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Mendoza, 28 de noviembre de 2007

Ref. Expte. Nº 634-R-06-01583

Sra. Directora
Dirección de Saneamiento
y Control Ambiental
Lic. Gabriela Lúquez

Tenemos el agrado de dirigirnos a Ud. con el objeto de


presentarle adjunto un informe sobre el Proyecto Potasio Río Colorado, en virtud
de la invitación en tal sentido recibida por Marcelo Giraud, durante la Audiencia
Pública realizada en la ciudad de Malargüe el 10 de octubre de 2007.

En este informe se aportan mayores precisiones a las


observaciones realizadas en dicha Audiencia Pública, y se abordan algunos
aspectos que consideramos relevantes, no contemplados en el dictamen técnico
de la UTN, ni en los dictámenes sectoriales, ni en la propia audiencia pública.

Confiamos en que la información y los análisis que


brindamos resulten de utilidad para la justa valoración y toma de decisiones
respecto del mencionado proyecto.

Sin otro particular, saludamos a Ud. muy atentamente.

Marcelo Giraud Tania Bilbao


Prof. y Lic. en Geografía Alumna de Ingeniería en
J.T.P. efectivo en la cátedra Recursos Naturales Renovables
“Geografía de los Espacios Mundiales” (cursado completo, próxima a egresar)
Facultad de Filosofía y Letras Facultad de Ciencias Agrarias
Universidad Nacional de Cuyo Universidad Nacional de Cuyo
D.N.I. 20.112.286 D.N.I. 31.288.287
marcelogiraud@speedy.com.ar taniabil@hotmail.com
Tel. 444-1063 Tel. 431-4376
INFORME SOBRE EL PROYECTO “POTASIO RÍO COLORADO”

En el presente informe se realizan algunas consideraciones relativas al impacto ambiental que,


de concretarse, podría producir el Proyecto Potasio Río Colorado, localizado en el sur del
departamento Malargüe, provincia de Mendoza. Para ello, se analizó el Informe de Impacto
Ambiental de dicho proyecto, el Dictamen Técnico de la Universidad Tecnológica Nacional -
Facultad Regional Mendoza, la respuesta de Potasio Río Colorado a dicho dictamen,
Dictámenes Sectoriales presentados por diversos organismos estatales, y expresiones vertidas
en ocasión de la Audiencia Pública realizada en Malargüe el 10 de noviembre de 2007.
Dada la extensión del expediente y la variedad de aspectos involucrados en el proyecto, se
analizarán sólo algunos de ellos, seleccionados por su relevancia para una justa evaluación y
toma de decisiones, y/o por no haber sido objeto de tratamiento u observación en la
documentación ya presentada. Por otra parte, se adhiere a las observaciones y
recomendaciones ya formuladas en el Dictamen Técnico (excepto a las conclusiones nº 29, 52 y
53), y a la mayoría de los reparos expresados en los Dictámenes Sectoriales.

