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FACULTAD LATINOAMERICANA

DE ESTUDIOS TEOLÓGICOS

FLET

ENSAYO:

DISFRUTANDO EL MATRIMONIO Y LA FAMILIA


Rompiendo con el aburrimiento en el matrimonio y la familia.
La importancia del propósito y las metas familiares.

Materia: El Matrimonio y la familia - HU 103B

Autor: Rubén Darío González Solano

Profesor: Dr. Richard Ramsay

FLET
29/07/2009
DISFRUTANDO EL MATRIMONIO Y LA FAMILIA

INDICE
Página
INTRODUCCIÓN……………………………………………………………………………………………………………………….……...3
I. Rompiendo el aburrimiento……………………………………………………………………………………………………..….…….…4
A. “La ley de la entropía”: El desorden…………………………………………………………………………………….……..4
1. Condenados al aburrimiento, a los conflictos y a la disolución………………………….……………….…….4
2. Por desidia…………………………………………………………………………………………………….….…..4
B. La ley de la habituación: La necesidad de nuevas aventuras…………………………………………………….………..5
1. Para los matrimonios acomodados………………………………………………….........................................5
2. Para los matrimonios rendidos…………………………………………………………………….……….……....5
3. Para los matrimonios impotentes……………………………………………………………………………….….5
C. La ley de la elección: Disfrutar del matrimonio y la familia es una elección………………………………………..….....6
1. La madurez es una elección volitiva……………………………………………………………………….……....6
2. La soltería como elección alternativa…………………………………………….……………………..…..……..6
3. La homosexualidad es una elección moral…………………………………………………………….……..…..6
4. El matrimonio es una elección valiente………………………………………………………………..……..…...6
II. Dando sentido a la vida: Fijándose metas para disfrutar hasta la vejez………………………………………………….………...…7
A. Las metas extrínsecas………………………………………………………………………………………………….……….7
B. Las metas intrínsecas y la personalidad…………………………………………………………………………..………….7
III. Fieles en el sexo y en el amor…………………………………………………………………………………………………………….8
A. La fidelidad: una necesidad humana……………………………………………………………………….…………………8
B. La fidelidad: libertad para vivir…………………………………………………………………………………...…………….8
C. La fidelidad: perdón incondicional……………………………………………………………………………….……….……8
D. La fidelidad: más que moralidad es nobleza y lealtad…………………………………………………………….…….…..8
E. La fidelidad: cumplimiento del deber conyugal……………………………………………………………….……………...9
F. La fidelidad: un pacto de amor…………………………………………………………………………………….…………..10
G. La fidelidad: Un acto de responsabilidad………………………………………………………………………..……….…..10
H. La fidelidad: Un asunto de carácter…………………………………………………………………………………………..10

EL TESTAMENTO DE MIS PADRES


IV. Aprendiendo de cómo unos han elegido vivir…………………………………………………………………………………………..11
Una manera de agradecer a nuestros padres por sus valores y lucha por la familia.
A. El reencuentro con mis padres: Una inspiración para vivir…………………………………………….….……………….11
B. Cuando estás a punto de perderlos: crees que no los has disfrutado suficiente……………….…………..…………11
C. Viviendo el pasado para conquistar el futuro: en los bordes de la vida y muerte……………….…………………….11
D. Tiempo de reflexión: tiempo de renovación………………………………………………………….……………….……..11
E. Aprendiendo de mis viejos: un legado para la vida…………………………………………………………………………12

EL TESTAMENTO DE MIS SUEGROS


V. Aprendiendo de cómo unos han elegido morir………………………………………………………………………………………….13
Aprender de cómo unos han elegido morir es la virtud del que quiere saber vivir.
A. El reencuentro con mis suegros…..…………………………………………………………………….…………………….13
B. La preocupación por los seres queridos………….………………………………………………………………………….13
C. La mejor herencia……………………………………………….……………………………………………………………...13
D. El recuerdo de lo que un día fue………………….…………………………………………………………………………..13
E. El cuidado del amor…………………….………………………………………………………………………………………14
F. Vivir con sentido de misión………………………….………………………………………………………………………...14
G. El amor incondicional……………………….………………………………………………………………………………….14
H. La mejor realización en la vida……………….……………………………………………………………………………….15
I. El amor de los abuelitos…………...……………………………………………………………………………………………15
J. El amor de dos hombres……………………..………………………………………………………………………………...15
K. Aun hay tiempo para el cambio………………………….……………………………………………………………………16
CONCLUSIÓN…………………………………………………………………………………………………………………………………16
Bibliografía………………………………………………………………………………………………………………………………….…..17

ENSAYO: DISFRUTANDO EL MATRIMONIO Y LA FAMILIA – REV. RUBEN DARIO GONZALEZ SOLANO - FLET 2
INTRODUCCIÓN

Me disponía a escribir un ensayo mucho más complejo como requisito del curso sobre “El
matrimonio y la familia” de la Universidad FLET, algo más informativo e instructivo, de hecho ya
contaba con el bosquejo, excelente y desafiante desde mi punto de vista. Pero entonces recordé que había
escrito una serie de artículos en mi blog (www.mentor4you.org/blog), sobre el matrimonio y la familia,
los cuales además de ser muy instructivos también eran muy inspiradores, sobre todo por compartir desde
y acerca de mi experiencia personal y familiar, algunos a manera de testimonio.

Así que, he decidido compartir dichos artículos, ahora revisados, corregidos y arreglados a manera
de ensayo. Algunos los habrán ya leído en mi blog, pero en este nuevo formato tengo la oportunidad de
ofrecerlos juntos y a un grupo de lectores diferentes, contando además ahora con un estilo y propósito más
académico.
Ya en alguna ocasión me había preguntado si valía la pena escribir en mi blog sin contar con
alguna otra clase de motivación que por el placer de escribir y compartir mis ideas y experiencias, el
hecho de ser leídos por algunos ya es bastante para mí, pero ciertamente he dedicado tanto tiempo en
estudio y esfuerzo para compartir mis ideas y experiencias en relación a cómo disfrutar el matrimonio y la
familia, que al hacerlo ahora en este formato obtendré, al menos, un crédito académico por ello.

En mi experiencia como consejero familiar y matrimonial me he preguntado el motivo por el cual


muchos se aburren de su pareja, de su cónyuge, y del por qué algunos hijos preferían abandonar el grupo
familiar, y sin pretender contar con el patrimonio de la respuesta, ofrezco en el presente ensayo, con la
siguiente compilación de mis artículos, una de las posibles soluciones para el aburrimiento y la
desintegración familiar: Vivir con sentido de misión, con propósito y metas familiares.
Por años he estudiado sobre la importancia del vivir por principios y con propósito en la vida,
estableciéndose metas comunes que nos ayuden a vivir y convivir con pasión, de tal manera que siempre
haya algo más grande que nosotros mismos, algo por lo cual luchar y compartir en el matrimonio y la
familia, y he descubierto que de hecho eso hace que gocemos más del vivir juntos.

