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El Salario Ético: Un acto de Amor por la Dignidad Humana

Texto bíblico: Mateo 20:1-16.

Jaime Alarcón Véjar

Introducción.
Polémica produjo, en el mundo empresarial y político, la interpelación del Obispo
Goic, al hacer mención de la existencia de un “salario ético” que dignifique la vida de miles
de trabajadores(as). Es sabido por todo el mundo gubernamental, empresarial y sindical
que el llamado salario mínimo ($168.000) no alcanza a cubrir las necesidades básicas de
una familia promedio chilena, con tres hijos. Según el cálculo de los cientistas sociales la
llamada “canasta familiar mínima”, para esta misma familia, bordea los $300.000.
Entonces: ¿Cómo sobreviven los miles de trabajadores(as) que perciben dicho salario? ¿Es
digno para un trabajador(a) laborar, honrada y esforzadamente, todo un mes para al final
percibir un salario que no le alcanza para comer?
Detrás de la polémica: Iglesia – empresario – gobierno, por la frase e interpelación
del Obispo Goic, está el tema de la dignidad humana. Un país como Chile, estructurado en
base a una economía capitalista Neoliberal de Libre Mercado, que lidera en América
Latina los mayores índices de crecimiento económico; es justo decir que esa riqueza se
produce a costa del dolor y sufrimiento de los trabajadores(as), los que en su gran mayoría
no tienen salarios dignos. Es decir, al que produce esa riqueza se le niega su participación
en ella.
Destacados líderes políticos reaccionaron descalificando al Obispo Goic como una
persona ignorante de asuntos económicos, pues, pagarle al trabajador(a) lo que, realmente,
le corresponde por derecho es un atentado contra el modelo económico. Con esta acción
queda revelado que el actual sistema económico es un sistema sacrificialista, que necesita
sacrificar al trabajador – la parte más débil de la cadena - para sobrevivir y perpetuarse
como sistema.
Como cristianos(as) debemos preguntarnos ¿Qué nos enseña la Biblia al
respecto?¿Cuál es la voluntad de Dios para la presente realidad laboral chilena?

1.- Dios como un Empresario bondadoso.


La parábola de los ‘obreros enviados a la viña’ (Mt.20:1-16), única de este
evangelista, tradicionalmente ha sido interpretada por la Iglesia como una alegoría del
reino que compara a los judíos con los gentiles. Estos últimos – controversia muy intensa
de la Iglesia apostólica - habrían ingresado al reino de Dios, solamente como un gesto de
amor (gracia) 1. Sin embargo, esta parábola posee varios niveles de sentido, indicando la
reserva de sentido presente en los textos. En esta breve reflexión exploraremos el sentido
económico presente en este texto.
Nuestro texto bíblico se encuentra delimitado, dentro de un marco narrativo muy
significativo, le antecede la narración del “Joven Rico” (Mt.19:16-30), joven que queda
incapacitado de entrar al reino de Dios por su incapacidad de dejar su confianza en las
riquezas para vivir en la confianza en Dios. Condición necesaria para liberarse de la forma
de vida del “tener” y, así, abrirse a la generosidad y al ser. Luego, le precede a nuestro
texto, la narrativa del anuncio de la muerte y resurrección de Jesús (Mt. 20:17-19).
Guiados por algunos elementos provenientes del ‘análisis narrativo de textos’,
resultan significativos los ‘actantes’ principales, tales como: el tiempo que estructura toda
la parábola (v.1b, 3ª, 5, 6ª, 8ª, 9ª); los espacios: la viña (v.1b, 2b, 4b, 7b, 8ª), la plaza (v.3b);
relaciones contratuales: el contrato por un denario al día (v. 2, 4b, 7), los obreros
1
John L. Mckenzie, Evangelio según San Mateo. En: Comentario Bíblico San Jerónimo. Tomo III, Cristiandad, 1972, pp.251-252.
cesantes (v. 2, 3, 6, 7), el orden ocupado para pagar a los obreros (v.8, 9, 10), la protesta de
los obreros que trabajaron todo el día (v. 11, 12), la generosidad del dueño de la viña o
empresario (v.15, 16).
Podemos observar que es el dueño de la viña (empresario) el que inicia y cierra el
proceso narrativo (v.1, 15). En éste proceso nos confrontamos con la dimensión relacional
que confronta dos actitudes humanas: por un lado, la del empresario generoso, y por otro
lado, la visión de los primeros trabajadores asalariados.
El ‘inicio/situación final’ del texto se describe de la siguiente manera: un empresario
de viñas sale a contratar jornaleros a diferentes horas del día. Al final de la jornada, a todos
los trabajadores les paga el mismo salario convenido con los de la jornada completa,
causando una fuerte polémica entre éstos, a causa de la generosidad del dueño.
La polémica entre el dueño de la viña y los trabajadores de jornada completa, radica
en lo que podríamos llamar un conflicto de paradigmas. Los trabajadores apelan a la “ley”,
el contrato estipulaba una jornada completa por el costo de un denario. Desde esta
perspectiva, es lógico que los que trabajaron menos de una jornada recibieran, como pago,
un equivalente porcentual a su trabajo, pero nunca lo mismo que aquellos que realizaron la
jornada completa. Mientras que el dueño de la viña actúa movido por el “amor” (gracia), la
generosidad que busca dar dignidad a cada uno de los trabajadores.

