You are on page 1of 99

Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

El sol abrasaba sobre el desierto de Beer –seba. El intenso viento no podía amainar
las altas temperaturas del lugar que se encontraba en el año 1700 antes de cristo. Sobre la
tierra emergía una enorme tienda hecha artesanalmente, característica de la época, en pieles
y telas antiguas. El puesto tenía cuatro compartimentos y era aproximadamente de veinte
metros, alrededor de ella había utensilios de cocina y herramientas para labrar la tierra.
También se encontraban ovejas pastoreando los pocos arbustos de su alrededor.
A pocos metros de la entrada una hermosa mujer pasada en años estaba machacando
unas frutas sobre una vajilla, el viento golpeaba su cara pero su pelo permanecía inerte a la
fuerza ya que estaba recogido por un turbante blanco. Aquella mujer se llamaba Rebeca y
estaba sentada sobre una madera fuerte que sostenía su peso mientras trabajaba.
De la tienda salió un joven que delataba unos veinticinco años, de pelo castaño,
lampiño y apenas una sombra en su rostro descubría una barba no muy tupida, de ojos
oscuros pero de mirada fuerte y segura. Su nombre es Jacob. El muchacho se acercó a paso
tranquilo hacia su madre echando una fuerte mirada a los ojos de ella. Rebeca miró sus ojos
tratando de entender que ha ocurrido dentro de la tienda hace unos instantes.
- ¿Y? ¿Qué te ha dicho?- preguntó Rebeca
- Pues me ha dado su bendición- respondió inmediatamente Jacob.
El rostro de Rebeca enseguida cambio de preocupación a tranquilidad como si la respuesta
de Jacob era la que estaba deseando escuchar; sin embargo sus cejas comenzaron a
fruncirse como si nuevamente la preocupación le volviera al rostro.
- Entonces Jacob debes irte inmediatamente, antes de que tu hermano Esaú aparezca y se
entere de lo que hemos hecho- dijo Rebeca mientras se levantaba, tomo los brazos de Jacob
y de ellos quitó pieles de oveja que se encontraban atados sobre él.
Fue así como Jacob se alejó para esconderse de su hermano. Minutos más tarde
Esaú llega a la tienda con un guiso que había preparado, era un hombre de mayor físico que
Jacob y su vellosidad se observaba por su abundancia. El hombre se encontró con Rebeca
justo en la entrada.
- Madre, déjame pasar que le he preparado el guiso a mi padre tal cual me mandó a hacer-
dijo Esaú.
Rebeca se apartó e inmediatamente Esaú había ingresado a la tienda. La mujer
escuchaba murmullos que llegaban del compartimiento principal y trataba de entender el
diálogo que allí dentro se desarrollaba. Súbitamente aquellos murmullos comenzaron a
tomar un tono más agudo y con mayor velocidad. En ese instante Rebeca abre muy grande
sus ojos como si lo que escuchara era el epílogo que esperaba de aquella conversación.
Rebeca se alejó unos pasos y de la tienda salió Esaú, sus ojos se encontraron
fruncidos su barbudo rostro jadeaba, el odio era su indisumulable sensación y recorrió todo
el alrededor de la tienda como buscando algo o a alguien. En un momento se detuvo frente
a su madre.
- ¿Dónde está?- preguntó Esaú
-No lo se- respondió Rebeca
- ¿Te das cuenta lo que ha hecho? La bendición iba a ser mía y engañó a nuestro padre
haciéndose pasar por mí. Juro en este instante y frente a ti que lo haré buscar donde se
encuentre y lo mataré- exclamó Esaú.
En ese instante, con una mirada perdida tomó aire y luego comenzó a gritar –Jacob,
Jacob- sus gritos eran tan fuertes que el joven engañador logró escucharlos en lo alto de una

1
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

montaña cerca de la tienda. Rebeca había quedado perpleja por lo que acababa de escuchar
de su hijo.
En lo alto de la montaña Jacob se encontraba sentado sobre una piedra muy
pensativo como analizando los sucesos recientes y planificando cual es el próximo camino
a tomar luego del engaño que había perpetrado a su padre. Rebeca apareció subiendo los
pocos metros que quedan desde la loma hasta la piedra donde estaba Jacob, llevaba en su
mano ropa y otros materiales envueltos en una vieja tela oscura.
Rebeca se acercó al joven Jacob sentado en la piedra y extendió su mano hacia el
hombro de él.
- Tu hermano Esaú anda buscándote y juró matarte- dijo Rebeca.
- Lo se madre- afirmó Jacob tomando la mano de la mujer que posaba sobre su hombro.
Rebeca levantó a Jacob de la piedra y ambos quedaron enfrentados con sus miradas,
la de la mujer era una mirada cansada pero siempre pensativa y la de Jacob dura pero
prestando atención a lo que su madre diga.
-Debes irte- exclamó Rebeca –He hablado con tu padre y ambos hemos decidido que debes
ir a Harán donde se encuentra tu tío Labán, allí procura encontrar esposa y establece tu
simiente- le pidió su madre. Le entregó al hijo el envoltorio de tela oscura –Aquí tienes
todo lo que necesitas para el viaje, vete ahora antes de que Esaú te encuentre.
Jacob tomó el envoltorio y abrazó fuerte a su madre, había comprendido que se
trataba de una despedida. Luego de unos segundos el joven se separó de Rebeca y se alejó
de ella desapareciendo a lo bajo de la montaña. Rebeca seguía en lo alto donde Jacob lo
había abandonado, la angustia por su hijo se había apoderado de ella y enseguida se tumbó
arrodillada al suelo y comenzó a llorar sin encontrar consuelo en su propio abrazo.
El día se había hecho muy caluroso en el desierto. El joven Jacob sentía la brisa
caliente en su cara de algunos esporádicos vientos. Caminó seguro en dirección al oeste
para encontrarse con su tío Labán como le había encomendado su madre.
Sabía que el viaje podría durar días pero no podía volver atrás porque Esaú lo
estaría esperando y si lo encontraba lo mataría. Estaba dispuesto a sentir el agotamiento de
caminar días en tierras calientes y con el agua suficiente para el viaje; si bien Jacob pensó
la mayor parte de su tiempo en lo que había hecho y trataba de encontrar sentido a los
sucesos, su único destino inmediato era llegar al hogar de su tío.
Pasaron dos días y era de noche a mitad de camino. Jacob estaba muy exhausto, no
podía beber toda el agua que llevaba porque tenía que administrarlo con mucha
minuciosidad para poder cubrir todo el trayecto sin peligro de desfallecimiento. El joven se
recostó en un roca ubicado en el lugar que él mismo llamará mas adelante Beth-el. Era una
noche de luna llena clara y muy calma, algunos aullidos se escucharon a lo lejos, pero el
cansancio le impedía sentirlo, una vez recostado sus ojos se cerraron en un santiamén sin
tiempo a ninguna reflexión.
El joven había entrado en un sueño profundo, no pudo resistir el agotamiento.
Mientras dormía su rostro comenzó a percibir un reflejo blanco cuya intensidad de la luz
crecía a todo momento. Ya la luz era tan blanca que el reflejo de su cara superó a la
luminosidad del día. De pronto una sombra posa sobre el reflejo lumínico, allí se escuchó
una voz.
-Despierta Jacob, he venido a buscarte- dijo la voz.
Jacob abrió los ojos y para su sorpresa vio frente a él un joven bien parecido con
una túnica de color blanco luminoso y unas alas del mismo color detrás de sus espaldas. Era
un ángel de cabellera rubia cuyo pelo llegaba hasta los hombros, su rostro reflejaba un

2
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

joven de unos veinticinco años pero su voz y sus palabras parecieron de una persona más
madura.
El joven se encontró sorprendido frente a la figura que se le había presentado
delante de sus ojos, pero estuvo atónito al ver lo que había detrás del ángel. Era una
escalera, que nacía en la tierra y se elevaba hasta el cielo sin divisarse ningún fin. Era de
mármol blanco con barandas doradas y reflejos muy fuertes, parecía de oro. En la escalera
bajaban y subían ángeles con igual textura que aquel que se le había manifestado.
-Jacob, acompáñame que el Señor te está esperando- le dijo el ángel mientras se daba vuelta
para dirigirse a la escalera. Jacob se levantó y siguió al ángel, quién subió la escalera y sin
dudarlo el joven sorprendido pisó el primer escalón.
La figura de los dos iba desapareciendo a medida que subían escalones y tomaban
altura. Mientras seguían subiendo y bajando ángeles como dispuestos a cumplir misiones
en la tierra.
Luego de un tiempo prolongado, aquellas figuras, una humana y otra angelical, que
habían desaparecido a lo alto de la escalera volvieron a aparecer. Esta vez descubriéndose
en mayor tamaño a medida que pisaban un escalón descendiendo de ella.
Cuando ambos dejaron la escalera se dirigieron a la misma roca donde Jacob se
había echado a dormir.
Jacob llevaba un papiro enrollado en su mano, un papiro de color marrón arrugado
como si fuera rajado de un árbol viejo.
Cerca de la roca el ángel se detuvo y miró a Jacob con apacibilidad. El joven se dio
cuenta de que quien lo acompaña se detuvo y volteó para verlo, como esperando alguna
palabra de parte de él.
-Puedes volver a descansar y reflexionar sobre lo que te ha dicho tu Señor en lo alto de la
escalera- le dijo el ángel y éste continuó diciendo –recuerda que te ha bendecido a ti y todo
tu simiente y ha renovado el pacto con Abraham. Todo esto podrás revelarlo a quienes te
sucedan en esta vida.
Luego de estas palabras el ángel transformó su mirada frunciendo su ceño y acerco
su cara a la de Jacob para asegurarse de que el joven preste mucha atención a lo que le iba a
decir.
-Pero recuerda que nunca podrás revelar, ni siquiera en escrituras, el papiro que se te ha
dado y su contenido como así tampoco lo que el Señor te ha revelado acerca de los orígenes
del mundo, ello pondría en peligro la real providencia divina- dijo el ángel.
Jacob hizo gestos con su rostro y movió la cabeza trasmitiendo haber entendido todo
lo que se le había dicho. Nuevamente el joven sintió el cansancio que lo hizo dormir y
volvió al suelo para cerrar los ojos y quedarse dormido. En ese instante el ángel se alejó y
cuando subió por la radiante escalera de barandas doradas éste iba desapareciendo a medida
que pisaba cada escalón.
Horas más tarde amaneció en las tierras en la que Jacob dispuso dormir. Se escuchó
el canto de un gallo a lo lejos como si un poblado estuviera cerca de donde se encontraba,
también se escuchó el trinar de algunos pocos pajaritos que acompañaron la alegre mañana
de un amanecer soleado y sin ninguna ventisca.
Jacob se desperezó para luego poder levantarse y seguir su camino. Estuvo
analizando el sueño que tuvo en la noche pero de pronto vio que el sol estaba más alto de lo
que creía, indicando que se había levantado más tarde, nuevamente su preocupación era
poder llegar a lo de su tío. Cuando posó sus brazos sobre la tierra para así poder ponerse de
pie sintió que algo sostenía en su mano derecha, el muchacho elevó el extremo de su

3
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

miembro hacia sus ojos y cuando éste llegó a la altura observó que en su mano llevaba lo
que había traído de la escalera. Se trataba del papiro marrón.

4
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

Amanecía en la ciudad de Granada al sur de España, era la mañana del 2 de enero de


1492 y el sol comenzaba a iluminar el pueblo enclavado en las hermosas montañas del sur
de la península ibérica. El paisaje dejó observar los caseríos del poblado donde se
confunden iglesias cristianas con edificios de arquitectura arabesca.
Granada era gobernado por el rey musulmán Boabdil y se trataba del último reino
árabe en España después de casi ocho siglos de ocupación de los moros.
Los ríos de Granada sonaban como llevando agua fresca por los arroyos a los
poblados lindantes. Sin embargo en las montañas que rodean la ciudad se podía observar
campamentos integrados por el ejército español que cercaba todo el territorio, expectante de
alguna orden o algún suceso para tomar la ciudad.
La neblina se había apoderado de la mañana granadina impidiendo una buena
visualización a todo aquel que caminara sobre sus calles. En una de las plazas céntricas de
la ciudad había una fuente y en el medio de ella posaba una cabeza de león, desde su boca
despedía agua provocando un constante sonido por el impacto del chorro sobre la
palangana del venero.
El manantial de piedra estaba sobre un empedrado tradicional de las ciudades
medievales. Por ser muy temprano no había tránsito de personas. Solo una logró divisarse
en la niebla, era de cuerpo morrudo, de unos 45 años, de cara regordeta con una barba y
bigote bien preparada, su nombre era Abahed. Era un hombre de ciencias, de hecho era
seguidor del legendario Maimónides quién se ha hecho famoso por sus escritos sobre
matemáticas, teología y filosofía.
Abahed se acercó a la fuente y con una mano toma un poco de agua para fregárselo
en la cara y despabilarse porque se había levantado muy temprano. Una vez cumplido su
cometido siguió caminando y entró a una de las calles empedradas que nacen en la plaza y
morirán al final de la ciudad en bajada por estar asentado sobre una montaña.
Mientras bajaba por la calle de la ciudad escuchaba detrás de él unos pasos que iban
acercándose, la curiosidad lo hizo frenar en su caminata para esperar que el causante del
sonido se dejara ver.
A medida que se escuchaban los pasos, los sonidos de cada uno de ellos eran cada
vez más fuerte. En la niebla se formó un espectro para convertirse en una figura humana
que se acerca a Abahed, era una persona joven, corpulenta, su rostro era exactamente al
mismo del ángel que se acercó a Jacob hace mas de tres mil años atrás.
-¡Conde Vizcaíño!- atinó a decir Abahed sorprendido por su encuentro. -¿Qué hace en
horas tan tempranas por acá?
-Justamente vine a buscarte- respondió el conde en tono muy amable –quería hablar contigo
sobre las investigaciones que estás realizando.
-Dígame Conde- dijo Abahed.
-Pues sé que eres un hombre muy inteligente apasionado por las ciencias de la línea
maimodiana, sin embargo, como hemos hablado antes hay cosas que las ciencias lejos de
ayudar te pueden poner en peligro- dijo Vizcaíño.
-¿Quiere hablar conmigo sobre el papiro?- preguntó Abahed
-Así es Abahed y déjame preguntarte algo ¿adonde ibas?- preguntó Vizcaíño.
-A encontrarme con uno de mis discípulos, esta reunión estaba arreglada desde ayer-
explicó Abahed.

5
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

-¿Es para continuar con tus investigaciones?- Preguntó el conde y continuó interrogando -
dime, ¿qué sabe tu discípulo acerca de lo que estás investigando?
-Nada- respondió Abahed –justamente hoy lo iba a instruir sobre mi trabajo.
-Déjame decirte que tu trabajo te ha puesto en peligro y no hace falta poner en peligro a
nadie más- dijo Vizcaíño.
Inmediatamente el conde desenvainó su espada para incrustárselo en el cuello a
Abahed, el arma blanca perfilaba hacia arriba por eso de la cresta de su cabeza sobresalía la
punta ensangrentada. El hombre al sentir la empuñadura comenzó a temblar, se mantuvo
parado y miraba fijamente al Conde, de su boca empezó a despedir sangre y emitía algunos
gemidos como queriendo decir algo pero sus intentos eran infructuosos. Pronto su rostro
comenzó a empadilecer, su mirada seguía inmóvil y fija y sus brazos terminaron
desvaneciéndose. El cuerpo ya estaba sin vida pero la fuerza de Vizcaíño sosteniendo la
espada lo mantuvo en píe.
El conde sacó inmediatamente la espada del cuello y dejó caer el cuerpo a la calle.
Sacó de su bolsillo un pañuelo para limpiar la espada ensangrentada y enseguida la volvió a
envainar. Luego se puso a observar a Abahed que yacía muerto como buscando algo, se
agachó y revisó sus ropas en manera insistente hasta sacar de su chaquetilla el papiro
marrón.
Una vez tomado el papiro volvió a levantarse y caminó de forma apresurada en
dirección contraria a la que había aparecido. Se estaba dirigiendo a la plaza central donde
Abahed se había refrescado unos momentos antes de su muerte.
En la fuente se encontraba sentado sobre el borde un hombre castaño, de baja
estatura, de ojos oscuros y con una barba de apenas unas semanas. El conde observó al
hombre y se le acercó, luego tomó el papiro que le quitó a Abahed y se lo extendió.
-Toma- le dijo el Conde –aquí tienes el papiro, de ahora en más es tu responsabilidad cuidar
de él-, el hombre lo tomó y lo guardó en uno de sus bolsillos, luego saltó de la fuente y
emprendió su marcha hacia una de las calles que se adentra en la ciudad.
-Espera- le dijo el conde obligándolo a frenar la marcha. El hombre se dio vuelta para
escuchar lo que tenía que decirle, ya que no sabía de otro motivo por el cual lo había
forzado a detenerse.
-El emir Boabdil entregará Granada a los reyes de España antes de que termine el día, y así
será el fin del dominio musulmán sobre estas tierras- explicó el conde –debes marchar hacia
el norte de España y ten tu descendencia allí- aconsejó –siempre tus prioridades y la de tus
descendientes serán sobre el papiro.
El hombre asintió con su cabeza y volvió su marcha hacia el camino para desparecer
en la densa niebla de la mañana de Granada. Mientras tanto el conde observaba al hombre
alejarse realizando gestos de alivio como si hubiera cumplido exitosamente su misión.

6
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

El río era un enorme espejo de agua marrociente cuyas orillas distan entre sí tantos
kilómetros que cualquiera dudaría de que se trata de un estuario. Es conocido como el Río
de la Plata, sobre él posa la ciudad de Buenos Aires, capital de la Argentina, una urbe de
millones de habitantes cuyo tránsito fluido se mantiene en todas sus calles y avenidas
céntricas. Los edificios modernos parecen imponentes cuyos reflejos posan sobre el
afluente.
El invierno del año 2005 en la ciudad es de bajas temperaturas. Sus cuadras se
encuentran llenas de hojas caídas de los frondosos árboles ubicados en los costados de la
vereda. El tránsito de personas y automóviles es incesante. La ciudad tiene un ritmo diario
de actividad comparable a Nueva York. Buenos Aires es uno de los puertos más grandes de
Sudamérica.
Una arteria importante de la ciudad es la peatonal Florida, con calle azulejada y
faroles en el medio. También tiene kioscos de revistas en las esquinas y cada veinte metros
se presenta un show artístico callejero pidiendo colaboración a voluntad. Tiene alrededor de
diez cuadras y de tanto en tanto se encuentran unos puestos pintorescos de casetas rojas con
techo negro punteado donde hay una señorita empleada por el gobierno para ayudar e
informar a la gran cantidad de turistas que transitan por allí.
La peatonal, llena de personas que van a sus lugares de trabajo o se encuentran
paseando, tiene en ambos costados negocios de ropa, música, electrodomésticos y toda
marca internacional y nacional que tiente al turista o al pudiente. Los precios de los
productos de estos negocios no son de acceso al bolsillo popular.
También hay restoranes de toda clase de cocina. Es la hora de almuerzo y se
encuentran funcionando en su plenitud. Uno de los locales se llama “El Escorial”, es un
elegante restauran de comida española cuyo espacio permite albergar treinta mesas bien
preparadas teniendo una capacidad de cuatro comensales cada una de ellas. El personal es
de un mozo por cada tres mesas, algunos entraban y salían de la cocina con platos en sus
manos para llevárselo a los clientes, otros se encontraban parados en un rincón esperando la
señal de algún comensal para atenderlo.
En una de las mesas se encontraban tres personas masculinas, todos vestidos de
elegante traje y corbata, dos de ellas eran personas maduras mientras que el tercero era un
joven que demostraba mucha timidez. Los dos mayores eran los abogados Nicanor Frías y
Alfonso Lascurain.
El doctor Frías era una persona bien parecida, denostaba unos cincuenta años y
llevaba un traje azul combinado con una camisa blanca con gemelos y una corbata azulada
brillante con pequeñas balanzas de la justicia doradas. En cambio el doctor Lascurain
mostraba ser una persona que superaba los sesenta años con traje oscuro, camisa celeste y
una corbata de seda azul. Ambos tenían servido vino tinto sobre su mesa y los tres un plato
de lomo al champiñón, los abogados estaban degustando de la comida mientras que el
joven, temeroso, simplemente se quedaba contemplando.
-Dígame doctor Ignacio Valverde ¿cuántos años tiene y cuéntele brevemente al doctor Frías
su experiencia laboral?- peguntó el doctor Lascurain al joven.
-Bueno- dijo el joven con tono inseguro –Tengo veinticinco años, me recibí de abogado
hace tres años, mientras estudiaba en la universidad me desempeñaba como meritorio en el
juzgado comercial Nº 8 del doctor Pelufo, después de una amplia carrera judicial el año

7
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

pasado me desempeñe como secretario de juzgado y hoy usted me convoca para una
entrevista con el objeto de integrar el estudio Lascurain, Huidogro & Frías, en el cual es
todo un honor para mí ser entrevistado por uno de los estudios jurídicos más prestigiosos
del país- explicó el muchacho.
-Te dije Nicanor que el joven tiene una carrera muy prometedora- dijo el doctor Lascurain
al doctor Frías – Dentro del ámbito judicial, es un joven que supo ganarse el prestigio
manteniendo una secretaría muy ordenada y organizada. El doctor Pelufo no dejó de elogiar
su actividad- dijo y nuevamente se dirigió al muchacho mientras el doctor Frías seguía
disfrutando del almuerzo –Contános un poco como ves hoy la rama del derecho comercial,
más específicamente lo relacionado a sociedades.
-Creo que justamente en la mesa está sentado el doctor Frías, uno de los doctrinarios más
importantes del país en la materia, lamentablemente no pude asistir a su cátedra pero he
estudiado mucho de sus libros y creo que explica muy bien el tema de las sociedades, de
todas maneras creo que hay camino por desandar, especialmente en las sociedades
extranjeras donde la legislación se entromete mucho en el desarrollo de ellas-
-¿Y que cree que puede suceder cuando el Estado es muy regulatorio en la creación de
sociedades comerciales donde apunta más al control de las sociedades extranjeras que las
nacionales?- preguntó serio el doctor Frías.
- Usted lo ha dicho en una reciente publicación, no vendrán las inversiones extranjeras y
habrá un fuerte aumento de sociedades fantasmas a nivel local- contestó el joven abogado.
- Creo que tiene razón Nicanor, de todas maneras el especialista en esa materia sos vos así
que dejo el tema en tu opinión- dijo Lascurain. El doctor Frías tomó el tenedor de la mesa y
miró al muchacho.
- Lamentablemente el país no alienta las inversiones extranjeras, yo creo que la defensa de
la competencia es necesaria para el equilibrio de un mercado justo, pero en este país se
corre una suerte de discriminación y existe un sobreprotección de las empresas locales por
sobre las extranjeras, existe el mito del pulpo en la cual una empresa gigante internacional
desembarca en el país, compra todas las empresas chicas del mercado en el que se
desenvuelve y termina siendo dueño del mercado. Lo mismo sucede con las sociedades
extranjeras, existe una suerte de limitación hacia ellas para la adquisición de otras empresas
pero no así con las sociedades nacionales. El problema es que algún día el pulpo surgirá
dentro de nuestro país- explicó el doctor Frías.
El abogado terminó de dar su explicación y nuevamente se dispuso a llevar bocados
a su boca, los presentes escucharon muy atentos y quedaron reflexivos luego de la
exposición. Volvió a dejar el tenedor sobre la mesa y continuó masticando su bocado,
cuando terminó de hacerlo volvió a dirigir su mirada al muchacho.
- Dígame doctor Valverde ¿cuáles son sus hobbies y deportes?- Preguntó Frías.
- Como verás Ignacio- Interrumpió el doctor Lascurain esbozando una sonrisa – Nicanor
tiene sus particularidades como todos los grandes profesionales en esta actividad, la de él es
creer que los hobbies y el deporte indican la personalidad de cada uno y su desarrollo
profesional en la carrera.
- Lo que se podría decir hobbies no tengo y juego una vez por semana al fútbol y
ocasionalmente al golf, tengo 21 de handicap- dijo el joven Valverde.
- El golf es un deporte que permite relacionarse mucho y abrirse con los clientes- dijo
Lascurain.
- Así es, sin embargo, el hobbie permite a uno abrirse hacia su mas verdadero y genuino
interés, cada uno lo tiene si se hace tiempo de buscarlo- afirmó Frías.

8
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

- Como verá el doctor Frías tiene un hobbie muy particular- interrumpió Lascurain – Es la
arqueología teológica para decirlo de alguna manera, ¿verdad Nicanor?- preguntó e
inmediatamente Frías le dio una respuesta afirmativa asintiendo la cabeza. Lascurain
continuó con el relato – él es un apasionado de la tierra santa, no solo de su historia sino
también de sus objetos arqueológicos, por ejemplo afirma tener en su poder una astilla de la
cruz donde fue crucificado Jesucristo, también un muy pequeño pedazo de la esponja donde
bebió vinagre, y algunas piedras y tierra del monte calvario, esto es hasta donde yo
recuerdo.
- Así es, tengo algunas cosas antiguas que quienes me las han vendido en mi viaje a medio
oriente me han dicho que es verdad. La antigüedad de los objetos son coincidentes a los
hechos, aunque esto no signifique que exactamente hayan pertenecido a Jesús, uno siempre
quiere mantener la esperanza de que lo es.- dijo el doctor Frías. Un reflexivo silencio de
unos segundos se adueñó en la mesa, seguramente el doctor Valverde estaría pensando si
ese hombre estaba en sus cabales.
- Nunca había visto al hobby como desarrollo de una personalidad, pero su punto de vista
es interesante- respondió Valverde mientras seguía preguntándose si lo que dijo Frías hace
unos instantes era verdad.
Una vez pagada la cuenta los tres comensales se levantaron de sus sillas y se
colocaron sus abrigos que habían dejado en una percha sobre la pared en la cual se
encontraba la mesa del almuerzo.
Mientras se dirigían a la puerta de salida, el doctor Frías y el doctor Lascurain
saludaban a comensales vecinos que eran conocidos porque son colegas en su profesión y
suelen encontrarse en los mismos ámbitos.
Llegados a la calle, los tres observaron el paisaje urbano y sintieron el imponente
frío del invierno.
- Hoy debe ser uno de los días más fríos del año- dijo el doctor Lascurain.
- Es que estamos en la época mas fría del año- respondió el doctor Frías, quién extiende el
brazo al doctor Valverde y le da la mano para despedirse. – Ha sido un verdadero placer
conocerte y tener esta charla fue muy interesante.
- Muchas gracias doctor, para mí ha sido un verdadero placer y honor- dijo el doctor
Valverde quién también extendió la mano al doctor Lascurain.
- Muchas gracias Ignacio por haber venido a este almuerzo, nos mantendremos en contacto
y que sigas bien- dijo Lascurain.
Culminado los saludos de rigor el doctor Valverde siguió su camino mientras que
los doctores Frías y Lascurain se dirigían hacia el otro lado. Cuando cruzaban la avenida
ambos entablaron un diálogo de camino.
- ¿Qué te pareció Valverde?- preguntó Lascurain.
- Muy interesante, creo que podríamos convocarlo para el equipo de trabajo de concursos y
quiebras, me parece que podría tener un futuro en el estudio- respondió Nicanor.
- Lo mismo digo – dijo Alfonso celebrando el comentario de Nicanor con una sonrisa – Si
te parece, puedo hacer una segunda entrevista con los abogados encargados de sociedades y
luego tomamos la decisión- ofreció a sabiendas de que si Frías daba su acuerdo
prácticamente Ignacio Valverde ingresaría al estudio porque la segunda entrevista era una
etapa formal.
- Me parece bien, seguí adelante- Le dijo Nicanor cuando ya estaban ingresando al edificio
donde queda el estudio Lascurain, Huidogro & Frías.

9
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

Ambos abogados ingresaron al ascensor de edificio que lo llevarán al estudio, allí


también se generó otro diálogo.
- Acordate que hoy hay que plantear el recurso por la empresa Monixal, imagino que ya
tenés preparado el escrito- dijo Lascurain.
- Justamente me dijeron por el celular que ya está en mi escritorio lo que armaron los
abogados, voy a revisarlo y antes de la presentación te cuento- contestó Nicanor.
- Muy bien – Asintió Lascurain, en ese momento se abrió la puerta del ascensor y ambos
descendieron y se dirigieron a sus respectivos despachos.
Frente a la puerta de su oficina se encontraba el escritorio de su secretaria privada,
cunado llegó hasta allí ella estaba escribiendo en la computadora. Era una muchacha de
unos treinta años, de cabello castaño y ondulado, su cara despertaba simpatía y sus
movimientos denostaban eficiencia en su labor.
- Buenas tardes Claudia ¿alguna novedad?- Saludó y preguntó Nicanor mientras entraba a
su despacho.
- Buenas tardes Nicanor- saludó Claudia mientras se levantaba de su escritorio para agarrar
la libreta de notas y acompañarlo al despacho. – Llamó el doctor Aberraondo para ver si
podían reunirse con el objeto de llegar a un acuerdo en la causa López contra Finamex por
el fideicomiso- le apuntó mientras ingresaban, Nicanor se sentó en su sillón con un ventanal
detrás cuya vista era el imponente Río de la Plata – También llamó su señora para recordar
que por favor no se olvide de comprarle el texto escolar a Pedrito porque lo tiene que llevar
mañana al colegio y por su casa no lo venden – continuó la secretaria – y por último llamó
el señor Rafael Ibáñez para avisarle que volvió de su viaje de Medio Oriente y España- dijo
la secretaria terminando de pasar los recados pendientes.
- Claudia vamos a hacer lo siguiente – dijo inmediatamente Nicanor, la secretaria levantó
su libreta y lapicera dispuesta a escribir estando de pie. –Primero le pido un favor, en la
librería Topol que está acá a dos cuadras, usted la conoce, reservé el texto escolar, por favor
búsquemelo y me lo mete en mi valija antes de irme a casa – dijo y enseguida le confió otro
mandado – Por otro lado tengo que concentrarme en el escrito del caso Monixal así que voy
a leerlo y no me pase ninguna llamada, únicamente contácteme ahora con el señor Ibáñez-
- Muy bien- asintió Claudia.
- Muchas gracias- dijo Nicanor.
La secretaria se retiró del despacho dejando a Nicanor solo sentado en su sillón. El
abogado agarró una carpeta que se encontraba sobre su escritorio y se dispuso a abrirla para
leerla detenidamente. Mientras leía sonó su teléfono e inmediatamente lo tomó. Era su
secretaria para avisar que el señor Ibáñez se encontraba del otro lado de la línea.
- Pásemelo, gracias – dijo a su secretaria, enseguida ella pasó el llamado y se originó un
diálogo telefónico entre Nicanor e Ibáñez – Hola ¿Rafael?- Saludó y preguntó Nicanor.
- Hola Nicanor ¿Cómo andas?- Saludó y preguntó Ibáñez.
- Acá ando, muy bien, que alegría escucharte después de un mes- dijo Nicanor.
- Llegue ayer de mi viaje por Medio Oriente y España y no quería dejar de saludarte, ¿No te
interrumpo nada?- dijo Ibáñez.
- En absoluto, siempre es un placer atenderte, y más cuando volves de tus viajes a Medio
Oriente porque siempre me traés cosas interesantes ya que compartimos la misma pasión
por la tierra santa- dijo Nicanor.
- Justamente quería verte porque tengo algunas novedades para contarte y algunas cosas
interesantes para mostrarte – replicó Ibáñez.
- ¿Querés pasarte mañana a la tarde por el estudio y charlamos un poco?- preguntó Nicanor.

10
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

- Me parece bárbaro, mañana paso por ahí, te mando un abrazo- contestó y se despidió
Ibáñez.
- Perfecto, nos vemos mañana a la tarde, un abrazo- asintió Nicanor y se despidió de Ibáñez
colgando el teléfono. Luego de colgar llamó a Claudia, quién enseguida ingresó al estudio.
– Claudia por favor agende para mañana la visita Rafael Ibáñez aquí en despacho y ahora sí
necesito ver el escrito, por lo tanto le pido que vaya a la librería y avise en la oficina que
nadie me interrumpa-
- Enseguida lo hago- dijo asintiendo la secretaria quién se retiró inmediatamente.
Luego de retirarse Claudia del despacho, Nicanor volvió a tomar la carpeta y con
más atención se puso a estudiarla detenidamente.

11
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

En Buenos Aires y sus alrededores oscurecía en horas de la tarde en épocas


invernales, lo mismo ocurría en el partido de San Isidro a unos veinte kilómetros del centro,
lugar donde trabaja el doctor Nicanor Frías.
La casa de Nicanor quedaba en una zona muy tradicional a escasos cien metros de la
Catedral de San Isidro. Las casonas son muy antiguas y las calles empedradas, el invierno
hizo que las hojas cayeran de los árboles y quedaran reposadas en las veredas.
El barrio tiene una lomada muy pronunciada, y desde ella se puede observar las
primeras islas que forman el delta del Río de la Plata. El jardín de la casa de Nicanor se
encuentra arriba de la loma, por ello la vista al Río es parte de la propiedad.
En la tranquilidad del barrio y la oscura tarde del invierno, un auto se asomaba, era
modelo nuevo y moderno con fuertes luces. El automotor arrimaba a la entrada de una casa
blanca de techo tejado, mostrando un estilo colonial, un hombre salió del rodado y se
dirigió al portón de entrada para abrirlo, entrar y estacionarse dentro de la casa.
El hombre del automóvil era Nicanor, que retornaba de un arduo día de trabajo.
Ingresó a la casa y dejó en un perchero al costado de la puerta su abrigo y se dirigió a la
cocina pasando por el living y el comedor.
En la cocina se encontraba Virginia, su mujer, una persona de cuarenta y cinco años
de estatura mediana, delgada, con una tez blanca casi pálida y con el pelo castaño claro
recostado, estaba sentada en la mesa del comedor diario junto a Pedro uno de los hijos del
matrimonio, un niño de diez años, castaño y pálido, parecido a su madre. El niño se
encontraba estudiando y su madre estaba ayudando.
En el ambiente también estaba la cocinera y encargada de limpieza cocinando
porque se acercaba la hora de la cena. En la casa la puntualidad es una costumbre adquirida
desde hace mucho tiempo.
Nicanor ingresó a la cocina predispuesto a saludar a su familia con un beso, le dio
uno a Virginia y otro a Pedro, como saludo cotidiano cuando el padre llega a la casa luego
del trabajo.
- ¿Cómo anda el estudio? – preguntó Nicanor abiertamente para que cualquiera de los dos
responda.
- Andando, mañana tiene examen de matemáticas y estamos viendo divisiones- contestó
Virginia – Ya estábamos por terminar.
Nicanor dirigió su mirada a la cocinera para descubrir que es lo que ella estaba
cocinando.
- ¿Qué vamos a cenar hoy, Felisa?- preguntó Nicanor a la cocinera puesto que no pudo
averiguar de que se trataba.
- Pollo al horno con papas, señor- respondió la cocinera.
- ¡Que bueno! Hace tiempo que no comemos pollo- festejó Nicanor.
- Sabía que te iba a gustar – dijo Virginia.
- Papá ¿me trajiste el libro para el colegio? Mirá que lo tengo que llevar mañana- preguntó
y advirtió Pedro a su padre.
- Uyyyy, no pude – bromeó el padre apoyando su mano sobre la frente –lo que pasa es que
pesaba tanto, tenia 2.500 páginas para leer, así que lo dejé por pesado.

