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“LAS TIERRAS QUE

CONSIDERAN COMO SUYAS”


RECLAMACIONES MAPUCHES EN LA TRANSICION DEMOCRATICA CHILENA
Víctor Toledo Llancaqueo

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Ceremonia mapuche - Foto: Alejandro Parellada 2004

L
as reclamaciones mapuche por sus tierras ances- Ministerio Público y el Gobierno de Chile de cargos de
trales adquirieron un renovado vigor en la última “asociación ilícita terrorista” por sus acciones reivindi-
década, ya sea en el sur de Chile o en la norpa- cativas de tierras; el Tribunal absolvió a los imputados
tagonia de Argentina - esas dos grandes zonas en que de tan graves cargos en una sentencia que reviste inte-
quedó fraccionado el antiguo territorio mapuche, el Wa- rés general, más allá de las directas implicancias para
llmapu, tras la invasión de fines del siglo diecinueve. los imputados.
El fundamento de las reclamaciones mapuche, a uno y El Tribunal de Temuco tomó en consideración, aun-
otro lado de la cordillera, es el mismo que sostienen to- que muy escuetamente, por vez primera en el discur-
dos los pueblos indígenas en el mundo: la existencia de so judicial chileno, el contexto social, histórico e inter-
derechos de propiedad indígenas ancestrales. nacional en el cual se ubican los hechos del proceso.
En este artículo, presentamos una breve síntesis de Asimismo, el tribunal tuvo presente que el propio Es-
las reclamaciones de tierras mapuche en Chile, y su tado estableció en su Ley 19253 que “la tierra es el fun-
tratamiento estatal durante la transición democrática damento de la identidad indígena”. Y, en un conside-
de 1990-2004. Centramos la atención en algunos asun- rando notable, el Tribunal sostiene que
tos claves, en primer lugar la norma internacional del Respecto de los acusados Pascual Pichún y Aniceto
derecho de propiedad indígena, que ha venido a refor- Norín, todos los antecedentes coinciden en que ostentan la
zar el discurso mapuche; en segundo lugar los impac- calidad de “logko” de sus respectivos “lof”,es decir, son diri-
tos espaciales que ha implicado el proceso de moder- gentes, son la autoridad dentro de esa unidad conocida como
nización neoliberal implementado en las ultimas déca- “lof” en la organización socio-política de la sociedad mapu-
das en Chile, y que detonan conflictos etnoterritoria- che y que en el concepto español se le identifica como comu-
les; en tercer lugar se presenta una tipología de recla- nidad. De allí que la finalidad última de la conducta de es-
maciones y se identifican algunos obstáculos para su tos acusados al frente de su agrupación aparece como orien-
reconocimiento. tada a la recuperación de las tierras que consideran como su-
yas por haberlas detentado sus ancestros, descartándose a su
respecto un afán terrorista en su accionar.1
1. Derechos ancestrales. La norma internacional
de derecho de propiedad indígena El tribunal constata que, la finalidad última de las ac-
y la doctrina chilena ciones reivindicativas de las comunidades indígenas
y sus autoridades tradicionales no es el “terrorismo”,
En noviembre de 2004 el Tribunal Penal de la ciudad sino, simplemente, recuperar sus tierras ancestrales. Tal
de Temuco, Chile, dictó sentencia de primera instancia consideración puede parecer elemental, y una aplica-
en un proceso a comuneros mapuches acusados por el ción básica de principios de no discriminación y debido

