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Sra. Directora
Dirección de Saneamiento
y Control Ambiental
Lic. Gabriela Lúquez
3 - Controles y monitoreos
Un aspecto clave y de los que más dudas suscita en la comunidad, es si existe y seguirá
existiendo una fuerte decisión política y factibilidad práctica y económica de realizar todos los
controles y monitoreos necesarios, y de que las autoridades de aplicación tomen todas las
medidas que correspondieran no sólo durante la apertura, explotación y cierre del yacimiento,
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sino a perpetuidad en casos como la cubierta del depósito de sal y los acuíferos bajo el mismo.
El costo de tales controles con la frecuencia y rigor necesarios sería muy elevado, dada la
ubicación del yacimiento y el número de organismos con competencia. El yacimiento está a 270
km de la ciudad de Malargüe -la mayor parte huellas en mal estado- y 700 km de Mendoza. Se
coincide con los dictámenes sectoriales que piden a la empresa que como mínimo se haga
cargo de mejorar los caminos para garantizar una buena accesibilidad, y con la sugerencia de
asfaltar de la ruta 40 y el acceso al yacimiento, a cargo de la empresa.
Considerando que hoy tanto la Dirección de Saneamiento y Control Ambiental como otros
organismos con competencia disponen de poco personal para garantizar los controles
necesarios, sería necesario aumentar el plantel de inspectores en cada uno de ellos. Los
costos emergentes de estas contrataciones deberían estar a cargo de la empresa, mediante
tasas de inspección y control acordes con dichos costos.
Debiera preverse también que organizaciones civiles puedan visitar el sitio, recorrer las
instalaciones y efectuar controles y monitoreos, sin obstáculos por parte de la empresa y sin
necesidad de aviso previo.
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lámina acumulada en 1 hora es de 96,6 mm, para 100 años, de 109,9 mm, y para 200 años, de
122,8 mm. La máxima lámina prevista por el modelo para un lapso de 5 minutos es de 27,8
mm, en un tiempo de recurrencia de 50 años.
El Anexo II (Estudio de Factibilidad para el Depósito de Almacenamiento de Sal) utiliza
como presupuesto una precipitación máxima estimada en 144 mm/24 horas como evento con
período de retorno de mil años.
El punto 7.2.2 (Pileta Operativa de Salmuera) prevé que dicha tormenta milenaria de 24
horas produciría una escorrentía máxima de los taludes de 112.000 m3 a la pileta de salmuera.
En 7.2.3 (Recolección de Salmuera Proveniente de las Pilas de Sal) se indica que la zanja está
diseñada para conducir un flujo máximo de 290 litros/segundo producto de dicha tormenta
milenaria. No obstante, si el cálculo de 112.000 m3 fuese correcto y ese volumen escurriera a la
pileta de salmuera a un caudal constante a lo largo de 24 horas, resultaría un caudal de 1.296
l/s, ya muy superior al caudal de diseño indicado para la zanja perimetral. Además, la
precipitación de 144 mm/día equivale a un promedio de 6 mm/hora, pero no se contemplan
picos de intensidad de tormenta y por ende la lámina acumulada y el caudal resultantes.
Compárese con los 122,8 mm/hora y los 27,8 mm/5 minutos que prevé la tormenta de
proyecto adoptada en la línea de base. El diseño de la zanja perimetral subestimaría
fuertemente la capacidad de conducción necesaria, con los consiguientes riesgos de desborde
y eventual colapso.
En el Anexo II, apéndice IX (Análisis Preliminar del Diseño de la Cubierta de Clausura), se
utiliza una simulación de datos climáticos para el sitio PRC, obtenida a partir del archivo de
datos para la ciudad de San Luis. La misma presenta un promedio de precipitación anual de
897 mm, mientras que en el sitio PRC es de 212 mm, diferencia para la cual se aplicó un factor
de corrección. Se considera que el carácter y la magnitud de las diferencias climáticas entre
ambos sitios son demasiado notorias para que la metodología utilizada brinde resultados
confiables. Tampoco es aceptable la simulación de una tormenta ARI (no se indica el significado
de la sigla, se infiere tormenta de proyecto o similar) de 100 años de sólo 4,1 mm/hora, o 99
mm/día.