12
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

- Dale, dame el libro – insistió Pedro conociéndolo y sabiendo que se trataba de una broma.
Sucede que el hijo sabe que su padre es imposible que se le olvide un encargo, menos
cuando se trataba de materiales escolares.
Nicanor tomó su portafolio viejo de doble compartimiento que siempre llevaba a la
oficina y sacó un libro de allí, se lo entregó a su hijo.
- Toma, aquí tenés, pero cuidalo porque otro no te traigo – advirtió Nicanor.
- Gracias papá – dijo Pedro, tomó el libro y rápidamente se retiró de la cocina y se dirigió a
su habitación para guardar el libro que al día siguiente debía llevar a la escuela.
Los esposos quedaron solos en el comedor diario, del otro lado Felisa seguía
cocinando. Nicanor se sienta en la mesa y mira a su mujer.
- ¿Cómo estuvo el día hoy?- preguntó Nicanor.
- Bien, Pedro estuvo preocupado todo el día, tenía miedo de que no le trajeras el libro. El
que me preocupa es Patricio, en diez días tiene que dar el examen de ingreso a la facultad y
no lo veo estudiando mucho, fijate si podés hablar con él – exclamó Virginia.
- Voy a hablar con él, espero que esté seguro que la Abogacía es lo que quiere estudiar, que
no se convierta en una pérdida de tiempo, bueno, en realidad hay que ver primero si quiere
estudiar, porque no lo veo con mucho entusiasmo – afirmó Nicanor.
- El quiere estudiar, lo que pasa que todavía no siente la presión, como todos estos años le
fue bien en el colegio, esperemos cuando llegue el examen y veamos que pasa – contestó
Virginia.
- Señora la comida está lista – interrumpió Felisa poniéndose guantes gruesos para tomar la
fuente del horno y llevarlo al comedor.
- Muy bien, sentate en el comedor que yo busco a los chicos – dijo Virginia mientras se
levantaba de la silla y se dirigía a las habitaciones de los hijos para buscarlos.
El hombre se levantó de la mesa del comedor diario y se dirigió al ambiente que se
encuentra al lado, es el comedor principal, se sentó en la cabecera de la mesa mientras
escuchaba a su esposa llamar a los hijos para que se sienten en la mesa a cenar.
Patricio, el hijo mayor, ingresó al comedor y saludó a su padre con un beso. Es un
joven de dieciocho años, pelo corto con vestimenta un tanto desprolija mostrando
desaprensión por cualquier responsabilidad inmediata, es castaño denostando más juventud
de la que tiene.
- Hola Papá- saludó Patricio.
- Hola Pato, ¿Cómo te fue con el estudio para el ingreso a la facultad?- Preguntó el padre
como interrogando a alguien que estuviera en falta.
- ¡Bien!, estuve viendo un poco, tengo que conseguir un material sobre historia social y
económica, hablé con un amigo mío y lo tiene así que mañana vamos a estudiar y después
repaso todo- respondió sin preocupación Patricio.
Mientras dialogaban ingresaron también en la mesa Virginia y Pedro, ella se sienta
en una de las cabeceras y Pedro al lado de Patricio.
- Está bien, pero hay que darle duro, la facultad no es lo mismo que el colegio – dijo
Nicanor finalizando el tema.
Ingresó al comedor Agustina, la única hija de la familia con dieciséis años, cabellera
rubia ojos celestes claros y de forma almendrada con una piel pálida y mejillas rojizas.
Antes de sentarse se acercó a su padre para darle un beso de saludo.
- Hola papá – dijo Agustina.
- Hola mi amor, este sábado tengo que llevarte muy temprano a tu partido de hokey, tengo
que acordarme- dijo Nicanor mirando con simpatía, la misma que no ha dispensado a su

13
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

hijo mayor, de todas maneras Patricio es de lo muchachos que no da importancia a ese tipo
de gestos.
- Gracias papá- dijo Agustina mientras se sentaba en la mesa enfrente de Patricio y Pedro.
Felisa ingresó con la fuente y lo apoyó en la mesa donde estaba sentada Virginia,
quién agradeció y liberó a la cocinera para que vuelva hasta que sea llamada nuevamente.
La esposa de Nicanor comenzó a servir el pollo en cada uno de los platos a la vez que es
pasado por los chicos.
Mientras se servía la comida, los chicos agradecían a su madre y ponían los platos
en la mesa, también acercaron el plato a su padre.
- Rafael Ibáñez me llamó hoy, nos vemos mañana- comentó Nicanor.
- ¿Estuvo de viaje por medio oriente?- preguntó Virginia.
- Si, volvió de Medio Oriente y de España y quiere verme para contarme un poco del viaje
y mostrarme algunas cosas- respondió Nicanor.
- Siempre todos esos temas te interesaron así que la vas a pasar bien – exclamó Virginia.
- Papá, ¿te puedo contar algo?- interrumpió preguntando Patricio.
- Si, contame – dijo Nicanor.
- Estaba pensando que, cuando empiece la facultad voy a tener que ir al centro todos los
días y está como a veinte kilómetros y el viaje en tren se hace muy largo y pierdo tiempo
para estudiar – dijo Patricio, enseguida fue interrumpido por Nicanor como sabiendo a
donde quería llegar.
- Yo muchas veces he ido a trabajar al centro en tren y no se demora más de treinta minutos
el viaje, además en ese momento podés aprovechar para estudiar, si me vas a pedir de
comprar un auto desde ya te digo que no – dijo Nicanor.
-Pero papá, los autos usados viejos no cuestan mucho y me ahorraría mucho tiempo-
suplicó Patricio.
- Hablá con tu madre, ella te puede prestar su auto- propuso Nicanor.
- ¡De ninguna manera!- exclamó Virginia – acordate que el mes pasado me lo chocó
cuando quiso entrarlo al garaje y me costó mucha plata el arreglo, no se habla más del
tema- dijo para cerrar la discusión.
Patricio soltó los cubiertos y comenzó a hacer gestos de rezongo manifestando su
desacuerdo con lo que acababan de decidir sus padres.
- Yo las veces que pueda te acerco al centro y te traigo de vuelta – propuso Nicanor frente a
la actitud disconformista de Patricio.
- Ni loco, prefiero el tren – respondió Patricio resignado frente a la decisión.
- Papá, yo voy a necesitar que me lleves mañana al centro y después me vuelvo en tren al
mediodía ¿puedo?- preguntó Agustina.
- ¿Para qué?- preguntó Nicanor.
- Porque voy a ver a Jimena, que me iba a dar unos vestidos que voy a usar mañana a la
noche – le explicó Agustina. Jimena es la prima de ella hija de un hermano de Nicanor.
- Está bien, te llevo, siempre y cuando tu tía te lleve a la estación- dijo Nicanor.
- Gracias, ya hablé con ella y me dijo que no había problemas- dijo Agustina.
- Yo voy a estar a la tarde por el centro, asi que la llevo yo ¿querés que nos encontremos a
tomar el té por ahí?- propuso Virginia a Nicanor.
- Me parece bárbaro, que sea después de la reunión con Rafael Ibáñez, si me haces el favor
de buscarme por el trabajo te lo agradeceré- dijo Nicanor.
- Muy bien- aceptó Virginia.

14
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

- Entonces mañana voy al trabajo en tren y me vuelvo con vos a la tarde- dijo Nicanor para
cerrar la propuesta.
La familia Frías siguió disfrutando de la cena, luego de un largo rato donde pasaron
por la comida, el postre y la sobremesa, Nicanor dejó su servilleta sobre la mesa y se
levantó de la silla.
-Tengo que ver unas cosas antes de ir a la cama, así que voy a estar en el estudio leyendo
un poco y después voy para el cuarto- dijo Nicanor –Hasta mañana – se despidió de los
comensales.
- Hasta mañana papá- le respondieron los hijos.
Nicanor se retiró del comedor y se dirigió a su estudio en la casa, la habitación
contaba con un amplio escritorio con computadora a su derecha y detrás de ella una gran
biblioteca con libros. En un sector de la biblioteca se encontraban algunos adornos, uno de
ellos es un relicario grande dorado y dentro de ella se encuentra una diminuta astilla que,
según Frías, corresponde a la cruz de Jesucristo. En otro relicario igual, con un cristal de
visor se observaba un muy pequeño trozo de esponja que afirmaba tratarse de la esponja en
donde Jesús bebió por última vez pocos minutos antes de morir.
El doctor Frías se sentó en su escritorio y se puso a observar los dos relicarios, está
muy entusiasmado con el encuentro de mañana con Rafael Ibáñez. A Nicanor lo entusiasma
mucho encontrarse con novedades de tierra santa, siempre cree que va a encontrarse con
cosas nuevas, y está seguro que mañana no será diferente. Al observar los relicarios parecía
entrar en un breve trance, encontrándose en un estado contemplativo.
Lugo de unos instantes, Nicanor recuperaba el sentido de realidad y dio vuelta su
silla hacia la mesa donde se encontraban algunas capetas de trabajo, de su derecha tomó
una lapicera y con su mano izquierda abrió una de las carpetas para poder trabajar con ellas.
Mientras leía y corregía parte del texto con una birome, no dejaba de pensar en la
charla con el señor Ibáñez y su reunión en la oficina, por momentos ello lo distraía, pero
enseguida volvía a enfocarse en la carpeta de trabajo.
Había pasado una hora, Nicanor terminó con su trabajo y se dirigió a su cuarto, en él
se encontraba Virginia ya recostada en el lado derecho de la cama matrimonial viendo la
televisión, su esposo entraba al vestidor donde salió unos instantes después mudado de ropa
con el pijama de la noche.
- ¿Entonces te paso a buscar mañana a la tarde?- preguntó Virginia.
- Si, Ibañez viene a mi oficina a las tres de la tarde y creo que para las cinco ya estoy
liberado- respondió Nicanor.
- Entonces voy a aprovechar para ver a mi hermana después de la reunión con la
inmobiliaria por la venta del departamento que tenemos en el centro para hacer un poco de
tiempo y a la tarde te paso a buscar- contaba Virginia.
- Muy bien- dijo Nicanor –Hasta mañana- se despidió mientras daba un beso en los labios a
su mujer y luego se dio vuelta para comenzar a dormir. Virginia continuaba viendo unos
momentos más la televisión para luego apagarla y dormir hasta la mañana siguiente.

15
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

El estudio del doctor Frías se encontraba en pleno silencio, la luz del sol se colaba
por la ventana que da a la calle marcando unos claros rayos que contrastaban en el
ambiente, especialmente en la biblioteca de algarrobo de la derecha de su escritorio.
Nicanor entró en forma inmediata y se acercó directamente a la silla de su escritorio.
Una vez sentado tomó el teléfono y solicitó a su secretaria que lo comunique con el doctor
Matías Olmos. El invocado era un abogado, director de asuntos legales de la empresa
Monixal, un laboratorio medicinal importante en el país y uno de los clientes más
importantes del estudio. Con este cliente Nicanor tenía un asunto importante para resolver.
Luego del pedido tomó una de las carpetas que posaban sobre el escritorio y se
dispuso a leerla, unos minutos después sonó el teléfono, era la secretaría para avisarle que
en la línea tenía al doctor Olmos para pasarlo. Le solicitó que lo hiciera inmediatamente.
- Hola Matías ¿Cómo andás? – Saludó Nicanor, del otro lado del teléfono también recibió
un saludo de rigor y el doctor Frías comenzó a explicar el motivo del llamado. – te cuento
Matías que ya tengo terminado el recurso para presentar mañana a la mañana- dijo Nicanor
quién escuchó preguntas del otro lado –Sí, he visto el escrito y creo que estamos por el
camino correcto, en principio vamos a apelar al resolución de la Comisión de Defensa de la
Competencia por el cual rechaza el fusión de Monixal con Laboratorios Kramonn, estuve
hablando con varios colegas y coinciden conmigo en que hubo un abuso en la
interpretación de la ley- explicó – Lo que voy a necesitar, antes de la presentación es que
vos leas el recurso y lo hagas con los técnicos de tu empresa, en especial en el punto en el
que se afirma que la fusión no incidirá en los precios y provisión de los medicamentos
producidos por ambas compañías – dijo y continuó – Lo que te voy a solicitar es que si el
escrito está bien me des tu repuesta lo antes posible para poder presentarlo mañana mismo
– solicitó – Muy bien, quedamos entonces a la espera de tu respuesta, te mando un fuerte
abrazo- se despidió el doctor Frías quién cortó inmediatamente el teléfono luego de recibir
el despido protocolar del otro lado de la línea telefónica.
Nicanor volvió a tomar el teléfono y se comunicó con su secretaria para solicitarle
que se acerque al escritorio. La empleada ingresó al despacho y se detuvo frente al doctor
Frías, el escritorio la separaba del abogado. Allí el hombre le acercó una carpeta a la mujer.
- Necesito que le mandes el escrito que se encuentra dentro de la carpeta al doctor Matías
Olmos por fax y después tenela a mano para cuando yo te lo pida- solicitó el doctor Frías
alcanzándole la carpeta a la secretaria quién inmediatamente la tomó entendiendo la
instrucción.
- Muy bien doctor – contestó la secretaria en un estilo protocolar porque una persona se
encuentra en la otra sala y se anunció, y ella si bien tiene confianza con el doctor Frías,
cuando hay un tercero prefiere el trato formal – Por otro lado le cuento que se encuentra el
señor Rafael Ibáñez y dijo que tiene una cita con usted.
- Si, por favor hágalo pasar- solicitó Nicanor a su secretaria.
La empleada se retiró y acto seguido ingresó al despacho el señor Rafael Ibáñez, un
hombre robusto, alto, canoso y con un rostro señorial. Está muy bien vestido con un traje
azul y corbata roja combinada en una camisa blanca.
- ¡Rafael Querido!- saludó el doctor Frías estrechándole un abrazo.
- ¿Cómo andas Nicanor, tanto tiempo?, las cosas que tengo para contarte del viaje y para
mostrarte también, tengo muchas novedades interesantes.- dijo Ibáñez.

16
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

- Vení sentate- dijo Nicanor invitándolo a sentarse a uno de los sillones que forman un
pequeño living en uno de los rincones del despacho. Luego de sentarse Ibáñez el doctor
Frías lo acompañó inmediatamente y se sentó en el sillón que lo enfrenta con una mesa
ratona en medio.
–Tenés buena cara, por lo visto el viaje te ha hecho muy bien- dijo Nicanor mientras lo
observaba.
- Lo bien que me ha hecho, y la cantidad de lugares que tengo para recomendarte-
respondió Ibáñez y continuó diciendo – Anduve por Medio Oriente, que por cierto siempre
sigue igual y vos has viajado mucho por la zona, no hay mucho para aconsejar. Pero donde
nunca dejo de recomendar cada vez que voy, y eso que voy desde hace muchos años, es a
España.
- Es un país maravilloso, he estado cinco veces, dos veces fui a Madrid y luego estuve en
Barcelona, Sevilla, Bilbao, Granada y otro lugares, todos muy lindos- contó Nicanor.
- Así es, pero lo que más me gustó de España es que siempre hay historia viviente, es un
escenario de muchos acontecimientos que han cambiado al mundo que han formado parte
de crónicas heroicas. La verdad que es cuna de una cultura importante en el mundo. Desde
el descubrimiento de América, pasando por la toma de los moros y por la guerra civil
española, cada acontecimiento guarda algo políticamente relevante y debatible y
romáticamente único. Cada suceso guarda un costado romántico, no visto desde el propio
romance del amor sino desde romanticismo puro de la cultura.- contó Ibáñez.
- Si, es un lugar muy hermoso y siempre hay algo nuevo para conocer – afirmó Frías –
Contame de Medio Oriente ¿Qué has visto?
- En Medio Oriente siempre hay cosas interesantes, allí hay cinco mil años de historia, y
eso en pocos viajes no se ve. Estuve en Haifa, Jerusalén, Beirut, Hedrón y pasé por Tel
Aviv que no lo conocía pero allí fui a descansar, es un lugar muy hermoso. - contó Ibáñez
– Por supuesto que la región esta muy conflictiva, hay lugares santos que se encuentran
cerradas por toda la actividad del terrorismo, asi que no pude encontrar nada nuevo en el
viaje.
-Entonces no trajistes nada – dijo Frías.
- No te creas, en España me topé con algo muy interesante- dijo Ibáñez quién apoyó su
maleta sobre la mesa y la abrió, sustrajo una caja dorada de unos diez centímetros de largo,
con muchos detallases en sus costados y en la tapa. –Esto es lo que encontré.
Nicanor observaba con mucha atención la caja dorada sobre la mesa, cada vez que
lo miraba la curiosidad era más grande ya que de ella no veía ningún elemento que
demostrara ser de las épocas bíblicas, hasta se encontraba muy reluciente y sin ninguna
pequeña grieta, rotura o desgaste para tratarse de una antigüedad.
-¿Qué es eso?- preguntó Nicanor.
- En España recorrí toda Andalucía y me quedé unos días en la ciudad de Jaén- contó
Ibáñez - Allí en un negocio de antigüedades conocí a su dueño y me enseñó todas las cosas
árabes que tenía, pues ella era su especialidad. Cuando yo le conté que me interesaba
mucho los objetos que hacen referencia a los momentos bíblicos me dijo que tenía algo
para mostrarme, me interesó mucho, aquí lo traje.
- ¿Es esa pequeña caja?- Preguntó Nicanor señalando con su dedo índijo la caja dorada sin
levantar la mano, mientras sentía una pequeña desilusión ya que creía que iba a traer
novedades más interesantes del viaje.
- No, esa caja es mía, es lo que hay adentro de ella, abrilo y tomalo, pero con mucho
cuidado porque es muy frágil- dijo Rafael Ibáñez mirándolo con una pequeña sonrisa

17
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

porque había avistado su desilusión y, con el contenido de la caja dorada, presentía que
volvería recuperar su interés por las historias del viaje.
El doctor Frías tomó la caja dorada y la acercó a su lado, la abrió y dentro de ella
observó un papiro marrón enrollado. Al observar el papiro comenzó a tener una extraña
sensación, un pequeño frío sintió en su espalda, percibía que estaba frente a algo importante
en materia de arqueología. Por supuesto que este descubrimiento despertaba aún más su
curiosidad sobre el papiro y ahora quería escuchar con más intención la historia que le
estaba narrado Ibáñez.
- Ese papiro marrón es lo que me alcanzó este hombre – relató Ibáñez. – Me dijo que se lo
había dado su abuelo cuando joven y le contó que hace muchos años se lo había dejado un
moro a un descendiente suyo para que se lo custodie, este moro le explicó que es una
antigüedad muy importante de tierra santa. Nunca más apareció, lo había dado por muerto
porque fue justo al final de la guerra en que España había echado a los Moros, y por ello su
familia lo había guardado muy bien- relató – resulta que el dueño del negocio estaba por
cerrar el lugar porque no podía seguir manteniéndolo y se estaba desprendiendo de muchas
cosas, y me vendió este papiro por un valor importante y que no hace falta detallar pero lo
compré, lo observé muy bien y se trata de algo muy antiguo.
El doctor Frías tomó el papiro y lo abrió con mucho cuidado, una vez abierto
observó que con una tinta oscura se presentaban jeroglíficos, pequeños dibujos y signos que
aparentaban pertenecer a un idioma muy antiguo.
- ¿Qué opinas?- preguntó Ibáñez.
- No se muy bien que son esos dibujos, algunos signos parecen ser del idioma hebreo pero
no veo vocales, por eso creo que debe ser muy antiguo, debe pertenecer a la época del
Pentateuco. – dijo Nicanor.
- Lo mismo pensé yo, al principio creí que era copto, pero enseguida me di cuenta de que
era un hebreo muy antiguo, por eso creo que es de la primera época del Pentateuco.- contó
Ibáñez.
- Puede ser, imagino que será de la época de los patriarcas- dijo Nicanor. En la Biblia los
patriarcas eran los padres del pueblo de Israel y se encuentran en el Génesis, ellos son
Abraham, Isaac, Jacob y José, luego vino el éxodo de Moisés. El Pentateuco corresponde a
los primeros cinco libros de la Biblia, algunos afirman que fue escrito por el mismo Moisés.
Para la teología el fin del Pentateuco es exponer como Dios escogió para sí el pueblo de
Israel y lo formó para la venida de Jesucristo.
- También lo creo yo, es un idioma muy antiguo y yo de viejas lenguas no se nada, por eso
te lo traigo para ver si me podés ayudar a descifrar que es lo que dijo allí, quizá se
encuentra una revelación que fortalezca los escritos de la Biblia, está tan de moda hoy en
día cuestionar la Biblia que un nuevo elemento para su creencia siempre es bienvenido. O
quizá no dijo nada y el hombre de Jean me engañó- dijo Ibáñez y luego preguntó - ¿Podés
ayudarme?
Nicanor seguía estudiando el contenido del papiro, ante la pregunta de Ibáñez
irrumpió su concentración y volvió su mirada hacia él.
- Te voy a decir lo que voy a hacer- dijo Nicanor – Yo tampoco se mucho de idiomas
antiguos pero conozco una persona que iba conmigo al colegio secundario que le interesa
mucho la semiología, es un físico y químico pero su hobbie son las lenguas antiguas, se lo
voy a llevar a él para ver si nos puede decir algo de su contenido ¿Qué te parece?

18
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

- Me parece muy buena idea- respondió Ibáñez – Te agradezco mucho tu ayuda. Entonces
te dejo encomendado el papiro para que se lo alcances a la persona que conocés y
esperemos que nos pueda ayudar.
- Es una buena persona y es serio, si sabe de algo nos va a ayudar. Si te parece cuando me
contacte no él te cuento lo que me ha dicho y un día de éstos vamos a almorzar para que lo
conozcas – propuso Nicanor.
- Me parece muy bien, te lo dejo con la caja para que no se arruine- dijo Ibáñez.
- Perfecto, ahora contame un poco de Medio Oriente, ¿Cómo lo encontraste con tanta
convulsión política en la región?- preguntó Nicanor cambiando inmediatamente de tema.
Nicanor y Rafael seguían hablando distendidos del viaje dejando la caja sobre la
mesa y despreocupados del contenido. Averiguar sobre el papiro era la nueva tarea que se
había comprometido el doctor Frías por el cual deberá contactarse con el físico estudioso de
la semiología.
La semiología es una ciencia que estudia los signos, lenguas, códigos y lleva al
estudio de las lenguas antiguas. Esa es la tarea a resolver, cuál es exactamente la lengua
muerta que puede revelar el contenido del papiro.

19
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

Es la hora del té y Nicanor se encontraba en una confitería del centro de la ciudad


acompañado de su esposa Virginia.
Luego de realizar el pedido al mozo, su mujer le preguntó -¿Cómo te ha ido con
Ibáñez?
- ¡Muy bien!, me contó todo su viaje, muy interesante, la verdad que en Medio Oriente el
clima cada vez es peor, me dijo que es realmente preocupante, especialmente para todos los
monumentos y objetos arqueológicos que se encuentran en la zona, me contó que si hubiera
una guerra grande entre árabes e israelíes, las autoridades de Israel y Palestina reconocieron
que no van a saber como hacer para protegerlos- contó Nicanor.
- ¡Que barbaridad! Es un conflicto que no termina nunca, y lo peor que nadie se da cuenta
que los que se perjudican son ellos mismos, pueden terminar destruyendo su propia cultura,
además por supuesto de que corre mucha sangre- opinó Virginia.- ¿Trajo algún objeto
nuevo de su viaje?- preguntó.
- Trajo un papiro muy antiguo de España con una serie de jeroglíficos y signos hebreos, lo
tengo en la valija, me lo dio para que lo ayude a traducir el mensaje, creé que pertenece a
algún momento de la historia bíblica y que es de tierra santa.- contó Nicanor.
- ¡Que interesante!- exclamó Virginia -a vos te gusta mucho investigar estas cosas, así que
imagino que tenés un pasatiempo nuevo.
- Si, pero es un idioma muy antiguo, mañana lo voy a llamar a Alfredo Rocca que de
lenguas antiguas sabe más que yo y me puede ayudar – dijo Nicanor.
- No lo ves desde hace mucho tiempo, mandale saludos míos cuando lo veas, la ultima vez
que lo he visto fue hace tres años en la promoción de los treinta y cinco años de egresados
de tu colegio.- dijo Virginia.
- Lo último que supe de él es que se encuentra trabajando en el gobierno, en un área de
desarrollos y utilización de energía atómica, le dije a la secretaria que averigüe el número y
espero mañana comunicarme con él- dijo Nicanor.
En la mesa se encontraban las tazas de café y los platos con tostadas acompañado de
distintos productos para untar. Cada uno se sirvió su propio café y untó su tostada, mientras
Nicanor comía uno de ellos Virginia dejaba de tomar el café.
- Nicanor también te quiero contar sobre Patricio- dijo Virginia -lo veo que está saliendo
mucho y no le está dando mucha importancia a la facultad, cree que el examen va a ser fácil
y lo va a preparar un día antes, me parece que se va a dar cuenta cuando lo reprueben, pero
va a ser tarde.
- ¡Sí, yo he notado que estudia poco!- exclamó Nicanor –voy a hablar con él esta noche, es
un chico inteligente, se va dar cuenta.
- Te pido que hables con él, que vea que esto es en serio- rogó Virginia.
- ¡Muy bien!, por otro lado Alfonso me pidió de jugar al tenis este sábado y solicitó tu
presencia así hacemos un doble ¿podés venir?-
- Sí, por supuesto, hace mucho que no juego, nos vamos a divertir- dijo Virginia.
Ante el último comentario de ella, su esposo aprovechó para hacerle una broma –
Yo me voy a divertir cuando te vea jugar al tenis y le pegues con las dos manos a la red y la
pelota siga afuera y te enojes con la red por meterse en el medio – exclamó Nicanor
riéndose.

20
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

- Al menos cuando discuto tengo la razón, yo conozco un señor que nunca quiere reconocer
que una pelota se va afuera y que en la discusión hace una marca dentro de la cancha para
decir que es la marca de la pelota.- rebatió Virginia.
- Al menos no me gritan que la red tiene la razón – respondió Nicanor.
Siguieron tomando el té y luego marcharon juntos hacia la casa. A Nicanor nunca le
gusta manejar hasta su casa mientras oscurece, por eso quiere tomar el café y pagar para
salir lo más temprano posible así no es sorprendido la noche.

21
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

Nicanor, Virginia y sus hijos se encontraban cenando en el comedor de la casa.


Cada uno de los comensales disfrutaba de la carne con verduras que la cocinera les había
servido para comer.
El padre miró a su mujer, ella con una mirada demostraba que está esperando que
cumpla lo que había prometido en el té. Nicanor se dio cuenta de ello y observó a Patricio.
- ¿Cómo te va con los estudios Patricio?- preguntó el padre.
- ¡Bien! Estoy repasando- contestó el hijo.
- Tu madre y yo estamos un poco preocupados porque vemos que estás mucho fuera de la
casa y no te vemos estudiar- dijo Nicanor.
- Estoy estudiando, te digo la verdad- dijo Patricio ofuscado lanzando los cubiertos a la
mesa.
- Lo que te digo no es para que te pongas así, ¡calmate!- exclamó Nicanor – pero la verdad
que no vemos que estudies, por más que me digas que estás estudiando la hora de la verdad
va a ser en los exámenes y si no llegas a aprobar se te van a cortar muchas cosas y en
vacaciones te pones a buscar un trabajo.
- Bueno, esperemos que Patricio entienda, ahora sigamos comiendo- interrumpió Virginia.
- Virginia, tiene que entender que si no aprueba el examen las cosas no van a ser fáciles-
dijo Nicanor en un tono enojado – en esta casa no vamos a mantener vagos.
- Bueno ya te vas para el otro extremo – dijo Patricio con un ofuscamiento mayor – estoy
estudiando, pero si queres que te haga escenas de estudio pomene un cámara de internet que
me siga a todos lados.
-Simplemente te digo que nos vamos a dar cuenta si estudiastes con el examen, no va a
haber otra manera, ya sos grande y no vamos a estar persiguiéndote pero ahora está en vos
en hacer la carrera- afirmó Nicanor.
- Ya terminé de comer ¿puedo levantarme?- preguntó Patricio.
- Si, claro, espero que sea para estudiar- asintió Nicanor mientras Patricio se levantaba
velozmente para retirarse de la mesa. En se momento Virginia miró con reproche a
Nicanor, quién no dejaba de sentirse observado por ella.
- ¡Y bueno!, ahora todo depende de él, yo ya hablé- respondió Nicanor a esa mirada tajante
de Virginia.
- ¡Está bien!- dijo Virginia –Sigamos comiendo.
- Voy al estudio a trabajar porque mañana viene un cliente muy importante y tengo que
hacerle una presentación- anunció Nicanor mientras se levantaba para retirarse.
-Muy bien, pero no te acuestes tarde- Dijo Virginia.
Nicanor tomó su maleta apoyada en uno de los sillones del living que se encontraba
al lado del comedor. Luego se dirigió hacia su despacho, una vez dentro de él apoyó la
maleta en su escritorio para abrirla, de allí sustrajo una carpeta con papeles.
Los ojos de Nicanor volvieron a enfocar dentro de la maleta y se detuvieron allí,
quedó unos segundos en estado hipnótico, sintió aquella sensación de frío similar a la que
había sentido en la reunión con Ibáñez. Levantó las manos y tomó dentro de ella la caja
dorada que contenía el papiro marrón que le habían encomendado para su cuidado.
Apoyó la caja sobre una esquina del escritorio y volvió a su trabajo, era lo que
originalmente iba a hacer en el estudio.

22
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

Tomó nuevamente la carpeta, tomó una libreta y una lapicera y comenzó a leer
mientras escribía algunos apuntes. Luego de unos instantes interrumpió la lectura y se
dirigió a la biblioteca, de allí tomó algunos libros de derecho que ayudarían a su
presentación.
A pesar de estar muy atento con el trabajo leyendo los libros de derecho, su vista
volvía nuevamente a la caja, sentía nuevamente la sensación de frío y su estado hipnótico.
Luego de unos breves instantes realizó un rápido parpadeo como saliente de un pequeño
trance, es allí cuando tomó otra vez la caja y lo acercó unos centímetros hacia él y lograr
una posición cómoda para abrirlo si estropear nada, especialmente su contenido.
Una vez abierto tomó el papiro marrón enrollado y lo retiró de la caja, con extrema
suavidad lo abrió y apoyó sobre él un pequeño lapicero y un sacapunta en ambos extremos
para mantenerlo abierto.
Nicanor se puso a observar con detenimiento los signos que el papiro representa,
tratando de entender cual es el texto o mensaje que de allí surge. Sabe que para ello primero
tiene que identificar el origen de los símbolos o a que lengua pertenece, si bien tiene una
gran sospecha de que se trata de un hebreo muy antiguo, él no puede identificarlo con
exactitud porque escapa a sus conocimientos.
Decidido a tratar de encontrar una respuesta se levantó del escritorio y nuevamente
se acercó a la biblioteca, en ella fijó su vista en todos los libros como buscando uno en
especial, una vez localizado lo tomó inmediatamente. Se trataba de una publicación de
muchas páginas sobre arqueología, uno de los capítulos trataba los idiomas antiguos,
hebreo, egipcio, copto, griego, romano, latín y otros que sirven para la disciplina de la
búsqueda y comprensión de objetos y textos antiguos.
Mientras pasaba de una página a otra se detuvo en la que hay una muestra de signos
de idiomas antiguos, y una cuadrícula de la hoja muestra algunas letras del hebreo.
Comparó aquellas letras con los símbolos y signos que se presentan en el papiro.
- Este libro no me está ayudando, hay muy pocas coincidencias, no me sirve para
descifrarlo- exclamó Nicanor.
Resignado dispuso guardar nuevamente el libro en la biblioteca y regresó al
escritorio para seguir trabajando en la presentación que tiene que realizar al siguiente día
con sus clientes, de todas maneras sabía también que podrá contactarse con un viejo
compañero suyo del colegio que lo podría ayudar.

23
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

La sala de reuniones del estudio Lascurain, Huidrogo & Frías era marcado por un
silencio y una tranquilidad absoluta, como fondo hay un gran ventana que muestra el puerto
de Buenos Aires y el Río de la Plata desde una gran altura.
En la sala se encontraban dos abogados, uno de ellos es Matías Olmos, director de
Asuntos Legales de la empresa Monixal, ambos estaban esperando a Alfonso Lascurain y
Nicanor Frías para explicar la marcha de la presentación en los tribunales sobre la
resolución de la Comisión de Defensa de la Competencia en relación a la fusión con
Laboratorios Kramonn.
Luego de una breve espera entraron los abogados Lascurain y Frías quienes
realizaron el saludo de rigor.
- Buenos días Matías, espero que no te hiciéramos esperar mucho- saludó el doctor
Lascurain.
- No, en absoluto, llegamos hace unos instantes- dijo el doctor Olmos.
- Buen día Matías- saludó Nicanor mientras le extendía la mano.
- Buen día Nicanor- respondió el doctor Olmos extendiendo también la mano, enseguida
presentó al abogado que lo acompañaba- les presente al doctor Germán Petersen, es un
colega de la empresa, si bien trabaja en asuntos regulatorios en la filial de Chile lo hemos
traído porque tiene un master en Defensa del Consumidor y la Competencia y nos podría
ayudar con este caso.
- Buen día doctor Petersen, es un gusto- saludó el doctor Lascurain mientras extendía la
mano.
- Buen día, un placer- saludó Nicanor mientras también extendía la mano.
- El placer es mío- respondió el doctor Petersen –he estudiado en su clase en la facultad
sobre sociedades- dijo a Nicanor.
- Espero que no se haya aburrido mucho- rogó Nicanor riéndose.
- En absoluto, fue muy interesante, todavía sigo consultando sus libros para algunos asuntos
de la empresa – respondió Petersen.
Luego de los saludos, todos los participantes se sentaron en la mesa, mientras
Nicanor desplegaba algunas carpetas el doctor Lascurain iniciaba la presentación.
- Como ustedes saben, el doctor Frías tenía elaborado el escrito para presentar en tribunales
en contra de la resolución de la Comisión de Defensa de la Competencia- dijo Lascurain.
- Así es, era lo que habíamos hablado ayer por teléfono- interrumpió Olmos.
- Tiene razón, eso era lo que íbamos hacer ayer, pero suspendimos la presentación porque
queríamos hacer una consulta con ustedes, si bien hoy estamos dentro de los plazos, en
pocos días no lo estaremos, por eso estamos haciendo esta reunión temprano para que
ustedes resuelvan que hacer. El doctor Frías ayer nos presentó una nueva estrategia- dijo
Lascurain, mientras los doctores Olmos y Petersen se miraban extrañados por el imprevisto
cambio de estrategia –esta estrategia es una novedad y responde a un reciente
descubrimiento pero también tiene sus riesgos, por eso es importante que lo evalúen ustedes
primero.
- Y de que se trata esta novedad- preguntó Olmos extrañado.
- Eso se los va a explicar el doctor Frías – respondió Lascurain mientras miraba a su socio –
Nicanor por favor- dijo invitando al doctor Frías a iniciar la presentación.