Mapuches - Lafkenches - Foto: Alejandro Parellada 2004


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proceso, de tener en cuenta la intencionalidad, según el litari. Por tanto los derechos propietarios - indígenas y
etnoconcepto - “ a su respecto”- de los sujetos indígenas no indígenas – se constituyen a partir de diversos actos
que protagonizan los hechos sometidos a juicio. Lo no- estatales: radicaciones de indígenas, remates, concesio-
table radica en que por primera vez un tribunal chile- nes, colonias, cesiones, etc. De lo anterior fluyen, como
no señala como un hecho de la causa, de suyo evidente, corolario lógico, dos planteamientos: a) Que la única
algo universalmente obvio: que los mapuches consideran pretensión reivindicatoria admisible que pueden plan-
suyas las tierras por haberlas detentado sus ancestros. tear los mapuches es sobre tierras que hayan sido titu-
Esa verdad tan sencilla, ha tomado más de un siglo ladas por el Estado, y que perdieron a manos de parti-
en ser admitida en Chile. culares. Solo en ese caso pueden hablar de “tierras in-
El Tribunal no fue más allá, respecto a si las preten- dígenas usurpadas”. Y si alguna responsabilidad cabe
siones mapuches tienen asidero en el ordenamiento ju- al Estado es por omisión, por no haber sido más dili-
rídico, o si existen derechos propietarios ancestrales. gente en impedir esos actos privados de usurpación de
Eso implicaría ir al fondo de la cuestión indígena. tierras tituladas. b) Que si los indios osan poner un pié
Por cierto, la parte acusadora ha reaccionado cons- afuera de ese deslinde de las “tierras indígenas”, no sólo
ternada, apelando ante la Corte Suprema de la Repúbli- no tienen fundamentos, sino que incurren en flagran-
ca. Tal consternación es comprensible, puesto que has- te delito, amenazan la seguridad jurídica, y subvierten
ta el presente la doctrina oficial tanto de los tribunales, el orden de las cosas.
como de la elite chilena, ha sido la negación no solo del El problema es que los mapuches, a su respecto, no
mérito, sino de la vigencia e incluso de la existencia de participan de esa singular doctrina chilena, y persisten,
las reclamaciones de tierras ancestrales. Lo que digan generación tras generación, en aferrarse a su memoria
o postulen los mapuche respecto a la valía, alcances y colectiva y a sus derechos ancestrales. Contumaces, si-
fundamento de sus derechos ancestrales, no cuenta ni guen afirmando que las tierras les pertenecen por ha-
en términos jurídicos ni en políticas públicas.. berlas detentado sus ancestros. Más aun, se permiten re-
En efecto, en la elite chilena, incluida la intelectua- cordarle al Estado sus obligaciones como causahabiente
lidad indigenista, existe una convicción unánime acer- del imperio español, con quien suscribieron acuerdos y
ca de que los derechos propietarios al sur del río Bio- parlamentos donde se fijo la frontera en el río Bio Bio,
Bio emanan de actos de autoridad. La peculiar doctri- y que la República desconoció, invadiendo el territorio
na chilena sostiene que no hay derechos indígenas pre- mapuche, pero que ni aun en condiciones de ocupación
existentes, recurriendo a diversas tesis alternativas, par- territorial, podía el Estado conculcar derechos propie-
tiendo del axioma de que no existen derechos propie- tarios y disponer de las tierras a su arbitrio.
tarios sin mediación del Estado.2 En suma, está plantado un desencuentro cognitivo
Las teorías que apoyan a la doctrina chilena son di- profundo respecto a los justos títulos al sur del Bio Bio.
versas. Para algunos, los mapuches no eran propieta-
rios pues no podían probar el clásico “animo de señor
y dueño” de la posesión. Para otros, si algún derecho ¿Qué puede enseñarnos al respecto el derecho inter-
hubo este fue abrogado por el acto soberano de decla- nacional y comparado?
ración de propiedad fiscal sobre todas las tierras al sur
del Bio Bio, atribuyendo a la ley de 1866 portentosos Notablemente el planteamiento mapuche acerca de las
alcances: expropiación, confiscación, etc. Hay quienes tierras reclamadas se acerca a la norma internacional so-
postulan que el Estado se hizo propietario por aplica- bre los derechos propietarios indígenas. Piensan igual
ción de la doctrina de terra nullius, lo que se habría que la Corte Interamericana de Derechos Humanos en
concretado ya sea por la creación legal de la provincia su fallo de 2001 a favor de la comunidad de Awas Ting-
de Arauco en 1852, o por la aplicación del articulo 590 ni de Nicaragua, que sostiene que los derechos propie-
del Código Civil de 1855, o la citada ley de 1866. Por tarios indígenas emanan de sus posesiones ancestrales,
ultimo, no faltan quienes afirmen que la propiedad fis- y que el Estado tiene el deber positivo de reconocer ta-
cal emana del derecho de conquista, y que los derechos les derechos y reparar los daños.
fueron extinguidos por la fuerza de la historia. Como es sabido, en las últimas décadas, fruto de las
El caso es que, por una u otra vía, sea para lamen- movilizaciones y abogacía indígena, los derechos pro-
tarlo o para remacharlo, la doctrina chilena afirma que pietarios indígenas sobre sus tierras y recursos han al-
a partir de algún momento en la segunda mitad del si- canzado importantes grados de reconocimiento, tanto
glo XIX el Estado es, validamente, el propietario origi- en legislaciones nacionales como en el derecho interna-
nario de las tierras del territorio, incorporado manu mi- cional, cristalizándose en un conjunto de principios y

