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CAPÍTULO I (Desde folio 4 al folio 16)

Del año que se empezó la iglesia con otras noticias curiosas.


Para empezar a emprender esta obra es preciso tomarla mas de antemano, que es
tratar primero las revoluciones y disturbios que hubo en aquellos tiempos que se
procuraba fundamentar este nuevo y suntuoso templo de María, con título de la
Purísima Inmaculada Concepción. Y es que antes había en esta Villa dos templos,
parroquiales ambos, que el nombre del uno era San Estaban, que estaba en el barrio de
arriba, donde sólo ha quedado y se conserva hasta hoy 8 de abril de 1702, una ermita
con el mismo título del Santo; se hace esta advertencia porque puede suceder se arruine
del todo esta ermita, y no haber en adelante ni el nombre donde estaba, pues la longitud
de los años lo darán todo al olvido. La otra parroquia estaba en el barrio de abajo, con
título y nombre de Santiago, donde asimismo se conserva hoy día, mes y año, una
ermita con el mismo título del Santo, y por dicha razón lo menciono mayormente a esta,
pues amenaza mucha ruina su antiguo edificio. En estos tiempos antiguos que se
conservaban estas dos parroquias, tenía esta Villa trescientos vecinos según hasta hoy
ha llegado la voz y fama de unos y otros. Y como los tiempos han hecho muchas vueltas
y mudanzas no solamente esta Villa ha ido en disminución hasta quedar en cien vecinos,
que son los que hoy la habitan, sino es que lo mismo ha ocurrido por todas las ciudades,
villas y lugares de España, que hoy perseveran a la vista de sus descrecimientos, sino
otros muchos lugares que del todo se han despoblado, y así, volviendo al hilo de nuestro
intento, habiendo este lugar ido a tanta disminución determinaron el demoler y arruinar
las dos parroquias referidas de Santiago y San Esteban, de lo cual resultaron grandes
discordias entre ambos barrios sobre cual había de ser deshecha y demolida la primera,
y reduciéndolo a suertes, cayó sobre que se demoliese la primera la parroquia de
Santiago, como en efecto se ejecutó así. Y después de deshecha y demolida, edificaron
en ella la ermita que hoy persevera, para que del todo el mundo no se borrase el nombre
del lugar tan sagrado, siendo el acuerdo y determinación tan justo como a tal sagrado se
debe. Llegaron después de muchos años a advertir al Cabildo de San Esteban y
parroquianos, que por qué no demolían su iglesia, pues ya habían ellos cumplido con
demoler la suya, y alegando el Cabildo y parroquianos de San Esteban algunas razones
que al parecer suyo les asistían para no demolerla, trabaron entre ambos barrios graves
discordias por muy largo tiempo hasta que fueron muriendo poco a poco faltando los
siete beneficiados y medio que en ella había, menos uno que quedó solo, no pudieron
conseguir el demoler dicha iglesia de San Esteban. Y aun se dice la guardaba este
sacerdote, que quedó el último, de noche con espada en blanco porque no se la
demoliesen. Y luego que murió, la deshicieron y pusieron por tierra, y edificaron, en el
mismo sitio, la ermita que hoy persevera de San Esteban. Y después de demolidas
ambas iglesias pusieron el Sancta Sanctorum en la ermita de Santa María, donde estuvo
colocado y se hacían los oficios divinos hasta que nuestra Santa Iglesia llegó a la
perfección de poderse a ella trasladar y celebrar los divinos oficios.
Y aún hoy claramente se muestra haberse en dicha Ermita sepultado muchos
difuntos en unas losas de sepulcros que se muestran al lado de la Epístola. Y por otra
razón se colige haber sustituido esta ermita de Iglesia que es unos escudos y armas que
tiene en la cantería de su portal. Y así mismo conocí yo a persona, que fue Justo
González que decía tenía dicha ermita de Santa María una torrecilla, la cual conoció él,
y por estas razones es verosímil el que hubiese dicha ermita sustituido en parroquia
mucho tiempo.
