Mentiras Principales.65.

- TIERRA, LA TIERRA

Publicado en La Razn en 2011 Estuvo bien aquello de Aristarco o Galileo de ponernos a girar alrededor del sol en vez de a la viceversa como pareca y sigue pareciendo; estuvo bien en cuanto a eso de quitar al Hombre del centro (confo en que los lectores estn ya bastante desengaados de las patrioteras del humanismo), porque es que se, el Hombre, sepa Dios quin sea, estaba harto presumido de ser el rey de la Creacin y que las otras cosas se haban hecho para su servicio y para objeto de sus teoras. Ahora bien, tras unos poco siglos, aquella revolucin en qu ha venido a parar? Qu ha dado de s eso de convertir la Tierra en un planeta? La tierra era (se acuerdan ustedes?) sencillamente tierra, tierra de cavarla el labrador y batirla con el pie en el baile de la fiesta, tierra de criar rboles y yerbas, de hacer tinajas y botijos, y de ir enterrando muertos a su hora. Tranquila ella (slo regandonos con algn temblorcillo de vez en cuando) nos daba el pan y las aguas dulces y los bienes sin cuento de la vida. Madre la llamaban los pueblos, y la cantaban los poetas tendida ac abajo a recibir del padre Cielo de lo alto lluvia de amor que le diera cras. Qu hemos ganado con echarla a rodar por el cielo mismo dando vueltas como una loca? Pues hemos ganado me dirn acaso que ahora gracias a la Ciencia la vemos desde fuera, como una pelota azulina, como una luna grande. Y quines o quin la vemos? Pues, hombre, quin coos va a ser?: el Hombre. Ya: esos papanatas mirando embobados al televisor o al cielo del observatorio, comprobando por sus ojos que es verdad, que no slo es redonda, sino que circula como otro astro cualquiera por el Espacio. Pues vaya negocio, amigo! As que a ella, s, la descentrbamos y la echbamos por ah, pero a nosotros, sus hijitos, no nos descentrbamos para nada. Al revs: nos hemos con nuestra Ciencia colocado en el centro de todas las galaxias, viajamos por entre ellas en pelculas, y nos hemos vuelto tan grandes que, no ya que le hagamos a la tierra la pueta todo lo que podemos, sino que hasta nos hemos inventado el terror de que un da el Hombre mismo la haga estallar como una bomba, tan admirables y tan terribles somos! Pues mira, para este viaje, ya se podra haber Galileo guardado el telescopio en la bodega.

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