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PUEBLOS DE MAR RELATOS ETNOGRAFICOS ae Bu - mi EDICIONES DEPARTAMENTO DE ANTROPOLOGIA |--—- FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES t UNIVERSIDAD DE CHILE Bravo y ALeNps Eprrores PUEBLOS DE MAR RELATOS ETNOGRAFICOS Cuando se habla de pescadores artesanales, \a referencia es 2 todas aquellas personas que habitan nuestro litoral y que desarrollan indistintamente actividades de captura (pesca), de extraccién (marisqueria) o de recoleccién de algas (algueria). Cualquiera de ellas puede ser realizada con mayor énfasis que las otras, dependiendo de la localidad, de los recursos disponibles, del grado de especializacién de los mareros y del tipo de tecnologia que utilizan, como también de la posesin de habilidades y aptitudes fisicas que supone el desempeiio de cada una de ellas, Bl hombre de mar puede ser al mismo tiempo buzo, alguero y pescador, La mujer, en general, se desempefia como alguera, Cuando me refiero a ellos como "hombres de mar', es porque no slo habitan contiguos al mar y viven de él, sino porque aman el mas, lo respetan y temen; a la vez que le agradecen los recursos que les proporciona aun cuando les exija a cambio ingentes esfuerzos. Ta cultura de un pueblo est contenida en sus ideas, que configuran sus modos de pensar y de ver el mundo, en sus acciones, que exteriorizan sus mods de hacer en el mundo, y en sus objetivaciones, que son los modos de materializar actos ideas en el mundo, Los pescadores artesanales viven su cultura como o6digo, mapa y ruta, intermediados por la experiencia. La viven como el vehiculo que les permite abrirse camino en cada situacién de su vida cotidiana; les proporciona los significados, sentidos y orientaciones. Es mediante aspectos propios de su sere ef'nceados antesanal crea, regula y modifica Las formas de apropiarse del medio en el que vive y del que subsiste. Y es también pecullar — de su cultura la manera de estructurar y desenvolverse en las redes de relaciones sociales en que participa, en donde fluyen sus relaciones, obtiene sus acuerdos, sostiene sus debates y afronta los ccnflictos o los promueve. Ta depredacién de los recursos marinos que rezliza la actividad pesquera industrial amenaza la supervivencia de dichas comunidades: Lo quefhay que" evitar, es tener que llegar en un tempo mis con programas de recohversiO de caracter tristemente anecdético: transformar pescadores artesahales en. cualquier cosa ex6tica que esté a la mano de la intervencién social, ymedida— que se les va privando de su subsistencia. } En los relatos y otras formas literarias utilizadas no figuran-no mbres-f>— silos hay, son inventados. Las mAs de las veces omito lugares. La sa46n, MUY simple. La gente a la cual conoci y que son motivo de mis relatos, furor siempre mis projimos y, algunos, llegaron a ser mis amigos. Por-el-respelo que me merecen son dignos de la mayor prudencia. — undrés Recasens Salvo antrop6logo Social, Licenciado sn Filosofia con mencién ea Historia y Licenciado en Antropologia. Docente e Investigador del Departamento de Antropologia de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile. Tiene numerosos estudios y publicaciones en temas urbanos, rurales y te6ricos, Profesor y miembro de los Comités Académicos del Magister en Antropologia y Desarrollo y del Doctorado en Filosofia con mencién en Epistemologia de las Ciencias Sociales. ae PHO POLOG EX AOA CACY CHAI DO. PUEBLOS DE MAR RELATOS ETNOGRAFICOS ANDRES RECASENS SALVO EDICIONES DEPARTAMENTO DE ANTROPOLOGIA FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES ‘UNIVERSIDAD DE CHILE a Bravo y ALLENDE EDrToRES Se prohibe cualquier tipo de reproduccién toxal 0 parcial. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida, trasmitda o almacenada, sea por procediméentos mecénicos, Opticos 0 quimicos, incluidas las fotocopias. El ecltor autoriza citas en revistas, diarios © libros, siempre que se mencione la fuente. © Andrés Recasens Salvo © Bravo y Allende Editores Primera Edicién 2003 Inscripein N® 136.288 ISBN. 956-700392-0 bravo_y_allende@hotmail.com Diseho de poral y dingumaci: Jean Simin Valdebento B. Se terminé de imprimir en el mes de noviembre de 2003. Impreso cn Chile / Printed in Chile Indice PROLOGO ... TINTRODUCCION Hombres de mar T. APRENDIENDO A VIVIR Pescando sin anzuelo ...... Atendiendo a decisiones ... Entre pasatiempos y aprendizajes.. Interiorizando valor Un safasé con guach Tras los huevos y pichones de gaviotas Pescando zorzales Excursionando cuando nifios Aprender mirando Los nifios de Boyeruca IIL EL MAR CAMBIA DE SEXO El mar es h El mar es mul El mar es mi Los poetas no se ponen de acuerdo . El mar es lo mis lindo para mi... IV, UNA ESTRATEGIA PARA BOYERUCA Entrando a Boyeruca por Vichuquén Qué hago en Vichuquén? ..... Una experiencia para no repet El Seminario para Boyeruca .. Bl cuaderno de campo. V, LOS PUENTES Mi mundo termina en ef puente Engarzando conversaciones El pescador enamorado ... VI. LA VIDA DE ANTES Yo no conoct los zapatos 8 Cuando hay mucho, no vale nada. 65 ‘Ms estereotipos que espontaneidad. 66 Un campesino ‘prolijo! ‘Mareros y mareras de antanio VII, ENCUENTRO Viernes santo wT Pescando con ca 71 Agosto me da ‘cosa! R ‘Andteme st gracia .. n Jovenes lugarefos....... Consiruyend un entorno social urbano En la Junta de Vecinos .. soon B B % VIIL. SER COMUNIDAD SIN PRETENDERLO Los desplazamientas estacionales... El campamento "La Lancha* La comunidad .. IX. MUJERES DE MAR Un tipo de voluntariado... *Cuando no esti el hombre, no es lo mismo. La esposa en las cuentas. Regreso 4 Lenga Una mujer de Lo Valdivia La identidad personal .. Una tristeza me espera en Lo Valdivia ,. Las salinas de Lo Valdivia .. X. LEYENDAS PARA LA MEDIANOCHE las noches de San Juan BI pacto con el diablo XI-DE INTERSUBJETIVIDADES La comunidad intersubjetiva Ia observacién participant. XII SITTIACIONES CONFUSAS: ‘A puto limpio. Las mujeres presionan descle afuera Los hombres no Horan XIIL, SER PESCADOR ARTESANAL El mar se va haciendo solo Mundo de arriba y mundo de abajo. Conversaciones en la cantina (Qué come el choro?.. Explotando un roquerio Una extraia ley cientifica . Continuidad en la actividad Un lance en fa laguna . XIV. MIGRACIONES ESTACIONALES: En Chiloé estin los locos... Alla en el nomte......, Partiendo a Aisén ata la capital? Son cuestiones de familia .. Queremos hablar sobre nuestros problemas XV. CONVERSACIONES Un encuentro no previsto . wld Legaron las corvinas 154 El pueblo de Bucalemu comienza # consolidars 154 XVI. APUNTES la sedvecion 157 XVII. CUANDO LOS RECURSOS SE AGOTAN Un testimonio 165 Les algueros también tienen problemas .. 168 La pesca industrial... 168 Una cierta estratificacién . 170 Laraquete hoy .... . im Conciencia de los riesgos, si, pero temor no. Pescando un jerguillén El entieno simbélico Tas ‘ideas fuerza’ XVIII, A MEDIAS PREGUNTAS, MEDIAS RESPUESTAS Experiencias intencionadas —Ia vieja tejedora. Ta vieja tejedora y los tres antropélogos Yo, simplemente ... Pero siempre es otredad, nunca mismidad. ‘XIX. APRESTOS PARA EL CABILDO- Se nos viene ei cabildo encima ... ‘XX. PESCADORES DE CALETA Los primeros botes a motor... Distibucién de las ganancias. ‘Amino me manda nadie Deambulando .. . Conversando sobre-esto y aquello Nuevos roles Nuevas condiciones . De aldea de pescadlores a caleta de pescadores . XXI. EL CABILDO ABIERTO DE BUCALEMU Ej Proceso sans El Dia del Cabi El discurso del Presidente de ta de Vecinos. Reacciones de las autoridades ‘Una evaluacién hecha por los actores. Prdélogo Dr. Sergio Gonzilez Rodriguez" _. La Antropologta.como.sistematizacion-de-la-Alteridad. La Antropologia, tal vez, ha sido una de las miradas mis conkistentes y respetuosis a la diversidad que el cliscurso de ka Modemidad ha podido genera, incluso en unt América Latina caracterizada por la negacién del otro. Como consecuencia, hemos llegado a considerar como moneciis de un mismo molde el binomio Identidad-Alteridad, doncle ambos constructos conforman una relacién clialégica insoslayable que s¢ sequieren para reafismarse y explicarse en sus propios devenin: Asi, en el estatuto de la modernidid, Jo que cada cual es, no s6lo se define en las afiamaciones que se reconocen ‘como identificaciones propias, sino, aclenvis, por las referencias que nos cuestionan en espejo desde los conteniclos del Otro. Marc Augé lo sefala perentoriamente: “No puede haher afirmacién de icenticad sin una redefinici6n de las relaciones de alteridad”. Bl antvopdlogo es un visitante asiduo de la alteridad, asume el riesgo de entrar en las claves y gramaticas de las diferencias en la cultura. Alteridades que aparecen cada vez més proximas, en las cercanfas generadas por los procesos globales que nos ircundan y porque auevos sujetos y fenomenologias aparecen en nuesia cotidianeidad, Este es un camino de riesgos pero apasionante en la aventura de (re)conocer la oir parte del hinomio que se debe desciftar y hacer inteligible para cl espacio social dominante en que se participa habitualmente. El trabajo contenido en este libro del profesor Andrés Recasens Salvo se inscribe €n este contexto, Su narracién es una verdadera cartografia de la permanente actitud | " Antrop6logo y Pscslogo Social. Director de la Escuela de Psicologia de ln Universidad de Santiago de Chile Académico de la Universded de Chey de ln Unvasad de Sanage ome 10 Pueblos de iar - Andrés Recasens S. de reflexién frente al fenémeno del otro, de ese ofro que hoy es un préjimo, que comparte espacios y simbologias sin que por ello la uniformidad haya terminado de hacer todo su trabajo. El autor visita y revisita los tertitorios y mapas cognoscitivos cle esa diversidad, en este caso, son los pueblos y aldeas de mar, son los pescadores artesanales y, os/as tecolectores de algas de la zona centro sur dei pais. Esta cartografia es abordada dando cuenta de la empatia (rapport) establecida, detallando la aproximacién de a habitvalidad con los informantes, sin esconderse en el empeiio, apareciendo el investigador con sus certezas e incertidumbres, con su reporte comprometido, es decir, vsibilisdndose, aporando la hella e impacto del mutwo reconocimiento en la diferencia y en la correspondencia. Andrés Recasens, es ante todo un antropélogo de viejo curio, y un académico de siempre, Su vida ha estado dedicada al desarrollo de la disciplina en muestto pais, tanto desde la investigacidn y los estudios aplicados, como desde la docencia, clebse ser uno de los profesores que ha participado en la formaci6n de pricticamente la gran mayoria de antropélogos y antropdlogas en ejercicio en la actuullidad, incluido quien escribe estas palabras, Pero su trabajo va mis alli de la profesién, y este libro revela el oficio, en que esas certezas y vacilaciones en el enftentamiento det trabajo etnogréfico, son ‘material incanclescente para también hacer literatura en el irenunciable imperativo dle dar cuenta del otro, de las realicacles anexas y de sus miridas comprensivas. El mundo de los pescadores artesanales es reflejtdo en toda su intensidad en este esctito que ha sido disefado para ser un conjunto de mapas de rata que nos guia por sus construcciones culturales, con textos autocontenidlos y, que al mismo tiempo, aportan a la totalidad de Ja narracién un frondoso album dle imigenes y fragmentos que conforman este collige ipresionista y expresionista- sobre muestros pescadores de costa y sus modos de vid: Esté chiro que Andrés opt por touxr uportunas licencias necesarias en su propésito, lo cual se agracece en la Iectura, quiero decir, fs licencias para encaminarse hacia un texto que se escapa al formato del informe de investigaciGn o del libro clisico para estudiantes de los primeros afios. E] autor toma el sendezo que le lleva a combina Ja mirada de antropélogo que reflexiona sobre el encuentio/desencuentio entre tradicién y modemidad en la vida de los habitantes cll mar con el relato literario que se sostiene como reflejo de un mundo inédito en la lejania mis préxima. Sincretismo en el estilo que entrega al lector una narracién Ricida y que se recorre con amenidad y entusiasmo. Un verckidero acierto hacer literatura a partir de los cuadernos de campo, de las notas tomacas en terreno y trabajadas en el gabinete creanclo/recreando la experiencia y sus alcances que van dando forma al collage final: Un antropélogo y su objeto de estudio, desde la cotidianeicad compartida y desde los campos fenomenicos en que descubricior/ traductor y riducido/develaco conforman una unidad sorprendente y necesaria. Unidad Pueblos de Mar Andais Recasens S. iw en que identdad y alteridad se descftan mutuamente en su inmensidad y parquedad. Un antropélogo con sus noras de terreno que terminan siendo la sistematizacion del mundo cultural namido con sus diversas aristas y en que también imumpe el autor {uindase por el compromiso en la accién, convertido en personaje de la historia part la constitucién de un actor colectivo, por ejemplo, calalizando actividades de un cabildo abieito dle ciudadanos de un pueblo de mar. Los pescadores en el juego de las Identidudes En la teflexi6n sobre las identicades se constimye como un émbito central, el tema del vinculo, en un plano cognoscitive que se reproduce en los contenidos compartidos, en esos higares comunes que se habitan colectivamente al compautic marcos valdricos, normativos, af mismo tiempo que expectativas, ‘actitudes y creencias reiteradas, El vinculo que se construye-deconstruye-reconstruye en los movimientos aliterados de la cultura, de esa gramética que nos encarcela en las mareas cle lit Cotidianidadly que nos libera en el cleaje de un menti siempre abieno y en expansisn. Esta visi6n requiere de puentes, cle cuminos simbélicas a explorar, porque el vinculo se inscribe en esta visién dicotmica de la cultura, la cual se concibe tanto como frontera, como circel psiquica, a la vez, de posibilidudl de ser, hacer y rehacer. Aqui hay hermosos ejemplos de ambos aspectos de la cultura, para plantear la precariedad y Ja fortaleza de Tos lazos simbélicos en la vedefinicién de los grupos humanos. Sol y sombra de Ja interaccién en la cultura -el vinculo y sus contenidos- cle inclividuos y colectivos construyenclo permanentemente intersubjetividades, El autor, al mismo tiempo, nos interna en esta reflexién de ser iguales y see distintos. Identidacles y subjetvidadl en permanente proceso de reelaborucidn, Indivchio Y culturt en la recreacién de los mérgenes, Sujetos entrando y saliendo de la cultura Para funclar en ella los procesos de individuacion que nos demanda y nos aligera la modemnidad tarda, esta modemidad a medias que nos contextualiza y angustia sin manual de solucién, No obstante, todo sujeto social elabora respuestas, y son las de los Pescudores artesinales aquellas que nos emocionan en el relito, porque en toca respuesta estd la mirada de futuro, de tina proyeccién que los niega y Jos condena a Gesaparecer. Las pescadores lo salsen, fo teen con la inteligencia cle prever que hity Una negockacién pendiente para la cual es necesario prepararse y que debe encontrailos en alerta. Para ellos el futuro ya esti aqui y sus signos son perentorios. Pasada la primera impresién, en el fuero interno, la evaluacidn final no es conocida a cien Glerta: sera positiva o negativa lt estacion terminal en gue se deconstruyen y en que erin redigitalizados por la faz cle modemicad en ciernes? EBCONGS OG MGT BIGUS KECASENS O. Volvamos a lo anterior: las redes de los pescadores descritos por Andrés son las tramas de la cultura, estas mismas redes que nos entretejen y nos develan en los diversos fragmentos de tadicién, modemidad y posmodemidad que nos configuran y definen, sin llegar a estar entera y anicamente constituidos en estos estadios, y siendo habitantes y productos culturales de los tres desarrollos, al mismo tiempo. Fraginentos, sélo fragmentos en que identidades y alteridades nos constituyen en un collage, en un tapi2 en que se superponen los elementos, los colores, las figuras y sus combinaciones. Tal vez, estos pescadores, son el gran pretexto para referir nuests residencias y distancias en las modemidades malhechas, a medio armar, pero en las que todos estamos y que nos exalta a responder el imperativo que hace un tiempo nos dejé en claro Touraine, sobre qué calidad, sobre qué r0l vamos a tener en estas moderidades que nos definen, aunque sea borrosamente. Touraine lo plantea en estos términos: “Estamos todos embarcados en la modernidad; lo que es necesario saber es si lo hacemos como galeotes © como viajeros con bagajes, proyectos y memorias”. Para bien-o para mal en-estas redes y marejadas estin las coordenadas de nuestro tiempo: Aqui Andrés nos ayucla mostrindones la realidad cle estos pescadores, cle estos hombres y mujeres, talvez dlestinados a ser fagocitados por los procesos globales y por la intemacionalizacién de la economia, talvez a desaparecer para replantearse en un mundo que es ajeno y cercano, todas las paraclojas en un solo continente: épocas de transiciones, de ritos de pasar, sin saber a ciencia cierta el punto de destino, si es que éte, en verdad existe 0 puede legar a vislumbrarse. En estos pescadores hay angustia existencial, angustia en el ser para sf mismo y ser para el otro, pero la mis profunda es Ja misma del autor, idéntica a la nuestra: que no manejamos e] timén de direccién, no conacemos el puerto, ni siquiera la caleta de recalada, Sin tampoco, por eso, estar a la deriva y perdidos en la inmensidad sin limites. La paradoja de habitar certezas como nunca e! hombre occidental las tuvo- & incertidumbres mulkiplicadas por los mismos espacios de libertad, de creatividad que otorga la moclernidad, es sustancial a las coordenadas que explican nuestro tiempo. Centezas que se reafirtman en la capacidad de corer riesgos, dle habitar el filo de ta navaja, de saltar al vacio como el nativo dle Ja Polinesia en la necesaria y compulsiva colonizacién de lo que no nos pertenece, el futuro. Paradojas que nos dlefinen y que fa realidad de los pescadores descritos por Andrés nos devuelve en espejo. a estos pescadores estamos todas nosottos, los habitantes de las moderidades urbanas y suburbanas, rules y de las nuevas ruralidades, con nuestros dispositives de racionalidad instrumental multiplicéndose al extremo en su cobertura ¢ inundando nuestra vida doméstica en las conexiones electrénicas que nos circundan, Andrés nos muestra, a través de estos pescadores, esta realidad compleja y opaca en que poclemos reconocernos, para entcontrarnos mimetizaclos con nuestra pemplejiad, nuestra soledad, en el élloum de imagenes que ha coleccionado en sus notas y escritos de campo. Pueblos de Mar - Andrés Recasens 8. Pero, aqui elautor hace trampa, nos dice que estamos ante un registro etnogrdlico de su trabajo dedicado a los pescadores artesanales, pero en verdad, si se me permite la intrusi6n, estos pueblos de mar tocan la orila costera de todos nosotros, y Andrés lo hace con una mirada cn que la pincelada poética, la profundidad afectiva y el autocuestionamiento inunda de humanidad el texto, nos prepara para momentos de silencios en ta lectura de estos escritos, en que como decia, apasecemios aunque sea con bxillos borrosos, sin que el lente clel for6grafo haya querido directamente enfocarnos 4 cada uno de nosotros, pero ahi estamos con nuestta actitud de suber para ddnde vamos, que pretendemos conocer el camino de salida y de entrada. El ojo del antropélogo es el ojo clel voyerista comprometido con esos pescadores, con las minvcias fe Ia relacion y con la ammplitud del respetuoso encuentto que implica la etnogratia con realidacles que se despliegan, La Antropologia como viaje Als que desde nitios nos fascinan los bros de viaje, puede ser que nos apasione 'a capacidad de los personajes para salir de sus propios limites ¢ intemarse en el espacio en que lo insblito es posible de devetae: La aventura por los derroteros con los cuales sintonizar para ser uno mismo en la proyeccién e identificacién con el asomhro dle los pesiplos. El camino de la antropologia me parece semejante. En este sentido, Creo que este es un libro de viaje, un hermoso y sentido selato de vistas a ua projimo Gercano, a quienes viven a unos cientos de kilémetros de nosotros: lesconocicos que el texto sistematiza, que los toma desde la perspectiva emic para entegatles ina compleja y amigable relectura etic en que se podran reconocer cle la misma forma en ue nosotros fos poctemos conocer, Esta es una cle ls tarexs de la antropologia, camnos la posibilidad de recrear la metifora del viaje, de reconocer en los nuctos inculos las necesidades que nos deshordan, en los contenidos del otro los refleios cle fuestra propia insatisfacci6n y conforniclad, Los viajes del antropdlogo a esta ofrelael le permiten recorer laberintos que desciftan los reiterados desvarios e ihuminan Tespuestas que entregt en su acontecer el desconocido cercano. Esa es la lkima que la antropologia mantiene candente y que Andrés Recasens cuida con esmero para que cada nuevo relevo proteja una intersubjetividad, sea cual sea, que merezca scr atesorida Para, al mismo tiempo, dat sentido al oficio de domesticar la incertidumbre Se ha insistido que gran parte de lo que caracteriza a la Antropologia son sus Sefias metodolégicas, su acaptacion y fesibilidad para dar cuenta del objeto de estucto. Es interesante la posicién dle autor, que lleva a planteae la reconversi6n del rapport nie agente extemo y agente comunitario en ka seduccién mutust, part legar ‘al establecimiento de una complicidad necesaria, para generar una relacién en que la simewia tenga un lugar éticamente posible en la asimetia propia de la relacién dle investigador investigado. El ténsito propuesto, desde la entrevista en profiundidad a la conversacién a profundidad, es muy interesante, porque recupera el sentido dle la complicidad mutua y del encuentro abierto, en que la relaci6n etnogrifica deja de ser solamente instrumental, sino también de mutua recomposicién de sentido en el develamiento de lo cultural via el encuentro de dos personas que se pieguntan y responden desde los contenidos de sus respectivos colectives, El acto de comunicaci6n es en s{ mismo un compromiso de aventura, de asumir Ja distorsién que todo acto humano implica en el sesgo anclado en los imaginatios y los realitarios en que cada uno se sostiene. La intersecci6n como superficie cognoscitiva es un espacio de sito verdadero, de saber constniide en esfuerzos matizados por determinaciones y azares. Conewrsaci6n a profiundidad, consttuccién cle lenguaje en profundidad, de un logos que se encuentra destinado a la empatia y lz emocién. Btnograffa que no puede ser neutral, que lleva a la complicidad en la sistematizacion de la realidad a partir de una intencién de aportar, por ambos lados, en wna comunidad de intersubjetividad en que las diferencias construyen también reconocimientos, Finalmente, quisiera destacar el efecto permanente que provoca la lectura de ‘estos relatos a quien sintonice con el mensaje ulterior que wasuntan: hay una revitalizacion del asombro, del conguistar una mirada en que la suma de Jas partes sex mis que el todo, que