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En la introspeccin que hago en este momento veo a cada uno de mis estudiantes, de mis hijos, de quienes para m constituyen

todo lo mejor que poda darme el Padre sin yo merecerlo en absoluto. Cada da me siento ms indigno y ms pequeo para conducirlos. Pues s y conozco que cada chispa divina, como son ellos, tiene valor infinito. Padre, permite que les comprenda ms, que les ame ms, que viva cada da ms por ellos y para ellos. Permite que escriba mucho para ellos. No tengo otro fin, ni otra meta en mi vida que ellos, solamente ellos. Quisiera repetirte oh Padre, nombre por nombre y encomendarles a ellos; pero T sabes sus nombres, T conoces tambin de su buena voluntad para esforzarse en el trabajo que les conduzca hacia Ti. Bendceles a todos, absolutamente a todos

P. CSAR A. DVILA G.
Fundador y Gua espiritual de la Asociacin Escuela de Auto-Realizacin 29 diciembre 1977 Diario Espiritual

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