1 – Participación ciudadana en el proceso de Evaluación de Impacto


Si bien la publicación de edictos y publicidad obligatoria en la prensa, el libre acceso a todo
el expediente en oficinas públicas, y la propia Audiencia Pública, son instrumentos de
participación democrática, en la práctica presentan importantes limitaciones.
Aunque toda persona tiene la posibilidad de consultar el expediente completo, las casi
4.000 páginas del mismo resultan de difícil abordaje para un ciudadano común con escaso
tiempo y/o formación científico-técnica.
Por ello resulta clave la calidad del resumen ejecutivo, de modo que sea altamente
significativo, sintético y a la vez completo. En el caso del Proyecto Potasio Río Colorado, ni el
resumen ejecutivo, ni ninguna sección en todo el Informe de Impacto Ambiental presentan una
matriz de impacto sintética, que combinando todos los elementos del ambiente natural y
social con las diversas acciones del proyecto permita al lector no iniciado comprender
rápidamente cuáles serán los impactos. La sucesión de fichas de detalle en el capítulo 6
(Evaluación de Impacto Ambiental) no permite la necesaria visión de conjunto.
La página publicada por la empresa en los diarios locales presenta un importante nivel de
detalle en los aspectos favorables a la imagen del proyecto, pero pasa por alto elementos
significativos e indispensables para su justa valoración por la comunidad, como dimensiones y
carácter perpetuo del depósito de sal, consumo anual de electricidad, desagregación del valor
agregado en regalías, costo laboral y utilidades, destino final de las mismas.
Es normal que algunos aspectos técnicos del Informe de Impacto Ambiental sean complejos
de comprender, pero debiera como mínimo presentar una nomenclatura de las siglas y
unidades de medida utilizadas y traducir todas las expresiones al español. La gran mayoría
sí lo están, especialmente en la parte principal, pero en el Anexo II, por ejemplo, hay largas
decenas de páginas sin la menor traducción al español.
2 - Fondo de garantía y responsabilidades
La empresa no ha comunicado la constitución de ningún fondo de garantía que permita
costear los controles por siempre ni remediar y/o mitigar los posibles daños al ambiente
que ocurran durante los 40 años de actividad o a perpetuidad después del cierre.
La ley 24.196 en su artículo 23 establece la obligatoriedad de constituir una previsión
especial para prevenir y subsanar las alteraciones que pudieran ocasionarse, quedando su
monto a criterio de la empresa. PRC no ha informado si constituyó dicha previsión, ni su monto,
a fin de poder evaluar si es satisfactorio en función de las características del proyecto. En caso
de constituir el fondo, por ley la empresa podría desgravar ese monto en el impuesto a las
ganancias.
Por las características del proyecto, se considera que corresponde la plena aplicación del
artículo 22 de la ley 25.675, Ley General del Ambiente: “Toda persona física o jurídica, pública
o privada, que realice actividades riesgosas para el ambiente, los ecosistemas y sus elementos
constitutivos, deberá contratar un seguro de cobertura con entidad suficiente para
garantizar el financiamiento de la recomposición del daño que en su tipo pudiere producir;
asimismo, según el caso y las posibilidades, podrá integrar un fondo de restauración ambiental
que posibilite la instrumentación de acciones de reparación.” De ninguna manera se debería
permitir el comienzo de la explotación sin el cumplimiento cabal de este requisito, en particular
respecto de la “entidad suficiente para la recomposición del daño”, para lo que se deberán
considerar todos los riesgos implícitos en el proyecto.
Resulta llamativo que la consultora subcontratada para el estudio de factibilidad del
depósito de sal, principal factor de riesgo ambiental, haya deslindado así su responsabilidad:
"Limitaciones y Uso del Informe. El presente informe fue preparado por Klohn Crippen Berger
Ltd. para Río Tinto Technical Services. El material del mismo refleja el mejor juicio de Klohn
Crippen Berger a la luz de la información disponible para él al momento de la preparación.
Cualquier tercero que haga cualquier uso del presente informe, o cualquier dependencia o
decisiones tomadas con base en el presente informe, son de responsabilidad de dichos
terceros. Klohn Crippen Berger Ltd. no acepta responsabilidad alguna por cualquier daño, si lo
hay, que sufra cualquier tercero como resultado de decisiones hechas o de acciones basadas
en el presente informe."
En la Audiencia Pública la consultora URS no respondió si se haría co-responsable con
Potasio Rio Colorado - Rio Tinto por cualquier tipo de daño debido a aspectos no previstos o
mal evaluados en el Informe de Impacto Ambiental, a perpetuidad, más aún considerando que
se desconoce si la empresa ha constituido un fondo de garantía.

3 - Controles y monitoreos
Un aspecto clave y de los que más dudas suscita en la comunidad, es si existe y seguirá
existiendo una fuerte decisión política y factibilidad práctica y económica de realizar todos los
controles y monitoreos necesarios, y de que las autoridades de aplicación tomen todas las
medidas que correspondieran no sólo durante la apertura, explotación y cierre del yacimiento,

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sino a perpetuidad en casos como la cubierta del depósito de sal y los acuíferos bajo el mismo.
El costo de tales controles con la frecuencia y rigor necesarios sería muy elevado, dada la
ubicación del yacimiento y el número de organismos con competencia. El yacimiento está a 270
km de la ciudad de Malargüe -la mayor parte huellas en mal estado- y 700 km de Mendoza. Se
coincide con los dictámenes sectoriales que piden a la empresa que como mínimo se haga
cargo de mejorar los caminos para garantizar una buena accesibilidad, y con la sugerencia de
asfaltar de la ruta 40 y el acceso al yacimiento, a cargo de la empresa.
Considerando que hoy tanto la Dirección de Saneamiento y Control Ambiental como otros
organismos con competencia disponen de poco personal para garantizar los controles
necesarios, sería necesario aumentar el plantel de inspectores en cada uno de ellos. Los
costos emergentes de estas contrataciones deberían estar a cargo de la empresa, mediante
tasas de inspección y control acordes con dichos costos.
Debiera preverse también que organizaciones civiles puedan visitar el sitio, recorrer las
instalaciones y efectuar controles y monitoreos, sin obstáculos por parte de la empresa y sin
necesidad de aviso previo.

