Professional Documents
Culture Documents
CHICLAYO
ESCUELA DE ECONOMÍA
Fe y Cultura
ALUMNO :
PROFESOR :
Wilmer Cordova
2
Dedicatoria
3
Agradecimiento
4
INTRODUCCIÓN.
Este año se celebra la XXIII Jornada Mundial de la Juventud en Sydney del 15-
20 de julio.
5
1.1.-Los Jóvenes y la Iglesia
1.1.1 El Papa Benedicto XVI pide a los jóvenes no 'quemar' la juventud en modas
pasajeras
1
“Los Jóvenes y la iglesia” (P. Tony Anatrella)
http://es.catholic.net/jovenes/148/2535/articulo.php?id=13865 (Fecha : 20/05/200 Hora: 10:35 am)
6
“Unidos, pero no encerrados. Sed humildes, pero no pávidos. Sed sencillos,
pero no ingenuos. Sed reflexivos, pero no complicados. Dialogad con todos, pero
seguid siendo vosotros mismos”
“Cada uno de vosotros, queridos jóvenes, si permanece unido a Cristo y a la
Iglesia puede cumplir grandes cosas. Éste es el deseo que os dejo como consigna.
¡Nos vemos en Sidney!”, dijo el Pontífice.2
Juan Pablo II dice a los jóvenes universitarios: ¡Jóvenes amigos! Vosotros sois los
discípulos y los testigos de Cristo en la Universidad. Sea para todos vosotros el tiempo
universitario un tiempo de gran maduración espiritual e intelectual, que os haga
profundizar vuestra relación personal con Cristo. Pero si vuestra fe está unida
simplemente a fragmentos de tradición, a buenos sentimientos o a una ideología
genérica religiosa, entonces no estaréis en condiciones de resistir al impacto
ambiental. Por lo tanto, intentad permanecer fieles a vuestra identidad cristiana y
enraizada en la comunión eclesial. Para ello alimentaos de una constante oración.
Elegid, cuando sea posible, buenos maestros universitarios.
No basta "hablar" de Jesús a los jóvenes universitarios: también hay que hacerles
"ver" a Cristo a través del testimonio elocuente de la vida (cfr. Novo millenio ineunte,
16)
2
http://actualidad.terra.es/internacional/articulo/papa_jovenes_no_quemar_juventud_2482356.htm
(Fecha: 21/05/200 Hora: 11:15 am), Papa Benedicto XVI, en Génova (Italia).
7
Al invocar en vuestro camino la protección de la Virgen María, Sede de la Sabiduría,
imparto de corazón una especial Bendición Apostólica a vosotros y a todos los que
junto a vosotros, quienes componen la gran "comunidad universitaria"3
Los jóvenes están muy cerca del corazón del Papa Juan Pablo II, como estuvo el
joven discípulo amado durante la última cena muy cerca del corazón de Jesús. Cada
vez que Juan Pablo II se reúne con los jóvenes se repite aquella escena del evangelio
en la que el Maestro respondió a la inquieta pregunta de un joven rico, después de
mirarlo fijamente a los ojos, y le dijo que para conseguir la vida eterna debía vender
cuanto tenía, dárselo a los pobres y seguirle. Pero como nos cuentan los Evangelios,
el joven rico se marchó triste. Juan Pablo II no quiere que ningún joven del mundo se
marche triste a la vida diaria, después de haber cruzado su mirada con el Cristo.
Muestra de ello es la carta a los jóvenes que el Papa firmó el 31 de marzo de 1985. En
ella decía: “La Iglesia mira a los jóvenes; es más, la Iglesia de manera especial se mira
a sí misma en los jóvenes, en todos vosotros y a la vez en cada una y en cada uno de
vosotros. Así ha sido desde el principio, desde los tiempos apostólicos.
Las palabras de san Juan en su Primera Carta pueden ser un singular testimonio: -
decía san Juan- Os escribo, jóvenes, porque habéis vencido al Maligno. Os he escrito
a vosotros, hijos míos, porque conocéis al Padre… Os he escrito, jóvenes, porque sois
fuertes y la Palabra de Dios permanece en vosotros”
1.2.1¿Por qué Juan Pablo II atrae a tantos jóvenes, a pesar de que el mensaje
cristiano es exigente, sobre todo en materia de moral sexual?
