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EL PERDON Y EL SUFRIMIENTO
DEDICATORIA
A los Dres. Tak, Prosnitz, Lee, a Cathy y a todo el personal de los hospitales
que cuidan y atienden a sus enfermos con dedicación, amor y profesionalismo.
De ellos aprendí la realidad
de estas reflexiones que ahora comparto en este libro.
A todos ellos GRACIAS
EL PERDON
EJERCICIO DE PERDON
Para aprender a perdonar podemos realizar varios ejercicios:
1.-Escribe en un papel todas esas cosas que consideras que te suceden y son malas.
¿Quién te ha herido? ¿Qué te han hecho? Seguidamente, haz una lista de todo lo que
logras cuando estás bravo. Haz una lista de todo lo que logras cuando perdonas. Compara
las dos listas. ¿Cuáles son tus conclusiones?
2.-No juzgues. Al juzgar te haces vulnerable. Date el tiempo necesario para acumular
información, caminar en los zapatos del otro y experimentar distintos puntos de vista. Te
permitirá estar más relajado tus propios esfuerzos, buenos o malos, equivocados o correctos
y explorar la amplia gama de posibilidades y escogencias que tienes frente a tí.
3.-Escribe los nombres de las personas que despiertan en tí cualquier resentimiento.
Junto a cada nombre,escribr por qué estás resentido con esa persona. Después, recorre la
lista nombre por nombre. Haz una oración a Dios por cada una de esas personas. Cierra
los ojos e imagínate que algo bueno sucede a cada una de esas personas; algo que sepas
que les gustaría espécialmente. Hazlo con tanta frecuencia como te vengan pensamientos
de resentimiento. Necesitarás muchas repeticiones antes de que tus sentimientos cambien.
Quizás esto se te haga muy dificil pero te sacarás un gran peso de encima. Recuerda que
éste ejercicio es principalmente por tu salud y no por la persona con quien estás resentido.
Estarás sanando tu alma de una de las cosas que más molestan y angustian que es el
rencor y te estarás dando tu mismo la paz del alma que lleva a la felicidad.
EL MISTERIO DE LA SOLIDARIDAD
UNA HERENCIA
Que tengamos que cargar con el sufrimiento porque Adan y Eva desobedecieron a
Dios,no parece ser justo. ¿Porque Dios tiene que castigarnos por el pecado de ellos?
Dios no nos castiga por el pecado de Adan y Eva. Pero lo que sí es verdad es que
estamos condicionados por el pecado de ellos Somos creaturas con alma y cuerpo y así
como heredamos nuestra naturaleza humana de nuestros padres, existe una forma de
herencia espiritual. Heredamos denuestros antepasados las trendencias, los institntos, las
emociones, así como el color de la piel y el tamaño. El pecado original es la tendencia a
decir “que se haga mi voluntad” en lugar de decir “Señor, hágase tu voluntad”
MARIA GARCIA DE FLEURY: EL SUFIRMIENTO Y YO: DANDOLE SENTIDO AL SUFRIMIENTO 5
Una vez que Adan y Eva probaron la desobediencia, se convirtieron en adcitos a ella.
Por eso es que se puede decir que el pecado es una especie de adición espiritual. Así como
los adictos a las drogas pueden pasarle su adición a los hijos; así puede suceder con la
adición al pecado.
Si podemos ser buenos unos con otros, también podemos ser malos. Si podemos
amarnos, también podemos matarnos. El pecado original es tan injusto como el que un
bebe nazca con adición a la heroína.
La justicia es importante. Pero mucho más importante es el amor. La justicia no es la
esencia de Dios. La esencia de Dios es el amor, la misricordia. Dios es amor. La justicia es
uno de los atributos del amor. Como Dios es amor, nunca va a comprometer el amor. Para
lograr que las personas aprendan a amar libremente, arriesgará la injusticia y el sufrimiento
para que entendamos el tipo de mundo que tenderemos cuando estamos lejos de Dios que
es amor.
“Donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia” (Rom.5,20) “Así como en Adan
todos morimos; así en Cristo todos viviremos” (1Cor 15,22)
Cuesta entender que a través de un hombre que murió crucificado hace dos mil años,
yo puedo llegar mañana al cielo. De la misma manera cuesta entender que por la
desobediencia de Adan y Eva estamos todos condenados a la muerte. La clave en ambos
casos es la herencia.
No nacemos solos. Nacemos como parte de la gran familia humana. En ocasiones nos
preocupamos tanto por el racismo que nos olvidamos de la raza humana. Somos hijos de
Adan por nacimiento físico. Somos hijos de Dios por nacimiento espiritual, por haber “nacido
de lo alto” por el agua y el Espíritu, a través del Bautismo y de la fe.
Por la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo fuimos redimidos, salvados. ¿Por
qué estableció Dios que tenía que mandar a su Hijo, que tenía que sufrir y morir para
salvarnos, no lo se. Nadie lo sabe. Pero se basa en ese principio tan verdadero y misterioso
que es la solidaridad. Estamos “en” nuestro antepasado espiritual: Cristo de la misma forma
en que estamos “en” nuestro antepasado físico que fueron Adan y Eva. En un momento
determinado toda la humanidad estaba concentrada en dos personas que formaban un
tronco común y del cual nacieron todos los seres humanos. En otro momento encontramos
un nuevo arbol el de la redención, de la salvación que tenía un tronco: Cristo. De ese tronco
crecimos todos después de recibir el Bautismo y la fe. “Yo soy la vid y ustedes los sarmiento”
(Jn10)
La reproducción sexual y el nacimiento físico es la manera en que la vida de Adan
crece en el mundo. El Bautismo y la Fe es la manera en que la vida de Cristo se reproduce.
Ambas formas de reproducirse están llenas de misterio y sorpresa.
La redención es la manera sorprendete en cómo Cristo solucionó el problema del
sufrimiento. Destruyó el sufrimeinto a través del sufrimiento.
Pero, todavía existe sufrimiento. Es verdad. Pero sólo por un tiempo. Cristo ganó para
nosotros un mundo libre de sufrimiento porque al liberarnos del pecado nos dió la posibilidad
de llegar al cielo, a la casa de Dios donde todo es felicidad. En la tierra estamos
preparándonos para purificarnos y llegar al cielo. Es una especie de entrenamiento. Somos
como bebés espirituales que estamos aprendiendo a vivir. Este aprendizaje es lento para
unos y más rápido para otros
Cristo le prometió al ladrón que estaba en la cruz al lado suyo: “Desde hoy estarás
conmigo en el Paraíso” Sin embargo, Cristo no ascendió al cielo sino cuarenta días después.
Entonces, ¿Cristo le mintió al buen ladrón? No. Lo que quiere decir es que donde esté Cristo
allí está el cielo. El cielo no hace que Cristo sea Cristo. Cristo es el que hace que el cielo
sea cielo. El cielo no hace que sus habitantes sean celestiales. Lo mismo es cierto para la
tierra la gente hace los lugares mucho más que los lugares hacen a la gente.
Aun en medio del desierto del sufrimiento, nuestra alma puede sonreir con esperanza
y seguridad aun cuando nuestro rostro esté marcado por el dolor porque sabemos quiénes
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somos y de quien somos. “Y por El ahora padezco esta nueva prueba. Pero no me
averguenzo, porque sé en quien puse mi confianza; estoy convencido de que es poderoso y
que guardará hasta aquél día lo que deposité en Sus manos”. (2Tim1,12)
Si Dios es amor y Todopoderoso por qué Cristo tuvo que morir? ¿por qué las personas
tienen que sufrir? ¿Por qué existe la muerte?
Para responder a estas preguntas hay que partir de algo fundamental: la justicia.
Para el mundo actual la justicia es lo que “debería ser”, el ideal; es algo que está en la
mentey en la voluntad. Por eso, hace leyes y busca que sean cumplidas por todos. Hemos
olvidado que la justicia existe antes, sobre y fuera de la mente y la voluntad humana. La
justicia es objetiva, universal, necesaria y absoluta. Justamente por eso podemos decir que
algunas leyes “no son justas”; porque existe un nivel más elevado y objetivo: el nivel de Dios.
