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% Amtoreca ROMANICA HISPANICA RAFAEL) LAPESA Dba rox DAMASO ALONSO Til, MANUALES, 45 HISTORIA DE LA LENGUA ESPANOLA PROLOGO DE RAMON MENENDEZ PIDAL & BIBLIOTECA ROMANICA HISPANICA EDITORIAL GREDOS SCOCOOO OOH OOOOH SOO SO OOOOOOOOOCE ©. RAFAEL LAPESA, 168, EDITORIAL GREDOS, §. A, ‘Stachee Pacheco, 8, Madrid, Espasa Nove tees, marzo de T58 ISBN 84249-00725, Riitica ISBN 84249.00734, Tela, Grafean Condor, S.A, Sénchce Pachee, 8, Madr, 158.— S08, star Ala memoria de don Tomds Navarro Toimds, maestro muy querido, Por cuya iniciativa escribt fl primer esboro de este libro. PROSOSHSHOHOHH OHHH SOHHOHHOOOEHHHOHOOLOO COcoeccoccvcccces: PROLOGO > La historia de le lengua espaftota ha sido ya objeto de ‘obras muy valiosas, a las que se viene a sumar, muy bien venida, ésta del senor Lapesa, sin asomo de conflicio entre ellas, Cada una busca su interés én campos muy diferentes, ‘ues la historia de un idioma se puede concebir y se ha con cebido bajo planes mds diversos que cualquier otra historia, debido a la vaguedad con que se ofrece la cronotogla de le evolucién lingilstica, y, por consiguiente, las multiples ma eras posibles de considerar y combinar el estudio de los elementos gramaticeles y estilsticos, ora tradicionales, ora individuates, que es preciso considerar. EI plan que el sefior Lapesa adopta es sencllo y claro, lademds de ser convententemente comprensivo. Toma como hita conductor ta historia externa del idioma expefiol, y sinul- tdneamente, a traves de ell, expone la evolucian interna gra- matical y Iéxica. El lector profano (pues el libro no quiere ser sdlo guia para tos que buscan la especlalieacton) no tro- pieza con capltulos de pura técnica gramatical,y, sin embargo, se inicia en esta técnica, encontréndola bajo forma fact, di lwida en fa exposicién de las vicsitudes mas generales por que idioma atraviesa. Otra eualidad principal que mds puede desearse en un libro de esta indole es ta de reflejar con precision el estado 2 Historia de ta lengua espasiola de tas estudios referentes a tas euesttones tratadas. Bl sefor Lapesa logra este mérito plenamente. No sélo conoce la bi- Dliografia del vasto tema, sino que para manejarla le dan articular aptitud sus trabajos personales, publicados en ta ‘Revista de Filologla Espaiolas, y su préctica en la enseflan- 4, siempre concebida dentro de una aspiracién @ difundir el rigor de los métodos cientficas. Ast, puntos tan complica- dos y diftciles como la sicuacién del lain hispano dentro de lq Romania 0 el desarrollo preliterario det espaol primi tivo, se hallan trazados con todo aclerto bajo los aspectas mds esenciales que pueden hacerse entrar en una Breve his: toria También merece aplauso ta idea de ensanchar el estudio lingstico con et de tos principales estilos literarios. En ta descripcidn de ést0s hallamos ta oportunidad de observacién que nos promettan anteriores trabajos especiales del autor, ——=cotio.su hermoso. estudio consagrado-al.P.-Ribadeneyra, Esperamos que este libro, que sabe decir lo sustanctal sabe decirlo bien, contribuya a difunclir conocimientos tin- Billsticos a que tan poca atencién suele concederse R. Menenoe2 Proat (Madrid, 1942) ADVERTENCIAS PRELIMINARES ‘A EDICIONES ANTERIORES La pretente obra ha sido carta con el deseo de ofrecer, forma compendlada, ona visiin histriea de Ia constituciin y detarollo de Jn lengua expafala como refejo de nuestra evolulén cultural. Dirjo ‘a Intento a todos euantos se Ioteresan por tat custlones flava al fiom, Inclute a lor no expeciliados. Por exo mo he eslorzada. en tatiafacer in eslgenclas dal rigor clentiico sin sbandanar el tone de BL lecfor advertid en Gis Hurcraas_y extenae tapas) en parte eran imputabes al autor; en parte obedecen-a que muchos extras fe hallan asi Inexplorados, Con todo, he eeldo til adelanta sat Sosquelo, eeperando que sur defector sean estilo pare otos faves Mentor constante de mi trabajo han sido las obras de don Ramin Menénder Pidal y de Tos macstro procedentes de su eacutlflldgicn Deo rientacion y sugerenciag a lor Ibrox, 72 clisios, de Kart Vossler, Frankreichs Kult und Sprache, y W. von Wartburg, voir Hon e structure deta longue frangzse, We terido muy en cueete The Spanish Language, de W-1. Entwistle (Landon, 1936) la Iniiacton a ‘studio dele Historia de ta Leng expat, de mi boen amigo Jaime ‘Oliver Asin (Zatagor, 183), Madria, mayo de 192, - ara Is sepunds edicin he consderado ls observaciones hechas 8 Ja primera en Ins resehas del P. Ignacio Errandonen, Ratin 9 Pe, seD- Hombre de 1982; Salvador Ferndnder Ramirer, Revista de Flelogta Peceesceseeeesesesn FSSOSOSHOSHSOSHOHSSSSHORHSSHOHOSESSESCOESCESS 4 Historia de la lengua espanola ‘Eepahoia, XV, 1982, pgs. SB1SIS; Yakov Melkel, Language, XO, 1, pier. 4649, 3. APalteno, Word, IT, 1947, pis. 26225 Henrich Lausberg, Remarische Forschangen, LX, 19, pigs. 29328, y Robert K, Spaulding, Romance Phtoogy, I, 18, pigs. 7227, asi como In Gicaciones verbales de Amado Alonfo y se Manuel Mutor Cortés. A fod elle expreao ago! mi recanoeimiento. He procurado Incorporar f'texo ls aportaclons de la investigation en lor limos abs, be fevlendo mis Pontos de vist en cada cussion y he amplinda lat ctas Uibligrifeas. Suprimo Ia breve enologe fal, oan a plan orghario Madesd ftlo de 190. “viable proyecto refundir por completo la presente Historia para ltteers eicion. No be tenide tempo de hacerlo, y. por To tant, in limite a poner al ia, corregira,eliminar los puntos ms discs {ible completar aos ¥ snlcipar daias de futros estdlos en coer tienes gue estimo importantes. He tendo en cuenta Iasreseas 9 obser. segunda ediclon por m maestro Américo Casto, ntonio Tovar, Anaes de Filloga Clsce, Buenos Ales, 1982, 155157; Yakow Malkiel, Romance. Philofony, VI. 192, 32. Robert K. Spaulding, Hisponie Review, XX, 193, 1086; Bernard Potier, Romenia, LXXII, 152,104; Aranda, Analos de iz Uni fersided de Murcia, ISDS, A148, y Juan M. Lope, Nueva Rev. de Pilot Hisp, VIN, 195, 319323. A todos doy vivarente Is gracis. Madrid, enero de 195. Noevamente be tenido que difrie la refundcion de esta obra y Uimitarme a poneia 1 dia para ls eusrta eden, Las Investigaciones hechas en fom limos aor en el campo de lor substrates precromanos, tal come sobre fos segenes del snd, su propbescn y O05 asec. Ge im dilecologia Ropénice han obligndo » mosifar sobre todo los capitlor correspondintes Ademae, he tenido en cuenta Ins reas hechas a ediciones anteriores por Manuel Muroz Cortes (ClvileRo, 1, 51, nim. 1, Age, 1395, D. 1. Canfeld (Hispana, XXXIX, 16, ‘gs BUI), y Gregorio Salvador (Archivo de Fiofota Aragonese, VIN 19557, pags. 266285), 2 quienes quedo vvamente agredecido ‘Madeid, septiembre de 195 PARA LA OCTAVA EDICION Sale de nuevo, tras peripecias que no vienen al caso, un libre nacido hace mucho tiempo, en circunstancias que sf ‘merecen recuerdo. Corria el aio 1937; en el duro Madrid de Ja guerra, yo estaba encargado de mantener Ia comunicacién centre los restos del Centro de Estudios Histéricos y la Junta para Ampliacién de Estudios, trasladada a Valencia, Con tal ‘motivo sostenia frecuente correspondencia con don Tomés Navarro Tomés, que en una de sus cartas me propuso que cscribiera un breve manual de divulgacién sobre la historia de la lengua espafiola. Acepté y me Iancé con entusiasmo a Ja tarea: en medio de la contienda fratricida se me brindaba ccasién de hacer algo por la Espafia de todos, Meses des- pués, en Ja primavera de 1938, el Nbro estaba east termina 4o; pero hube de interrumpir la redaccién de lo que faltaba, pues, movilizada ml quinta, me destinaron a ensefiar las pr ‘eras letras a soldados analfabetos, quehacer inolvidable como experiencia humana, Cuando terminé la guerra y volvi ‘a mi libro, comprenai que rebaraba los Kmites de la divulga cién y podia ser instrumento util para la inieiacién de fl6- logos. La acogida que: tavo en ambientes tuniversitarios y revistas lnlisticas me hizo incorporar en ediciones sucesi vas los frutos, de la investigacién propia y ajena. Ahora, pasados quince afios desde la sexta, tltima realmente corre gida y aumentada, se imponia una revisi6n a fondo; mientras Ja hala, lef Ia noticia de que don Tomés habia encontrado ‘ Historia de la lengua espaviola lejos de Espaia el eterno descanso, y decidf rendirle home- naje con mi dedicatoria, : La revisién ha sido ardua, como si preparase mi progra sma de oposiciones a la cétedra que desempefié en Ia Univer- sidad de Madrid durante més de treinta afios y que dejé hhace dos al jubllarme. El bro se ha incrementado en més de ‘una tereera parte; aceso haya perdido atractivo para el lector meramente aficionado; me alegraria si, en cambio, ha aumem- tado su interés para el Unglista : ‘Quiero expresar mi gratitud a los alumnos que a lo largo de tantos aflos me han slentado abriéndose a Ia vocacién, déndome su asentimiento o ineiténdome con su perplejidad ‘cuando las cotas no estaban claras; a los jévenes profesores {que colaboraron conmigo en Ia cétedra; 2 los colegas que me : hhan tenido al tanto de sus publicaciones; a Manuel Mutior (Cortés, Manuel Ariza y Félix Martin Cano, que me han sumi nistrado importante bibliografia; a Francisco Marcos y Jestis———~ Cantera, que gentilmente atendicron mis consultas; a la Edi torial Gredos, que con ejemplar diligencia ha compensado ‘mi irremediable lentitud; a sus habilisimos linotipistas; y ‘muy especialmente a u sablo corrector don Miguel José Pérez, gracias al cual se han salvado no pocos descuides rmios y a quien se debe el {ndice de nombres propios. EI libro que en 1942 salié con atrevimiento juvenil reapa- i rege cuando su autor ha entrado en eso que llaman ahora sla tercera edads. Recuerdo inevitablemente la pregunta de la Epfstola moral: «De la pasada edad gqué me ha queda do?s; y me respondo que, por encima del cansancio, queda, fl afin ilusionado de seguir inqulriendo el mensaje que se ‘uarda en el ser y el devenir de nuestra lengua. Madrid, enero de 1980. RL Historia de la lengua espafiota 1 En esta novena edicién he completado Ia puesta al dla representada por la octava, Corrijo algunos errores, amplio Ia descripeién del espafol antiguo, incorporo datos nuevos y aflado referencias a extremos que antes no habia tenido fen cuenta, Agradezco valiosas observaciones y sugerencias a. Fernando Gonzdlez Olié, Francisco Marcos Marfa, Pedro Alvarez de Miranda y José Giner; y a Eduardo Tejero, ef tiempo y esfuerzo dedicados al {ndice de topénimos y antro- 1Pénimos con que ha querido facilitar ef manejo del libro, Madrid, 1 de enero de 1981, RL POOHOHSHSSHSOHSHOHSHHOHHHEOEHH HOO OOOCES SIGNOS ESPECIALES USADOS Las barras (/u/) encundran represntacones de fonemas y twanscrigcones fonolégieas low cochetes (C3) delimit Fe. Dresenaciones de sonidos 0 articuleciones, 9 uanserclo. nes fonéticas: les letras en corsiva reprodusen ‘0 representan Erafias: fantoacio/, (antoyedi@o},aniojadizo, EL signa < pre ‘ede i forma onginara: cho = Beto; > anecede« fa resulante ‘eto > ocho, Con + se da a entender ‘eeuido de haber de Inno. EI parétesis indica que lor conido @fensrns comprendides ‘endl desapareciecon en la uiterior evolucidn de la palabra: OC u)TU3, ‘© también que desoparecen con frecwencla @ en ieras condelones ‘uiser(e, primer(e; el apéstofo marca el lugar donde previameate Ihubo un sonido o Tovemm desapareido ba: o¢'lus Vocal ar, “Vocal patatallzda, coma tas del slemin en Trine, Koni, wird. oy de eeatiz palatal, como en calle, hache co “I Jal de matis velar, como en pause, cafe B10. Wns Vocal aber. FW me Voce! cera, Uiatuh «Ap fap sembvoeses, como en aire, caude 1 O27, fy semlconsonantes, como ea empo, sul cus arena —2 » Historia de ts tenga expaota Signos especiales usados “ ine orem aver nal snow. Consorares om » {nf dental, come en andar, puente, pes Fonema bisa sonore, chien ero! antie fr Fever pina nea! snore, como en boo, pet “ino fst, sein meat, em Pel in Foner alvesir irene snore sel ome toda ar, poe ® (ef ecie,come an tober, ei m (ef fc ¥ asitads sonore, como ent saan a. (a) tea, come en eter, ie © {eh (2 a tna en tae endian aticl a (nF tcaten ¥ asad sore, como ne rolne ‘ibn taco rund ste foi, como en er oir tonsvicines Fonama lvsar vibrant sonro mise, como en ve ovens prepllafcads ord, come on chico, an, coor pera vote 1 eaten, como en eile rev. wr ones dental soner,ocasive © tiv spin a it Tomes sect feat sréa es iar ‘Seen, como i castlann de so, 1a? ec, come en fle, ends ae ms mas ta {at feat, cam ot redo, poder. /n ena oma on ete, Pt i = Fonems anésloprepsatal“rerreso_ (ecm), a In dena @ detour cro! pina ou sro sedge. far * [sf precrtoceta comers, como trance. de a enum wee sonore, eta 0 fran sein 2 ‘avin, pozon CNOMge ne he att entten tbe (ey, - wm Taf ct coo oie ie i Fonemn det tseado oro, como et Haano de i * fa Wate em en elas fore oe lamin te Zee a ‘Arnon cones de sSdana i ttn Rain ™ Fone repantal tv oro, om dl algo “as plear ane JV, come en gets, agit “ere pe Tala ore tis, an Jr 0 () «« Font o ton pep sat sont fein SowisSe we como el nee dea, one o alan de ” enema devia ‘ecasivo sor von nasi ni In etn sos 1, Inv 6 hh wo» Font 9 ston aire fran sero, como i “i siete 9 ahsloprepaata, spel rtroversa Se mur era, mosea one romecion po tar nena vector sec prepa ald tons : putas rrores. im [nt oven sme i etemeta deme, Boi aa . Fonera tpcosiela atreadosord is retorets i Foren seta le nel sonore im Fonome ib! treat toro et ep th Ii aa como on at, fle “rade como (8) MMi S‘AP tte o remind coma ene tin ptt ite einer note ena fon bled nr Tove aaa tr somes ee sale 2, trcaive tnoro, facts vent atone vente Tevo nn promncon ctl wil. a Fonenn past eta soma no tent, ieaig Jos onc blab mas sonore @ acaae cm Fl emordeis, como tn procaine 4 da, o in} tent, come fs caseans de eer, may wh te/ol de mismo, pazmar, nel Mediodla de Es I i COCCeeCeenooeseeoe POSSHHSSSOHSSHSHSOSHHOSSOHOHHSSOHSHSCOSOEES 2 w o we be ne i « Bl m1 Th 8) Bah Jat (0) « wat ti « __ Foner 0 alfono prepaatalfrlcativ sonoro rehi 7) etrcads, come Is eastlians de conyugal o yur _/o] ieatva sorda, como la elena de jefe 0 In ale ‘mans de ich, lechen. zy! abeada sore det bable occidental en mucher, ‘agucha Fonema fricatveslseante sonore. Jil Spicostveolar ciara, como Ia cat 1 dents, como en desde, ls die {af pedorso dental convess, como en ef Judeo spe fol hermexe 0 en el enema denial afreado sonoto, como el italiano de te, coma el portugués de jane, el francés de famas, gen a Sngis de pleasure et Foca inferdental festive sordo ceeante, como el Tatelano de cerca, dec enema 0 al6fono Bilsbia fictive sordo. Ponema velar frietivo tordo, como en ja i, moter cana, sabre todo ante /e/ /i/, gene, Méien. 1. LAS LENGUAS PRERROMANAS § 1. PUEBLOS ABORIGENES, INMORACIONES ¥ COLONLAS, 1, La historia de nuestra Peninsula antes de Ta conquista, romana encierra un cdmulo de problemas ain distantes d ser esclarecidos. Los investigedores tienen que const sus teorfas apoyindose en datos heterogéncos y amblguos: restos humanos, instrumental y testimonios artisticos de tiempos remotes; mites, como el del jardin de las Hespéri- des o Ja lucha de Hércules con Gerién, que, si poctizan al- guna lejana realidad hispénice, s6lo sirven para aguzar mis cl deseo de conocerla sin la envoltura legendaria; Indicaclo- nnes —imprecisas muchas veces, contradictorias otras— de autores griegos y romanos; monedas e inscripciones en len- sguas Sgnoradas; nombres de multitud de pueblos y tribus de diverso origen, que pululeron en abigarrada promiscub dad; designaciones geogréficas, también de varia proceden cia. Combinando noticias y conjeturas, etnégrafos, arques- logot y linglistas se esfuerzan por arrancar espacio a Ia nebulosa, que defiende paso a paso su secreto, 2. Al alborear los tiempos histéricos, pueblos con un idioma comin que sobrevive en el vasco actual se hallaban establecidos a ambos lados del Pirineo. Por la costa de Le- vante y regiones vecinas se extendia, quiz4 como resto de 4 Historia de la lengua espanota st on dominio anterior més ampli, Ia cultura de ts iberos, Ge orien probabemente ortstricano: ellos debié Ta Peninsula el nombre de Toeria, que Te dan Toe esrtres ® . La actual Baja Andalucia y el Sur de Portugal fueron asiento dela civiizain tnresia oturdetana, qe Bubo 8 fectbir tempranaslntenciae de lo navegantss vides de Oriente, So ha tlaconado 2 fos tartesioe con los tsenos de Lidia, en Asia Menor, de fos cles proceden ls tirenot f etriseos de Italia. Tnciso re ha dado como posible uma Cotonzaclén erusca en las costs expats del Meda J Levanto, ya que donde Musi at Piineo abo topssimos Que reapareecn con forma igual o anslogs em Etruria 0 en otras tas Tallanas (Patras, Subur, wn vio Armas, ce tera)? Esperemos a que otras investigacions eontrmen © rechacea les histei i orelmentde-le-ivacidn ares large antigieded nos he transmitid curiosas notices acerca de tia, La Biblia dice que Salomén enviaba ss oaves & Tar fis —al nombre bilico de Tartssor— de donde volian Cargudes de oro, Plata y mari, Tambin los fence soe tenlanrelaciones comerciales con el Sur de Espa el pro feta fssas menciona las nave de Taras como simbolo de In prteitagrandeza de Tiro, Herdoto cienta que Arge onto, rey de Tarteson, roporcon® a lor focsves Pata Tastante para costar n muro, con el que resister a fin tempo los tagues de Ciro, La Tongevided y riqeans 1 Sepin A, Garcia Belo, Los mds remotor nombres de Espata, Astor, IMT, pigs. 32, la denomiecién de Theta procedera de unos ieeres atentaos en Ta 2008 de Hueve, mejor que de ls Soeros del EBste peninsular Vaase Adc Schulte Die Btrusker in Spanien y Die Tyrsener fn Spanien, Kllo, XXII, 190, y X0OXI, 1960 gt Las lenguas prerromanas 15 de Argantonio? se hicieron proverbiales en la Hélade, Estas noticias responden al hecho indudable de que los dos pue- bos navegantes de! Mediterréneo oriental, fenicios y griegos, se disputaron el predominio en Ia regién tartesia, La pugna, que acabé con la desaparicién de las factorias griegas, ba- rridas por los cartagineses, herederos de los fenicios, debi6 de acarrear la ruina de Tartessos. 4. Los fenicios se establecieron, pues, en las costas meri- ‘ionates. Ya hacia el aflo 1100 antes de Sesucristo tuvo higar Ja fundacign de GAdir, cuyo nombre equivalia a ‘recinto amurallado'; deformado por los romanos (Gade) y érabes (Qadis), ha dado el actual Cédiz, Otras colonias fenicias eran Asido, hoy Medinasidonia, relacionable con el Sidén asiitico; M4laka > Malaga, probablemente ‘factoria’ y Ab: dera, hoy Adra. Més tarde, los eartagineses réafirmaron, in- tentificindola y extendiéndola con sus conquistas la infer: cla que hablan tenido. sus-antecesores-los-fenicios en el Sur. ‘los cartagineses se debe la fundacién de la nueva Cartago (Cartagena), capital de sus dominios en Espaia, y Ia de Portus Magonis> Makdn, que leva el nombre de un hijo de Asdribal. De origen piinico se dice ser el nombre de Hispania, que en lengua fenicia significa ‘tierra de cone- jor’, asi como el de Ebusus > Ibiza, que originariamente ‘querrfa decir ‘sta o tierra de pines o ‘isla del dios Bes, divini 7 El nombre de Argantonio ha dado lugar a diversas ipétess HL. Muert (Revue Calque, XL1V, D7, pées. 488) ve en l'un ee fico srgentos, hermano dei lis argentum? ye fuse Argaw toni eh nombre elective de un monetce, ya se tratata sSio del soe tantivo que desigaba Ia plata, personiScedo milcamente como site bola de as Havers teresa, revelria de todos modor a presencla fe celts en Tertesor 0 terrax inmeiatas. En eamblo, Schulte (Kilo, XXITT, 1850, pag. 39) cree deseubri en Argantonic un trusco arenti con adiion de un sufjo eelego. Los topdeimos Ar. fande, Argutdote, de otras reglones, spoyan ia hipétsis celtsta Geese 81). OSH HHHOCHH OHHH OOEHOHOOOCHOHOCOOOOEOE 16 Historia de ta tengua espanota st dad epipcia cuyo culto, muy popular en el mundo piinica, se halla atestiguado en monedas y figurillas de la isla‘ 5. La colonizacién heléniea, desterrada del Sur, prosiguié en Levante, donde se hallaban Lucentum > Alicante, He meroscopion (Denia), Rhode (Rosas) y Emporion > Ampurias. Al contacto con las civilizaciones oriental y grie- 4 se dessrrollé el arte ibérico, que alcanz6 brillantisimo orecimiento: las monedas y metalisteria, las figurillas de Castellar de Santisteban, las esculturas del Cerro de los Santos Yel singular encanto de la Dama de Elche, demuestran hasta ‘qué punto acertaron los hispanos primitives a asimilarse fluencias extrafias dindoles sentido nuevo 6. Respecto al Centro y Oeste de Ia Peninsula, las pri- ‘meras noticias claras de los historiadores antiguos y los he. Iazgos de la moderna arqueologia atestiguan inmigraciones Indoeuropeas que, procedentes de la Europa central, comen: zaron con el primer milenio antes de nuestra era y se sucedieron durante varios sighs. Parece ser que las prime- ras corresponden a la cultura de los campos de urnas fune ‘arias. En el siglo v1 pueblos céhicos habian legado hasta Portugsl y la Baja Andalucia, y estaban ya instalados all; “a ellos se refiere, hacia el afio 445, Herédoto de Halicarnaso, en dos pasajes donde por primera ver consta de manera fidedigna el nombre de celtas. Es posible que hubiera otras oleadas célticas posteriores. En este marco hay que enc: ddrar las diversas afirmaciones e hipétesis sobre la presencia < Veanse Albert Dietich, Phinissche Ortnamen in Spanien, Avtandlungen fe die Kunde des Morgenlandes, XXI, 2, Leipig, 136; oud Ms Millis, De foponimia pinicoespatol, Searad” 1,14 J. M, Sole, La eiimologta punice de Toit, Int, XVI, 1885, y Topont feniio inte, «Enciclopedia LingUstca Mispieay, 1, @249. Pare ‘tras eimologis dadas a Hispania, veaee B. Maurenbresher, Za “Hispaniae und Besali (Gerona). De otros tipos tenemos Uxima > Osa, que es probablemente un superlative celta equivalente a ‘muy alta"; formaciones andlogas parecen, Segisimo > Sasamdn (Burgos) y Ledesma (v. § 2). Céltico es cl sufijo -acu superviviente en Luzaga, Buitrago, Sayago y otros. Una ciudad antigua, donde ahora esté La Badeza (Leén), se lamaba Bedunia, como hoy Bedofa (Guiptizeoa), Begonia (Vizcaya), Bedoya (Santander), Bedoja (Gonufia); derivan todos del celta bedus ‘zanja, arroyo" Los celtas adoraban a los rios; recuerdo de este culto son tor nombres Deva (Guipizcoa y Santander) y Riodeva (Te- rel, euya raiz indoeuropea es Ia misma del latin divs, deus. Conuia y Coruna det Conde (Burgos) som resultado del celta Clu ia. Mas al Sur, se atribuye origen celta a Afco- bendas, top6nimo hermano del nombre personal Alc ovin dos ‘corzo blanco’; Caslada, de cosio, costa ‘avella nna’; Arganda, Argandoa, Argance, de arganto ‘metal brillante, plata’; Yebra < AebUra, y algunos mas de la antigua Carpetania, En el Oceidente abundan os nombres célticos; aparte de algunos ya mencionados, hay Evora, pro- cedente de otro Acbara, Braga (< Bractna o Bra efla, variantes de Bracara), el rio Témega (< Ta mage), etc. Peculiar de los Artabros, que habitaban haci Ta actual provincia de La Coruna, es la terminacién -obre de Fiobre, Ilobre, Tiobre y not treinta pueblos més, todos situados en Galicia’ 7 Weonse Ins obras de Artois de Subalnile, Hubert y, Tovar senclonadas onl nota $y Adem, A. Castro y G. Sachs, «Bed ev de Fill. Esp. XXIl, 1935, 147; R, Mentader Pil, Toponimia Drevroménice hspany 129220; A. Tovar, Numerales indocaropeos en Hlspontar Zephyrus, V, B54, 1722; EI sutfo “ho: indowsropes ¥ ir Cloterdocaropeo, Aichinio Glotoloico Talla, XXXIX, 195, S66 Gondnimes con nen Hspanc, 7 ef nombre de Salamanca, «Actes et moires . Cingutme Congres Teterat. de Sciences Onomsstiques», 52 Las lengues prerromanas a 2. LAs LENCUAS DE LA HISPANIA FRERRONARA. 1. En ts época de Augusto el gedgrafo griego Estrabén afirmé que entre Tos naturales de Ia Peninsula hispana habla diversidad de lenguas. Tal aserto ha sido plenamente corre: bborado por los estudios que en nuestro siglo se han hecho sobre las inscripciones de Idpidas y monedas antiguas-La eseritura ibérica ofrece ya pocas dificultades para su lectura, 15 a que don Manuel GémezMoreno, el gran maestro arqucologia hispdnica, descubrié en ella una combi- nacién de signos sildbicos, como los de los sistemas gréficos cretense y chipriota, con signos representativos de sendos fonemas, como los de los alfabetos fenicio y griego. Tam- bign GémerMoreno descifrs la escritura tartesia, precedente de la ibérica y més arcaica’. La ibérica sirvié no s6lo para TH, Salamanca, 1958, 95116; Més coneiones precttcas en hidrénimes ¥ ordninmos de Hispana, Homenaje. al Prof-AlareosGarts, Tl ale," rnin carne iu Tron Sl, Habis I 91, 39, 1. Corominan,Supgsrtions om the origin of some lt piace names in Casiian Spain, sRomanies. Pestcheift fr 0. Ronis, Hale (Seale), 13, 92120, Acerca del nombre del ro sla 9 otros catismon, Nucts Rev. de Fel Wisp, XV, 16), 30,9 Tépea hespéricg, 2 voi Madr, [971972 3. Hubschmis, Topouimta prrro: ‘mana, sEncclopedia Lingistica Hispdnlae, 1, Madea, 190, 482-01; ML Rabanal (y.m.6% A: Moralejo Lao, Topontmia gaiog 9 leonese, Sentago de Compesela, 1977, ete non GomecMorend, Detlef rien EL lomo de Alor ‘Homenaje 2 Mendnder Piss, IL, Madris, 1915, 4547; Las lengua Ipinicas diservo de resepcibn en Ta Re head Esp, Tots La scr: ture iia BLA. "Acad de In Histone CXIL 1th, 1 Dire (Dispersa, emendata, twedita). Excerpta: La escritura ibérica y su TevguafeSuptomanto de epieala toric, Made, 198-9 La eseré, ture béstuoturdtane (primitiva Mpica), Rev. de Areivos, BIS y's, UNIX, I86, 88981, 7. Vallejo, Eo esritwra thin. Estado 2 Historia de la lengua espanola $2 82 Las lenguas prerromanas 2 Ja propia lengua, sino también, lo mismo que el alfabeto latino, para lenguas precélticas o célticas; pero no se ha encontrado hasta ahora ninguna inscripeién que al lado de Ia versién indigena contenga otra en una lengua bien cono- ida, A pesar de ello el antlisis de Jos textos ha permitido reconocer como elementos gramaticales o derivatives ciertas secuencias de caracteres que se repiten en determinadas clrounstancias. Su identifcacién, asi como la de no pocas ralces, es relativamente facil en ¢l easo de inscripciones pre- cediticas y céltieas por Ia comparacién con otras lenguas de {gual rama ode otras lenguas indocuropeas. En bastantes ‘ocasiones s¢ ha llegado a inferir sentido plausible, aunque ppocas veces seguro todavia, Cuando se trata de inscripeiones ibéricas o tartesias, la dificultad es mucho mayor. Aun con festas limitaciones, las principales zonas lingUisticas de la Hispania prerromana pueden distinguirse con cierta claridad. =-2ay-En-el- Centro, Oeste, Norte-y-Noroeste-las.migraciones ‘centroeuropeas dieron por resultado el afianzamiento de len: guas precélticas y célticas, La de los lusitanos, representada por las inseripelones de Arroyo del Puerco o de Malpartida (Caceres), Lamas de Moledo (Portugal, cerca de Viseo) y Cabego das Fraguas (también en Portugal, junto a Guarda), ‘mantenfa la /p/ indoeuropea (porcom) que el celta perdié, Igual conservacién se daba en tierras hoy leonesss y palen- finas (parimi, véase § 6; Palantia > Palencia). La Tengua de los celtfberos se extendia por las actuales provin- Gone de su conocimiento, Emerita, XI, 1913, AIS; A, Tovar, Los Samos sabicosiberleor 9 las peronacions del sascuence, td 20% Sli kengua 9 eseitra on el Sur de Espana y Portugal, Zephyrs, ii, 19s 196, y Revision del tema de las Tenguas tdlgenas de Es ‘ata y Portucal, sncl4nen de Extodot a Joaquim de. Carvathor, Figuita da For, 192, 7996 J. Casares, EI silbismo en fa eset Itvea, Bel, Rr Acad Exp. XXIV, 1985, 1139, U. Schmol, Die sdse tanischen Inechriften, Wesbaden, 186, et cias de Burgos, Logronio, Soria y Guadalajara, Sur de Nava ra y Oeste de Zaragoza y Teruel; a ella corresponden las inscripciones murales de Pefialba de Villastar (Teruel), en cearacteres latinos, y los bronees de Luzaga (Guadalajara) y Botorrita (Zaragoza), ambos en escritura ibérica; el de Bo- torrta, recientemente descublerto, es de considerable exten sidn, El celtibérico era una lengua eéltica, pero arcalzante, con notables diferencias respecto al galo. Las formas pre- rromanas antecesoras del topénimo Ledesma (Soria, Logrofio, y Salamanca) ilustran sobre las divergenclas entre las len- gas celtibérica y lusitana: mientras en Celtiberia se ates. tiga Ledaisama, en Lusitania aparece Bletisama, que supone *Pletisiima ‘muy anche’, anterior © ajena a la caida celta de la /p/. En los wltimos decenios se ha ‘avanzada mucho en el conocimiento de las lenguas hispé nicas prerromanas de origen indoeuropeo: se ha reconstruldo Jn. declinacin,celtohispénica; se han identifiade no pocos ‘elementos Iéxicos y nombres propios de lugar; y Ia onomés. tica personal ha sido cstudiada a la vista de sus relaciones con otras lenguas indocuropeas’. 9 Véase Ia iblogella indicada en tas notas 5, 6 ¥ 7, ast como (c. Meranda Balmert, Sobre la tmacripcin Bllnge de Layias de Mo: edo, Emerita, IM, 19%, T118, A. Towsr, Lar incricionesIbdreas 9 ta tongue de tot cllberar, Bol R. Rend. Exp, XXV, 196, 142) Ca tv prerromaa, Madd, WS; Las iseripciones de Botorrita y de Petatba de Viator 9 toe lites orientals de tos extuberos.Hisponle Antigua, 3, 158, 364408, 9” "Ein neues, Denkmal der Keliberichen die Brovge von Botorrta,Zeteeh. for Cettache Philo BAIs1s, 148, J. Cero Barola, La geograia Unsica de ta Expane antigua’ a la hz deta lectura de las nsriplones monetaes, Bo. R ‘Acad Bop, XXVI, 194, 17288, M. Lejeune, Celtiberte, Salamanca, 198, y La grande inscription eeibire de Botoria, Compter ends de Académie es Tnseiptions et Balls Lettres 1913, 622647, Mf Pa lomat Lapess, La onomdticn pertonal preteina de le antigua’ Lush test sry. Antroponiniaprerromaa,_sEneiclopedia ingtstce Hispéicse, i, Madea, 190, 34.387, ML. Albertos Frm, SCOHSOOSCOH COOH OOCHOHOHOOCOE OOO HOOOO FOSS SSHSHSSHHSHSSHSSSSHSHSHOSSSESSSSCOOOOCEES a Historia de la lengua espaiola 82 3. En el Sur lleg6 a haber nticleos de poblacién painico- fenicia que conservaron st Tengua hasta el comicnzo de la época imperial romana. Independientemente, los turdetanos © tartesios tuvieron sui lengua propia, que, segin Estrabén, ‘contaba con algin cultivo en poemas y leyes versificadas. Parece que el tartesio, hablado desde el Algarbe hasta el Bajo Guadalquivir, era distinto del ibérico®, extendido por el Este de Andalucia, todo Levante y la parte oriental del Valle det Ebro hasta llegar por el Sur de Francia mas allé del Rosellén. A pesar de que cuenta con abundante docu- mentacion y pasan del millar sus palabras registradas, es ‘muy paco lo que se sabe del ibérico: su sistema fonolégico, algunas raices y sufjos, la relterada apaticion de otros ele: ‘mentos cuyo significado se desconoce. Nada hay seguro res- ecto a su procedencia, aunque ciertos indicios la hacen Siponer camitica, norteafricana. Sus coincidencias con ct ‘vasco se reducen a la carencia de /t/ y /f/ iniciales; pose- sién de un sufijo -tar de gentilicios (saitabietar ‘saitabense, de Sativa’, como bermeotar ‘natural de Bermeo'y; existen- de un pronombre -en que parece corresponder a Ia desi- Tr onomdstca personal primitiva de Hispania Terraconense y Béica, Stlamancs, 19663. de Hor y L. Michelena, Le snscripeon celibdice de Dotorrie, Salamance, 97%; Actas del Coloquio sobre Lenguas y itunes Prerromanae de la Peninsula Tbericn.Salamarce 7731 de mayo e097 Solana, 1916, y Actas del IT Cologio (.) Tibingen Tel) {4 junio de 1916, Salamanca, 199 (con comniacions de LFleusiot ¥ it, Eohwertck sobre las nscripconer de Boforita Pefalba de Vil tary sn Gl, Notes los broncer de Botorrita 7 de Lutees, Habs, Vii, 197, tt, ee 1" Aparte de Ios studios de GomerMoreno, Tovar y Selimll cle ose ta nota 8 relerentes la escritura yfengua tatesia © tude tan, bdanse ottos de Tovar, Lenguas prevrom de la Pen. bere {A} Langues no indoeuropeas. Testimonios antiguas, +Bacilop. Ling Mspor' 860, 9,7 El oscuro problema deta tengua de ls tartstos, en sTartesss y sis problemas. V Symposium internac. de Prehistoria Peninsular, Barcelona, 156, 31346, Las lenguas prerromanas a ‘oencia vasca de genitivo; abundancia de topénimos con elemento inicial dk (Tlerda > Léride, 11ei > Elche, T1iberis, etc) que hice pensar en el vasco ir, ull, uri dad’; y'algiin antropénimo como Enneces, identifi cable con Enneko > #figo. Pero el que las dos lenguas com partan estos y otros rasgos no quiere decir que tengan ori gen comin ni que una descienda de otra: el contacto entre Jas dos pucblos hubo de originar mutuo influjo lingttstic, ‘mds activo probablemente por parte de los Iberos, dado el ‘mayor avance de st cultura, El conocimiento del vaseo ha servido poco para interpretar las inscripeiones ibéricas: caro aparentemente positivo es el de un vaso de Liria (Va- Jencia) decorado con la figura de un guerrero y que tiene igrabada la frase gudua deisdea, equivalente a ‘grito de gue- ra’ o ‘llamada a la guerra’ en vasco actual; pero no hay ‘erteza de que gudu y del pertenezcan al Léxico vasco patti rmonial; pueden ser préstamos del ibérico multisecularmente ccanservados en vaseo'! I problema linghfstico se ha mezclado durante largo tiempo con cuestiones étnicas. Humboldt, apoysndose en semejanzas de nombres geogrificos —muchas de ellas recha- zadas hoy—, creyé probar la identidad lingistica y racial GémeoMoreno, Sobre fos eros y su lengua, v. nota & 5. Caro Baroja, Observacints sobre la hipoteits det vascoibertime, Ezra, 2 19, 236286, XI, 198, 13% Sobre al vocabuiario de fs nseripes ins ibdrieas, BOL Re Ach. Expy XXV, 06) La, geografla. tingle tise de ta ip. antigua, n-&) Tower, Estudos tbre lr prim. Teng, The Ancent Languages» La tached lenguass¥ Bloring 83, Lésico de las inscrpcones ibrieas (celbercg e brie), “Estos fetieados x Menéndex Piss, 11, Madea, 1981, 77532: Lenpuas pre- ‘rom de la Pen. Toer. A) Lenguas no tndocurdpeas. Testimonies ante hos, sEnciclop. Ling. Hispo, 1, 198, 1026" Fonolota del ibéico, “Miseatinen Homenoje a Andra Martine. Eetractraliemo e Historan, in, Univ. de La Laguna, 1962, TL; L. Mlchelena, La Tongue tere shctas del Tl Cotogulo sobre Leng. y Cult. reerom. de Ta Pen. Ubi, Salamanca, 199, 2339, ete roweua esreta —3 52 de vascos e iberos, primitives pobladores de toda Ja Penin- sula, y.aunque reconocié Ja importancia del elemento celta, To supuso mezelado con el ibético en la mayor parte de His: ppania. De este modo la teoria vasco-berista amparé Ja idea de una primitiva unidad lingistica peninsular: ast Hubner, fen 1893, titulé Monumenta Linguae Ibericae, con genitive singular, su valiosisima coleceiéa epigrafic, donde hay ins- cripeiones indocuropeas junto a las propiamente ibérica y Schuchardt, en 1908, intent6 reconstruir Ia declinacién Ibérica a base de morfemas vascos", Hoy no parece sos tenible el parentesco —no ya la identidad— entre las dos Jenguas. Tampoco se admite In comunidad de reza: aunque ‘algunos hayan defendido que los dos pueblos son ramas dis- tintas del tronco caucésico, la procedencia africana de los Iheros parece indudable, Luego examinaremos (§ 3:3) la post Dilidad de que en época remotisima, anterior a las invasiones indoeuropeas. ¥ quién.sabe, si incluso preibérica,,el,vaseo,0 Tenguas afines a él se hablaran en regiones peninsulares muy alejadas de los modernos limites del eusquera. ‘4. La ioterpenctracién y superposicion de distintas gen- tes y Tenguas debia de ser grande en toda Ia Peninsul Hasta en Ja Gallaecia, considerada tradicionalmente como céltica, hsbta pueblos de nombres birbaros, probablemente tno celias y acaso relacionables con otros de Asturias y Can- tabria, A su vez, por tierras de Lérida, los nombres de los ‘seaudillos Hergetes muertos por los romanos en el afo 205, ‘denuncian también Ia mezcla TingUstica: Indibilis 0 Ando. 7 W. von Humboldt, Prijs der Untersuchungen fiber aie Ur ‘bewohmer Mirpanent sermitetst der Vaskachen Sprache, Berlin, 162 (end. de F. Echebaela, Prinves pobladores de Espana lengua tase, Madrid 13), I, Sehuchatat, Dee bere Detlneion, Sltranee berchte der k. Akademie der Wist fa Wie, PHILS. Klasse, CLVIE, 1s 1, 150, 53 Las lenguas prerromanas a bales parece un compuesto de elementos celtas e ibéricos; Mandonio es un derivado de la misma palabra ilirio-celta, ‘que subsiste en el vasco mando ‘mul’. ¥ bdrscunes 0 bdsct nes (< vascbnes) ha sido explicado recientemente como tuna denominacién indoeuropea (precéitica 0 céltica) que significaria, © bien ‘los montafeses, los de Iss alturas’, 0 bien, en sentido figurado, ‘los orgullosos, los altivos" 83. Bt VASCUBNCE SU EXTENSION PRIMITIVA. |, Mientras ef resto de Ja Peninsula acept6 el Intin como lengua propia, olvidando sus idiomas primitives, la region vasca conserv6 el suyo, No por eso permanecié al margen de la civilizacién que trajeron los romanos; la asimilé en fran parte, y el enorme caudal de voces latinas que incor- poré,_transformindolas hasta adaptatias a sus peculiares ‘estructuras, es a mejor prueba del influjo cultural romano. Desde nombres como abere ‘animal’ (< habere ‘hacien- da’, ‘bienes’), Kipula y tipula ‘cebolla’ (< cepulla) ‘errota ‘molin’ ( Calahorra y de los hioridos Gracchurris, Cresenturri(v, antes, apartado 3, y § 99). Este mismo elemen- to se encuentra en el nombre de los Gigurri, comunidad Vénmee J. 5. B. MerinoUrruti, Boctin de te Sociedad. Geo- cexSfica, DXOXT 9 VAIL (S319), 9 Revi 05, XXVI (136), La lengua vasa en ‘todo, 19%; . Caro Barola, Materiales para na historia deta lengua Sasea 19; R. Mendndez Pidal, Orlgenes del espfl, 3+ edicion, 1413, Sobre ie toponimia iberovasca de la Celiberia, «Homenaje don Soo de Urguios I, 18 S467; B. Alacos Llorach, Apuntes fobre toponimia viojana, Berceo. Bol. de Est, Riojas, V, 180, 7% Sine, Sanches Albornce, El nombre de Casille, Estadios dec. « 1M. Plato T, 1950, 86 m1 lor trabajos de varios autores reuridos ch lo tomltes «Geogratin Mstrica de la Lengua Vasta, Zara, 199 astur que ocupaba una de las entradas de Galicia; el Fo- rum Gigurrorum se llamaba en 1206 «usllem de Orrees y hoy Valdeorras; Ia evolucién Gigurri o *Gigdrres > Orres esté documentada en cada una de sus etapas. En cl extremo occidental, cerca de la costa atléntica gallegs, Iria Flavia ha hecho pensar, desde Humboldt, en el vasco iri ‘ciudad’. En le meseta, por tierras de Leén, Valle dolid y Zamora, discurre el Valderaduey, rio llamado antes Araduey, y en el siglo x Aratoi; ara-toi significa en vasco ‘tierra de Uanuras', sinénimo de «Tierra de Campos, que ces el nombre actual de Ia comarca regada por el Valdera ‘duey. En el Centro, la antigua Arriaea eoincidia con el vvasco arriaga ‘pedregal; os érabes cambiaron’ el nombre de la ciudad, sustituyendo Arriaca por Wad-al-ha Bara, que significa también ‘rio o valle’ de piedras’ > Guadalajara. Aranjuez (antes Arangues) y Aranzueque (Gus alajara) guardan indudable relacién con aranz ‘espino’, componente del vasco actual Ardnzazu Los nombres. pre rromanos de la cordillera Ibérica, Idubeda, y de Sierra Morena, Orospeda, han recibido explicacién satisfacto- Fla por etimologia vasca (idi-bide ‘camino de los bueyes’ ¥ orotz-pide ‘camino de los terneros’). En el Sut, T1i- deriso11liberis, antecedente de la Elvira inmediata ‘8 Granada, se ha tenido por latinizacién de Triberri ‘ciu dad nueva’; y en Astigi > Ecija (Sevilla), ALOSthgi > Huécija (Ameria) se ha reconocide aspecto claramente vas co, identificando su -t1gi con tegi ‘cabafa’™, 1 Humboldt, Primiswos pobladores, 2, 8, 307, 18, 4210, 17; 1M, Schuchaat, Die ierisohe Deklinaion, Sitzanererichte der K: Aka demic der Wissenschaften in Wien Phios-Hist Klasey CLVIL 1908, TR. Menéadee Pal, Orgenar del espa, §§ ye I,» Mg Tope iia prerrom, 25,28 2, h. Tovar, Contbria prerremna Made, 1955 15 y'IZ, Esp amarraco, vase amar, amal 9 ef fopdnim Arye ‘Eshymetogia. W. von Wartvurg nom sicrleten Geburtsings, Tibi u Historia de la lengua espariola 83 6, En casi toda la Peninsula se encuentran topénimos ‘con et sulijo -eno 0 -én, -ena. Su reparticién no es igual en todas las regiones, tanto por el niimera como por el earde- ter de la base nominal a que se aplica el sufjo. Escasean en el Centro y Noroeste, donde Caracena (Soria y Cuenca), Nav valeno (Soria), Teleno (Le6n), Borbén (Pontevedra) derivan de gentilicios y apelativos prerromanos, y donde son pocos os formados sobre nombres personales latinos, como Vi datén < Vitalis (Orense), Visén < Visius (Corufa), Toreno < Turius (Leén), En cambio, estos titimos abun. dan en Aragén, Lérida, Levante, Murcia, Andalucia y Por- tugal: Lecifiena < Licimius, Carliena < Carinius, Mallén < Mallius (Zaragoza); Grafén (Huesca) y Grae na (Lérida) < Granius; Cairén < Carius, Bairen < Varius y muchos més en Valencia; Villena < Bellius (Alicante); Archena < Arcius (Murcia); Lucainena < Lucanius,-Purchena.<-Poreius (Almeria); Canena < Canus, Jomilena < *Samellus (aén); Lucena < Lu- cius (Cordoba y Huelva); Mairena < Marius, Marche- na < Marcius (Sevilla; Lucena y Marchiena en”Por- tugal, juntamente con Galiena < Gallius, Barbacena < Barbatius, etc. La vitalidad del sufijo no sélo se man- fen, 168, 421824, R.Lafon, Noms de iews daspect basque en Ander Towie, «Ve Cong Intern, de Toponyiie et dAnthroponymie. eter et Mérseices, Salamanca, 1988, 18138 J. Habschmid, «Encllop. Ling Hisps, 1, 44shy 1. Coromina, Tépice Heapéres, I, 1812, 74%, De lon mchos topénimon a Ton que estoy ottos autores atribuven orgen vatce, eto sélo squclos que me patecen mls probaber 9 més Te Dresentativos, Para los Gigueri, x. J- Mauger, Los puchlow cls Hist de Espata dit por M. Pidsl 1) vol Itt, Madr, 1%, FR. Menénder Pidsi y A. Tovar, Los sufjos con ren Espa fuera de lla, especialmente et la toporinda, Bol. R. head. Esp. XLVI, 19s, USit6, A. Garela y Bellis, Le ltinlscin de Hispania, Archive Esp. de Argueslgta, XL, 187, a, 6, ¥ Hubechmid, «Eecciop. Ling Hisps, 1 466409 9 4 63 Las lenguas prerromanas 3s tuvo durante la época romana, sino aun después, ya que Requena (Valencia y Palencia) parece derivar del germé nico Richkis. Geogréficamente el mayor arraigo corres onde al Oriente y Mediodta peninsulares, lo que esta en Armonia con el hecho de que topénimos y gentiiclos -enus , tena se den en etrusco y se extiendan por todo el litorel, mediterréneo desde Asia Menor, En la onoméstica latina existan Gallienus, «Luciena gens», Bellienus, tc, y gentilicios en -@nus estén muy atestiguados desig- nando pueblos y gentes de la Hispania antique, De otra parte el vascuence posee un morfema -en (nia con el articu 1o -a; variante -enea) para formar derivados de apelativos oarrena, de ib a® ‘vale, vega’) o°con valor posesive (ME helena, Simonena, Errandoena ‘de Miguel, Simin o Fer- nando’; en la toponimia aparece en ocasiones aplicado nombres latinos antiguos (Manciena < Mancius, en Vir- aya; -Urbinlenea-<-Urbinius ; en Guipizcoa). En et st fijo -én, -ena de los topénimos peninsulsres de base antro- pponimica parecen haber confluido factores de diverso origen: uno de ellos ha debido de set vasco™. 7. Es innegable que, cuando se trata de topénimos si tuados lejos de! Pats Vasco, Ia atribucién de vasquismo ha de hacerse com reservas tanto mayores cuanto To sea la dis tancia. Lo mismo cabe decir de elementos compositivos ‘0 derivatives extendidos por Areas de amplitud difuss. Uno de los estudiosos que con mayor cautela ha abordado Ia BR, Mendader Pidl, Ef sufio wenn, a difsion on ta onomds- tice hispana, Emerita, VIL, 1810. ©. Rohifs, Aspecos de. tononiia ‘spotola (Boletim de Plog, Lisbos, XI, 1381, 2) J. ML Paben Sobre ts nombres de la wilas romana on ndalucia (Estudos Sede f¢ Menénder Pidte, TV, 18, 16L4) creen que lor topimos meritions des en dn, vena pueden proceder, en perte al meno, del slo atin “anus tahsformado. por In mela arabe, Veasosépicn de: Monénder Pidal a Roblls en Toponinia prerromdnica Wspana, 15 PSSOSHOSOHSOHSHOHHHOHOHH OOOOH HOOHOOHCOOOS PEOHOSHSHOHSSHHOSHSHSHOHOHSSOHHOHHSHOSOHOHSEOOES 36 Historia de ta lengua espariola 4 ‘cuestién da como posible que la lengua vasca shace poco mas de dos mil afios se extendiera a fo largo de os Pirincos hasta el Mediterrinco», y reconoce que elementos topont: rmicos vascos aereditan que hace tres mil afios esta lengua 1U otra afin se extendia por los montes y valles de Santander y Asturias», Otro investigador, tras explicar por semejan- 2as con el vascuence nombres de lugar de regiones aparta: das, se pregunta: «gVascos en In Costa Brava, en Valencia, fen Andalucia, e incluso al Occidente de esta ultima region? No, sin duda eran iberos y nos hallamos ante elementos co- runes a fas dos lenguas. En consecuencia, més vale no decidirse entre vasco e ihero cuando se trabaja en toponimia, *roménica, y limitarse a hablar de iberowasco, De manera totalmente provisional un nombre explicable mediante ef | vaseo podré atzibuirse al vasco o al ibérico basindose en razones geogrificas»". A estas consideraciones ha de alia: dirse que tanto los indoeuropeos preceltas y celtas como tos iberos se impusieron a habitantes previos cuyas lenguas ppudieron tener conexién con el vaseo e influir como subs trato en las de sus dominadores, 5 4. SuosraaTos LINOUISTICOS PRERROMANOS. EN LA FONO- tocth ESPATOLA 1. La romanizacién de 1a Peninsula fue lenta, segin ve- remos, pero tan intensa, que hizo desaparecer Tas Tenguas anteriores, a excepeién de la zona vasca. No sobrevi sms que algunas palabras especialmente signi BA Tovar, BI Euskera y sus pariete, 199, jeciones setpecio. al vaoqulsmo de Aratol, Tria Plavia, Ill Deris y én, ena, Anales de Tleogia Clsia, V, 198, 15 2 T Corominas, Estas de Toponimia Cala, 1,58 84 Las lengues prerromanas Ea arraigadas, y unos cuantos sufjos. Cuestidn muy discutida, 5 si, a través del lati, subsistieron habitos prerromanos en Ja pronunciacién, tonalidad y ritmo del habla, y si e308 res: coldos primitives influyeron en el latin hispénico hasta Ia poca en que nacieron los romances peninsulares EI historiador Espartiano da una noticia interesante so: bre las diferencias entre ol latin de Roma y el de siendo cuestor Adriano (emperador de 117 a 138 d. de C3, higpano e hijo de hispanos, ley6 un discurso ante el Senado; y era tan marcado su acento regional que desperté las risas fe los senadores. Si un hombre culto como Adriano con- servaba en Ia Roma del siglo 1 peculisridades fonéticas provincianas, mucho més durarian ésias entre el vulgo de Hispania. Sin duda, Ja jnfluencia de los substratos primi: tivos no es el nico factor en Ja formactdn de los romances Ja penetracién de la cultura latina hubo de reducirla mucho, Pero cuando un fendmeno propio de una regién es muy raro 0 desconocido en el resto de la Romania, sl en el idio- ma prelatino correspondiente existian tendencias, parecidas, ‘debe reconocerse la intervencién del factor indigena, Vea. mos algunos casos B Véanse A. Alonso, Substrata, supestratm, Rev. de ll lap, IN, 18h, 821K, RL Menender Pah, Modo de Obrar el Sube- fo tneisice, Rev. de Pol. Esp.. XXXIV, 195, 16s y F, H. Jon semana, La teorla del sustrato los diaectos hispanoromances fssconer, Madi, 156 ‘Hasta medlados de nucstro siglo se vno admitendo ave Is // {picoatvelar del Norte y Centro de la Peninsula erm dine da Inti y procoiia del strato pretromano asco 0 Tberic, Pero Toe ‘Studios de A. Martinct (Concerning some Slavic and. Arjan Refleses of LB. s, Word, Vil, Wi, 9192), M. Joos (The Medieval Silane, Language, XVII, 192, 22528), FH Jongemann (Le teora de sue rato, {1} y Alvaro Galmés do Fuentes (Las sbllanies en la Rome rig, Madrid, 1962) cigan a eceptar que I /8/ dplcoalvealr exstle ‘nginartamente en lati, 2 Historia de ta lengua espanola $4 2. La /A/ inca latina paso en castellano a (h) aspic 4a, que en una etapa mas avanzada ha desapareci¢o (fa zea. > [haya] > (aya) El foco iniclal del fendimeno se Timitaen tos sigos me al xt al Norte de Burgos, La Monta Yy Rioja. Al otro ado del Prine, el gascén da igual trata, miento a la /f/ latina (filiu > hith [hil]). Son, pues, dos Fegiones inmediatas at pals vasco, Cantabria y Gaseu, ls que colnciden. Gascufa (< Vascomia) es la parte ro ‘anizada de Ia primitiva zona vasa francesa, ¥ el vascuence parece no tener /{/ orjginaia; en os ltinismos suste om tinla (filu > ira: flew > iho) 0 susitirla con /b/ 0 Jol (tagu > bogo; festa > peste) Ademis, el vasco incluso el vizcaino durante la Bad Media pose una Taf aspirads que pudo sustitir también a In //, con Ta cual altcrna a veces. Cantabria, la reglin espafola cuya ro- ranizacin fe més tarda, debis de compartir Ix repugnan- a. vasea, por Ia_/f/;-es.clerto. que los céntabros eran oe crigen indocuropco, pero el substrato previo de la regién parece haber sido semejante al vasco; por otra parte, los Citabros aparecen constantemente asociads con los Yascom durante las Gpocas romana y visigoda, La hipétesis de un substrato cdnlabro que actuara desde los tiempos de la ro manizacén cuenta con el apoyo de un hecho significative fn el Este de Asturias y Nordeste de Leén In. dvisoria dctunl entre In /{/y In 7h/ asprada coincide con Tos ent guos lnites entre astures y cinabros™. Este substrato cine {nbro ae vo felorzado decisivemente en Ia Alta Edad Media por el adstrato wasco en Is Rioja, In Burebs y Juaros, donde, BR. Mendader Pidal, Orlgenes del espofol, § Aly: 1, Rodriguer ‘castellano, La aspiracién de ta she onl Ovente de Asturias, Oviedo, Inaitte, do Estudios Astoranos, 146, yA. Galmés de. Facntes 1. Catalin Menéndes ial, Un finite lingiitico, Revista de Diseeto. Togln'y Tradiiones Populares, I, 1946, 19625. o4 Las lenguas prerromanas 2» sepin se ha dicho, subsistian en el siglo xttt micleos vascos, no romanizados ain 3. A causa ansloga se ha atribuide Ia ausencia de /v/ labiodental en la mayor parte de Espatla y en gascén, siendo as{ que el fonema existe en los demés palses roménicos, en zonas laterales del Mediodia peninsular, y existid en espa: fiol antiguo, aunque no en las reglones del Norte. El vasco rho lo conoce, al menos desde Ia Edad Media, y en Ia pri- ‘mera mitad del siglo xvt la pronunciacién bilabial indistinta para /b/ y /¥/ roménicas se atribuia especialmente @ gas- cones y'vizcainos®. Ahora bien, In ausencia de /v/ tablo- ™ Veance $8 3 y 46, Fueta de Castiia y Gasca, A cambio (1 > Uh) 0 1a ena de in 1) slo aparocen gn cates o'lugates ise fades. s cierto que el Inercambio entre ¥[B) se ¥6 fjemplos dlalecales IsGnos (hireus-firces, he! eum, ete): pero sempre habia gue pregvotstse por ‘undio tea "y precisamente = smobow Tndos de’ Vastonin, Vesne .'Mentodes Pida, Ovieones del expo, 8 fy y Manual de Gramarica Htried Espanol Jclones de J. Ort. Tami las combate F. Lazaro Cartelen FF ePenomeno ibésica 2 romance. shcias de In ‘Toponimia Prenseas, Zaragoea, 198. 