Professional Documents
Culture Documents
LA RELACIÓN MAESTRODISCÍPULO
Todo el mundo desea ser feliz. Todas las entidades vivientes quieren felicidad, pero este
mundo material está diseñado para que nadie pueda ser feliz en él. En este mundo, por
tanto, no se puede tener verdadera felicidad ni tampoco verdadera paz.
Aunque alguien sea rico y tenga todas las facilidades para ser feliz, siempre habrá algún
problema o enfermedad grave para molestarle. Puede que no nos sintamos débiles
cuando somos jóvenes, pero a medida que pase el tiempo la salud irá fallando. E incluso
si una persona tiene una buena salud física se le presentarán otras dificultades: su mujer
enferma, algún pariente o amigo con cáncer, tuberculosis u otras enfermedades, o algún
problema de otra índole.
Este mundo está hecho de tal modo que siempre hay una soga alrededor de nuestro
cuello y en algún momento esa soga empieza a asfixiarnos. Eso es porque hemos
olvidado a Krishna, y mientras no nos dirijamos en la dirección de la conciencia de
Krishna seremos cada vez más infelices y tendremos muchos problemas durante muchas
vidas. Esta es la realidad, pero solo podremos entenderla por la gracia de la sucesión
discipular o la autoridad védica.
¿A quién podemos creer para saber lo que es bueno y lo que es malo? Debemos tener
alguna autoridad que sea profundamente buena y generosa, y en quien podamos confiar.
Los textos védicos —como los Vedas, los Upanisads o el Srimad Bhágavatam —
reúnen esas cualidades, pero ellos no nos pueden hablar directamente. Solo pueden
hablar directamente a grandes almas que se encuentran en una plataforma superior a la
nuestra; a personalidades como Vyása1, Sukadeva Gosvámi2, Valmíkí3 o Parásara4. Si
asistiéramos a sus clases y escucháramos lo que dicen, o si leyéramos bajo su guía,
podríamos entender algo. Pero si leemos el Srimad Bhágavatam de forma independiente
puede que nos veamos importunados por la lujuria y la ignorancia.
Los grandes sabios que hablaron por primera vez el Srimad Bhágavatam dejaron esto
establecido; ellos instruyeron a sus discípulos únicamente después de haber escuchado y
vivenciado ellos mismos lo que enseñaban. Solo entonces pudieron hablar el Srimad
Bhágavatam con una comprensión absoluta; el mismo Bhágavatam les inspiraba.
Nosotros debemos intentar seguir su ejemplo si queremos tener una fe inquebrantable
en escrituras como los Vedas, los Upanisads, el Bhagavad-gita y el Srimad Bhágavatam.
Las profundas verdades que contienen estas escrituras han sido transmitidas desde
tiempo inmemorial a través de una sucesión discipular ininterrumpida que comenzó con
el Señor Brahmá, el creador secundario de este universo. En la época actual esa labor
fue continuada por Srila Bhaktisiddhánta Sarasvatl Thákura5, y tras él por sus
discípulos como nuestro Gurudeva6 y Sríla Bhaktivedánta Swámí Mahárája. Si
estudiamos las escrituras que han sido aceptadas por esta sucesión discipular, nosotros
también podremos comprenderlas y experimentar lo que en ellas se dice.
Las escrituras afirman de manera concluyente que Krishna (también conocido como el
Señor Hari) es la Verdad Suprema Absoluta. En otras palabras, krishna es la Suprema
Personalidad de Dios. Él es el océano de toda la dulzura y todas las relaciones
trascendentales, y el dueño absoluto de todas las potencias y todos los poderes. Él es
también muy misericordioso, y es la fuente y el fundamento de nuestra existencia.
Las dos clases de almas de este mundo
Nosotros, es decir, las entidades vivientes de todas las especies, somos almas
espirituales. Existen dos clases de almas: las almas liberadas y las almas condicionadas.
Las almas liberadas nunca olvidan a Krishna; están siempre sirviéndole con amor y no
saben siquiera lo que es el mundo material. Pero, por desgracia, nosotros, las almas
condicionadas, nos hemos olvidado de krishna. Este es el motivo por el que Él nos
envió a este mundo donde estamos cubiertos por la energía ilusoria o maya. Ella dice:
"¿Quieres imitar a Krishna e intentar disfrutar de este mundo? ¿Es por eso por lo que le
has olvidado? Yo te ayudaré. Te daré riquezas, maridos, esposas, hermanos, hermanas y
muchas más cosas. Puedes apegarte a todo ello y olvidarle a Él cada vez más." Entonces
nosotros nos apegamos a esas cosas y ese apego acaba siendo la causa de grandes
sufrimientos. Debemos saber que nuestro apego, amor y afecto en este mundo son un
reflejo des virtuado de nuestro amor original por Krishna.
