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CIDE
2Ibíd.
3Ibíd.
4 T.V. Paul, “Introduction”, en Balance of Power: Theory and practice in the 21st century, eds.
T.V. Paul, James J.Wirtz &Michel Fortman1-25 (California: Stanford University Press, 2004), 3
5Ibíd., 3
6Ibíd., 3
8Ibíd, 69
9T.V. Paul, “Introduction”, en Balance of Power: Theory and practice in the 21st century, eds.
T.V. Paul, James J.Wirtz &Michel Fortman1-25 (California: Stanford University Press, 2004), 4
10Ibíd., 5
11Ibid., 5
13Ibíd.
3
colocaron, respectivamente, en el puesto número 12 y 29 del ranking mundial14.
Aunado a lo anterior, Estados Unidos estableció un veto en mayo de 2001 que prohíbe
la venta de armas o piezas bélicas provenientes de dicho país al gobierno venezolano;
decisión que frustró los negocios futuros con España y Suecia que fueron, hasta
entonces, proveedores de armamento a Venezuela15. Ante esta serie de datos, se
vislumbra que Venezuela no es el actor predominante, en términos de gasto militar en
América del Sur.
La Embajada de la República Bolivariana de Venezuela en Estados Unidos lanzó
un comunicado el 22 de julio de 200816 que aseguraba, con base en una serie de
argumentos cuantitativos, que su país no se rearmaba con fines hostiles, sino que lo
hacía como legítima defensa y para reemplazar equipo antiguo. Dicho comunicado
declara que sólo 1% del PIB venezolano se designa al gasto militar17; asimismo, asevera
que el gasto venezolano, con respecto al PIB, no sólo es menor al promedio de
Suramérica (1.7%), sino que es inferior al de Colombia (3.3%) y al de Chile (2.9%) 18.
De tal forma, Venezuela gasta cerca de 118 dólares por habitante por concepto de
defensa; Chile, 294; Brasil, 144; Colombia, 140, y 129 en Uruguay19. Por otra parte, el
gobierno venezolano, en voz de su embajada en Estados Unidos, declara también que
los equipos adquiridos tendrán la función de reemplazar equipo obsoleto o antiguo. Así
pues, la compra de 24 aviones rusos, debido a que Estados Unidos se niega a proveer
material bélico a Venezuela, reemplazará a 24 aviones estadounidenses comprados en
1980; igualmente, la compra de cien mil fusiles en 2006 se realizó con el fin de cambiar
16En aras de alejar el discurso oficilista, he decidido tratar este documento de manera
separada.
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4
fusiles de fabricación belga que habían cumplido su vida útil20. Asimismo, declara que
los 53 helicópteros comprados serán para patrullar la frontera con Colombia, dentro del
marco de la lucha antidroga y cualquier actividad ilegal. De esta manera, el comunicado
pretende demostrar que “Venezuela no tiene ambiciones expansionistas y el actual gasto
militar se emplea en atacar problemas reales”21. Las cifras mostradas por el comunicado
son muy cercanas a las mostradas por la CIA; según dichos datos, Venezuela se
encuentra en el puesto número 129 de 173 países, con un gasto de 1.2% con respecto al
PIB registrado en 200522.
Es posible afirmar que, si bien no es el más importante, Venezuela sí figura
como uno de los tres primeros; sin embargo, hay que enlazar dos factores trascendentes:
en primer término, Venezuela compra equipo bélico de poca peligrosidad en términos de
conflictos de gran escala; en segundo término, el equipo militar adquirido por Venezuela
no está respaldado por una gran cantidad de efectivos militares. Así pues, la cantidad
invertida no muestra el tipo ni la calidad del material adquirido. “Mientras Chile ha
optado por la tecnología más avanzada, Venezuela se ha centrado en material que
permita armar a un porcentaje importante de la población civil. Brasil, por su parte, ha
incidido más en medios de combate y transporte para asegurar la zona del Amazonas, y
Argentina ha comprado radares y misiles de combate aéreo”23. Hasta 2006, Venezuela
adquirió aviones caza de tercera generación, submarinos convencionales sofisticados y
radares y misiles antiaéreos;24 mientras tanto, Chile ha comprado, entre muchas otras
unidades, “un centenar de carros de combate Leopard II a Alemania, dos submarinos
equipados con dispositivos de disparo de misiles a España y Francia, 10 aviones F-16
con sistemas de misiles aire-aire de alcance medio a EE UU, y otros 18 F-16 de segunda
mano a Holanda, pero modificados con tecnología israelí”25. De igual forma, el 10 de
20Ibíd.
21Ibíd.