4 - Depósito de almacenamiento de sal


Luego de 40 años de explotación, la empresa propone dejar "por un tiempo prolongado"
(cap. 4, pág. 73) una suerte de meseta artificial de ClNa “encapsulado”, de 210 ha por 40 a 50
m de altura. Según lo expuesto en el proyecto, la expresión “prolongado” significa en la práctica
“a perpetuidad”, al menos en lo que depende de acciones propuestas por PRC.
El Informe de Impacto Ambiental y varios de los dictámenes abordan las infiltraciones que
se producirían por la base del depósito de sal, como reconoce la propia empresa, a pesar de
una capa de arcilla y una membrana de polietileno de alta densidad. La discusión no gira en
torno a la ocurrencia del hecho sino a su magnitud, impacto y medidas a adoptar al respecto.
Sólo se señalará aquí la falta de información sobre el comportamiento de la membrana ante
el posible efecto sinérgico de contacto con la sal, elevada presión, depósito a perpetuidad,
posible deformación del sustrato y temperatura inicial de la sal de 55-60º C. En cambio, se
analizará con mayor detalle el comportamiento de la superficie del depósito.
Cada celda sería cubierta por una capa de 30 cm de arena, grava (barrera capilar), 1 m de
suelo y 10 cm de roca basáltica triturada. Pero “las celdas de los depósitos de sal serán
preparadas para su cierre cuando alcancen la capacidad máxima de diseño especificada”. Por
ello, durante períodos de 6 a 12 años, superficies de hasta 60 ha de sal (no 400 m x 400m = 16
ha como en cálculos del IIA) quedarían expuestas a los agentes atmosféricos.

4.1. Tormentas de gran intensidad


En el Capítulo 5 (Línea Base), sección 2.4.2.5 (Estimación de la precipitación, pág. 148-
150), se define una tormenta de proyecto. Con buen criterio se adoptan las curvas IDF
(Intensidad-Duración-Frecuencia) propuestas por el INA y basadas en largas series de
observaciones para Mendoza; los dictámenes del propio INA y de la Dirección de Hidráulica
también consideran apropiado aplicar ese modelo. Para un tiempo de recurrencia de 50 años, la

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lámina acumulada en 1 hora es de 96,6 mm, para 100 años, de 109,9 mm, y para 200 años, de
122,8 mm. La máxima lámina prevista por el modelo para un lapso de 5 minutos es de 27,8
mm, en un tiempo de recurrencia de 50 años.
El Anexo II (Estudio de Factibilidad para el Depósito de Almacenamiento de Sal) utiliza
como presupuesto una precipitación máxima estimada en 144 mm/24 horas como evento con
período de retorno de mil años.
El punto 7.2.2 (Pileta Operativa de Salmuera) prevé que dicha tormenta milenaria de 24
horas produciría una escorrentía máxima de los taludes de 112.000 m3 a la pileta de salmuera.
En 7.2.3 (Recolección de Salmuera Proveniente de las Pilas de Sal) se indica que la zanja está
diseñada para conducir un flujo máximo de 290 litros/segundo producto de dicha tormenta
milenaria. No obstante, si el cálculo de 112.000 m3 fuese correcto y ese volumen escurriera a la
pileta de salmuera a un caudal constante a lo largo de 24 horas, resultaría un caudal de 1.296
l/s, ya muy superior al caudal de diseño indicado para la zanja perimetral. Además, la
precipitación de 144 mm/día equivale a un promedio de 6 mm/hora, pero no se contemplan
picos de intensidad de tormenta y por ende la lámina acumulada y el caudal resultantes.
Compárese con los 122,8 mm/hora y los 27,8 mm/5 minutos que prevé la tormenta de
proyecto adoptada en la línea de base. El diseño de la zanja perimetral subestimaría
fuertemente la capacidad de conducción necesaria, con los consiguientes riesgos de desborde
y eventual colapso.
En el Anexo II, apéndice IX (Análisis Preliminar del Diseño de la Cubierta de Clausura), se
utiliza una simulación de datos climáticos para el sitio PRC, obtenida a partir del archivo de
datos para la ciudad de San Luis. La misma presenta un promedio de precipitación anual de
897 mm, mientras que en el sitio PRC es de 212 mm, diferencia para la cual se aplicó un factor
de corrección. Se considera que el carácter y la magnitud de las diferencias climáticas entre
ambos sitios son demasiado notorias para que la metodología utilizada brinde resultados
confiables. Tampoco es aceptable la simulación de una tormenta ARI (no se indica el significado
de la sigla, se infiere tormenta de proyecto o similar) de 100 años de sólo 4,1 mm/hora, o 99
mm/día.
En el mismo Anexo II, apéndice X (Diseño de protección contra erosión de la cubierta de
clausura), se calcula el tamaño de las rocas que cubrirían los taludes de la pila, de modo que no
sufran erosión por un evento de precipitación extrema. El cálculo se basa en la lluvia milenaria
de 144 mm/día, equivalente a 6 mm/hora. Para estimar el pico instantáneo de precipitación se
multiplica ese valor por 4 (sin aclarar con qué criterio), lo que equivale a 24 mm/hora. La
intensidad diaria es aceptable, pero de ningún modo la adoptada como pico instantáneo de
precipitación, que es el parámetro significativo para calcular el potencial erosivo. Compárese
con los 122,8 mm/hora y los 27,8 mm/5 minutos de la tormenta de proyecto adoptada en la
línea de base.
La estabilidad a perpetuidad de la cubierta del depósito de sal es un aspecto
ambientalmente crítico del proyecto. Por ello, es incoherente e inaceptable que los cálculos
del proyecto se basen en datos tan arbitrariamente subestimados respecto de lo expuesto
en la línea de base, lo que podría significar un fuerte riesgo para la cubierta del depósito de

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sal y las zanjas perimetrales que drenan hacia la pileta de salmuera.