24
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

- Muy bien- comenzó Nicanor – estuvimos estudiando muy bien el caso de Monixal en la
cual la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia dicta una resolución en contra de
la fusión con laboratorios Kramonn porque no se encuentra sujeto a la ley de Defensa de la
Competencia ya que dijo superar el porcentaje del mercado permitido- explicó – La
posición nuestra es que la Comisión ha interpretado mal la realidad del mercado ya que no
incluyó dentro del universo a los laboratorios cosméticos y de haberlo hecho el porcentaje
que tomaba la fusión hubiera sido menor y estaría habilitado.
- Así es- interrumpió Olmos.
- La cuestión es que, si bien tenemos lista la presentación en contra de la resolución para
presentarlo en tribunales, lo cierto es que también, y siempre lo hemos advertido, es muy
difícil establecer a los laboratorios cosméticos dentro del mercado de los medicamentos, si
bien hemos fundamentado que ciertos laboratorios cosméticos realizan medicamentos, la
Comisión seguramente alegará que la resoluciones están basadas en la producción y no en
la industria.
- Doctor Frías, eso lo entendemos muy bien, cuando el doctor Olmos me puso en autos me
contó que siempre la empresa ha considerado la contingencia- interrumpió Petersen.
- ¿A dónde quieres llegar Nicanor?- preguntó Olmos con cierta curiosidad.
-Cambiar la estrategia- respondió Nicanor.
Los doctores Olmos y Petersen nuevamente volvieron a mirarse. Esa mirada lo
percibía el doctor Lascurain.
- Les pido que escuchen a Nicanor, es una propuesta un poco audaz pero interesante- dijo
Lascurain.
- En materia de derecho siempre hubo un dicho popular: hecha la ley hecha la trampa-
continuó Nicanor – la verdad que nunca fui amigo de ese adagio porque creo que la ley está
hecho para cumplirla, pero lo que sí recuerdo es una frase que me dijo un profesor cuando
era estudiante en la facultad y era bastante pícaro. Me dijo: si una norma te ataca entonces
ataca la norma-
Luego de decir la frase Nicanor tomó la Constitución Nacional y unos viejos diarios
con información vieja.
- Por eso, cuando trabajo en casos muy importantes siempre estudio con mucha atención la
ley y, dentro de ese estudio observo los antecedentes parlamentarios que creó la norma-
dijo Nicanor – ¿Recuerdan el caso del tratamiento de la ley de “Reforma Financiera y la
bota legisladora” de hace 14 años atrás?- preguntó Nicanor mientras desplegaba unos
diarios mostrando una foto de un legislador de aquella época con una pierna enyesada y
cuyo titular decía “Soy inocente, no hubo fraude”.
- Claro que lo recuerdo- respondió Petersen –cuando se estaba tratando en la Cámara de
Diputados la polémica ley de reforma financiera en la cual se otorgaba subsidios a los
bancos por la crisis económica originada por ellos tiempo atrás, en esa sesión descubrieron
que no había quórum cuando el tablero decía que lo había, fue tal el escándalo que se
suspendió la sesión y la ley la trataron mucho tiempo después- explicó.
-¡Exacto!- exclamó y asintió Nicanor -la asistencia de los diputados se toma en forma
electrónica, en cada banca hay un sensor que cuando detecta determinado peso que se
apoya sobre ella activa un aviso de que alguien se ha sentado y eso lo traduce el tablero
electrónico como una asistencia y, con un conteo automático y permanente, establece si hay
o no hay quórum para sesionar.
Nicanor seguía desplegando diarios mientras continuaba con la exposición de la
nueva estrategia para el caso Monixal.

25
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

-La norma que se iba a tratar era tan polémica que muchos legisladores resolvieron no ir al
recinto, cuando el tablero indicaba el quórum unos periodistas observaron que había
exactamente la mitad de los miembros de la cámara cuando el quórum legal debe ser con la
mitad más uno. Estos periodistas descubrieron que uno de los diputados, que estaba con un
yeso por una quebradura en el pié, tenía apoyada su pierna enyesada en la banca vacía de al
lado, el peso del yeso indicaba la presencia de un legislador que en realidad no existía, en
esos instantes se denunció el fraude, el escándalo fue de tal magnitud que se suspendió la
sesión y por mucho tiempo los legisladores no volvieron a sesionar- relató Nicanor.
- ¿Ese caso que tiene que ver con éste?- preguntó Olmos.
- La resolución de la Comisión de Defensa de la Competencia se basa en un artículo de la
ley de Defensa de la Competencia que establece el porcentaje de mercado de cada fusión-
dijo Nicanor –Ahora bien, la ley de Defensa de la Competencia tiene como 30 años, sin
embargo el artículo utilizado por la Comisión fue un agregado que se realizó con una ley
modificatoria 14 años atrás ¿adivinen en que sesión aprobaron los diputados esa
modificación?- preguntó.
- En la misma sesión que se trató la reforma financiera- respondió inmediatamente el doctor
Petersen entendiendo enseguida el punto al que se quería llegar.
-¡Exacto!- exclamó Nicanor – unos momentos antes de tratar la ley de reforma financiera,
los diputados aprobaron sin debate cuatro proyectos de ley de menor envergadura que tenía
consenso de todos los legisladores, unos de esos proyectos es la modificación a la ley de
defensa de la competencia. Como el escándalo se concentró en torno a la norma de reforma
financiera, levantaron la sesión para otra ocasión pero no se suspendió o se reconsideró las
votaciones de los proyectos anteriores- dijo mientras seguía explicando – Estuve leyendo
mucho el diario de sesiones de aquella sesión y observo que la cantidad de legisladores
presentes al momento de la votación es el mismo que cuando se trató la reforma financiera,
en conclusión, se podría aludir que el yeso indicaba la presencia también en las votaciones
anteriores.
- Me parece muy buena tu estrategia- interrumpió el doctor Olmos- sin embargo encuentro
una situación, la votación es en forma electrónica, se puede aducir que el yeso fue puesto
después y que en ese momento había un diputado más porque si la votación es con la
colocación de una llave en la banca la suma de todos los votos indicaría el quórum.
- No es así exactamente- dijo Nicanor – cuando se votaron estas normas fue a mano alzada,
el reglamento lo permite, y como fueron consensuados previamente el voto fue por
unanimidad, por ello el presidente de la Cámara resolvió que hacer una lista de quienes
votaron a favor y quienes en contra era innecesario ya que todos los presentes votaron
positivamente.
Luego de la explicación Nicanor tomó otros libros y la carpeta del caso para seguir
explicando la nueva estrategia.
-Ahora bien- dijo Nicanor –creo que podemos demostrar que en la sesión hubo fraude
porque creemos que el mismo yeso que se utilizó para la reforma financiera fue utilizada
minutos atrás para la aprobación de la modificación de la ley de Defensa de la Competencia
y, en conclusión, si bien todos los presentes se manifestaron a favor, no se sabe de los
ausentes que eran la mitad más uno.
-Con la explicación de Nicanor queremos recurrir a la justicia y solicitar la
inconstitucionalidad de la ley ya que el acto legislativo que la aprobó no contaba solo con
vicios formales sino también con vicios materiales debido a que no se cumplió con lo

26
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

prescripto por el artículo 64 de la Constitución Nacional que establece el quórum legal- dijo
Lascurain.
- ¿Cómo quieren que sigamos?- preguntó Nicanor.
Los abogados de la empresa estaban muy pensativos tratando de entender todos los
detalles de la nueva estrategia planteada. El doctor Olmos se acercó al doctor Petersen y
habló en voz baja con él, luego de unos breves instantes de charla, el doctor Olmos fijó su
mirada a Nicanor.
- Debo reconocer que es muy audaz, voy a plantear el caso al directorio hoy mismo para
que lo resuelva, pero dejame felicitarte por el trabajo porque tiene fundamentos y
documentos sólidos, me alegro que la empresa cuente con abogados que trabajan
minuciosamente y encuentran alternativas interesantes- dijo Olmos.
Los rostros de los abogados Lascurain y Frías comenzaron a mostrar un relajo
muscular como descargando una mínimas tensiones de la reunión.
- ¡Muy bien!- exclamó Lascurain – ahora le vamos a dejar unas carpetas con los escritos ya
armados de ambas situaciones la de la interpretación de mercado y la de la
inconstitucionalidad de la ley para que ustedes decidan cual presentamos- dijo mientras le
acercaba a los abogados Olmos y Petersen las carpetas mencionadas.
- Excelente, me va a servir mucho para presentar el tema al directorio- dijo Olmos.
- Estaremos en contacto para todo lo que necesiten y cuando tengamos la respuesta de
ustedes comenzamos a operar- dijo Nicanor.
-¡Muy bien!-exclamó Olmos –por otro lado les cuento que dentro de un mes es el
aniversario de la empresa y estamos organizando una cena con todos nuestros clientes y
amigos, los esperamos con sus señoras, la invitación debe estar por llegar pero se los
adelanto para que lo tengan agendado, espero contar con la presencia de ustedes-
- A mi me encantaría, espero que no se tenga que bailar porque esa sería la hora de salida
mía- dijo Lascurain.
- La mía también – dijo Nicanor mientras todos se levantaban, informalmente se estaba
dando por terminado la reunión.
Los cuatro abogados se retiraron de la sala y se detuvieron en el hall contiguo, allí
realizaron la despedida de rigor.
- Hasta luego Matías, estamos en contacto- dijo Nicanor, miró al doctor Petersen y
extendiéndole la mano dijo – hasta pronto, ha sido un gusto.
- El gusto es mío, ha sido un placer volver a escuchar sus clases magistrales- dijo Petersen.
- Si me permiten me retiro porque tengo una llamada en espera- dijo Nicanor
despidiéndose.
- Muy bien, después nos vemos- dijo Lascurain.
Nicanor se retiró del hall y se dirigió a su despacho, antes de ingresar se acercó a su
secretaria.
- ¿Hubo algún llamado para mí?- preguntó Nicanor.
- No doctor- respondió la secretaria.
Cuando Nicanor se dispuso ingresar a su escritorio su secretaria tomó una nota que
tenía sobre su mesa y extendió su mano hacia él.
- Aquí pude localizar el número de teléfono del doctor Alfredo Rocca ¿quiere que lo llame
y se lo pase?- consultó la secretaria con la mano extendida, Nicanor tomó la nota.
- No, yo lo llamo- dijo Nicanor mientras observaba la nota.

27
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

Ingresó a su despacho y se dirigió a su escritorio, apenas se sentó apoyó la nota


sobre la mesa a una distancia cerca para poder ver los números anotados en ella, tomó el
teléfono y realizó la llamada.
- Por favor con el doctor Rocca- solicitó Nicanor ante una voz atenta en el otro lado del
teléfono – dígale de parte del doctor Nicanor Frías-
Una vez anunciado Nicanor había quedado en espera en el teléfono, le comunicaron
que le iban a avisar al doctor Rocca de la llamada y resolicitaron que aguarde un momento.
Luego de unos breves instantes de espera se escucha una voz del otro lado del teléfono.
- Hola Nicanor, como andás tanto tiempo- saludó Rocca del otro lado del teléfono.
- Hola Alfredo, es verdad han pasado algunos años sin vernos, tenemos que ponernos al
día- respondió Nicanor.
- Así es, tenemos que vernos- dijo Rocca.
- Justamente para eso te llamaba, necesitaría verte para poder mostrarte un objeto antiguo
que contiene una escritura de una lengua muy vieja que no puedo descifrar- dijo Nicanor.
- Con mucho gusto, ¿que te parece mañana? acercáte al salón de conferencias del Centro
Atómico Constituyentes, justamente mañana unos estudiantes quieren que les actualice un
poco algunos temas de la teoría de la relatividad, terminado el curso vamos a almorzar-
propuso Rocca.
- Me parece una buena idea- respondió Nicanor – Ahora que mencionás el Centro Atómico
no sabía que estabas trabajando en la Comisión Nacional de Energía Atómica.
- Así es, me llamaron para fabricar unas bombitas- dijo Rocca con una carcajada
acompañada por Nicanor.
- Esperemos que las bombitas sean de exportación- dijo Nicanor acompañando la broma.
- Así es- dijo Rocca manteniendo la carcajada –la verdad es que estoy en el área de
seguridad de energía atómica, venite mañana y hablamos.
- Está bien, mañana me paso a verte en el salón de conferencias, te mando un abrazo- dijo
Nicanor.
- Yo te mando otro, hasta mañana- dijo Rocca despidiéndose.
Nicanor colgó el teléfono y se quedó mirando por la ventana, para él fue una
emoción muy grande volver a hablar con Alfredo Rocca, pero más emocionante es saber
que al día siguiente comienza su aventura de develar el misterioso mensaje del papiro
marrón.

28
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

Era el mediodía en Buenos Aires, más precisamente en el partido de San Martín,


frente a la autopista General Paz. El viaducto mostraba un importante tráfico hacia el centro
de la ciudad. En el camino contrario lo automóviles se movían con absoluta libertad a
velocidades permitidas denotando una gran fluidez.
El doctor Nicanor Frías manejaba su auto en la vía contraria al centro de la ciudad,
enciendió la luz de giro izquierda y tomó la siguiente salida porque divisó un cartel que
indicaba a quinientos metros la entrada el Centro Atómico Constituyentes.
Nicanor salió de la autopista, donde termina la salida hay una estafeta con barreras
de entrada y salida. El automóvil estaba obligado a frenar por una barrera baja frente a una
de las estafetas donde se encontraba un hombre de seguridad quién amablemente pidió
identificarse.
- ¡Buen día!- saludó Nicanor – Soy el doctor Frías, tengo una reunión concertada con el
doctor Alfredo Rocca- se presentó.
- Aguárdeme un instante por favor- solicitó amablemente el hombre de seguridad quién
tomó el teléfono y luego de unos instantes de espera dijo –se encuentra en la entrada el
doctor Frías, dijo tener audiencia con el doctor Rocca-. El hombre escuchaba con atención
algunas indicaciones que hacían a través del teléfono –muy bien, se lo diré- dijo y colgó
inmediatamente el aparato, luego se dirigió a Nicanor –Me han dicho que lo espera en el
Salón de Conferencias- dijo el guarda quién con unas señalizaciones con la mano le
indicaba donde debe dejar el auto y donde quedaba el salón.
- Muchas gracias, ha sido muy amable- dijo Nicanor. La barrera se abrió y el auto comenzó
a deslizarse en camino recto unos cincuenta metros hasta ingresar a un estacionamiento al
aire libre.
El auto se estacionó entre otros automóviles y Nicanor salió de él, caminó unos
treinta metros hasta que se topó con un camino de diez metros que llevaba a una puerta con
un cartel que dice “salón de conferencias”. Ingresó al salón y en él se encontraban unos
cincuenta jóvenes sentados. Delante de los muchachos se elevaba un escenario donde se
encontraba montado un mesa larga con tres sillas de las cuales una está ocupada por una
mujer de mediana edad, y detrás de ella se deslizaba desde arriba hacia abajo una pantalla
donde se proyectaba una serie de fórmulas y dibujos que ayudaban a la exposición que se
estaba realizando.
En el mismo escenario se encontraba Alfredo Rocca, un hombre que denotaba una
cercanía a la edad de los cincuenta y cinco años, esbelto con bigotes y barba prolija canosa
como sus cabellos peinados hacia atrás.
Mientras Nicanor ingresaba al salón, buscaba un asiento detrás del grupo de jóvenes
presentes que tomaban nota de la exposición, se sentó en uno de los asientos y dispuso a
prestar atención a lo que se exponía, aunque sabía que en realidad no había venido a
escuchar la exposición sino a almorzar con Alfredo para hablar de otros temas.
Alfredo Rocca se encontraba parado en el escenario con un micrófono en mano
hablando a su joven audiencia.
- Albert Einstein afirmó que la velocidad de la luz es de trescientos mil kilómetros por
segundo, con esta afirmación es posible demostrar que en teoría, y no en la práctica, se
puede observar el pasado- dijo Alfredo y continuo exponiendo – tenemos que partir de la
base de que todo objeto, entiéndase móvil e inmóvil, es masa y luz. La masa es de constante

29
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

movimiento molecular pero para nuestros ojos está quieto y la luz de constante movimiento
dinámico, es decir que éste último viaja hacia el espacio. Antes que nada aclaremos que, a
grandes rasgos, uno de los aspectos de la teoría de la relatividad es eso mismo, lo relativo,
para este genio el tiempo era relativo, a veces las dimensiones del tiempo no pueden ser
alcanzadas por la mente humana-
Mientras el doctor Rocca exponía con uno de sus brazos señalaba distintas fórmulas
y dibujos que se presentaban.
- Si ustedes me miran a mi ven un reflejo de luz, si me tocan sienten una masa, ese reflejo
de luz viaja constantemente hacia sus ojos a trescientos mil kilómetros por segundo, la luz
es un viaje constante que nunca se pierde.- continuaba exponiendo Alfredo, mientras lo
chicos lo observaban levantó su brazo y cruzó los dedos como para hacer un chasquido –les
voy a dar un ejemplo para que entiendan la magnitud de la velocidad de la luz que estamos
hablando- luego de decir eso realizó un chasquido con sus dedos – el reflejo de ese
chasquido en estos momentos está en la luna.
Los jóvenes abrieron sus ojos entendiendo lo que dijo el doctor Rocca y tomaron nota
de lo recientemente expuesto.
- Por ejemplo la estrella más cercana está a cuatro millones de años luz, si en este momento
esa estrella se apaga nosotros la seguiremos viendo y desaparecerá de nuestros ojos dentro
de cuatro millones- dijo Alfredo – por ello, seguramente en nuestras noches seguiremos
viendo estrellas que pueden haber muerto en la época de los egipcios, los griegos, los
romanos, o mucho antes o mucho después.
Mientras Alfredo Rocca seguía exponiendo, Nicanor se encontraba sentado
prestando atención, no por interés del tema que se estaba desarrollando, sino porque
deseaba con ansias que termine para poder ir a saludarlo y salir a almorzar.
- Ahora bien- continuó Alfredo –si entendemos que la luz es un reflejo que viaja en el
espacio, y si logramos crear una máquina que viaje al espacio a una velocidad superior a la
luz y que se detenga en un punto determinado y pueda condensar el reflejo de la luz,
cuando observemos el reflejo de la luz en constante movimiento estaremos viendo el
pasado. De esta manera podremos observar el pasado pero no podemos intervenir en él,
porque solo vemos luz y no masa, ya que la masa queda en el punto de origen del reflejo.
Alfredo terminó su exposición y luego de unos breves instantes preguntó si alguien
quería agregar o preguntar algo, uno de los jóvenes levantó su mano y el doctor Rocca
asintió habilitándolo para hablar.
- Nos acaba de dar una muy interesante explicación teórica de cómo se puede observar el
pasado- dijo el joven – pero en la práctica es imposible llevarlo a cabo ¿para que nos sirve
esta teoría a los fines prácticos de nuestra actividad cotidiana?-
- Muy buena pregunta- dijo Alfredo – Para empezar tenemos que saber que las teorías son
herencia de quienes nos anteceden, unos esbozan la teoría y otros, en algún momento de la
historia, los pondrá en práctica. Cuando Albert Einstein explicaba sus teorías, no creo que
haya imaginado que en algún momento futuro iban a tomar algunas de ellas para crear la
bomba atómica. Si vamos al terreno humanístico o político, Karl Marx desarrolló su teoría
comunista que fuera aplicada muchos años después en Rusia por Lenin. No es importante
saber si se puede o no puede poner en práctica, lo importante es poder transmitirlo a
nuestras futuras generaciones, porque, en cualquier disciplina, el conocimiento no sólo es
poder sino también es esperanza e independencia.
Alfredo se acercó a la mesa que se encontraba en el escenario y apoyó el micrófono
por el cual hablaba, se dirigió al auditorio y frotando sus manos los observaba.

30
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

-Chicos permitan dar un consejo a este viejo que sabe más por viejo que por diablo. Nunca
rechacen un conocimiento, porque rechazar un aprendizaje es rechazar una oportunidad-
dijo en voz pausada Alfredo. – Muchas gracias por dejarme transmitirle algunos humildes
conocimientos.
Luego de decir esas palabras recibió en forma automática los aplausos de la
audiencia, mientras era aplaudido la señora de mediana edad sentada en la mesa que se
encontraba en el mismo escenario donde estaba Alfredo se levantó y se dirigió hacia el
doctor Rocca. En ese momento los jóvenes dejaron de aplaudir.
- Como profesora de la Universidad Tecnológica queremos agradecer mucho a usted su
exposición, sin lugar ha dudas nos ha enseñado mucho y los alumnos me parece que saldrán
más enriquecidos hoy de aquí, por eso pido nuevamente un aplauso para el doctor- dijo la
señora.
Los alumnos volvieron a aplaudir a Alfredo mientras la señora le estrechaba la
mano de agradecimiento. Luego de los aplausos los alumnos se levantaron de sus asientos y
después de los saludos y agradecimientos de estilo se dirigieron hacia la salida para
retirarse.
En ese momento Nicanor se levantó y Alfredo se percató de su presencia. Mientras
los alumnos se retiraban del salón el doctor Rocca bajó del escenario para dirigirse hacia el
doctor Frías. Una vez cerca ambos se estrecharon un abrazo momentáneo.
-¡Nicanor querido!- dijo Alfredo – estas igual que la última vez que nos vimos.
- Estoy con una canas y unos quilos más- devolvió Nicanor – al que se ve muy bien es a
vos, mirate, pareces más joven.
- Es que me saqué esa barba tupida que me agregaba años- dijo Alfredo para luego
preguntar – ¿te parece que almorcemos en el restauran de acá?, mira que se come muy bien
y barato-.
- Me parece bárbaro, aprovechemos para comer y ponernos un poco al día de todos estos
años- respondió Nicanor.
Acordado el lugar de almuerzo los dos dispusieron a retirarse del salón, los jóvenes
estudiantes con su profesora ya se habían retirado por completo. Ambos salieron por la
puerta y ésta se cerró quedando el salón absolutamente vacío.

31
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

10

El salón era amplio, de suelo azulejado y una acústica de voces perdidas. Dentro de ella
muchas mesas con cuatro sillas bien acomodadas. En un costado se desplegaba una larga
mesa con platos de comida y bebidas que uno podía servirse y llevarlo a la caja para ser
abonado.
En el salón comedor había algunos comensales empleados del centro atómico, en una
de las mesas se encontraban Nicanor y Alfredo almorzando una ensalada y un agua
mineral. Ambos se estaban contando su historia luego de no verse mucho tiempo.
-Así que Patricio ya está por entrar a la universidad- dijo Alfredo –me parece ayer cuando
lo veía gatear en el jardín de tu quinta ¿te acordas de aquellos asados?- preguntó.
- ¡Como no me voy a acordar!- exclamó Nicanor –si después de comer no nos podíamos
levantar para jugar al fútbol, éramos unos lechones- recordaba esbozando una sonrisa. -¿Me
dijeron que tenés dos nietos?
- Sí, la verdad que a esta edad lo disfruto mucho, lamento que Alicia no esté para que los
disfrute conmigo- dijo Alfredo mientras su voz se apagaba como si estuviera poniéndose
nostálgico.
- Si- dijo Nicanor entendiendo su desazón – la verdad que sentí mucho la muerte de tu
mujer, Virginia la quería mucho.
- Sí, lo sé- dijo Alfredo – después de enviudar, lo único que disfruto es mi trabajo de lunes
a viernes y mis nietos los fines de semana-.
- Vos sabés que en todo lo que pueda ayudarte- dijo Nicanor.
- Si, siempre lo supe- dijo Alfredo – Pero la verdad es que desde que murió Alicia, nunca
sentí ganas de salir y de ver gente, me recluyo en mi trabajo, es lo único en lo que me
inspiro para seguir vivo-
- ¡Por favor Alfredo!- exclamó Nicanor – sos una buena persona y mucha gente te aprecia,
es injusto que estés así, se que el momento por el que pasastes es muy duro, pero tenés que
continuar con tu vida, no tenés que enterrarte-.
- Cuando estoy en casa todo me recuerda a ella, a pesar de que me he mudado a otra, en la
soledad de ese espacio la veo a ella, hasta la huelo, necesito mucho salir de esa situación y
el trabajo me ayuda a ello.- explicó Alfredo.
Entre los dos se originó un pequeño silencio. Alfredo sentía que la conversación
incomodaba mucho a Nicanor, entonces su rostro volvía a sonreír e intentó cambiar el tema.
- Y decime Nicanor, ¿Qué es lo que me has querido mostrar?- preguntó Alfredo.
-Paso a contarte- dijo Nicanor – vos sabés que a mi me interesa mucho todo lo que es
antigüedades de la tierra santa, todo lo que tenga que ver con la Biblia, soy muy estudioso
de los hechos bíblicos.
- Si, lo se- dijo Alfredo.
-El otro día vino a verme un amigo mío- siguió relatando Nicanor – y me trajo algo muy
interesante de España. Es una especie de papiro antiquísimo que contiene una trascripción
que no pudimos traducir, y como vos sabés de lenguas muertas quería pedirte tu ayuda.-
- Con mucho gusto te voy a ayudar- dijo Alfredo – dejámelo ver-.
- Voy a necesitar un lugar con menos luz para que no se arruine- indicó Nicanor.
Alfredo le hizo señal con el dedo de que espere un minuto y se levantó enseguida, se
dirigió a uno de los responsables del local y le preguntó si podía utilizar por unos minutos
el salón comedor privado. Se trata de un salón que se ingresa por una puerta que queda al

32
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

costado de la entrada al comedor y que lleva a otro más pequeño donde hay una mesa larga
con varias sillas. Ese comedor es usado para encuentros protocolares con personalidades
destacadas y que, por no ser utilizado, las persianas estaban cerradas y no permitían el
ingreso de la luz del día.
Ese día no había previsto ningún evento, por ello el responsable del comedor
amablemente le permitió a Alfredo Rocca utilizarlo con su invitado.
Alfredo se dirigió a Nicanor y le solicitó que lo acompañe, quién tomó una maleta
que trajo siempre consigo y lo acompañó hasta el comedor privado. Al ingresar Alfredo
cerró la puerta y encendió las luces del lugar. Como las persianas están bajas solo la luz
interna, que no tiene tanta intensidad como la del día, alumbraba el lugar.
La mesa estaba cubierta de un mantel rojo y, sobre ella, Nicanor apoyó la maleta
para abrirla. Una vez abierta tomó la caja dorada que cubría el papiro y la sacó para
apoyarlo también en la misma mesa. De allí extrajo el papiro marrón que es abierto con
sumo cuidado. El doctor Frías de su bolsillo tomó cuatro monedas que es apoyada en cada
esquina del papiro dejándolo abierto para que pueda ser observado.
- Aquí está- dijo Nicanor señalándole el papiro – lo que voy a pedirte es que solamente
toques el papiro lo necesario porque es un material muy sensible.
Alfredo asintió con la cabeza y observó con mucha atención el papiro. Mientras lo
miraba se acercaba a él y se sentó para observarlo con más detenimiento.
- Veo que es una mezcla de imágenes con palabras- dijo Alfredo como primer diagnóstico –
es un hebreo muy antiguo- siguió diciendo, en un momento señala el papiro y lo mira a
Nicanor solicitándole si lo puede tocar unos segundos. Su amigo asiente y Alfredo saca una
de las monedas que lo sostienen y con sus dedos toma una punta y lo frota muy suavemente
– parecería que el material del papiro fue extraído de un roble o de una zarza propia del
medio oriente, pero no estoy muy seguro- concluyó Alfredo.
- ¿Se puede descifrar el mensaje?- preguntó Nicanor muy intrigado.
- No puedo- respondió Alfredo – este hebreo, si es que es hebreo, es antiquísimo y no logro
descifrarlo, pero conozco un especialista en lenguas muertas de Harvard que podrá
ayudarnos. Si me dejás tenerlo unos días podré ayudarte.
- Te lo dejo- dijo Nicanor – pero hay que tener mucho cuidado porque se trata de una
reliquia de un amigo mío, no es de mi propiedad, por eso te pido que lo cuides mucho.
- Descuida. Voy a tener mucho cuidado- respondió Alfredo sabiendo que ahora deberá
asumir la responsabilidad de cuidar el papiro y cumplir con el compromiso de descifrar el
mensaje que contiene.

33
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

11

Nicanor subió a su automóvil que se encontraba en el estacionamiento del Centro


Atómico, era acompañado por Alfredo quién le estrechó la mano para despedirse de él.
El auto arrancó y se deslizó marcha atrás para luego tomar dirección hacia la salida.
Alfredo se quedó en el estacionamiento observando como el auto se alejaba. Luego de unos
breves instantes el doctor Rocca se dirigió hacia uno de los edificios principales del centro
atómico.
En el edificio hay un pasillo con una gran cantidad de puertas que llevan a distintas
oficinas. Allí hay un importante tránsito de personas, la mayoría de ellas con delantales
blancos.
Alfredo caminaba por el pasillo dirigiéndose a su oficina, en una de sus manos
sostenía la caja dorada con el papiro que Nicanor le había encomendado. Cuando llegó a su
oficina se encontró con su secretaria en la antesala.
- Carla, necesito que me preste por unos instantes el vale de fotocopias- dijo Alfredo a su
secretaria.
La secretaria buscó dentro en uno de los cajones de su escritorio y de allí tomó un
pequeño talonario que se lo alcanzó a Alfredo.
- Aquí lo tiene doctor- dijo la secretaría.
- Muchas gracias Carla- dijo Alfredo quién tomó el vale.
El vale de fotocopias es un talonario con distintos vales donde allí deben consignar
todas las fotocopias que se necesite y se lo dejan a la persona responsable de la
fotocopiadora para que lleve el control. Es un método muy común dentro de la
administración pública.
- Voy a la fotocopiadora, si llama alguien vuelvo en diez minutos- dijo Alfredo.
- Muy bien, doctor- asintió su secretaria.
Alfredo nuevamente caminó por el largo pasillo del edificio con la caja dorada en la
mano. Luego de unos pasos se detiene en la oficina de fotocopiadoras.
- Buenas tardes- saludó Alfredo a la persona responsable de la fotocopiadora.
- Buenas tardes doctor Rocca- respondió el saludo el responsable de la fotocopiadora.
- Puedo utilizar una de las fotocopiadoras- preguntó Alfredo y fue asentido por el
responsable de la fotocopiadora.
Alfredo se dirigió a una de las máquinas, al llegar a una de ellas tomó una de las
hojas bancas que se encontraban en la bandeja de papeles y lo apoyó sobre el vidrio scanner
de la máquina. Luego tomó de la caja dorada el papiro marrón y con mucho cuidado lo
apoyó sobre la hoja para luego cerrar la tapa de la máquina y darle el fotocopiado, de esta
manera protegía el papiro del calor de la luz y a la vez podía fotocopiarlo.
Una vez terminado el proceso, de la máquina salió una hoja fotocopiada. Como la
fotocopia fue realizada con un papel en el medio, la misma no salio muy clara. El doctor
Rocca había la fotocopia con un papel debajo del papiro para que la fuerte luz de la
máquina no arruine el documento, si bien el proceso dio resultado, el texto está muy tenue,
porque a pesar de que la hoja fue transparentada por la luz los códigos y dibujos del papiro
no se pueden ver con claridad.
El doctor Rocca tomó el papiro marrón y lo volvió a guardar en la caja dorada.
Luego tomó el papel de la fotocopia y se dirigió hacia la persona responsable de la
fotocopiadora. Le muestra la hoja recién fotocopiada.

34
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

- Le puedo pedir un favor- dijo Alfredo – ¿me podría oscurecer un poquito más esta
fotocopia como para que pueda estar más claro el texto y los dibujos que aparecen muy
tenue?
- Claro que sí doctor, enseguida se lo hago- respondió el responsable de la fotocopiadora,
quién se dirigió con la fotocopia a una de las máquinas, volvió a fotocopiarla y se la
alcanzó al doctor Rocca.
Alfredo observó la nueva fotocopia y vio que el texto y los dibujos están más
oscuros dando claridad a la escritura.
- Muchas gracias, ha sido muy amable- dijo Alfredo y se retiró del lugar.
Alfredo nuevamente caminó por el pasillo con la caja dorada y la fotocopia para
retornar a su oficina. Ingresó a la antesala donde se encontró nuevamente con su secretaria.
-Carla, por favor comuníqueme con Federic Wayne de Harvard, el número está en la
agenda como Wayne, él y su secretaria hablan castellano así que hable sin problema. De
todas maneras yo sé que usted habla muy buen inglés pero no es necesario que lo utilice-
dijo Alfredo.
- Muy bien doctor- dijo su secretaria mientras tomaba la agenda de su escritorio. Alfredo
ingresó a su despacho y sobre el escritorio apoyó la caja dorada y la fotocopia. Luego se
dirigió a un perchero que hay en una de las esquinas donde estaba apoyado un delantal
blanco. Allí depositó su saco y se vistió con el delantal.
Luego de unos instantes sonó el teléfono. Alfredo se dirigió hacia él y tomó el
auricular.
- Dígame- dijo Alfredo.
- Doctor, tengo al doctor Wayne como usted me pidió- dijo su secretaria del otro lado del
teléfono.
- Muy bien pásemelo y muchas gracias- indicó Alfredo. – Hola Federic- saludó.
- Hola Alfredo- saludó Federic Wayne con un castellano muy forzado – ¿a que se debe el
honor de tu llamado?- preguntó.
- Estoy llamándote desde Buenos Aires. Necesito pedirte un favor. Un amigo me alcanzó
un documento que tiene un mensaje en una lengua muerta, estimamos que es un hebreo
muy antiguo. Es un texto demasiado corto, calculo unas veinte palabras- dijo Alfredo –
Quería ver si podía mandarte una copia por fax para que me lo puedas traducir ¿puede ser?-
preguntó.
- No hay ningún problema- respondió Wayne – si me lo envías por fax ahora, esta noche
trataré de hacer algo y te contesto en la mañana.
- Eso sería maravilloso- dijo Alfredo con cierta y disimulable alegría –en unos instantes te
lo estaré enviando y te agradezco mucho.
- Muy bien, mañana seguimos hablando, que tengas un buen día- se despidió Wayne.
Alfredo colgó el teléfono y se quedó pensando unos segundos, allí comenzó a tener
unas sensación de aventura que lo llevaría a algo nuevo el trabajo encomendado por
Nicanor. Tomó la fotocopia y se dirigió al escritorio de su secretaria en la antesala.
- Por favor, envíele esta hoja por fax al doctor Wayne que lo está esperando ahora mismo-
dijo Alfredo acercándole al fotocopia a su secretaria.
- Sí doctor- dijo su secretaria mientras tomaba la hoja.
- Me alcanza la carpeta de las nuevas medidas de seguridad del centro tomado por el
directorio que quiero comenzar a evaluarlos- solicitó Alfredo.