Incluyo un artículo sobre sexo y fidelidad, quizá todos mis artículos sean en alguna manera
conflictivos o cuestionables, pero de alguna manera serán discutidos y nos harán reflexionar, y
ciertamente el sexo es un área en la cual debemos aprender a ponernos metas para disfrutar más, porque
con seguridad esto nos ayudaría a hacer la vida más apasionada y menos aburrida.

Finalmente ofrezco dos testimonios, uno como el testamento de mis padres, y el otro como el
testamento de mis suegros. Ambos testimonios como agradecimiento por todo el amor, cariño y afecto que
nos ofrecieron en nuestra niñez y juventud, el cual fue vital para que creciéramos sanamente. También
como reconocimiento por habernos heredado un modelo de esfuerzo y lucha por los valores de la familia y
por la pasión y ahínco con que emprendieron sus metas familiares, dejándonos como legado un reto y una
oportunidad para hacerlo nosotros mejor.

Dedico este ensayo a mi esposa Dalila y a mis hijos: Débora Dalila, Lilian Elisa y Rubén Darío. Con
quienes hemos podido disfrutar en compañía del amor y cariño de cada uno, y con quienes seguimos
ocupados en el esfuerzo de lograr las mejores metas para cada uno. ¡Sigamos que lo lograremos!

ENSAYO: DISFRUTANDO EL MATRIMONIO Y LA FAMILIA – REV. RUBEN DARIO GONZALEZ SOLANO - FLET 3
DISFRUTANDO EL MATRIMONIO Y LA FAMILIA

I. Rompiendo el aburrimiento.

Es triste poder darnos cuenta de cuantas personas viven sin saber cómo disfrutar su matrimonio y
su familia. Los divorcios siguen creciendo en su número, aún entre los evangélicos más conservadores; así
como también ha aumentado el número de jóvenes adolecentes que abandonan el hogar o que buscan
escapar del infierno de sus hogares, refugiándose en diferentes actividades delictivas o en la dependencia
de drogas, el alcohol o el sexo.

Edificar un matrimonio en el cual se disfruta por lo que se es en sí mismo, por lo que somos juntos
y mientras hacemos lo que hacemos juntos, demanda del ejercicio de la voluntad para quererlo y elegirlo,
como también disfrutar del esfuerzo voluntarioso del amor para cultivarlo con el tiempo.
Esto ayudará a edificar una familia que se gozará y disfrutará cultivando la diversidad y la
integración de cada uno de sus miembros durante la convivencia familiar.
Es esto y más, es lo que hará que disfrutemos el convivir con el cónyuge y con los hijos, porque
creo firmemente que no debemos conformarnos y menos resignarnos a tan solo sobrevivir o convivir
como matrimonios o familias, sino buscar y trabajar, dedicando un esfuerzo constante y consecuente para
hacer de nuestros matrimonios y familias, grupos de convivencia agradable en el cual cada uno nos
sintamos amados, seguros, apoyados y felices.

“Sea bendito tu manantial, y alégrate con la mujer de tu juventud, como una preciosa cierva o una graciosa gacela. Sus pechos
te satisfagan en todo tiempo, y en su amor recréate siempre. “(Prov. 5:18-19; RV89).

A. “La ley de la entropía”: El desorden.

1. Condenados al aburrimiento, a los conflictos y a la disolución.


Esto podrá creerse algo sobrentendido por sí mismo, un elemento inherente a la vida de cualquier
familia, pero no es así, sino por el contrario, la mayoría de familias o de miembros en una familia no
disfrutan de convivir juntos. La mayoría inicia su vida matrimonial y familiar creyendo que así como
inició va a continuar, como por inercia, como por obra de la naturaleza misma, como si el orden y la
concordia fueran el curso normal de toda relación humana.
Olvidamos que una de las leyes naturales que se imponen también en las relaciones humanas es la
“entropía”, la tendencia al desorden, por lo que toda relación humana, en la cual no se dedique ningún
esfuerzo prolongado y constante para ordenarla, tenderá por sí misma al aburrimiento, al conflicto, a la
crisis, a la disolución. Es un hecho demostrado en todos los ámbitos de la naturaleza y del universo, pero
muchos prefieren seguir confirmándolo, aunque seguirán atribuyéndoselo a otras causas, como a la
incompatibilidad, a la pobreza o al estrés.

2. Por desidia.
Lo cierto es que debería, cada uno, asumir su responsabilidad, de ser, por lo menos, consciente que
se debe a su cobardía y pereza, a su falta de deseo y de voluntad, a la falta de interés y determinación para
informarse, esforzarse y dedicarse para crecer personalmente.
Solo siendo conscientes de la necesidad de dedicarnos durante toda nuestra vida al crecimiento
personal, podremos traer el orden mínimo y necesario en nuestro interior, en nuestro matrimonio y en
nuestra familia, para poder disfrutar su convivencia.
El disfrute y la felicidad de contar con una familia agradable, resulta del esfuerzo y del sacrificio
para madurar, pero en ningún caso de los genes o del temperamento.

ENSAYO: DISFRUTANDO EL MATRIMONIO Y LA FAMILIA – REV. RUBEN DARIO GONZALEZ SOLANO - FLET 4
B. La ley de la habituación: La necesidad de nuevas aventuras.

“Los milagros son maravillosos la primera vez, pero la repetición les hace perder el encanto.”1
T. D. Wilson y D.T. Gilbert

Daniel Gilbert dice: “Cuando tenemos una experiencia, ya sea que escuchemos una sonata en particular, que hacemos el
amor con cierta persona o que observamos la puesta del sol desde una ventana en cierta habitación, comenzamos rápidamente
a adaptarnos, y las experiencias repetidas nos producen cada vez menos placer. Los psicólogos llaman a este fenómeno
“habituación”, los economistas lo llaman utilidad marginal en curso de disminución, pero nosotros los demás le decimos
matrimonio.” 2

1. Para los matrimonios acomodados:


Definitivamente tenemos que abandonar el aburrimiento en nuestros matrimonios y familias,
rompiendo con lo rutinario y la simplicidad, trayendo un poco de aventura y de complejidad a nuestras
vidas.
El matrimonio está perdiendo interés debido a la mala promoción que la mayoría está dando,
debido a la mala vida que muchos están llevando en sus matrimonios y a la dolorosa experiencia de la
separación, y del divorcio.
No solo promueven mal el matrimonio aquellos que lo rompen, sino también, aquellos que no lo
rompen legalmente pero que de hecho ya lo han roto, resignándose a vivir vidas insatisfactorias y muchas
veces miserables. Tampoco promueven el matrimonio aquellos que, aunque no tienen conflictos o vidas
desagradables, todo lo que esperan del matrimonio es la comodidad de tener donde y con quien dormir,
además de contar con alguien que te sirva o de quien depender, pero en ninguna manera para amar y
disfrutar de su cónyuge.