Como almas condicionadas que somos en este mundo material, pensamos: "Tengo
muchas posesiones y soy yo quien lleva # cabo infinidad de actividades; soy padre, soy
madre, soy esposa, soy hijo, soy hija, soy rey, etc. Y así es como nos creamos falsas
identidades.
Por la influencia de la hechicera maya, unas veces estamos arriba y otras abajo. Ella ha
creado innumerables enfermedades y problemas para atormentarnos. Tenemos que
darnos cuenta de una cosa: sea cual sea la situación en la que nos encontremos, siempre
tendremos problemas. Se puede ser Hitler, Mussolini, una persona muy pobre o alguien
en una posición intermedia; seamos lo que seamos, siempre tendremos problemas
porque los problemas están por todas partes.
Existen dos clases de discípulo, y por lo tanto también dos clases de iniciación. La
primera es una iniciación formal que incluye la ceremonia externa del fuego de
sacrificio y de dar los manirás gáyatrl9. Puede que alguien piense: "Ya me he
sacrificado mucho, me he afeitado el pelo y he recibido los manirás, de modo que estoy
iniciado", pero eso es externo. La iniciación formal es esencial, pero no es completa si
no hay también una iniciación interna.
La iniciación interna es el proceso mediante el cual el discípulo entrega su corazón a los
pies de loto del maestro espiritual sabiendo que el maestro espiritual le dará la
capacidad para servir a Radha y Krishna. Gurudeva otorga toda clase de conocimiento
trascendental sobre las verdades fundamentales acerca de la Suprema Personalidad de
Dios, el maestro espiritual, los devotos y el amor trascendental a Dios.
Kuryat pápasya sanksayam-. "La vida material está constituida por los problemas que
surgen de nuestro apego a los asuntos mundanos". En la vida material la persona está
llena de lujuria, ira, codicia, orgullo, ilusión y envidia, y aun así ella piensa que es la
disfrutadora.
Gurudeva destruye las cuatro etapas del pecado:
1 El karma que ya ha fructificado, es decir, el sufrimiento y el disfrute que nos llega
ahora como resultado de las actividades realizadas en el pasado.
2 Las semillas de deseos pecaminosos latentes en nuestro corazón" que cuando maduren
harán que cometamos actos pecaminosos.
3 Reacciones futuras, es decir, las reacciones a nuestras actividades actuales que darán
sus frutos en el futuro.
4 La ignorancia que hace que alguien olvide a Krishna y piense que él es el disfrutador.
Esta ignorancia es la causa fundamental de todos los problemas.
Si el maestro espiritual iniciador no es lo suficientemente avanzado como para erradicar
estas cuatro etapas del pecado, no se podrá progresar en el servicio devocional. En ese
caso se debe aceptar a un maestro espiritual instructor que sea más avanzado. Orad a
Krishna y a Gurudeva para que os ayuden a resolver vuestras dificultades. Un maestro
espiritual genuino os aconsejará que os refugiéis en vaisnavas avanzados del calibre de
Rüpa Gosvami o Narottama dása Thákura".
Si el maestro espiritual da muestras de tener celos o envidia cuando su discípulo se
asocia con un maestro espiritual instructor más avanzado, o si se opone a los vaisnavas
y a sus enseñanzas, el discípulo debe abandonarlo. A no ser que esto ocurra, no se debe
abandonar al maestro espiritual ni siquiera si se encuentra a un instructor espiritual más
avanzado.
Hoy en día la gente abandona a un maestro espiritual y acepta a otro con la misma
facilidad con la que los actuales matrimonios se divorcian. Pero si queremos tener éxito
en el servicio devocional, debemos ser fieles y constantes. "Aunque me corten en
pedazos, no puedo dejar de cantar Haré Krishna". Nosotros debemos tener esa misma fe
inquebrantable en el santo nombre.
Si tenemos esa clase de fe en el canto, no cambiaremos tan fácilmente de maestro
espiritual, porque si lo hacemos no podremos alcanzar el servicio devocional a Krishna.
Nuestra fe en el maestro espiritual y en sus palabras debe ser auténtica; no fingida.
