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P. Cristian Echeverry
Esta es una enseñanza de esas que a todos nos tocan. Cuando alguien se para al
frente para predicar, fácilmente ustedes pueden pensar o intuir que la persona
que se para a hablar frente a ustedes es un modelo total de vida cristiana, y no.
Yo siempre he pensado que cuando uno como sacerdote predica, se predica a sí
mismo. O sea, cuando uno le habla al pueblo de Dios uno también se está
predicando a uno mismo y también uno tiene que exigirse. En el tema del que les
voy a hablar no soy el modelo, pero intento cada día mejorar en ese aspecto.
Todos nos vamos a sentir un poco tocados, un poco reprendidos y exhortados por
el Señor.
2. El valor de la puntualidad
Ya el autor de Eclesiastés nos está diciendo que para todo existe un momento.
Entonces vamos a ver siete características que nos servirán para entender
bíblicamente el valor que tiene ser puntual.
Qué nos dice más adelante el libro de Eclesiastés: “Al que cumple una orden, no
le pasará nada malo, y el que es sabio entiende cuándo y cómo debe cumplirla.
En realidad, hay un momento y un modo de hacer todo lo que se hace”
(Eclesiastés 8:5-6)
Comunidad María Mediadora - Temas para compartir en grupos de oración
Ustedes y yo, hijitos, tenemos la semana. Los siete días de la semana, cada día
tiene 24 horas. Hay tiempo para cada actividad. Hay tiempo para dormir, hay
tiempo para cocinar, para comer, para trabajar… no puedes caer en la tentación
del hombre moderno, en ese frenesí donde las personas no pueden estar
haciendo una sola cosa, y tienen que estar haciendo tres o cuatro cosas al mismo
tiempo; lastimosamente cuando tú haces eso terminas haciendo mal tres o cuatro
cosas. Así mismo, como tenemos tiempo para las cosas del mundo, tú y yo
tenemos que dedicar tiempo para Dios. Recuerden que el no tener tiempo no es
excusa que tú le puedas dar a Dios cuando Él te llame para la eternidad. Cuando
tú le digas: ‘no tuve tiempo’, Él te va a decir: ‘¿Cómo así que no tuviste tiempo?
¡Si yo soy el dueño del tiempo!’
Varias veces por semana ustedes y yo, o los que están un poquito avanzados, los
que ya han entendido que la vida cristiana no se puede quedar simplemente con
la misa del domingo; ustedes y yo que nos congregamos y los que tenemos el
oficio de ser líderes o pastores, todo el día y a todas las horas vivimos en función
de la Iglesia. Si ustedes me preguntaran: ‘padre, ¿cuántas eucaristías tiene usted
en una semana?’ Es una cantidad, no deberían ser muchas pero a veces sucede
por necesidad pastoral. Pero reuniones pastorales, tenemos todos. Ustedes ya se
han dado cuenta de que tienen que formarse, de que tienen que pertenecer a una
rhed 2 , a una pequeña comunidad. Pues ese tiempo que ustedes le dedican al
Señor tiene que ser calificado; tiene que ser dado con amor y tiene que ser
respetado porque es para Dios.
La impuntualidad demuestra indisciplina. Una característica de alguien que
administra bien su tiempo es la puntualidad. Al llegar siempre tarde damos a
conocer que no sabemos organizar nuestra vida y nuestro tiempo. Una persona
que es impuntual no ha tenido disciplina para saber calcular cuánto se demora de
su casa a cierto lugar. Esto ha sucedido mucho en mi vida, por lo que ahora
tengo una agenda y procuro ser estricto con la agenda. Yo le digo a las personas:
si ustedes no se dieron cuenta de que lo escribí en mi agenda no vale; para que
yo dé una cita o tenga un compromiso, que tú te des cuenta de que yo lo escribí.
Por eso muchas personas sienten que uno les falla; porque termina la eucaristía y
estoy complicado con ocho personas que dicen tener cita. Si no tienes la agenda,
si no tienes dónde apuntar, si no tienes dónde mirar qué compromisos hay para
la otra semana terminas fallándole a los demás.
2
Rhed: es el nombre que reciben los pequeños grupos de formación y oración en la
Comunidad María Mediadora. Corresponde al acrónimo de las palabras restauración,
hermandad y discipulado.
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El señor Jesús nos da su ejemplo. Qué nos dice Lucas 22:14: “…Cuando llegó la
hora, Jesús y los apóstoles se sentaron a la mesa”. La vida de Cristo para
nosotros es modelo de perfecta armonía y orden. Como dice la Sagrada Escritura,
Jesús vino cuando se cumplió el tiempo (Gálatas 4: 4), y vivía cumpliendo en el
momento preciso los propósitos de Dios.
Amigos: cada cristiano debe tener como meta hacer crecer hacia la semejanza de
Cristo, por tanto, hacer parte de nuestra vida la puntualidad. Si queremos
verdaderamente ser cristianos nos tenemos que identificar por algo que a ustedes
les podría parecer trivial pero que para Dios es muy importante.
“Hernán Darío Gómez dijo en alguna ocasión admirar del Pibe Valderrama que su
liderazgo también lo ejercía con la puntualidad y que por lo tanto era el primero
en llegar al bus, a la concentración, al entrenamiento...
Alguna vez escuché que la puntualidad es cortesía de reyes y desde entonces lo
incluyo como gran elemento para despertar el entusiasmo productivo, propio de
quien respeta a las personas con quienes trabaja, ama su trabajo y desea dar lo
mejor” (Testimonio de un empresario).
Para los de afuera, para los inconversos, para los que no creen. ¿Por qué? San
Pablo nos dice: “Ustedes mismos son la única carta de recomendación que
necesitamos: una carta escrita en nuestro corazón, la cual todos conocen y
pueden leer” (2 Corintios 3:2). ¿Qué va a hacer que una persona que no cree,
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que no ama, que no espera, que está apática espiritualmente venga a una
comunidad carismática, a una comunidad como esta? El testimonio de ustedes,
que habla bien de Dios por su estilo, por sus palabras, por su comportamiento,
por su forma de ser. Pero si tú le estás dando ejemplo de impuntualidad, ¿qué va
a pensar la persona que te ve? Va a pensar y va a decir cosas como estas: ‘a esta
gente no le interesa mucho lo que ocurre aquí porque no le interesa llegar, le
interesa llegar tarde’. Ellos pensarán (los inconversos, los que no creen), al
vernos impuntuales, que tú y yo tenemos cierta apatía ante Cristo y el Evangelio,
que no estamos verdaderamente contagiados, totalmente enamorados,
totalmente seguros. ¿No es cierto que para nosotros esto es muy importante, que
por esto nosotros daríamos la vida si fuera necesario? Si llegada la hora puntual
del grupo el lugar está lleno, la gente canta, participa, hay entusiasmo, fervor,
¿qué van a decir las personas que vienen por primera vez? Van a decir: ‘aquí hay
algo importante, lo que veo en esta gente me despierta el interés y quiero saber
y conocer más’. Nuestra actitud respecto a la puntualidad podría decir mucho a
los que nos observan; ¡cuidado!, porque siendo impuntuales podemos estar
poniendo tropiezo a otros que podrían estar aquí, que podrían estar en las
comunidades católicas.