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SENSIBILIDAD Y EDUCACION DE LOS SENTIDOS

I. Sensibilidad
1.1. Definición
1.2. Conocimiento como perfección vital
1.2.1. Niveles de conocimiento
II. Educación de los sentidos
2.1. Sensibilidad externa
2.1.1. Objetos de los sentidos externos
2.1.2. Naturaleza de los sentidos externos
2.1.2.1. Los sentidos son facultades
2.1.2.2. Los sentidos son potencia pasiva
2.1.2.3. Los sentidos en sí mismos no son ni materiales ni
espirituales
2.1.3. La naturaleza del acto de sentir o sensación
2.1.3.1. La sensación es un fenómeno psíquico
2.1.3.2. La sensación es un acto de conocimiento
2.1.3.3. La sensación es un conocimiento con fundamento
2.1.3.4. La sensación es un conocimiento directo
2.1.4. El cuidado de los sentidos externos
2.1.4.1. Ver y mirar
2.1.4.2. Oír y escuchar

2.2. Sensibilidad interna


2.2.1. Sentido común
2.2.1.1. Funciones
2.2.1.2. Naturaleza del sentido común
2.2.2. Imaginación
2.2.2.1. Naturaleza de la imaginación
2.2.2.2. Tipos o niveles de la imaginación humana
2.2.2.3. La educación de la imaginación
2.2.3. Memoria
2.2.3.1. Objeto
2.2.3.2. Condiciones
2.2.4. Estimativa / cogitativa
2.2.4.1. Elementos en el proceso de la estimativa
2.2.4.2. Funciones de la estimativa
2.2.4.3. Funciones de la cogitativa
2.2.5. Percepción

Sensibilidad

1.1 Definición

Santo Tomas de Aquino toma el vocablo sensibilidad en aceptación mas

restringida (sensibilitas = facultad de sentir) significando con el la facultad apetitiva

sensitiva, sensibilidad en sentido que se divide en concupiscible e irascible. La

primera se dirige a lo sensitivamente agradable, la segunda útil para el individuo a la

especie; esto no parece inmediatamente como agradable a los sentidos y todo es

asequible superando una resistencia. Los movimientos y las pasiones se agregan así

a la sensibilidad como estados afectivos del sujeto que apetece. Las emociones del

apetito concupiscible son: odio, amor, deseo, aversión, gozo, tristeza; y las del

apetito irascible, esperanza, desesperación, audacia, temor, ira. (Brugger, 1998)

Con todo según Santo Tomas la sensibilidad en sentido incluye no solo la

facultad sensitiva externa e interna sino también la facultad apetitiva que las

acompaña en sentido ético la sensibilidad designa la emotividad o disposición del

placer no suficiente controlados por la persona.


Según Yepes(2003) “ por sensibilidad llevamos a cabo el conocimiento sensible

y esta compuesta por los sentidos externos y los internos. La vida sensitiva se

caracteriza por estar regida por el conocimiento y el apetito de lo real concreto”.

La manera real de estar <<en>> y <<con>> la realidad, de <<estar en el

mundo>>, es lo que llamamos sensibilidad; gracias a ella me encuentro y encuentro

las cosas que están conmigo. Esa sensibilidad es primeramente transparencia

<<a través>> de mi cuerpo estoy en y con las demás cosas, en y con él en la medida

en que es también una cosa. En cuanto cosa, el cuerpo es <<opaco>>; en cuanto

cuerpo sensible, es un medio <<transparente >> que me inserta en el mundo. (María,

1982).

Esa transparencia general que nos permite insertarnos en el mundo y estar en él,

resultante de la intersección de la estructura del mundo con la del cuerpo humano,

tiene una pluralidad de dimensiones. La sensibilidad se articula en sentidos y estos

descubren y manifiestan aspectos del mundo; o bien tropiezan con puntos en que su

realidad no se hace patente, en otras palabras revelan su parcial opacidad, en forma

de resistencia.

