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Con ello, el monto se eleva a más de UN MILLÓN DE PESOS para cada uno
de los 300 candidatos de cada uno de los 8 partidos.
Por otro lado, los medios electrónicos están controlados por tiempos oficiales
que, de todas, todas, son inequitativos pues dan a los partidos añejos tiempos
que no se comparan con los partidos emergentes, y los ciudadanos tendremos
que enfrentar un alud de casi 24 millones de spots, por radio y televisión, hasta
las elecciones del 5 de julio próximo, para motivarnos a votar.
Pero hay que seguir con las consideraciones “justas” y “Equitativas” que le
otorga tiempo aire a los partidos, para anunciarse, desde ya, en radio y
televisión.
Permitir esto provocará una degeneración de los programas y hará que cada
vez que un partido arribe al poder, haga unos ajustes a un programa social o
de beneficio colectivo, le cambien el nombre – como sucedió con IMSS
COPLAMAR, SOLIDARIDAD, PROGRESA, hoy llamado OPORTUNIDADES- y
se lo adueñen los funcionarios y titulares del partido en el poder.
Así, los partidos emergentes y otros de menor presencia, tendrán una mayor
fiscalización de sus gastos, mientras los que utilizan sus programas “sociales”
pondrán toda la carne en el asador anunciando sus famosos programas que
resultan ser solamente refritos de otros gobiernos, de otros tiempos y de otros
partidos.
Si, las cosas han cambiado, pero la nueva ley electoral pone en desventaja a la
oposición moderna y progresiva, dándole a los partidos tradicionales y añejos
la oportunidad de utilizar, discrecionalmente, la imagen de programas nada
innovadores, pero si clientelares, para su beneficio en las próximas elecciones.