Professional Documents
Culture Documents
Antes de hacer nuestro Compromiso Amén quisiera recordar esta frase tan
significativa y llena de sentido, se trataba de un sacerdote y apóstol las
veinticuatro horas del día, decía:
“Las cosas claras y a la cara. Hay personas, que sólo hablan del tiempo, de las
palomitas del palomar, vale decir, de cosas insignificantes; de esta manera
siempre quedan bien. Pero hay que hablar de la justicia, de la verdad, de la
santidad. Y eso siempre acarrea problemas. Uno constata la cantidad de
tiempo perdido en conversaciones banales.”
“había un mosquito que se posaba todos los días en un vaso de vino. ¡Que
placer! ¡Qué felicidad! Todo el vino para mi sólo. Un día descubre muchos
vasos de vino y se sintió muy satisfecho porque tendría vinos de todas clases.
Pero un día en que logra salir afuera ve el cielo, los árboles y las estrellas. Este
descubrimiento es una gracia de Dios, y así pasa con las castidad. El hombre
casto descubre muchas cosas que lo hacen feliz”
AMEN A JESUS
Partimos de dar una mirada a la fuente, una vuelta al origen, algo así como un
nuevo comienzo, una fidelidad creativa, esta fue la experiencia de nuestro
fundador.
La renovación se hace a partir del plan de vida. Todos los compromisos que
hagamos se anclan en esta experiencia seria de fe, y a partir del ejercitar el
compromiso de repetir el plan surge el testimonio.
Tal es la actitud del P. José María ser dócil a la acción del Espíritu. Se trata
tomar conciencia de la acción del Espíritu en él y, despues actúar movido por
2
el Espíritu Santo. Y es así como funciona el crecimiento de nuestro Movimiento.
La fundación de nuestra comunidad no termina con la aprobación del
Movimiento en el Vaticano como un Movimiento de Iglesia.
¿Podemos nosotros, emproístas del siglo XXI, ser fieles a esta vocación?
Solamente si a manera de nuestro fundador tenemos la misma actitud, -mente
y corazón- de buscar agradar a Dios siguiendo fielmente su voluntad de
acuerdo con el fin de nuestra vocación. Comparándonos con el P. José María no
nos diferenciamos mucho de él si nuestras vidas apuntan a la santidad.
Siendo llamados para servir a los jóvenes, hemos de ser fieles a este Carisma.
El Señor nos ha llamado, es El quien nos ha comprometido; no pertenecemos a
un club, no hemos sido afiliados a una asociación, hemos sido incorporados a
un cuerpo en donde el legado espiritual, la tradición y el modo de proceder han
de discernirse para que sigan dando el fruto para el que fue creado.
Hoy hemos de dar gracias al Señor por vivir en una sociedad pluralista;
estamos viviendo en una época histórica, enriquecida por una pluriculturalidad
que nos invita al diálogo y al trabajo con los otros, en donde hemos de aportar
desde donde somos; nuestro Carisma tiene algo que decir al mundo actual, al
aquí y ahora de nuestra realidad eclesial y mundial. Hemos de renovar el
Carisma para que siga siendo creíble, hemos de velar por la formación de los
centroguías y de las escuelas de guías, así como por la formación de cada uno
de los equipos, nuestra manera de orar y de obrar.
3
quiere afincarse en el amor primero. El llamado que Dios nos hizo para...,
nuestra vocación de jóvenes es una misión. Somos para una misión, hemos
sido llamados para ser enviados a los jóvenes.