1.2 Conocimiento como perfección vital

Conocer es el modo mas intenso de vivir. Cuando se conoce algo, se vive mucho

mas, porque el poseerse lo que se conoce se “dilata” el propio vivir, se es más “vivir

conociendo es vivir mucho mas”, y se conoce porque a nuestro principio activo (el

alma) le <<sobra>> actividad y fuerza, de modo que no se limita e informa al

cuerpo, sino que es capaz de abrirse a otra realidades sin perder por ello la
formalización que se realiza en el cuerpo: <<los sentidos reciben la forma sensible

de las cosas sin recibir su materia>>. Yepes (2003)

Llano (1998), define que “conocer es una posesión inmaterial de la forma de otra

cosa sin perder por ello la propia forma y sin afectar a la forma de lo conocido, esta

apropiación se llama intencionalidad” (la intencionalidad no sólo puede referirse a

las tendencias o a la voluntad (la intención es un acto de la voluntad)).

García (2003), toma al conocimiento como una perfección vital ya que el

conocimiento añade al ser vivo una perfección mayor, en esta primera

aproximación, se puede decir que conocer es una relación entre un sujeto que

conoce y una realidad que es conocida.

Cabe también lo que se llama intencionalidad cognoscitiva: el sujeto

<<asimila>> lo conocido pero continúa siendo sujeto y lo conocido sigue siendo tal

como era anteriormente. “lo propio del conocimiento es la permanencia del sujeto y

el respeto de la alteridad de lo conocido. Por eso se dice que la asimilación

cognoscitiva es inmaterial e intencional.

Entonces si asimilo lo ajeno, pero sin su materia ¿Qué se toma de lo conocido?,

según la teoría aristotélica del conocimiento tomo tan solo la <<forma>>.

Se puede concluir, por consiguiente, que conocer es poseer de modo inmaterial o

intencional una forma ajena. De la forma se puede decir que es el principio

intrínseco de unidad y actividad y aquello por lo que algo es lo que es. En otros

términos, la forma es el principio estructurador u organizador de la materia que hace

que una cosa sea lo que es, y no otra realidad distinta.


Todos los seres poseen una determinada forma, un determinado modo de ser.

Este modo de ser se refiere tanto al nivel esencial como al accidental, dando lugar a

una doble modalidad de formas.

Forma sustancial. Los seres materiales tiene de modo natural la

forma gracias a la cual cada ser es lo es y no otra cosas distinta.

Forma accidental. Se trata de un modo de ser que puede variar

porque no afecta esencialmente al ser de la cosa.

1.2.1 Niveles del conocimiento humano

1.2.1.1Conocimiento sensible

Llamado también conocimiento sensitivo, que tiene por objeto

al aspecto particular y sensible de las cosas materiales, es decir, que lo

denominaremos <<imagen>> sensible. García (2003).

El conocimiento sensible solo es posible si se da una apertura

de las facultades cognoscitivas a través de un medio físico y del

propio órgano. Córdova (2000).

Las facultades cognoscitivas tienen capacidad de actualizarse

con el objeto, y por su parte la realidad es cognoscible, tiene

posibilidad de ser conocida.

Si las facultades cognoscitivas no pudieran <<hacerse>> el objeto, no

se podría conocer tampoco si la realidad fuera <<cerrada>>,

incognoscible. Solo así es posible la gran apertura a la realidad que

ofrece el conocimiento, aun en este nivel básico que es el sensible.

1.2.1.2 Conocimiento intelectual


Que es el específico del hombre, y tiene por objeto el aspecto esencial

y universal de las cosas materiales, esto es, la idea o concepto. García

(2003)

Tomas de Aquino al referirse al conocimiento intelectual afirma que

<<en el acto de entender, el entendimiento y lo inteligible son una

misma cosa, como en el sentir son una misma cosa el sentido y lo

sensible>>.

Educación de los sentidos

2.1. Sensibilidad externa

2.1.1. Objeto de los sentidos externos

Para clasificar los diversos aspectos de lo físico que los sentidos

captan, Aristóteles estableció una división entre lo que llamo sensibles

propios y sensibles comunes.

