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LA MUJER EN EL

PUERPERIO
INTRODUCCIÓN
El puerperio es el periodo que comprende desde el final del parto hasta la normalización
de los cambios fisiológicos producidos durante el embarazo.
Es un periodo largo, de aproximadamente seis semanas de duración o hasta la aparición
de la primera menstruación.

CAMBIOS FISIOLÓGICOS EN EL
PUERPERIO
1. 1. Fenómenos de involución uterina:
El útero sufre una reducción rápida en volumen y peso, disminuye de 30 a 32 cm
que mide al final de la gestación a unos 7 - 8 cm y de 1500 g a 60 – 80 g de peso.
A la vez que el útero involuciona desaparece el segmento inferior del cuello uterino,
formado en la segunda mitad de la gestación.
Así mismo las fibras musculares hipertrofiadas del miometrio comienzan a recobrar
su longitud normal y desaparecen también numerosas fibras neoformadas en la
gestación. Este fenómeno se produce exagerado y así el número de fibras
musculares que desaparecen es mayor a las neoformadas, esto explica la tendencia a
predominio del tejido conjuntivo en el útero de grandes multíparas.

2. 2. Endometrio:
Durante los primeros 25 días de puerperio se produce la cicatrización espontánea del
endometrio, es espontánea porque la cicatrización es independiente de estímulos
hormonales conocidos. Tras esto el endometrio crece discretamente en espesor y
esto si es dependiente del estímulo estrogénico.
Después de 40 – 45 días tras el parto, reaparece la primera menstruación aunque este
primer ciclo, a veces primeros, suele ser anovulador. Si la madre da lactancia el
endometrio permanece en reposo, sin estímulos hormonales o con estímulos
insuficientes. Lo más frecuente es que no exista ciclo genital ni menstruación
durante la lactancia, aunque no siempre es así.
3. 3. Cicatrización:
El cuello uterino, vagina, vulva, himen y perineo suelen cicatrizar de modo rápido si
existe buena higiene durante el puerperio. La cicatrización del himen nunca es
perfecta, pierde uniformidad y sus restos se llaman carúnculas multiformes.

4. 4. Normalización hormonal:
Los estrógenos cuya concentración plasmática había aumentado unas mil veces en la
gestación, se normalizan a los 3 – 4 días del parto, la progesterona a los 10 días, la
gonadotropina y el lactógeno placentario son indetectables a los 8 – 10 días. La
hormona tiroidea y el cortisol se vuelven normales a los 6 – 8 días.

5. 5. Entuertos:
Son contracciones uterinas dolorosas propias del puerperio. Se presentan con mayor
intensidad en las primeras horas y más en multíparas que en primíparas sin saber por
qué. También aumenta la intensidad de los entuertos la lactancia por la liberación de
oxitocina. No es aconsejable la administración de inhibidores de la contracción
uterina porque se facilita la pérdida hemática, sin embargo si puede precisarse
tratamiento analgésico.

6. 6. Loquios:
Pérdidas que fluyen por los genitales externos durante el puerperio, es la suma de
exudado producido en la regeneración endometrial, las secreciones cervicales y el
exudado de los desgarros en fase de cicatrización.
Los primeros son rojos debido al predominio de sangre en su composición, luego
adquieren color rosado.
Cuando cesa la hemorragia y predominan los leucocitos propios de la reparación
hística son de color amarillento.
Los loquios tienen un olor característico pero en condiciones normales no son
fétidos, si así lo fueran indicarían un proceso inflamatorio en el canal del parto.

7. 7. Calostro:
Secreción expulsada a través del pezón rica en minerales, proteínas e
inmunoglobulinas y pobre en lactosa y ácidos grasos, dura aproximadamente los
cinco primeros días. Las hormonas que intervienen en la lactancia son:
• • La prolactina, que favorece la producción de leche que se
queda en el alveolo mamario.
• • La oxitocina, que produce eyección de leche estimulada por
la succión del niño.

