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Se entienden por Actividad Física todos los movimientos naturales y/o planificados

que realiza el ser humano obteniendo como resultado un desgaste de energía, con
fines profilácticos, estéticos, desempeño deportivo o rehabilitadores. La "actividad
física" es todo tipo de movimiento corporal que realiza el humano durante un
determinado periodo de tiempo, ya sea en su trabajo o actividad laboral y en sus
momentos de ocio, que aumenta el consumo de energía considerablemente y el
metabolismo de reposo, es decir, la actividad física consume calorías.

Nuestra condición de seres vivos con capacidad de movimiento e interacción


con las cosas y otros seres del mundo que nos rodean, permite que la
actividad física se encuentre en cualquier ámbito de nuestra vida. Es una
práctica humana que está presente en el trabajo, la escuela, el tiempo libre
o las tares cotidianas y familiares, y desde la infancia a la vejez

Actualmente podemos identificar tres grandes perspectivas de relación entre


la actividad física y la salud: a) una perspectiva rehabilitadora; b) una
perspectiva preventiva; y c) una perspectiva orientada al bienestar.

Perspectivas de relación de la actividad física y la salud.

-La perspectiva rehabilitadora considera a la actividad física como si se tratara de un medicamento.

-La segunda perspectiva, la preventiva, utiliza la actividad física para reducir el riesgo de que
aparezcan determinadas enfermedades o se produzcan lesiones. Por lo tanto, esta perspectiva se
ocupa del cuidado de la postura corporal y la seguridad en la realización de los ejercicios físicos, así
como de la disminución de la susceptibilidad personal a enfermedades modernas, como las
cardiovasculares, la hipertensión, la diabetes mellitus, la osteoporosis, la dislipemia o la depresión, a
través de la actividad física.

-La perspectiva orientada al bienestar considera que la actividad física contribuye al desarrollo
personal y social, independientemente de su utilidad para la rehabilitación o prevención de las
enfermedades o lesiones. Es decir, se trata de ver en la actividad física un elemento que puede
contribuir a la mejoría de la calidad de vida, Nos referimos a la práctica de la actividad física porque
sí, porque nos divierte y nos llena de satisfacción, porque nos sentimos bien, porque nos ayuda a
conocernos mejor, porque hacemos algo por nosotros mismos, porque nos permite saborear una
sensación especial o porque nos sentimos unidos a los demás y a la naturaleza.
Las variables que influyen en la actividad física son tres en el consumo de
calorías cuando se realiza una actividad física son:

Tiempo: La cantidad de tiempo que se dedica a la actividad física afecta


a la cantidad de calorías que se consumen.
Peso: El peso corporal de una persona que realiza una actividad física
tiene una influencia sobre la cantidad de calorías quemadas. Así las
personas de mayor peso consumen más calorías.
Ritmo: el ritmo al que una persona realiza la actividad física influye en la
cantidad de calorías gastadas. Por ejemplo, caminar a 5 kilómetros por
hora consume más calorías que caminar a 2 kilómetros por hora.

El realizar o conseguir una actividad física diaria es beneficioso para la salud, de


tal manera que las mejores actividades físicas son las actividades cotidianas de la
vida diaria, como andar, montar en bicicleta, subir escaleras, hacer las labores
del hogar, hacer la compra, si éstas se realizan frecuentemente. Pero lo más
recomendable es practicar un ejercicio físico programado y de intensidad
moderada.

El contrario de la actividad física es la inactividad o sedentarismo.

El término actividad física incluye:

Deporte
Educación física

Hay que entender deporte como actividad física reglamentada y con un soporte
social importante.

Por el contrario, el abuso de la actividad física sin planeación y vigilancia puede


ser destructivo. Desde envejecimiento celular prematuro, desgaste emocional y
físico, debilitamiento del sistema inmunológico entre otros.

Consecuencias de la inactividad física

La inactividad física, ese hábito de dejar de utilizar el cuerpo para satisfacer las
demandas de su sistema de vida, es un comportamiento contrario a la naturaleza del
hombre que trae como consecuencia que el cuerpo se debilite y se fatigue más
rápido, aún en actividades de escritorio.

La falta de actividad física trae como consecuencia:

El aumento de peso corporal por un desbalance entre el ingreso y el gasto de


calorías, que puede alcanzar niveles catalogados como Obesidad.