2.1.1.1. Sensibles propios

Aquel aspecto de lo físico, cualidad sensible que puede ser

captada por un sentido y nada mas que por él; así, el sensible

propio de la vista es el color, del oído es el sonido, del gusto es el

sabor, del olfato es el olor, del tacto es la textura. Córdova (2000)

Mediante el sensible propio pueden captarse otras

cualidades sensibles como el tamaño, la figura, etc.

2.1.1.2. Sensibles comunes

Son cualidades que también pueden ser captadas por los

sensibles propios y pueden captarse por más de un sentido,

Aristóteles las denomino sensibles comunes y concluyó que eran

cinco: movimiento, reposo, número, figura y magnitud.


Al conjunto de los sensibles propios y los sensibles comunes se

denominó, en la tradición aristotélica medieval, tanto árabe como

cristiana, sensibles per se y se llamo sensible per accidens a aquellas

realidades que no son sentidas por sí mismas sino precisamente en sus

accidentes.

2.1.2. Naturaleza de los sentidos externos

La división de los sentidos externos de dan en cinco: vista, oído, tacto,

gusto y olfato

2.1.2.1. Los sentidos son facultades

Un ser vivo dotado de sensibilidad reacciona cuando esta ante

estímulos físicos, sus facultades pasan a acto ante la presencia de tales

estímulos.

Las facultades no son substancias separadas que existan por sí

mismas, son, como decíamos, potencias del alma, principios próximos

de operaciones. Córdova (2000).

Verneaux (1988), define que “una facultad no es un ser, y aún menos

una substancia, pues no tiene existencia propia”.

2.1.2.2. Los sentidos son potencia pasiva

Al decir que los sentidos son potencia pasiva, no se refiere que es

puramente pasivo, pues este es un poder de actuar, ya que la

sensibilidad esta dotada de cierta actividad, puesto que conoces. Pero

el sentido solamente entra en actividad y pasa al acto si es motivo.

Verneaux (1988)

2.1.2.3. Los sentidos en si mismos, no son ni material ni espiritual


No es puramente material, corporal, no se reduce al órgano. En

efecto, si el órgano no está animado, a pesar de ser excitado, no

proporcionara sensación. Si bien los sentidos no pueden reducirse a su

soporte orgánico, ya que hay ahí una << presencia >> del alma del ser

vivo; y aún siendo las operaciones sensibles de índole no material, no

por ser inmateriales y por esto van a ser espirituales.

Pero sabemos que si bien lo espiritual es inmaterial no todo lo

inmaterial es espiritual. Las operaciones sensibles son inmateriales,

pero de ahí no se sigue que sean espirituales porque dependen del

órgano, tienen una base corpórea aún cuando no se reducen a él.

2.1.3. Naturaleza de los actos de sentir o sensación

2.1.3.1. La sensación es un fenómeno psíquico

La sensación es un acto espontáneo en cuanto a su origen e

inmanente en cuanto a su término. Es pues, un acto vital, o psíquico en su

sentido amplio. Además, si es un acto de conocimiento, como vamos a

demostrar, es inmaterial, porque el conocimiento en general no es posible

si no esta separado de la materia.

2.1.3.2. La sensación es un acto de conocimiento

La sensación es un conocimiento, que revela algo, digamos un

aspecto de la naturaleza del objeto. Si bien la sensación tiene una

dimensión biológica; sin embargo, no se reduce a ella sino que en cierto

conocimiento inmaterial e inmanente en el cual el sentido posee un objeto

intencional.

2.1.3.3. La sensación es un conocimiento con fundamento


Si bien la sensación tiene una dimensión biológica, sin

embargo, no se reduce a ella sino que es un cierto conocimiento inmaterial

e inmanente en el cual el sentido posee un objeto intencional.

2.1.3.4. La sensación es un conocimiento directo

Es decir que la sensación en cuanto tal se produce sin mediación.

La sensación es inmediata, para darse por precisa de un momento

reflexivo, un razonamiento. En conclusión podemos decir que los sentidos

son puestos en acto a través de un objeto exterior, el cual especifica al

sentido.