facilita que se nos pueda presentar, de una vez e itumpiendo, el asombro ante fa sorpresa del oto, Lo anterior conjugado con la fineza cle la mirada que desta femoci6n en el encuentto verdadero. El autor, por tanto, nos incita a tomar la parte por eltodo, y permite que esta botella al mar pueda llegar a diversas playas, con arenas ajenas y propias, para cobijur el asombro permanente de la experiencia cultural del otro 1 INTRODUCCION Hombres de mar En kas casas de algunas familias, en ka escuela, en la calle, en una cantina, en algtin almacén, frente a la laguna, comienclo con alguien, en fas reuniones con dirigentes de a junta de vecinos o del sindicato dle pescadores, en mis recorrilos por la olla det ‘mar en clonde ttabajan ‘mareros’, he buscado crear ambientes propicios, ocasiones para conversar con los pescadores artesinales sobre su relaciéa con el mat, y la que existe entre ellos y sus familias, para escuchar lo que me cuentun sobre sus vids y sus proyectos; en fin, sobre variados aspectos que me fun servido para construir relatos y ‘tris formas de dar algunas pinceladas que configuren sus moclos de vida. Cuando me refiero a ellos como ‘hombres de mar, es porque no sélo habitan contiguas al mar y viven de &l, sino porque aman el mar, lo respetan y temen, a a vez que le agraclecen los recursos que les proporciona aun cusndo les exija a cambio ingentes esfuerzos. Cuando se habla, en general, de pescadores artescinales, la referencia es a tockas aquellas personas que habitan en localidades de nuestro fitoral y que desanollan indistintamente actividades de captura (pesca), de extraccién (matisquerfa) o de recolecci6n de algas Cilgueria). Cualquiera ce estas actividades puede ser realizada con un mayor énfasis que lis otras, dependiendo de la localidacl, de los recursos disponibles, del grado de especializacién ce los maseros y del tipo de tecnologia que uilizan, como también de Ja posesién de habilidades y aptitudes fisicas que supone el desempeno de cada una de ellas, El hombre de mar puede ser al mismo tiempo buzo, alguero y pescador. La mujer, en general, se desempeha como alguera. Nadie duda que las comunidades de pescadores son poblaciones compuestas por grupos de familias que durante un largo, arduo y a veces heroico proceso, ha logeado humanizar el accidentado y hetmoso prisae ioral chileno. Que en Jos hechos, 16 Pueblos de Mar - Andrés Recasens 5. mediante sucesivas generaciones, han logrado perfilar con el tiempo un modo de vida, una cultura. Sin embargo, es dificil para cualquier sociedad politica entender que dentro del propio pais que se gobiema, sea necesario reconocer la existencia de Otros como sujetos poseedores de una cultura distinta, y hacerse cargo de lo que esto significa en términos de similitudes y diferencias con la propia cultura. Pues ésta se tiende a sentir como algo consistente y no se cuestiona su cohesiGn, Pero estimo que es imporiante el reconocimiento de la propia heterogeneidad cultural como naci6n, ya que establece Ins condiciones para exiirse -unos a los otras- la sensibilidad y respeto que el trato intercultural reclams. Pienso que la cultura de un pueblo esti contenich en sus ideas, que configuran sus modos de pensar y de ver el mundo, en sus acciones, que exteriorizan sus modos de hacer en el mundo, y en sus objetivaciones, que son los modos de materializar actos ¢ ideas en el mundo. _ Entonces, cada vez que dos pueblos en espacios y tiempos diferentes, materializan en el mundo un poema o una constituciéa, una danza ritval « la luna 0 un festival internacional de aite, una familia o una organizaci6n de naiciones vnidas, una punta de flecha o una nave espacial, en ellos se hice presente el hombre como creator y portador de cultura, y ambos pueblos son miembros legitimos de kx humanidad, En ambos, tal vez con nxis coherencia en el mis pequetio que en el mis grande, se configuran imégenes del mundo y se perfilan estilos de vids proporcionando los fundamentos para una identidad cultural y un sentico de pertenencia coherentes y gratificantes. Los pescadores artesanales, como cualquier grupo humano, viven su cultura como cédigo, mapa y ruta, intermediacos por la experiencia. La viven como el vehicullo que les permite arirse camino en cada situaciOn cle! mundo de su vida cotiiana; ella les proporciona los significacios, sentidos y orientaciones que tienen sus modos de ver en el mundo, de hacer en el mundo y de objetivar en el mundo, Es mediante aspectos propios de su cultura que el pescadlor artesanal crea, regula y modifica ks formas de apropinrse del medio en el que vive y del que subsiste. Y es tambign pecoliar de sv altura la manera de estructuras y desenvolverse en las redes de rekaciones soctales en que participa, en donde fluyen sus relaciones, obtiene sus acuercos, sostiene sus debates y afronta los conflicios 0 los promueve. El pescador artesanal quizés no se haya puesto a pensar acerca cle su integraci6n, identidad cultural o construcci6n de sentidos, o qué chise de cultura vive ni cules son, en detalle, las caracteristicas dle ésta. Pero en el transcurso diario de su hacer en ese mundo de mr, va urdiendo el tejido en el que cad uno dle los hilos de su cultura jtega su parte en las interconexiones que lo conformtan. Pueblos de Mar Andrés Recasens 5. Esto sugiere, entonces, mayor prudencia la hora de elaborar politicas y aplicar programas para el sector pesquero artesanal. No setia sensato apoyar proyectos que se cenmarquen de manera exclusiva sobre aspectos de economia pesquera o de preservacién y explotacién de los recursos marinos, y se desatendiera el hecho de estar dirigidas a ‘ultras de pescadores artesanales. La denuncia acerca de Ja depredacién de los recursos marines que realiza la actividad pesquera industrial, apunta también a la amenaza que ella significa para la supervivencia de dichas comunidades. Lo que hay que evitar, es tener que llegar en un tiempo mas con programas de reconversién de carfcter tristemente anecdéticos: twansformar pescadores avtesanales en cualquier cosa exética que esté a la mano de la intervencién social, a medida que se les va privando de su subsistencia, —-~En lo que sigue continuaciin; he tabajado y revisado grain paite de mi esto sobre pescadores artesanales de Bucalemu y Boyeruca, sexta y séptima regiones, Tespectivamente (Proyecto Fondecyt N°1149). También, algunos aspectos de un estudio sobre pescadores artesanales de Lenga y Laraquete, octava region, mas todo aquello que se dejé en los cuadernos de campo y en el disco duro del computador personal sobre lo anterior. Ademis, el resultado dle observaciones y conversaciones realizadas en dichas localidades, hasta poco antes de la publicaci6n del presente libro. En los relatos y ous formas tterarias utilizadus no figuran nombres y, silos hay, son inventados. Las'mas de las veces omito lugares. La raz6n, muy simple. La gente a la cual conoci y que son motivo de mis relatos, fueron siempre mis prdjimos y, algunos, llegaron a ser mis amigos. Por el respeto que me merecen son dignos de la mayor pnudencia 17 IL. APRENDIENDO A VIVIR Los nifios son un mundo que se va iniciando dentro de un mundo que se va cerrando. Un universo que se expande dentro de un universo que se contre. Vida y muerte coexistiendo en una sucesiGn interminable de soles, cometus, estaciones y estrellas de mar, Tal vez 5a es la belleza de la vida, aunque para ella no es nada més que algo que la atraviesa y la contiene. Y ésa es también la generosidad cle lo humano, que silo sabe: que se construye y construye un mundo para ser material de reemplazo, Que llegado un tiempo cualquiera, es susttuide por un material que él mismo ha orientado y protegide en su proceso ce construcci6n... ad infinitum. Pescando sin anzuelo Observo a un nido de unos 4 aos que se encuentra de pie en la orilla de la faguna, frente a las casas de la calle. En su actitud muestra que se encuentea pescando: En su manita derecha tiene un palo sin desbastar que seguramente enconu'6 por ahi, botdo. En su punta tiene amarrado un lienzo de nylon que cuelga hacia el agua, La mirack atenta del nfo escudrifa las tanquilas aguas alrededor de lienzo, Da la impresi6n que lo que parece estar haciendo, pescar en la laguna, es algo muy real para él. Cerca del nifo se encuentra un anciano que contesta sonriente lis preguntas que a cada rato le formula el niio, De pronto éste le grita "jAcabo de pescar una lisa ast de grande!” Y abre ambos bracitos, en un gesto lo mis amplio que le es posible, para poder dar ‘una imagen del gran tamafo de la lisa atrapada. Y del palo que sostiene su mano derecha cuelga el lienzo que se delata que no tiene anzuelo, Bl anciano, seguramente él abuelo, le responde: *“Deje mas libre el lienzo con el anzuelo, nino, no lo sacud tanto", La lisa puede haber existido 0 no. Puede estar coleteando para zafarse del anzuelo o estar s6lo en la imaginacién del nifo. Pero no es importante para los efectos de Ia interacci6n entre él y el abuuelo, ¥ éste lo sabe, y creo que el nieto lo intuye. Y asf ‘pasan dos horas en que las lisas, si existen en la laguna, pueden deslizarse tranquilas, frente al pequefio pescador. Atendiendo a decisiones En la orilla de Ia laguna se encuentra un nifio de unos seis afios, montado a horcajadas sobre un bote boca abajo sobre la arena. Desde ahi observa interesado lo que discuten cinco pescadores. Entre ellos hay jévenes y aclultos, pero para.el nifio son todos grandes, hombres mayores. El los hia visto entrar al mar y gobernat la embarcaci6n por sobre Jas olas. Los mira con admiracién y respeto. Lo que se discute, en sintesis, es sobre un bote con motor fuera de borda que hay en la laguna, el que debe ser trastadacto al mar. Y la boca que une ambas aguas esté cerrada, Hl debate se ccentra en.cémo se lleva a.cabo el traslado por la arena, desde el extremo de a Jaguna cercana a la boca, hasta la orilla del mar. Cada uno propone una alternativa distin. Algunos recurren’a la experiencia personal en faenas similares realizadas en otras partes. Otros, a lo visto y, los menos, a lo que escucharon de otros 0 a lo que les sugiere el sentido comtin. Uno dice como en broma: *-Bueno serfa que tuviéramos un tractor-*, Los otros se rien. A todas estas altemnativas pone atenci6n el nif, y ante cada una va afirmando con la cabeza, sin distinguir las posibles de Hevar a cabo de las imposibles. Hasta que uno de los pescadores recomienda: "Pero primero que nacki, saquemos el motor para que no se daite-'. Y comienzan la tarea. El nifio asiente con centusiasmo pues es ésa la imagen y Ia idea que va a interiorizar, porque es la del acuerdo, la que finalmente se lleva a cabo. Y se baja de donde esté para mirar de cerca y ayudar en tareas menores, como la de recibir una tuerca y Hlevarla a una caja metilica cercana al bote, Y llevar la tuerca es para él, dentro de la faena total, como llevar el bote, y la caja cle herramientas donde va a depositarla, es el mismo mat. ¥ el empeto de st andar por la arena cumpliendo su misién, la expresiGn seria y determinaca de su pequefio rostro, da cuenta de lo importante que se siente por la misién que le han dado los mayores. Entre pasatiempos y aprendizajes Bajo la mirada vigilante de los padres y familiares los nifios corren y se persiguen por sobre las rocas. Se detienen, a veces, Curioseando en toro a un molusco que es extrafo para ellos, y se preguntan y discuten sobre si se lama de tal o cual manera. ¥ luego comen todos juntos hacia uno de los buzos, padre o to de uno de ellos, a preguntarle, a conseguir la verificaci6n, el fallo tiltimo sobre lo que est en disputa. Y Pueblos de Mar - Andrés Recasens S. _- 2 siempre se les atiende con afecto, se les contesta algo, aunque los mayores se encuentren cocupados. Los veo venir hacia donde yo estoy conversando con un mariscador. Nos muestran una concha de caracol que habia sido ocupada por un molusco, que uno de Jos nifios exhibe en la palma de su mano. El organismo tiene algo parecido a unas tenazas que parten de los costados de la cabeza, segtn me parece. Es bastante feo y su cuerpo es blando, deforme. Hago un esfuterzo para que no se me note la poca simpatia que despierta en mii el hallazgo de los nifios. EI mariscador que esti conmigo, que es el padre de uno de ellos, les explica con toda paciencia que se trata de un camarén, que cuando pequefo ocupé la concha cle un caracol y que habia crecido en ell amoldandose a su forma. Que ése era el motivo por el que tenia un aspecto tan extrafio. Pero que e50 le habia permitido crecer y desplazarse a resguardo de las otras especies que lo perseguian para comérselo. Los nifios, las cabezas juntas sobre la extrafia cosa lo escuchan con toda atencién. Algunos hacen gestos de aprobacién con _la cabeza como si. esa fuese fa explicacién que ellos. habfan pensado. Luego_parten coniendo de nuevo hacia Jas rocas. Ahi uno grita; "4Miren la gaviota muertal" y todos cotren detris de él, No es fa primera vez que han visto una gaviota muerta y muchas veces no le han dado importancia al asunto. Pero ahora todo es novedoso, estin de aventura, y se acercan, la obscrvan, la mueven y comentan entre ellos sobre qué pudo haberle pasado, Al rato se aburren y couten hacia el cerro y luego vuelven a la playa buscando mojarse los pies y se dejan sorprender por una ola que los culvre hasta la cintura, dejéndoles el pantalén pegado al cuerpo. Pero siguen comiendo y el sol se apiada y los seca no dejando huellas para un reproche en el hogar. ‘Me quedo pensando en esta estrategia de sobrevivencia critica del camarén que 4o hace perder su forma como tal. Sufie una transformacién que lo convierte en un hibrido entre camarén y caracol, Debe haber sido un solitario, quiziis. Porque, qué pareja pudo haber encontrado, ya en la familia de los camarones 0 en la de los ‘caracoles? Dificil. Pero en el caso del caracol fue objeto de una expulsiGn, acaso? Era solo el cluefio de la concha? {O cuando salié de ella muri, al ser ambos una sola cosa, partes de un solo cuerpo? ;O el asunto es distinto? Se construird el caracol la concha _____.Para vivir en ella o la concha ya estd para construirse al caraco!? =—. Nosotros consinimos conchas simbélicas y fisicas para vivir con ellas y en ells. El problema es que cuanclo éstas se dernumban o las percemos, si no encontramos una dle reemplazo como el camtarén de marras, podemos sentimos muy desamparados. 22 Pueblos de Mar - Andrés Recasens S, Interiorizando valores El patio trasero de la casa es un mundo de gallinas, pollitos, un cerdo, un perro y un hueno. Un nifio se mueve en él como su tinico dueito. La madre y la abuela realizan tareas domésticas dentro de la casa. El nifio ha convertido su espacio en un mundo magico al cual sélo él tiene acceso. Todos los de la casa pueden pasar por ese mundo, pero sin poder verlo. El sabe que tiene poder sobre todo lo que hay en él. Los pollitos sufren sus ternuras y sus experimentos. Los tirones que el nifio le daa la pata de uno de ellos exceden mis alld de lo que le permite a éste su esqueleto, hasta que vun grito desde la cocina lo detiene y salva al animalito, "Deje esos pollos, nifio!-* Al rato, desde dentro de la casa, al parecer la madre, hace resonar en el mundo del un nuevo grito "Ese perro mugriento sacé un calcetin de la ropa linpia y lo dej6 en el harro! ¥ ef nino responde por el perro echandose la culpa "Yo lo boté" Es el cjercicio de la lealtad como refuerzo de ka amistad, del sactificio de uno mismo por causa de oo a quien se profesa afecto. Y la mathe se asoma por una ventana "Pero a este chiquillo le voy a pegar-" ¥ la abuela se asoma por otra ventana rectamanco ".jEse fue el perro! jEl nifio no ha entraclo a las piezas en toda fa mafana!-" La abuela no le debe lealtad al perro, sino al nifo. Y ahi, entre ese interjuego de interacciones multiples con sus mayores, unas sutiles, otrts toscas, nasal pasar y otras con intencién, donde vienen envueltos usos y costumbres, y en éstos noms y valores, acompanados segtin corresponda de retos 0 caticias, el nino va interiorizando miradas, sentidlas, afectos y responsabilidades entreverados con los ensuefios clel mundo en que vive. Y a medida que crece, con algtin pesar para él, se van desdihuijando sus escondites, sus cluendes y sus cuentos creados bajos las matas de los arbustos, aquellos que crecen al pie del cerro que baja hasta el patio de la casa. Al mismo tiempo que se va afianzando Jo que va aprendiendo al incorporarse a sus nuevos deberes, cuando va a la escuela 0 cuando avompaiia a Jos suyos en su actividad en el ma. Un safari con guachis Estoy sentado en la mitad del cero frente al pueblo de Bucalemu, al lado poniente del puente que va a Pichilemu, revisando mi cuademo de campo y, a veces, mirindo las casas, la gente que al pasar se detiene a conversar o entra a los almacenes para hacer sus compris. Dos niftos entran por debajo de las alambraclas del cerco que va orillando el camino y toman un sendero hacia las 'vegas', en una actitudl tan especial que me hace observarlos. Noto que el mayor no tiene mis de 12 aftos y el menor no ms de ocho. El primero leva en sur mano izquierda unos pocos guachis, que son trampas para cazar conejos, y un numero mayor sujeto al cinturén cle su pantalén. Pueblos de Mar ~ Andrés Recasens 8, Estos artefactos los confeccionan los propios nifios en sus casas. Todos saben cémo se hacen y no es nada dificil de aprender. En general, se trata de una estaca de madera de aproximadamente unos 25 centimetros de lango, aguzada en una punta, y en la otra lleva amarrado un alambre dejando libre un extremo que se anuda en forma de lazo, para que el conejo, al pasar fa cabeza por él, quecle atrapado y, pricticamente, se ahorque a si mismo, El nifo mayor lleva, ademis, un mazo de madera en su mano derecha. Eso me informa acerca de la hbilidad del muchacho porque el uso del maatillo de acero dafia las estacas y duran muy poco tiempo. El nif menor lleva en su mano derecha unos cuatro guachis. El mayor parece que la encontrado un sitio que estima adecuaclo para iniciar la operacin, En todo el proceso demuestra ser un experto, Pero, al mismo tiempo, actia como el mitestro que tiene a su cargo la instrucci6n de su hermano menor. De vez en cuanclo le muestra alguna cosa, un detalle, o le comenta acerca dle lo que esté ejecutando, Camina, observa el suelo, se para y se agacha, al Parecer buscando huellas. Luego toma una estaca y coloea ka punta aguzada en el suelo. Con gran precision le da unos golpes con el mazo. La estaca debe queclir enterrada de tal forma que el exiremo que lleva la horca de alambre quece lo suficientemente firme como para que resista los tirones desesperados que le dard In vicina, El muchacho no deja nada al azar, pues lo veo calcular que la horca quede a la altura promedio de la cabeza cel posible conejo que pasiri por ah. Ambos siguen caminando para repeti, un poco mis alli, su laboriosa tarea. Elhermano mayor busca, ayudamos, No hace mucho tiempo que nos compramos ln propiedad del lado y 1 105 constmuimos este local. No esti lindo?! Ella viene de mas al sur, de una ciudad, Por eso le pregunto sobre la diferencia Que encuentra entre haber vivido alld y como se vive aqui, socialmente, en una aldea. ©. -Alld, cada una vive su metro cuadrado y no se mete con nadie. Lo peor es que nadie se mete con una. Nadie ayuda a nadie, ni siquiera a su vecino. Las amistadles que _- na hace, los parientes que una conserva y mantiene, abi podrian estar para cuandlo se 94 Pueblos de Mar - Andrés Recasens S. Jos necesita, pero no siempre. En cambio, aqui en Lenga es muy distinto. Aqui pueden haber desvios entre uno y otro, peleas quizis, pero basta que cruce una un saludo y se terminé el rencor. Los enojos no duran, ni son pretexto para no visitar a alguien que esti enfermo y que puede necesitar ayuda, Mire, yo recién venfa de un entierro cuando usted lleg6. Era un joven que murié atragantado de un pedazo de came. Asi cijeron. Aunque tenia familia, nunca quiso vivir con nadie y dormia en cualquier parte. Hacia todo tipo de trabajos para la gente, Si hubiera muerto alli en la ciuclad de donde vine, habyfa sido enterrado de beneficencia, solo, como un nadie, Pero agut fuimos todos al funeral, Personas que a lo mejor nunca cruzaron con é una palabra, fueron. Habia varios autos y una micro con gente. El no estuvo solo. Le recuerdo la historia de Ja Posta para refmos un rato. Ella habia organizado a las mujeres mas activas de la aldea, las que se nombraron "Grupo de Amigas de Lenga". Habjan impulsado varias iniciativas tendientes a mejorar las condiciones de vida de la aldea, Entre ellas emprendieron la tarea de construir una posta de primeros auxilios 0 enfermeria, Reunieron los fonclos mediante rifts, fiestas y donaciones, y luego de comprado el material consiguieron que sus maridos Ia construyenn. embargo, pasaron como dos aios que la posta estuvo lista sin que la municipalidad de ‘Talcahuano la habilitara con sanitarios, luz y agua potable, Cuando ellas idan a reckamar, les decian que habia papeles que se estaban firmando todavia, Pero ellas habfan conversado con mandos menores de la alcaldlfa que les advirieron que todo era uni “cuestion de celos', debiclo a que la posta halyia sido una iniciativa de Ja comunidad y node la autoridad. Al final, el grupo de amigas decidié inaugurar la posta con "bombos y platillos" enviando invitaciones a medio mundo. Vino gente hasta de la muinicipalicte. Pero lo que a mi me llamé mis Ia atenci6n, es que a falta de pasto, el dia de Ft inauguracién crecieron como callampas una serie de pancartas, con nombres extraios cde organizaciones que al en la aldea nadie conocia, y hubo personas, también extras, que se sacaron fotos cuidlando de salir en ellas junto a la Postt y a la pancarta de so pertenencia. Después les expliqué a las amigas qué significaban esas fotos, los viajes al extranjero qué favorecian y los dineros que se consegufan con ellas, "sPero s nuestro trabajo! ;Nadie nos ayud6l" exclamé una de ellis, indignada. Yo les dije no s¢ hicieran problemas con eso, que se trataba de mundos paralelos, que ¢l siguieran en lo que estaban pues eso era lo importante. Cuando me despido de la sefiora, agradeciéndole haber disfratado de su compat y de las exquisitas empanadas fritas cle mariscos, ambos seguiamos riéndonos dela anécdota. ‘Camino un rato para estirar las piernas, aprovechando que par de lover. Miro lt extensa playa vagfa, Recuerdo las actividades que habia en ella; muchas veces de toda Pueblos de Mar Andrés Recasens S. 95 la gente. Ahora nada de eso queda. Los lenguinos gozaban del privilegio de dos grandes praderas de alga gracilaria verrucosa: una artificial, que era el resultado de un cultivo generado por ellos bajo la direcci6n de una universidad, y una natural cuya explotacién y conservacién también estaba bajo la orientaci6n de técnicos universitarios. En Jos meses de invierno, temprano en las mafianas, se veia a los hombres entrar al ‘mar en sus botes a motor 0 a remos, para extraer el pelillo suelto que arrastraba por el fondo la corriente. Cada embarcacién con un marino o "remero’, un telegrafista y uno dos buzos que iban colocando el pelillo en sus "quifies", ¥ uuu was oud, legaban los botes a la playa, lenos, a descargar el recurso para ser limpialo y esparcido por las mujeres y los nifios, para que se secara. A veces, cuando recién sulla el mar de fuertes temporales, nada extraios por estos lacios, toca la familia se metfa al agua para recoger el pelillo arrancado pot las “bravezas de mar. Los hombres con sus trajes de hombre sana y provistos de "quifies™ se metian en lo hondo, generalmente en el ro Lenga, que ert en donde las altas ‘areas arrastraban la mayor cantidad de pelillo, "apozindolo", Las mujeres y nifios lo Fecogian en las partes mas cercanas a la orilla. De todos modos, el agua les mojaba la ‘opa, y el frfo y el viento los entumecia, y a veces la luvia se incorporaba al tormento. Arpesar de toxlo, se escuchaban sus gritos y risas. Recuerdo también la competencia que realizaban nifos y jévenes, que consistia en cual cle ellos lanzaba més lejos su "araia® al mar, La Tarai" era un artefacto con unos ganchos unidos a un eje y éte a un lienzo de més ce cien metros de largo. Los Inds diestros alcanzaban en su lanzamiento sobre los 100 metros. Cuando se lanzaba el Afefacto al mar, habia que aguantar el tir6n al producirse la resaca y, cuando venia la marboa, se recogia con el pelillo enredado entre los ganchos. Para uno era un especticulo entretenido y vistoso. Pero ellos gozaban con ganas esta diversién que combinabu el trabajo, la exhibicién de destrezas y la compeiencia deportiva. La recolecci6n oficial en Jas dos praderas se hacia en los meses de verano. Un dia Tunes de enero me tocé ver la primera faena en la pradera antficial. A Jas 10 de la wafiana entraron al mar Is nueve embarcaciones mas grandes de Lenga, cada una con dos marinos y uno o dos buzos que llevaban ‘quifies' de gran tamaio, Eran sus jores hombres. Trabajaron hasta la tarde y sacaron alrededor de 9 toneladas. El inero recaudado fue reparticlo equitativamente entre los socios de la asociacion. Y cada hote recibi6 por el trabajo una cantidad acordada de antemano. - _ El miércoles y el jueves trabajtron de 8 a 13 horas en ambas praderas. Todo esaba reglamentado a fin de proteger el recurso de una sobreexplomacién. A las 7 de i maana comenzaron los preparativos, Cada familia preparaba cuidadosamente las 96 ‘Pueblos de Mar - Andrés Recasens S “arafias" que iba a utilizar, alistaba sus botes y revisaba sus equipos. En esta fase cada ote ganaba segdn el peillo que recolectara. A las 8 en punto entraron al mar 61 embarcaciones con una tripulacién de dos personas por bote y, cn algunos casos, de tres. En general, eran familiares: el marido y la esposa, el padre con algin hijo, un ti con un sobrino, hermano con hermano y otras combinaciones. Tiraban a la pradéx unas "arafias’ de mayor porte que lo comtin -cuatro por bote-, para luego remar en sentido contrario arrastrando con estos artefactos el pelillo del fondo. Lis araiias.no atrancaban el pelillo, inutilizando la planta, sino que lo cortaban. La persona que Janzaba Tas arafias iba tirando del lienzo y recogia el recurso para echarlo al bote mientras la otra persona remaloa, Luego de un rato iban intercambiando roles. Una vez completada la carga del bote, éste era levadlo a la orila para desembarca el pelillo y tenderlo, Luego sacaban el agua del hote y volvian a la fiena. Recuerdo ~haber preguntado por la presencia de mujetes artiba de los botes. Al parecer el peli 10 se consideraba un recurso por el cual fa mar fuera a sentitse celosa de la mujer a verla trabajar junto con el hombre. Es claro que la mujer no entraba al mar para pescat ‘ni bucear, que son tareas que realiza el hombre. Su participacién se entendia como s estuviese sacando chascas sobre las rocas. Una mujer de Lo Valdivia Estoy entrando al pueblo de Lo Valdivia. Aunque formado este pueblo en tomo al cultivo del trigo, de los chicharos y lentejas, principalmente, es la produccién de sal de mar lo que lo distingue de otros de la zona. Me encuentro con un joven que ®t reparando una cerca. Le pregunto si encontraré a algunos salineros hoy dia sibado. Me salula y me contesta que de seguro encontmaré a alguno en kes salinas. Lo ¥e0 dispuesto a conversar y le pregunto cOmo est el trabajo por estos lugares. Deja lo que estaba haciendo, se saca e] sombrero para sacudirle ef polvo del camino y subitse unos mechones de pelo que se le habian caido y se lo vuelve a colocar, Luego me contesta: "De que haya trabajo... aqui wabajo no hay, No hay a quien trabajarle 0 peso. Esto que estoy haciendo es un pololito. A veces compro carbén afuera y le s4c0 dos tres mil pesos para el bolsillo. Ast salvo el dia. Pero no hay qué hacer en log inviernos, Para el tiempo de la fruta uno va recorriendo los campos y va encontrandd algo en qué trabajar. La plata que se gana tiene que durar todo ef aio. Aqui la mited del pueblo esté en Santiago buscando algo que hacer. Sobre todo los mis j6venes Algunos se han casado y quieren tener casa. Y se meten en las casas del gobi Cuando vienen dle vacaciones adonde Ja familia, ali conversamos con ellos. Nosotros Jes decimos que la casa los amarra como bueyes al yugo. Ellos nos dicen que.19 pueden clejar de trabajar porque si no la pierclen, Y estan veinte aitos trabajando en !0 Pusblos de Mar - Andrés Recasens S, o7 ‘que sea para la pura casa. Bueno. Aqui las casas que construyen los mismos del ‘pueblo han durado la vida entera de los padres de uno y nosotros seguiremos en ellas hasta que nos muramos. Con unos arreglos por aqui, ots por alls, cuidndolas duran una eternidad. Pero esas casas que les venden en Santiago no duran ni diez afios." Veo :que si me quedo vamos a terminar hablando de Jo humano y de lo divino hasta la Poche, y no me vaa alcanzar el tiempo para Jo que vine a lnacet. Me despido con toda amabilidad y tomo el camino de las salinas. (Me acerco hasta la orilla de una de las salinas en donde estin algunos trabajacores -descunsando. Dos 0 wes pilas de sal blanca, de terrones gruesos, centellean a los rayos Yel sol. Los saludo. Me contestan y se quedan miranclome con cusiosidad. Les pregunto “por el joven que ley6 la carta en el cabildo abiesto de Bucalemu a nombre del pueblo. _Se miran entre si y no dicen nada. Veo que viene atravesindo la calle de tena una. flora, Se acerca a nosotros y saluda. Debe tener unos setenta ais. Camina muy erguida. Uno de ellos habla con ella. Parece que le dice en qué ando. Ella se vuelve “hacia mi y me mira « los ojos para luego decirme: '-Fue (...) el joven que leyé la carte. Yo estuve abi, Si. La gente abi hablé las cosas como eran. Naclie con miedo, Todo fue Muy lindo, Mientras que nosotros vivimos aqui sumexgidos, Porque nunca se han Preocupado por nosotros, Me sefiala @ los hombres: “Ellos son salineros-". Luego me aclara: "-Pensaban que usted buscaba al joven por asuntos de leyes, de policy", Me _queclt mirando como esperandlo 2 que yo liga algo. Me impresiona la decisi6n que muestra cuando habla. Hay fismeza en su cuerpo delgado, vestido de negro, con ropas lavadias muchas veces, con algunos remiendos, Pero muy limpia. Ella lleva sus canas amarradas en un mofo detras cle la nucal. A pesar “de los aftos atin se ve que de joven debi6 tener un rostro hermoso. Me clirijo a todos Pero mas mirindola a ella: "-A raiz. de Jo que leyé en el cabildo el joven cle aqui, jilgunas autoridacles de Rancagua quisieron venir a conocer este pueblo antes de Tegresarse, Yo vine con ellos y aqui hablaron con algunos silineros. No-sé si estaba ‘lguno de ustedes. Ellos hablaron de la posibilicad que la Corporacién del Cobre, vision El Teniente, les comprara la sal a los medieros. De ese modo tendrian un nprador fijo. Yo vine para hablar con el joven porque me parecié que era wn irigente, para saber en qué habia quedado el ofrecimiento-', Luego de un silencio ué llegé a hacerse inedmodo, uno de fos salineros me dle: "-Resulta que no estamos sindicalizados. Por eso no se pudo comenzar la venta-". Pero yo haba leido dias atnis se1el diario E] Condor, de Santa Cruz, una informacién acerca de que Jos salineros de lo’ Valdivia habjan formado un sindicado. Les pregunto qué significado podia tener 1 publicaci6n si lo que informaba no era verdad. 98 Pueblos de Mar - Andrés Recasens S. : De los salineros, uno que parecia ser mirado con més respeto por el resto incluso por la sefiora, es el que aclara el malentendido: “Es cierto que tenemos una directiva formada. Lo que pasa es que estamos organizados enire patrones y medieros, pero juntos. Dos por cada parte", Le interrumpe otro salinero, que por lo que reclama parece no haber estado en ninguna negociacién: "¥ por qué no hicieron un sinclicato con los puros trabajadores!’. Ouro salté y le dijo al que habia hablado primero: "A ve? Yo le dije a usted Yo no estaba en la reunién o si no le digo al tro. Porque en el sindicato maiiana tenemos cuarenta trabajadores, nos vamos Jos cuarenta trabajadores y los hacemos tiritar a los patrones.” Pienso que no es conveniente dejar que se inicie una discusién entee ellos € intervengo: "-Miren. Me parece que hay algo extrafto en esto. Permitanme que se fos diga. Si se tratara de una Junta de Vecinos, abi deben de estar todos los que son vecinos de este pueblo, 10s duefios de las tierras y Ta demas gente, aunque lo tinico que tengan sean sus casas. Porque todos son vecinos del mismo pueblo, quien tiene - mis o quien tiene menos, Pero un sindicato lo fomman los trabajadores, separacos de Jos patrones, porque gante quien van a defender sus derechos, a negociar sus peticiones? Un sindlicato de trabajadores es para negociar, demandar, dlilogar con los patrones. ero si los patrones forman parte del sindicato, el asuinto no camina. A lo mejor no se trata de un sindicato, zNo habycin formado una cooperativa para vendler en conjunto la sa?’ Porque, entonces, seria otra cosa-', EI que habia hecho fa aclaracién, con wt sentimiento entre confusién y molestia, me dice: "-No, sefior. Lo que pas6 es que 90. pudimas formar un sindicato solos, No nos dlejaron, Dicen que la municipalidad esto metida* Ta discusién toma varios derroteros, pero todos apuntan a lo mismo, 2 la indefensién que sufren sesenta familias, a finales del siglo veinte, frente al poder de unas pocas personas. Y la autoridad, que se planted como garante de la equidad, como si no existiera. O, por lo menos, el brazo no alcanza a llegar hasta estos lndos: 1a sefiora: ;N6 tienen nacla que ver los rcos con los pobres! - Salinero uno: Sin organizacién, el mas débil siempre pierde. : Salinero dos: -Lo que pasa... no sé... nos dijeron que Codeleo peda mvctng requistos. Salinero tres: “$e los pide al pobre. No al rico! od Salinero dos: Si legara alguien y nos ayudara, a nosottes no nos costaria ritich sindicalizarnos. = Sefiora: Nadie ha venido a preguntar una palabra a este lugar! jNadie, nadie Vivimos apenas... Es que este es un pueblo tan chico... Pueblos de Mar Andrés Recasens S, 99 Salinero uno: -Si por ejemplo, si ya estamos organizados, harfamos dos pilas iguales con la sal. La del patrén.y la nuestra. ¥ la pila nuestra se la venderfamos a quien quisiéramos. Pero como no estamos reunidos, hacemos una sola pila y viene el patrén, la levanta y se la lleva, Y en seguida después nos llama para arreglar y nos paga en la forma que él quiere. Salinero dos: como el piguchén. Yo: -;Qué cs el piguchén? (Algunos se sonrfen de ml ignorancia. Uno me aclara:) -Un p§jaro que chupa la sangre. Salinero uno: -No hay compradlores para nosotros. Tal vez. por lo mismo, porque los patrones no dejan que vengan. O los cle los camiones no se quieren enemistar con ellos. Total, a los compraciores les da lo mismo, Entonces, les compran directamente a ellos, Antes, usted venia acé y veia veinticinco a treinta camiones cargando sal. Se acuerda, sehon? Habia camiones cargando sal a esta orilla porque venfan de tockas partes y habia compradores que venian a buscar la sal nuestra, Ahora, pasamos asustacos.. Salinero tres: -Pero con el sindicato no podkfan quitarnos las salinas, Pongamos una comparacion, Si este mismo caballero... si lo apoyamos nosotros a él. ¥ él nos hace una fuerza a nosotros, nadie nos va a torcer los clerechos nuestros. Salinero cuatro: “iY él viene con la fuerza de afuera, viene de la ciudad! Salinero tres: -Asi entonces nos pagarfan la sal en lo que vale. Y no que nos dan un dia un peso y al mes el otro peso. Salinero uno: -Y cuando ahora fa cosecha de ki sal esti tan buena. {Tan limpia y linda que esté la sal! Sabe? Esta sal es de muy buena calidad. Mejor que la de otras Panes, Yo: -Hay una soluci6n que es mas duradera y, ademas, pueden aprender y Panicipar todos en ella. Se trata cle lo siguiente, En Bucalemu, antes no habia sindlicato, Pero se dieron cuenta de ja necesidad de organizarse y formaron uno. Ellos piensan crear una federacién de organizaciones de trabajadores del mar. ¥ ahi podrian ayudarles ‘ustedes a organizarse. Porque dentio de una organizacion mas grande se es 1 rte = Salinero dos: -Pero nosotros no somos mareros... = Yo: -Si, €s cierto que no sacan recursos vivos del mar. Pero sf obtienen un recurso del mar que es muy preciado y necesario pam el organismo humano, que es la sal. ‘Varios: -jBs0, eso! ~ Yor -Porque el agua del mar no les llega por las veitientes, ni tampoco los Cuarteles donde se hace cuajar el agua del mar hasta transformarse en sal se hacen solos. Ustedles hacen todo esto. Varios: -Claro. Eso hacemos nosotros, Si no, el mar seguiria siendo puro mar, no mds, i casi no viven aqui. Vienen sdlo a llevarse las cosechas. Son 100 Pueblos de Mar - Andrés Recasens S. ‘Yo: -Entonces, podrian unirse a los de Bucalemu. Para que tuvieran contacto: gremiales entre ustedes. Ellos estin més organizados, son més.... podriamos decir, mis relacionados con las autoridades, cstfin mas cerca, quizis. Por eso setia buen que se juntaran. Los pueblos a veces tienden a no mirarse bien unos con ottos. Perc vale la pena intentar unirse y es mucho mas provechoso trabajar juntos. Sefora: Porque si no nos unimos, nos ponemos a guerrear entre todos! Salinero tres: -Una mano ayuda a la otra, aunque estén separadas. Salinero cuatro: -¥ con las dos uno se lava la cam Salinero uno: -Si los salineros nos onganizacamos. Si no le trabajéramos al patrn @ quienes van a traer de fuera para tabajar? Quién de fuera sabe nuestro trabajo! Ademas, iquién se atreveria a venir de fuera a quitamos muestio trabajo y a dat la cara frente a este pueblo? Salinero tres: -2¥ va a ir el patrén donde nosotros a reclamar? Salineto cuatro: = ahi nosottos lo et ara fucka! Salinero uno: Esta sal no es de nadie, Ellos son duefios de las orillas, pero nosotros hemos hecho todo el trabajo para que se produzca la sal. Yo Hlevo trabajando aqui cuarenta afios. Empecé a los 10 aos a cambiar el agiiita en Jas salinas, como muchos otros nifios. Esta es la fuente de trabajo que tenemos aqui apenas no encontramos capacitados de tomar una herramienta. Se produce un silencio. Parece que ellos hubiesen esperido durnte mucho tiempo este momento; sacar afvera su rabia, su desconiento al ver su pobreza por injusticia de otros, por abuso y, también, por descuido de los que debieran vigia porque la equidad en el pais se fuera haciendo realidad en todos sus rincones. Sefora: (se dirige a mi) Me gustaria que pasara para mi casa, y ahi sentadito puede conversar mas tranquilo. Ahf estara mejor, Sentado ahi en la casa mia. Yo: -Cimpresionado por It delicadeza con que Jo dice) No quisiera crearle un problema a usted... Sefiora: -(mira con firmer hacia todos lados) jY qué problema voy a tener yo, vivo independiente de todo y no soy cosa de nadie! Vivo de mi trabajo y no tengo nada que temer... (A los otros) -Bueno, vengan ustedes también. (A mi) -Las mujeres no trabajamos en las salinas, pero igual nos interesa porque vivimos acd, Porque afecta a todas las familias nuestra. a Me hace pasar a su vivienda, Atravesamos por un antejardia con muchos cardenales, malvas de largas varas que llevan flores rosaddas y llas, un rosal silvestie¥ tuna mata de ruda que se encuentra al lado izquierdo cuando uno entza, y que se pone ahi para espantar los ‘males’. 1a casa es antigua y maltrecha, de paredes de adobe pintado con cal y una clesvencijada pero hermosa techumbre cle tejas, viejns y quebradas Pueblos de Mar - Andrés Recasens $. 101 pero que han resistido innumerables embates del viento noroeste y de la Iluvia. Yo soy el nico que entra. Los otros se disculpan por tener cosas que hacer. Entro a una pieza p grande cuyo piso es de tiena apisonada, de una limpieza que hace lucir sa pobreza, Me offece asiento al lado de la mesa de comedor, y ella se queda de pie. Me siento J. incémodo y trato de pensar en algin pretexto para levantarme y quedar de pie igual f que ella, pero me parece un despropésito. Bs su costumbre, su forma de manejar el mundo que tiene al frente, modo que debo respetar y no tratar de interponer mis propias maneras. "-Al tiro vuelvo-". Me dice al momento que desaparece por la puerta, : : : Aprovecho de mirar la pieza que hace las veces de comedor. Hay un aparador en donde debe guardar alguna loza, Encima hay un perro hecho en madera sobre un ‘apete blanco, muy limpio, que debi haber tejido ella, Una hofa de calendario con un isaje de campo clavada en la pared, una mesa y-tres sillas, mas la. que yo ocupo.Al rato la veo entrar y en sus manos ae dos tazas de té humeando. Me oftece una y coloca la otrt al frente de mi lugar. Se me sale, sin poder parar lx lengua: "-Usted me < acompafardi con el té gno?-" Se sonrie y se sienta frente a la taza, Me ofrece aaticar, ~. Acepto y le echo una sola cucharada chica. Sé que va a quedar desabrido. Pero no voy 2 sacar mi frasco de sacarina ¢ iniciar una historia sobre mi diabetes. Se trata de no hacer nada que rompa el ambierte que se esti creando, Me conversa de su familia que se fue desgranando poco a poco a medida que iban pasando los inviernos y el trabajo -_ Se haefa mas escaso: “Tan cracls, sefor, aqui en las salinas, que penetra a Jos huesos - descle la misma piel que va curtiendo. si, la endurece, y los pulmones se enferman con :_ €sta humedadl tan sara", Me habla con orgullo de! hijo que se fue a la ciudad y que abi ___tabaja "por su cuenta, sin nadie que lo mande*, Le pregunto silo ha visto. "Me ha =» Convidado tants veces! Me responde como queriendo hacerme sentir lo carifioso y ¥ Considerado que es su hijo con ella. Y agrega: "Pero yo cle aqui no pueclo moverms -. Casi, Usted ve, no podsfa dejar la casa sola-*. Yo agrego para ayudarla: "Muy clfiil z, Sin embargo, no puede evitar una ligrima que le asoma denunciando ingratitudes, = que debo dejar que ella hable, porque hay algo en su actitud que me dlice que &_ sient que ésta es Una Ocxsi6n para conti sus cosas, lo que le preocupa su perspectiva Bi acerca de lo que le pasa, de lo que ha visto que le ha sucedido a su familia y lo que ha = Visto que le pasa a su pueblo. Entonces la escucho y mi actitud hacia ella es ésa, La de alguien que tiene un real interés en escuchaula: "No crea que en la vida de una ha chabido puras tristezas. En la vida he tenido alegrias y muchas. Mi matrimonio y el Nacimiento de los hijos... Bueno, después crecen y se van, Pero hemos dado carifio y Jo hemos recibico, que cle eso se tat la vida, Su voz es un poco ronca, quizas, de {unto gritarle a los chiquillos para que hagan esto o Jo otro, para que no hagan eso 0 aquello; de corretear a los aninnales ajenos y llamar a los suyos, y es también ronquera t de bronquios daiiados por amaneceres fifos amasando el pan al lado de un fuego que Tecién se esti hacienclo para ¢l homo y que aun no calienta nada: "El aio pasado, con 102 Pueblos de Mar - Andrés Recasens $. el asunto del aguacero que hubo en marzo, nosotros quedamos de brazos eruzados Vino el intendente, vino el gobemador y todos nos prometieron ayuda, pero’ nos volvieron la espalda. Ni una ayuda. Lo que es jnada! Vino una lluvia que nos lev6 toc Ia cosecha, toda la cosecha, fijese. Un joven recién casado quedé sin ningiin grano Perdi6 todo, unos doscientos sacos serfan. Ni el patrén Jo ayud6. Somos muchas las familias que aqu{ vivimos de lo que da la agricultura. Porque no todos tabajan en las salinas-*; Se queda pensativa, por un momento. Cigo algunas gallinas que cacarean por un pufiado de granos. Por ahi también el cloqueo de una que debe estar echada incubando unos cuantos huevos. Una gallina colorina jaspeada de plumas negras se soma picoteandb el suelo de la pieza en donde estamos, La seftora, como despertando, con un movimiento de la mano y un enérgico “psss" la devuelve al patio trasero. ¥ luego define lo que me parecié ser la més pura y simple indefensién de estos sectores “Al alcalde lo tienen ahi tos ricos. Lo nombran ellos. Aqui la gente no tiene el apoyo de nadie. Y entonces andamos calladitos con el rico, porque el rico, él ordena y manda; son reyes y seftores entre nosotros. Nosotros gqué pitos podemos tocar? Sino somos capaces dle hacerles frente... Si ellos nos dicen algo, nosotros no le vamos'a contestar... Si, es0 es asi, pues-'. Luego me mira a Jos ojos, un rato, como quesiendo asegurarse que lo que me va a decir lo voy a entender: "-Pero mire usted, lo que aqui existe es una cosa mal entendida. Si todos somos iguales. ¥ los ricos, la gente que €8 prudente y todo, aprecia al pobre. Porque no importa, porque la clase media existe en todo el mundo, Fue lo primero que nacid. Bueno, que a ellos les existe un orgullo porque son ellos aqui no més los que tienen la plata. Ellos tienen la plata y la plata es Jo poderoso-". Lo que me esté planteando no es una idea de clase, sino algo muy istinto. Ellos, el pueblo, son la gente. ¥ algunos de los ricos con que les toca vivir n0 son los seitores que debieran ser, son postizos. Y ella se define como clase media, pero en el sentido en que percibe 2 cada uno de los miembrns ce sn pnehlo ques como ella, son los representantes de lo primero que hubo organizado en el mundo, 'a gente! forinando un pueblo. Entonces, no me habla del pobre como el de la pobreza urbana, sino de ‘la gente’ que irabaja la tierra y que de ella saca los frutos que'lé corresponden por propiedad, por medierfa u otto tipo de tato, o trabaja las salinas bajo igual convenci6n. Veo que en la idea de pobreza -mis que como lo dice, como veo y lo siento-, hay mucha dignidad y derechos naturales que reclaman justicia-¥ Fespeto. No hay nada lastimero, en absoluto. Hay un reclamo por lo que corresponde; ar lo que es justo, Ella sigue su explicaci6n: *-Ellos mandan en todo, no en nuestas casas ni en las cosas nuestias, que ahi no se meten. Pero en lo que hace a las tiertasY a las sales, hacen y deshacen a su gusto. Abusan, y el pobre no puede hacer nit iCémo me gustaria hablar con alguna autoridad! Fijese, aqui estuvo en mui casa doa’ (=) Y otros mas para una cempaiia al congreso. Yo los recibi porque me pidieron 4 preparara alguna cosita de comer. Pero no iba a estar hablando ahi de estas cosas. NO era lo propio-". Hay tanta esperanza en que el politico asuma el papel de justiciero 42 Pueblos de Mar - Andrés Recasens S. : - estos campos. Es tanta la esperanza que coloca en su exclamacién, que me duele el “alma, Y solo los vio una sola