7 "Conrendré aclarar concepios desde el princia: ta. semicon sonante que el ltln Uanserbia'con uo v (wenloe venient num, vinum: lewis, levis) y que se pronuachba {wl en Ulan cisco, paso a avicutarse come (8) friction, Billa dense ta época ‘det Tmpero,confuyendo ct con in (0) retultante de heberse sojado ta fo/ intervocdica (habere, eaballuss provare), Antes cctasve, Este fonemse /8/ de dobie eigen se hice mie trae Je Ibiedental en seas zona del dominio romeo, pero se manta bilabiaten ‘otras. Parece ser que en In Penfneul fa arictacen fo} artalg6 princpalnente en la Yegiones ras romanizades, Levante 'y Ia mltad meridional, lente gue en ol feito abel f(D) Et ‘espaol antigua transttbia con 0 el foncmm ficatvg (een sue ‘alo, wino © venir, aver, eavllo, vin), cxva pronncsclen’ desis ‘de sero] en unas regenes, (B] en otras, en cambio transertba con bl fonema oclusivo bilabial /2/, procedonte de /o/ lating, tical, (bene > bien, bracehtum > brags) edo /p/ tlina tntervoce lice (sapere > saber, Lupus > fobo); pero fas contstones emt pezaron muy Pronto en el Norte, y ee correron al Sut Rata cinioey POOSHSHSHSHSSHSHHSHSHSHSHSHOHSSSHSOSHHSSOSEEESOEESE 0 Historia de ta lengua espaiiota sa dental se extendia a fines de la Edad Media desde Galicia y Norte de Portugal, pasando por Leén, Castilla y Aragén, hasta la mayor parte de Cataluéa y algunas zonas del Me: diod{a francés, aparte del Rosellén y Gascufa®. En este ‘caso el vasquismo parcce manifestacién parcial de un subs: {rato més antiguo y extenso que et representado por Ia as- piracién © pérdida de la /*/ inicial latina 4. Aparte de los casos més seguros de influencta, se ‘observan signifcativas semejanzas entre 1a fonologia vasca Yy la castellana: En ambas, el sistema de las vocales consta e sélo cinco fonemas, repartidos en tres-grados de aber tura; dentro de los Mmites de estos grados, cada una de las vvoeales, firmes y claras, admite variedades de timbre segtin cel cardcter de Ia silaba y de los sonidos circundantes®. Los (0 en la seganda mitad del sglo x0 salvo en Portugal, Levante » alates (e655 ¥ 92). Aa! fo he demstrada Dimaso Alonso, La fragmentaidn fontica ‘peninauar, Suplemeato al tomo I de Ta sEnciclog, Ling. Hisb, Mat rig 1962, 188202. I betacemo del Norte penasular ha sido reac fin surtdicn (ease desputs, § 22), por IE Likdike. (Sprachliche Detiemargn der apulschen Dilebie ‘om Rumdnischen, Reve des tudes Roumsines, II. 4, 1957, M6) y P- lamenthal (Die Batwckung der romanischen Labialtonsonanten, Romanistoche. Versuche ind Voracten, 3, Bonn, 197, 6081). Sera necesaso un examen mas ete de estas analogs, scentundas 79/9 de latin vol bien, Bonu > bueno) y poraue lore Aiptongos se ientieaton con Tos fon orach, Fonalogte expat aque i diptongecién.surgiia coando.hispanos acostumbrados © Sivtema socdlico de una sola /e/'y dou Soin fof trataron de adoptat Ie dlstncn latina vlgareatce fey J, entre fy fe. bimatirando tiamente las dos vocales bieras. sta hipétsis merece total Sentiiento si st lege a probar que lor hispanor po vassoe del Centro peninslar hablaban lenges ean eealismo de clnco fone, ‘Soma el sarco, no de des, como el tain lisico, o de siete, como ft ata vulgar de Hispania. Vase luego, 4 1h om (el, (we) (bene > entor consitutvor de sles s4 Las lenguas prerromanas a tres foncmas /6/, (4, Je/ pueden ser oclasvos (bl, [2 {el 0 frcativos [b, (4),(e].sentin condiciones iguales en fas dos lenguae. Tanto en vatcuence como en los romances peninsulaes In /r/ de una sla vibracon y In /f/ de doe { més son fonemas distintos que se oponea en posiién inervoclic; en poscién inill, donde nuestros romances tienen s6lo Fel vaso exige prétesis de una vocal (erate trvege.§ 3 arraca ‘Taz’ rosa ‘rosa, que también se da fn espaol prelterario (erroturas ‘otwrss, rturacione), 4ej6 sella en topdnimos y apelides (Arriondas, Arredondo), y aparece como prefio en multitud de dobletesIéxicos (rage 1 arruga, antigus roncer, raster, repentir junto & arancar trrastrar, arrepentr,rebatar [ arrebaar,rebouar / arrebo Zar, eto) ® Latinsmos como plan at han perdido la con- fonante ical en sw adapteciin vascuence (tandtu); coma fniloga sucedié en ln evolucién castellana de los grupos Iniciaes latinos /pt/, /et/, /-/ (planu > “Cplenu) > {lano])*. Estas y otras coincidence mo parccan casuals 5. En el Alto Arapin, las oclsivas sordas intervoclicas Intnas se conservan frecuentemente sin sonoriar (ripe, fo retar, lacuna). En algunos vales de Ta misma reqién (Fenlo Y Secu) se sonorizan las oclusivas que siguen a nasal 0 Uiguida (combo “ampo’, puarde “puente’, chungo “unco’ aldo ‘alte’, suarde‘swere) restos dspersos en otras loca Tidades denancian que el fendmenoalcanas antato a todo el Pirineo aragonés En la Ripjn de los siglos x y xt fas Glo Enilinnenses conservan de ordinaio las srdasintervocdicas (lueco, mouetura, et), mientras sonorizan tes a ia /s/ de aliquantas > olguandas; en documentos rijanos de Ia cen Pia, rice, § M; Michena, Fon Mit. Vasc, sa Menénder Pidal, Orlgenes det espaol, § 102. F. H. Sungemson 1a teora dal sustrate, pgs 177 1, rechara, sin arguments com asous eno, 4 2 Historia de ta lengua espafiota sa poca hay otros ejemplos semejantes. Los dos rasgos se dan fen beainés y colnciden con el tratamiento que da el vasco a Ins oclusivas de los latinismos que ha adoptado: el vasco no Altera las intervocdlicas (tipula ‘ceboll’, kuskula ‘cogolla, fapatha ‘espada'); pero sonoriza las que van tras m, 1,7 0 [, tanto en los latinismos (temp dra > dembora fronte > boronde, altare > aldare) como en formaciones indigenss (emenkoa > emengoa, Iruntik > Irundik). En vasco, el earde- ter sordo © sonoro de una oclusiva depende de los sonidos vecinos, sin constituir rasgo fonolégico diferencial; y la es- critura ibérica empleaba tun mismo signo para sorda y sono- ra, meras varlantes, sin duda, de un mismo fonema®. 6. Otros cambios fonéticos espafoles pueden atribuirse 1 substratos distintos del vasco. La sonorizacién de Ias och sivas sordas intervocdlicas Iatinas parece coincidir origina riamente en Ia Peninsula y en la Romania con Ia existencia -de-un-anterior. dominio-céitico--Entre-los-celtasrhispanos-la indiferenciicién de sordas y sonoras debia de ser grande, ‘8 jurgar por grafias alternas como Doitena y Doidena, Am. atus y Ambadus, Arcailo y Argacta, Ataecina y Adaegina, sbriga y -brica. Estas vacilaciones se extendian por todo el 7] Véanse ls distinas opiniones expuestis por Sarsinandy, Ves tices de phondigue Weriewre on teriteire roman, Revista Tnteraais. ‘nae. Estudoe’Vaseon, Vi, 1913, R. Meoencer’ Plat, Orfener det Cipahol, Hey 55, G. Roblls, Le Gascon, 138, 337, A Ber hocharegaveteche Dialekt, Revue de’ Liegisique Romane, i, Ns, TOT W. B, Bleork, De quelgues afonuds phondlgues entre Ferogonaie et te bdarnois, 83 reseba de esta obra por T- Navarro ‘Toms, Revista de Flotogla Hispénes, 1, 199, 178176) A, Tovar, Les Signos slihicertbércos Tas permatacones del version, Emerita, XU, 20 y sina, y A. Martinet, De fa sovrtsaton des occusives {nits en basque, Word, VI, 50,2433. Para las Gloss ¥ documentos FHejanes, winse F- Gonzi Ole, La sonorizociim de las comonanter ordar tras ronante ana Rioja. A propésito dl lomento etco em Iat Gioses Enlanenss, Cand. de Tovert. loi, Logrono, 1V, 1979, 11s im a4 Las lenguas prerromanas 3 Noroeste peninsular a partir de In Moea LisboaMedellinstie- ras de Soria; en las mismas regiones alcanzaron también 1 palabras latinas (imudauit por immutauit, per- peduo, Perecrinus, Aucustinus en inscripciones de la época romana); y hubleron de constituir base favora- ble para la sonorizaciin de las oclusivas sordas intervocd- licas, que en fos siglos 1X al xr aparece especialmente arral- fgada en Galicia, Portugal, Asturias y Leén®, 7. En casi todos los paises roménicos donde estuvieron asentados fos celtas, el grupo latino /kt/ evolucioné hasta Hegar a /it/ © /¢/, soluciones en que se reparten los roman- ces occidentales (lat. nocte, factu > port. noite, feito; csp. noche, hecho: ea. nit, fet: prov. muech, fack; fe. nut, {ait La primera fase del fendmeno (relajacion de Ia /k/ en [jc sonido igual al de la jcastellana moderna) aparece en ins- tipeiones galas y es general en irlandés. En inscripciones ~eeltibéricas-consian Rec tugenus~y-sucreduccion= Re tugeno, que probablemente habré de leerse *Reituge no; el nombre es el mismo de Rhetogenes, héroe nus mantino mencionado por Appiano *. Como el grupo /ks/ ha sequido una transformacién andloga a Ia de /Kt/ (lat. 1axa re > port. leixar; esp. lexar; fr. lesser), con igual exten: sién, podria ser también de origen eéltico, FA Forse, Le sonoritaciin 9 calde de lar intervoedins y ts ‘rats indocntopeos on Hispania, Bolen de a R. head Exp, XVI, Sobre le eronalogia de le sonortacs.. ala. Romina Ove. i aMlomenafe a Fritz Keogers, 952, 918; The Acent Lang: of ‘Port, 1981, 95; La lace de tnguar. 1968, 7 Einfhrane Wt die Sprachgeachichte der Uber. Halbinel, 197, MAI. 8. Ste eto, tara da Lingua Portugusa, Rio de Taneeo, 12, 164151 No echazan Ia posibllidad dl subseato ello A. Marne, Care Lent fon and Wevters Romance Consonants, Language, XXVith, 1992, 192- 217, a Jungemana, op. cit 159 1 uP Ww MeyerLUbie, Inroduccén « lx Iingitstica roménica, Madi 1816, § 2st: Tovar, The Ancient Lane. of Sp. and Port, Bi, Siva Neto, Historia, 6. ¢ POOOOOHHSHOOHOOHOEOOHSCHSEEOCOCOEOCOOOE “ Historia de ta lengua espaiiota 85 8. Por witimo, en el Centro y Noroeste peninsulares y fn otras zonas occidentales de Europa hay testimonios edt ticos de vocales inflexionadas por la accién de otta vocal siguiente; por ejemplo, a un nominative Ancetus corres ponde un genitive Angeiti. En este fenémeno se ha visto tun anticipo de Ia metafonia que con diversa intensidad y aleance se da en la Romania occidental: lat. f8e%, vEni > fr. fis, vins, esp. hice, vine, port. fiz, vim. Sera necesario precisar las’ condiciones en que tal inflexién se produce en Is Tenguas célticas y en los distintos romances, S75. HUELAS PRERROMINAS EN LA MoRFOLoGiA. EsPAROLA 1. En lenguas célticas de Hispania —al menos en Ia celtibérica— los nombres de tema en /-0/ tenfan /-08/ como desinencia de nominative plural: en inscripelones aparecen araticos, calacoricos, lutiacos, etc, en funcién de sujeto. Ello pudo contribuir a que el nominative plural latino en /4/ desapareciera en Hispania y quedase tna forma Unica -os para nominativo y acusativo. Véase § 18,. 2; En espafol se conservan algunos sufijos derivatives nominales de abolengo prerromano. De ellos, los que tienen hhoy mayor vitalidad ‘son los despectivos -arro, -orr0, «urro (buharre, machorro, baturro), de origen mediverrineo pri mitivo¥. Por los siglos x1 y x11 subsistian eco y -ueco (Kart nariecas, pennueco), procedentes de -8ceu y eeu no latinos; ahora sélo se encuentran, con pérdida total de si nificado, en palabras sueltas (muiiece, morueco) y en nom bores de lugar (Barrueco, Batuecas)”. En peasco, nevasca, A Tovar, The Ancient Lang. 95; Einfhnong, 2, bs R. Menenden Pidal y A. Tovar, Lor zufjor con -rr en Espo 1 fuera de ai, Hol dei Reads Esp, RRAVIT, 188, L2H. ‘oem Pid, Origenes, #6 55 Las tenguas prerromanas 4 borrasca parece sobrevivir un sufjo ligur -asco%. Acaso tenga el mismo origen el patronimico espafiol en z (Sducher, Garciaz, Musiz, Mutioz, Ferru2); las tesis contrarias a su abo- Jengo prerromano no han logrado ofrecer ninguna solucién, satisfactoria, mientras que las terminaciones -at, -e2, -02, ‘bundan en toponimia peninsular y alpina presumiblemente ligur; este sufjo -2 fue incorporado por el vasco con valor posesivo 0 modal®. Del precéitica 0 eéltica -aiko,-aecu¥ ‘muy atestiguado en inscripciones hispanas, proviene -iego, bastante activo en otto tiempo, pero apenas empleado hoy fuera de los derivados antiguos como andariego, nochernie. 80, mujeriego, solariego, palaciego, Jabriego, etc. °. 3. Aparte hay que sefislar I extrafia afcién del espatiol a formar derivados mediante la afadidura de un incre: mento inacentuado con vocal @ (reldmpago, eifnage, méda no, edscara, agéllara, de lompo, cieno, meda, casca, agalla). Las consonantes del suijo son indiferentes, segtin se ve en Imurciégano y murciégalo > murcidlago, de murciego, © en 1B Meninder Pil, Teponinta prerom. hips, 7, OLED y 12165 ‘Supone orgen no Hgut J. Hubschmi, saci Ling. Wisp 1 S283, Die askousko.Sufie iid das Problane des Ligurzehen(v:. 6) ‘o"Aenendex Dida, Toponimia prervon: his, Ter I. Mentnder ty A, Tovar, Dos suljos espatoler en wt 9 expectalmante for pstrontnicos, Bl. R. Ae- Esp, XE, 1962, 714. Pore ores eaten, ‘ance Balt, Grindrss der’ fons. Pay Se Grier, Ty Bo ede 308 Cornu, Mid, 92: Carney, Le latin Espagne stapes ls inscriptions, 22285, W. MeyerLibke, Romanuche. Nomenstadien, Sitangsberts ‘er k Ad. in Wien, 108191751 9 Die beroromanchen Patrons ‘Spanish patrargmies i, Revie Wispansqe, LAVI, 1935, 166178, LW. Gray Lortgie de le termination hipono-portugase ee, Balen de Ia Soaité de Lingustigue de Para, NRVIL, PSS bios; 7 Caro ‘Boro, Haterisies pare wna historia de Te lengua vasea en ou rlscion on fa Tain, 182, ND118, E- Garin omen, Hipocorsicr érabes 9 Detrontmicos Nspinizes, Acabics, 1934, B35 oy Mattel, The Hispanle Suffle (ess. A Morpholoicel and Lexical Study based on Histocat end Disecal Sources, Berkley ‘ish “ Historia de ta tengua espafiola $6 Jas alternancias sétano y antiguo sdtalo, Huéreanos y Huér- cao) Overa. A veces sélo se conoce la forma derivada y no Ja primitiva; ast ocurre en rdjaga, bdlago y tantos otros Los esdrijulos latinos que se han conservado no bastan para explicar un fenémeno tan amplio; en cambio, la topo- hhimia prelatina abunda en nombres como Nai&ra y los ya citados Tamagay Brac&ra, con sus variantes Bra cana y Bractla, semejantes a lot actuales Huéreanos, Nuévaios, Soléreano. El sustantivo paramo es indudable- ‘mente prerromano, y probablemente lo es también légamo © légana, Parece tratarse, por lo tanto, de un habito heredado de Ias lenguas peninsulares anteriores al latin“, § 6 VocAnULARIO ESPAFIOL DE ORIGEX FRERROMAND, 1, Son muy numerosas las palabras espafiolas ‘que no encuentran etimologia adecuada en latin ni en otras lenguas ‘=comocidas, No=pocas, exclusivas- de I Peninsula; son” tah— viejas, arraigadas y caracteristicas que invitan a suponerlas ms antiguas que la romanizaciéa: por ejemplo, abarca, artiga, aulage 0 aliaga, barda, barraca, barro, cueto, charco, ‘galdpago, manteca, perro, rebeco, samarugo, silo, ima, tamo, toca, foj0 %; pero no se ha encontrado fundamento sufciente © R Mendader Pidsl, Manual de Gramdtica histérice espateta, 44 Origenes del espanol, 61 y 61 bs, ¥ Suiosdlonat en ef Mede derrineo Oeciavial, Nowra Rev. Ga Fil. Hip, Vil, 1S). S455, J. R “Graddoek, Latin Legacy versur Substratum. Residue. The Unsiressed “Derivationat” ‘Suffer in the Romatce Vernsctars of the: Western Mediterranean, BerkeleyLow Angeles 16, ‘2 Veanse, ante todo, el Die erl. etm. de la logue castellena de 4, Coromins, Magra 1984, y ta Tépioa Hesperia, ly Medeldy It 18428, R. Menéodex Pidal, Ofgenes, $51) 9 8, 9 Toponimia yrerrom. isp, 02M Siva Neto, Mistria, 27.308, Hubschod, sence. ing isp, 12446 y LULL 'y A. Tova, Les traces lingitiguescetgues dana fa Pninete Therigu,eCeltioun Vi- Actes dt Toishme Calogus Intern, 'Etudes Gaulolses, Celgues et Protcetiquees, Rennes, 158, Hua 96 Las tenguas prerromanas a para sefalarles procedencia concreta de alguna lengua pre romana conocida, Mayor es la probabilidad de acterto cuan- do entre la palabra espatiola y una de lengua prerromana hay afinidades fonéticas y signiicativas suficientes para su poner entre ambas parentesco o relacién no explieables por ‘ia latina o posterior: vega tenfa en los siglos X y Xi las for. mas beica y vaiga, semejantes al vasco ibaiko ‘ribera’; arto ‘eambroners’ corresponde al vasco arte ‘encina’; igiteda y fl vasco akefo ‘macho eabrio’ postulan un étimo comin Tekoto; vilorta significa lo mismo que el vasco bilur; pestafa vale igual que el vaseo piztule, en conexién con pitta ‘legafia; 10s altoaragoneses ibén ‘laguna’ y sarrio ‘es pecle de gamuza 0 cabra montés’ parecen relacionarse con Tos vascos ibai ‘rf! e izar ‘altura’ etc. Tal vez sea de origen Tibio tamujo, port. tamuge, planta que sélo se da en una franje de la Pengnsula y en una zona de Argelia donde estuvo ‘asentada Ia antigua, locallded de Tamugadi®. A. juzgar por I geografia de sus posibles parientes parecen tbéricas, rediterraneas 0 aceso ilitioligures barranco, carrasca, gn. dara ‘pedregal’, lama "barro’, etc. Nava no sélo se extlende por todo el dominio castellano y vasco, sino también por zonas alpinas y en el celta insular. El Iéxico de origen pre- fella o celta comprende sustantivos referentes al terreno: errueco, légamo, sera; nombres de Arboles y_ plantas: abedul, liso, dlamo, belefo, belesa, erro; xo6nimos garea, puerco y toro (en Ia Inscripeién de Cabeso das Fraguas poreom y taurom se anticipan a los latinos porcus y taurus); terminologia relacionada con los Guehaceres risticas: busto ‘cercado o establo para bueyes’ Cboustom en el bronce de Botorrita), amelga o ambelga, ‘colmena, gancho, gorar ‘incuba’, gilero, huero; y otras pa: TV, Bertldi, Romance Philology, I, 171, 8 Historia de 1a lengua espaiiola 56 labras de campos seménticos diversos: baranda, basca, be- rrendo, cantiga, tarugo, los verbos estancar, atancar, travcar, virar, ete. El calzén era prenda caracteristica del vestido celta, y el término correspondiente, braca, ha dejado el espafiol braga; el uso de braca en Ia Peninsula est ase gurado por la existencia de Brackra y los bracari, Pueblo que habitaba la regién de Braga. El compuesto la tinocelta Octavioles (ciudad situada entre Reinosa y Aguilar de Campoo) atestigua el empleo de olca ‘terreno cereado inmediato a la casa’, de donde el espaiiol huelga (hoy casi olvidado; recuérdense nombres geogréticos como sas Huelgas y compérese el francés ouche), 2. La epigrafia latina de la Peninsula no proporciona ‘muchos datos. En el ara votiva de Leén (siglo 11 d. de C), Tullo ofrece a la diosa Diana los ciervos cazados vin pa rami acquores; péramo no tiene aspecto ibérico; debe pertenecer a la lengua precéitiea © protocéitica de los puc blos que habitaban el Oeste de Ia meseta septentrionl, Balsa figura como nombre de una ciudad lusitana encla- vada en terreno pantanoso; es la primera muestra del es F panol y portugués balsa, cat. basse, El bronce de Aljustrel “Portugal, sigio 1) da «lausiae lapidese; de *lause vie ren el espafiol l0sa, port. louse, cat. lose, 3. Los autores latinos citan como hispanas 0 ibéricas hhasta unas treinta palabras, que en su mayoria no han le. fgado al romance. De las que han perdurado, algunas no son originarias de Espana, sino latinismos provinciales o voces extranjeras®, Quedan, sin embargo, ciertos testimonios in Veanse Cornos, Le ttn Espagne dprés tes inscription elles, ts, y J. Une, Insericioneserstionay de la Espa ro ¥ vsigod, Bateslon, 2 ed 188 ‘Por ejemplo, can thus ‘Alero con que se ce el borde dele reat, african © espafal segin Qulotiane, e& el orien del cap 56 Las lengues prerromanas ” teresantes: Varrén afirma que Lancea (> espafol lanza) no ern voz latina, sino hispana; podria ser, en efecto, un celtismo peninsular, Plinlo recoge arrugia ‘conducto sub- terrénea’, antecedente de arroyo; da cusculium (> esp. ‘coscojo, caseoja) como nombre de una especie tbérica de encina;_y atribuye origen hispano a cuniculus (> esp. conejo), Quintiliene sefiala como oriundo de Hispania el fdjetivo gurdus ‘estélido, necio’ (> esp. gordo, con car ‘bio de sentido); la palabra se usaba en latin desde varias generaciones antes ®, Y en el siglo vit San Isidoro mencio- nna en sus Etimologlas cama, sarna y stipa, variante de stippa > estepa ‘mata resinosa parecida a la jara’. Fs probable que el Iatin tomase de las lenguas hispénicas Jos nombres de algunos productos que se obtenfan, princk palmente en la Peninsula, como plumbum (> esp. plo- mo), galena, minium (compdrense el nombre fluvial Mino —en Galicia, tieréa de donde se extraia abundante {xido de plomo— y el vasco min ‘vistoso, encendido’). His- pania era ya gran exportadora de corcho: el latin suber ( esp. sobral, cat. surer, port. sovre, sobreiro, it. sughero, sovero) parece ser una vor peninsular adoptada*, poset i a ree Sip sasha av Notas ee den ao eee igeteha a io ES we nea CH vpn Aum, XY, 2 He READS Manat 2 Sia el nts Hm Pp 28 Ce a it Re wba ee uo ma enn a at suns eB i __ de carpintero so Historia de ta’ lengua espatiota g7 4." La influencia de tas lenguas prerromanas en cl voca: bbulario romance de la Peninsula, segin lo que podemos apreciar hoy, se limita a términos de signifeacién sume. ‘mente concreta, referentes en su mayoria a la naturaleza ya la vida material. No pervive ninguno relativo a la orga nizacion politica y social ni a In vida del espiritu, 87. Cmmiswos pen carte, [No son pretromanos muchos celtismos que, tomados de los galos, adquirieron carta de naturaleza en latin y pasaron f todas o gran parte de las lenguas romances. Ast ocurrié con un nombre caracteristica del vestido celta, camisia (> esp. camisa), La vivienda celta dejé al latin capanna (© exp. cabana); 1a bebida tipica de los galos se llamaba cerevisia, origen del esp, cervera. Medidas agrarias de inual,procedencia.son.are pennis->varpende-y lewea 3" legua. Los romanos aprendieron de tos galos nombres de Grboles, plantas y animales: alauda y salmo son en espatiol alondra y salmdn. La habilidad de los galos como constructores de vehiculos hizo que los romanos se apropia ran los celtismos carrus > carro y carpentum ‘carro de dos ruedas; carpentarius ‘carrero’ amplié su sem. tido hasta hacerse equivalente de tignarius, yes el igen os términos celtas que lograron gran difu- % W. MeyerLibhe, Introd. @ Ja Ling. Romdnies, Madris, 1928, ssa Bl wo de carpentarius con cl valor de tlenarius apa race yen Palaio (Therouruslinguae ltiaee Ts 190 ets 48), Car Dintero no es un galicismo evidente, com pretende HW. Lausbery (Ro. Imanische Forschungen, LX, 17, 2H); antigiedod ea Espat td Ssemurnda por la del derivado arpencerla, que figura ean docimento ovetense de os sigos ix © x (Moz ¥ Romero, Colcclin Ce Fuerey Meats, 187, 1) s8 Las lenguas prerromanas st sidn en el Occidente de la Romania son *brigos ‘Tuerza’ (> esp. brlo) y vassallus (> esp. vasallo), que sirvié para designar una relacién social que los romanos desco- noclan, . 58 Vasoutsuos. Después de la romanizacién el vascuence ha seguido pro- porcionando al espaiol algunos vocablos. En la Alta Edad. ‘Media el dominio de Ia lengua vasea era més extenso que en. Ja actualidad, y of crecimiento del reino navarro favorects Ia adopcién de vasquismos. En el siglo x las Glosas Emi ianenses mezelan frases éuscaras con otras romances; en Ja onomdstica espafcla entraban nombres como Garsea > Garcia, Enneco > ffigo*, Xemeno > Jimeno: y snwel-x1tt-elriojano- Berceo- empleaba-humorfsticamente bildur ‘miedo’ como términio conocido para sus oyentes, Por esta época annaia ‘hermano’ y echa (< vasco aita “padre’) formaban sobrenombres honorifics o afectivos («Minaya Alvar Fafiers en el Poema del Cid; «Miecita don Ordonio fen documentos del siglo x11)®, Siniestro, de origen latino, contendia con izquierdo (< vasco ezker), que habla de Imponerse. De zati ‘pedazo' y su diminutive zatiko, vie- fen zato y gatico ‘pedazo de par’, ‘pequefia cantidad’, usado or Berceo; en las cortes medlevales se llsmaba gatiquero al eriado que levantaba la mesa de los sefiores, El vocabulario espafiol de origen vaseo seguro 0 proba ble incluye adem&s términos alusivos a usot hogarefios, 3 GM. Verd, 5.3, thige,Iigues, Hustega Mistorla y Merfoogta, Miscolinea Comins, NXXIL. 194, $61 y 20733, BR Menéader Badal, Centar de Mo Ci, TI, 16,1211, y Chamer tin, en Toponinia rer. isp, 2. PO SOOO OS OOOO H0OCO8O0OHCCCOOO CEES POSS SHSSSSHSHOHSHHSHHSSHSSSHSHHSSEOHOHEOEHEES 2 Historia de la lengua espafola 58 como socarrar; nombres de minerales, plantas y ant ‘males, como piearra, chaparro, acaso tumaya; prendas de vvestir, boina y zamarra; agricultura, treecién y- ganade. ra, faya ‘pala de labrar’, narria, cencerro; navegacién, ge. ‘arra; metalurgia, chatarra; supersticiones, aquelarre: juego, Srdago, etc. Del vasco buruz ‘de cabeza’, cruzado probable. ‘mente con una vor Arabe, vienen los espafioles de bruzos, de bruzas, de bruces, y el port. de brugos™, En ocasiones Ia palabra vasca es, a su vez, de origen Iatino @ roménico: ast, del latin augurium proviene la interjeccién vasea de sm Judo o despedida agur, de donde el espaol agir, usado como ddespedida a partir del siglo xvzt por lo menos: el latin cs. tells dio en vasco tristera, que ha pasado al castellano en In forma chistera: nuestra chabola es adopcion reciente del vaseo tsabola, pero éste procede del francés antiguo jaole ‘jaula 0 c&rcel’. A cambio de estos y otros escasos présta- ‘mos, la influencia léxica del espafol sobre el vasco ha sido, Y sigue siendo, enorme. 35. Corominas, Revista de Flo. Hispnica, V ply. & 4,8 A. Tovar, Boietio de Flog, Vill Lisboa: fat, 267 A, Castro, Rev. de Filo. Esp, XX, 185), G04) 3. Corominas, hee. ert etm TT, LA LENGUA LATINA EN HISPANIA 9% Romanazacron ow Hiseansa 1. La segunda guerra piniea decidié los destinos de Hispania, dudosa hasta entonces entre las encontradas in fuencias oriental, helénica, celta y africana, En el afio 218 antes de Cristo, con el desembarco de los Escipiones en Am Purias, empfeza la incorporacién definitiva de Hispania al ‘mundo grecolatino. Gades, el ultimo reducto cartaginés, st ccumbe el 206, y Jos romanos emprenden la conquista de la Peninsula. A principios del siglo 11 les quedaban sometidos el Nordeste del Ebro, ef litoral mediterréneo y la Bética, La contienda sostenida por lusitanos y celtfberos duré més; ‘aun después de la destruccién de Numancia (133) se regis- ‘tran nuevas insurrecclones, En el siglo t repercuten en mes tro suelo las discordias civiles de Roma. La paciicacion del territorio no fue completa hasta que Augusto dominé a cén- bros y astures (aio 19 a. de Jesucristo, ‘Mientras tanto el seftorio romano se habia ido exten- diendo por todo el mundo entonces conocido: a Italia y ' Véanse A. Garcia y Bed, Le ftintzacén de Hispania, Archivo Esp. de Arqueclogta XL, 197, 9 la bibliogratinctada por K. Baldinger, {Le formacisn. de los dominion lingilicos en la: Peninsula Toone, Madri, 197, 104106. 4 Historia de la lengua espariola 59 sus islas circundantes se afiadian en el siglo 11 Wiria, Mace onia, Grecia, el Norte de Africa y la Galia Narbonense; en el, Asia Menor, Galia, Egipto, el Sur del Danubio y los Alpes. ‘Ast el Oriente, colosal y refinado; la Hélade, cuna Gel-saber y la belleza, pero incapaz de unificarse politica: mente; y el Occidente europeo, habitade por pueblos dis cordes en mezcolanza anérquica, quedaban sujetos a Ia dis ciplina ordenadora de un Estado univers La primitiva Roma quadrata se habia engrandecido gra cias a virtudes supremas: ruda en un principio, como puc- io de agricultores y soldados, posela un sentido de energia viri, de dominio, que le sbrié el camino para cumplir su ‘excelsa misién histérica. La cultura romana traia el concep: to de Ia ley y la ciudadanta; pero el Estado no representaba ‘slo garantias para el individuo, sino que era objeto del servicio més devoto y abnegado. Al conquistar nuevos patses, Roma acababa con las luchas de, tribus, los desplazamientos. ‘4e"pucbios, las pugnas entre ciudades: imponia a los dems cl orden que constituls su propia fuerza, Consciente de esta providencial encomienda, Virgilio la hacia saber a sus com- patriotas Tu retere imperto poputos, Romane, memento (ae fb runt arts), pactsque tmponere more, Darcere sicctis et debllare superbos EE sentido préctico de los romanos los hizo maestros en “1a administracién, el derecho y las obras piiblicas. Roma tent6 la base de Ins legislaclones occidentales. Calzadas, [puertos, faros, puentes y acueductos debidos a sus técnicot Ihan detafiado el transcurso de los siglos. Y si, por natura lez, el romano no sentia aficién hacia et escape desintere, sado del espititu y de la fantasta, acerté a aproplarse Ia ccultura helénica, bebiendo on ella lo que le faltaba, De este ‘modo, Ia escuela romana Mevaba a las provincias, a la vez 39 35 {que el nervio latino, et pensamiento y las Jetres griegas, la cereacién més asombrosa del intelecto y arte europeos ‘Como consecuencia de Ia conquista romana hubo en His pania una radical transformacién en todos los érdenes de Ja vida: téenica agricola e industrial, costumbres, vestido, lorganizacion civil, juridica y militar. La religién de los con. quistadores, con sus dioses patrios y los extranjeros que {ba cobijando, convivié en la Peninsula con el culto a divi- nidades indigenas. La mitologla clisica alz6 templos con segrados a Diana, Marte o Héreules, y poblé de ninfas los bosques hispanos. Atin hoy subsiste en Asturias Ia supers: ticidn de las xanas, hermosas moradoras de Ias fuentes, que tejen hilos de oro y favorecen los amores; sana es evolucion fonética y semantics de Diana, Is diosa virgen de los bos ques y Ja caza, 2, La romanigacién més intensa y tomprana fue Ia de -=la-Bétlcarcuya'culturarsuperior-avla'de las demés'regiones, facilitaba Ia asimilacién de usos nuevos. La feracidad de las comareas andaluzas atrajo desde muy pronto a Jos colon! zadores; ya en 206 a. de J. C. tuvo lugar Ia fundacién de Itdllea, pare establecimiento de veteranos; leplonarios casa- ‘dos con mujeres espafiolas constituyeron 1a colonia liberta de Carteya (17), y Cérdoba, més sefiorial, fue declarada colonia patricia (169). En la época de Augusto efirma Es ‘rabiin que los turdetanos, especialmente los de las orrillas del Betis, habian adoptado las costumbres romanas y ha- bian olvidada su lengua nativa. Esta noticia ha de referirse a las ciudades importantes, pues en los pequefios miicleos de poblacién y en el campo el apego a las costumbres y Tenguas nativas hubo de ser mucho més duradero. ‘Alas costas mediterrdneas y al valle del Ebro acudieron también muchos colonos. La politica de atraccién dio ex: La lengua latina en Hispania PSCOSHHHOSHHOHHOHHSSOOCHOOCOOHO HOO OOOEE p Occccccceccececccccoeccecoeoneecoes 56 Historia de la lengua espatola 59 celentes y tempranos resultados con los indfgenas. En el ‘fio 90 a, de J.C, durante la guerra social de Italia, com- batian en las filas del ejército romano caballeros nativos, de Salduia (Zaragoza), quienes merecian por su valor Ia ci adanfa romana y otros honores. Sertorlo fundé la escucla de Osea (Huesca) a fin de dar educacién latina a los jévenes e la nobleza hispana, preparindolos para la magistratura, a la vez que se procuraba rehenes. Segin Estrabén, la roma: nizacién de levantinos y celtfberos no estaba tan avanzada, hacia el comienzo ide nuestra era, como la de los turdetanos, ‘Mas retrasada se hallaba todavia la de Lusitania; y los pueblos del Norte, galaicos, astures y efntabros, recién do- minados, seguian viviendo con arreglo = sus rudos hébitos seculares 3. Con la civilizacién romana se impuso la lengua latina, importada por legionarios, colonos y administrativos, Para ‘su difusién no’ hicieron falta coacciones; basté et peso de las cireunstancias: cardcter de idioma oficial, accién de le escuela y del servicio militar, superioridad cultural y con- veniencia de emplear un instrumento expresive comin a todo el Tmperio. La desaparicién de las primitivas lenguas peninsulares no fue repentina; hubo un perlodo de bilin: flismo mAs o menos largo, segin los lugares y estratos so- Ciales. Los hispanos empezarian a servitse del latin en sus relaciones con los romanos; poco a poco, las hablas indige- nas se irfan refugiando en Ia conversacién familiar, y al fin Negé la latinizacion completa, 4. Son interesantes a este respecto algunos nombres de Tugar que mezclan elementos latinos con otros ibéricos 0 celtes. No es de extrafar que en Gracchurris (Alfaro) se jumte al recuerdo de su fundador, Tiberio Sempronio Graco, la palabra vascona urri, integrante del native y re) La lengua latina en Hispania 3 cerceno Calagurris, hoy Calahorra®: la fundacién de la ciudad ocurrié en el afo 178 a. de Jesucristo, muy al prin- ciplo de Ia conquista, Pero Juliobriga (cerca de Reino sa), Cacsarobriga (Talavera), Augustodriga (Clu dad Rodrigo), Flaviobriga (Bilbao o Portugalete), Tria Flavia y otros, demuestran que en tiempo de César, de ‘Augusto 0 de los Flavios el celta briga y el iri conservado ‘en vasco guardaban su valor significative. Para Octaviol= ca, véase § 61, Coinciden con esta deduccién los testimo- nios de escritores latinos y griegos. Cicerén, en su tratado De divinatione, compara el desconcertante efecto de los suc- fos incomprensibles con el que producirfa oft en el Senado cl babla extrafia de hispanos o cartagineses. EI historiador ‘Técito (852-120) refiere que un aldeano de Termes, en 10 ‘que hoy son tierras de Soria, acusado de haber intervenido fen el asesinato del pretor Lucio Pisén (afo 25 d. de J. C.), se neg a declarar quiénes eran sus cémpliees, dando grandes ‘voces en su idioma native, Plinio el Mayor (2379), al des- cribir las explotaciones auriferas de la Peninsula, registra fabundante nomenciatura minera prerromana. Recordemos ‘que, segiin Estrabén, en la época de Augusto sélo estaba préxima a consumarse Ia latinizacién de la Bética, En Le- vante el alfabeto ibérico sigulé empleéndose hasta muy en trada la época imperial, 1o que implica supervivencia de las lenguas nativas, Mas tarde un tratado De similitudine ccarnis peceati, atribuido a San Paciano, obispo barcinonense del siglo 1v, o a Eutropio, que lo fue de Valencia en el vt, falaba Ia caridad de una dama que hablaba en Iengua ver nécula a desvalides paganos que no sabfan latin’. Bs de suponer que en el Centro, Oeste y Norte Ia latinizacién no Vests $3555 3 Garcia y eld, at eit, 2028 iva arena —S 38 Historia de la lengua expafiola s10 se generalizaria sino més tarde ain, La toponimia asturl nna abunda en derivados de nombres Intinos de terratenien: tes (Antofana, Cornellana, Jomezana, Terenzana, de Anto- nius, Cornelius, Diomedes, Terentius); pero 1a epigratia de Ia misma regién ofrece nombres indigenas de dioses, individuos y gentilidades hasta fines del siglo 1v por Io menos’ $10, Be arte, Entre las lenguas indoeuropeas, la latina se distingue por su claridad y precisidn. Carece de Ia musicalidad, rique- za y finura de matices propia del griego, y su flexién es, comparativamente, muy pobre. Pero en cembio pose jus teza;,simplifca el instrumental expresivo, y si olvida dis- tincfones sutiles,-subraya-con firmeza:las-quevmantiene o crea; en la fonética, un proceso paralelo scabs. con cast todos los diptongos y redujo las complejidades del conso- nantismo indoeuropeo. Idioma enérgico de un pueblo prée- tice y ordenador, el latin adquirié gracia y armonia al con- tacto de Ta literatura griegs. Tras un aprendizaje iniciado en el siglo 11 antes de J. C., el latin se hizo spto para la poesia, Ia elocuencia y la flosofia, sin perder con ello la Concision originaria, Helenizada en cuanto a téenica y mo- elos, pero profundamente romana de espirity, es Ia obra ide Cicerén, ¢ igualmente In de Virgilio, Horacio y Tito Livio, los grandes clésicos de la época de Augusto, + Masia del Carmen Dobes, Le toponimia romana en Asturias, Emerita, RAVIIL, 19, M128, 9 XXIX, 18, 12) F- Diego Santor, Romanicacion de’ Asturias e travls deou epigrafia romana, OvieSo, we 9 su Hispania contribuyé notablemente al florecimiento de t letras latinas; primero con retdricos como Porcio Latrén y Marco Anneo Séneca; después, ya en Ia Edad de Plata, Con las sensatas ensefanzas de Quintiliano y con un bri ante grupo de escritores vigorosos y originales: Lucio ‘Anneo Séneea, Lucano y Marclal. En sus obras —especial- ‘mente en las de Séneca y Luceno—, espafioles de tiempos modernos han crefdo reconocer alguno de los rasgos funda: imentales de nuestro espiritu y literatura a lengua tatina en Hispania 11, Havextsaos§ 1, El influjo cultural de ta. Hélade se dej6 sentir sobre Roma en odes los momentos de su historia. El contacto con far cludades griegas del Sur de Italia —ia Magna Grecia— _fue-decisivo. para, la evolucién_espiritual de Jos romanos. Un cautivo de Tarento, Livio Andrénico, inaugurd en él siglo 11 fa Uteratura latina, traduciendo o imitando obras rlegas, La conquista del mundo helénico familiariz6 « Tos Fomanos eon une civilizackén muy superior. Grecia les pro- porcioné nombres de conceptos gezerales y actividades del Copirity: idea, phantasia, philosophia, musi- ca, poesis, mathematica; tecnicismes literarios: {ragoedia,comocdia,seaena,rhythmus, ode, Thetor: palabras relativas a danza y deportes: chorus, palaestra, athleta; a ensefianza y educacién: scho- Ta, paedagogus: en suma, a casi todo lo que repre senta refinamiento espiritual y material + Vase M, Fermfader Galano, Helenismos, nce Ling. Hap. Sie S177 (excelente isin de confunto). PO HOOSOHCHOHHHHEHOHOHOCOOOOROOOOOOROS SOCOCOHSSOHOSHHHHSHOHHHASHHOHOHHOOOHOOES « Historia de ta lengua espariota su 2. La lengua popular se llené también de grecismos mas concretos y seguramente mds antiguos que los de introduc- cién culta: nombres de plantas y animales, como ori g&- num, s8pia(> esp. orégano, jibiay; costumbres y vivien- da: balneum, caméra, apothéea (> bafta, eda 1a, bodega); utersilios e instrumental: amp Ora y el dim nutive ampilla (por amphora > dnfora), sagma, chrda (> ampolla, jalma, cuerda); navegacién, comer. clo, medidas: ancéra, hemina (> ancia, dicora, he mina); lnstrumentos musicales: symphonJa, elthira (> zampora, zanfona, cedra, eltara), ete. fs Durante el Imperio, nuevos helenismos penetraron en el {atin vulgar. La preposicidn katé tenfa valor distributiva in frases como kata duo, kata treis ‘dos a dos’, ‘tres ‘a tres; introducida en latin, es el origen de nuestro cada, EL sufjo verbal -izein fue adoptado por el latin tardio en las formas -lzare, -Idare; la primera, més er dita, sigue siéndolo en el espafol -izar (autoricar, realizar, “Fiaiculizar), mientras que -1dtare ha dado el sufijo po- ular -ear (guerrear, sestear, colorear), mas esponténeo ‘prolific. El adjetivo macarios “dichoso, bienaventura do’, se empleaba como exclamacién en felicitaciones; de su vocativo macarie proceden el italiano magari y la antix sua conjuncién espafiola maguer, maguera ‘aunque'®, Luego G13) veremos le importantisima contribuciéa del griego al vocabulario y terminologia cristianos. 7 Para el cambio de sentido, compdrese In equivalencia entee sthlgalo_enhorabuens; no 10 aprabaite no Io aprobere iengue to Inna. El portugués ermbora“aungue’ es Grgiariamente emt ea here, ‘cahoraboena. El italiane tagartofrece mtn los sinew grades de st evolucdn. En espaol dl plo X macare ke era ya eaulvaleate fe quamuts (Gloss Sllenses 28). Sin embargo doe sigan det pots Ben Quzinin emplee mathar con el sigifeado de ‘oj’ que {mbién et ital. mopar poses (Gareta Gomes, Todo Ben Quam, HH, Masia, 172, 43) ou La lengua farina en Hispania a Las datntas épocas en que se introdujeron en Tati tos Helnismos enumerados se Fevelan en las adapaciones fSadtean que sufreron. Los primeros y mis populares fueron (erkidos al otto, Como el grego possia fonemas extrafos Ai'inin, fueron veemplazados por ios sonidos Iatnos mis 2 edoe: In era aenejente 2 laa franest, pero en Ita yard a welary Ios spiradas 9, 0, xs transformaron © Pee GAR, wa dlo mints, de donde el esp. mente Qeyoe > “tamum > exp tml; nope Opa > PAr” eet See rccuente em el latin araicoy desputs en el wih aa gue la ccTunva soda a8 converta en gen har d° Be Scherpondiente latina: xopepvay > gabermare > Si Gobermar; xeqyapog > gammatus > esp. gdmbare, Si ado de edmaro y camardn. eeado ee Intense) Te heleniaacin de Ia sociednd le sade, Tos hombres cults Intentaron reprodueir con is Tatad la promuncicion griege. La o se transrbié 9, ¥ tee osu soni dew france, 6, 6 representa san th, ch, reapetivamente. Esta costumbre s© gener Wed durante el perodo cisco, eatenddndose of Iti vu Pero en boca del pusblo ny a8 pronuncio como f, 18 pt rey try ok como t De esa manera xO wa > °Y set ma dio en espaol cima; yogos > EYPSUM > ipsum. > 70m; mos, > copa > cae Spoons > orphanus > fuérfro tant reismos mais velentes adoptads por el atin mucs tran Tr cambios fndens ppl dl glee moderne La sen griegoclasico equivalia «ese cetrd en fs inBla ‘Yordeiea spercra dwodfyn, a través de apotheca, haba ‘reado a bodega, peso sep ix pronunciaion grlega moder rey probublementc, con erolulén sracut, result tam thea botcn. Las oclusvassordas x, x sonaizaron des pase de macy neq hubo de dare latin no slo cama a Historia de la lengua espantola su sino también camba, gamba, exigldos por el esp. ant. y cat, cama ‘pierna it. gamba, fr. jambe; de ovtadov Pro nunciado s4ndaton, viene el espafiol séndalo, 4. La influencia del griego sobre el latin no debié de imitarse al vocabulario. Se han seftalado parslelos sintéc- ticos muy significativos entre el latin vulgar y el griego mo- derno: las peritrasis verbales dicere habeo y serip- tum habeo, origen del futuro y del perfecto roménicos (G 179, corresponden exactamente a fyo elneiv, Eye yevpaite iévov; las romances estoy diciendo, va y dice, tomo y me voy tienen igualmente precursores griegos. En las oraciones subordinadas las lenguas roménicas se apartan del latin y coinciden con el griego en el uso de los todos verbales, in- finitive y gerundio. Estas y otras muchas semejanzas, toda via no estudiadas a fondo, parecen responder a que tanto ~construcciones, ya existentes.en.griego,clésico.o.helenistico—— ‘como las que actuaban en é1 para transformario en el mo- @erno, penetraron como fermento en el latin hablado y ast Negaron a las lenguas roménicas 5. La introduccién de grecismos continud tras 1a cafda el Imperio Romano. La dominacién bizantina en el litoral mediterrineo de nuestra Peninsula durante Ia segunda mitad Gel siglo vr y buena parte del viz hubo de ocasionar la adop- n directa de algunos, A esta época parece corresponder “TE Conary, Das Problem dee griechischen Einfluses uf das Vulpiriatein, Sprache und Geschichte. Festschrit fir Harr! Mele Munchen, 197), HSI; Toro y me says. Ein Problem vergleichen: der europdtcher ‘Syria, Vor Romania, XXV, 1966, 1838. ©. Bor: {ante (au e Greets, «To honor Romoan Jekabrone, The Hague Pars, {be1, S637) ‘relaconn tambien con el gileyo transformeciones scen. tual y voces en a latin vulger, a como ln redaccn de os enon ‘Veanee edemss W. Dietrich, Der periphrarizche Verblaspekt in den scher Sprachen, Beiette nur Zetec rom Philly CXL, Ti 908, y resela de H. y Re Kahane, Rom. Pile, XXX, 197%, ‘Vesse C. B, Duble, Sobre la erdnica ardbgo-bicantine de 741 _G 3g) veremos ng poves aie vinieron a au La tengua latina en Hispania 6 tn entnda de Grog, cela lat. ardlo thins, thin, que re Guplataron a avoneulus, patruus, matertera y Sites (csp lo ta); thiws era todavia grepo para San Isidore Bntada la Edad Media o ya en la Modern el comer fio y ie navepacén trajeron (Bgéytg > set, xdmed (tis de sede tl ver ouvbdy > lat cendalum, con Cibin 2 sj, > esp endl) yohés > a8 een de ler; xatye. “quemadura, valor’ > calm, que de ented boshoms paso tora el de ‘Donanaa xPAeuoye ‘Stders mandeto ‘canto del cite para acompasar el mov wists de lon remeros’ > at tardio "elusima.> genovds Bie aldgma > esp. chusma ‘conjunto de galeotes; vaxhnov Scant tapie > esp. tapi, el. La historia de estos presi Zee inedieraes es muy compleje, por tratarse de voces au, Th gran mayort,legaron por va indrecta™ Més adelante ds del babe ei lea yt acentsas'y mo- dernat totrleron ¥ nutren s termisologla con sbundante ‘oporactén de helenismos: unor, fomadas ya por el Itin we iP antigledad: otros, dirctamente del lego; muchos son compucstos y derivados de muera formacién, que nt el Sieg clisice ni el Bizantno conocleron (efalépodo, tat vrogla:anafilsi, megalomano, dlacrona, tecnocaci, re ey eaniumo literal, exisente ya en In Edad Media, Fie tluencie bleantina en fa Pentnsute Tbérica, ALAndalus, Xt, 16 ae ee Hy Ratan, Abend od Bran: Sorat, Ra vel Blatt e ea fora, a Ieee ria alchonins homenae « FDolger, Helder. Ne ee ret iene a toor BL a I team yne creak someml Se aia DOCOSOHHSCHOSSHOHOSLEHOHOOOHCECEHOCOOOOESE PHOSOSHSSHSSHSHSSHOHSSSSHSHSHOHSSOSEHOOOEES 64 Historia de ta lengua espariola sa pero de importancia estilistica desde el Renacimiento, seré estudiado al historiar cada periodo de nuestra lengua, junto con las restantes manifestaciones de las tendencias cultas. 