2.1.4. El cuidado de los sentidos externos

Es importante recordar también que los actos son inmanentes.

Córdova (2000) argumenta que la sensación es un acto inmanente que

afecta y permanece en el sujeto, lo cual reviste especial importancia en el

ser humano; los actos cognoscitivos que se ejercen a través de los sentidos

de inciden en sus facultades configurándolas, en definitiva recaen en su

principio remoto que es su alma, facilitándole o dificultándole sus

operaciones propiamente espirituales.

2.1.4.1. Ver y mirar

Córdova (2000), establece una diferencia entre el ver y el mirar.

Ver es simplemente ejercer el acto de la visión, el ver supone

simplemente una cierta maduración orgánica y especialmente una

organización de los diferentes elementos captados visualmente por parte de

los sentidos internos.

Sin embargo, el mirar es más que el simple ver, es ver con detenimiento,

fijar libremente la vista en aquello que queremos detenernos.


La mirada humana es reveladora, a través de ella podemos captar el nivel

de vitalidad de las diferentes personas. La mirada humana es una

maravilla, nos hace asequible la realidad, nos proporciona una apasionante

apertura a la realidad.

2.1.4.2. Oír y escuchar

Oír a diferencia del escuchar en que es el simple acto por el cual se

capta un sonido; en cambio al escuchar supone la captación auditiva de

una unidad de significado y especialmente requiere de la atención, lo cual,

de modo semejante a lo que ocurrirá con la vista, supone una cierta

dirección por parte del sujeto. Córdova (2000).

Es de gran importancia saber escuchar, aprender a oír con atención,

contando con criterios sobre aquello que vale la pena escuchar y sobre lo

cual es mejor no prestar atención; todo esto se refiere al desarrollo integral

del ser humano y en especial al mejor despliegue de sus facultades

espirituales, como son la inteligencia y la voluntad.

No olvidemos que la actividad espiritual del ser humano se desarrolla

mejor si se ejerce un dominio sobre la sensibilidad, empezando por la

actividad de los sentidos externos.

En el ser humano, el escuchar muchas veces va unido con el

ejercicio del lenguaje, con el hablar, por lo que a veces hay que hacérselo

ver a las personas: eso que estas diciendo me, ¿me ayuda a mejorar a mi o

a ti mismo?, si son mentiras, murmuraciones, falsedades, u otra cosas que

no nos ayudan ni a quien lo dice ni a quien lo escucha, entonces es mejor

evitarlos.

2.2. Sensibilidad interna


García (2003) da la clásica distinción entre sentidos externos e

internos se basa en la diferencia de objetos de cada uno de ellos: los sentidos

externos captan lo exterior mientras que los sentidos internos tienes por

objeto las sensaciones que les presentan los sentidos externos.

Por lo tanto no se denominan sentidos externos en virtud de que

esten en la superficie de nuestro cuerpo, lo cual es falso, porque también

tenemos sentido del tacto en el estómago, sino en virtud de que objetivan lo

exterior, es decir, la realidad física. Los sentidos internos tampoco se llaman

internos por estar en el interior de nuestro organismo, sino en virtud de que

objetivan a partir de los objetos de los sentidos externos.

Según Córdova (2000), los sentidos internos como aquellas

facultades del alma capaces de representar las imágenes sensibles sin que el

objeto este presente, ya que posee especies retenidas.

Según la clasificación clásica los sentidos internos son cuatro: tres de

ellos son fundamentalmente cognoscitivo: el sentido común, la imaginación

y la memoria. El otro sentido aunque es cognoscitivo es también valorativo

y se llama estimativa en los animales y cogitativa en los seres humanos.

2.2.1. Sentido común

Todas las sensaciones requieren ser unificadas para

hacer posible la identificación de las realidades

aprendidas. Y la facultad que lleva a cabo esta integración

es llamada en la tradición aristotélica sentido común o

también sensorio común.

Según Santo Tomas el sentido común es un sentido

interno, una función del conocimiento sensible.