4.2. Viento
En el capítulo 4, sección 8.3.3. (Depósito de sal) se calcula un factor de emisión de sal en
base a vientos medios de 5 m/s. De ningún modo es pertinente utilizar una velocidad media del
viento para dicho cálculo. Dicha sección indica que se depositarán 2,4 Mtn/año de sal (cantidad
correspondiente al ClK), cuando en realidad serían unas 2,9 Mtn/año, pues se producirían en
torno a 1,2 toneladas de cloruro de sodio por cada tonelada de potasio. También se establecen
tasas de emisión de sal para 3 rangos de velocidad de viento, pero sin indicar volúmenes
totales, para una pila activa de sólo 16 ha y considerando la misma tasa para todos los
vientos de intensidad superior a 13 m/s.
Según el capítulo 5 sección 2.7. (Clima y meteorología), Potasio Río Colorado cuenta con
datos meteorológicos en el sitio de la mina desde 1991. En varias ocasiones se expresa que
“Las ráfagas de vientos fuertes provienen del noroeste y alcanzan los 60 km/h, pero sólo el 2%
del tiempo”. Sin embargo, la rosa de los vientos (se supone frecuencias, pues el título no lo
indica) de la fig. 143 se refiere sólo al período marzo 2004-marzo 2005. Las incluidas como fig.
144 de intensidades máximas y medias de vientos en km/h no especifican el período de
medición; puede inferirse que también sea marzo 2004-2005, período demasiado corto para el
propósito del estudio. Para el período 1991-1999 sólo se presenta la tabla 76, cuyo real
significado se desconoce, pues confunde los conceptos intensidad acumulada (según el título) y
frecuencia (según la última fila). No parece tratarse de frecuencias, sino de la distribución de
intensidades acumuladas según la dirección del viento. Fuera de esta confusión, dicha tabla no
suministra información sobre velocidad, dirección y frecuencia de vientos de gran intensidad, los
más relevantes por su potencial erosivo. Las ráfagas de viento del noroeste difícilmente
alcancen los 60 m/s (= 216 km/h) según se indica en p. 255, pero si se tratara de un error de
tipeo, tampoco es admisible considerar un máximo de 60 km/h, sino más bien en torno a 120
km/h.
El anexo II, apéndice XI (Ensayos de Túnel de Viento sobre la Sal), describe el resultado de
ensayos a velocidades de 9, 11 y 13 m/seg. Las figuras 10 y 12 muestran que a 13 m/seg el
material particulado emitido es 4 veces mayor que a 9 m/seg. Sin embargo, no hay ninguna
mención sobre las velocidades de hasta 30 o 35 m/seg típicas de un viento Zonda. Esta
palabra aparece sólo una vez en las 3.400 páginas del Informe, asociada a lo beneficioso
que resulta para la sanidad vegetal. Y aún sin nombrar el Zonda, tampoco analiza el efecto de
vientos del oeste o noroeste de esa velocidad. No calcula el volumen de sal que podría ser
erosionada y transportada en esas condiciones, ni su impacto en el ecosistema, en
particular sobre la vegetación, el suelo y el agua del río Colorado si la sal llegara hasta él.
Cabe destacar el alto valor ecológico de este ecosistema, dado que se trata de un área de
ecotono y con importante número de endemismos, muchos de los cuales no han sido
estudiados aún.
No son satisfactorias las respuestas dadas por la empresa en la audiencia pública, en el
sentido de que para que haya erosión en la pila de la sal, el viento debería estar cargado de

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partículas que sirvan de material abrasivo (corresponde a las características del Zonda), y de
que considerando las limitaciones de los modelos matemáticos y ensayos, se observó que en
yacimientos de potasio activos en Alemania y Canadá no hay erosión significativa sobre las
pilas de sal (las características climáticas son muy diferentes a las de Malargüe).