912. Hispaera a430 EL Isrenro, La dlvsién admiistratva de a Penowule sues vain ciones alo largo dela domioaion romana A ls dos pt Imeras provnis,Citerior y Uleroe, scedié la repartison ds Agipa (27a. de J.C) en Tartaconense 0 Clerion, Blea Y, Lusitania, En ttypo de Caracalla se consituys come Frovinca aparte la GalneciaAstrin, que comprenia Noroese basa Cantabria Dioceclane ceil Tattace: sense, separando de ela Caraginense, con ia fan com tral de Buros, Toledo, Valencia ¥ Cartagena, Desde Diss cin es provi penises, ona Basra 9 ingtana, formaron la iscsi de Misania, que dependia de la prefectura de las Galias. * ne IA principio det Impero, Roma gozaba de una serie de privieios que no slenzaban a las provincspers a ces lene Incorporacién activa de ésas a a vide Toman exe fue disminuyera In desigialda. El darech latino, y nee fin Ia cludadania romana, slo eran ctorpador ses de Tala come honor 0 zeconipenea, Pero cuando Mspanis era ya —sepin Pinio~ ol segundo pals del Imperl, Vspacone Extend a tds los hispanos el derecho latina. tas dst de Clsares Favon eran rovtanay; con ln de lo hatotnos comicnan ios emperadoes provinces. Migpas ea Tet Jno y Adriano, lv priniper que deren mayor prospered a Imperio: despues siguen otros aeanos © lion, Roma fede sus prerrogativas¥ Caracalla (212) converte en che anos romanos # ties Tov sibitos Imperes, 52 La lengua latina en Hispania 6 513, Et Crrsrianssuo, Conseguida la unifcacién jurfdica, faltaba a espiritual. [No bastaba el culto al emperador como sfmbolo de unidad suprema, Se Sentia el ansia de una comunién universal, y encia de Ia vida interior, desdefaba las grandezas terrenas, equiparabe el alma del hombre libre y Ia del es: clavo y abrazaba a toda Ia humanidad redimida, por encima de los limites del Estado, Hispania ofrendé a la fe salvadora da sangre de sus numerocos mArtires, Ia enérgica actitud de Osio frente a la herejia arviana, y 1a obra del mayor pocta cristiano del Imperio, el cesaraugustano Prudencio, E] Cristianismo ayudé eficazmente a la completa Iatini acién de las provincias. Muchos latinismos del vasco se ddeben indudablemente a las ensefianzas eclesidsticas. En los romances, la Influencta espirltual del Cristlanismo ha dejado innumerables huellas. El andlisis de Ia propia conciencia, fda por ver en los actos la intencion con que se realizaben, cexplica el crecimiento de los compuestos adverbiales bona mente, sana mente, aunque hubieran empezado a usar. se antes ®, El griego, como idioma més extendido en Ia parte friental del Imperio, fue en los primeros tiempos instru mento necesario para la predicacién a los gentiles; en él fueron escritos casi todos los textos del Nuevo Testamento. La doctrina y organizacién de la Iglesia estin lenas de tér rminos griegos, que constiuyen Ia éltima capa de helenismos scogida por el latin; evangelium, angélus, apos- tolus, diabolus, ecclesia, basillea, episcd: pus, diacénus, catechuménus, asceta, mar- K Wossler, Metodooglefoléice, Made, 193. 3. “ Historia de ta lengua espafola 5 su La lengua latina en Hispania a tyr, efemita, Daptizare, monasterium, coc- meterium, Muchas de estas voces grecolatinas han tomado un sentido especial al emplearias la Iglesia: Logos Verbum, charitas, angelus (en griego ‘mensajero’), martyr (en griego “testigo), asceta (originarlamente ‘el que se ejercita en algo, sobre todo el atleta), ete. Es pecial difusién tuvo parabolare, formado sobre el grie- go parabdla ‘comparacién’: el vulgo lo tomé del lenguaje teclesiéstico y le dio el sentido de ‘hablar’ (fr. parler, it. par lore); de parabola vienen el esp. palabra, catalén paraui, fr, parole it. parola. Un simil del Evangelio (San Mateo, 25, vers, 140) habla del sierva que no supo obtener provecho de la moneda (talentum) que le dio su sefior; la imagi nacién popular sustituyé la acepeién directa de ‘moneda’ por la alegorica de ‘dotes naturales, inteligencia’: y en una —~época afectiva, como-la.Edad. Media, talento.y.talante valie- ‘ron como ‘voluntad, deseo’, En la terminotogia militar ro- ‘mana pagans ‘paisano, civil’ se contraponia al miles; ¥, como los cristianos primitives se consideraban milites Christi, paganus vino» significer el no adepto a la nueva fe! = $14 LA pecapencta oa. Ihr AA partir del siglo 1tt empiezan a asomar en el Imperio sfntomas de descomposicién. Las legiones eligen emperado- tres y se convierten en mesnadas personales de sus caudillos. {as exacciones tributarias, cada ver més duras, resultaban Insostenibles para los terratenientes modestos, quienes te- W Vane H, Rheinfelder, Kultsprache und Profansrache tr den reimanischen Landon, 136 pag. ‘ofan que vender sus predios para defenderse del fsco, 0 se procuraban el amparo de los poderosos mediante Ia ce- sién de Ia propiedad. De esta manera aumentaban 10s lati fundios, sparecta la adscripcién del hombre a la gleba y se iniciaban formas de relacién social que habfan de conducir la servidumbre, encomendaclones y behetrias. Senior wnciano’ adquirié el sentide de ‘amo, sefior’, en oposicién al junior ‘mozo, siervo'. ‘Cuando la invasién germénica amenazaba ya las desmo- ronadas fronteras del Imperio, empez6 a cundir el nombre de Romania, que designs el conjunto de pucblos ligados por fl vinculo de Ia civiizacién romana, POSOHHSHOSSHHSHOHOHOHOHOHOHOHSCOEOCOOOEEOS POCO COCO COE OE CELE OEOOOOOOEOOOOLOEE IIL. LATIN VULGAR Y PARTICULARIDADES DEL LATIN HISPANICO 15, ‘Lartte urranamio ¥ atin vuLcaR, Desde el momento en que Ia literatura fj6 el tipo de la lengua escrita, se inicié la separacién entre el latin culto, que era el ensefado en las escuelas y el que todos preten- ‘ian, escribir, y el latin empleado en la conversacién de las geentes medias y de las masas populares. Mientras ta len- Vaan, eno otros, E, Bourcen, lémente de Linguistique Ro- mane, 20 ed Pass, W24; We MeyerLibhe,Inivaduccién a fa Ling leu Romdnica, wa,,adiclones sols do. A, castro, Madrid, 126 Ce. Grandgert,Introducidn af Lar Vulgar, 1a. de i, de F. de B. Noll, Madrid, 198 HF. Malle, A Chronology of Vulgar Latin, Balhete ear Zeltch, from, Philo, 78, Halle, 198 S. da Siva Neto, Histor de Lingua Portngudsa, Rio’ de Danco, 1882, 16S, © Mistria fo tari algo ely 1, Vosset, Einfhrang ins Waledrettn, fRerausgeeeben tind Bearbeitet von A. Schieck, Machen, 1984, 1. B, Hotman, Elfen familar, 1d. anotedo por 3. Coreminas, Madrid, MSH BYE. Vides, Manuel de Ling” Rome, Madsd, 196; H. Lausb Lint. Romy 2 vole, Maria, 1965196; V. Viananen, Introduction {etin‘Valgcire Pat, 16) (Trad. exp. de Manuel Carign, Mads {sii FTordon y M. Manolis, Manuel de Ling. Rom, rovsion,relabo- Pid parcaty nolan de M- Alvar, ? vols, Madea, 1972, as como Ta ‘Antotona de Lata Vulgar de Mi Diae Dice, Maria, 18, el Sermo agers Lavi, Valiratensches Lesebuch eG. Robi, Hallef Seale 951, W. Mianceak Le problome dela langue romane commun Sit xv Congress Intezoas Linguistics Fl. Romanza Napol TA 6th, E. oseriay Der sogenonnte Vulgate and” die fren Diferancerang. in der Romania, Zor’ Enlstehung de rom. Sprachen Dorinstact, 176, 27291, A. Niculesc, Elfin vulgar. Com SUrrecioncs sobre wn concept, Anwario de Letras, XVI, 1919, 20 288, ete a5 Latin vulgar y latin hispanico @ fgua literaria se depuraba hasta llegar al refinamiento de tas fodas de Horacio o la prosa de César y Técit, el habla vulgar ‘seguia apegada a usos antiguos; pero a la ver progresaba en sus innovaciones, desarrollando tendencias existentes en el idioma desde el primer momento, aunque repudiadas 0 ace tadas tan sélo parcialmente por la literatura ‘Durante el Imperio, las divergencias se ahondaron en= grado considerable: el latin culto se estacioné, mientras que fl vulgar, con répida evolucién, prosegula ef camino que habia de llevar al nacimiento de las lenguas romances. Las gentes extrafias que iban romanizindose no pereibfan bien ‘istinciones de matiz antiguas en la lengua que aprendian; fen cambio, se percataban del valor significative encerrado fn las expresiones que entonces empezaban a apuntar; ast fgenaban terreno los us0s nuevos. Al fin de la época imperial, | fas invasiones y Ja consiguiente decadencia de la cultura ace- teraron el declive de la lengua literaria, Desde el siglo vit | 610 1a emplean eclesisticos y letrados: pero su lenguaje revela inseguridades y admite vulgarismos, fabrica multitud de palabras nuevas y acoge, barnizéndolas ligeramente, nu Imerosas Yoces romances 0 exétleas. Es el bajo tatin de ta Edad Media. ara el conocimiento del latin vulgar ts documentacién es escasa: fragmentos de una novela realista de Petronio (Que reflejan el habla ordinaria; textos descuidados, anénimos 0 de eseritores de la decadencia; inscripciones lapidarias Incultas; citas de graméticos que reprenden incorrecciones del lenguaje: a esto se reduce el testimonio de la antigiedad. Pero, en cambio, dlsponemos de Ia comparacion entre las engues romances, cuya evolucién podemos seguir paso a ‘paso, 9 que obligan a suponer base latina para muchos de fos cambios comunes que hay en ellas. Veamos en qué diferian el latin literario y el vulgar: n Historia de ta lengua espafola S16 16, ODEN bm FALABRAS 1. La construccién clésica admitia frecuentes transposi ciones; entre dos términos ligados por el sentido y la con- cordancia podian interponerse otros. Los poetas extremaban cesta libertad; sin duda no pertenecfan al habla normal frases ‘con hipérbaton tan extremado como Ia de Virgilio esitves trem tenwi musam meditaris a vena; pero eran corrien- tes otras m&e moderadas, como In de Cicerén efuit ista ‘quondam in hac republica virtuss, El orden vulgar preferfa situar juntas lag palabras modificadas y las. modificantes. Petronio ofrece aiin alter matellam tencbat argenteams, quonam genere praesentem evitaremus. procellams, pero tHenden a imponerse «follem plenum habebat», «notavimus etiam res-novas».-Tras-un-lento proceso,el-hipérbaton acabé— ‘desapareciendo en la lengua hablada. 2. En el latin clésico, Jas palabras determinantes solfan {quedar en el interior de la frase: +Castra sunt in Italia contra populum Romanum Etruriae faucibus conlocatas, Entre sunt y conlocata estén encerrados los complementos; cl orden es curvilineo, sintético. El latin vulgar propendia tuna marcha en que las palabras se sucedieran con arreglo ‘una progresiva determinacién; al mismo tiempo el perfodo “fe hacia menos extenso: eapoculamus mos circa gallicini, funa lucebat tamquam meridie; venlmus inter monimentae (Petronio). AL final de In época imperial este orden se abria ‘camino incluso en Ia lengua escrits, aunque sobrevivian restos 17 Vianse Hse Richter, Zur Entwlchune der romanischen Wortste- tung sus der lateinischen, Halle, 193; J Maroureay, Lordre des mots dan fa phage letin. 1. Les groupes nominons, Pais, 12%, La phrase SSverbe nial en lain, Rev. des Bhides Laties, XV, 195, 735, {phrase verbe intéteur en Tain, Ta, XV, 1938, 7638, a Latin vulgar y fatin hispanico n del antiguo, sobre todo en las oraciones subordinadas. Frases ide la Regla. de San Benito (siglo vt) dan idea de Ia transfor- taciéa realizeda: «Ad portam monasterii ponatur senex sa- jens, qui sciat accipere responsum et reddere, et cuius ma: turitas eum non sinat vagaris, 517, Monrovocta ¥ sintaxts 1. Un cambio paralelo alter6 esencialmente la estructura rmortolégica. En latin cada palabra Dlevaba en su terminactén fos. signos correspondientes a las categorias gramaticales: fe desinencia -um de ho min ua afiadia a la idea de «hom- bre, representada por el tema homin-, las notas de gent tivo y plural; ef tema ama- quedaba atribuido a In tercera persona del plural y recibia valor pasivo gracias a Ia adicion we Ios inortemar>n t-y ur pospuestos-(aman tur). No bstante las desinencias casuales no bastaban para expresar Con precisién las distintas relaciones encomendadas cada tuna, 7 ya desde el latin més arcaico se auxiliaban con prepo- siclones especificadoras, Incluso en el lenguaje literario con endian el genitivo y el ablativo con de para indicar relacio- tes parttivas, de materia, de origen, de referencia, ete; ast ahermaban «paucl milltums y «pauci de nostris™, Upicis glebase y «templum de marmore», «generis Ghaccir y «hrgolica de gente», sndignus auorum> y cidigni de eae Lo + Igual ocurria en muchos contextos con el Gativo (eaccidere anime, saccommodare cor pori ves tems, edelegata primoribus pugnas) y el acusative con ad (eaceidere ad animums, eaccommodare rem ad tempus, estudiosos ad i1ium volumen delegamusy). Las construcciones con de + ablativo y ad + acusativo in- ‘radicron los xestantes dominios del genitivo («de Deo munis, «de sorore nepls») y del dativo (chune ad €ar- SOCHOHHSHSHSHSSHSHOSHSOSSHSHSHSEHSEHOEEEE DSSOHSHSHSSHHSHSHHSHSSSEHOHHSHHHSOTOSOOOOOS n Historia de la lengua espaiiola sa nificem dabos, Plauto; ead me magna nuntiaults), El Acusativo se empled con preposiciones que antes eran exclush vas de ablativo: inscripeiones pompeyanas dan «cim ium en. tum», «cum sodales» en ver de «cum iumenton, scum sodalibus»?, Por otra parte, la evolucién fonética suprimia Ia /-m/ final, mancebo, tempus > tiempo) o femenines (5 ag 7D, Gandary, Prejuisie persitentes en la morfosintsis romnica, Romanica, 1968, S115, defende Jostieadamente la necesidad de fener en cuenta es nomiativar /-08/ 9 /-o8/ al expeae el paral ‘dnc, Pero em el singular, eevo en francts y occitano agus Jem calismos o semicultiemos de etfs romances, con excepionales fos tetarinequlvocos de nominativo ots sana —6 " _ Historia de ta lengua espaiiola a7 ma > jaima), con no pocas vacilaciones y ambigledades, sobre todo para los que terminaban en -e o en consonante (mare > el mar y la mar; lac > fr. le lait, port. o leite, esp. la leche). Muchos plurales neutros se hicieron femeninos singulares a causa de su a final: folia > koja, bracchia > braxa, rama > rama, ligna > tefa, De abi el valor colectivo que conservan a veces, patente en sla calda de a hoja» y en el contraste brazo / braze, leo lei, ete. 3. En la lengua clasica los comparativos en -ior y los superlatives -issimus alternaban con perifrasis como ma- gis dubius, maxime idomeus. Fi latin vulgar re emplaxé formosior, grandior por magis formo- sus, plus grandis, y altissimus por multum altus. 4. La influencia del lenguaje coloquial, que daba amplio margenval-elemento-delctico orsefialador, originé un profuse empleo de los demostrativos. Aumenté, sobre todo, el ni mero de los que acompafiaban al sustantivo, en especial haciendo referencia (anéfora) a un ser u objeto nombrado antes. En este empleo anaférico, el valor demostrativo de ille (0 de ipse, segin las regiones) se fue desdibujando para aplicarse también a todo sustantivo que indicara seres 1u objetos consabides sin mencién previa; tal fue el punto de partida en Ia formacién del articulo determinante, ins- ‘trumento desconocido para el latin clasico y que se desarroll6 al formarse las lenguas romances, A su vez el numeral unus, templeado con el valor indefinido de ‘alguno’, ‘cualquies cierto, extendié sus usos acompafiando al sustantivo que designaba entes no mencionadas antes, cuya entrada en el die- ‘curso suponia novedad o conllevaba carga expresiva. Un per- sonaje de Plauto dice «dum edormiscam unum somaums, frase traducible por ‘mientras echo un suefiecto'; y Catulo Ihabla de un poetastro que cuando lee sus propios versos se a7 Latin vulgar 9 tattn hispanico A revela como «uns fossor aut caprimulguse ‘como un cx ‘vador o un cabrero’. Ast se inicié Ia ereacién del articulo in- defnido’. 5, En Ia conjugactén muchas formas desinenciales fue- ron sustituidas por perifrasis. Todas las formas simples de ‘vor pasiva fueron eliminadas: aperiuntur, amaba- tur, dejaron paso a se aperiunt, amatus erat. Se olvidaron los futuros cantabo, dicam, mientras cum dian cantare habeo, dicere habeo, que en un prin- ‘ipio significaban ‘he de cantar, ‘tengo que decir, Una ex: presién semejante, cantare habebam, dio lugar a la formaciéa de un tiempo nuevo, el postpretérite o condictonal roménico (cantarte, amarta). El verbo habere con el par ticipio de otro verbo servia para indiear la accién efectuads, pero mantenida en e{ 0 en sus consecuencias, como en espa Bol tener-(tengo estudiado-el-asunto’); mas tarde adquirié cl valor de perfecto, y al lado de dixi, feceram surge ron habeo dictum, habebam factum 6. El desgaste que tuvo el significado de las preposicio- res al aumentar sis usos hizo necesaria la formacién de particulas, compuestas, como dex (de-ex), abante, Inante, deintro, de trans (> esp. ant. des, arag. avant, esp. ant. y vulgar enante, enantes, esp. general de ante, dentro, detrds) Remito Del demosirativo al ericulo, Nueva Rev. de. File isp, HEV, 186, 24h y Dos etadios robre ia atuallneiin del sus Tesi ew expat Ts Une ntnar como arte indefinido en expat, ‘dela Come Perm. de ln hago. e Aeademlas, nde. 21, 198, 3948 PESOHSSHSHSHHSHSHSHSSSSHSHHSHSHHSHSOHOHEOOOSEEE 16 sis § 18, Cantos Foxticos. 1._En Ja fonéticahay que sefalar en primer término los cambios referentes al sistema acentual y al vocalismo’, El Jatin cldsico tenia un ritmo cuantitativemusical basado en la duracién de las vocales y sflabas. Desde el siglo 111 em pieza a prevalecer el acento de intensidad, esencial en las Tenguas romances. Combinada con Ia transformacién del acento, hubo también radical transformacién en las vocales. En un principio las diferencias de duracién estaban ligadas a diferencias de timbre: las vocales largat eran cerradas, y de timbre medio o abiertas las breves, De este modo, el limbre de una /o/ breve (abierta) se aproximaba al de la 4/8) larga (cerrada), y lo mismo ocurria con la /I/ y la /8/. Desaparecida la distincién cuantitativa, se confundieron // y /o/, fil y /e/- En Hispania, Galia, Retia y casi toda Italia las diez vocales clisieas quedaron reducidas a siete, segtin cl esquema siguiente Trge aap eag Phidwrdge iige “@ p\2f t f Mee PY eae Fe 7-H, Schuchardt, Der Vokalismus der Vuledrtreint, 3 vole, Lele aie, 068 Los romances de Cerdeta, Calabria, Lucania, Sieia y Dacia parten de"oltes sistemas vocdlicos Iatinovalzates H. Lhe’ (Die Erubturelle Entwicklung det romanischen Votaismas, Bonn, 1926) rey6 encontrar vestiges de estos sistemes en espafel y portugues; Dero fo rechard convineniemeate Démaso Alonso, La fragmontacén Fontica pennsdar, wack! Lig Hisp», 1, Suplemento, Madrid, 1982, os Latin vulgar y latin hispanico n Por ditimo se pronunciaron largas las vocales acentuadas ‘que terminaban sflaba y breves las que estaban en sflaba fcabada por consonante, En Hispania estas diferencias de Guracién debieron de ser menores que en otras zonas de la Romania, pues la misma suerte han corrido /e/, /5/ en pe-dem, no-vum, que en sep-tem, por-tam lungs y otras han dado /ié/, /ué/ (pie, nuevo, siete, puerta) En cambio, en otros romances ha habido evolucion distints semin fuera libre o trabada la sllaba (fr. piedsept, neuf- porte; it. piedessette, nuovo-porta). El problema de la dip- tongacién es uno de los mis controvertidos en el devenir de las vocales latinas’; Tas més afectadas, aunque no en toda Ja Romania, fueron la /&/ y la /6/, cosa bien explicable: mientras lot cambios acentuales y Cuantitativos recién ex. puestos condujeron a resultados /{/, /#/, /8/, /¥/ que per~ petuaban la doble condicién de vocales'largas y cerradas, ‘esas mismas transformaciones convirtieron la /8/ y la /@/ acentuadas en /¢/ y /6/, fonemas que rompfan los hibitos del sistema al ofrecer insitamente asociados los rasgos de largns y abiertas. Ya en el siglo de nuestra era el originario cardcter breve de In /¢/ no fue obsticulo para que se con Meander Pida, Oigotes, $8 2, My, 25 y 26, F. Scher, Ulan tind Diphihongleran, Rom Forsch, L, 03, 25316 La dipiongcion Iberorromnia, Rev. de Disc § Teed. Pop, VIL, 1951, 39030, La fiphtongeizon romane, Tebings, 191 (sstesis de ‘otros varios ext ‘tions Epa ala decusone sulle ditongatione omnes, Rey. de ing, Rome XXXVI, 2, 51321; La metofonte 9 sus ftones onsidicasilomensie a V. Carcla de Diegon 1, Madi, 18, 3 Shy ren eprint so) terran, Tere ‘So 0h oy B. Weinrich, Phonologitche Studie tur rm Sprachgeschithte, Minster, 958, 175103; E- Alareos Llorach, Fonotoa pula, ed 196, 85 1 1H; Démaso Alonso, Le fegmentactn orat pevinsdar, “Bac Ling. Wisp, 1. Suplemento, 162, DS G"Boafante, Telia ¢ Greia, “Fo honor Kakebsone, The Hague Paris, fer, SLMS) G. Hy, Zur Diphihonelerang im Galloromantschen im Tberoromenischen,«Ptillosache Staaten Fir J. M. Pie, Heidel ‘ere 80,9510, B. Spore, La diphongason romane, Odense, 172, et, 3 Historia de ta lengua espafiola S18 fundiera con el diptongo /ae/ monoptongado en /€/: una inscripeién hispana de los aflos 9698 presenta Nacrvae por Nervac, y otras del siglo tribunicie, ques. tus, por tribuniciae, quaestus® Lo desacostum. bbrado de estas dos nuevas vocales /6/ y /6/ fue sin duda tuna de las causas de Ia inestabilidad y pronta bimatizactén de su timbre, mediante articulscién cerrada de su momento inicial; poco antes del 120 d. de J. C. se registra niepos por n& pos, y en Africa, también durante el Imperio, Dieo tor Deo, aparte de elemplos menos sesurot y_posibles 2. Desde fos tiempos més remotos del latin hay casos de vocal posténica perdida. Ya en Plauto aparecen ardus, domnus,caldus por aridus,domtnus,calldus. ‘como consecuencia de la fuerza con que el latin primitive habia. acentuado. la. sflaba-ioicial-En el latin. vulgar,-bajorel— Imperio, el nuevo acento de intensidad renové la tendencia 2 omitir la vocal: oclum, triblum, auca, de ocd. lum, tribilum,avtca, ete, En casos como vetdlus, vitdlus, la calda de la posténica dio lugar a la formacién del grupo inusitado /tl/ (vetlus, vitlus), que pasé a Fel (veelus, vielus) por analogia con los numerosos clus procedentes de -ucilut, -icdlus (auricla, gvicla, ete.) En menor grado se debillt6 también Ia vocal ‘Proténica, que en algunas reglones, sobre todo en Galia, Megaba a elidirse: frigdaria < frigidaria, vetra bus < veteranus!, ‘ML Dix y Dis, latin de te Pen. Ubér, I. Restos bnglsticos, sBncie Ling, Hop, 196 1. angbaicce Elis 91k; Grandgnt nro. § 7; A Tor braves, eBstadior frecidor a E Alareor Llorace, 1 Oviedo, 197%, 3a WS, Kis, Les transformations de le structure sylabique en s18 Latin vulgar y latin hispanico y 3. Ta searacin sifbeatavo un cambio de gran impor tancat ticity viené-a y sus similares agruparon en ton sola slabs las vocales en contact, con fo que a esa Son fue Fi-iiu, vienea > vieniat En casos como riro-ta, mo-lict-re, ls sincis acared ol chm et scento'a la vost ins abiorta (Wa-ri6-1a, mu- Tre-re), Bos //,/f Stonas, at conertidas en semicon ronanen, riinaon iulitd de alteraiones fonéias; sm "Stmentorevtuconaro queen fo suri lanes 1 La yo. fondiéndose con Ia consonante que prced, R'paimatiss mutiere > Cmsjre}, (itu > ie), vic BiE'S tvipalAst macoron Tor fonemas palatates / al (epresentador con ty R respectivamente en. nesta PMograin stun), desconacdas por el Intin lisic y cara teracon e las lengons romfnica. EL grapo /t + od! $= ISiss en fase-yode simplemente en 108 dos gras teihalan ceertos por gramatiosfatnos®)y una inserp- ion da Vincenteas por Vincentius. Evolucléa pe Seeidn sigue grupo fe 30d), con resultado, ya que no Tatntice at de [t+ yd/, alo bastante coreano para que seam ll, Siti Raman, Sere, Ung, ts. 1, Debrecen, i i Beem eyode desonak tambien Is (1 semivcat que rac an Seasons pes so fe ea fete Tel 9 66 Amar ctaeen aaa (/ oe" > lal "> Pt. Ste ot en eatclaae sagt neta] > tye) > Wace RAST, etal clo; lewis > tyes) Sts a) 2 te 2h a soe owen) > Coane > Te retin Pago: «Tus titia cm scttur teri, sll ee ee ee ot des tad eset om Beat Sha SU Stren fa i i: Oe arma, Be se Groped ene po fe ted a eas Fe? eed sone suum eset aus (bid, V, pAb: 108. e e e e e e ° e e o e e e e e e e e e e e e e e e e e e e e@ e e e e ° DOOSSHOHSHSHSOHSSSSSHOSSHOHHOSOHHOCHSEELOOEOS 0 Historia de la lengua espatola sis hubiera grafias como Mapot&vos y mendatium par Marcianus, memdacium. Los grupos /d +. yod/, Je + yod/ se redujeron a [j] 0 [y] (adjutare > ayu- tare); pero /d + yod/ se asibilaba frecuentemente, equi. Valiendo entonces a /2/, y en esta alternancia, el sufjo verbal fariego -1tecy dio en latin el doble resultado -TdTare € -izare (véase § ip. 4 En latin elésico, /ee/, /ei/ sonaban /ke/, /ki/ y el valor de /ge/, /gi/ era el que nosotros damos a sue, zu, Durante Ja época imperil las oelusivas /c/, /e/ situadas ante /e/, /i/¥ sufrieron um desplazamiento desu punto de siculacién: las vocales palatales las atrajeron hacia la parte elantera de la boca. La [6] llegé a pronunciarse de modo semejante a /é/ (nuestra ch), grado que ofrecia el romance de In Espata visigoda y que conservan el italiano, retorro- mano, déimata, rumano y picardo; y avanzando més ain, se hizo /8/ (esto es, como #3) alveolar © dental; desde fines el siglo 1m hay ejemplos epigréficas (page, paze, int. citamento, fesit en vez de pace, incitamento, Fecit) que revelan claramente Ia asibilacién. La {é) pas6 a:{j) 0 [y] (etévn por viginti) y era frecuente su pér. ddida entre vocales (fridum por frigidum)?, 5. Las consonantes'sordas intervocilicas empezaron a contagiarse de la sonoridad de las vocales intnediatas. Ine cripeiones hispénicas de la época imperial dan imudavit yPerpeduo por immutavit, perpetuo (véase § 4). Segiin veremos, la sonorizaciéa no fue general en Ia Roma, nia, y en Espafia tardé muchos siglos en eliminar por com. pleto la resistencia culta % tas repeat on adn conto sins ey 8 m1 Vac R Menener Mosh Moa de antics Na i sexta edicion, 1941, § 4, me fa Latin vulgar 9 latin hispanico a 6. Otros fenémenos de asimilacién y absorcién: el grupo ‘Ins/ solia pronunciarse como simple /5/: mensa, ansa > mesa,asa; /rs/ pasaba.a /ss/ y aun /s/: dorsum > dossum; sursum, deorsum > sasum, de- ‘osum (de donde vienen nuestros adverbios medievales suso ‘arriba’, yuso ‘abajo’); en la Romania occidental y en Italia, It dio /t/, luego reducida en espafiol a simple /t/; «p= tare > attare > esp. atar; septem > settem > es ppahol siete; y la /v/ seguida de /u/ desaparecié frecuente- mente: rivus > rius; flavus > flaus, § 19. Vocanuranio # 1, EI Iéxico del latin vulgar olvidé muchos términos del clésico, con lo cual. se borraron diferencias de matiz que Ja lengua culta expresaba con palabras distintas: gran- Is indicaba principalmente ef tamaoo, y magnus alu- ia con preferencia a cualidades morales; el latin vulgar conservé sélo grandis. Alius era ‘otro, diferente’; alter ‘otro entre dos, el otro’; pero alter asumié el papel de alias. Muchas voces clésicas fueron sustituidas por otras ‘que al principio no eran sinénimas de ellas: jocus “burla’ reemplazé a Tudus ‘Juego’; casa ‘cabal’, a domus; aprehendere ‘sir, coger, a discere? caballus ‘caballo de carga, rocin’, a eq ulus: Son frecuentes las met foras humoristicas: perm. ‘jamén, pernil’ se aplicé a miem~ bros humanos en lugar de crus; testa ‘cacharro, testo! se empleé para designar Ia cabeza (> fr. tte, esp. ant, ties: ta), al lado de caput (> it, capo, eat. cap); junto = co- ‘Vins H, Like, Historia del Usico roménico, Madrid, 1914, as, 2 Historia de td tengua espatola sy medete (> esp. comer), que sustituyé al clisico edere, cundid manducare (> fr. manger, prov. manjar) forms do por derivacién de Mandweus, personaje ridiculo de la comedia. A veces Jos términos vulgares eran extranjeros: gladius sucumbié ante el grecismo spatha (> esp. es pada) y dives ante el germinico riks (> rico) '2. El latin vulgar fue muy aficionado a Ia derivacién. La expresividad afectiva preferia usar diminutivos como au~ ricdla, gendctlum, solictlum (> esp. oreja, hi ojo; fr. soleil), en vez de auris, genu, sok. Muchos ‘vocablos con suijo étono lo eambiaron por otro acentuado: as rotdla pass a rotélla > esp. rodilla; fibala s *HbELla > esp. hebilla, Adjetivos derivados de nombres se sustantivaron: diurnum (> fe. jour, it. giorno) ous el puesto de dies en gran parte de la Romania; mane (Ia man en el Cantar, de, Mio, Cid) decayé_ante ‘“maneana o matutinum (> esp. mafana, ant. ma. tino, fr. matin, it. mattino). La formacién verbal fue muy fecunda también: se crearon verbos derivados de nombres, como de carrus,-*carricare (> esp. cargar), y de follis, follicare (> esp. holgar); derivados de adje- ‘vos, como de altus,*altiare(> alzar)y deamarus, amaricare (> amargar); y derivados de otros verbos. Estos ltimos, en especial los frecuentativos formados sobre ‘participios, tomaron tal incremento que en muchos casos Feemplazaron total o parcialmente a los verbos de que pro- cedian: *ausare (> esp. osar) sustituyé aaudere; ad- jutare(> ayudar), aadjuvare; *figicare (> port. ficar, exp, hincar), a figere; *usare (> usar), auth; *acutiare (> aguzar), a acuere, etc $20 Latin vulgar 3 latin hispénico a § 20, EL Lavin) VULOAR DB HISPANIA ER’ RELACIGN CON BL nL RESTO DB LA ROMANIA. 1, El latin vulgar se mantuvo indivito, y en cierto grado uniforme, durante la época imperial; pero esta fundamental uunidad no implicaba falta de diferencias regionales. Indu. dablemente las habia, aunque frenadas mientras se mantu- jeron la cohesién politica del Imperio, la comunicacion entre diversas provincias, el influjo unifcador de In adminis. tracién y el servicio militar. Deshecho el Imperio en el sk ‘lo ¥, las provincias, convertidas en Estados bérbaros, que: daron aisladas unas de otras; Ia decadencia de las escuelas dejé al Iatin vulgar sin la contencién que antes suponia cl ejemplo de la lengua clisica. En cada regién se abrieron ~--camino-innovaciones.fonéticas:y-gramaticales, nuevas cons- trucciones de frases, preferencias especiales por tal o cual palabra, Y legé un momento en que Ia unidad lingllstica Veanre J. Jud, Problemes de séogrephie lingustigue’romane, Be. de Lingusigue Romane, i, Introd one alla Mealingustien, Gebra, 125; Pe ‘Archivio. Clotaiogico Tallano, XXI, y Ceraferl fondamentall delle Tingus nationale alana dele lingue sorelle Torive, 136, O. Trager, Clasciction of the Romance. Languages, Rom. Rev, Quart, RV, 1982, 29136) W. von Wartburg, Evolution ef structure def ange irangalse, 1984 (Trad. exp. de Carmen Chose, Madrid, 108), Die Aus. ‘hederang der romanichen Sprachrdume, Zaltsch. trom. Phil, LVL Gad. por M. Mor Corts con el titulo de Le fragmentoctén le {llstica de la Romani, Medi 192); Die Entstehane dr romanschen ‘Wathen, all, 99; La posite dala tingua italiana, Florencia, 1, meso Alonao, resefa de los trea ltimor extudios’ de Wartburg en 4a Rev. de Plo: Esp, XXIV, 150740, 384996, Hal Meer, Die Ent Hehe der romanischen Sprachen und Netionen, Franktutt (9M; Serafin de Silva Net, Huiéria da Lingue Portuudse, Rio de Janeiro, 195254, 1H y sgt y Fontes do Lat Vulgar. Appendix Probi, io Ae Janel, 856) A. Tomar, A Research Report on Vulgor Latin and lis Loca Variations, Kratos, IX, 194, 11313, serccccccccccccceccccscoccecccccoce PHOSSHHSHSHSHSHSHOSHOHSHSHSHSHHSSHSHOHOCHOHSSEEHEES a Historia de la lengua espanola 520 latina se quebré, y las diferencias locales constituyeron dia lectos e idiomas distintos. Bs dificil precisar cudles de estas diferencias habian apa- recido ya en el latin imperial y cudles corresponden a la época roménica primitiva, pues no alcanzaron pleno des arrollo hasta mucho después. Aun asf, cabe distinguir en la Romania dos grupos linglisticos bien caracterizados: cl oriental, que comprende Ia antigua Dacia, cuna det rumano, Dalmacia y los dialectos de la peninsula itdlics; y el occi- dental, constituido por Hispania, Galis, Norte de Ttalia 0 Galia Cisalpina, y Retia. 2. En los romances oceidentales el ritmo del lenguaje tende a concentrar la fuerza espiratoria en Ia vocal acentua- dia, detrés de Ia cual no suelen tolerar mas de una silaba En consecuencia, ha desaparecido 0 se ha reducide mucha Ia acentuacién dactilica. En cambio, los romances orientales conservan gran miimero de esdrijulos. Asi, fraxtnu, ta- bala, pectine dan en francés fréne, table, peigne: en provenzal, fraisse, tqula, penche 0 pente: en catalan, frei, taula, pinte, y en espail, fresno, tabla, peine; pero en ita: liano frassino, tavole, petine, y en rumano, frasine, piep- tenfe)®. 7 tas diferencias no han de entenderse como hechos cumplides ‘en el latin vlgat. ni siguera en ef de los siglor' al vt, sno corsa fendencias apuntades entonces y que se fueton desaeoliando en el ‘ranscuso de varias centurias. ELexpsfol de os sgios X'y 81 deca sin idbole, cutmpete, polfero “pote, ef alteancia con tla ‘empret, polio, cadaver mks favoreidoe (Menénder, Piel, Orie tes del eipanol, 9 32y 38, La conservaién o sineapa de la vocal pes {anlca es uno de los aspects dl fendmneno, pero'no el unio; el expat ths tranaformado veces dactiies en trocaicas mediante ia spécope 3e 1 vocal final (mdrmol, bol, eésped, hudsped, pamet, able, el) Procedimlento. que’ se a también en ofror’romancer occidentale? et portuguds Tega a toa! resultado itmico eliminando tay inte. ‘oulliear 7 dehaclendo us histor subeiguntes (macals > me $20 Latin vulgar y lati hispanico 4s 3. En Occidente las oclusivas /p/, /t/, /e/ situadas entre voeaies se sonotizaron por Ja accién del substrato céitico ropicio (véanse §§ 44 ¥ 18), sufrieron ulteriores relajaciones Yy han desaparecido en clertos casos: ripa,lactuca, mu tare, spatha, spica, catena, caput, focus, amica dan, por ejemplo, en espafct riba, lechuga, mudar, tespada, espigo, cadena, cabo, fuego, amiga;’en frances, rivigre, faitue, muer, épée, épie, chaine, feu, amie, En Oriente las cclusivas sordas se mantienen inalteradas: rumano rip, Ripe tcl, muta, spata, spied; ddimata de Veglia raipa, spuota, ‘spaica, kataina. En Italia los dialectos del Norte sonorizan Yy Hlegan con frecuencia a la omisién de la consonante (riva, Spada, cadena y kena, fogo y 18. amiga y spia), mientras los del Sur conservan por lo general la sorda; las dos ten- dencias contienden en toscano y en la lengua literaria (riva, Tattuga, spada, redina < ret¥na, pero mutare, catena, capo, ioco, amica, con dobletes como spica / spiga)™. AfiAdase {que en Oceidente, también por probable influjo del substrato elta, los grupos Jet/'y /es/ han pasado a /it/ 0 /8/, lish. 138] 0 /8/ (v. §§ 4: y 18 n. 14), To que no ocurre en el Centro y Sur de Italia, ni tampoco en la Dacia gos, nebals > neve, Ceaxtne > fresco > freito), Por otra erie ta peedide de lar voces Safes eo rumano, transforma des Dots en tossleas muchas formes eriginariamente dociicas. © Ta onservaclon de las oclusvar sordatlnteroclcas en ars gonts prcnsea debe eonsiderarae come fendmeno local de substato wees REE), porto gus po alters el hecho general de que Ia sono {olin domite en toda'el Ocldente romnlo, ara el tliano, ange Go Renita Msterisehe Grammatik der Talenischen Sprache, i, Ber, {51p 1e20 9 212 R. G. Urclolo, The Intervocaie Posives i Tus an PLC, Bern, 15 9 TeteSa do H. Meir, Rom, Forsch, CXXVI, {9th 40418. Replanes probleme general en sérminos fondticos Toran, Evasion des occlusive tafines en romen, Rev Ling om, XXOXVIMT, 19, 2730. 6 Historia de ta lengua esparola $20 4. En italiano, retorromano, délmata y rumano Ia evo- lucién de la (4) (§ 18) no rebasé et punto de articulacion prepalatal: caelum, cervus, vicinus tienen /e/ 0 181 en tos ital. cielo, cervo, vicino, retorr, eel, tierv 0 2erf, ‘fin, veglota 2il, vidain, rum. cer, cerb, vecin. En Oceldente, salvo en mozérabe, pleardo y wal6n, prosiguié el desplaza- miento hasta alcanzar articulacién dental o interdental: fr ciel, cerf, voisin, esp. cielo, ciervo, vecino, port. ceo, cervo, vizinho. 5. En los plurales de nombres y adjetivos hay divergen- cias muy caracteristicas. En retorromano, catalén, espatiol ¥ gallegoportugués los de tema en -o adoptan como desinen- ‘ia inica 1a del acusative “05, apoyada en Hispania por 1 nominativo celtibérico -0 (§ 51 y 17,); a igual resultado Iegaron el francés y el occitano al abandonar Ia declinacién Dicasial. En cainbio el italiano y ef rumano prefirieron el ominativo -1 (it. lupi, muri, alti, buoni, rum. lupi, tna), euya /}/ final coincidié con et resultado fonético de los pli. tales en -es (hominés, clavés, mulieres > it vuomini, chiavl, ram. oameni, muieri)™ 6. El futuro romfnico se ha formado con el auxilio de habere en Occidente € Italia: esp. cantaré, fr. chanterai, 2 EL plural de los temas en a se form en tx Romania ecidentl in deainenla {apre, ete 46 ban verde Teconoclende coma contlnusdorss. Ge 10s ‘tetguan profusamente plurals “ar > et, que con te perdiée Ge te ‘S'la! pudieron dar origen a Ie formar‘con ve fenericades en eh fas dloectales en a: le sorta “las hermanet, ete (Le plural = as de ln premibre déclinason latin of ee restate daa es langues romanes, Zetec from: Pio, Boot, 1, 269). 21 Latin vulgar 3 latin hispdnico a ie canter de cantare habeo. Ea Orent, el auxlar te velte: rum. Wil chia, de volo cantare. 1 pent. de Te Romania oscidental unas lengas se cst mis Tevolulonaias y ott ms conservedors. El francts ha Nevado hasta el itimo exremo ls tendencins fencrais, No Sena contentado con supine ln acentuacin Ceara, sino que, dbiitendo toda vod! posterior al acen- to. ba genealzag el ritmo agi. Despues de sonorizar Tl, Is Te, ba suprimido ta sonora Teltante de /\/ 3 Cachan cass inde fe/ Capatha > espee, épee: Jo- Care'> jouer, ets) Bn cambio, el eapaiol es mas lento fa ou evolci, En et domina acento lane 0 tocaio, tntermaio ene fob abunantesproparontonos del Orient J el ritmo ontone del frances, incluso conser la vocal Desténicn en relative frecuencia (pope, hudrfano, of Taro, tebece vor) tantou ots). La relaacion de ins ‘sonoras intervocilicas procedentes de /t/ y /c/ Intinas no a egaco a una plrdidn tan extensa como eo francés (sp tapade ger) a erin generales pede delse que los primeroe tenon francess eatin yo mip lejos el ntn fue el espaol eta § 21. Ancafswos au LATIN: MISPANICO, Ha sido frecuente entre los romanistas relaclonar esta evolucién reposada con el caricter espafol, apegado a trac ‘clones y poco amigo de la expresién plebeys. Dejando » un Indo estas razones peicoldgicas, poco seguras refiriéndose 1 época tan lejana, otros factores debieron contribuir a que latin hispénico tuviera aspecto arcaizante en relacién con el de Gala y, en muchos rasgos, con el de Italia, SOOO CHOHSHOHOOHOOSOHHOHOSHSOEOOOOOEOEE®S 38 Historia de ta lengua espariola sat 1. La romanizacién de I siglo mir antes de Cristo, al ppezaban a claborar liter Feninsula comenzé a fines del jempo que Ennio y Plauto em- smente el Tatin. AS{ como en Amé rica sobreviven utos que en los siglos xvi y xvit eran co- lentes en el espafiol peningular y hoy no existen en él, de gual modo el latin de Hispania retuvo arcaismos que en Roma fueron desechados. Por ejemplo, el esp. cueva, cata- lin y portugués cova, exigen un latin ¢Ova, anterior a la forma clisica cava. En el latin arcaico existia un adjetivo relative culus-a-wm, que Nega hasta Virgilio, pero que después no se emplea sino en el Derecho; de ese adjetivo, provienen el espafiol cuyoa y el portugués cujoa; los demas romances Io desconocen; s6lo se ha conservado en Cerdefia, romanizada antes que Hispania. En Nevio, Plauto, Ennio y ‘Terencio, contemporineos de las primeras conquistas roma: nas en Ja Peninsula, se encuentran fartus con el sentido de nuestro harto; perna con el valor de pierna; calli ‘certa parte comestible del buey’, probablemente los calls: campsareocansare > cansar; sarrare > cerrar: Fes nata ‘las circunstancias, las cosas como estén’ y natus nemo, antecedentes de los medievales cosa nada, homne nado y de los indefinidos nada y nadie. En el ningulus de Ennio, formado sobre singulus y equivalente de nullus, parece configurado el elemento inicil de ninguno. Terencio usa quaerere con el significado del espafol (querer, y en el latin del siglo mt son comunes fabutari y Percontari > esp. hablar, preguntar, port. falar, per: ‘guntar, Tres autores que intervinieron en las guerras his. pénicas emplean en sus obras vocablos que sélo han tenido descendencia en los romances peninsularés: entre los tér- rminos referentes a la vida agricola usados por Marco Porcio Catén (234149) figuran labrum > lebrillo, trapetum > trapiche, pocilium > pocillo, vervactum > bar sa Latin vulgar y latin hispénico ® deco, materies y materia > madera, mustaceus > mostackén, y en otro campo seméntico lacerare, que Inaba de perdurar en lezerado ‘lastimado' y lazrar ‘padecer’ del espafil antiguo; en las sitiras de Lucilio (180-103) cons- tan voces expresivas 0 jergales como rostrum ‘morré, jeta! > esp. rostro, port. rosto, bao, -omis ‘ganapan’ >_ vardn, gumia ‘tragén’ > gomia, comedo,-onis > com mmilén; también el adverbio demagis > cat. demes, esp. ddemds, port. demas. Vareén (16H. 26) atestigua capitium ‘eabezén de la Winica’, precedente de capitia > caber asimismo menciona la Tucana ‘cierta.clase de embutido’, de donde deriva la lucanica de Marcial y otros, origen a su vez de *Iucanices > longanize, cat. longanisa. Més joven que Varrén y muerto antes que el, Lucrecio (97 6 96- 55 6 53), aunque munca estuva en Hispania, emplea salire fen la acepcién de “brotar una planta’, sélo conservada en el espaol salir. Mas tarde escritores de la Edad de Plata naci- ddos en Ia Peninsula prueban que en el Jatin hispénico segufan vigentes antiguas voces que han sobrevivido exclusiva 0 casi exclusivamente en espaol y portugués: Séneca el fildsofo muestra gran apego por aptare (> esp. ¥ port. atar), ¥, lo mismo que Quintiliano, se vale de pandus ‘curve! (> esp, pando}; lax dos palabras corrian desde Plauto y Ennio®, El repetido uso de triticum por Columela y el de «tr: ticeum frumentum» por Marcial anuncian Ia superviven- cela de Ta palabra (sobre cuya etimologia habia discurrido Varrén) en el esp. y port, trigo (véase el apartado siguiente). TS da Siva Neto, Histérla da Logua Portugntsa, 116 $7: |, Tovar, Latin de Hispania: aspetos Uesicos de. ta romaniacin, Uiscrse de rcepetin ents R Acad. Bop, Made, 1968, 1098 9 4546: terre tod, Romwnick; “sarrere, meM sardare, Glott SLT 6. 2672089 Caton y ot latin de Hipanie «Philolace St tien fe Joseph Mies, Heietberg, 198%, 201208. %0 Historia de la lengua expanota 92 2. El distanciamiento geogréfico de la Peninsula respecto ‘al Centro del Imperio fue otra causa para que su latin cam. bara con menos rapidez. Las innovaciones partian de Roma, foco principal de la Romania; allf conflula 1a poblacién dis. persa de las provinclas y se emitian las modas de lenguaje. Galia era otro centro irradiador: su comunicacién con Ia metropoll, més estrecha que la de las demés regiones, ef establecimiento de sede imperial en ‘Tréveris y el carécter revolucionario del latin galo favorecfan alli la difusién de las novedades procedentes de Roma, a las que se afiadieron ‘otras. En cambio, comareas més alejadas, como Hispania, Cerdefia, el Sur de Italia, Sicilia, Jos valles alpinos, Dalmaci y Dacia, ignoraron muchos neologismos y conocieron otros ‘en grado Insufictente para que pudieran enraizar, Ast se explican las coincidencias Iéxieas entre el espafiol y-los-romances-meridionales; otientales y-de-zonas aisladas.~ ‘AL dessparecer el clésico Toqui, trunfé fabulari o ‘fabellare, que subsisten en el esp. hablar, port. falar, sardo faeqldare, retorromeno favier; pero Italia y Galia adop- taron el tardfo *parabolare (fr. parler, it. parlare). Las colncidencias del espafol con el rumano son especialmente abundantes; y como la Dacia quedé separada del resto de Ja Romania a partir del siglo us, revelan una etapa lings: tca anterior a ta escisi6n, En lugar del latin clésieo in- Venire, el lenguaje vulgar acudié a una metéfora propia af flare ‘resollar el perro al oler la presa’ pasé f significar ‘encontrar’ (esp. hallar, port. achar, dialectos meridionales de Italia aMiari, até, sicliano atari, retorr. obvaldés unflé, délmata aflar, rum, afla); después surgio *tropare, de origen discutido, que ba dado el fr. trow ver y el It, trovare. De los adjetivos puleher y formo- sus, el primero, més selecto, no subsistié en el latin vulgar: formosus, més popular, queda en el espafiol hermoso, 21 Latin vulgar y lathe hispdnico ot port. fermoso y rum, frumos; pero bellus, netamente ‘vulgar y més reciente, prevaleci6 en el Centro de Ia Romania, (fr, beau, i. bell; o espafiol bello ha sido siempre literario, 6, al menos, poco general). Fervere se mantiene en el esp. hervir, port. ferver, pullés ferve, rum. fierbe: pero Dullire ‘echar burbujas’ se propagé por casi toda Italia, (boltire)y Galia (bouilir), desplazando a fer vere. De modo similar latrare (esp. ladrar, rum. latra), mensa (esp. mesa, rum, masa) y arena (esp. arena, rum. arin) son ims antiguos que *baubare (fr. aboyer, it, abbaiare) tabula (Fr. table, it. tavola) y sabulum (francés sable, 4. sabbia, sabbione). Triticum, cuya presencia en escti- tores hispanorromanos acabamos de mencionar, s6lo se ha conservado en el esp. y portugués trigo, en el sardo tridicu y en valles de los Alpes réticos (tridik, tredi); el resto de la ‘Romania-prefirié-frumentum-(>-it.frumento).o adopts *blatum, tomado del fréncico (> fr. blé, prov. y cat. blat). ‘A estos ejemplos se podrian afladir bastastes més™. "3. Igual ocurre con fenémenos de tipo gramatical. Entre los sustitutos del comparativo clésico brevior,longior, la perifrasis ma gis longus era anterior a plus longus y estaba més admitida; magis es Ia particula comparativa ‘Que sigue usdindose en los romances peninsulares y en mi mano (port. mais, esp. mds, cat. mes, rumano mat); ta Ro- ‘mania central prefirié plus (fr. plus, italiano pid), 7H Véant los esudios de Rartllcitador en Is nota 1; S. da sien Neto, Histdra da Lingua Portuguts, LIM ©, Rohlf Die fexial- Jone Differenirung der romariechen Sprachen, Manche, 194 (teed. Feta nia, Diecast dea ong ord asta Shays ences ete ion romances Ntncon ara coe Ulogais eu Rellnge, a frmeclon de tor Gomes ing one om be 1m 1 45 “tteatatecln ton pts no fae deconoca en Espa: ls coun dcr taducn, ap etlvs yor eres axpero, ao See Meal esi chs 9 Derlo'ooe pus 7 Os cae PSOOHOHHOHOHOOOHOHOOCO OH OOOO OEE OOCOOEOCE peccccccccccccccccccsccceccccoceecee 2 Historia de ta lengua espafiola 21 ‘Los demostrativos hic, iste, ile indicaban en latin Ja gradacién de distancia en relacién con las tres personas gramaticales; al perderse hic, el latin peninsular express la triple gradacién con iste, ipse y eceu(m) ille o atque® (eccum) ille (esp. este, ese, aquel; port. este, esse, aquele); en los demés paises roménicos, salvo Sicilia y el Sur de Italia, los demostratives se redujeron a distinguir Ja proximidad y la lejania (fr. celuicd, celuila; it, questo, quelto*, rumano acest, acel). A igual polarizacion en dos categorias ha llegado el catalin moderna; pero el medieval iistingue los tres grados como hace todavia hoy el valencia- ‘ho (est, eix, aguell)”. = En espaiiol, portugués y catalén (sobre todo catalén anti Bo y valenciano) se conserva el pluscuamperfecto latino ‘@maveram, potueram, total o parcialmente con. vertido en subjuntivo (esp. amara, pudiera; portugués amara, ppodera, dormira: cat. amara, poguera, dormira), fuera de Ja Peninsula s6lo existe en provenzal y en dialectos del Sur ie Italia; el francés Jo olvidé muy pronto. Fl futuro ama~ “yero solo queda precariamente en Espasa y en Ia Romania Sriental (port. cantar, dormir; esp. cantare, durmiere; dsl ‘mata kanturo, con valor de futuro imperfecto; rumano de Macedonia cintare, dormire), {atin ant y dalctal hay pus. Pero tles restos no Javlidan In generat referencia do los romsinecspeninmlares por mats "Como Inteducior enfo mtque aparece freciantemente ante emouttativos y sabre todo ante ec cum, eceam (Thesaurus Lit ‘pute Latina, 1, 10), Vease F. Gonasies ‘CO, Precsiones sobre te ‘timologa de saguels, «Homenaje a MuGoe Corte, Merci, 177, Th {S40 En gallport. ant hay ague “he aqut (Dsineso Alonso, Etim: Ioglashspanica, Rev. de Fl, Esp, XVI 148, M0), "T" Véase A Dadi, Los demostatvos » lo verboe de movimiento ‘en iberorromirico, wEstudis dees.» M. Pidae, Il, 1852, 341. En Satiano central Ja'tiple Telerencia te mantuvo mediante Ix ereacon Ae cotesto, codesio (ec eceu(m) tibl stum); pero 3a en a fino nv te extendia'a costa suya questo, y hoy exh en detadencl 63 Latin vulgar 9 latin hispanico 9 Ora veces os romnncespeinrolars concuerdan 6 tox de rinconesaiines, Cerdeiar¢ Dacia, en uso anos al Intin else, que ha mantenido Tos suyos en Gain ¢ Tali En'estos casos hey que suponer ue las esincideni son Fuultado forte de eveicones Independents ents orem que ae trade innovaciones generals toda Ie Ro nana en un tempo determina, pero depechads ms tarde> Tenia y Cala, tents se conseraban en oponcs ltrs Tes aldades. Esto timo pares haber ocurtdo con ger Sanus esp. Nermano port tm, eatali germa) qe rapid cn Eopoa cisco Crater (> fe. fe fae foycosa que cvare también en low dalectos de Bergamo y Inve’ lates son los sestos de un domino anterior mds tmplio pues germans aparece susttuyendo a frater tn texton meron, prevalecis hasta el seo XI en toda Tali, a exepcén det extremo Sur®. Ea elf. vouoi it toler cau ole, pervve vette, wuig. volere, mientras {heal Conroy Ocstente dela Penna as como Crded, Mopiaron querer butear, gue Teencio(- aariado 3) hata‘come expresin de noted (> ep. 9 por. queer, Togudoreskerere, per ol francés agua conocd a then guerre “ster, voulie, despues eiminado®. Ea Sins elisa. passer sigiaba proplamente‘porcn pardl pero ev algin pasaje de Cero parece tener el endo ampto que bu prevelesido en el es. par, prt BP. Aebischer, Liteon préitirtre etl dit epermanon et aser marae aur offen ot ssosure) Bude de staigraphte Inpustigue, Yetech’t fom, Philo, LVM, 21239. ‘Ein el rgio 1 Adam de in Halle alterna Tos dos verbos: «De bien amer ve maltenir sage" / plus dovchement ne quer enon tans weer» (Doric, Chrestom, 76, 2122). Los dnicos restos de Volere'ta exyatol elsn fosizadoe en pronombres indefaldes ar “sis ‘el prelcraio quabis (Menéader’Pidal, Origenes, 8-0-9 Siwclowe, svwetgual, quarvuel“cualguers, shuelguandd “etando 4 sn péssaré y ram. pastre®; el Festo de la Romania prefirié aviceliu (fr. olseau, it, uccello, prov. aucel, cat. ace!) 5. Sélo en el Centro y Occidente de la Peninsula guards cl latin hablado ciertos rasgos de época clisica que desapa: recieron en el uso de las demés provincias. Los numerales de decena mantuvieron la acentuacién cldsica -aginta, ase- gurada por una inscripcién hispana del siglo Vi (septua- 8) y por los derivados romances sessaenta, sefaenta (> port. modemno sessenta, setenta; esp. moderna sesenta, setentay, en el resto de ta Romania Ia terminaciéa -aginta sufrié un cambio de acento y se contrajo en -anta (fr. qua ante, soixante; it. quaranta, sessanta), Estas y otras particularidades, unidas a los demés arcals- mos sefalados antes, debfan de dar al latin de Espafia cierto dejo de vetustez, compensado por la originalidad y abundan- cla-de-sus-innovaciones-(e-§-23) $22. Diauecrantowos rrAtcos £8 mL LaTie 96 Hispana %, 1. Por testimonio de los historiadores antiguos se sabe {que entre Ios legionarios venidos a Hispania durante el si- % De Finibus, 2, 2% eVoluptas, que passeribus ola est omnibus, a nobis, «noble tntelig ow potest 3" Véanse R. Menéader Pla. Orlgener, 85255 3 56; A propdsito de yl letinae Colonizciom suditdicn en Expat, Bol. R. head. Psp XXXIV, 195 15216) 9 Dor probleme niles relative Toso: ‘mance Mpineor, +Enele Ling. isp. Ie 1 aceon Meter, Enstas de Pitopla Romanica, Lisboa, 188, 1116 8 da Sila Neto Histéra da-Lingua Port iiett, y Fontes do Latim Vulgar, Rio ae Janel, 30 ed, iS, Webde, W. Becoll, Epivdt dialect ella Stone det latino dalla ‘edatbers, Et. dedi nM Pil Ut, 18, 5885) Damoso” Alonso, Metafone') ewro.de materia er Espota (sobre un fondo Walla), Zeltach. f.'rom, Phas XIV, 1984, 124 Le frapmentacidn fondtica pester, “Encil, Ling. Hisp, 1 Supl, 1962, 108154, A: Tovar, Late de lope, T58, 346, Hoes lox coniradiciores de In tesis surtdca destacn Gy Rohl, Le fap tancia del gasedn a lor etadios de tot idiomas hispnicon, a” on fs Se 1 Gt rn i i et sin ttn co rey ec shale mast a a ra nt Stoe e we St aa aoe tn es ree eae om ote ei es ome Se ae oe ora Fr A, ac ntact ian Ostische Lavine ix Spanien?, Reeve de Liog. Romane, XIX, 1985, PSSOSSHOSHHSHHHSHSOHHOHSHOHOSOSESESOEOOS Seeeoeeeesesese 0.0. 