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PROCESO DE ANALISIS EINVESTIGACION Visién conversada de simiseno que revela una personalidad testigo y paradigmna de estos tiempos de crisis, pero afirmativa dela potencia postiva de la materia y del hombre concreto. Dimensién utopica del deseo yy de los suefios diumos Cambiar el mundo hasta su reconocimiento. Entrevista con Ernst Bloch* |. «Ludwigshafen-Mannheim»: Juventud y primer encuentro filo EB. Yo me imagine que estoy entre amigos y Voy a contar algo sobre mi vida y mi trabajo. Esperando que transcurra Sin relevaneia para lo mas privado en sf pues no es este el caso, y desearia no en- trara en ello. JM. Profesor Bloch: en su libro. Indi éios®® hay una seccidn con el titulo «El espiritu que se forma a sf mismo» er la que usted abla de su nifiez y adolescen- Cia. Hablenos de aquella época, de su fae milia, dela escu ERNST BLOCH AUTOPERCEPCION INTELECTUAL DE UN PROCESO HISTORICO Emet loch EBB, Efectivamente; me gustaria co- hasta finalizar su backillerato, Esta ci menzar desde muy pequeiio, Ese mi- dad, asi como la veeina Mannheim, han isculo capitulo «El espiitu que se for influido en su desarrollo de doble mane ‘maa s{mismo» intenta despertar reeuer- ra, como usted explica en su articulo dos de la época, de Ios tres aos, y «Ludwigshafen-Mannheim. ontina naturalmente con el hogar ya EB. Yo naci, sin mayor traseenden ra ciudad industrial del edad dedieci- surde Alemania. Cuando vine al mundo, siete afios, con el propésito de la frase fi- Ludwigshafen tenfa_aproximadamente escuela, los primeros escritos filos6fi- cia, em una bav nal, aludiendo a toda la recopilaci6n: «y uitos teinta mil habitantes, y la ciudad no continuarie. Esta promesa la rompo misma tenfa una antigdedad de unos ahora, desde el momento en que aiiado cuarenta ais. algo alo anterior Fea: la desnuda y desconsiderada ear el capitalismo tard: proletariado ha LM. Usted nacié en la ciudad industrial briento, andrajoso, explotado nada de la cde Ludwigshafen del Rin, y vivié alli Mantada vida espiritual sar AL otro lado del Rin se encuentra Mannheim, la antigua y nobiliaria ci dad-residencia de! Palatinado, famosa atin hoy por su extraondinario teatro, La diferencia entre ambas civ caracteriza por el hecho de poscer Mannheim el mayor teatro de Alemania: y Ludwigshafen la mayor fabrica, es de éir, colorido industrial. Y esta proximi dad de las dos ciudades, una frente otra, ambos lados del Rin —el cual conduce por el sur a Espira y por el norte a Worms, ambas s6loa unos quin metros de distancia de Ludwi asf pues en el centro de 1a mis brilante historia medieval del Sacro Imperio Ro- mano Germénico— esta confluencia de tantas corrientes historicas en un lugar lleva a un chogue de pensamicntos que Haman la pronta atencin del nfo, De una parte, como queda dicho, se halla el lumpenproletariado; de la otra, tuna. burgue Ante este fondo reflexivo e histérico, es cribi el aniculo «Ludwigshafen-Ma heim. Este se remite a dos arquetipos del actual estado del capitalismo: por tuna parte @ la herencia y al engaiio con tenido cn ella: por la otra, al excedente (al cultural, como los otros excedentes) «que Ludwigshafen deja entrever en cier- to modo, coro una citidad marina en el ‘campo, Ludwigshafen como una expre- sidn para el sindrome universal de esta- ccidn de nuestra vida, para esa atmésfera de partida, para esa ausencia de hogar, para exa inhospitalidad de las ciudades. De Ia oira parte surge el problema de Ja antigua ciudad bien construida con su nostalgia reaccionaria que ya se encama enel trazado de la misma, como el anhe- Bera ANALISIS E INVESTIGACION Jo de la buena, bella y antigua época, la que se envuelve ain otro arquetipo, otra categorfa, es decir, ta categoria pa- De una parte, el sindrome universal de ‘estacién, Ia ausenecia de patria, el sindro: re de estaci6n de la existencia, el deseo cde encontrarse en el vestibulo del hotel la posibitidad de una nueva Bohéme, «que se ori este sindrome de esta- cidn. De la otra, el espirity, birauds. la burguesia acomodada, pero también la Y tanto mas sobresalien- en el arquetipo patria. Con la palabra patria acaba, por to demés no ccasualmente, el tiltimo tomo de EI prin: Cipio esperanza, con la advertencia de «que Finalmente podremos apreciar alg cen lo que atin no estuvo nadie. y que a to- ‘dos nos aparece solamente en ia nifiez; la patria, Este ¢5 el significado de «L fen-Mannheim» en el contexto de Epoca juvenil y reflexiva JM, {Cuando comenz6 usted a escribir filoséficamente? E.B. Muy pronto. Mi primer escrito, aque redacté a la edad de once afios, no era muy filoséfico. Se titulaba Sobre la ‘anulacién de las explosiones en la cal dera de vapor. En Navidades me regalo ron tina miquina de vapor, y de esta ma neta fle como ie interesé por la rela ciién con las incrustaciones en las ollas de la cocina, Estudié el problema de ce6mo podia evitar las explosiones origi ‘ada por las incrustaciones en la calde- rade vapor. Confieso que esto no era muy filosofi 60. Pero poco después, con trece aitos, escribt ET Universo a la luz del ateisrn AUTOPERCEPCION INTELECTUAL {que comenzaba con la frase: «la materia 3 la madre de todo lo existente, Unica- ‘mente ella Jo ha gencrado todo y ningu- nna esencia sobrenatural ha intervenido eenel juego». Esto es, pues. materialismo vulgar y barato del que yo en algiin lugar me he retractado, pero el asunto me inte- res6 y de este modo, simple y llanamen- te, lohice mio. Habja oido hablar tan poco en mi-en= tomo que pronuinciaba incorrectamente la palabra. Ya que no pronunciaba elt tulo: «EE Universo a Ia luz del atheis- muss, sino El Universo a la tue del atheismus».