vez, cuando vinieron en son de campana y ella los recibié en su casa y de seguro les hizo alguna atencién y ellos se fueron dando las gracias y - dejando las promesas. En la politica debiera haber tiempo para la autocritica y también para la reparaciOn. Yo le sugiero que trate que los ms ‘alentados' de Jos salineros -hablen con los dirigentes del sindicato de pescaclores artesanales de Bucalemu, y les -pidan ayuda para organizarse y formar un tipo de organizacién intervecinal, Trato de -explicirle cmp serfa es0 qué ventajas podria traetles, Le aseguro que no son egotstas, que son generasos y que no tendrin problemas en hacerlo, Para alentarla, le digo que "en Bucilemu han sido capaces de solucionar vatios problemas como pueblo, Que hasta han conseguido una ambulancia, Ahf me interrumpe: "Una ambulancia! ¥ aqui ‘a gente que se enferma tanto en estos frios, $i una no tiene el puitado de billetes para que la saquen a Pareclones no la lleva nadie. Aqui se muere. Porque aqui no hay “Yehiculo. Y los ricos, que son los que tienen vehiculos, no van a dejar enfermos :t ninguna parte. Hay que estar con ellos, ser compadres, Si no, le mandan decir con algtin empleaclo ‘que no hay bencina’ 0 ‘que no esta el chofer." Las gallinas se han envalentonado y vuelven a cacarear por un puitado de granos. La sefiora se Jevanta y con un “disculpe® sale ai patio trasero. Siento que abre una Puerta, tal vez la cocina, y luego le escucho Ja manera tfpica de Hamar a las gallinas Para reunitlas frente a ella y oigo el grano que cae al suelo en rafagas desde su mano lena, Un gallo canta, alla en las afueras del pueblo, y de ahi le contesta uno de mis “cerca y luego otro y otro més acé, acesciindose, hasta que le toca al de Ia casa que se “luce con un canto que me lena los oidos. El ladrido dle los perros de aqui y de alli "ambien se suma para dar los limites del pueblo, al modo seitalado por 120 Tsé, __ Luego de terminar su tarea, Ja sefiora vuelve a la pieza y se sienta: “Aqui hay ; Poco trabajo. Aqui nunca ha habido un trabajo seguro. Las salinas ocupan a los hombres » de enero abril. ¥la preparaci6n de los cuarteles wn poco antes, como en octubre, Ys flo se esti en las sulin, s6lo hay trabajo en la agricultura, En los huertos de uno, en kis B inedierfas, Pero cuando no, hay que ir de un lado a otro, Jr hacia afuera, ala fruta-", Se [or pensindo mientras sore un poco de té ya fifo. Ve mi taza vacia y se levanta ara preparar més, Yo intento clsuadila, peso no me hace caso y regres con dos tazis de-té caliente, Le recibo una taza, agradeciéndote, al tiempo que le digo que deberé mie porque se me esti haciendo tarde. Ella, entonces, tata cle reunir sus ideas: "Mire, YO creo que nadie de esta gente comerciante trabyaja sola. Yo he trabajado desde que NaCl a puro puito y no tengo nacla. Pero éstos uabajan acompafados. Ellos tienen Mejor cabeza, Y sobre todo més metidas conde alsindar lo ce ellos. Estos son como 4s redes que se tiran al mary traen todos los pescaclos para afuera, No hay oportunidad Que no sepan aprovechar-”. Me queda mirando y, como quetiendo borrar ateuns 103 104 Pueblos de Mar - Audrés Recasent 8. impresién que me podria haber dejado, me dice: "-No crea que uno envidie la suert de nadie. Yo estoy agraclecida de lo que Dios me ha dado. Y le agradezco a El. Yo hi trabajado solits. Iinaginese, a la edad que tengo, 64 aiios, y ine levanto a lus 4 de } maiiana, y ya a las 6 voy caminando con una canasta de pan camino a Boyeruea par venderlo, alld, al mar. ¥ después me vengo. ¥ de a pie. Sia veces algin vehiculo m piura es una gracia que no pasa mucho, Todos los dias, a las 4 de la maitana esto cociendo pan. ¥ ése es un sacrificio, el mas grande mio. Yo creo que a eso se refer el Sefior cuando decia que habia que ganarse ¢! pan con el sudor. Pero no habla de wabgjar para compraslo, sino hablaba de hacerlo, que es lo duro. ¥ es castigo para k mujer. El pan es de mucho tabajo, amasarlo, hacerlo, cocetlo, No es ninguna cos regalada. Y enseguida tener que cargar el canasto. Mire, yo le voy a mostrar el canast que tengo que cargar-con dloscientos panes caminando hasta Boyeruca, Es ais d hora y media la que camino de ida, cargada, Esta maitana estaba oscuro, oscuro y n. veld nda ~iinino boreado de eucaliptos. Y en el inviemno igual, con cuesti6n de nylon para tapar el pan. Pero alors que estoy ms enferma, no he podicl ir mas que cuando el tiempo est bueno, Y ahora le pido « mi Dios que pueds' ir est mes. Porque con los fifos estoy sintiendo un dolor terrible a los huesos. Creo que e artritis.” Yo: no toma remedios? Seftor: -Aceite de lobo. Friegas con aceite cle lobo. Pero nada, los huesos sigue gimiendo. Me duelen las manos y me duelen las piernas, Tal vez haya inyeccione para los dolores de huesos.. Yo: -No sé, Creo que son fricciones las que sirven. Bueno, gracias por todd Tengo que inme, (La veo mirar alrededor de la piezat como si quisiera encontrar alg que regalame. Siento algo similar a una angustia. Me apresuro a decisle:) Sefior Créame, Conocerla y conversar con usted ha sido para mi un verdadero regilo. Seitora: -(sonsfe algo turbaca) Ow vez lo convidasé a almorzat.. a! Le avisaré para unas sopaipillas. Seitora: -;Con zapallo se las voy a hacer! (Se sie), Nos dlespeclimos en la puerta del antcjurdin. La identidad personal Estoy en las afueras del pueblo. Pienso en la seftora, y a medida que reflex nella se me vs haciendo mas clara kt idea de una ilemtichid personal. Porque lo q2 encontré en elit fue a doa tal y no a un ‘otto generalizuclo’. Y lo que ella exterioriza hacia mi era una dignidad de ser ese ‘alguien’ singular en ese pueblo, no important Pueblos de Mar Andrés Recasens S 405 ‘u pobreza, alguien a quien, en cada encuentro con vecinos, se reconocia y se saludaba. Ta dignidad que descubri en ella no era una parte que ella hubiese sacado de una ‘dignidad general’ del pueblo, como tampoco 10 era su fuerza interior, ni la nobleza de | su rostro curtido por el aire de las salinas, ni su manera de caminar erguida que le daba una cierta rigidez. a su ropaje negro. Eran manifestaciones de su identidad personal é que se ha ido nutriendo de sus experiencias con cosas, situaciones y personas, con las { coloridas formas de la naturaleza en primavera y con la frfa opacidad de los inviernos, con la fuerte blancura que emerge de las pilas de sal y que le vienen deslumbrando a los ojos en el verano cada vez. que sale de su casa, con las ensefianzas de sus mayores ¥ con la interacci6n con el mundo social de su vida cotidiana, todo aquello que la ha envuelto y que ella desde su existencia envuelve. Su identidad personal es un proceso dinémico, sin duda alguna, Peto si yo hubiese estado en condiciones de preguntarle y ella hubiese podido hacer un corte en cualquier instante de su_desenvolvimiento, scubierto que para ella su identidad personal era el equivalente a la imagen Que tenfa de si hasta ese momento, a su forma de ser, a sus gustos, a sus miedos, a sus odios y amores, a sus intereses particulares, a la habilidad que crefa tener solo ella para Cocinar esa cazuela de ave o esas empanadas de homo, pero también estin sus recuerclos Placenteros que los hace presentes para acompafiar sus creptisculos, mientras descansa Mirando cémo el sol se prende en la copa de los arboles para no abandonar sus azreboles, y también aquellas remembranzas que eran de ella sola y que nunca habia dejado salir al exterior, que sélo ella conocia, que constituéan su secreto y que con ella moritian, Una historia que la habfa provisto de una identidad cultural que compartia Con los suyos y una biografia personal que era y que sentfa tinica y singular, Ella no = @staba fundida en el pueblo aunque era hija y nieta de lugareftos, y reconocia haber -ritdo a la ciudad solamente una o dos veces en sus sesenta afios de vida. De la conversacién -; ue habia mantenido con ella, vi fluir su sentido de identidad y de pertenencia al lugar #, de su nacimiento y a su gente, a los que reconocia y defendia, pero que en el detalle se desgranaban en lugares y entornos que se preferian unos mas que otros, y también , &0 las personas de acé, parientes y amigos, y los de alla que eran buenos vecinos pero Que se iban de lengua, y esos que vivian a la vuelta de la loma, 2 los que poco widaba la gente y que por algo serfa Y esa identidad que es de ella y de nadie més, es su identidad personal, y es le ésta que ha ido generando sus vinculos con los otros, desde los primeros atios ‘vida. Es desde ella y con ellos, los otros, que va incorporindose hacia lo ‘exterior, jbacia una ‘dentidad cultural, la cual reconstnuye hacia su ‘interior, impregndndola de Su identidad personal. Pues la ‘identidad cultural! es la construcciéa de enlaces de -Hdentidades personales que transforman su mundo singular en un universo simbélico Sue lo habita y que, al mismo tiempo, habitan y comparten socialmente, 106 Pueblos de Mar Andrés Recasens 8. Cuando hablo de identidad personal y de identidad cultural, tengo claro que ~ estoy implicando dos términos que no deben tratarse sin intentar buscar la relacign esirecha que hay entre ellos, la que surge al unisono con su emergencia desde ¢ proceso de endoculturacién, Es mediante éste que se van abriendo al recién nacide dos caminos identitarios distintos, pero congruentes entre sf; uno es vinculante hacia e grupo significativo que lo endocultura, generalmente la familia. En la experiencia de esia via la cultura se siente, con la mediacién del lenguaje, como ‘siendo la misma! en todos, y la pertenencia a ella de los otros que se la ensefian, es la pertenencia que el infante siente hacia ella al aprehenderla. Es Ja generacién de una identidad cultura que tiene la fuerza de todo aquello que es experimentado y se interiotiza en los primeros afios de vida dentro de una atmésfera sensible y afectiva. Bl otro camino es cl de la diferencia, de la personalizaci6n, de la soledad del si mismo’, de aquel que vs mirando desde fuera el mundo en el que va desenvolviéndose al tiempo que se geners ‘un’ mundo interior. El primer camino circula por fuera lel segundo camino, al ot lado de la membrana que lo envuelve y lo particulariza, Pero es camino que es y 5¢ busca que sea coincidente con el otro camino, pues la individuaciéa no tiene ott manera de ser que la de existir en ‘lo sociall. De esta manera, al tiempo que se ¥ singularizando el ser humano, se va vinculando a un grupo que se percibe poseyendo las mismas tradiciones y teniendo los mismos marcos de referencia normativos val6ricos, pues se va siendo ‘Ser para sf al tiempo que se es ‘Ser en el mundo. ¥, ti ver, la ensefianza mis fundadora desde el punto de vista social que nos legaron a culturas primitivas, y que atin persiste en algunas zonas rurales, ¢s que anibas via debieran confluir en una sola comiente: pues se terminiaba siendo Ser para sf -juato con'y para: los Otros." Una tristeza me espera en Lo Valdivia Después de un tiempo regreso a Lo Valdivia, Me acerco con no mucha seguridad @ una casa, veo la puerta entreabierta y doy en ella unos golpes saves con los udillos. Una mujer desde adentro me dice que pase, Entro. Es una especie de almacet pequefio. Todo me parece desconocido. Una sefiora camina hacia mi y me salud pido isculpas porque creo que me he equivocado de casa. Me pregunta a quiél busco, para ayudame, Se lo digo. Me responde que dofa Marfa Odilia fallecié-.¥ frente al desconcierto que demuesto, me cuenta que ella muri6 de esas enferme que tienen los viejos.en esos campos, que sin atencién ni remedios, Dios se | rApido para que no sigan suftiendo. Me quedo un instante, parado ahi, sin saber-0§ a 8) Este segmento esté citado en Identidad en tanto que diferencia. Canferencia Inaugural del autor en el #° Congr Chileno de Antropalogia, 19-23 de noviembre 200). Bn Actas del Colegio de Antropdlogos de Chile Tomo, 2003: <2 Pueblos de Mar» Andris Recasens $ 107 decir ni hacer. Me observa y luego me pregunta si soy pariente. Le respondo que no. Reacciono de la impresién que me provocs la noticia y me despido. Salgo al camino y me dletengo frente a las salinas. Pero jqué pena! ;Cémo pudo la muerte vencer / aquella fortaleza que emanaba de la sefiora! Pienso que tal vez, porque su cuerpo colahord con la muerte para doblegar su espirtu noble y valiente Si. B90 debi6 suceder Que el cuerpo perdié su batalla y se rindié ante el fifo y la humedad, confabulados, --que abrieron paso a la anvitis para que morara duefa y sefiora en sus dolorid huesos. (Qué sufrimiento habria...! Aos y amanccercs amasando y cocienclo al horno el pan de cada cla, para luego caminar kilémetros envuelta en la bruma y dejario en otras manos... Se me Ocurte pensar que ante su apuro, su necesidad apremiante, alguien altanero respondi6: ‘no hay bencinat 0 'no esti el chofer. Las salinas de Lo Valdivia Boyenuca significa en mapudungtin ‘casa del canelo’, un érbol considerudo sagraclo, HI nombre se lo dieron los mapuches por el abundante bosque de canelo que habia "ahi. Y es en Boyeruca en donde esti el cana] que provee de agua de mara la laguna del pueblo de Lo Valdivia. ¥, aunque el primero pertenece politica-administrativamente + la séptima regién y el segundo a la sexta, por rzones que sélo la burocracia debe entender, ambos estin a pocos kil6metros de distancia y el camino lo podia hacer a pie una anciana cle 64 aiios, cugada con un canasto cle pan, en una hora y media ¢ Segtin ella afirmaba, Esta agua que viene desde el mar es esencial para las salinas de Lo Valdivia. En general, la técnica utilizada para capturar la sal que trae consigo el agua de = War es similar en todas las salinas de la zona, Durante los meses de octubre a abril, - dependiendo del término y comienzo de la temporach de las lluvias, se lleva a cabo F todo el proceso dle produccién, Se comienza con la preparacidn de los ‘cuarteles' que son grandes estanques cuadrados de salinaciéa, llamados también 'cocederas’, para lo ual se usa un barro arcilloso especial. El agua de mar se va traskidando de uno a otro = €n un proceso secuencial de evaporacién, concemaci6n y cristlizacién, Termina el fOceso en el ‘cuartel' de cristalizacién en donde se forma una costra superficial que es jie, del suelo con palas especiales cle madera que evitan que en la sal se pegue el barro, A medida que se va ttubajando en el cuattel de cristalizacién, se va formancdo monticulo de sal gruesa y blanca de unos dos metros de altura. Hace unos veinticinco patios, segiin lo que cuentan los lugarefios, hacia el interior de la laguna de Bircalemu, producia también sal de mar, pero ly actividad ces6 al perder salinidad el agua ‘Gebido a los continuos y cada vez mis largos periods de cierre de ka boca que Fimpedia Ia entrada del agua de mar. La produccién de sal en la zona tuvo gran Importancia y dio prospericlad a tos procductores hasta hace unos weinta aios als, 108 Pueblos de Mar ~ Andrés Recasens S fecha en que comenzaron a bajar los precios y, por ende, el volumen de las ventas por la competencia que inici6 la explotacién de las minas de sal en el norte del pais. la situacién de deterior en la produccién de sal de mar, los desequilibtios microeconémicos que se produicen en los sectores que viven en tomo a la actividad y que no son menores, debieran hacer pensar algiin tipo de solucién a las oficimas ‘creativas' Gupe que las habia) tanto en la Corfo como en los Ministerios del ramo, ls que podiian aprovechar la apertura a los nuevos mercados y la diferencia cualitativa que se dice que tiene a su favor (y que se podtia comprobar) la sal de mar con relacién ala sal de mina x. LEYENDAS PARA LA MEDIANOCHE Las noches de San Juan la noche de San Juan es una oportunidad para que la familia se rena en el hogar en tomo a las personas ancianas, quienes gustan de contar historias acerca de hazaias y actos de valentia, sobre tiunfos sobre el mal y Jos premios 0 "ganancias? obtenicos por los "valientes", o de aquellos que se llevan a cabo por una puva y santa valia personal, todos los cuales se dice que han acoatecidlo y pueden acontecer en esa fecha. Antes, era comtin reunirse alrededor del brasero tomando un mate mientras se sescuchaban estas leyendas. Pero ahora tltimo las he escuchado al calor de una salamanctra o de una estufa a gas licuado, sentado en una mesa con un té y pan con “mantequilla, Pero siempre cuando el sol se ha escondido tras los cemos, 0 hundico “alli a To lejos, al Binal del mar, acompafaclo de un cortejo de gaviotss. Pueden ser ‘scuchadlas por personas de cualquier edad, ya que parecen haber sido sicadas de un ‘anual de ensefanzis morales, en las que se enfatiza sobre el poder que da el -cumplimiento de las buenas acciones. Por Jo menos, aquellas que he escuchado, en _Beneral, dicen relacién con alguna enseftanza, con la exakacién de algiin valor 0 también con la estimulacién de una conducta que pone en evidencia los valores que Fsubyacen en ellos, A veces esl valenia el valor a que se apela, ums la arin para ia a cabo con éxito un comatido. Y siempre el que actiia de acuerdo con los Jalores recibe una recompensa, ademis de salvar su peliejo. En estos relatos, a lo que lay que enfrentar ¥ venicer es al mal representado por el diablo. Fay hombres y types, adultos, j6venes y nifios escuchando, y si alguien se levanta para hacer algiin Eajin doméstico, se las arregla para terminar ripido y regresar al relato ‘antes. que ‘ermine, Si alguien de ka auclencia conoce ya el reiato que esti escuchado, pone igual pHtenci6n que aquellos que lo escuchan por primera vez, Y todos juntos expresan con fs Enfasis y gestos de asentimiento, por la seriedad de sus rostros, por sus comentarios 10 Pueblos de Mar - Andrés Recasens 5. y exclamaciones, que dan fe de que "eso es asi, tal como se est contando" o que "eso Un relato parte validéndose por la tradicién, para que el que lo escucha no tengr dudas que se trata de algo que ha sucedido realmente, Por eso lo inician asi: "Contaban los antiguos que en la noche de San Juan...". Y después viene Ia trama que en general mantiene una estructura similar en todos los relatos: una situaci6n de peligro a la que debe exponerse una persona, un atributo que esta persona debe tener y que le permitiré vericer © engafiar al *diablo" y la recompensa que se obtiene, Por ejemplo, uno de ellos comenzalsa recomendando que la persona que estaba dispuesta 2 corer un riesgo para ganar un premio, debia dirigirse hacia un bosque oscuro y solitari, justo cuando llegara la medianoche. Y que una vez alli, el "valiente* debia cocer un gato negro en una olla. Pero tenfa que echarlo vivo a la olla hirviendo, para que se denunciara. Y,, claro, al sentisse éste quemado por el agua hirviendo comenzaba a dar alaridos entre los cuales decia clarito: “diablo!". Una vez mueito y cocido el gato, que a todas luces no era otra cosa que un ritual de sacrificio del diablo representado por un gato negro, “el valiente" debfa comenzar a tantearle los huesos hasta ubicar y coger el “hueso santo’. Este era un hueso que se reconocfa porque era un hueso negro invisible. Eso hacfa la tarea muy dificil para el cristiano. Una vez que lo agarraba debia echarselo en la boca y tragérselo inmediatamente. Si "el valiente" lograba realizar completa la hhazaita, era seguro que "alcanzaba la bonanza y se hacfa rico". En este tipo de leyenda, que se enmarca en lo que se suele denominar "leyenda moral", el motivo central es e! twiunfo del bien sobre el mal logrado por una persona de valor la medianoche del dia de San Juan, esto es, en el borde entre el término de un dia sacro y el comienzo ce la hora de brujas y demonios, Hay un elemento interesante en la tarea de rescatar “hueso santo” de enue el cuerpo del gato negio-demonio. Comosi se quisiera tepresentat el rescate de Jo santo desde las profunclidades del averno. En oto relato, se requiere ms que nada poser el valor de la caridad. También el dia de San Juan, cuando suenan las doce campanadas en la medianoche, la person. debe encontrarse en el cruce de dos caminos solitarios, en donde se instalaré a vendet una gallina negra. A pesar de que el selato introduce elementos tales como las doce de> la noche, que és a hora de los aquelares, un cruce de dos caminos solitatios, que et general implica encuentros con el diablo, y fa gallina de color negro que se asodi también con este tiltimo, hay solamente una contienda entre un valor, la caridad, y UR contravalor, la codicia, Contintia el relato sefialando que frente al improvisado vendedory van a ir pasando varios hombres ofteciendo, cada uno, mis dinero por la gallina nest que el anterior, Pero, el mandato es que él no se la venda a ninguno por mucha plata que le offezcan, sino cuando pase el ditimo comprador, un hombre viejo y harapien'©s Pueblos de Mar - Andrés Recasens S a quien le ofrecer4 muy poco dinero, y a éste deberd venderle la gallina negra. ¥, por haber vencido la tentaci6n de la codicia, tendré suerte y dinero. Siempre me ha interesado la ‘idea' acerca de la flor dle la higuera, como de una metéfora sobre lo imposible, similar al esfuerzo de Sisifo con la roca, Me acuerdo aquf, no tengo el texto, de unos versos: "La flor acaso / Se dio un instante, / Cuando, entre unt latido y otro, me quedé dormido." Por eso me interes6 un relato sobre el tema, Comienza asi: Se dice que el diablo necesita del hombie para haceise de la flur de fa higuera, la cual él desea, porque no puede coger la flor directamente debido a que en el momento del florecimiento la higuera y la flor se han santificado. Y nadie mis que un "valiente" podifa atreverse a esperar bajo las ramas de la higuera, usio a la medianoche del dia de San Juan, hor en que ésta puede florecer con una "milagrosa y santa flor", sabiendo que el diablo la ambiciona. Y tendri que estar muy stento, porque en e instante mismo en que la tenga en sus manos, et diablo se abalanzari sobre él para arrebatarsela, Por eso que tan pronto como obtenga el valiente' I preciada flor, debera ‘correr a todo lo que le den sus piemas, "patitas pa’ que te quiero, con la cabeza gacha ynunca mirar hacia atrés, porque si lo hace, ahi mismo lo alcanzaré "el cachudo*. Aqui no se trata de que el 'valiente’ coma mis ripido que el diablo, sino lo que se pretende € que el 'valiente' no desobedezca la orden y mire hacia atris, porque con lt desobediencia pierde la proteccién de la flor santa y podré ser aleanzadlo y vencido por el ‘mal. Aqui esti presenie la misma exigencia de obediencia a Sara, la mujer de ot, que miré hacia atris y qued6 convertida en estatua de sal (Gen. 19, 17-29). Una noche estilamos escuchando estas leyendlas que se repiten una y otrt vez, "Y que no son exactamente iguales cada vez que se cuentan, ni siquiera cuando se tata del mismo natrador, porque siempre hay algo nuevo, aunque no sustancial, un giro, luna exclamacién, una linea que se quita o que se agrega, cuando una anciana se sali -del_contexto de los relatos de la noche de San Juan. Conté que a ella Je habfan ontado, que en la noche cel 28 de agosto, dfa de San Agustin, ninguna mujer debia -Ponerse a coser prendas de vestir, porque si ast lo hacia, por la noche vendrZan sTiuichos ratones a romperle a mordiscas tod la ropa que hubiera en la casa, Eso