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estándares jurídicos básicos que dan forma a una “nor- nacional acerca de los derechos de propiedad indíge-
ma internacional del derecho de propiedad indígena na postulando que:
sobre las tierras”3. De acuerdo a la norma internacio-
nal, y parafraseando al Tribunal de Temuco, las tierras “los principios jurídicos internacionales generales
indígenas se “consideran como suyas por haberlas detenta- aplicables en el contexto de los derechos humanos
do sus ancestros”, o en palabras de Robert Williams, “los de los indígenas incluyen:
pueblos indígenas tienen derechos de propiedad sobre las tie- - el derecho de los pueblos indígenas al reconoci-
rras y los recursos naturales basados en sus propios patro- miento legal de sus formas y modalidades variadas
nes tradicionales y ancestrales de uso y ocupación”4 Se tra- y específicas de control, propiedad, uso y usufructo
ta, de un derecho de propiedad sui generis, basado en el de los territorios y bienes; [97]
derecho consuetudinario indígena y que tiene un fun- - el reconocimiento de su derecho de propiedad y po-
damento cultural e histórico y no solo económico; de- sesión con respecto a tierras, territorios y recursos
recho de propiedad caracterizado por ser inalienable, que han ocupado históricamente; [98] y
imprescriptible, indivisible.5 - en los casos en que los derechos de propiedad y uso
Hitos jurídicos de este reconocimiento mundial de de los pueblos indígenas deriven de derechos pre-
los derechos indígenas sobre sus tierras, recursos y te- viamente existentes a la creación de sus Estados,
rritorios6 han sido a) la sentencia de la Corte Interna- el reconocimiento por los Estados de los títulos
cional de Justicia de 1976 en el caso de Sahara occiden- permanentes e inalienables de los pueblos indíge-
tal, que estableció que la doctrina de terra nullius es in- nas y a que ese título sea modificado únicamen-
sostenible y discriminatoria; b) la sentencia de la Corte te por consentimiento mutuo entre el Estado y el
Suprema de Australia en el caso Mabo versus Queens- pueblo indígena respectivo cuando tengan pleno
land en 1992, reconociendo la vigencia del “titulo na- conocimiento y apreciación de la naturaleza o los
tivo”; c) la sentencia de la Corte Suprema de Canadá atributos de ese bien. [99] Esto también implica
en el caso Delgamuukw versus British Columbia., en 1997, el derecho a una justa indemnización en caso de
d) la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos que esos derechos de propiedad y uso sean perdidos
Humanos de 2001, en el caso de la Comunidad Awas irrevocablemente.” 8
Tingni versus Nicaragua, reconociendo la posesiones
indígenas como fuente de los derechos de propiedad En definitiva ha decantado un conjunto de principios
indígena, y estableciendo el deber positivo de los Es- centrales, para dar forma a una norma de derecho con-
trados de reconocer tales derechos, además de indem- suetudinario internacional, que obliga a los estados9, y
nizar los perjuicios.7 viene a reforzar los fundamentos de la exigencia de los
En la misma dirección y más cercano al caso en es- indígenas por el cumplimiento del deber de reconoci-
tudio, es otro hito judicial reciente, protagonizado por miento y protección de esos derechos, y el cumplimien-
la comunidad mapuche Ancalao en Rio Negro, Argen- to de la obligación de restitución de las tierras usurpa-
tina. En un juicio de desalojo interpuesto por unos par- das, o indemnizar y reparar.
ticulares contra la comunidad el Juzgado número 5 en La norma internacional ha caducado las retrógradas
lo Civil, Comercial y de Minería de Bariloche, a cargo doctrinas de la desposesión –tales como las de terra nu-
del juez Emilio Riat, estableció “el desalojo es improce- llius, derechos de conquista, dominio eminente de los
dente porque la posesión de los demandados es necesa- estados, tierras baldías, etc- que fueron esgrimidas se-
riamente anterior a los títulos de los actores ya que in- cularmente por los estados y sociedades invasoras para
cluso es anterior a la formación misma del Estado que dar una etiqueta jurídica a lo que es vil usurpación.10
los confirió”, y establece que las comunidades indíge- En ningún país democrático, y en un mundo pluriétni-
nas han poseído y poseen jurídicamente por la senci- co, sería posible hoy la defensa y postulado de seme-
lla razón de preexistir al Estado y conservar la ocupa- jantes doctrinas racistas. Salvo, claro está, en Chile, en
ción tradicional. Tal conclusión fluye del hecho de que el extremo occidente.
el derecho objetivo en Argentina ha cambiado después En efecto, en el año 2003 iniciado el siglo XXI, un
de 1994 y exige que el problema indígena se resuelva grupo de personas convocada oficialmente bajo el pres-
ante todo con las nuevas normas de derecho público tigioso nombre de “Comisión de Verdad Histórica y
dictadas a propósito y, supletoriamente, con las viejas Nuevo Trato”, después de tres años de deliberaciones
normas del derecho privado. acerca de las relaciones entre el Estado y los indígenas,
En los últimos años, la Comisión Interamericana de ha venido a reafirmar solemnemente en su recomenda-
Derechos Humanos ha sistematizado tal doctrina inter- ción Número 9, que las reclamaciones mapuches vale-

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deras y atendibles son solo aquellas que refieren a tie- El juicio ya citado no es el único que está en cur-
rras amparadas en títulos entregados por el Estado11, so en el sur de Chile a inicios del siglo XXI. Otros
puesto que, como es sabido, la propiedad emana de procesos ya han culminado y los acusados han sido
actos de autoridad. condenados a duras penas carcelarias. La escalada
La Comisión de notables chilenos incurrió en tres represiva se inició en 1992 aplicando primero la ley
graves errores u omisiones. En primer lugar hizo caso penal común contra las acciones del Consejo de To-
omiso del derecho internacional y los avances normati- das Las Tierras; prosiguió en 1997 con aplicación de
vos y doctrinarios, aplicando para el caso mapuche las la ley de seguridad interior del Estado contra comu-
singulares teorías domésticas. En segundo lugar pre- neros que reclaman sus tierras y espacios ocupados
tende ignorar la evidencia histórica que prueba que la por empresas forestales, hasta llegar en el 2002 a la
pretendida declaración fiscal nunca ocurrió, por el con- aplicación de la ley antiterrorista.
trario, la legislación chilena del siglo XIX, de modo sor- Con el paso de los años, en torno a lo que ofi-
prendente para la época, reconocía los derechos propie- cialmente se estigmatiza como “el conflicto mapu-
tarios basados en la posesión, o para decirlo en palabras che”, se ha conformado una practica sistemática de
de Jose Victorio Lastarria, de 1865, la legislación “ha re- violación de derechos humanos de los indígenas,
conocido en el indígena no solo la posesión sino el dominio con faltas al debido proceso, “excesos policiales”,
directo del territorio que ocupa de cualquier manera que lo y francas aberraciones judiciales. “Indebido proce-
ocupe”; por cierto, sabemos que el Estado dispuso de las so”, lo denominó Human Right Watch en un com-
tierras como si fuesen fiscales, pero esos son los hechos, pleto y crudo informe de octubre de 2004.13 Algu-
no el derecho. 12 Y, en tercer lugar, lo que es más grave, nos casos han llegado a conocimiento de la Comi-
la Comisión que se constituyó al calor de los conflictos sión Interamericana de Derechos Humanos, y so-
por tierras mapuches, omite en su análisis el dato de bre el asunto se han pronunciado en el 2003 el Rela-
la realidad que constatara el Tribunal de Temuco: las tor Especial de Naciones Unidas para los Derechos
arraigadas reclamaciones mapuches por sus tierras an- y Libertades Fundamentales de los Indígenas14, y
cestrales. Más aun, la Comisión omite pronunciarse so- recientemente el Comité de Derechos Económicos
bre las nuevas vulnerabilidades de los derechos terri- y Sociales de la ONU en su Informe de Diciembre
toriales indígenas que conlleva el proceso de moderni- de 2004, el que ha manifestado que:
zación neoliberal contemporáneo, y que está a la base
del recrudecimiento de las movilizaciones actuales por “14. El Comité está profundamente preocupado
la defensa de tierras, recursos y territorios. por la aplicación de leyes especiales, como la Ley
de seguridad del Estado (Nº 12927) y la Ley an-
titerrorista (Nº 18314), en el contexto de las ac-
2. La matriz de los conflictos, tres ciclos de tuales tensiones por las tierras ancestrales en las
reestructuración de la propiedad y zonas mapuches.”
el territorio al sur del Bio Bio “34. El Comité recomienda al Estado Parte que
no aplique leyes especiales, como la Ley de seguri-
Los procesos judiciales recientes no son más que la dad del Estado (Nº 12927) y la Ley antiterrorista
“punta del iceberg” de un arraigado y denso conflic- (Nº 18314), a actos relacionados con la lucha so-
to por los derechos indígenas que ha acompañado a la cial por la tierra y las reclamaciones legítimas de
transición democrática chilena, tensionada entre los es- los indígenas” .15
tándares de derechos humanos, los impactos de la mo-
dernización compulsiva, y la previsible respuesta ma- Para encontrar un símil histórico a la masiva pena-
puche por defender sus derechos y territorios amena- lización de las reclamaciones mapuches ocurrida
zados. en la transición democrática 1990-2004, es necesa-
La respuesta estatal a la movilización mapuche por rio remontarse a fines del siglo XIX, cuando los ex-
sus tierras desde 1990, ha sido de doble faz. Por un pedientes judiciales hablaban de “forajidos”, “salva-
lado la creación de un Fondo de Tierras - un meca- jes” y “bandoleros araucanos”. Esos “salvajes”, eran
nismo que desató la lógica especulación del merca- los abuelos de los comuneros de hoy. En aquel en-
do de tierras - para la adquisición de predios con el tonces 1866-1927, los antiguos defendían sus pose-
limites de admisibilidad ya señalado, y por otro lado siones ancestrales, en medio de una ocupación mi-
la sistemática penalización de todo reclamo de dere- litar, el remate de las tierras en publica subasta, y el
chos ancestrales. arreduccionamiento.

