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Esto...

¡También es Violencia!
Y UNA COBARDÍA

DETENLO
La Violencia Es Un Delito
El ser tocadas en la calle por un
hombre desconocido, es una experiencia común para la mayoría de
las mujeres, en general las mujeres hemos crecido viviendo estos
actos de abuso, y no solo tocamientos indeseados, también miradas y
palabras ofensivas.

Muchas veces vemos estos incidentes como cotidianos, demasiado


pequeños como para hacer algo más que decirle: ¡idiota!, gritar,
comentarlo en la tarde con una miga, enojarnos un rato y seguir
adelante.

Rara vez lo vemos como lo que es, una forma de violencia, a menos
de que el incidente llegue un poco más allá de lo cotidiano, el sujeto
subió un poco más la mano, se atrevió a meterla debajo de la ropa,
nos acorraló contra la pared o llegó a extremos de violencia brutales
como una violación.

La realidad es que el que toquen en la calle a una mujer, el que nos


toquen o insulten en la calle no es un hecho insignificante, no es un
chiste, una travesura o un piropo, es VIOLENCIA, y como tal un
DELITO.

¿Por que lo hacen?


Que le hace pensar a un hombre que puede hacerlo?, que le hace
pensar que puede agredir a una mujer?, ¿Que lo alienta para
hacerlo?.

Algunos creen que es divertido, Otros creen que decir mmaasita es un


cumplido, Otros dicen que es porque se les antojó, les dieron ganas,
Por la adrenalina, Por que es automático ya ni lo piensan, Para
desquitarse, y sobre todo para presumirlo con sus amigos.

Pero hablemos del fondo, desde pequeños los niños son enseñados a
ser activos, a tomar lo que quieren, son ellos los que desde muy
temprana edad aprenden a pedirle a una niña que sea su novia, se les
enseña a observar sin pudor, ellos ven los calzones a las niñas en la
escuela, en cambio a las niñas se les pide que sean recatadas, que
esperen, que se den a respetar, que no se dejen ver, tocar, que no
vean.

Esto coloca en desventaja a las mujeres, ellos ven, ellas no, ellos
actúan, ellas lo tienen
prohibido, a ellos se les
enseña a desear y a ellas
se les restringe, es como
si ellos fueran un gato y
ellas un ratón, son las
cazadas, las pasivas, las
atrapadas.

De esta manera ocurren


estos actos violentos, sin
decirlo con palabras se
enseña a los niños como
violentar y a las niñas
como aceptar la violencia.
Después la violencia es minimizada, vista como normal, tolerada,
aceptada, invisibilizada

¿Por qué invisibilizada?


Por que si un niño o niña roba algo en clase, se hará un gran alboroto
y se sancionará al niño o niña que lo hiciera, pero si una niña es
tocada por un compañero o si le alzan la falda, muy probablemente
no pasará nada, se tomará como un juego o como algo mínimo.

Esto mismo pasa en otras escalas, en la adultez, no hubo limites en la


niñez y ahora que es adulto, no se detendrá y muy probablemente no
creerá que es lago malo.

¿Por qué?
Porque nadie le dijo nada nunca, fue un chiste, un juego, una
travesura que es alentada por compañeros, y familiares.

Y pensemos en algo, si esto hacen en la calle, ¿que harán en su


casa?, paremos la violencia.

¿Cómo?
Lo principal es que nosotras le demos importancia, que alcemos la
voz y digamos no, que tengamos la confianza de saber que si es un
delito y que está legislado, el nombre del delito es ACTOS
LIBINIDOSOS, si denuncias, si lo detienen, lo ficharán, su familia se
entrará, tendrá que molestarse en ir al ministerio público y sobre todo
habrá antecedentes de su conducta inapropiada.
Con este acto, nosotras evitamos que lo siga haciendo, nosotras
podemos hacer lago, hagámoslo.

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