Disminución de la elasticidad y movilidad articular, hipotrofia muscular,


disminución de la habilidad y capacidad de reacción.

Ralentización de la circulación con la consiguiente sensación de pesadez y


edemas, y desarrollo de dilataciones venosas (varices).

Dolor lumbar y lesiones del sistema de soporte, mala postura, debido al


poco desarrollo del tono de las respectivas masas musculares.

Tendencia a enfermedades como la Hipertensión arterial, Diabetes, Cáncer


de colon
Sensación frecuente de cansancio, desánimo, malestar, poca autoestima
relacionada con la imagen corporal, etc.

Efectos de la actividad física:

Metabolismo basal: la actividad física no sólo aumenta el consumo de


calorías sino también el metabolismo basal, que puede permanecer
elevado después de 30 minutos de una actividad física moderada. La tasa
metabólica basal puede aumentar un 10% durante 48 horas después de la
actividad física
Apetito: la actividad física moderada no aumenta el apetito, incluso lo
reduce. Las investigaciones indican que la disminución del apetito
después de la actividad física es mayor en individuos que son obesos, que
en los que tiene n un peso corporal ideal
Grasa corporal: la reducción de calorías en la dieta junto con la actividad
física puede producir una pérdida de grasa corporal del 98%, mientras
que si sólo se produce una reducción de calorías en la dieta se pierde un
25% de masa corporal magra, es decir, músculo, y menos de un 75% de
la grasa

Efectos sobre el sistema nervioso:

Mejora de las capacidades coordinativas del sujeto (velocidad de


percepción, velocidad de reacción gestual…) que, junto con las conseguidas
en el sistema músculo-osteo-articular va a permitir una mayor autonomía
física.

Mejora el funcionamiento de los órganos internos.

Efectos sobre el sistema cardiovascular:

Reduce alrededor de la mitad el riesgo de desarrollar alteraciones vasculares y


metabólicas comunes o en su defecto facilitar el control de enfermedades
tales como alteraciones coronarias, infarto, hipertensión, arteriosclerosis y
diabetes no insulinodependiente (se reduce entre un 30-50% la posibilidad de
padecerla, respecto de las personas totalmente sedentarias).

Funciona como mecanismo de prevención primaria y secundaria del sobrepeso


y obesidad, al permitirnos obtener un descenso del peso corporal, un control
del porcentaje graso.

Disminuye en un 40-50% los síntomas gástricos y de riesgo de aparición de


cáncer de colon y útero.

Efectos sobre el sistema cardiorrespiratorio:

Mejora el control y estado de patologías orgánicas como la fibrosis


quística (mejorando el drenaje bronquial) y el asma (disminuye la
intensidad y frecuencia del broncoespasmo).

Efectos sobre el sistema músculo-osteo-articular:

Reduce los dolores músculo-osteo-articulares.


Retrasa y/o detener el proceso de osteoporosis.

Mejora el control y dominio corporal, y por lo tanto postural, facilitando


la percepción y corrección de hábitos posturales incorrectos.

Mejoran las posibilidades motrices del individuo dando lugar a una


mayor autonomía física.

Efectos sobre el estado psicológico:


Efectos moderados y positivos sobre estados depresivos, ansiedad y
estrés, provocando mejoras en el nivel de autosatisfacción y bienestar
psicológico.

PASOS PARA TENER SEGURIDAD EN EL EJERCICIO

1. Hazte un examen médico antes de empezar a hacer ejercicio.

Tu médico debería examinar lo siguiente:

- Tensión arterial

- Niveles de colesterol en sangre

- Niveles de hemoglobina glicada.

- El estado del corazón, sistema circulatorio y sistema nervioso

- La función renal

- Los ojos

- Los pies

2. Elije ejercicios que sean adecuados a tu salud. Habla con tu equipo de salud acerca
de cual es el mejor ejercicio para ti. La Diabetes puede causar problemas de salud,
enfermedades en los ojos en los nervios, que hacen que ciertos ejercicios no se deban
elegir. Por ejemplo, si has perdido sensibilidad en los pies, nadar puede ser mejor que
caminar. Si tienes problemas con la vista, o tienes frecuentes reacciones de bajadas de
glucosa, deberías hacer ejercicio dentro de casa o acompañado de alguna persona. El
equipo de salud puede ayudarte a elegir el ejercicio físico más adecuado que consigue
los objetivos de salud planteados.