2. Para los matrimonios rendidos:


Personalmente no condeno el divorcio cuando se ha demostrado que se ha hecho todo lo posible
por cambiar y se ha llegado ya a una relación en la cual no se puede convivir agradablemente, donde ya no
hay un compromiso de amor y de convivencia agradable, y más aun si la integridad física de uno de los
cónyuges está en peligro.
Yo creo que todos merecemos una nueva oportunidad, ya sea por cambiar el rumbo y el estado
actual de las cosas o por cambiar las cosas para ofrecerle un nuevo comienzo y rumbo a nuestra vida.
Son muchos los cónyuges que siguen juntos más por conveniencia, por presión social, moral o
religiosa, como también por la costumbre o por los hijos, en caso de tenerlos. Por lo menos aquellos que
rompen su matrimonio, reconocen su condición desagradable y la indisponibilidad de aceptar convivir en
dicha relación.

3. Para los matrimonios impotentes.


Pero, cuánto no lograrían si tan solo usaran el mismo coraje con el que rompen su matrimonio, en
poder restaurar o instaurar en dicha relación, los principios para formar una relación agradable.
No estoy, para nada, promoviendo el divorcio como solución inevitable a las relaciones aburridas y
desagradables, por el contrario, quiero desafiarte a renunciar al conformismo, a abandonar dicha pasividad
y estado de resignación impotente, a hacer un cambio en tu relación matrimonial, pero en ningún caso a
cambiar a tu cónyuge.
Existe una alternativa para el divorcio, para evitar aquellas relaciones aburridas y desagradables,
pero de ninguna manera es una fácil, ya que esta demanda una dedicación consciente y constante,
asimismo carácter y coraje para hacer lograr, con el tiempo, que esta relación sea prolongada y llena de
satisfacción. ¡No te declares impotente!
1 y 2- Daniel Gilbert, “In cautarea fericirii” (En la búsqueda de la felicidad). Bucarest: Cartea Veche, 2008. Pág. 187

ENSAYO: DISFRUTANDO EL MATRIMONIO Y LA FAMILIA – REV. RUBEN DARIO GONZALEZ SOLANO - FLET 5
C. La ley de la elección: Disfrutar del matrimonio y la familia es una elección

1. La madurez es una elección volitiva.


No se debe acusar al matrimonio de irrelevante e inoperante y menos descartar su necesidad y
funcionalidad satisfactoria como institución o como base de la familia, basados en el fracaso de unos o de
muchos, incluyendo el de nuestros propios padres. En la mayoría de casos, la causa ha sido el no haber
sabido convivir placenteramente en dicha relación con amor y compromiso, pero en ningún momento se
ha debido a la mala suerte o al simple hecho de haberse casado.
El fracaso se ha debido más a la inmadurez, a la ignorancia y a la cobardía, en fin, a la falta de
verdadera dedicación y esfuerzo para saber vivir disfrutando de dicha relación, sacando provecho al
máximo de los beneficios y servicios del convivir juntos, motivados por el amor y la responsabilidad
activa.

2. La soltería como elección alternativa.


El matrimonio es una relación que nos desafía al máximo, que nos reta a crecer, a madurar, a gozar
y a realizarnos como individuos, pero en ningún caso nos invita a la pasividad ni al conformismo.
También es cierto que en muchos casos son los prejuicios religiosos o sociales, los complejos o la falsa
moralidad, los que han llegado a minar las bases de la verdadera satisfacción matrimonial.
Pero cualquiera sea el problema en un matrimonio o los malos ejemplos que hayamos observado o
vivido, nada justifica la soltería como alternativa por el temor a unirse y fracasar en el matrimonio. La
soltería solo es una elección cuando no hay opción o cuando la eliges como alternativa con propósito.

3. La homosexualidad es una elección moral.


Que me perdonen los homosexuales y las lesbianas, pero no existe ninguna otra organización
social más placentera que aquella motiva por el amor entre un hombre y una mujer, pues ninguna otra
relación nos obliga a desarrollar y dar lo mejor de nosotros para poder disfrutar de lo mejor que tenemos
como seres humanos. Cualquier intento por elegir sustituirla será consecuencia natural de la entropía
moral, pero en todo caso una elección.

4. El matrimonio es una elección valiente.


Por lo que, elegir no contraer matrimonio, como elegir cualquiera otro tipo de unión que no sea
una heterosexual, motivados por temor al fracaso y/o por desacuerdo con las exigencias morales,
psíquicas, espirituales y emocionales que esto conlleva; así como hacerlo solo por placer o por la
comodidad, manifiesta la elección por un camino más fácil pero en ningún caso más satisfactorio.
Esto significa renunciar a seguir creciendo, renunciar a construir una relación donde el amor exige
y donde el placer resulta del esfuerzo constante. Es que no existe otra institución social que ponga a
prueba nuestro carácter y cualidades hasta sus límites, como tampoco donde se nos permita crecer
sanamente y convivir placenteramente dentro de una relación de amor incondicional, solamente en la
familia que tiene como base el matrimonio entre un hombre y una mujer.

Esta relación y la calidad de esta relación es tu elección.

ENSAYO: DISFRUTANDO EL MATRIMONIO Y LA FAMILIA – REV. RUBEN DARIO GONZALEZ SOLANO - FLET 6
II. Dando sentido a la vida

Fijándose metas para disfrutar hasta la vejez.

Salomón nos invita a disfrutar de la vida con la mujer que amamos y con seguridad ella disfrutará
también al ser amada: “Goza de la vida con la mujer que amas, todos los días de la vida de tu vanidad que te son dados
debajo del sol, todos los días de tu vanidad; porque ésta es tu parte en la vida, y en tu trabajo con que te afanas debajo del
sol.” (Eclesiastés 9:9)

A. Las metas extrínsecas:


En fin, cualquiera sean los motivos por la que muchos matrimonios deciden continuar juntos a
pesar de su falta de satisfacción, estos con seguridad son extrínsecos, como ya lo he mencionado antes:
por conveniencia, presión social, valores religiosos o por necesidad.

Como bien lo dice el renombrado Psicólogo, Mihaly Csikszentmihalyi3: “Si los divorcios eran poco
frecuentes en el pasado, no es porque los esposos y las esposas se amasen más el uno al otro, sino porque los esposos
necesitaban que alguien cocinase y cuidara la casa, las esposas necesitaban que alguien llenase la despensa y los niños
necesitaban de ambos padres a fin de comer, dormir y empezar a andar en el mundo. Los “valores familiares” que los mayores
tanto se esforzaban en inculcar a los jóvenes eran un reflejo de esta simple necesidad, aun cuando se disfrazaban de
consideraciones religiosas y morales. Por supuesto, una vez se había enseñado que los valores familiares eran importantes, la
gente aprendía a tomarlos seriamente y evitaba que las familias se desintegrasen. Demasiado frecuentemente, sin embargo, las
reglas morales eran una imposición de fuera, una limitación externa bajo la cual maridos, esposas y niños estaban presos.”4

Actualmente, cuando resulta más fácil divorciarse y cuando nos sentimos menos presionados a
mantener una relación por compromiso, necesidad o conveniencia, aun son muy pocos aquellos
matrimonios que permanecen juntos por largo tiempo motivados realmente por el disfrute de dicha
relación.