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Represión de Carabineros en la comunidad de Juan Currin, Temuco. Las empresas forestales han despojado a los mapuches de sus tierras.
Enero de 2000. Foto: archivo del periódico Azkintuwe Foto: Alejandro Parellada 2004

La memoria de las tierras antiguas perduró en las re- tierras mapuche en la macroregion sur de Chile es po-
ducciones, y alentó a otra generación entre 1963-1973, a sible a través de una tipología de casos.
recuperar masivamente las tierras usurpadas. Eran los
padres de los comuneros de hoy, los que después del a) reclamaciones de restitución de tierras incluidas
golpe de Estado, fueron acusados de usurpadores y sub- en Títulos de Merced, y usurpadas total o parcial-
versivos. Entonces no hubo mayores juicios, sino eje- mente por medio de diversos mecanismos opera-
cuciones sumarias,16 acciones de escarmiento y la per- dos desde fines del siglo XIX hasta el presente.
dida, nuevamente, de las tierras que habían sido re- Se trata de tierras comprendidas en dentro de los deslin-
cuperadas. des de los “Títulos de Merced” escriturados entre 1883-
Con el presente, suman tres ciclos históricos que 1929, y que fueron usurpadas en diversos momentos y
configuran la matriz de los conflictos de tierras ma- mecanismos durante el siglo XX., en especial, después
puches. Se trata en cada caso (1866-1927; 1963-1973; de la liquidación de la propiedad comunitaria, impues-
1979-2004) de periodos de intensas transformaciones ta por decreto por la dictadura militar entre los años
del país que impactan en los derechos territoriales y 1979-1989. Entre estos mecanismos se cuentan: compra-
propietarios mapuches. ventas fraudulentas, compraventas de derechos, corri-
miento y superposiciones de deslindes, asignación de
hijuelas a ocupantes no indígenas al momento de divi-
3. El ciclo actual de reclamaciones de sión del título de merced, permutas de hijuelas, arrien-
“Las tierras que consideran como suyas” dos por plazos (desde 5 a 99 años) con cláusulas de re-
novación y venta, ocupaciones de hecho, etc.
Desde la década de los años ochenta del siglo XX, los Estas reclamaciones de tierras de Títulos de Merced,
viejos problemas de tierras de toda una centuria, au- actualmente suman150.000 hectáreas aproximadamen-
mentaron en cantidad y se complejizaron por efecto te, y existe un amplio consenso respecto a la legitimi-
de procesos de modernización compulsiva que hicie- dad de su reclamación. La política oficial intenta esta-
ron sentir sus impactos espaciales. blecerla como el límite máximo de lo reclamable, en lo
Un acercamiento al análisis de las reclamaciones de que algunos observadores han denominado como una

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Temuco - Fotos: Alejandro Parellada 2004

