Professional Documents
Culture Documents
El aparato urinario está formado por dos riñones, dos tubos que van desde los riñones
hasta la vejiga, denominados uréteres, la vejiga y la uretra (tubo que va desde la vejiga
hasta el exterior del cuerpo).
Existen varios tipos de cálculos renales según las sustancias de las que están
formados. Igualmente, las causas de que se ocasionen dependen también de su
formación.
Los factores extrínsecos incluirían los estilos de vida y la dieta. Así, una dieta rica en
proteínas e hidratos de carbono refinados se correlaciona con litiasis de oxalato
cálcico, mientras que las dietas ricas en potasio y la ingesta abundante de líquidos
disminuye la aparición de la enfermedad.
• Litiasis cálcica
• Cálculos de estruvita
El cálculo de estruvita puede formarse sobre uno previo de calcio, ácido úrico o
cistina, por lo que todo paciente con litiasis de fosfato amónico magnésico
(Cálculo de estruvita) ha de ser estudiado para descartar una litiasis de tipo
metabólico que se haya complicado con un cálculo de origen infeccioso.
3. SÍNTOMAS
Las formas de presentación clínica en la litiasis renal son variables dependiendo del
tamaño, composición y de la situación de los cálculos en el aparato urinario. Algunos
pueden pasar desapercibidos, siendo el cólico nefrítico la manifestación más
característica de los cálculos renales.
Los cálculos renales se forman en la pelvis renal, donde crecen sin producir síntomas
En esta fase puede darse la aparición de sangre en la orina (hematuria).
4. EPIDEMIOLOGÍA
Aunque no existe ninguna edad, país o grupo étnico protegido contra esta
enfermedad, el pico de incidencia se sitúa entre los 30 y 60 años, en los meses de
calor (de junio a septiembre) y, sobre todo, en personas con actividades profesionales
sedentarias o expuestas al calor.
Estudios recientes indican que el 60% de los pacientes que ha tenido un cálculo tendrá
otro antes de 10 años, el 35% antes de 5 años y el 15% antes de 1 año del primer
episodio. Aunque es cierto que muy pocos pacientes mueren por causas directamente
relacionadas con los cálculos, éstos causan una notable morbilidad (dolor, infecciones
urinarias y uropatía obstructiva).
Parte de los cálculos renales que están obstruyendo el uréter consiguen ser
eliminados por el flujo urinario mediante dos medidas: aumentar el flujo urinario con
hidratación, que puede ser oral o intravenosa (sueros) si el enfermo tiene muchas
náuseas o vómitos, y tomar relajantes musculares, que contribuyen a aliviar la
contractura del músculo del uréter aumentando su calibre y permitiendo el paso de la
mayoría de los cálculos. Si con este tratamiento no se alivia el dolor o no se resuelve
la obstrucción, se debe intentar extraer el cálculo por otros métodos.
Actualmente está casi fuera de uso por la eficacia de las técnicas no invasivas.
No obstante, existe una cirugía mínimamente invasiva que es la litrotricia
ultrasónica percutánea, que consiste en introducir un catéter hasta el riñón con
una pequeña incisión en la espalda. A través del catéter, se introduce un
trasductor ultrasónico que aplica directamente ondas de ultrasonido al cálculo,
fragmentándolo con aplicación de menos energía. Los fragmentos se extraen a
través del catéter.
Por otra parte, la litotricia con láser a través de ureteroscopia tiene el mismo
fundamento, pero lo fuente generadora de energía es el láser.
La dieta también debe ser adecuada. Por ejemplo, las personas con cálculos de ácido
úrico deben seguir una dieta pobre en proteínas, abstenerse de tomar alcohol y
disminuir la ingesta de algunos vegetales, como las espinacas y el tomate. Si los
cálculos son de calcio se debe disminuir la ingesta de sal, ya que las dietas ricas en
sodio aumentan la excreción de calcio en la orina, aumentando el riesgo de padecer
litiasis.