3
Desde el Vaticano, 25 de marzo 2004 JUAN PABLO II
8
afirma tranquilamente, a pesar de las críticas y el sarcasmo. Les habla de la vida allí
donde no escuchan otra cosa que muerte, droga y suicidio, de fracasos en el campo
afectivo con el divorcio, de desempleo, por no citar una sociedad que los descuida.
Juan Pablo II tiene fe en ellos y les da fe en la vida. Les dice que es posible vivir y
triunfar en la vida, y les explica incluso cómo se hace. La generación precedente no
siempre les ha transmitido convicciones firmes, ni les ha enseñado a vivir con un cierto
número de valores, limitándose a repetir hasta la saciedad los valores de la sociedad
de consumo. ¿Qué cosa hacen los jóvenes? Se dirigen a los ancianos para obtener
aquello que no han tenido: son los ancianos los que, como lo hace el Papa, los
enlazan con la Historia y la memoria cultural y religiosa, desbancando así a sus
padres. No hay divisiones entre el Papa y los jóvenes. Cuando los jóvenes perciben
palabras auténticas, se sienten respetados y valorizados: "Por fin hemos sido tomados
en serio, él tiene fe en nosotros".
A la Iglesia se le atribuye una obsesión en cuanto a la moral sexual. Aunque este tema
no represente ni el 9% de los discursos y de los escritos del Papa, los medios de
comunicación se detienen sólo en este aspecto, silenciando todo el resto. La historia
del preservativo es característica de esta desinformación y de la manipulación de la
que son objeto sus discursos. Juan Pablo II en cambio dice una cosa diferente: se
apoya en el Evangelio y no depende de las ideas ligadas a una moda pasajera. Apela
al sentido del amor y de la responsabilidad. Como Cristo, prefiere dirigirse a la
conciencia humana, para que cada uno se interrogue sobre el propio comportamiento
para saber si se ha vivido en el sentido de un amor auténtico, leal y honesto hacia uno
mismo y hacia el otro.
4
Extraído del artículo “Los Jóvenes y la Iglesia”; de : P. Tony Anatrella (Psicoanalista, Especialista en
Psiquiatría Social); de la pagina web: http://es.catholic.net/jovenes/148/2535/articulo.php?id=13865
(Fecha : 20/05/200 Hora: 10:40 am)
9
1.2.2 Juan Pablo II y los jóvenes que quieren comprometerse en el mundo
Juan Pablo II dice: "¿Qué debemos hacer en la Iglesia, sobre todo nosotros los
jóvenes?" tengo que responderos: aprender a conocer a Cristo. Constantemente.
Aprender de Cristo. En Él se encuentran verdaderamente los tesoros insondables de
la sabiduría y de la ciencia. En el, el hombre, sobre quien pesan sus limitaciones, sus
vicios, sus debilidades y sus pecados, se convierte realmente el "hombre nuevo", se
convierte en el hombre "para los demás" y se convierte también en la gloria de Dios,
porque la gloria de Dios, como dijo en el siglo II San Ireneo de Lyon, obispo y mártir,
10
es el "hombre viviente". La experiencia de dos milenios nos enseña que, en esta obra
fundamental, la misión de todo el Pueblo de Dios no existe ninguna diferencia esencial
entre el hombre y la mujer.
11
2.1.- Inicio de las Jornadas mundiales de la Juventud
Su génesis recuerda el Santo Padre Juan Pablo II , fue el Año Jubilar de la Redención
y el Año Internacional de la Juventud, convocado por la Organización de las Naciones
Unidas en aquel mismo año: «Los jóvenes fueron invitados a Roma. Y éste fue el
comienzo. El día de la inauguración del pontificado, el 22 de octubre de 1978, después
de la conclusión de la liturgia, dije a los jóvenes en la plaza de San Pedro: "Vosotros
sois la esperanza de la Iglesia y del mundo. Vosotros sois mi esperanza"».
Papa dedica una Carta Apostólica a los jóvenes y a las jóvenes del mundo (31 de
marzo de 1985) y después anuncia la institución de la Jornada Mundial de la Juventud
(20 de diciembre de 1985), Su amor a los jóvenes le impulsó a iniciar en 1986 las
Jornadas Mundiales de la Juventud. En las 19 ediciones de la JMJ celebradas a lo
largo de su pontificado5 se reunieron millones de jóvenes de todo el mundo.
Llegar a los Jóvenes tocar sus corazones para un cambio, para que entiendan
cual es su misión en el Mundo.
Lo que quiere Dios anunciarles.
El camino hacia el reino de Dios.
Amar a Dios.
Su misión en la Iglesia.
