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Transcribo algunas de las notas que tomé durante la sesión, agrupándolas

temáticamente sin seguir necesariamente un orden cronológico. No reproduzco la


totalidad de las intervenciones que hubo, tan sólo una breve selección.

UTOPÍA. Café filosófico del 7 de Junio de 2009.

Aunque sólo había una nueva incorporación, la del amigo de Marta, Enrique (2)
comencé recordando la dinámica de nuestros cafés filosóficos, basada en el respeto.

Ismael fue quien propuso el primer ejemplo concreto sobre el que empezar a filosofar.
Aprovechando que durante la jornada se estaban celebrando las elecciones al
parlamento europeo, propuso hablar sobre el carácter utópico de una Europa unida y en
paz. Ese tema fue surgiendo a lo largo de la tarde.

La unión europea, como proyecto optimista aparentemente irrealizable, se ha ajustado a


la definición de utopía a lo largo de la historia. En la actualidad ese proyecro se ha
realizado, y surgió la pregunta de si estamos más cerca de una utopía de estilo
marxista o de una ultraliberal.
– Consideramos que, en principio, desde la perspectiva de Marx y los “socialistas
utópicos” del siglo XIX, sí hemos avanzado hacia sus planteamientos, la
diferencia entre clases es menor y el estado garantiza los derechos básicos
de los trabajadores, como señaló el otro Enrique, el padre de Óscar.
– Pero, por otro lado, el liberalismo goza cada vez de mayor margen de maniobra,
hasta el punto de que, aun generando la peor crisis de las últimas décadas por su
falta de limitaciones, son los propios estados los que rescatan el sistema
financiero, un sistema que constituye una auténtica utopía ilusoria donde se
comercia sin mercancías físicas. Además, como propuso Miguel, quizá el
progreso para los trabajadores se encuentra en un momento de atasco, sino de
retroceso en algunos campos.
– Por último, opiniones como la de Raúl, coincidieron con la postura de “El fin de
la historia” que propuso Fukuyama en su célebre libro, del mismo nombre:
Apuntan que ya todo el planeta está sometido al mercado liberal sin alternativas
viables.

En base a todo esto iban surgiendo reflexiones como la de Emilio, que señalaba que
parecemos estar ante la encrucijada de dos modelos:
– Uno, el de la economía planificada, en el que se debe confiar en la eficiencia y
la buena voluntad de los dirigentes.
– Y otro, el del mercado libre, en el que la confianza ha de depositarse en la
bondad y eficiencia de esa supuesta “mano invisible” que según Smith hace que
en lugar de beneficiar al más fuerte, salga beneficiada la sociedad.

Pero tratamos otros temas. En una de las primeras intervenciones, Marta planteó, como
ya es costumbre, algunas interesantes preguntas:

¿Por qué surgen las utopías?


– Por la búsqueda de la felicidad, propuso Enrique (2).
– Como “actividad motivante que nos lleva a un cambio en nuestras vidas”,
comentó Clara, en la misma línea que más tarde Carmen: “Tenemos que tener
ilusión, utopía, para seguir viviendo”, o Serrat, citado por Enrique (1): “Sin utopía
la vida sería un ensayo para la muerte.”

¿Se corrompen por la naturaleza humana?


– Para Emilio sí, puesto que en el camino a la utopía la ilusión de los
desfavorecidos es aprovechada por los líderes, que se ocupan de mantenerles en
la ignorancia.
– Para Ismael el mismo origen de las utopías es “el divorcio entre el hombre y
la naturaleza”. Citó “Rebelión en la granja” (obra que surgió varias veces,
dando mucho juego por su analogía con la fallida utopía soviética) en la escena
en la que se vota que los perros no deben perseguir a las ratas.
– Jose, en ese sentido, señaló la necesidad de conocer la imperfecta naturaleza
humana para saber a qué podemos aspirar. En otro momento indicó que
todos los gobernantes de la historia tienen en común la ambición. Y que eso
no se da en la utopía platónica de la República, en la que los reyes filósofos no
poseen nada.
– Raúl dijo que somos egoístas y que ello nos ha facilitado progresar hasta nuestra
sociedad actual (este carácter egoísta de la especie humana fue muy debatido)
– Vicente recordó que la esperanza para posibilitar la utopía siempre ha sido la
forja de un ser humano mejor, y que ello exige la educación universal, una
utopía también alcanzada pero que no ha dado los frutos deseados. La necesidad
de la mejora personal, la búsqueda interna de la utopía, también fue mencionada
en diferentes momentos por Ismael (hablando sobre el dolor inherente a la vida
según Schopenhauer y su propuesta de superación por la compasión) o por
Clara.
– Hablé de Rousseau y su propuesta de que es la sociedad la que corrompe al
“buen salvaje” y la causa de la desigualdad. Este tema de la desigualdad también
surgió repetidamente:

¿Igualdad en la Utopía?
– Ismael propuso investigar esta supuesta identidad entre igualdad y libertad
en la utopía, puesto que en su opinión, podrían llegar a ser incompatibles.
– Raúl, contra Rousseau, mantuvo que “los seres humanos no nacen iguales”.
Enrique (2) coincidió, sólo somos iguales en dignidad (y habría que definirla)
– Emilio dijo que la superioridad en cualquier ámbito sólo puede suponer la
responsabilidad de ayudar al inferior a elevarse.
– Jose, recordó que nos debemos referir a la igualdad respecto a unos derechos
mínimos.
– Jesús, entorno a estos problemas, dijo que “diferencia no es lo mismo que
desigualdad” recordó el lema marxista de “a cada uno según su necesidad y de
cada uno según su capacidad” (y a mí este punto me recuerda aquella otra
máxima de la tolerancia que dice “somos distintos somos iguales”)

Pero también planteó Jesús que la utopía, por definición, es imposible, ya que si
alguna vez se alcanza, no cumple con el carácter inalcanzable que la caracteriza, por lo
que deja de ser una utopía. Luego la cuestión no es qué o por qué es la utopía, sino para
qué.

– En un momento de la charla hice un apunte (similar a la posición de Bloch) en el


sentido de que la utopía inalcanzable, puede servirnos como orientación para
saber en qué sentido debemos plantearnos objetivos más realistas, que, sin ella,
quizá derivasen hacia sentidos opuestos lo que nos impediría avanzar.
– Clara, Jose y otros habían hablado de que sólo los objetivos percibidos como
alcanzables son motivadores (en el sentido del descalificativo comentario de
“eso es una utopía”) que se deben plantear esa clase de pequeñas utopías.
– Raúl, por ejemplo, habló de las pequeñas “revoluciones del consumidor” que
van logrando avances en el ecologismo, la responsabilidad corporativa de las
empresas, etc.
– Recordé el reproche bolchevique a la socialdemocracia de que las pequeñas
conquistas sociales pueden ser contraproducentes en tanto que anulan el anhelo
de revolución social. Carmen, también comentó en otro momento que los
poderosos saben hacer concesiones a tiempo para que “no explote la olla”.
– Jose pronunció una bonita sentencia cuando planteó que “el bienestar
económico anestesia”. Y que el poder de la publicidad, la propaganda y los
medios hacen muy difícil en la actualidad el pensamiento revolucionario de
otros tiempos.
– Emilio advirtió que no es así en el tercer mundo, expoliado continuamente en
materias primas tanto como en mano de obra.

Para terminar mencionaré un par de puntos muy interesantes que surgieron fugazmente:

El carácter racional de las utopías.


– Emilio planteó que “pocos animales han planteado utopías”
– Ismael le preguntó si consideraba que la razón es esencia del hombre o un
instrumento.
– Emilio contestó que la razón es un “instrumento esencial” que viene de la
atracción que desde lo trascendente nos empuja a avanzar en el conocimiento.
Fue un bonito intercambio.
– En el sentido de la racionalidad de las utopías, Vicente ya había señalado al
principio que, en su opinión, surgen en épocas en las que se cultiva la razón
(como “La República” en la época de Platón) y que a partir de los siglos XVI y
XVII abundan cada vez más hasta llegar a la desilusión con las guerras
mundiales del siglo XX.

Por último, señalo el comentario de Raúl del posible carácter utópico de Internet.
El ciberespacio es un lugar sin autoridad, igualitario, quizá sí pueda considerarse así.

Si quieres puntualizar, comentar, añadir, o proseguir esta interesante charla, ya sabes


que puedes hacerlo mediante los comentarios.

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