política de hechos consumados, que legitima el despo- c) reclamaciones de restitución de tierras – ya fuesen
jo originario17. antiguas y/o de títulos de merced- recuperadas du-
rante la Reforma Agraria entre los años 1963-1973.
b) reclamaciones de restitución de las antiguas pose- En el marco del reforma agraria chilena, se expropiaron
siones, las “ tierras antiguas” que no fueron reco- predios para traspasarlos a comunidades mapuches en
nocidas por la Comisión Radicadora, en el período forma de asentamientos y cooperativas. Con posteriori-
1866 –1927. dad al golpe de Estado de 1973, gran parte de esas tie-
Tierras de los cuales los mapuche fueron desalojados mi- rras fueron quitadas de manos mapuches, por diversos
litarmente, y despojados, por el Estado y particulares. El procedimientos de desposesión implementados duran-
Estado dispuso de esas tierras por vía de diversos actos, te el Gobierno Militar (revocación de expropiaciones,
tales como remates, concesiones, colonias, constitución intervención de cooperativas, traspaso de tierras refor-
de parques nacionales, y los particulares hicieron ocupa- madas a la Corporación Forestal y otras instituciones
ción de facto y violenta, utilizando diversos modos de estatales, remates, parcelaciones individuales, creación
apropiación fraudulenta. Tales tierras pasaron a formar de reservas, etc.) y usurpaciones de parcelas por actos
parte de una propiedad inscrita no indígena, cuya certi- de particulares.
dumbre jurídica ha estado siempre en entredicho. En rigor, este tipo es una variante de los tipos (a)
La memoria de los antiguos deslindes de las pose- y (b), pero al enmarcarse en una política y legislación
siones y jurisdicciones se ha mantenido en la tradición específica –la reforma agraria- adquieren rasgos pro-
oral mapuche. pios, puesto que en este caso la doctrina chilena no
Cabe señalar, que la legislación chilena del siglo XIX puede desconocer la mediación estatal, aun en caso en
(1866) sorprendentemente, reconocía a la posesión indí- que las tierras reformadas no hubiesen sido de títulos
gena como origen del derecho de propiedad, y la docu- de merced.
mentación histórica prueba que los mapuches podían Los estudios catastrales de la reforma agraria, per-
señalar con precisión los deslindes de sus posesiones. miten estimar una cifra de 150.000 hectáreas que clasi-
Las tierras reclamables de las antiguas posesiones alcan- fican en este tipo.
zarían una cifra aproximada de 3.000.000 de hectáreas

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d) reclamaciones de derechos de propiedad y acceso nos de los conflictos más emblemáticos de laos últi-
a recursos: riberas, aguas, subsuelo, bosques. Se mos años, como han sido los casos de la carretera By
trata de casos en los cuales se reclama derechos Pass Temuco, las centrales hidroeléctricas del Alto Bio
indígenas (propiedad, acceso, gestión, uso) sobre Bio, Pangue y Ralco, la carretera forestal de la costa.,
recursos de sus territorios. las plantaciones forestales y vertederos.
Tras los cambios ocurridos en los años ochentas del si- En resumen, en esta tipología se sintetiza una acu-
glo XX en los regímenes de propiedad, concesión y ac- mulación de situaciones conformadas en distintos mo-
ceso a los recursos naturales y patrimonio (aguas, sub- mentos históricos desde mediados del siglo XIX hasta
suelo, tierras, bosques, riberas, biodiversidad, patrimo- el presente, pero que adquieren una nueva configura-
nio material y conocimientos indígenas) han emergido ción en el marco de los profundos cambios vividos en
conflictos por recursos naturales en la medida que es- Chile en las ultimas dos décadas.
tos regímenes legales permiten la apropiación de los
recursos indígenas por terceros no-indígenas.18
El caso emblemático es el de las comunidades mapu- 4. Impactos territoriales de la modernización
che-lafkenche, que ven amenazados sus derechos colec- compulsiva y reclamaciones mapuches
tivos de acceso y propiedad a las riberas marinas. Asi-
mismo, han emergido conflictos por derechos de aguas, En la macroregión sur de Chile, donde se asientan las
y en la actualidad no hay aguas disponibles para la ins- comunidades mapuches, se han vivido transformacio-
cripción de derechos permanentes a su uso uso por par- nes que han cambiado el paisaje, la economía, las es-
te de las comunidades. tructuras y dinámicas espaciales y sociales. Tal fenóme-
no de mutaciones espaciales se vive a lo largo de todo
e) reclamaciones y defensa de espacios, habitat y te- el país y es parte de los impactos asociados a un pro-
rritorialidades. ceso de modernización compulsiva y ha sido caracteri-
Clasifican en este tipo aquellos conflictos generados zado por algunos analistas como “brutales reclasifica-
por grandes obras que impactan de modo sistémico ciones de los territorios”19. Tal calificativo del proceso
en una zona de asentamiento tradicional indígena y de cambios expresa con justeza los impactos en el caso
la expansión de industrias de enclave forestal y turís- de las estructuras territoriales de la región mapuche,
tico sobre antiguas jurisdicciones y posesiones mapu- donde los cambios vividos son los más profundo que
ches, con impactos sistémicos sobre la sustentabilidad se ha experimentado desde fines del siglo XIX, cuando
de las comunidades. fuera invadido militarmente el territorio.
Junto a lo anterior se verifican mega-intervenciones La implantación de las políticas neoliberales orto-
de los espacios regionales por grandes obras de infra- doxas desde fines de los años setenta del siglo XX y
estructura funcionales al nuevo modelo, tales como continuadas por los gobiernos de la transición demo-
crática, ha tenido un profundo impacto en los derechos
- obras viales para la nueva economía forestal, turísti- territoriales mapuche.
ca y de integración de vialidad binacional: “By Pass Una de esas políticas que tuvo mayor notoriedad
Temuco”, “carretera costera”, “Sendero de Chile”, fue la liquidación de la propiedad comunitaria mapu-
“Aeropuerto Temuco”, “Corredor Bioceánico”. che; sin embargo estos son solo una parte de las po-
- represas y centrales hidroeléctricas en cuencas andi- líticas neoliberales implementadas en la macroregión
nas de asentamiento tradicional mapuche. Centrales sur de Chile.
Pangue y Ralco en Alto Bio Bio, central Neltume. Las políticas de liberalización del conjunto de regí-
- ductos de combustibles. menes de propiedad de los recursos del territorio: -el
suelo, las aguas, el subsuelo, los bosques, la biodiversi-
A los intervenciones señaladas se suman los cambios dad, las riberas- tiene vastas repercusiones en la susten-
del sistema urbano regional, que implican expasión tabilidad de las comunidades mapuche, que se ven des-
peri-urbana sobre tierras mapuches tituladas y/o recla- pojadas de sus recursos. La desregulación económica,
madas; políticas de viviendas deliberadas de reasen- el incentivo estatal a nuevos rubros primario-exporta-
tamiento de pobladores marginales en zonas indígenas; dores, la desconcentración administrativa, terminaron
instalación de vertederos de basuras en tierras indíge- de alterar las estructuras espaciales regionales confor-
nas o aledaños. madas a lo largo del siglo XX, y comprometieron la te-
En torno a estas megaintervenciones, enclaves y rritorialidad mapuche, poniendo en crisis los basamen-
transformaciones regionales se han desarrollado algu- tos de la sociedad mapuche y los precarios equilibrios

