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Queridos chicos y chicas de cuarto:

Hola chavales, ¿cómo estáis?, ya he podido ver en el correo electrónico que me habéis mandado que esta
vez el problema era un poco más difícil de lo habitual. Ha sido todo un alivio comprobar que a vosotros también
os ha costado ya estaba yo empezando a pensar que tenía el cerebro podrido. Aquel jefe de los masai me puso un
acertijo complicado.

Esta semana he cogido la mochila y he viajado hacia el oeste de Kenia, atravesando la sabana de la
cuenca del lago Victoria y llegando hasta el mismo lago. Le he mandado a mi sobrino unas fotos del lago, teníais
que ver lo impresionantemente grande que es, parece como si estuviera delante del mar.

En este viaje he visto muchos de los animales que os hablaba en mi anterior carta, resulta espectacular
verlos en su hábitat natural. Como os podéis imaginar este camino no lo he hecho solo, conmigo ha venido un
miembro del poblado donde estaba, se llama Wanhiru y puedo deciros que nos hemos hecho grandes amigos, me
ha enseñado palabras en swahili, como por ejemplo “Jambo” que significa “Hola”; o “simba” y “rafiki” que
significan… un momento, ¿os suenan esas palabras?, haber si sois capaces vosotros de sacar el significado.

En estos días de travesía le he contado a mi amigo Wanhiru mis peripecias por distintos países del mundo
y se quedaba boquiabierto con alguna de mis hazañas, bueno en realidad las he exagerado un poco pero es que al
hombre le hacía tanta ilusión que me liaba, me liaba y… no podía parar, lo siento chicos ya sé que no está bien.
Y él a cambio me contó una historia de algo que había sucedido en su poblado, decía así:

El jefe del poblado Wanhiru tenía una hija que se llamaba Iris. Cuando Iris quiso casarse, solicitó ayuda a
su padre. Iris, deseaba que su futuro marido fuese un joven sabio. Para ello, ambos decidieron que Iris daría una
oportunidad a aquel joven que fuese capaz de resolver los siguientes desafíos:

Desafío 1: El triángulo masai. Para resolverlo era Desafío 2: El telescopio de Wanhiru. Era necesario
necesario cambiarlo de posición moviendo tan sólo sacar la estrella del telescopio, sin tocarla, moviendo
tres tocones. tan sólo dos piezas. ¡Ojo!, el artilugio tiene que quedar
con la misma forma aunque pueda variar su posición.

Desafío 3: La rejilla de la cebra. Finalmente, se tendría que enfrentar al desafío de disponer los números del 1
al 8 en cada una de las celdas teniendo como condición que en las casillas contiguas donde haya un número no
pueden estar números consecutivos. Por ejemplo, si ponemos el 4 en una casilla en las que tenga al lado no
podrán ir ni el ni el 3 ni el 5.

Bueno chicos, ya me despido de vosotros espero que os diviertan estos tres problemas.

Tío Lío 23 de enero del 2008, Kenia.

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