35
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

La secretaria le alcanzó la carpeta solicitada, el doctor Rocca la tomó y se dirigió a


su despacho dispuesto a estudiarla. Su misión sobre la tarea encomendada se esta
cumpliendo. La operación traducción del papiro marrón había comenzado.

36
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

12

El ascensor del estudio Lascurain, Huidogro & Frías se abrió y de allí salió Nicanor
que volvía de su encuentro con el doctor Rocca en el Centro Atómico Constituyentes.
El doctor Lascurain estaba en el pasillo hablando con uno de los abogados júnior del
estudio. Nicanor lo observó y se dirigió hacia él.
- Alfonso ¿podemos hablar un segundo?- preguntó Nicanor.
- Claro, ¿no podrías dejar solos?- preguntó Alfonso a su colega con quién estaba hablando
hace unos instantes, éste asintió y abandonó el lugar dejando a Nicanor y Alfonso solos.
- Necesitaría revisar nuevamente el tema Monixal, necesito un par de días- dijo Nicanor.
- Justamente me llamó Matías Olmos y me dijo que el directorio había aprobado la nueva
estrategia ¿Qué sucede?- preguntó intrigado Alfonso.
- Es que estuve revisando la carpeta y me falta averiguar si el tratamiento de la ley en el
Senado tuvo dictamen de las comisiones. Yo se que es un formalismo porque la Cámara se
había expedido pero como no quiero sorpresas quiero incluir en la causa todos los
documentos. Si hay dictamen necesitaría incluirlo- dijo Nicanor.
- Pero ya está todo aprobado, ¿es necesario ese documento como para suspender la
presentación?- preguntó ofuscado Alfonso.
- No quiero dejar ningún cabo suelto. Todavía estamos dentro de los plazos, es unos días
nada más- dijo Nicanor.
Alfredo está pensando la solicitud de Nicanor de suspender la presentación por unos
días para completar la documentación.
- Está bien- dijo Alfonso –voy a hablar con el doctor Olmos para que nos dé un día, pero
voy a solicitarte que le des prioridad a este asunto. Es el caso más importante de nuestro
cliente más importante, por eso no es necesario indicarte la importancia del caso- dijo
Alfonso.
- Quedate tranquilo, me pondré a trabajar en ello- dijo Nicanor.
El doctor Frías se alejó del doctor Lascurain y se dirigió a su despacho, cuando
llegó a él se acercó al escritorio de su secretaria.
- Patricia, por favor dígale a Nicolás que se fije si en el Senado hubo dictamen sobre la ley
modificatoria de la ley de Defensa de la Competencia y si lo hubo que me busque una
copia, él sabe de que se trata porque estuvo trabajando en eso- dijo Nicanor.
- Muy bien ¿algo más?- preguntó su secretaria.
- Sí, comuníqueme con el señor Rafael Ibáñez- solicitó Nicanor.
El doctor Frías ingresó a su despacho y se sentó en la silla de su escritorio
observando el Río de la Plata que puede verse desde su ventana. Mientras se relajaba en la
vista de su escritorio sonó el teléfono y levantó el auricular.
- ¿Si, Patricia?- preguntó Nicanor.
- El señor Ibáñez no estaba en su oficina así que lo llamé a su celular y lo tengo en línea-
dijo su secretaria del otro lado del teléfono.
- Muy bien, pásemelo- solicitó Nicanor. – Hola Rafael- saludó.
- Hola Nicanor- saludó Rafael Ibáñez del otro lado del teléfono.
Rafael Ibáñez tenía un auricular extendido desde su celular en la oreja porque en ese
momento se encontraba manejando su automóvil por la autopista panamericana en la vía
rápida a una velocidad de ciento treinta kilómetros por hora, la máxima permitida.

37
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

El vehículo de Ibáñez era nuevo y contaba con todo el confort que podía tener un
automóvil último modelo. Era una hora pico pero el tránsito era rápido en la autopista,
Ibáñez estaba volviendo para su casa en dirección a la localidad del Tigre, y la circulación
de automóviles era importante.
- Me estoy volviendo para casa, ¿Cómo anda todo?- preguntó Ibáñez desde su celular.
- Muy bien- respondió Nicanor –La persona que me iba a ayudar con la traducción del
papiro no tenía muy claro el idioma pero me dijo que se lo iba a alcanzar a un especialista
que enseña lenguas muertas en Harvard, creo que esperanzas tenemos todavía.
- Muy bien, pero el papiro esta muy bien cuidado ¿verdad?- preguntó Ibáñez.
- Quedate tranquilo- respondió Nicanor – la persona que lo tiene es de mi extrema
confianza. Seguramente mañana tendremos alguna novedad.
- Muy bien, justamente te iba a llamar porque con Graciela queríamos invitarlos este
sábado a comer un asado en la quinta ¿pueden venir?- preguntó Ibáñez.
- Claro que sí, Virginia va a estar encantada, gracias por invitarnos, yo me encargo de los
vinos, tengo unos en la bodega que quería disfrutarlo con amigos y me parece esa una
buena ocasión- dijo Nicanor.
- Si a vos te parece bien, perfecto. Entonces mañana sabremos de las novedades- dijo
Ibáñez.
- Muy bien, arreglo con Virginia para el sábado y mañana nos estamos hablando. Te mando
un abrazo- dijo Nicanor despidiéndose.
- Hasta mañana- dijo Ibáñez despidiéndose mientras apretaba un botón de su celular para
cortar la comunicación.
Ibáñez seguía manejando su automóvil con mucha concentración en el camino. Se
encontraba solo y escuchaba Mozart. Esa música lo tranquilizaba mucho, tenía el estado de
ánimo necesario para manejar.
En un momento observó que a mil metros se iba a topar con el desvío al Tigre, es el
camino que lo lleva a su casa. Como el automóvil de Ibáñez andaba a la velocidad máxima
permitida en la autopista, se encontraba en la última vía de la izquierda.
El señor Ibáñez tiene intención de doblar al carril derecho porque cada vez estaba
más cerca del desvío. Por ello enciende la luz de giro y observaba si había algún automóvil
detrás que lo pase. Como no había autos dobló hacia el carril de su lado derecho reduciendo
levemente la velocidad.
Mientras Ibáñez circulaba en el carril que recientemente se había introducido detrás
de él, en su izquierda, se acercaba un automóvil cuatro puertas a una velocidad superior. En
aquel vehículo se encontraban dos personas, el conductor y el acompañante.
Cuando el automóvil se posicionó frente al del señor Ibáñez, éste observó a sus
integrantes por unos instantes y luego volvió a mirar el camino para no chocar con ningún
otro rodado. El conductor era de pequeña estatura, castaño y de ojos oscuros, su rostro era
igual a la persona que se encontraba quinientos años atrás en Granada y se le encomendara
como misión el cuidado del papiro marrón a través de su descendencia. El acompañante era
una persona de cabello rubio y su rostro era exactamente igual al ángel que se le apareció a
Jacob y al hombre que asesinó a Abahed para recuperar el papiro.
Luego de unos instantes y de observarse mutuamente Ibáñez y el acompañante del
otro rodado, el automóvil que llevaba a las dos personas nuevamente tomaba más velocidad
que el auto en el que viajaba Ibáñez y así lo termina pasando y dejándolo unos metros
atrás.

38
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

Cuando el muchacho rubio observó que el auto de Ibáñez había quedado muchos
metros mas atrás levantó su brazo derecho y de su mano realizó un chasquido con sus
dedos.
En ese preciso instante ambas ruedas delanteras del auto de Ibáñez reventaron
realizando un ruido infernal como la explosión de un petardo. La velocidad en la que viaja
era muy alta por ello había perdido el control del automóvil. El señor Ibáñez desesperado
intentó en vano realizar maniobras para volver a controlarlo.
El automóvil comenzó a tomar un poco de altura ya que al reventar las ruedas a una
velocidad muy alta perdió el control, todo el movimiento lo llevó a elevarse unos
centímetros del asfalto.
Unos metros más adelante había un puente que cruzaba la autopista. El puente tenía
terraplenes en la divisoria de la panamericana. El automóvil impactó en forma muy violenta
sobre el terraplén y logró hacer unas vueltas muy rápidas mientras los hierros comenzaban
a retorcerse. Luego de unos segundos, mientras el siniestro se desarrolla a toda velocidad,
el automóvil impactó contra un camión que estaba detenido por una rueda pinchada y puso
fin al macabro camino del rodado, no así al trayecto de Ibáñez, quién salió despedido por
un hueco que había quedado en el parabrisas volando uno veinte metros hacia adelante a
gran velocidad.
La cabeza de Ibáñez impactó sobre la calle, la fuerza fue tan grande que había
quedado partida, dejando masa encefálica a su alrededor y un río de sangre que fluía hacia
un costado de la autopista.
El cuerpo de Ibáñez yacía sobre el asfalto. Su cabeza se encontraba recostada
mirando hacia un costado. Estaba tieso, con un color pálido catatónico y los ojos abiertos.
Rafael Ibáñez estaba muerto.

39
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

13

En la mañana siguiente al accidente, el frío matinal del invierno se hizo sentir con
una muy baja temperatura en toda la ciudad de Buenos Aires y sus alrededores.
El Centro Atómico donde trabaja el doctor Alfredo Rocca no escapa al clima
imperante de la región.
El edificio abrió sus puertas, aún no han llegado todos los empleados del organismo
estatal. Sin embargo, como todas las mañanas, Alfredo fue de los primeros en llegar a su
oficina.
Su hora de llegada era tan temprana que ni la secretaria había arribado aún a la
oficina. Alfredo ingresó a su escritorio y se sacó el abrigo para colgarlo en el perchero,
luego se sentó e inmediatamente prendió su computadora que llevará unos breves minutos
para ser operativa.
Como todas las mañanas, el doctor Rocca levantó su teléfono para comunicarse con
la confitería del Centro Atómico. Luego de solicitarle al empleado que le alcanzara un café
negro con dos medialunas observó que la computadora estaba lista para ser utilizada.
Colgó el teléfono y comenzó a usar la computadora. Una de las modernas rutinas de
Rocca es chequear todos los correos electrónicos nuevos que le han llegado y el día de hoy
no es especial para que no se cumpla con la cuasi norma de su conducta.
En su casilla habían ingresado muchos nuevos correos electrónicos, pero Alfredo
Rocca estaba interesado únicamente en uno en especial donde observó que el remitente es
el doctor Federic Wayne.
El científico da la orden a la computadora de imprimir el correo llegado hace unas
horas atrás. Luego de ser impreso Alfredo tomó la hoja y la leyó detenidamente. El texto
del correo enviado por el doctor Wayne decía lo siguiente:

“Mi estimado Alfredo:


He estudiado con mucha atención el
documento que me enviaras por fax. Has acertado en la antigüedad
del idioma en que fue escrito. A tal punto es antiguo, que hasta a
mi me ha costado descifrar su mensaje. Sin embargo, uniendo
símbolos, agregando vocales y aplicando todo mi conocimiento
sobre el hebreo antiguo he concluido que el texto es la apariencia
de un acertijo que no pude deducir.
El mensaje es el siguiente: “En el polvo de la tierra con la
letra N y desde la primera, la segunda y la tercera H se da la
génesis en el calor del sol y en los milenios necesarios para la
evolución y desde los ojos de Hubble la nueva vida observarás”.
Espero que esta traducción sirva a tus objetivos e inquietudes.
Aprovecho la oportunidad para instarte a que vengas al próximo
encuentro de físicos que trabajan en Seguridad en Energía Nuclear
que estoy organizando este año en mi universidad.
Te manda un cordial saludo tu amigo,

Federic Wayne”

40
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

Alfredo Rocca seguía leyendo el correo una y otra vez, concentrándose únicamente
en la traducción del papiro. Trata de descifrar el nuevo enigma que se le presenta frente a la
traducción del antiquísimo documento.
Luego de darle una lectura y una relectura Alfredo guardó el correo impreso en una
carpeta de solapa blanca recién estrenada. Tomó un marcador negro y escribió en la carpeta
“Traducción de Papiro”, dándole una carátula al documento que ahora se le presenta como
su nuevo desafío: la interpretación del acertijo del papiro marrón.

41
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

14

La autopista de ingreso a la Ciudad de Buenos Aires se encontraba afectada por el


excesivo tránsito del momento. Todos los que viven en los alrededores de la ciudad y
trabajan en el centro ingresan con sus automóviles simultáneamente casi a la misma hora.
El andar de los vehículos estaba momentáneamente detenido porque un pequeño
accidente, que ocurre muy cotidianamente en el tramo del ingreso a la ciudad, detuvo el
fluir del tránsito.
Uno de los autos era el de Nicanor Frías, quién se encontraba solo escuchando la
información que daba la radio todas las mañanas, una clásica frecuencia AM cuyo locutor
realizaba una raconto de las informaciones más importantes de los diarios matinales e
invitaba a especialistas para que opinen.
La impaciencia de miles de automovilistas generaba un ruido de bocina infernal, a
Nicanor le costaba escuchar lo que se decía en la radio. Apenas escuchaba un debate entre
políticos por alguna decisión de gobierno tomada.
A pesar de la constancia de las bocinas emitidas por sus vecinos automovilistas,
Nicanor logró escuchar el sonido de llamada de su celular. Inmediatamente colocó el
audífono en su oído y atendió la llamada.
- Hola ¿quién es?- saludó y preguntó Nicanor.
- Soy Virginia mi amor, llame al estudio y no llegastes aún- respondió y afirmó Virginia.
- Si, la verdad que el tránsito es un caos mi amor, creo que voy a demorar un largo rato, me
parece que voy a suspender una reunión que tenía dentro de treinta minutos- dijo Nicanor.
- Mejor suspendé todas las reuniones que tengas esta mañana y volvé para casa- dijo
Virginia.
- ¿Qué sucede mi amor?- preguntó Nicanor intrigado por la sugerencia ya que no es común
que su mujer la llame para que vuelva al hogar.
- Mi amor, tenemos que ir a lo de los Ibáñez. Me llamaron.- dijo Virginia.
- Pero ¿Qué pasó?- preguntó Nicanor cada vez más preocupado, porque presentía que
estaba por recibir una terrible noticia.
- Rafael tuvo ayer un accidente en la autopista. El accidente fue bastante importante y
terrible. No pudo salir del choque. Murió Rafael- respondió Virginia.
En la radio se seguía escuchando la voz del locutor y los invitados en pleno debate,
pero para Nicanor en ese instante se habían callado. Los automovilistas seguían tocando
bocina, pero para Nicanor habían cesado. Por la ventana abierta de su puerta seguía
entrando una pequeña brisa matinal del río, pero Nicanor dejó de sentirlo. El mundo seguía
moviéndose con su cotidianeidad pero para Nicanor se detuvo en ese breve instante.
Nicanor no podía volver en sí, estaba por un instante psicológicamente impactado al
enterarse que uno de sus más antiguos y viejos amigos había muerto sin advertencia previa.
Virginia, que conoce muy bien a su esposo, desde el otro lado del teléfono sabía
exactamente lo que estaba sintiendo, por eso no dejaba de hablarle a pesar de que no estaba
escuchando.
- Nicanor, fijáte si encontrás una salida y volvé para casa así juntos vamos a ver a su
familia que están pasando este terrible momento. Quiero que te pongas bien mi amor,
manejá con cuidado y quedate tranquilo que en casa hablamos- dijo virginia sin hacer pausa
-¿Nicanor me escuhás?- preguntó Virginia.

42
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

Nicanor seguía aún consternado por la noticia, luego de unos instantes volvió a
escucharse la radio, las bocinas y se volvió a sentir la suave brisa. También escuchó la voz
insistente de su esposa.
- Aquí estoy- respondió Nicanor angustiado.
- Muy bien- exclamó Virginia –entonces venite a la casa y vamos a lo de Rafael- sugirió
Virginia.
- Está bien- exclamó Nicanor – doy la vuelta y voy para allá.
- Te mando un beso y te quiero mucho mi amor- se despidió Virginia terminando la
conversación.
Nicanor colgó su celular, se mantuvo inmóvil mirando los autos delante de él, sus
ojos abiertos denotaban una clara congoja por lo sucedido, comenzó a comprender que no
verá a su amigo nunca más. También entendió que el mundo sigue moviéndose y él no lo
puede detener, por eso retornó a su vida terrenal, volvió a colocarse los audífonos del
celular para comunicarse con su secretaria en la oficina.
- Hola Claudia, soy Nicanor- saludó Frías a su secretaria que se hallaba del otro lado de la
línea –por favor suspendeme todas las reuniones de hoy y avisale al doctor Alfonso que por
la tarde me voy a comunicar con él para que tengamos una conferencia.
Luego de las indicaciones dadas, Nicanor escuchaba del otro lado del teléfono
algunas preguntas de su secretaria sobre los motivos de tan abruptas suspensiones de la
actividad del día.
- Sucede que murió mi amigo Rafael Ibáñez, y voy a estar con su familia- dijo Nicanor. En
su celular escuchaba palabras de acompañamiento de su fiel secretaria –muchas gracias
Claudia, por favor haz lo que pedí y por la tarde me comunico- dijo el doctor Frías
despidiéndose y colgó rápidamente el celular para ponerlo sobre el panel de su auto.
El mundanal ruido de las bocinas y de la radio continuaba. Nicanor ya no estaba
apresurado, demostraba apacibilidad. La muerte de su amigo terminó con cualquier apuro y
lo elevó a las grandes crisis existenciales y las encrucijadas del hombre con la vida y la
muerte.
Todavía no puede entender como su amigo, con quién se reunió hace dos días atrás
y gozaba de muy buena salud ya no está en el mundo de los vivos y en un instante pasó a
conocer el misterio de todos los mortales.
Lo que si sabía es que algo quedó inconcluso entre ellos. El tema pendiente era
descifrar que era y decía el papiro marrón que le acercó la última vez que se habían visto.

43
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

15

En la oficina del Centro Atómico se hallaba el doctor Rocca en su escritorio. Es


cerca del mediodía y su mesa estaba con varios papeles. A un costado se encontraba con
una serie de garabatos el correo electrónico impreso de Federic Wayne.
En algunos papeles Alfredo Rocca escribía y reescribía el mensaje traducido por su
amigo americano Wayne.
En el paraje, había algunas letras y palabras que le llamaban mucho la atención.
Primero quería entender porqué hace mención de las letras N y H. Por otro lado, quiere
saber el significado de la palabra Hubble. Entiende que se trata de una persona o un
personaje mitológico ya que desde sus ojos se puede observar la vida, pero no sabia de
quién se trataba.
Como todo nuevo hombre moderno, el Internet es el primer instrumento de consulta
que tenia a mano y no pensaba desaprovecharlo. Indagó mucho sobre ese nombre para
tratar de encontrar una respuesta. Pero las letras N y H es lo que no lo deja descansar para
continuar con la interpretación del texto.
- ¿Porqué las letras N y H? ¿Por qué la primera, segunda y tercera H?- repetía el doctor
Rocca mientras escribía en un papel varias veces las letras como deseando que ellas cobren
vida salgan del dibujo y les explique por qué estaban allí.
Luego de repetir oralmente y escribir las letras N y H constantemente, se le abrieron
muy grandes los ojos, aparentemente el doctor Rocca había encontrado un primer
significado al mensaje.
Alfredo Rocca se levantó bruscamente de su silla y caminó unos dos metros donde
estaba su biblioteca personal, tomó uno de los libros de la biblioteca, es de química
elemental. Se puso a hojear el tomo y se detuvo en una página en especial, luego de unos
breves minutos fijó su mirada hacia un costado.
- Encontré a las letras N y H- dijo Rocca, quién se estaba acercando cada vez más al
mensaje trascripto en el papiro marrón.

44
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

16

La tragedia había golpeado a los integrantes de la familia de Rafael Ibáñez. En su


casa se estaba velando en cuerpo presente. El difunto posaba en la cama del cuarto
principal, pálido y con arreglos mortuorios realizados por la funeraria.
La viuda de Ibáñez se encontraba sentada en una de las tantas sillas que han puesto
en el living para la comodidad de quiénes vienen a despedir al patriarca de la familia. El
ingreso y egreso de amigos era permanente.
Su viuda recibía todas las muestras de cariño y pésame que le acercaban los que
venían a la casa apenas enterados de la noticia. Sus dos hijos adolescentes también se
encontraban en el living. La desazón de todos ellos era el sentimiento dominante.
A la casa ingresaron Nicanor y su esposa Virginia. Observaron la cantidad de
personas que estaban presentes, saludaron a algunos que eran conocidos de Rafael y de
Nicanor.
Con su vista buscaba a la viuda quién la vio sentada en uno de los rincones del
living de la casa. Nicanor y Virginia se acercaron a ella y el doctor Frías acercó su rostro a
la mejilla para darle un beso de afecto, lo mismo hizo Virginia.
- ¡Marta!- dijo Virginia –apenas nos enteramos vinimos para acompañarte a vos y los
chicos.
- Muchas Gracias- dijo la viuda –toda mi vida imaginé que Rafael y yo íbamos a morir de
viejo. Este accidente me dejó muy mal, estoy destrozada y los chicos también. Es que
todavía era joven para morir, y mucho menos tan repentinamente.
- Dios tiene esas raras formas de llamarnos- dijo Virginia intentando consolarla.
Al lado de ellas seguía estando Nicanor escuchando atentamente lo que decían. La
viuda mueve su cabeza y determina su mirada sobre el doctor Frías.
- A vos te quería mucho Nicanor- dijo la viuda –últimamente me hablaba mucho de los
viajes que hacían, justamente ayer me dijo de arreglar con ustedes para comer este sábado.
Nicanor seguía impactado por la muerte de su amigo, miraba a los alrededores para
ver si encontraba el féretro pero no era así porque Rafael estaba en el dormitorio principal.
Luego de la inspección fijó la mirada en la viuda.
- ¿Cómo ocurrió el accidente?- preguntó Nicanor.
- No se- respondió la viuda –me dijeron que perdió el control, pero es raro porque el auto
era nuevo y lo hizo ver con un mecánico porque en dos semanas nos íbamos a ir a
Bariloche en auto y siempre antes de viajar hace revisar el coche.
Nicanor volvió a hacer silencio por unos instantes, a él le extrañaba mucho el
accidente porque también lo conocía y sabía que Rafael Ibáñez siempre fue muy prudente
con su automóvil y también cuando lo manejaba.
- Marta, en la última reunión Rafael me dejó una reliquia que ahora no lo tengo pero que
pronto te lo regresaré- informó Nicanor.
- Si ya se, el rollo marrón- dijo la viuda – Rafael me lo había contado, pero también estoy
segura de que él quisiera que vos lo tengas porque eras un gran amigo de él- la viuda se
levantó de la silla y su mirada seguía fija hacia Nicanor – prefiero que lo tengas vos, como
recuerdo de tu amigo.
Nicanor abrazó a la viuda, ella también lo abraza a él y se quedan unos segundos
quietos en ese fuerte abrazo.

45
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

- Muchas gracias- dijo Nicanor, luego se soltó el abrazo –todo lo que necesites sabes que
siempre podés contar con Virginia y conmigo-.
- Lo sé- dijo la viuda –ahora si me disculpan, acaba de llegar el cura y necesito hablar con
él.
- Claro, por supuesto- dijo Virginia.
La viuda se retiró dejando solos a Virginia y Nicanor. En el living la gente estaba
tomando café y hablando entre ellos.
- Pobre Marta- dijo Virginia –está destrozada, especialmente por la forma tan repentina de
morir, nadie se lo esperaba.
- Si, es un absurdo lo que pasó- reflexionó Nicanor.
El doctor Frías seguía reflexionando sobre lo sucedido, en ese instante sonó su
celular que se encontraba en uno de los bolsillos internos de su saco. Lo tomó y se puso a
observar el número de quién lo estaba llamando.
- Mi amor me disculpas un segundo- dijo Nicanor –tengo una llamada importante y acá
adentro no hay buena señal.
- Si, yo te espero aquí- dijo Virginia.
En ese momento Nicanor se alejó de Virginia y se retiró al jardín que quedaba atrás
de la casa. Una vez posicionado abrió el celular y lo puso en su oído.
- Hola Alfredo- saludó Nicanor sabiendo que era él quien estaba llamando.
- Hola Nicanor- saludó Alfredo –tenemos que vernos porque tengo novedades sobre el
mensaje del papiro marrón.
- No me digas, contame- solicitó Nicanor.
- Tengo algunas pisas del texto, pero todavía no puedo descifrar bien el mensaje, hay cosas
que no entiendo- dijo Alfredo –sería bueno que nos viéramos personalmente porque tengo
que mostrarte algunas cosas.
- Sucede que estoy en Beccar, murió uno de mis mejores amigos.- explicó Nicanor.
- Lo lamento- dijo Alfredo –si vos no tenés problemas, yo me puedo acercar hasta esa zona.
Nicanor se quedó pensando unos instantes tratando de encontrar imaginariamente
un lugar donde verse. Luego de pensarlo continuó con el diálogo telefónico.
- Te parece en una hora en el Café Libertador que queda frente al Hipódromo- propuso
Nicanor.
- Lo conozco, en una hora estoy allí- dijo Alfredo –nos vemos, hasta pronto.
- Hasta luego- dijo Nicanor despidiéndose y cerró su celular para guardarlo en el bolsillo de
donde lo había tomado.
Luego de guardarse el teléfono, Nicanor retomó el camino al ingreso a la casa y se
encontró nuevamente con su mujer, con quién seguían hablando de lo sucedido. El impacto
era tan grande que el doctor Frías seguía acongojado, por eso su mujer le estaba tomando
suavemente el brazo para poder contenerlo.
Por supuesto que el abogado no tenía idea de que la reunión de hoy con Alfredo
Rocca iba a ser un cambio muy importante en su vida.

46
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

17

Alfredo se encontraba en el café Libertador que quedaba en la avenida Centenario


del partido de San Isidro.
En la mesa simplemente había una posilla con café, un frasco de azúcar y un
servilletero. También había desplegado una serie de papeles que estaba estudiando
aprovechando la espera de la llegada de su amigo Nicanor.
Los papeles que se encontraban en la mesa mostraban garabatos, una serie de
dibujos y fórmulas químicas y el correo electrónico impreso del doctor Wayne donde
traducía el mensaje en el papiro marrón.
Nicanor ingresó a la confitería y encontró inmediatamente la mesa donde estaba
Alfredo. Se acercó al mozo y le pidió un café a la mesa quién asintió en forma afirmativa
con su cabeza. El doctor Frías se acercó y saludó al doctor Rocca.
- Hola Alfredo- saludó Nicanor estirándole la mano.
- Que tal Nicanor- saludó Alfredo estrechando también su mano.
- Decime, ¿Qué novedades hay?- preguntó Nicanor mientras se sentaba en la mesa y
observaba los papeles desplegados con dibujos y fórmulas químicas.
- Tengo varias cosas para contarte- dijo Alfredo –pero comencemos por el principio, aquí
tengo la traducción literal del papiro.
El doctor Rocca tomó el correo electrónico impreso y se lo mostró a Nicanor quién
lo tomó y se puso a leer.
- En el polvo de la tierra con la letra N- lee en voz alta Nicanor –y desde la primera, la
segunda y la tercera H se da la génesis en el calor del sol y en los milenios necesarios para
la evolución y desde los ojos de Hubble la nueva vida observarás- luego de leer
pausadamente sus ojos apuntaron a Alfredo – No entiendo nada de lo que dice acá.
- Al principio yo tampoco- acotó Alfredo – y todavía sigo sin entender algunas cuestiones
del mensaje.
- ¿Qué es lo que has encontrado hasta el momento?- preguntó Nicanor.
- Lo primero que quiero hacer es una prueba de carbono ¿sabes lo que eso?- preguntó
Alfredo.
- Si, mediante esa prueba se puede establecer la antigüedad real del documento- respondió
Nicanor – pero, ¿para que querés hacer esa prueba?- preguntó.
- Resulta que estuve muy concentrado en descifrar el mensaje – dijo Alfredo –luego de
mucha lectura y relectura, empecé a percibir que el mensaje se divide en dos partes,
comencé a concentrarme en las letras N y H. Todavía no entiendo la referencia de los ojos
de Hubble y la nueva vida- explicó Alfredo.
- ¿Qué significado le das a las letras?- preguntó Nicanor.
- Si tomo la letra N y luego la primera, segunda y tercera H puedo interpretar que se refiere
a un N y tres H.- explicó Alfredo.
- Sigo sin entender- dijo Nicanor cada vez más intrigado cuando escuchaba las
explicaciones del Alfredo.
- Tomando las letras N y H- continuó explicando Alfredo- y las ordeno obtengo una
fórmula química que es N H3-.
- ¿Me estás diciendo que el mensaje es una fórmula química?- preguntó Nicanor cada vez
más desconcertado y a punto de exasperarse ya que la muerte de su amigo hizo de su día un
muy mal momento.

47
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

- Así es- exclamó Alfredo –por eso quiero hacer una prueba de carbono del papiro, porque
de los tiempos que estamos hablando, no existían ni la química ni mucho menos las
fórmulas químicas.
- Alfredo yo te respeto mucho- dijo Nicanor – nos conocemos hace muchos años y se que
eres un gran profesional que siempre ha puesto mucho empeño y seriedad a su trabajo. Sin
embargo lo que me estás diciendo carece de toda lógica científica.
- Lo sé- dijo Alfredo – hasta yo mismo trato de no darle entidad a lo descubierto, pero me
pediste opinión y ayuda sobre el papiro y te estoy siendo sincero.
- Es verdad- dijo Nicanor -¿y que significa N H3?- preguntó intrigado pero esta vez apartó
el pocillo de café sobre la mesa y apoyó sus brazos prestando absoluta atención a todo lo
que le explicara Alfredo.
- Significa amoníaco- explicó Alfredo –el amoníaco es un gas producido por las plantas y la
descomposición de los animales, también se produce industrialmente porque es utilizado
para muchas cosas. Este gas, cuando a determinadas condiciones puede hacerse líquido.
Convivimos diariamente con el amoníaco, pero el gas o líquido en grandes cantidades
puede ser muy perjudicial para la salud y hasta fatal.- continuó explicando –en la
antigüedad los egipcios utilizaban el amoníaco en el proceso de momificación.
Alfredo tomó una serie de papeles que le iba enseñando a Nicanor mientras
explicaba sus descubrimientos.
- Todavía no entiendo porqué el amoníaco está en este mensaje y para que lo utiliza-
explicó Alfredo- lo único que sé es que si me abstraigo al mensaje puedo leer que con el
polvo de la tierra y el amoníaco se da la génesis con el calor del sol. Por eso en el
laboratorio del centro atómico estoy experimentando con una gran dosis de amoníaco
líquido sobre tierra húmeda bajo una fuerte luz alógena las 24 horas.
- ¿Qué quieres descubrir con el experimento?- preguntó Nicanor.
- La verdad no lo se- respondió Alfredo –quizá con él descubra lo que nos quiere decir el
mensaje.
- ¿Qué sucede con la segunda parte referido a los ojos de Hubble?- preguntó Nicanor un
poco ofuscado porque si bien comprende lo que dijo Alfredo, le cuesta aceparlo.
- Creo que ese es otro enigma que aún no puedo descifrar, se que existió un importante
astrónomo norteamericano llamado Edwin Hubble que demostró la expansión del universo
midiendo el desplazamiento de las galaxias pero no se que puede tener que ver con esto, lo
voy a investigar. En donde quiero concentrarme ahora es en esta primera parte que, al
menos, creo que lo desciframos- respondió Alfredo.
- Tenés razón- dijo Nicanor – te pido disculpas si me vez algo impasible, pero la muerte de
mi amigo me ha perturbado un poco.
- Me enteré y lo lamento mucho- dijo Alfredo - ¿era muy amigo tuyo?
- Si, lo conozco desde hace muchos años- respondió Nicanor – Se llama Rafael Ibáñez, fue
la persona que me trajo el papiro que te comenté.
En ese instante, cuando escuchó lo que Nicanor dijo, Alfredo comenzó a perturbarse
y a entrar en un estado de preocupación.
- ¡Caramba!- exclamó Alfredo –yo no creo en las brujas pero que las hay las hay.
- No entiendo- dijo Nicanor con sorpresa tratando de comprender lo que Alfredo acababa
de decir – ¿Qué querés decir con eso?- preguntó intrigado.
- Te acordás que te había dicho que le pase el texto a una persona para que me lo tradujera-
dijo Alfredo.
- Si, un amigo en Estados Unidos – dijo Nicanor.

48
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

- Así es- exclamó preocupado Alfredo – Esa persona es Federic Wayne, un profesional muy
reconocido en el ambiente académico. Cuando me mandó la traducción en el mismo correo
electrónico aprovechó para invitarme a un evento que está organizando- continuó
explicando – pues hace unas horas atrás me comuniqué a su oficina en la universidad donde
trabaja para hablar con él así me explicaba mas detalles del evento. Su secretaria me dijo
que había muerto hace unas horas atrás, quedó atrapado en un incendio de su propio
despacho.
En el instante en que Alfredo terminó de explicar la situación vivida por él, Nicanor
abrió sus ojos y sintió que la sensación de preocupación se le había apoderado cada vez
más.
Ambos habían quedado muy conmovidos porque, además de que han muerto sus
respectivos amigos, se estaban dando cuenta de que todos los que ellos conocían y que han
tenido contacto con el papiro marrón han muerto.