4.3. Sismo máximo creíble


El anexo II sección 2.7.2 realiza la evaluación de riesgo sísmico. Se considera válida la
evaluación determinística de la Aceleración del Terreno Máxima (ATM) para 4 escenarios de
Máximo sismo creíble, con ATMs estimadas que varían entre 0,24 y 0,32 g. Sin embargo, no
queda claro por qué se adoptó como sismo de diseño el que produce una ATM = 0,24 g.
También se menciona que las ATMs indicadas son sólo estimaciones preliminares y deben
confirmarse con una evaluación de riesgo sísmico detallado para el diseño final. Dado lo crítica
que es esta variable para la estabilidad del depósito de sal a perpetuidad, a fin de evitar
gravísimos daños ambientales, la aprobación de dicho diseño final debería ser requisito
indispensable para la autorización del proyecto.
La sección 6.3.2 analiza la estabilidad del depósito de sal bajo condiciones post-sismo,
asumiendo la posibilidad de licuefacción de la sal, y se concluye que de producirse dicha
licuefacción no llegaría a producir un derrumbe del depósito de sal. En el apéndice 7 se
menciona que el cálculo de estabilidad de la pila de sal está basado en la hipótesis de un sismo
máximo creíble.
Sin embargo, en la sección 6.3 y el apéndice 7 (tanto en el texto como en los numerosos
esquemas con sus parámetros) no se observa ningún cálculo de comportamiento durante un
sismo, ni se menciona aceleración de terreno máxima (ATM) alguna. No hay certeza de que en
alguna parte del proyecto se haya efectivamente utilizado la ATM = 0,24 g adoptada en la
sección 2.7.2. Tampoco se observan cálculos de estabilidad durante un sismo máximo creíble
para los lechos de roca de 7 m de altura, que soportan perimetralmente los depósitos de sal de
40 a 50 m de altura.
A partir de los análisis efectuados, resulta pues difícil evaluar en qué medida está calculado
y minimizado el riesgo sísmico. En todo el proyecto, la posibilidad de colapso del depósito de
sal o parte de él y su derrame en dirección a la cuenca del río Colorado es muy probablemente
el riesgo con mayor potencial de daño catastrófico. No se ha evaluado dicho potencial de
impacto ambiental, ni se presenta ningún plan de contingencia ante este evento, cualquiera
sea su probabilidad. Corresponde aplicar con todo rigor el principio de precaución del derecho
ambiental internacional.

4.4. Alternativas de uso o reinyección


Varios dictámenes técnicos (COIRCO, DOADU, DRNR), así como la legislación ambiental
en todos sus niveles, recomiendan que la empresa se haga cargo de todas sus externalidades,
especialmente el depósito de sal. Si no fuera factible comercializar ese volumen como sal
común o procesarla para producir soda solvay, o sólo parcialmente, debería reinyectar en los
pozos el cloruro de sodio, aunque ello implicara reducir la rentabilidad económica, pero dejando

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un sitio menos impactado y sin riesgos definitivos de contaminación salina. No se conocen
estudios detallados de la empresa en que se evalúen diferentes alternativas de uso o
disposición final del ClNa, a fin de seleccionar la más conveniente entre las que internalicen
responsablemente el ClNa producido. La empresa tampoco respondió a esta cuestión en la
Audiencia Pública.

5 - Consumo de energía e impactos asociados

5.1. Magnitud del consumo de gas y electricidad


A partir de los datos señalados en el capítulo 4, sección 13.1 (Gas), se calcula que en fase
de operación el consumo de gas natural estaría en torno a 1 millón de m3 por día, más
precisamente 367,4 millones de m3/año expresado en gas de 9.300 kcal/m3. Comparado con
datos de ENARGAS (http://www.enargas.gov.ar/DatosOper/Planilla.php), el consumo de Potasio
Río Colorado sería del mismo orden que la sumatoria del consumo Residencial + Comercial
+ Entes Oficiales en la provincia de Mendoza (369 millones de m3 en 2006).
El consumo anual de electricidad sería de 318 GWh. Según la Secretaría de Energía
(http://energia3.mecon.gov.ar/contenidos/verpagina.php?idpagina=2289), esto equivale a 39%
del consumo residencial en la provincia de Mendoza (812 GWh en 2005).
En tiempos de crisis energética y restricciones de suministro tanto a empresas como a
ciudadanos comunes, corresponde evaluar si es oportuno incorporar una demanda de
semejante magnitud a la estructura del consumo mendocino y argentino, y qué nivel de
prioridad debe otorgarse a un emprendimiento donde el gas y la electricidad son sus
principalísimos insumos. Sería muy significativo comparar la intensidad energética (gas y
electricidad) de este proyecto con la de otras actividades productivas, como cociente del empleo
directo generado y del valor agregado producido, considerando además que el producto
obtenido no sería destinado a satisfacer necesidades de mendocinos ni argentinos, ni generaría
encadenamientos productivos hacia adelante en nuestro país.

