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Página/12 (23 de octubre de 2006)

Guerra declarada en el Riachuelo


El plan oficial de saneamiento de la cuenca Matanza-Riachuelo estableció la erradicación de diez empresas químicas
del Docke, por el riesgo que representan. Pero al menos dos ya anunciaron que resistirán la decisión. Ambas operan
en terrenos de la provincia.
Por Pedro Lipcovich
Se inició el primer round en el combate por el saneamiento del Riachuelo: por lo menos dos
de las diez empresas de almacenamiento químico de Dock Sud, cuya relocalización dispuso la
Secretaría de Ambiente de la Nación, se niegan a ser trasladadas. Estas firmas operan en
terrenos propiedad de la provincia de Buenos Aires, cedidos mediante permisos de uso
revocables. La Secretaría explica que el almacenamiento de sustancias químicas en sitios
vecinos a empresas petroleras “implica el riesgo de un Chernobyl” y, de acuerdo con el
gobierno bonaerense y el municipio de Avellaneda, definió un Plan de Acción que implica
relocalizar las “quimiqueras” en un plazo que vence en julio del 2007. El plan ofrece
facilidades para ubicar las empresas en puertos donde no planteen riesgo ambiental y
promete ayuda para resolver la situación laboral de sus empleados (no serían más de 60 o
70); lo que no incluye son aportes económicos del Estado a las empresas. Las dos que se
niegan anunciaron que “acudiremos a la Justicia y pediremos una audiencia con el presidente
de la Nación”.
En paralelo con el conflicto de fondo, se suscitó otro que Florencia Roitstein –subsecretaria de Desarrollo
Sustentable de la Nación– consideró “simbólico” y narró así: “El miércoles 11, fuimos a recorrer la zona
de Dock Sud; íbamos en un auto sin identificación de la Secretaría: ante la terminal de la empresa
Tagsa, la calle estaba obstruida por una valla que no permitía pasar. Estaban impidiendo el paso en la vía
pública, algo increíble. Había personal de seguridad de Tagsa que nos patoteó: nos sacaban fotos, nos
tiraban un camión encima del auto para que nos corriéramos. Nosotros llamamos a escribanos para que
dejaran constancia de los hechos. Después, ellos retiraron las barreras”. Roitstein consideró lo sucedido
como “un hecho simbólico de la impunidad con que estas empresas vienen actuando en Dock Sud;
hacen lo que quieren”. Luego, la empresa bloqueó nuevamente la calle, ante lo cual, según una fuente
de la Secretaría de Ambiente, “la Prefectura hizo una denuncia penal por usurpación del espacio público”.
Más allá de todo simbolismo, “unas mil familias viven en el polo petroquímico de Dock Sur, que
consideramos como zona en emergencia – destacó Roitstein–: en ninguna parte del mundo hay
depósitos de sustancias químicas al lado de plantas petroleras. El mayor peligro es el de una explosión,
que sería una especie de Chernobyl. El riesgo no proviene sólo de las sustancias químicas sino de que es
una zona de muy difícil acceso para el socorro y la evacuación. Por eso no hay otra posibilidad que
relocalizar”.
Hay dos hechos que debieran facilitar el traslado de los depósitos de productos químicos: “A diferencia
de las empresas petroleras de Dock Sud, que dan empleo a muchas personas y que son propietarias de
los terrenos donde operan, las diez ‘quimiqueras’ dan trabajo a sólo unas 60 o 70 empleados, y los
terrenos donde actúan son propiedad del Estado provincial. Estas empresas sólo tienen permisos de uso,
la mayoría vencidos o renovados automáticamente, que son revocables sin aviso por la autoridad de
puerto, dependiente del Ministerio de Producción de la provincia de Buenos Aires. Esta situación precaria
les ha permitido a contar con puertos propios a orillas del río mediante una inversión mínima, que
además en algunos casos ni siquiera cumplen”, contó la subsecretaria.
La Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, el gobierno de la provincia de Buenos
Aires y el municipio de Avellaneda acordaron el Plan de Acción Conjunta para la Adecuación Ambiental
del Polo Petroquímico Dock Sud, que requiere “la erradicación de la actividad que desarrollan las
empresas químicas” y su “relocalización dentro del territorio de la provincia de Buenos Aires”, con
“reconversión tecnológica a las mejores prácticas de almacenamiento y distribución en el nuevo sitio”. El
Plan también ofrece “asistencia técnica a las empresas, durante la relocalización y conversión”. Roitstein
explicó que “las ayudaremos a encontrar otros lugares para localizarse y a acelerar los procedimientos
de autorización en los puertos”, pero subrayó que “la inversión necesaria para estos traslados
corresponde a las empresas: el Estado no se hará cargo de ningún aporte. Sí nos hemos ocupado de
garantizar a los empleados que no se quedarán sin fuentes de trabajo”. Y señaló que “esto no es
negociable. Hemos invitado a las empresas a presentar sus propios proyectos para que la relocalización
sea lo menos traumática”.
Las diez “quimiqueras” son: Tagsa, Orvol, Solvay Indupa, Antivari, Pamsa, Materia Hermanos, VDB,
Seatank, Tenaco y Dow Química. Según Roitstein, “Dow Chemical manifestó su disposición a irse, ya
tenían pensado hacerlo; con otras siete estamos trabajando y la mayoría ya presentaron borradores de
planes de relocalización. Pero hay dos que se niegan a retirarse: Tagsa, que es noruega, y Orvol,
argentina”.
Según datos aportados por Débora Giorgi, ministra de Producción bonaerense, “la firma Orvol tiene
fijado un canon de 6816 pesos mensuales por un predio de 13.200 metros cuadrados, y acumuló una
deuda de 105 mil pesos. Tagsa tiene permiso sobre un predio de 77 mil metros cuadrados y acumuló
una deuda de 171 mil pesos. Los demás depósitos químicos de Dock Sud no registran deuda”.
Clarín (30 de agosto de 2006)