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y status quo espaciales regionales. Es elocuente el cam- impactos de los procesos de modernización compulsiva,
bio demográfico a una mayoría poblacional mapuche y de los obligaciones estatales de derecho internacional
urbana, residente en Santiago, la capital del país. respecto a los derechos indígenas.
En la actualidad, en tiempos de globalización económi-
ca, el patrón económico ascendente predominantemente
de enclaves (forestales, turísticos) y una metrópoli inter- 5. Política oficial de tierras indígenas
media de servicios (Temuco), impone otra geografía re- ¿Hacia un punto final?
gional con sus nuevas estructuras espaciales y otro mo-
delo territorial, donde el archipiélago de comunidades re- La política oficial de tierras indígenas adolece de cua-
duccionales no resulta ni funcional ni sustentable. tro fallas estructurales. A) su tratamiento como “políti-
Destaca la expansión de la industria forestal, alta- ca social” hacia pobres, y no como una política de res-
mente concentrada en grupos económicos. geográfica- titución; B) una definición restrictiva de “tierras indí-
mente extensiva sobre espacios continuos, lo que con- genas”, y “problemas de tierras”, que solo admite las
lleva impactos en los regímenes hídricos de cuencas, reclamaciones de tierras que hayan sido tituladas, o
transformando los ecosistemas, y socialmente, provoca que se encuentre a nombre del fisco; C) una concep-
el desplazamiento de poblaciones, y el colapso del viejo tualización agrarista, que apunta a suelos y no consi-
orden aldeano. En la actualidad Chile ocupa el segundo derara la dimensión de sustentabilidad territorial en
lugar mundial de superficie plantada, y tras los acuer- el nuevo espacio regional, y la integridad de los re-
dos de libre comercio con EEUU, Corea y Unión Euro- cursos naturales; D) Mecanismo de Fondo de Tierras,
pea, la industria forestal se proyecta como el segundo que sumado a los factores ya mencionados, induce a
sector exportador del país, y la superficie plantada se distorsiones perversas del mercado, que incentiva a la
ampliará aun más. especulación y corrupción.
El modelo de la industria forestal, tiene impactos Tras diez años de aplicación de la política de tierras
espaciales específicos: superpone una región forestal vir- indígenas definida en la Ley 19.253, los balances son
tual sobre los demás espacios, con el sistema de planta- magros. Como es lógico, cualquier evaluación en tan-
ciones, y ciudades-plantas industriales de celulosa, re- to política social revela que los impactos son mínimos,
des viales (carreteras y ferroviarias) y flujos autosufi- incluso adversos: las familias “beneficiarias” pueden
cientes articulados hacia el centro nacional y mercado verse empobrecidas pues la “entrega” de tierras no es
externo. Una región forestal que responde a sus propias acompañada de programas de autodesarrollo; y más
políticas y regulaciones, y que se expande sobre zonas aun, el largo proceso de “postulación” muchas veces
que incluyen antiguas tierras mapuches reclamadas, y implica quiebres comunitarios. Al mismo tiempo, se
donde las comunidades mapuches constituyen una dis- sigue reproduciendo la fragmentación territorial del
continuidad del modelo espacial, un obstáculo social y archipiélago mapuche, sin lograr soluciones de conti-
un problema político y económico. nuidad espacial, que hagan sustentables a las entida-
La emergencia de nuevos sectores económicos impli- des mapuches en el nuevo modelo regional. Por otro
có cambios en la propiedad de las tierras reclamadas, las lado, uno de los efectos más indeseados, pero previ-
que pasaron a manos de poderosos grupos económicos, sible, es la espiral de especulación en el mercado de
en los nuevos sectores dinámicos primario-exportadores. tierras20, en que los detentadores de las tierras recla-
Esto implicó un cambio drástico en las relaciones interét- madas terminan siendo los principales beneficiarios
nicas microregionales, quedando las comunidades mapu- del Fondo de Tierras en tanto los precios de las tie-
che enfrentadas a grandes corporaciones transnacionales rras que demandan los mapuches se han quintuplica-
de alta agresividad, en sus ramas forestal, energía, mine- do; de este modo se anula el efecto de incremento del
ría, pesca, turismo con sus propias lógicas y cartografías presupuesto del Fondo de Tierras, que ha seguido la
de poder. Ya no se trata solo de disputas con los antiguos curva de los conflictos. El resultado es un Fondo de
vecinos latifundistas provincianos. Los conflictos más re- tierras desbordado por la demanda mapuche y desfi-
levantes en que se ven involucradas comunidades mapu- nanciado por los especuladores. Finalmente, la polí-
ches son con los principales grupos económicos que ope- tica de tierras tiende a hacer ingobernable por la ex-
ran en el país, y con inversionistas transnacionales. clusión a priori de las reclamaciones de tierras anti-
Por otro lado, las políticas macroeconómicas, las es- guas, no incluidas en títulos, empuja a las comunida-
trategias de desarrollo regional, y los planes de ordena- des a un camino de presión y movilización, para ser
miento territorial oficiales hacen abstracción de la exis- considerados; en algunos casos lograron su objetivo,
tencia de tales comunidades, y se desentienden de los lo que introdujo nueva presión sobre el Fondo de Tie-