En el mismo Anexo II, apéndice X (Diseño de protección contra erosión de la cubierta de
clausura), se calcula el tamaño de las rocas que cubrirían los taludes de la pila, de modo que no
sufran erosión por un evento de precipitación extrema. El cálculo se basa en la lluvia milenaria
de 144 mm/día, equivalente a 6 mm/hora. Para estimar el pico instantáneo de precipitación se
multiplica ese valor por 4 (sin aclarar con qué criterio), lo que equivale a 24 mm/hora. La
intensidad diaria es aceptable, pero de ningún modo la adoptada como pico instantáneo de
precipitación, que es el parámetro significativo para calcular el potencial erosivo. Compárese
con los 122,8 mm/hora y los 27,8 mm/5 minutos de la tormenta de proyecto adoptada en la
línea de base.
La estabilidad a perpetuidad de la cubierta del depósito de sal es un aspecto
ambientalmente crítico del proyecto. Por ello, es incoherente e inaceptable que los cálculos
del proyecto se basen en datos tan arbitrariamente subestimados respecto de lo expuesto
en la línea de base, lo que podría significar un fuerte riesgo para la cubierta del depósito de
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sal y las zanjas perimetrales que drenan hacia la pileta de salmuera.
4.2. Viento
En el capítulo 4, sección 8.3.3. (Depósito de sal) se calcula un factor de emisión de sal en
base a vientos medios de 5 m/s. De ningún modo es pertinente utilizar una velocidad media del
viento para dicho cálculo. Dicha sección indica que se depositarán 2,4 Mtn/año de sal (cantidad
correspondiente al ClK), cuando en realidad serían unas 2,9 Mtn/año, pues se producirían en
torno a 1,2 toneladas de cloruro de sodio por cada tonelada de potasio. También se establecen
tasas de emisión de sal para 3 rangos de velocidad de viento, pero sin indicar volúmenes
totales, para una pila activa de sólo 16 ha y considerando la misma tasa para todos los
vientos de intensidad superior a 13 m/s.
Según el capítulo 5 sección 2.7. (Clima y meteorología), Potasio Río Colorado cuenta con
datos meteorológicos en el sitio de la mina desde 1991. En varias ocasiones se expresa que
“Las ráfagas de vientos fuertes provienen del noroeste y alcanzan los 60 km/h, pero sólo el 2%
del tiempo”. Sin embargo, la rosa de los vientos (se supone frecuencias, pues el título no lo
indica) de la fig. 143 se refiere sólo al período marzo 2004-marzo 2005. Las incluidas como fig.
144 de intensidades máximas y medias de vientos en km/h no especifican el período de
medición; puede inferirse que también sea marzo 2004-2005, período demasiado corto para el
propósito del estudio. Para el período 1991-1999 sólo se presenta la tabla 76, cuyo real
significado se desconoce, pues confunde los conceptos intensidad acumulada (según el título) y
frecuencia (según la última fila). No parece tratarse de frecuencias, sino de la distribución de
intensidades acumuladas según la dirección del viento. Fuera de esta confusión, dicha tabla no
suministra información sobre velocidad, dirección y frecuencia de vientos de gran intensidad, los
más relevantes por su potencial erosivo. Las ráfagas de viento del noroeste difícilmente
alcancen los 60 m/s (= 216 km/h) según se indica en p. 255, pero si se tratara de un error de
tipeo, tampoco es admisible considerar un máximo de 60 km/h, sino más bien en torno a 120
km/h.
El anexo II, apéndice XI (Ensayos de Túnel de Viento sobre la Sal), describe el resultado de
ensayos a velocidades de 9, 11 y 13 m/seg. Las figuras 10 y 12 muestran que a 13 m/seg el
material particulado emitido es 4 veces mayor que a 9 m/seg. Sin embargo, no hay ninguna
mención sobre las velocidades de hasta 30 o 35 m/seg típicas de un viento Zonda. Esta
palabra aparece sólo una vez en las 3.400 páginas del Informe, asociada a lo beneficioso
que resulta para la sanidad vegetal. Y aún sin nombrar el Zonda, tampoco analiza el efecto de
vientos del oeste o noroeste de esa velocidad. No calcula el volumen de sal que podría ser
erosionada y transportada en esas condiciones, ni su impacto en el ecosistema, en
particular sobre la vegetación, el suelo y el agua del río Colorado si la sal llegara hasta él.