49
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

18

Nicanor estaba caminando por las calles de San Isidro. Había dejado a su amigo
Alfredo en el bar, quién se había comprometido a informarle de todo lo que descubra.
Su casa estaba cerca, por eso decidió ir caminando, la zozobra se había apoderado
de él. Estaba constantemente pensando en lo que había hablado con Alfredo. Ya no sabía si
la muerte de Rafael Ibáñez había pasado a segundo plano o seguía siendo su tema del día.
Lo que sí sabía es que sus temas cotidianos de trabajo y familia en esos instantes
habían pasado a un plano muy por debajo del papiro marrón. La investigación del
documento lo había apartado de ciertas banalidades y trataba de entender si el
descubrimiento del papiro es providencialmente responsable de la situación que le estaba
tocando vivir.
El celular de Nicanor estaba sonando, costaba darse cuenta porque aún está
shockeado de las circunstancias por las que estaba atravesando. Gracias a la insistencia del
llamado logró prestar atención y tomó su celular, observó por el visor el número del
remitente al cual desconocía. A pesar de ello atendió enseguida el llamado.
- Hola- saludó Nicanor.
- ¿Habla el doctor Nicanor Frías?- preguntó una voz del otro lado de la línea. La voz
delataba una persona joven y su acento es de alguna región de España. Es evidente que
hablaba un extranjero.
- ¿Quién habla?- preguntó Nicanor.
- Mi nombre es Jano Vizcaíño y lo estuve buscando desde esta mañana- dijo la voz.
Nicanor siempre le ha costado tener confianza a los llamados en su celular, a veces
siente que recibe llamados innecesarios e inoportunos. Por ello siempre le prohibía a su
secretaria que dé su número de celular excepto que él lo autorice.
- ¿Quién le ha dado mi número?- peguntó Nicanor.
- No se preocupe- dijo la voz con cierta ironía –su secretaria no me lo ha dado.
- A usted no lo conozco- dijo Nicanor con cierto ofuscamiento, ya que esa respuesta no es
de las que le agradan -¿en que puedo ayudarlo?- Preguntó.
- Quisiera reunirme con usted- dijo la voz –tengo un tema muy importante que hablarle, si
es posible me gustaría reunirme en el día de hoy.
- Lo lamento- dijo Nicanor en un tono más moderado –la verdad es que hoy estoy tratando
unos asuntos personales y no estoy trabajando, pero si gusta mañana nos podemos hablar-
dijo Nicanor creyendo que quién le hablaba se estaba refiriendo a temas propios de su
trabajo como abogado.
- Es que necesito hablar con usted acerca de su amigo Rafael Ibáñez y el papiro marrón-
dijo la voz.
Nuevamente la perturbación se apoderó de Nicanor, observó que a cada instante se
producían novedades a las cuales comenzaba a temer.
- ¿Usted es quién el vendió el papiro al señor Ibáñez en España?- preguntó Nicanor.
- Será mejor que nos veamos, tiene que ver con la muerte de él- respondió la voz.
Nicanor está pasmado y hace un rotundo silencio mientras la voz en el otro lado del
teléfono seguía llamándolo.
- Nicanor ¿me escucha?- dijo la voz.
- Si señor Vizcaíño, lo oigo- respondió Nicanor.

50
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

- ¿Conoce la confitería Épocas Doradas que queda en los carritos de la costanera?- preguntó
la voz.
- Si, conozco el lugar- respondió Nicanor.
- Lo espero allí dentro de dos horas- dijo la voz e inmediatamente colgó el teléfono.
Nicanor se dio cuenta del corte abrupto de la conversación y lo único que hizo es
guardar su celular. Mientras seguía caminando se encontraba más dubitativo y trataba de
comprender todo lo que le ha sucedido. Había sido una fuerte experiencia para él y eso lo
ha desahuciado mucho.
Para el doctor Frías los problemas del trabajo y los asuntos de su familia han dejado
de ser una preocupación en esos momentos. Lo que ahora carcome de intrigas y preocupa
en demasía al exitoso abogado es el papiro marrón y todo lo que ronda en él.

51
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

19

La ciudad de Buenos Aires tiene una costa del río no muy aprovechada, excepto los
paseos del sur de la ciudad y del puerto, luego no hay muchos más lugares para recrearse,
especialmente en la costanera norte que cuenta con pocas zonas de esparcimiento. Una de
aquellas zonas es los carritos de la costanera.
Los carritos de la costanera son los restoranes y confiterías que se encontraban en
una zona delimitada. Se los conocía como carritos porque en el lugar, en sus orígenes, se
encontraban apostados unos carritos que expedían comidas a los visitantes.
En la zona se encontraba el parque temático “Tierra Santa”, donde los visitantes
podían sentir como eran los lugares que frecuentó Jesús en su época.
En Tierra Santa se estaba desarrollando un evento importante, el cardenal estaba
inaugurando las nuevas instalaciones, por ello se encontraban presentes, además de
visitantes, distintos medios periodísticos cubriendo el acontecimiento.
Los restoranes se encuentran separados del río por una avenida y luego por una
pequeña muralla que protege a los transeúntes.
Enfrente también hay un muelle largo que lo llevan a adentrase al río, en su entrada
hay un pequeño local de expendio de comidas rápidas.
La confitería Épocas Doradas es una de las que componen el paseo de los carritos de
la costanera norte de la ciudad. El lugar es una estructura de material pintado de blanco, con
mesas y cuatro sillas en cada uno de ellas. También tenía mesas afuera, pero el frío invitaba
a los clientes a tomar un café u otro refrigerio dentro del local.
Nicanor Frías ingresó a la confitería y se puso observar el interior, encontró todas
las mesas ocupadas, ya que en el parque temático “Tierra Santa” se estaba realizando un
importante festejo donde se encontraba el cardenal bendiciendo el lugar y era presenciado
por mucha gente y cubierto por distintos medios de comunicación.
- ¡Doctor Frías! por aquí- escuchó Nicanor y observó que quién lo había llamado levantó la
mano para identificarse. El doctor Frías se acercó a la mesa y observó que estaban sentados
Jano Vizcaíño y un hombre de estatura baja con una barba de algunos días, castaño de unos
cuarenta años.
Jano Vizcaíño tenía el rostro parecido al ángel que se le apareció a Jacob y al joven
que asesinó a Abahed en Granada hace más de quinientos años atrás. Mientras tanto su
acompañante es muy parecido a quién recibiera en esa ciudad el Papiro para cuidarlo.
Nicanor llegó a la mesa y se mantuvo parado frente a las dos personas sentadas. El
abogado con un silencio sepulcral los observaba con una tajante mirada.
-Permítame presentarme- dijo Vizcaíño mientras se levantaba y estiraba su mano – Mi
nombre es Jano Vizcaíño y a pesar de que no tengo un acento pronunciado soy de España,
resulta que he hecho muchos viajes a la Argentina y se ha acostumbrado mi voz. Permítame
presentar a mi acompañante- señaló al hombre sentado en la mesa- su nombre es Fernán
Aguirre, también de España, y está muy interesado en el papiro.
- ¿Qué es lo que ustedes quieren?- preguntó Nicanor con una voz muy cortada mientras
seguía parado sin estirarle la mano a Vizcaíño.
Jano se dio cuenta de que el hombre a quién acaba de conocer no tenía ningún
interés por saludarlo, por lo tanto volvió a sentarse. Observó a Nicanor quién seguía
manteniendo su posición rígida frente a ellos.

52
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

Luego de unos segundos, Vizcaíño estiró su mano señalando la silla vacía que se
encontraba en la misma mesa como invitándolo a sentarse.
- Por favor doctor Frías, tranquilícese y siéntese con nosotros, enseguida le vamos a
explicar todo, pero no hemos hecho nada para que nos trate así- dijo Jano.
Nicanor reflexiona unos segundos y se relajaba mientras se sentaba, entendió que
hasta ahora nada había sucedido para tener una actitud belicosa.
- Sucede que no he tenido un buen día, la verdad que estoy impactado por algunas
cuestiones personales, que por lo que hablé con usted, son las que nos convoca- dijo
Nicanor.
-Antes que nada permítame expresarle mis más sinceras condolencias por lo sucedido a su
amigo. No lo he conocido pero en España me he enterado que se ha llevado un documento
arqueológico muy importante. Cuando me enteré de lo sucedido, un familiar de él me
informó que le entregó a usted el documento y por eso me he contactado- explicó Vizcaíño.
- ¿Qué es lo que sabe del papiro?- preguntó intrigado Nicanor.
- Se todo de él- dijo Jano –la pregunta es ¿esta dispuesto a escucharlo? créame si le digo
que va a cambiar definitivamente su vida.
- ¡Por supuesto!- exclamó Nicanor – un amigo mío murió después de dármelo y se de otra
persona que falleció por traducirlo. Ahora créame usted cuando le digo que en estos
momentos lo que más me importa es saber de que se trata.
- Muy bien doctor Frías, permítame preguntarle algo ¿usted cree en Dios?
- por supuesto- respondió Nicanor.
- ¿Es muy creyente?- preguntó Jano.
- Soy católico apostólico romano, muy creyente, también he estudiado mucho la Biblia y he
hecho investigaciones sobre ella. Siempre he mantenido mi fe y nunca dude de ella-
respondió con absoluta seguridad Nicanor.
- Muy bien- dijo Vizcaíño –creo que vamos a tener algunas discusiones teológicas para que
pueda entender de que se trata ese documento arqueológico.
Mientras más hablaba Jano más captaba la atención de Nicanor; no quiere perderse
ningún detalle del relato. Prestaba mucha atención con la intención de entender lo que se
estaba hablando.
- Imagino que habrá estudiado mucho las diferentes religiones, especialmente las
monoteístas- dijo Vizcaíño.
- He leído mucho sobre el judaísmo, el islamismo, las distintas corrientes cristianas y otras
que tengan que ver con Dios- dijo Nicanor.
- Dígame doctor ¿ha estudiado las diferentes corrientes filosóficas sobre Dios,
especialmente lo relacionado con la creación?- preguntó Vizcaíño.
- No entiendo- dijo Nicanor con un gesto de duda – explíquese mejor.
-Claro, si ha contemplado la creación del mundo desde una visión más filosófica y no
necesariamente teológica- explicó Vizcaíño.
- Bueno- dijo sorprendido Nicanor –en algún momento, en la facultad estudiamos filosofía
y por supuesto hemos visto el monismo, los epicúreos, el dualismo, la escolástica para dar
algunos ejemplos, y en relación a la creación también se puede hablar desde una
construcción inteligente hasta un proceso azaroso, pero ¿por qué pregunta esto?- preguntó
con insistencia.
- Dígame doctor ¿Qué me diría si le digo que tanto la teología como las corrientes
filosóficas y todas las religiones están errados en cuanto a la creación del mundo y el ser
supremo?- preguntó Vizcaíño.

53
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

- Le diría que piense lo que usted quiera, es un hombre grande y sabe que estas cuestiones
son de fe y yo personalmente respeto todas las posiciones- dijo Nicanor sin sorprenderse en
absoluto ante semejante cuestionamiento – yo soy una persona muy fuerte en mis creencias,
no creo que tenga sentido que haya venido hasta acá para discutir de filosofía y religiones-
continuó diciendo con fastidio.
- Entiendo su posición doctor Frías- dijo Vizcaíño –pero no es para indignarse. Créame que
después de nuestra charla usted va a comenzar a pensar distinto y ver el mundo de otra
manera. No porque sea un buen orador, para eso ya hay muchos pastores chantas, sino por
lo que le puedo demostrar.
- Créame que lo dudo mucho- dijo incrédulo Nicanor –pero estoy dispuesto a escucharlo,
ya estoy acá.
Jano lo observaba con atención, luego se acercó a su compañero de mesa y le
susurró unas palabras al oído.
- ¿Me acompañaría al muelle de enfrente?- preguntó Jano.
Frente a la confitería y cruzando la avenida se encontraba el Río de la Plata, es tan
ancho que no puede verse la otra orilla. En el Río salía un muelle de unos ciento cincuenta
metros de largo y unos cinco metros de ancho, a su inicio se encontraba un característico
puesto de venta de comida rápida con un par de mesitas para que puedan sentarse los
comensales o, si lo prefieren, pueden comerlo parado. En realidad el puesto estaba para
deleitar a los pescadores que se encontraban en el muelle.
- Si, como no, no tengo problema- dijo Nicanor aceptando la invitación de Jano para
continuar la charla en el muelle.
- Muy bien- dijo Vizcaíño mientras se levantaba de la mesa –el señor Aguirre se quedará
así abona la consumición- dijo mientras Fernán Aguirre se quedaba sentado en la mesa.
Una vez levantado, Jano se acercó a Nicanor y estiró su brazo señalando hacia la
puerta invitándolo a la salida. En ese instante Frías inició su marcha acompañado por
Vizcaíño.
Ambos salieron de la confitería y emprendieron el camino hacia el muelle. Nicanor
no se imaginaba que está a punto de enterarse de cosas que ningún ser humano vivo sabía y
que podía cambiar el destino, no solo de su vida, sino de los que lo rodean; lo único que el
quiere saber es el significado del papiro marrón y espera que Jano se lo descifre.

54
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

20

Nicanor Frías y Jano Vizcaíño cruzaban la avenida y llegaron al inicio del muelle
sobre el Río del Plata. A paso muy lento caminaban por el muelle los ciento cincuenta
metros de longitud. Mientras caminaban ambos seguían con el diálogo iniciado en la
confitería.
En el muelle había algunos pescadores y sobre el río se encontraban diez botes a
vela para una persona piloteado por muchachos de dieciséis años guiados por un profesor
que estaba en una lancha de goma y les daba instrucciones desde un megáfono.
También había algunos veleros característicos de la zona que han hecho parada
sobre el río para que sus integrantes disfruten de la tarde agradable que se presentaba en el
lecho del río.
- Dígame doctor ¿quién cree que soy?- preguntó Vizcaíño mientras seguían caminando en
el muelle.
- Eso debe decírmelo usted- respondió Nicanor.
- Tiene razón, permítame hacerle otra pregunta- continuó Vizcaíño - ¿sabe quienes son
Arthur Shopenauer y Fiedrich Nietzsche?
- Por supuesto- respondió Nicanor – son dos famosos filósofos del siglo XIX que hablaron
de los inicios del mundo, en lo personal ellos tenían una forma pesimista de ver al mundo-
reflexionó Nicanor.
- Comparto su pensamiento- dijo Jano – Shopenauer, en palabras campechanas, decía que
Dios creó al mundo, y cuando vio que era una porquería lo que había creado se rajó dejando
al hombre solo con la porquería de su existencia y del mundo- explicaba – y por otro lado
Nietzsche decía que Dios creó al mundo pero el hombre lo mató y así se creó el
superhombre.
- Dios ha muerto gritaba Nietzsche- agregó Nicanor.
- Así es- asintió Jano- pero lo voy a decir algo, si bien no lo han acertado, ellos están más
cerca de decir quién es Dios realmente que cualquier otra religión o filosofía, incluso las
monoteístas.
En ese instante ambos pararon su marcha. Nicanor dirigió su mirada hacia él
mostrándose incrédulo ante sus dichos.
- ¿Quiere que le hable del mundo y de Dios?- preguntó Jano mientras observaba a Frías.
- Estoy ansioso por escucharlo- dijo Nicanor con una mueca de sonrisa demostrando cierta
burla hacia las palabras de Vizcaíño.
- Hace mucho tiempo, y estoy hablando de mucho más allá de años, siglos y milenios, hasta
mucho más de millones de años- explicaba Vizcaíño.- cuando me refiero a hace mucho
tiempo hablo más allá del tiempo mismo, antes de la creación del universo.
- Nos estamos yendo un poco lejos- dijo Nicanor burlándose nuevamente de Jano.
- Así es- asintió Vizcaíño – antes de la creación del universo, un niño se encontraba en su
habitación aburrido, no sabemos si estaba castigado o simplemente jugando, lo cierto es
que esto ocurrió. Este muchacho pertenece a un mundo donde los seres tienen una
inteligencia infinitamente superior a la del hombre y una capacidad de creación
inimaginable- relataba y continuó diciendo – pues resulta que este muchacho se puso a
jugar y bueno, ¡aquí estamos!- exclamó.
- ¿Me está diciendo que un niño está jugando a ser dios?- preguntó Nicanor.

55
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

- No, nunca se dispuso a jugar a Dios, simplemente se puso a jugar y nosotros le decimos
Dios- explicó Vizcaíño.
El doctor Frías comenzó a esbozar una sonrisa, por supuesto que el relato es
asombroso pero no lo suficiente para que comience a dudar de sus creencias.
- ¿Espera que yo le crea?- preguntó irónicamente Nicanor.
- Si me deja continuar se lo voy a demostrar- contestó Vizcaíño.
- Muy bien, adelante- dijo Nicanor escuchando el relato mientras caminaban por el muelle.
- Este niño ha creado el mundo, pero no por afán de creación sino porque está jugando, y
nosotros somos el juego- relató Vizcaíño – el juego comenzó hace mucho tiempo, primero
seleccionó a los jugadores, el primero fue Abraham, quién demostró con el cuasi - sacrificio
a su hijo estar dispuesto a jugar, pero fue con Jacob con quién comenzó el juego.
- Cuénteme ¿como fue eso?- preguntó irónico Nicanor y, a su vez, entusiasmado por el
relato.
- Imagino que usted conoce muy bien el relato bíblico de la escalera de Jacob- afirmó
Vizcaíño.
- Por supuesto, mientras dormía se le apareció una escalera que se elevaba hasta el cielo
donde bajaban y subían ángeles y allí se encontró con Dios quién bendijo a su simiente-
explicó Nicanor.
- Así es, pero digamos que faltan algunos relatos en la historia- dijo Vizcaíño –es verdad
que fue bendecido, pero también el niño le ha entregado una papiro que contiene una serie
de datos, y le ha explicado a Jacob el sentido del papiro, también le dijo que si más de la
mayoría de quienes pueblan el mundo se enteran de su contenido, termina el juego.
- ¡Muy bien!- exclamó Nicanor –ahora déjeme preguntarle ¿usted como sabe todo eso?-
preguntó.
-Resulta que un ángel lo guió a Jacob desde la tierra hasta el mismo niño o Dios por la
escalera- dijo Vizcaíño – ahora déjeme preguntarle ¿Cuántos años cree que tengo?-
preguntó.
- Estimo que entre unos veinticinco o treinta años ¿Por qué?- respondió y preguntó
Nicanor.
- Yo soy el ángel que guió a Jacob- respondió Vizcaíño.
- Es decir, según mis cálculos, usted tiene más de tres mil quinientos años- dijo Nicanor.
- No tengo tres mil quinientos años- afirmó Vizcaíño –tengo todos los años, así como usted,
yo fui creación del niño, pero no pertenezco a este mundo.
- O sea que usted vivió todos los relatos de los patriarcas, desde Abraham hasta que
llegaron a la tierra prometida- dijo Nicanor.
- Así es- contestó Vizcaíño – los patriarcas son el inicio del juego, fueron quienes dieron
los primeros pasos.
- ¿Y porque fue a Jacob quién eligió para entregar el papiro?- preguntó Nicanor, siempre
demostrando incredulidad.
- Porque simplemente el muchacho lo eligió- respondió con seguridad Vizcaíño – ¿no le
suena irónico que uno de los fundadores del pueblo de Israel haya sido traidor con su
hermano, engañador con su padre y promiscuo con las hijas de su tío Labán?, pues ese es el
sentido del juego, confundir a todos. Las doce tribus son de Jacob, de esas doce tribus
nacieron, en su respectivo linaje, los doce apóstoles, Cristo viene de la concepción del
espíritu santo y de la Virgen maría quién viene del linaje de David.-

56
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

Mientras Jano Vizcaíño seguía relatando la historia de Jacob, Nicanor Frías cruzó de
brazos escuchando con mucha atención pero se esforzaba por demostrar permanentemente
que no creía nada de lo que escuchaba.
- Jacob es una de las figuras más interesantes. Si bien Abraham e Isaac son conocidos por el
sacrificio divino que se estaba por consumar, los relatos de Jacob versan en su sueño y en
sus descendientes, además de ser el primero en llamar Israel a su pueblo- explicaba Jano.
- Imagino que usted debe ser aquella persona que luchó contra Jacob y que la Biblia no
reveló su nombre y es quién menciona por primera vez en la historia el nombre de Israel-
interrumpió e interrogó Nicanor
- No fui yo, ese fue mi compañero que usted vio hace unos minutos en la confitería-
respondió Vizcaíño – pero yo le di la idea del nombre, así que digamos que soy el autor
intelectual, debería cobrárselo al actual Estado de Israel- dijo mientras esbozaba una
sonrisa.
- Entonces según usted Jesús nunca existió- exclamó Nicanor.
- No, por el contrario- afirmó Vizcaíño – Jesús existió y todos los profetas, Mesías y
salvadores de las demás religiones también han existido.
- Entonces no entiendo- dijo Nicanor frunciendo lo ojos demostrando cada vez mayor
incredulidad.
- Karl Marx decía que la religión era el opio de los pueblos- explicaba Vizcaíño –es decir
que mediante la religión las personas se encuentran distraídas, pueden perderle temor a la
muerte y, desde lo político los valores morales cobran mayor fuerza y pasan a convertirse
en verdad absoluta. En cierta forma, parte del juego es que los pueblos permanezcan
distraídos, obtengan una verdad absoluta y no interrogantes permanentes, porque si se
ponen a preguntar pueden llegar a encontrarse con el muchacho. Así es como se decidió
que en el juego haya muchas religiones, tanto monoteístas como politeístas, para
permanecernos distraídos.
- Entonces, ¿los relatos de la Biblia son inventados?- preguntó Nicanor.
- Digamos que lo anterior a Abraham sí y lo posterior fue un poco ornamentado, aunque
han sucedido- dijo Jano.
- Dígame ¿Qué ha pasado con Adán y Eva, con Noé, con la torre de Babel?- preguntó
Nicanor.
- ¿Escuchó hablar del rey Josías?- preguntó Vizcaíño.
- Por supuesto- contestó Nicanor – Fue rey de Judá en el siglo VII antes de Cristo. En
aquella época su reino se encontraba en una fuerte crisis y tenía la necesidad de unificar el
reino de Judá con el reino de Israel para poder combatir las fuerzas extranjeras que ponía en
peligro la estabilidad de la nación.
- Por ello el principal objetivo de Judá era unificar los pueblos, y para ello debería
cimentarse en una religión, de allí surgió el Pentateuco, los primeros libros de la Biblia. El
rey me encomendó escribir el Pentateuco con las leyendas de aquella época y el agregado
de la imaginación. Pues todo lo anterior a Abraham fue invento mío. ¿Le gustó lo que
escribí?- preguntó con ironía Vizcaíño.
- Entonces ¿los primeros libros de la Biblia surgen por cuestiones políticas?- preguntó
Nicanor.
- No exactamente, fue por motivos religiosos, los dirigentes de Jerusalén rechazaban la
veneración de deidades extranjeras que se desarrollaban en aquel entonces acusando a dicha
práctica el origen del infortunio que padecía el pueblo judío, así es como nació esta religión
monoteísta.- explicaba Vizcaíño – es interesante la época de Josías y de los primeros reyes

57
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

de la tierra prometida, allí nacieron las primeras monarquías que occidente iba a tomar
como forma de gobierno. Como verá hay cosas que son causales y otras que no- concluyó.
-He escuchado esas teorías- dijo Nicanor – pero créame que la iglesia rechaza
absolutamente esos mitos, también yo.
Los dos seguían dialogando en el muelle, mientras Vizcaíño relataba su historia
Frías escuchaba pacientemente, en especial porque quiere llegar a la verdad del papiro
marrón, ya que desde la muerte de su amigo él estaba un poco displicente pero hacía todo el
esfuerzo por mantenerse atento para poder entender todo lo que sucede.

58
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

21

Las embarcaciones seguían posadas sobre el río, los muchachos que realizaban el
deporte con sus veleros se encontraban atentos a las indicaciones de su entrenador, mientras
que otros gozaban de su paso en las lanchas y cruceritos anclados.
Para todos ellos era un día normal, pero no para Nicanor. Además de perder a un
gran amigo, estaba frente a un personaje totalmente desconocido que contaba relatos
fantásticos y enigmáticos que todavía no lo llevaban a entender la importancia del papiro
marrón.
- Cuénteme ¿cómo es este niño Dios?- preguntó Nicanor mientras los dos seguían
dialogando en el muelle y las demás personas disfrutaban de un lindo día al sol.
- Bueno, llamémoslo el muchacho- dijo Vizcaíño – como le decía doctor, la creación del
universo y la vida en ella es parte de un juego. Cuando me refiero a la vida, también hablo
de la vida después de la muerte.
- ¡Ah! Entonces existe el cielo y el infierno- exclamó Nicanor.
- No exactamente- dijo Vizcaíño.
- Por favor ilústreme- dijo Nicanor con cierto sarcasmo.
- Entiendo su ironía- dijo Vizcaíño – pero escúcheme y va a entender algunas cosas. Existe
un mundo después de la muerte pero no es un cielo y un infierno como el descrito por
Dante Alighieri en la “Divina Comedia”. Existen las almas, y existe un código de conducta
establecido por el muchacho que forma parte del juego. Quién lleva una buena vida su alma
pasa a otra dimensión del universo en espera de una reencarnación.
- ¿Y si la vida no es buena?- preguntó Nicanor.
- Allí el reglamento del juego se viola y, literalmente, se elimina esa alma- respondió
Vizcaíño.
- Eso significa que deja de existir para toda la eternidad- dijo Nicanor.
- Es una forma aterradora de decirlo, pero así es- exclamó Vizcaíño.
- Con lo que usted dijo, entiendo que el universo es finito, y que nuestro creador puede
serlo también- dijo Nicanor.
- Puede ser – dijo Vizcaíño – pero este muchacho tiene padres, podría ser que existe un
creador de él, un dios más allá de nuestro creador y un universo más grande que el nuestro.
En fin todas las teorías sobre más allá de nuestras compresiones pueden ser infinitas-
concluyó.
- La verdad que es muy interesante su relato – dijo Nicanor con la intensión de dar por
finalizado la entrevista – se me está haciendo tarde, pero déjeme decirle que si usted quiere
recuperar el papiro no soy yo con quién tiene que hablar porque pertenece a mi amigo
fallecido, por eso creo que va a tener que arreglar con la viuda. Si me da unos días y un
teléfono donde pueda ubicarlo yo me comprometo a intermediar con ella para que lleguen a
un acuerdo, no creo que esté interesada en mantenerlo ya que me lo regalo pero como
cualquier dinero le vendrá bien en las circunstancias que le esperan a esa buena mujer estoy
dispuesto a devolvérselo para que obtenga un rédito.
- No es tanto el papiro lo que me interesa, sino el contenido. Eso es lo que también debería
interesarle a usted- dijo Vizcaíño.
-Créame que no entiendo- dijo Nicanor.

59
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

- Sucede doctor Frías que usted ya está dentro del juego- explicó Jano –usted y su amigo
Rocca tienen el mensaje. Si ese mensaje es descifrado el juego termina, y créame que si
termina el juego terminamos todos nosotros.
- ¿Cómo tengo que jugar?- preguntó Nicanor con la incredibilidad que lo caracterizó en
todo el diálogo.
- El juego va a ser suyo, el objetivo es que gran parte de la humanidad no debe enterarse de
lo que dice el mensaje, si ello sucede, el niño dará por terminado el juego y será el fin de
toda su creación.- Explicó Jano – por ello le pido que hable con su amigo y mantengan el
secreto del papiro “in eternun” como dicen ustedes los abogados. Es importante que lo
guarden en algún lugar que pueda permanecer resguardado y se olviden de su contenido.
Nicanor volvió a ofuscarse por todo lo que está diciendo Vizcaíño, de hecho se está
convenciendo de que el hombre está loco y que no tiene ningún sentido continuar con la
charla. Como él había intentado con amabilidad modificar la situación, da por terminado
todo diálogo en una forma un poco más violenta.
- Bueno esto ya terminó para mí- dijo enojado Frías –yo ya escuché todo lo que me vino a
contar, así que ahora me retiro. Que tenga buenas tardes.
Cuando Nicanor se da vuelta para retirarse del muelle es tomado de su brazo por
Jano.
-Espéreme un segundo- dijo Jano – es lógico que no me crea pero le dije que le iba a
realizar algunas demostraciones y me parece que llegó el momento de hacerlo.
Nicanor sacó su brazo en forma intempestiva y se quedó nuevamente mirándolo fijo
a Jano.
Los dos quedaron frente a frente en el muelle, Jano observó el río donde están las
embarcaciones y los jóvenes que practicaban su deporte en los distintos veleros pequeños,
mientras los tripulantes de otras embarcaciones fondeadas en el río seguían disfrutando del
día soleado. En ese instante Nicanor lo observó detenidamente, estaba convencido de que
Vizcaíño era un loco pero le daba la última oportunidad para demostrar su teoría.
- Observe a esos niños disfrutando del día en sus barquitos- dijo Jano mientras seguía
observando el río – dígame que quiere que modifique en el día de hoy, pídame lo que
quiera- solicitó mientras enfocaba su mirada hacia Nicanor.
- Soy un hombre grande, si le hiciera un pedido estaría entrando en su jugada- dijo Nicanor
con absoluta seriedad.
- Muy bien- dijo Jano – entonces yo le diré que voy a hacer. Voy a sonar mis dedos, en el
momento que lo haga un huracán aparecerá desde el cielo hacia el río, no llegará a tierra
pero será lo suficientemente potente como para hundir todos los barcos que usted observa
ahogando a cada uno de sus tripulantes, por supuesto también los niños. Cuando lo observe
recuerde que le he dado la oportunidad de que me indicara que demostración realizar.
Luego de explicar la demostración que va a realizar, Jano lentamente levantó su
mano para hacer sonar sus dedos. Mientras Nicanor observaba como los jóvenes
disfrutaban de su juego en los pequeños veleros, al mismo tiempo que el instructor daba
algunas indicaciones del manejo de las embarcaciones.
La mano de Jano ya está a la altura de su hombro como demostrando firmeza en su
acto. Los dedos estaban juntos solo falta el movimiento para que suenen.
- ¡Delfines!- dijo Nicanor en un único y muy breve instante de duda. La misma que puede o
no haber salvado la vida de todos los que están en el río – quiero ver al río infectado de
delfines.

60
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

En ese instante Jano hizo sonar sus dedos y un enorme pez emergió del agua a unos
pocos metros del muelle. El pez realizaba piruetas y unos chillidos graciosos.
Repentinamente, a lo largo y ancho del río seguían emergiendo más peces enormes con sus
piruetas y chillidos. Eran delfines en el Río de la Plata; algo que nunca había ocurrido en
toda la historia geográfica del estuario.
La gente que estaba en las embarcaciones había quedado atónita ante el fenómeno.
Las personas que estaban en el muelle no dejaron de sorprenderse y, al grito de delfines,
presenciaban lo increíble, se acercaba también la gente que estaba en la bendición del
complejo “Tierra Santa”, los periodistas y camarógrafos que cubrían el evento desviaron su
trabajo para enfocarse a lo que sucedía en el muelle.
Los automóviles y colectivos que circulan en la zona frenaron para bajarse y
también observar semejante espectáculo que nunca habían visto en su vida. Lo que era
sorpresa, para la gente en tierra y en las embarcaciones se transformó en alegría porque se
dieron cuenta que se trataba de algo mágico y que estos animales acuáticos era indefensos.
Los chicos en sus embarcaciones gritaban de júbilo mientras estiraban sus manos para
poder tocar alguno de los delfines que saltaban haciendo piruetas y danzas.
Mientras todos festejaban el acontecimiento porque veían un hermoso espectáculo,
para Nicanor era algo aterrador. No lo espantaba tanto lo que observaba sino lo que se
acababa de confirmar con el fenómeno.
Nicanor observaba los acontecimientos con lo ojos bien abiertos y desorbitados.
Entendía que se estaba constatando todo lo que Jano le había contado. En un segundo se le
presentaba la crisis existencial más grande de su vida, comprendía que todo por lo que
había creído no existe, y que el mal y el bien es una moral simplemente humana y dejaba de
ser una verdad absoluta. Con ambas manos se agarró de la baranda y bajó su cabeza
mirando al río, sentía desvanecerse, su palidez comenzó a tomar notoriedad física.
Jano observó el espectáculo con una mezcla de apacibilidad y soberbia, había
logrado su cometido. Sentía que Nicanor ya estaba convencido de todo lo que había dicho y
no hacía más falta alguna otra prueba.
La gente seguía expectante y alegre de lo que sucedía. Jano puso la mano sobre
Nicanor, el abogado seguía esforzándose por mantenerse de pié luego del terrible impacto
psicológico y emocional que acababa de recibir.
- Ahora está dentro del juego- dijo Jano –tiene que empezar a jugar. Yo me retiro pero nos
vamos a seguir viendo para ver como está el juego.
Nicanor escuchó todo lo que dijo pero no tuvo capacidad de reacción ya que seguía
pensando en que la historia de la humanidad y todo lo metafísico es más aterradora de lo
que pudo imaginar. Jano aprovechó la situación y se marchó del muelle mientras la gente
se mantenía distraída observando a los delfines, quiénes tenían cámaras de foto o
filmadoras las utilizaban para documentar el momento.
Los niños que estaban en las embarcaciones seguían gritando de alegría mientras
jugaban a tocar los delfines, la gente en el muelle aplaudía frente a cada pirueta realizada
por los peces.
Jano dejó el muelle y desapareció y Nicanor miró fijamente a los delfines y rogaba
que todo fuera una pesadilla y que ello nunca ocurriera. En ese momento deseaba nunca
haberse topado con el papiro marrón.

