Hefesto, siguiendo las ordenes de su padre Zeus, hizo una mujer a
partir del barro. En el Olimpo la instruyeron y la llevaron frente a Zeus. Éste le dio una caja y le avisó de que no la abriera sin decirle porque, solo debía conformarse con aquello que le habían dado los dioses. Esa mujer era Pandora.
Zeus ofreció Pandora a Epimeteo como esposa y como dote le ofreció
la caja que llevaba Pandora. Epimeteo guardó la caja y Pandora vivía feliz, pero después de un tiempo empezó a pensar en esa caja y buscó la llave. Así que un día, mientras Epimeteo dormía, abrió la caja. De allí y con un viento huracanado empezaron a salir las dificultades, la pobreza, la enfermedad, la celosía, la crueldad, la pasión, la desconfianza... Pandora, aterrada, intentaba cerrar la caja, pero el contenido del cofre ya se había dispersado por todo el mundo. Finalmente, Pandora se acercó a la caja y vio una pequeña luz en su fondo. Era la esperanza, y con ella la humanidad encontró la manera de sobrevivir en su mundo.