Si Dios no existiera todo se permitiría.
El mundo actual dice que sólo las leyes humanas hacen que las cosas sean
permisibles. “Si te provoca, hazlo”; “Si no hay nada que vaya a sufrir por eso, hazlo”; “Si la
sociedad lo apruba, está bien”. Estos razonamientos son absurdos pues implican que de ser
así las cosas, no habría posibilidad de oponerse a las dictaduras, al genocidio, al suicidio, al
racismo, al aborto, a la guerra, a la violencia institucional.
La justicia de Dios es objetiva, incambiable y necesaria. El amor es la forma más
perfecta de justicia. NI siquiera los milagros contradicen lalógica de la justicia de Dios. Jesús
podrá haber convertido el agua en vino, pero, si el vino es rojo, el agua convertida en vino,
será roja.
Un gobernante misericordioso puede perdonar a un prisionero. Dios, el gobernador
del universo es mucho más misericordioso que el mejor gobernante de cualquier país. Pero
la justicia requiere pago. La salvación que Cristo trajo al mundo es más como alguien
interponiéndose entre una bala y la víctima. La única forma de salvar a la víctima es
convirtiéndose en víctima. Eso fue lo que hizo Cristo por nosotros. La Buena Noticia es que
El pagó por nuestros pecados. El Evangelio, no tiene sentido sin el amor y la justicia.
La mala noticia es que el precio del pecado es la muerte. Esa es la justicia. La buena
noticia es que el regalo de Dios es la vida eterna ”en” Jesucristo nuestro Señor. Esa es la
gracia.
“Después tuve la visión del Cielo Nuevo y de la Nueva Tierra. Pues el
primer cielo y la primera tierra ya pasaron; en cuanto al mar, ya no existe.
Entonces vi la Ciudad Santa, la Nueva Jerusalén que bajaba del cielo del
lado de Dios, embellecida como una novia engalanada en espera de su
prometido. Oí una voz que clamaba desde el trono: “Esta es la morada de Dios
entre los hombres; fijará desde ahora su morada en medio de ellos y ellos
serán su pueblo y él mismo será Dios-con-ellos. Enjugará toda lágrima de sus
ojos y ya no existirá ni muerte, ni duelo, ni gemidos, ni penas porque todo lo
anterior ha pasado.
Entonces, el que se sienta en el trono declaró: “Ahora, todo lo hago nuevo”
y me dijo: “Escribe, que estas palabras son vedaderas y seguras.”
Y después me dijo: “Ya está hecho. Yo soy el Alfa y el Omega, el Principio y
el Fin. Al que tenga sed, yo le daré gratuitamente del manantial del agua de la
Vida. Esa será la señal de la herencia del que salga vencedor. Y yo seré Dios
para él y él será para Mí un hijo. Pero a los cobardes, corrompidos, asesinos,
impuros, hechiceros e idólatras, en una palabra, a todos los embusteros, la
herencia que le corresponde es el lago de fuego y de azufre, o sea, la segunda
muerte.” (Apocalipsis 21,1-8)
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Los que creen en ésto se llaman Cristianos. Ser cristiano es la aventura más grande
de un ser humano. El cristiano, a través de la fe, entiende lo que Jesús quiso decir cuando
dijo: “Vine para darles vida y vida en abundancia” (Jn 10,10)
Después de todo lo que hemos analizado podemos entender que el dolor es algo que
está ahí, pero sufrir es opcional. Cada quien puede decidir aceptar o rechazar su sufrimiento
y con ésto aumentarlo o ser capaz de sobrellevarlo. Si uno mi sufrimiento al de Cristo y lo
sublimo, podré sentir dolor, pero tendré muy poco si no, ningún sufrimiento.
Sabiendo por qué existe el sufrimiento y qué es lo que significa puedo dominarlo.
