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2do.

Congreso Regional de Historia e historiografía


Facultad de Humanidades y Ciencias de la Universidad Nacional del Litoral

Mesa redonda especial: “Discutiendo los objetos de Tesis de Investigación Histórica”


Responsable: Dra. Teresa Suárez
Título del trabajo: Idas y vueltas en el diseño y elaboración de una tesis de
doctorado: “Notables, funcionarios y jesuitas en la Santa Fe borbónica”
Nombre y Apellido: Gabriel Horacio Cori
Pertenencia institucional: Universidad Nacional de Rosario
Correo electrónico: gcori66@yahoo.com.ar / bresson61@hotmail.com

TEMA
Nuestro interés está centrado en indagar el comportamiento del reducido grupo
de notables, funcionarios y jesuitas durante la etapa más álgida del reformismo
borbónico y las transformaciones que experimentaron en dicho período al tener que
enfrentar un escenario político cada vez más cambiante. A los fines de la investigación,
procedimos a un recorte temporal: la segunda mitad del siglo XVIII, que abarca tanto el
cenit como el ocaso de una centuria caracterizada por el espíritu reformador;
paralelamente procedimos a un recorte espacial: la jurisdicción de la ciudad de Santa
Fe; y por último, delimitamos el campo de la acción: el comportamiento político y social
de la élite de Santa Fe, y las ríspidas y cambiantes relaciones entre los grupos y
facciones existentes y entre estos y los poderes centrales en una etapa de profundas
mutaciones.
Las motivaciones que nos llevaron a elegir nuestro tema de investigación son,
ante todo, de carácter científico. La etapa anterior a la revolución de independencia en
Santa Fe constituye hoy un bloque histórico todavía no desbrozado. Una serie de
fenómenos históricos como la expulsión de los jesuitas, la constitución de la Junta
Municipal de Temporalidades, el cambio en la composición social, étnica y económica
de la élite en el período tardo colonial, entre otros, seguramente nos posibilitará
acceder a algunas claves para entender el comportamiento político de los grupos más
poderosos de Santa Fe en dicho período. En efecto, el indagar sobre el tema
planteado ayudará a comprender el proceso de conformación de los grupos
dominantes en las últimas décadas de la colonia, tema que despierta polémicas entre
los historiadores interesados en las realidades regionales pre-independencia. De todas
maneras, si bien es cierto que la problemática de los grupos de poder interesa a los
debates históricos actuales, es lo que el período encierra en sí mismo, por sus
propuestas de mutaciones políticas, de transformaciones económicas y de
innovaciones culturales, que atrae su estudio.
Sin embargo, hay otro motivo que no podemos dejar de mencionar y está
referido a ciertos interrogantes que nos hacíamos cuando cursábamos la carrera de
grado: ¿era posible que Santa Fe estuviera al margen de los grandes procesos de
transformación social y político que se estaban llevando a cabo en la mayor parte del
espacio Hispanoamericano? Si el reformismo borbónico dejó su impronta en la
sociedad americana ¿cómo se entiende la postura de los historiadores positivistas
santafesinos para los cuales en Santa Fe dicho reformismo no tuvo mayor incidencia?
Estas preguntas estuvieron cargadas de curiosidad y constituyeron un aliciente cuando
emprendimos la tesis de licenciatura, a tal punto que continuamos trabajando sobre
estas cuestiones y estimularon así la elección del tema de indagación.