20000000 OSSOHSCEOS % Historia de ta lengua espaiola 52 ctipcién pamplonesa del afio 119 dé octuber por octo- ber, pues el vocalismo osco tenfa /a/ donde ef latin /0/; de octaber proceden el esp. octubre, ant ochubre, port. outubro, cat, ustubre; en igual caso estin el esp. nudo y of cat. nu, que presuponen *nUdus en vex de mOdus., Tane bien los exp. pdmez, esteva y clerze, port. omes y ca. cee provienen de formas dialectales pomex, stéva y cer cis (este ultimo, usudo por Catén) y no de Jas latinas puras pamex, stiva y clreius 3. La hipétesis del info suritlico en ef latin traldo a Hispania se fortalece en vista de una serie de colncidencias fue se dail entre los actuales diatectos del Mediodia ital zo, Sica y Cerdeta de una parte, y ls romances hispénicos de otra. En el italiano meridional, sicliano y sardo le /=/ inicial de palabra se refuerza hasta pronunciarse /F/, esto es, como rr, igual que en catalén,espatcl, portugues y gee 6m. En zonas de ambas penfasulas se refuerza también la ‘11 iniciaque, equiparada a la /il/ interior, da en'unas éreas resultado Balatal (/IV,/5y/ 0, smplificado, /I), /y/), y resuk tado cacuminal® en otras (/dd/, /M9/. (8. IV. ete); ash Jos suditticos actuales Muna, Tuna, dune, yupo, dana, ‘édenqua tienen su paralelo en los eatlanes Hina, top, lana, itengua, en los asturleoneses tune, Hlobu, Hana, lingua © na, guna, tobu,fsana, tsingua, en los mozirabes yengue, liancas “lanza, etc, y en otras mumerosas mucstras en tex tos y toponimia. del Centro y- Sur peninsulares (w, § 46) 1a cacuminalizacién de /1/ interior y no de [1 inielal ocurre en la mayor parte del Mediodia italiano y en Slilia, Cendefa, 1 Pirineo aragonés y Gascufa®, Menor pujanza que el fuer ci Semin, strove 9 son ee sonkoe gS gt io oy cn ure mnt pes = echo 'de'tur el lata acing pronuncae IVa gas” lies ee 52 Latin vulgar 9 latin hispanico a zo de /r/ y jr] tiene el de /t/ inicial, manifesto sdlo en astureonés (fo, fariz) y esporédicamente en Italia (nnutit hnida en Apulia, fgnudo dol italiano general, ete.) *™, ‘4. Caso més prablemético es el de las reducciones /mb/ > fm/, que se da en catalan, aragonés, castellano y gascéa. (Clumbu > lomo, eat. Hom; *palumba > paloma, co- Tumba > catalén coloma); /nd/ > /n/, general en catalém: (demandare > demanar) y gascén, frecuente en aragonés antiguo: y /Id/ > /lV, i) o /if (soldata > sollada), ‘que se ve en ejemplos dispersos, pero numerosos, de Aragén, Castilla, Leén, Toledo y hasta de Sevilla y Cédiz, en la Edad Media, Las tres asimilaciones ton normales en los dialee- tos del Centro y Sur de Italia, con las mismas diferencias de cextensién ¢ intensidad que en Espatia; al guardan innegable relacién con et substrate lingllstico osco-umbro® Tam bign Ia sonorizacian de /p/, /1/, /k/ tras nasal, /r/ o /I/, prac: ticada en valles altoaragoneses (cambo, fuande, por campo, fuente) es corriente en el Centro de Italia y existfa en imbrico. ‘Aunque esta sonorizacién alto-ragonesa se halla en estrecha, relacién con Ia habitual en vasco (¥. § 49), la influencia de los colonizadores itélicos pudo reforzar las tendencias nativas. Los cuatro fenémenos, aunque /mb/ > /m/ alcance mayor di- fusién, se congregan en Espafia hacia Ia regién pirenaica, “iepuran el pramético Pompeyo y San Tsidoro (HL Schuchardt, Vor eters der Valparateisy, I, SOs, Sil Neto, Mitoria de Lingua Portugués, 120, ‘Hay ejemplos aragoneses medierales y slguno actual alslado; ‘ease Mendoder Pid], “Enclel, Ling. Hip 1 xxix ‘Mia tog ejemplos edveldos por Menendce Pal (Origenes, § S#) nade B. Poet los de slclle, eal, que leg a Superar en fee. Stenctao fs e alee cabitio en e sgl a0v'y decaen ses tarde (Geografla aialcta antigua, Rex, de Pol. Espy XLV, B62, 26257) ‘seer {conkers e-mb yonde en in esrtora yen el uso culto o urbano durante la Edad Media y siglo iv, vease Alberto Varro, Capital por la storie linguistica dell Tela’ Meridionale « dela Sicilia, Mesioevo Romanzo, (0) 98 Historia de ta lengua espafota a2 fen torno a las cludades sertorianas Osea e Ilerda; el nombre de Osea (> Huesca) alude a la procedencia de sus colonos 'S. En el Norocste peninsular ta /d/ tatina en posicién final, articulada en romance como /u/, cierra la voctl t6nica. El fenémeno esté registrado en Portugal, el centro de As: turias y el valle del Pas, en Santander;\ falta exploraciéa Suficiente respecto de Galicia, En portugués la metafonia provocada por Ia /u/ final (escrita 0), aparte del caso excep. clonal to tu > tudo, afecta casi exclusivamente a la /e/ ¥ Ia /of procedentes de /&/ y /9/ latinas: ambas vocales se clerran ante la /y/ de nombres y adjetivos masculinos en singular (coro, horto, sogro) peto se conservan abiertas ante Ia /a/ del fernenino y ante el resultado del plural lating 18s] (cornos, horta, hortos, sera, spgros). En el asturiano 2 Mandider Pil (07a, 5 bie ysl” Ling” Hie txurnm) avienta que Osea ce el nombre dado. por los romanos fle cludad, mientras Ins nscripctones monetales mls antiguas en Ceriturs thérea Ie flaman Bots ‘unas pocat de Ine mis moderns Holsean’u Olsca tibuldo « vasaul- éedida de in 7o/ Incl, pero es Mpdteis carte de funds TL Michelena, Fongtca'Histvica Vasc, 19, no rencons emejante Cendmene, Por ots parle Olean cx demariado tarde: fen dice Menénder Pidal- erh coriente en latin cwando toda fas monedes declan Bolscan y 7 fa supuesta re duccldn de Olscow a Osea, contraria la cronaogl, Io es tame én a a evelucion Tonélca normal, Yu que o se expen Ia deeper clon de le /W ala dejar astro. Flaalmente es tentador el poreldo cntre Bolsean 7 nombre de lor volseos, el posblo itiica ‘osino'y eaemigo de oma en tempo de Coctolano (edanee una leve Fesimaacién de A, Tovar, Anaes de Filo Clie, 5, Buenos Airey, 180: 5, 17, y el artelo de M. Dolp Los primltivos nombres de Huesca, ‘Acgentoln, 1981, 18618), en ol siglo Wt Tino menciona Juntos ‘oscar ¥ woicot como genler que hablan su lenguas eespecttat pot Ignorar ct latin (Tovar, Latin de Hispavia, 3839), sin embargo Ia ldentieaclén de Bolsean y volsel etigita demostrar previa mente que Bolscan es sombre posterior m la feqada de (alos 7 fo, como parece, Indlaena $2 Latin sulgar y latin hispénico 99 central Ia accién de Ia /u/ slcanza a toda /o/, /e/ y fal; ya hacia 1155 se documenta mancibo frente a manceba; hoy, pila, cuirnu, sentu, siicusu, frente a pelos, cuernos, santos y ‘santo, silicosos. Yen el habla pasiega son normales babiru, ispliu, arruyu, lubu, niltu, puiblo contra baberos, espejes, nietos, pueblos, etc; la /aj, sin legar a /e/, se hace algo palatal ante /u/. Excepcién importante es el adjetivo aplica- do nombres de materia: termina invariablemente en /-1/, Jo], aunque el nombre sea femenino, y no clerra la vocal Xénica («t& negro el-arrozs, «borona secu»); los sustantivos de tema en /-o/ usados en sentido general de materia no cicrran su vocal final ni inflexionan Ja ténica (pelo), pero Jo hacen cuando se refieren a unidades coneretas y numera- bes (plu). Este neutro de materia se extiende desde el cabo de Pefas y Pola de Lena hasta zonas de la Montafia santan- derina, como.Cabez6n de Ja Sal_y cl valle del Pas. Tanto la ‘metafonia como el neutro de materia tienen en el Mediodta italiano reas, antigiedad y pujanza mayores que en cl Noroeste de nuestra Peninsula. La fliacién no deja lugar a dadas, pese a diferencias explicables por las distintas com- dliciones en que ambot fenémenos se desarroliaron en ct pals de origesy en el colonizado, aislados entre sf desde Ia ceafda de} Imperio romano. 6, Las lenguas {berorroménicas concuerdan con los dia lectos del Sur de Italia y Siilin en rasgos caracteristicos de su morfologia y sintaxis: sistema y formas de lor tres de- ‘mostrativos (v. § 213); empleo de la preposicion a ante objeto recto que designe persona individuada («si wvisto a ffrd- 1 R. Menénder ida), Pesiegos » vaqualros, Archiwum, 1V, 195, Lif, De Alonso, vs nota ly RJ. Penny, habia pasiega ensayo de llectologie monishess, Londres, 197, # ALAS 9 158 Robert A. Hall Ser ntgs is enstencia de un socatra de patria y tata de explear _ cl Fendmeno coma resto dl ablatvo pariiva lallgo (Mewes, Mass foamy and the Ablative tn Romance, Language, XLIV, 1968, «408), POSHHSHSSHS OHHH HESOHOHOOOOOCHEOOCOHOES POSSHSHSHSSSHSHSHSHSSHOHSHSHSHESHOSOHOHEEOOOS 100 Historia de la lengua expat 62 Latin vulgar 9 latin hispanico 101 52 timo?» ‘ghas visto a mi hermano?); uso de tenere a costa de habere para expresar la posesin, ¢ incluso como verbo, auxiliar; precedente umbro para Ful como perfecto de ese y de ire, etc. En el Iéxico, aparte de las coincidenclas que Hispania y las hablas suritilicas comparten con otras zonas periférieas de la Romania (§ 213), hay otras exclusivas de las dos peninsulas o de ambas y Sicilia o Cerdefa: el calabrés dassare y el sicliano dassari corresponden al cat. deixar, esp. dejar, gall. y port. deixar; 1a evoluci6n_semiéntica de. pllcare, appiicare ha conducido a igual resultado en l cal. akkikare, sic. hikari, esp. allegar, Hegar, gall. y port. Chegar; To mismo levare > cal. levare, sic. livari, esp. evar, gall. y port. levar. En estos casos Ins. preferencias suritilicas e iberorroménicas contrastan con 18 eleccién de Jaxare, *arripare y portare en la Romania Cen tral (fr laisser, ariver, porter, It. lasclare, arrivare, portare) ‘A estos ejemplos podrian afadirse otros™. Ademss no debe ‘olvidarse la procedencia de autores arcaicos latinos en cuyas obras se han sefalado antecedentes de vocablos hispanos “Apleos (§ 21s}: Nevio y Lucilio habfan nacido en Campania, Plauto en Umbria y Ennio en Calabria. Por otra parte el ‘gaditano Columela aplica a la higuera el adjetivo bifera, que solo subsiste, sustantivado, en Cosenza (bifaru), os Abruzzos (vefere), el esp. breva, gall. bebra y port. bebera, Defara. 7. BI influjo suritalico en el latin de Hispania no sem nifiesta de manera uniferme. Son generales el refuerzo de % eanseG. Rots, Die Quelen der unteritalonschen Wortscates, Zelteh. ftom. Philo, XLVI. 1926, 18164, 1. Meler, Eaton de Flot Rom, tig; Siva Neto, Hist da Lim Port, Ilit, Menkades Pidal, Cofonicacin suai. cARNvIT: Darmaso Alonso, La fragmentacise fondt. penn, lds, A Tovar, Latin de His, 369 4; Joreph Palermo, H problema del scien. Aleune Uoplossetberoscane revant,shti Xi Congr Interoas” i Ling. Fol. Romans, Napot, 190, 129 Jr1 Inicisl en /F/, la subsistencia de los tres demostratives, ‘1 acusativa con ad para el objeto directo personal, 1a ex: tensién de tenere y fui a costa de habere e ivi, Sdaxare por laxare, etc. Pero la palatalizacion de /1/ inicial en /l/ no aleanz6 a Ja Gallaecia ni al Oeste de Lusi- tania; Ia asimilacion /mb/ > /m/ solo arraig6 en la Tarra ‘conense, y /nd/ > /n/ en el Nordeste de ella. En cambio fi Ja] final s6lo provoca metafonia en ol Noroeste, y el neutro fe materia se limita a parte de Asturias y de la Montafa. Por iltimo los resultados cacuminales de /l/ y /‘lk/ sé6lo se producen en una zona de Asturias y Leén, a caballo de ta Cordillera cantabrica, y en otra del Pirineo aragonés. Estas Giferencias han de atribuirse a factores de diversa indole: Ia variedad lingistica del Sur de Italia era y es muy grande El contingente de legionarios y colonos de unas y otras re giones no hubo de ser el mismo en cada expediciéa ni en cada época, Es de suponer que los itélicos asentados en Ia ‘Tarraconense durante ol siglo 11 estarian menos latinizados {que los combatientes de las guerras cintabroastiricas bajo ‘Augusto. Por otra parte los dialectalismos de su latin encon- traron en layetanos, ilergetes y vascones substratos distintos de los precélticos y cflticas del Noroeste. 8. Sobre Ia posible relacién del betacismo del Norte peninsular con el suritalico, v. § 4, n. 28 § 23, NeoLoctsnos vet Lavy HrsPAste, 1. Bn el latin hispdnico apuntaban seguramente noveda- des exclusivas suyas. Perduraban rasgos de pronunciacién y Yvocablos procedentes de las lenguas primitivas (v. §§ 46). ‘Otras veces eran procesos autéctonos del latin peninsular y pueden inducirse del ulterior desarrollo de los romances his- 12 Historia de ta lengua espafiola 63 panos; ast la tendencia a eliminar la conjugacién -€re en Deneficlo de las en -2re 0 -ire, reduciendo a tres los ‘cuntro paradigmas verbales (fac@re > hacer, serib&re > escribir); asi también formaciones Iéxicas como *ex- Pergitare (> esp. y port. espertar, despertar) por ex- pergisctre; *appacare (> esp, cat. y port. apagar), Por exstinguere; *callare (> esp. y cat. callar, port alan), por tacere; *maneana (> esp. mafana, port ‘manha) junto a mane (> ela man» en el Cantar de Mio Cid); *veranum tempus (> esp. verano, port. vero}, ‘elbata (> esp. cedada, port. cevada; con el sentido de ‘avena’, prov. y cat. civada); cereota (> esp. ciruela, gall cirola) por pruna; cambios de funcién gramatical, como el del participio calens, -entis convertido en adjetivo sustituto de cali dus (cat. calent, esp. caliente, port. que 1e)--0-la-extensién-del-adverblowt ar de-a-uso-sustantivor fen ver de sera (esp. port. tarde); y cambios semAnticos como el de sobrinus ‘primo tegundo’, que ocupé el lugar de nepos (esp. sobrino, port. sobrinho); el de tvs, {que del significado de ‘arroyo! pasé al de ‘curso importante ddo agua’ (> cat. riu, esp. y port. rio), propio de fluvius oflumen; yeldecibaria alimentos’ a ‘cereales, gran’ (esp. cibera)?, 2 Poseemos noticlas coneretas acerca de unas cuantas palabras caracteristicas del latin hablado en nuestro suelo: Columela usa vulturnuss ‘viento del Sur’ (> esp. bochor- no}; él y Séneca emplean subitaneus (> esp. supitaro) 1B Veease J. Jud, Probldmes de glopraphie lngustiaue romane, Rey, de Ling. Rom, i, 15, 1123, y MI, 106, 1620; Paul Aebischer Les dénominatons des cdrats, du B18 et du ‘froment” apres lt omnder du latin medina, lass de Phieogie Moderne, 1, ‘Ty sits: 6. Rehils,Aspecos y problemas del espael ens enlace on os eras romances, Probl. 9 Pracples el estraturlimo lng, Maaet 167, 23129, 63 Latin vulgar y latin hispénico 103 y Séreca da a pravurs el valor de “duro, riguroso, violento’ Conservado en el esp. bravo. Plinio cita el hispanismo for. macéus ‘pared’, que ha dejado por tinica descendencia roménica el espafiol hormazo ‘pared hecha de tierra’. En inscripciones hispanolatinas se encuentran otras: collac: tBus, regresién de collactan€us ‘hermano de leche’, cs el origen del espafiol medieval cottago; el masculino mam~ cipits, en lugar del neutro clésico mancipium, pric. ‘ba que era término usado entre el vulgo espatfol; en efecto, se ha conservad en Ia Peninsula (esp. mancebo, cat. masip), mientras se ha perdido en cl resto de la Romania. Alta~ rium por altare es forma precursora del espafiol ofero,, port, outer 3, En los albores de Ia época romance, San Isidoro re coge muchas voces usadas en el habla vulgar de Espafia. “Alguniss~son privativas de-ella:~antematus (> espafiol ‘ainadoy; argentéus ‘blanco’ (> esp. ant. arienco); bos- tar ‘establo de bueyes’ (> esp. bostar, port. bostal); ca tematus (> esp. candado, port, cadiado, catalén cadenat); colometlus ‘diente canino' (> esp. colmillo); serra Tia “Techuga silvestre’ (> esp. cerraja, port. serratha, cat. serralla), Una caprichosa etimologla isidoriana dice que al gato se le llamaba cattus «quia cattat, id est, vides; fon ello nos da Ja certeza de que en el siglo vit 10s hispano- godos empleaben el verbo cattare (< captare) con 1 sentido de ‘ver, mira’, propio del esp. medieval cafar, ‘conservado hoy en catadura ‘aspecto’, cataejo, cataviento. Y la afirmacién isidoriana somne satis viride amarum dicitur» aclara el origen del esp. amarillo, port. amarelo™. & Menéndes Pil, Monucl § 2 Caray, Le latin @spagne Paprds tes inseriptons, Braxcle, 6; 1 Soler, Letenlsches und Romantsches thu ter Etymologie det Isidorus von Seva, tngea, 190, A. To- tar, Eatin de Hsp, 349 3. POESOHSHSOHSHHHSHSHHOHHSOHSHHOHECHESESOOOES OOOOH HHHHHHHHHHHHHOHOHHHHHEOHEEHEES 108 Historia de ta lengua espafiola sm 4. Frente a la consideracién general del espafiol y del rumano como romances arcaizantes, hay reacciones que, con justia, ponen de relieve Ia potencia creadora de sus neo- logismos. Realmente son dos aspectos complementarios de Ja fuerte pecullaridad que caracteriza a cada una de las dos lenguas. § 24, Direnexctas REGIONALES HN EL LATIN mIsPANtcO. +L Durante et periodo romano el latin peninsular debia de ser bastante uniforme. Sin embargo, entre los siglos vt y X lo veremos fraccionarse en diversos dialectos roménicos, Ya se han indicado los factores que contribuyeron a man- tener la cohesién lingistica bajo el Imperio, y cémo, al des- parecer aquellos, hubleron de surgit Iss variedades roman- ‘ces, Pero cuando tratamos de inquirir si antes del siglo vt apuntaban en Espafa diferencias reglonales que pudieran ser base de futuras escisiones, hemos de renunciar a la cer. Udumbre absoluta y contentarnos con hipétesis. 2. La divisién administrativa romana no era arbitraia Los conventos juridicos que integraban las provinclas pare- cen haberse atenido, en su demarcacién, w ndcleos previos de pueblos indigenas. A esta diversidad étnica —y posible- ‘mente de substrato linglistico— se afiadié la concentracién de actividades de cada convento en torno a su capital. For- mébanse de este modo subcomunidades, dentro de las cua- % , Tordan, Parlelor tingistioe rumano-spatole, «Actes de ‘Nijmegen, 1967, 0358, BT Magar shies el V Congreso. 1, ments, Mariss Sala, £t romano Lengua, Literatura, FO uote: Ext. dedie. a R. Orom, Santiago. de Chile, 16, 40488, sm Latin vulgar y latin hispanico 10s les se perpetuabon arcalsmos © aparecian innovaciones ex trafas a las comarcas vecinas. La Iglesia establecié sus se des episcopales con arreglo, generalmente, 2 la distribucién de conventos y provincias romanas, continuéndolas después idol Imperio y profundizando la disociacién. En la geografia dialectal quedan huellas de tan antiguas divisiones: a re gién de Miranda do Douro, que pertenecié al convento y' diécesis de Astorga, habla dialecto leonés, no obstante ha- TMarse enclavada politicamente en tierra portuguesa desde fecha muy lejana ®, Cantabria formaba parte de la Gallaecia, mientras Ia meseta burgalesa correspondia a la. Cartaginen se; el castellano de la Montafa y otras zonas nortefias fue, por algin tiempo, distinto del de Burgos en ciertos carac- 3 La romanizacién se efectus en distintas épocas y con- iciones para cada regién. Iniciada en Ia Bética y la Tarraco rrense, hubo de formarse en ellas el sedimento lingiistico ‘que fue Hlevado més tarde al interior. En la Bética, apartada ¥ culta, patria de retéricos y poetas, se hablaria seguramente lun latin conservador, purista, en cierto grado. En cambio, a Tarraconense oriental era ruta obligada de legionarios, ‘colonos y mercaderes; es de suponer que acogiera una po- blacién flotante que se expresarfa con descuido, traeria no- vedades de lenguaje y propenderia sin duda al neologismo. [Al progresar In romanlzactén, los focos ciudadanos de vo ra, Brécara, Emérita y Astirica recibieron, probablemente, cl latin de a Bética, mientras el de la Tarraconense, avans ‘zando por Ja via romana del Ebro, debié de legar hasta la ‘meseta. septentrional®, En Cataluha, Aragén y Burgos en “= Menéndes Pll, Et dialect onde, 1906 (ed. Oviedo, 192, 1920, 4) Meese despa, § 1S Ven H Melr, Betrge sur sprachlicher Gliederang der Py. oun sate 106 Historia de la lengua espafola su ccontraremos més adelante ciertos rasgos innovadores que rno aparecen en el Sur y el Oeste (redueciones /ai/ > /e/, {auf > fof, Imb > m/). Ta Tarraconense comunicaba con Italia y Galia mas es- ‘trechamente que el resto de la Peninsula, lo que dio lugar ‘8 mayor influencia lingifstica de la Romania central. As{ adopté la contraccién -anta en los numerales de decena (cat. y arag. sixanta, quaranta), en vex de -aginta, y co rnocié como poscsivo de Ja persona ellos el genitivo i110 rum (cat. llr, arag. Jor, lur, como el francés leur e italiano loro) al lado de suus, En la parte més oriental de la regién no fue eliminada la conjugacién proparoxitona -8re, que ssubsistié también en Galla e Italia (cat, prehendere > pendre, reddtre > retre, frente a prender, render, rendir, de los otros romances peninsulares). En el léxico, Jos cata: Janes. menjar,-parlar, crobar, voler;-taula, cost-(<-cosi- nus, de consobrinus), donar, cercar (< elreare), ociure (< occidere), etc, muestran preferencias opues: tas a los castellancs y portugueses comer, hablar-falar, hallar -achar, querer, mesa, cormano- gall. curmdn (< con- germanus), dar, buscar, matar. No es forzoso que todas estas divergencias aparecieran ya en Ia época imperial, ni ‘tampoco en Ia visigética; la mayoria debié de surgir en el siglo, rela, apdstol, obispo, milagro, peligro, “On f411uC8) ta [ly ba tendo Igual suerte que In de farina > having, *Eamine > hambre, ee, ¥ el grupo fI-+ yod/ tn misma Gus tn mullere > mujer, aliena(s) > sew. By genesta Ie ai inisal ha detaparecido ‘como la de german > hermaro, Eelare'> helor,y in [6 s6nien ha diotongado como en tBstw > fied, 18pore > lebre En sattus fal/ ante consonaate ba fdsdo Jol, como en alterum > otto, caleem > con et 525 Latin vulgar 3 latin hispinico 109 cabildo, muy distintos de las solucionés normales ®. La ia- ‘Muencia de la administracién fue semejante a la de la Tgle- sia, aunque menos extenss. Los motarios redactaban sus documentos en latin, con arreglo a férmulas muy repetidas, fque, al ser lefdas a los otorgantes, se grababan en su me- ‘mora, Clausula muy usada-en escrituras era evendo tbt mea ratione in illa terrae, y con este sentido perdurd racién con st /i/ latina, que desaparecié en el vulgar razén; fn la data se mencionaba el nombre del monarea, y:las re peticiones «regnante Adefonso in Legiones, «regnan- le rege nostro Ordonios, juntamente con el «regnum Deis de la liturgia, hicieron que regnare y regmum se detuvieran en reinar, reino y no llegaran a *refar, *refo. En la mayoria de los casos citados, y en physteus > fésigo, toxtcus > t6rigo, canonleus > candnigo, ete, Ja accién de la cultura no fue bastante poderosa para man- tener la integridad formal de la palabra, pero si para frenar (0 desviar el proceso fonético iniciado en ella; el resultado fs lo que los linglistas aman semiculismo. 3, Los eulismos puros se atienen con fideidad a ta forma latina escrita, que guardan sin més alteraciones que as precisas para acomodarla a Ja estructura fonética o grame tical romance (evangelium > evangelio, voluntate > voluntad), Algunos se han transmitide por el habla y ta scritura combinadas; pero en su mayor parte han sido tomados directamente de] latin lterario, aunque éste fuera cl bajo latin medieval 4% De haber obedecio 2, as leyes,fonétieas, hubieran dado "sie, sroja, taboo, *besbo 0. Meebo, ‘mirale, speii, *eebejo. come regtia S reia tegala > tee, vetdly > meio, ee ‘Spor elemo, anigular no proede del cisco nihiT, sino de J pronunsincion bajolatina nied 1D (ik) 0 Historia de ta lengu espatiota 25 Una Palabra Tatina puede originar dos romances, una cults y otra popular. En ocasiones los resultados tienen ‘acepciones comunes (fosa y huesa, frigido y jrio, tntegro y entero), pero aun en ellas hay distinto matiz afectivo 0 con- cceptual; por lo general son palabras completamente indepen- dientes, sin mas nexo que el de Ia etimologia, olvidedo en ef uso (Iaico y tego, signo y sea, fingir y hefir, articulo y artejo, concilio y concejo, radio y raya, edtedra y cadera), Nétese que Ins voces populares suelen tener un sentido mds con- creto y material que las cruditas. Otras veces la duplicided se da entre un derivado culto y un semicultismo (secular y seglar) o entre un semicultismo y una vor popular (regla y reja). La lengua se ha servido de estos dobletes para la dife renciacién seméntica: el culto litigar ha descargado al po- pular fidiar de uno de sus sentidos —Desie-que-10s-idiomas-roménicos alcanzaron“florecimien: to literatio, su Iéxico se ha enriquecida con incesante adop- cin de cultismos. En el siglo xm, cuando los poetas det ‘ester de clerecia y Alfonso el Sabio habilitaron et espaol para Ia expresién ilustrada, fueron muchas las voces latinas introducidas. A partir del Renacimiento, latinismos y gre: cismos dieron vestido a las nuevas ideas y sirvieron como clemento estilisico de primordial importancia. Y en los tiempos modernos el latin y el griego siguen sicndo cantera inagotable de neologismos. Si las palabras populares son las que mejor rellejan la tradicién oral del latin vulgar y lofrecen los rasgos fonéticos pecullares de cada romance, los coultismos revelan la perenne tradicion del espltita. latino fen Ia civilizacién europea. Su menor interés fonético se com pensa crecidamente con el histérico-social: son indice de Jas apetencias, Inquictudes, orientaciones ideolégicas y con- uistas cientiicas de los momentos culturales en que pene. aron, IV, TRANSICION DEL LATIN AL ROMANCE. POCA VISIGODA § 26, Los cenManos. En el aio 409 un conglomerado de pucblos germinicos —vandalos, suevos y alanos— atravesaba el Pirineo y cala GobTE" Expands“ poco” después el'rey visigodo Alarico se“apo: deraba de Roma y ta entregaba al saqueo. ‘Ast quedé cumplida fa amenaza que secularmente venia pesando desde el Rhin y el Danublo. Los éxitos de Tiberio ¥ Germénico habian sido amargados por el descalabro de ‘Varo, euyas legiones aniquiladas Moraba Augusto en la vejez. ‘Tacito observaba el contraste entre Ta disoluta sociedad im- perial y la vigorosa rudeza de los germanos, emagis ¢rium- pati quam victi», Desde el siglo 11 las agresiones germé- hicas se hicieron cada vex més fuertes: en una de ellas orrleron las Galias y legtron a Tarragona (256262); dos femperadores, Decio y Valente, murieron en lucha con los gods. Y apenas desaparecié con el hispano Téodosio la iltima columna del Imperio, sobrevino la irrupcién defi ‘La penetracién germénica en Roma no fue solamente gucrrera, Desde el siglo 1 los germanos comenzaron a ali farse en las legiones; otros se establecfan en territorio im- e e e e e e e e e e e e e e e e e e e e e e e e e e e e e e e e e e e SCOHHSHSHSSHSHSHOSHSSSOSHHHOSHESSSOHOHESHEES 42 Historia de la lengua espaiota 67 perial como tributarios © colonos. Estilicén, el eaudillo que Roma opuso al slud invasor, era de sangre barbara, 5.27. Voces ROMANCES DB PROCEDENCIA GHRMANICA! 1. Las relaciones sostenidas por los dos pueblos durante tos siglos 1 al rv dieron lugar a un nutride intercambio de palabras. Los germanos tomaron del latin nomenclatura del comercio, agricultura, industria, vilenda, derecho, ete: pero también comunicaron a los romanos términos suyos. Roma importaba del Norte el jabén, cuya fabricacién desconocia: or eso el germénico saipo entré en ef léxico latino, de donde pasé a las lenguas romances (sapone > esp. xabén, jabén). Se trafan de Germania piles y plumas; con ellas se introdujo la palabra thahsw, latin taxo (> esp. tej6n). Burgus procede del germano’ burg’ “fuerte, ‘pequefia ciudad’ (> esp. Burgo, Burgos) 2. En la época de las invasiones fueron’ muchas las palo: bras germénicas que entraron en el latin vulgar. Los dos mundos estaban en contacto directo, ya fuera belicoso, ya pacifico. Los germanos, ensefioreados del territorio romano, conservaban con pleoa vitalidad sus Tenguas, y los latinos aprendian de ellos denominaciones de cosas y costumbres extraiias, famillarizéndose con expresiones. germénicas, El vocabulario militar adopté muchas, primero a causa de la convivencia en las legiones; después porque la nobleza ger- ménica, dedicads principalmente a las armas, impuso su propia terminologia. El latin bellum fue sustituldo por werra (> it, guerra, fr. guerre, prov. cat, esp. ¥ porte ‘gués guerra); extensién parccida uvieron wardén (> esp. guardar), raubdn (> esp. robar) y warnjan (> exp, © Veanse W. Meyertibhe, Inraduccin a ts lngstice roménice, 4 3647, E. Gamileches, Romania Germantea, I, 9b §.27 _Del Latin al romance. Epoca visigoda 3 ‘guarnir, guarnecer). EL guerrero germano amaba h€Lm fal easco que protegia su cabeza (> esp. yelmo); entre sus farmas ofensivas figuraba el dardo (< germano dard), y ‘buscaba albergue (< *haribairgo) donde guarecerse (< warjan). La equitacién era una de sus mayores al- clones; por ello se han asentado en las Jenguas roménicas ‘spaura o sp6ro (> esp. espuela, espolén), y *falw5, adjetivo de color aplicado al caballo, que dio el derivado Tatino falvus: de un derivado suyo, *falvarius, 0 de un cruce de falyus con el latin varius, proceden el port. fouveiro, espaol overo, Todas estas voces y la mayoria fe las que se menclonan a continuacién dejaron también descendientes en Francia e Italia. 3. Al vestide germénico pertenecen 6 $a ‘calz6n corto’ (> esp. ant, hese "bota alta; falda ‘pliegue, regazo de Ja falda’ (> esp. falda, halda), y cofea (> esp. cofia). Las tareas del campo estén representadas por el verbo swalthanjan ‘spacentay, ‘culver la tierra’, origen del espatiol ganar’, La construceién proporcioné $l ‘espacio fabierto donde recibia el sefor’ (> esp. sala); el suevo “Taub jo ‘enramads’ se conserva en el gallego lobio ‘ps ral bajo’, y el correspondiente franco *Iaub ja en el fran és loge galeria’ (que pasé al italiano loggia y espafiol fonja). FEL techo de las primitivas viviendas germénicas era:un en- ‘tramado o cafize: bastjan ‘entretejer’ ha dado el francés Détir y el esp. ant, bastir ‘construir, preparar, disponer’ Los ‘germanos gustaban de Ia musica y cantos heroicos: har pa (> esp. farpa, arpa) es el nombre de uno de sus instrumentos. 4.” Al constituirse los estados bérbaros hubo en todos los aspectos de Ia vida un cambio esencial, debido en gran parte —T Véase R. Menéndee Pidsl, Modern Plloes, XXVIL, 198, 43 ‘n¢ Ene pobre espasola han debido. de coafar el derivado de Sveithaujan y ol del police *ganan ‘codlar: y. Corominss, Dice, ent sti, 1, sss m7 Historia de ta lengua espafiota $21 2 la implantacién de instituciones germénicas, Ese cambio se refloja en el vocabulario romance: ef derecho germénico perpetué voces como ban ‘proscripcién, probibicién’ (> lar tin medieval bannum, fr. ban, esp. bando); el bandido ¢, originariamente, 1a persona proscrita que ha perdido la paz pablica. Los bienes patrimoniales recibieron la. denomi nnacién de a 16d (> lat, mediev. alodium > esp. alodio); Ja posesidn o tenencia concedida por el sefor al vasallo se designé mediante el franco * (8h ‘ganado’, que originé en latin medioval fevum (> fr. fief) y feudum, con la /d/ de alodium (> esp. feudo). La diplomacia empleé ha~ riwald (> Ir héraut > esp. heraldo, farcute); and- bahti ‘cargo, servicio’ (> prov. ambaissada > it. amba Sciata > esp. embajada); y trigewa ‘alianca’ (> espafiol tregua) 5--Otros-germanismos se refieren al mundo-afective.-Es- natural que los bérbaros, muy cuidadosos de su fama, con- servaran con especial carifio palabras relativas al concepto de sf mismos, ofensas y valentfa, como or gO1i (> esp. oF gullo); haunitha ‘burla, mofa' (> tr. honte, prov. anta, ota > esp. antiguo one, fonta); skernjan "burlarse’ (> prov, esearnir > esp. escamir, escarnecer); hard- jan ‘atreverse' (> fr. hardi, prov. ardit > esp. ant, ardi- ‘da, fardido). Pata indicar el decsimiento de énimo, ya en tiempos det Imperio se formaron *marrire y *exma rrire del germanico marrjan (> fr. ant. marrir, es: paGol ant. desmarrido ‘triste’, it, smarrire, rum. anti: esfallecimiento fisico se expresé también con un hibrido germanolatin, texmagare, de magan ‘tener fuerza (> fr esmaier y de éste el esp. desmayar) 6. De adjetivos han pasado riks ‘poderoso’, fr isk ‘re- ciente, lozano’, difundidos por toda la Romania occidental (esp. rico, fresco); blank ‘brillant’ (esp. blanco, probable §.27 Del latin al romance. Epoca visigoua nny “ 7. Son de notar, por ultimo, traducciones parciales 0 seis pefei por Freeh Diet» radiionalente ss Dieter Bork ha. defen cpute por tes, Recentomen Se Bpeechen und inert 2,180,125) Hs saat foertesravenes In sotonomia de compan io, "compa ie om ier ae a compeicon latina, Hac Meier bw abogado is Simicra compagtnare (apuntaa, pero rechzada, por yu posterbal compagina. Hay que adult eh si 47630 Bien) a Der aparee repeidaiene en texts Ieoveses 9 alleges sso Mas t'y a emo Tavenencia ual « veces con formas oe le scsi (ode Joseio ad coplinas (oho 12, Leo, Wee Eplacopls sewers Ine com ‘ants, Tambo TEtonense, fo 28 ¥) PO POHHHHOHHHOHHHOHHOHOSOT OOH OOHOOOSO 116 Historia de ta lengua espanola ea § 28 __Del latin a romance. Rpoca visigoda at poder de difusién tuvieron los germanismos introducidos por los francos: a través del latin tardio o del primitive, omance de ta época merovingia pass a Espafa hsa, registrado ya por San Isidoro; otro tanto debié de ocut con falda, heim, companio, wardén y acaso wisn, Despuds, el prestigio de la soctedad feudal y de Ia vids cortés bajo Ia monarquia capeta propags, ya como ga licismos © provenzalismos, guarnir, dardo, bastir, ala, hon 1a, escarnir, ardido, heraldo, et. § 28. Los PRIMERS WVASORES ¥ LoS VIsTGO00S, 1. De ta primera invasién germénica que penetré en His ‘pania, dos pueblos dessparecieron pronto: los alanos fueron exterminados a Ios pocos afios, y Ios vandals, tras un breve asiento en Ia Bética, atravesaron el estrecho y pasaron al ‘Africa (429). La estancia de ambas estirpes dej6 hella en ‘opénimos come Puerto del Alano (Huesca), Bandaliés (Hues- a) Campdevéno! (Gerona). Los vindalos embarearon junto a “ig antigua Julia Traducta (hoy Tarifa); se ha supuesto ‘que este lugar tomé un nuevo nombre referente al pueblo emi- grado, *[Portu] Wandalu, o, en boca de navegantes griegos, [Portu w]andalusiu, origen del rabe al Andalus (> esp. andaluz, Andalucia), Otros explican la pérdida del /w/ inicial por falsa identificacién con el genitivo heréber?; de todos modos la filiaciin Wandalus > ar. Véanse J. Bruch, Rev. de Ling. Rom. 1 186, 7874 ¥ W, Wyciel anda XV 82,4. 1 here cae aati ato la teecho tubo. de hacerse Dor vari pucrtos y recuerda que el Ajbar Matmud lame Razirateal-andatus’ tala de los ndalo at xtreme meridional de Espata (Le tla de lor néndaog, cAetas dl iL Congreso Teternac. de Hinpanistae, Nitngen, "957, 47399), No tiene fen cuenta estos estudios M. Vale, Et nombre de A-Andals, Anuaeto 4 Hse Med, TV, Bareciona, 18, 36.36, Andalus esté fuera de duda, Su recuerdo estaba muy vivo entre los espafioles de los siglos xvi y xuut: el sevillano Gutierre de Cetina adopts'el nombre pattico de Vanda y el Bachiller Sans6n Carrasco del Quijote ama «Casildea de Vandalia» a su imaginaria dama sevillana. También hay reliquias toponimicas del pueblo suevo (varios Suevos y_ ‘Suegos en Galicia, Puerto Sweve en Asturias), cuya influencia® Tingiistica en et Norte hubo de ser mucho mayor. 2, Los visigodos eran Jos ms clvilizados entre los ger ‘manos venidos a la Peninsula, El siglo y medio que habfan permanecido en la Dacia y al Sur del Danubio, y los cast len afios que duré el reino de Tolosa, les habjan hecho conocer la vida romana, No vinieron en gran mimero: se caleula en unos doscientos mil los que pasaron a Espata al ‘comenzar el siglo vi, cuando su reino tolosano fue destruido por los francos, Recientes hallazgos arqueotégicos Iindican ‘que Ja regién donde preferentemente se asentaron fue la rmeseta castellana, desde el Norte de Palencia y Burgos hasta Soria, la Alcarria, Madrid y Toledo, con la actual provincia de Segovia como centro de ms intensa colonizacion La asimilacién de los visigodos no progresé grandemente hasta mucho después de su instalacién definitiva en el suelo espailol, AI principio evitaron Ja mezcla con los hispanorro- manos; estaban probibidos los matrimonios mixtos; el arria: niismo de los dominadores establecia una divisién esencial ‘con et catolicismo de los dominados: y los dos pueblos re fnufan Ia convivencia hasta el punto de agruparse en niicleos diferentes, como demuestran lot nombres de lugar Godos, Revillagodos, Gudillos, Godojos, Godones, Gudin, Gudino, Goda, de una parte, y de otra, Romanos, Romanitios, Roma: + Véase W, Reinhart, Sobre ef asentamionto de tos wsizados en ta Penne, Archivo Espatol de Argacloya, XVII, 1965, pigs. 1% 8 us Historia de ta lengua espariota §29 ones, Romancos*. Pero desde la abjuraciin de Recaredo (689), la actitud de los visigodos empezs a cambiar, La teo- ‘eracia toledana conquisté las capas superiores de la sociedad ‘toda y constituyé el mAs firme apoyo del poder real. Y al fin se lleg6 a la unifcacién juridiea para los individuos de lambas procedencias (h, 655) La romanizacién de los visigodos no significa que éstos, como pueblo, careciesen de vigor. Perdieron, si, Ia postura intransigente de dominio y se debits en ellos el sentido particularista de raza: Hispania no se llamé Gotia, mientras ‘que Galia se convirtié en Francia, La fusién con los hispano- ‘romanos tuvo resultados de valor nacional superior: gracias 2 los visigodos, Ia idea de Ia personalidad de Hispania como provincia se trocé en conciencia de su unidad independiente. ‘Transformaron tas costumbres y el derecho, y trajeron Ia simiente-de-ta inspiraciénépica.~Si* durante el siglo vit-es cevidente In decadencia del reino toledano, que se derrumba ‘como un castillo de naipes al surgir Ia invasién Arabe, Ja impronta visigética est4 grabada en muchas instituciones imedievales y en Ia'epopeya castellana $29. BL SLeMenro vistoon0 EN EsPafion 1. La influencia lingUistica de los visigodos en los roman ces hispénicos no fue muy grande. Romanizados pronto, sbandonaron el uso de su lengua, que en el siglo vit se hallaba en plena descomposicién, No hubo en Espatia un pperfodo bilingle tan largo’ como en Francia. El elemento Visigodo no parece haber influido en Ia fonética espafola las palabras géticas adaptaron sus sonidos a Jos mds pré- 9 R Menénder Pil, Origenes det Expatot, § 13 § 29 ___Del latin al romance. Epoca visigoda 119 xinos det lan vulgar © del romance primi, y por 10 feneral sutton ie mismoe cambios que Js hspano te nn Hay excepiones sin embargo por ejemplo rear rote cpeos hao, no han sonoread les oasis ner wettest ser ora Ts sonidos goon eran ras con Titents qe los cosespndiontes atin Bn hy merfloia ‘his gus el ello ing > cong, cn ton cuanton dl tos de woes lntines, como abadengo,relorga,aoleno. Fe errr os ea re svc tenon tortespendents te igtal proceencia ofan. Sento, proven france sl ocr con 13 Yo pido berg, spurte, guarecrs,trepun fin Y con Sramar Ce tb ramon) uno defo germanismos mis ex qeataee or la Roma De lor gainer ispanon, wes Sten eorporedos al tin vse ow mas data del mem meiaoan arin ee een pT toto esr de Francia, Into tow que. m0 hen dado #2205 tte qo en le Pensa pueden ibe penctrado on Enya Iasandos Ja La stinolgis potas que se han cere se para toc eapafole paren del cetera, Pe rere ly segues, ta mayors son recontresones Ye Shes crrexpondenis habitats exe Ia foncoga el Sin yk a sens engusn goles eh ho pon cron 30 ereaclopena en tes limos aoe etinologas latinas ares tadaso laser" Bate lor gtieomos mas probabes no Tense 8 Gites Moria tg des vide, Re Re ee Ses entione, sExclclo: Une, Rie, My 0,9 3 Coe. Bi Seti ack ut ta sri et tot tab es ymin so Se Ra emt sonre ¢ uprnetnocs Hooch > ee se Goren ime, Ue Rome, ie Seite, se som: Worfon Kanth sabe Be ER, Eee ie ae 9 POPOSHSHOSHOHSHHHHSHHOHHOSOHCECHHOOOCEECEES FSSOHOSHSSOHHSSHOSSHHHHHSCHEHHSHH EHO EOEEES 0 Historia de ta tengua espanota sa controvertidos o que no han sido objeto de explicacién mas convincente— se encuentran representantes del derecho, como el verbo lastar ‘sufrir 0 abonar por otro! (< *Iaist= jan o *laistén ‘seguir los pasos de alguien’), sacar (< sakan ‘pleitear’) y sayin (< sagio, saio, latinizacién de *sagjis ‘notificador, ejecutor, ministro inferior de jus: Los textos de la época dan titulos godos a los digna- pero sélo sobrevive escanciano, forma latinizada de ‘skankja; el verbo correspondiente, skankjan, e ‘origen del esp. escanciar. La vida guerrera conservé guardia guardién (< wardja) y espia (< *spaiha). La indu- ‘pentaria; ropa (< *raupa), hato (< *fat), ataviar (< attaujan ‘disponer, aparejar’) y el antigo luva, ia (guante’ (< 18a ‘palma de la mano’) La agricultura, gana dria, ajuar e industrias domésticas ofrecen brote, brovar (< tbrat), parra(< *parra), casta (< *kast ‘grupo de animales’), esquila (< *skilla), exguilar (< *skal- Fan), sera y serdn (< *sahrja), tapa (< *tappa), espeto (< *spitus), aspa (< *haspa ‘devanadera’) ¥ rueca (< *rGkka)?. De ascendencia gética son los nom: bbres de animales ganso (< *gans) y probablemente ga 1940, 289292: Envfernte Verwondrs, Romanische Forschungsn, 1), 198, 250255; Neus vulpdratciniche Verben der Bewepure, Wid. 7, 29: 258, Zur Geschichte der Brforschung des germantschen Supertratwor Scharzes im Romanischen, «Spraciiche Inererenz,Festchel Betze, TUbingen, 197, 392354 ete 7 EL diptongo de rueca y Ia fe/ delta, rocea y de los not rachay rotfa, ele, teclaman *rokka. no srdkka. Se he Pensado en um crace con sl equivalente lato clus. De no sory {arse esto, haba que pensar en un orien no gétko, sino german Sccldental "rp ka: asl Corominas, Die ct, tim, IV. Ta. Mat Sites son de aceptar In hipdtsis' de un crsce cou ol ht r8ta, 2 la elimologia *rortca de K. Maurer (Roman. Jahrb, 1X, 1958 2ani90), pues Ia rueca no rueds, aunque lor profanos It confondat 529 __Del latin at romance, Epoca visigoda m vilén (< gabila ‘horeén’, por Ja forma de las garras) Por su valor emocional o vigor expresivo arraigaron gasa~ ia ‘compasero’ (> agasajar), * uf jo ‘abundancia, exceso’ (> ufano, wfanta) y * gan6 ‘avider’ (> gana). Ansdanse, finalmente, verbos como *hrapén ‘arrancar’ (> rapar), ‘thriskan ‘pisotear, trillar’ (> triscar), ete. 3, La onomAstica espafiola cuenta con buen niimero d& ‘nombres visigodos acomodados a Ia fonética y morfologia latinas y romances , Muy caracterfsticos son los compuestos cuya significacién alude a la guerra, al valor personal, fama wa otras cualidades relevantes: all ‘todo’ y wars ‘preve- nnldo’ formaron Alvaro; frithu ‘paz, alianza’ y nanth ‘atrevide’, Fridenandus (> Fernando); hroths ‘fama’ y riks ‘poderoso’, Rodericus (> Rodrigo); et mismo flemento inicial y sinths ‘direceién’, dieron Rudesin. dus (> Rosendo); harjis ‘ejército’ y méris ‘famoso’, Argimiro; Elvira (< Gelovira) viene de gails ‘alegre, ‘atisfecho', y wers ‘fel’; Ta ratr primera de Gonzalo o Gonzalvo (< Gundisalvus)es gunthis lucha; Ade- fonsus, [ldefonsus y Alfonsus (de hathus, hhilds ‘lucha’ 0 all ‘todo’ y fuins ‘preparado’), han coin cidido en Alfonso; Adolfo (< Ataulfus), Ramiro, Ber- ‘mudo, Galindo y otros mas son también de origen gético. Para este apartado ¥ los que siguen, véanse Tos estudlos de E. Gamilicheg citados en Ts potas 1 y', at coma Tow de W. Meyer Lite, Romasische Nonenstudian, Sitrunge, der k. Aad dee Wis ‘Wien, 101 y 1917, Sachs, Die germantachen Ortsnamen én Spanien tind Portage, Jena, 19%; 3. ML Pel Os nomes germincos na. top imi portugues, Lisbon, 1,191, 3 il, 16S, Auroponimia germdnica ¥ Toponimia grmdnie, “Encl ng, Wisp. 1, Web, Bey 81S Ihewe Betrige cur gaieschwesgcischen Toponomasit, Sprache und CGeachlentes Festschrift for H. Meters, Munchen, 1971, 378401; A. More Icio Lao, Foponnia galls y leone, Santiago de’ Compose, 197; Mercedes Euros, Toporimia germinica en le provincia de’ Led Archivos Leonese, 174, Sb, ee uous Eaton. —9 wm Historia de 1a lengua espasiola 52 § 30 Del latin al romance. Epoca visigoda 123 4. Muchos restos de onomistica visigoda se conservan fosilizados en la toponimia, Las villas y fundos tomaban et nombre de su poseedor, indicado en genitivo latino; tal es l origen de Guitiriz (< Witeriei), Mondarie, Gomari, Rairiz, Ailariz, Gomesende, Hermisende, Guimaries (< Vi maranis), Alddn, Gondomar (< Gundemart), Sen- ddim (< Sendini), concentrades principalmente en Gal cia y Norte de Portugal. Esas regiones, que habfan pertenecido al Felno suevo, sirvieron de refugio a los visigados cuando Inuyeron de Ta invasi6n drabe; Alfonso T asent6 alli a los que trajo de las ticrras por él devastadas en Ia meseta?. Mas extendidos estén, aunque menos abundantes, los comptes: tos de un nombre comin latino y otro propio visigodo como Casanande, Castrogerit (< Castrum Sigerici), Villa féfila, Viera (< villa de Agiza), Villasendino, Villa Min (< villa Egilani), ete ceseuea 5. Aunque el patrontmico espafiol enc, iz sea de origen, prerromano (véase § 5), su propagacién o consolidacién hubo de ser ayudada por los numerosos genitivos géticos latiniza- dos en -rici > -rie (Roderici, Sigerici, Gunte- riel, ete.) que se ponfan a continseién del nombre indi- vidual para indicar el paterno 6. Los masculinos germénicos en a poseyeron una decli- nacion en -a, -anis, cuyos restos sobrevivian en el s. x11t (CintitaCintittin) y todavia se ven en Froildn al lado de Frueta, 0 en topénimos como el citedo Guimardes. +R. Monénder Pidal y A. Tova, Sufjos en petronimicos, Bok, Re Acad. Ey, KLM. 12, 383 "9d, S83. ‘especaimente tos 5.30. EL mowuance EN LA roca vistcoDs ' 1. La importancia de las invasiones germénicas para ta | historia lingiistca peninsular no consiste en los escasos elementos géticos o suevos que han subsistido en los ro rmances hispanos. El hecho trascendental fue que a raiz. de | Jas invasiones sobrevino una grave depresién de Ia cultura y se dificultaron extraordinariamente las comunicaciones con |. elresto de la Romania, BI latin vulgar de Ia Pentasula queds Aabandonado sus propias tendencias. Ademés, los ciento Setenta y cinco afios que duré el reino suevo hasta st com ‘quista por Leovigildo (585) y 1a constaite insumisién de los ‘cintabros supusieron barreras politicas que hubieron de fora bien, de las siete centring ue Median entre el Ba det mundo antiguo 7 Toe primeros monumenton conserve dos de ay Iterauras romnicas peninsulas, cl perodo Wisigtico es el menos conocido en cuanto se refer los {endmenes de lenguaje. Los escrtores hispanogodos usan tabu latin, igual qu ls ler, redactadas por-eruitos- Séto'San Isidro proporcionadatoe cerea del habla vulgar, | Jero se Mmitan cast exchisivamente al léxio. Flan para yoca vsigoda Tos documentos noteriales, que tanta kuz trojan sobre Tos cambios lingisticos ocrrios en Calin durante el dominio merovingio y sobre el expatol durante tos prmeros sighs deta Reconquista, Solo muy parlalmente Mevan algo de ese valo las plzaras eteitas qbe se han encontrado enteras de Ali, Salamanca y Ceres alguna nel Noroestc de Asturla, Hay entre clas misias, cons $ bsta agin borrador Je texto importante, como el test Tnento de ey Wamba, Son muy diflles de ler e interpreter. ‘ahondat~las~nacientee™ divergencias~regionales =del~habla.