2.- Dios propone un Sistema Económico con Alma.


Un actante significativo para contextualizar nuestro texto es la mención del tipo de
moneda, se trata del ‘denario’ (del griego deni = diez). Moneda romana de plata y oro,
ambas con la imagen del emperador. Desde el siglo II a.C. el denario era la principal
moneda del imperio, ella representa lo que solía ganar un jornalero por un día de trabajo.2
El evangelista Mateo sutilmente critica el sistema romano, tan conocido por su “pax
romana”, paz administrada por el peso de la espada y de la “ley”. Aunque existen
polémicas respecto de la precisión de la fecha de composición de este Evangelio, nos
inclinamos por situarlo después de la destrucción de Jerusalén en el año 70 d.C., habría
sido escrito desde fuera de Palestina, probablemente desde Antioquía de Siria 3. Roma se
había ensañado contra Judá, por la osadía de rebelarse en contra de su poder civilizador,
arrasando completamente la región. Como castigo ejemplar, en el 135 d.C., quisieron
borrar de la historia al pueblo de Israel, cambiando el nombre de Judá por el de Palestina
(filisteo) y obligaron a los pocos judíos, sobrevivientes, a salir del país. Existiendo,
inclusive, la prohibición que a judío sorprendido en las mediaciones de Jerusalén sería
condenado a la pena de muerte4.
El sistema económico imperial romano, solamente podía existir bajo el mecanismo
depredatorio de las colonias sometidas. Además, incluyó y perfeccionó el sistema esclavista
en sus modos de producción.
La reacción de los obreros de jornada completa reaccionando en la lógica de la ley,
ilustra la cosmovisión de la economía romana, la que exigía el máximo de producción de
las personas, pero pagaba sólo el mínimo salario. Sabemos que el jornal diario de un
denario, a penas alcanzaba para sobrevivir a una familia. Nadie se hacía rico contratando
su mano-de-obra por un denario diario. Por lo tanto, el hecho que el dueño de la viña
pagara igual salario a los jornaleros, que solamente habían trabajado parte del día, no
implicaba que estaba enriqueciendo a unos pocos, a costa del esfuerzo y sacrificio de otros

2
Enciclopedia Ilumina Gold. Caribe Betania Editores, Enciclopedia virtual.
3
John L. Makenzie, op. Cit., p.172.
4
Gottfried BRAKEMEIER. O Mondo Contemporâneo do Novo Testamento. Serie Exégesis. Volumen 5, Fascículo 1, Comisión de Publicaciones
Facultad de Teología Iglesia Evangélica de Confesión Luterana en Brasil, São Leopoldo, R.S. – Brasil, 1984, p.55. (Mecanografiado, circulación
restringida).
muchos. Al contrario, solamente se trataba de una acción que dignificaba a la persona
humana. Debido a que, en este gesto bondadoso no rigen los criterios retributivos de, a tal
producción tanto salario, sino que se trata de una cuestión de amor y bondad. Al que
trabaja honradamente debe proveérsele de un salario que dignifique su existencia.
Aspectos de lo cual carece nuestro sistema económico Capitalista Neoliberal.

3.- Un Salario Ético en un Sistema Económico Humanizado.


El ejemplo de las acciones de generosidad del dueño de la viña, son una pequeña
muestra del modelo económico de Dios. Un empresario viñatero que no vive solamente
para acumular riquezas, a cambio de la explotación de sus trabajadores. Este empresario
busca su trascendencia, a través de la distribución generosa de sus riquezas, riquezas que
también son propiedad de los trabajadores que la produjeron.
En el modelo económico de Dios el empresario, como persona, se relaciona con sus
trabajadores, considerándoles como lo que son, personas. No existe una relación
sujeto/persona- objeto/cosa, situación que posibilita la explotación del más débil. En esta
situación relacional empresario-trabajador no existe el miedo al otro, el otro es persona,
por lo tanto tiene dignidad. En este modelo ideal, la economía es efectiva porque permite
pagar a todos los trabajadores lo justo y ser generosos con aquellos menos favorecidos,
pero como son personas merecen ser tratados con dignidad. Es una economía que se auto-
sustenta sin miedo a la banca rota, porque en ella se practica la generosidad. Es decir,
estamos frente a un modelo económico de personas, que buscan relacionarse
personalmente, dándose mutuamente dignidad.
En este modelo económico podemos vislumbrar que cuando el empresario de la viña
dignifica a sus trabajadores, pagándoles un “salario ético”, él también se dignifica, porque
se desprende de una parte de sus riquezas. Y este gesto de desprendimiento es lo que
realmente lo humaniza. Esto nos trae a escenario el tema opuesto, pero indivisible al
salario ético, y este es el de la “ganancia ética”. ¿Cuánto debe ganar éticamente un
trabajador? = ¿Cuánto debe ganar éticamente un empresario? En la resolución de esta
ecuación está en juego la humanización y salvación del actual sistema económico.

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