PERIODIZACIÓN
Los Borbones, una vez instalados en el trono español, impulsaron una serie de
medidas tendientes a modernizar la anquilosada maquinaria de gobierno. El objetivo
principal de estas medidas era ajustar los relajados controles que la monarquía
peninsular ejercía sobre sus territorios, tratando de no modificar demasiado la
estructura de la sociedad y el Estado. Claro está que los Borbones para consolidar el
poder real tuvieron que practicar importantes recortes a las prerrogativas que gozaban
determinados grupos sociales, incluso aquellos que fueron aliados tradicionales de la
corona.
En América, el avance del Estado peninsular sobre la sociedad colonial generó
fuertes conflictos entre aquél y los grupos que detentaban una cuota importante del
poder político y económico dentro de la misma. No obstante, no está muy claro cuándo
se inició lo que John Lynch llamó “la segunda colonización”. Según David Brading, en
un libro que ya es un clásico de la historiografía americanista, Mineros y comerciantes
en el México borbónico, América recién en la segunda mitad del siglo XVIII –
principalmente durante el reinado de Carlos III- fue afectada por las reformas de tinte
“liberal” impulsadas por la dinastía borbónica.
Ahora bien, los historiadores sabemos muy bien que toda periodización es de
por sí arbitraria y depende en gran medida del recorte que practicamos a nuestro
objeto de estudio. Volviendo al caso del libro de Brading, podemos observar que éste
hace comenzar la historia de lo que él denomina “revolución en el gobierno” con la
visita de Gálvez (1765 – 1771) a Nueva España, lo cual está indicando que éste
realiza el recorte temporal desde la perspectiva de la historia política y social
tradicional. No obstante, esta periodización sigue teniendo cierto consenso entre los
historiadores interesados por el reformismo borbónico en América, aunque muchos de
ellos se remontan cada vez más a las primeras décadas de este siglo para buscar sus
antecedentes. En el caso concreto de Santa Fe, espacio que hemos privilegiado en la
investigación, la historiadora Nidia Areces, focalizando el análisis en el problema
específico de la frontera, nos invita a mirar con planteos renovados la mutación del
escenario político santafesino en el primer tercio del siglo XVIII a través de la figura del
Gobernador Bruno de Zabala, que emerge en esta etapa como una pieza clave dentro
del temprano proyecto centralista de los Borbones en el Río de la Plata.
Sin desconocer estos interesantes aportes, sostenemos que las políticas
reformistas en Santa Fe se dieron con mayor intensidad luego de la expulsión de los
jesuitas, más precisamente con la constitución de la Junta Municipal de
Temporalidades. ¿Cuáles son los indicios que tenemos para sustentar tal cosa? Las
fuentes son bastante elocuentes al respecto: la compleja, tensa y cambiante relación
entre los proyectos de fortalecimiento de la autoridad monárquica y los intereses
creados en la sociedad local se hicieron sentir durante buena parte de la segunda
mitad del siglo XVIII, pero fue con la constitución de dicha Junta cuando estos
conflictos llegaron a su punto más álgido.
Notamos que la propia dinámica de la etapa considerada puso a notables,
funcionarios y a los mismos jesuitas –la orden más poderosa de la región- a una
permanente redefinición política, teniendo que enfrentar los constantes cambios
provocados por el dinámico ejercicio de la autoridad estatal impuesto por los
Borbones. En este sentido, los bienes que debieron dejar los jesuitas – las
Temporalidades- vino a agregar al escenario político antes descrito un elemento de
tensión al poner en disponibilidad un cuantioso capital mueble e inmueble que antes
circulaban por canales económicos y mercantiles controlados por la Compañía. Estos
bienes, en un primer momento, fueron administrados provisoriamente (1767-1771) por
funcionarios pertenecientes a la élite local, siendo el Teniente de Gobernador, Joaquín
Maciel, principal autoridad de la ciudad en esta etapa, el mayor responsable en
resguardar los intereses de la Corona. Sin embargo, durante su administración se
cometieron todo tipo de defraudaciones, desatando en el interior de la élite una serie
de pugnas y enfrentamientos que se expresaron en fuertes conflictos en el ámbito
capitular, espacio por excelencia del gobierno local.
En 1771, de acuerdo a la Real Cédula de 27 de marzo de 1769, se constituyó
en Santa Fe la Junta Municipal de Temporalidades. Esta medida, aparentemente, no
tenían otro objetivo que conocer el estado de las Temporalidades para su mejor
administración y posterior venta. Sin embargo, la designación de Juan Francisco de la
Riva Herrera –funcionario español de carrera- como presidente de dicha Junta
introdujo elementos nuevos en el sistema de gobierno de la ciudad, altamente
conflictivos, debido a la fuerte significación política: además de Presidente de la Junta
de Temporalidades se le otorgó el cargo de Gobernador de las Armas de Santa Fe.
Las funciones militares en esta ciudad siempre fue una prerrogativa de los notables
locales y, en particular, de los Tenientes de Gobernadores; estos hacían valer sus
fueros militares, como así también su extensa red de clientes, allegados, paniaguados,
obligados y parientes en la cual se apoyaban para ejercer un poder de hecho y, por lo
tanto, difícilmente cuestionable por las autoridades locales. Con las nuevas
disposiciones el mando y las decisiones militares quedaban en posesión del
funcionario español y Santa Fe, por algunos años, no pudo contar con un Teniente de
Gobernador.

