Del año que se empezó la iglesia con otras noticias curiosas.
Para empezar a emprender esta obra es preciso tomarla mas de antemano, que es tratar primero las revoluciones y disturbios que hubo en aquellos tiempos que se procuraba fundamentar este nuevo y suntuoso templo de María, con título de la Purísima Inmaculada Concepción. Y es que antes había en esta Villa dos templos, parroquiales ambos, que el nombre del uno era San Estaban, que estaba en el barrio de arriba, donde sólo ha quedado y se conserva hasta hoy 8 de abril de 1702, una ermita con el mismo título del Santo; se hace esta advertencia porque puede suceder se arruine del todo esta ermita, y no haber en adelante ni el nombre donde estaba, pues la longitud de los años lo darán todo al olvido. La otra parroquia estaba en el barrio de abajo, con título y nombre de Santiago, donde asimismo se conserva hoy día, mes y año, una ermita con el mismo título del Santo, y por dicha razón lo menciono mayormente a esta, pues amenaza mucha ruina su antiguo edificio. En estos tiempos antiguos que se conservaban estas dos parroquias, tenía esta Villa trescientos vecinos según hasta hoy ha llegado la voz y fama de unos y otros. Y como los tiempos han hecho muchas vueltas y mudanzas no solamente esta Villa ha ido en disminución hasta quedar en cien vecinos, que son los que hoy la habitan, sino es que lo mismo ha ocurrido por todas las ciudades, villas y lugares de España, que hoy perseveran a la vista de sus descrecimientos, sino otros muchos lugares que del todo se han despoblado, y así, volviendo al hilo de nuestro intento, habiendo este lugar ido a tanta disminución determinaron el demoler y arruinar las dos parroquias referidas de Santiago y San Esteban, de lo cual resultaron grandes discordias entre ambos barrios sobre cual había de ser deshecha y demolida la primera, y reduciéndolo a suertes, cayó sobre que se demoliese la primera la parroquia de Santiago, como en efecto se ejecutó así. Y después de deshecha y demolida, edificaron en ella la ermita que hoy persevera, para que del todo el mundo no se borrase el nombre del lugar tan sagrado, siendo el acuerdo y determinación tan justo como a tal sagrado se debe. Llegaron después de muchos años a advertir al Cabildo de San Esteban y parroquianos, que por qué no demolían su iglesia, pues ya habían ellos cumplido con demoler la suya, y alegando el Cabildo y parroquianos de San Esteban algunas razones que al parecer suyo les asistían para no demolerla, trabaron entre ambos barrios graves discordias por muy largo tiempo hasta que fueron muriendo poco a poco faltando los siete beneficiados y medio que en ella había, menos uno que quedó solo, no pudieron conseguir el demoler dicha iglesia de San Esteban. Y aun se dice la guardaba este sacerdote, que quedó el último, de noche con espada en blanco porque no se la demoliesen. Y luego que murió, la deshicieron y pusieron por tierra, y edificaron, en el mismo sitio, la ermita que hoy persevera de San Esteban. Y después de demolidas ambas iglesias pusieron el Sancta Sanctorum en la ermita de Santa María, donde estuvo colocado y se hacían los oficios divinos hasta que nuestra Santa Iglesia llegó a la perfección de poderse a ella trasladar y celebrar los divinos oficios. Y aún hoy claramente se muestra haberse en dicha Ermita sepultado muchos difuntos en unas losas de sepulcros que se muestran al lado de la Epístola. Y por otra razón se colige haber sustituido esta ermita de Iglesia que es unos escudos y armas que tiene en la cantería de su portal. Y así mismo conocí yo a persona, que fue Justo González que decía tenía dicha ermita de Santa María una torrecilla, la cual conoció él, y por estas razones es verosímil el que hubiese dicha ermita sustituido en parroquia mucho tiempo. Y para que, vamos dando principio a nuestra fundación, me valgo ahora de un cartón que se escribió cuando se fundó la Iglesia, por un escritor muy fidedigno, el cual instrumento estuvo puesto y fijo en una pared de la Iglesia a vista de todos hasta que se empezaron las capillas, que por el peligro de consumirse del todo y acabarse se desfijó de la pared, y se archivó, el cual cartón o pergamino escrito contiene lo siguiente, traducido al pie de la letra: TRADUCCIÓN DEL INSTRUMENTO Y FUNDACIÓN DE LA IGLESIA: “Año de 1529, día de San Zoilo, que cae a 27 de junio, se comenzó a edificar esta Santa Iglesia de esta Villa de Villaveta, a honor y gloria de la Santísima Concepción de la Virgen Santísima Nuestra Señora; este día se ordenó una solemne procesión alrededor del pueblo, con procesiones y cruces de las otras iglesias, que eran Santiago y San Esteban, parroquias de esta Villa. Vinieron a la dicha iglesia, que ahora es, y pusieron la primera piedra en el capialzado, que está a la parte de oriente, la cual bendijeron y pusieron con un cuero de cal virgen, y acabado de asentarla, dieron fresca fruta y vino a los que presentes estaban, y a los niños de