8. 8. Emunctorios:
La micción se facilita si la paciente se levanta para ello, si no, debería recurrirse a la
cateterización vesical esporádica o permanente. La evacuación intestinal suele ser
espontánea al tercer día del parto, aunque a veces solo el miedo al dolor es suficiente
para inhibir el reflejo. Se recurrirá en este caso a un laxante suave, y es importante
recordar que la defecación alivia y no empeora la cicatrización perineal.

9. 9. Ingurgitación mamaria:
Las mamas aumentan su tamaño y su temperatura, esto va seguido de una reacción
febril que no puede superar los 38° C ni las 24 horas en tiempo.
La ingurgitación se debe a la gran vasodilatación producida en los vasos mamarios,
y en los conductos linfáticos que se llenan de sangre entre el segundo y cuarto día.

VIGILANCIA CLÍNICA EN EL
PUERPERIO
Objetivos:
• Identificar y prevenir las complicaciones maternas.
• Ayudar y apoyar a la paciente para que recupere su estado previo al embarazo.
• Enseñar a la paciente a atenderse a si misma y al recién nacido.

Puerperio inmediato:
Es un periodo crítico con un alto riesgo de complicaciones. La madre permanecerá en la
sala de recuperación, se valorará profilaxis farmacológica de la hemorragia.
Las complicaciones más frecuentes son hemorragia y shock, por lo que deberemos
valorar signos y síntomas.
Una vez estabilizada pasa a la sala de hospitalización general.

Signos y síntomas a controlar en el puerperio inmediato:


• Nivel de consciencia.
• Tensión arterial.
• Frecuencia cardiaca.
• Temperatura.
• Frecuencia respiratoria.
• Diuresis.
• Valoración hemorragia genital.
• Características uterinas.
• Estado de la episiotomía.
Signos y síntomas a controlar en el puerperio tardío:
• Estado general.
• Tensión arterial.
• Frecuencia cardiaca.
• Temperatura.
• Dolor (localización y características).
• Involución uterina .
• Características de los loquios (olor, color).
• Estado episiotomía.
• Función urinaria e intestinal.
• Estado de las mamas.

ALTA HOSPITALARIA
INFORMACIÓN
• Tratamientos y cuidados específicos si precisara.
• Equipo sanitario de referencia.
• Controles y revisiones a realizar.
• Modificaciones psicológicas del puerperio.
• Conceptos básicos de educación sanitaria:
o Hábitos generales.
o Alimentación
o Higiene
o Vestimenta
o Gimnasia paulatina
o Entorno familiar. Problemas
o Sexualidad
o Planificación familiar
• Lactancia
• Cuidados neonatales

POSIBLES COMPLICACIONES
PUERPERALES
HEMORRAGIA POSPARTO
Es la causa más común de sangrado excesivo durante el ciclo del parto. Pérdida de más
de 500 ml de sangre después del parto vaginal sin complicaciones, ya que el volumen
sanguíneo de la gestante aumenta uno o dos litros durante el embarazo. La paciente
tolera bien esta pérdida de sangre.
La hemorragia puede ser temprana (primeras 24 horas) y tardía (después de las primeras
24 horas hasta 6 semanas tras el parto). El riesgo aumenta si se presenta en las primeras
24 horas, porque una región venosa extensa se encuentra expuesta tras la separación de
la placenta. La pérdida de sangre de 500 a 600 ml en el parto es normal, de 1000 ml es
normal en cesárea. El cuerpo responde a la hipovolemia aumentando la frecuencia
cardiaca y la frecuencia respiratoria. La disminución del volumen de sangre hace que la
piel y las membranas mucosas palidezcan, se enfríen y humedezcan. A medida que
continúa la pérdida de sangre se reduce el flujo cerebral y la paciente se muestra
inquieta, confusa, ansiosa y letárgica.

Cuidados inmediatos

• Identificar la causa específica.


• Administración de líquidos intravenosos para mantener el volumen circulante.
• Proporcionar oxígeno para aumentar la saturación, valoración de la misma.
• Introducir catéter Foley para valorar el funcionamiento renal.