5
A partir de la XX JMJ, fue celebrada por el actual papa Benedicto XVI, quien continua con el legado de
Juan Pablo II
12
motivación que los empuja a participar en ella. Esta pedagogía se podría resumir
diciendo que la JMJ está concebida, preparada y vivida como una celebración festiva
de la fe, con liturgias animadas y enseñanzas compactas. Además es un intenso
momento de comunión y de descubrimiento de la Iglesia universal, con numerosos
encuentros enriquecedores y una apertura al mundo. Finalmente la JMJ aparece como
un estímulo para la vida cristiana ordinaria y para la evangelización.
Cuando se les pregunta a los jóvenes sobre lo que más les ha impactado durante la
JMJ, dos son las expresiones que retornan con más frecuencia: “la experiencia de la
fe” y “la alegría de creer”.
El programa de la Jornada está concebido como una peregrinación, con las catequesis
como etapa fundamental, a las que los jóvenes acuden cada vez con mayor número.
El trascurso de los tres días pretende proponer los fundamentos de la fe a los jóvenes,
ayudándoles a hacer un encuentro personal con Cristo como también un camino de
conversión y de reconciliación, en particular mediante el sacramento de la penitencia.
Las catequesis son ocasión para un diálogo fecundo entre los jóvenes y los obispos.
6
Es conocida como la “Cruz del Año Santo”, la “Cruz del Jubileo”, la “Cruz de la JMJ”, la “Cruz peregrina”;
muchos la llaman la “Cruz de los jóvenes”, porque ha sido entregada a los jóvenes para que la llevasen
por todo el mundo, a todos los lugares y en todo tiempo, esta Cruz en el año 1986 estuvo presente en la
primera jornada mundial de la juventud.
13
sacramentos, pero también con una experiencia de Iglesia, descubierta en su unidad
(en torno al Santo Padre) y en su diversidad (con los jóvenes del mundo entero).
Las nuevas generaciones, como bien sabemos, se han sensibilizado mucho hoy en
cuanto al fenómeno de la globalización y no dudan en manifestar su desacuerdo con
un cierto modo de entenderla, basado en la primacía de criterios económicos y
financieros. En el gran debate que actualmente está en curso, la JMJ permite a los
jóvenes descubrir y experimentar la dimensión cultural y religiosa de la “globalización”,
dimensión demasiadas veces olvidada e ignorada, ¡aunque la Iglesia ya la vive y la
promueve desde el día de Pentecostés! Desde este punto de vista la JMJ es fuente de
esperanza porque revela una visión de la globalización fundada en los valores
inestimables de la persona humana, mostrando así los aspectos positivos de este
fenómeno que hay que humanizar y “cristianizar” para ponerlo al servicio de la
dignidad de todo ser humano, de la solidaridad y del bien común.
La JMJ es “reconstituyente” para los jóvenes que participan en ella, ya que en estos
grandes encuentros ellos se dan cuenta de que no están solos en el ser cristianos y
que no pertenecen a "una especie en extinción”. En el mundo de hoy los jóvenes
cristianos a menudo son una minoría. En algunos países africanos o asiáticos a
menudo son agredidos o perseguidos a causa de su fe; en otros continentes, como en
Europa occidental o en América del Norte, viven en un ambiente secularizado en el
que la Iglesia carece de “visibilidad”. Fortalecidos en la fe y en la esperanza, parten
14
renovados en su deseo de testimoniar. Gracias a esta experiencia revitalizadora, se
sienten más protegidos para poder resistir a la tentación de “tirar la toalla” cuando se
sienten aislados en la oficina o en la universidad, y tienen una mayor capacidad para
resistir al virus del desánimo y de la desesperación que en algunas zonas del mundo
ampliamente ha contagiado a la Iglesia y a la sociedad. Muchos jóvenes vuelven a
encontrar así la alegría y el valor de ser cristianos. La Jornada Mundial les hace
entender que es posible afirmar la propia fe con simplicidad, sin arrogancia ni
complejos.