dio FOcasi6n para que un anciano contara tn relato del que me qued6 la duda si fo habia 91no escuchaclo antes: "-Mis padres contaban, y 2 éstos se lo contaron sus padres, que Eantes vivia arriba en Jos cerros tn matrimonio con su pequeia hijita. Todos los dias a ‘la hora de dace, cuando el marido iba a buscar lefa, aparecia una gran culebra que rechizaba a la mujer y la hacia caer en un profundo sueio, que aprovechaba para beberle la leche de sus senos, Esto ocurti6 durante largo tiempo, hasta que el marido 8 dio cuenta de lo que pasaba por las heridas en la boca de su hija. Porque cusindo las -Culebras hechizaban a las vacas y les bebfan la leche de las ubres, los temeros ‘Comenzaban a presentar heridas en el hocico al beber leche de la misma ubre donde 12 Pueblos de Mar Aud Recasens S, Jo habia hecho Ia culebra. Desesperado y enfurecido el hombre, al otro dia fingi6 ira buscar lef a Ja hora en que lo hacia habituslmente, pero en vez de eso se escoridi6 tras de un galpon para esperar a la culebra. Justo al mediodia, el hombre vio que se acercaba a ja casa una gran culebra. Y cuando vio que ésta empezaba a hechizara sw ‘mujer y que ella caia al suelo dormida, el hombre se abalanz6 sobre la culebra y le dio myerte con su hacha® Nadie le pregunta a nadie de sopet6n: "-Oiga, zcree usted en el diablo?" No tendrfa ningtn sentido. Pero todos saben que a ellos, tal como a uno, se les erizan los vellos del espinazo cuando se cuenta en la noche algo acerca del demonio. En Lenga, regresando desde el certo Ramuntcho por el sendero del litoral, paso por las viejas instalaciones de la antigua cantere, en donde hacia él lado del cerro hay una hendidra __como.una cueva, Y un lugarefio de unos 12 afos apunta hacia la cueva con el dedo y me dice: "Esa es la cueva del diablo, Abf se le ha aparecido a mucha gente’. Cuando este niito escucha a su abuela contar estos relatos de la noche de San Juan, cle seguro que no los pone en dua, pues todo lo que escucha de los grandes y el entomo mismo Jo han hecho permeable a Sus contenidos. Et pacto con el diablo Los leitos comienzan a chispomotear cuando todavia restan arreboles manchadlos de rosa y naranja flotando en jirones encima de un mar inquieto por un emergente viento nome. Nos encontramos sentados frente a la hoguera prendida detis de unas pequefias clunas, cerca de la playa. Estamos haciendo hora. El sol despliega una llamarada al borde del horizonte y muere con la majestuosidad multicolor de un principe oriental Ya los tonos grises claros y oscuros que anuncian la entrada triunfal del sol a otros mundos, hacen que la hoguera alumbre a don Segundo y a mi, proyectando las llamas una luminosidad irregular y fantasmal hasta las dunas cercanas. Pienso, por fo que mé han dicho, que ha llegado el momento que lama 2 los sentidos hablar de ‘esas costs que en dia claro no alcanzan la profundicad que requieren ni se puede traspasar el umbral hacia el mundo subtemineo de donde provienen. = “No sé por qué serd, don Andrés, pero a las cosas que pertenecen a las oscuridades no les gusta que se las recuerde o mencione a la luz del dia." De esta manera, don Segundo comienza a narrar lo que me habia prometido: "El hombre del que le voy2 contar, antes de hacerse rico, era como todos los de por aqui. Igual que todas 1 sefioras nuestras, su sefiora pedia mercaderfa “al fiao" al padre de doi Tina, que ef esa época era el duefio del almacén. As{només era. Un dfa, su seftora fue a visitar a un pariente que se, enconuaba enfermo, y como su marido estaba cumpliendo UP Pueblos de Mar -Avulnés Revasens S, compromiso en unas labores del campo, se fue sola y caminando. Enredada en los comadreos, sin darse cuenta, se le vino encima la noche. Sus parientes le oftecieron - alojamiento y le aseguraron que harfan avisar su marido que ella legaria al otro dia. Pero la sefiora no quiso. Nunca habia dejado solo a su marido. Asi que partié nomAs. Era largo el camino, unos cinco kil6metros, lo menos. Cuando llegé a las primeras casas, ya eran bien pasadas las doce de la noche. Dofa Berta, una sefora que tenia un pequefo negocio de vinos, una cantina para los de aqui, sin permiso ni nada de esas cosas, ya quien no se le pasaba nadie sin que ella saliera a saludar por si algo le podia vender, sinti6 en el camino los pasos arrastradlos de la sefiora y salié ala puesta a mira Y casino pudo creer que fuera ella Ja que andaba sola tan de noche, Al verla apoyarse en un drbol como que se sba a desvanecer, corrié para sostenedla, La mujer, al sentirla, dio un grito de susto, pero, al danse cuenta de quién era, se dlisculpé y le pidi6 que por _ favor le diera_un vaso de agua. Su rostro lo tenfa mas blanco.que Ja misma.luna y.los ojos asustados @ moris. Segtin contd después doaa Berta, la sefiora le habia dicho que al atravesar el cruce que va al caserfo de Los Guindos, vio brillar una luz en el suelo, al lado del viejo aromo, y que junto a ella se encontraba de pie una sombra que parecia ser la de un caballero alto y laco, vestido todo de negro. Y lo que la habia hecho corer como loca por el terror, era que lo haba visto caminar hacia ella. Pero to que més la habia espantado habia sido la risa burlona que le escuch6 cuando comenz6 ~ a hui. ¥, claro, habia comidé como perseguida por el diablo. Que eso fue lo que le pareei6 que era el caballero del cruce del camino. Doia Berta contd que al veria tan. mal y angustiada se ofrecié para acompaiarla hasta su casi, pero que ella se lo - agradecié y habia panido sola. : Alia siguiente, no se escuch6 decir palabra a la seRora sobre lo sucedido, ya las comades que quisieron hacerla hablar les dijo que todo habia sido una mala imterpretacion de doa Berta y que mejor no se hablara més del asunto, porque meterse a esas cosas atrafa los males, Pero Ia nifia que hace el aseo en su casa, que es ahijada de mi mujer, nos conté que la noche en que la sefiora legs tarde a su casi, habia encontrado a su marido hecho una furia. Y que, entonces, sumida en llanto, le habia Contado Jo que le pas6 junto al aromo. Y que no bien Ja habia escuchado ef hombre Ele pregunté si lo habia contado a alguien, y que ella le dijo que sdlo a dota Rerta. V que ah él se habia puesto muy bravo y parecia que le iba a pegar a la pobre mujer. Le Fitaba que cémo habia podido contar algo que era una "seal" que les habia Ilegado «ellos, mejor dicho, a él por intermedio de ella. Que acaso no subia que cuando én las Roches se ven luces es porque hay un entienro. Y que esa misma noche iba a ir a desenterrarlo. Pero ella lo habia sujetado, llorando, diciéndole que no fuera porque = al estalva el demonio y que algo malo podta sucederle, ¥ entonces fue que el hombre habsia dicho esa frase funesta que de seguro llegé hasta los ofdos del mismo diablo: "\{Es oro puro, sefioral iLos entierros son en monedas de oro! jY yo voy a cambiar cle 4 Pueblos de Mar - Andrés Recasens S. hombre pobre a hombre rico, asf tenga que vender mi alma al diablo" ¥ dicho esto por el hombre, la nia lo habia visto tomar un pico y una pala, y junto con un batil qe habia desocupado carg6 una mula y partié él a caballo levandola de tro. Al poco tiempo, el caballero comenzé a comprar tientas y ganado, 2 contratar peones para las faenas agricolas y ganaderas, y empleadas para a casa patronal que se consiruy6 en uno de los campos que adquiti6 cercano al pueblo Algunos dicen que, vendié las monedas a unos caballeros ricos de zonas vecinas, Poco se les veia a él ya su familia por el pueblo. Se comentaba que vivian muy felices con los cinco hijos hombres que tenfan, a los que habfan colocado en buenos colegios. Y la seftora era recibida en las casas dle los otros ricos, aunque, segin clecfan las comadres de por aqui, la recibfan sin mucho entusiasmo, No habian pasado cinco afios desde el asunto éste, cuando se les murié el hijo mayor, un joven muy bueno y estudioso que prometia ser todo un caballero, Usted salve, don Andrés, que en los campos kis muertes por accidente no son cosa rara. Pero lo que me extrafié fue la fecha de su muerte. Yo me acuerdo que la noche del encventro de la setora con la luz y el diablo -porque que era el diablo, sf que lo era- y la ida del caballero a buscar el entiero, five el mismo dia en {que mi hija se fue a trabajar a la capital. ¥ en el quinto aniversario de esa fecha fue el accidente fatal del hijo mayor cel caballero. Yo 110 fui al entierro, no por no sentitlo, pero me dio no sé qué. Algo raro senti. Pero fui al tercer entierro, dos afios después. $i; - don Andrés, al tercer entietro, Porque al afio después de Ia muerte del primero, en la misma fecha, se cay6 del caballo, desnucindose, el segundo hijo, el que seguia al mayor. Y al owo aft, en la misma fecha fatidica, murié ahogadlo en el mar el que le™ segufa, Fui al entierro un poco por sentitlo y otro por verlo a él. No sé por qué. Hack: mucho tiempo que no lo vefa, Descle mucho antes de todo este asunto. ¥ la verdad es que se me oprimié el coraz6n. Habia cambiado mucho, zpero mucho! Clara, todos vamos envejeciendo jpero no asi, que Dios me ampare! jNo asi, como ennegreciendo, como perdiendo la humanidad de uno! Todas las muertes fueron por accidentes que nadie podiia atribuira causas extras, excepto por las fechas. Pero creo que yo era el tinico que podia hacer una relaci entre éstus y las mueites, Sin embaigo, el hecho mismo de las muertes, aito tras- atom empez6 a asustar y a hacer murmurar a la gente. Ademis, que desde el mismo dia en. ; gue el caballero comen26 2 comprar tienas y ganado y a hacerse un lugar entre-los ticos de la zona, los compades de por aqui comenzaron a murmurar sobre el origen misterioso de la fortuna, los menos mal hablados, 0 sobre un pacto con el diablo, 10575 més deslenguados. Ya después de la tercera muerte, la cuarta era esperada por todoel pueblo y jvaya que se habrian desilusionado si no se hubiese dado asi la cosa! El pentiltimo murié al caerse desde una escalera en la bodega de las herramientas, donde quedé clavado sobre una horqueta, segtin conté el mozo que estaba con él en ese. Pueblos de Mar nares Rocasens S. us stante, la que se habfa parado sola, jsi, como movida por un mal! Y con sus largas puntas hacia arriba, justo para recibislo con ells frente al pecho! Dicen que el mozo, apenas tin muchacho, quedé con el pelo blanco, y que lo mandaron a otro campo para que no dijera nada. Y juego de ser enterrado, todos comenzaron a mirar al hijo menor cuando lo veian pasear con su madre. La pobre mujer se hundiz cada vez més en el pellejo que cubria sus huesos. Y esa mizaca extravida, don Anclés, era dificil soportarla sin sentir pena, Casi toclas ls tardes se la vefa parada en la vereda, al frente dela iglesia, murmurando compo quien reza, y luego de hacer Wes sefiales de la cruz en a frente del nifio, se regresaha con él a la casa. El nifio, veri usted don Andrés, era no sé de dénde tan hermoso... como un primor era, y nada mas sonreia y ya nadie podia dejar ce seguirlo en su sonrisa. Yo andalva afligido como si el nifto fuera algo mio. Y para qué decirle cmo andaba mi mujer. Y para mal de males ya seacercaba el maldito aniversario. Una mafiane lleg6 a mi casa llorando la ahijada de mi mujer, a contarnos que en las tiltimas noches el caballeso parecia como enloquecido, que corrfa gritando por los potreros, golpedindose con lo puitos, haciéndose sangrar el pecho y la cabeza mientras le gritaba a alguien: *-;No, maldito! Al nifio no, al nifio no! ;Llévame a mil Es a mi al que te tienes que llevar Y se caia al suelo, revolcindose y llorando, hasta quedar alii, agotado, como muerto, Al amanecer, algunos peones caritativos se atrevian a recogerlo y lo llevaban a la casa. Todo el mundo estab enfermandose con esta siuuacién, Usied sabe, don Andrés, que en los pueblos chicos se rie y se llora juntos, Nadie puede ocultar nada, porque el mismo aire se encarga de silbar por entre kas ramas de los drboles las historias ms secretas, que las viejas se encargan de traduci para después contailas. Y eso esta bien, porque ni el dolor ni la alegréa son sentimientos ue dean llevarse sobre los hombros de una sola persona o familia, Porque asi no se @s pueblo. Bueno, ya voy para el final de esta tristeza que le estoy contando, don Andrés. Fue el mismo dia en que se cumplia el infortunado aniversario, cuando fa seftora lev al nifio a la vereda frente a la iglesia, Yo me encontraba a pocos pasos de ellos clos. Ella tenia los ojos secos, sin kigrimas siquiera para poder llorar. Miraba y miraba hacia la lesia como queriendo entrar, pero habia algo, no sé, como algo fisico que se lo ‘mpedia. Terminé por anrodillarse ahi mismo, € hizo que el nifo también lo hiciera. Después, le hizo las tres seitales de la cruz en la frente, lo bes6 y se levani6 con él de Ja mano. El nifto la mir6, le sonrié con su rostro de angel y le pidié algo. Ella abrio su cartera y le pas6, al parecer, un dulce, El Jo abri6 y se lo eché a la boca. No bien habian Pasado siete segundos, cuando comenz6 a dar boqueadas, a agitarse y agamrarse cle su dre. Luego se desprendié de ella y quedé de pie en mitad de la calle. Con una ‘anita temblorosa asia su garganta, la boca abierta como en un grito mudo, el rostro fesencajedo y los dedos abiertos de la otra mano en direccién a la puerta cerrada de |a iglesia. La pobre mujer comenzé a gritar, Algo le pasalva a ella que no atinaba a HG Prehlos de Mar ~ Andris Recasons S. intervenir en favor del nifio, Estraln Jos brazos, dlesesperada, pero estaba como pegade al cemento, Grité a dos vecinos que pasaban por el lado del nifio para que Io ayudaran, + Pero éstos se alejaron con los ojos espantados. No se qué vieron, don Andrés. Tal ver: presintieron que si ayudaban al nifio entraban en una contienda con el mismo diablo. Pasaron segundos que me parecieron siglos, y ya habia gente agolpada mirando con » horror y paralizada de miedo por lo que estaba pasando. A la madre, que gritaba y. lloraba mirando hacia el cielo con los puhos en alto, y al nifio cuyos espasmos se iban apagando poco a poco, Era tenible. Yo no pucle soportarlo y corri hacia cl nifo. Lo tomé entre mis brazos y lo apreté fuerte. Ahi sentf algo extrafio, como que no esaba apretando solamente al nifio. Pero cemré los ojos y meti mi mano derech en su boca y traté de sacarle el dulce. ;Ah, don Andrés! ;Persignese para que no lo desgracie Jo que le voy a contat! El dulce era una masa viva que se defendia de mis dedlos y no quetia..” salir, que se abria y tapaba la respiraci6n del nifio, que me heria Ja mano. i$, que me heria li niano, que trataba de arrancérmelal i, don Andrés, esa cosa era una cosa vival Y de repente supe que estalmt tratando con el infierno, ahi, a pleno dia y frente alt iglesia. ¥, entonces, me asusté mucho y reeé en voz alta, a gritos, yal fin pude sacar ki mano, al fin pude sacarla, con gran clolor, de la garganta sangrienta del niio, que cays al suelo, ya muerto. A la madrugada siguiente del funeral, los primeros tabajacores que pasaron por el cruce que va al caserio de Los Guindos, vieron a un hombre colgar de una cuerda amarrada de una rama del viejo aromo. Cuando estuvieron cerca. reconocieron en el ahorcado al caballero. La sefiors, al poco tiempo, cloné tados los bienes a un convento que la acogié hasta su muerte.” Nos cubre nada mas que el silencio. Siento una desazén que no pod clefinis como cuando atravieso un Ingir desconocido envuelio en una neblina hiimedkt- espesa. Reprimo el miedo que me impulst a mirar hacia atris, hacia las sombras. Observo a don Segundo que toma un leio con la mano izquierda para remover el fuego, avivandolo, Hace frio. Veo que deja el Jeno en las Hamas y acerca ambas manos al calor de la hoguera. Un escalofrio recorre mi espinazo y se queda abi, un rato, ena: base de mi garganta, y luego baja al pecho, abogindome, Don Segundo, en su mano derecha no tiene dedos; termina en un muién informe... XL DE INTERSUBJETIVIDADES La comunidad intersubjetiva. Qué es lo que tendrfa que hacer el antropélogo para llegar a constituirse en parte de la comunidad intersubjetiva que est4 estudiando? Lo xls recomendable es vivir en ese horizonte el tiempo suficiente para ser aceptaclo como alguien que puede ser integrado al "nosotros* de ellos, sin problemas, en un clima afable, amistoso. Desde este fundamento yo puedo realizar una observaci6n participante dentro de Ja comunicladl que estoy estudiando; de otro modo, la haria desde fuera de ella. Lograr que deje dle ser importante para ellos saber en detalle de qué ‘mundo’ vengo. Y van desaparecienco las tensiones en la medida que nada interrumpe el proceso de acepiacién de este sujeto que soy yo, y que va acercéndose cada vez nis, con Ia ayuda de elios, hasta plasmarse de algdn modo en su vida cotidiana, Y, entonces, mi aparicién diaria ser saludada sin recelos, y mi pasar de largo ser seguido con una ligera mirada, con un “alli va donde tal o cual persona, a tal 0 cual cosa", porque a todos les gusta cerrar lo que ven y no dejar abierto nada que pueda dejar dudas o inquietudes. La observacion participante Los caminos de acercamiento se dan en espacios cehidos por la patticipacién en 4a que se esté empefiado junto a los otros, y no necesariamente tiene que ser una Participacién activa, basta con que haya una actitud interesada. Lo que importa destacar @s que los encuentros continuos en que la conversacién se entabla, tienden a formar ‘un dmbito de intimidad que favorece la constituciGn de diadas, en donde la conversaci6n Cobra significado y sentido. El concepto de "entrevista en profundidad que utilizamos los antropélogos, siento que viene muy marcado por la metodologia cuantitativa, por €l acercamiento que no busca el rapport; pues es una entrevista que sugiere al m8 Pucbios dle Mar - Annis Recasens S, encuestador y, como tal, viene a establecer una situaci6n dispar, asimeétrica, instrumental y utilitaria, Cuando yo me acerco a un pescador que va por la orilla del mar con el fin de entablar una conversacién con él, a inicio tan kibre de trabas, tan sin necesidad de informacion previa sobre cada uno de nosotros das, como no sea lo evidente por sf mismo, que él es un pescador artesanal como todos los quee conozco, que vai caminando por la misma orilla que yo hacia una parte determinada; y yo, el que se aproxims 2 él, un otro generalizado que responde, en primera instancia, ata identificacién de ‘gente de Ja ciudad que no sabe nada sobre las cosas del mar y que se acercx 1 hacer preguntas sobre cosas que para él son obvias, pues las conoce y dlomina, que son parte cle su vida cotidiana, Esto és lo que se establece como base de cualquier encuentro ansitorio y wivial. Se inicia con la experiencia del extranjero, pero Ja actitud nuestra no es quedar en el papel del extraio, sino la de abrirse a la transformacién en un projimo, haciendo desaparecer al intruso. ¥ atento siempre a las oportunidaes que se vayan presentando para enlazar la dada, En este ritual de la interaccién se produce tuna oscilacién enue el instante fugaz que alcnza apenas para decirse una 0 dos palabras, 0 la charla, breve © no, pero sin sustancia, pero también, que es lo que busco, la ruta que inicia ef camino hacia una conversaci6n intencionada, desde lo central de ambos actores, para isla convintiendo en una conversacién a projiundidad que amarre Jos primeros nudos por el significado y sentido que logea alcanzar, hasta ‘enminar estructurand el ambito en donde la dict pueda cobijarse y crecer La conversacién a profiundidlad es habla y mirada, gesto y aliento, intenciéa ¥ anhelo de llegar con lo que se tiene en el alma; y se rata le ir mas allé de las palabrs ues hay veces en que éstas quedan pobres alas para tanto vuelo. ¥ esa complejdad Ao se diluye sino que sc condensa, pues nace, crece y se ania en el dmbito logradd. Esa través de la conversacién @ proftundided que podens deshacer los fittos que construyen los recelos, las desconfianzas que elevan verdaderos muros. Transparentmos el adento y el afuera para que nada oscurezca el didlogo. Todo tiende a que haya el: nimo y el deseo de aminorar el efecto de los propios filtzos cuando se escuicha Jo quie= el otro dice, a la vez de tratar de sortear los filos que estin detris cel otro cuando se Jehabla. Y uno lo nota en la mirada, en el gesto del rostro, en la mano que se deft ms én la mesa como quetiendo hacer un cone, pues de ahi en adelante todo viene limpid, esa sinceridad la que fluye, porque es el corezin el que esté hablando. Pero 0 76S Jos filtros se pueclen clespejar, ya que algunos, a pesar nuestro, se han hecho came ¢ Jos contextos cle donele suugen kis iets y kas palabras que manejamos. <2 complejicid: con fa de hoy que atin vibra en mis: manos al lias, voy conformando un relato. Pues no siempre Y mediante toda escribinla y la de ayer Pueblos de Mar Anelrés Recasens S, 19 hay la postbilidad de construir un camino unfvoco que vaya de una sola conversacién 41un solo relato, A veces éste contiene un ramillete de conversaciones y, otras veces, la conversaci6n o el diflogo que extiendo pueden contener un ramillete de relatos, ‘También, cuando me llega una anécdota rica en contenido humano, y que en su interior trae interacciones dle especial sustancia normativa, de emociones y sentimientos, ‘rato de captarla con el mayor cuidado y atenci6n posibles para no quedae con la cer en las manos y perder la miel que traia. Y, aunque no es comtin, esta anécdota quie me vino de este lado, después de atravesar cerros y lagunas me aparece en el otro lado con ta similar textura, que no me es posible dejar de emparentatla con la anterior, y de aqut y de alla debo ir construyendl el relato que fas astma. Y la construccién puede devenir en un cuento, pero sin dejar de hacer correr dentro de é no solo la tama que ‘oarquitectura, la miisica, el ritmo en la prosa que bordea la literatura, sino de manera primordial el tejido de interacciones que Ia anécclota traia y los usos y costumbres implicados, la adhesin a valores, las prescripciones que tejfan una relacién que se dala al centro 0, por el contrario, en los bordes cle un encuentro luminoso entre diferencias. XI. SITUACIONES CONFUSAS He - A-pufio limpio Son las 11 de la noche y no me ha bajado el sueto, Decido ir a una quinta de recreo. Es posible que encuentre gente con quien conversar. Veo a un amigo pescaclor que esti en un reservado con ottos dos, a quienes también conozco. Nos saludamos de lejos. Me llaman. Tomo ka botella que ya habia pedido y me acerco donde estin los. El local esti leno y Ia gente se encuentra bailando. Me parece que es una cumbia, Y si no es cumbia, es ranchera, que son Jas cosas que mds se escuchan por estos lados, Se encuentra tocando una orquesta en vivo con uniforme tropical. No la habia visto antes. Los paslantes estin a mil decibeles y nadie escucha a nadie, De todos modos, la gente se habla, yo no sé part qué, A mi me han disigido la palabra y trato desesperaciamente de leer en los labios lo que dicen. Nunca he aprendido esa técnica, pero creo que serfa muy necesatio incorporarla a mis conocimientos. Respondo lo que sea, porque me doy cuenta que el otro tampoco me va a escuchar, Lo que queda claro €s cuando alguien dice jsalue! Eso lo entendemos toclos. Siento muiddo de pelea en la puerta, Entra de sopetéa un hombre que parece estar borracho. El portero lo ha seguido para impedir que entre al salén de baile, pero el hombre le da un empuijén --— que lo tira lejos y entra « la pista, Comienza a molesiar a la gente que esti bailando y E= 2 gritar groserfas. Mc impresiona que naclie lo saque pura afuera 0 lo convenza de que g SE porte como la gente. La orquesta deji de tocar y desde el fondo veo venit a pusus E hrges a uno de los matisicos, Es grande y macizo. Segtin supe después, los muisicos ‘habfan convenido con el dueito que los integrantes de la orquesta no recibirfan sueldo, E sino que un porcentaje de las ganancias. Por consiguiente, el tipo les esti echando a perder el negocio tambign a ellos. Y, ademés, ellos son de afuera, y no sthen ni les importa qué monos pinta el tipo, desde el punto de vista social, en el pueblo, Una ver F ue llega clonde se encuentra el que esté fastidiando, lo toma bruscamente del hombro Yo vuelve hacia la puerta, El otro se vuelve inacia él, se para firme y le tira un puiete. 