61
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

22

La casa de Nicanor Frías se hallaba tranquila. Virginia estaba en el living de la casa


sentada en el sillón especial de tres cuerpos viendo televisión. Pedro estaba en su cuarto
jugando. Sus otros dos hijos, Patricio y Agustina, no se encontraban en el hogar.
Felisa ingresó al living con un bandeja portando el te preparado para Virginia. Lo
dejó sobre la mesa y regresó a la Cocina para continuar con sus labores.
Virginia tomó de la mesa la taza de te y se dispuso a beberla mientras observaba
detenidamente la información que pasaban por el noticiero en la televisión.
En el televisor se podía ver a un periodista dando la información, detrás de él había
una foto estática tipograph con un delfín saltando sobre el río.
-En la tarde de hoy aparecieron una gran cantidad de delfines en el Río de La Plata – dijo el
periodista anunciando la información –sí, escucho bien, dije delfines. Lo primero que se
piensa es que en el río se pueden ver bagres, pejerreyes y hasta algún dorado, pero no ha
sido así, quiénes estuvieron esta tarde en el Río no han dejado de sorprenderse de lo que
han visto. Hasta algunos niños en sus embarcaciones han jugado con ellos. Los científicos
manejan la hipótesis de que el cambio climático y la corriente del niño podrían haber
desorientado a estos animales que terminaron en una zona de agua dulce. Hubo
antecedentes de alguna ballena que fue vista en el delta del Tigre o en el Río Támesis de
Londres. Mientras prefectura trata de devolver a éstos simpáticos animalitos al mar los
investigadores seguirán trabajando para dar una respuesta a ese fenómeno.
La puerta de entrada se abrió e ingresó Nicanor a paso lento y con un gesto de
consternación y preocupación indisimulable. Virginia siguió viendo la televisión, sabía que
su marido fue quién entró a la casa.
- Viste lo que pasó hoy en el Río, aparecieron miles de delfines, aparece en todos los
noticieros- contó Virginia.
Nicanor en silencio asintió con la cabeza, Virginia al observarlo se preocupó porque
lo vio pálido y cansado.
- ¿Qué te pasa mi amor?, no te veo bien- dijo Virginia.
- Es que tuve un día difícil, con lo de Rafael todavía no me he repuesto- respondió
apesadumbrado Nicanor.
- Tenés razón, andá a recostarte un rato que te llevo un té- propuso Virginia - esta noche
tenemos que volver a lo de Rafael para acompañar a su familia.
- Mejor voy al estudio- dijo Nicanor – voy a tomar el té allá, tengo que ver algunas cosas.
- Muy bien, andá tranquilo y tratá de relajarte un poco que te veo muy tenso- volvió a
proponerle Virginia notando el decaimiento de su marido.
Nicanor se retiró del living y se dirigió a su estudio. Al ingresar observó que
algunos libros se encontraban en su escritorio y, a modo de distracción, los tomó para
colocarlos en su biblioteca ordenadamente.
Luego de ordenar los libros se sentó en el sillón director y se acomodó mirando el
techo. Estaba analizando todo lo sucedido en el día. No solo trataba de comprender sino
que también trataba de aceptar y asimilar el mensaje que se le había transmitido.
Sus primeros interrogantes eran acerca del juego, trataba de entenderlo, y trataba de
averiguar cual es el lugar en el que él estaba. Jano Vizcaíño le trasmitió nuevos
conocimientos que a Nicanor Frías lo superaba, era inimaginable en cualquier ser humano,
pero los hechos son los que lo han convencido, a pesar de que muy dentro de él deseaba

62
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

que lo que ha visto fuera un truco. Sin embargo no veía ninguna posibilidad de que el
suceso fuera fraudulento.
Cuanto más pensaba sobre el juego, más entendía que debía frenar la investigación
que su amigo Rocca estaba realizando, los resultados podían arrojar a luz determinada
información y si ésta era transmitida a gran parte de la humanidad era el fin del juego y,
como le dijo Vizcaíño, el final de todo lo que conocemos.
Luego de su breve período de abstracción, Nicanor retornó a la realidad y como
primera reacción tomó su teléfono, marcó un número y esperó que del otro lado lo atiendan.
- Hola- se escuchaba la voz en el otro lado del teléfono.
- Alfredo soy Nicanor- dijo el doctor Frías hablando por teléfono con Alfredo Rocca.
- Hola Nicanor- dijo Alfredo del otro lado del teléfono –justamente estaba por llamarte.
- Debemos vernos hoy mismo, tengo que contarte algunas cosas- dijo Nicanor.
- Me parece muy bien- dijo Alfredo - ¿podrás venir esta noche a la sala de investigaciones
de la Comisión de Energía Atómica? te autorizaré la entrada y le diré a uno de los guardias
que te guíe.
- Muy bien, esta noche nos vemos- dijo Nicanor y luego del saludo de rigor colgó el
teléfono, se recostó en el sillón y permaneció pensativo mirando el techo del estudio.
Virginia entró con un taza de te en la mano y lo apoyó sobre el escritorio, observó a
su marido y se acercó a él ubicándose detrás, apoyó sus manos sobre sus hombros y con un
pequeño movimiento le estaba haciendo unos suaves masajes.
- Mi amor tuviste un día difícil, necesitas descansar- dijo Virginia.
- Es verdad, las cosas que hoy han sucedido son muy desgastante.- Dijo Nicanor –mi amor
quiero preguntarte algo.
- Preguntá lo que quieras- dijo Virginia.
- ¿Alguna vez tuvistes dudas de la existencia de Dios? O mejor dicho ¿Vos crees que Dios
es como siempre creímos que era?- preguntó Nicanor.
- Que extraño que me preguntes eso, fuera de la iglesia, son pocos los hombres que conozco
con una gran fuerza de fe como vos- dijo Virginia.
- Por favor, respondéme la pregunta- solicitó Nicanor.
- Por supuesto que creo en Dios- dijo Virginia – hubo momentos difíciles en la vida en los
que pude haberme alejado de él, quizás hasta lo culpaba de mis problemas, pero nunca dude
de su existencia.
- ¿Crees que Dios es como siempre lo has creído?- preguntó Nicanor.
- Yo creo en la infinita bondad y cuando nos llegue el momento disfrutaremos de su gloria-
respondió Virginia.
Nicanor siguió pensativo mirando el techo. Virginia continuaba haciéndole masajes
en sus hombros mientras observaba a su hombre preocupado. Ella agachó su cabeza y besó
la cresta de su marido para luego abrazarlo.
- Sé lo que te pasa mi amor- dijo Virginia –pero estoy segura que ahora Rafael se encuentra
haciendo ese tránsito y va a descansar en paz, sos un hombre fuerte, y a pesar de todo el
dolor del mundo que sientas, tenés que superarlo y nunca doblegarte.
Nicanor tomó los brazos de su mujer y los apretó fuerte sintiendo todo el cariño que
ella le transmitía. Por un breve instante sintió alivio en su alma, aunque el impacto de la
verdad que se le ha revelado continuaba latente.

63
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

23

Los empleados de la Comisión Nacional de Energía Atómica no se encontraban en


sus lugares de trabajo porque ser altas horas de la noche. Sin embargo en una de las salas de
investigaciones alguien estaba trabajando, era el doctor Alfredo Rocca.
La sala de investigaciones era sobria con una gran mesada donde había mechas,
microscopios, tubos de ensayo y diversos instrumentos propios de cualquier investigación
física y química.
Rocca observaba por el microscopio con mucha atención, estaba realizando algunas
investigaciones aprovechando la tranquilidad que le permitía el trabajo en ausencia de los
empleados.
La puerta de entrada principal se abrió y un guardia de seguridad se dispuso a entrar
para anunciar que había llegado la persona que estaba esperando. Rocca no retiraba sus ojos
del microscopio, hizo gestos con su mano como permitiendo la entrada al visitante.
El guardia se asomó al pasillo y avisó que tenía permitido su ingreso, Nicanor Frías
entró al laboratorio y se acercó hacia Rocca mientras el encargado de seguridad se retiraba
cerrando la puerta.
- Buenas noches Alfredo- saludó Nicanor.
- Buenas noches, dame un segundo- saludó Alfredo mientras seguía observando por el
microscopio. Levantó su cabeza y dirigió su mirada hacia Nicanor –estoy haciendo algunas
investigaciones que surgen del mensaje que he codificado.
- Justamente de ello te quería hablar- interrumpió Nicanor.
- Quiero que mires esto- dijo Alfredo mientras encendía un monitor que se encontraba
arriba de él. Ese aparato estaba conectado al microscopio y se podía visualizar todo lo que
se observaba en él, era como un gran televisor.
Cuando Alfredo encendió el aparato se podía observar una gran mancha oscura
iluminada por una luz exterior.
- No veo nada- dijo Nicanor intrigado por lo que Alfredo le quería mostrar.
- Yo tampoco, lo que veo es simplemente tierra- dijo Alfredo – pero es tierra en la cual he
hecho las mezclas y experimentos que surgen del mensaje codificado y no observo ningún
evento.
- Entonces será mejor que nos olvidemos de ello- dijo Nicanor.
- Pero el papiro es real, el mensaje también y su antigüedad está comprobada por lo menos
por un experto en Estados Unidos- dijo Alfredo en referencia al científico Wayne fallecido
en la universidad.
- De todas maneras voy a pedirte que me devuelvas el papiro y nos olvidemos de todo- dijo
Nicanor.
- Por supuesto que te lo devolveré- exclamó Alfredo – lo que no entiendo es que quieras
que me olvide del mensaje. Me lo trajiste con muchas inquietudes y te ayudé a descifrarlo.
Ahora que vamos a descubrir lo que nos dijo me pedís esto.
- No lo vas a entender ahora, solo te pido que me devuelvas el papiro y después hablaremos
de lo demás pero por ahora suspendamos todo- dijo Nicanor.
- Sigo sin entender- exclamó Alfredo.
Alfredo explicaba todo lo que estuvo haciendo. Una pequeña ventisca se colaba por
la ventana haciendo movimientos milimétricos al microscopio, lo cual era monitoreado por

64
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

el televisor. Nicanor fijó su mirada en el monitor y abrió muy grande los ojos, expresando
cierta sorpresa.
Rocca se dio cuenta de los gestos de Nicanor y la curiosidad hizo que él se diera
vuelta para mirar el monitor, sus ojos también se engrandecieron y la sorpresa lo apabulló.
Sobre la mancha negra iluminada que se veía en el monitor apareció un espectro,
una figura azul clara redonda y un poco transparente. En medio del círculo una mancha azul
más oscura y realizaba pequeños movimientos internos dentro del círculo más claro.
Ambos no sacaron los ojos del monitor. En medio de la curiosidad se asomó el
descubrimiento de una de las claves del mensaje. Los desconocimientos científicos de
Nicanor no le permitían entender lo que sucedía, Alfredo con su amplio conocimiento en el
campo entendía perfectamente lo que significaba esa mancha azul móvil que capturó el
microscopio.
- ¿Qué es eso?- preguntó intrigado Nicanor.
- Es una célula eucariota, es decir una célula viva- explicó Alfredo si sacar la vista del
monitor.
- ¿Cómo llegó ahí?- preguntó Nicanor sin saber lo que se estaba descubriendo.
- Nunca llegó ahí- dijo Alfredo y hará una afirmación que será muy concluyente a la
investigación que ha realizado – ¡lo hemos creado!
Nicanor observó con más detenimiento el monitor mientras la célula se seguía
moviendo. Se estaba enterando de que estaba frente al descubrimiento más grande en toda
la historia de la humanidad. Frente a ello teorías de miles de años caerían raudamente y la
biología tendrá un giro importante.
No han descubierto la cura de alguna enfermedad, tampoco han creado un invento
tecnológico revolucionario. Han descubierto y creado algo superior a todo lo que se ha
hecho a lo largo de la historia. Pues han creado vida.

65
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

24

La noche era fría en la Comisión Nacional de Energía Atómica. En las afueras del
edificio solo había un auto en el estacionamiento, era el de Nicanor.
Alfredo normalmente volvía del trabajo a su casa en el transporte grupal que ofrecía
el organismo público, son aquellas personas que no gustan de usar su automóvil todos los
días, lo dejan para los fines de semana o eventos especiales.
Al ser muy tarde Nicanor se ofreció en llevar a Alfredo a su casa. Ambos salieron
del edificio y se dirigieron hacia el automóvil. Una vez adentro el vehículo se puso en
marcha y comenzó su andar saliendo del complejo e ingresando a la autopista que, por altas
horas de la noche, se encontraba con tránsito libre.
Nicanor Frías es quién manejaba el automóvil y Alfredo Rocca estaba en el asiento
del acompañante.
- Es importante que hablemos sobre tus investigaciones- dijo Nicanor.
- ¿Te das cuenta lo que ocurrió?- preguntó retóricamente Alfredo, no puede disimular el
incontrolable entusiasmo por el descubrimiento y ello es lo que realmente le preocupaba
Nicanor.
- Estoy consiente de ello y es lo que quiero hablarte- dijo Nicanor.
- Es el descubrimiento más grande de la humanidad, inclusive superior a la llegada de la
luna- interrumpió y exclamó exultante Alfredo. –Hubo muchas teorías sobre el origen de la
vida. Una de ellas habla de que todos los seres vivos provienen un una sola célula que en
evolución llego a la vida que conocemos, según algunos científicos esta primera célula es
producto de la agregación espontánea de moléculas, otra dice que hace millones de años un
meteorito chocó contra la tierra y en él habían células que originaron la vida.- luego de la
explicación se detuvo a pensar por unos segundos – ¡Que ironía!- exclamó –nuestros
orígenes de la vida son extraterrestres.
- Muy bien – interrumpió Nicanor –ahora necesito que hablemos y que me des el papiro.
- Claro- dijo Alfredo, del bolsillo de su sobretodo tomó una caja donde guardó el papiro y
lo dejó sobre el apoyo delantero del automóvil. -¿Te das cuenta cuando el mundo se entere
de este descubrimiento?, la historia se dividirá en un antes y en un después, aún me falta
averiguar la segunda parte del mensaje que se refiere a los ojos de Hubble.
- No se lo diremos a nadie, nos olvidaremos de todo y no investigaremos más- dijo enérgico
Nicanor.
La sorpresa lo atrapó a Alfredo, quién lo miraba fijamente después de escucharlo,
sin entender el porqué de la premisa.
- Explicámelo mejor Nicanor- dijo Alfredo – eras uno de los más entusiastas por descifrar
el texto y su mensaje y ahora que lo logramos querés olvidarte de todo.
- Estuve habando con una persona y será mejor olvidarnos de todo – explicó Nicanor.
- ¿Te das cuenta lo que me estás pidiendo?- preguntó Alfredo –hemos creado vida, desde la
química, desde la tierra y la evolución, o sea del polvo venimos, estamos conciliando la
Biblia con Darwin. Es más, seguramente en estos momentos, por un proceso natural del
amoníaco y la tierra se deben estar creando miles de células, pero deben pasar millones de
años para que se conviertan en un ser vivo como el que nosotros conocemos. Espero que
tus razones sean muy valederas para olvidarme de todo esto.
- Créeme que es así- dijo Nicanor.

66
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

- ¿Quién es la persona con quien estuviste hablando?- preguntó Alfredo con cierto enojo
por el inesperado pedido que le realizó Nicanor.
- Es una persona de un gobierno extranjero muy poderoso –dijo Nicanor conciente de que
le estaba mintiendo para no enterarlo de la verdad, sería menos creíble de lo que iba a
contarle. – Esta persona me dijo que en el papiro, que fuera robado, se encuentra una
fórmula química importante que podría crear un arma biológica muy potente. Me explicó
que llegó a mis manos luego de un hurto en su país y que han venido a recuperarlo. Toda
mi familia está amenazada de muerte. No les dije que había otra persona que sabía del
papiro, por eso les dije que lo tenía escondido y que me den un día para buscarlo,
seguramente si no lo entrego me torturarán para averiguar donde está y querrán saber si
alguien mas lo sabe.
- Entiendo –dijo Alfredo –pero pudimos detectar la antigüedad del papiro, es original.
-Esta persona me dijo que con algunos productos químicos muy nuevos han podido
disfrazar la antigüedad engañando la prueba de carbono- explicó Nicanor.
El auto se estacionó frente a la casa de Alfredo, los dos quedaron mirando la calle
pensando en las cosas que han sucedido, luego de unos segundos de trance el doctor Rocca
volvió en sí.
- ¡No lo se!- exclamó Alfredo –lo que descubrimos no es una receta de cocina, creo que el
mundo debe saberlo, quizá esto pueda terminar con muchas enfermedades.
- Nadie debe saberlo, por favor Alfredo necesito confiar en vos ¿pondrías en peligro a mi
familia?- preguntó Nicanor.
- Está bien- dijo Alfredo resignado – aquí tienes el papiro, y por supuesto voy a destruir
todas mis notas.
- Necesito todas tus notas ahora- dijo Nicanor mirándolo fijo deseando terminar esta
situación.
- Muy bien- dijo Alfredo ofuscado. Tomó su portafolio y de ella extrajo una carpeta y se la
entregó a Nicanor – Aquí están todas mis notas, mi memoria no te la puedo dar, en eso vas
a tener que confiar.
Nicanor tomó la carpeta y sonrío con cierto alivio porque veía que la situación
estaba llegando a su fin.
- Muchas gracias Alfredo- dijo Nicanor mientras le estiraba la mano para saludarlo –sabía
que eras un amigo de verdad en las buenas y en las malas.
- Imagino que éstas son las malas- dijo Alfredo mientras le tomaba la mano para despedirlo.
Alfredo tomó su portafolio y se bajó del auto, caminó hasta su casa silbando una
tonada. Nicanor observaba su imagen ingresar a la casa, se sentía aliviado porque tenia en
su poder algo que Jano le pidió guardar en secreto a riesgo de destruir toda forma de vida
terrenal y metafísica, era el papiro marrón.

67
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

25

La casa de Alfredo Rocca estaba tranquila, en el living se encontraba la señora que


cuida la casa. El doctor era un viudo que estaba solo, sus hijos eran grandes y estaban
casados, por eso contrató una señora que se encargara de la casa.
La puerta de entrada se abrió y Alfredo ingresó a su morada luego de la charla que
mantuvo con Nicanor segundos antes.
- Buenas noches doctor- saludó la señora.
- Buenas noches Dionisia – saludó Alfredo.
- Tuvo mucho trabajo ¿verdad?- preguntó Dionisia.
- Si, estoy un poco cansado, voy a comer algo rapidito y me voy a dormir- respondió
Alfredo.
- Muy bien- dijo Dionisia – preparé un pollo con papas lo caliento y se lo traigo.
Dionisia se dirigió a la cocina para prepararle la comida a su patrón. Alfredo
buscaba un cuadernillo en los cajones de las mesitas de luz que se hallaban en el living.
- Dionisia, ¿vio mi agenda azul? No lo encontré en mi portafolio y pensé que me lo olvidé
aquí- preguntó Alfredo en voz alta para que la empleada escuche desde la cocina.
- No doctor- respondió Dionisia desde la cocina - ¿está buscando algún número en
especial? quizás pueda ayudarlo.
- Si- respondió Alfredo –estoy buscando el de Edgardo Espinosa, un periodista de la revista
Ciencia y Descubrimientos.
Alfredo siguió buscando en todos los muebles de la casa, la búsqueda fue
infructuosa y se dio por vencido.
- Dionisia no lo encuentro por ningún lado, aprovecho que prepara la comida para ir unos
cinco minutos al escritorio a terminar unas cosas- dijo Alfredo.
- ¡Muy bien doctor!- dijo Dionisia – enseguida va a estar lista la comida.
El doctor Rocca se retiró del living e ingresó a su escritorio que se encontraba al
final de un largo pasillo. Sobre la mesa dejó una carpeta, al abrirla dejó al descubierto
algunas hojas con fórmulas y dibujos, lo más llamativo es que unas de esas hojas era una
copia del papiro marrón, y en otra de las hojas estaba impreso la traducción realizada por el
extinto doctor Wayne.
Esos documentos revelaban que el doctor Rocca no le había sido sincero a Nicanor
y le ocultó la existencia de material en su poder que contenía toda la información sobre las
investigaciones llevadas a cabo en torno a los mensajes del papiro marrón.
Alfredo tomó el teléfono y marcó un breve número de tres dígitos. Luego de una
breve espera, escuchó una voz al otro del teléfono.
- ¿Informaciones?- preguntó Rocca – necesitaría el número de teléfono de la revista Ciencia
y Descubrimientos.
Así, el doctor Rocca buscaba información para contactarse con el periodista de la
revista Ciencia y Descubrimientos contrariando las indicaciones de Nicanor, donde
acordaron que se mantendría en secreto los descubrimientos hechos a partir del mensaje del
papiro marrón.

68
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

26

La mayoría de las luces del interior de la casa de Nicanor estaban apagadas, con
excepción de un velador en una de las mesas del living.
Nicanor ingresó a paso lento denostando cansancio, llevó consigo las carpetas y el
papiro marrón que le había dado el doctor Rocca unos instantes atrás, se acercó al velador
para apagarlo y luego marchó a otro sector de la vivienda.
La casa se encontraba silenciosa, Nicanor se trasladó hacia su escritorio. En la
habitación había un placard con una pequeña caja fuerte en la pared, la abrió y puso todos
los documentos y el papiro dentro de ella.
Se retiró del despacho y se dirigió hacia su dormitorio. En ella se encontraba su
mujer recostada en la cama viendo televisión.
- Hola mi amor- saludó Virginia.
- Hola- saludó Nicanor con voz cansada recostándose al lado de su mujer con absoluto
agotamiento.
- Estás muy cansado- dijo Virginia mientras le tocaba la frente a su marido – ¿te parece que
te cambies la ropa mientras te traigo algo para que comas aquí en la cama? los chicos están
dormidos y ya hemos comido.
- Gracias mi amor- agradeció Nicanor –pero estoy muy cansado y sin hambre, prefiero
dormir.
Nicanor se levantó y se dirigió al vestidor para cambiarse de ropa. Virginia
continuaba mirando la televisión.
- Mi amor, mañana va a pasar Patricio por tu estudio para buscar plata, necesita comprar
varios libros para la facultad- dijo Virginia en voz alta para que Nicanor lo escuche.
- Está bien- dijo Nicanor – que pase por la tarde.
- Sí- dijo Virginia –iba a almorzar con su novia por el centro y luego pasaba por el estudio.
- Muy bien- dijo Nicanor mientras se retiraba del vestidor con ropa de dormir puesta. El
agotamiento se reflejaba en su rostro. Nicanor se acostó y cerró los ojos.
Virginia observó a su esposo y le acaricio la cabeza mientras él intentaba pernoctar.
- Estás muy cansado – dijo Virginia – tuviste un día muy agotador, se que la muerte de
Rafael te afectó mucho, ahora descansá que mañana será otro día.
Virginia le dio un beso en la frente a su marido quién estaba totalmente sumergido
en un profundo sueño, apagó la luz del velador y se recostó. Juntos dormían hasta a mañana
siguiente.

69
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

27

Era la mañana y Alfredo Rocca se encontraba solo en su casa. La empleada


doméstica se había retirado a realizar algunos mandados matinales rutinarios.
Alfredo se encontraba en el living sentado en el sillón y el televisor encendido para
escuchar las noticias de la mañana.
Tomó el teléfono y marcó un número, luego de una breve espera escuchó la voz de
una señorita anunciando que se ha comunicado con la revista “Ciencia y Descubrimiento”.
- Por favor, quisiera hablar con el señor Edgardo Espinosa- dijo Alfredo.
- Enseguida le comunico- dijo una voz femenina en el otro lado del teléfono.
Alfredo esperó que le transfieran la comunicación, en el televisor un periodista
masculino seguía anunciando las noticias del día en el país y el mundo.
- Hable- dijo una voz masculina en el otro lado del teléfono.
- ¿Habla el señor Edgardo Espinosa?- preguntó Alfredo.
- Así es ¿quién habla?- preguntó Espinosa.
- Buenas tardes- saludó Alfredo –no se si me recuerda, soy el doctor Alfredo Rocca de la
Comisión de Energía Atómica, hace unos meses atrás me hizo una nota sobre los avances
en seguridad del uso de la energía nuclear.
- Claro que lo recuerdo ¿Cómo anda?- dijo Espinosa siempre del otro lado del teléfono.
- Muy bien, gracias- respondió Alfredo –lo llamaba para ver si nos podíamos reunir porque
le quería comentar sobre unos nuevos descubrimientos que, créame, son asombrosos.
- ¿De que se trata?- preguntó Espinosa.
- Es muy complicado explicarlo telefónicamente, además debería mostrarle algunos
documentos y fórmulas para que pudiera entenderlo- explicó Alfredo.
- Muy bien ¿como quiere que hagamos?- preguntó Espinosa.
- Si usted quiere, podemos cenar esta noche por Puerto Madero, cerca de sus oficinas, para
contar con el debido tiempo en la explicación- propuso Alfredo.
El doctor Rocca estaba pensando en un lugar donde comer para proponerle a
Edgardo Espinosa. El periodista seguía anunciando las noticias.
- El gobierno de los Estados Unidos suspende el mantenimiento del telescopio espacial
Hubble- dijo el periodista.
Enseguida Alfredo Rocca abrió lo ojos y prestó mucha atención a lo que decía el
periodista en el televisor. Había escuchado la palabra clave, la que contenía la segunda
parte del mensaje del papiro. Se trataba del telescopio Hubble. Ese nombre estaba impreso
en el mensaje traducido por Wayne y se refería a sus ojos y la nueva vida.
Alfredo volvió a la conversación que mantenía con el periodista Edgardo Espinosa
por teléfono.
- ¿Le parece encontrarnos en el restauran “La Holando” a las nueve de la noche?- preguntó
Alfredo.
- Como no, allí nos encontraremos, que tenga un buen día- dijo Espinosa.
- Igualmente. Nos vemos esta noche, hasta pronto- saludó Alfredo y cortó el teléfono para
prestar nuevamente atención a la información que estaba dando el periodista sobre el
telescopio espacial Hubble.
El periodista daba la información con un recuadro detrás de él que contenía una foto
del telescopio en órbita. Tenía la forma de un cilindro gigante plateado, como un espejo,

70
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

reflejaba algunos rayos del sol, debajo se lograba divisar una porción de la superficie
terrestre.
-El gobierno de los Estado Unidos decidió quitar del presupuesto para el próximo año el
programa de mantenimiento del telescopio espacial Hubble- relató el periodista – La
creación de este instrumento ha generado un gran avance en las historia de la astronomía
mundial. Los telescopios terrestres se ven afectados por factores meteorológicos y la
contaminación lumínica ocasionada por los grandes asentamientos urbanos. A partir de un
telescopio fuera de la tierra se han podido observar y fotografiar esferas celestes del
universo jamás visto por el hombre.
Mientras continuaba el relato en off una serie de fotografías aparecían en pantalla.
Eran nebulosas gigantes y distantes a millones de años luz fotografiadas por el telescopio
espacial Hubble.
- Aquí vemos una fotografía tomada por el telescopio Hubble, se trata del nacimiento de
estrellasen la nebulosa del Aguila- dijo el periodista –este espectáculo que nos regalo el
universo fue tomado por nosotros y lo tenemos testimoniado en esta foto.
La fotografía que aparecía en pantalla mostraba tres columnas de humo y cenizas y
detrás de él el reflejo de algunas estrellas, estas columnas eran de color rojizo mezclado con
un azul y negro.
- Con esta decisión, el gobierno pone en peligro la continuidad del telescopio- continuaba
relatando el periodista mientras seguía mostrándose la foto –algunos astrónomos son
optimistas y creen que el Presidente cambiará de posición, mientras tanto el programa
estará suspendido hasta el año que viene.
Impresionaba la majestuosidad del tamaño de la nebulosa, pero había algo más que
había atrapado a Alfredo, se mantuvo incólume observando todo lo que aparecía en el
televisor.
Observando la imponencia de la nebulosa del Aguila, Alfredo abrió lo ojos como si
se le vinieran algunos pensamientos reveladores.
- ¡Eso es!- dijo Alfredo – ahí está la respuesta.
En ese momento ingresó Dionisia que venía de la calle, Alfredo se levantó y tomó
su saco que estaba puesto sobre una de las sillas del living.
- ¿Se retira doctor?- preguntó Dionisia.
- Debo ir a la oficina, se me presentó un trabajo que debo terminar con urgencia- respondió
Alfredo.
- Se iba a quedar a almorzar- dijo Dionisia.
- Es verdad- dijo Alfredo –aún es de mañana, trataré de terminar mi trabajo rápido y vendré
para almorzar, además esta noche tengo una cena con el periodista Edgardo Espinosa, así
que me quedaré toda la tarde aquí.
- Muy bien, entonces voy preparando la comida para el almuerzo- dijo Dionisia.
- Hasta luego Dionisia- dijo Alfredo despidiéndose mientras abría la puerta para retirarse a
la calle y se dirigió a su trabajo muy pensativo. Intuía que un nuevo descubrimiento estaba
por realizar relacionado con el mensaje del papiro marrón.

71
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

28

En el estudio Lascurain, Huidogro & Frías la actividad era incesante, los empleados
se encontraban en sus escritorios y los teléfonos no dejaban de sonar.
Nicanor salió de uno de los ascensores para dirigirse a su escritorio. Saludos de
rigor a sus empleados caminó por el pasillo tranquilo y apacible, el buen dormir y la
solución de las cosas con Jano y con Alfredo le ha hecho el día más liviano, aunque
siempre estará reflexivo con todo lo que ha pasado, especialmente con la conversaciones
que mantuvo el día anterior.
En el pasillo se encontró con Alfonso Lascurain quién repentinamente lo tomó del
brazo, lo llevó a paso lento a su propio despacho.
- Justo te estaba buscando- dijo Alfonso evitando los saludos de rigor –necesito que vengas
ahora mismo a mi oficina.
- ¡Claro! ¿Qué es lo que sucede?- preguntó con cierta intriga Nicanor.
- En mi despacho está el doctor Matías Olmos con el Presidente de la empresa Monixal, el
doctor Ricardo Bustamante. Te advierto que no está muy contento porque hasta el momento
no le hemos enviado ningún modelo de presentación y los tiempos apremian- dijo Alfonso
–quiero que les expliques como estamos manejando la situación.
Nicanor comenzó a preocuparse, pero esta vez por temas más mundanos, es que
desde la última reunión con los abogados de la empresa Monixal no había avanzado en los
asuntos que quedaron pendientes.
La situación para el doctor Frías en cierta forma transmitía también tranquilidad,
esto significaba que volvió a sus temas cotidianos dejando el asunto del papiro marrón
atrás.
El despacho el doctor Lascurain era un ambiente muy amplio, con una biblioteca
detrás de su escritorio, un ventanal con vista al Río de la Plata y un pequeño living de dos
sillones de un cuerpo, un sillón de dos cuerpos y una pequeña mesa ratona. También
acompañaba la decoración un pequeño bar completo y unos elegantes cuadros colgados.
Los directivos de la empresa Monixal aguardaban sentados en los sillones.
Enseguida ingresaron los doctores Lascurain y Frías.
- Ricardo, discúlpame la demora, aquí te presento al doctor Frías, es socio del estudio y está
manejando el caso de la fusión- dijo Alfonso presentando su socio al presidente de la
empresa Monixal.
- Mucho gusto doctor Bustamante- saludó Nicanor estirándole la mano.
- El gusto es mío- respondió Bustamante tomando su mano –créame que estuvimos
hablando toda la mañana de usted ¡que quilombo!
- ¿Perdón?- preguntó Nicanor desconcertado por la última expresión.
- ¿Usted es abogado?- preguntó Bustamante.
-Si, por supuesto- exclamó Nicanor.
- Bueno ahí lo tiene, abogado y quilombero son sinónimos- dijo Bustamante – yo soy
médico y mi estigma fue de joven en las guardias que me llamaran matasanos. Yo soy el
matasanos y ustedes los quilomberos. Confío en ustedes para resolver este quilombo- dijo
mientras estiraba su mano señalando al doctor Matías Olmos -conoce al doctor Olmos, el
sigue esperando la presentación que nos iban a mostrar ayer.

72
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

- Es verdad- dijo Nicanor enfrentando la situación enojosa de los directivos de la empresa -


hubo un cambio de estrategia, que fue consensuado con ustedes, necesito localizar algunos
documentos para avalar la presentación y así mostrarles un primer bosquejo.
- El tema de la fusión es de vital importancia- dijo el doctor Olmos – todo lo que hagan
debe ser rápido y medido, no podemos darnos el lujo de esperar, tiempo es lo que no
tenemos.
- Entiendo la premura- dijo Nicanor – pero sin esos documentos no puedo avalar nuestra
posición.
-Ricardo, en un par de horas van a recibir la presentación- interrumpió Alfonso mirando a
al doctor Bustamante mientras Nicanor miraba a su socio con sorpresa, sabía que es un
tiempo muy breve para terminar con la presentación y además había sido una intervención
inconsulta.
El doctor Ricardo Bustamante luego de pensarlo unos instantes estiró la mano a
Alfonso como aceptando la propuesta.
- Muy bien- dijo Bustamante – espero que cuando llegue a mi oficina tengamos el material.
Los directivos de la empresa se acercaron a la puerta para retirarse. Ricardo
Bustamante se detuvo y nuevamente observó a los abogados, especialmente al doctor
Lascurain.
- Alfonso- dijo Bustamante – no estamos en un bar tomando un café ni tampoco están en mi
oficina. He venido imprevistamente. Espero que se den cuenta de la gravedad de ello. Esto
no es una unión de dos kioscos, en la casa central de Monixal están muy preocupados y si
esta fusión no sale van a rodar muchas cabezas. Nos conocemos desde hace muchos años,
no hace falta decir que si algo sale mal por falta de acción o por problemas operativos, el
contrato cae indefectiblemente, señores hasta luego.
Luego de la despedida los doctores Bustamante y Olmos se retiraron del despacho
dejando solos a Alfonso y Nicanor.
- ¿Entendiste lo que dijo?- preguntó Alfonso.
- Si- respondió Nicanor –sucede que tuve algunos problemas.
- Lo sé- interrumpió Alfonso – estás impactado por lo de tu amigo, pero si no podes seguir
con el caso te pido que lo delegues. Necesito que entiendas que si se cae este cliente peligra
la estructura del estudio.
Nicanor estaba pensativo y apesadumbrado tratando de absorber lo que en la
reunión se había dicho, con una mezcla de sensaciones.
-Yo lo voy a manejar- respondió Nicanor –a pesar del corto plazo del que me has impuesto
lo voy a tener listo, quédate tranquilo.
Luego de asegurarle que iba a trabajar en ello Nicanor emprendió su marcha hacia
su despacho, Alfonso lo detuvo tomándolo del brazo.
- Si algo sale mal de esto nuestra relación va a cambiar, espero que lo entiendas- dijo
Alfonso con un todo duro y cortante.
- Lo entiendo muy bien- dijo Nicanor mirándolo a los ojos en un tono distante.
Alfonso lo soltó y Nicanor se retiró para dirigirse a su escritorio. Claudia esperaba
en su oficina.
- Buenas tardes Claudia ¿Alguna novedad?- saludó y preguntó Nicanor.
- Lo está buscando con urgencia es el doctor Lascurain- dijo Claudia.
- Lo se, vengo de reunirme con él- dijo Nicanor.
- Ya he enviado las flores a la familia Ibáñez- dijo Claudia – también lo están llamando del
estudio Villegas por el asunto de la venta de la empresa textil, y lo llamaron de la empresa

73
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

Iconos Hermanos, para realizar una consulta acerca de algunas nuevas inversiones en el
país.
- Muchas gracias Claudia- dijo Nicanor mientras observaba la calle por la ventana de su
despacho.
Algo llamó su atención. En una de las esquinas de afuera estaba apoyado sobre una
pared un hombre que lo observaba continuamente. Nicanor intentó averiguar quién es pero
la lejanía no le permitía una correcta individualización.
Luego de unos breves instantes, el doctor Frías logró identificarlo, se trataba de Jano
Vizcaíño. Tenía puesto un tapado color camello que lo cubría del frío y debajo un saco,
camisa y corbata. Lo observaba constantemente, ni un segundo desviaba Jano su vista de la
ventana en donde está el abogado.
Nicanor volvió a preocuparse, creía que no lo iba a volver a ver. Sentía que si estaba
allí era para hablar nuevamente, esta vez él quiere tomar la iniciativa. Sacó de su pantalón
su billetera y retiró dinero para luego introducirlo en un sobre.
- Claudia, me voy a retirar por unos instantes, acabo de recordar que me tenía que encontrar
con una persona en un café que está a la vuelta- dijo Nicanor mientras le entregaba el sobre
–en unos momentos está por llegar mi hijo, por favor déle este sobre y dígale que me tuve
que ir de urgencia.
- Muy bien doctor- dijo Claudia mientras tomaba el sobre.
Ambos se retiraron del despacho, la secretaria se sentó en su escritorio para volver a
su trabajo y Nicanor se dirigió hacia el ascensor para retirarse.
La puerta del ascensor se abrió y el abogado ingresó en él, esta vez no está
preocupado por su cliente y su estudio, nuevamente vuelven las intrigas y los asuntos
transcendentales. Seguramente la charla con Jano estará referida al papiro marrón y al niño
creador del mundo y el universo.