48 Asuntos Indígenas 4/04


rras. Finalmente la autoridad optó por una política de 6. Los desafíos para los derechos humanos
contención vía penalización.
Desde el año 2001 comenzó a configurarse una con- La temática de las tierras indígenas mapuche, como
senso entre autoridades y grupos empresariales, y eli- asunto público, mutó profundamente en la última dé-
tes locales, en torno a la necesidad de poner un punto cada. Las respuestas y estrategias indígenas a los im-
final a la cuestión de las tierras mapuches. A la eva- pactos territoriales del modelo neoliberal son también
luación crítica del Fondo de Tierras hecha por el Mi- territoriales.
nisterio de Hacienda21, se sumó el cabildeo de la in- El movimiento mapuche ha respondido a los nue-
dustria forestal e inmobiliarias, y las prioridades de vos desafíos integrando la problemática de las tierras,
gobernabilidad y orden público de la administración. recursos y espacios, construyendo un horizonte gene-
Todo apunta al cierre del Fondo de Tierras y Aguas, ral, que ha logrado reencuadrar las plataformas indí-
lo que se expresa en la tendencia a la disminución de genas. En la actualidad, de acuerdo al discurso mapu-
su presupuesto, nuevas regulaciones y controles, una che, el problema ya no es sólo de Tierras, sino princi-
mayor rigidez en la definición de “demanda de tie- palmente de Territorios. Los mismos conflictos de tie-
rras” que la restringe taxativamente a las de Títulos rras de ayer, posibles de clasificar en los “tipos” a, b
de Merced en un catastro oficial22, el anuncio del fin en y c, arriba mencionados, van siendo reinterpretados
el año 2006, del programa de Regularización de Dere- como reclamaciones y ejercicios de autonomía, juris-
chos de Agua, la decisión del Consejo de CONADI de dicción y control. Re-territorialización de la cuestión
privilegiar la entrega de tierras en títulos individua- indígena como estrategia para afrontar la des-territo-
les. En la misma dirección se inscribe la Recomenda- rialización.
ción Nº 9 de la Comisión Aylwin, que propone la crea- Ya no se trata sólo de conflictos y reclamaciones pun-
ción de una “Comisión de Reparación” que atienda en tuales circunscritas a una comunidad. Emergen discur-
un plazo de 3 años las reclamaciones de tierras, limi- sos de derechos territoriales en que se integran tanto
tadas taxativamente a las correspondientes a tierras asuntos de tierras, como de recursos naturales, autoges-
tituladas, con la finalidad expresa de terminar con la tión del desarrollo, y participación política. Como sus-
problemática y establecer seguridad sobre la propie- trato de este proceso se ha recuperado y resignificado
dad no indígena. el antiguo corpus de conocimiento y simbólica etnote-
Coincidentemente, parlamentarios de la coalición rritorial mapuche, de lov, rehues, ayllarehues, butalmapus,
gobernante, con el apoyo gubernamental, expresado las antiguas jurisdicciones y las concepciones del espa-
en las opiniones favorables de subsecretarios, presen- cio, que permite articular un nuevo discurso de iden-
taron un proyecto de reforma del Artículo 17 de la Ley tidades territoriales del wallmapu, y disputar el imagi-
19253, lo que implicaría desmantelar el estatuto de pro- nario de la macroregión.
yección de las tierras indígenas, permitiendo su divi- Sin embargo, los mapuches enfrentan un desafío for-
sión en superficies ínfimas de 500 metros cuadrados, y midable, representado por obcecación chilena en des-
levanta la prohibición de venta de tales tierras. Solo la conocer los derechos ancestrales, así como las respon-
enérgica movilización mapuche logró la paralización sabilidades objetivas del Estado, y las obligaciones de
momentánea de esa reforma letal para los derechos te- restitución y reparación, aun cuando éstas estén esta-
rritoriales indígenas. blecidas en el derecho internacional23. Más grave aun,
Estas medidas dirigidas a desmantelar el estatuto le- es el sistemático desentendimiento del Estado respec-
gal de protección de las tierras indígena, la débil polí- to a los impactos en los derechos indígenas de las po-
tica de restitución de tierras, la intencionalidad de ter- líticas que impulsa.
minar con la política de tierras, son expresión en dis- La constatación que hizo el Tribunal de Temuco en
tinto grado de los intereses de una segunda oleada de el 2004, respecto a que los mapuches consideran suyas
reformas neoliberales en Chile que afectan tanto a las las tierras por haberlas detentado sus ancestros, es un
tierras, las aguas, los recursos marinos, la propiedad in- paso notable. Pero pasará mucho tiempo antes de que
telectual. Regionalmente, es concordante con el incen- la los magistrados chilenos sean capaces de pronunciar
tivo que adquiere la industria forestal en el marco de las palabras del Presidente de la Suprema Corte de Aus-
los tratados de libre comercio. El viejo tema de termi- tralia al terminar de leer la sentencia del caso Mabo, en
nar con las tierras mapuches sigue siendo central en el 1992: “Enfrentémoslo, las tierras indígenas fueron usurpa-
proyecto chileno. das”. Solo entonces, después de asumir verdades his-
tóricas elementales, es posible abrir paso a políticas de
reconciliación, reparación y nuevo trato. K