Cabe destacar el alto valor ecológico de este ecosistema, dado que se trata de un área de
ecotono y con importante número de endemismos, muchos de los cuales no han sido
estudiados aún.
No son satisfactorias las respuestas dadas por la empresa en la audiencia pública, en el
sentido de que para que haya erosión en la pila de la sal, el viento debería estar cargado de
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partículas que sirvan de material abrasivo (corresponde a las características del Zonda), y de
que considerando las limitaciones de los modelos matemáticos y ensayos, se observó que en
yacimientos de potasio activos en Alemania y Canadá no hay erosión significativa sobre las
pilas de sal (las características climáticas son muy diferentes a las de Malargüe).
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un sitio menos impactado y sin riesgos definitivos de contaminación salina. No se conocen
estudios detallados de la empresa en que se evalúen diferentes alternativas de uso o
disposición final del ClNa, a fin de seleccionar la más conveniente entre las que internalicen
responsablemente el ClNa producido. La empresa tampoco respondió a esta cuestión en la
Audiencia Pública.
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En cuanto a la Extensión (magnitud del área afectada por el impacto) la consultora
consideró que es Puntual (E = 0,3) “pues se limita a las áreas que se asocian al proyecto”.
Estando científicamente comprobado y siendo de público conocimiento que el efecto producido
por la emisión de GEI es de escala Global (que incluso excede la escala adoptada por la
consultora: puntual - local - regional), se ha considerado E = 1,0.
En cuanto a la Reversibilidad (posibilidad, dificultad o imposibilidad de retornar al estado
previo a la intervención y los medios de recuperación), la consultora consideró que el impacto
es Recuperable (Re = 0,4). Esto es así, con intervención, si y sólo si se adoptan medidas
eficientes para la fijación de los GEI emitidos. Dado el volumen de estos, las acciones
necesarias serían de tal magnitud que se consideró Re = 0,7 (el mayor valor dentro del mismo
rango Recuperable).
Respecto del Riesgo de Ocurrencia del impacto, según URS es Probable (Ro = 0,6).
Según el IV Informe del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) publicado
en febrero de 2007, las probabilidades de que las emisiones de GEI antropogénicas sean
responsables del cambio climático global son superiores a 90%, por lo que se asignó un Riesgo
de Ocurrencia Ro = 0,9.
A partir de los valores expresados y las demás variables de la fórmula (Carácter = –1,
Intensidad = 0,7, Duración = 1,0, Desarrollo = 0,4), la consultora calculó una Calificación
Ambiental (CA) = – 3. En cambio, aplicando los valores considerados correctos, y sin modificar
el resto de las variables, se obtiene la CA = – 7.
Por otra parte, la empresa no propone ninguna medida de recuperación de los GEI
emitidos. Por ello, es factible contabilizar a precio de mercado el pasivo ambiental de los GEI
que emitiría, considerando que 1 tn CO2 = 1 bono de carbono, y que la cotización actual del
mismo varía entre 10 y 14 US$. A esos valores, el costo ambiental resultante sería de 8,4 a
11,7 millones US$/año. A fines de comparación, el menor de estos valores supera ya el monto
de las regalías que cobraría la provincia. A los valores actuales de emisiones de gases de
invernadero, la Argentina no estaría obligada por ahora a comprar bonos de carbono. Sin
embargo, los gases que emitiría el proyecto implican un costo de oportunidad para el país,
pues reducen el margen de “derechos de emisión” utilizable para otros usos, o reducen una
eventual venta de bonos de carbono según el excedente de “derechos” disponible.
Resulta difícil compatibilizar el escenario de emisiones del proyecto con lo enunciado en el
anexo IX sección 1.4.2. (Política sobre Cambio Climático), donde Rio Tinto declara su
preocupación por el tema y la necesidad de políticas efectivas y equitativas al respecto.
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humana a distancia tal que pudiera percibir estas emisiones de calor de manera significativa, se
debería analizar la posibilidad de impacto sobre las comunidades biológicas, más aún teniendo
en cuenta el valor ecológico de las mismas antes mencionado. El capítulo 6 (Identificación y
evaluación de impacto ambiental) no describe ni calcula ninguna Calificación Ambiental de
este impacto.