Aunque los frutos de la JMJ no siempre son visibles, y aún menos valorables, a corto
plazo podemos obtener el nuevo impulso transmitido por la Jornada a las Iglesias
locales. No es sólo la pastoral juvenil la que es vivificada, sino toda la Iglesia la que
consigue una mayor seguridad en un ambiente a menudo indiferente u hostil. En un
contexto de secularización, la JMJ juega el rol de “servicio público” desempeñado por
la Iglesia en numerosos sectores de la vida social, en la medida en que contribuye a
construir una sociedad más tolerante y más abierta a los jóvenes, participando así en
la educación de los valores comunes. En un contexto de disminución y envejecimiento
de los sacerdotes la JMJ ha dejado experimentar a muchos pastores y fieles una
nueva confianza. La JMJ ha dado por lo tanto una “bocanada de oxígeno” a la Iglesia,
permitiéndole crear una dinámica “sobre el terreno”. Ha mejorado netamente la
15
visibilidad y la “imagen de la Iglesia”, vista ahora por muchos como más accesible y
cercana a la gente, en particular a los jóvenes.
Amor a Dios: Puesto que el hombre no puede vivir sin ser comprendido sin amor,
quiero invitarlos a todos a crecer en humanidad a poner como prioridad absoluta los
valores del espíritu a transformarlos en “hombres nuevo” reconociendo y aceptando
cada vez mas la presencia de Dios en nuestras vidas, la presencia de un Dios que es
Amor , un padre que nos ama a cada uno desde toda la eternidad que nos ha creado
por amor y que tanto nos ha amando hasta entregar a su hijo unigénito para perdonar
nuestros pecados para reconciliarnos con él para vivir con el una comunión de amor
que no terminará jamás . Los jóvenes tienen pues que disponer a acoger ese don del
amor de Dios que nos configura que nos salva .el mundo espera con ansia nuestro
testimonio de amor.
16
auténticamente y ser feliz. Esta es la sola fuente que le da un sentido profundo a
nuestras vidas
Iglesia: Entre Cristo y su iglesia existe un vínculo orgánico muy estrecho y profundo.
Cristo vive en la iglesia, la iglesia es el misterio de Cristo que vive y actúa entre
nosotros.
La iglesia es una comunión orgánica, en la que cada uno tiene su propio puesto y su
propia tarea. La Iglesia es una comunión orgánica, en la que cada uno tiene su propio
puesto y su propia tarea. Jóvenes descubran su lugar en la Iglesia y su misión como
jóvenes. A la intercesión particular de María. Que Ella, a quien veneramos como
Madre de la Iglesia, sea Maestra y Guía en este renovado compromiso eclesial.
17
Habéis recibido un espíritu de hijos...". Los hijos de Dios, es decir, los hombres
renacidos en el bautismo y fortalecidos en la confirmación, son los primeros
constructores de una nueva civilización, la civilización de la verdad y del amor: son la
luz del mundo y la sal de la tierra.
La gran tarea de los jóvenes es de construir una sociedad más justa y solidaria guiada
por el espíritu santo.
El misterio de Jesús nos llega y nos transforma. El Espíritu Santo es quien, a través
de los signos visibles, audibles y tangibles de los sacramentos, nos permite ver,
escuchar y tocar la humanidad glorificada del Resucitado.
El don del Espíritu hace actual y posible para todos el antiguo mandato de Dios a su
pueblo: «Sed santos, porque yo, el Señor, vuestro Dios, soy santo». Llegar a ser
santos parece una meta ardua, reservada a personas totalmente excepcionales, o
destinada a quien quiera permanecer ajeno a la vida y a la cultura de su tiempo. Sin
embargo, llegar a ser santos es don y tarea arraigados en el bautismo y en la
confirmación, encomendados a todos en la Iglesia, en todo tiempo. Es don y tarea de
los laicos, de los religiosos y de los ministros sagrados, en el ámbito privado y en el
público, en la vida de cada uno y en la de las familias y comunidades.
El mismo mundo de los jóvenes, constituye para la Iglesia contemporánea una tierra
de misión. Son por todos conocidos los problemas que atormentan los ambientes
juveniles: la caída de los valores, la duda, el consumismo, la droga, la delincuencia, el
erotismo, etc.
Anunciar a Cristo significa, sobre todo, ser sus testigos con la vida. Se trata de la
forma de evangelización más simple y, al mismo tiempo, más eficaz para vosotros.
18
Consiste en manifestar la presencia visible de Cristo en la propia existencia a través
del compromiso cotidiano y la coherencia con el Evangelio en cada elección concreta.
Además, anunciar significa también proclamar, llevar la Palabra de salvación a todos.
Como el Padre me envió también yo los envió: El Hijo de Dios sale a nuestro
encuentro, nos acoge, se nos manifiesta y nos repite lo mismo que dijo a sus
discípulos la tarde de Pascua: "Como el Padre me envió, también yo los envío" Una
vez más, quien convoca a los jóvenes de todo el mundo es Jesucristo, centro de
nuestra vida, raíz de nuestra fe, razón de nuestra esperanza y manantial de nuestra
caridad.
Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos” Cristo no vuelve a los
suyos, a los que había amado más intensamente y con los que había pasado su vida
terrena.
Tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único". Jesús, enviado por el Padre a la
humanidad, da a todo creyente la plenitud de la vida.
El Padre nos Ama: Junto con toda la Iglesia, a dirigiros hacia Dios Padre y a escuchar
con gratitud y admiración la sorprendente revelación de Jesús: «El Padre nos ama»,
Dios nos ha amado primero, acoged su amor. Permaneced firmes en esta certeza, la
única capaz de dar sentido, fuerza y alegría a la vida: su amor nunca se apartará de
vosotros y su alianza de paz nunca fallará. Ha tatuado vuestro nombre en las palmas
de sus manos.
«Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente.
Éste es el mayor y el primer mandamiento. El segundo es semejante a éste: Amarás a
tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos penden toda la Ley y los
profetas». Jesús no dice que el segundo mandamiento es idéntico al primero, sino que
es «semejante». Por consiguiente, los dos mandamientos no son intercambiables,
19
como si se pudiera cumplir automáticamente el mandamiento del amor a Dios
guardando el del amor al prójimo, o viceversa. Tienen consistencia propia, y ambos
deben cumplirse. Pero Jesús los une para mostrar a todos que están íntimamente
relacionados: es imposible cumplir uno sin poner en práctica el otro.
Tome Su cruz y Sígame: Jesús, que vino para cumplir la voluntad del Padre,
permanece fiel a ella hasta sus últimas consecuencias, y así realiza la misión de
salvación para cuantos creen en él y lo aman, no con palabras, sino de forma
concreta. Si el amor es la condición para seguirlo, el sacrificio verifica la autenticidad
de ese amor. Dios no puede pedir que dejemos todo tipo de riqueza que nos impida
entrar en el reino de los cielos.
Tome su cruz y sígame". De la misma manera que la cruz puede reducirse a mero
objeto ornamental, así también "tomar la cruz" puede llegar a ser un modo de decir.
Pero en la enseñanza de Jesús esta expresión no pone en primer plano la
mortificación y la renuncia. No se refiere ante todo al deber de soportar con paciencia
las pequeñas o grandes tribulaciones diarias; ni mucho menos quiere ser una
exaltación del dolor como medio de agradar a Dios. El cristiano no busca el sufrimiento
por sí mismo, sino el amor. Y la cruz acogida se transforma en el signo del amor y del
don total. Llevarla en pos de Cristo quiere decir unirse a él en el ofrecimiento de la
prueba máxima del amor.
Sal y Tierra: Como es bien sabido, una de las funciones principales de la sal es
sazonar, dar gusto y sabor a los alimentos. Esta imagen nos recuerda que, por el
bautismo, todo nuestro ser ha sido profundamente transformado, porque ha sido
"sazonado" con la vida nueva que viene de Cristo La sal por la que no se desvirtúa la
identidad cristiana, incluso en un ambiente hondamente secularizado, es la gracia
bautismal que nos ha regenerado, haciéndonos vivir en Cristo y concediendo la
capacidad de responder a su llamada para "que ofrezcáis vuestros cuerpos como una
víctima viva, santa, agradable a Dios"
La luz de la cual Jesús nos habla en el Evangelio es la de la fe, don gratuito de Dios,
que viene a iluminar el corazón y a dar claridad a la inteligencia: "Pues el mismo Dios
que dijo: „De las tinieblas brille la luz‟, ha hecho brillar la luz en nuestros corazones,
para irradiar el conocimiento de la gloria de Dios que está en la faz de Cristo". Por eso
adquieren un relieve especial las palabras de Jesús cuando explica su identidad y su
misión: "Yo soy la luz del mundo; el que me siga no caminará en la oscuridad, sino que
tendrá la luz de la vida”.