Si sois sinceros, Krishna os enviará a un buen maestro espiritual que esté capacitado en
todos los sentidos, de modo que debéis orar siempre a Krishna para que os mande a un
maestro espiritual cualificado. Este es el síntoma externo de la fe. Debéis tener una fe
inquebrantable en las palabras del maestro espiritual, de Krishna y de las escrituras. El
Bhagavad-gita nos explica cómo debemos acercarnos a un maestro espiritual.
tat viddhi pranipátena
pariprasnena sevaya
upadeksyanti te jñánam
jñáninas tattva darsinah
"Tan solo intenta aprender la verdad acercándote a un maestro espiritual. Hazle
preguntas sumisamente y sírvelo. Las almas autorrealizadas pueden transmitirte
conocimiento porque ellas han visto la verdad." (Bhagavad-gítá 4.34)
Debernos acercarnos a aquellos que han experimentado esa Verdad Absoluta, la
Suprema Personalidad de Dios, y debemos ofrecerles reverencias (pranáms). ¿Qué
significa pranám? El verdadero pranám no es solo un acto externo. Pranáms significa
que ofrezco todo mi ser con todo mi conocimiento y todo cuanto poseo a los pies de loto
de mi Gurudeva; es decir, me rindo a él por completo. Esto es pranám: "Haré lo que tú
me ordenes que haga."
Debemos servir al maestro espiritual y complacerle, y luego hacerle preguntas de forma
adecuada, es decir, muy humildemente. Debemos examinarlo, porque se requiere un
cierto estándar tanto para el maestro espiritual como para el discípulo. En las escrituras
se dice: tasmád gurum prapadyeta: "Debemos rendirnos a un maestro espiritual que
pueda darnos buenas enseñanzas y sea capaz de disipar todas nuestras dudas." Ese
maestro espiritual nos conducirá a Krishna, pero debe tratarse de un alma
autorrealizada, es decir, alguien que ha abandonado la complacencia de los sentidos y
no persigue objetivos mundanos.
Los síntomas de un maestro espiritual
Cuando veas a un maestro espiritual que todavía busca complacer los sentidos, debes
ofrecer pranám y abandonar su asociación. Y si el maestro espiritual era antes un gran
renunciante y ahora se ha apegado a una mujer y ha abandonado su condición de
renunciante para llevar una vida de casado, debes ofrecerle pranám y abandonarlo para
siempre.
Hay síntomas que revelan si un maestro espiritual es o no apto. De las tres clases de
devotos que existen —neófito, intermedio y elevado— el maestro espiritual iniciador no
debe ser menos que un devoto intermedio. Naturalmente, el devoto elevado es superior
y puede otorgar resultados superiores en el bhakti, pero es difícil encontrar a un maestro
espiritual así en este mundo. En ausencia de ese maestro espiritual extremadamente
avanzado, se puede aceptar al devoto intermedio como maestro espiritual iniciador o
instructor. Esto significa que es necesario conocer los síntomas de un devoto intermedio
antes de aceptar a un maestro espiritual iniciador o instructor. No debéis aceptar a
ninguna persona como maestro espiritual si no muestra esos síntomas; de otro modo
tendréis muchas dificultades en vuestra vida devocional. Si vuestro maestro espiritual
cae, lloraréis amargamente y toda vuestra vida quedará arruinada.
El primer síntoma de un devoto intermedio es:
tasmád gurum prapadyeta
jijñasuh sreya uttamam
sabde pare ca nisnátam
brahmany upasamásrayam
"Si alguien desea realmente alcanzar la verdadera felicidad, debe buscar a un maestro
espiritual genuino y refugiarse en él por medio de la iniciación. La cualificación de un
maestro espiritual radica en que debe haber comprendido las conclusiones de las
escrituras por medio de la deliberación y la lógica, y debe poseer la capacidad de
convencer a otros de esas conclusiones. Esas grandes personas que han dejado a un lado
todas las consideraciones materiales y se han refugiado plenamente en el Señor
Supremo deben ser aceptadas como maestros espirituales genuinos."
(Srimad Bhágavatam 11.3.21)
Cualificarían del maestro espiritual
Un maestro espiritual debe tener todos los síntomas mencionados en ese verso, pero tres
de ellos son especialmente importantes. El primer síntoma es sabde pare ca nisnátam
brahmani: el guru tiene un conocimiento completo de las escrituras. El segundo síntoma
es upasamásrayam: está desapegado de los deseos materiales y está siempre sirviendo a
krishna lleno de felicidad. Si es infeliz y siente que la vida está llena de problemas,
entonces no es un maestro espiritual cualificado.