74
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

29

El invierno deparaba tardes frías en la ciudad de Buenos Aires. En la esquina de la


cuadra que está enfrente al estudio Lascurain, Huidogro & Frías se encontraba Jano, sabía
que fue visto por el doctor Frías y esperaba a su encuentro.
Nicanor salió del edificio de su estudio para dirigirse a la esquina, sin ninguna pausa
caminó hasta donde se encontraba el hombre que continuamente lo observaba, quién muy
pacientemente lo seguía esperando. Cuando llegó a él frenó su marcha y ambos quedaron
mirándose.
- ¿Qué hace aquí?- preguntó Nicanor – el tema que habíamos hablado quedó resuelto, ya no
tenemos que seguir hablando más.
- Hemos hablado de la narración bíblica escalera de Jacob- dijo Jano ante la mirada atónita
de Nicanor quién no entendía la afirmación- luego de traicionar a su hermano Esaú, en
complicidad con su madre Rebeca, Jacob huye a otro lugar para ir a vivir con su tío Labán.
A mitad de camino, él estaba muy cansado y se tiró a dormir, tuvo un sueño en la cual
observó una escalera que nacía en la tierra e iba hasta el cielo, de allí bajaba y subían
ángeles. En lo alto de la escalera estaba Dios y le bendijo la tierra y su simiente, es decir a
Israel. Capítulo 28 versículos 11 a 19.
- ¿Qué me quiere decir con esto?- preguntó intrigado Nicanor.
Jano lo miró fijamente, ya no con la apacibilidad que siempre lo caracterizó. Esta
vez su simpatía se convirtió en exasperación.
- Allí fue donde se le entregó a Jacob la revelación- dijo en tono áspero Jano – eso ocurrió
hace más de tres mil setecientos años y desde entonces el secreto siempre ha sido bien
custodiado. Ahora usted lo está poniendo en peligro.
- Le dije que ya fue resuelto- dijo Nicanor exaltado – hablé con quién tenía todo y me lo ha
entregado, lo tengo en mi casa y me juró que nunca iba a revelar lo descubierto.
- ¿Está seguro doctor Frías?- preguntó con apacibilidad Jano retornando su calma.- veo que
confía mucho en su amigo.
- Lo conozco desde hace muchos años- respondió Nicanor –además, yo no se quién es usted
para que sigamos hablando.
- Si lo sabe- dijo Jano – de hecho se lo he demostrado, auque no lo parezca soy un ángel
enviado.
En ese instante Nicanor comenzó a reír, Jano entendió el motivo y dejó que las risas
siguieran fluyendo.
-¿Usted un ángel?- dijo Nicanor mientras seguía riéndose - ¿Cómo si representara al bien?
- ¿Acaso cree que yo represento lo malo?- preguntó Jano.
Nicanor seguía riendo como no dando mucha importancia a la pregunta que le había
formulado Jano.
- Dígame ¿Qué es el mal?- preguntó Jano. Nicanor dejó de reírse y lo escuchó con atención.
– Déjeme ser socrático un poco y permítame preguntarle nuevamente ¿Qué es el mal?
- No voy a responderle- dijo Nicanor mientras dejaba de reír –no voy a entrar en su juego.
- Un vaso tiene agua, si lo volcamos está vacío de agua. El agua tiene entidad propia, es
algo, en cambio el vacío no tiene entidad, en este caso es falta de agua. Lo mismo sucede
con el bien y el mal. El bien es todo, tiene entidad propia en cambio el mal simplemente es
ausencia de bien, no tiene entidad.
- ¿A dónde quiere llegar con esa parodia de mayéutica?- preguntó intrigado Nicanor.

75
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

- El mal está definido por el bien- dijo Jano sonriente – ¿Quién define el bien? ¿Quién
establece las diferencias del bien y el mal? Imagino que usted leyó la “Summa Teológica”
de Santo Tomás de Aquino, en la cual afirmaba que existe un derecho divino emanado de
nuestro creador que llega a nuestro mundo como derecho natural y el hombre lo interpreta a
través del derecho humano. Por supuesto es una maravillosa y compleja obra que, según la
leyenda, fue el mismísimo Jesús en un místico encuentro quién le ha dicho haber escrito
bien. Pero, estamos frente a un dogma, ¿y si el bien es una convención humana para su
propia preservación? ¿Quién puede afirmar que el creador ha determinado el orden de las
cosas como lo conocemos? usted sabe que podemos discutir mucho sobre la justicia, desde
la distributiva hasta la positiva.
Nicanor escuchó con mucha atención lo que explicaba Jano esperando que su
retórica llegue a alguna conclusión.
- Doctor Frías- continuó diciendo Jano – esto no es entre el bien y el mal, esto es sobre
salvar o no el universo, y si para ello se deben sacrificar algunas vidas para la preservación
de toda vida en el universo, ¿eso es bueno o malo? Usted ya está convencido de la
existencia de otra vida después de la muerte, entonces ¿por qué no matar? Si a la larga no
estamos haciendo ningún daño, todo lo contrario, a no ser que mantenga la duda de la
existencia de otra vida o esté prohibido por nuestro creador, este no es el caso.
- La verdad señor Vizcaíño, estoy cansado de todo esto- dijo Nicanor agobiado –voy a
retirarme, y de ahora en adelante prefiero no saber más nada de usted.
- Usted vio lo que pasó en el muelle- dijo Jano nuevamente cambiando su humor - ¿aún así
sigue dudando? Tiene que saber que acá estamos para salvar toda vida, la conocida y
desconocida, ¿al menos no está dispuesto a hacerlo por su familia?, no lo haga por salvar
las millones de millones de vidas, hágalo por salvar las primeras cuatro que a usted le
interesa.
Nicanor no podía disimular su cansancio sobre los mensajes, revelaciones y
advertencias desde que se topó con el papiro marrón y con Jano Vizcaíño.
El doctor Frías se acercó a Jano quién se encontraba inmutable. Tan cerca estaba
que podía hablarle bajo cerca del oído.
- Escúcheme bien señor Vizcaíño- dijo en voz baja Nicanor – usted puede hacerme aparecer
delfines que fumen y caminen por la calle, puede hacerme volar, puede traerme
extraterrestres en este mismísimo momento, lo que no puede hacer es quitar las ganas de
pegarle que tengo en este instante.
Mientras Nicanor le hablaba al oído, Jano seguía manteniéndose inerte, esta vez le
ha vuelto el humor y con una leve sonrisa escuchó con atención lo que decía el abogado.
- Por eso déjeme en paz- reprendió Nicanor – si me vuelve a molestar le voy a dar tantas
trompadas que ni usted mismo podrá reconocer su cara, ahora me voy y a partir de este
momento olvídese de mí.
Luego de la reprimenda Nicanor se había dado vuelta para comenzar su retorno a la
oficina y volver a su rutina, y así olvidarse de la desagradable experiencia del papiro
marrón y los develamientos.

76
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

30

La tensión se había apoderado de Nicanor Frías quién se dio vuelta para alejarse de
la presencia de Jano Vizcaíño.
- Doctor Frías, espere un momento- dijo Jano para detener la marcha de Nicanor.
Nicanor giró y nuevamente volvió la mirada hacia Jano, él esta mirando hacia la
otra esquina, su vista seguía incesante hacia ese lugar.
- ¿Es su hijo el que está en la equina?- dijo Jano.
Confundido, Nicanor fijó su vista hacia la esquina señalada por Jano. Para su
sorpresa observó que allí estaba su hijo Patricio con su novia. El día anterior habían
quedado en que el muchacho iba a pasar por la oficina del padre a retirar dinero para
comprar algunos libros que necesitaba para sus estudios.
Sin embargo una sorpresa mayor le depararía a Nicanor. Jano levantó su mano hacia
la altura de su hombro y juntó los dedos para hacerlos sonar. El abogado lo observó y
recordó que es el mismo movimiento que había realizado cuando aparecieron los delfines
en el Río de la Plata.
No pudo pensar ni un segundo cuando Vizcaíño hizo sonar los dedos. En ese
instante Patricio, que seguía con su novia en la esquina esperando que cambie la luz del
semáforo, unió sus manos y, con un reflejo instintivo, se los situó en el pecho y se
desvaneció inmediatamente cayendo al suelo.
Patricio yacía en el piso y su novia no entendía nada de lo que había sucedido.
Apenas podía agacharse y pegarle en la cara a gritos para que se despertara. Luego gritaba a
la gente que circulaba para que traigan un médico. Aparentemente el muchacho había
sufrido un infarto y su corazón se había detenido.
Una muchedumbre se había formado alrededor de la pareja. Enseguida apareció un
hombre identificándose como médico quién rápidamente empezó a hacer masajes de
reanimación al muchacho posiblemente muerto.
El desconcierto había rodeado esa esquina. Pero un hombre estaba más desesperado
que los demás al otro lado de la calle, Nicanor observaba atónito lo que había ocurrido con
su hijo.
El padre del muchacho entendió inmediatamente que Jano tuvo algo que ver con lo
sucedido. Volvió hacia él y se abalanzó tomando su cuello con su mano arrinconándolo
contra la pared.
- Hijo de puta ¿Qué has hecho?- dijo iracundo Nicanor mientras lo tomaba del cuello a Jano
– si le llega a pasar algo, te juro que te mataré.
Jano observaba inmutable a Nicanor. Lejos de sentirse amedrentado, Vizcaíño tomó
a Nicanor del hombro y hundió uno de sus dedos en la axila ejerciendo una gran fuerza
sobre el hombre. Parecía una tenaza que trituraba el hombro y la axila del abogado.
El dolor era insoportable, el dedo seguía hundiéndose más sobre la axila y la presión
que se ejercía era mucho mayor a la de cualquier hombre fuerte. Nicanor se quejaba del
dolor.
- Escúcheme ahora usted Nicanor- dijo molesto Jano – vio lo que acabo de hacer con su
hijo. Se está dando cuenta que esto no es un chiste. Su primera prioridad es resolver lo que
ha sido revelado a usted y su amigo. Mire a la esquina.

77
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

Nicanor hizo caso y dirigió su mirada hacia la esquina. Observó como los hombres
trataban de salvar la vida de su hijo. Su rostro era humedecido por lágrimas, no lloraba por
el terrible dolor físico, sino porque estaba viendo como moría Patricio.
- Ahora lo voy a soltar y usted correrá hacia su hijo. Pero no se olvide lo que puedo llegar a
hacer. Esto tiene que acabar ahora mismo ¿me entendió?- dijo Jano.
- Si, pero suélteme- dijo Nicanor.
El abogado entendió que era imposible cambiar la situación con amenazas. Por ello
apenas fue soltado por Jano fue corriendo hacia la esquina donde estaba su hijo.
Cuando llegó a la esquina, Nicanor observó en un profundo llanto la escena donde
un hombre seguía masajeando a su hijo que yacía en el suelo con los ojos cerrados y un
color catatónico, mientras su novia seguía llorando en desesperación.
Nicanor nuevamente dirigió su mirada hacia Jano quién se encontraba en la otra
esquina mirando con gracia lo sucedido. La mirada del abogado era con ojos más amables,
como implorando que le salvara la vida a su hijo.
Jano continuó observando la tragedia acontecida. Luego de unos breves instantes
emprendía su marcha para alejarse del lugar. Nicanor lo seguía observando. Mientras se
retiraba se detuvo un momento para levantar nuevamente su manos y hacer sonar sus
dedos, en ese instante Patricio abrió los ojos y realizó una profunda inspiración, luego de
una desgarradora espiración comenzó a toser.
Patricio se había recuperado, Nicanor volvió la mirada hacia su hijo y al grito de
que era su padre lo abrazó con fuerza.
- ¿Qué pasó papá?- preguntó Patricio mientras su novia con lágrimas en los ojos también lo
abrazaba.
- No lo sé hijo, pero quedate tranquilo que están viniendo los médicos – dijo Nicanor para
tranquilizarlo.
El abogado, abrazó con más fuerza a su hijo recuperado y nuevamente volvió a
llorar, esta vez el llanto fue incontrolable.
- Pasé por acá y te vi. Pensé lo peor- dijo Nicanor sin separarse de su hijo a pesar de que la
ambulancia había llegado y los galenos le pedían que lo dejaran revisar.
Ante el pedido de los médicos, Nicanor soltó a su hijo y abrazó a la novia de él para
acompañarla en el momento traumático que le había tocado vivir. Mientras mantenía el
abrazo miraba hacia la otra esquina para ver si estaba Jano.
Vizcaíño se había retirado y no se notaba por ningún lugar su presencia. Nicanor
volvía a entender que las investigaciones de su amigo eran cosas serias y que debían
terminar. Sabía que debía charlar nuevamente con Alfredo Rocca sobre el papiro marrón.

78
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

31

El pasillo del sanatorio se encontraba frío, no era mucha la gente que circulaba, al
ser muy tarde la actividad había disminuido considerablemente en comparación con la
mañana y media tarde.
Nicanor y Virginia estaban sentados en un banco del pasillo justo enfrente a la
puerta de entrada del cuarto donde estaba internado Patricio luego del infarto.
Un elegante médico con papeles y radiografías en su mano se acercó hacia ellos.
Ambos estaban tomados de la mano y sus rostros denotaban cansancio y preocupación.
Luego de lo sucedido la angustia se había apoderado de ellos.
- ¿Señor y señora Frías?- preguntó el medico. Ellos se levantaron y moviendo la cabeza
respondieron afirmativamente. –Soy el cardiólogo Javier Peñalva- se presentó el galeno
mientras daba la mano como gesto de saludo.
- ¿Cómo está Patricio? Doctor- preguntó Virginia.
- Está muy bien, de hecho créame que estoy confundido- explicó el doctor – si no hubiera
sabido que esta tarde tuvo un paro cardíaco, por los resultados de todos los estudios que
hicimos hubiéramos deducido que su hijo está perfecto, no hay ninguna evidencia
congénita ni de otra índole que nos indique que su corazón está mal.
- ¿Eso que significa doctor?- preguntó intrigado Nicanor.
- Quiere decir que su hijo está muy bien. Los estudios nos muestran un chico totalmente
sano y fuerte con un corazón funcionado perfectamente normal para su edad. La verdad que
esto es muy extraño, no hay ninguna evidencia de que haya sufrido un infarto a pesar de
que el primer médico que lo atendió en la calle atestiguó no sentir los latidos del corazón.
- ¿Qué es lo que hay que hacer ahora?- preguntó Virginia.
- En principio va a estar un día en observación- propuso el médico -seguiremos haciendo
estudios porque un infarto no se puede tomar a la ligera. Sin embargo los análisis nos
muestran que es un chico perfectamente sano, hasta diría que está más sano que los
compañeros de su colegio. Voy a continuar con mi ronda, ahora él descansará esta noche
aquí y lo volveré a ver mañana por la mañana.
Los padres del muchacho saludaron y agradecieron al doctor quién se retiró por el
pasillo. Virginia y Nicanor entraron al cuarto y vieron a Patricio acostado con un mejor
color de lo que estaba por la tarde.
- Mi amor, que susto nos distes- le dijo Virginia mientras lo abrazaba muy fuerte, el abrazo
era correspondido por su hijo.
- No se que paso, en un momento estaba caminando y en otro me despierto y veo a papá y
toda la gente rodeándome- explicó Patricio.
- Quedate tranquilo mi vida, yo me voy a quedar a dormir acá ¿querés que te traiga algo
para comer?- Preguntó Virginia.
- No, voy a dormir, estoy muy cansado- respondió Patricio.
Virginia lo soltó y Patricio se recostó para dormir, ella tomó unas sábanas que había
en el placard y sobre el sillón del cuarto improvisó la cama en la que ella dormirá.
Una enfermera entró al cuarto y observó a Nicanor quién lo llamó para que se
acerque al pasillo porque tenía un mensaje para darle. El doctor Frías con su mano hizo un
ademán de que enseguida volvía y se dirigió al pasillo donde se encontraba la empleada del
hospital.
- ¿Es usted el doctor Frías?- preguntó la enfermera.

79
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

- Si, soy yo- respondió Nicanor.


- Vengo de parte de un paciente que se encuentra internado en terapia intensiva, me dijo
que supo que está acá y me pidió que le dijera que lo quiere ver- explicó la enfermera.
Nicanor frunce sus cejas intrigado ya que no sabía quién podría ser el que estaba
internado y como sabía que él estaba aquí.
- ¿Quién es?- preguntó Nicanor.
- Es el señor Jano Vizcaíño- dijo la enfermera para sorpresa de Nicanor –fue internado esta
tarde, tiene un cáncer muy avanzado y los médicos dudan que supere esta noche. Dijo que
es cliente suyo y que necesita hablar con usted sobre el testamento.
Nicanor se mostró sorprendido por lo que dijo la enfermera. La sorpresa no era
porque Jano estuviera en el hospital sino por la enfermedad que le habían diagnosticado los
médicos. Entendió que lo del testamento era una jugada para pasarle un mensaje, se dio
cuenta de que la charla aún no había concluido y debían verse.
- ¿Donde queda terapia intensiva?- preguntó Nicanor.
- En el quinto piso doctor- respondió la enfermera.
- Muchas gracias- dijo Nicanor y volvió a entrar al cuarto. Se dirigió hacia su hijo a quién
le dio un beso en la frente, luego llamó a su mujer para que se acerque así podían hablar en
voz baja y no despertar a Patricio.
Virginia dejó las sábanas sobre la mesa y se acercó hacia su marido quién estaba en
un rincón del cuarto.
- Voy a ir a casa mi amor ¿necesitas algo?- preguntó Nicanor a Virginia.
- No, gracias querido, ya hablé con Felisa y ella se va a encargar de los chicos – respondió
Virginia –andá para casa y descansá, yo me voy a quedar acá con Patricio.
- Muy bien- dijo Nicanor mientras le daba un beso a su mujer – mañana a la mañana antes
de ir al trabajo paso por acá para saber de las últimas novedades.
- Está bien, pero quedate tranquilo que está todo bien- dijo Virginia.
Nuevamente la pareja se dio un beso de despedida mientras Patricio dormía
plácidamente en la cama. Nicanor se retiró del cuarto. Virginia creía que se dirigía a su casa
pero estaba equivocada, el abogado no se dirigía hacia la salida sino todo lo contrario, subía
al quinto piso del edificio donde se encontraba el sector de terapia intensiva del sanatorio.

80
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

32

Nicanor Frías se bajó del ascensor en el quinto piso. El lugar era sombrío y lúgubre,
había una entrada donde una enfermera estaba haciendo guardia.
El abogado se dirigió hacia ella, estaba leyendo un libro mientras escuchaba en bajo
sonido la música que salía de su radio.
- Buenas noches – saludó Nicanor –vengo a ver al señor Jano Vizcaíño, es un paciente de
este piso.
- Si- dijo la enfermera –lo voy a acompañar pero le voy a pedir que sea muy breve, ya no es
hora de visitas pero por pedido del señor Vizcaíño, que tiene una convalecencia muy
especial lo voy a dejar entrar diez minutos.
La enferma se levantó y abrió la puerta de entrada al sector de terapia intensiva.
Nicanor lo acompañaba, había un patio central con varios cuartos a su alrededor, dentro de
ellos observó pacientes dormidos monitoreados por diferentes máquinas que indicaban los
signos vitales del convaleciente.
En medio del patio central había un lavatorio de manos con abundante jabón líquido
y toallas colgadas a su alrededor.
- Le voy a pedir que antes de entrar al cuarto se lave las manos- dijo la enfermera. Los
sanatorios tienen una estricta política sobre la higienización en el sector. Los visitantes de
terapia intensiva debían asearse antes de entrar a ver al enfermo.
Sin ningún reparo, Nicanor accedió a la solicitud de la enfermera y se acercó al
lavatorio para enjuagarse las manos. Luego de asearse la sanitaria le indicó la habitación
donde se encontraba Jano Vizcaíño.
El abogado ingresó y observó a Jano muy demacrado con una máscara de oxígeno y
varios aparatos a su alrededor que indicaban constantemente el estado de sus otros órganos
vitales. El color de su piel era muy pálido y su respiración muy agitada.
-Solo puede estar diez minutos- dijo la enfermera y se retiró.
Jano y Nicanor quedaron solos en el cuarto. El abogado observaba atentamente el
descarnado cuadro del convaleciente moribundo. El enfermo no dejaba de respirar
agitadamente, hasta se podía observar algunas muy leves convulsiones.
Jano abrió los ojos y los enfocó hacia Nicanor que seguía observando sin decir
ninguna palabra, no alcanzaba a entender como un hombre que hace unas horas atrás
ejerció una agresión física con una inconmensurable fuerza estaba postrado y demacrado en
la cama.
- Parece que no voy a seguir más en el juego- dijo Jano esforzándose por hablar - El niño
cambió las reglas y va a retirarme.
- ¿Quiere decirme algo en especial?- preguntó intrigado Nicanor.
- Yo en pocos minutos voy a irme, pero usted va a seguir jugando- dijo Jano con algunas
interrupciones ocasionadas por la tos – en pocas horas se va a producir el desenlace del
juego respecto a usted. Debe terminar esto en las próximas horas, no puede pasar a mañana.
Una vez que se entere alguien más estamos perdidos.
- No entiendo- dijo Nicanor –duramente muchos años el secreto se preservó a pesar de que
hubo gente que supo del papiro ¿por qué ahora tanta premura? puedo terminar con esto,
pero necesito unos días, tengo que resolver algunos asuntos personales.

81
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

Jano observó esbozando una pequeña sonrisa ya que la enfermedad no le permitía


expresarse libremente. Internamente había desesperación porque notaba que Nicanor aún
no entendía lo que quería decirle.
- Karl Marx dijo que la historia define al hombre- dijo Jano –es interesante la contundente
conclusión. Si una persona es obesa porque come muchos dulces y por ser sedementario
porque ve mucha televisión, quizás si hubiera nacido quinientos años antes no sería gordo y
tendría una figura más armónica porque no existirían los chocolates ni la televisión que lo
puso en el estado en que está y estaría obligado a comer alimentos más nutritivos y a
desarrollar trabajos que requieren esfuerzos físicos. Si esto hubiera ocurrido hace
quinientos años no le estaría pidiendo esta celeridad en la resolución de su jugada, sin
embargo con la tecnología de hoy la información puede correr a la velocidad de la luz y en
cuestiones de minutos expandirse en casi todo el planeta. Además hoy existen herramientas
que antes no existían y permiten traducir todo el mensaje del papiro.
Nicanor estaba atónito. Trataba de entender lo que Jano le dijo pero no lograba
hacerlo. El convaleciente se dio cuenta de ello y lo apoderó cada vez más la desesperación.
Le preocupaba mucho más el posible mal juego del abogado que la cercanía de su propia
muerte.
- Está bien, intentaré solucionarlo hoy, pero no será fácil- dijo Nicanor.
- Acérquese a mi para que me escuche mejor, no puedo hablar fuerte- Dijo Jano mientras
con sus dos brazos intentaba levantar parte de su cuerpo para acercase a Nicanor y hablarle
lo mas cerca al oído.
Nicanor seguía dubitativo. Hizo caso al requerimiento acercando su oído hacia Jano.
- Es importante que entienda que no debe intentarlo debe hacerlo, no hay tiempo, si hoy no
lo resuelve el juego habrá terminado.- dijo con aflicción Jano.
- ¿Y como se termina el juego? Yo que lo sé no voy a revelar nada en mi vida y mi amigo
me lo ha prometido pero no puedo hacer más nada- dijo Nicanor.
-Estamos en una etapa muy peligrosa del juego- dijo Jano –los que están jugando deben ser
eliminados de esta etapa, es decir de este planeta. Lo que le digo es que en las próximas
horas no se puede hacer otra cosa, los tres deben ser eliminados.
Nicanor comenzó a comprender algunas cosas pero no podía entender otras. El
terror se apoderó de él porque lo que alcanzó a entender era que su amigo debía morir, lo
que no comprendía era que hablaba de tres jugadores que sean eliminados cuando los que
sabían de la revelación eran Alfredo Rocca y él. Al menos que la tercer persona sea Jano.
- Lo que me pide es muy extremista- dijo aterrado Nicanor –además habla de tres personas,
sea más específico.
- No es momento de jugar conmigo doctor Frías- dijo Jano tomándolo del saco con la poca
fuerza que le quedaba – si los tres no son eliminados y el juego acaba entienda que el
universo sucumbirá y hasta las almas dejarán de existir.
Luego de decir esas palabras Jano lo soltó y comenzó a toser con más asiduidad, se
recostó en la cama con algunas convulsiones importantes. Las máquinas que lo
monitoreaban empezaron a realizar sonidos y mostrar signos vitales que empeoraban a cada
segundo.
Jano realizó una larga expiración y sus ojos se mantuvieron abiertos e inmóviles. La
enfermera entró y tomó del brazo al enfermo para tomar su pulso, luego apagó los equipos
y cerró sus ojos.
- Lo siento- dijo la enfermera a Nicanor –era inminente que se produzca su deceso. ¿Sabe
de alguien que podamos avisarle?

82
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

Nicanor estaba inmóvil y aterrado por la conversación que mantuvo con él. Luego
volvió su vista hacia la enfermera.
- No se preocupe- dijo Nicanor – conozco a su familia, yo les voy a avisar.
La enfermera se retiró y Nicanor quedó solo en el cuarto observando a Jano quien
acababa de fallecer. No solo sabía que debía seguir con el juego del papiro marrón, también
entendió que está cerca del final del su juego y debería tomar una decisión.

83
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

33

La noche yacía sobre la ciudad de Buenos Aires. El clima no era propicio para un
paseo, fuertes vientos soplaban sobre la calle.
A pocas cuadras del sanatorio había un parque público muy extenso, con mucha
arboleda, juegos infantiles y caminos internos con bancos que invitaban a sentarse.
En uno de los bancos una pareja de enamorados disfrutaba de la noche en el parque
expresando sus sentimientos apasionadamente entre abrazos y besos.
Nicanor se hallaba sentado en un banco a veinte metros de ellos. Lejos de disfrutar
de la noche, se encontraba aterrado, no sabía lo tarde de la hora, ni siquiera debía saber en
que lugar estaba en ese momento.
Sus pensamientos estaban lejos de esa plaza y cerca del papiro marrón. Se le
presentó un conflicto interno y existencial trascendental.
Las palabras de Jano retumbaban en su cabeza. No sabía si lo último que dijo era
vital o no. ¿Cómo puede eliminar a los jugadores del juego? Esa es la inquietante pregunta
que reiteraba constantemente y no podía responderse.
En tanto la pareja continuaba disfrutando de su momento, Nicanor seguía
preguntándose que debía hacer. El viento soplaba cada vez más fuerte, las hojas caídas
comenzaron a dar vueltas advirtiendo pequeños remolinos que formaban fuertes ráfagas de
viento.
La pareja comenzaba a sentirse incómodo por la tempestad que cada vez se
deterioraba más y se retiró de la plaza con una alegre corrida.
La enajenación se apoderó de Nicanor, estaba en estado de shock, todo lo que le
sucedía no lo podía asimilar. Se sentía ahogado a pesar de que el fuerte viento rozara su
cara, le costaba respirar.
- ¿Por qué? ¿Por qué?- gritaba frenético Nicanor sin que nadie lo escuche.
Luego de sus gritos, Nicanor escuchó desde lo alto y desde todos sus costados las
risas de un niño pero no lograba divisar ningún muchacho en la plaza. Los fuertes vientos
lo habían dejado absolutamente solo en el parque. Las risas eran continuas, y eso
enloquecía aún más al abogado.
Esas risas provenían de cualquier lugar, y Nicanor continuaba sentado en el banco.
Sabía que debía tomar una decisión y debía ser ahora. Tenía que emprender algún tipo de
acción. Lo que entendía perfectamente es que en las próximas horas no podía quedarse sin
hacer nada.
Luego de gritar y preguntarse por qué le sucedía a él esto, le surgía otra pregunta y
era la que va a definir el desarrollo de los acontecimientos a partir de ese momento.
Nicanor se preguntaba que debía hacer y que tenía que hacer con el papiro marrón.

84
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

34

En Puerto Madero la zona de paseo funcionaba a plenitud a pesar de las


tempestades, todos los restoranes estaban abiertos y lleno de personas. El restauran La
Holando no era la excepción. Todas las mesas estaban llenas de comensales.
En una de las mesas se encontraban sentados Alfredo Rocca y el periodista Edgardo
Espinosa.
El periodista era un hombre de unos sesenta años corpulento y con canas que
denostaban su edad. Ambos estaban ingiriendo carne asada con papas y tomando un vino
tinto.
- Entonces ¿me quiere decir que usted ha creado vida?- preguntó intrigado Espinosa luego
de que Alfredo Rocca le haya explicado los resultados de su investigación.
- No exactamente, en realidad hemos descubierto la fórmula natural de la creación de vida-
explicó Rocca.
- Realmente estoy desconcertado, me muestra una fórmula química en la cual ha creado la
vida y ahora dice que no es así ¿ha creado vida de una fórmula química?- preguntó
Espinosa.
- Es que no yo no soy creador de la vida, sería endiosarme, he descubierto como se crea
vida fuera de la reproducción.- dijo Rocca.
- A ver si entiendo- dijo Espinosa.- me quiere decir que siempre hemos creído que la
continuidad de la vida era a través de la procreación pero usted dice que también existen
métodos o fórmulas de creación.
- Exactamente- exclamó Rocca – son métodos y fórmulas naturales, es decir de la misma
naturaleza, y este proceso se da constantemente, incluso en estos momentos.
- Entonces ¿cómo es que no lo percibimos?- preguntó Espinosa.
- Porque la creación de la vida se origina desde un organismo celular y luego la evolución
hace lo demás- dijo Rocca.
El periodista se quedó mirándolo sin entender lo que acababa de explicarle, trataba
de abstraerse pero era imposible. Alfredo Rocca lo observaba y se dio cuenta de ello.
- Le voy a explicar de otro modo- dijo Rocca – el astrónomo Carl Sagan hizo un
maravilloso trabajo donde comprimió el tiempo del universo en un año y lo llamó el
“calendario cósmico”. El universo tiene quince mil millones de años, pues esos años fueron
reducidos a milésimas de segundos para explicar las etapas del universo en lo que sería un
año. Tenemos así que cada segundo de los trescientos sesenta y cinco días equivale a
quinientos años. El primer segundo de primero de enero se produjo la gran explosión
conocida como big bang y la última milésima de segundo del treinta y uno de diciembre es
el tiempo actual. En el calendario cósmico de Sagan la historia de la humanidad entraría en
los últimos minutos de la última hora del treinta y uno de diciembre. Si esa reducción de
tiempo fuera real y viéramos el proceso de evolución en poco minutos veríamos emerger de
la tierra nuevos seres vivos de distintas formas y cambiando su aspecto permanentemente,
porque la vida se crea desde la tierra a partir de la célula que luego evoluciona.
- No es que sea incrédulo- dijo Espinosa –pero la verdad es que nunca en mi vida he oído
algo semejante, al menos no desde un científico reconocido.
- Lo comprendo- dijo Rocca –si a mi me lo dijeran tampoco lo hubiera creído, pero lo que
le digo es demostrable, no le pido que me crea, todo lo contrario, dude, así le puedo

85
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

demostrar científicamente que es posible la creación de la vida desde experimentos


naturales.
- ¿Usted me dijo que simplemente es una fórmula química?- preguntó Espinosa.
- Exacto- exclamo Rocca – una fórmula natural que siempre ha estado frente a nuestros
ojos, siempre la teoría partió de la molécula que pudo hacerse una copia de si misma, ahora
tenemos nueva información. Siempre supimos fehacientemente que al polvo vamos.
- Ahora con lo que usted dice sabemos que del polvo venimos- dijo Espinosa.
Rocca seguía explicando al periodista sus descubrimientos, gesticulaba con las
manos entusiasmado intentando convencerlo de sus nuevas teorías. Espinosa escuchaba
atentamente mientras se alimentaba de lo que había servido en la mesa, trataba de
comprender aunque le resultaba muy difícil aceptarlo mientras no hubiera hechos
observables que lo apoyen.