Y para que, vamos dando principio a nuestra fundación, me valgo ahora de un
cartón que se escribió cuando se fundó la Iglesia, por un escritor muy fidedigno, el cual
instrumento estuvo puesto y fijo en una pared de la Iglesia a vista de todos hasta que se
empezaron las capillas, que por el peligro de consumirse del todo y acabarse se desfijó
de la pared, y se archivó, el cual cartón o pergamino escrito contiene lo siguiente,
traducido al pie de la letra:
TRADUCCIÓN DEL INSTRUMENTO Y FUNDACIÓN DE LA
IGLESIA:
“Año de 1529, día de San Zoilo, que cae a 27 de junio, se comenzó a
edificar esta Santa Iglesia de esta Villa de Villaveta, a honor y gloria de la
Santísima Concepción de la Virgen Santísima Nuestra Señora; este día se
ordenó una solemne procesión alrededor del pueblo, con procesiones y
cruces de las otras iglesias, que eran Santiago y San Esteban, parroquias
de esta Villa.
Vinieron a la dicha iglesia, que ahora es, y pusieron la primera
piedra en el capialzado, que está a la parte de oriente, la cual bendijeron y
pusieron con un cuero de cal virgen, y acabado de asentarla, dieron fresca
fruta y vino a los que presentes estaban, y a los niños de diez años y doce
abajo, a cada uno cinco azotes, a honor de los cinco sentidos, para buena
memoria, y después anduvo la obra con mucha diligencia hasta sacar todos
los cimientos fuera de la tierra, hasta el año de 38, que se dio orden de
bendecir la dicha iglesia, a la cual bendición hizo el obispo de Coria,
natural de la Villa de Sasamón, día de San Pedro, y luego trajeron una
tienda de campo de la fortaleza y palacio de esta Villa, y la armaron en
medio del cuerpo de la iglesia, para celebrar los oficios en ella; y así dijo la
primera misa Martín de Barrios, Beneficiado en Santiago, y el primer
bautismo fue Isabel, hija de Alonso Barrios, y el primero que se veló fue
Hernán Barrios, y el primero que se sepultó fue Juan Barrios, hermanos
todos. Y después anduvo la obra con mucha diligencia hasta el año 49 que
se bendijeron los cimientos y portadas para sepultar niños, la cual bendijo
el obispo de Balba, natural de Lerma. Estos obispos que bendijeron la
dicha iglesia y cimientos otorgaron a todos los que tocaron unas cruces que
señalaron en la portada principal a la mano derecha, en la primera que
señaló el obispo de Coria, cuarenta días de perdón; y en otra que señaló el
obispo de Balba, sesenta días a los que tocasen y adorasen con la memoria
de la Pasión de Nuestro Señor. Y después anduvo la obra con mucha
diligencia y favor del pueblo, hasta ponérsela en tablementos y arcos al
cuerpo de dicha iglesia.
El maestro que dio la traza fue un Rodrigo Gil Montañés, que era
gran maestro; éste la dejó en manos de Pedro de Hinestrosa, montañés.
Éste asistió en la obra toda su vida. Después quedó la obra un Juan de
Hinestrosa, su hijo, hasta que murió; después quedó la obra en Juan de la
Maza, su criado, hasta que murió, y la dejó en arcos y tablamentos, gradas,
y los altares (de pincel). La carpintería cubrió Juan de Riestre, montañés,
que fue muy buen maestro. En esta Villa había dos parroquias distintas la
una de la otra, que eran San Esteban y Santiago, y había grandes
diferencias sobre los Beneficios, por razón de que si no probaban bien el
patrimonio en la parroquia que había bajo el Beneficio, no lo admitían,
aunque fuera hijo de vecino muy calificado. Había en esta Villa trece
Beneficiados: en San Esteban siete y medio; en Santiago cinco y medio. Y
así hubo grandes diferencias sobre la unión de los Beneficios, y así se
acordó de pedir licencia a su Santidad para erigir esta Santa Iglesia en
Hospital-Cofradía que estaba donde está ahora edificada. En Esta cofradía,
eran cofrades todo el pueblo, y celebraba la fiesta de todos los Santos,
donde se gastaban dos bueyes y diez carneros y dos cargas de castañas; el
tiempo que se dio la licencia se acumularon las dos partes de las haciendas
del hospital y cofradías, y la hacienda que tenía Nuestra Señora la Antigua,
a esta iglesia, y Beneficios por mitad, y la otra parte a el hospital y cofradía
de la Concepción, que entonces se fundó.