B. Las metas intrínsecas y la personalidad:


Pero ahora es cuando se podría disfrutar más del matrimonio, pues es ahora cuando resulta más
fácil construir y mantener una relación basada en motivaciones intrínsecas: como el amor, el propósito, el
gozo y el placer sexual.
El disfrute o satisfacción, es en sí mismo una causa intrínseca, pero no es por sí sola la motivación
principal, sino más bien, el fruto satisfactorio de otras motivaciones intrínsecas. Una de estas
motivaciones intrínsecas, una muy importante entre todas ellas, es el establecimiento constante en el
transcurso de toda nuestra vida juntos, de metas y propósitos comunes por los cuales vivir, que nos
provoquen a su búsqueda y a su consecución en un esfuerzo mancomunado.

Alguno de esos propósitos o metas podrían ser, para ofrecer algunos ejemplos: Educarnos y
aprender a construir un matrimonio fuerte y agradable, educarnos y aprender a ofrecernos y a disfrutar los
placeres sexuales, educarnos y aprender a ser buenos esposos, educarnos para aprender a apoyarnos
recíprocamente en lograr nuestro máximo potencial personal y profesional, ofrecerles un buen ejemplo y
una buena educación a nuestros hijos, educarnos y aprender a ser buenos padres, educarnos y aprender a
disfrutar de una relación matrimonial agradable y llena de satisfacción mientras envejecemos juntos.

3-Mihaly Csikszentmihalyi, nacido el 29 de septiembre de 1934, es profesor de psicología en la Universidad de Claremont (California) y fue
jefe del departamento de psicología en la Universidad de Chicago y del departamento de sociología y antropología en la Universidad Lake
Forest. Ha destacado por su trabajo acerca de la felicidad, la creatividad, el bienestar subjetivo y la diversión, pero es más famoso por su
creación de la idea de flujo y por el trabajo que ha realizado durante mucho tiempo acerca de ese tema. (Wikipedia)
4-Mihaly Csikszentmihalyi. Fluir, La Psicología de las experiencias óptimas. Barcelona: Editorial Kairos.2000. El Flujo en la Familia. Pág-
268)

ENSAYO: DISFRUTANDO EL MATRIMONIO Y LA FAMILIA – REV. RUBEN DARIO GONZALEZ SOLANO - FLET 7
Me encanta la relación y la importancia que Mihaly Csikszentmihalyi da a las metas familiares:
“Lo que está claro es que la familia puede hacer que uno sea muy feliz o puede ser una carga insufrible. Lo que será depende,
en gran parte, de cuánta energía psíquica inviertan los miembros de la familia en su relación mutua, y especialmente en las
metas de los demás.”5

Y también su definición de la personalidad:


“La personalidad es la suma y la organización de las metas. De este modo, entrar en cualquier relación supone una
transformación de la personalidad.”6

III. Fieles en el sexo y en el amor

A. La fidelidad: una necesidad humana.


La fidelidad no es un dogma religioso, no lo impone la monogamia o el cristianismo, es una
necesidad humana en una relación de amor, es una necesidad de aceptación, de seguridad y de respeto en
cada uno de nosotros. Dios nos es fiel a nosotros, sabemos bien que él no nos va a abandonar, aun la
Biblia nos otorga esta confianza y libertad de vivir cuando nos enseña acerca del perdón de nuestros
pecados y nos da la seguridad de nuestra salvación:

“¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o
espada?… Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de
que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni
ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.” (Rom. 8:35, 37-39)

B. La fidelidad: libertad para vivir.


La fidelidad nos otorga libertad, libertad que se basa en el amor y en el compromiso, una libertad
basada en el carácter del cónyuge; pero aun así, dicho carácter por muy maduro que sea no nos puede
asegurar que dicha persona sea justa, perfecta o inmaculada. ¡No! De hecho la fidelidad nos da la libertad
de vivir sin ser coaccionados o acusados, sintiéndonos culpables y sospechados.

C. La fidelidad: perdón incondicional.


La fidelidad no significa solamente la seguridad de que no vamos a ser abandonados de nuestro
cónyuge o que no nos va a “quemar la pierna” o a “poner los cuernos”, en relación solo con el engaño o la
traición, ¡No! También lleva consigo la seguridad del perdón incondicional, la disposición de perdonarnos
cualquier pecado o error, de perdonarnos cualquier decepción.

En una relación de matrimonio la mujer espera que el hombre le sea fiel, que no la engañe con
otra, pero esto lo espera igualmente el hombre de su mujer, y ambos esperan que en un dado caso de
infidelidad van a recibir el perdón incondicional.
Por eso tenemos necesidad de otra cualidad en nuestro carácter que debe ir acompañando siempre
a la fidelidad, cualidad necesaria para poder contraer o mantener el matrimonio, o sea, la capacidad de
perdonar. Bien lo ha dicho Josh McDowell en una conferencia ofrecida en Bucarest, “quien no pueda
perdonar no debería casarse”.

D. La fidelidad: más que moralidad es nobleza y lealtad.


La mayoría toma los dichos populares o generaliza una mala experiencia al decir por ejemplo,
“todos los hombres son iguales”, tendrán razón si se refieren al hecho de que en todos existe la
potencialidad del pecado, pero esto no quiere decir que todos sean infieles.

5- Mihaly Csikszentmihalyi. Fluir, La Psicología de las experiencias óptimas. El Flujo en la Familia. P-266)
6- Mihaly Csikszentmihalyi. Fluir, La Psicología de las experiencias óptimas. El Flujo en la Familia. P-267)

ENSAYO: DISFRUTANDO EL MATRIMONIO Y LA FAMILIA – REV. RUBEN DARIO GONZALEZ SOLANO - FLET 8
Es probable que sean muchos aquellos que han tenido una aventura ya sea emocional o sexual, pero no
debemos generalizar.
Tampoco creo que debamos de referirnos a aquellos que han tenido esas aventuras con el estigma
de infieles, y menos incluir en dicho sintagma a quienes las han tenido solo ocasionalmente, pues una cosa
es haber fornicado y otra estar fornicando, una cosa es haber tenido una aventura sexual y otra vivir una
aventura amorosa, una es haber adulterado y otra vivir en adulterio.