Etiología

Atonía uterina: es la incapacidad del músculo del miometrio de contraerse y


permanecer así para que los vasos abiertos del sitio placentario sanen.
La clínica es hemorragia uterina junto a útero de consistencia blanda,
que puede ser debida a la retención de restos placentarios o a coágulos
de sangre.

Desgarros del canal del parto: por traumatismos y laceraciones. Los traumatismos
incluyen : laceraciones vaginales, perineales o cervicales. Todas deben
ser suturadas de inmediato. Las grandes ocurren siempre en partos
difíciles o precipitados, en primigrávidas con niños grandes o en partos
instrumentados. Es muy importante revisar el canal del parto tras el
expulsivo. Se sospecha de laceraciones cuando hay un sangrado
excesivo y el fondo uterino está firmemente contraído. La hemorragia es
de un color rojo vivo brillante a diferencia de los loquios que son
oscuros.

Retención de restos placentarios: cuando algunas porciones de la placenta se quedan


adheridas a la pared del útero se produce hemorragia, porque éste no se
contrae para prevenirla. Puede ser temprana o tardía. Es esencial el
examen cuidadoso de la placenta tras el alumbramiento. Para expulsar
los fragmentos se administra oxitocina, y si no es suficiente, será
necesario la dilatación y el raspado.
Cuando la placenta no se desprende de la pared uterina se llama Accreta,
ésta puede provocar sangrado profuso y obligar a la histerectomía.

Hematomas: suelen ser producto de lesiones de vasos sanguíneos, del perineo o de la


vagina. La característica distintiva del hematoma es el dolor perineal, la
ausencia de sangrado y un útero firme. La paciente podría no ser capaz
de miccionar o defecar debido a la presión en el recto.
El tratamiento es con compresas de hielo o por incisión quirúrgica si es
grande.

Prevención

Administración profiláctica de drogas uterotónicas después del alumbramiento de la


placenta.

Signos y síntomas

Tras las primeras 24 horas del nacimiento el útero debe sentirse firme, contraído
(tamaño de pomelo grande) y fácil de localizar a la altura del ombligo. Cuando sea
difícil localizarlo o se sienta blando, se debe masajear hasta que adquiera dureza. Los
signos de atonía son: fondo uterino por encima del ombligo, que esté blando y
esponjoso y que haya una cantidad excesiva de loquios.
Tratamiento

Masaje uterino para recuperar firmeza y extracción de coágulos acumulados. Es


fundamental no eliminar los coágulos hasta que el útero esté firmemente contraído. Si la
contracción no se mantiene se administrará oxitocina intravenosa. Si estas medidas no
dieran resultado se enviará de nuevo a la paciente a la sala de partos para detener la
hemorragia, mientras se intentará hacer compresión bimanual, una mano en vagina y
otra en el fondo uterino presionando a través de la pared abdominal.
El control de la pérdida de sangre se hará pesando una toalla seca y una toalla perineal
saturada, y el cálculo será de gramo por mililitro.
Se hará una valoración de signos vitales cada 15 minutos y un control de signos de
shock hipovolémico.

INFECCIONES PUERPERALES
Factores relacionados

Tras el parto quedan expuestos al exterior el útero y el cuello uterino a través de la


vagina, esto aumenta el riesgo de que ingresen bacterias al sistema reproductor.
Los cambios fisiológicos normales en el embrazo aumentan también el riesgo de
infección. Durante el parto el líquido amniótico, la sangre y los loquios que son
alcalinos, disminuyen la acidez de la vagina, favoreciendo así el crecimiento patógeno.
El endometrio, el cuello uterino y la vagina sufren durante el parto pequeñas
laceraciones, que permiten que los microorganismos ingresen en los tejidos.

Definición

Conjunto de lesiones sépticas localizadas o generalizadas, cuyo punto de partida se haya


a nivel del aparato genital después del parto.
Se considera que la paciente tiene infección puerperal si presenta fiebre de 38 ºC o más
después de las primeras 24 horas, y si ésta persiste al menos dos días en la primera
semana de puerperio.