22CIA. The World Fact Book, “Rank Order - Military expenditures”, Central Intelligence
Agency, https://www.cia.gov/library/publications/the-world-factbook/rankorder/2034rank.html
(Fecha de consulta: 15 de diciembre de 2008).
régimen venezolano como una entidad cerrada capaz de desvirtuar dicho balance. “No
obstante la inflamada retórica y la percepción internacionales, el país no ha dejado de
pertenecer a todos los órganos multilaterales regionales, hemisféricos y globales (…)
Venezuela preside desde abril de 2007, y por un año, el Consejo Permanente de la
28Ana María Sanjuán. "El Bolivarianismo del Siglo XXI", Foreign Affairs en Español, núm. 4
vol. 7 (Octubre-Diciembre 2007):44
32Ibid.
33Rosendo Fraga citado en Max Seitz, “¿Una OTAN sudamericana?”, BBC Mundo, Sec.
América Latina, 23 de mayo de 2008,
http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/latin_america/newsid_7415000/7415118.stm# (Fecha de
Consulta: 17 de noviembre de 2008).
35Ibid., 382
36Ibid., 382
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y Venezuela37. Es posible afirmar que no de interés para Venezuela alejarse de los
demás países suramericanos, ni buscar la hegemonía política de la región.
La UNASUR no es el único ejemplo de Venezuela como participante en acuerdo
de cooperación. Venezuela ha puesto, dentro del marco del proyecto bolivariano, a la
política exterior como una de sus prioridades. El presidente venezolano, Hugo Chávez
Frías, ha realizado 162 visitas de estado, más de la mitad en América Latina; dichos
viajes muestran, para Sanjuán, el interés del estado venezolano por intimar lazos con la
región38. Asimismo, Sanjuán identifica dos ejes fundamentales en la política exterior
venezolana: “la diplomacia social, a través del alba, y la diplomacia petrolera, a través
de una serie de organizaciones y acuerdos ad hoc; es decir, mediante la creación, o
propuesta de creación, de entidades o asociaciones estratégicas como Petroamérica,
Petrocaribe, Petroandina y Petrosur”39. La Alternativa Bolivariana para América Latina
y el Caribe, por ejemplo, se define a sí misma como una estrategia antagónica al Área
de Libre Comercio de las Américas (ALCA). Mientras el ALCA tiene entre sus
objetivos “promover la prosperidad a través de la creciente integración económica y el
libre comercio entre los países del Hemisferio”40 y “establecer un área libre comercio
en la que será progresivamente eliminadas las barreras al comercio de bienes y servicios
y la inversión”, el ALBA propone “la creación de mecanismos para crear ventajas
cooperativas entre las naciones que permitan compensar las asimetrías existentes entre
los países del hemisferio”41. Actualmente, además de Venezuela y Cuba, Bolivia,
Nicaragua y Haití pertenecen a ALBA, así como Ecuador e Irán como observadores. La
diplomacia petrolera se ve fundamentada por las siguientes organizaciones:
Acuerdo de Cooperación energética de Petrocaribe (integrado por 14 países,
actualmente en pleno financiamiento de la producción petrolera de los países miembro,
lo que representa una cifra de 17000 millones de dólares en 10 años, con dos años de
gracia, incluidos también dos grandes proyectos de refinación en Cuba y Jamaica);
Acuerdo Energético de Caracas (2000), y los nuevos tratados de Seguridad Energética
38Ana María Sanjuán. "El Bolivarianismo del Siglo XXI", Foreign Affairs en Español, núm. 4
vol. 7 (Octubre-Diciembre 2007):44
39Ibíd.
40Alternativa Bolivariana para América Latina y el Caribe. "¿Qué es el ALBA?". Portal ALBA.
http://www.alternativabolivariana.org/modules.php?name=Content&pa=showpage&pid=1&pag
e=1 (Fecha de consulta: 03 de octubre de 2008).
41Ibid.
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,provisión, garantía de suministro e intercambio de petróleo, gas, electricidad y energías
renovables, de 2007, firmados recientemente con Argentina, Bolivia, Ecuador, Uruguay
y Petrocaribe. Actualmente, y según la OPEP, Venezuela exporta 36% de su producción
petrolera a América Latina, un aumento de 112% desde 2004, lo que significa que está
diversificando sus mercados en el hemisferio, más allá de los compromisos energéticos
que ha adquirido con China y otros países asiáticos42.
42Ibíd., 44
44Ibíd.
9
parte, las alianzas que atan a Venezuela le impedirían una hipotética actitud hostil en la
región, no sólo estratégicamente, sino económicamente; ante este panorama de
interrelaciones íntimas con otras naciones de la región, no sería una decisión con
beneficios políticos, económicos e incluso ideológicos.
Referencias
Sanjuán, Ana María. "El Bolivarianismo del Siglo XXI", Foreign Affairs en Español, núm. 4 vol. 7
(Octubre-Diciembre 2007):44-49
Alternativa Bolivariana para América Latina y el Caribe. "¿Qué es el ALBA?". Portal ALBA.
http://www.alternativabolivariana.org/modules.php?name=Content&pa=showpage&pid=1&page=1
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