Haridása Thákura fue golpeado en veintidós plazas hasta que casi acabaron con su vida,
pero él no pensó que aquello fuera un problema. Él siguió cantando Haré Krishna, Haré
Krishna. A Prahláda Mahárája le torturaba su padre, pero él no sentía que tuviera ningún
problema. Suponed que un maestro espiritual se queja de que tiene muchos problemas:
su mujer le engaña, sus hijos le abandonan, no consigue ganar dinero, carece de
facilidades materiales o no tiene un ordenador. Ese supuesto maestro espiritual debe ser
rechazado de inmediato aunque cante Haré Krishna, haya sido iniciado y siga los nueve
procesos del bhakti. El tercer síntoma de un maestro espiritual es que experimenta
krishna-bhakti. Si no posee esta experiencia porque todavía tiene deseos materiales,
caerá de su posición.
Calificaciones de un devoto intermedio
A los niños les gusta estar con sus padres y, sobre todo, con sus madres. ¿Qué hace un
bebé cuando su madre se va? La echa de menos y llora por ella. Aunque por lo general
no nos gusta ser controlados, existe un lugar donde ser controlado resulta tan dulce y
está tan lleno de afecto, que hace que seamos felices. Ser controlado allí por el amor es
tan placentero, que hasta la Suprema Personalidad de Dios lo desea. Todo el mundo
quiere tener amor y afecto, porque la naturaleza de todas las entidades vivientes es ser
felices dando y recibiendo amor y afecto. Somos así porque esa cualidad está presente
en su máxima expresión en el Supremo.
En este mundo no existen el amor ni el afecto. Por eso siempre sufrimos tanto, pero allí
no es como aquí. Allí no existe el nacimiento, la muerte, la vejez, las enfermedades o el
sufrimiento. Aquel es un lugar maravilloso donde no hay nada desagradable ni
desfavorable Allí nadie nos va a mentir ni a engañar. Nadie. Allí no hay abogados ni
nada parecido; no es como aquí. Aquí todo el mundo> quiere poseer y controlar aunque
no haya nada que controlar, allí solo se da. Todo el mundo se acerca a nosotros para
darnos amor y afecto puros.
Todo comienza con el principio fundamental del maestro espiritual. Un discipui0 se
refugia en Gurudeva y Gurudeva lo controla. Cualquier discípulo genuino desea ser
controlado por Gurudeva. ¿Por qué? Porque estar bajo el control de Gurudeva es
delicioso.
Ese control por amor comienza con el servicio a Gurudeva. Un discípulo de todo a
Gurudeva y Gurudeva le da a cambio toda su riqueza trascendental, que es amor y
afecto. Ser controlado es algo sublime. Creed esto y no sintáis temor.
Rendición amorosa
Para saber si tenéis o no fe y saranágati en Gurudeva debéis saber cuáles son los
síntomas de la rendición. Los síntomas de la rendición en un devoto que practica
verdaderamente saranágati son seis:
(1) Acepta todo lo que es favorable para el servicio devocional y
(2) rechaza todo lo que es desfavorable.
(3) Tiene una fe inquebrantable en que Krishna siempre lo protegerá,
(4) lo cuidará y le proveerá de todo cuanto necesite.
(5) Se ha dedicado a Krishna, y
(6) es sumiso y humilde. Estos seis síntomas se manifiestan de forma natural en las
personas que tienen sraddhá, fe, en Gurudeva, en los devotos y en Krishna.
En ese momento comienza la verdadera felicidad. A medida que el devoto avanza hay
un desarrollo natural que parte desde la fe hasta quedar firmemente establecido en el
servicio devocional. Luego llega a la etapa del gusto, el apego trascendental, el éxtasis
amoroso y, finalmente, el amor trascendental pleno prema.
Gurudeva sabe que Krishna le proporciona todo cuanto necesita y mil veces más, y, por
lo tanto, no necesita nuestro servicio. Somos nosotros los que necesitamos servirle a él,
porque a menos que sirvamos a Gurudeva no podremos desarrollar nuestro servicio a
Krishna. Gurudeva acepta nuestro servicio para ayudarnos y porque nosotros deseamos
servirle. Es sumamente gozoso servir a Gurudeva.
Hace poco pregunté a un discípulo:
— ¿Por qué me llevas tú al aeropuerto en tu coche? Podías haber mandado a algún otro.
Cualquiera de esos chicos me habría traído.
—Yo deseaba ser su conductor —respondió mi discípulo.
Si el discípulo obtiene tanta dicha y tanto amor sirviendo a Gurudeva, imaginad lo
gozoso que será servir los pies de loto de krishna en el reino espiritual. El servicio a los
pies de loto de Krishna es amor y afecto en ese plano. Servir a Krishna es la esencia del
amor y el afecto.