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MIRMANDE

En la Francia

maleta
de vuelta
El mejor savoir faire francés en una

15 pequeña población perdida


L A IMPORTANCIA DE

LEER LAS SEÑALES

La gran ventaja de viajar sin un itinerario


fijo y sin excesivos planes establecidos es que de vez
en cuando te puedes topar con un paisaje, algún
lugareño, cierto restaurante, otro viajero, un pueblo
perdido o una señal que te sorprende, y que sin
haberla buscado va a ser el gran descubrimiento de
ese viaje. No habías oído hablar nunca de aquello y
fruto de la casualidad y de tu instinto lo encuentras.
Eso nos ocurrió con Mirmande.
Posiblemente la habitación de hotel más
Hotel de Mirmande, de pocas habitaciones, sobria y elegante en la que hemos estado.
Afortunadamente, si algo no escasea en las para atender a todas de forma especial.
carreteras y autopistas francesas es la señalización,
lo mismo homologada y oficial, que enormes
cartelones de carácter promocional, realizados con
cualquier formato, materiales y de características
gráficas a veces de gusto discutible. Así, a la altura
de Valence, más o menos a media tarde, buscando
un lugar donde descansar de cientos de kilómetros
de coche, nos encontramos una señal en la que se
leía Village botanique de la Drôme.

- ¿Vamos?
- Vale, ¿a cuánto está?
- No sé, 10 ó 12 km.
- Venga.
El habitual glamour de la cocina francesa
inspira los platos de Chez Margot.
Y así, tras un rosario de animadas curvas,
casi de golpe, se descubre apiñado el coqueto
caserío de Mirmande, dispuesto sobre la pendiente
de la colina.

Allí encontramos un rincón que trajimos en


la maleta de vuelta. Dos palabras lo describen:
acogedor y romántico. Lo captamos en el primer
momento, al buscar habitación en el Hotel de
Mirmande, establecimiento para el que se inventó
el concepto “hotel con encanto”, por su sabor añejo,
buen gusto y mejor trato.
A la izquierda, tarjetas de Chez
Margot y Hotel de Mirmande.
Eso sólo fue el inicio de la visita a un lugar Ambos establecimientos son del
que desde entonces no paramos de recomendar y mismo propietario, o sea, impera
para el que si hemos establecido un plan: volver. idéntico buen gusto.
Silvestres y en tiestos, los apasionados de Esta señal nos anticipa parte de lo que
la jardinería gozan de la visita a Mirmande. veremos en cualquier rincón del pueblo.

E SPECTÁCULO FLORAL

Por todos es sabido lo amigos que son Evidentemente, su apariencia actual


los franceses de hacer listas y rankings, no no es un milagro que evitó el paso de los años.
olvidemos que son los inventores de las Todo lo contrario, el Mirmande fotografiado
estrellas Michelín para chefs y restaurantes. a inicios del siglo XX es distinto al actual. El
De ahí que hayan elaborado la lista de “les éxodo a la ciudad hizo estragos.
plus belles villes de France”. Evidentemente,
ahí no podía faltar Mirmande. Sin embargo, la llegada de un artista
en los años 20 supuso una bocanada de aire
No sé en qué puesto estará, pero fresco que insufló ánimo a los vecinos para
desde luego no cabe duda de que merece recuperar su pueblo, reconstruir sus casas y
estar ahí. Porque si algo es la población, es ornarlas con mil y una flores, a destacar las
hermosa. Todo un catálogo de belleza rural, rocallas, ésas que crecen mágicamente sobre
que transmite cercanía por la buena acogida las rocas. Tal es el orgullo por su pueblo y su
de sus calles y habitantes. Y al mismo tiempo adorno floral, que no dejan que una fachada
irradia lejanía, porque parece que viajas siglos desentone con el resto, y todos compiten por
atrás, ya que parece un núcleo congelado en tener los maceteros más esplendorosos, y
el tiempo. cuando no crecen las flores, las pintan.