LAS FUENTES
Los criterios que hemos tomado para seleccionar las fuentes de la
investigación están estrechamente ligados a nuestro objeto de estudio. Efectivamente,
nuestro interés, lo manifestábamos más arriba, está centrado en los estratos
superiores de la sociedad santafesina, lo cual nos constriñe, y a su vez nos guía, en la
búsqueda de la información en los archivos. Cabe aclarar que en una sociedad dónde
la mayor parte de sus miembros eran analfabetos, aquellos que tenían el monopolio
del poder político aparecen mejor representados en la documentación. ¿Quiere decir
esto que la abundancia de la documentación nos asegura la viabilidad del proyecto?
Para nada. Un conjunto de procedimientos o métodos para la construcción de la
evidencia empírica nos permitirá saber, en lo posible, si la selección fue la adecuada y
las fuentes seleccionadas son suficientes.
Efectivamente, a lo largo del desarrollo de nuestra investigación nos
encontramos que la documentación disponible en los archivos consultados presenta
lagunas y algún deterioro, de todas maneras, consideramos que tienen un adecuado
grado de representatividad y no constituye impedimento alguno para el abordaje de la
temática elegida. No obstante, el único inconveniente que es necesario subsanar es la
falta de homogeneidad en la información que proporciona el material documental: las
fuentes que se ocupan del reformismo borbónico, en general, y de la expulsión de los
jesuitas, en particular, a pesar de su diversidad, como mencionaremos a continuación,
predominan las provenientes de las autoridades locales y los funcionarios españoles.
En efecto, una documentación básica para nuestra investigación son las Actas
capitulares y los Autos de gobierno, que por su especificidad están más acotadas a la
acción de gobierno de los actores que actúan en el escenario público de la ciudad. Es
decir, reflejan el manejo que los vecinos más prominentes tenían de la función pública,
las estrategias que instrumentaban, los recursos que disponían. No obstante,
debemos hacer algunos comentarios de particular importancia para el análisis crítico
de estas fuentes de carácter protocolar.
Por un lado, si bien esta documentación posee como principal cualidad su
continuidad en el tiempo, la información que nos brinda está acotada a la práctica de
gobierno de la élite local, lo que nos obliga a tener cuidado porque el discurso
emanado del Cabildo es el propio del grupo que tiene presencia, representatividad y
poder, y como expresan los mismos actores en otros escritos no siempre daban
cuenta de todo lo que sucedía. Es decir hay que tener en cuenta lo que “se calla”, o se
omite, juega aquí las intencionalidades de los sujetos políticos participantes. Por otro
lado, si bien el discurso de estos actores es formalizado, no es homogéneo. En los
intersticios de éste se abre paso voces que dejan entrever los juegos de intereses y
las tensiones entre los grupos que pujan por maximizar los recursos materiales y
simbólicos.
Los documentos emanados de la Junta Municipal de Temporalidades de Santa Fe
constituyen otro material excepcional por la calidad de la información que poseen. En
ellos hallamos un universo abigarrado de información como, por ejemplo, informes
sobre el estado de los bienes temporales, recepción de posturas, tasaciones, ventas,
encargos de comisiones, litigios, demarcaciones de terrenos, investigaciones a
notables de la élite local por denuncias de la Real Hacienda y todo aquello relacionado
con la administración de los bienes que habían pertenecido a los jesuitas.
En los Acuerdos de la Junta Municipal de Temporalidades, acotados en el
tiempo entre los años 1771 y 1790, hay una presencia importante del discurso del
representante de la corona, a través de su presidente, lo nos permiten contrapesar la
parcialidad y la sobrerrepresentación de la élite local en las Actas de Cabildo. Sin
embargo, no debemos exagerar esta presencia del Estado peninsular en las Juntas de
Temporalidades: los demás miembros que integran el cuerpo provienen de los
gobiernos locales, y poseen un peso importante en las decisiones que se toman en
dicho cuerpo.
La documentación referida más arriba se está contrastando con la proveniente de los
“Acuerdos del extinguido Cabildo de Buenos Aires” y los “Acuerdos de la Junta
Provincial de Temporalidades”, que se hallan en el Archivo General de la Nación. Ello
nos permitirá situar nuestra problemática en un contexto más amplio, que es el
perteneciente al espacio de la Gobernación del Río de la Plata.
En cuanto a los Expedientes Civiles y Escrituras Públicas, localizados en el
Departamento de Estudios Etnográficos y Coloniales de Santa Fe agrupan
documentos de distinto tipo: mercedes y escrituras de tierras, escrituras de ventas,
títulos de propiedad, donaciones, testamentos, autos, inventarios y embargo de
bienes, pleitos, en cambio, el segundo, contienen testamentos, obligaciones,
fletamentos de mercaderías, ventas de tierras, inventarios de bienes, contratos de
sociedades, cartas dotales, recibos de dinero. Este tipo de fuentes nos permite
complementar la documentación oficial, tan abundante en información sobre la
actuación política de los más destacados personajes de la élite, y nos proporcionan los
indicios necesarios para revelar algunas de las estrategias seguidas por las figuras no
originarias de Santa Fe que se incorporaron a la élite de la localidad en la segunda
mitad del siglo XVIII.1