Habría tanto que decir que no basta mi lengua ni mi memoria para
declararlo, y así, por ser cosa tan digna de hacer memoria de lo atrás
escrito, yo, Juan Gil Esteban, hice escribir esta memoria porque me
acuerdo de todo, y también ver celebrar la cofradía siendo de edad de seis
años, y la planta de la iglesia de ocho años. Donde recibí mis cinco azotes,
que están firmes en mi memoria, y por esta causa me acuerdo de todo lo
dicho, y en realidad de verdad lo firmo de mi nombre, siendo de edad de
sesenta y dos años, porque fui bautizado el día de San Juan Bautista, año de
veintiuno, Juan Gil.”
El maestro que acabó la obra de la torre de esta iglesia se llamaba García de
Arce, por el mes de diciembre año del Señor de mil seiscientos seis; y luego se pusieron
campanas, y el primero que las tocó se llamaba Juan Barrios, y el primero que entró por
los postigos de la puerta nueva fue Felipe Barrios. E yo, el bachiller Alonso Francés Gil,
cura y beneficiado de dicha parroquia y notario por autoridad ordinaria, doy fe.
Concuerda con su original que luego puse en el archivo donde lo saqué, a menos el
contenido entre dos paréntesis por ser preciso ponerlos, y por ser todo ello. Así lo firmo
en dicha Villa de Villaveta, en doce días del mes de abril de este presente año de mil
setecientos y dos años. Alfonso Francés Gil (rubricado).
Nota
Y porque no parezca haber repugnancia y obstar en lo que va dicho entes de la
traducción, y en la misma traducción y contenido del instrumento, digo que no obsta el
decir el instrumento el que se ordenó una procesión con las cruces si bien se atiende,
porque dice eran de las dos Iglesias y si no estuvieran desmolidas antes que se empezara
a fundamentar esta nuestra Parroquia de Nuestra Señora de la Concepción lo uno; y lo
otro no obsta el decirse se resistieron los beneficiados de San Esteban hasta que poco a
poco los fue llamando a junta porque como fueron trece los beneficiados de ambas
Parroquias y después se resumieron los seis beneficios, los irían reintegrando como se
iban muriendo. Ni tampoco obsta el decir que se instituyó la ermita de Santa María en
parroquia y que en el instrumento diga que se dije la primera Misa en la que se fundaba
con una tienda de campo que se trajo de el fuerte; porque celebrar solamente se puede
con necesidad aunque sea un campo raso, y así es verosímil que sólo se celebró aquella
Misa para nombrarla lugar sagrado, y enterrar en ella pobres y niños que si estuvieran
en pie las dos Parroquias antiguas, en ellas los enterraran. Y así respecto de haberse
tardado tanto en el edificio, como fue las edades de tantos maestros, unos en pos de
otros, como del instrumento consta es cierto, sustituyó la ermita de Santa María en
parroquia, que es la que el instrumento llama Nuestra Señora la Antigua y pues ya
tenemos la Iglesia, con arcos y entablamentos, y tejado, y torre, me queda una
advertencia que notar: es que dice el instrumento en pergamino escrito, que los alteres
“estaban como están ahora”; donde se debe entender que estaban como cuando se
escribió aquel cartón, que eran de pincel y algunos cuadros y pedazos de los altares
antiguos, como yo conocí el altar de el nombre de Jesús, que ahora es el del Santo Ecce
Homo: y el Altar Mayor conocí sólo con unos cuadros de pincel, y así dijo mal el que lo
escribió, pues pudo advertir se habían de ir renovando andando los años, como se ha
hecho, como se verá en los capítulos siguientes que adelante trataron de altares. Y
aquella palabra siempre que se lea aunque sea de aquí a milaños, los hace presente.