Según Greenpeace, América Latina está en la mira de la


expansión de la industria papelera
El índice de consumo de papel en el mundo se duplicó, las papeleras buscan instalarse
en el cono sur y crece la preocupación de los ambientalistas por el riesgo ambiental:
consumo de agua y energía, demanda de tierras para plantaciones y descargas
contaminantes.

Mientras especialistas del gobierno y la en los últimos 15 años se han ido definiendo
Asamblea Ambiental de Gualeguaychú trabajan regiones claramente consumidoras de papel y
en la redacción del memorial para presentar en pulpa celulosa, por un lado, y regiones que se
la Corte Internacional de Justicia de La Haya, perfilan como grandes productoras de pulpa
hoy Greenpeace Argentina realiza la celulosa, por el otro. La división entre centros de
presentación de su informe "La escalada de la consumo y de producción ha motivado que la
celulosa en la región: industria sucia o industria de la celulosa se radique en aquellas
producción limpia". El diagnóstico de la ONG zonas que presentan las mejores condiciones
subraya el desequilibrio entre regiones: ahora climáticas y económicas"
Sudamérica se perfila como gran Los índices de crecimiento en el consumo de
productora de pasta celulosa para proveer productos papeleros preocupan a los
a los grandes centros del consumo de papel ambientalistas. "Este aumento convierte la
en el mundo desarrollado. El objetivo de la industria de la celulosa en voraz, devastadora de
iniciativa es estabilizar el consumo global de los recursos naturales, tanto por su alto
papel y limitar la expansión de la industria de la consumo de agua y energía –entre otros
celulosa, detener la enorme demanda y recursos– como por la elevada demanda de
promover los criterios de Greenpeace para hacer tierras para plantaciones, su presión sobre áreas
de la industria del papel una actividad de bosques nativos y sus descargas
sustentable. contaminantes. Conforme a los parámetros de
"En el mediano plazo esperamos que nuestras crecimiento en Argentina y Uruguay, una
recomendaciones sean incorporadas en los producción anual de 300.000 toneladas necesita
proyectos de ley que ya están en el Congreso, de unas 48.000 hectáreas de plantaciones de
también estipulamos plazos para realizar eucalipto y 70.000 hectáreas de pino, y genera
cambios de fácil verificación, claro que esto descargas líquidas en un promedio de 9 a 15
merece el debate profundo de parte de los millones de m3". Si el estimado para 2025 es de
distintos actores. Esa es la idea: abrir el 566 millones de toneladas, es de prever que el
debate", dice Paula Brufman, coordinadora de la impacto ambiental se duplique.
campaña contra la contaminación de Señala el informe que, debido a las condiciones
Greenpeace. "Invitamos a la presentación del favorables, Sudamérica es la región prioritaria
informe a todos los actores involucrados: para la expansión de las productoras de
políticos, legisladores, inversores, empresarios, celulosa. "Concebidas a una escala mucho mayor
cámaras industriales de la Argentina y Uruguay, que las asentadas en el hemisferio Norte,
integrantes de la asamblea. Esperamos transitar procuran minimizar costos por medio de grandes
un camino de trabajo público con este informe y explotaciones forestales y de celulosa.