ENDOMETRITIS

La Endometritis es una inflamación y/o irritación del endometrio (recubrimiento del


útero). Es la infección puerperal más común.
Los síntomas surgen del 2º al 5º día del puerperio. Aparece más frecuentemente en
mujeres a las que se practica cesárea.

Signos y síntomas

• Aparición a las 24-48 horas tras el alumbramiento.


• Dolor y tumefacción del útero.
• Olor pútrido o loquios purulentos.
• Malestar, fatiga y taquicardia.
• Aumento de la temperatura.
Tratamiento

• Antibióticos por vía parenteral (algunos médicos los ponen por profilaxis).
• Antipiréticos.
• Se suelen poner oxitócicos para el drenaje de los loquios.
• Mantener a la paciente en Fowler para el drenaje de los loquios y tratamiento del
dolor.

Complicaciones

• Propagación de la infección fuera de la cavidad uterina, a las trompas de Falopio


o a los ovarios.
• Infección pélvica o parametritis: se debe a que la infección llega a los vasos
linfáticos, al tejido conectivo y al ligamento ancho.
• Peritonitis o íleo paralítico.

HERIDA QUIRÚRGICA

El sitio más común es el perineo, donde se encuentran las episiotomías y las


laceraciones y la incisión quirúrgica de una cesárea.
El riesgo de infección aumenta cuando se llevan a cabo varios exámenes vaginales.

Valoración

Encontramos:

• Enrojecimiento.
• Edema.
• Equimosis.
• Secreciones.

Tratamiento

• Se obtendrán cultivos para identificar los microorganismos ofensores.


• La infección de la episiotomía puede llegar a la dehiscencia de la herida y a la
incontinencia de heces.
• Se precisa: tratamiento antibiótico, analgesia, drenaje del área, irrigación y
desinfección de la zona y desbridamiento si es preciso.
MASTITIS

Infección de las mamas que se presenta dos o tres semanas después del parto, aunque
también puede presentarse a partir de la primera semana.
Los factores que influyen son:
• Éxtasis lácteo.
• Traumatismo en el pezón.
• Técnica equivocada para amamantar.
La paciente se queja de dolor o sensibilidad en una masa dura, localizada y enrojecida
casi siempre en un solo seno.
La infección va acompañada de fiebre, escalofríos y malestar general, y si no se trata
adecuadamente puede dar lugar a un absceso.

Tratamiento

• Antibióticos.
• Drenaje quirúrgico si precisa.
• Analgesia.
• Usar sostén ajustado que proporcione un buen soporte.
• Hielo para aliviar las molestias.
• Calor para ayudar a la circulación.

En muchos casos la madre puede seguir dando lactancia por ambos lados, porque la
succión vigorosa del niño puede vaciar con mayor eficacia los senos, mejor que las
bombas de leche.

TROMBOFLEBITIS

Es la inflamación de la pared de un vaso con un coágulo de sangre adherido a ella.


Puede ser superficial (en la vena safena o en venas más superficiales) o trombosis
venosa profunda (del sistema venoso profundo desde los pies hasta la región
ileofemoral).
Después del alumbramiento se corre un riesgo elevado de trombosis debido a la
hipercoagulabilidad normal de la sangre durante el parto, que evita hemorragias
importantes debido también al éxtasis venoso por la presión del útero grávido y a la
inactividad.

Signos y síntomas

• Dolor a la palpación de las pantorrillas (signo de Homan positivo).


• Aumento de la temperatura.
• Hipersensibilidad.
• Aumento de diámetro.
• Disminución del flujo sanguíneo en la extremidad afectada a la comparación de
pulsos.
Tratamiento

• Anticoagulante (heparina en infusión continua).


• Analgesia

TRISTEZA Y DEPRESIÓN
POSPARTO
Signos y síntomas:

• Llanto
• Cambios de humor
• Ansiedad
• Irritabilidad

Causas:

• Sentimiento de incompetencia como madre.


• Baja autoestima.
• Personalidad inmadura.
• Falta de fuentes de apoyo.

Tratamiento:

• Psicológico.
• Psiquiátrico con antidepresivos si el tratamiento psicológico no es efectivo.

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