122 : Puebla dle Mar- Andrés Recasens S. . ? El mtisico lo esquiva y le pega un cabezazo en la nariz. gue le hace brotar sangre. Y, desde ese momento, se van ‘mancomados’ al suelo, y ruedan entre pufietes que se alternan unos al aire y otros al contendor, Los envuelve un velo de polvo que cubre una sola masa de misculos, sudor y rabia, Es impresionante. Estoy pegado en el asiento sin saber que hacer y con una sensaci6n de vomito en la boca del estSmago, Pero se que nadie debe entrometerse. Pues son dos los que estin peleando y entre ellos debe resolverse el problema que los tiene en pugna. Esa es la costumbre, me, dicen, y hay que dlejarlos solos mientras la pelea siga limpia, esto es, que ninguno saque cuchillo. Han cesdo los bufidos y uno parece que ha dejaco de luchar. Veo levantarse al miisico, acezando, limpiindose la singre del labio inferior que esté pando: ¥ al que comenzé todo, lo veo levantarse apenas, muy golpeado, todo el rosiro sanguinolento, pero sin un quejido, asumiendo como un hombre haber perdido, derechamente. Sin mirar a nadie, desaparece por la puerta, tambalesndose, como un animal herido. Las primeras notas de na cumbia rompen la negra y espesa tensin cel aie. Me flegan sordos comentarios entre los asistentes. Las mujeres callan como si fuera cosa de hombres pronunciarse 0, més atin, haber visto la pelea. Sospecho una que otra sonrisa de satisfaccién en algunos rostros. Las mujeres presionan desde fuera Unos buzos se acercan a mi y me convidan a tomar una agiita. Pero cuando nos instalamos en el mes6n, pregunto por vino. Pido una botelka, y hago uso de la confianza que tengo con ellos para pedir una cerveza para mi, aduciendo que estoy enfermo del estomago. Ellos aceptan de buen grado, Habia seis buzos, a quienes conocia, sentados = alrededor de una mesa tomando vino de gasrafa, Un vino cle la zona que les haan servido en tuna botella de bebida gaseoss. Uno de los que esta en la mesa se acesca a mi y me ofrece vino en su vaso, a lo que yo respondo haciendo lo mismo con él. Como yo habia pedicio la botella de vino de la que se esti bebiendo, tengo derecho a convidarle; si no, yo no lo habria podido hacer. Al poco rato, uno de los que est. sentado en la mesa propone "Por qué no nos sentamos todos juntos? Aceptamos. Se: Jevantan y juntan unas tres mesas y colocan unas sills en tomo a ellas, Piden nueva botellas de vino y una media docena cle cervezas para mi. Es clemasiado, pero es una: atenci6n que yo no puedo rehusar. Lo que puedo hacer es, simplemente, no tomarmelas_2s todas. Uno le dice al que nos atiende: "“Traigase un brasero para echar unos choros-'." El joven sugiere que es mejor cocinatlos al vapor. Varios se paran y van donde babian: que yo gano, me alcanzaria demas para vivir bien. Asi es que el futuro yo no lo mio ara mi, Me preocupa mi padre, que ya esti viejo. A mi me gustaria decile a mi padre he ya no més de mar, decirle, ya basta del mar, ya. El tiene nxis de 53 anos. 'No entiendo a los que se ‘sienten menos’ por ser buzos. Yo siento que soy lo ue soy. No me gusta pisar muy alto porque me puedo caer, y no me gusta estar muy bajo porque me pueden pisar. Estoy ah, normal, lo que soy, no mis. Uno tiene que conerle amor y carino a lo que hace. Para mi, ser buzo es como una profesion y la sé acer, Es lo tinico que sé hacer bien. Porque yo no sé cémo seria en otra profesiér 168 Pueblos de Mar - Andrés Recasens S. Nunca he trabajado para ganar plata mensual, 0 sea para una pega que no sea el mar Estoy feliz con lo que hago, Yo quizés me case a los 30 afios, tal vez més tarde. No sé Mi modo de pensar en este caso... si Yo Me caso Voy a tener que vivir para mi sefiora Sies que voy a tener hijos voy a tener que vivir también para mis hijos. Entonces mi. padre va a tener que trabajar solo para la familia, mis hermanos chicos van a volver a ser lo que éramos nosotros antes, andar a pata pelada, y otras costs asf, Mi padre va a estar mas viejo, ya no va a ser capaz... Ese es mi punto de vista." Lo dice con una entereza y resolucién que me asombra, Es el sicrficio personal; dela vida personal por i familia, Una actitud que se sostiene como algo que debe ser asi y, por lo mismo, sin rectamo de atencién ni reconocimiento especial alguno. No se le pasa por la mente que yo puec estar sintiendo admiraci6n por él. Admiraciéa, entonces, que me callo, Los algueros también tienen problemas Para los algueros las cosas tampoco estén buensis. Adem de que el recurso alga se encuentra en proceso de sobreexplotacién, kt empresa que compra el producto ha estado exigienclo mayor calicad y, al mismo tiempo, ha bajado los precios, Un dirigente del sindicato me dice que esto se debe a que habyfan encontrado un producto quiimico que reemplazaria en parte lo que apora la chasca y el agar agar en Ia fabricacién de tuna sustancia para la industria de alimentos y de laboraiorio. Creo que también s¢ puede tratar de la explotacion de praceras artifciales de algas, desde la octava a la onceava region, y 2 kt introducci6n de nuevas exploticiones cle algas en lugares em donde antes no se sacaba, alentadlos por los precios que se estuhan pagando. Est podifa haber saturaclo el mercado. Situacién de la que me habia adlvertido el gerente de una empresa en Santiago, cuando hablé con él tiempo atrés, a peticién de algunos pescadores artesanales. La pesca industrial Me hablin de los buques de la pesca industrial, a los que veo en Laraquete=l-— veces, «menazacores en alta mat, Me explican que su reclamo por ka presencia de estos buques se debe a que las redes de airastre que utilizan tienen una mal chica, de apenas un centimetro: “Porque ni las sardinas se Jes escapan. Esas redes" atrapan hasta las pulgas-". Me dicen que al pescado chico no lo pueden desembarcar- en las plantas industriales, porque los inspectores pueden multarlos. Entonces, !0- Pueblos de Mar - Andrés Recasens S. 169 botan de nuevo al mar: "-Pero mueren igual por lo machucados y aliogadlos de tanto tiempo fuera del agua. Son cientos de miles los pescados chicos que mueren. Pero cuando se trata de barcos factorias, como no hay inspectores que los pillen, procesan todo: lo grande y lo chico." Recuerdo una anécdota que tiene que ver con la pesca industial y los bucaleminos. Llego a Ja caleta y encuentro el ambiente revolucionado por la presencia de buques pesqueros industriales casi a la altura donde ellos habfan calado sus redes; vale deci robtindoles los peces en sus propizs narices. Y los veo partir en sus botes. Me quedé en la orilla por si habia que denunciar algiin problema o cualquier despropésito que pasara. Estaba preocupado, realmente. A su regreso, los veo venir muertos de la risa, con lenos de merluzas. :Un éxito la pesca? No. Habian llevado botellas de pisco e hicieron un trueque con los pescadores de los buqites: rmuichas merluzas por tuna botella de pisco. A éstos nadie los estaba fiscalizando y las merluzas no eran de ellos. Por eso no les costaba nada ser generosos Pero no siempre pueden ser tomados a broma los pesqueros industtiales. Me cuentan, indignados, que uno de ellos, utilizando pesca de amasive, le llevd a un pescador artesanal un espinel que habia calado, y de Jos 1800 anzuelos que tenia le dej6 apenas 60. Reponer fa pérdida le va costar al pescador una suma que para él es importante. Reclaman.que no es el tinico barco industrial que han visto entrar a menos de 200 millas frente a la costa de Bucalemu para robarles el recurso y destruirles sus ‘tedes y espineles. "Son unos bandidos! jY nadie hace nada!" Gritan a los cuatro vientos. En cambio, la situaci6n que me tocé ver en Laraquete era critica, La presencia en Ja zona de una flota de cienios de goletas y barcos ligados a la pesca industrial y a Ia [ndustiia conservera y de harina cle pescado, provistos de una ala y ficiente tecnologa, de aviones y sistemas de radar que detectan y orientan Jos cardimenes, ha ido conformando un cuadro de empobrecimiento progresivo de los recursos. Los pescadlores artesanales vefan cOmo la pesca industrial instalaba sus enormes redes de arrastre en Jas dos entradas que posee el pescado para ingresar al golfo de Arauco: fa Boca Chica, ubicada hacia el sur, a I altura de Punta Lavapié, y la Boca Grande, en el norte, a fa altura de Lota, imposibilitando el ingreso del pescado hacia la costa, que es donde los pescadores artesinales pueden realizar la captura de acuerdo a la capacidad de desplazamiento de sus embarcaciones. Lo cierto es que estin a merced de lo que se le escapa a fa pesca industrial 170 Pueblos de Mar - Andrés Recasens S. Una cierta estratificacién En Laraquete, tiempo atrés, la escasez de recursos, junto con los limitados implementos tecnolégicos que disponian y las pocas posibilidades de ampliatlos mejorarlos, hacfan imposible desplazarse a mayores distancias en alta mar para acceder a zonas en donde e! recurso no hubiese sido expoliado por li pesca inchustral. Esto generaba mano-de obra cesante, Esto producia ahi mismo, en la caleta, marginalidad y dependencia. ¥, en el mejor caso, el desplazamiento de los jovenes hacia labores distintas, cuando era posible, principalmente a las inclustrias forestales. : Entonces, las posibilidades ce abajo o de accedera una bancada se encontrabyin regulacas principalmente por lus necesidades del grupo familiar. En tiempos de crisis, Ja primera prioricad la tienen los familiares mis directos, y luego quienes estan unidos, por relaciones de amistad y dan garantias de idoneidad. En esta eleccién de los compafieros de bancada, van quedandlo fuera quienes no cuentan con implementos, fundamentalmente reces. En este proceso fue posible observar una especie de microestrutificacidn econémiico-laboral, que ubicaba en la parte ms alta de la pirimide a quienes posefan, por lo menos, una emharcacién, equipos compresores, trajes de huzo, redes y motGres: En linea clescendente, se iban ubicando quienes posefin botes més pequehas, sin motor, generalmente destinados a la captura le jaibas 0 a calar recles 0 espineles frente 2 la costa. Luego se ubicaban aquellos que posefan solamente redes. Mas abajo 86> encontrahan los marinos, quienes no posefan ningtin tipo de material de wabsajo, y qu ‘debian esperar alguna oportunidad excepcional para ser llamadosa integrar una ban Al final se encontraba el sector mas marginal, que vivia a expensas de lo que los hots. les regalaban -que ah llaman "pedi la perra-, o porque realizaban cualquier mandado. Elsobrenombre que ene ellos se le daba a este grupo marginal, de "chaquetas amarillas', tiene que ver con el nombre vulgar dado a las abejas que se tienen por parisitas Y carnivoras. Siguiendo esta forma despiac:da de poner apodos, llamalun "oles! de rapina carronera-, a los hijos de los lamados "chaquetas amarillas" El vivir en esta escasez de recursos, hha impregnado la actividad de egoismio'y recelo. Cuando el equipo de un bote descubre un "hajo" © una "mand donde se encuentra un cardumen), restringen la informacién sobre su ubicacion, a fin) de que no lleguen orros a quitirles el lugar que les esié generando un ingreso- Asi: cuando otro pescaclor les pregunta "Donde pescaste?-"Ellos sélo responden "eit De igual manema, se recomienda que cuando se esti pescando, se deloe escondet.- el pescaclo y no levantarlo y mostrarlo, pues su brillo puede atraer ta atencién de 10s Pueblos de Mar Andrés Recasens S, 7 potes que estfin en las cercanfas, y hacer que se acerquen al bote que “esta con la suerte". El grupo de pescadores artesanales que no es duefo de una embarcaciéa, no ene cémo solucionar por su cuenta el colapso de la actividad. Dependen del dueno Je una embarcacion para integrar una bancada, y éste prefiere no exponer su pauimonio sino hay seguridad de que haya pesca. Esta situaci6n, que crea una tensi6n angustiosa para el marino que no es dueho de nada, busca resolverla tratando de convencer 2 los uefos de embarcaci6n para que salgan al nar. Y se convierte en 'fabulador', en portador de buenas noticias. Vi que uno llegaba donde un duefo de bote, con el que estaba conversando, corriendo, agitando los brazos y anunciando excitado '-jviene entrando el jurell ;Que viene entrando el jurell” Pero el dueAo del bote no se sintié impresionado, No obstante, otras veces se convencen a si mismos de que lo anunciaco comesponde a la realidad, afin cuando la experiencia diaria les dice que a lo mas capturaran algunas pescadas, Pero al 'fabulacor' Je basta con que sean unos pocos peces para asegurarse algo para llevar a casa, Este anuncia, a veces, la entrada de la sierra o que viene mucha pescada, o que los jureles son de grandes dimensiones. Lo cuenta en los embarcaderos o en las cantinas. No es dificil pensar que ni él mismo espera que le crean, y si insiste en la fibula, puede que sea nada mas que un pretexto para entrar en una cantina y ser invitado a una copa. Laraquete boy Voy camino a Laraquete, A Jo largo del camino veo bosques de eucaliptos descle la orilla hasta perderse mas all de las Jomas que cierran el horizonte. Son drboles j6venes, altisimos y esbeltos, derechos como si estuviesen de guardia, pero sin brazos Posiblemente se los han cortade para que crezcin més ripido, 0 son una especie genéticamente manca, En algunas partes, los aromos, que siento mas nuestros porque cobijan a todos los bichos que les piden sefugio, intentan intemarse en el bosque dle eucaliptos descle ka orlla del camino, Pero alcanzan hasta ahi, a las primeras filas con sus ramas. No pueden entrar a un ambiente donde no se acepta nada ajeno. En es aroma fuerte que desprenden las hojas nuevas y pegajosas no puede reptar ningiin insecto, que yo sepa. Mis alld veo otro tipo de eucaliptos, que se mezcla con otros drboles, dispersos. Son eucaliptos amistosos de cabellera desordenada, con brazos que salen del uwonco y viven por su cuenta cargados de hojas. Cohabitan junto a pinos, quillayes y aromos. Son es0s eucillptos los que recuerdo cuando sbamos a la hora de la siesta bajo el 172 Pueblos de Nar - Andrés Recasens S. bosque, acosiados sobre chamantos, mientras escuchaba contar historias a mis hermanos Yy primos mayores. Lego al paradero donde se encuentra el control de Carabineros de Laraquete. A primera vista las cosas no han cambiado nada. Con Jo primero que me encuentro es on las tortilleras que ofrecen su mercancfa.a los viajeros. Se acerca una de ellas @ mi para oftecerme una tortila de rescoldo. Le compro la més tostada que tenia y le pregunto si ella la hizo. Me responde: *-Unas las hacen, otras las reciben. (Sospecha que la estoy catalogando entre las que reciben las torillas. Se queja.) iEs que es tanto el sacrficiol" Lo cierto es que el sacrificio es grande, La dueita de casa tiene que levantarse 2 las cinco de la madrugada a preparar las tortillas de rescoldo que venders ella misma en la carretera, o que entregara a otra para que lo haga. Algunas tienen un. Jugar donde instatar un artefacto construido artesanalmente para cocerlas, cenominado ~ al "pollo", Pero las que no, deben arieglarselas en la misma cocina, El raspado de las tomtillas, a veces unas sesenta en el dia, es toda una funcidn. Para el raspado, padies € hijos se ponen ropa vieja y un pafuelo en la cabezn porque quedan totalmente empolvados, Esta es una faena de todos los dias. Laraquete es uma ciudac!-balneario que se lena de gente en los veranos. Ahora se ‘ve casi vacia. Camino hacia el rio donde esté el varadero de los botes. Encuentro.a unos pescadores. Los saludo y pregunto por mi amigo, el presidente del sindicato. Me dicen que trabaja una lancha en otra caleta, Que el presidente actual esta enfermo. Pero que ahi cerca vive el tesorero de la organizacién (y me sefialan con el dedo unt casa a orillas del rio). Conversamos un buen rato, les doy las gracias y me despido. Hueve desde que me bajé del bus. Antes pasé a ver un restaurante que ofrece comida Y pension, El agua me come por el cuello a pesar que me he puesto uaa bufanda. Llego hasta la casa del dirigente. Una seftora me sale al encuentro y, luego de decitle a quién vengo a ver, me lleva hasta donde el dlrigente. E] tesorero sale de lt casa, me saluda antablemente y me hace pasar a una salita pequefa, en donde me invita a sentarme. El fuego de la cocina alcanza para calentar el ambiente, Hablamos~ de los tiempos en que estaba el anterior presidente, un joven leno de proyectos y dé=: entusiasmo, que poco a poco se fueron apagando por el cleterioro de la sitci6n que. vivian los pescadores en esta caleta. ° Ahora fa pesca sigue igual de mala, (Lo dice sin que note en él frustra alguna. Como si hiciera una relacion de algo que pudiese cambinr maiiana. Es de poste= ‘mediano, aparenta unos cincuenta afios, aunque puede que tenga menos. Es foriclo, moreno. Usa anteojos.) En invierno la pesca esta muerta. Salimas por ver nada mis. Pescamos tres © cuatro r6halos jcuando mucho! Solo para tener para la casa y nada Pueblos de Mar - Andrés Recasens S. 173 més, Pero, mire usted, en Semana Santa, como de milagro, vino la pescada 2 montones Pescamos mucha y la vendimos toda. Nos fue muy bien. La sierra también said. ‘Aunque no vi barcos pesqueros grandes en el horizonte -lo cierto es que no se veia mucho por el mal tiempo-, le pregunto si la pesca industrial seguia siendo la causa que el recurso no entrara al interior del golfo. -EI lobo es el gran perjuicio para nosotros. Es el verdadero demonio para el pescador artesanal. Si trabajamos tres das, uno es para nosotros y dos para los lobos. ‘Ge refiere a Jos lobos de mar, por supuesto.) Se juntan en manadas de mAs de treinta lobos y se cuelgan de las redes que tenemos caladas para comerse el pescado que est en ellas. ¥ con los mordiscos y tirones nos rompen las redes dejindolas imposibles. Venga, ahi le voy a mostrar. (Se levanta y va hacia fuera. Yo lo sigo. Al lado de la casa tiene clos o tres montones dle redes. Se acerca a uno de ellos y va desenvolviendo una red, A medida que Jo hace, me va mostrando unos hoyos por donde facilmente podria haber pasado un lobo de mar. Se vuelve hacia mi, reclamando:) Qué podemos hacer contra esta desgracia? Me parece, pienso para mis adentros, que matando algunos cuantos Iobos. Pero por algo no lo harin, Prefiero que él me informe: --No pueden hacer nada? ;No tienen d6nde-reclamar? -Hlemos reclamadlo, Pero nos dicen que las Lobos estén protegidos como patrimonio natural, Est prohibido matarlos. Si uno los mata va preso. Y encima tiene que pagar ‘una multa. Hace diez aos ats, la presencia del Jobo era soportable aqui en el golfo. Pero con el tiempo se han reproctuciclo como conejas. Ya nadie puede con ellos. Silas aguas del golfo estin llenas de lobos! Andan en manadas, los cliablos.." Recuerdo haber firmado hace afios atras una solicitud de proteccién de las loberias _de Cobquecura, porque estaban amenazadas de exterminio. Debe de haberse tratado de la situacién opuesta. Que la especie en esa zona estaria siendo puesta en peligro dé - extinci6n por los pescadores artesanales de la localidad. Pero aqui de lo que se trata es de lo contratio, Una superpoblaci6n no manejada de lobos marinos estarfa poniendo -en peligro de extincién a los pescadores artesancles del golfo de Aratico, Las ordenanzas de este tipo debieran cuidar de mantener el debido equilibrio entre la especie que se “desea preservar en el medio natural que ocupan y las personas que por tradicién cultural han ocupado el mismo medio para generar su sustento. De tal manera que los pescadores no vean invadido y sobrepasado el espacio vital en donde obtienen el recurso, Pueblos de Mar- Andrés Recasens S, - Hemos vuelto a la casa, Observo que hay mucho trajin en la cocina y doy.una, * excusa para irme y asi no ser un invitado de piedra. Quedo de volver. ‘Camino por los rieles de un tren que hace muchos aiios que no pasa, Me encuentro con unos pescadores y me quedo conversando con ellos. Me cuentan que en el io habian plantado pelillo porque habia vuelto a tener buen precio, Entre toclos juntaron como quinientos mil pesos y los invirtieson en la plantacién. -Los mis viejos eran los més entusiastas. Pasaron metides en el agua de! rio plantando el pelillo. Y comenz6 a crecer a la vista de todo el mundo. ;Crecfa que era un gusto! Pero.una empresa forestal eché al agua del sio, allé antiba, un liquide de tratamiento, algo quimico jy nos quem todo el pelllol ¥ ya estaba grande y en unas semanas més sbamos a cosechailo jY Jo quems6 todo, todo! Pero si hasta infect6 a Jas navajuelas, aquellas que estin abajo en la barra, donde se junta el ro con fa mar. Safan con la punta de la lengua cle un color verde..." Pregunto si no reclamaron. Porque ese dafio merecta ser asunto de fa justicia. Porque nadie en este pais podia impunemente perjudicar de esa manera a un grupo de personas y quedarse la autoridad y fa justicta cruzadas de brazos sin hacer nacla. -Fuimos donde los marinos. Allé, donde esti la Capitanfa de Mar. Se comprobé por un andlisis de las aguas que tenfan un alto porcentaje cel veneno. Fuios a la Compafia a presentar un reckamo, para que nos repusiera los gastos, Pero nada. Y kt demanda judicial cuesta plita, y no tenfamos de donde sacarla. (Yo les pregunto por. qué no fueron a las autoridades) 2A las autoridades? No hay cémo recuttir elles — ademis, las Yapan'. (Hacen un gesto con la mano que incdlica algo turbio, No hice ningtin comentario porque en esos gestos pagan justos por pecadlores. Pero si hay. algo que se me ha ido confirmando a Jo largo de los afos en estos campos, es que habia que definir bien el rol de las gobenaciones, En general, la gente prefiere ira las intendencias aunque les salga mas lejos y més caro. Estoy en la casa clel dirigente del sindicato. Me informa que después de muche trdmites consiguieron la concesién de toda la parte del mar que va desde'la punt, Aorte hasta casi la mitad del golfo. Hace un gesto amplio con el brazo, que deste lt: sala en donde estamos parece todo el anar de Chile, ¥ habriamos ilegdo a Pend #25 que un nieto de unos cinco aiios no Je hubiese tomado e] brazo para colgarse.de.