5.2. Emisiones de gases de efecto invernadero (GEI)


Tan importante consumo de gas requiere una evaluación del impacto debido a los GEI que
emitiría la planta. En el capítulo 4 (Descripción del proyecto) se detallan las emisiones por
fuentes móviles, pero nada se dice respecto de las fuentes fijas, que representan el 99,8% de
los GEI emitidos.
En el capítulo 6, pág. 108-9, sí se detalla el volumen de GEI para todas las fuentes. El total,
838.392 tn CO2/año, puede expresarse también como 349 kg de CO2 emitido por cada 1.000 kg
de ClK producido. El informe presenta también el cálculo de Calificación Ambiental (CA), que es
el criterio tomado para evaluar el impacto ambiental producido por cada acción del proyecto. Sin
embargo, se discrepa con los valores asignados por la consultora URS a los componentes
Extensión (E), Reversibilidad (Re) y Riesgo de ocurrencia (Ro), que implicarían una sub-
evaluación de dicho impacto. A continuación se exponen las razones de dicho desacuerdo y la
valoración que se considera adecuada para dichos componentes:

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En cuanto a la Extensión (magnitud del área afectada por el impacto) la consultora
consideró que es Puntual (E = 0,3) “pues se limita a las áreas que se asocian al proyecto”.
Estando científicamente comprobado y siendo de público conocimiento que el efecto producido
por la emisión de GEI es de escala Global (que incluso excede la escala adoptada por la
consultora: puntual - local - regional), se ha considerado E = 1,0.
En cuanto a la Reversibilidad (posibilidad, dificultad o imposibilidad de retornar al estado
previo a la intervención y los medios de recuperación), la consultora consideró que el impacto
es Recuperable (Re = 0,4). Esto es así, con intervención, si y sólo si se adoptan medidas
eficientes para la fijación de los GEI emitidos. Dado el volumen de estos, las acciones
necesarias serían de tal magnitud que se consideró Re = 0,7 (el mayor valor dentro del mismo
rango Recuperable).
Respecto del Riesgo de Ocurrencia del impacto, según URS es Probable (Ro = 0,6).
Según el IV Informe del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) publicado
en febrero de 2007, las probabilidades de que las emisiones de GEI antropogénicas sean
responsables del cambio climático global son superiores a 90%, por lo que se asignó un Riesgo
de Ocurrencia Ro = 0,9.
A partir de los valores expresados y las demás variables de la fórmula (Carácter = –1,
Intensidad = 0,7, Duración = 1,0, Desarrollo = 0,4), la consultora calculó una Calificación
Ambiental (CA) = – 3. En cambio, aplicando los valores considerados correctos, y sin modificar
el resto de las variables, se obtiene la CA = – 7.
Por otra parte, la empresa no propone ninguna medida de recuperación de los GEI
emitidos. Por ello, es factible contabilizar a precio de mercado el pasivo ambiental de los GEI
que emitiría, considerando que 1 tn CO2 = 1 bono de carbono, y que la cotización actual del
mismo varía entre 10 y 14 US$. A esos valores, el costo ambiental resultante sería de 8,4 a
11,7 millones US$/año. A fines de comparación, el menor de estos valores supera ya el monto
de las regalías que cobraría la provincia. A los valores actuales de emisiones de gases de
invernadero, la Argentina no estaría obligada por ahora a comprar bonos de carbono. Sin
embargo, los gases que emitiría el proyecto implican un costo de oportunidad para el país,
pues reducen el margen de “derechos de emisión” utilizable para otros usos, o reducen una
eventual venta de bonos de carbono según el excedente de “derechos” disponible.
Resulta difícil compatibilizar el escenario de emisiones del proyecto con lo enunciado en el
anexo IX sección 1.4.2. (Política sobre Cambio Climático), donde Rio Tinto declara su
preocupación por el tema y la necesidad de políticas efectivas y equitativas al respecto.

5.3. Emisiones de calor


Según el cap. 4, pág. 72, "Las emisiones de calor son insignificantes puesto que la
operación de la planta requiere eficiencia máxima en la conservación del calor". Cualquiera sea
el esfuerzo realizado para maximizar dicha eficiencia (por razones ambientales y económicas),
el proyecto prevé quemar en torno a 1 millón de m3 de gas por día, lo que genera y libera al
ambiente unas 9 mil millones de kcal / día, o 3,4 billones de kcal / año, de ningún modo
“insignificantes”. Si bien, fuera de los propios operarios de la planta, no habría población

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humana a distancia tal que pudiera percibir estas emisiones de calor de manera significativa, se
debería analizar la posibilidad de impacto sobre las comunidades biológicas, más aún teniendo
en cuenta el valor ecológico de las mismas antes mencionado. El capítulo 6 (Identificación y
evaluación de impacto ambiental) no describe ni calcula ninguna Calificación Ambiental de
este impacto.

