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Las bebidas alcohólicas como el vino, la cerveza y los combinados siguen una cierta
etiqueta de presentación en su venta y servicio. En los restaurantes de lujo se
ofrecen bebidas que complementen el menú y el ambiente, preparándolas y
sirviéndolas como dicta la tracción.
Casi todos los restaurantes ofrecen una selección de bebidas tradicionales para
acompañar la comida. La popularidad de algunas bebidas cambia con facilidad,
aproximadamente un tercio de la población no pide nunca alcohol, por eso el menú
de las bebidas no alcohólicas es importante como los refrescos con gas, café. Te,
agua embotellada, zumos de frutas, cervezas y vinos sin alcohol.
Otros estudios han seguido señalando la posibilidad de que el uso moderado del
alcohol sea beneficioso para la salud, concretamente disminuye el riesgo de
enfermedades del corazón, infartos y algunos tipos de cáncer. La Asociación
Americana del Corazón sugiere que uno o dos vasos de vino al día pueden ser
beneficiosos para la salud a largo plazo.
El futuro de los bares y las tabernas, establecimientos en los que se sirve algo de
comida, pero se especializan en las bebidas alcohólicas. Los bares de deportes, con
pantallas panorámicas y trofeos deportivos han aumentado su número.
Nadie puede predecir los gustos de otras personas o sus preferencias en la comida
o la bebida. El catador de vinos experimentado y educado puede reconocer y
detectar sabores sutiles y hacer distinciones entre una gran variedad de vinos que
escapan completamente del novato.
El licor es una bebida alcohólica hecha por destilación. Las bebidas destiladas,
conocidas como licores, tienen una concentración de alcohol más alta que la del
vino a la cerveza. Éstas bebidas pueden ser el whisky, que es uno de los más
populares en Estados Unidos después del vino y la cerveza. Los cuatro principales
del whisky de grano son: escose, irlandés, centeno y bourbon.