Professional Documents
Culture Documents
Origen y nombre
El castellano se originó como un dialecto del latín en las zonas limítrofes entre
Cantabria, Burgos, Álava y La Rioja, provincias del actual norte de España, que recibió
una notable influencia fonológica del Ezquerra arcaico que se hablaba en esta misma
región (artículo principal: Sustrato vasco en lenguas romances), y se convirtió en el
principal idioma popular del Reino de Castilla (el idioma oficial era el latín). De allí su
nombre original de "idioma castellano", en referencia a la zona geográfica donde se
originó.
La otra denominación del idioma, "español", procede del latín medieval Hispaniolus
procedente de la denominación latina de la Península Ibérica "Hispana" o, más bien, de
su forma ultracorrecta Spaniolus (literalmente: "hispanito", "españolito"), a través del
occitano espaignol. Menéndez Pidal ofrece otra explicación etimológica: el clásico
hispanus o hispánicus tomó en latín vulgar el sufijo -one (como en bretón, borgoñón,
sajón, frisón, lapón...) y de *hispanione se pasó en castellano antiguo a español, "luego
disimilando las dos nasales se llegó a español, con la terminación -ol, que no se usa para
significar naciones".
El idioma español siempre tuvo numerosas variantes geolectales que, si bien respetan el
tronco principal latino, tienen diferencias de pronunciación y vocabulario, como sucede
con cualquier otra lengua. A esto hay que agregar el contacto con los idiomas de las
poblaciones nativas de América, como el aimara, chibcha, guaraní, mapudungun, maya,
náhuatl, quechua y taíno, que hicieron también contribuciones al léxico del idioma, no
sólo en sus zonas de influencia, sino en algunos casos en el léxico global.
Variedades sociales del español
Llamamos variedades sociales o diastrásticas a los diversos niveles de la lengua, es
decir, a las diferentes formas de utilizar la lengua por parte de los hablantes, en cuanto
que pertenecen a una clase social determinada o a un nivel cultural que va asociado a
ella. Al hablar de variantes sociales, nos referimos a las variedades de la lengua,
asociadas a grupos (estudiantes, familia, peañas, circulo de amigos, profesiones, hampa),
que determinan el uso específico de un nivel lingüísticos. Una persona puede utilizar
varios niveles en su vida normal: un médico que analiza con su equipo la operación de
un enfermo (nivel jergal), informa a los familiares de la misma (nivel coloquial),
comenta con unos amigos la noticia de un periódico (nivel culto) y hasta puede tener una
discusión caliente por un problema de tráfico (nivel vulgar).
Vamos a analizar las variedades que ofrecen estos dialectos sociales en sus distintos
niveles de lenguaje:
1) LENGUAJE COLOQUIAL (COMÚN) Es el que emplean los hablantes en su vida
cotidiana para comunicarse con los amigos y la familia. Podemos decir que es la
variedad mas utilizada de la lengua. En el lenguaje oral se caracteriza, en general, por ser
espontánea, relajada y expresiva. Aunque respeta la norma comete algunas
incorrecciones. En la variedad escrita es la preferida por los medios de comunicación
porque es correcta y comprensible para la mayoría de los hablantes.
ℜ• Léxico sencillo y familiar
ℜ• Uso de palabras comodín ("cosa", "tema"), muletillas ("¿entiendes?", "entonces")
y frases hechas ("a nivel de", "en base a").
ℜ• Uso de aumentativos ("grandote"), diminutivos (manitas"), interrogaciones
retóricas ("¿ya viniste?"), exclamaciones ("¡Qué lío!")
ℜ• Vocabulario impreciso y limitado
ℜ• Omisión de fonemas finales, apócopes ("cole", “bici”, “bocata”)
ℜ• Frases cortas, sencillas y, a veces, sin terminar ("si yo te contara...").
Algunas de estas palabras van a sobrevivir y se van a españolizar, otras morirán como todo
en la vida. Recordemos que en las lenguas conviven la ley de la convergencia con la de la
divergencia lo que implica sustituciones y desapariciones, frente a lo permanente, lo estable
en el idioma.
No debe asustarnos esta eclosión, el futuro apunta a varios niveles del lenguaje en
informática. Tendremos un vocabulario más especializado y, tal como existe en la vida
cotidiana, otro más privado, más personal que admite caritas, groserías, besos simbolizados
con X y todo lo que la imaginación y la PC permitan. No es cuestión de desanimarse, sino de
seguir observando el comportamiento de este fenómeno y ofrecer las orientaciones válidas
para no permitir que la lengua de Cervantes, Darío y Martí termine como los dinosaurios:
extinguida por los depredadores del idioma.
Nuestra conclusión es que si sigue así el español actual pronto se extinguirán y perderán sus
características fonéticas y léxicas.
Relalizado por:
Jose Luis Pérez López y Juan Ignacio Cáceres 4º A.