Asuntos
AsuntosIndígenas
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49
Notas 14 Informe del Relator Especial sobre la situación de los de-
rechos humanos y las libertades fundamentales de los in-
dígenas, Sr. Rodolfo Stavenhagen, presentado de confor-
1 Sentencia del Tribunal Oral en lo Penal de Temuco,9 midad con la resolución 2001/57 de la Comisión. Misión
de noviembre de 2004, R.U.C. 02 00 14 24 99 – 0; R.I.T. a Chile. E/CN.4/2004/80/Add.3, 17 de noviembre de
080/2004. 2003.
2 Esta doctrina fue formulada por Jose Bengoa a inicios de 15 “Observaciones finales del Comité de Derechos Económi-
la transición democrática. Cf. J. Bengoa “Las tierras indí- cos, Sociales y Culturales . Chile” E/C.12/1/Add.105, 1º
genas en la legislación chilena”, en Pueblo, Tierra, Desarro- de diciembre de 2004.
llo. Conceptos Fundamentales para una nueva ley indígena, 16 Duran, Teresa, Perez, Pau; Bacic, R. Muerte y Desapari-
Comisión Chilena de Derechos Humanos, santiago, 1992. ción Forzada en la Araucanía: Una Aproximación Étnica.
3 Rodriguez-Pinero, Luis “El Caso Awas Tingni y la norma Efectos psicosociales e interpretación sociocultural de la
internacional de derecho de propiedad indígena”, en Avances represión política vivida por los familiares de detenidos-
en la protección de los derechos de los pueblos indíge- desaparecidos y ejecutados mapuches y no-mapuches. IX
nas , Fernando M. Mariño y Daniel J. Oliva, eds., Madrid, Región. Chile. (1973-90). Universidad católica de Temuco,
Editorial Dykinson, 2004. 1998 .
4 Williams, Robert “Memorial Amicus Curiae, presentado por 17 García Hierro, P. “Territorios Indígenas: tocando a las
el CNCAI en el caso de la Comunidad de Awas Tingni. Corte puertas del derecho”, en Surralles A. y P. Garcia (eds)
Interamericana de Derechos Humanos. Caso Nº 11.577”, Uni- 2004 Tierra Adentro. Territorio Indígena y percepción del en-
versidad de Arizona, 2000. torno Lima: IWGIA.
5 Anaya, James Los pueblos indígenas en el derecho in- 18 Toledo, V. 1997 “Todas las agues. Notas sobre la
ternacional, Ed. Trotta. Madrid, 2005. Anaya, J. y R. (des)protección de los derechos indígenas sobre las aguas,
A.Williams, Jr 2001 “The Protection of Indigenous Peo- el subsuelo, las riberas, las tierras”, En Anuario Liwen Nº 3,
ples’ Rights Over Lands and Natural Resources Under the Temuco: CEDM LIWEN.
Inter-American Human Rights System” Harvard Human. 19 SZARY, Anne-Laure ”Regiones ganadoras y regiones perde-
Rights Journal 33. doras en el retorno de la democracia en Chile: poderes locales
6 Lam, Maivan Clech “Remembering the country of their y desequilibrios territoriales”. En EURE, v.23 n.70 Santiago,
birth: indigenous peoples and territoriality”, en Journal of 1997
International Affairs, vol. 57, no. 2. 2004 20 CONADI “Bases, estudio diseño de instrumentos que
7 Felipe Gómez Isa (ed.). El caso Awas Tingni vs. Nicaragua: controlen la especulacion en el mercado de tierras para
Nuevos horizontes para los derechos humanos de los pueblos indígenas”, Temuco, 2004
indígenas, Bilbao, Universidad de Deusto, 2003 21 Min. De Hacienda-DIPRES: Evaluación en Profundidad
8 CIDH Mary y Carrie Dann, Caso 11.140 (Estados Unidos), del Fondo de tierras y Aguas Indígenas, Santiago 2001.
Informe No. 75/02, decisión sobre el fondo de 27 de di- 22 CONADI, “Bases Catastro demanda y oferta de Tierras,
ciembre de 2002, OEA/Ser./L/V/II.114 Doc. 5 rev. (2003) aguas y riego para Indigenas, CODIGO BIP: 20197298-0”;
9 Wiessner, Siegfried 1999 “The Rights and Status of Indi- Temuco, 2004
genous Peoples: a global perspective and International 23 MacKay, Fergus “Enfrentándose a los Errores del Pasado.
Legal Analysis”, en Harvard Human Rigths Journal, vol 12 Pueblos Indígenas y Áreas Protegidas: El Derecho a la
10 Para un resumen de las diversas doctrinas de la despose- Restitución de Tierras y Recursos”, Forest Peoples, 2002.
sión, véase el Informe Los pueblos indígenas y su relación con Theo van Boven Estudio relativo al derecho de restitución,
la tierra: Documento de trabajo final preparado por la Relatora indemnización y rehabilitación a las víctimas de violacio-
Especial, Sra. Erica-Irene A. Daes, Nº Doc. ONU E/CH.4/ nes flagrantes de los derechos humanos y libertades fun-
Sub.2/2001/25 (11 de junio de 2001). damentales. Informe definitivo presentado por el Relator
11 Comision de Verdad Historica y Nuevo Trato. “Informe Especial. UN Doc. E/CN.4/Sub.2/1993/8
Final”, Santiago, 2003.
12 Toledo, Victor “En segura y perpetua propiedad. Notas sobre
el debate jurídico sobre derechos de propiedad indígena en Chile,
siglo XIX”. Actas IV Congreso chileno de Antropología,
Santiago 2002. Victor Toledo Llancaqueo es historiador. Investiga-
13 Human Right Watch “Indebido proceso: los juicios antite- dor de la Universidad ARCIS. Santiago de Chile. Email:
rroristas, los tribunales militares y los mapuche en el sur geoinfo200@yahoo.com
de Chile”, octubre 2004 Vol. 16, No. 5(B)

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