que la
Constitución de la República prevalece sobre cualquier ley o tratado.

[xx]
"...y tendrá derecho a ser juzgado dentro de un plazo razonable o a ser puesta en libertad..."

[xxi]
Manual de Amnistía Internacional. Juicios Justos. Editorial Amnistía Internacional. Valderribas
13 28007 Madrid España, diciembre de 1998. Pag. 104.

[xxii]
Manual de Amnistía Internacional. Juicios Justos. Cit. Pag. 60, 61.

[xxiii]
Manual de Amnistía Internacional. Juicios Justos. Cit. Pag. 104, 105.

[xxiv]
Artículo 404. 11) del CPP “Los que fijen término al procedimiento preparatorio...”

[xxv]
Artículo 404. 10) CPP “Los que denieguen o restrinjan la libertad.”

[xxvi]
Artículo 203 de la CPRG. “...Corresponde a los tribunales de justicia la potestad de juzgar y
promover la ejecución de lo juzgado...” Artículo 251 de la CPRG. “...El jefe del Ministerio Público
será el Fiscal

General de la República y le corresponde el ejercicio de la acción penal pública...”

[xxvii]
El artículo 284 del CPP establece: “...Bajo pretexto de renovación del acto, rectificación del
error o cumplimiento del acto no se podrá retrotraer el procedimiento a períodos ya precluidos.”

[xxviii]
Cesare Beccarea. De los Delitos y de las Penas. Edit. Losada. Buenos Aires. 1a edición en
Biblioteca de Obras Maestras del Pensamiento, noviembre 2002. cit., XLI, pag. 119, 120.

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