5.4. Reservas / Producción anual de gas en Argentina – Duración del proyecto


Debido al aumento del consumo y a la escasa inversión en exploración, la relación entre
reservas de gas y producción anual en Argentina disminuye fuertemente y sin pausa desde
hace décadas. Mientras que en 1981 esa relación era de 48 años, actualmente se conocen
reservas para sólo 8 años, pero el proyecto PRC demandaría gas durante 40 años. El
descubrimiento de yacimientos no avanza al ritmo del consumo más la exportación a Chile. En
la generosa hipótesis de que a los 8 años actuales se sumaran otros 10 o 15 por nuevos
hallazgos, tampoco se llegaría a 40.
No resulta satisfactoria la respuesta de la empresa en la Audiencia Pública, al expresar que
el precio más alto del gas traerá más exploración y descubrimiento de recursos, y que la
empresa contempla la posibilidad de aumentar esos recursos de gas en la zona. Es verdad que
el alza de precios incentiva la exploración, pero de todos modos se trata de un recurso agotable
y finito. No queda claro cómo la empresa aumentaría los recursos de gas.
La Dirección de Hidráulica en su dictamen requiere prever la posibilidad de que “una
restricción en el suministro de gas natural haga fracasar el emprendimiento y deje un pasivo
ambiental de proporciones inimaginables”, y analizar como escenario alternativo el uso de una
fuente de energía distinta. Es de suma importancia que la empresa confirme qué reservas de
gas u otra fuente de energía calórica utilizará, como insumo crítico, durante los 40 años de
operación previstos. De no contar con esta garantía, la empresa debería contemplar la
posibilidad de cierre anticipado en el plan de cierre presentado.

6 - Planes de contingencia
El dictamen técnico de la UTN observa la falta de numerosos planes de contingencia
indispensables para diversos eventos. La empresa responde con un compromiso de estudiar y
diseñar planes para una muy larga serie de eventos. Se considera que no debe otorgarse la
autorización de explotación mientras falte presentar y aprobar alguno de esos planes de
contingencia, y muy especialmente en lo que respecta a sismos, actividad volcánica,
interrupción de suministro de gas o electricidad (incluyendo su posible ocurrencia simultánea
con sismo y consiguiente rotura de ductos de diverso tipo), tormentas de gran intensidad, caída
de camiones al río Colorado con su carga de producto o insumos contaminantes.
Con buen criterio, entre los fenómenos que la UTN solicita considerar figuran “vientos
huracanados de tipo Zonda". Desconociendo la geografía mendocina, la empresa responde
ofreciendo elaborar un plan de contingencia para ciclones, huracanes y tifones. Dada la
posición del yacimiento tras la cordillera de los Andes, a casi 1.000 km del Atlántico y a 36º de
latitud, las probabilidades de ocurrencia de esos eventos, propios de mares tropicales y tierras

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adyacentes, son nulas.

7 - Imprecisiones varias
No se aclara cantidad y tipo de desechos peligrosos, así como su disposición final.
En el Anexo II, apéndice 12, la consultora RWDI propone alternativas para instalar una
cerca cortaviento en el perímetro de la pileta de salmuera y limitar así las emisiones desde la
misma. No hay definición de la empresa sobre la opción elegida respecto de su altura,
porosidad y otras características de diseño que permitan evaluarla.
Numerosas expresiones a lo largo del informe, así como respuestas de la empresa al
Dictamen Técnico de la UTN, resultan imprecisas y generales, remitiendo a futuros estudios de
detalle. Ejemplos de estas expresiones: “Los volúmenes de las reservas de agua se estimarán
mediante el uso de todas las técnicas que se encuentren disponibles”, “Serán tenidas en cuenta
las condiciones de base y los estudios complementarios para el diseño de detalle de las obras
de infraestructura”. Se considera que el Informe presenta demasiadas imprecisiones y
promesas de futuros detalles, en aspectos cruciales para la minimización de riesgos e impactos
ambientales, siendo uno de los más graves el ya mencionado sobre los planes de contingencia
faltantes.

8 - Distribución de beneficios económicos


- Valor Bruto de Producción anual en etapa de plena explotación, sin considerar el alza
sostenida en la cotización del cloruro de potasio desde la presentación del proyecto: 370
millones de US$
- Valor Agregado anual en las mismas condiciones: 225 millones US$
Este valor anualmente agregado por la empresa se distribuiría del siguiente modo según
factores productivos:
- Tierra (Recurso Natural) = 8 millones US$ (regalías a la provincia de Mendoza). Este
monto estimado por la empresa está sujeto a incertidumbre y podría ser menor, pues el estado
provincial no ha dictado aún una ley que establezca si cobrará el máximo de 3% previsto por ley
nacional 24.196 o un porcentaje menor.
- Trabajo = 17 millones US$ (costo laboral total de 850 empleados, a un promedio de
20.000 US$/empleado/año, o 5.250 $/empleado/mes).
- Capital = 200 millones US$ (ganancia bruta). Aunque la fase de plena producción se
alcanza entre el 6º y el 10º año de operación, la ganancia bruta equivale a una amortización del
capital invertido en 4,5 años de plena producción, para un proyecto de 40 años. Una vez
amortizada la inversión, debería tributar al Estado Nacional el 35% de impuesto a las
ganancias, es decir 70 millones US$ anuales (suponiendo total transparencia y veracidad en las
declaraciones juradas). Siendo verosímil que Rio Tinto, 2ª mayor empresa transnacional minera,
financiaría la inversión de capital, no debería imputarse pago de intereses que retrasen el inicio
del pago de dicho impuesto. De no ser así, implicaría menor captación de recursos por el
Estado y mayor ganancia aún para capitales extranjeros. La ganancia neta, si la empresa

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abonara rigurosamente sus impuestos, sería de 130 millones US$ anuales.
Estas cifras no fueron refutadas ni objetadas por la empresa luego de ser expuestas en la
audiencia pública.