20
Hemos venido a Adorarle : Es un tema que permite a los jóvenes de cada
continente recorrer idealmente el itinerario de los Reyes Magos, cuyas reliquias se
veneran según una pía tradición precisamente en aquella ciudad, y encontrar, como
ellos, al Mesías de todas las naciones . Y la estrella... iba delante de ellos, hasta que
llegó y se detuvo encima del lugar donde estaba el niño" Los Reyes Magos llegaron a
Belén porque se dejaron guiar dócilmente por la estrella. Más aún, "al ver la estrella se
llenaron de inmensa alegría”. Es importante, aprender a escrutar los signos con los
que Dios nos llama y nos guía. Cuando se es consciente de ser guiado por Él, el
corazón experimenta una auténtica y profunda alegría acompañada de un vivo deseo
de encontrarlo y de un esfuerzo perseverante de seguirlo dócilmente. Los reyes magos
encontraron Jesús; Y postrándose le adoraron" Si en el Niño que María estrecha entre
sus brazos los Reyes Magos reconocen y adoran al esperado de las gentes anunciado
por los profetas, nosotros podemos adorarlo hoy en la Eucaristía y reconocerlo como
nuestro Creador, único Señor y Salvador.
Abrieron sus cofres y le ofrecieron dones de oro, incienso y mirra" (Mt 2,11). Los dones
que los Reyes Magos ofrecen al Mesías simbolizan la verdadera adoración. Por medio
del oro subrayan la divinidad real; con el incienso lo reconocen como sacerdote de la
nueva Alianza; al ofrecerle la mirra celebran al profeta que derramará la propia sangre
para reconciliar la humanidad con el Padre.
CONCLUSIONES:
Luego de realizar esta interesante monografía sobre “El Mensaje del Santo Padre
Juan Pablo II en las Jornadas Mundiales de la Juventud” llegue a las siguientes
conclusiones:
Las JMJ son muy estimuladoras para lo jóvenes, y se demuestra que están
aptos para creer, porque las JMJ se les considera con una gran celebración de
fe.
Juan Pablo II, al crear las JMJ incentiva a los jóvenes a acercarse más a Cristo
y a que seamos Santos, porque la iglesia pide Santos, y nosotros los jóvenes
estamos aptos a serlo.
21
Juan Pablo II nos pide a los jóvenes universitarios que este tiempo es de
maduración espiritual e intelectual, que os haga profundizar vuestra relación
personal con Cristo.
Las JMJ son la prueba más clara de que los jóvenes tienen fe, ya que millones
de ellos se reunen por días con un solo sentido que es demostrar que Cristo
vive en nosotros y estamos llamados a continuar con su obra.
BIBLIOGRAFÍA:
Paola Durán, Mercedes Galan e Ilva – Myriam Hoyos (1986); “Juan Pablo II a
los Jóvenes”; Ediciones Universidad de Navarra, S.A. (EUNSA); Pamplona –
España.
http://www.vatican.va
http://www.aciprensa.com
http://es.catholic.net
http://www.terra.com.pe.
http://sersantosjovenes.arcangelgabriel.com/jornada_mundial_de_la_juventud.
htm
22
23
EL CAMINO DE LAS JORNADAS MUNDIALES DE LA JUVENTUD
Presento la historia de cómo empezaron las JMJ con Juan Pablo II y que las continúa
el actual Papa Benedicto VXI, presento también el tema de cada Jornada, el año y la
ciudad en las que se realizaron
Clausura del Jubileo de los jóvenes en Roma con motivo del Año santo de la
Redención
El Papa dedica una Carta Apostólica a los jóvenes y a las jóvenes del mundo (31 de
marzo de 1985) y después anuncia la institución de la Jornada Mundial de la Juventud
(20 de diciembre de 1985)
Tema: «Siempre dispuestos a dar respuesta a todo el que os pida razón de vuestra
esperanza» (1Pt 3,15)
Tema: «Hemos conocido y hemos creído en el amor que Dios nos tiene» (1Jn 4,16)
24
1993 VIII Jornada Mundial de la Juventud
Tema: «Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia» (Jn 10,10)
Tema: «Señor, ¿donde quién vamos a ir? Tú tienes palabras de vida eterna» (Jn 6,68)
Tema: «La Palabra se hizo carne, y habitó entre nosotros» (Jn 1,14)
Tema: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada
día, y sígame» (Lc 9,23)
Tema: «Vosotros sois la sal de la tierra...Vosotros sois la luz del mundo» (Mt 5, 13-14)
Tema: «Para mis pies antorcha es tu palabra, luz para mi sendero» (Sal 119, 105)
25
2007 XXII Jornada Mundial de la Juventud
Tema: «Como yo os he amado, así amaos también vosotros los unos a los otros» (Jn
13,34)
Tema: «Recibiréis la fuerza del Espíritu Santo, que vendrá sobre vosotros, y seréis mis
testigos» (Hch 1,8)
26