2.2.1.1. Funciones
Distinguir y unir cualidades sensibles

diferentes, de orden diferente, como un color y un

sabor.

Saber que sentimos, por ello se le puede

llamar conciencia sensible.

2.2.1.2. Naturaleza del sentido común

Es el centro, o la raíz, o el principio de la

sensibilidad; de ella procede la aptitud para sentir de

los cinco sentidos externos y en ella se terminan las

impresiones que reciben de sus objetos.

Verneaux (1988) aclara que tampoco es una función

intelectual, pues su objeto no es abstracto; es una

función sensible, porque tiene por objeto este

fenómeno concreto que es la sensación de un objeto

determinado.

Por ello el sentido común no resultaría mal

designado con el nombre de conciencia sensible, (no

existen sensaciones inconscientes).

2.2.2. Imaginación

2.2.2.1. Naturaleza de la imaginación

La actividad imaginativa consiste en volver a

hacerse presente un objeto concreto, sensible,

captado inicialmente por los sentidos externos. A

través de estos se vuelve a hacer presente esa imagen


de manera que la imagen representada no es la

presentación directa de la realidad, sino la

presentación de un objeto real, cuando éste se

encuentra ausente.

2.2.2.2. Tipos de nivel de la imaginación

.Imaginación eidética, consiste en reproducir

solo imágenes, aisladas, sin establecer relaciones

entre ellas. En este nivel, las imágenes no están

organizadas y como tales se representan.

.Imaginación proporcional, se caracteriza por

presentar un incipiente nivel de organización de las

imágenes. Por medio de la imaginación se pueden

establecer relaciones entre las imágenes. Así, se

pueden establecer varias relaciones de asociación:

comparación, diferenciación, semejanza, con lo cual

establece una cierta proporcionalidad.

.Imaginación reproductiva, en este nivel la

imaginación es capaz de representarse figuras en el

espacio y continuidad en el tiempo, captados

imaginativamente suponen un imaginación de alto

nivel, ya que su medida es interna a ellos mismos.

.Imaginación simbólica, es la que pone en

relación un símbolo un signo con aquello que

representa.

2.2.2.3. Educación de la imaginación


La educación de la imaginación se justifica

en cuanto que es una facultad perfeccionable

intrínsecamente, es decir que en este caso no solo

cabe una conducción, una dirección desde fuera de

la facultad, sino una perfección de la facultad

misma.

Si se educa la imaginación esta puede

desarrollarse y con ello se posibilita una actividad

intelectual muy potente. En cambio, si la

imaginación esta desordenada es muy difícil avanzar

en el campo intelectual.

Por otra parte, el dominio de la imaginación

es indispensable para progresar en el conocimiento

intelectual. Córdova (2000).

Por eso es importante ir adquiriendo los

niveles superiores de la actividad imaginativa, ya

que si la empleamos bien podemos llegar a

componer situaciones que sean útiles o beneficiosas

para los demás, tratando de dar una respuesta

imaginativa a cada situación difícil.

2.2.3. Memoria

Mediante la conservación de las valoraciones de la

estimativa el ser vivo adquiere experiencia sobre las cosas

singulares externas y sobre cómo comportarse frente a ellas;


esta adquisición de experiencia se hace posible gracias a la

memoria.

Pero la memoria no sólo conserva las valoraciones

de la estimativa sino también los actos del viviente, es decir,

retiene la sucesión temporal del propio vivir, de las propias

percepciones, pensamientos; en otras palabras conserva el

tiempo interior, esto es la actividad interior vivida. García

(2003).

2.2.3.1. Objeto de la memoria

La memoria la supone, y podemos llamar memoria,

al sentido amplio, a la facultad de conservar y de la

reproducir imágenes. Pero lo que especifica ala memoria es

su objeto formal, a saber: el pasado. Es el conocimiento del

pasado como tal.

Su acto propio es, pues el reconocimiento de los

recuerdos, o el recuerdo como tal, es decir una imagen en

cuanto es referida al pasado.