- e e e e e e e e e e e e e e e e e e e e e e e e e e e e e e e e e e e SPOCHHSSHSHHHSSHHHHEHOESCHHHSHHHHEHOEEES 6 Historia de la lengua espanota $30 ‘Su latin barbaro muestra frecuentes confusiones en ta de linacin y abunda en grafias como fibola, tegolas, custudiat, tonica “tinlea’, que atestiguan a igualacién de /a/ y /0/: Fietius, Flaina, con su /é/ y su /v/ intervocdlicas perdidas; Bitorius, oiba y sourjno, con [b/ y /v/ indistintas; 0 ualien: te por walente, prueba del acercamiento morfolégico entre las conjugaciones -Ere © -Tre, si no lo es de la diptongs: cidn de /e/ en /ie/, ete. 2. Gracias a los dialectos mozérabes sabemos, aunque imprecisemente, el punto a que habia legado la transforma (6a del Jatin vulgar de Esp: incipios del siglo vit ‘Weamos algunos de los procesos fonéticos que estaban ges: “téndose en ese momento: Prosegufan los cambios consondnticos iniciados en el latin ‘vulgar. La sonorizacién de las sordas intervocélicas ofrece los ejemplos pontificatus > pontivicatus y ec(c)le~ Sine > eglesie en inscripciones béticas de los afios 665 ¥ ‘691, La resistencia culta contra el fenémeno debia de ser “grande, y por espacio de varios siglos continus In fluctua- Jsi6n El grupo /e + yod/ habia legado seguramente a la mis- ‘ma pronunciacién dentoalveolar que /d + yod/ precedido. de consonante o que /t + yod/ (caleea > /kalSa/, igual que vird!a > fbersa/ 0 potione > /potone/). En los ems casos Ia evolucion de Ja /e/ ante Je/, /i/ estaba mas 1 Vease M, GémesMorene, Docimentacon goda on pear, Mx Ari, R, Acad. Hist, 960. De gran Intrde son ls Notas sobre fondiea ‘dt fatinviigodo ce Youn Gil (Habis, 970, 4886), que adaden a los Gatos de estas plareas Tos de Inscrpciones y manuseritos, asl come ‘lnunoe procorados por etimololas tidarana. TH eanse W. MeyerLUbke, La sonorlecn de ls sordas inte vordlicas latinas on espaol, festa de Flops Espatola, XI, 924, RiMenender Pal, Origenes del Espoo! 446, H. Lausberg. Roma isch Forschungen, LXE, 198, 13h § 30 Del Latin al romance. Epoca visigoda ns retrasada: su palataizacién se hallaba todavia en curso en el siglo vi, pues alcanzé a muchos nombres propios visigodos: por eso no tienen hoy promunciacién velar, sino dental o interdental, 1os topénimos portugueses Cintdes, Sintido (< Khintt1a), los gallegos Cende, Cendemil (< Khinths) 6 el burgalés Rezmondo (< Rikimands)" Bl sonido rocedente de /é/ 0 /k/ presentaba distintos grados de evo lucién: en pizarras escritas aparecen anzila y quaforze por ncilla y quatuordecim", con grafia propia de jculacin dental [8} 0 [2]; pero los resultados mozérabes prueban que dominaba ain el grado palatal {@), como en italiano (cervu > /Cervo/ 0 /tiervo/, pace > pagel). Es posible que tanto esta /&/ como la /8/ descendiente de 1+ yod/ y /e + yod/ se sonorizasen entre vocales, hacién {dose entonces, respectivamente /&/-y /2/: En los grupos de consonantes /c'l/, resultante de J-c(a)1-/0 /-tG)1-/ se convirtié en Ia palatal lateral 1, Yo mismo que [-g(u)1-/ ¥ A + yod/: auricula > oricla > /orela/; vetslu > veelu > /velo/ 0 /vielo/: tegala > tegla > /tela/; filiu > /filo/®. En ver de ite una pizarta escribe s6lo -t- en Bitorius y otra en pro. {etoraio™; acaso rellejen imperfectamente la relajacion de D Veanse Amado Alonso, Correspondencag ardbigoespatolas en log sitemas de sbtantes, Rev. de Fie. isp. Vill, 196, 1276, W. Meyertilbke, La evan Ge Ta se lating dele de ace iy REX. fds Bie, Exp, VII, 1921, 2521, 9 E- Gamilletheg, Romania Germ Mica I, [88,31 La coneresciga dey A) velar’ en Toe topénimes [Reeuiao, Quende, Quendemt, ete, pucde expllarse pore apeGo ae fos visgodos seutfaa or si promunciasion tadllona, deformada, por ln pelstazarin en las adaptaciones rmanlzadas. va mee Moreno, op et 479 3 1S Ep a extrasima porta XLVI (GémeeMoreno, p. $6), encom trala en el Oscdente de Astoria, Ma) un obeglam, ue, de’ 0 ser erate inserptorn por *obeglam "< owkettas, planfcara graves Sroblomas reipetto 2a evelcisn del grupo /e'i/ We GomecNorene, 29 8 126 Historia de ta lengua espaiola $30 Ja /k/ implosiva en ([y] © ya su ulterior transformacién en LU, Pues siglos més tarde los mozérabes decian [noyte] ¥ [noite] o (nweite] (< mBete); paralelamente dectan tam- bien, de maxtlla, [maxsela} y [malfela], formas que cabe suponer existentes en la época visigoda. 3. Otros fenémenos asomaban solamente en determina {as regiones y marcan ol principio de Ia ccisién dialectal Es probable que al final de la época visigoda el habla de la Tarraconense hubiera comenzado a reducit a /e/, /o/ los dliptongos latinos /ai/, /auy y funiera en /m/ el grupo /mb/ (carraria > carraira > carrera; auru > oro; pa- limba > paloma, coldmbs > eat, coloma v. § 24). Por el contrario, Ia Bética, Toledo, Valencia, Lusitania y Gallaecia conservaban los estados primarios /ai/, /au/, /mb/, segtin vefemos en el capitulo VIL Desde que la corte visigética se-establecié.en-Toledo, el centro cultural, politico y linglstico de Ia Peninsula no estuvo en Ins comarcas primera y més hondamente romat zadas, Bética y Tarraconense, sino en la regién central. En ella debi6é de cundir ta diptongacién de /€/ y /0/ t6nicas seqiin el proceso atestiguado ya en el latin imperial (§ 18 Ja diptongacién debia de ser vacilante, con alternancia de ie}, Ha} para /t/, {uo}, (u6}, Cua], [ue] para /5/, © inse- guridad en el acento (sierra, siarra o slerta, slarra; buono, Duéno, bueno, buano, 0 buono, bileno, bidano) segin ocurre hhoy en los dialectos mas arcalzantes, Alternaban slerra y siarra, buono, bueno y buano. Esta diptongacién esponténea de /&/-y /8/ no alcanzé6 a ta Tarraconense oriental; amplias regiones de la Bética y Lusitania, ast como el Oeste de Ia Gallaecia, petmanecieron feles al timo vocalismo del latin ‘vulgar, sin conocer tampoco la alteracién producida en el Centro. § 30 _- Det latin al romance. Bpoca visigoda 2 El tratamiento de ambas vocales cuando iban seguldas de yod establece otro eriterio de divsién dialectal. El cas: tellano no tiene diptongo en este caso (podtu > p0y0, Se(a)lu > ojo, sedeat > sea); pero en el resto de la zona central la yod no fue obstéculo para el nacimiento det diptongo (leonés y aragonés prey, giley0,gilelo,sieya; ‘mar, ue[o). En cataldn la yod tuvo efectos contrarios a los aque aparecen en castellano, ya que s6lo ante yod se he dado cl paso de /t/, /0/ a fe), /ae/, reducidos muy pronto a Ti, Jol (fM1a > (aca) > falla; Weta > Clic to] > li), La diptongacién ante yod se extend, por tent, desde Leén y Toledo hasta el Mediterrineo, con excepeién de Castilla Difusién parecida debié de tograr et refuerzo de ta /1/ inicial, que fe hizo geminada y llegé mis tarde a palate lizarse.en.lns mismat regiones (Iupu, 1una > leon. Uo- bu, tuna, et. top, tna; Lingua > leon, lengua, Hingua, ‘eal lengua, oz. yengua; v. § 22). 4 El romance que s© hablaba en Espafa al terminar la época visigoda se hallaba en un estado de formacién inci lente, con rasgos muy primitives. Ofrecia grados inicales por los que han atravesado otros romances, como ta /2/ 0 7! de /eerasia/,/raglmo/, intermedias entre Ia /6/ latina y Ia asbilaion; te /s/ (yenesta, yermano), primer resultado de Ia f@/ tatina vulgar; o la [x] de [noyte}, {maysela]. No se Inaba difereneiado grandemente de Ios romances extrapenin- sulares, pues las soluciones /\/ y /a/ de /flo/, /vina/, /\/ Ee dlc admitir Ia hipoteis, sosteiéa por F. Sehire (9. § 1 1.9), de que el eatllano primitive diptongare tambien 76/ 27 ant fod y antes del siglo X fedujse los diptongos de (*uolol, (tuo), Eieyads let}: a. las vocaler_cerradas” de Colo), (foal, {opm {isto} stanse Diego Catalin y Alvaro Galmts, La diptongectn en Ions, Archivum, IV, 1984, 99402 TIS, y Dienaso Alaa, La ras imentactn fontica peinelar, Enel. Ling Hsp, 1, Supt, 1962, 4142 SOCHHOSSHSHOHSHOOHSHSHSHOHEOHSHOHOOOEOCLEOES POSSHSSHSSHOHSSHSHSHSHSSSHSSESOHOHSHOHECOCECEOOE 28 Historia de ta lengua espanota 530 de /olo/-fuelo/, /velo/-/vielo/ © /it{ de /noite/, /faito/, ‘0 databan del latin vulgar, u ocupaban cast todo el Occiden. te de la Romania. Como hispanismos espectficos pueden sefalarse la diptongacién de /0/ y /&/ en sflaba trabada (puerta, siete < portam, s8ptem) y la geminaciéa o palatalizacién de /l/ inicial (Lingua > Uengua); y estos {dos fenémenos ni eran generales en la Peninsula, ni carectan, totalmente de paralelos fuera 5. Por encima de las variantes regionales, todavia poco acusadas, eristia en el espafiol naciente una fundamental tunidad, representada por la conservacién de /f/ y /y/ inicia- les (farina, yenesta), y por los recién enumerados paradigmas {blo/, /olo/, [sielo/, /noyte/, /faito/. Ahora bien, estos fend ‘menos comunes eran radicalmente distintos a los que més tarde habfan de propagarse con Ia expansién castellana (ha rina, hiniesta, hijo, ofo, viejo, noche, hecho), Formas como ‘auro, carraira, palomba y pueyo, opuestas también a las cas. tellanas oro, carrera, paloma y poyo, ocupaban las mayores ‘reas del territorio peninsular. Se hablaba, pues, un roman cf Precastellano, Tal ver en las montafas de Cantabria, tea- to de frecuentes insurrecciones, apuntaran indicios de un dialecto nuevo; pero, dado que asi ocurriera, no debfan de rebasar los limites comarcales ™. We Mendndes Pia, Origanes, § 18, M. Rabanal Aivarce, La lengua habiada en tiermpor de San Tsidor, Archivos Leoneses, 17, 115. V. LOS ARABES Y EL ELEMENTO ARABE EN ESPANOL! § 31. La cxvatizactow ansorcoeseasous. Cuando empezsba a consolidarse él luvién germénico fen Occidente, las tribus dispersas de Arabia, clectrizadas por las doctrinas de Mehoma, encontraron un eredo y una empresa aglutinante: Ia guerra santa. En menos de medio siglo se adueftaron de Siria, Persia, el Norte de Africa y ‘Sieilia siete afos les bastaron para conquistar Espafia, y a continuscién cayé en sus manos cast todo el Mediodia de Franca, Frente a Ja Europa cristiana y romanogerménica se alza el Islam, que seré su rival y a la ver su estimulo y ccomplemento. Dos civilizaciones sostendrian en Espafla una ‘contienda prolongada y decisiva Los arabes, sirios y berberiscos que invaden la Peninsula ro traen mujeres: casan con hispano-godas, toman esclavas gallegas y vascas. Entre los musulmanes quedan muchos hispanogodos, los.mosdtabes, conservadores del saber ish dorisno: unos consiguen cierta autonomfa; Tos més exalta- os sufren persecuclones y martirio; otros se islamizan; 1 Véanse Is excelentes exporciones de conjunto, com rica biblo- trafley de K. Baldinger, Le formacion de los dominos Mnlteas on 1 Ponigule Tberce, Made, 972,91 y AMR, y Tullo Samsb, Los fitudioe sobre el dialcto andes, 1a onomdstcn hispanodrabe y los “rabismos.en fas lengues peninulerer desde 190, tacie. Wisco Beato, XVI, Bascelona, 97 (1977. xENG 180 Historia de ta lengua esparola su pero todos inflayen en la Espata mora, donde se habla ro- mance al lado del drabe, cunden relatos épicos sobre el fit de Ia monarguia goda y personajes morirabes relevantes, se cantan villacicos romances y nace un tipo de cancion litca, 1 24jel, en metro y lenguaje hibrides. EI aro de erradura, earacter‘stic de las construccionesvisigodas, pass ain arquitectura arbiga, Cérdoba se converte pronto en el centro de una brillan Uisima evilizacién islémica; lorecen Ia agricultura e indus. teins y el comerclo aleanza gran desarrollo, La vida 66 €6. rods y refinada; el Iujoy Tos festines alten con la misica, Ja danza y ta poesia mis exquisite, Califas y reyes de talfas retinen copiosas bibliotecas, como la de Alhskem 11, y pro- tegen alos sablos, Ea Orient, los drabes recogen las mate. réticas india, Ia ciéncia y la filosotia griegas,<-imprimen todas selloprapio. ~ En Ta Peninsula, los primeros en sentir el infujo de la cultura musulmana soo, naturaimente, los mozérabes; aun tos que siguen profesando el crstanismo escriben a veces fen rabe y suelen tomar nombres arabes. Les siguen los rlstianos del Norte, movidos por el ejemplo de los emia dos que acogen en sus reinos, En los sigs 4 y x1 abundaban fen Le6n y Casilla nombres como Abolmondar, Motdrraf, Zit, Abohamor; habla quien, en vez de emplear el patront rileo romance, indicaba el linaje anteponiendo ibn ‘hijo. de al nombre paterno, sein la costumbre semitica; asi se for- tnaron apelldos como Denavides, Benigéme, A Ia arquitec tura ramirenge de Santa Maria de Naranco suede el pre- dominio dela mozsrabe: en los inventatios cclesisticos aparecen citas numerosisinas de enseres, tela, joyas y pre- seas venidas del Sur?, Sancho T de Leén va.a la corte de los 3 Méanve M. Gémex Moreno, Telesis Mosdrabes, Arte espaol de os sgfoe TX of XT, Made, 1919, A. Selger, Zur Sprache der Mots: 532 Los arabes y lo drabe en espafiot oy califas para que los médicos andalusies curen su obesidad: ‘Alfonso V sostiene talleres donde se fabrican teJidos mor nos; y el conde castellano Sancho Garcia recibe a los legados cordobeses vestide a usanza mora y sentado en cojines. ‘Al avansar In Reconquista caen en poder de los cristia ‘nos Toledo (1085) y Zaragoza (1118), comarcas bien pobladas, con vida y tréfico intensos. Los mozérabes que las habitan estin fuertemente crabizados y el contingente moro que [permanece en ellas es muy numeroso, Los mudéjares y mo- Fiscos_de las regiones que se van ocupando conservan sus creencias, instituciones, costumbres y hasta el uso de su. engua. EL arzobispo don Ralmundo (1125-1152) funda en Toledo Ia célebre escuela de traductores, y Alfonsa-cl Sabla. (rey de 1252 a 1284) redine en su corte sabios judios, conoce: ores de la ciencia rabe, al lado de los letrados cristianos. Ebrenacimicnto-europeo del siglo xa y Ia. Escoléstica traben ‘conocimiento con Aristételes, Hipécrates y Dioscérides por medio de Avempace y Averroes, Avicena y los boténicos rabes™™, §.32, EL msrawo-Anane ¥ sus vantenanes. I dialecto de los musulmanes andalusles ofrecia pecu: liaridades que lo caracterisaban frente a las otras variedades geogréficas del érabe. Dentro del Andalus existfan diferencias regionales, as{ como divergencias entre el uso urbano y el Taber, en wSuche, Ort und Wort, Festichrift Jakob Jude, Romania Hetcten, 2,196, = Dh, Menénder Piel, Espata y ta introduce de ta ciencia arabe en Occidente, Segovia, W952. Espo, eslabdn entre ta Cri tlandad y el Ilan, Cal Austral, 1856, 3340; W. Montgomery Watt ‘The Influence of Islam 0% Medleval Europe, Edinburgh, 197% Sunn Vernet, Le eure Maponodrabe an Oriente’ y Oceidente, Barcelona, im 132 Historia de ta lengua espafiola $2 ‘campesino, Tales, dialectalismos extensos 0 limitados eran ppropios det lenguaje vulgar, que ademés incorporaba’ mut titud de préstamos romances tomados de los mozérabes. El Tenguaje escrito procuraba mantenerse fiel al érabe cldsico, ‘© por lo menos al llamado «arabe modios, Koiné bajo Ja cual se transparenta a veces Ia,lengua hablada subyacente?. Pero hhubo poetas y géneros posticos que cultivaron artisticamente cl diatecto vulgar y aun ta mezcla de érabe y romance: asi ocurrfa en la muwaSSaha o mosxaja y en el zagal 0 2Ejel, géneros cuya invericién se atribuye a das poetas de Cabra, el ciego Muhammad ben Hammud 0 Mahmud, y “Murjgidam 0 Mocédem ben Mu‘afa, contemporineo del-emir Abdalé (muerto en 912) (v. § 49). La elaboracién poética del dialecto, con inserciéa de abundantes romancismos se ve ya en Muhammad ben Mas‘ud (primera mitad del siglo 1x), ppero culmina en el Cancionero de Ben Quzméi (h, 1080-1160), el mas extraordinario poeta de la Espafia musulmana Veante Amador Dist Garco, El dialecto drabe Mispénico y st Kitab 10 taki aaminas“@a Toi itm. at La Teste oct. de in Univ, de Granada, 86 197; Federico. Coriente, A Grammatical Skech af ih Spanish Able Dies Bun, Mad, 199 9 Sam, Lor ‘anaes (nota 1, Sa "Balen, traducciéa y estudio magisrales de Enilio Garcla OS ‘mez, Todo Ben Quemn, 3 vols. Made 1977 (ariculosreseha de J. Co. Fominas, AbAndalus, XOOKVI, 971, 41034, 9 de A Galmte de Purates, om. Phil, XXIX, 5, oj; F. Contents, Gramdflen, metrce tess el conc spr. de Aban Queman, Madsi, 90, E. Garcia Gace > F. ‘ in Granjs, Muhammad ben Afasnd, poeta Rerolerio el a. X7, ‘uo predecezor de Bom Quemds, ALAndahos, NRXVIL, 172, MAU, Ei caudal de romancismos usados por Ben Gurinin sma unos des: slentos, referentes nTos compos léicos mds divers, inlaye Insta. ‘mentos_gramatcaes como. prosombres, adverbos, preposciones y ‘onjunciones, y hasta no pocar frases eter. Sobre Ta inencion && 1m ionzala y su termaologa, vése Dutton, Some new codece {or the romance origins of the muswashshaha, Bul, of op. Studies, XLIL, 165, 4, Pate as jrchas 0 estotes finales, geneatnente Noi de exes compoiones, we none $9 9a eal 63 Los drabes y lo drabe en espariol 133 33, VocaBULARIO ESPAROL DE ORIGEN AnaBa Ei elemento drabe fue, después del latino, el ms impor- tante del voeabulario espafio! hasta el siglo xvt. Sumando el léxico propiamente dicho y los topénimos, no parece exage- rado esleular un total superior @ cuatro mil formast™. 1. La guerra proporcioné muchos términos: los mors organizaban contra los reinos crstianos expediciones anuales Mamadas aceifas, ademds de incesantes correrias 0 algaras; ban mandados por adalides; 1os escuchas y centinelas se la rmaban atalayas y la retaguardia del ejército, zage. Entre las armas figuraban el alfanje y la adarga; los saeteros guardaban fas fleches en la aljaba; y Ta cabera del guerrero se protegia, con una malla de hierro 0 almdfar. Fronteras y ciudades festaban defendidas por aleazabas, con almenas para que se 5 ean R, Dany W. Engsnane, Glare det mots expats ct pontpts Sr de Fea Layn, th Ide Eg. otro Stimetie de as’ elbror Spot de rig ort’ Grain tee, eavngn Lor erhioey decyl er slo I Netini A Sie Sareea ser ngeecke Eprchete, ‘er, SE Org ond Spe of Oren Words ‘Hope Eagec New York, 15, 9 Aaboen, sEocet” Line isp, Mal or Sas 0, en tannin ao el matin con pareve ign aie etmane ts det Cena Tsao eho alone, Spl, 15 98 9 sede "tines preorders feet abt dee ‘Bural, Nowe Roualoe Se Linge, Ri, er, oS, ML Fr tcoce tal cambio sendoff paras epee “en ders, Riv 1" Fs Naret Matin, Arsloor on sein ote mts es pare a Desonrn tre Ae dst Sane," wee ys, Sob Waly, Nets one ‘rales Corowa" Debt Hr, er, XL, 1H BM Pee Lat Sette use cay ita th entends com arcana 2 rs apts oe as gue than oma Secteur vats foal ton my numero, te ‘Rtas gar ov voabln So sepsvio rae coe act cont eon esl. Aine’ ae ur mile Ge toponnes Mycor jan eines roan 16 Historia de ta lengua espafiola £3 resquardaran los que disparaban desde el adarve. Novedad dde Jos musulmanes fue acompafiar sus ataques 0 rebatos con el ruido del tambor; sus trompas bélicas eran los ata: ites. La caballeria mora seguia tictica distinta que sans ¥ Agil. Los alféreces 0 caballeros montaban a Ia jineta, con estribos cortos, que permitfan répidas evoluciones, y espo- Jeaban a la cabalgadura con acicates. Entre sus caballos ligeros o alfaraces habia muchos de color alazén; la impedi- ‘menta era levada por acémilas, y en los arreos de las bes- tas entraban jaeces, albardas, jdguimas y ataharres, 2. Los moros eran hibiles agrieultores: perfeccionaron I sistema romano de riegos, que aprendieron dla los morsra- bes: de ahf los nombres de acequia, aljibe, alberce, azid, Horta y-arcadue. En sus alguertas y almunias se cultivaban alcachofas;-algarrobas;-alubias;-zanahoriasy-chirivias; beren jenas, alfalfa. Los campos del Andalus dieron productos esconocidos hasta entonces en Occidente, ‘como el azafrdn, la catia de aziicar y el algodén, La paja de las mieses se guardaba en almiares, y en alfolies el grano, que después aba en acelas y ‘ahonas mediante ol pago de la ‘maquila; Ta aceituna se molia en almazaras. Cuando los ver geles europeos estaban casi abandonades a la espontaneidad nafural, Ia jardinerfa érabe egaba a gran perfeccién artis: tice, Los castellanos det siglo xv, al sofiar con el anhelado rescate de Granada, no encontraban nada comparable a sus ines: el Gencralife cra ehuerta que par no tenfas, En la Espafia mora habia patios con arriates y surtidores, aquce nas, azahar, adelfas y alhelles, encuadrados por setos de arrayén. Nombres ardbigos de Arboles son almez, alerce, 5, Oliver Asn, Origen drabe de aebator,sarobdas y sus hom mos. Contribuctn al etudio de la tdticg malar 9 de eeee Peninsular, Madi, 328, 63 Los drabes y lo drabe en espatiol bs ‘acebuche; y hasta en Ta flora silvestre se introdujeron deno- ‘minaciones como jara, retama, athucema, almoraduj las tres ‘ltimes en alternancia con las romAnicas hiniesta, espliego, ‘mejorana. '3, La laboriosidad de los moros dio al espafol el signif- cativo préstamo de tarea. De los telares levantinos y anda- Tstes ealfan tefidos como el barragd, de lana impermeable, ‘0 el tira, ricamente estampado; ademés se comerciaba con telas de Oriente: egipcio era el fustén y chino el aceitunt que vestfsn las hijas del Marqués de Santillana. EI verbo recamnar.y el antiguo margomar “border? dan fe del pres: tigio que alcanzaron los bordados drabes. El curtido y el oraciin de los cueros dej6 badane, guadamacil, tahalt; los cordobanes fueron usados en toda’ Europa. Alfareros y alealleres fabricaban tazas y jarras con reflejos dorados 0 ‘vistosos. colores,-mientras. los joyeros,, maestros en el arte de Ia ataujle, hacian ajorcas, arracadas y alfleres, 0 ensar- taban el aljfar en collares. Muy estimadas eran las precio sas arquetas de marfillabrado. Entre los productos minera les que se obtenfan en la Espafia mora estén el azure, abmia ‘sr%, albayalde y alumbre; y el azogue se extrala, como hoy, ‘de los yacimiéntos mineros de Almadén, topénimo que sig- nifea ‘a min ‘4. Ea actividad del tréfico hacla que los més saneados ingresos del erario fucran los procurados por aranceles y tarifas.de aduana, Abmacdn, almoneda, zoco, alhdndiga, recua y elantiguo almayal, almayar ‘arriero'?, recuerdan el comer- lo musulmsn, El almotacén inspeccionaba pesas y medidas, de las que han perdurado muchas: arroba, arrelde, quintal, fanega, cahlz, aqumbre. La moneda de los moros cortis di 7 F. de In Granja, Un arabiemo intdto: almayerfaimayal, ALAR lus, ORV, 103, 390. POSOHOHSHHSHEHSSOSHOSHOOHSOSCHECOHLEOCESEOS 1S SOOO OHOOOOSOOSHOHOHOHHHOHEOHOOEEE® 136 Historia de ta lengua espanota 53 23 Los drabes y lo drabe en espariot 137 rante mucho tiempo entre los eristianos; el primitivo mara vedi-era el dinar de oro acufado en las eggas almordvides, 5. Las casas se agrupaban en arrabeles, 0 bien se disemi- haban en pequefiss eldens, A la vivienda pertenecen zagudn, fcotea, alcoba ys antiguo sinénimo alhania’™; la luz penetrabe por ventanas con alfeicar, partidas por ajfmeces ‘Alarifes y albatiles decoraban los techos con artesonados y rjes; levantaban rabigues, pontan azulejos y resolvian 1 Saneamiento con alcantariias y albailei. El gjuar de a casa comprendia mucbles de taracea, almohadas,alfombras, jofatjas y utensilios de cocina como alcuzas y almireces Entre los manjarcs fguraban las albéndigas y el aleuzcut, y en in reposterfa entraban el almibar, el arrope y pastas como el aifetique y la alcorza @ Los moros vestian aljubas 0 jubones, almejas, albor. nnoces y zaragiees; calzaban borodgutes' y babuchas. Reza- ban cusindo el elmuédano, desde lo alto del aiminar, toraba In sefal de tale w oracin, En los ratos bres tatian Ia guzte, cl albogue, el adufe o el laud; se enteetenian con el ajedret, y lod tahres aventuraban st dinero en juegos de azar (< az-Zabr ‘dado’, Los nobles sentian por la caza de altane- Ha igual afcién que los sefores eristianos; conacian bien fos sacres, bornles, alcaravanes, nebltes?,alcotanes y otras aves rapaced para las cuales disponfan alcdndaras o perchas Yr Germain Colén, El arcbsmo salhanlar, «Studia Hispanica fe thon, Loy TU, 1973, 1881 Para iat “contrsdictoras etimologlat que se han dado a esta palabra, véate Marius Valet, Ler mote france worigine nevi ‘aise, 131, pas. 71, Coronas, ice. ert eimel ‘"aangue el origen de la palabra pueda ser el latin ai bolus ‘timologts propuesta por ise y Meyer Lubke, en hispanodabe bubo luce ou Jeb, nebl de Nici, rgitrado como gentlieto por Pedro ‘Se Alcaldy, como adjtivo apicado'a'una clase de halones, por Doty 1" Boacimane. * exptonata, i 7. Los eristianos espafioles adoptaron instituciones, cos: tumbres jurfdicas y pricticas fscales de los moros, con Ia terminologia consiguiente: alealder y zalmedinas.entendlan fen los pleitos y juicios; el alguacil fue primero ‘goberna- dor’, Seguin el significado del drabe a1-waziy ‘Iugartenien- te pero descendié mis tarde a Ja categoria de ofcial sub. alterno, En las testamentarias interventa, como hoy, el albé? ‘cea, Los contratos se formalizaban por medio de documen- tos-o albalags y para festejarlos habla convites de robra 0 alboroque. El almojarife cobraba impuestos y alcabelas. 4, Las matemiticas deben a los arabes grandes. progre- sos, El sobrenombre de Al-yuw arizmt, levado por uno de sus ms eminentes cultivadores, dio Iugar a algoriimo ‘eflculo numérico’ y guarismo, Propagaron la numeracién india, y con ella el empleo de un signo para indiear Ia ausen- cia de cantidad; el signo en cuestién se amé sifr ‘vac’, ide donde viene el espafiol cifra. Iniciaron ademés cf dige- “bea. En la alguimia fueron constantes investigadores: ins- trumentos coms el alambique, la alguitera y Ia redoma; tér- rminos tan usuales como alcohol y dlcali hablan de sus esfueraos para obtener el elixir 0 pledra flosofal, Gran pres- tigio tuvo la medicina drabe: Ia autoridad de Avicena fue reconocida en Europa hasta el siglo xvits, yun refrin espafil Jo proclama supremo curador: «ms maté una cena que sand ‘Avicena>. En la terminologia médica europea entré nu 3‘ ‘médula espinal’, que a través del bajo latin nucha y quité influido por el ér. nugra ‘cogote’, ha dado .nuca; calcos del frabe son quramadee, piamadre y baxo™. La farmacia 7 Adems de apliarse a lor signoe numdslcos en general y a Ia tn ain equivalent de cro” para nuestos clisos {Cero aranea del tostnaongen arabe, pero hu venido. através del fe ero, que '# su ver pioviene de rephitum, zephyrum, ‘Maptaciones balodntinas del, slr. wrk Schipperees, ie Assiviletion der arablschen Mediin durch asco ears —10 rr Historia de ta lengua espanola 533 conserva jarabe, alquermes y muchos nombres de plantas rmedicinales. La astronom{a alfons{ usé muy mutrida nomen- clatura ardbiga; hoy tienen plena vigencia cenit, nadir, auge,_ acim, etc, y numerosos nombres proplos de estrella, coma” Aldébardn, Algol, Rigel, Vega y muchos otros 9. No abunden los adjetivos: horro, mezquino, aldto, zahareio, gandul; los antiguos raher ‘ruin’ y jarifo iguneé de color, como azul, afi, carmesi, ¥ pocos ‘més, Del indefinido arabe £182 ‘uno’, ‘cualquiera’, procede fulano (esp. medieval fuldn); y man kina ‘el que sea dio origen # mengano. De verbos, aparte de los numerosos formados sobre sustantivos y adjetivos, hay algunos deriva os directamente, como halagar (xalag ‘pulir’), acicalar y fl ya citado recamar, Particulas de origen arabe son marras, de balde, en balde, hasta (de hatt& > esp. ant. fata, ata), Ja demostrativa-he-de he agul, helo: las interjecciones-hale, ‘ua, ojald, ast como Ia antigua ya ‘oh’ («i¥a Campesdor, fen buena cinxlestes espadal.), y alguna otr 10, En el Iéxico espafiol de procedencia ardbiga escasean palabras referentes al sentimiento, emociones, deseos, vicios yy virtudes. La religién cristiana apoyaba los términos lat ros, y el arabismo, cuando lo. hubo, consistid en prestar alguna acepcién nueva. Casi s6lo las manifestaciones rub dosas de alegria (alborozo, alboroto, albuélbola) y a cere: moniosidad de las salutaciones (zalema) dejaron términos as far. Mivetater, Wiesbaden, 1964 (rena de K. Baldingse, Zaitsch from, Philel, ISXXI, 197200), Boldinger, La formacion de os fom. ing, 72, ‘2 Vennse 0. TAleren, Loe nombres draber de lar extrllas y rascripciineifonsing, slomenaje a Menendee Pal, 111, 1935, 3 ‘is, J, Garcla Campos, De toponinia avabigoestelar, Madsid, 1383, '. Kenitsch, Untersuchungen sur Stermnomentatur der Araber, Wles ‘eden, 16h 9 Arabische,Sternuamen In Europe, Wieboden, 18. Dk, Garein Gomes, Paremitogla y)flofogle: sobre wzahar» y scaherthon, Abode, NLU, 197, 3918 63 Los drabes y lo drabe en espatiol 139 frabes en Ia lengua de los eristianos. Sin embargo, hazafia desciende del-érabe hasana ‘buena obra’, ‘accién merito: ‘la’, con influencia posterior de fazer", y aleve, del &r. al “accion culpable’. Said ‘vik 1, Como en tantos aspectos de su civilizacién, también fen el-Iéxico fueron los arabes afortunados intermediarios. ‘Transmitieron buen numero de voces procedentes de divet- sas lenguas, y las amoldaron su fonética igual que el es- paliol hizo con los arabismos. De oigen sénscrito. son, por ejemplo, alcanfor y ajedret; los brahmanes de la India apa- reoen en el Calila ciétellaio del siglo ximt con las formas albarhamiin y albarhamin de su original érabe. Det persa vienen, emfre otras, jazin, naranja, az, escarlata; 1os hele- hismos son muchos: 6ry2a > arroz, Zizyphon > axe faifa, drachmé > adarme, &mbix > alambique, chy meia > alguimia, sikel6s > acelga; y abundan las palabras latinas: Cmalum] persteum > albérchigo, modius > abmud, castrum > aledzar. Las formas es pafiolas son resultado de una doble adaptacion: a ts distan- cia que media entre of latin sitiila o el griego thermos y los drabes as-setl, al-turmas, se ha afadido In de- Tormacion que leva de estos siltimos hasta los espafioles acetre, altramuz, Estas deformaciones permiten reconocer Jos vocablos y nombres googréfices grecolatinos que han pasado a través del Arabe. Aparte del articulo arabe al, ‘gue suele anteponerse, Ia /p/, que no existia en 4rabe, fue sustituida por /b/ (praccoquus > albaricoque, (ma- Tum] persteum > albérchigoy; Ja /a/ velar daa veces 7 J, Coreminas, Vox Romanics, X, 62.72, y Dee. '3 rancico Marcos Man, Notas de erature mes Mainet, Mereo Polo.) desde ta investigaton hstice de sbrahmdn > sur sriantes, Vox Romaniea, XXXVI, 1971, ZUG1, y Notas de his lorie lesen para las teratras romasicas medievales, Cuadernos de Invesigneién Fldgea, TIL, Logroto, 1977, 1941 POOOOOHSOOO SOHO O OOH OO OOOO OOO OODODOD® 40 Historia de la lengua espatola su 7} sonido andlogo al de nuestra antigua j palatal: Tagus, > Tajo, port. Tejo. Fenémeno peculiar del arabe’ hispano es Ta fmela 0 paso de la /8/ a /e/ y ulteriormente a /i/; asi Hispalis > *Hispalia dio I8biliva, origen de ues tra Sevilla 12. Cuando a raiz de la invasién, los Srabes entraron en contacto con los hispano godos sometidos, tomaron de ellos la /@/ con que articulaban lo que habia sido /é/ latina ante Je] © HJ. Los arabes conservaron en las voces hispénicas teste sonido, incluso después que los mozirabes alternsran las pronunciaciones /2/ y /8/.'A esto se debe el predominio de /&/ en las transcripciones arabes de voces romances (adetaira ‘acedera’, Zerasia‘cerezn’,ridino ‘ricino’), ast como Ja abundancia de ch por ¢ en topénimos de las regiones que pertenecieron al Andalus: Conchel (Huesca), Alconchel (Za- rragoza, Cuenca, Badajoz, Portugal), Conchillos (Zaragoza) de conclitu; Escariche (Guadalajara), Escriche (Teruel) del genitive Ascarici; Carabanchel (Madrid), Caramonchel (Portugal); Elche < Titce (Alicante); Hornachuelos < fgrnaceu (Cordoba); Turruchel (Ciudad Real y Jaén, compérese Torrecilla); Aroche < Ardeci (Huelva), ete. $34. ToroNMMA PENINSULAR DE ORIGEN 4RA Es nutridfsima, no sélo en las zonas que estuvieron més tiempo bajo el dominio musulmén y donde los micleas de 1 Vease Amado Alonso, Correspondencar ardbigoespetolar en 1s sstemar de sbianter, Rev, de Pol Hisp, VII, ah, DAD y 3886 1 Véanse M, Aste Palacios, Contrbuctn « Ta toponimia arabe de Espaha, Madrid Granada, 180; Jaime Oliver Asin, Historia de 0 Loe (pur Brpofole, &» ed, Madr, 19, § 3%. Lautensach, Uber die opographischen Naren arabischen ‘Ursprangs Spanien und. Por lugat Arabizehe Zige im aeographischen Bild der Tberischen Helb- Insc), ‘Die Erde, Vi, 1954 21820, y" Maurische Zige, om R08 au Los dfabes y lo drabe en espaitol 14 poblacién, morisca fucton més importantes, sino también, aunque con menor intensidad,-en la meseta_eeptentrional y el Noroeste, reconquistados en época temprana, Recorde mos Algarbe (< al-garb ‘el ponieate); la Mancha (< manga ‘altiplsnicley; Jos muchos Aleald y Alcotea (< al qalat ‘el castillo y su diminutive al-qulaitat), Me dina y Almedina (< madinat 'ciudad’), Répite, Rabida, Ré- bita(< rita ‘convento militar para la defensa de las fron teras'y, los compuestos de wad ‘rfo' (Guadalajara ‘rfo de las piedras’; Guadalguivir‘rfo grande’, Guadalén ‘rfo de 1a fuente’), gabal ‘monte’ (Gibraltar "monte de Tarik’, Ja- valambre) o hisn,, hasn ‘fuerte, castillo’ Zzndjar ‘castillo alegre’, Arnaitiy ‘fuerte de la higuera’, Aznaledzar) y, ade- mis, Alborge, Borja (< burg ‘torre'j; Algar, Algares (< gar ‘cueva’); Algeciras, Alcira (< al-Bazira ‘In isa’, Almazin (< al-mahsan ‘el forticado’, Magueda (< mak/da ‘firme, estable’, ete, Abundan los que tienen por Segundo elemento un nombre personal (Medinacel! ‘cludad de Sélim’, Calatayud ‘castillo de Ayub’, Calaceite ‘castillo de Zaide), asf como los del tipo Benicdsim ‘hijos de Cé- sim’, Bugerra < Abu Qurra. Muchos son hibridos arsbigo- romances (Guadalcanal ‘rio del canal’, Guadalope, Guada- lupe ‘rio det lobo’, Guadiana < wadi Anna, Guadic < wads Aci, Castilfabib ‘castillo de Habib’) o afaden a una vor romance el articulo érabe 21+ (Almonaster, Almonacld alogue). Otro caso de adaptacion fue el de {os masculinos que terminaban en consonantes y grupos que desde el siglo xv nuestra lengua no tolera en final de palabra: Ia diffcultad se resolvid unas veces afiadiendo una vocal de apoyo, como en los recién mencionados drabe, alarife, alarde yen as-s@q > ant. azogue ‘mercado’ y zoco; ar-ratl > ‘arrelde; a1-B1b > aljibe, etc. Otras veces la consonante frabe fue sustituida por otra tolerable en castellano (al muhtasib > ant, almotaceb > almotacén; al-‘aqrab > alacréit; r04b > rabel) o simplemente omitids (rabé). os nombres arabes que terminaban en vocal acentuada habfen perdido Ia consonante que la segufa ofrecfan un final fentonces insélito en polistlabos nominales castellanoé (sdlo en Ia conjugacién habla formas canté, salt, cantd, salié, veld); por eso tomaron frecuentemente una consonante, para pues lo-que’hoy:se-escribe con g ante-eri (gente, giro)-0-con——--—-=--= 80gica,. mediante ta cual_se_asemejaron. tipos de sustantivo } (iamds, jabén) exan hasta el siglo xvr fonemas palatales (iente/ 0 /tente/, [2ams/, [Sabsn/). En consecuencia, esas aapiradas 0 constritivasdrabes se representaron unas veces on la {h} fear a fos castellano (atharace, alleha); otras veces fueron reemplazadas por /f/, como en al-hawz> alfoz, Bl-yorg > aiforia (de abt las alteroancias elhotifefolt, “Athambra/Aifambray; en ocasiones dan /g/ 0 /k/ (al-tara- biyya > algorabia, Saiy > ant. xeque, mod. jeque)s ¥ no es rara la supresién total, sobre todo del ‘ain (arab > drabe; al-‘arit > alarife; al-tard > alarde), peco también de otras velares 9 faringeas (tareha > tareg 1 Véante A. Stcaee, Conrtbucid ta fondlon dl hispano-drade 2 de los areblsmos en el terovoménico 9” en el silane, Madea, Tits i Wagner, Res. de Flot” Eap., XX1, 9M, 23820; Amado } ‘onso, Correspondents erdbipeespanoias en los sistemas de aii lentes, Rev de Flol.Hisp. VIL, B46, 12 sigs. Mari Grossmann, {Ea slaptacin de Toe foncmas draber el sistema fonolisice del ro: | ‘mance, Revue Roumaine de Lioguistique, XIV, 198, 3164 © adjetivo habituales en nuestra lengua: al-kird? > ant, falguilé pasé a alguiler segin el modelo de loguer, mujer, ‘esparver, canciller; junto a albald (a1-bara?)y alajdl (al- asd) surgleron albardn y alfajor, concordes con, Tas ter rminaciones romances «dn y -or; al-bal-La¢a y su variante -bal-10¢a dieron elbafial o albanar y elboltén, respec- tivamente, asimilados a los sufijos castellanos,-al, ar y -én. Incliso arabismos en /-/ Is incrementaron-con adicién de consonante (al-banni? > albdal > albafil; al-hurl > alholt, alfolt, junto a algorin y murciano alforin; @ama- Ini > celemin), a pesar de que el sifijo adjetivo /-4/ se con- servé generalmente inalterado, como después veremos (§ 36) 2, Una ver admitidos, los atabismos experimentaron los ‘cambios fonéticos proplos del romance. La palatalizacién y ulterior asibilacién de /k/ ante /e/,/\f estaban ya consuma- das cuando se introdujeron los més antiguos, y no les alean- zaron: Ja /k/ quarda en todos su articulacién velar (amis- POSSOHSHSHSSHOSSHOHSSHSHSHSSHHHHSSHHSSEESEEE Ms Historia“de la lengua espatola 53s 535 Los arabes y lo drabe en espatol us Kin > mezquino), Pero los diptongos /ai/, /au/ han dado Je}, fo] en castellano y eatalén, /ei/, /ou/ en gallegoportu- gobs (al-daia > cast.y cat. aldea, port, aldeia; as-saut > cast, azote, cat. apot, port. agoute)". Muchos préstamos ‘viejos tonorizaron sus oclusivas sordas intervocdlicas, como Ins voces Tatinas: al-qutGn > algodén, abaka > x6 bega, jdbega™; ta liga > talega; es de notar, sin embar- fo, que el fa enfético y el qaf uvular eran total 6 parcialmente ‘sonotos en el primitive hispano-trabe®. También participaron los arabismos en la palatalizacién de /H/ y /nn/ geminadas > Ay fof: an-nil > afi, al-banna> > albafil, an-na- ftr > cast, ailafi, eat. anyafil; al-mugaa > cast. ant. ‘lmugalta; el portugués ha reducido estas consonantes dobles fa sencillas (anil, alvanel, ancfl, amocela, igual que annu > ano y capiI1 > cabelo). El grupo /st/ (con sin o sad pre- orsales en érabe) fue interpretado en castellano como /8t/ y ‘después reducido a /t/ (escrita g, c): musta‘rib > mo. pdrabe, al-fustag > alfécigo; *ustuwan > ¢agudn, fl camblo alcanzé a las palabras grecolatinas transmitidas por los drabes: gr. mastiche, lat. mastieum > ér. almastika > cast, almdgige; Caesaraugusta > ar. 1 Steger, Contribucion 2 ta fondica de tos eablsmos, XBT, ati bye in conservacion del diptoneo aif en. dif, attfor, lcci, 1 ue /a/ Se buble velarzado por conagio de Ia conse 0 enfin que In precedla. Habria que fener en cuenta In'fecha en qe tales arabiomos ealraton en espa, que parece fe postesior ala reducigneaaellana/aif > /e/ Ensten adem casos fe Jt) extraios en castellano (oct, aceif,afbiar. iis M. Alvar, Historia lingieticn de jdbegae, Anuario de Letras, XIN, 195, 3358 18 Steger, Comribucén, 41 y 08209; Corrente, A Grammat, Sketch, ‘8 242.93, 2222 y 30. Hiliy, Das Schicksal der lattnschen inter ‘obalachen Verschluslaie py sty “hit Motarabischen, «Pati Ke Balainger, Tebingen, 19%, 116. Saraquste > esp. Caragora, Astigi > ar. Bstiga > esp. Beija?. 3. El espafol no ha incorporado ningin fonema arabe. Nebrija, observando que les antiguas /8/, /8/ y (h] aspira- a, representadas gréficamente por ¢, x ¥ ft, no tenfan equic valentes en griego ni en latin y sf en érabe, crey6 procedlan de ste. Pero se trata de una simple coincidencia: Ia ever Jueién autéctona de ciertas consonantes y grupos latinos en espaol habla producido los tres sonidos con absoluta in- ependencia respecto del drabe, aunque éste Tos poseyera ‘también, Se suele afirmar que el paso de /8/ a /8/(sapo- ne > sabdn, such > sugo) ha sido fruto de influencia ‘morisea, pues el érabe no tenia /$/ igual a la castellana y 1a! transformaba en /8/; y la pronuneiacién morisea /8/ (moxca) cesté atestiguadisima hasta el siglo xv. Con todo, nuestra 3) adquiere de modo expontineo un timbre chicheante que ‘basta paca explicar su frecuente sustitucl6n por /8/; el in- flujo morisco sélo es probable en nombres geogréfices del Andalus, como Sactabis > Xdtiva, Saramba > Xara ‘ma, y en alggin arabismo claro, como xarabe, xarope®. “4. Se ha apuntado la posibilidad de que Ia introduccién de arabismos alterase Ia proporcién de vocablos agudos, Manos y esdrijulos en el Iéxico espafiol y favoreciera tipos especiales de palabra, Ser4 necesario comprobarlo mediante tun estudio estadistico riguroso, que hasta ahora no se ha hhecho; parece, no obstante, que el poreentaje de polistiabos agudos no verbales es mayor en las voces espafiolas de origen frabe que en las procedentes del latin; no ocurre igual con Amado Alonso, Arabe st > esp. ¢Esp. st > drabe ch, PMLA, 907, LAT, 6998 (incloldo en Estudios Hnlistios. Temas espe, Mads, 15, 128150), wo Amado Alonso, Trucgues de siblawes en antiguo espaol, Nuera Rey, de Fol. Hsp. T, M0, 8 ¥ sit SY, Mali Rom, Pol, VI 952, 62 sig 148 Historia de ta lengua espafiola 535 Jos proparoxitonos drabes, pues el eultismo literario y clen Iifico adopt6 y adopta continuamente esdrijulos grecolatt ‘nos. En cambio es evidente 1a especial abundancia de ara- ‘bismos polisitabos graves terminados en /-ar/ (actbar, albéitar, alféicar, aljéfar, almlbar, almogdvar, azdfar, aztcar, dear, meniifar, ete), estructura escasisima en sustantivos de otro linaje (nécrar); y el gran niimero de agudos que aca: ban en -2 (ajimez, almirez, cahi, rakes, marfuz, alfz, alfoz), raros en el vocabulario espafol de origen latino (nari, cari), salvo en sufijos de sustantivos abstractos (sencillez,timidez) 0 de adjetivos cultos (audaz, capat, locuat, vorat, feliz, attoz, vel02). § 36. Asracros Monroutatcos ¥ stxrhertcos Det ARABtSMO. 1. En Arabe el -articulo- a --presenta>normalmente~: sustantivo, cualquiera que sea eu género y nimero, tanto con referencia a entes determinados como entendide con- cceptualmente. Los sustantivos espafoles de origen Arabe, en six gran mayorfa, han incorporado a sus respectivos lexemas teste elemento al- sin valor de articulo, por lo que pueden ir acompafiados de articulos y determinativos romances (ef athelt, us alacran, estos alborotos)® y conservar su al-en ta "Una caliente hecha tomando como base palabras espafolas de otro erigen arrofa pars fos {Se apudos. 61234 de graves 59 de esdrtjulos,y pare ins sepundas 11736, 7336 y T0a%s respecivamente. No se han computedo more. sind, palabras Atonas ni formas verbales (en estar eh conte esta Seterminado por Is morfolo romance, incluso eh verbos de Fale frabe). Por otta parte estos poreeatajes Basados en el espaol de hoy pueden no valer pare at de Tos salos At y xit, cuando ale, ‘hnarem, achac, ces no habfon tomao abn la) paagoglen 9 cuando fo caltsmos fesaatioos stdrSjlos eran muchos manos que thors. "2 "ease 1.50. SolS0le, El erteulo en for erabismor dal ihero rrominico, Romance Palo, XX1, 18, 77528 $6 Los drabes y lo drabe en espafiol wt derivacién (alborotar, alealdada, acemilero, alevoso). Los ara- bismos espafioles reflejan de ordinario Ia asimilacién érabe del fam del articulo a las Uamadas «letras solares» (dentales, sibilantes, //, /x/ y Jaf): ag-eumn > azumbre, ad- darga > adarge, as-saut > azote, ar-rabad > arra bal, an-nafir > afifil; pero no faltan casos con /1/ no asimilada a la esolar» siguiente (al-daita > aldea, al turmis > altramuz, aunque también hubo attarauz). La Incorporacién de al- (0 sus formas asimilades) al lerema de los arabismos espafioles contrasta con la ausencia de tal tlemento en los arablsmos del italiano (esp. azar, it. zucche- 170). Esta diferencia de trato ha sido objeto de interpretacio- nes poco convincentes ‘Por contagio de los arabismos, palabras espafolas de atra procedencia han tomado af, a proteticos (lat. mena > ant. mena, mod. almena, —acaso ya, mozirahe—;_*materi- nea > madrefa, almadrena; ligustru > ligustre, aligus tre); otras han introducido /1/ gpentética en su sllaba inical (amfddala > almendra), 0 han trocado por /l/ en ella ‘otra gonsonante implosiva (*admordiu > almuerzo, arbuten > alborzo). 