Aunque la Biblia condena todos los casos como pecado, el sustantivo “adultero” se lo atribuye a
aquel que vive una experiencia extramarital deliberada por desamor a su cónyuge. El adulterio se refiere a
la infidelidad, a la deslealtad y al rompimiento del pacto de amor, a la perfidia. La fornicación tiene que
ver con cualquier clase de inmoralidad sexual, aun sin la intención de romper el matrimonio, como cuando
una pareja casada practica el sexo en grupo sin la intención de serse infieles.
En ningún caso la Biblia llama adultero a aquel que fornicó casualmente y sin la intencionalidad de
romper el matrimonio, entonces usa un verbo y no un sustantivo, el verbo “adulteró” en tiempo pasado, ya
sea que haya codiciado en su corazón o que haya tenido una experiencia carnal extramarital, en ambos
casos se le atribuye a la acción el atributo de infidelidad no así a la persona. De hecho la Biblia llama
adulterio al acto de infidelidad fortuito o deliberado y adultero solo a la persona deliberadamente infiel.7
Con esto no estoy justificando el adulterio ni promoviendo la fornicación, pues en cualquier
coyuntura es de condenar, pero no tiene las mismas connotaciones e implicaciones, aunque si pueda sufrir
las mismas consecuencias.

Lo que sí es cierto, y hay que estar bien conscientes de ello, es de la potencialidad de todos en caer
en semejantes tentaciones, por eso lo mejor es seguir el consejo del Apóstol Pablo: “huye de las pasiones
juveniles”8. El Dr. David Seamands nos advierte del “niño tímido”, “quien está en todos nosotros con el
poder de dirigir mal nuestras vidas y tumbar nuestro carácter”.9

Lo que quiero enfatizar es que existe un atenuante, no en su calidad como pecado, sino, en su
intencionalidad particular, resultando mucho más fácil perdonar al comprender las diferencias. En otras
palabras, es importante reconocer que la infidelidad lleva consigo la intención premeditada de romper el
pacto de amor matrimonial, y en ningún caso debería considerarse infidelidad a la inmoralidad sexual, eso
es fornicación.
La fidelidad tiene que ver con la calidad e intencionalidad de la persona, con la voluntad, con la
lealtad. Es un acto de nobleza más que de moral, algo del espíritu y el alma más que de la carne y el
cuerpo. Quien fornica contra su propio cuerpo peca, dice la Biblia, pero quien adultera mancha su alma.

E. La fidelidad: cumplimiento del deber conyugal.


La fidelidad no se limita solamente a evitar relaciones sexuales o emocionales extraconyugales, la
fidelidad es una cualidad que acompaña al amor, al compromiso de amar a una sola persona, a la voluntad
de mantener la promesa y el compromiso de responsabilidad y de protección, a la disposición de nutrir
espiritual, emocional y sicológicamente a la persona amada. La fidelidad es más que el hecho de reservar
tu cuerpo para tu cónyuge, implica también el hecho de entregárselo y no negárselo. Negarse sexualmente
el uno al otro, sistemáticamente, es un acto de infidelidad pasiva, es no cumplir con el deber conyugal.
(1Corinteni 7:3-6)

7- J. Carl Laney, William Heth, Thomas Edgar, Larry Richards, “Patru Perspective Crestine despre Divort si Recasatorire” (Cuatro
Perspectivas Cristianas acerca del Divorcio y le Nuevo Matrimonio). Editor: H. Wayne House. Intervasity Press.
http://www.scribd.com/doc/12864256/Pantru-perspective-crestine-despre-divort-si-recasatorire. 2009
8- 2Timoteo 2:22
9- David A. Seamands, “Healing your heart of painful emotions”. The hidden child is in us all. (Sanando su corazón de emociones dolorosas.
El niño escondido esta en todos nosotros). New York: Inspirational Press. 1993. Pág. 127

ENSAYO: DISFRUTANDO EL MATRIMONIO Y LA FAMILIA – REV. RUBEN DARIO GONZALEZ SOLANO - FLET 9
F. La fidelidad: un pacto de amor.
La fidelidad en la Biblia se refiere más a la dedicación y exclusividad de esa clase de amor íntimo
a una sola persona, que ofrece su cuerpo aun en sacrificio por su ser amado y que vive su vida para
ofrecerle vida y no solo para ofrecerle placer sexual (Efesios 5:25-29).
El matrimonio no se limita al sexo y la fidelidad tampoco. Es demasiado pobre y dañino limitar la
fidelidad a las relaciones extramaritales cuando muchos están siendo infieles al no amar a su cónyuge con
esa calidad de amor que nutre la vida. Amar a tu cónyuge lleva implícito también el hecho de dedicarte
para ofrecerle placer sexual, pero ofrecerle placer sexual a alguien, a cualquiera, no necesariamente lleva
implícito el amor, amor no es sexo y sexo no es amor, no lo confundamos.

G. La fidelidad: Un acto de responsabilidad.


Muchos son infieles al no asumir toda la responsabilidad del pacto del matrimonio y hay quienes
rompen dicho pacto matrimonial por otros motivos que no tienen nada que ver con aventuras sexuales o
emocionales extraconyugales, a estos la Biblia también les llama adúlteros, por ser infieles al pacto. No
ofrecer al cónyuge una vida digna, de respeto, cuidado y satisfacción de sus necesidades es infidelidad.

H. La fidelidad: Un asunto de carácter.


La fidelidad no solo concierne a la exclusividad sexual dentro del matrimonio, sino que comprende
también otras cualidades del carácter como son: sobriedad, dominio propio, responsabilidad, compromiso,
amor, perdón, sinceridad, limpia conciencia, etc. Lo que digo es que no se limita al aspecto sexual.
Dichas cualidades de carácter tienen que desarrollarse con esfuerzo y con sufrimiento, a veces con
sufrimiento para ambos cónyuges. Quien no las tiene y no quiere desarrollarlas no tiene nada que buscar
en el matrimonio. No llegamos al matrimonio siendo perfectos, pero debemos tener la disposición y la
voluntad para buscar la madurez.

ENSAYO: DISFRUTANDO EL MATRIMONIO Y LA FAMILIA – REV. RUBEN DARIO GONZALEZ SOLANO - FLET 10
EL TESTAMENTO DE MIS PADRES

IV. Aprendiendo de cómo unos han elegido vivir.


Una manera de agradecer a nuestros padres por sus valores y lucha por la familia.

A. El reencuentro con mis padres: Una inspiración para vivir.


Quizá sea por mi edad, pues a los 47 años ya no soy ni joven y tampoco estoy viejo, estoy, si Dios
lo permitirá, a la mitad de mi camino por este maravilloso mundo, y créanme que no me siento joven y
tampoco viejo, tan solo lleno de vida y con deseos de seguir viviendo, satisfecho de lo que he vivido y
deseoso de disfrutar mucho más de lo que haré en la vida por delante.
En uno de los más recientes viajes a mi país, me encontré con mi “querido viejo”, mi papá, recién
salido del hospital luego de haber sido operado de la vesícula a sus 79 años.

B. Cuando estás a punto de perderlos: crees que no los has disfrutado suficiente.
El reencuentro no fue como lo esperaba antes ni como lo esperé después, ya les explicaré, pues su
operación fue de emergencia, yo ya estaba en camino al aeropuerto de Bucarest cuando supe que estaba
siendo internado en el hospital. Antes de saber la noticia me lo esperaba sano y viajando conmigo por
diferentes lugares en El Salvador para gozar de su compañía, pero luego de saber la noticia la cosa cambió
y no esperé encontrarlo con vida. Así que, ni fue como lo esperaba antes, y ni como lo esperé después.