6 - Planes de contingencia
El dictamen técnico de la UTN observa la falta de numerosos planes de contingencia
indispensables para diversos eventos. La empresa responde con un compromiso de estudiar y
diseñar planes para una muy larga serie de eventos. Se considera que no debe otorgarse la
autorización de explotación mientras falte presentar y aprobar alguno de esos planes de
contingencia, y muy especialmente en lo que respecta a sismos, actividad volcánica,
interrupción de suministro de gas o electricidad (incluyendo su posible ocurrencia simultánea
con sismo y consiguiente rotura de ductos de diverso tipo), tormentas de gran intensidad, caída
de camiones al río Colorado con su carga de producto o insumos contaminantes.
Con buen criterio, entre los fenómenos que la UTN solicita considerar figuran “vientos
huracanados de tipo Zonda". Desconociendo la geografía mendocina, la empresa responde
ofreciendo elaborar un plan de contingencia para ciclones, huracanes y tifones. Dada la
posición del yacimiento tras la cordillera de los Andes, a casi 1.000 km del Atlántico y a 36º de
latitud, las probabilidades de ocurrencia de esos eventos, propios de mares tropicales y tierras
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adyacentes, son nulas.
7 - Imprecisiones varias
No se aclara cantidad y tipo de desechos peligrosos, así como su disposición final.
En el Anexo II, apéndice 12, la consultora RWDI propone alternativas para instalar una
cerca cortaviento en el perímetro de la pileta de salmuera y limitar así las emisiones desde la
misma. No hay definición de la empresa sobre la opción elegida respecto de su altura,
porosidad y otras características de diseño que permitan evaluarla.
Numerosas expresiones a lo largo del informe, así como respuestas de la empresa al
Dictamen Técnico de la UTN, resultan imprecisas y generales, remitiendo a futuros estudios de
detalle. Ejemplos de estas expresiones: “Los volúmenes de las reservas de agua se estimarán
mediante el uso de todas las técnicas que se encuentren disponibles”, “Serán tenidas en cuenta
las condiciones de base y los estudios complementarios para el diseño de detalle de las obras
de infraestructura”. Se considera que el Informe presenta demasiadas imprecisiones y
promesas de futuros detalles, en aspectos cruciales para la minimización de riesgos e impactos
ambientales, siendo uno de los más graves el ya mencionado sobre los planes de contingencia
faltantes.
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abonara rigurosamente sus impuestos, sería de 130 millones US$ anuales.
Estas cifras no fueron refutadas ni objetadas por la empresa luego de ser expuestas en la
audiencia pública.
Conclusiones generales
La concreción del proyecto Potasio Río Colorado implicaría la extracción acelerada de
recursos de potasio no renovables y muy difícilmente reciclables, y una fuerte contribución al
rápido agotamiento del gas argentino, para abastecer una demanda externa de fertilización de
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suelos degradados por monocultivos, sin considerar las necesidades internas de largo plazo.
El depósito o meseta artificial de sal constituiría un importante pasivo y factor de riesgo
ambiental a perpetuidad, para el cual el proyecto no evalúa otras alternativas viables de
reutilización o remediación total. Las serias deficiencias de diseño y cálculo implican
importantes riesgos para el ambiente local y regional, incluyendo en el peor de los casos, con
riesgo de ocurrencia no cierta pero en absoluto despreciable, la degradación de la calidad del
agua del río Colorado, con efectos interprovinciales. Todas las falencias técnicas del proyecto
deberían ser solucionadas a efectos de minimizar el riesgo ambiental.
Por añadidura el grueso de las utilidades serían transferidas a capitales privados del
exterior. Puede considerarse entonces que la concreción del proyecto implicaría la apropiación
por unos pocos de la mayor parte de los beneficios económicos, a costa de la socialización a la
comunidad de importantes costos y riesgos ambientales, algunos de ellos a perpetuidad.
Por todo ello, se concluye que el Proyecto Potasio Río Colorado de ningún modo responde
a un modelo de Desarrollo Sustentable y no se considera oportuno autorizar su concreción en
las condiciones que está formulado.
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