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8 Los superbollos: muffins, brownies, bagels & Cia. El muffin, el trotamundos Europa no descubre el muffin, sino que lo redescubre. Esos pequefios y esponjosos pastelitos tienen su ori- gen en los bollos ingleses indispen- sables en la ceremonia del té y que los peregrinos emigrantes del siglo xvil se llevaron consigo en su con- quista del Nuevo Mundo, No obs- tante, el té y los bollos no encajaban demasiado bien con la dura realidad cotidiana de los pioneros, y pronto fueron creando variaciones mas rapidas y sencillas de preparar, menos elaboradas y muchas veces con ingredientes mas consistentes: harina de maiz, manteca de cerdo y verduras transformaban esos boca- ditos para picar en estupendos ten- tempiés. Con el transcurso de los siglos cada region fue desarrollando sus especialidades, basadas en la cultura culinaria local y los ingre- dientes tipicos de la zona: el sirope de arce en Nueva Inglaterra, las bayas en la region de los Grandes Lagos, los melocotones en Georgia, las naranjas en Florida, la guindilla y la harina de maiz en Nuevo México. Los muffins se habian convertido en PEQUENO PERO RESULTON los «pastelitos de la abuela», algo muy casero. Pero todo eso cambio cuando un panadero inglés, S. B. Thomas, abrié un establecimiento en Nueva York en 1880. Thomas transformd y refind esas pequefhas golosinas de los pioneros y pronto empezo a suministrar grandes can- tidades diarias de fine English muf- fins a los hoteles y restaurantes que frecuentaba la alta sociedad de la Gran Manzana. Elaboracién de los muffins Segtin el método americano, la ela- boracién de los muffins es de una simplicidad pasmosa. No hace falta siquiera sacar la batidora del arma- rio de cocina. Mezcle en un cuenco grande los ingredientes secos (harina, almidon de maiz, frutos secos picados, coco rallado, sal, levadura en polvo, bicarbonato sédico 0 algun otro fer- mento similar), y en un bol aparte el azucar con los ingredientes hume- dos (huevos, aceite, grasa, sal, suero de leche, nata agria, licor, etc.). A continuacion, mezcle rapi- damente los ingredientes secos con los hiimedos, remueva un poco con una cuchara, y ya esta. Eso es todo. Sdlo hay que tener en cuenta una cosa: no hay que remover dema- siado la pasta (sobre todo no hay que prepararla el robot de cocina) ni dejarla reposar demasiado tiempo: Hay que hornearla cuanto antes, porque de otro modo los muffins quedan resecos. Para hornearlos, lo mas sencillo es rellenar con la pasta los mismos moldes que se usan para las mag- dalenas. Si no dispone de moldes para muffins, recorte unos trozos de papel de aluminio y forre con ellos unas tazas que puedan ir al horno. © bien ponga dos capacillos de papel por pastelito, uno dentro del otro, o algtin otro molde de papel si tiene un molde para magdalenas. Eso le evitara tener que engrasar el molde y después sera mas facil sacar los muffins. Muffins para guardar Si ha horneado una buena cantidad de muffins, podra guardar los que hayan sobrado en un recipiente her- mético. Se conservaran ligeros y esponjosos de dos a tres dias. Tam- bién se pueden congelar en bolsas de plastico especiales para el con- gelador, y guardarlos hasta tres meses. Para descongelatlos, hagalo en el horno precalentado a 180 °C, de 10 a 15 minutos. Si le sobra pasta cruda, rellene con ella unos moldes de papel y congé- lelos en bolsas de plastico especia- les para el congelador. El dia que le apetezcan, saque la cantidad que desee y hornéelos como si acabara de preparar la pasta. Sdlo tendra que prolongar 5 minutos el tiempo de coccién para que se descongele del todo. Bagel, el anillo de pasta El bagel, uno de los elementos esen- ciales del desayuno americano, tam- bién es de origen europe. Se escri- bia beigi, biige! o incluso beygel, y era uno de los alimentos basicos de la comunidad judia de la Europa del Este. Su forma de anillo se debe simplemente a que los transporta- ban ensartados en una larga vara de

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