9 - Uso y manejo de los recursos naturales – Desarrollo Sustentable


De concretarse el proyecto, en 40 años casi agotaría uno de los mayores yacimientos
mundiales de potasio, y consumiría una parte significativa de nuestro gas, ambos recursos no
renovables. Se considera que el manejo de dichos recursos, en especial los energéticos,
requiere una política estratégica provincial y nacional que maximice a largo plazo el beneficio
social para los mendocinos y argentinos.
Es indispensable considerar el costo de oportunidad que semejante consumo de gas
implica a futuro, en el marco del progresivo agotamiento de hidrocarburos a escala mundial,
cuando la Argentina deberá seguramente importar combustibles a un precio muy superior al
actual. Y el costo de oportunidad respecto de otros usos que satisfagan necesidades de los
mendocinos y argentinos: consumo domiciliario, materia prima en petroquímica, energía para
industrias generadoras de encadenamientos productivos hacia adelante.
Por otra parte, al basarse en la exportación del producto a Brasil, el proyecto no ha
considerado las necesidades actuales y a muy largo plazo de potasio como fertilizante de
suelos en nuestro país. Si bien en Argentina el consumo actual es mucho menor que Brasil, el
modelo de producción agrícola vigente asegura una demanda creciente, en particular para los
monocultivos de soja, trigo y girasol. En la Audiencia Pública, la empresa declaró estar
analizando las perspectivas de abastecer también el mercado argentino. Pero con seguridad lo
haría sin alterar el plan de explotación en 40 años, ni considerar la posibilidad de ajustar el ritmo
de producción a las necesidades de la agricultura argentina a muy largo plazo.
No se comparte la perspectiva de favorecer la agricultura de otro país resignando
oportunidades para el propio, más aún perdiendo la ocasión de realizar una explotación
nacional de los recursos, con los beneficios económicos adicionales que ello generaría.
El capítulo 9 se titula “Contribución del Proyecto PRC al Desarrollo Sustentable”. Según la
definición del Informe Brundtland (elaborado en 1987 para Naciones Unidas, llamado también
“Nuestro Futuro Común”), se considera Desarrollo Sustentable a “aquel que satisface las
necesidades del presente sin comprometer las necesidades de las futuras generaciones”. No se
ve cómo una contribución al rápido agotamiento de recursos naturales no renovables, pasivos
ambientales legados a las generaciones futuras (depósito de sal), y oportunidades perdidas
para las mismas, puedan ser compatibles con tal definición. El Informe de Impacto Ambiental no
presenta ningún análisis ni calificación ambiental para tales impactos.

Conclusiones generales
La concreción del proyecto Potasio Río Colorado implicaría la extracción acelerada de
recursos de potasio no renovables y muy difícilmente reciclables, y una fuerte contribución al
rápido agotamiento del gas argentino, para abastecer una demanda externa de fertilización de

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suelos degradados por monocultivos, sin considerar las necesidades internas de largo plazo.
El depósito o meseta artificial de sal constituiría un importante pasivo y factor de riesgo
ambiental a perpetuidad, para el cual el proyecto no evalúa otras alternativas viables de
reutilización o remediación total. Las serias deficiencias de diseño y cálculo implican
importantes riesgos para el ambiente local y regional, incluyendo en el peor de los casos, con
riesgo de ocurrencia no cierta pero en absoluto despreciable, la degradación de la calidad del
agua del río Colorado, con efectos interprovinciales. Todas las falencias técnicas del proyecto
deberían ser solucionadas a efectos de minimizar el riesgo ambiental.
Por añadidura el grueso de las utilidades serían transferidas a capitales privados del
exterior. Puede considerarse entonces que la concreción del proyecto implicaría la apropiación
por unos pocos de la mayor parte de los beneficios económicos, a costa de la socialización a la
comunidad de importantes costos y riesgos ambientales, algunos de ellos a perpetuidad.
Por todo ello, se concluye que el Proyecto Potasio Río Colorado de ningún modo responde
a un modelo de Desarrollo Sustentable y no se considera oportuno autorizar su concreción en
las condiciones que está formulado.

Marcelo Giraud Tania Bilbao


Prof. y Lic. en Geografía Alumna de Ingeniería en
J.T.P. efectivo en la cátedra Recursos Naturales Renovables
“Geografía de los Espacios Mundiales” (cursado completo, próxima a egresar)
Facultad de Filosofía y Letras Facultad de Ciencias Agrarias
Universidad Nacional de Cuyo Universidad Nacional de Cuyo
D.N.I. 20.112.286 D.N.I. 31.288.287

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