PLANTEAMIENTOS TEÓRICO-METODOLOGÍCO
Breve planteo teórico
Para visualizar la constitución interna de la élite santafesina y acercarnos a los
márgenes cambiantes del grupo considerado estimamos conveniente abandonar
planteamientos de tipo macrohistóricos y recurrir a los planteamientos micro-históricos
porque nos parecen adecuados para tratar dicha problemática. Es decir, la reducción
de la escala de observación nos ayudaría a “reconocer la diversidad de los contextos y
de las experiencias sociales a través de las cuales los actores construyen sus
acciones”. Sin duda, esta perspectiva de análisis nos permitiría penetrar en el
intrincado marco de actuación de las redes de sociabilidad del entramado social
santafesino. La reconstrucción de los linajes familiares de los prominentes miembros
de la élite santafesina, combinado con la explotación de fuentes históricas abundantes
– y muy especialmente las fuentes del aparato administrativo y de gobierno de la
ciudad- puede resultar enriquecedor para describir y explicar las estrategias siempre
cambiantes de acuerdos, alianzas y tensas relaciones entre los notables locales y
entre éstos y los representantes peninsulares de la burocracia colonial. De la misma
forma, sería posible explicar cómo un acotado grupo de vecinos notables accedían a
ciertas instancias de poder combinando innumerables estrategias de relaciones, no
sólo familiares sino también informales, que se activaban cada vez que se necesitaba
reforzar los vínculos para hacer frente a conflictos de solidaridades.

Metodología
La información del corpus documental obtenido está siendo procesada a partir
de un cuestionario “tipo” pero flexible. Los datos extraídos seguramente nos acercarán
a la compresión de los problemas planteados. El cruzamiento de la información

1
En la medida que la investigación avance iremos incorporando la siguiente documentación: relatos de
viajeros, cartas anuas, correspondencia de particulares, informe de misioneros, etc.
cuantitativa y cualitativa de aquí en más será recurrente y absolutamente necesaria en
la tarea de reconstrucción de la sociedad santafesina de la segunda mitad del siglo
XVIII. En la medida que la información disponible lo posibilite intentaremos algún tipo
de cuantificación, especialmente en lo referente con la Administración de las
Temporalidades, lo cual resultará de suma utilidad la representación gráfica de los
datos obtenidos y la construcción de cuadros.
Las fuentes notariales, en particular los testamentos, constituyen un
instrumento esclarecedor que nos permite detectar la diversidad y la movilidad interna
de la élite santafesina, especialmente las estrategias seguidas por las figuras no
originarias de Santa Fe que se incorporaron a dicha élite en la segunda mitad del siglo
XVIII. En este sentido, es probable que de aquí se derive en una serie de estudios de
casos relevantes o representativos,2 para lo cual la prosopografía, es decir la biografía
colectiva construida mediante los caracteres externos de los miembros de un grupo
social identificado a partir de sus características observables, es una herramienta de
utilidad para establecer un universo de análisis y luego formular una serie de
preguntas –nacimiento, muerte, matrimonio y familia, orígenes sociales, posición
económica, lugar de residencia, ocupación, etc. Finalmente, las informaciones
obtenidas sobre los diversos individuos se yuxtapondrán para buscar variables
significativas. Esta herramienta es útil para abordar, entre otras cuestiones, la
estructura y movilidad social. En este sentido, la documentación de tipo administrativa-
política nos aporta datos significativos acerca de la importancia de los cargos
ocupados, los años en que los cargos fueron retenidos, de los sujetos que lo detentan,
información a cruzar con la ubicación en la estratificación social, imbricándose con la
estructura de poder.

2
En estos últimos años, y a medida que la documentación lo permitía, hemos analizados dos casos en
particular: Joaquín Maciel y Juan Francisco Aldao. Véase CORI, Gabriel, El Teniente de Gobernador
Joaquín Maciel y la administración de las Temporalidades. Santa Fe, 1776 – 1771, Historia Regional 24,
Villa Constitución, Setiembre 2006; CORI, Gabriel, La circulación de la élite santafesina en la segunda
mitad del siglo XVIII. El caso de Juan Francisco Aldao, En prensa.

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