C. Viviendo el pasado para conquistar el futuro: en los bordes de la vida y muerte.


Lo encontré convaleciente y recuperándose bastante rápido, pero sin poder acompañarme como lo
hubiéramos querido. Sin embargo, la felicidad que nos embargo cuando nos encontramos fue una de
alegría y de agradecimiento, de alegría que nos volvimos a ver y de agradecimiento por poder volvernos a
ver.
Parecería lo mismo si no fuera por el hecho de poder ver las cosas desde la perspectiva de los
límites, lo que nos brinda un respiro y un suspiro, el respiro de vivir y el suspiro de poder seguir viviendo.
Los límites nos dan una sensación muy extraña, la de haber ganado y la de por poco perdemos, la
sensación de vivir las posibilidades después de haber contemplado las probabilidades.
Sí, es ver hacia adelante después de haber visto hacia atrás, es considerar el futuro después de
haber considerado el pasado, es un viaje de regreso en el tiempo para conquistar el futuro.

El futuro se aprecia distinto desde la perspectiva de los límites, sin tener que regresar en el tiempo,
desde el lugar y momento en el cual me encuentro ahora, puedo volver al pasado e imaginar lo que fue y
lo que pudo haber sido, para poder así imaginar el futuro: lo que podría ser y lo que puede ser. Lo que
podría ser depende de no hacer nada, de dejar que pase lo que pase, de conformarme a lo que venga; pero
lo que puede ser depende de lo que yo quiero que sea, de lo que estoy decidido a hacer que suceda para
conformar mi futuro a lo que he imaginado, de lograrlo a pesar de lo que pase.
Para esto necesito de una fuerza superior e interior que me permita levantarme de mis cenizas, del
lugar de donde estoy, necesitado de una fuerza que dé vida a mis huesos, que me permita reconstruir mis
muros, renovar mis fuerzas, de caminar y correr sin cansancio alguno, de volar como el águila, como dice
la Escritura en Isaías (Isa. 40:31).

D. Tiempo de reflexión: tiempo de renovación.


A propósito del águila, recuerdo ahora el mensaje que me dio un amigo en la Iglesia Auditorio
Cristiano de San Salvador, después de una reunión con los hermanos del grupo Nehemías, se me acercó y
me saludo con el intento de decirme algo y excusándose de no tener, yo, el tiempo de escucharlo, pero me
alegro que decidí tener tiempo para escucharlo. El me contó lo siguiente:”Las águilas cuando ya están a

ENSAYO: DISFRUTANDO EL MATRIMONIO Y LA FAMILIA – REV. RUBEN DARIO GONZALEZ SOLANO - FLET 11
la mitad de su vida, a los cuarenta años, se levantan a las alturas para arrancarse las uñas de sus garras
con el pico, para que puedan crecer de nuevo, desangrándose y experimentando mucho dolor, para luego
arrojarse con toda su fuerza, de frente, con el pico contra la roca, para quebrarlo y así que le pueda
crecer otro.
Solamente así puede el águila renovar su vida para vivir otros cuarenta años, pues de no hacerlo
así, quedarían sus uñas largas y torcidas, el pico grande y torcido, lo que le impediría seguir viviendo. Su
vida es así, usted está a la mitad de su vida y quizá necesite hacer cambios que le permitan extenderse
hacia el futuro con confianza y seguridad para poder alcanzar sus sueños, pero antes es necesario que
dichos cambios en su vida se produzcan y a veces con mucho dolor”.
Que oportuno mi amigo con su consejo de ánimo, no pudo venir en mejor momento, es
exactamente lo que estoy buscando en estos momentos, renovarme para seguir extendiéndome hacia lo
que está delante.

E. Aprendiendo de mis viejos: un legado para la vida.


Pero como decía al principio, ha sido apreciando a los viejos, sus vidas, sus historias, sus
experiencias, sus fracasos y sus victorias, de hecho es disfrutando el presente de estos “mis viejos” lo que
me ha dado la sensación de haber vivido su pasado, la satisfacción de vivir mi presente y la esperanza de
poder vivir concretizando mejor mi futuro.

Mis viejos, mis padres, han sido unos de ellos, el ejemplo de mi papá: su ejemplo de vida, sus
historias, su ánimo, su actitud de seguir aprendiendo siempre y su inconformidad de conformarse a lo que
sea para poder seguir buscando a sus 79 años construir mejor su futuro. Eso me llena de gran fuerza y
motivación para seguir viviendo, para hacer los cambios que sean necesarios en mi vida para seguir
construyendo mejor mi futuro, es un espíritu de rebeldía contra su propio conformismo a pesar de su
pesimismo, hermosa paradoja.
Mi mamá, siempre muy especial para mí, su cariño, su amor inestimable por su amado hijo, ¡yo!
Sí, ella ha sido la inspiración de mi papá, ella ha sido el motor de fe, de esperanza, ella ha sido la
luchadora por algo más y por algo mejor, y no ha sido solo su optimismo, ha sido más que optimismo:
su fe, su esperanza y su amor han sido lo que ha motivado y sostenido su vida.
Ella fue la que nos infundió inspiración de que sí se puede lograr, aun a pesar de tener que perder
lo que más amaba, a sus hijos y a sus nietos, a quienes hubiera querido tenerlos muy cerca para
disfrutarlos, pero a quienes prefirió tenerlos lejos para poder disfrutar de sus éxitos y de sus realizaciones
personales.

Se que no lo hicieron todo perfecto y que tampoco lograron todo lo que hubieran querido, pero
lucharon, lograron, vivieron, sufrieron y lo siguen disfrutando. Pero si quieren y si pueden, aun disfrutaran
un poquito más de otros logros.

A mis padres, con todo mi amor, respeto y agradecimiento. Su modelo de padres y de familia sigue
influenciando mi familia y seguirá influenciando la de mis hijos.

¡Gracias Papi y Mami!

ENSAYO: DISFRUTANDO EL MATRIMONIO Y LA FAMILIA – REV. RUBEN DARIO GONZALEZ SOLANO - FLET 12
EL TESTAMENTO DE MIS SUEGROS

V. Aprendiendo de cómo unos han elegido morir.

Personalmente creo que: Aprender de cómo unos han elegido morir es la virtud del que quiere saber
vivir.
Así me lo da a entender Salomón cuando escribe:
“Mejor es ir a la casa del luto que a la casa del banquete; porque aquello es el fin de todos los hombres,
y el que vive lo pondrá en su corazón” (Eclesiastés 7:2)

A. El reencuentro con mis suegros.


Mi suegro, Don Raúl, a quien le guardo un tremendo respeto y cariño, no solo por el amor especial
que le tiene mi esposa, sino también por considerar ella que él le ha ofrecido un cariño y respeto muy
especial. También yo considero que he gozado de un aprecio, respeto y cariño especial de su parte como
su yerno.