86
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

35

La casa de Nicanor Frías estaba muy tranquila, eran altas horas de la noche, los
chicos y la empleada dormían en sus respetivos cuartos. No estaban Virginia ni Patricio ya
que se encontraban durmiendo en el sanatorio.
Se acostumbraba a dejar un velador del living prendido para que el último en llegar
tenga luz y así no chocar con los muebles. Nicanor fue el último en llegar, apagó la luz y se
dirigió a su despacho.
El abogado se sentó en el sillón de su despacho, se encontraba muy pensativo, las
ramas se podían observar desde la ventana y estaban en constante movimiento. Se
escuchaba el pasar del viento que se colaba sobre alguna apertura mal cerrada.
El doctor Frías se hallaba muy intranquilo, para él la noche no había terminado, el
diálogo mantenido con el difunto Jano Vizcaíño y lo últimos sucesos lo mantenían en un
estado paranoico.
Aún no lograba comprender el alcance de las palabras de Jano, o al menos no quería
comprenderlas, debía tomar una decisión y sabía que sería trascendental para él y su
familia.
Estaba pensativo, no podía tomar ninguna iniciativa, tenía muchas dudas en relación
a sus próximas acciones. Luego de unos minutos armó coraje y tomó el teléfono, discó un
número y esperó que alguien atendiera del otro lado.
- Se comunicó con Alfredo Rocca, en este momento no puedo atenderlo pero deje su
mensaje y me comunicaré con usted a la brevedad. Muchas Gracias- dijo un mensaje
grabado en el contestador del celular.
- Alfredo soy Nicanor, necesitaría hablar con vos urgente, por eso cuando escuches este
mensaje llamáme sin importar la hora que sea voy a dejar prendido mi celular, también
podés llamarme a mi casa que yo voy a atender, te repito es muy importante que hable con
vos- dijo Nicanor y luego colgó el teléfono.
Había intentado comunicarse con su amigo Alfredo Rocca para comentarle de la
conversación que mantuvo con Vizcaíño, su intensión era volver a insistir que se olvide de
todos los recientes descubrimientos, pero fue infructuoso, no había podido localizarlo.
Nuevamente observó por la ventana las ramas en movimiento, luego de unos
instantes se animó a hacer otra llamada. Tomó el teléfono y discó nuevamente.
- Hola- dijo una mujer al otro lado del teléfono, era Dionisia, la señora que cuida la casa de
Alfredo Rocca.
- Hola ¿es la casas del doctor Rocca?- Preguntó Nicanor.
- Si ¿Quién habla?- preguntó Dionisia.
- Soy Nicanor Frías, disculpe que llame a estas horas de la noche pero estoy buscando a
Alfredo, necesitaría hablar con él- dijo Nicanor.
- Hola doctor Frías- saludó Dionisia –no hay ningún problema, pero el doctor aquí no está,
tenía una cena con un periodista amigo suyo.
Si Nicanor estaba preocupado, nada ayudaba lo que le acababa de decir Dionisia. Se
enteró de que está con un periodista, ello era la suma de todos sus miedos. Si el periodista
obtenía la información y la divulgaba a través de los medios se podría cumplir el presagio
de Jano.
- ¿Por donde fue a cenar?- preguntó Nicanor.
- En Puerto Madero- respondió Dionisia.

87
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

- Que casualidad- dijo Nicanor –yo estoy con unos amigos cenando en Puerto Madero.
Por supuesto se trataba de una mentira, se encontraba en su casa, pero era necesaria
tener una excusa que le pudiera servir para solicitarle el nombre del restauran sin que la
mujer entrara en ninguna sospecha o preocupación.
- ¿En que restauran está?- preguntó Nicanor –así aprovecho y paso a saludarlo.
- Esta en el Holando- respondió Dionisia -¿lo conoce?
- Si, he comido ahí- respondió Nicanor –muchas gracias y disculpe las molestias, que tenga
buenas noches.
- Buenas noches doctor- se despidió Dionisia.
El abogado colgó el teléfono y se dirigió al placard del despacho. Abrió la puerta de
la caja fuerte y de allí extrajo el papiro marrón, lo observó y con furia lo apretó fuerte en
sus manos, él entendía que ese papiro era el causante de todos los problemas por los que
estaba pasando. Luego lo introdujo en uno de los bolsillos exteriores de su saco.
Nuevamente observó el interior de la caja fuerte, quería sacar de allí otro elemento
que nunca había necesitado pero ahora requería de él. Metió su mano dentro de la caja y
extrajo un revolver calibre veintidós, también tomó algunas balas que tenía en una cajita y
las puso en el tambor del arma de fuego.
Sintió el peso del arma en su mano, fueron muy pocas las veces que lo había
empuñado, sin embargo ya había disparado con anterioridad haciendo práctica en un
polígono de tiro. Guardó el arma en otro de los bolsillos exteriores del saco que tenía
puesto.
Tomó las llaves de su auto que se encontraban sobre el escritorio, se retiró del
despacho y pasó por el living donde apagó la luz, abrió la puerta de salida de la casa y se
retiró.
Nicanor fue en busca de Alfredo, necesitaba saber que es lo que estaba ocurriendo
con el periodista. Su temor más grande es que los descubrimientos del papiro marrón se
divulguen al mundo entero.

88
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

36

Alfredo Rocca y Edgardo Espinosa continuaban cenando y charlando sobre los


descubrimientos. El periodista aún no estaba convencido de la información que le estaban
dando, de hecho esperaba alguna prueba concreta que lo convenciera.
El restauran seguía con su labor cotidiana de brindar servicios culinarios a los
comensales. La mayoría de las mesas estaban llenas, algunos ya se estaban retirando por las
altas horas de la noche, pero otros seguían degustando lo que se les presentaba en la mesa.
Rocca gesticulaba con sus manos cada explicación de su teoría y sacaba de una
carpeta que se encontraba sobre la mesa hojas con textos, fotos y fórmulas que
acompañaban a sus investigaciones.
- Doctor Rocca, también me habló de una segunda investigación- dijo Espinosa.
- Así es- dijo Rocca –esta es un poco más compleja pero déme un tiempo que se lo quiero
explicar bien.
-No tengo apuro- dijo Espinosa –tómese todo el tiempo que necesite.
- Muy bien- dijo Rocca – digamos que por determinadas circunstancias me llegó un
mensaje que debía descifrar. Ese mensaje se refería al telescopio espacial Hubble, ¿imagino
que sabe lo que es?
- Por supuesto- dijo Espinosa –yo mismo cubrí su lanzamiento hace unos cuantos años
atrás.
- Pues recibí un mensaje que me decía que a través del Hubble podría observar la nueva
vida- dijo Rocca –al principio creí que se refería a vida en otros planetas, pero luego
observe por televisión las fotos que había sacado el telescopio y comprendí que se trataba
de otra cosa.
- ¿Y de que se trata?- preguntó Espinosa mientras masticaba un bocado de carne.
- Déjeme mostrarle- dijo Rocca, de la carpeta sacó unas fotografías –esta es la fotografía
del nacimiento de estrellas en la nebulosa del Águila.
En la fotografía se podía observar tres columnas de humo con puntos brillantes,
algunas formas de las columnas son fantasmagóricas pero lo único que hacía era evidenciar
polvo en el espacio.
- Observe la foto bien- dijo Rocca mientras señalaba algunos contornos de la foto –tiene
algunas formas, no diría humanas, pero sí espectrales, hay movimiento. Tengo otras fotos
para mostrarles.
Exhibió la foto de la nebulosa Carina llena de humo y polvo, también detalles de la
nebulosa Orión y otras fotos más. En todas ellas describía el contorno de las nebulosas y
sus movimientos. Espinosa observaba atentamente las fotografías mientras seguía
masticando.
- Todo esto me demostró que hay movimiento, y el movimiento en el universo tiene un
significado importante y por las figuras que se presentan veo que son entes que se
encuentran en una lejana dimensión.
- ¿Qué me quiere decir?- preguntó Espinosa - ¿Qué son almas?
- Es lo que creía- respondió Rocca mientras seguía gesticulando con sus manos –pero luego
se me revelaron en mi cabeza algunas teorías, entonces entendía que no son almas sino
guardianes, una especie de ángeles.
- Cada vez entiendo menos- dijo Espinosa -¿Qué teorías se le han revelado?

89
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

-Primero déjeme decirle algo, no se como se me han revelado, pero a medida que seguía
investigando los descubrimientos se me internaban en mi cabeza y empiezo a concebirlos
como verdad absoluta.
- No nos adelantemos- dijo precavido Espinosa sabiendo que las verdades absolutas llevan
a extremos que en las ciencias no tienen lugar.- Explíqueme que revelaciones se le han
presentado.
- Pues ahora se adonde vamos después de la muerte y también se el origen y muerte del
universo- dijo Rocca.
Espinosa dejó de masticar y puso los cubiertos sobre la mesa, lo que dijo Rocca lo
puso nervioso porque antes que periodista él es científico y no acepta que le mezclen
hechos científicos con dogmas religiosos.
- A ver- dijo Espinosa –explíquemelo que yo con mucha tranquilidad lo voy a escuchar
pero entienda que soy científico, no voy a aceptar nada que no sea comprobable.
- Lo que le voy a contar- dijo Rocca – parte corresponde a teorías ya enuncias, otras a
fórmulas físicas y matemáticas que he desarrollado y avalan lo que voy a contar y otra parte
corresponde a revelaciones que no puedo demostrar pero podrían guardar cierta lógica con
los dos puntos anteriores.
Rocca guardó todos los papeles que había sobre la mesa en una carpeta y lo hizo a
un lado. Apoyó sus codos y juntó sus manos, tomó unos segundos de aire para comenzar a
narrar sus nuevos descubrimientos acerca de la muerte y del origen y fin del universo.
-Vamos a comenzar por el origen del universo a través de la teoría del big bang o gran
explosión que por supuesto usted conoce- dijo Rocca.
Espinosa asintió con la cabeza, todo investigador científico que trabaje en una
revista de ciencias conoce la teoría del big bang que explica el nacimiento del universo.
- Hace quince mil millones de años no había nada en el espacio- dijo Rocca- solo un átomo
que hizo una gigante explosión, tan grande que la mente humana no puede imaginar. Esa
explosión esparció en todo el espacio átomos, moléculas, gases, polvo que luego de
millones de años se enfriaron y mediante un proceso de fusión nuclear en algunos puntos
del espacio los átomos comenzaron a tener elementos como oxígeno, hierro, carbono y
otros. En el tiempo estos elementos se unieron y se formaron las galaxias, las estrellas y,
finalmente, los planetas.
Mientras Rocca explicaba no dejaba de gesticular con las manos, principalmente las
abría y cerraba y luego separarlas y las volvía a unir comprimiéndolas para explicar la
expansión del universo.
- Ahora bien- continuó Rocca – estas galaxias, que es un cúmulo de millones de estrellas
fueron creadas mientras se expandían por el efecto de la onda de la gran explosión o big
bang, que fue tan grande que esa expansión duraría millones y millones de años. En la
teoría de la gravedad Newton determinó que nuestro planeta tiene un centro que ejerce
atracción sobre todos los objetos, por eso caemos al suelo. Ahora, el universo también
ejerce una fuerza de gravedad, y los millones de galaxias y de estrellas que la conforman
son atraídas hacia un centro que queda en el mismo lugar donde se originó la explosión.
- ¿Está diciéndome que toda la materia del universo está volviendo al mismo átomo que
originó la explosión hace quince mil millones de años atrás?- preguntó Espinosa.
- Así es- dijo Rocca –todo lo que fue expandido por la explosión es atraído al mismo lugar.
Mientras la gravedad nos atrae hacia el centro del universo, las galaxias y estrellas irán
chocando y convirtiéndose en polvo y luego la gravedad seguirá desmaterializando hasta
que lleguemos al átomo. La tierra por supuesto no se salvará, será destruido en algún

90
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

choque de esta movilización. El universo está en constante movimiento, los científicos de


hoy estiman que aún seguimos en expansión, yo creo que llegará el momento en que la
telaraña de galaxias se tensará y comencemos a volver al centro del universo. Esto es como
un globo, usted lo infla para que tome el tamaño más grande que pueda alcanzar, luego lo
desinfla y todo el globo vuelve a achicarse para tomar el tamaño inicial.
Las manos de Alfredo se separaban y unían para explicar la expansión y posterior
unión de la materia del universo.
- Todo esto no puede hacerse sin energía, y es allí donde entramos nosotros- dijo Rocca –
repito que el universo está en constante movimiento, todo se mueve, nada queda quieto. Y
si en estos momentos continuamos en expansión por la gran explosión, en algún tiempo
todo será a la inversa y la gravedad nos devolverá al origen del universo. Ahora bien, ¿Qué
sucederá una vez que todo vuelva a ser un solo átomo? creo que la energía que compone
todo el universo será desgastada por todo el movimiento de la expansión y unión, por ello
cuando volvamos a ser un sólo átomo toda esa energía se renovará y volverá a haber un
nuevo big bang con un universo renovado.
- A ver si entendí- interrumpió Espinosa - ¿usted quiere decir que todo el universo será
nuevamente un átomo y que, luego de renovar toda la energía, volverá a explotar para que
nuevamente vuelva a expandirse y unirse para también luego convertirse en un átomo y
volver a explotar y así sucesivamente?
- Exacto- exclamo Rocca –el big bang originará el universo que luego será un átomo, luego
ese átomo volverá a originar el universo que luego volverá a convertirse en un átomo y así
sucesivamente por toda la eternidad.
- ¿Dónde estamos nosotros? ¿Seremos polvo que deambulará por el universo?- preguntó
Espinosa.
- Nuestro cuerpo si, pero nuestra alma será energía- respondió Rocca.
- Explíqueme mejor que no entiendo- dijo Espinosa.
Rocca apoyo los brazos sobre la mesa, con cierta tranquilidad volvió a tomar aire
porque se había quedado sin aliento de tanto entusiasmo en la explicación.
- El universo está lleno de energía que abunda en el espacio, esa misma energía que mueve
las cosas. Nuestro cuerpo tiene un principio generador de movimiento, de vida. Esa energía,
que es imperceptible pero es materia, o al menos forma parte del universo, ingresa al
cuerpo creado y por fusión química comienza la vida. Constantemente hay energía
renovada en el universo y en nuestro planeta, son atraídos por las moléculas que componen
los cuerpos vivos, una vez que ingresa al embrión se da el principio vital. Ahora bien,
nuestro cuerpo es materia, y ésta en el tiempo se desgasta o tiene un mecanismo de
funcionamiento que por accidente o enfermedad puede dejar de funcionar y se libera esa
energía. La energía liberada está tan desgastada que no tiene fuerza para ser atraído por otra
materia viviente y es atraído hacia el centro del universo y comenzará el viaje que
emprenden todas las galaxias. La energía nueva formará parte de la nueva vida mientras
que la energía desgastada viajará en el espacio para unirse al átomo principio de todo.
- Esto es muy complicado, por favor vaya despacio- interrumpió Espinosa.
- Tiene razón, disculpe mi entusiasmo, trataré de ir más despacio- dijo Rocca - ¿Qué sucede
con nuestros cuerpos?, en el tiempo por supuesto será polvo que, en algún cataclismo del
planeta viajará por el universo para unirse en el átomo. Cuando el universo esté condensado
en un átomo y éste vuelva a estallar, nuevamente se creará la materia y la energía
desgastada por nuestros cuerpos volverá a estar renovada y encontrará una nueva materia
viviente donde se dará nuevamente el principio de la vida.

91
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

- Lo que está diciendo es que cuando morimos nuestra alma o energía viajará por el
universo, y en algún momento de la historia este universo se renovará y nosotros
volveremos a resucitar en un cuerpo nuevo ¿eso quiere decir?- preguntó Espinosa.
- Veo que estoy explicando bien- dijo Rocca –ahora, según mis cálculos, si la gran
explosión ocurrió hace quince mil millones de años y estamos cerca de terminar con la
expansión para iniciar el viaje al centro del universo, diría que por lógica matemática,
faltarían otros quince mil millones de años para que todo sea nuevamente un átomo. Ahora
bien cuando ello ocurra nuevamente se realizará la gran explosión cuya expansión será en
otros quince mil millones de años.
- Entonces tenemos que si hoy morimos dentro de treinta mil millones de años volveremos
a vivir en un nuevo cuerpo de un nuevo planeta de una nueva galaxia de un nuevo universo-
interrumpió nuevamente Espinosa.
- Está entendiendo muy bien lo que quiero decir- dijo Rocca –Ahora ¿Qué sucederá con
nosotros? ¿Cómo sentiremos ese viaje al nuevo universo? ¿Qué sentiremos después de
morir? pues nada, simplemente dormiremos, descansaremos en paz, estaremos en un largo
letargo hasta despertar en nuestros nuevos cuerpos. Y esto ocurrirá constantemente por toda
la eternidad. Nuestro cuerpo establece las acciones físicas como movimientos de brazos, los
pensamientos y el carácter como lo demás que deviene de los genes, pero la energía es la
que mueve nuestros sentimientos y emociones, eso significa que racionalmente se puede
comprender que nunca dejaremos de existir.
- Debo confesarle que es impactante lo que me ha contado- dijo Espinosa – pero es una
teoría que no se puede demostrar.
Rocca nuevamente tomó la carpeta que había hecho a un lado, la abrió y se la
alcanzó a Espinosa, el periodista tomó las notas y las leyó.
-Allí encontrará mi explicación bien detallada acompañado por fórmulas físicas y
matemáticas que avalan lo que digo, podrá observar que para el tiempo del universo y el
movimiento me he basado en la relatividad de Einstein, pues nuestra mente no está
preparada para entender los largos plazos de tiempo de evolución y muerte del universo-
dijo Rocca –por supuesto todo esto lo he registrado en propiedad intelectual, así que
siéntase libre de hacer todas las consultas que estime necesarias.
Espinosa tomó una de las hojas y observó una copia del escrito del papiro marrón, el
periodista se lo señaló a Rocca y con la mirada a los ojos mostró el interrogante, como
preguntando de que se trataba.
-Eso es una copia de un antiguo mensaje- dijo Rocca comprendiendo el mensaje de lo ojos
de Espinosa – es el principio de toda la investigación, descubrimiento y revelación que
acabo de contarle.
- Presiento que me quiere decir algo más- dijo Espinosa –que quiere llegar al punto de algo.
-Pues mientras pensaba en todo esto me hice algunas preguntas. Este sistema del universo
es muy perfecto, desde una mínima partícula hasta una titánica galaxia de cien millones de
estrellas. Me cuesta creer que esto haya sido producto del azar o de hechos accidentales,
creo firmemente que es un trabajo de ingeniería.
-O sea de un creador- dijo Espinosa –de Dios.
-Así es- dijo Rocca.
-Entenderá que allí nos estamos metiendo en principios religiosos que estará fuera de
nuestro análisis- dijo Espinosa.
-Tiene razón, solo era un comentario- dijo Rocca.

92
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

Espinosa leía con mucha atención las hojas que le había alcanzado, luego de unos
instantes las dejó en su lugar.
-Por curiosidad- dijo Espinosa - ¿usted encuentra sentido a todo esto? Lo que quiero decir
es si la vida y el universo tienen algún sentido.
- Créame Espinosa, es otra cosa de las que he pensado mucho- dijo Rocca – creo que todo
esto es parte de un juego. Consiste en ver hasta donde podemos sobrevivir en este inmenso
universo. En el movimiento de las galaxias la vía láctea, nuestra galaxia, se aproxima a
cuatrocientos ochenta mil kilómetros por hora a la galaxia vecina, Andrómeda. Dentro de
uno cinco mil o siete mil millones de años ambos chocarán y será una colisión titánica de la
cual nuestro planeta no sobrevivirá si es que llega al impacto, ya que se estima que el
crecimiento del sol podría evaporar el planeta dentro de cinco mil millones de años. Como
puede ver nuestro planeta tiene fecha de vencimiento, pero tenemos tiempo de sobra para
crear la tecnología suficiente que nos permita mudar a otros planetas y otras galaxias para
preservar la humanidad. Para que ello suceda debemos entender que el planeta tierra no es
nuestra casa sino que todo el universo es nuestra casa. Es solo una opinión, es darle un
sentido a las cosas.
- Es una interesante perspectiva- dijo Espinosa.
- Si tenemos la libertad y capacidad de crear cosas que nunca imaginamos es porque
alguien nos las dio para un objetivo concreto- dijo Rocca –creo que ahora está en nosotros
utilizar bien esa libertad y creatividad.
- Y dígame- dijo Espinosa -¿Qué hay mas allá del universo, en los confines de todo?
- Supongo que espacios vacíos, pero la verdad no lo sé- dijo Rocca.
- Le diré lo que voy a hacer- dijo Espinosa –voy a tomarme el tiempo necesario para leer
sus notas y nos volvemos a ver para que me demuestre lo que se puede comprobar, como
por ejemplo la creación de organismos celulares. ¿Le parece?
-Como no, recuerde que lo que voy a crear es materia susceptible de ser viviente, esta
materia luego absorberá la energía que dará el principio vital- dijo Rocca.
Ambos seguían cenando, Rocca y Frías dejaron de ser los únicos que conocen el
mensaje del papiro marrón y sus descubrimientos. Ahora se sumaba Edgardo Espinosa en la
lista de personas que conocen las nuevas revelaciones.

93
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

37

La brisa del río y la noche hacían que la temperatura bajara en Puerto Madero. El
invierno presentaba un frío casi insoportable. La gente se resguardaba en el calor de los
negocios gastronómicos. La calle estaba vacía y se podía escuchar el chiflido del viento que
incansablemente tumbaba por las veredas de la ciudad.
Nicanor Frías caminaba por Puerto Madero, se dirigía al restauran “La Holando”
para encontrarse con su amigo Alfredo Rocca. Era un hombre perturbado su mirada estaba
perdida, sus manos en los bolsillos de su saco.
Prácticamente no había transeúntes en la vereda, las personas que se retiraban de los
locales lo hacían por automóvil, las bajas temperaturas no invitaban a la gente a caminar
por Puerto Madero. Apenas se podían observar a algunos funcionarios de Prefectura Naval
dirigiendo el tránsito o velando por la seguridad de la zona, ellos ejercían el poder de
policía por tratarse de una zona portuaria.
El abogado localizó el restauran e ingresó allí. Una vez adentro examinó el lugar
que estaba en pleno funcionamiento, había comensales en varias mesas y los mozos
entraban y salían de la cocina para dejar platos sucios o buscar los pedidos de los clientes.
Nicanor observó con atención buscando una mesa en especial. Estaba ubicada en el
centro del restauran cerca de la cocina. Allí se encontraban Alfredo Rocca y Edgardo
Espinosa charlando amenamente, tomando unas copas de vino, estaban en el final de la
cena, y sólo esperaban que les llegara el café.
Mientras ellos conversaban se acercaba Nicanor. Alfredo Rocca aún no se había
percatado de su llegada, por eso con absoluta tranquilidad saboreaba el vino que había en su
copa.
- Alfredo- dijo Nicanor a centímetros de la mesa.
Rocca fue sorprendido por su llamado y dejó la copa de vino sobre la mesa,
enseguida dirigió su mirada a Nicanor.
- Nicanor, ¿Qué haces aquí?- preguntó Rocca, luego dirigió su mirada al periodista –no
importa, Edgardo le presentó al doctor Nicanor Frías, él es quién hizo los principales
aportes para esta investigación.
- Mucho gusto- dijo Edgardo mientras estiraba la mano para saludarlo – Alfredo me ha
contado sus investigaciones y realmente es sorprendente.
Nicanor se mantuvo en silencio y no saludó al periodista. Se percató de la carpeta
abierta que había sobre la mesa y vio las copias del mensaje escrito en el papiro marrón. En
ese momento se dio cuenta de que era tarde, quién lo estaba saludando ya sabía todo sobre
lo que Jano dijo que nadie debía saber.
- ¿Qué has hecho?- preguntó indignado Nicanor a Alfredo -¿no escuchastes lo que te había
dicho?
- Entiendo que te pongas así- dijo Alfredo comprendiendo la situación –y sé que estás
desilusionado conmigo. Pero es importante que se sepa esta investigación, si algún
gobierno quiere mantenerlo en secreto es porque no va a hacer nada bueno con él.
-¿De que está hablando?- preguntó Espinosa sin saber lo que habían hablado Frías y Rocca.
- Enseguida le explico- contestó Rocca, quién volvió la mirada hacia Nicanor –también
entiendo que estés preocupado por tu familia, pero como yo soy un funcionario encargado
en un área de seguridad, conozco a muchos funcionarios del Ministerio del Interior que
seguramente otorgarán toda la seguridad que necesites.

94
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

Nicanor se perturbaba cada vez más por la situación que estaba viviendo y se
indignaba por enterarse lo que había hecho su amigo.
- No tenés idea de lo que has hecho- dijo Nicanor –nos has puesto a todos en peligro.
-Tranquilizáte- dijo Rocca notando la angustia de Nicanor – sentáte a la mesa y charlemos.
Nicanor seguía parado frente a los dos. No daba ningún signo de tener intenciones
de sentarse en la mesa. Espinosa observaba con mucha atención los sucesos, su mirada
estaba fija en el abogado.
La perturbación de Frías crecía cada vez mas, tomó del bolsillo su arma de fuego
calibre veintidós y apuntó sobre el periodista realizando un certero disparo que dio en su
frente. La bala ingresó en la cabeza provocando la inmediata muerte de Espinosa, a pesar
de la fuerza del impacto el periodista mantuvo su posición sentado en la silla mientras
despedía constante fluido de sangre en el orificio provocado por el balazo.
La gente que estaba en el lugar escuchó el estruendo y pudo observar el fogonazo
emitido por el revolver. Algunos tuvieron rápidos reflejos y a los fuertes gritos salieron del
lugar, otros que se encontraban del otro lado del local sin una salida segura optaron por
tirarse al suelo.
Rocca no pudo salir de su asombro y observaba como el invitado moría en la mesa
en donde estaban cenando segundos atrás.
- ¿Qué hicistes?- gritó aterrado Rocca -¿estás loco?-.
A pesar de que Espinosa ya estaba muerto Nicanor seguía apuntando su arma, luego
movió su brazo y la mira del revolver apuntó sobre Alfredo. El abogado lo miró con mucha
atención.
- ¿Qué vas a hacer?-preguntó atemorizado y con la voz quebrada Rocca –por favor
recapacitá lo que estas haciendo.
- Lo siento- dijo Nicanor con ojos y voz más bondadosa –vas a entender que lo que voy a
hacer es por tu bien y el de tu familia.
Enseguida Nicanor realizó un nuevo disparo que impactó sobre el pecho de Alfredo.
La sangre comenzó a vertir en la altura del esternón. Rocca cubrió con sus manos la herida
para tapar la hemorragia mientras respiraba con dificultad y sentía el dolor provocado por el
balazo.
Mientras hacía esfuerzo por respirar miraba a Frías con ojos temerosos sin
comprender lo que sucedía, a la vez su mirada pedía piedad para que no realizara otro
disparo y le diera la oportunidad de sobrevivir.
Nicanor observaba a Alfredo y se dio cuenta de que su gran amigo estaba sufriendo
injustamente, a la vez sentía que era necesario terminar con lo que había comenzado.
Nuevamente realizó dos disparos más que impactaron en el pecho de Rocca, esta vez la
fuerza lo arrojó de la silla dejándolo tendido en el suelo. Ya no respiraba, la cantidad de
balazos en el pecho hicieron que el científico y amigo no resistiera y pereciera en el
restauran.
Nicanor observaba el escenario con la mirada fija sobre su amigo sin soltar el arma.
Se dio cuenta de lo que había hecho, había matado a Alfredo y al periodista.
El clima en el local era muy tensionante, la gente estaba tirada en el suelo
confundida, sin saber lo que pasaba. Edgardo Espinosa y Alfredo Rocca estaban inmóviles
en un charco de sangre, los dos habían muerto.

95
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

38

La situación era confusa en el restauran La Holando, se acababa de producir un


crimen y el asesino seguía parado frente a las víctimas que yacían muertas en una de las
mesas del local.
Nicanor con el arma en la mano seguía analizando la situación. Recordaba que Jano
poco antes de morir había dicho que los tres debían ser eliminados. Sin embargo en la mesa
había dos personas, se estaba preguntando quién era la tercera.
Entre gritos de los comensales y mozos que se encontraban dentro del local además
de las corridas de algunos que pudieron huir, ingresaron dos prefectos que se localizaban en
la calle y fueron avisados de los incidentes.
Uno de los prefectos tomó su arma y apuntó contra Nicanor, sabía que era el asesino
al darse cuenta de que tenía un revolver en su mano.
-Deje el arma- dijo el Prefecto con voz de autoridad.
Nicanor al ver al prefecto se dio cuenta de que estaba en problemas y se sintió
acorralado. Su respiración denostaba cierta agitación. A pesar de que el agente le pidió que
soltara el revolver mientras lo apuntaba, el abogado no lo hizo, no solo omitió la orden sino
que tomó a una joven comensal que se encontraba en el suelo y la levantó poniéndola
adelante suyo quedando en el medio del trayecto de los disparos entre el prefecto y él.
El arma de Nicanor estaba apoyado sobre la cien de la joven rehén. El prefecto se
percató de la situación, y no tenía ninguna intención de que algún inocente saliera
lastimado.
- Escúcheme- dijo el prefecto con voz bondadosa –dígame que es lo que quiere para ver si
podemos complacerlo.
El prefecto sabía que no estaba en una buena posición mientras mantuviera a la
rehén. Por eso estaba intentando negociar, no quería que el asesino se sintiera acorralado.
-Déjenme resolver unas cosas y nadie saldrá lastimado- dijo Nicanor mientras el prefecto
seguía apuntando. El otro compañero del agente también estaba apuntándolo con el arma en
un rincón del local –dígale a su compañero que se aleje y que se ponga al lado suyo.
El prefecto con un ademán le solicitó a su compañero que hiciera caso a la solicitud,
éste se acercó y ambos agentes quedaron juntos apuntando a Nicanor.
El abogado observó la situación, seguía tomando el cuello de la rehén y, a la vez,
apoyaba su arma sobre la sien. Miró fijamente la carpeta que se encontraba en la mesa de
Rocca y Espinosa. Nicanor se dirigió con la muchacha hacia la mesa y ambos se detuvieron
cuando llegaron a ella.
- Tome esa carpeta que hay en la mesa con todos los papeles- dijo Nicanor a la rehén en su
oído –que no quede ningún papel.
La muchacha hizo caso y juntó todos los papeles que había en la mesa para
guardarlo dentro de la carpeta. Una vez hecho, tomó la carpeta de acuerdo al pedido de
Nicanor. Los prefectos observaban con mucha precaución todos los movimientos mientras
algunas personas continuaban tiradas en el suelo atemorizados de lo que pueda suceder. El
captor nunca retiraba el arma sobre la chica.
Nicanor sacó de su bolsillo el papiro marrón y se lo entregó a la muchacha.
- Tome esto y téngalo en la mano- ordenó Nicanor a la rehén.

96
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

La muchacha tomó el papiro marrón y lo apoyó sobre la carpeta que había tomado
de la mesa. Nicanor se fue con la chica hacia la cocina que estaba metros atrás. Era
constantemente observado por los prefectos.
En la cocina no había nadie, los cocineros y mozos habían escapado por una puerta
trasera cuando escucharon los disparos. Una de las hornallas estaba encendida, sobre ella
posaba una cacerola con agua caliente.
Nicanor se acercó con la chica a la hornalla y con un brusco movimiento arrojó la
cacerola al suelo desparramando todo su contenido. Ahora la llama quedó a la intemperie,
sin ningún objeto que lo cubra.
-Apoye la carpeta y el papiro sobre la llama para que se quemen- ordenó Nicanor.
La muchacha hizo caso a la indicación y apoyó la carpeta con el papiro sobre la
hornalla. Enseguida la llama comenzó a consumir todos los papeles que había en ella
haciendo desaparecer para siempre todos los documentos.
Nicanor observó como todas las investigaciones se desvanecían en la llama de una
pequeña hornalla. También se dio cuenta de quién era la tercera persona que Jano dijo que
debía eliminar.
El abogado acercó sus labios al oído de la muchacha y le susurraba algunas palabras
mientras seguían siendo observado con atención por los prefectos.
- Hágame un favor- susurró Nicanor –dígale a mi familia que los amo y que ellos no tienen
nada que ver con esto.
Luego de decir esas palabras, Nicanor arrojó con fuerza a la muchacha al suelo y
metió dentro de su boca la punta del revolver.
-Deténgase, no lo haga- gritó uno de los prefectos comprendiendo la situación.
Era tarde, Nicanor se había desarrajado un tiro. La bala salió por la cresta de su
cabeza despidiendo masa encefálica y matando instantáneamente al abogado.
Nicanor cayó al suelo manteniendo los ojos abiertos mientras despedía sangre de su
nariz y cabeza. Su cuerpo yacía a un costado de la cocina.
Esa noche Nicanor tomó la decisión más trascendental, eliminar a los tres jugadores
que conocían la Revelación a Jacob. En el local la gente y los prefectos estaban
conmovidos. En cuestión de segundos Nicanor Frías, Alfredo Rocca y Edgardo Espinosa
habían muerto.

97
Wenceslao Wernicke La Revelación Jacob

39

Varias patrullas se encontraban estacionadas frente a la puerta del restauran La


Holando, una valla separaba a los curiosos transeúntes del escenario del crimen. También
había periodistas que cubrían la información.
Un hecho impactante había ocurrido hace unos instantes atrás en el local. Una
persona había disparado matando a otras dos y luego se suicidó. Los agentes marcaban el
lugar para buscar todo tipo de pruebas que permitieran develar lo sucedido.
El hecho fue reciente por eso los cuerpos seguían en el lugar donde se produjeron
los respectivos decesos.
Un funcionario que tenía puesto un piloto como abrigo se acercó a uno de los
prefectos que custodiaban el lugar. Sacó de su bolsillo una libreta identificatoria y lo
exhibió al oficial.
- Soy forense del Poder Judicial, me enviaron para que viera a los occisos- dijo el
funcionario.
Al ver su identificación el Prefecto lo dejó pasar, el forense ingresó al local y se
acercó a la mesa donde estaban cenando Alfredo Rocca y Edgardo Espinosa, miró
fijamente los cuerpos y luego se puso a husmear en la mesa. Pareciera que no había
encontrado lo que buscaba ya que luego se dirigió a la cocina del lugar.
El forense se acercó al cuerpo de Nicanor Frías que yacía muerto al lado de la
cocina. Se agachó y comenzó a buscar sobre sus ropas sin encontrar nada. Luego levantó el
cuerpo rígido para ver si lo que estaba buscando se hallaba en el suelo. Fue infructuoso, no
había encontrado nada.
Se levantó y observó con mucha atención el lugar. Luego se dirigió hacia atrás de la
cocina, en la abertura que había entre ella y la pared. Allí observó un papel trabado, era lo
que estaba buscando.
Lo sacó de la cocina y se dio cuenta de que era el papiro marrón. Cuando la chica
había arrojado la carpeta a la hornalla, una leve brisa arrojó el papiro de la carpeta
introduciéndolo en la abertura entre la pared y la cocina, salvándolo así de un seguro
incendio.
La tensionante situación y los nervios hicieron que la escapatoria del papiro sobre la
hornalla pasara desapercibido para Nicanor. Si se hubiera dado cuenta lo habría quemado.
El forense dejó ver su rostro. Era Fernán Aguirre el hombre de baja estatura y ojos
oscuros en la cual Jano le había entregado el papiro en Granada para su custodia. La misma
persona que estaba presente en la confitería de la Costanera Norte cuando se encontraron
Frías y Vizcaíño por primera vez.
Aguirre guardó el papiro marrón en su bolsillo luego de percatarse que ningún
agente presente lo estuviera observando.
Al encontrar lo que buscaba Fernán Aguirre emprendió su marcha retirándose del
lugar, nadie se dio cuenta de que se estaba llevando un elemento de prueba importante para
la investigación. El hombre, luego de algunos saludos de rigor, salió del local y se alejó de
la zona caminando por la calle.
Aguirre debía continuar con su misión. Nada menos la de custodiar el papiro marrón
para que todo siga con normalidad. Así como en la vida y en el espectáculo, el juego debe
continuar.

FIN

98

You might also like