Asume la responsabilidad de tu dolor y de tu sufrimiento. No te culpes por él, sino
acéptalo, hazte dueño de él. Reconoce que el dolor y el sufrimiento existen y tendrás
escogencias para enfrentarlo y vivirlo. Orden y sencillez son los primeros pasos para
manejara al enemigo desconocido (dolor y sufrimiento). Trata de enterarte lo más posible
acerca del proque de tu sufrimiento y dolor porque todo lo que conoces, eres capaz de
dominarlo.
Frente al sufrimiento hay una serie de actitudes que son muy sanas:
1.-Ve el sufrimiento como un reto que vale la pena invertir en él. No lo veas como una
amenaza.
2.-Manten una actitud de fe y esperanza.
3.-No juzgues.
4.-Ayuda a alguien que tenga necesidad
5.-Alimenta tu auto-estima recordando todas las cosas buenas que Dios te ha dado,
todo lo bueno que tú has logrado. Así crecerá tu valentía, fortaleza y paciencia.
6.-Recuerda que el humor es un gran sanador. El humor suaviza y es signo de salud
mental. Sonríele a los demás y empezarás a sonreir tú.
7.-Lleva un diario donde anotes lo que sientes, lo que piensas y cómo lo estás
tratando de superar. De esa forma, puedes drenar mucho de lo que estás viviendo y más
adelante el releerlo te servirá de apoyo y orientación.
8.-Ponte metas. Metas que sean realistas, alcanzables a corto plazo y medibles.
Estas metas deben estar centradas en tí, que te gusten y disfrutes tratando de obtenerla.
Cuando hayas decidido qué meta quieres obtener establece, por escrito, cuatro o cinco
pasos que te vayan a ayudar a obtener esa meta. Felicítate por tener el valor de comenzar
este proceso y de ser capaz de adquirir mayor comprensión y control sobre tu propia vida.
Estas metas poco a poco te irán trayendo orden, éxito y sentimiento de logro a tu vida. Lo
que hará que te sientas muy bien y orgulloso de ti mismo.
9.-Trata de aprender algunas técnicas de relajación y a manejar las tensiones.
10.-Recuerda que quien está sufriendo eres tú. Si quieres sentirte mejor, dedica
tiempo para cultivar una actitud sana al respecto.
PENSAMIENTOS
EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
1 Reyes 19,1-8
Job 3,1-3; Job 3,11-17 y 20-23
Isaías 35, 1-10; Isaías 38,10-20; Isaías 61,1-3
Salmos 6; 24; 33; 41; 62; 70; 85 y 89
EN EL NUEVO TESTAMENTO
Mt. 5,1-12; Mt. 8,5-17; Mt. 11,25-30; Mt.26,39
Hechos 3,11-16; Hechos 4,8-12
Rom.5,3-5; Rom. 8,14-27; Rom. 8,31-39
1Corintios 1, 18-25; 1Cor.12,12-24
2 Corintios 4, 16-18; 2 Cor 5,1.6-10
Gálatas 4, 12-19
Filipenses 2,25-30
Hebreos12,1-11
EL PERDON
EJERCICIOS DE PERDON
SENTIDO SOBRENATURAL O SENTIDO HUMANO DE LA VIDA
EXPLICACIONES AL MISTERIO DEL SUFRIMIENTO
EL MISTERIO DE LA SOLIDARIDAD
UNA HERENCIA
SE NOS OLVIDO LO QUE ES LA JUSTICIA
PUEDO DECIDIR NO SUFRIR
ORACIONES
SEÑOR ENSEÑAME A SER GENEROSO
ORACION PARA PEDIR PERDON
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PENSAMIENTOS
LECTURAS QUE PUEDEN AYUDAR A LOS ENFERMOS
Este es un libro para quienes andan en una búsqueda real y honesta de respuestas al
misterio del sufrimiento y del dolor, escrito por alguien que camina por la vida y se pregunta
por qué existe tanto dolor, tanto sufrimiento. ¿Por qué tanta gente buena tiene que sufrir? La
Colección “El Sufirmiento y Yo” es para corazones vacíos, angustiados y hambrientos por
conocer cuál es el misterio del sufrimiento.
María García de Fleury es católica, socióloga y licenciada en educación con
especialización e pedagogía religiosa e historia. Profesora universitaria. Autora de