éh: Abuelo querendén, sin duda. Y el mocoso no nos deja conversar tranguilo mienLais bota cosas y a cada maldad me mira desafiante como queriendo verme enfrentado 4." su abuelo, Pero la madre viene y Jo saca de un ala de la escena con una disculpa por lo "intruso que es este chiquitlo'. El dirigente retoma el hilo de la conversaci6n ¥ me Puebios de Mar- Andis RecasensS. 175 = que la idea de ellos es dedicarse al cultivo del loco. Que faltan solamente algunos alles que afinar. Como organizar la nueva directiva y algunos otros problemas... Deja flotando en el aire la idea de que hay dificultades, como querienclo decir 0, pero necesitando que yo lo anime. Y asi lo hago. -Aqut los pescadlotes estamos repartidos en tres partes: a este lado del fo estamos in los que viven en la poblaci6n San Pedro, y por el frente de la Playa, estin los més enes. Con ellos tenemos problemas porque son... no sé... no entiendo ala juventud. in nada mis que para ellos. No trabajan como grupo. Les cuesta, Si. Cada tno para lado. Ast la organizacién no puede andar. No sacannos nada los viejos en comenzat 1 cosa, por muy importante que sea, sino vamos a tener gente que después la tint. La juventud es asi, ahora. Mas independiente, quizs. Ese es nuestro mayor Nolema para emprender el asunto del cultivo. Lo siento por él. En toclas partes pasa Jo mismo, Siempre es un grupo pequenio personas el que se sacrifica. En los pueblos chicos se sabe siempre cuil es la casa [presidente del club deportivo. Es donde se ven colgadas en el patio, para secarse, camisetas de los jugadores que tuvo que lavar la esposi del citigente. Lo observo 1 interés mientras busca algunos papeles que me quiere mostrar, Parece que est en is su vocacin de dirigente. Le pregunto por el presidente, aunque sé que esti fermo. : -ise es un buen ditigente! Pero est hospitalizaclo, enfermo de diabetes. Est’ edando ciego. El sabe como se hacen las cosas, qué trimites hay que hacer y con iénes hablar. jEscribe unas cartas tan bonitas! Nadie le puede decir que no. Pero ne una falla, como todos los humanos. Le gusta wabajar solo. No le dice nada a die, Hace las cosas, pero no cuenta c6mo las hizo. Yo que soy el tesorero, y lo smo el secretario, quedamos colgados, Le decimos que asi no andan las cosas. Que y que trabajar en equipo. El nos dice que bueno, pero igual hace las cosas solo. Y ora que esti hospitilizado, estamos parados. Nadie sabe nada, No sabemos cémo ntinuar el asunto de la concesiGn, Yo le he dicho que queremos elegirlo de nuevo, enfermo como esti, porque nosotros lo vamos a apuntalar. Total estamos sanos. fo que nos ensefe a hacer las cosas para bien de la organizacién, Ahi veremos de egrar a uno de los j6venes que quiera aprender a ser dirigente. Entonces podremos nerle el hombro a Jo del cultivo del loco. Si no, no vamos a poder. Le explico que deo imme porque mafiana temprano debo ira Lenga. Me acompaita sta el camino de rieles. Veo en el rio mvs de veinte botes a motor fuera de borda, Le 176: Priebos le Mar - Andrés Recasens , pregunto cémo es que se mantienen si la pesca esté mala, Me dice que consiguieron. varios motores con un crédito muy barato de una Fundacién que después quebrd. Que los botes son en general de 9 metros de eslora. Yo les hulbéa conocido botes a remo de siete metros. Pero Ja explicacién no es la pesca, sino la navajuela. Hay abundancia de esta especie que se bucea y se vende a una industria que In export, segin me dice, envasada, Que les sirve nada mas que el cuello de la navajuel. El resto se muele para caldillo cle marisco en conserva, Eso les da tyalvajo, pero no para hacerse ricos, dice, para comer si, y para mantener el material. Con el cultivo del loco pienst que con seguridad la situacidn va a cambiar. ¥ le brillan de esperanza los ojos dettis de los lentes. Nos despedimos y regreso a Concepcién. El viaje de vuelta, con el mismo niimero deasiento, me lleva ahora por el lado este del camino. Veo de vez en cuando pequetias lagunas con totoras'en kas orillas y al medio garzas de'albso-pltmaje-que emprender-el vuelo, usa a una como dibujando un blanco velo de novia en el paisaje. Las laderas de enfrente estin todas plantacks dle pequeftos eucaliptos, recién saliendo del metro de estatura. Forman un extiaiio tapiz gris-blanco-celeste con tonalidades violeta, en tonos brillantes, que no tiene nada de naturaleza, como de otro planeta, Conciencia de los riesgos, st, pero temor no... Pienso sobre la condicién de riesgo permanente que caracteriza la actividad de Jos pescadores artesanales. Expuestos a cuslquier contingencia que los haga percer el clominio de la situacién, mientras trabajan a profundidades de cinco o mais metros hajo— el mar, en Ja base de las rocas en donde estin los recursos. O cuando se pierclen de vista en sus pequefios botes hacia el poniente. He watado de observa la presencia de una inguietud sobre este tipo de riesgo en algtn nivel de las relaciones que mantienen entre ellos © si se exterioriza de alguna forma en sus actitudes; como por ejemploy- verlos tomar ka vida més a la igera, emborracharse, andar siempre de bromas. Como la vida desordenada del soldaido, que antes de la batalla va a un cabaret a beber hasta-=- quedar borracho o parte a dormir con la primera prosiituta que esti disponible. PerO=: no he encontrado nada de eso. Por el contrario, el pescador artesanal se-cuida, $7 prepara pata estar sobrio, sereno. En la mayoria de los casos acttia responsablemente: Sabe que tiene que estar preparado a la maiiana siguiente, muy temprano, para responder a las exigencias del mar, a lo que los compaiteras esperan cle él, Porque en todos y.£2. ada uno existe un compromiso, un deber para con cada uno y para con el equipo co” el que se trabaja. De otro modo no se entiende que una embarcacién de nueve mews deeslora pueda interarse mar adentro de manera tan segura desde la perspectiva del Pueblos do Mar Andinés Recasens S. 177 equipo, cuando desde le playa se ve tan precaria, una céscara en la inmensicad del mar, al que penetra hasta perderse ce vista. Tal vez sea la mujer la que lleva el peso de la pastida del novio, del esposo, del hermano o del amigo cida mafiana cuando parten al mar. ¥ el alivio que siente al verlo llegar, escuchar su voz ronca en el camino, cla cuenta de la angustia que estuvo presente durante la ausencia, Ellos saben que arriesgan su vida. Pero no piensan en ello, El amor que sienten por su actividad, incluye el peligro que ésta supone, Como en un deporte de riesgo, Cuando se escala una alta montaia. El peligro atrae al escalador. En el caso del pescador artesanal, ¢s su actividad de vida, fo que le da el sustento, lo que jusifca que viva ab, al igual que vivieron sus padres y sus abuelos, Tampoco es un tema que uno pueda andar preguitando w valquier pescador artesanal, Algo” me’ dice” que no seria para nada pauclente ni apropiado hacerlo. Nadie duda que la muerte de uno de ellos no es algo que vaya a detener la actividad de sus compaiieros. Se me ocune nuevamente el ejemplo dle los escaladores ce altas montafas. El curso clel camino hacia el Everest se encuentra jalonado por decenas de muertes de todas las nacionalidades, acaecidas en los intentos por alcanzar la cumbre. Pero toclos los aitos se instalan carpas de diferentes banderas en In base de la montaha, con gente que piensa intentar de nuevo, © por primera vez, ganar la cima. Para el pescador artesanal, salir a bucear al mar es un 1e10, ‘como la idea de pescar un jerguill6n. O salir en el bote y cruzar la ‘barra’ también es un eto, pero ambos retos implican opciones que estiin siempre presentes: Ia de vencer salvando el obsticulo y volver con recursos © la de ser vencidlo perdiendo la vida, En su adiividadl hay mucho de juego por el desafio que significa salvar una dificultad, gainarle a algo 0 a alguien por el esfuerzo personal o del equipo, y también de depoxte, porque el juego le aporta dinero Pescando un jerguillon “Te andaba buscando -iAsiento, don Andrés! ~éTe acuerdas? Me prometiste contarme sobre tu lucha con un jerguillén, “Echémosle para delante! (La verclad que con un jerguillén fue! Mas al norte los aman ‘viejas. ~Son grandes? “Llegan,a pesar més de veinte kilos cuando estin adultes. Son de apariencia corts, pero se ven robustos... iY tienen una fuerza! -No habia escuchado que se pescaran aqui. 178 Pueblos de Mar - Andrés Recasens 8. -Bs una pesca tradicional. Pero es muy poca la gente que se dedica a ella. Hay que set muy bueno para bucear, Aqui en Bucalemu son pocos los que teabajan el jerguill6n, Conmigo, seri unos tres, no nals. Anda, cuenta, -£s una cuestiGn artesanal que inventamos y hacemos nosotros mismos. Se tata de un anzuelo atado a un lienzo que se amarra a un palo. Vamos buscando de caleta encaleta, sumergiéndonos, hasta que nos topamos con un jerguill6n. ¥ aliflo pinchamos. Algunos en caletas féciles, otros en caletas dificiles, segin la suerte . ~T llamas caletas cuando se meten en huecos que hay en las rocas bajo el mar. -jEso mismo! A veces hay como unas grutas en las profundidades. Para uno es mis fici] meterse en las grutas grandes, pero ellos se esconden en las mis chicas, - Hasta qué profundidad te metes ta? “Hasta unos siete metros. A veces uno los encuentra a cinco metros de hondura A puro resuello. -Si. A pulmén puro. -Volvamos al jerguill6n. Pero por el 'pincho! que usas, més que cle wa pesca se trata de una caza (Me doy cuenta que no es necesaria Ja acotacién y que lo puede molestar, Ademés, no estoy seguro si lo que define la accién es lo que se coge © con — qué se coge. Pero ya es tarde.) Pero sigue... -Asi seri... (No se molesta y solamente me mira de reojo.) Nosotros Ja hacemos de afos atris. Yo comencé a aventurarme poco a poco en ella, Vea usted. A melt que iba aprendiendo me iba adentrindome mas en esa pesca, Es muy complicada. Por 0 son pocos los que Ja practican. Trae muchos problemas. Se enredan los jerguillones— con uno y Jo tiran para adentro, Uno esté siempre vuelto con la cabeza hacia abajo cuando bucea, Por ejemplo, un dla pillé a uno vuelto hacia antiba y se me metié por entre medio cle Jas piernas. El tiraba para artiba y yo tiralva para abajo. EI tiraba al revés yyono me podfa dar vuelta. Me dej6 con los pies hacia amiba y no podia carme vuelta para el otro lado. Por tilimo lo solié... tave que soltarlo. Y justo el jerguillén entrd a una caleta y le queds el pincho atravesudo afvera, sujetndolo, Entonces pudle agattarlo— de nuevo. Son dificiles de pesca £ -¢Tanto como para sentir que peligra tw vida? : “Si, varias veces. -Vayal A ver. «Una vez, un primo mio que babfa visto un jerguillon, me dijo: "Si fo pillamos a— medias, te digo donde hay un jerguillén-". ¥ yo le contesté al tiro: "{Yo lo pillo solo! Todos sabian que yo era bueno para bucear y pinchar los jerguillones. Asi que me met! de una zambullida aclentro de! mar. Lo encacho al jerguilln aly en la caleta. Lo estudio un poco y salgo para arriba otra vez. Tomo aire, tomo harto aire y me meto de nuevo Pueblos dle Mar - Andris Recasens S. al mar ayudéndome con las aletas. Lo veo al jerguill6n y lo pincho al tiro jEra un jerguill6n tremendo! Pesaba lo menos dlieciocho kilos, y dentro del mar eso tiene mucha fuerza. Lo tengo pinchado yo, no bien lo tengo agarrado y me estoy colocando frente a'él para sacarlo jcuando se me arranca para adentro de una gruta! se esconde para adentro, conmigo y todo. jPerdido estaba para adentro, todo oscuro! Y me deja el bribon perdicio por la caleta para adentro, yallf era mis angosta llena de erizos negros por todos lados! -{Esos pinchan! ¥ las espinas duelen como si wvieran veneno... 81, claro que sf Y me dejé metido para adentro. Y como uno abi puede nadar para adelante no més... (Quedé preso! No pude nadar para atris. Pensé en darme vuelta, pero ahi, tan estrecho ze6mo me daba vuelta? : “AY estabas con el puro aire de antes de zambullirte? (Cémo aguantabas? “Todo Jo que le cuento debe de haber pasado en avis de un minuto... porque me sentia mareado, Como que... cOmo decirle.. yo me dije para mis adentros... como que ahi uno olfates la muerte, Si, como que se la ve venir Le legan todos los pensamientos, ahi, Es con el miedo cuando asoma la muerte, Entonces, hay que evitar caer en el miedo cuando se esti en peligro porque uno termina llamando a la muerte, Y ésta alli abajo, no se hace de rogar. Empecé a irme hacia atris apoydindome con los codes, no importindome los pinchazos de los erizos negros. ;Con kas ansias de vivir, le di y le di hasta que sali afuera y pude respirart ;Tragando agua, pero sali -Podrfas haber quedado enredado entre las paredes de la caleta... -Si, pero no quedé, Cuando salf estaba casi muerto, agénico... Me tend en una roca pura tranquilizarme y tomar aire, mucho aire, Y, después de un rato, unos minutos nada mas, agarré valor, volvia llenar mis pulmones de aire y me lancé a la hondurt a buscar de nuevo al el -{Tenia que ir a verlo! ¥ justo habia salido, por la caleta mis angosia haba salido, Porla otra punta, all. Justo el pincho se halyfa queclado enganchado entre clos salientes, acentro, y el jerguillon estaba tirando desesperado hacia afuera. Y ya estaba too rajado de la guata, sin fuerzas para luchar conmigo. -éfe dio pena? -iAhi no hay pena, don Andrést... Entonces, lo tabé con mis dedos de las agallas, saqué el pincho de cloncle estaba trancado en la caleta y me fui con el jerguillén para amiba. Una vez afuera jme costé levantario! Era lo més grande en jerguillon que yo habia pescado. Lo que me cuenta, me confirma la importancia que tiene en el aprendizaje del buzo el contacto continuo y directo del cuerpo con el ma, Porque su mayor patimonio como mariscador es la habilidad y destreza lograda con su cuerpo. Ellos mismos me han dicho que es el buen manejo del cuerpo el que impide que el oleaje los arroje 179 80 Pueblos de Mar Anidrés Recasens S. contra las rocas. Pero pienso que es mas bien la tangulacién perfecta de tres factores Jo que esté en juego: la capacidad de mentalizar la aceién de su cuerpo y el contexto de mar en el que actia, la definici6n clara precisa de la situacin en que se encuentré en un determinado momento, y la competencia para lograr la finalidad que busca: Y es lo que permitié a mi amigo pescar con el pincho un enorme jerguillén. El entierro simbélico En Lenga, los pescadores creen que la mar es un ser que tiene vokuntad. Que cuando hay un naufragio u otro tipo de accidente con resultaclos fatales, ésta puede decidir si devuelve los cuerpos de fos muertos a los deudos para una cristiana sepultura, o silos retiene en su seno para-siempre. Que lo que suceda al final, es.cosa de la mau, y que por algo lo hace. En el caso en que no devuelve el cuerpo del pescador, los deudos se resignan a llevar a cabo un ‘entierro simb6lico'. Este consiste en colocar en un pequeio ataiid la ropa del muerto. Luego, la familia, sus companeros de trabajo, los demiis pescadores y las familias de éstos, organizan un comtejo que acompafia el atadd, gue va adelante con los familiares més cercanos. Se lo lleva cerca de fa playa para enterrarlo, en un lugar elegido por ellos previamente o en un fires en clonde ya se han hecho otros entierros simbdlicas. Sobre el entierro colocan una cruz mirindo hacia el mar, En ese momento, los mxis cercznos dicen algunas palabras, Ei hecho de poner la ropa dentro cel atatid lo ackaré un niffo: "la meten ahi para no pasar acorckindose de él; para no ponerse llorar cuando ven su ropa en Ja casa", Cuando un pescador de Ta caleta de Ramuntcho se ahogé y el mar no devolvi6 el cuerpo, pregunté si harfan wn entierro simbélico, y alguien me dijo: "no sé si habrin ido a enterrar su ropa a San Vicente", y cuando insistf si también hacian un hoyo para enterrar el atatid con la ropa del finado y si ponian una cruz, la misma persona me dijo "-Claro que asi se hace, cuando la mar no regresa el cuerpo". En el puerto de San Vicente se encuentza un "cementerio simbélico" que ests enclavado en las faldas de un cerro desde el cual se domina el mar. En cada cruz est inscrito el nombre del pescador representado por el entierro simbélico. Con este ritual se trata de asegurar e] descanso para el alma cel muerto, Las cruces, ademfs: de cumplir la funci6n de sefialar la desaparicién de un ser querido, tienen un sentido-de-—. mensaje hacia el mar, dando fe que en los deuclos hay una esperanza no perdida de un posible regreso, - Pueblos de Mar - Andrés Recasens S. 181 Las ‘ideas fuerza’ Cémo intervenir, sin manipular? Usando una metéfora, diria que cuando se es jo uno de los soplos en las velas, y el timén del barco lo llevan ellos, la comunidad, Estamos en una reunién en la escuela, Noto que la gente se encuentra inserta en proceso aceleraclo hacia una finalidad, la realizacin del cabildo abierto, aunque.no tenga muy claro cOmo va a resultar éste, A propésito de lis intervenciones de varios Jos asistentes a las reuniones que hemos tenido tanto en la escuela como en la junta -vecinos, nos hemos dado cuenta que necesitamos ‘ideas fuerza’ que motiven a la nie, pero cuidando que reflejen lo que se ha estado sintienclo y hablanclo en as uniones. Que sean capaces de reforzar la participacin de la gente en el cabildo. mos con el director de i escuela y el director de la junta, tres ideas: 1. Que Bucalemu xia, por derecho propio, constituirse-en Cabildo Abierto; vale decir, que un pueblo ) necesitala ser orginizido en cabiklo por la autoridact part constituirse en él Que, mediante el Cabildo Abierto, todo Buctlemu se descubria como comunickic, mo pueblo. ¥ 3. Que en el Cabildo Abierto, es el pueblo el que habla y demands, y 1c la uioridad es la que escucha y atiende. Las ‘ideas fuerza! fueron discutidas y luego aprobadas por ki gente en ta reunién fe se tuvo en el Jocal de la junta de vecinos. A mi regreso a Santiago, fotocopi guinas pittes de un texto referido al tema de los cabildos™ y el director de la escuelt algunos profesores se comprometieron a comenzar una ronda de reuniones y mnwvessaciones con la gente sobre el tema. Una profesora se encargs especialmente » hablar en clase a los alumnos sobre ka historia de los cabildos. ) Alenyparta, J 1866. Cail en el Chile Coloia Baral Andris Bele, Sarogs XVI | A MEDIAS PREGUNTAS, MEDIAS RESPUESTAS Experiencias intencionadas 2Qué hago yo aqui? Estoy en medio de miradas que capturan, alejan, interesan, jan pasar, seducen, y de encuentros plagados de conversaciones que oxientan, jorman, explican, entretienen, en una altemancia de hombres y mujeres, ancianos, fenes y nif que van y vienen dentro de estos hermosos y variados paris, Construyo alos sobre mis "experiencias intencionadlas que he orientado hacia personas que s dictn a actividades en el mar; concepto que me purece mis acorde con lo que ceimos en ferreno los antropdlogos que el de ‘investigacidat, que lo siento mis opio de las ciencias que usan probetis, acicos y otras formas de acercamiento. Los ‘todos empleados que creo de mayor alcance y recurrencia en ln antropologia, y n los que me siento mis a gusto son, le una parte, la observaciéa aguda, atenta, con los los sentidas puestas en accién, mientras participo en los quehaceres de los os; y de ola, las conversaciones condhucidas a dnibitos de intimidad con cacka Oto, e de ese modo se van transformanclo en conversaciones a profundidad, en donde ofrecen informacion sobre aspectos puntuales que de otro modo no me es posible yar. Experiencias intencionadas' en las que debo reconocer y asumir la existencia distintos tipos de fittros que intermedlian mi acercamiento a Jos Otros y a la Orrecacl ue accedo. Pues no poseo atriburtos especiales part tener o alcunzar percepciones ras y objetivas! De la existencia de los fires, nadie cuca, Tal vez, el problenra estiba en que no mpre s¢ los asume. Pero lo que hace compleja la relacicn es lo que he dado en nar percepciones doblemente filtradas. Esta claro que lo que observa -y también lo ¢ ansmito al Ouro-, sale filtrado desde mi adentro bacia el afiuera con mis conceptos, mis ideas acerca del bien y del mal, de lo bello y de lo feo, dle lo cable y de lo indeseable, de lo atraciivo y de lo repulsivo, ademas de mi propia 184 Pueblos de Mar- Andrés Recasens S. capacidad sensorial ¢ intelectual para observar determinadas cosas, y del tipo y calidad del entrenamiento que ello implica. Pero no es menas cierto que lo que me llega de Jos Otros también me viene filtrado desde ellos. Me llega yz con prejuicios desde el fuera hacia mi adentro. Aquellas cosas predilectas para ellos son resaltadas mediante tun especial tono en la voz, en Jos adjetivos que utilizan para adomarlas, y aquellas cosas que no merecen su atencién me llegan apenas balbuceadas, desnudas de elogios, inaucdibles para mf, y estdn también esis otras, las estigmatizadas. Y si algo de lo ‘limo me interesa, tendré que darme maia para desentrafar lo oculto. Y en mi ‘adentro, aquello que ya viene filzado, se hamea, mezcla y proces en mis propizs tintas antes de salir para el afivera. 'Y, desde otra perspectiva, cuando estoy con vatios pescadores artesanales y me estin contando algo, lo que va resultando es uni tram que se va formando de lo que _ uno dice, de-lo que. agrega.el. ott, de. lo_que.tunos contradlicen, y dle lo que otros _ protestan, y tambign de la versi6n modifcada que entrega el que tiene més personalidad, el que sabe del respeto que Jos otros le guaran y que se ha dejado para el final con el propésito de cerrar la discusi6n con su propio cuento, ;Cémo hilo yo mi relat? la suma de todos fos cuentos? {0 win cuento que surja de los cuentos y que entiendo esti mas cerca de lo que pudo haber ocusrido? {Como resuelvo el crimen cometido en Rashomon’? La vieja tejedora Entre la ciudad de Santa Cruz y Bucalemu se encuentra Lolo}, un pueblo de agricultores formado por varias localidades de diferentes semblantes y esparcidas ei” todas dlrecciones, En mis viajes « Bucalemu suelo detenerme en este pueblo pars almorzar, para conversar ya veces me he quedado a dormir en una hosteria para conocet los alreclecores, En una de estas estadias, visité con dos ayudantes 2 wna anciana que hilaba lana de alpaca, uitlizando e! huso tradicional. Senti como un regalo para mi vista observatla, pues enconué mucha gracia en los gestos con que manejaba el huso, al que hacia dar vueltas sobre sf mismo con un ripido movimiento de, los. dedos, demostrando pericia a la vez que elegancia en el movimiento de su cuerpo-e= el del brazo que sostenia el huso, en el de los dedos que iban entsegando la fana, y ea el de su calyeza inclinada hacia el huso, y cuando la giraba hacia nosotros para mirumnes.— Después, cuando regresébamos, me vine pensando en lo que yo habia observado, €” los comentarios que escuché a mis ayudantes sobre lo que ellos observaron, yer} vieja tejedora que seguramente ya haba clejado de tejer y se encontraba trajinando 8 la cocina. Y una vez llegaco a mi hogar, segut pensando, y creo que seria interesante dat a conocer aqui lo pensado, construyéndolo a la manera de un cuento: Pueblos de Mar - Andrés Recasens $. 