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LA PRECIOSA SENDA DE JESS Salmo 25:4-5 Mustrame, oh Jehov, tus caminos; ensame tus sendas.

Encamname en tu verdad, y ensame, porque t eres el Dios de mi salvacin; en ti he esperado todo el da. Este es uno de los Salmos del Rey David, y sus temas principales son la direccin, el perdn y la salvacin de Dios. El da hoy veremos la direccin a la luz de Jesucristo. Mustrame, oh Jehov, tus caminos; ensame tus sendas. La pregunta es: Qu senda nos ensea Dios para dirigir nuestra vida cristiana? La senda en la que hemos de andar como Jess anduvo; porque tambin l padeci por nosotros, dejndonos ejemplo para que siguisemos Sus pisadas. Encamname en tu verdad, y ensame. Qu verdad nos puede mostrar la senda de Cristo? La verdad que nos encamina es Su Palabra, porque ella convierte el alma, hace sabio al sencillo, alegra nuestro corazn, alumbra nuestros ojos y que permanece para siempre. Su Palabra nos examina, nos reprende, nos exhorta, nos redarguye, nos ensea cada da que acudimos a ella para ser hechos conformes a la imagen del Hijo de Dios. Porque t eres el Dios de mi salvacin; en ti he esperado todo el da. Fue Dios quin provey el Cordero Santo y nos compr de Su sangre; nos hizo esclavos por amor y tiene todo derecho de exigirnos una obediencia perfecta. Pero somos incapaces de llegar tal nivel. Ms Dios tambin nos provey Su gracia y Su poder que se perfecciona en nuestra debilidad. Por tanto, esperemos en el SEOR cada da, mirando siempre a Jess y demos gracias a Dios porque ha preparado de antemano Su Cordero, Su senda, Su Palabra, y Su gracia para que anduvisemos en ellas.

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