Tendencias de los Cultivos Ilícitos en el Guaviare
Los cultivos ilícitos de coca en el departamento de Guaviare han venido
incrementando su área desde el año 2000, según reportes de SIMCI (Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos), pasando de 17.619 hectáreas en el 2000 a 27.381 hectáreas en diciembre de 2002. Analizando este aumento en el área sembrada, conjuntamente con aspectos como área erradicada y condiciones observadas en el material fotográfico disponible, son varios los aspectos que influyen en esta tendencia, algunos de los cuales son analizados en el presente documento.
Para corroborar esta información se han realizado visitas de campo periódicas a
los municipios de El Retorno y San José del Guaviare.
1. CULTIVOS ILÍCITOS
Al analizar la situación actual de los cultivos ilícitos en el departamento de
Guaviare se puede concluir que:
• La tendencia de implementación de los cultivos ilícitos en los municipios visitados
es establecer lotes con áreas que oscilan entre 0,5 y 2,0 hectáreas.
• De acuerdo con el censo del 2002 realizado por el Sistema Integrado de
Monitoreo de Cultivos Ilícitos SIMCI-UNODC, para el municipio de El Retorno de 3.469 lotes sembrados con coca, 3.018 son menores o iguales a 2,0 hectáreas, es decir el 86% y para San José del Guaviare de 3.001 lotes cultivados con coca, 2.568 presentan área menores o iguales a 2,0 hectáreas, es decir el 83%. Lo cual muestra la predominancia de lotes de cultivos ilícitos de tamaño reducido, pero continuos.
• La siembra se realiza mezclando el cultivo de coca con plantas de plátano, maíz,
palma y en algunos casos con árboles típicos de la región.
• Los lotes se establecen al interior del bosque en forma fragmentada, quedando
limitados por franjas de árboles dándole al paisaje un aspecto de “colcha de retazos”.
• La mayoría de los cultivos de coca presentan un alto grado de tecnificación pues
son lotes con surcos bien trazados y en los que se utilizan diversos agroquímicos para su mantenimiento. • En los monocultivos se utilizan distancias de siembra de 0,5 y 0,6 m entre plantas y 1,0 m entre surcos, estableciendo densidades de siembra que oscilan entre 16.000 y 20.000 plantas por hectárea, mientras que en cultivos mezclados se presentan menores densidades de siembra (6.000 hasta 10.000 plantas por ha). • En los cultivos de coca se evidencia un intensivo control de arvenses lo que es un indicio del uso de herbicidas para realizar esta labor.
2. CULTIVOS LÍCITOS
Respecto a los cultivos lícitos se puede concluir:
• En los municipios visitados no se observan lotes de cultivos lícitos con áreas
mayores a 2,0 hectáreas.
• En el 90% de los lotes que tienen coca, se encuentran mezclados cultivos de
plátano.
• Se encuentran extensas praderas alternadas con bosque y cultivos de coca.
• En los cultivos de coca que han sido asperjados, no se aprecian daños en la
vegetación de tipo lícito mezclada o fraccionada.
3. COBERTURA BOSCOSA
Para la cobertura boscosa predominan los siguientes aspectos:
• No se aprecian daños en la vegetación colindante a los cultivos de coca
asperjados durante las operaciones del PECIG. • Se encuentran lotes de bosque en pleno proceso de tala y quema como preparación para extender las áreas de los cultivos ilícitos. • También se puede ver que en los lotes que fueron erradicados anteriormente y que actualmente presentan restauración vegetal se están realizando quemas con el fin de establecer probablemente nuevamente cultivos ilícitos. • Es común observar lotes talados y quemados, tanto aledaños a las praderas como a los lotes de coca, lo que evidencia que se pretende expandir la frontera agrícola.
Como se puede ver la tendencia predominante de los cultivos ilícitos en los
municipios de San José del Guaviare y El Retorno en el Departamento de Guaviare, es el establecimiento de lotes pequeños (0,5 – 1,0 ha) diseminados a lo largo del Bosque, en los que se mezclan las plantas de coca con plantas lícitas, principalmente plátano. Así, con éstas prácticas, de fraccionamiento y mezcla de cultivos se pretenden evadir las aspersiones del Programa de Erradicación. Los aspectos analizados anteriormente tienen como fundamento las observaciones de campo realizadas y se pueden apreciar en el Anexo Fotográfico que se presenta a continuación.
SITUACIÓN DE HAMBRE EN LOS DIEZ DEPARTAMENTOS COLOMBIANOS
CON MAYOR ASPERSIÓN AÉREA DURANTE
DEPARTAMENTO ÁREA DEFICIENCIA DEFICIENCIA DEFICIENCIA DEFICIENCIA
Como puede notarse, sólo dos departamentos (Antioquia y Santander) presentan
una situación nutricional que no es peor al promedio nacional. En todos los demás hay por lo menos un indicador que evidencia una situación contraria. Cinco de ellos (Nariño, Guaviare, Putumayo, Bolívar y Cauca) han sido resaltados en color pues registran valores negativos en todos los trazadores de hambre seleccionados. Lo anterior permite afirmar que existe una innegable confluencia espacial entre las aspersiones y el hambre, en por lo menos 8 de los 10 departamentos más fumigados en Colombia. Ahora bien, la urgente necesidad de visualizar los impactos negativos que han tenido las aspersiones de cultivos ilícitos sobre la salud, la seguridad y autonomías alimentarías de los individuos y comunidades debe pensarse, además, como una obligación social que trascienda la valoración de las consecuencias nefastas que para nuestro país y comunidades han tenido algunos componentes de la lucha antidroga. El uso masivo de agrotóxicos (especialmente de Glifosato) en la producción de cultivos cuyo destino final es su transformación en agrocombustibles, ha llevado a lo largo y ancho del planeta a evidentes catástrofes medioambientales, despoblamiento del campo, miserabilización del sector rural y profundización del hambre. De todas formas es evidente que buena parte de las zonas o departamentos con máxima aspersión aérea en los últimos años, son regiones en las que coincide una alta prevalencia de hambre.