3. Haz las cosas fáciles. Tómate tiempo, no tienes que ganar una carrera. Si intentas ir
demasiado deprisa, puedes desalentarte o incluso hacerte daño.

Un método seguro de autocontrol, es contar las pulsaciones por minuto de tu corazón,


y mantenerte siempre en un ratio de seguridad.

Tu equipo de salud debe enseñarte cual es ese punto en el que debes de dejar de
hacer el ejercicio porque está siendo demasiado duro.

El siguiente paso, si ha salido todo bien, es ir incrementando gradualmente, el tiempo


de duración del ejercicio y su intensidad. Al comienzo debes empezar a caminar 5 ó 10
minutos, al cabo de unas semanas puedes incrementarlo a 25 ó 30 minutos. Tu equipo
de salud y tu deberíais ajustar tu plan de ejercicio, alimentación y medicación, para así
estar perfectamente informado.

4. Haz ejercicios de calentamiento y estiramiento cuando empieces a hacer ejercicio.


Caliéntate con ejercicios suaves como por ejemplo pasear. Esto hará que tu corazón y
tus músculos estén preparados para trabajar. Después del calentamiento debes hacer
estiramientos muy suaves. Los estiramientos harán que tus músculos y articulaciones
estén flexibles. Si no lo haces así, serán más sensibles a ser dañados.

5.Finaliza tu ejercicio con un periodo de enfriamiento. Lentamente bajar


gradualmente, hasta que tu respiración sea normal. Por ejemplo, si has estado
corriendo, haz 5 minutos de enfriamiento. Algunas personas prefieren los
estiramientos al final de su ejercicio, cuando los músculos están calientes y puede ser
más fácil estirarse. Cuando tu respiración sea normal, empieza tus estiramientos de
rutina.

6. Adapta tu ejercicio a las condiciones que te permitan tu corazón y tus pulmones,


no lo sobrecargues con un exceso de entrenamiento. Casi todas las personas con
diabetes pueden hacer ejercicio, si lo hacen de una forma ligera. Puedes intensificar el
ejercicio, con un programa que te haga repetir muchas veces los ejercicios
suavemente.

7. Bebe abundantes líquidos. Si estás sudoroso, quiere decir que has perdido líquidos,
por lo que es muy importante recuperar los líquidos perdidos por la transpiración. El
agua es la mejor bebida, pero si has estado haciendo ejercicio durante mucho tiempo,
puedes tomar calorías extras y tomar bebidas azucaradas.

8. Lleva ropa adecuada para el tipo de ejercicio que vas a realizar y las condiciones
climáticas. No lleves ropas muy pesadas cuando el tiempo sea caluroso. Sudar más no
te hará perder peso sino perder agua. Efectivamente no es bueno para la salud y lo
único que conseguirás será un acaloramiento. En el verano lleva ropa ligera, ropas de
colores claros. Debes ponerte crema con protección solar y llevar puesto un sombrero.

Utiliza el equipo de seguridad que necesites, acorde al deporte que vas a realizar, por
ejemplo, si va a montar en bicicleta lleva un casco, si vas a jugar al tenis lleva
protección en los ojos.

Evita hacer ejercicio cuando hace demasiado calor o demasiado frío, debes hacer
ejercicio de una manera confortable.

Es poco saludable hacer ejercicio cuando el aire está muy contaminado.

9. Acuérdate de tus pies. Lleva el calzado correcto para hacer deporte, esto quiere
decir, que para ir a correr, hay que llevar zapatillas especiales de correr, para hacer
aeróbic, zapatillas de aeróbic, etc. Cambiar las zapatillas cuando ya se estén
deteriorando. Siempre tienen que estar limpias, utilizar calcetines especiales
transpirables, Cambiar de calcetines y de calzado después del ejercicio. Observa tus
pies, si tienes zonas muy calientes o enrojecidas o ves algún problema no dudes en
consultar con el médico.

