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Capitute F La Psicopatologia Fundamental de la Esquizofrenia desde el Punto de Vista Funcional Aungue hasta ahora han fracasado las tentativas de pro- bay expermentaimente que la esquizofrenia es originada por perturbaciones del metabolismo cerebral, ao hay duda acerca de la naluraleza endégena y hereditaria de esta psicosis. ¥Y no se puede negar que son promisorias las investigaciones enca- minadas a descubrir cl fundamento neuroquimico de la pato- genia del proceso esquizolvénico, trabajo inspirado cn muy diversas hipotesis y proseguido en numerosos lahoratorios vin- culando la clinica psiquidtrica y la psicopatologia experimen- tal con Ia bioquimica y la farmacologia. Aparte tales empeiios cientificos, son cl dominio de la practica del psiquiatra tres clases de hechos significatiyos de la somatogenia del desorden esquisofrénico: a) la produccién de psicosis en cicrtos sujetos por causa del abuso de la Anfelamina, psicosis cuyos sinto- mas no se diferencian en absolute de una esquizofrenia para- noide; b), la reactivacién de la esquizofrenia en pacientes con remision incompleta 0 reciente, reactivacién provocada por cl empleo imprudente de diversos firmacos cstimulantes, p. el Mevatran o la misma Anfetamina; c) el buen efecto de di- versos agentes quimicos asi como del clectrochoque en ¢l ira- tamiento de Ia psicosis de que tratamos. La duda acerca de la unidad nosoldgica de la esquizofre- nia, fundada ep diversas consideraciones, carecc totalmente 342 Honorio Delgado de razén segtin nuestro criterio. En contra de tal duda estan los hechos siguientes: a) la frecuente presentacion de formas mixtas en el cuadro clinico actual; b) la no rara transicién de una forma clinica a otra en el mismo paciente; ¢) la ma- nifesiacion de diferentes formas cp la misma iamilia; d) la en las gran frecuencia del mismo sintoma, la delusion, p distintas formas de esta psicosis (Pauleikhoff la yerifica en 860° de todos los esquizofrénicos, y Kolle sostiene que existe eon la totalidad), La concepeién de Muller-Suur de que la ca- tatonia cs somatdgena y la paranoia psicogena nos parece mis que cuestionable. Gracias a estudios catammésicos en esqui- zolrénicos cataténicos verificamos que muchos sintomas que no se manifiestan de inmediato a causa de estupor, mutismo o negativismo, concuerdan fundamentalmente con los notorios de la esquizofrenia paranoide. Por otra parte, Gruhle —-un testigo de excepcién del caso mis conocido con ¢] diagndstico de “paranoia” — reconoce que ésta en realidad es esquizofre- nia paranoide. Vaturalmente, Ja aceptacion de la unidad de la psicosis no excluye la investigacién de las peculiaridades de eada en- fermo. Esta debe ser conducida concienzudamente y con todos los medios, t tando de comprender cl ser de cada paciente con su biografia y su mundo. Incluso esta justificada la apli- cacion de los métodos y cl arte del andlisis existencial (Dasein- sanalyse), Cierlamente que en este encaminamiento no se de- be Hegar al extremo de la interpretacién psicogenética fan- Listica, como suecde a algunos autores que practican el anali- sis existencial, Tampoco se debe halagar la desaforada espe- ranza, como diee yon Baeyer, de que sélo cl analisis existen- cial pueda lenar con un contenido fenomenoldgico original cl Ambito vacio de nuestra falta de conocimiento de lo endé- geno, Con la exposicién de nuestra manera de ver ¢l origen ce- rebral de la esquizofrenia y su unidad nosolégica ofrecemos vl fundamento para la consideracién de la correspondiente psi capatologia desde cl punto de yista funcional. El concept de funcional no es empleado aqui en el sentido de la pura activi Psicopatologia de la Esquizofrenia 343 dad cerebral, sino en vl de la azimiea, si bien es absurd ne- gar la conexién de las perturbaciones psiquicas con las fun- ciones cerebrales, pues ambus son intcrdependientes y am- bas expresién de la vida. El hombre n. aca es reducible a un fragmento: frente a lus funciones alteradas siempre actitan 0 son laltenies las no alteradas, sujeta la totalidad fisiopsicolé- al gobierno de la vis directrix, De ahi que no scan siempre de‘iniliyas 0 absolutas y gica de unas y ot las perturbacione que cn los diversos momenios de la enfermedad no estén prese- tes todas ni se manifiesten en la misma forma Respecto al conocimiento de la psicopatologia de la esqui- tremos igualmente infecundos zolrenia deben evitarse dos para la investigacién: uno es contentarse con definir y catalo- gar los sintomas, e! otro consiste en querer descubrir el origen principal de los mismos cn lo psiquico, El primero sélo con- duce a una coleecién de fenémenos, una suma de datos mas o menos incoherente, sin duda indispensable para el reconoci- miento y el deslinde clinico de Ja enfermedad. Por cl segundo se eae en-el mundo fabuloso de las interpretaciones psicogené- licas. Para superar la pura descripcién semiologica de la es- quizofrenia, sin ineurrir en construcciones doctrinarias, es in- dispensable profundizar ¢l conocimiento acerea de la psicopa- tologia de esta enfermedad en sus limites y tratar de deseu- brir Ja especifica perturbacién funcional. Por lo demas, tal es la enseflanza que se saea del estudio histérico de este proble- ma, como lo muestra Spoerri. En lugar de conjeturar lo ca- racteristico de la enfermedad en el substrato que esta detr: de lo patente, debe buscarse, segtin Sporrrt, en “el conjunto de las manifestaciones esquizofrénicas y en sus correlaciones verificadas fenomenoldgicamente”. Desde comienzos de este siglo se empefan diversos inves- tigadores en acertar con semejante perturbacién funcional primara. Las principales férmulas propuestas son las si- guientes: “Discordancia” (Chaslin); “ataxia intrapsiquica” (Stransky) ; “trastorno de la integracién” (E. Bleuler); “hi- potonia de la conciencia” (Berze); “direccién defectuosa” (Gruhle); “pérdida del contacto vital” (Minkowski); “falla

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