* Tampoco decta «Materie», sino «Materie» En resumen, sélo to habia leido, pero 1no lo haba ofdo pronunciar, fo que indi- el trinsito del entomo familiar a la cs ucla, En casa, una madre dificil, un padre que desde sus diecisiete o veinte wits no habia tocado un libro, un funcionario de los 8 ” bio solia leer el periddico, aunque sin sensibilidad; tenia lo que se dive un espi- ritu de fancionario. Es decir, un hombre normal a su ma © Materie o incluso la palabra griega Atheismus nunca las halbéa pronunciado. Sobre estas cosas no pudo tener ninguns experiencia Lo otto fue la escuela, La escuela era horrible. ¥ asf fe, ef un instituto huma niista, desde cl primer curso hasta el no- veno. Suspendf en quinto curso en lt Obertertia. figurando en el boletin esco- lar de Pascua la observacién: «este alumno es repetidor y su rendimicnto no obstante es tan pequeio que es cuestio: nable si alcanzaré por lo menos en este ato Los objetivos de Su curso», Curiosa mente los alcaneé, pero el infortunio continué en el curso siguiente, ¥ en el boletin escolar de Pascua figuraba tam bign como observacién: «este alumno aaparenta una personalidad arrogant. im Pertinente ypresuntuosa, que no con cuerda en absoluto con el bajo n sus conocimientos» Desearfa ademis —como apunte so bre la escuela— comentar el recuerdo ccronolégico, simultdnes neo, de que al final de este curso, de la sexta clase, es decir, ala entrada en sp timo, redacté un pequelio escrito: La fuerza y su esencia, en el que afirmaba: ««La materia como material ha sido susti tuida en la Fisica por un nuevo: movi- miento energético. Esta se asemeja a la esfinge en el mito de Edlipo en Tebas, donde Ia esfinge se desplomaria en el aabismo, si alguien resolvia su secrete» Pero cn su lugar aparece sélo la energeti- s ferrocartiles bavaros: en era, Pero Mareriailismus ‘casi simulté- exsomodiptong ea, es decir, la fuerza. ;Qué es Ia cosa en-sf en esia fuerza que a su ver no es ninguna cosa, qué es el movimiento en sf? «La definicién del movimiento como causa de la fuerza es tan impertinente- mente inexpresable, como la definicién del homibre como causa de su sombra. Entonces segui buscando el contenido y la cosa-en-si en el movimiento y la fuerza. primero en la voluntad de vivir de Schopenhauer, cn la voluntad de po- der de Nietzsche. Y de pronto lego 1a solucidn: la esencia de la fuerza es Ia fantasfa objetiva, el espiritu libre y se~ reno para crear y formar; la diferencia entre sensibilidad y moralidad es una mentira manifiesta. Después continéia con el estilo juvenil, etc. Este es el eonte- nido de este escrito. Eniregué cl manuscrito a Wimdelban, 3 decir, al mayor historiador aleman de la filosofia, quien me dijo: «Si usted me hhubiese enviado ahora ese pequeiio es crito, hubigsemos hablado y hubiese in- ‘roducido ampliaciones y mids historia de la filosofia, habria podido doctorarse conmigon. Yo tengo que recordar de nuevo el boletin de notas de Pascua: «este alumno es repetidor y su rendi- rmiento no obstante: es tan pequefio que es cuestionable si alcanzaré por lo menos eneste allo los objetives de su curso. Y aquellos colegiales que obteniamos esas respetables y fracasadas malas no- {as juramos que no queriamos olvidar munca lo que la escuela nos caus, los nueve 0 diez afios de reclusién a los que fuimos condenados en nuestros mejores Comentando esta historia al ministro de Educacién de Hessen, le dije: «Se ven las cosas hoy de otro modo?>. A lo que me respondié la autoridad en cues- tién: «No, no parecen distintas; hay, pues, excepciones». Esta fue la €poca escolar, y la conclu- sidn que se puede extruer de ella, se pue- de expresar como sigue: ¢Cudndo aca. ard por fin el poder de las prafesores, ‘que es el mayor poder sobre la vida de tun joven” Una vez que conseguf el llamado ba- ‘chillerato, mi padre quiso sacarme de la ‘escuela y ponerme como aprendiz. en una ferreteria, Ast f Vio y asf se verd, si mo sucede algo. Y en Francia, entre paréntesis, debe ser atin peor como he ofdo y como no necesito ‘creer por fortuna, LM. Qué indujo, pues, a sus padres wwe se oponian con hostilidad a sus estudios filoséficos— a permitirle los studios de filosofia? E.B. Solo puedo contarle una graciosa inéedota que, por cierto, viene como anilloal deco. ANALISIS E INVESTIGACION Cuando por fin terminé el backillera- to, con esfuerzo ¢ infortunio, viajé con mis padres a Suiza. Llegamos por la no- che, y cuando: miré desde mi habitacion del hotel, vi abajo, a la luz de Ha luna, un cememterio con una pequefa iglesia; y cuando observé aque! pequeito mauso- Joo més de cerca descubri Ia inscripcién, esculpida en la pared: «

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