Mitad puerta, mitad piedra y yeso. El viento agita la melena de la figura y


Mitad azul, mitad gris y tonos tierra. oxida la veleta. Un detalle más.
L OS ARTISTAS
El actual Hotel La Capitelle tiene a gala
haber sido la casa de André Lothe.

MÁS ACTUALES

¿Qué hacer en Mirmande? Pues está


bastante claro. Disfrutar de su tranquilidad.
Gozar de un paisaje relajado. Pasear sin prisas
por empinadas y empedradas calles estando
atento a infinidad de detalles que se ven en las
construcciones. Fotografiar colores y matices
en los cientos de macetas que adornan plazas y
casas.

Pero una de las mejores cosas que se


puede hacer es visitar los pequeños ateliers de
los artistas contemporáneos que, siguiendo el
ejemplo de André Lothe, se han instalado en
Mirmande para realizar ahí sus pinturas, sus
esculturas o sus cerámicas, y abrir las puertas
de sus talleres. Mostrando así al público sus
creacciones, no sólo con la pretensión de

M
vender algo, sino también por el simple hecho
IRMANDE, MOTIVO DE INSPIRACIÓN de dar a conocer al visitante su obra.

En realidad, a estos creadores se les


puede culpar de ser en gran parte los máximos
responsables de la activa vida cultural de esta
Allá por 1926 pasó por Mirmande, el la rehabilitación de los inmuebles. Éste fue el pequeña población. Ya que en Mirmande, con
escritor y pintor André Lothe, y desde el germen de lo que hoy vemos por las calles de un poco de suerte podremos escuchar algún
primer momento quedó prendado del lugar. la localidad. Ya que gracias a esas iniciativas que otro concierto de música clásica y también
Tanto, que no tardó mucho en instalarse aquí particulares se inició la recuperación de la más contemporánea. Igualmente, podremos
comprando una casa que le iba a servir como arquitectura popular de la población. De hacer animadas y peculiares visitas guiadas por
vivienda, estudio y escuela de pintura a la que hecho, se podría decir que además de una sus calles de la mano de un guía local que nos
acudieron en años sucesivos jóvenes pintores escuela de pintura, en su momento y hasta dará no sólo la visión más oficial de Mirmande,
de la época. Aunque no sólo atrajo a artistas hoy, Mirmande se ha convertido en una sino que también nos pondrá al día sobre las
en ciernes, sino que también hizo que llegaran escuela ejemplar para restaurar el patrimonio, leyendas que envuelven al lugar, así como nos
otros creadores más consagrados, que al igual una escuela en la que prima el escrupuloso presentará a sus personajes más emblemáticos.
que Lothe adquirieron casa y emprendieron respeto a la tradición.
También, en la parte más elevada de
Mirmande, podremos acudir a la iglesia de
Saint Foy, no para asistir a misa, pero si para
contemplar alguna exposición de artistas
actuales de toda Francia, e incluso procedentes
de distintos lugares de Europa, ya que
Mirmande ha procurado establecer vínculos
artísticos por el mundo, al igual que hizo en su
momento André Lothe. Sin duda alguna, el
gran inspirador del actual Mirmande, con el
que siempre estará en deuda la población y sus
visitantes.

En cualquier calle de Mirmande


(A la izqda.) Óleo pintado por Lothe en Mirmande, reinterpretando el Cubismo de la época. aparece un cartel que nos anuncia
(A la dcha.) La australiana Grace Crowley, alumna de Lothe, pintó así Mirmande en 1928. el atelier de un artista.
Para informarse de qué ver y dónde alojarse,
basta con consultar:
- www.officetourismemirmande.com

Para llegar hasta Mirmande, hay que circular


desde España dirección Valence por la carretera
nacional N-7 o por la Autoroute du Soleil, la A-7,
y desviarse a la altura de Loriol sur Rhone, y
desde ahí, en unos 10-12 km de curvas, rotondas
y buenas señales, llegaremos al casco urbano de
Mirmande.

Cualquier consulta, aclaración,


alabanza o crítica se puede remitir a:
monytsabo@hotmail.com

Autoría de todas las fotografías: mgrimpho© Próxima entrega en La maleta de vuelta:

TOSSA DE
MAR
España

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