2, La terntinacién /i/ ha pasado al espafiol como parte integrante de adjetivos, sustantivados 0 no, de origen drabe (eequi, jabalt, maravedi, mut, muladi, batadt, tc.) y sobre fodo, como sufjo de gentilicios y otros derivados de nom. bres. propios arabes (fatim, yement, marrogul). Con este ‘valor sigue activo en espaol para nuevas formaciones (ben- ali, irant, iragui, paquistent, israell). Dos ejemplos de su vigencia a través de los siglos: en el x11 Ios, sabios judios BW Las dscute scertadamente SoleSclé (0. nota anterior), qulen por otra parte expen Ia dsmimicign 9 auzencin deol em lo arab Tos del eatin por st Identfsacion con el arte romance a eutralzaae fa) 9 fe Atonas cm el caalinorontl PO OOOO 00OO 00000000 000000000 OCOOOS us Historia de ta lengua espatiola 536 due colaboraban en Tas empresas cientificas de Alfonso X Sugitieron un nuevo cémputo eronolgico partir de cla era aiforst,forjando el derivado sobre tn antropénimo no se: ritic; ea 1951 Menéndez Pidal puso en circilacin andalust ‘pertenecientc 0 relativo al Andalus” para dstinguiro. de andatuz‘prteneciente o felatvo &Andahicta®. Nrmalmente “ten singular es en plural valen para masculine y feme: nino (hr, aries); pero hy ejemplos medievales de te (cat. “fyya), ast marroquia, celts, Yortortas 3. La cuarta forma (vor eausativa) de los verbos'drabes se caracteraa por anteponer uni x la ris trilera,cuya primera consonante toma. poscién implosva: a la forme bisica hazina ‘star iste corresponde la carta ahza na ‘entrstecer, fiir = karuma ‘ser noble, akeama ‘honrar a otro, ete; en clrtas condiciones e lifes el morfema causativo (mata ‘mori, amfta ‘matar), De aht que ge haya atibuido a intujo Arabe el valor eausativo frecuente en el prefio espaol a (aminorar,acalore, ablan dar, aprover, evvar), sefaladamente en cmotar frenté'a na Afar. Aparte de este cata discutible®™ y sin exci In posbl- dad de arabismo subridiari, es preciso tener en cuenta que el prefio latino ad-, con au /d/ asillada a la consonante st Bulent, o perdida ante vos! en espaol, formaba mutitad de verbos causativos: accommodare, affirmare, ag 7B Vease J. K. Walsh, The Miepano Oriental Derivation Sulfite 4, Romance Philology, XV, 197, 18172 fooy ims Sete maou cela 1, Ste (Bo. Ung Buen Aor, {328 sDos olla tortolas widriadess 390, Inventerios Gragonerer, Bol. R_ Ae. Esp, IV, TOI 30, "S”'Veanse Eva Salomonsk. Funcioer formativas del prefio a e ‘udiades enol castellano aleue, Zuri, 196, yreaea de Eva Seifert, Vor Romania, X, 31630 "bee A Tovar, «Mater de emactarey, Thesaurus, XXXIV, 197, 127 14, ha protade lavineulacin ltna de la palabra spafola 836 Los drabes y to drabe en espaol 9 gregare, allevare, annotare, annullare, as: sociare, adunace > aunar 4, Semejante es el caso de los plurales hispanorromént c0s fos padres ‘el padre y la madre’, los reyes ‘el rey y la Haina’, los duques ‘el duque y la duquesa’, los guardas ‘el guarda y la guardese’, los hermanos, los, hijos, etc, inclusi- vos de varones y hembras. El que fuera de ta Penfnsula no haya lengua roménica donde este uso tenga desarrollo tan famplio ha hecho pensar en influjo arabe®; pero el latin conocia reges ‘el rey y la reing’, fratres ‘el hermano y la hermana’, £111i ‘los hijos_y las hijas’, y hasta pattes como sinénimo de parentes”. El arabismo, si tealmente fexistié, no hizo sino corroborar la herencia lat 5. En el Calile ¢ Dimna, en otras versiones medievales castellanas de textos drabes y en la literatura aljamiada, se ddan profusamente fendmenos que, si bien estin atestigua dos casi todos en la sintaxis romdnica, no Megan a ser norma fen élla y si en la ardbiga; véanse algunos: se emplean pre- pposicién + pronombre personal ténico en lugar de pronom bre atono (sayuntéronse las aves a dls, «ya encontré a ellose por ‘ayuntéronsele, ‘ya foe encontré), y de + pronombre per- sonal en vez de posesivo (las pisadas dellose, wel cabdiello delloss). Abunda el potesivo pleanéstico («su vida del hermi- tannos). La frase relativa se introduce mediante un que cuya dependencia respecto al verbo introducido o respecto al ante- cedente se aclara después con una preposicién + pronombre personal o con un posesivo (ala jarra que yaze en efla muerte Supitafiar ‘en que yace, en que se oculta’; «la estrella que HR Lang, The Romanic Review, I, 191, 39; H. Kuen, Versuch tiner verllchenden Charaersic der romanschen Schrftspracen, Erlangen 15, 16 Beane L Spite, Afchivum Romanicum, IX, 13k: B, Latsedt, Syntaction I, Lund, 1, 6:0 (con sbundante iblogata) y S. Ma finer, Percniescognalt el afin, Helmantes, XVII, 117, M835 150 Historia de ta lengua espanola $36 1 quisieres saber’ su lugars recuentes otros tipas de anacolute,(«el que quiere por su f- sica aver gualardin en el otro siglo, non fe mengua rriquera en este mundo»; «et estos quatro tiempos, partiérontos a manera de los quatro clomentoss), El sujeto impersonal se indica valiéndose de formas verbales de tercera persona, ya de plu- ‘al (xquando vieres: en Ia tierra érbol grande..., 8 a tierra buena» ‘cuando se viere'), ya de singular («tuelga las fojas e ‘che en ellas de los cominos e del oréganoe ‘quitense, “éche- se’, 0, més atin utilizando In segunda persone de singular (squando esto conocieres, para mientes... al sennor de Ia faz»). Es abundantisima la coordinacién copulativa (set detove imi mano de fer ¢ de aviltar ede rrobar et de furtar e falsar. Et guardé el mi cuerpo de las mujeres, ¢ mi Jengus de men- lir..2); y muchas veces, tras una oracién subordinada —conjtteiar copulate PreEeIE A Ia" prineipal o al verboree— sta (esi non ha cuydado de su vientre, ef aquel es contado ‘con las bestias nesgiate; las uvas que son maduras fasta este tiempo ¢ rridguentase). La conjuncién subordinativa que se repite tras inciso (ce non fue seguro que, si me dexasse del mundo e tomasse rreligién, que lo non pudiera conplirs), etcétera, Todos 0 casi todos estos ejemplos tienen paralelo fen otras lenguas roménicas® y bastantes cuentan con pre, ‘eedente latino; a lo largo de ia historia del espanol, desde ‘el Cantar de Mio Citi hasta el Lenguaje cologuial de hoy, se registran numerosfsimas muestras de unos y otros, a pesar del freno impuesto por Ia norma culta, mas racional que expresiva, No se trata, pues, de sintagmas prestados por el frabe; pero el arabismo, innegable en las traducciones me 2B Vease W. MeyerLubhe, Grant, des langues rom, IK, 5558 y 38: 536 Los drabes y lo drabe en espaiio! st dievales, hubo de contribuir a que tuvieran’ en la Peninsula, mayor arraigo que en francés 0 italiano™. “Junta sl factor. Arab, es necesario tener en.cuenta-el he- byrco, ya que no pocos de estos raskos son comunes a las dos Tenguas y abundan en versiones castellanas de la Biblia; ade: rs, los traductores del arabe al romance solian ser judios. fay modelos érabes de reflexividad expresada por medio de cen mi coragéne, «con mi voluntads, los bfblicos son infinitos; recuérdese, de lor Salmos, «dijo el necio en su ‘corazén: no hay Dios», De igual modo, si el acusativo interno, J otfas especies de figura etimolégica son {Fecuentes en as versiones del érabe («bramd Gengeba muy fuerte bramido>), en las de Ia Biblia son caracteristicos giros intensivos como serrando errard la tierra>, «mnuchiguar muchiguaré tu semens 0, en el latin de la Vulgate, «desiderio desideravi» “WE dese” con vetiemencia’” Huella“sintéctica de la convi~ vencia medieval entre gentes de las tres religiones es Ia per- uracion de calla catlando, burla burlando, yendo que tbamos, fal pasar que pasé, etc, en el espafiol posterior ® 6 El orden de palabras normal en la frase arabe y he ‘brea sitia en primer lugay el verbo, en segundo el sujeto y fa. continuacién los complementos. Como en espaiiol y pot- tugués el verbo precede al sujeto con mds frecuencia que en otras lenguas romances, se ha apuntado la probabilidad de 2 Véanse G, Dicsich, Syntetiches eu Kaila we Dina, Bei uy arabischspantechen Obersetuangeianst tm 1% Jahrhundert, Belin, 18577 Olver Asin, Mist. dela Lem. Esp. 190, § 9; el ato fan rental de earo Gals de Fuentes, fnluencias svaeticas 9. Teas del-drbe on In. proce medieval 2ttllona Madd ‘A Wotogee, Ratan Dina. Ein Versuch ‘ur Darvtelang. der srabschaltspanzchen Ubersteumastunst, Ber, 193 F. Marcos Nari, Estudios sobre! pronombre, Madey 1678, ap. V. THRIM y 19730; resin de J. M. SolASold, BE 182 Historia de la lengua espafola a7 Influje semitico*. La hipétesis necesitarla comprobarse con tun estudio riguroso del orden de palabras espafiol en sus distintas épocas y niveles, parangonado con el de las demés, lenguas roménicas, el érabe y el hebreo. Tal estudio no exis. te ain; las comparaciones parciales que hasta ahora sa han, hecho no son suficientes? 37, Anantswo SEMANTICD, FRASBOLAGICO Y PAREMIOLSCICO {La penetracién drabe en espafiol tiene otras manifesta: iones ms reeatadas que la incorporacién de vocabulario BT. B, Irving, The Spanish Reflenive and Verbal Sentence, His ania, HXXV, 1982, 30530; D. M. Crabb, “A. Comparative Study of Word Order tn Olé Spanish and Old French Prose Works, Wathington, 1st, I Kuen, Versuch sive verleichender Charakteristit der ome rlscher Schriisprachen, Erlangen, 185, 16 A pesar de la abundante bbllografla que hay sabre el tema: 1 recoge puntualmente Manuel Arlen, Contibuci al estudio. del Grd de polabras ‘en espatot, Univ. de Extremadura, Caceres, 51 eH rab, op. cit. (wr nota 38), compara cinco textos madieales “espatoler com airs ato fanceres; pero en su coneusione alende “io al contrasts entre versiones espeflas 7 franeeses de la Biblia y Ee ta dcenidn de Mahoma, sin tener en cuenta que ls espafolas fn echas sobre originales hebreo.yArabe, probablemente pot Slog, mienteas que las franeesas se basan en la Volgatay In tradue ‘én latina de In Arceasin. No concede tampoco Inporancia al echo ‘Ge ue eu los fgmentor delat Cromias de lor Reyes de Castle, dl ‘Marco Poto castellano (v0 del ragonts de Ferninder de Heredia) y 24 Corbacho el orden predorinante ea sijeloverbocbjeto, con por Stajce que en is Crdnicas oh Marco Polo‘zom pce mb © ™enos Sunless lo de Fololley ef Marco, Plo frances, Mt Véanae América Casto, Espana en su historia, 98, 8, 6, soon, 20719, 22, 158255, 65866, GAGTL 9 AOU, 9 La realidad is Trice de Bepone, 194, 106112 y S6IST: L. Splice y A. Castro, Nueva Rev. de Fie, Hlsp, Tit, 198, 140186, Max Leopold Wagnet, Ober die Unterlagon der romanschen Phraseologie, Volkstum und Kultur det Romance, Vi, 198, 136; Paul ‘Aeblecher, cArgantumes ef plates er Beroromen. Etude de sraigraphe lingisiqu, «Melange Ge lings 337 Los draves y lo drabe en espariol 153 © suljos: Hay polabras y expresiones completamente rom- nieas en cuanto al orien y evolucign format de su signif Cant, peo paral 9 totalmente arbizadas en su contenigo Slancaiwo, pues fan adghirido scepcioncs suevas por Ta presencia mental de una palabra Arabe con la que tenfan fin significado comin, Ast, el antiguo poridat tom los Sentidos de intimidad”y “sere! poseldos por los derivados det ar alas ‘sr puro’ case signs ‘casa’ y ‘chad’ Segin uso det trabe dir; ipfene, se concrelé a sigaificar ‘ho de noble hijo de, ey”, apeyéndose en el drabe walad ij’ “io” y“beredero del trond? acéro-vallé ‘Alo aguda! Y ‘ener, fuera Grobe d okra ‘acero dela esp de, ‘agudeza deli, vehemencia fuerza’ Nuevas aparece en J Edad Media con Ios senidor de ‘acaccimiento, suceso ‘hazafas,Tenombre! y ‘eat “notct,exatemes todos en Jos arabes havo, hu'd0%*%, Bl arabe lama ‘hijo de una ona quien se bencfcia de ella (el rico es ibn addway@ ‘hijo de lariqueza clan, 1b a1-1ay hijo de a noch’, porque la noche favorece el robo; asi se explia el primer ele fnento de hifodalg, Hidalgo, wor sindaiena de “hijo de bienes’ Segin la defini Alfons et Sabio. Dos de las palabras érabes Cngayn.y,warag ciones originariay de Tigue oferis 8 Albert Dawrats, 1951, 122, 9H. LA. van Wilk, El ealeo frabe semdntco en esp. sedlanados, port, sadiontador, Neopille- Ses, USI" 9.9K lpwoe arabiomor semdutices 9 sitdtias et eh ‘Spute! 9 ef poruguds,slomenaje » J.-A. van Praage, Norte, Xf, 2, {Sti Fe in Granja, «Llnar af ofon, AVAndalus, XLL, 196, WS-49, ‘BMF Emilio. Lorenzo (Algnor problemas en ia tediccion del Cantar de tos Nibelngoss Fel, Mod, n* €964,febreosjunio 1, ‘3a) beta que ex poems slemn maere ene los senticos de ama, {enombie'y notice. No dice st la vor teferide pose tambien, come Invirabe y Ine nuever del expaol medieval, la sceplones de “acne mew enfan il“ a. 4 156 Historla de ta tengua espafiola 87 Argenturm en Ia Cataluia de tos siglos x y xr, de donde as6 al resto de la Espa ristiana: el Poema del Cid ya no usa ariento, sino plata. En ocasiones una misma palabra rabe ha dado lugar a un calco seméntico y a.un préstamo léxico: gAwara, que valla ‘correr’ y ‘depredar’, contagié este segundo sentido al espafiol correr (agora cérrem’ las tierras que en mi empara estins, Mio Cid, 964); de aqut el uso de corredor por ‘depredador’, que no impidié ta intro! duccién det arsbismo léxico atmogdvar (< almogawir, participio de gAwara). De igual modo el espatol adelan “ado, port. adicntado reproducen la seméntica de otro parti- ciplo arabe, almugaddam ‘antepuesto, ‘ele, ‘magistra io, ‘autoridad’ (compérese ella. praepositus) sin que ff 2st fuera absticulo para que se adoptase también atmoce Aden ‘cau, jefe de trope’. El verbo esp. y port. erfar suma =—Sarlas acepeiones de“‘amamantar, alimentar” “educa” 13°de ‘echar 0 dejar crecer' (came, pelo, plumas, ete), Io mismo que el ér. rabba, 2+ forma de raba. El empleo de sefor como “duefio’ se extiende en esp. medieval y clésico a ex presiones como sla seflora de a ‘seflora del (buen) parecers la bien parecida’ (Zitar)"@ «una bacla de agéfar... que era sefiora de un escudo» ‘que valla tun escudo’ (Quijote): todas ellas calean las drabes con 4, fem. dat ‘el de’, ‘el que tiene’, ‘el poseedar o duefio’ + gent tivo, La locucién adverbial com bien “felitmente’ corresponde fa la fr. bi-ayr, hebrea betob; y hanchir o Uenar ef fofo a alguien ‘agradarle, gustarle mucho, satisfacerle’ tra duce lteralmente el x. mala?a I:fayna”. Se ha atribuido a arabismo et uso de cata con et sentido de ‘nabitaién 0 edmara dentro de un edflo”y In construccién persons: “Be emanecer anochecer ‘encontrar uno en delerminado lugar I’haceree'de ein o de noche ero tel scepeién de asa et formal en rumano, 10 misma qve empleo personales ce ls verbot 638 Los drabes y lo drabe en espaol 155 [Al adoptar Ia vida espafiola précticas religiosas 0 socia- les de origen musulmén, se han reproducido con palabras romances las f6rmulas frabes correspondientes. Tal es el ‘caso de las bendiciones «que Dios guardé>, «que Dios man- tengae, que antafio acompaflaban Ia mencién del rey 0 sefior. La exclamacién entusiasta sbendita sea la madre que te pe tide, el esi Dios quieres con que se limita Ia confianza en los proyectos humanos al hablar del futuro, 0 el eDios le ampare» ue se dice al mendigo, sqn iambién, entre otros, traduccién, viva de frascologia ardbiga®. Por ultimo el refranero espa fol se ha nutrido ampliamente de refrancs érabes traductdos, ‘adaptados 0 refundidos § 38,_Arocéo ¥ DECADENCIA DEL A La suerte de los arabismos hispanicos ha variado segin Ins épocas. Hasta el siglo 2x1, mientras la Peninsula estuvo crientada hacia Cérdoba, se Introdujeron sin obstéculo ‘competencia. Durante la baja Fdad Media continia pujante Ja influencia arébiga, aunque lucha ya,con_eL-latinismo culto yy con el extranjerismo europeo. Después s¢_inicia el retro- ‘orrespondentes a amanecer y anodhecer. Como esto timo ocurre Sssimismo, aunque en menor gredo, en francés y provenal, she pe Sido también en una base latina y no Arabe. ease E. Cover, ZATe mos romanismos, Nucra Rey. de Pol. Hsp.” XV, 16, 422 Gncide despots en Estad. de Ling Rom, Madrid, 17), 408), rk pliga de Amico Castro, Sobre ayo amanetcor 290 anocheazo, Bel ests RC AtAG. Esp, XLVI 1, 17390, "a" Castro, Espa en su Historia, 9%; La realidad Wst, de Esp, “tE Gar werox_ardbigoandatu, Anda, XXXV al XXXVI, 970192; Une pruce de que el refranero drab fue tcorporado en (raduecion ol refranero espafel, Tid, KUTT, om PHOSSSSHOSSHOSHSHHSHOHSSHOSSOSESOSCHEEOOESD 156 Historia de la lengua espaiola 638 (£289: Villalobos, en 1515, censura s los toledanos porque “Ginpleaban arabismos con que «ensucian y ofuscan la polideza, ¥ claridad de la lengua castellanas. Nuevas téenicas; modas intereses suceden a los medievales, fen franca decadencia, no podia ofrecer nada comparable al cspléndido Renacimiento europeo. Mientras los moriscos per- ‘manecieron en Espafia, su vestido, costumbres y usos tenfan valor de actualidad; desde su expulsiéa quedaron slo como recuerdo, Muchos términos arabes fueron desechados: alfa- yate, alfajeme no resistieron la competencia de sastre y barbero; el albéitar erey6 ganar en consideracién social Ila méndose veterinario, y el nombre de alarife se conservé Ainicamente en Ia memoria de los eruditos. Otros arabismos hhan sido recluidos en el habla campesina o regional. Pero Ja gran cantidad de los que subsisten con plena vida, muchos de ellos fundamentates, caracteriza_al_léxico hispano-ports- tus frente a los demas romances, ‘VI. EL PRIMITIVO ROMANCE HISPANICO 8.39. La ESPaRa censriana wastA ft. s1cto x1 1. El primer empuje de Ia invasién Arabe ocupé todo el suelo peninsular, a excepcién de pequefios focos de resis- tencla amparados en las montafias del Norte. Los cristianos ‘que los constituyen se Timitan durante el siglo vin a apro- vechar las disensiones internas de los musulmanes' para ex- tender su escaso territorio, y a asolar Ja euenca del Duero, ‘evitando ast Ia proximidad del enemigo. Alfonso 1 logra for: ‘mar asi un pequefio reino que se extendia desde la Gali septentrional hasta Cantabria y Alava y que cincuenta afios después fue capar de resistir, bajo Alfonso II, poderosas aco- ‘metidas musulmanas y emprender la lenta recuperacién de Ja meseta, A cada reconguista definitiva sigue la repoblacién, ide terras yermas, que hacia el aio $00 habia Hegado hasta cl Duero, y hacia 950, hasta Sepalveda, Salamanca y Coimbra Por el Nordeste la intervencién de los francos crea la Marca Hispania en el territorio de Ia Catalufa Vieja, desde el Rosellén hasta Barcelona, y apoya la subsistencia’ de peque- fos seflorfos pirenaicos independientes. A principios del si. flo x uno de ellos, el de Pamplona, se erige en reino y re- conquista la Rioja Alt. En la segunda mitad del mismo siglo el Califato cordobés alcanza su méximo poderfo mi 138 Historia de ta lengua espafiola 59 tar, y Almanzor, en una serie de afortunadas campatas, pone 1 los cristianos en situacién angustiosa; pero desde el x1, dividido el Califato en pequefios reinos de taifas, la superio- ridad del Norte sobre el Sur es manifesta, y los reyeauclos ‘moros pagan tributo a los monarcas de Leén, Castilla, Aragén © Barcelona. [Los Estados cristianos sentian la continuidad historica ‘con el reine visigodo, bajo el cual se habfan forjado el con: ‘eepto nacional y la unidad religiosa de Espaia, Es cierto ‘gue, al ocupar los moros Ja mayor parte de nuestro suelo, el nombre de, Spania llegé a usarse como sinénimo del Ar dalus, pero nunca perdié el valor que le hablan dado San Isidore y los Concilios toledanos: Covadonga habia sido sla salvacién de Espafiar, que se veria restaurada mediante Ia expulsién de los sarracenos, detentadores pasajeros de un territorio.que-forzosamente abandonarfan. Tales. ideas,-que— fencontramos repetidas en los cronicones, agrupaban a los distintos Estados en Ja empresa reconquistadora'. 2, No era un vivir muelle el de Ios cristianos,indepen- lentes, En contraste cdn el regalo y brillantez de Ia Espafia ‘musulmana, Ie guerra asolaba campos y cludades con in- ursiones destructoras. Las leyendas épicas guardaban siglos imds tarde el recuerdo de los tiempos azarosos en que «los Ccaualleros et los condes ct aun Ios reys mismos parauan TR Menénder Pidal, Orgenes del esp, § 92,9 Le Espa det Ci, 1, io 7Bth, Jc A. Marovall, El concep de Espada en ta Edad Media, Zev ede, Mocks 904, 1732, SA6h, 22228, te. A los testimontos al Feunidos sobre el use de Hispania o Spania con su ttaicional sentido intario o-con referenela a In Hspafa eristans puede adadise el de Bermudo Hy-que en 93, cuando mas agobante era el acoso de Al ‘manor, afin, sacando fuerras de aque: Ego eeppe dite Vere fais ret, dum poselderet (ste) regrum Spanle et elect (ste wi etsy urdes et_provncas que fnibus terre, pervent in provincia Untarensee (Serrano, Cartularo det Monasterio de Vers, 192, 2), fed 159 ‘us cauallos dentro en sus palatios, et aun. dentro en su ccamaras o durmién con sus mugieress? para acudir con pres- teza a los rebatos, Las ciudades eran pequesias ¥ modestas, ¥y su industria, muy-primitiva, se hallaba reducida a lo més Indispensable. En las cortes y en los palacios de los nobles hhabia algunas comodidades y hasta cierto Iujo suntuario: pero las gentes humildes, inseguras y miseras, tenfan que buscar el amparo de un sefor hacidndose dependientes de 41 cafan en Ia servidumbre. ‘Las costumbres eran duras; el fermento germénico y los hhabitos indigenas resurgen con més vigor del que harian suponer las leyes visigodas. Estaba muy arraigada la «ver: aganza de la sangres, que perpetuaba los ods entre las fami lias enemigas; los Juicios se resolvian frecuentemente por ‘medio de ordallas; y los acreedores, en lugar de acudir al jer, ejecutaban por su,cuenta,los.embargos. ‘A. Apesar de la barbarie dominante, la cultura era cuall- dad apreciada, De las escuelas monésticas salfan letrados ‘capaces de escribie eronicones u obras teoldgicas, y monjes que se dedicaban a copiar manuscritos. Escaseaba la pro- Guccién nueva: el expiritu isidoriano daba sus diltimos des: tellos, més pobres en el Norte que entre los mozérabes; pero de I se nutrieron San Beato de Liébana, cuyas obras orrfan en preciosos e6dices miniados; Teodulfo, obispo de Orleans, que tanto conteibuyé al renacimiento carolingio, y Alfonso TH, monarea que gox6 fama de sabio. Habia bi Diiotecas importantes, y los monasterios catalanes atrajeron por su clencia a Gerberto (luego Papa con el nombre de Sil- Yestre IT), que estudié en ellos antes de marchar a Cordoba. En los nobles, al lado de la destreza en las armas y el valor suerrero, se estimaba el conocimiento det derecho. En medio 7 Primera Crénice General, of, Monénder Pidal, cap. 7. FO SOOOOOCOH OOOH 0O0O0O8000ODOSESEOORE POCO OHOSOHOHOHHOHHOHSSOOHOOOOOOOOES 160 Historia de la lengua espanola 540 de la ignorancia ambiente, no desaparecieron las apetencias, celtas, 1o que explica en biiena parte las fluctyaciones del Jenguaje durante este perfodo. Hasta el siglo xt Ia comunicacién de Ja Espa cristiana ‘con Europa fue, salvo en Catalufa, poco intensa. En el reino Jeonés se mencionan espadas «franciscas», Indicio de que la ‘actividad comercial con Francia no se habla interrumpido. Tnfluencia carolingia se advierte en cargos ¢ instituciones de la corte asturiana, Pero en el siglo x estos influjos se view ron eclipsados por el cordobés, 540, BL Letty PoPutar aRRouanzapo ‘Todos 10s usos cultos y oficiales seguian reservados at latin que se aprendia en las escuelas. El habla vulgar cons- tituia ya una lengua nueva; pero se la calificaba despectiva- mente de srusticus sermos. Entre el latin de os eruditos yy el romance Hano existia un latin avulgarado, escrito y pro- ‘pablemente hablado por los semidectos, que amoldaba las formas latinas a Ja fonética romance. Conservaba restos de declinacién y de vor pasiva, asi como multitud de particulas Yy vocablos cultos; pero alteraba el timbre de las vocales ( mévele, flimene, tltolum, en ver de immobile, flu mine, $it8]um); sonorizaba consonantes sordas (pro- brio, edivigare, cingidur, abud, por proprio, aedifi care, cingitur, apud); suprimia la /é/ y grupos ail, [aif intervoedlicos (rets, reliosis, remeum, en lugar de regis, religiosis, remedium); admitia formas latine-vulgares © del romance mas primitive (dau, stax < T Mendnder Piel, Origenes,§ 9 M. Alvar, El dalct6 eragonts Madrid, 1854571, 9 Resgor de morfotona romance ee Tats noarah Sraponds 0881/30, There, n2 4, 3860, MI. §M_____ Bl primitive romance hispénico 16 abo, stabot, en verde do, sto; autairo, carraira < altariu, carraria); y acogia muchas otras incorrec- Cones. Este latin erromanzado existié también en Francia antes del renacimiento carolingio, que restaur6 los estudios f¢ impuso un latin mis puro. En Espatia debia de usarse ya fal final de Ja época visigoda; los mozérabes Jo Mamaban ‘latinum circa romanciumss, en oposicién al slatinum obscu ums, ¥ aunque la reforma cluniacense traté de purificar el Tatin en los textos colemnes, Jos més lanos siguieron mez- clando latin y romance hasta comienzos det siglo xm. Mientras perduré tal forma de lenguaje intermedio, no estuvieron bien marcados los linderos entre el latin y el ro- ‘mance; palabras absolutamente romances aparecen latiniza- das, mientras se romancean otras que no es de suponer hayan pertenecido nunca al habla vulgar (artiguto ‘engafio’ < ar- ticdlus; acibere ‘recibir’ < accipere). La indetermt racién de campos favorecta el semicultismo y, en efecto, ‘muchos de Jos que sobreviven en espafiol arrancan de esta {poca primitive, Durante ella, toda vor latina era susceptible ide ser deformada, y toda palabra vulgar podfa ver detenido © desviado su proceso por infujo del latin culto § 41, EL ROMANCE DE Los stcios 1x AL xt’ 1. El romance primitive de los estados cristianos espaio- les nos es conocido gracias a documentos notariales que, si bien pretenden emplear el latin, insertan por deseuldo, Ig- Bastards Parera,Partiularidadersintdticas de ttn made al (Cortalanoe espaoles de ls sigs VIII al X1), BarclonaMadsi, 198, $56 Para los apariadot 1 al $ de este plrrafo, v. Menéndez Pil, vigenes del espanol, L122, 10 162 Historia de la lengua espaiola sa orancia © necesidad de hacerse entender, formas, voces y construcciones en lengua vulgar. A veces’ el revestimiente latino es muy ligero, y los textos resulten doblemente va Noses. El romance aparece usado con plena conciencia en las Glosas Emilignenses, compuestas en el monasterio riojano de San Millan de [a Cogolla, y en Ins Glosas Silenses, ast lamadas por haber pertenecido stu manuscrito al monasterio de Silos, situado al Sureste de Burgos; probablemente fue copiado alli de un original procedente de San Millén de a Cogolla. Unas y otras datan del siglo x 0 comienzos del Xt, y estan en dialecto navarroaragonés. Son anotaciones a ‘unas homillas y un penitencial latinos: los monjes que los ‘consultaban apuntaron al margen la traduccién de palabras ¥ frases cuyo significado no les era conocido. Las Emilianen- seg.contienen, dag, glosas en, vasco.y_un. pérrafo.romance de alguna extensién, en parte traducido del latin y en parte re- produccidn de preces de uso cotidiano. Otros manuscritos de los siglos x y x1, originarios de la. Rioja, Silos, Cardefia ¥ quits Ona y Leén, ofrecen algunas glosas romances mez- cladas con glosas latinas muy superiores en miimero. El foco irradindor parece haber sido el cenobio de San Millén de la Cogolta «onto las Gloss Emianenses como lat Sitewer tin editadae or Meotnder Pida en la olecion de tests preliinar de los Orlgenes Tos Sieaes habia sido publleades por Prsbsch, Zetec, f- rom Philly XIN. 195 Hay ediion facsimllae de Tat Emiienensr con Feproduccln de la de Menénder Pidal pogo. de Juan B. Olsrte ut, Madrid, Mintrio de Educacion y Clencla, 1977. Sobre el eae ter de chercicio sscolar que enen estas Glossy. Francisco Reo. Et uedero de wn cotuiante de latin, astra ie, 10,25, mayo a fora, 757, y Manel C. Diaz y Ding, Lar primerey gloss hispdvicas, Uni, Autén, de Barcelona. V7, estodio que abre insospechadar ger Dectives egiten iteeiaotesplosat romances, derconoldas hata sa EL primitivo romance hispanico 163, ‘Las Glosas no son el primer intento de escritura en vul ‘gar; pata componerlas. los anotadores manejaron una es ppecie de diccionario latinoromance, no conservado, por des: sracia, La transcripcién de los sonidos extrafos a latin revela cierta mestria, que exige una costumbre previa: tos dip- tongos /ie/, /ue/ (abiesas, nuestro, dueno, ierba) estén cer- teramente representados. La grafla de las consonantes de- ‘muestra que existia un sistema en el cual la g (pronunciada, Jo] ante.s, 2) 0 lai servian para indicar el carécter palatal et, siegar, seingnale, punge, eleiso, uergoina, valfan /yet/, /sicyat/, /senale/, /pupa/, /eleSo/, /vergous/ 0 /bergova/: Habfa gran variedad de transeripciones; muchas diferian de las que estamos habituados a encontrar desde el siglo xitt; eto éstas no fueron invenclén repentina, pues casi todas arrancan de Ia época primitiva y se impusieron a las demas tras large seleccién.-Por-ejemplo, la-z-visigotica, trazada con amplio copete, originé un signo que, aplicado a las nuevas sibilantes dentales, dio lugar a Ia ¢. No era inusitado escribic fen romance, pero faltaba mucho para estabilizar Ja graffa 2. El espafial primitivo carece de fijeza. Coinciden en el habla formas que Fepresentan diversos estados de evolucién, En Leén contendian las latinas altariu, carvaria, las proto- rroménicas autario, autairo, carraira las posteriores auteiro, outeiro, carreira y tas modernas otero, carrera, sin que fal- taran combinaciones como oterio, autero, outero, oteiro, ete. [La cleccién entre unas y otras dependia de 1a mayor o menor atencion y de la cantidad de prejuicios cultos o arcaizantes, Era general Ia vacilacién respecto a las vocales prot6nica y pposténica: unas veces se pronunciaban con el timbre latino Gemitarium } semidaria, cémite | eémide, populatoy, otras, hore, en ties distntos = Jos gue contlnen tae Emisnenses. ¥ ‘Siena: V. también Manuel Aven, Note sre lalengus de lar plosat ru conteto latin, Andnlo de Est. Folic, Univ-de Extremadars, 1, 97, 718 DOCOHOHOOOHOHHHHOCOOCESOOOOCSOOCOSECOOOS POCO HSHHCHOHOHOHHOHHSHSHHOHHOOOOOOOOS 164 Historia de la lengua espariola sa con timbre vulgar (semedario / semedeiro, pobolato); y en ‘muchas ocasiones desaparecian (semideiro / semdero, comide, poblato / poplato / poblado). Alteriaban la conservacién y la pérdida de e final: frente a los dominantes honore, salbatore, carrale, se daban honor, senior, carral, segar y hasta allend, fadelant, que emplezan a cundir en Ia segunda mitad del si glo x1: la vacilacién fomentaba ultracorrecciones como sone ‘ /2/ en Castilla y a /y/ en et Oriente y Centro de Leén, ast como en Ia Catalufa oriental y Baleares, mientras que la /I/ de caballo, castielto 0 castilto, cavall, castell permanecié inalterada en tales regiones”. 1 Ea evolulén de te geminada /HY y la de los grupos /c¥ /e¥. 11+ sodf iegaron tin mismo resultado /I7 en algunas Sonat. del Secisente eonts (purtei), eval que Pele, flue! “oles. Poala/ fen Sor Cipritn de Sanabria) en mavarro-aragonds (cabal, castillo, ‘gual que viel, pale) y en eatalin gccidental (caval cartell, vel nl bala, todos con (li). Pero en Is mayor parte det dominio fn caseleno en cl catalln orlental y 7H ai lateral (gorielo, port, porte, mientras ave /l + Yod!, fell ¥ ‘ely pasavon a tomar wna arteulacion palatal central (as leo. Paya, (8) basa el siglo Avis eat. orlental y Balear [pay fai). En Jos Siletos mendrabes, a peter de las contusiones heblyo, Sine, errata, o generat fue lsigulr las geties, transr}bienda con osultado de /iV-latina, ¥ con. el de ta, Yod) 9 fe). que ademas ‘ec las soluciones /8//EB/ y posblemente /e/ (ora, aaucell ‘ore, ‘guj, ¥ #4, n. 6), Véanse Amado Alonso, Correspondencias igoesp. fos sisters de silanes, Rev. de Fill. Hsp, VII {31, 4185; Damaso Alonso, La fragmentacin font. penn, «Encl Ling. Bisp, 1, Sup! 12, 98100 4 A. Galmés de Fuentes, Resulados deci yy cb en tos deci mocdrabes, Rev. de Ling. Rom, XXIX, 1565, dDST” Ante estos hechor caben tretexpicaciones: 1) que /3) Diab s // cuando Tn /) procedente de fe, fe) 0 /l + yea! babla ‘elado de ser lateral y se bla convertion tn /¥/./8/ 0 21 teluso fen [es supasicin no confemeda hasta ahora, mis bien contradlehs or loe ator que poscemos; 2) que en las reiones donde e/a J /k + god onginaron patatal contra! hubo an etapa Intermedia eon Jad lata do a ir teouante de TM; 93) aoe. en a cvolelon de etl feUy 1 + Yos!, pos en cuya composiion entraba un ele ‘mento no itera a palatl Tue central (/¥/ © R/) desde el principio. De in tres pts a segunda ex lee ext ta de arwerdo co 16 ‘ve conacemos del leonéey el catalsn, donde Is /y/ no seis sino trae ‘scelares testimontos de /\/: también en la Calla de lo sgles X > HU grales como elie “telat de atado,, Ortalione “Ordelon Spel "Rapeia, ¥ Gulpellarer “Galpejares. portlan in exitenci Se una II) pirate, slqulera fese distinta (menos Tterel seguramente) que Ie ‘de valle, kaballor,porillo © Rastella. Todavia en 20, Santote, alter. fan =Purarwiellon y epuentwlegae» (Doe. Ling, 4? 136 y A). Vanse PESHSSHSHOHSHHHSHSHSHOHHOHROSHSHCHSEOESSEOORS POOCO COE OOE DESEO HEEEO OOOO OCOCCOEOE 168 Historia de la lengua espanota 52 542, EL sicLo x1, TwrLueNcra FRANCESA. PraMeRgs ‘SALICIS 1, Con el siglo xr se abre un nuevo perfodo de la Recon- ‘quista, Tras Ja pesadilla de Almanzor, los moros dejan de ser enemigos temibles hasta la venida de los almorévides, [Los cristianos, inferiores en cultura y refinamiento, les su peran en vitalidad. En los Estados nortefios aparecen sinto- mas de renovaci6n, Reanudada 1a repoblacish, 10s condes Y feyes otorgan exenciones a las villas, para atrser morado- resi;es0s fueros son el principio de las libertades municipa les.La dinastfa leonesa, tradicionalista, decae, mientras crecen Castilla y Navarra, Y es precisamente el gran rey vascén ‘Sancho el Mayor (10001035) quien abre orientaciones trans- formadoras de las relaciones exteriores hispénicas. ‘La peregrinacién a Santiago resultaba penosa; desde Ron- ceavalles seguta un camino abrupto, entre montafas. Sancho fel Mayor fo desvia, haciendo que atravesara por tierra lana. AA Piaitir de entonces afluyen a Compostela innumerables de- Yotos europeos; la abundancia de franceses da a la ruta el nombre de «camino francés». A Jo largo de ella se establecen, colonos que pronto forman en nuestras ciudades barrios fenteros «de francoss, ‘A causa del apartamlento geogréfico y cultural respecto al resto de la cristiandad, la Iglesia espafiola gozaba de rela- tiva autonomfa y tenia caracteres propios, entre los cuales Fame Menénder Pal, Orlgenes del espa, $8 5,7 y 50, A. Bain Morgart, Gramdice Historie Catalana, M31, § 27, W, Re 7 Ey Alarsos ort, ‘Fonotopla Espanol, 3* ed. 161, 4 18 sa El primitivo romance hispdnico 169 cipales monastetios de Espafia, Los cluniacenses defendian Ja universalidad romana por encima de los particularismos nacionales y trafan usos que eran desconocidos en nuestras Dracticas religiosas. As! penetra el culto a las imagenes, con- ttario a las primitivas costumbres de In Iglesia espafila. La Tnfluencia ulirapirenaica se acentiin durante el reinadode ‘Alfonso V1, casado sucesivamente con tres reinas extranje- ras. Las hijas del monarca contraen matrimonio con Rai mundo y Enrique de Borgofla. Gaseén era Bernardo, abad. de Sahagiin y luego arzobispo de Toledo, y lemosin don Jer’: nnimo de Pérjgord, nombrado por el Cid obispo de Valencia La inmigracién crecié: en Toledo, Sahagin, Oviedo, Avilés y ‘otros puntos los sfrancose legaron a tener jueces y merinos especiales, Espatia sale de su aislamiento, pero con perjulcio de sus tradiciones. El rito visigodo es sustituido por el romano; des aparece la escritura visigoda y en lugar suyo se emplea la carolingla, Al arte mozirabe sigue la arquitectura roménica. 2. En el lenguaje entran muchos términos provencales y franceses. Los nobles adoptan homenaje y mensaje, Haman, barnax a las hazanas, fonta al deshonor y palajré al caballo, de camino. Alborea la vida cortés, que pone de moda cosi- iment ‘merced, benevolencia, deteyt, vergel. En las catedra- les y monssterios se difunden pitanea, fraire > fraite, mon ie, dedn. Los peregrinos se albergan en mesones, pagan con argent, piden manjares y viandas y las aderezan con vinagre. La introduccién de galicismos no habia de cesar ya en toda Ia Edad Media. La influencia lingiistica de los inmigrantes sfrancoss favorecié la apécope de la e final en casos como part, mont, allend, cort, que a mediados del siglo x11 habian adquiride extraordinaria difusi6n, A los dltimos afios del 1 Vase mis adelante, §§ Stay 54, « saous msnacd 2 170 Historia de la lengua espafota 52 sx corresponde la intreduecion de la grafla francesa ch para US fenems palatal africa sordo que hoy representamos as hast comieeos de xt contend con las transeipiones * fin que ventan wstndose desde antes y que servlan Tombidn para la palatal sonora /B/ > /2/¥. La adopcién de tach, aunque at principio valo para los dos fonemas /8/ Tal (Conecho por ‘conejo’ en cl Fuero de Madrid, anterior & 1a), penmidé a la postre elstinguirios en a escritur. TE iq pronunclacin originaria de ch francesa era aria, //, no fica A) 0c Te. = eee naaeder Pal, Ortgenes del espa, § 8 ‘VIL. PRIMITIVOS DIALECTOS PENINSULARES. LA EXPANSION CASTELLANA! $43, Ramos ¥ oratectos. 1. Los reinos medievales son entidades més claramente efinidas que Jas. provinclas romanas, conventos juridicos yy obispados. AI principio recordaban en cierto modo Ia di ‘vision provinciat-romana:” si-Ledn reproducta amplléndol, Ja Gallaccia, Navarra quiso Henar el extremo occidental de Ia Thrraconense. Pero la fsonomia de cada reino se formé, libre de antecedentes tan lejanos, con el espiitu y tradicién nacidos de su peculiar desarrollo histérica. Las tendencias que produjeron y mantuvieron el fraccionamiento politica hhacfan que én el lenguaje los rasgos diferenciales prevale cieran sobre las notas congregadoras. La comunicacién éntre reines independientes no era tan fécil y constante como dentro de uno solo. La vida se encerraba en eireulos reduci- dos, favoreciendo la disparidad, Ast, las divergencias que aso- ‘maban’en el romance de la épiocs visigoda se agrandaron hasta originar dialectos distintos, No.es que se correspondan estados y dialectos; pero la suerte de éstos guarda innegable relacién con In de aquellos 1 Véante tos Origenes del espaol de R, Menéndes Pida, especial mente tos 6 S106, Ia Diletoogia esparole de Nonso Zamora coal, 2° ed, Made, 196, POSCHOHSHSHHSHHOHHSHSHHSHSHSHESHEOOEOHOOOOS POSSSSHSSHHSSSOHOHSHHSHESHSSOSSSSCOOOOO 1m. de ta lengua espatola 54 2 Cada uno de los estados cristianos tiene sus carac teres propios. Asturias, convertido en el reino leonés desde tos primeros afios del siglo x, es al comienzo el. principal sos tén de la Reconquista. El reino asturleonés se siente here- ero de la tradicién visigética, aspira a Ia hegemonia sobre jor demas nicleos cristianos, y sus reyes se titulan repetida mente emperadores, Se rige con arreglo a las leyes visigodas del Fuero Juzgo, y su estructura social se caracteriza por el predominio de la alta nobleza, Linglifsticamente el reino leo- fhés careeia de unidad: la franja occidental estaba ocupada por ef gallego, que se protongaba hacia el Sur en el futuro portugues y era el més conservador entre los romances de Ia Espafia cristiana, El astureonés, hablado en el Centro del reino, estuvo sujeto a la infiuencia gallega y 2 Ia de los Imozérabes, que en gran mimero vinieron a establecerse en fa cuenca del Duero y aun en Asturias. Topénimos como Gallegos, Galleguillos, Toldanos, Coreses, Movérver, Huerta ide Mozarvitos hablan de estas dos corrientes migratoria. No obstante, el dialecto asturleonés no permanecié estact nario: compartié 0 admitié poco a poco algunas ‘de las in- hovaciones que surgian en la franja oriental, Castilla, donde fe inauguraba el romance mAs revolucionario; dio curso a novedades autdctonas y fue recluyendo hacia Occidente los rasgos més arcaizantes. 3. La antigua Cantabria, regidn constantemente insumisa Gurante el perfodo visigético, fue la cuna de Castilla, El nombre de Ca’ tela ‘los castllos’ parece haber sido dado fen los primeros tiempos de Ia Reconquista a una pequeria ‘comarca fortifcada por Alfonso T y Fruela T at Sur de Ia cordillera?, A finales del siglo 1x comienza a extenderse Cas- T Viase C. Sinches Albornon, Bt nombre de Castilla, Estudios de iced M. Fidel I, 1851, QM, Jnime Oliver Asin (Ei foro a fo Srgencs de Casta, Madi, 197) sostne que el aombre fue dado 643 _Diatectos peninsulares. Expansién castellana 173 tilla por Ia meseta de Burgos, Wegando hasta el Sur del Duero en la centuria siguiente La frontera castellana fue teatro de incesantes Iuchas con los moros, Castilla es al principio un conjunto de condados dependientes de Leén, pero frecuentemente rebeldes. Unificada por Fernén Gonzd- Jez (t 910), lucha por conseguir su autonomfa, més tarde si. Independencia y, por sltimo, la supremacta en la Espafia cristiana. Fernén Gonzalez y después Sancho II y el Cid son Joe principales representantes del antagonismo castellano contra Ledn, Fn ver de atenerse al Fuero Juzgo, Castilla tiene por leyes sus «albedrios, esto es, sus costumbres. La poesia épica castellana celebraba, ya en los siglos x y x1, 18s, estas de Tos condes de Castilla, a trégica leyenda de los siete Infantes de Lara y la muerte alevosa de Sancho If ante los rmuros de Zamora. El dialecto castellano evoluciona con més rapidez que los otros y, segin veremos, se muestra distinto de todos, con poderosa individualidad. Castilla, levantisca y sammbieiosa en su politica, revolucionaria en el derecho, herotca en su epopeya, fue la regién mAs innovadora en el lenguaje. Y asf como su prodigiosa vitalidad la destinaba a ser el eje de las empresas nacionales, su dialecto habia de erigirse en Tengua de toda la comunidad hispénica ‘4. En el Pirineo, el aft reconuistador es més remiso ‘que en Leén y Castilla, Los mahometanos, en su primer fempuje, habian invadido ef Mediodia de Francia, y estaban sélidamente establecidos en el valle del Ebro cuando sur- gieron los Estados cristianos plrenaicos. El reino de Navarra comienza a dar sefiales de vida con cl siglo x, reconqulstando la Rioja. Cien afios después, st Dor berdberes asentador ally oriundos de una Qas{ tly unecie, ondnimo formed scbre el latin vulanr *eastelios con signe frabe de cole. Los cronisae tabes, sin embargo, no. $43 _Dialectos peninsulares. Lxpansion castewana 1 4 Historia de ta lengua espafiole $4 del Mediodia francés®, Navarra, vaseéfona o bilingle entonces en Ia mayor parte de su territorio, recibi6 colonias de francos que conservaron hasta ef siglo xiv sus Tenguas originarias por otra parte, la vecindad de Castilla favoreci6 la propag: cién de rasgos navarros en zonas burgalesas durante el siglo x y parte del xt, pero a continuaeién, In de castellanismos en Navarra‘ '. La primitiva Catalufia fue arrebatads a Jos musulma nes por Ludovico Pfo. Al principio es un grupo de sefiorfos incorporados a Francia; pero esta dependencia se convierte ‘en pura férmula conforme crece el poderfo det condado de ‘Barcelona, que lega a constituir Estado aparte. En tiempos del conde Ramén Berenguer 111 (1096-131) empieza Barce- Jona a intervenir politicamente en el Sur de Francia. Catalufa, 1 sin perder su cohesién con los demés pueblos cristianos de Ja Peninsula y sin dejar de colaborar en la empresa comin de la Reconquista, estivo ligada a Francia por viaiculos ‘poll ticos y culturales, de los que se fue desprendiendo poco a poco, Situada junto al mar, se preparaba para futuras ex. pansiones mediterriness, Sobre su lengua, con esencial ele mento Iberorromano?, pesé durante varios siglos el influjo de Ia provenzal. rey Sancho el Mayor consigue ser ef monarca més poderoso del Norte de Espatia, pero desde su muerte (1035) Navarra ‘queda sislada y su tervitorio cada ver més reductdo. Si ‘embargo, entre Castilla y Aragén hubo una zona politica mente disputada que no leg6 « prolongar hacia el Sur el reino naverro, pero fue objeto de sus ambiciones hasta el siglo xu avanzado, y probable campo de su expansiGn demo- ‘tifiea, Esa zona, que comprende la Riojs, Soria, Molina y Cuenca, ofrecié en su Ienguaje, durante Ia Edad Media, clertas coincidencias con el dialecto navarroaragonés: y aun- ‘que Ia progresiva castellanizacién las barrié en st mayorla, algunas legan ain hoy hasta la Andslucfa oriental, Ara: g6n, que empieza a figurar como ‘reino independiente en ol siglo x1, se extlende hacia el Sur con las conquistas de Huesca (1036) y Zaragoza (1118), y aun pretende iafluir en el ~CRRAFS y-Oceldefte" durante et reinado'de AlfonsorT et Bata -——— Nador (1104-1134). EI dialecto navarro.aragonés se asemeja ‘mucho al de Leén; pero es més toseo, acaso por Ia ausencia de una corte reBinada como la leonesa, y més enérgico, quiea por el primitivo fondo vasca de la zona pirenaica; esta menos Tigado que el leanés a tradiciones del pasado y mas a particu laridades locales. Pero los localismos pirenaicos no se expan ieron al Sur con Ja reconquista aragonesa det Valle det SMe vac, Et ditecto aragonés, Mads, 195, 1218, 98106 His Ebro; el dialecto nortefio na se impuso en Huesca y Zaragoza tori y Lines: scolntzactane Franca on Aragin,sFestchrift W. von Mortturgn 1968, 19450, y Aragon. Literature 9 ser Mstico, Zar sin renunciar a ellos, Asi como el asturleonés representa en. ' foun 1916, y sists; L- Rubio, Los documentos det Plar (ito X11), Imuchos aspectos la transieion entre el gallegoportuguts,y {Tico a Mitral Coton de hogan Bc, BL Gleasilano, ant cf navarroaragonés ofrece etapa interme aan ene e crnecnnene toate we dice ents ef eaiellong 9 al eal, Dspus te Calta, sa, eda Momma mar, ee el fueron Navarra y Aragon las regiones espafiolas que més Tinguae Vasconume, n° 6 Pamplona, 1970; L- Michelena, Notas sobre pronto y con mayor infenidad experimentaron {a inflund fas Tengas dele Noverra medieval, Homenaje » 3. Uranga. Patt . long, 197, L214 y Carmen Seralegul 21 dlalecto navarro en ox Bee Véase Diego Cataldn, De Nélere a Selobrene, Notar lings ocumentos del Monasterio de Irache (2861397, Parplosa, 197 (eo ticas sobre un reimo on estado letente, «Stain tp, In hon. RL, special, ps. 27528), Mi, Mae, oS, 9712 dae in bblograta cliada en of § 2%, n. 4 SOCHOSHSHSHSSHSSHSSHSHSOHHSHASESESHHEEOSSOOSE | > ZONA VASCA, | | inh o PRIMITIVA REPARTICION DE ALGUNOS CARACTERES FONETICOS DIFERENCIALES wv == Limive de ts spate evistana hacia 95 [=a Eernon primi de tos diptonsos a ervey rat 2767 te). al <8) THOM pirtonescion de 107 y 14 ante yo [ea rsntscitn de los arp iniits feb Tretacsion de oe iotonses (a TTeenservcisn de tos eiptngos fail fur, Ji, fou Bieter 116 Historia de la lengua espanola su $44 Seunsanzas eNTRE Los renstives pratzcTos. 1, BI mayor interés del romance hispénico primitivo ¢s- riba en la luz que su estudio arroja para conocer la prima ria reparticién dialectal de la Peninsula ‘Los dialectos eran, al Norte, el gallego-portugués, el leo- nés, el castellano, el navarroaragonés y el cataléa; al Sur, los dialectos mozdrabes, que, alslados de los dems y cohibk. dos por el uso del arabe como lengua culta, tuvieron una cevolucién muy lenta en algunos aspectos, por lo que a veces. son una preciosa reliquia del romance que se hablaba en los litimos tiempos del reino visigodo, Conservaron, por ejemplo, los diptongos /ai/, /au/ (carraira, laufa), Ia /@/ de eirotas ‘ciruelas’, koracén, eerbo, éingo, el grupo /pl:/ de plantain y la {x] de faxte, noxte, maysella, junto a pronunciaciones ‘més. evolucionadas, /ei/,-/ou/-(§. 43). €erbo,-$ingo.(§- Aly), — lyorar (< plorare, § 45) y leyte, armolaita ‘remolacha', noite 0 nucite, maysella(8§ 4 18 n, 14, 0454). En otros casos, por el contrario, se mostraron notablemente innovadores, articipando en los cambios genesta > enefta (junto @ yenesta), orlcla > orega (junto a orela), ello > .itlo y Plorare > lorar, junto a plantagine > plantain (v. las notas 7, 8, 12 y 16 del presente capitulo) ® Para les hablas mostraber véante las obras. de Simonet y Asia sitadasen.et§ 4. 52 Menendex Piel, Oriency dl espaol, $6 863K, ‘A. Zamora Vicente, Disecolola espa, 19. 183k, Mancha Garnet, Et meutrabe peninsular, «Ente. Ling Misp, I, 190, B33 ¥ Ello Garcia Gme, Todo Ben Quoman, til, Madrid, 197 Para’ specter parteulres del mosirabe veanse Amado. Alonso, Las ‘orrespandencas ardbgo sepoolas en los Ystemay de sbients, Rew fe Filo” Hi, VEIL 146, 1276; D. A. Gelfin, Arcavmos dltcetaes ‘moxdrabes » le Romania eceenta, saci dei M Congt. Intern, de Hispanistase, Nijmegen, 181, 34130; oe estudion de Ac Grimes de Foentes, Grit, Milty, etc, mencgnades en los 89 3 n-4, An, My m s, todas, a excepeién de Castilla, coincidfan en una serie de rasgos que protongaba 1a fundamental unidad lingistica Peninsular, tal como existia antes de Ia invasién musulmana, (v. § 30). Conservaban ante /e/, /i/ étonas la palatal proce dente de /¢/ 0 /}/ latinas iniciales, como /y/ entre los moz4- rabes, como /g/ 0 /t/ en el Norte: genesta,germanu, TJenuariu > moz. yenesta, yermanelta, yenair; gall-port, ‘lesta, janeiro; leon. Ienestares, giermano, genero: arag. ger. ‘mano, girmano, geitar (< *jectare), at. ginesta, germd, zener’. Mantenfan la /t/ en principio de palabra: falce, filiu, farina > moz. fauei,filyoto 0 fliyuelo: gall-port, fouce, fillo/ fitho, farina] farinha; eon, fox, filo > tivo, farina; arag. fas, illo, farina; cat, fal, fill, farina. Los grupos A+ yous, fey /e'f daban //: serralia, muliere, 2edlu,cunicdlu, tegdia > mor..tarralla, mulleres, elyo, Konetyo, tela (v. § 48); gall-port. muller / mother | ‘mulher, ollof otho, coentlo / coello / coetho, tella tetha; leo- nnés muller > muyer, uello > ueyo / gueyo, tella > teya; arag, muller, uello > gliello, tella; cat, muller, ull, cunil, telle Gunte a teuta)’, En el grupo /et/ las alteraciones se limita 41 18; H nn, $10 9 48 nn. 2826, y ede Galnés de Pucntes, Bt mocd {abe de Sevilla sepin tos datos de su stepartimlenos, “Momentos S.Gill Gaya, Barcelona, 197, #138, Soma en salegoveriugs ha’ desaparecida a consonante Inkl ee Gelovira> Biv, germany > iiman, ilo, *Jequatta > luariaY. Malkicl Langunge, Xx, 194, 8132) cupone que is por iariamerte un Wuigarisma comin 4 como en Casta: wanse ebjeciones de. il, Rom Foret ai 18s) Botte los moztrabes hay elempios de perdi (enelta eobe HendeQlu en el Glosario publleado por Asin). Yease tasbien, ‘Alaccos Lorach, Resulidos de f+! en la Peninsula Iberca, Keehouny IV, 1954, 0502 y Fonoloplaexpatole, 1961 § 158 El mantenimlento de a solucdn // no fue weneral en mozdrabe ‘ney testimonies de que en las silos z'y hi se Sabu tasbiee i peo e e e e e e ° e ° e e eo e e e e e e e ° e e e e e e e e e e e ° e e PHSSHSHSSHSHSHSSSHSSHSHSHHSSHEHOHSHSOSEHOCEEOEE 178 Historia de la lengua espafota sa ‘ban al primer elemento, sin modificar la articulacién de ta Wi; tructa, lacte, factu > moz. truyta, laytaira, junto a leite; galleport. troita / truita / truta, lite, felt leon, occid. trueita, Heite, feito; arag. leite, feito / feto, cat. truita, tet, fet. Y los grupos /sé/, /st + yod/ se resolvian en fj; crescit, fasce, pisce, asciata, fascia, ustiu (por ostium) > moz, crese, fata; gall-port. ereixe, Jeixe, peixe, faisa; leon. feixe / fexe, exata en documento de hhacla 1050, topénimo Uxo en Asturias; arag. crexe, axada > ‘ajada, faxa > faja; cat. oreix, feix, peix, aixada, faixa 3. Menos extendida, pues no alcanz6 al gallego-portugués, ‘estaba la palatalizacion de /b/ inicial en /I/ 0 /y/ (wéase §§ 225); pero los asturleoneses Hlogar, lavore, Uabrar, flaguna zno estaban separados de los catalanes floc, Naurar, lengua, lacuna, pues los mozdrabes decfan Mariéas “lanzas'.y yengua ‘engua’, Yussena ‘Lucena’, anticipando ta palatalizacién do- scumentada en ejemplos sueltos de Toledo, Madrid y Anda ‘Wucla desde el siglo x1v. Desde el xnit se encuentran también algunos en castellano (Lorengo, Uenguaje, lamer, Hlazaday "y entre el xr y el xrv en aragonés (Lloarre, tigengia, Uogares, ‘luego, lobo / tlopo). La toponimia del Centro peninsular tos registra también desde ta parte no leonesa de La Montaiia ¥y el oeste de Vizcaya (Lloreda, Llobera, Llaguno, Las Llamas, de lama “barrizal, cenngal), Burgos (San Llorente) y Soria (Los Llamosos), hasta Jaén (Llavajos), Cérdoba, Almeria y Malaga (Llamas, Llames). Sin duda se trata de un fenémeno Frmcaclon /8/ 0 I8t/: aurse(a)la > ovetfe, cautic( a)ta > wage acue(a)ta + ella > agudgale, wils81u > miguel, writen com la castlana antigua de orea,eollja, equa, mile. Seucetia” Para ‘yf'en leones ¥ Silat otal y baler, weanse A. Gelmes de Fuentes, Resultados de retin ets en tor diigtor motdraes, Rev. de Ling. Rom, XXIX, Wis 7,3 to ste ae dw en uest0 § Ay, 10 §44 _Dialectos peninsulares. Expansion castellana 179 {que tuo gran difusién, pero considerado vulgar fuera del dominio eatalin, por lo que en el resto de Fspafia permane cié fuera del uso escrito y fue relogado al claramente di lectal, Todavia en el siglo xv una representacion pastor rmalaguefia empleaba Hloclo ‘lucid’, Iucero, Hengua, lance, etc, segin veremos en el capitulo XV" ‘4. Tampoco debian de estar separadas entonces las 4F%as hispinicas donde el plural femenino -as pasa a es. Hoy ocurre testo, de una parte, en el asturiano central y en los islotes Teoneses de San Ciprién de Sanabria (Zamora) y El Payo (Salamanca): tes cases, les patates, es outres ermanes; de ftra parte en todo el dominio catalin, valenciano y balear (les cases, les altres germanes), Pero los botinicos andalusies recogen los plurales mozérabes paumed ‘palmas', magranc8 ‘granadas’, fapares ‘alcaparras’ (cat. tapares, taperes), etc., ¥en Ia toponimia de tervitorios moztrabes hay Naves (Cé ‘eres), Yeles (Toledo), Tobes (Guadalajara), Villar de Arenes (Teruel), Ares (Castellon), Cabanes en el Repartimiento de ‘Valencia, y sbundantes ejemplos en el Sur: Sagres y Silvas, en el Algarbe, Lastres en Cérdoba, Prunes en Cédie, Campa nies y Llomes en Malaga, Canilles / Caniles, Fornes, Oliveres, Pires (< pétras) en Granada, Beires, Garriques y Perw les (junto al singular Perula) en Almerfa, entre otros muchos (comparense Nava / Navas, Yela, Toba, Arenas, Ara, Cab. nas, Sagra, Silva, Lastra, Pruna, Campana, Llama / Llamas, Canillas, Horna, Olivera, Beira / Vera, Garriga), 7 R, Mendnder Pidal, Dos problemas inicales rlaivos @ fot ro ances ispanioor, Enel. Ling. isp, 1, 1, witty. Gal Imes de Fucates, Sobre lz evolucin de si» ini en lor diester ‘motdrabes,sHoenaje al Prof. Alcor (Garcia), If, Valladolid, 1, "8 Menénder Pil, Ibid, muta: A. Galmés de Fuentes, Los plirater fomeninor ex (os dieleces motdabes, Bol. R! Acad Esp. LVL iis, Sb. El astriano central Tan habs de los do lsltes 120 Historia de ta lengua espafiola 545 $45 Dialectos peninsulares. Expansidn castellana 45, RuPanricidx CHDGRAFICA DB OTROS FENOMENOS. L. La diptongacién de /e/, /6/ scentuadas, iniciada en ‘1 latin imperial y continuada en el perfodo visigético (¥. 