2.2.3.2. Condiciones

La memoria supone solamente la percepción

concreta de la duración interior. Es lo que se llama tiempo

propio o subjetivo, por oposición al tiempo objetivo y

social. Pero el tiempo subjetivo es tan real o incluso mas

que el tiempo objetivo.

2.2.4. Estimativa / cogitativa


Su objeto es la utilidad o la nocividad de las cosas percibidas.

En el animal es un elemento del conocimiento que esta implicado

en el instinto. La estimativa es el sentido que juzga de modo

espontáneo e inmediato sobre la bondad o maldad de los objetos y

sobre su utilidad practica.

Aunque es una facultad cognoscitiva tiene una dimensión

tendencial porque está muy relacionado con un apetito natural

sensible, aunque puede ser perfeccionado por la inteligencia. Si

esta reservada al instinto animal se denomina estimativa, si sw

refiere al hombre se llama cogitativa porque ésta perfeccionada

por la razón.

2.2.4.1. Elementos en el proceso de la estimativa

Córdova (2000) distingue tres elementos en el

proceso de la estimativa o cognitiva.

.La comparecencia de los contenidos formales o

unidades de significación, los cuales vienen dados

básicamente por los sentidos externos (sentido común,

memoria, por la imaginación).

. La valoración de la realidad, a través de

información recibida; esta valoración (considerada como

aquella realidad nociva), relaciona la realidad externa con la

propia realidad vital del sujeto.

. La huida o acercamiento hacia aquella realidad, es

decir que la valoración pone en actividad las potencias

motoras del sujeto.


Debido a estos tres elementos se puede considerar que la

estimativa o cogitativa es la que sirve de punto de partida

para las tendencias y sentimientos del ser vivo.

2.2.4.2. Funciones de la estimativa

Es una función de conocimiento: su objeto es la

utilidad o la nocividad de las cosas percibidas. La

estimativa supone sin duda la percepción de un objeto, pero

también la imaginación de otras cosas nos da, a saber: el

efecto, la acción futura de la cosa percibida.

2.2.4.3. Funciones de la cogitativa

Es la misma función, pero considerada en el hombre,

pero porque darle un nombre distinto: porque el hombre es

inteligente, y su inteligencia influye sobre el juego de sus

instintos; los perfecciona de modo que, aunque sean aún

instintos, no son ya instintos animales, sino instintos

humanos. Verneaux (1988).

2.2.5. Percepción

García (2003),define a la percepción como el

resultado de la operación de los sentidos internos es la

percepción sensible, donde el objeto se presenta de modo

unificado , con una información acerca del valor concreto

de lo percibido para el sujeto, así como una primera

conciencia sensible.

De esta manera se podría decir que la percepción se

encuentra a medio camino entre la sensación de los sentidos


externos y la conceptualización abstracta propia de la

inteligencia.

BIBLIOGRAFÍA

Castillo, G. (2000). Hacia el conocimiento de uno mismo: apuntes de antropología

filosófica. Piura: universidad de Piura.

Choza, J. (1988). Manual de antropología filosófica. Madrid: Rialp.

Choza, J. y Arregui, J. (2002). Filosofía del hombre: una antropología de la intimidad.

Madrid: Rialp.

Garcia, J. (2003). Antropología filosófica: una introducción a la filosofía del hombre (2ª

ed.). España: Eunsa.

Marías, J. (1982). Antropología metafísica: ensayos. Madrid: revista de occidente.

Sellés, J. (2006). Antropología para inconformes: una antropología abierta al futuro.

España: Rialp.

Verneaux, R. (1988). Filosofía del hombre: curso de filosofía tomista. Barcelona:

Herder.
Verneaux, R. (1989). Epistemología general o crítica del conocimiento (3ª ed.).

Barcelona: herder.

Vicente, J. y Choza, J. (1992). Filosofía del Hombre: Una Antropología de la

Intimidad.Madrid: rialp,

Yepes, R. y Aranguren, J. (2003). Fundamentos de antropología: unidad de la

excelencia humana (6ª ed.). España: universidad de navarra.

Apéndice

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