diez años y doce abajo, a cada uno cinco azotes, a honor de los cinco sentidos, para buena memoria, y después anduvo la obra con mucha diligencia hasta sacar todos los cimientos fuera de la tierra, hasta el año de 38, que se dio orden de bendecir la dicha iglesia, a la cual bendición hizo el obispo de Coria, natural de la Villa de Sasamón, día de San Pedro, y luego trajeron una tienda de campo de la fortaleza y palacio de esta Villa, y la armaron en medio del cuerpo de la iglesia, para celebrar los oficios en ella; y así dijo la primera misa Martín de Barrios, Beneficiado en Santiago, y el primer bautismo fue Isabel, hija de Alonso Barrios, y el primero que se veló fue Hernán Barrios, y el primero que se sepultó fue Juan Barrios, hermanos todos. Y después anduvo la obra con mucha diligencia hasta el año 49 que se bendijeron los cimientos y portadas para sepultar niños, la cual bendijo el obispo de Balba, natural de Lerma. Estos obispos que bendijeron la dicha iglesia y cimientos otorgaron a todos los que tocaron unas cruces que señalaron en la portada principal a la mano derecha, en la primera que señaló el obispo de Coria, cuarenta días de perdón; y en otra que señaló el obispo de Balba, sesenta días a los que tocasen y adorasen con la memoria de la Pasión de Nuestro Señor. Y después anduvo la obra con mucha diligencia y favor del pueblo, hasta ponérsela en tablementos y arcos al cuerpo de dicha iglesia. El maestro que dio la traza fue un Rodrigo Gil Montañés, que era gran maestro; éste la dejó en manos de Pedro de Hinestrosa, montañés. Éste asistió en la obra toda su vida. Después quedó la obra un Juan de Hinestrosa, su hijo, hasta que murió; después quedó la obra en Juan de la Maza, su criado, hasta que murió, y la dejó en arcos y tablamentos, gradas, y los altares (de pincel). La carpintería cubrió Juan de Riestre, montañés, que fue muy buen maestro. En esta Villa había dos parroquias distintas la una de la otra, que eran San Esteban y Santiago, y había grandes diferencias sobre los Beneficios, por razón de que si no probaban bien el patrimonio en la parroquia que había bajo el Beneficio, no lo admitían, aunque fuera hijo de vecino muy calificado. Había en esta Villa trece Beneficiados: en San Esteban siete y medio; en Santiago cinco y medio. Y así hubo grandes diferencias sobre la unión de los Beneficios, y así se acordó de pedir licencia a su Santidad para erigir esta Santa Iglesia en Hospital-Cofradía que estaba donde está ahora edificada. En Esta cofradía, eran cofrades todo el pueblo, y celebraba la fiesta de todos los Santos, donde se gastaban dos bueyes y diez carneros y dos cargas de castañas; el tiempo que se dio la licencia se acumularon las dos partes de las haciendas del hospital y cofradías, y la hacienda que tenía Nuestra Señora la Antigua, a esta iglesia, y Beneficios por mitad, y la otra parte a el hospital y cofradía de la Concepción, que entonces se fundó. Habría tanto que decir que no basta mi lengua ni mi memoria para declararlo, y así, por ser cosa tan digna de hacer memoria de lo atrás escrito, yo, Juan Gil Esteban, hice escribir esta memoria porque me acuerdo de todo, y también ver celebrar la cofradía siendo de edad de seis años, y la planta de la iglesia de ocho años. Donde recibí mis cinco azotes, que están firmes en mi memoria, y por esta causa me acuerdo de todo lo dicho, y en realidad de verdad lo firmo de mi nombre, siendo de edad de sesenta y dos años, porque fui bautizado el día de San Juan Bautista, año de veintiuno, Juan Gil.” El maestro que acabó la obra de la torre de esta iglesia se llamaba García de Arce, por el mes de diciembre año del Señor de mil seiscientos seis; y luego se pusieron campanas, y el primero que las tocó se llamaba Juan Barrios, y el primero que entró por los postigos de la puerta nueva fue Felipe Barrios. E yo, el bachiller Alonso Francés Gil, cura y beneficiado de dicha parroquia y notario por autoridad ordinaria, doy fe. Concuerda con su original que luego puse en el archivo donde lo saqué, a menos el contenido entre dos paréntesis por ser preciso ponerlos, y por ser todo ello. Así lo firmo en dicha Villa de Villaveta, en doce días del mes de abril de este presente año de mil setecientos y dos años. Alfonso Francés Gil (rubricado). Nota Y porque no parezca haber repugnancia y obstar en lo que va dicho entes de la traducción, y en la misma traducción y contenido del instrumento, digo que no obsta el decir el instrumento el que se ordenó una procesión con las cruces si bien se atiende, porque dice eran de las dos Iglesias y si no estuvieran desmolidas antes que se empezara a fundamentar esta nuestra Parroquia de Nuestra Señora de la Concepción lo uno; y lo otro no obsta el decirse se resistieron los beneficiados de San Esteban hasta que poco a poco los fue llamando a junta porque como fueron trece los beneficiados de ambas Parroquias y después se resumieron los seis beneficios, los irían reintegrando