485 La vieja tejedora y los tres antropélogos 1a anciana tejedora ())hilaba su lana de alpaca con gran esmero mientras nosotros, 9s tres antropélogos de visita ese dia, la observabamos detenidamente. Yo, el ntropélogo (x,Jobservaba a la anciana (9), configurando una tejedora (y,), Un ayudante, { antropélogo (x) observaba a la anciana (y) configurando una tejedora (3). ¥ el otro yudanie, el antropélogo (er), obtuvo (,). Qual de las tes (V9: (yy 31) representaba a la anciana tejedora (y) real? Los tres antropélogos sabiamos que ninguno de nosotros podlia observar a la nciana "en si, sino sdlo en Jo que tenia que ver con cada uno de nosotros, segiin: a) J interés, b) Ia particular intencién, c) la capacidad de ‘ver, l) la empatia que se supo ograr, ¢) los filtros de que lo proveyé la cultura y ka disciplina, f) aquello. que se v que no estaba en et plan y modificaba la manera de ver Jo que se venta a observar, ) as habilidades de observador cle cada uno, y h) las dlstintas experiencias en kt bservacin de campo que se tenia. Por lo tanto, la observacién final de la anciana (y), en etch uno de los antropélogos obralya un matiz, una diferencia, pues estaba impregnada por la (x) que la observaba, Uno de nosotros aventurd que la sina de las ues (): G2 ty,ty,) nos daria la inciana real y objetiva. Pero eso de sumar me parecié que era relativo, ya que al -xteriorizarse, por ejemplo y, se esfumaban caracteres, rasgos, tonos, que ya estaban lfusos para x,, y para los ctiales carecéa de conceptos. E igual cosa pasaba con kas tras y. Entonces, era del toclo mas conveniente pensar que la anciana podia ser el sultado clel acuerdo a que podiamos llegar los tues anttopélogos. Pero habia que omar en cuenta que el acuerdo implicaba que uno clejaba de kado ‘un algo’ de la inciana que habia observado, que otro tambign dejaba de lado ‘otro algo’, y lo mismo lebia hacer-el tercero, st fin de conformar ene todos una anciana ()) acordada, Pues I consenso no podia ser la imposicién de una sola de las tres (») -por ejemplo ()-, ‘obre las otras dos. Y si asf fuera, la imposicién no borraria las percepciones clejackis: He lado, sino que el temor sélo las velaba, Lo interesante dll acto de acordar, fue que en las transacciones aparecieron rasgos que no estaban en las observaciones de ninguno Je Jos tres antropdlogos y que surgin por Ia triangulacién de las tres visiones, como Igo que “debi6 haher sido asi* 0 que *calzalva perfecto con todo lo clemis*. Después de mucho discutir, legamos « un acuerdo sobre la anciana (9) que endriamos por objetiva, A pesar que nos penaba el hecho de que "na parte de la 186 Pueblos de Mar - Andrés Recasons S. anciana que yo vf (asf sucedia para cada uno), quedaba como si no hubiese sido vista, merced al acuerdo. Pero apenas quedamos en concierto, llegé cortiendo un. cuarto antropélogo, pidi6 disculpas por el atraso, y se puso a observar a la anciana (): Resultado: (x,) que al observar a la anciana tejedora (9), configura Ja tejedora - venderfa por ninguna plata. En el caso que me llegara a comprar otro, ésté no lo 202 Pueblos de Mar Andrés Recasens 5. venderfa por nada, ¥ si me compro oo, va a ser de fibra. De fibra de vidrio son mas rapidos y son mds faciles de maniobrar, de sacarlos para alla, de traerlos para acd. Esa es la ventaja. La desventaja es que son mds livianos. Me parece que también son més iesistentes, porque la fibra de vidrio es dura, dura, Tal vez me compre uno de és0s. Pero éste no lo vendo." ‘Yo lo conoci como mariscador, y era de los mejores. Pero cuando el recurso comenz6 a escaseary Jos famosos bancos de arena se hicieron cada vez mas agresivos y Se montaron sobre todo lo que tenia vida en las rocas, extinguiéndolo, fue y se compr6 un bote, aprendi6 a manejarlo y aprobs el examen. “Al bote lo echamos al mar entre los cuatro que trabajamos en él. Le ponentos ‘unos palos por debajo y clesde ambos lados fo vamos empuijandio por la arena, Cuando ta quilla termina de pasar los palos, paramos, le ponemos los palos por delante de nuevo, y otra vez asi. Lo mas que cuesta es sacarlo de aqui, donde esti vartdo y echarlo al mar. ¥ después sacarlo clel mar, sobre todo cuando viene cargado. Abi en la subickt al terminar Jas olas chicas, de subida, se pega, se entiensa, pero lo sacamos, Estaria bueno un varadero, donde estén esas rocas altas para el kido de acd. Sete bueno para descargar los pescacos. Uno podkia sacar el bote de ah y dejarlo ania. Por dos botes yo cieo que no lo van a hacer, Pero si lo hacen, Jos otros van a querer tambin tener sus botes. Para mi seria mucho mejor que hubiere dos 0 tres hoves mis. Si de repente a uno se Je hecha a perder el motor mar afuera, entre dos botes lo pueden sacar para la playa. Asf uno no pierde nada’, Distribuci6n de las ganancias — Le pregunto aun pescador cGmo sé lleva « cabo la distribucién de las ganancias. Pienso que si son distintas las responsabilidades, deben ser diferentes los beneficios. "-Aqui hay dos tibajos en esta cuesti6n-. Me contesta. Y continga la explicacién: -Entonces, la reparticin de las ganancias es diferente, Por ejemplo, el buceo-con— compresora. Si el tipo pone el trje y lieva la compresora para hucear, repartimos 4 medias. Esa, la mitad, es sagrada del duefio del hote porque esti arsiesgando el equipo. Y ahora, si el duefio del ote bucea, que ése es mi caso, yo voy con el bote ¥ BUCEO, Ja mitad és del bore y la otra mitad se divide con el owe buzo y yo. O sea, si sacaitios~ $100,000... el bote saca-50.000.-, 0 sea el duefio, yo. Mas $25.000.- como buzo.-¥.el_. otro saca los oxros $25.000.- ¥ de lo que saca cida uno se le paga al telegrafista (se= refiere al que maneja la compresora que da el aite) y al marino, que son dos. Yo le pago a uno y el otro buzo le paga al otro. Esa cuestidn quecla a criterio de cada cual © Pueblos de tar - Andrés Recasens S. 203 smo se trate con él, Pueden ser tres, cuatro cinco o diez mil pesos. Yo al mio le pago atin cSmo me vaya. La Ultima vez le pagué cuatro mil pesos, ¥ si por una de esas me bien, yo veo si le puedo dar diez mil pesos. Pero cuando se pesca con redes 0 con nel, la cosa cambia. Si se ganan $500,000, van $100.000 para el bote, cien pata mf cien mil para cada uno de los otros tres, porque se necesitan cuatro. La bencina Ja onemos entre todos. En otras partes creo que no es asi, pero como yo trabajo con mi mila... Claro, porque yo estoy echando toca esia cuestién al agua, estoy poniendo des, espineles y toclo eso es mio; 0 sea, de otra forma a mino me estutfa conviniendo, orque ahi estaria perdiendo yo, Yo tengo entrega aqui mismo de todo Jo que sco, Le is0 por teléfono a un comerciante que es el que me viene a comprar y se viene para 4. Yo le aseguro la mercaclerfa y él me asegura la compra, y asf nos vamos." A mi no me manda nadie Hay una percepcin generalizada acerca de que el pescador artesanal es dividualista, por In forma independiente con que lleva a cabo su actividad. Ea ndiciona la formacién de pequefos grupos como unidades cle produccién, La pacidhd de una embarcacién pesquera artesanal, en su mayoria de un rango de lora entre 7 a 9 metros, aunque hay hasta de 11 metros, restringe a no mis cle cuatro niimero de pessonass por uniclad, con papeles dlefinilos que se establecen de acuerdo as necesidacles dle la propia fiena, Estas unidacles se forman, ademis, por rzones icticas, con amigos entze los cuales imperan la camaruclera, la confianza y seguridad un comportamiento que esté culturalmente cefinido, de modo de garantizar la sencia de conflicios que podlfan aumentar los factores de riesgo. En los casos en la situaci6n se hace critica por falta de recursos econémicas tt otros, el dueiio de embarcacién, que es qulien define e! equipo de uabajo, favorece la integracion de miembros cle su propio grapo familia. De esta manera, la familia viene a constituirse Ja unidad de procuccién, Entonces, no se trata de que los pescadores artesanales in indlividualistas per se, sino que la actividad que desarrollan y a la escala en que lo cen, no tienen owas exigencias de colaboracién que vayan mis ailé de la que edan prestar los integrantes de la bancada, No obstante, no es dificil ver en los barcacleros grupos de pescadores cle diferentes equipos o bancadas, colaborando ue si, ya sea apretando los nuclos de las tedes, estirando las lienzos de las mismas 0 dando a subir los botes cle otos pescadores a la playa para evitarles dios en los s de temporales. Pero ellos conceclen mucho valor a la independencia que sienten et. Un pescador me dleclariba: "-Lo mejor de todo es que no me manda nadie. Porque si uno wabajd pasa un 6A, le estin cliciendo a cada rato ‘has esto, has lo otro’ y uno tiene que hacerlo, y nf no me ha gustado nunca trabajar asi. Porque yo he visto cémo los patrones 204 Pueblos de Mar - Andrés Recasens S. ‘mandan al trabajacior y creo que yo no sirvo para eso, no aguantarfa, Mientras que el mar es un patrOn especial. El mar es mi amigo. Mi sefiora se queja diciéndome: “Ah, este mat Pero ella no es de max, su familia es de agricultores, y yo le digo ‘pero qué lene el mar, el suar es uni amigo, el mar me ha dado todo Jo que tengo’. Pero ella no se ha dedicado nunca al mar, es que no le gusta, y curndo uno hace una cosa que no Je gusta, no Je pone empeio, la cosa no camina. Es que uno hace bien lo que a uno le gusta porque lo hace con agradlo, con gusto." Conversanclo con otro pescador, me ratificé Ia opinién anterior: “EI privilegio que nosotros tenemos, es que nadie nos obliga a trabajar. No como a los jornaleros de por aqui. A los que son amigos, les clecimos a veces que se metan al mar con nosotros para que nos comamos unos choros a las brasas. Y ellos nos dicen que no pueden, que no tienen permiso, que no pueden abandonar ka pega. Nosotros les dlecimos ‘eso _ Tes pasa por ser jornaleros'. Y, como por sacatles pica, nosotros nos decimos entre nosotros ‘nos meiemos ahora, quizés, pero si estarios Cinsados o reiiemos algtin problema, nos salimos’ Pero la verdad es que uno no esti todo el tiempo dispuesto ‘como para bucear. Puede estar resfriado o le duelen los aides. Asi es que uno se dice ‘ya no puedo seguir buceando, mejor me salgo’. Uno a veces va a Jos choros, pero éstos tienen mala venta, y entonces, si el mar est’ bueno, va a las chascas, Uno se da €l hujo de hacer lo que uno quiera, y va y saca chascas, 0 hien a veces uno sic mariscos. Otras veces, en et invierno, si esti para lover no se puedle poner a secar kt chasca porque se puclre, Enionces, nos dedicamos a los mariscas, Estos siempre tendrin buena venta, a menos que la gente empiece a perdetles el gusto." En otros pescadores artesanales he recogio frases similares: "nosotros somos avestios propios patrones" o "nosotros decidimos curinelo tubajamos". La primert— afirmacién, habria que tomarla en el sentido que él es realmente patrén de sf mismo al ser dueio de la embarcacién. Es él quien define el equipo de trabajo y, generalmente, las horas y los fas de salida, Pero es una decision que esti sujeta, muchas veces, al tipo de captura programada y a las condiciones climéticas. Y los integrantes de Ja bancada disponen de cierta independencia, que es la de decidir incorporarse 0 no cle acuerdo a la oferta- a dicha unidad o 2 otra, Ellos no solamente ofrecen una capacidad— de maniobra en situaciones criticas, lo que ¢s valorado, sino que también incorpora pais de redes, lo que les da un porcentaje Bjo en el reparto de Ia produccién. Pero, también es cierto, que si no hay bote al que integrase no tienen forma de entrar, al sistema. Con respecto a la segunda atfirmaci6n, es también cierta a medias, pues el deci. cuando 0 no salir al mar, est en parte determinado por la presencia del recurso 0 las condiciones del mar. Pero también es verdad que en el pescador artesanal se encuentft Pueblos de Mar - Andrés Recasens 5. 205 esente la posibilidad de responder al "tiempo del énimo*, ya que no estin sujetos no en el caso del obrezo al "wempo horatio', cuyas entradas y salidas al trabajo in determinadas por un contrato, Como se dirfa, por la sirena de la fabrica, Esta sibilidad de permitir un margen al "tiempo del énimo" se traduce en téminos concretos prvilegiar la conversacién en el embarcadlero por sobre la salida al mar atin cuando tiempo sea favorable; en determinar en forma muy gruesa cufindo comienza y indo termina el mal tiempo. En cierto modo, juega la incertidumbre de salic al mar volver con poco 0 ningtin pescado. Si se tiene en cuenta el tipo de trabajo que liza, el esfuerzo continuo por vencer las dificultzdes que oftece el mar, las variaciones las condiciones del mar (alas y bajas mareas, temporales, etc.) la exposicin al frio l agua, y ls tensiones a que los someten Jos tiesgos siempre presents, estimo que ) estd Iejana una cierta sabiduria en los pescadores artesanales en su decisién de vilegiar, cuando se puede, el ‘tiempo del énimot. El pescador no solamente observa con detenimiento el mar cuando sale a trabajar she visto mirar al cielo, y no son a las nubes a las que dirigen sus miradas, sino a los jaros, Claro que también observan a las nubes para ver c6mo se dar el tiempo y la recciGn del viento, Pero me interesa la tectura que hacen de los pajaros y sobre esto pregunto a un pescador: Dime... ¢y los pajaros, cuando pasan, te dicen algo? aro! $i el pajaro viene del sur hacia el noste, me anuncéa abundancia de scado, Y cada pajaro, dice cosas diferentes. El ‘chapaleaclo’, como aqui le decimos, dla detras de la sardina y del motecillo, de fos peces chicos. Ast, viéndolo ai wapaleado’, es como si nos dijera hey! jaqui viene ia sardinal Si no viniera el pijaro * anriba como sabia usted que viene vn carclumen? ;Cémo lo va a ver? El pajaro lo lata. El pajtuo es amigo del pescaclor. Porque le sefiala la comicla y luego limpia la sya de los desperdicios que botamos cuando fuenamos whi mismo el pescado. Todos n amigos del pescador. Los peces, que nos avisan la liegada de los que los persiguen ue son mas grandes. Porque detris de la sardina anda la corvina 0 el jurel, que los ndemas mas caros." Deambulando Salgo de una reunién tenida con varios dirigentes de la localidad, Discutimos etca dle los critetios que debieran adoptarse en Ja delimitaci6n tertitorial de las juntas Vecinos Lo que tiende a mostrarse como homogéneo? ,O un criterio temitoral, nque comprencla una poblacién claramente heterogénes? Pienso que es aplicable 1o imo, mas que nada porque la ley habla de junta de vecinos', lo que implica un 206° Pueblos de Mar - Andrés Recasens S. ciiterio de ‘vecindad!, esto es, de un mismo terrtorio habitado por una cantidad determinada de personas. Por oira pare, la etimologia del término es clara: vicinus, de vicus, barrio, lugar, La idea de ls organizaci6n de la comunidad sobre la base de la diversidad de sus componentes, la estin entendiendo y aceptando. Me desvo del camino y bajo hacia la playa. Camino wn rato por la arena mojada y luego me dinjo al este, hacia las dunas bajas, en busca cle docas. Se trata de unas mmatas que despliegan sus brazos delgndos y lefiosos a ras del suelo, de los que biota una especie de hoja de cuerpo carnoso y wisngular, de color verde claro. El flo lo hallo parecido a la cabeza de un extraterrestre. Gordo, con un sombrero de cuatro 0 cinco puntas, que cuando no estt madluro, tiene en la cabeza un penacho de tupidos y delgaclos pelos brillantes de color lila; y cuando esti madaro, el cuerpo es de color rojo y granate, Es cuando se puede comer apretindole fa guatita part que salga el fruto, Su sabor es parecido al de la frutila, pero un poco mas desabriclo. El problema soa unas avispas negras que wuelan en tomoa las plantas, Puede que sean sus guardianas © las consideren su poste exclusive. Hay que tener cuidado con elas. Sale el sol, y todo vuelve a ser como solamente parecia ser cuando se habia instalado la niebla, Un sol esplendoroso. Enionces, el mat brilla y el verde de kas aguas es verde turquesa jaspetdo por una espuma reluciente, y la arena que piso centellea como si tuviese prendidas lentejuekas, y del cerro me llegan todas fas formas y colores nitidos, pues nada se confunde con nada, Un perro me sigue, no piciendo un hueso, sino un palo al aire para corer y cogerlo entre los dientes antes que caiga al suelo, que es la marca buscad por los mas veloces y diestios. A mi ;qué me va! Recojo del suelo un madero pequeiio, tal-ve2z— tiberaco cle un berganiin pirata que aun yace en el fondo cel mar, y Jo lanzo a une aventura en el aire. ¥ la veloz carrera cel pero, més que el palo, logra una explosi6n de alas blancas y graznidos de cihuiles alborotando el cielo azul y pinténdolo de nubecillas albas. No ha pasado un minuto y la aves ya se han posado, suave y elegantemente, a unos cincuenta metros mis all, mirando atentas por si el peligro s@ repite. EI mar no se cansa de reventar su hastfo, Dia y noche, aio en aio, por los sighos de los siglos, el mar despliega en la arena hnimeda su estela siempre blanca. Y cada vez, que fa retira deja dibujada en fa arena, que hace las veces le un mural siempre hhimedo y blando, la figura de una cadena de montaias, y huego otra que venia dete agrega nuevos picos y, después, una tercera pinta un tébol gigante de cuatro hojas-¥. asi las incansables pintoras en murales de arena hémeda siguen plasmando los cexros que desde el frente las vieron soberhias, antes de rendirse, cesfallecidas. El incesante Pueblos de Mar Andrés Recasens $. 207 rovimiento del mar me provee de una certeza absoluti acerca del infinito, como ambién que su fin anunciarfa la muerte de nuestro planeta. Encuentro en mi camino una variedad de cosas que el mar ha ido expulsendo acia la playa. Un trozo grande de madero, que si yo fuese nfio lo habria adjudicado ¢ inmediaio al buque del Capitin Gatfio vencido por Peter Pan, Cocos de alguna isa ¢l Poinesia,boyas de alain barco pesqtero, una estrella de mar intact, Parece que $ gaviotas no apetecen este bocado por su dura piel, Hay troncos de drboles pelados, n nacki, como si cl mar se hubiese quedado con las hojas y las flores. Tambien unas ocas conchas cle locos y machas,y# cada mo, una moll de destrozacas caparizones ¢ moluscos, Botellas vacias, media sandia cle la que las moscis apenas dejan ver un edazo del fondo rojo. Pero éstas vitimas no son del mar, son dle los paseantes y wecen de belleza. Diviso frente a mi wes gavious picoteando afanadas algo que estd en la aren: tando estoy cerca se alejan y vuclan grtanco: Aaou! ;Axoul! Me detengo frente a fos Spoj0s que alsandonaron. Abi, vuelta de cuparazén en la arena hiimeda y movienlo enas una cle sus tenazas, se encuentra una jaiba a quien las tes gaviotas han arraneade interiores a picotazos, Tomé con clerta aprebensi6n lt tenazi que atin se moviay, mun moviniient no muy brusco del brizo, lt lancé al mar, pensiindo que a fo mejor f, adento, algo la curaia 0, a To menos tenciia una muerte mis digna. Pasta Zando algunas gaviotas eserén fs mismas? Ni siqoiera mizan i escena. Me fui pensando @ era posible que a la Y que has tinicas gaviows. Pienso en aquello de fo que tiene que ver pmigo?. To que-veo, est formado porlos materiales con que consinuyo y consiniyen mundo, los gue utlizo para establever mis relaciones con el mundo. Miraco esto le la naturaleza, si es que ésta pudiese miracio y decir algo, lo exteriosizaria con un stez0 enome. Veo venir un hote de tegreso hacia Ja caleta, mientras estoy parado en Ja orilla fc legan desplegadas las ola, sin aleanzarme. Bl imonel leva el bote "empronio” diagonal hacia el rinc6n de lacalera, con una seguridad que imipresiona, Los marinos in aprestindose para la pr6xima maniobra, y los pescadores que se encuentnin cn aya se han acercado esperando a que tope la prod en la arena para ayudalo a r El bote entra a las tikimas y pequefias olas que lo hacen patinar stave sobre la na mojada y blanda, al tempo que los marinos se bajan y lo sujetan de los costaddos, indo bajan del bote, se ven gruesos con tanta ropa que se ponen deido al fifo, a ir temprano en Jas mafanas, y encima de toda la ropa tienen que colocarse los ermeables dle color amarillo y sobre éstos el chaleco salvavidlas, Parecen robots. La 208 Pueblos de Mar - Andris Recasens S. quilla toca la arena, y €l bote queda cubiesto por los cuerpos de los otros pescadores que se han sumado para ayudar a empojario, Van colocando palos bajo la quill en la parte de adelante, haciendo que el bote se deslice por encima de ellos; y aquellos por los cuales ya li pasado el bute se vuelven « poner adelante hasta legar a la arena seca, La misma técnica que usaban los rapa nui para trasladar los moais hasta los ahu, Y los egipcios para los grandes bloques de granito para sus pirimices. Hasta ef bote se acercan algunos comerciantes que han estado esperando para comprobar si ha valido Ja pena el viaje 0 no. Asi, uno tras otro van llegando fos botes, con una nube de gaviotas siguiéndolos en su entrada a la barra, a la espera de las sobras que les tirarin después ce faenar las merluzas, las Corvinas y, si ha habido suerte, los congrios colorados. Cuentan de unos que se dieron vuelta y que el mejor nadador de la bancada partié para afuera nadando. Y,a medida que lo hacia, se ba sacando la ropa para que el agua no se lo "chupara" para abajo, y asi lleg6 a la orilla a pedir ausilio para sus compafieros, en los puros calzoneillos. Conversando sobre esto y aquello Piensa el marero que cuando entea al mas, es posible que no sali? -Eso tiene que tenerlo uno muy claro en su mente, Pero no cuando esti adentro, Adentro tiene que olvidarlo. Porque usted tiene que concentrarse en lo que esti haciendo, Cada dla es una aventura, porque las méquinas fallan, -Si. En el caso de los botes, estén lo motores... Pero zcrees que es mis seguro cuando extraes mauiscos? gen donde la méquina es tu propio cuerpo? Claro, el uaje es sélo para el fifo, noms, Lo protege a uno, no hay nada con el fifo. Uno lleva protegidos los oidos, que era de lo que se enfermaban antes los viejos Y las aletas en los pies le dan a uno mucho mis rapidez y facilidad para alcanzar donde esté la parte honcla -Ahi es uno y el mar... ti cuerpo est sintiendo el mar, y todo el movimiento. que realiza el cuerpo en ef mar lo sientes, porque es tu cuerpo. Es como si uno pudiera volar, sin avién, solo uno y el aire... como en el parapente. -Yo me siento en el mar como en algo mio, pero cilico aunque estéfrio.. asf siente en el mar... no sé... a veces el sentimiento es como si lo abrazara a uno, como. que lo estuviera cuidando... pero veces se lo lleva y no lo devuelve nunce ms... ‘Pueblos de Mar - Audrés Recasens S. 209 -los dos primeros afios que anduve por aqui, todos ustedes eran mariscadores y pueros {Cémo se fire dando este cambio hacia la pesca en bote? -Yo no me hubiera cambiado a pescador sila cosa no se hubiera puesto tan mal ra el mariscador. Yo nunca habia pensado en comprare un bote, por ejemplo. De pente, me vi obligado. Porque los recursos a que nos cledictbamos estaban lleganclo su fin, Sobre todo la chasca. Pero también nos vimos obligados a dejar de ser atiscadores, Pero no porque nosotros quisiéramos. Habfa que hacer algo. A mi no e guistaba esto de los botes. Pero eso si, cuando me propongo algo, cuando tengo ie hacer algo jlo hago! ;Y bien! No me echo nunca un pie ats, Esto me dije: "-No me redo demorar mas cle cinco dias en entrar un bote al ma." |¥ asi lo hice! -

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