La mayoría de las personas pueden beneficiarse de realizar actividad física de forma


regular. Es frecuente que la gente piense que hace suficiente ejercicio en el trabajo.
Muchos piensan que son demasiado viejos para empezar, otros que su forma física ya
es demasiado mala para intentar recuperarla. Obesidad, diabetes, o alguna
discapacidad física, pueden ser las razones que desanimen al sujeto para comenzar a
realizar actividad física. Pero en muchas ocasiones son simplemente la pereza, o las
expectativas de fatiga y dolor las que impiden que ni siquiera llegue a intentarse.
En la actualidad parece existir evidencia suficiente que pruebe que aquellos que llevan
una vida físicamente activa pueden obtener una larga lista de beneficios para su salud:

.Disminuye el riesgo de mortalidad por enfermedades cardiovasculares en general


y en especial de mortalidad por cardiopatía isquémica en grado similar al de otros
factores de riesgo como el tabaquismo.

.Previene y/o retrasa el desarrollo de hipertensión arterial, y disminuye los valores


de tensión arterial en hipertensos.

.Mejora el perfil de los lípidos en sangre (reduce los triglicéridos y aumenta el


colesterol HDL).

.Mejora la regulación de la glucemia y disminuye el riesgo de padecer diabetes no


insulina dependiente.

.Mejora la digestión y la regularidad del ritmo intestinal.

.Disminuye el riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer, como el de colon, uno de


los más frecuentes y sobre el que al parecer existe mayor evidencia.

.Incrementa la utilización de la grasa corporal y mejora el control del peso.

.Ayuda a mantener y mejorar la fuerza y la resistencia muscular, incrementando la


capacidad funcional para realizar otras actividades físicas de la vida diaria.

.Ayuda a mantener la estructura y función de las articulaciones. La actividad física


de intensidad moderada, como la recomendada con el fin de obtener
beneficios para la salud, no produce daño articular y por el contrario puede ser
beneficiosa para la artrosis.

.La actividad física y de forma especial aquella en la que se soporta peso, es


esencial para el desarrollo normal del hueso durante la infancia y para alcanzar y
mantener el pico de masa ósea en adultos jóvenes.

.Ayuda a conciliar y mejorar la calidad del sueño.

.Mejora la imagen personal y permite compartir una actividad con la familia y


amigos.

.Ayuda a liberar tensiones y mejora el manejo del estrés.

.Ayuda a combatir y mejorar los síntomas de la ansiedad y la depresión, y aumenta


el entusiasmo y el optimismo.

.Ayuda a establecer unos hábitos de vida cardio-saludables en los niños y combatir


los factores (obesidad, hipertensión, hipercolesterinemia, etc.) que favorecen el
desarrollo de enfermedades cardiovasculares en la edad adulta.

.En adultos de edad avanzada, disminuye el riesgo de caídas, ayuda a retrasar o


prevenir las enfermedades crónicas y aquellas asociadas con el envejecimiento. De
esta forma mejora su calidad de vida y aumenta su capacidad para vivir de forma
independiente.

.Ayuda a controlar y mejorar la sintomatología y el pronóstico en numerosas


enfermedades crónicas (Cardiopatía isquémica, Hipertensión arterial,

.Enfermedad pulmonar obstructiva crónica, Obesidad, Diabetes, Osteoporosis, etc.)

.Disminuye la mortalidad tanto en adultos jóvenes como en los de mayor edad,


siendo incluso menor en aquellos que tan sólo mantienen un nivel de actividad
física moderado que en los menos activos o sedentarios.

.Por último, todos estos beneficios tendrán una repercusión final en la reducción
del gasto sanitario. Este es un argumento de peso para que tanto las
administraciones públicas como privadas apoyen la promoción de la actividad física
en todos los estamentos de nuestra sociedad.

El organismo humano como consecuencia del entrenamiento físico regular, presenta


en sus diferentes aparatos y sistemas modificaciones morfológicas y funcionales que
denominamos adaptaciones, las cuales van a permitir por una parte prevenir ó
retrasar la aparición de determinadas enfermedades y por otra parte mejorar la
capacidad de realizar un esfuerzo físico. Una persona entrenada físicamente será capaz
de correr a la parada del autobús sin cansarse demasiado, jugar con sus hijos con
mayor vitalidad e incluso hacer algún alarde con los amigos en un partido de fútbol.

Indudablemente el ejercicio físico regular nos permite desde el punto de vista


psicológico afrontar la vida con mayor optimismo y mejor disposición, a la vez que
socialmente es un medio de integración en distintos grupos humanos.

…………..…………………Nicolás VALLE MIRANDA -8TH MILTON……………………….

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