B. La preocupación por los seres queridos.


Para rememorar un poco, fue Don Raúl quién me dio el consentimiento de casarme con mi esposa
en contra de la voluntad de Doña Carmen, mi suegra, quien no me quería como su yerno, pues decía que
yo era pobre, evangélico, alto, delgado y narizón; en fin todas las cualidades por las cuales me quería su
hija.
Para Don Raúl contó mucho más que yo no era borracho y que tenía fe en Dios, aunque se temía
que por ser misionero llevaría a su hija a vivir debajo de un puente, quizá sea porque entendió mal la
palabra misionero, por mesonero.

Con el paso de los años todos hemos llegado a querernos un poquito más, a sentirnos parte de una
gran familia y a disfrutar mucho cuando estamos juntos. Cada vez que viajo a El Salvador realizo una
visita a mis suegros para pasar un corto tiempo con ellos, para hacerles saber y sentir que no les hemos
olvidado y que les guardamos un gran cariño. A mi esposa y a mí, lo que más nos interesa es la condición
física de ellos y sobre todo su condición espiritual, su relación con Dios y Jesucristo, sin importar
sinceramente su religión.

C. La mejor herencia.
Lo cierto es que la mejor herencia que uno de padre puede dejar a los hijos son los valores y
principios, el amor y el cariño, la formación de una personalidad sana, de un modelo de familia, de
convivencia social y su espiritualidad; pero hay ocasiones en que nosotros como hijos tenemos que ofrecer
algo de eso a nuestros padres.

D. El recuerdo de lo que un día fue.


En esta ocasión encontré a mi suegro bien enfermo, bien delicado de su salud debido a la diabetes
que padece desde ya hace varios años y su condición se ha agravado con el paso del tiempo. El solía ser
un hombre muy fuerte y trabajador, con un buen corazón a pesar de los vicios que lo hacían manifestar la
parte oculta de su personalidad, de “aquella sombra”10 sin Dios.
Al verlo en su estado físico bien precario, su cuerpo débil y delgado, su dificultad para hablarme y
para reconocerme, acostado en su hamaca en su cuarto oscuro, acompañado de sus gatos y sus perros
echados bajo su hamaca, y luego al verlo caminar lentamente apoyándose en su bastón,
10-La sombra: La parte oscura y oculta de nuestra personalidad. Según la definición dada por C. G. Jung. Ver el libro “Jung-Encuentro con la sombra” – El
poder del lado oculto de la naturaleza humana. Connie Zweig y Jeremiah Abrams. 1991 Traducido del Ingles “Meeting the shadow”.

ENSAYO: DISFRUTANDO EL MATRIMONIO Y LA FAMILIA – REV. RUBEN DARIO GONZALEZ SOLANO - FLET 13
sentándose a la mesa mucho más concentrado en sí mismo que como solía hacerlo antes, como queriendo
esconderse en la profundidad de su oscura realidad. Todo eso me produjo un profundo dolor en mi
corazón, al recordar la imagen de aquel hombre de antaño, grande y de buen porte, prepotente con sus
armas de fuego, acostado en su hamaca para descansar después de un arduo día de trabajo y atendido
como todo un señor en su casa. Ahora, lo veo consumido por cada día que pasa y no solo a él, sino
también, consumiendo la vida física y emocional de Doña Carmen, quien aun sigue atendiéndolo, mejor
dicho cuidándolo.

E. El cuidado del amor.


Esto me hizo recordar el porque de la exhortación bíblica: “Así también los maridos deben amar a
sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama”, pues si llegará el día
en que tengamos que ser cuidados, ellas podrían hacerlo con amor, con agradecimiento, con abnegación,
con satisfacción retributiva. Y si tuviéramos que cuidar de ellas toda la vida sin llegar a necesitar que ellas
lo hagan al final con nosotros, de todas maneras valdría la pena, ya que al cuidar de ellas nos cuidamos y
nos brindamos gozo y satisfacción a nosotros mismos. Y si no fuera por amor, al menos hagámoslo por
amor propio, si no por amor a ellas, que sea por amor a nosotros mismos, aunque de esa manera no
disfrutaremos lo mismo.

Como ya lo habrán notado, verlos a ambos ha sido muy doloroso pero al mismo tiempo
enriquecedor. En aquel momento hubiera querido contar con el poder y consentimiento de Dios para
derramarles sanidad y vida a sus cuerpos, pero sobre todo, gracia y paz a sus vidas, lo que haría una gran
diferencia en la manera de afrontar estos momentos difíciles.
Con Don Raúl, en las pasadas ocasiones cuando lo visitaba, acostumbrábamos a hablar de Dios y
de la Biblia. Entonces estaba muy agradecido por mi ayuda espiritual, por supuesto, después de una
tremenda crisis en la que estuvo a punto de morir.

F. Vivir con sentido de misión.


Lo positivo de haberlos visto en esta condición ha sido la oportunidad de reflexionar sobre el
sentido de la vida, en el saber elegir vivir tu vida hasta el final dedicado a los valores y principios que de
verdad cuentan, pues elegir cómo quieres morir es tan importante y primordial para poder saber y elegir
cómo vivir. Es la aplicación del principio de vivir con el pensamiento en el final, ya sea que queramos
comenzar algo, ese algo hay que pensarlo primero ya finalizado, o si quisiéramos iniciar un viaje, primero
tenemos que pensar en el destino. Personalmente creo que, aprender de cómo unos han elegido morir es la
virtud del que quiere saber vivir.
La falta de propósito y sentido de misión en nuestra vida se verá reflejado en la forma que
estamos viviendo actualmente, al final de nuestros días solo podemos resignarnos a sobrevivir y a
sobrellevar la pesada carga moral y teleológica de nuestra sin razón. Pero así es como cada quién decide
vivir hasta morir, y luego aunque quisiéramos morir de otra manera, haber elegido vivir como vivimos nos
condena a morir así.

G. El amor incondicional.
La Biblia dice que “la paga del pecado es muerte” y lo paradójico es que esta muerte nos
acompaña siempre aun en vida y hace miserable la vida de aquellos a quienes domina y le sirven, de
hecho, de dicho temor a la muerte solo podemos ser librados por la fe en Jesucristo: “… y librar a todos
los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre.”(Hebreos 2:15)
En el caso de mis suegros, tal vez no sea aun tarde para ellos, por lo que oro diariamente que
puedan vivir los últimos días o años de vida disfrutando de la esperanza de la “dadiva de Dios”, como dice
la Biblia: “la paga del pecado es muerte mas la dadiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor
Nuestro” (Romanos 6:23).