186 16; y 303), prosexuia en las regiones centrales con Ia mi rma inseguridad entre amarielio y amariallo, pieea y piaca, Iuerto, huorto y huarto, Diptongaban, fuera de Castilla, las formas verbales 85 > yes, 8st > yet, ya, Bram > yera, ast como /2/, /8/ ténicas seguidas de yod: leon. uey, ué < hodie, arag. tiengar < tOnEat, pueyo < podiu, moz. uelyo < 6c(G)Iu, Entre los moztrabes habia. grandes vacilaciones. Toledo y Levante conocfan la diptongacién, Segiin demuestran los nombres geogréficos Opta > Huete, Auridla > Orihuela, Montellu > Montiel, Apo Driga > Alpudbrega; en” eoCUiERtos y esctitores” musule rmanes apatecen duefia, bafcuel, mauchuel, Sierra. En Zara- sora, el botdnica Ben Buelérix, que floreci6 hacia el afo 1100, ‘al lado de roynela, kaStaruela, yedra, da kalabagota, kulian- troto, kardenella; pero la toponimia otrece Bufuel, Estercuel, y al Sur, Teruel < Turi6lum. En Andalucia, aunque Onabda dio Huelva y en Cérdoba y Sevilla hay citas de kabesairucla, korriyuela en el siglo X, una reaccién posterior estaur6 las vocales latinas, Gnicas en las frases romances de Ben Quzmén (Bona, podo ‘puedo’, morte). En el extremo ‘Sur, de Malaga a Almeria, el diptongo no debi6 de prosperar, segiin se infiere de la toponimia (Albuitol, Ferreirote, Daifor: tes, Castel de Ferro, Castel del Rey). Tampoco parece Tronsses caclden también con el lain on hacer or Int desinencias erbuls samt (ewrlen,cantaber ithe formes con lptonga aitemaban con formas que conserva pan 4/70); fanto.2 Cardi, Redilo, habla Kardelo, haar, Junto hated ae dab Togre, aber tenido fortuna cn Ia antigua Lusitania (Em eet > Mérida; en Portugal Alportel, Alfornl). El gallegoportu- gids mantuvo las voeales /e/, /9/ (amareo, ce, hort, por fa), y el cata s6lo conocié la diptongacion ante yod (cel, porte, pero f81ia > /*fuela/ > full, podtu > /*pueyo/ > puig, 1Betu > /leito/ > ti. 2. Los dialecos del Sur y los oceidentales conservaban tos diptongos /ai/,/au/. La forma primitive subsist entre los mozdrabes (ebrair, pondair, kerai‘quere, lau), au que no debian altar tos. grados fel, ou/ (maura > mourcat; Alpandeire, Caplera, Lanteira, Poqueira, Ferretro- ta en Ja toponimia granadina), En gallego-portugués triua- faron /ei/, fou/, que duran en la actualidad (pandeiro, mou ro, querrel, cantou). Catala, Aragin. ¥ Burgos. habian generalizado las reducciones /e/, fo/ (cat. riera, reclosa: ponds” tereeroTearneroamparot, cast-pandero” carrer oro, moro). El Teonés se mostraba intermedio entre el ga lego yet eastellano: carrera, oteo, coto se propagaban desde cl Este al Centro leonds, a costa de carrera, outeiro, cout Parecida era la reparticign de /rab/ y fmf; el grupo latino se mantenfa en mozdrabe (polombina), galegoportugués (pontbe) yleonés (palontba), mientras en Burgos, Aragén ¥ Catatuta se saba la asimilacién. /m/ (castellano y arg. ames, camiar, paloma, Tomo; cat. lors, coloma). 3.” Novedad del Noroeste peninsular fue in evolucién de tos grupos ineiales /pt/, /kt/, /M. La tase primers, com sistete en la paatalizacién de la /1/ en /i/ leg hasta Cas: tlla, Posteriormente, en todo el terrtorio gallego-portugués y en casi todo el leonés, las sordas /p/, /k/, //, fundidas on Ia /If, produjeron los resultados /2/'o /8/ (gallegoport. chan, chao, chouse, chama; leon. chano, xano, chosa, 2054, chara, sama). Ya en los comienzos dl siglo Xit se reistran en documentos tconeses x0sa, Xainie < Flavinu. El art pescccecoseccesacccarscsecorocccees pee POOOHOSO HCOOH SOHOHCHEHOSESO COC EEOO OO OLEOEE 182 Historia de ta lengua esparota 4 ‘gonés y el cataldn no alteraron los grupos latinos (plan, pla, ‘lamar, flama). Los mozérabes decian plantain ‘lantén’ (< plantagine); pero dos jarchas del siglo xt usan lyorare, lyorar (= [Jorér] < plorare)”, § 46, FoRMACION ¥ CARACTERES DBL CASTELLANO, 1. La romanizacién de Castilla habia sido tardia, sin et Aorectiniento cultural que dio tinte conservador al latin ha- blado en Ia Bética. Entre los rudos cfntabros y los poblado- res de la meseta —donde se asentaron preferentemente los visigodos (véase § 26)— debieron encontrar ficil acogida los tigologismos. Probablemente, et nflujo linglistico de corte toledana hubo de Hlegar muy atenuado durante la época visigoda, Por su posicion geogrifica era Castilla vértice donde Dablan de confluir las diversas tendencias del habla penin- ular; el tersitorio que en el siglo x ocupé el condado de Fernén Gonzalez habla estado repartido en tres provincias romanas. La Montafia y los valles del alto Ebro y del alto Pistierga pertenecieron a la Gallaecia; Aleva y la Bureba, hasta los Montes de Oca, calan dentro de Ia Tarraconense; yy el convento juridico de Clunia, con Burgos y Osma, era ef ‘extremo septentrional de Ia Cartaginense®, El lenguaje de Castilla adopts las principales innovaciones que venian de las regiones vecinas, dandoles notas propias. Con el Este evan los ameros 6 y 29 en ls ed. de Garcia Gomes. Part las distintas solciones de Jos grupos inciales de consonante + fl ‘eanve Y. Mabe, The Interlocking of Nerrow Sound Change, Broad iat Patern evel of Frantission, Areal Configuration, Sound ‘Spmbetim, Arch, Ling, XV, 183, 14617, 7 XVE, Toe, 3, y reveia 42° Meler, arch. {8 Stadim nS. CCIV, 1568, 38598 BR Mchtndes Pid, Documentos Unglsticos de Espana. 1, Reino te Costa, 918,74. $46 _Dialectos peninsulares. Expansion castellana 183 practicé las asimilaciones /ai/ > /e/, /au/ > /of, /mb/ > im] (carrera, ora, paloma, lomo); con el Noroeste palataliz6 la /l/ de los grupos iniciles /pt/, /el/, /fh/ ({plenul, [klavel, {flema}), aunque después siguié evolucion distinta, suprimiendo In primera consonante (llano, lave, Uama); y como el resto det Centro diptonge /8/ y /8/ t6nicas en fié/ ¥ lt) (cielo, siete, fuego, puerta), pero sept otras normas {que las que regian en Leén y Aragén. Durante la Reconquista 1 habla castellana estuvo menos sujeta a presiones retarda: jas que Ia de Leon. El elemento gallego tan. importante fen Ia repoblacion leonesa, lo fue poco en Ta castellana. El factor mozdrabe esté presente en nombres personales como Abolmondar, «Stevano Evenariase, alzani presbiters, y en fos de lugar Agés (< &F, HagBSg), Mehamud, Villanasur, teétera"; pero en el condado castellano escasean iglesias de arquitectura moedrabe, que abundan en Leén y en las inmediaciones de Castilla (Lebefa en el valle de Ligbana; San Millan de la Cogolla en Ia Rioja; San Baudel de Ber- Tanga en la Extremadura soriana), La azarosa vida castellana oftecta «condiciones poco tentadoras para que los mozdrabes pacificos trasladasen alld sus casas ni fundaran monaste rose, En cambio, Ia toponimis, con nombres como los citados en el § 34 y como Vircainos, Bascuiiana, Béscones, Basconcitlos, Bascufuelos, revela que el elemento vasco fue poderoso. No ex Ia primera vez que la Historia halla juntos 2 céntabros y vascos; unides aparecen en rebeliones contra Jos monarcas visigodos. Sabemos que niicleos de pobladores WM, GomerMocen, Ilesies moutrabe, Madrid, 11, 25%, R. Me- ender Bia Origense del erp, doc de h. 1080, Chua 1. Serrano, ertuteri de Son Pedro de Aronea, Mads, 1938, 3, 3856; M. Asin ‘lncon Coneribucin & la toponimia drabe'de Bspona, Madria.ra ada, 9, ‘OM. Gomer Moreno, Tid, 24 184 Historia de la lengua espafola 545 © repobladores vaseos hablaban su lengua nativa, no sélo en el siglo x, sino hasta muy avanzado el xi11; esto hace suponer que otros estarian muy superfcialmente romanizados. Su adaptacién a la fonética latina seria de todos modos imper- fecta. Probablemente los céntabros tenfan ya difculted para articular Ja f Iabiodental (véase § 4%), pero los vascos, que ‘aun hoy no aciertan a pronunciarla, contribuyeron sin dda ‘a que el castellano reemplazara ta /f/ por [h] aspirada o la omitiera 2. Las circunstancias favorecieron, pues, la constitucign de un dialecto original e independiente. En efecto, el cas- tellano fue en la época primitiva un islote excepeional. En primer término se apartaba de los demés romances penin- sulares por el especial tratamiento de fonemas y grupos ‘gonsondntices latinos; diferia del resto de Espatia en el paso 4e /E/ inicial a (] aspirada (Chota}, [hifo}, (had}) 0 en 1a pérdida de la /t/(formaceu > Ormaza, frnellu > Ornitta); suprimta /¢/, /i/ iniciales ante /e/, /i/ &tonas (enero, hiniesta, hermano), y los grupos /sé/, /st + yod/ aban /8/ (hace, agada, antucano) en ver de /8J, que era la soluicién dominante en toda Ia Peninsula, Los diptongos /u/, Nié/ de suelo, puerta, piedra, terra separaban el castellano el gallego-portugués, catalan y mozérabe de varias regio- ngs; pero Ia /o/ de noche, poyo, ojo, hoja, y la /e/ de tengo, 424, lo distingutan del leonés, aragonés y mozsrabe central, pues en castellano a yod impedia Ia diptongacién (véase § 30). ¥ la /Y/ de tlamar, Hover, lama, lantén, contrastaba tanto con los grupos intactos clamar, ploure, flatta, plantain, del aragonés, catalan y mordrabe, como con los resultados 2e{, 181 de tos gallegoportugueses y leoneses chania vir, chama, xama, chantafy xantar 3. Bl castellano posela un dinamismo que le hacta supe- rar los grados en que se detenta la evolucién de otros dia- chow 546 _Diatectos peninsulares. Expansién castellana 185 lectos. Mientras el leonds y el aragonés se estancaban en las formas castello, siella, aviespa,ariesta, el castellano —acom- pafiado en parte por el mozérabe "— emprendia la reduccign de fie/ a /if ante /\/ y ciertas alveolares: castillo, sla, avis pa, arista. La /l/ peninsular nacida de /e'l/, /e/ y /l + you as6 a /&/ > /2/ en Castilla en época muy temprana (cast. oreja < auric(a)Ia, viejo, mujer, majuelo < mal- 1eB1u, contra oretla, vello/ viele vel, muller, mattuelo / ‘matiol det testo de Espafia), resultado conocido, pero no ‘general, en mozérabe™, Y el grupo /it/ originado por la fransformacién de /t/, /ult/, daba /2/ en castellano (hecho, leche, mucho) cuando los otros romances hispénicos decfan feito | fet, lite / tet, muito. 4. Por itimo, el castellano era certero y decidido en In sleccién, mientras los dlalectos colindantes dudaban larga- ——mente-entre las diversas posibilidades que-estaban en-con. ccurrencia. Ast superd las vacllaciones puorta, puerta, puarta, siella, sialta, duraderas en leans y aragonés, escogiendo pronto puerta y siella®, De Leén a Catalufia contendlan para "6 Desde el sal are regstran entre los mozhrabes escobille, ce rasquil, cuit, teh, orig et. Véanse Re Menéncer Pia Orteenes del espaol, § 27, y Asi, Giosario de voces romance, 38 9 208. Para Ia reduccién castllna lef >) weave Y, Malvel Mali ‘conditioned sound change and the impact of morphology on phon: ogy, Language, 197, 15.73 * ian Vease § 4 8 1 Bata elecién fe iemprana en retackin con In prolongsda inte: surkdad manifesta hay mismo en las sooas mls dilectles sturloo. hesas 7 alloaragonesat; pero no hubo de acuri tJentemente 9 desde primer momento. Aparte de fs muy raroselemplos que tanscben tw, ua (Gontruoda, 98, en Cast del Norte, y In prepesicion exe ‘ra, escuantr,sigos x1 al xi), en los docomentor de toda Castile Detssten hasta cerea de 180 muchos cage de a intespeeables como fafa imperfectas de fue, cuja bimatincin cra menos Percepticle fae ta de lef y Jue. Vease R. Mantaden Piel, Orgenes del espe 1950, § 24, y Cantar de Mio Cid, IT, 196,112 198, todo siemptos en POSCOHOHRHOSOSHSOHHHHHHSOHOHOHHOHOOSOCOOCE PHOSHROSHSSHHSSHSHHSHHSHOHSHHOSHSEHHOSEESES 186 Historia de ta lengua espafiola 54 fl articulo masculino singular diversas formas, principal mente ef y 10; e1 castellano las unifica en ef desde muy tem- prano 'S, La aparicion del castellano en la escritura fue una Ienta revelacién, Sélo algunos rasgos se traslucen en docu rmentos det siglo x, cuando el condado pugnaba por desligar- fe de extraas tutelas y su lenguaje tropezaba con la influen- cia de los dialectos vecinos, menos desacostumbrados para idos eultos. En el monasterio de Silos, en plena tierra bur- tgalesa, corrfan entonces glosas en navarroaragonés, propess- do por los monjes riojenos de San Millén de la Cogolla. Los caracteres més distintivos del habla castellana no empiezan f registrarse con alguna normalidad hasta mediados det sk slo x1, al tiempo que Castilla va sobreponiéndose a Ledn y Navarra; aumentan entonces los ejemplos de /f/ sustituide por [h] omitida (Ormaza / Hormaza, hayuela), as{ como los Ge siello > -llo (Celatita, Tormillos, Formasitta); y los de Pe y Hig, que revisten muchas veces Ia grafia arcaica g, £2 2 (Caseagare ‘Caseajar’, Fregas ‘Prechas! < fracta), pene- ‘tran en la Rioja Alta (peggare ‘pechar' < pactare, kallega ‘calleja’) y en el Oriente de Leén (Fonte Tega < Fonte tecta ‘Fontecha’, Gragar ‘Graja’. 6. Sin embargo, aunque las grafias representativas de las soluciones fonéticas castellanas sean ya numerosas en los documentos de los siglos xt y 2x, el latinismo de os escribas ‘procuré evitarlas en la mayoria de los casos. Muchas veces fl barniz latino origina formas antietimolégieas como plosa ‘ai aricao Sobre ef Cantar de Mio Cid. Cridea de entices. Cuestiones Tingtstice, tudes de Philo Romane et o's. Ltée offertes 8 tee, 1989, 29220. inatve 0 caso obicxo como origen de demostrativos od, estchett K. Baldingst Tibingen, 198, 196: G47 _Diatectos peninsulares, Expansién castelona 167 © flausa por /Josa/ < clausa, o pectarte) por /petare/ < pactare. Las latinizaciones, correctas 0 ultracorrectas, amenguaron al generalizarse entre los notarios el uso del romance en el primer cuarto del siglo XII, Pero aun después Ja resistencia culta afects a un fendmeno tan caracteristica- mente castellano como el cambio /8/ > (hl; la causa: esté fen que Ia (h} era un aléfono Hlano del fonema cuya represen tacién gréfica prestigiada por la tradicién era ta f: un his: toriador musulmén, Abu Bakr ben Abd-al Rehmén, refirié dose a un hijo del rey Garcia de Najera (F 1054), dice que nombre de ilfante o pronuncian ihante, camblando Ia Ja’ en ha’ sl hablare™, Y no solo debla de mantenerse Ia f fen la escritura, sino también en Ia diccidn esmerada 0 so lemne: prueba de ello es que prevalecié infante. 15.47, VamTEDADes RECIONALES DEL cASTHLLANO, 1. Dentro det territorio castellano habfa diferencias co- rmarcales. Cantabria, origen de Castilla, fue el primer foco Inradiador del dialecto. AMI debieron de incubarse los cam: bios /f/ > [h] y -iello > illo, que en los siglos xt y xt aparecen con mayor caudal de testimonios en Is Castilla Vieja y Ia Bureba, Pero el habla de esta Castilla céntabra retenia arcaismos que decaian 0 hablan desaparecido en Burgos: restos de diptongo /ei/ (Fobeira, Lopeira): vocal final /o/ (orejudu, mesquiru); vacilaeién entre /rmb/ y /m/ (cambio, palombar, ambos), sobre todo en Alava y Camp5; eon etimolégicas en lure, nome, semnar; ejemplos ais lados de articulo fo (ede fu lombus, «en fo sotor); y pre- Diego Catalin MentadenPidal, La promuneacin Chante), por (items) a a Roja dal ilo X, Romance Poilology, XXL, 168, 40835 188 Historia de ta lengua espariola sa posicién fundida con el articulo la (enna, conna). Todo ello sobrevivia con varia intensidad cuando en Burgos domina an se usaban ya exclusivamente ero, /o/ final, camiar, Palomar, amos, lumbre, nombre, sembrar, articulo el, en fa, con fa 2, La Rioja, antes navarra, se castellanizé a partir del siglo xt. Muy pronto, como acabamos de ver (§ 46,), empez6 ‘a sustituir /f/ por [h] 0 a suprimirla, sin duda bajo la in ‘Muencia, tan inmediate, de Vasconia. El subdialecto riojano, tal coma lo emplea Gonzalo de Berceo, se parece mis al de la Castilla nortefia que al burgalés, pues decia nomne, sem nar, enna, conna. La /i/ Gnal por /e/ era muy corriente (esti, ssi, I pudi, zi, salvesti), como hoy en algunas regiones leonesas. No e alteraba el grupo /mb/ (palambiclla, ambi- dos < invitus, cast. amidos). Y la comparacién usaba plis-al Tad’ de maya, mdi" («pluS” blanese, plus” vermeio»)-——~ Perduraban ademés aragonesismos primitivos, sobre todo en Ia Rioja Baja 3, También el lenguaje de la Extremadura castellana (Sur y Este del Dueto) ofrecta notables particularidades. En 1 Poema del Cid, compuesto o refundido hacia Medinacell, hay rimas como Carridnmuert-traydores-solnoche{uert; en ellas, sin duda posible, el diptongo ué de muert, fuert es un fetoque de los copistas: el original tendria mort, fort, sin “Giptongo, o muort, fuort™, La Influencia aragonesa fue inten- sa en ticrras de Soria: algin documento del siglo xit esté D Veese M. Alvar, Et Becero de Valbenera y ot dictecto riofane det sigto Xi, Arch de Fok. Aragonesa, 1V. 1882, 196484, y El dialeto Hojane, Mésizo, 190 (23 ed, Madrid, 1916)" Suanne’ Dobelmann, ‘Buude sur fe langue des chartes de (a HowteRiofa au XII sce, Bull Hisp, XXXIX, 197, 20621 1 Bnvyista Ge lo dic en le nota 17 de este mismo eaptul, Tas rimas com © uo? podean no ser dalectalismo, sino aralsme Eee (1 Cantar $48 Diatectos peninsulares. Expansién castelana _189 escrito en aragonés; no es de extrafiar que en Mio Cid se fencuentren orientalismos como noves 9 nuoves por ‘nubes’, ‘alegreya ‘alegria, firgades “hirsis', ete.” § 48, Tuansromecton vel MAPA LiNaUlstico DE ESPAth Los dialectos mozérabes desaparecieron conforme Ios reinos cristianos fueron reconquistanda las regiones del Sur. Aquellas hablas decadentes no pudieron competit con las, que Hlevaban los conquistadores, més vivas y evolucionadas. 41. La absorcién se inicié desde Ia toma de Toledo (1085). EI niicleo mozérabe toledano era muy importante; conser. vaba sels patroquias, tenia jueces propios, y, estando ya ‘bajoet dominio” cistiano, sigdiS"émpleando~el arabe pat sus escrituras notariales®; sus costumbres pablicas y jurt dlicas continuaron en uso durante mucho tiempo. El caste: ano se impuso en el reino de Toledo, pero tras lenta ast milacién, En textos romances de los.siglos xIr y xim apare. cen abundantes restos dialectales: un documento alearrefio de 1189 da outorguet, ottaua, pareilo; uno toledano de 1191, Imutleres, fillos™; el Fuero de Madrid, anterior a 1202, ofre. 7 Véase Menéadez Pidal, Cantar de Mio Cld, 1, 1476, y TL, 196, U7, 1198, 187. Para otros vargor del Cantar stributdos ffuncncs: ‘mente a aragoresism, vente el anunciado aifulo en te note fy '"Potitadas por A. Conte Palencia, Lor mostrabes de Toledo os satos XI 9 XI, & val, Madrid, 19261990 En eh frabe de cats Alocumentos se desian’ muchas palabras romances, Estudin at Tose. tic, juntamente con Ta'de otros testimonios transeritos ea hesbe, Aivaro Galmts de Fuentes, Et dialecto mondrabe de Toledo, AvAndatus, XLIL 1977, 1.6 y 20.0, 3 "Mendader Pal, Onlgnes del esp, § 91. véase también’ mi ar Houle Mocirabe 9 cailén o ges em el Auto de Tor Reyes Mago, sau aparecerd ‘ent sfiseitia Aramon 1 Serax POOOCHOCOHOOHHHOHHEHHOROOHHHHHOHOHEEEO POSSHSHSHSHSHOHSSHSHSSSSHSEHOOHSSEHOLESSEOOEE n Historia de ta lengua espafiola sas ce fella "teja’, cutelto ‘cuchill', geitar ‘echar’, etras le pala- cos, xin fo portiellos y otros rasgos no castellanos 8. Todavia en 1495 registra Nebrija en su Vocabulario: «faxa 0 faysa, como en Toledo; faxar o faysar, como alls 2. Acpartir del siglo x1, la Reconquista progresa conside- rablemente. Portugal se extiende hacia el Sur eon la incor. poracién de Lisboa (1147), Beja y Evora (1166). Femando IT y Alfonso IX de Leén querrean por Coria, Caceres y Badajoz, ue pasan a formar la Extremadura leonesa. Alfonso VIII dle Castilla gana definitivamente Cuenca (1177). Ramén Be: “renguer IV expulsa a los moros de la Baja Catalufa, y Alfon- ‘90 TI de Aragon se apodera de Teruel (1170). En el siglo xnt ‘se acentia el empuje cristiano; en manos de San Fernando ‘caen Jaén, Medellin, Cordoba (1236) y Sevilla (1248); Jaime 1 ‘conquista Mallorca (1229) y Valencia (1238), y ayuda a Ak fonso X a someter el reino de Murcia (1266). Los musulma- nes quedaban reducidos al reino granadjno. 3, Los dialectos del Norte invaden la parte meridional de la Peninsula sin resistencia apreciable, ya que la poblacién ‘mozdrabe estaba muy disminulda por las persecuciones de almordvides y almohades. Ssbemos que los mozirabes de Lusitania conservaban // y /n/ intervocdlicas, como indican lot nombres de Mértola, Grandola, Fontanas, Odiana, local dades todas del Sur de Portugal. Sin embargo, se gencralizd la pérdida de ambos sonidos, propia de las gentes de Braga y Porto; ef mismo Lisbona pasé a Lisboa. Los moztrabes de Cérdoba, que empleaban peg ped < ple, note, requere, kerrai, 10s cambiaron por las formas castellanas pee, noche, requizre, querré, ¥ los de Levante y Baleares, que declan fomair(e), Corbeira, maura, palomba, colomba, adoptaron "© esse mi nota prelinlnar al Glosario del Fuero en la eillones $48 Diatectos peninsulares, Expansién castellana 191, las soluciones /e/, /o/, /m/ de los correspondientes catala nes y aragoneses forner(o), Corbera, mora, paloma, coloma Cuando los romances hablados por los reconquistadores di- ferlan entre sf, el resultado dependié de las zonas en que predominaban gentes de una u otra procedencia: asf los dip- Yongos de los mozér. sierra, baScuel subsistieron en les. re- wiones donde se instalaron principalmente aragoneses (Te rucl, Segorbe, interior del reino de Valencia), mientras las {formas con /e/, /o/ prevalecieron en el litoral, ciudad de Va lencia ¢ islas Baleares, asiento preferente de catalanes™ 4. Entre las regiones que vieron nacer los dialectos triun- fantes y aquellas otras donde fueron importados existen dife rencias que todavia hoy se advierten; al Notte del Duero centre el Pirineo y la linen TamariteMonzin hay zonas in termedias donde se mezclan earacteres de un dialecto y otto; al Sur, as fronteras, mAs precisas,colneiden con los antiguos, LUmites de los reinos % ee Ao Gods de Raney marae Lang on Ie tts de Reparnieton de Maeve} Vales Miele Rev de Pst Flop, V, 198036 ore conte Benes Veres BOSan Ea longelon onc mostrabe leon, Rex, Valera de Fionn i, IS Brae reseed a existence iptongnlon te So des oltre eee yee epee a fiche, Manu! Sachs Guane, Innodiesin ste havo beite iene Veto, (Vania OY, Dd outs ones Valnte'tMatoree onerirs ata Reconguleta Vole 8 Meta to hay owestan de ipo en toe enabler at Vocal Eespluo Ramen try esicidon por Dud Gin (ees Scat, sy XX, my muy seein, ne oct de Vales Gin» ‘atencs i aptngsclon ib de ser vane, emo‘ sets Teulon de ln Est mustlmany aso epecinentsinepre Ferenc Smut Gil Gave, Matar iobre ef tdaty on le Bee Cae itn Vi Congreso ttemactona! de Ling Romnia, H,Actoo 2 Memory 85 308 pbs tor qo ayo seas ene Uetn yt matrabe de Lea Tonos 192 Historia de ta lengua espatola sa 5. La desaparicién de las hablas mozdrabes cierra un capitulo de Ia historia lingifstica espafiola, La Peninsula que- {46 repartida en cinco fajas que se extendian de Norte a Sur, La central, de dislecto castellano, se ensanchaba por Toledo, Plasencia, Cuenca, Andalucia y Murcia, rompiendo el primi: tivo nezo que unia antes los romances del Oeste con los del Oriente hispAnico. La cufa castellana —segin la certera cexpresién de Menéndez Pidal— quebré la originaria continu! dad geogréfica de las lenguas peninsulares. Pero después el castellano redujo las 6reas de los dialectos leonds y aragonés, atrajo a su cultivo a gallegos, catalanes y valencianos, y de este modo se hizo instrumento de comunicaclén y cultura vélido para todos los espafoles. POSCOHSOCOHOOOEHOOHHHOOOHOCOOOOOSOCOOE PEOSHOSSHSHHSSHSHSHHSHSHOSHSOHHOHCOSOSESES VII. EL ESPAROL ARCAICO. JUGLARIA Y CLERECIA. ‘COMIENZOS DE LA PROSA 49. La ite woztease Los primeros textos conservados en que se emplea el romance espafiol con propésito liteario proceden del Anda- Jus. La convivencia de hispanogodos, moros y judfos en a Espafta musulmana dio lugar al nacimlento de un género de ccancién rica, Ia muwatfaha o moaxaja que, con el texto principal en arabe 0 en hebreo, Insertaba palabras y hasta versos enteros en romance, sobre todo al final de la composicién (xara o jarcha). Segin los preceptistas frabes, la mixtura de extranjerismos constitula uno de los atractivos de esta clase de poemas. Aunque Ja invencion de la moaxaja parece remontarse al siglo x (véase § 32), las jarchas total o parcialmente romances publicadas hasta ahora (unas sesenta) pertenecen a moaxajas que datan de época posterior: la mas antigua parece haber sido compuesta antes de 1042; Ia mayorla, a fines del siglo xt y durante el x1; ‘wes, en tiempos de Alfonso X y una en el siglo xv. Rstas rms tardias deben de ser supervivencias artificlosamente ar calzantes. Velnte son hebreas, y entre sus autores figuran poetas tan eélebres como Moié ben Ezra (h. 1060. 1140), ‘Yehud Halev! (nacido h. 1073) y Abraham ben Ezra (h, 1092: git |e sa 3 | egy%onre LA EXPANSION CASTELLANA — Limite de tos extadorsrstanas hacia 950 inte mee see Lint et scene hai FEE rei ae evi Regones ‘Aten Actuals el Ionésy aragonés . FEE Reaiones tating stellanieada desde el siglo atv SSCOHSSHSHSSSSSHESSSHSHHSSCEOHHOHSOOEOEES SOCHHHSSHSHSHHSSSHHSHSHSSTHSHHOHHHOSCLEESE 194 30 11672), De texto arabe hay unas cuarenta y se anuncia la publicacién de ms. En todas ellas los fragmentos o palabras sueltas romances presentan graves difcultades de lectura interpretacién, EL interés mayor de las moaxajas consiste en que sus autores recogieron en las jarchas cancioncillas romances preexistentes. Asi nos ponen en contacto con la més vieja Iirica tradicional de 1s Peninsula y de la Romania: estribi Nos de dos a cuatro versos donde las enamoradas cantan sus goces 0 ciultas, preludlando Jo que hablan de ser las ceantigas de amigo gallego-portuguesas y los villancicos cas- tellanos. Su encanto de flor nueva se realza con Ia extrafieza ‘que le dan abundantes arabismos (como el muy repetido fhabibi ‘amigo mio’, el dialecto mozérabe (filyotu ‘hijuelo’ alyenu, yermanelas, corachén, welyos w olyos ‘ojos’)y arcats- mos desconocides 0 infrecuentes en Ia literatura posterior (midi 0 mib ‘mat’; futuros farayo, morrayo con la -0 de ha beo conservada, verbo garir ‘decir’ < garrire; yana ‘puerta’ < janua, etc.) Veante J. M. ails, Sobre fos mds antiques versos en lengua cestellana, Sefarad, VI, 1945 32371, SM. Sern, Les vers ina en Sneenal dan fcr manvattohas hispanohébregues, AvAOdals, XI {ate 29.30% Un muottaha arabe avec terminaizon espagnol, Thidem, XIV, 198, 21621, y Les chansons moearebes, Palermo, U3, Francisco ‘Caniera, Veraossrpaiole on las munablahas Mspanorebrens, Stara, Tx Ind, 1:28, y Ca concn mocdrabe, Santander, ST, Démaso Mongo, Canis’ de amigo mocdrabes, Revista de Fogle Espatole, XXIV, 199, 219 sige; E. Garla Gomer, Nuevas obsermtones sobre inp sjatate romances an imnvatiohat habreer, AVADdalss, XV. 191 seat Vernienatre forfar romances, Ibid, XVI, 1952, S7I2F Las Jarches romances de le serie drabe én au marco, Madea, 168 (ot (lente ediclon de ist correspondientes movialot dabes tt radvccon cepatols ajustade al metro orginal), 9 Métrice de Inoue » mation espana, AbAndal, XXKIX, 1974, 126, R. Me Inondet Plda, Origener el zpanot, 3» ed, 190, Contos romdnicos Cease, Bo. dela R. Aca Exp, XXXL, 191, 12, y La primitiva 550 Espatol arcaico. El verso, La prosa 5 § 50, AranictON oe LAs LiTERATURAS ROMANCES DE 1A Es- Pasa exisrian, En los Estados cristianos existfs, sin duda, poesia vulgar desde} la formacién misma de las lenguas romances. En los siglos x y x1 los condes eastellanos y los Tnfantes de Fara debian de ser ya objeto de poemas heroices, Hubo también, sin duda, canciones lirieas tradiclonales, No poseemos, sin fembargo, ningin texto literario de entonces, Hasta el sh alo x11 el romance s6lo reeibié de los letrados Ja denomina- ign despectiva de chabla nistica» o Ia ms exacta y duradera de lengua vulgare, Pero hacia 1150 ln Chronica Adefonsi Imperatoris lo califice ya de «nostra linguar, al tiempo que el Poema latino de Almeria pondera el acento viril del hablar castellano comparéndolo al son de atabales: «illorum lingua resonat quasi tympanotribas?. Este mayor aprecio coincide lirica europea. Estado actus dat problema, Rev. de Fill, Esp. XLIM, Wen, 233K Marge Pronk Aleorre, Jarjar mocaraber 9 eirblls Iraneses, Neve Rev, de Fld. Hsp, VE, 182, 281084, y Las ferchat Imosérabes y los comientes de le lirica romdnien, México, 175, Ror “olf A Botello, arya endelures,Condernoe dal Sus, Baila Blanc, [UH Kaus Heger, De bisher verbfentiohen Marfat und the: Doe: fungen, Beefte tor Zeisch. &. rom. Phill, 10 TWbingen, 1960, Mo ael Rostio Fernander Ania, Amanecer lio en Eepana, Motte video, 1965; Gerold ily, La poesia mocarae, Travaut de Ling et de ntratare, Strasbourg, VII1, 197, 88100, sZalosse, by Toerorome ischan Sprache wnd Geschichte. Bstachatt Harr Melern, Minch, , NISL y Celosoragul, AvAndakis, XXXVI, 1 merits, Xl, 19? M930; I. M. Salt Sal, Corpus de poste mocdrabe, Barcelona, 193: junnosuid Moshi, Jarche como lirce Ineprada en ‘mowsala, Hspanes, Soe. Taponera de Fil, Hip, n> 18, 190, O88 9 Mid Un estusio lngtstice sobre lar litsar primitives espafolas, Rev. de ls Univ. de Sangyo de Kioto, n* 3, 174, HOT (anor ar Helos en japond That en fa ed, Ge luan Git (Carmen de expurnatione Almarae 196 Historia de la lengua espaiiola 550 Este mayor aprecio coincide con menciones de fiestas corte- sanas en que intervenfan Juglares, y con Ta fecha de los textos literarios ms antiguos que se nos han transmitide EI primero de ellos es el venerable Cantar de Mio Ci ‘obra macstra de nuestra poesia épica, refundide hacia 1140 fen tierras de Medinacell, transcrito —-probablemente de la tradicién oral de los juglares— a fines del siglo xm 0 co- rmienzos del xi11, y conservado solo en una copia del xv? Esta en castellano con algunas particularidades locales. Cas- till, que desde et siglo x venia cantando las hazafias de sus caudillos, imponfa su dlalecto como lengua de la poesta plea; también To usaban otras manifestaciones poéticas, como el fragmento tentral del'Auto de los Reyes Magas (fines del siglo x11) y narraciones de tipo religioso. La poesta lirica florecié prineipalmente en las.cortes de Galicia y Portugal; favorecida-por e'sentimentaismo'y suave rmelancolia del alma gallega. Trovadores y juglares de otras partes de Espafia empleaban el gallego como lengua de la poesia-Irica, Alfonso.X lo usa en sus Cantigas de slabanza 4 la Virgen, y los cancioneros gallego-portugueses de los si- flos x1st y xiv contienen obras de leoneses y castellanos, Lo ts valioso y original de la poes{a medieval gallega son las Namadas canciones de amigo en que las ondas del mar de Vigo, las fuentes o las brumosas arboledas del Noroeste escuchan confidencias de las doncellas enamoradas, ‘También en Catalula hubo desde muy pronto poesla Iicict de carfcter Sulico: pero los trovadores catalanes no Grits, Hable, V, 114, 55, v. HO), que reetifica la lecture tradiional Suatitynpanc tuber, Chroniea Adefonsl Imperetrs, od. 1. Stnchee Delda, Madr, 1950, § 34 cquotide excbant de casts magnae turbae nim, good postes Ingua dr algarass § HE: sor Cissines turres, quae Iiagua nostra deuntur aleazarese: Silos sinsdi, quar Lingua nostra dicunt celatas» 1 Para el eardeter oral dal Cantar, vase § 0. sl Espanol arcaico. El verso. La prosa 197 emplearon al principio su propia lengua, sino la provenzal El texto catalén mas antiguo son unos sermones sin finalidad: literatia, las Homilias de Orgafd (fines del siglo xr). La Crénica de Jaime 1 inaugura In verdadera literatura catalana, Y muy pronto vienen @ engrandecerla la obra gigantesca de undo Lulio (1233-1318) y una brillante pléyade de his toriadores y didéeticos. § 51. TerLUBNIA exrRANER, 1. Los siglos x1 al xi marcan el apogeo de la inmigra: cidn ultrapirenaica en Espafa, favorecida por enlaces ma- trimoniales entre reyes espafioles y princesas de Francia y Occitania. Todas las capas de Ia sociedad, nobles, guecreros, cclesiésticos.y menestrales, experimentaron Ia influencia de Ios visitantes:y:colonos-extranjeros:-En Navarra y Jaca, las {dos principales entradas de la inmigracién, hay muchas es cerituras y algunos fueros en gascén o provenzal’, En otras regiones se encuentran documentos aislados como et Fuero de Avilés (hacia 1155), 0 el de Valfermoso de Its Monjas (1189), escritos en un lenguaje extraflo que mezcla dialecta lismos asturianos 0 alearrefios con rasgos occitanos; también hay pasajes hfridos en el de Villavarux de Rioseco (Vella- + 3. Lacara, Fuero de Estella, Anario de Hist. dl Det. Bp. 1, hr, iobst, y Ordenaeas municiptes de Estee Wolds V, 18 484465; "a vis, Onomistes, Repolasan, Wotan’ (Eo «Estab iments de Toca det silo XII), «Atere Meme St VIL Cangt tter te Selene Onomtche, irenrsin, 8,250; Puare de Tac ft, de Meurielo Molho, Zaranoen, 164” Gonder Ole, La Tongue fectitana er Navara, Rev. de Dil. y Trad. Pop. XXV, 189, 203608 5. Garcia Legarrein, Documentos navarros_en iengua cectana Cork rere seri), Anuar de Derecho Fora, W617, 9573 femme 5ot‘eertras de 12 a 125, ln ited aproximadatente del Toa ue een hasta foes de silo wv); T. Butta, Aspectos de ce media, @eeccocvccvecccccce PeCCCOCOCH COO OCEOSOHOO ” 198, gst oli), Los redactores o copistas de estos textos eran sin duda tultramontanos que intentaban acomodarse al romance de fu nueva residencia, sin lograrlo ain completamente’, Tam- bign el Auto de los Reyes Magos, compuesto en Ia misma época, muestra en sus rimas ser obra de un gascén que pre- tendia escribir en el castellanomozérabe de Toledo 2. El desarrollo de las literaturas peninsulares se vio estimulado por el ejemplo de poetas franceses y provenzales {que acompaiaban a los seflores extranjeros en sus peregrt nnaciones a Compostela o frecuentaban las cortes espafilas. Los reyes Alfonso VII y Alfonso VIII de Castilla, ast como Historia de la lengua espariola “el aragoiés Alfonso I, ls dispensaron honrosay espléndién ‘scogida:-Una estrofa del descort plurilinglie que compuso Raimbadt de Vaqueiras esté escrita en un dialecto hispénico més bien leonés o aragonés que gallego—, y la iniea mues- fra que conocemos de la Utica castellana del siglo xt ha sido transmitida por ef trovador Ramén Vidal de Besali El papél de los juglares espafioles en su comunicacion con los frariceses no fue meramente pasivo; si muchos asuntos carolingios pasaron a la epopeya castellana, la leyenda del ey Rodrigo inspird la gesta francesa de Anseis de Cartage; 7 Trato de todo elo em Asturlano y provera en el Fuero de Avis, ‘cn Suimapiconsio, TI, 148; Loe sfrancose om la Atariae medieval ‘irinflcncia linglsten,«Symposiem sobre cltur asurana dela Alt Edad Median, Oviedo, i967, 31383; Los provencaismos del Fuero de Vaitermoso de las Monjer (1), PWiologial Ounrery, Li. 172, 5+ Sry Rasaosfrenceres y occtanor en ef leuaje del Fuero de Vilevarat {Ue Riosec lt), shang Paul Ibs, Seavaux de Ling et de Liter. Xi, Stesbourn, 5852. ' Remito a Sobre el Auto de for RM: out rimas andmatos y et posite ovigen de au autor, «Homenaje a fete Krigers, Mendoza, TL {ooh S915 (inciido en Be la Eded Medla a nuestros das, Madrid B61, S741), j Movie y cutalén o gasedn (que oe publicrs en Ia [Mbecibla’Aramon {Serra}, respuesta al aticulo de J. M. Sold [Sue Et cAuo de fos Re Mw impacto gascin 0 mouiabe?, Romance Pol, XIX, 178, 2027 st Espatol arcaico. El verso. La prosa 199 y el poems de Mainete 0 mocedades de Carlomagno nacié €n Toledo, al calor de la leyenda que celebraba los amores de Alfonso VI con la mora Zaida, 3: De esta época data In introduecién de mumerosos gai cismos y occitanismos: unos que siguen hoy en uso, como ligero, rosefor (después ruiseior), doncel y doncelle, linge, reste, péaje, hostal, bael, salvaje, tacha y muchos ma’; ‘otros que, corrientes entonces, han desaparecido, como sen ‘sentido’, fotlia locura’, sage ‘sabio, prudente’, paraje ‘noble- 2, calonge ‘can6nigo', sojornar ‘detenerse © permanccer ea, tun lugar’, trobar ‘encontrar’, de volonter ‘por gusto’, etc.” De vital interés es el caso de expaitol (< hispanis. Jus), gentilicio que como nombre propio consta en el Me iodia de Francia desde fines del siglo x1, unos decenios mas tarde en Aragén, Soria y Navarra, y de 1192 a 1212 en Catalu- fa, Toledo, Burgos y Rioja, casi siempre entre inmigrantes sfrancos», En sit origen hubo de designar a os hispano-godos ue, ante la invasién drabe, so habian refugiado en el siglo vit al Norte det Pirineo, asi como a eus descendientes. Tanto ea Occitania como en la Castilla del xn contiende con esparién, que puede venir de *hispanione o —més probablemen. {te ser acomodacién de espaol al sufjo -on de bretén, bor ‘06m, gascdn, etc. Como adjetivo o sustantive comin lo usan luovadores occitanos hacia 12007, y después Berceo, el Ale- andre y otros textos del sigo x11, Su adopelin era necesarla ‘como consecuencia de los avances de la Reconquista Espata 7 Wace 3B. de Forest, Old French borrowed Words tn the Old Spanish of the tolieh and tirtonh Century The Re Ree Wi oe de A. Castro, Rev. de Filol, Esp, VI, 1919, 329.331); iter, Once, Ung. Th, 18 ts Colin, Occitanismes, Tbid.. 183.192. eae Te ‘En Caleta punie comierarte adjtvo en slohanis Ex paint (ip, Robe, 2 Exponte 6, Ugly wae @ tet Ei ‘aeatrn ed en Ia ttasigulente 200 Historia de ta tengua espafola $51 Ihabla dejado de emplearse como sinénimo del Andalus y s¢ splicaba ala totalidad de los estados cristianos peninsulares; este coneepto unitario requeria Ia existencia del gentilcio correspondiente, y espafiol vino a lenar este vacio', ‘4. El prestigio de los sfrancos» en el ambiente sefioril 1 eclesidstico hizo que los extranjerismos con final consondn- tico duro lo conservasen frecuentemente en espafiol arcaico (ardiment ‘atcevimiento’, arfot‘vagabundo, plearo’, duc, franc, toast ‘en segulds’). Adems, incrementé en voces espatiolas Ia apécope de /-e/ final tras consonantes y grupos donde apenas 7 Bupatol no puede ser palabra de origen castellano por Is falta ds diptongaclon de fa veal ténien 7 ln apécope de fa inl; en eas. ‘sinen silo “espwelo entra ee en oocitano abundan gentiicis Como bowssoroue gerdiou, mast, pradethl, riot, No es probable epee en orm isiads. de ezpaRdn, pues tat dsimlacon Savas produce en catdn, organ, rion, quiidn, pen, pin, ete Veanse’P Aesiochoe Estudios de iopontiay tetenrefiaroménics Desens, 198 Ini BM, Coll 1 Alston, Sobre el mot cerpanyl EXiudte Romanics, XII1 16348, 741; Amévio Cost «Espato, 2a. [ibe exranferasresones 7 mativos, Madrid, Cusdernos Taurus, © {9t0 (revdtade con ermlendee 9 adictones, con un arte prelanina® tio Goure el temas en, Sobre el nombre 7 el quitn de ts spat. Tre Mtasid, 197)" José Antonio Marstall, Notes sobre el orien de reeset gtudia Hispanics ia honorem R. Le, ily 174, 30334 y Mz Rone, »Eopotots,Precisioneslanguedoianasy aragoneas, «Ho- aan AY Garcla de Diogo 1, Madea, 19%, 2393, Alvar demuestra mennle 2 go tus oes sgsicador, Espa design ademds, on oh SU vo ein ragones, lar eras lana’ eh oposilon cary zusene ave eopael podo set tambidn en wn principio gent Iida adeno tal acencién, Angel Paiente (Mads sobre ef éinzo Nespahols Rov de Bol. Erp, LIK, 1971, 152) reehaua ext tina, ipsess’ dau Is mayer antigiedad de ejemplos en et Mediodia fram. Ty ele por Tor fuera de Ia etimologla "his panionc, slo fener en events que Tos eats Itallanos romagnote, cempagnulo, [Sacgmolo, Bostola, querdiclo. brlaneolo, te, postulan dessin rene auto cote como panto de partida (G. Robits, Hixoische Gronmeite der tallenichen Sprache, HI, Bern, 194, 28, § 106). V Ghabign F Marcos Maria, Curso de Gremitice Espaol, Madi, 10, 2 st Espanol arcaico, El verso. La prosa 201 se pera antes (wéanse $11 y 42) y donde mis wide ha sustora ser de rep la vocal (noc “noche, die‘ ee ‘este’ mon, prt, allen, hues aust), a sel sopor Siwy de foi snttn, ue tena sfcapr ae bres encticos me, te sete (vease § 34) o edie todo a tod, tot, también encontré 4 fod 8d, atin ean age en Jenga del En lot primeros decenios del sglo xm, formas como fuen, prt, nom no me ot dominaban de‘ modo en league escrits, que a-juzgar por el testionio Ge on Goce menios notaries y de in Iertura Pareeeriy que a tienda estaba decide, Pero in incorporecn’ Ge fot inet trantes extranjeroo a in sociolad eepafola te: concuna las dos o tres generaciones, salvo casos excepcionales eae cde Near sta scomncin to por tena on ‘reciente ‘abanidono™ de” sué tefidencias lingiifsticas origina- as. Por otra parte, a excesiva inflencn soe de lo oie cote despert una reeciin nacional que seh vere create intended. Bn i dpc, in personae tarps {a tmmtorado po oe expt en Bera de Carpi, supuesto vendor de los frances en Ronen rane a nado de erando Ill dmieaye pandemonts él numero de obisps ullramontanos en Cana Lede ode i concn re a qle ene 125 y 252 se, crecimiento de la apécope *, , aS ie eset a Sic ceten eat a Ee ae i Spy" a hoy Speiche ud Geehche. Fescc Hart Noe, Meee et Lngivic’teroromdnie Cree teiespetta, Metia aoegh net ca reirorpective, Madd, tne ih cu eset — 14 oe 202 Historia de ta lengua espaiota 52 $52. Duaunerattswo, Bn tos textos areacos destaca Ia vitldad de las hablas tocales, incluso en territorios de un mismo dialecter dentro de Casilla, el Cantar de Mio Cid presenta ceracteres expe, cinles de la Extremadura sriana (dase § 4, e Auto de los Reyes Magosofrece el dipongo uo (mat transert, unas veces, puso, otras morta) y clamar en vex de lamar, probe blemente por refljo del habla toledana; cn a. Dispute del ina y el ewerpo, comics en la parte teptentional te Burgos, hay uenme por ‘hombre’ time fuera / plore que oiliga a suponer fora'© fuora/ plora en el erga, phat res por res < re ges, 9 as partcaardades exrafan, én los poeros de Bereco son muy abundantes los janis mos. NO se habia ego la unifleacion del caselana lite Sin embargo, el castellano se iba generaizando como lengua pottca det Centro a costa del leonés y aragonés, En la,Ravdn de amor, deicado poema jularesco de hacia 1208, <1 conjunto dl lengua os aragonés*, pero con castelln ‘mos como ojos, rej, bermefa, mucho, Em la Vide de Sona Marla Egipcace el Libre des tres Reys @Orien (0 Libro de Ja Infancia y Muerte de Jess) yen el Libro de Apelonto bay abundant” gratis y tasgos fondcoe aragoneses Coenen denny, peyor, eye, aguetea por aquessa, eperelaga, ak, juntivo sia, etc) atribubles al copista, pero fos textos ork hales parecen haber sid castllanos™ Mis dif es el case 75 Van ale, lear, or, ill, los, fea, dry, mat: om ei tei tn ltt ‘i, Saat pro ee. incete (3 ste eh eer toe vigerey at "Para ta Vide de Sonta Marla Eyipcaca véanse las ee. yextudos fe Maria’. de’ Andrés Castellanos (agri, 196), Manuel Alver (I, 52 Espatol arcaico. El verso. La prosa 203 del Libro de Alexandre, atribuido a Juan Lorenzo de Astorga en el cédice mas antiguo, fuertemente leonés, y a Berecs ta lun manuscrito del siglo xv leno de aragonesismos; ‘pero en Jos dos testos dominan formas castellanas como semejar, fio, Yecho, trecho en lugar o al lado de semettan, filo, felt treito: por ello, frente a la tesls defensora de Ia procedenela lonesa', se ha pensado también que los dialectalismos pue- den ser de copie y castellano el original, De todos mado cl hecho de que sutores y copistas no generalizasen sos co Ponténeos usos dialectales muestra eémo In recitaclin do Poemas épioos, ya secular entonces, habia afirmado el pre, Madsi, 1970) y Michie Schiavone de Cruz Sten, The. , Barcelona 197; para el Libro de ta fae ios de Alvar (Mads, 165) para el Anolon or dee aheiee {illot Monographs 2 vos. Baltimore Pars 17 ¥ 92) hie eee Mari, 10); Marden (H,1929)y var (L. eta dof. $f dy Og Us de Sta M. Ee, 65 35 y site: Apotonio, S987 oe) ae, en sentado et casiellmismo enginario de los toe Secs Bela de E Gessner Das Murua Eno Aureos reheat Se May Drow A Neon Bt od tae Stein Pal. LEV, Ba 7 PLA ceva, as a ak iin Sti qe aaa te pb Cee 127), Ven ‘ln embarg, ete de Me Terese Sen as ta precedne, Suen indo Some andeime Sn te Sas, Voctbularis dt Lire de tsar, Nast Sie hae ae Milo en seen de Mates 204 Historia de ta lengua espafiola 53 553 Espafol arcaico. El verso, La prosa 205 dominio del castellano sobre sus vecinos laterales, que desde fl primer momento evitan manifestarse plenamente en Ia literatura. Para encontrar escritos plenamente dialectales que no sean de cardcter notarial 0 Juridico hay que scudir a textos histéricos como el Liber Regum, navarro, a los Anales Toledancs, oa los Diet mandamientos, manual aragonés para Ja contestén. 453. PRONUNCIACION anerEGUAY. El espafiol distinguié hasta el siglo xvt fonemas que des- pués se han confundido, y en algunos casos han sido susti- ‘ides por otros nuevos. 