EL NARDO AROMATICO ANTE EL ALTAR VISITAS Y AGRADECIMIEN TOS DARDOS DE AMOR Y PBTICIONRS para honrar por todo ua mes al Saatisimo Sacramento ESCRITO POR GABINO CHAVEZ PRESBITERO Dum cscs Rex in accubitu suo, nardus mea dedit odorem suum. (Canr., ry 11.) Mientras ¢] Rey estaba en ott reclina- torio, mi nardo exhsld su aroma. (DEL CANTAB DE LOS CANTARES.) CON LICENCIA ECLESIASTICA MEJICO GUILLERMO HERRERO y C.’, libreros editores. SAN, JOSE EL! REAL, NUM. 3 1893AL ALMA DEVOTA A favorable acogida que tuvieron Te! optisculos que publicamos de oraciones 4 la Sagrada Eucaristia: uno, bajo. el nombre de Noche feliz, por destinarse especialmente 4 la.ve- lacién nocturna, y otro, con el titu- lo de Sentimientos de amor.de Dos, de cada uno de los cuales se agotaron tres copiosas ediciones, nos ha. MmMovi- do 4 reunirlos en uno, dandoles nue- va forma, y_ aiiadiéndolos hasta com- pletar el nimero_de treinta y una visitas, para que- aleancen todo un mes: Dividense en cuatro septenarios: en el primero, se ponen siete visitas, pre- cedidas de siete breves meditaciones, correspondientes ambas 4 otros tan— tos titulos u oficios de nuestro adora-6 EL NARDO AROMATICO ble Redentor, en armonia con las pe- ticiones del Padrenuestro: asi, como a Padre, le pedimos la santificacién de su nombre; como 4 Rey, el adveni- miento de su reino; como 4 Amo, el cumplimiento de su voluntad; como & Pastor, el pan de cada dia; como & Mediador, el perdén de nuestras deu- das; como 4 Médico, el no caer en las enfermedades del alma, que son las tentaciones; y como 4 Dios y Hombre, el remedio de todos nuestros males. Estas siete visitas, con sus medita—- ciones, pueden servir para los dias de la octava de] Corpus Christi. En el - segundo septenario se hallan siete Agradecimientos, 4 otros tantos be- neficios de la Sagrada Eucaristia: sa- crificarse por nosotros en el altar; morar siempre en el sagrario; ex- ponerse en Ja custodia; visitarnos enfermo en el vidtico; alimentarnos por la comunién; habitar en todos los lugares, y acompafiarnos en todos los tiempos. En el tercer septenario pre-