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Poemario
Luis Enrique Alvizuri
kikealvizuri@yahoo.com.ar
ÍNDICE
Límites
Dulcemiel
El cancionero del presbítero
Principio
A ti, César
LÍMITES
LÍMITES Luis Enrique Alvizuri
Que traduces
lo frío del suelo
lo insulso y cansino del río
lo inmóvil de la luna
lo aburrido de las estrellas
en corazones que palpitan
sintiendo...
Luis Enrique Alvizuri
SR. BURGUÉS
Tu presencia me insulta,
tu terno me insulta
tu cara me insulta
tus modos me insultan
tu risa blanca me insulta
tu tamaño me insulta
tu robustez me insulta
tu plata me insulta
tus zapatos me insultan
tu carro me insulta
tus virtudes me insultan
tu éxito me insulta
tus mujeres me insultan
tus favores me insultan
tus halagos me insultan
tus ideas me insultan
tu convencimiento insulta
Mi mundo es pequeñito
cabe en un libro de todo
con detalles describo sus rasgos
pues apenas son breves brochazos.
Luis Enrique Alvizuri
HOMBRE,
es un sueño creado
por un parásito planetario
para justificar su vida y su muerte
que él nunca entenderá; no puede.
OCTUBRE
Octubre
pies en carbón
remordimientos mentales
desinvergüencidades.
Octubre
angustias en revolución
obra a las manos
desinvalorización.
Octubre
proteico.
Octubre
manzana.
Amor a las venas.
¡Excita tu cayado
Octubre en conserva!
Luis Enrique Alvizuri
Cedo
ante el sábado contradictorio
cedo
por el temor de pasar inadvertido
tiemblo
a ojos cerrados sudando mi yo.
¿Has visto pájaros en mi ciudad?
Id
muchachos rebeldes de la secundaria
id
al encuentro del plástico burocratizado.
¿Sabéis
de la mentira del metal galvanizado?
¿No saben
que la muerte nunca se ha prostituido?
Millones
de hembras pariendo millones
al son
de las mamas que escupen angustias
explican
ministros en televisiva sonrisa
piruetas
numéricas en cuadros estadísticos.
Uno
guarismo adorado en la riqueza
todos
es la clave que baraja las culpas.
Ejércitos
de amas de casa se despiertan
en una ciudad
que no tiene color
donde no hay día ni noche
y la señora cucaracha
impone sus costumbres
de milenios.
Luis Enrique Alvizuri
ANGUSTIA
Siendo un niño pequeño, con los ojos grandes como dos lunas,
el vientre me cosquilleaba cuando pensaba
cómo sería la muerte
de mis amados padres,
de mi espumoso perrito.
Y la tristeza de la tarde penetraba por mi ventana
y una cuculí de pico mandarino se posaba en su ribete
y los eucaliptos vestidos de tierra torcían su espinazo
y me extendía en la cama, cada vez más pequeña
a soñar...
que cuando fuera viejo y tuviera como veinte años
huirían de mí las canicas de arco iris, todas con su nombre,
los heroicos paladines en innúmeras batallas de mi caja de soldados,
aquel traspatio encantado con días de circo y de patín,
aquellos muchachos, amigos de sangre y lágrimas felices.
Me quedaría solo
en un nuevo mundo de cartón y caras mustias
de señoras esponjosas con alérgicos perfumes
de pláticas médicas y forzados camposantos
sin más cuentos, sin dameros, sin pelotas.
Y ese día
¿me reconocería entre las fotos y las calles?
¿Aún llevaría este extraño y prestado nombre?
¿Siendo un niño pequeño, tuve miedo de ser lo que soy
y eso me duele hasta lo más hondo
como espinas clavadas en un infierno.
Luis Enrique Alvizuri
JUSTICIA
Busco la justicia
como quien persigue a una mosca:
una tarea difícil
pero que ocupa todo mi tiempo
y con ello todos mis sentidos.
Luis Enrique Alvizuri
HIJO
Hoy sonrió;
yo sonreí.
Él escribió;
lo disfruté.
Se levantó.
Mi corazón
lo seguirá
Él llevará,
se llevará
mi juventud.
Luis Enrique Alvizuri
Muerto el hombre,
muere el pasado
muerto el hombre
ya no hay sueños.
Pues vivimos de lo
que decimos
e inventamos
nuestro presente.
Luis Enrique Alvizuri
Me das en la cara
como suave bofetada
y hay un eco
y hay un eco
y hay un eco de tristeza
que me entra a bocanadas.
Mi pelo encabritas
con recuerdos cincelados
en las noches
que entre lágrimas
balbuceaba mis te quieros
primigenios
olvidando
años vividos
en tu pecho
dulcemiel.
Luis Enrique Alvizuri
Como ves,
soy yo nuevamente el que canta.
El que pega el oído
a tus pasos perdidos
y apisona tu sombra
echada al sendero.
Regresaste
ojos noche
piel coral
surgiste del pasado
rostro espuma;
me elevaron
tus aromas
hasta el cielo;
manos níveas
grueso pelo.
Volviste
con las huellas
del Cóndor
que aclara
tu garganta;
volviste
con tus sombras
y la luna
de luz óxido
no te alcanza
Tristeza
echas vuelo;
nombre mártir
musical;
aquí queda
el gris paisaje
todo ambiguo
mar confuso
un lamento
en soledad.
Luis Enrique Alvizuri
Y me desnudo
y pierdo el gris y el metal
y soy un capullo palpitante
para abrir la boca y suplicarte:
¡tengo sed!
Al final de tu perfume
reconozco que te amo.
Luis Enrique Alvizuri
Vuela
pequeña golondrina marina
vuela
alto veloz y lejana
anida
en tu rama andina
reposa
guarda olvida y calla.
Canta
cristalinas palabras
llora
las flores quemadas
ríe
destemplados truenos
sueña
despertarás mañana.
Adiós
dulce poema inédito
adiós
amada fruta de otoño
Serás
recuerdo escondido
serás
viento en mi vacío.
Luis Enrique Alvizuri
No me bajes la mirada
cuando te hable como un niño;
cuando dude, cuando calle,
y te jure en el oído
que no encuentro otra manera
de entregar mi corazón.
Si no dejo de embriagarme
con tu olor de miel de fruta,
si no suelto de mis manos
tu marina tibia piel
y si busco ansiosamente
el deleite de tus labios,
yo te amo
Grande y niño.
Pobre guerra
encadenada
vive sola
sin amigos
sometida
a los caprichos
y al afán
de un vil señor.
Ya no es
lo que ella era
una espada
que cortaba
igualmente
las entrañas
de los pobres
y del rey.
Hoy la tienen
manejada
dirigida
calculada.
Sólo la
desencadenan
cuando encuentran
interés.
Pobre guerra
organizada
disfrazada
cual bufón
bien envuelta
y enlatada
nos la ofrece
un vendedor.
ESCLAVITUD
Luis Enrique Alvizuri
Al amor de Georgette
al amor de mujer
al amor hecho hombre
al amor hecho mujer
un amor para amar
un amor de verdad
el amor de Georgette.
Amor a la dicha
amor de penurias
amor combativo
amor de dolor.
Amor parisino
amor a lo andino
amor que penetra
en la oscuridad.
Amor de Georgette
amando en la muerte
amor que es raíz
amor que es de Dios.
Permite que el mundo
transite tus pasos
amor de hasta siempre
amor que eres luz.