ENSAYO: DISFRUTANDO EL MATRIMONIO Y LA FAMILIA – REV. RUBEN DARIO GONZALEZ SOLANO - FLET 14
Considero, que algo que debemos dar a conocer a nuestros hijos son los valores reales en la vida:
el amor a Dios más que a la religiosidad y el amor al prójimo con generosidad más que a las actividades
sociales, a la diversión o al derroche.
Además existe una virtud que debemos desarrollar: el amor incondicional en la familia, un amor
que ama a las personas por lo que son en sí mismas y no por lo que hacen o por lo logros que realizan. En
toda familia, los abuelos juegan un rol muy especial en el ofrecimiento de ese amor incondicional, aunque
a veces pereciera un amor irresponsable, pues es la responsabilidad la que nos hace como padres
condicionar a veces el amor a nuestros hijos. Los problemas emocionales que produce la falta de amor
incondicional en nuestra vida los podemos superar a través de la gracia de Dios y de la reconciliación con
nosotros mismos, pues es la paz con Dios lo que nos permite poner orden en nuestro interior, dando paz a
nuestra conciencia, y el poder para perdonar y vivir en paz con los demás.

H. La mejor realización en la vida.


El de mis suegros es uno de esos ejemplos paradójicos, quienes, a mi manera de apreciar las cosas,
hubieran podido disfrutar mucho más en sus tiempos de abundancia y por supuesto que también lo
disfrutarían ahora, si tan solo hubieran conocido y dedicado más tiempo a los valores esenciales de la
vida. Paradójicamente digo, mis suegros lograron formar una bonita relación familiar entre sus hijas,
quienes, sinceramente, de no haberlas traído al mundo, se hubieran privado del cuidado, amor y felicidad
que todas ellas han sabido brindarles, ellas han sido la realización más grande que ellos han podido lograr.

No sé si se debió a ellos o más al estilo de vida y a la fe que ellas eligieron vivir, pero entre ellas
ha existido hasta ahora una mística de familia matriarcal, con un amor fraternal que las ha hecho
conocidas como “las Peña-s”, una expresión que llego a ser un merecido sintagma entre sus amistades
para identificar a las hermanas Peña, al grupo de hermanas cercanas a mi esposa, que por su amor
incondicional, su unidad y lealtad, pero más, diría yo, por su gracia y habilidad de seducir, conquistar y
lograr hacer que “los demás” satisfagan sus caprichos y deseos - supuestamente así cree la demás gente-
esos “demás” refiriéndome especialmente a nosotros sus maridos. Esto hizo que las estigmatizaran con un
carácter matriarcal, si no, que lo digan sus maridos a una sola voz: “en la casa mando yo, cuando no está
mi mujer”, ¡Ja! ¡Ja! ¡Ja! (Quizá no les cause gracia). Esta relación se desarrollo muy especialmente entre
aquellas a quienes mi esposa dedicó gran parte de su cuidado desde pequeña, cuidado que posteriormente
heredé yo al casarme con Dalila, siendo ya ellas unas adolescentes.

I. El amor de los abuelitos.


Pero uno de los factores que contribuyó en gran parte al desarrollo y disfrute de esa relación
familiar, paradójica a mi juicio, fueron además de sus padres, otras personas con las que convivieron,
personas que supieron apreciar algunos valores esenciales de la vida: como el amor incondicional, el
cuidado emocional y el desarrollo de su personalidad individual; esos fueron los abuelos de mi esposa.
Tanto su abuelita, Doña Paula, con cariño Pally, como también su abuelo, Don Anastasio, a
quienes mi esposa recuerda con mucho amor. Especialmente recuerda a “Don Tacho”, como alguien en la
familia que supo infundirle confianza en sí misma, amándola incondicionalmente (como todo abuelo),
resaltando sus cualidades y augurándole una vida feliz junto al hombre con quien ella se casaría.

J. El amor de dos hombres.


Interesante el hecho que lo que ella ha llegado a ser como mujer se lo debe mucho al cariño de su
papá y al de su abuelo, los dos hombres que le dieron la estima necesaria para formar su propia autoestima
cuando fue niña, como todo niño en una familia necesita del amor paterno para formar su personalidad.

ENSAYO: DISFRUTANDO EL MATRIMONIO Y LA FAMILIA – REV. RUBEN DARIO GONZALEZ SOLANO - FLET 15
En cierta ocasión en un lugar donde estábamos sentados, ella sintió el inconfundible olor del humo
del tabaco emanado por un puro, aroma que “ipso facto” revivió sensaciones y recuerdos de aquellos días
de su infancia cuando su abuelo le pedía que le encendiera los puros en las brazas del horno de adobe. A
ella le gustaba tardarse un poco más, pues le gustaba pegarle unos cuantos “chupetes” al puro antes de
dárselo a su abuelo.
Recordó también, cómo le dolió en lo más profundo de su alma el día que murió su abuelo, sintió
que la había abandonado y se enojó mucho con él, pues sentía que él era el único que la amaba
incondicionalmente, junto al ataúd le gritaba y le reprochaba ella: “Por qué me abandonas”, “te dije que
no me dejarás”. Sus lágrimas brotan aun ahora con los mismos sentimientos de dolor, pero con la
satisfacción de haber visto cumplidos sus augurios. Su abuelo seguramente eligió también morir así,
aunque me faltaría indagar más para poder saber cómo vivió.

K. Aun hay tiempo para el cambio.


Pero para mis suegros aun hay tiempo para darle algún otro sentido a sus vidas, si a caso quisieran
elegir morir diferente para vivir ahora de otra manera.

Agradecimientos:
Con gratitud a mis suegros por haber traído al mundo a una mujer como Dalila, a quién amo y
junto a quién he decidido saber vivir y disfrutar lo que resta de nuestras vidas.
Con gratitud a sus hermanas, con quienes nos une una amistad y cariño que nos ha hecho nuestra vida más
feliz.

CONCLUSIÓN

Recordar estos momentos y reflexionar acerca de lo que verdaderamente cuenta en esta vida es
muy importante, toda vez que produzca cambios radicales en nuestro estilo de vivir y en nuestra elección
de cómo morir.

Por mi parte tomé la decisión de vivir apreciando lo que más quiero: a Dios, a mi familia, a mi
esposa, a mis familiares y a mis amigos. Decidí apreciar lo que soy como persona y lo que elegí como
vocación, pues ambas me definen y de ambas debo gozarme mientras viva.
Y mientras viva, no permitiré que nada ni nadie me aparte de ser y hacer lo que más quiero, ni aun
a “mi sombra”, mi carnalidad. Más bien, aun en compañía de “mi sombra”, pero sujeta a Dios, llegaré a
ser y a disfrutar de hacer lo que quiero.

Sí, yo he elegido vivir así, enamorado de la vida, disfrutando a mi familia, amando a mi esposa, a
mis hijos, cumpliendo mi ministerio y aprendiendo a morir siempre para saber vivir mejor.

Con gratitud a mi esposa.


Con gratitud a Dalila por haberme permitido publicar su testimonio y por permitirme conocer y
traer un poco de luz a sus sombras, pues ella ha sabido traer luz a las mías.

Sí que hemos sabido disfrutar hasta aquí nuestra vida juntos…aun hay mucho por conquistar.

ENSAYO: DISFRUTANDO EL MATRIMONIO Y LA FAMILIA – REV. RUBEN DARIO GONZALEZ SOLANO - FLET 16
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