Y aunque la dicha torre se tardó en hacer algunos años después que se concluyó
la Iglesia, no es de menos lucimiento la dicha torre, que lo demás de la Iglesia como en
ella se muestra, que aún parece que todo ello fue hecho por una misma mano, pues no se
halla distinción; y a mi descurrir fueron influencias de Dios para que el templo de su
Santísima Madre quedase tan perfecto. Y como según tradición fue el sitio una ermita
pequeña de Nuestra Señora de la Concepción junto con un hospital, claro y manifiesto
está el que si había de ser aumento y crecimiento, su santa casa había de ser con grande
exceso, como lo es el templo de María Santísima Señora Nuestra como a la vista se
manifiesta, llevándose el aplauso de cuantos templos florecen en nuestro arzobispados,
y obispados, según la opinión de muchos maestros, peritos en el arte que han visto
muchos templos por diversas partes.
Nota:
Dice más el cartón antiguo: que de la casa fuerte se trajo una tienda de campo a
esta iglesia para decir la primera misa, de donde se infiere que dicha casa fuerte estaba
en pie y habitable, porque si no, no trajeran de ella la tienda de campo, y es así que
según voz y fama se desmolió y destejó la casa fuerte, para poner la teja y madera en el
tejado de esta iglesia.
Esta casa fuerte es la que está hoy demolida por debajo de el lugar junto a la
ermita de San Roque, entre la viña del Concejo, y las eras, que era el Palacio de los
Adelantados de Castilla, y hoy sólo han quedado las paredes y de ellas muchas por
tierra. Sólo hago esta advertencia porque, por providencia del cielo, el que al paso de la
casa de Nuestra Señora ha ido creciendo, ésta otra casa, aunque fuerte, ha ido en
disminución, y en tanto grado que sólo sirve ya de albergue de aves, y así podemos
decir “deposuit potentes de sede” pues se ausentaron de este fuerte los dueños para
siempre, pero la casa fuerte del templo de María, fue levantada por la humildad de sus
devotos, y así ellos concluirán el verso diciendo: “ex estercore erigens pauperum”. Pero
¡qué mucho que el templo de María haya subido y permanezca en tanta altura si es casa
y habitáculo de María, casa de Dios, y la otra es casa del mundo!
Y así mengüe aquella, y crezca ésta a tan sublime grado, que cuando ésta está a
más altura, aquella esté más abatida.
Basten ya los elogios de la casa que la cubre, y vamos a las perlas que por dentro
la adornan, pero antes de tratar de ellas, quiero mostrarte una planta de cómo ha
quedado la Iglesia que sólo es un diseño de los cimientos, paredes y arcos que es en esta
forma:
Bien conozco que no es arte mío el dibujar y trazar pues, por las imperfecciones
que hallará el perito, en el dibujo, conocerá que mi verdad, es manifiesta. Y en sí sólo
hago y he hecho dicha planta, más por mi diversión que por mostrar curiosidad en ella,
que aunque tosca y mal delineada, cualquiera podrá venir en conocimiento que sólo es
la planta de los fundamentos de la iglesia, con división en capillas y arcos cotorales, y
formas que en cuanto al dibujo de capillas, sólo referiré en adelante lo lucido de ellas,
por si acaso, llega este papel a manos de quien no las pueda gozar con la vista.
Y ahora vamos a tratar del año y tiempo en que se hizo la portada mayor, pues
no es menos de alabar que lo demás de la Iglesia como clara y manifiestamente se
muestra a la vista su primor, con los lucientes rayos que la adornan y hermosean.

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