como se iban muriendo. Ni tampoco obsta el decir que se instituyó la ermita de Santa María en parroquia y que en el instrumento diga que se dije la primera Misa en la que se fundaba con una tienda de campo que se trajo de el fuerte; porque celebrar solamente se puede con necesidad aunque sea un campo raso, y así es verosímil que sólo se celebró aquella Misa para nombrarla lugar sagrado, y enterrar en ella pobres y niños que si estuvieran en pie las dos Parroquias antiguas, en ellas los enterraran. Y así respecto de haberse tardado tanto en el edificio, como fue las edades de tantos maestros, unos en pos de otros, como del instrumento consta es cierto, sustituyó la ermita de Santa María en parroquia, que es la que el instrumento llama Nuestra Señora la Antigua y pues ya tenemos la Iglesia, con arcos y entablamentos, y tejado, y torre, me queda una advertencia que notar: es que dice el instrumento en pergamino escrito, que los alteres “estaban como están ahora”; donde se debe entender que estaban como cuando se escribió aquel cartón, que eran de pincel y algunos cuadros y pedazos de los altares antiguos, como yo conocí el altar de el nombre de Jesús, que ahora es el del Santo Ecce Homo: y el Altar Mayor conocí sólo con unos cuadros de pincel, y así dijo mal el que lo escribió, pues pudo advertir se habían de ir renovando andando los años, como se ha hecho, como se verá en los capítulos siguientes que adelante trataron de altares. Y aquella palabra siempre que se lea aunque sea de aquí a milaños, los hace presente. Y aunque la dicha torre se tardó en hacer algunos años después que se concluyó la Iglesia, no es de menos lucimiento la dicha torre, que lo demás de la Iglesia como en ella se muestra, que aún parece que todo ello fue hecho por una misma mano, pues no se halla distinción; y a mi descurrir fueron influencias de Dios para que el templo de su Santísima Madre quedase tan perfecto. Y como según tradición fue el sitio una ermita pequeña de Nuestra Señora de la Concepción junto con un hospital, claro y manifiesto está el que si había de ser aumento y crecimiento, su santa casa había de ser con grande exceso, como lo es el templo de María Santísima Señora Nuestra como a la vista se manifiesta, llevándose el aplauso de cuantos templos florecen en nuestro arzobispados, y obispados, según la opinión de muchos maestros, peritos en el arte que han visto muchos templos por diversas partes. Nota: Dice más el cartón antiguo: que de la casa fuerte se trajo una tienda de campo a esta iglesia para decir la primera misa, de donde se infiere que dicha casa fuerte estaba en pie y habitable, porque si no, no trajeran de ella la tienda de campo, y es así que según voz y fama se desmolió y destejó la casa fuerte, para poner la teja y madera en el tejado de esta iglesia. Esta casa fuerte es la que está hoy demolida por debajo de el lugar junto a la ermita de San Roque, entre la viña del Concejo, y las eras, que era el Palacio de los Adelantados de Castilla, y hoy sólo han quedado las paredes y de ellas muchas por tierra. Sólo hago esta advertencia porque, por providencia del cielo, el que al paso de la casa de Nuestra Señora ha ido creciendo, ésta otra casa, aunque fuerte, ha ido en disminución, y en tanto grado que sólo sirve ya de albergue de aves, y así podemos decir “deposuit potentes de sede” pues se ausentaron de este fuerte los dueños para siempre, pero la casa fuerte del templo de María, fue levantada por la humildad de sus devotos, y así ellos concluirán el verso diciendo: “ex estercore erigens pauperum”. Pero ¡qué mucho que el templo de María haya subido y permanezca en tanta altura si es casa y habitáculo de María, casa de Dios, y la otra es casa del mundo! Y así mengüe aquella, y crezca ésta a tan sublime grado, que cuando ésta está a más altura, aquella esté más abatida. Basten ya los elogios de la casa que la cubre, y vamos a las perlas que por dentro la adornan, pero antes de tratar de ellas, quiero mostrarte una planta de cómo ha quedado la Iglesia que sólo es un diseño de los cimientos, paredes y arcos que es en esta forma: Bien conozco que no es arte mío el dibujar y trazar pues, por las imperfecciones que hallará el perito, en el dibujo, conocerá que mi verdad, es manifiesta. Y en sí sólo hago y he hecho dicha planta, más por mi diversión que por mostrar curiosidad en ella, que aunque tosca y mal delineada, cualquiera podrá venir en conocimiento que sólo es la planta de los fundamentos de la iglesia, con división en capillas y arcos cotorales, y formas que en cuanto al dibujo de capillas, sólo referiré en adelante lo lucido de ellas, por si acaso, llega este papel a manos de quien no las pueda gozar con la vista. Y ahora vamos a tratar del año y tiempo en que se hizo la portada mayor, pues no es menos de alabar que lo demás de la Iglesia como clara y manifiestamente se muestra a la vista su primor, con los lucientes rayos que la adornan y hermosean.