ver cómo detener el avance de una industria Evidentemente, la gran escala reduce costos,
sucia". pero también añade riesgos; no sólo por los
La llegada de las papeleras que desataron el potenciales impactos sobre las grandes
conflicto en Gualeguaychú forma parte de una extensiones de monocultivos necesarios, sino
tendencia global, que encuentra en Sudamérica por concentrar grandes cantidades de efluentes
el lugar propicio para la expansión. "El índice de en un mismo sitio". Del 9 por ciento de la
consumo de papel en el mundo ha venido producción global en 2005, se prevé que
ascendiendo a niveles extraordinarios, y se Latinoamérica expanda su producción al 25
estima que tal incremento continuará en las por ciento para 2010.
próximas décadas. A comienzos del siglo XXI el "En particular, en Argentina no se verifica
consumo global de papel se calculaba en 300 una ampliación importante de la capacidad
millones de toneladas anuales; en el 2005 esa productiva de celulosa para antes de 2010;
cifra había aumentado a 366; y se estima que las ampliaciones serán motorizadas
para el año 2020 alcanzará los 566 principalmente por el crecimiento del mercado
millones", plantea el informe. Tradicionalmente, interno y en menor medida por las
los grandes consumidores eran también los exportaciones", dice el informe. "Considerando
grandes productores de celulosa. Sin embargo, la llegada de capitales chilenos en los últimos
años y el potencial existente, es de esperar que
hasta el 2010 la actividad se centre en ampliar
la superficie de plantaciones, y sólo a partir de
ese año se procure la radicación de plantas de
fabricación de celulosa destinada principalmente
al mercado internacional". Adelantarse a ese
despegue de la industria es uno de los objetivos
de la iniciativa de Greenpeace. "Hoy por hoy en
la Argentina no tenemos una regulación, por lo
tanto cualquiera de las tecnologías de las
empresas papeleras es aceptada. La
concentración de sustancias tóxicas, que es una
variable constante en esta industria, no tendría
control. Tendiendo en cuenta el escenario actual
y la nocividad de esta industria, es
imprescindible adoptar criterios ambientales
correctos", dice Brufman.
Para detener el impacto ambiental, el informe de
Greenpeace sigue la línea del documento
europeo Una visión común para transformar la
industria europea del papel y propone un "Plan
de Producción Limpia para el sector del papel en
Argentina y Uruguay". "Es necesaria una
reconversión tecnológica de las industrias ya
instaladas en la región y la adopción de criterios
de eliminación total de cloro en el proceso de
blanqueo de la celulosa. Hay que implementar
un circuito cerrado para que los vertidos no se
liberen en el efluente. También hay que
determinar parámetros de escalas de producción
porque las industrias que ya están funcionando
tienden a crecer, y por lo tanto producen más
contaminación, por lo tanto hay que adoptar un
tope de escala de producción. Es importante
propiciar el consumo responsable, el uso de
papel reciclado, políticas tendientes a la
minimización del consumo innecesario. Y debe
tenerse en cuenta la ubicación de las plantas:
deben estar alejadas de centros urbanos y
turísticos".

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