1. Lax de ximio, bazo, exido, axuar se pronunciaba como fen el asturiano Xuan, el gallego peize o los catalanes marci, ixic; representaba, pues, el fonema prepalatal fricativo sordo =/8/-como-en-italiano-Ia se-de-pesce 0. como en-inglés:1a-sh—— ‘de ship. Con g 0 jy también con i (gentl, mugier, jamds, ‘consejo 0 conseio, oreja u oreia) se transcribia el fonema prepalatal sonore rehilado, de articulacién originariamente africada [2], como la det italiano en peggio, ragione o la del inglés en gentle, jury; pero muy pronto, sobre todo entre vocales, se hizo fricativo, [2], articuléndose entonces como hoy en el port. janela,cataldn ajudar, sin la labializacién del afr. famais, gent TH Veanse Rufino Joes Cuervo, Disgusiciones sobre fe anuique certogata y promunciacion eastelena, Remue Mispanique I, 1893, 9 thea como ou nota Ute Gromer de Delo: DM Ford The Old Spanish Sihians, Staies and Notes In Philoogy, IT, 190, E Gavel, Berl ur Pévoatton dela prononclaton du castin depuis te Ive idle, Pats, 190, Re Menéaer Pigs Momual de Gremice Iistéricaespahola edn, 194, £38 bis, y Amado Alonso, Examen tetas noticias de Nebija sobre antigua promuncioién espafels, Nueva Rev de Pio, Hlsp, Tl, 109, 142, 9 De le promunciacion medieval a Te moderna en expat I, 1985 (2 ef. 1967) 1, 1968 {el vl. TH no sh en aparece. 2. Cone ante «, #0 con ¢ ante cualquier vocal se repre. sentaba un fonema /8/ dental afrieado sordo, especie de 5], como el italiano de forze, senza, pazzo; asf cerca 0 gerca, draco sonaban /terks/, fbrato/, esto es, ['gerka), [bra'go] En cambio la z del espaol antiguo transcribia el fonema dental africado sonoro /2/, articulsdo [4s] como el italiano de azeurro, mezzo (esp. ant. fazer = /fater/ = {fatyer): razimo = ffatimo/ = (Fa%slmo}). En posielén implosiva #81 y /2] se neutralizaban en un. sonido de articulacién sloxar, seguramente fricativo, que en Castilla se escribi 3. La 5 en principio de palabra 0 tras consonante en Posicién interior (sefor, pensar) y las. entre vocales (pasar, esse, amasse) representaban el fonema spicoalveoler fries. tivo sordo /4/, mientras que las simple intervoedlica (rosa, -prisién) era signo del-correspondiente fonema spicealveolar fricativo sonore /i/, como en los eatalanes rosa, presé. De este modo condesa (del verbo condesar ‘guardar, ahocrar’ < condensare), espeso (‘gastado’ < expensus) y 050 (de osar < *ausare) se distingutan fonoligica y grifica. ‘mente de condessa (< comitissa), espesso (< spis- sus) y oss0 (< ursus). En posicién implosiva (espa, ‘asno) Ia sordez 0 sonoridad de In /s/ no constitulan rasgo distintivo y dependian del cardcter que tuviera la consonante siguiente, como hoy ((aépa), [aéno)) 4, El fonema labial sonoro que se. transcribla con b no era el mismo que se representaba con uo ¥; el primero cera bilabial y oclusivo, con cierre completo de lot labios (o/h: eabega, embiar, lobo, huebos ‘necesidad’ (< 5 pus), ‘oto. Et segundo era fricativo y de articulacién bilabial [8] © Iabiodental (v] segsin las regiones: cauallo 0 cavallo, auer © aver, hueuos 0 huevos, voto se pronunciaban con bilabial (8) en Castilla y demés regiones del Norte, por lo qh 0000000000 0000eeeeeeseeeeenneeeeeee 06 Historia de la lengua espafola $33 confundlia frecuentemente con /b/, cuya oclusién sé allojaba fa menudo", En Je mitad meridional de Espafa Ia articula: ciéa dominaite parece haber sido, en un principio, labio- dental; a consecuencia de ello, Ia distincién entre los fone- ‘mas /b/ y /¥/ se mantuvo, al menos parcialmente, hasta el siglo wv. 'S. La [h] aspirada, ya, procediese de /t}/ latina, ya de aspiradas érabes o germnicas, no constitufa fonema distinto e Ia /f/, sino un aldfono de ella (véase § 46); por eso alter: nnaban sin dafio para el significado fijo e hi, alfor y alhot, f incluso, con pérdida de Ia aspiraciin, fonta, honta y onta, Yardido, hatdido y ardido, aunque la norma tradicional favo- ‘Feclese la presencia de f, al menos en la escritura, hasta ef “Siglo xv inclusive. 6, En resumen: el sistema consonéntico medieval posela ‘cuatro fonemas (/8/, /&/ > /4/, /8/ y /2/) desconocidos en el moderno; otros cuatro sonidos ({8} sorda y [2] sonora, {(b] oclusiva y [b] frlcativa) existen hoy, pero los compo. Shentes de cada pareja han perdido su individualidad fone- indtica, convirtiéndose en meras variantes 0 al6fonos de los “respectivos fonemas /8/ y /b/. Ha desaparecido la /x/ y la Uh] aspirada se ha relegado'al uso dialectal. En el espatil de la Edad Media, aunque la evolucién fonética habia hecho que diversos sonidos y grupos latinos coincidieran en un ‘mismo resultado, la oposiciOn entre lexos y eeja, crecer y dezir, rosa y espesso, saber y aver, respondia a ln diferen- cia etimologica entre laxus y cilia, erescere y di Wa Tos manuscritos de Berceo eparecen sauidor, sue, bale eda (Magros, ett. 4, 304, 310) Ea esceturas de Care, Alva, Burgos y Valladolid Agutan eotre 18 y 16 bieren vari, Bora, lubrad, lbrar,abedes, bisa, Selbador (Meadndes Pal, Does. Lit ‘itieos, 3, 1, 20 y 288). Como fensmene. generals 1020 el Norte de In Pennsula,véae Damaso Alonso, Lt fragmentacion font povins, sEnciel, Ling. Hiss, 1, Supl, 1982 18620, Cl nuestro 8 4, ‘otas 7,28 834 Espaiot alco. El verso. La prosa 207 cere, rosa y spissu, sapere y habere. Desde el siglo xt, mas desligado de la étimologfa, el espatfol articula Igual Ia de lejas y la de ceja, In ¢ de crecer y de deci, la 5 de rosa y de espeso, la b de saber y la de haber ola de Tovar ¥#, La herencia latina era més fuerte en la fonologia medieval que en la nuestra, § 54. Ixseounmip roxérica 1. Et espafiol de los siglos 2 y x1 carece de la estabi Jidad que resulta de un largo uso como lengua escrita, Las tendencias espontineas de 1a comunicacién oral, desarrollén: dose sin trabas, se entrecruzan y contienden. A las variedader sgeogréficas se afiaden las vacilaciones que, dentro de cada dialecto, hay entre diversos usos fonéticos, morfoldgicos y sintdeticos 2, Aunque Berceo emples todavia vendegar (< vin. Atcare) por venger, y hay algunos ejemplos similares mds tardios#, es raro encontrar ya eatos de vocal proténica © posténica conservada, fuera de los que han durado hasta hoy; pero estaba atin reciente el recuerdo de la vocal perdida, lo que impedia el ajuste de las consonantes. Se decia limde © limbde, comde, semdero, semnadura, verted, setmana, jud- ‘gar 0 jutgar, plazdo, al lado de tinde, conde, sendero, sem bpradura, verdad, semana, juzgar, plazo, Se admitfan, pues, “La ortografia siguié dstinguiend saber y (hlever 0 (Hauer, reer y dezir hasta 1, 7050 expe hasta Ti, fves Y ech hast GIs, aunque Ia ToualsciénTondtien dense de cada pareja ders lapat 2 frecaenisina eaconrtian, BF Para el castellano del siglo nity primera mtd del st es ia prescindble acuir a estudio de Menénder Pid, Cavar de Mo id, Texto, Cramatea 9 Vocabulario, Modi. 161949, Aallones Tnstras en a Segunda edict, tomo I, 194, "WAparecen crease "Bettas, 25; evrigo, otorgamos, 125; erparer ‘compar 83 (Mende Pc gata, 6 208, Historia de ta tengua espafola ss $54 sxpetol eronicn Et vero. La prcka amp ‘como finales de silaba sonidos que més tarde no han podido serlo, salvo en cultismos: las dentales de setmama, judgar, la m de comde, o las labiales de riepto, cobdo, 3. Igual ocurrfa en final de palabra. Por una parte, el Jenguaje del siglo xrt ofrece, aunque muy en decadencia, man- tenimiento de la /e/ Tatina en casos donde més tarde habia de ser forzosa la pérdida, esto es, tras /r/, /8/, MM, /n/, [2 y /4J (pendrare, Madride). Pero al misma tiempo la calda de 1a vocal final se propagé con extraordinaeia virulencia después de otras consonantes y grupos (véase § S10). Podian asf coincidir en un mismo texto el eriterio mis conservador y el més neolégico: el Auto de los Reyes Magos usa pace y diene ‘bien’ (< bene) junto a ackest, Desde principios del siglo x11 son rarfsimos los ejemplos de /-e/ final conser- vada tras alveotares, /2/ 0 /d/, y formas como verament, omnipotent, fuer, fizist,quedan.entonces.menos.en.desacuer: do con Ja evolucién natural de Ia lengua”. 4. La relajacién de la sflaba final no se limita a ta vocal, pues solla ensordecer Ia consonante que la precedia 0 cam Diar su articulacién. La /v/ final se hacia /{/: ube > nuf, neve > nuef, nave > naf, ove > of hubs’. La /2/ pasaba a /8/: homenaje > omenas. La /g/ aparece transformada fen /k/: Rodrigo > Rodric, Diago > Diac. Y 'n /a/ tomaba ‘un sonido astbllado que ora se escribia con d (poridad, verdad, sabed), ora con t (poridat, verdat, sabet) y a veces con th (abbath, Vith ‘vid 0 con 2 (liz por ‘lid’ en Berceo): probablemente cra el de la (@] que el castellano vulgar de hoy pronuncia en salu, Madriz, aemitir®, Menos consisten- {que esta dental final romance mostyaba la /+/fnal latina, aunque durante el siglo xa abunda todavia, escrita como ¢ Para este apartado y el sguiente, vénse les esti que a citan on Ta nota 9 (831). ‘8 Menénder Pda, Contar'de Mio Cid, 1, 252, ‘como d, en la tercera persona del verbo (serat,f4gat, venter, serviot, éxid, vénid, diod, vernad, tornarad, pidiodle, tevan. fodse, junto a seta, quiso, iudgo, etc) 3. El timbre de las vocales tonas estaba sujeto a todas Jas vacilaciones producidas por la accion de otros sonidos. La pronunciacién fluctuaba entre mejor y mijor, menguar Y¥ minguar, Sebastidn y Sabastidn, soltura y sultura, forgudo Y furgudo, trobade y trubado, cobdicia y cubdicia, voluntad Y ¥eluntad, dizir y decir, ete. Otro tanto ocurria en las con: Ssonantes: gervigio, lle, Uavlo 0 lato se daban junto a ser- vio, tle y Mano, 6. Las alteraciones fonéticas propias de Ia espontaneidad ‘oral rebasaban los limites de los vocablos y alcanzaben a la frase. Los pronombres encliticos me, fe se, le y lo masculino (no ef neutro) se apocopaban apoyados en participios, ge- -rundios,.pronombres.-y. sustantivos (evenidom es deligion, sestot lidiarés, ealabsindos ivans, «una feridal davas, stan. tol queriés), aparte de los casos més generales diot, guern, nmol, ques, donde la apécope tenfa notable repularidad. Los sonidos de distintas voces en contacto dentro de un mismo grupo ténico se fundian © entremezclaban en conglomers. os: ademas de gelo (< 1111 T1lum) y de vedallo 've- darlo’, aoralo ‘adorarlo', adobosse ‘adobarse’, dalde ‘dadie’ que han tenido targa duracién, habla deformaciones for. tuitas como nimbla’‘ni me la’, tSveldo ‘tivetel’, yollo “yo te lo’, volo digo ‘vos lo digo’, so ‘si yo', sin ‘sl me’, flsted “fulstete, dandos ‘dadnos’. La forma de ciertas palabras. va- riaba de manera normal ségtin los sonidos Iniciales de ta vor siguiente: el titulo dona elidfa:su @ ante vocal (edon Et vira e dona Sole); mul tum daba much ante vocal («much ‘9 Esta ogltiacion pronominal equivatis & aussi se 10 no se: ‘exivo de se Jo in. Su evolucén fonsica habla sider VI1}c1 TT > (elleloy'> (reeio) > filo) © gel 210 Historia de ta lengua espatiola 555 cexirafian) y muy ante consonarite (emmy fuerte); igual alter hraneia presentaban las formas el y fa del articulo femenino (el espada, el ondra, ef una, frente a fa cibdad, ta puerta). Los nombres propios masculinos solian apocoparse cuando tes seguia el patronimico: Martino, Ferrando pasaban a Mar- tn Antolinet, Ferrand Gongdlez. 4555. TRReOULARIDAD ¥ CONCURRENCIA De FoRMAS 1. Bl extrardinaro desarollo'de Ia evolucén fonéica smpeata in requtrtescén del sntenia morfolgio. Aparte “Ge los contrastes que ofrece nuestra conjugacién actual (srio- "pimos-nuero-muramos, tengo-tienes, vistovestir, digo-dices, werogite) i tengu antigua conservabe otros (lenge es tants, viteveno), en expeil Tos producides por e Mranteninente de abundantes pretrtos J partiipios fuer ten por ejemplo, sov,evove, mise, tase, comeve, else, cit, *tepit,erech, para los verbos Scr, err, meer, ter, co roger cer, epenlre, ere. 3 1a nexicn heredada del ata coaviva con formas ana- yogic: funto a mise (< misi) hala met; cise, conve piensa (< cinxt, cognovt, seripsit) contendan Son cea, conac,eserbis. AMtbdate el grat simero de dupli- Kinder 2 que daba Inga la nseguridad fondtica (vale died, amasseumds; didodicodictdise®™; comerécom bre ferreyerte; las procelentes de dobetesltinovalares (tastt > fost tuist > fuete; dormimus > dor tninos, dormitmus > darmiomosy las confuencas de formas que habian sido independients en lato, como cam Bt arifulo Y11a dlo ela, que se seducla a of ante cualquier vocal (hoy aélo ante 2 acentuade, ef ala, ef Aguila, «! hambre) ¥ Dead aia ante consonant ‘Dots "Yanse ¥. Mail, Toward a Reconsideration of the Od Spanish Imperfec nin = Me, His. Rev, XXVIT, 199, 5481, 856 Esparol arcaico. El ver La prosa an taro, pudiero (-avero, potuero) y cantare, pudiere (-avérim, potwerim); las bifureaciones e interven- clones anémalas dela analogta (perdudo‘perdido, quarir gua recer; andideandudeandove); y sf podremos tener una idea del estado cactico en que se halla a flexion arcaica, Valga como ejemplo la segunda persona del pretérito: era dabl elegir entre fciste, fist, fest, feist, fllst, fees, fees te y feiest; en total, ocho formas. Igual anarguta dominaba nel pronombre: elle, st, esse concur con ss correspon dientes apécopes eld, aquest, ext, es y con los regionalls mos ell, aguesti, est, essi. Y en los adverbios de modo competion veramente, verament, pladinamiente, senalade- mien, fuertenientre,fuert mente. 5 56. Sura, 1. También se daban a un tiempo sos sintécticos contra: dictorios. EEL articulo estaba menos extendide que en espafiol clé- sico y moderno: se omitia frecuentemente cuando el sus- tantivo, en cualquier funcién, estaba determinado por un complemento.con de (avassallos de mlo Cid seyense sontri- sando» ‘los vasallos’) 0 por una oracién’de relativo («eran apéstolos en qui EL més fiauas ‘los apéstoles', Sctenario); © cuando el sustantivo era término de preposicin («si nds ‘muriéremos en campo, en castiello nos entearéns, Cid), Tart bién era frecuente Ia ausencia de articulo cuando el sustan- tivo en funcién de sujeto se empleaba con sentido genético, (rey bien puede echar pidido a sus coyllazose, Fuero. de Navarra); cuando era nombre de grupo, clase u aficio («moros lo reciben por la seBia ganars, Cid), nombre de materia (ela, que es cobre tinto, Isbrase melors, Saber de Astronomia), abstracto («Amor verdadero... es rauy noble cosa», Setens rio), colectivo («{Dios, qué alegre’ era tod christianismol, Cid), etc. Pero desde tos textos més primitivos hay ejemplos 22 Historia de ta espatola 536 de articulo en todos estos casos: enon se cudmpetet elo uarine en siuis, «qui dat a los misquinos», xena honorer, cela mandatione» (Glosas Emil 68, 48, 89); elabraua el fierro» (Gen, Estoria);,«foron por el morismo todos mal derrama- dose (Berceo)®*. 2. Muchos verbos intransitivos se suniliaban de ord narlo con ser: «un strela es nacidas, son idos, exidos somos, 4s0n entradas. Pero aparecta ya aver: +3 Valencia an entrado>, sarribado an las naves>, Igual ocurria con los verbos reflex. Vos: de nuestros casamientos agora somos vengadoss, «se era algados, frente a sassaz te as bien escusados =, En los tiempos compuestos con aver, el participio con- cuerda por 1o general con et complemento directo: la vemos velda e bife]ne percibidar, «no ta avemos usadae (Auto de los Reyes Magos); sestas apreciaduras mio Civ presas las has, epercados nos -han»..Sin.embargo,-desde: los primeros textos se da también el uso moderno con partic plo invariable: «tal batalla avemos arrancados, cesta alber {gada los de mio Cid tuego la an robados. 4. ‘Sea por latinismo, por conservacién arcalzante © por talicismo, el participio activo tiene bastante uso en algunos textos: «tn stbado esient, domingo amanezient, / vi una ve sidn en mio lelo dormients (Disputa del alma y el cuerpo); todos eran creyentes que era transida» (Apotonio). En Ber- “Geo es especial Ia abundancia: «murmurantes estamos, Fe Wenénder Pil, Cantar de Mio Ci, 1, $4 OH4I6 R. Lape, 1 tote n atcador om cial, soy Pik. ne Pra Conrbucn a esudls del arial eon preponion en Te Eded ‘Meda: Ansnio de Est le 1, Cleeres, 17 32, et Sic “Bata os oe do het se como aire, Ie coneordancla dl parcinn to a eet dre valores freuen def te Sere tac. eases ates ae Gremaien al Canta de Mie Case Mendes Pal ctn en tem Sin tenls e Concerta ME del ise Compenys Formalin dt perdana verbal compuesto tn ste tects dete od Weta, esc, 556 Espahol arcaico. El verso, La pros a3 stodos ous conosceners,umeretiones trades de Teer en. foros, santante de ails enna somers gadsn May 4m boge ct prtrans con el verbo sory ajeive vote fn sor: stembrar queria tetra ond ern movedoress "de donde partn, vattancar mores dl campo © ter tpude, dors ‘erequios' (Mio Cid slsabet ou femora Ht fe Stra te edo ft Bo dsp cota ee 4. La negctn a rere con trmins enero ¥ pin toreteos, soe todo en expreslones peyote ake hey "ienensmejntes ene habla, pro no on la Ieatra, May corrente exon To presi ut figs, stodo esto non wale tm fin. Bn Berea e notable tn pase Saeed a éstas expresines uno 0 precabn todo quanto tres ohere Mass, anon valgn andor rabos de males galery, toon I vall-todo tne foraadan, De este otgen ese inde fink nemigaja ond ado hasta en as bas ecto de Altonso a Sabie El uso de In prepositin a ane el ofet recto verbal (822) er yu general con los pronombres tices» nombret trol rein a perena ott darn suet De ree; pero con lon comunes de persona ¥ ir propios ger traicon Actua seginexinteran 0'no mdvles die tadores, relieve, mayor o menor carga fetvaoconventencle a etar anfbologis. Ello ovghabe aperentes contad tiones como areibe Minar y ereceir lar dhtusn, na uaa tales y sataras el moron, aga a. Velen Sel que Velegia gatos", Por contend con por f68 2. ats prints cpeialnte usa on tacos de tetot senor. Vinh Gants Foun Ines ster a rade, Madrid, 1956, 176180, " ‘er “ he ease R Lae or exes an: resorts» a Autos on expat, Bele R hed Erp, HUW, OU 16 goo sil cds Harta Ana Marts Rorragoe, whe Yh ers Coeecccccccoccccoce e 14 Historia de ta lengua espariota 556 mulas de juramento («par Sant Esidros, epor Dios uerdade- ror); J pora exptesaba la finalidad o la direccion, frente a muy escasas muestras de para, que no se extendié hasta la €poca alfonst*4“", La construccién transitiva directa alter: rnaba frecuentemente con la preposicional («cocear non me trevor y nin se streuié a defenderses, «saber trobare y saber de trobare, ete)", 5. No habia la separacin actual entre las incongruencias| det habla y el rigor de Ia escritura. El espafil arcaico se contentaba con dar a entender, sin puntualizar; cl oyente lector ponia algo de su parte para comprender. Como fre ‘cuentemente ocurre en el Jenguaje oral, se encomendaba a ta entonacién lo que de otro modo obligaria a usar recursos fgramaticales®, Destaca, la supresion de nexos: «nés imos ftrost sil podremos falar» = ‘nosotros vamos también (para ver] si podemos hallarlo’ (Auto de los Reyes Magos); stan {gran sabor de mi avia, sol fablar non me podiay = ‘tan gran placer tenfa conmigo (que) ni siquiera me podia habla (Razin de amor), A fuerza de emplearse sin particule corre: lativa, tanto y tar legaron a ser equivalentes de mucho y Gaal wConlar de Mio Cide, Mélanges ofets 8 C. Th. Gossene, Bese lage, We, 5545, Carmen Monedero Carillo de Albornor, 1 obfe \Girtio proposicional 9 In existe Spea, (Nombres geogréfcas el Genter te Mo Co), Verba, V, 1978, 15948, y EI objeto directo pre ‘Sutcona en textos medievles. (Wombresproplos de persona y tulos Be dignod), que se pblicash on el Bol R.Acad. Bop: GermAn Ve GuecteLoengos, El objeto directo con sav en el «Pde M, eh 9, Sis, ete atic Vease Timo Biho, «Pore y eparan. Es 1 eviuclon de una poston preposiva 18. weer Véase Rafael Cano Aguilar, Cambios en a constraccin de tos verbot en castellano medion, Archivu, XXVILXRVI, 197-8, sae Tease A. Badin, Els onions de te frase catalane, Ansari de Instat studs Catalans, 152, y Adisones sobre tos ortgones crorromanieg, Heltah, go Espafol arcaico, El verso. La prosa 215 muy: wsano lo dexé e con tam gran rictad = ‘con muy gran riqueze’, Se omite con frecuencia el verbo decir ante su oracién subordinada: «e! mandado llegava que presa es Va- lencias = ‘[diciendo} que ha sido tomada Valencia’; y no son raras las supresiones como sel que quislere comer: € qui no cavalgues = ‘el que quisiere comer, [coma], y quien no, cabalgue’. Tampoco faltan alusiones a. sustantivos iibx- pesos cuya idea se sobrentiende en otra palabra: tienes’ por desondrado, mas la vuestra es mayors 'se considera des: Ihonrado, pero vuestra [deshonra] es mayor". § 57. Impnecisa orsrmmmvciOn DE ruNcronrs, 1. La correspondencia entre formas y funclones grams: ticales era menos rigurosa que en el espaiol modero, No Ihabfa distincién completa entre cua! y el cual: «Dios a qual solo non se encubre nadaw: nl entre cual y cualquiera qu sen gual logar lo podredes fallar, yo lo iré adorars. El adje- tivo confundia su funcién con la del adverbio, modificando slobalmente al verbo y al sujeto: «sonrisés el rey, tan vellido fabl6», eviolos el rey, fermoso sonrisavan, 2. Los verbos aver y tener contendian como transitivos para expresar Ia posesién, Se preferia aver cuando el sentido tenia ef matiz incoativo de ‘obtener’, ‘conseguir’, Tograr’, y tener para el durativo de ‘estar en posesién de algo’, ‘man tener’, ‘retener': «quanta riquiza tiene aver Ia yemos nése (Cid). Por otra parte aver se empleaba més con objeto diree- to abstracto (aver pavor, dueto, fambre), mientras tener regia, sms frecuentemente nombres concretos («un sombrero que jene Féler Mufiozs, Cid). Los Iimites, de todos modos, eran muy laxos, con abundantes interferencias. Lo mismo ocurria, ‘con ser y estar como indicadores de situacién: en el Cantar 216 Historia de ta tengua espaiiola 37 de Mio Cid alternan eel Sefior que es en gielo» y «Padre que fen cielo estdse 3. La pasiva relleja estaba en curso ya en el siglo x, con elemplos inequtvocos cuando ef sujeto era cosa (eabitationes antiquas desolabuntur: nafregarsdns, Glosas Emil. 20; des- pués enon se faze asst el mercados, Cid). Cuando el sujeto es un ser animado no escasean textos donde no es paciente sin mis, pues coopera a la accién que recibe, Ia consiente 0 se inhibe ante ella (ecum tal cum esto se vengen moros det ‘campor ‘son vencidos’y ‘se dan por vencidos’, Cid). Tampoco ‘eran tajantes las fronteras entre 1a construccién reflexiva Yy Ia de ser + patticipio (seré maravillado ‘me maravillaré’, cia), 4, Los modos y tlempos verbales tenfan ya, en su mayo- rls, fos signifeados fundamentales que hoy subsisten, pero con-limites-may-desdibujados.-En-el-mandato;-al-lado- del imperativo, podian usarse el presente o el imperfecto de sub- Juntivo: «por Raquel Vidas vayddesme privados, «desdsse. des vos, Cid, de aquesta razéns. En oraciones subor ue hoy exigen subjuntivo aparece a veces el futuro de indi- cativo: scuando los gallos cantardns, junto a «quando fuere In lids, La accién perfecta se expresaba, ora con el pasado radas Ghee Véanse va Seller, eabers y staners como expresioner de ta posesion en expo, Rev. de Flo, Esp, XVM, 1991, BBM y 539, “ean Claude’ Chevaller, De Toppostion its dodie. # M. Peal, 1V, Madr, 185), 358 Marin Sausuol,sSereywestare Oriones de sus funciones eel «Cantor ‘de Mig Cds, Une de Sulla, 197. Vease tambien § 81,9 54.8.7 ier Véanse F. Hansen, La pasive estllana, Santiago de Chile 4912; CB. Brown, Passive Reflexive inthe sPrimera Crdniea General PMLA, XLY, 190 45446) Félix Monge, Laz frases pronominaes {endo tnvpersonal em espa, Zaragens, 3 ¥ Marfa Antonia Martin Zorraquino, Contribuct al etudio de las consracciones pronomine Teg en espaol antique, «RIV Congr. Interna. di Ling. ¢ Pll. Ro ‘anaae, Ate AI, 6a 7 OB 558 Espanol arcaico, El verso. La prosa 27 simple Hegastes, ora con los compuestos sodes Negado, ave. des ltegado: to mismo ocurria en el pluscuamperfecto: assil dieran Ia fe © ge lo avién jurado 5. Las conjunciones ofvecen abundantes ejemplos de ple rivalencia. Cuando tomaba amplio sentido causal: «quando Jas non queriedes... ga qué las sacévades de Valencia?» (puesto que no las queriais’). La modal como se empleaba fen oraciones finales: sadkigamelos a vistas... commo aya de- echo» (= ‘a fin de que obtenga satistacciéa’); con mero valor anunciativo: emandaré como { vayane ‘que vayan, La particula que asuma los més varios empleos: nun: wdixo que vernfes; causal: «partir se quieren, que eI noche; final: «un sombrero tien en la tiesta / ‘que nol fiziese mal Ia siesta» (= ‘para que’); concesiv ‘aque clamemos merced, oydos non seremose (= ‘aunque’ ~ Festritiva:.soltariemos la-ganancia-que-nos diesse el-cab- dalx (= ‘con s6l0 que’). Es cierto que el sistema conjuntivo era pobre, peto el uso miltiple de que no parece obedecer 2 falta de otros recursos. Existian ea, porque, magier, etc. y, sin embargo, las encontramos sustituldas muchas veces por el simple gue. No se sentia necesidad de precisar por medio e conjuncionés especiales los distintos matices de subordi. nacion cuando se deducian fécilmente de la situacién o del § 58 Onosw oe Patapnas 1. Domina ya et orden en que el regente precede al régi- men: storava Ie cabegas, «vio puertas abiertass, wal ovie se buen sefiors; pero en el Cantar de Mio Cid abundan los restos de Ia construccién inverse: vngar non se dans, el ‘agua nos han vedada», «pues que a fazer lo avemoss. Poco 1 poco, los ejemplos de régimen antepuesto van haciéndose menos frecuentes. POOOHOOHOOHOEREOOHOCOCOOOCOEEEOEEECE POSSHSHSHSSHSHHSHSHOHSHSHSHHSHSHSHSSSHHOSESESE 218 Historia de la lengua espatiola 538 12. El pronombre étono, esenclalmente enciftico entonces, no podia colocarse ante el verbo después de pausa, ni cuan. do precedieran s6lo las conjunciones ¢ 0 mas: «partiés de ta puertay, «acégensele omnes de todas partess, «e mand6lo reeabdare®, Norma semejante segufan aver y ser con parti tipio o atributo: wdexado ha heredadese, «nacido es Dios», “alto es el poyos; pero ya en Berceo aparece el auxiliar encabezando frase: «avielo et diablo. puesto en grand logars. En cambio, la resistencia a que el pronombre dtono rompiera ppausa se prolongs durante muchos siglos. 3. Las palabras se desplazan segiin impulsos imaginativos fo sentimentales. Lot ponderatives tanto y mucho se colocen fa cabeza de la frase, separéndose de los nombres o adjeti- Yor a que modifican: “tanto avién el dolore, esospiré Mio id ca mucho avié grandes culdadose. eMuch era bien andant Eneas». De igual thoda se escinden el sustantivo y sus com- plementos, el nombre y el adjetivo, el adverbio y el adjetivo: tyra a de reye, egentes se le allegan grandess, «bien era eerradar. card En lugar del orden rectilineo, domina la frase quebrada * viva, lena de repeticiones y cambios de construcctén: Tos de mio Gid ya les tuellen el aguas; «todas essas tiorras, todas las preavar; «el moro, quando lo sopo, plégo!” de co ragéne. Habla la costumbre de repetir 0 anunciar la oracién subordinada por medio de un pronombre neutro: «Bile]ne To veo sines escarno, / que uno omne es nacido de carnes; sPor dar a Dios servicio, por ess0 lo fiierons; «Esto gra- DBs rare encontear emplor de pronombre antepucsto al verbo teas psn, cna fo soars dt ‘lo de lon eres Mags se Craig de ey im antepostlon era frecuente en cldurlas enlazades SShrotres que hubleran sdo Introdactdas por una conjuncion subord fmtva o por um pronombre relative: sporgue salt de Ia derra sin $0 {iodo ye trone ell avers; los quel mataron 9! ativaron» (Cronica Gover, 2, b, 9 22,6) ss Espaiol arcaico. El verso. La prosa 219 4esco yo al Criador, / quando me las demandan de Navarra © de Aragéns, As{ se forman perifrasis conjuntivas como por esso vos la do que ta bien curiedes», «por tal fago questo que sirvan a 50 sefiors = ‘para que la culdéis bien’, ‘para que sitvan a su sefor’ 5. Miembros de la oracién subordinada pasan a la princi pal; «Entendié las palabras que vinién por razéne tendié que las palabras eran juiciosas’ (Apotonio) as moradas cémmo se fazens (Cid); paresce de sitengio ‘que non sodes usado» = ‘parece que no estdis acostumbra: dos al silencio’ (Berceo). La frase no da la impresién de una sucesion meditada, sino de un conjunto expresivo constituido [por unidades méviles y entrecortadas: Dios to auiers ¢ lo mande, que de tod el mundo es seer, ‘Una let vermeja: moriea ¢ ondrads id, beso wustra mano, en don que Ia yo ay, (io ia, 26048, 1789) La frase ganaria clertamente rigor diciendo «Dios, que de todo el mundo es sefior, quiera y mande que cl Cam peador tenga motive de alegria con este casamiento, «Cid, (0s pido obtener en don una piel bermeja, morisea’y va: iosa». Pero la lengua antigua preferia la vivacidad espon- tinea y desordenada % Thomas Montgomery (Begue model for some sacle tals of the efooms de mio lds, Bul of Wipe toes, U1 Wh 9 39) pondera scertademente Ia etpontinen expres me rene sor cic Que to ve com thee de eto ea tbe es conven con cn aoe raseoy snes come ich ypeonnmos dl spartado ola tieposicn det reainen aero (Rye intl ve tte nao nye t rep ener "aribapen, ln mises‘ pain fence" hasnt abe tabi F. Marcos ve, Eudes sobre el rood ‘arid, 1914, cap. 1V. 7 so 20 Historia de ta lengua espaiola __§ 59. 60 § 59. Vocasutanto. : 1. Es interesante observar que en espafiol antigua exis: tian’ muchot términos, hoy desaparecidos, que han tenido mejor fortuna en otros idiomas roménicos. Al lado de eabera, pierna, mafana, tomar, fallar, salir, rodilla, quedar, vivian nimos tieste, mba 9 cama, matino, prender, trobar, tin, inoj, raster 0 remanir, corresponientes alos worablos franceret ire, jambe, main, prendre, tower, ane sr, tevin reser, alan test, pombe, rating, prendre, 70 Sere, scr, pincchi,resteres eatianes test, cara, mat penre irobar, ett, gevel,rorsani, La alterenela de Unor J owor demuesre que tl lexi catllno no habia acaba fc escoger sus palabras mie carsteristeas Tal ver Ia fuerte tnuencia trance contribuyese 2 montecr tI isn Pero-tambln hay en et Roland descensercie™de——~ polabas latina perdda higo eh (ancésy conservada en Tipaots dele ‘Selgade’, mutler "mujer ot hues et 2 No fan limon dee Tow css ma atu En Mio Cid hay fdr, mira, us ining, voc, foturted, monumento “asp, crane #1 Auto de Tos eyes Magus, escripture, celestial, encenso,retSricos Sem Caltismos come tdnsido, mec, gramagos, vertu, eta muy frecuentes, § 60, EL Laxcunse erico®. 1. Los poemas heroicos se proponfan evocar, engrande- cigndolos, hechos pasados, reales o ficticios, ante el auditorio we H. Cothsts, La snonia y ta wnidad ds! Poeme del Ci ispanie Review, TX P'Veanee E, Kullmann, Die dickterache und sprachlche Cesta ‘de Mia Cit, Rom. Forsch, XLV, 131, 18 Améceo. Tedidad en e Poem det Gi, Tarra Frme, 11938, 730 560 Espatiol arcaico. El verso. La prosa 221 de los castilios y las plazas, encarinado con sus leyendas. La narracién discurria llena de expresiones cristalizadas por la tradicién y repetidas como férmulas rituales. En el Cantar de Mio Cid, el nombre del héroe va acompafiado de Ia frase el que en buen hora nacié 0 el que en buen hora cif espada: {os eaballeros valerosos reciben el epiteto de ardidas lanzas, ¥ su méxima proeza en el combate consiste en que la sangre Uineaido tego en Hacia Cervantes, Madsid, 1957) Eepaia en sw hit ‘orig, Buenos Aires, 19, 231272,» La resided hisiérca de Expat Msi, 1954, MEDS, Damaco Alonso, Evil» crescn ec Rooms det Cid, en Ensayos sobre poeta espaol, Madsia, 194, 110, RH Wenber, Formic Dicton in the Spanish Bale, Berkely Lon” he ces, HSL, K. Menénder Pidal, Romancerohspdnico, te Madd sh 5640" y Poesta jutaresea y orlgenes de lar Ineraturas tomtens, Ma, ‘ri, 1951, 318" Edmund de Chasca, Estructura forma en cP te MG, México, 1985; EU arte Jupareco en ef «Cantar de Co, Med, 1267, ¥ Composicidn esrte 9 oral en at Priel C Piologta, SIM, I, 1967, 198, R. Lape, La longus de a posse dria th for contaes de Essay ex l Romancero vio, Anvasto de Letras WV, Meco 1904 524 (despats en De la Edad Media a mustvos tas, B41, 938), A. Deyermond, The Singer of Tales and Mediaevel Spantsh Ep, Bult of isp. Studies, XUIL, 1965, 18, 7" Structral end sstte patterns fn the G. de M. C. sMedioval st In honor of RW. Linker, Maca, 4973, S871; D. G. Pation, The Date of the €. Ca tngustic Op. proach, Modern Lang. Re, LXIL, 9, A450 erica de R. Lopes fenvelar. eit en 1 846, mI, €. ©. Sith, Latin histories and vor ‘cular epic in bweltheentury Spats: similrites of api an ep Bull. of Mis. Studies, XLVIIT, 191, Li; edcion, con Innodsy neee el Ce AC, Oxford, 1972 (a propéslto de ella, J Hortent, bserse ons textual sur ame dition récone di. de MuCe Las testes Romanes, XXX, 198, 351), C. C. Smithy On Sound Patieming th the de MC. Hsp. Rev., XLIV, 116, 332%, Eotudiesldiasor Me ‘rs, 197, 68.208, 5. Cllman, The’ Poetry’ of the sPocmten aad Music of| tars, Pill. Quarterly, Li, 172 Lit, ¥ On “Roman e870 asa poet language, «Flomenaje a Casaliuerom, Mada, 192s ia, 0. R.Ocheymowyex, Aspects of Oral Sine in the Romances slarescs of the Carolingian Cyete, Lown City. 195; 1. Michael Pe M0, con inreduceiin y nolan, Madrid, 1976, Th Mongores, The «Pde M. Co: oral arti trenton en el vol ello Cle Stuicy, edtado por A. D. Deyetmond, London, 197, UII ce, ste PO CCOOOHOOCOOOEECCOECOOEOE COCO OEOCOOOSE @eeCoceccccccccoce PSOHCOCHHCOOOOOOECO 2m Historia de la lengua espartola 800 cenemiga les gotee hasta el codo después de haber tefido la espada, por el cobdo ayuso la sangre desteltando; 1a medita- cidn se indica siempre con el verso una grant hora pensd comidié; y el dolor de la separacién, con una comparacién afortunada, asts parten unos de otros como ta wha de la carne. Habla, pues, una fraseotogia consagrads, grata a los juglares ¥ al publica, lo que constituye uno de los rasgos que carac: terizan al estilo dpico oral”. 2. Otra manifestacién del oralismo es fa escaser de en- cabalgamiento: en lot poemas épicas presominan las series de yers0$ no ligados entre sf por nexos sintécticos, sino yuxta- ppuestos sin otro enlace que el hilo de los hechos narrados. Cade verso 0 cada hemistiquio forma, en la mayoria de los catos, una unidad sintéctica independiente. En el Cantar de Mio Cid apenas pasan de un tercio los versos encabalgndos ® ‘Todavia es-menor el porcentaje en el fragmento del Ronces- ‘alles y ex os de los Infantes de Lara 3. La épica conserva usos linglisticos arcaizantes, que daben sabor de antigiedad al lenguaje, a tono con la deseada ‘ealiacion del pasado, y que a Ja vee servian para faciitar asonancias. Por eso nuestros poemas mantenian en las rimas Jae final de faudare, male, trinidade, sevore, y consejarade 'aconsejars, alle ‘alld Ambos usos, que arrancan del estado lingistico propio de Jos siglos x y x1 (§ 413), segutan siendo corrientes en la Mriea tradicional y romances de los siglos x0-x01; todavia los con- 7B, ee Chasce, Compos. eseritay oral (v. moot n. 26), #898, 9 ‘Regstro da formulas verbal en el C.de M,C, Towa City, 18 ‘Del mismo, Compos. eseritay oral, S49, A. M. Badia Margarit caracteran por contrapeicign esta ssntalssuclins det Cantar eld Yin scintere trabadas de ia Primera Cris. Gereral slforst em 34 ex. lente estudio Dos tipor de lengua cava a cara, Studia Paioogln Homen. 2 Dimaso Alonso, 1, Maid, 98, 11523 5.60 Espanol arcaico. El verso. La prosa 2 serva el romancero sefardi®. Acaso fuera también arcalsmo pico la conservacion de /o/ 0 /uo/ en las rimas del Cantar (v. $8 Mou y 415, notas 17 y 21), Destinada a un piblico seflorial, ta epopeya evita las pala bras que pudieran ser demasiado vulgares: el Cantar de Mio id prefiere siniestro y can a izquierdo y perro, consideradas, sin duda, como voces plebeyas; como anténimo de rico tsa menguado, eludiendo pobre. 4. Los juglares extremaban Ia Wbertad sintéctica, em. pleando giros especiales como las aposiciones Atienea las forres, Burgos ta casa, Burgos essa villa, Parts essa ciudad, fen vez de usar ‘as torres de Atienza’, ‘la ciudad de Pati’, Aprovechaban construcciones usadas en el lenguaje colo- quial, pero nunca tan frecuentes en la literatura como en. los textos épicos, Ast lleg6 hasta el Romancero Ia profusién de denfostratives, que acentuaba el poder evocativo del re- Jato («Sobre todas lo loraba / aguesa Urraca Hernando; {iy eudn bien que la consuela / ese viejo Arias Gonzalo! »). rambién la perifrasis querer + infinitivo con el sentido de Fa, ‘estar a punto do" («Media noche era por filo, los gallos ‘querian cantars), En las enumeraciones 5 tipico el empleo dde tanto, mas expresivo, en lugar de mucho: Veviedes tants langas premer e aia, tata adérag foradat © pasa, tanta lorga falsset © dermanchar, tates pendooes blancs salir vefmejos en sangre, {ints Buenos eaalor sin ste duchies andar (io Ga, T2319 Vieron mit mores manceboe, — tanto albornoe colorado, ‘eron tua yegea overs, ~ lant caballo lesan, Tanta lanza con dos Nertos, — tanto del ero acerado, {anos pendones azules ~y de nas platen, (omance del obispo don Gono) 7 R Menénder Pil, La forme dpice en Espaia yon Francie, Revista de Tlologia Espanol, XX, 953, 15392 24 Historia de ta lengua espariota 860 5. Bl uso de los tiempos verbales era particularmente fandrquico. EI narrador saltabe fécilmente de un punto de vista a otro; tan pronto enunciaba los hechos colocéndolos fen su Iejana objetividad (pretérito perfecto simple), como los ‘acompafaba en su realizacién, deseribiéndolos (imperfecto). Hasta el pretérito anterior o el pluscuamperfecto perdian st valor fundamental de prioridad relativa para tomar el de simples pasados, De pronto Ja accién se acércaba al plano e lo inmediatamente ocurrido (perfecto compuesto), 0, dis- frazada de actualidad presente, discurria més real —como 8 dijéramos, visible— ante la imaginacién de los oyentes: Pertds deta puerta, por Burgos aguiive, ed Sancta Mare, luego descavale, {ined tos twos, de coragén roreve Martin Antolin, el burgalés compli, 2 ilo Cl alos sos abasaler de pan ¢ de vino, -—hen-lo compra, ea. serlorasi-conign, de todo condacho bien le ovo bastdos. Pagds mio Ci, el Campeador compido, ‘loos Tes otros que va a 20 geri Fabid Martin Aavolines, vedes fo que dicho rey Fase tres caps le avié dad fos dor fe fall y el nal ha omada, Dobid ta rlende por fsele de campo, Por aque! olpe rencedo es el fonstado (ito Ci, 513, 6570, 140760. La rapider de esta transicién y la expresiva espontanel- dad de Ia sintaxis hacen que fa marcha del Cantar esté lena ‘de viveza®. A eviter el hieratismo contribuye también la fre- % L. Spltzer, SistichSymtaktiaches aur den spanisch portugle sischen Romanzen, Zeltsch. from. Philo, XXXV, 191, 296308, Sit ‘man, Tempo formas temporaies en tt P. det Cy Madi 181, de. ‘muestra que ia Mbertad en el uso de os tempos vertales sbedece fn sistema de categorlas ¥ valores peculiar Gel posma y astinto det ‘Que rige en el Romancero, Vane tambien I, Scenic, Tempo 5 ses ‘el Romancero viejo, Made, 1567 ~Antima-del-dolor:~e¢a" quéniae¥eibtiestes ei so Espafil arcaico. El verso. La prosa 2s ‘cuencia con que el juglar pasa, sin previo anuncio, al discurso directo, dramatizando la narracién con el didlogo ™™s, 6. El tono es vigoroso; hay versos cuya energia varonit parece un eco del fragor del combate: Abraéan lot excudos delant Jos corasoncs, fabtcan Tas langis abuelse con fos pendenes, fncinavan la caras sobre lov arvonen, baten Tos cavallon con los esplones tis cig, 31518) Y nunca fa afirmacién de Ja persona se ha hecho con fuerza comparable a Ia que vibra en el grito guerrero {Yo $6 Roy Diag, ef Cid, de River Campeadort Pero también, con sobtia dignidad, hablan en ef Poemia del Cid sentimientos mas suaves: el amor conyugal, «com. ‘mo a la mic alma yo tanto vos querias; Ja profundidad elas del co- ragén?»; la incertidumbre del futuro, «agora nos partimos, Dios sabe el ajuntars; la admiracion ante la hermosura: de Ja naturalera, ixié el sol, Dios, qué fermoso apuntaval » ‘Son escapes de fuerza concentrada; su eficacia consiste en ue el juglar prefiere la emocién contenida a la blandura de tas efusionés. Una repeticién de versos basta para sub- ayar los momentos de mayor exaltacién o patetismo, Con lun rasgo certero queda sorprendida tna actitud, rettatedo lun personaje, insinuada una situacién: Et conde es muy folin, € dito una ¥ Dimaso Alonso, Estié y creas en el P. det C. (ease ues tra n.28)y El enue de exo directo en el Po del Coy Oe Se, francesa, “Mélanges Ris Lejeune, Gembloun, 180, S958 5” Manuel Mfior Cortés ba demostrado que el pronombre 30, por encima de necetidades'o conveniencar gramaticaley,fancons aro oma come tnstramento para poner de ilieve la actineion et Rees, Aerlos suyos y dl rey (EU uso def pronomire yor on ct Beane es ‘Studia His. a hon. R. Ls, It, Madr 190 3509), POOHOOSHSCHHHOHOHOOCSOHSHSCOHEOOCOOOOOSE PESHOHSHSHSOHSHSHOHSHSHHHOHSSHSESOHSCEHCESES 26 Historia de ta lengua espaftola 561 ‘Asur Gongiler entrava por ol palaci, bermejo viene, ca era alooren, Nada tan completo y sintético como el insulio que Pero Vermiidez arroja'a uno de los infantes de Carrién: 1 eres fermoso, mas mal varagia! Lengua sin manos, cqudimo oss fblar? Igual que su héroe, et pocta de Medinaceli sabla encon- trar la expresién justa y comedida; como el Cid, «fablaba ben e tan mesurados ®, En su obra el idioma presentaba ya, sus caracteres més permanentes: aliento viril y movilidad afectiva, Su ulterior elaboracién Iiterarla le habla de pres tar flesibiidad y justeza § 61, EL sesroe ox cusnscta ® 1. Hacia 1230 comienzan a aparecer poemas narrativos de tipo muy distinto al fuglaresco, La «nueva maestriae, sen: Pata los acietos expresitos del Cantar vlanse el articlo de ‘imnazo Aloneo citado en la nota 26y el libro de Elesra Huerta Im Aegacioner ences, Estudios iol, Aneio 2, Valdivia, 198. SS Véanee G. Cirot, Lexprestion dans Gonsalo de Berceo, Rev. de ito. Esp 1X, 1922, 184110; Daroso. Alonso, Bercy Tos topo De'los sigtos escuros al de Oro, Madrid. i988, 160, Jorge Cullen, Prosaic Language. Berceo, en Language end Poetry, Cambridge, Mes, 1961, L24 (lento capil en Lenguaje poesa, Madey 1982, 139), B. Gieovate, Nott sore e silo yorignalidad de Berea, Bll. Hip Ext, 1, $15, J. Arties, Las reciosasterarior de Berce, Madd 186t;"C. Gariano, Andis autttico de lor Bn tos Anais, que sélo legen a 1217, ay fil, fits, fit, treullaua Sugaba’, est sat trevelar, abides, ado (amt lads), clamando’ (junto ‘allegd), ete Et Liber Regu ha sido ed {ado con estudio lngilstieo. por L. Cooper, Zaragors, 198, Vease R. Mentder Pda, Creston del esp. medial, . 8182, W107 y 18 Ei aragonesismo de Lor dice Mandomiantor no obita parm ave al ledo Ge felloy to elrezean dich, ageno junto male so Espanol arcaico, Bl verso, La prosa 233 Finis (s.§ 36), También a mediados de siglo we taslada ronal castellano catecismos politico morales como el Libro de lanoblecnleatad, Pridat dels pores, El Donon o he, éatos de Oro, ete. consintents en olectones de entenelat donde predomina la siceiin de oracionedunides Por ln conjuncioncopuatva: wef conene vos que ondredes el auc de ondrar ect poner cada ufo en logar Que mestee ft ue es fagades cosas porque nos nmen te es Tazane des ben ante ellos e enpos ios, ef que es dedes oe wie tans, Pero con frecuencia aparectn frases complejen ene lanadas con simies y contrapustas segin el parseines Anttdcogustado por saben y hebress sQvando lainey, a es em los lacos que Ia han tenestr, cs In su po mast festa, asl como In pro de ln meleina que convene a ts tnferindat;« la ingame en et que on fa hn mencstr oe como Ia meleina que aon conene sla enernedes: hat omo se enbiliaa stots taba el vocabulriote ent fuece con stan entrada de clismos, sobre todo cles Sientifos, con sgnifativa adopeton de abstrcion alors "a, comparacin tlemento, estat, geomet, Maso ee tes, sperlnydd, ete 2. on el arebispo don Raimundo se relaciona In pr sera obra extensa en pros castellan, La Faionda de Ultra rar: himerich,acediano de Antioquia y antguo computing de estos del preldo toledano, cumple un eneange ete cscribiendo para l'un itneraro de Tierra Santa con neg éién dels passes bios relativos a ead gar oie Ferd habe compere ans ste aceg oat Fe el arebisp, y desi de estar en lath emai 6 tae 2 Vite Jos ests de Bonon Tovar, Hoar par eso deta ote icc det sco XIN cS Hp noe Re Le a a {Se pier tale ly de Potato Loyd. Rat adi He seando, Gain Bovedos Se Ore. Wat ‘Crombach, Bonn, 1971, 4, “ POCHCOSHCOOH SOHO OCHO SCHOCOC OEE SECOCEOOS FHOHSSHSHSSHSHSSHOHSSHHEHOHSSOHOSOSOLESOCOES 24 Historia de la lengua espatota sa én; pero la versién castellana no parece anterior al primer tercio del siglo xis1 ®, De todos modos es muy arcaica, con Pe] conservada a veces (altare, mare, tale, sene < sine, yere < heri) junto a intensisima apécope (af ‘ave’, nye} ‘nieve’, bef ‘bebe’, com ‘come’, flum, nock, conort, delaxt, ‘mont, fezist, «non ris, ea miedo of» ‘no rel, porque tuve mie- do’, equet guardard», etc.) y con forasterismos atribuibles, ' traduceién chapucera de un original gascén, 0 @ interven- clon de un traductor gaseén 0 catalan 3. La Fatienda de Ultramar traduce del hebreo los pass: Jes bibticos, aungue tenga también en cuenta la Vulgata. De ® este modo anticipa-la doble procedencia que habfan de tener ‘as versiones espafolas de los textos sagrados durante Ia 2 dad Media. Las dos mis antiguas, incompletas, correspon: © den a mediados del siglo xi: una de ellas incluye la «trans: lacién del Psalterio que.fizo Maestre Herman el Alemén segund cuemo esté en el ebraygos, aunque el resto proviene lela Vulgnta, Se sabe que Hermann trabajé en las escuelas joledanas entre 1240 y 1256 traduciendo del drabe al latin, comentarios de Averroes sobre Aristételes; menos seguro es ~ que dominara el romance del Centro peninsular como para verter a los Salmos. E! manuserito es una copia aragonesa Moshé Lazar, creyé que publicaba el texo origin et siglo Sit (het Selmanticenaa, ios. y Letts, XVII, 196), bero fo ca verostall que Almerich, probablemente lemosin, sceblra en ‘Chuclisne ona obra, detinada'a un srebiepo gaaciny sino lo hico fn la lengua verndcula de ‘uno de fs dos,lo arla en Jat. Por otra Derte el caselano de la version conservade no. parece anterior’ a Ts sino ms bien de mais 1200 "Tas wocales fay Jef Slonat se confunden frecuentemente (eve ri tormerd, ardarin ‘aderin', prandomoe "prendamos, rar cards, orem); eo fal de palabra ia a) pasn a fe no pocas ves (Ro imate: Spdonte, Gallee,Ydumet, «Osetia prophatany, apocape de -/ Gh Dimase, orga Tr, lopart, destert, ye! por fal en dlabley clew por ‘hte’ plural cherubins: demostealivo neutto co (Der 0%, 169 iby soe ob Sebols, oust. ant sole < sO bLus! foldrs raos, ate $0 Espanol arcelco. El verse. ba prosa 235 el siglo xv que a pesar de muchos dialectalismos trashuce el castellano del xin, La otra versidn del xn se conserva en. anuscrito de 1a ép0ca, esté en castellano y procede en st integridad del texto latino; parece haber sido hecha hacia 1260 y consuitada por Alfonso X en la General Estoria, Su lenguaje es rico en arcaismos, aunque no tantos como los, de Ia Fazienda; y su sabor de fruta en agraz hace que el” lector moderno se deleite catando continuos hallazgos. ex: presivos: Por ende vot digo que non seades en curyiado de wuestra ma. qué combrde nt que Uisizeder. @No ex mis el sla que la vianda,e el euerpo mts que ts vestiducs? Tenet ments a "ss uote del cielo, que at sembran ni slegan nt alegen ee ‘orton, © da les a comer el westrg Padre celestial. ¢Pues non ses wos mAs que elas? ¢Qutl de wos cued que poe sina. der un copdo 8 estado? (SEI Evento de San Mateo sein ot monscrio excuse 114 ey sto de Themes Moneguncy: Area Vil Bel tee Acad. Rip, Mua, 13h Mongo» 5. W. Bai hen sited, depute et reto de Bt Nuevo Testament sein cle ‘dice, Anco" XXII "al Be, menor, Mae 918 Une ene Stssoa dt Pnteaco Rech esp sh jon ey ean fe pbs por marco Cass A Miles Caley A hee Dike Nedivt Romance Banos ales IH) Hayate Fate everson manent Sabre he adsense, SSpaolas wane Margera Motte; apunes Sooeentey eet Inet a cautio de las traductnes bine mee Fae toe atin 3 ei 9 Veractr Spaes ge ‘he Gunite Hon of te Biber t'2 can hag Se ectonesy attr are, arn Des hay Iilnschar Sprache er 13 Jabrhanders nach er Me Esto 1)3, Bete tu tom tod eh, Pll Bie eat 4 Seti des nombres de animals parr impasse medi dela Bibi, der Pilot, XRVI, 1B Sy x int, a4, Lie, Lor Libon dels cabot” ha aes Cod, 1 des Exot. Gear. hase tr ater Se $e user 190, S380 0. Ht Hoapumtnn a Cosa Soe otieach of Esai Bib! Messer TH Mk hen 9 ae 236 Historia de la lengua espatola sa Lievada de la mano por Ia gnémica oriental y por las ‘maravillas de los dos Testamentos, la prosa castellana habla salido de su infancia, Ya se habla hecho apta para recibir caltivo cientifce, doctrinal e histético por obra del Rey Sa- bio, Hab: R. Levy, The Vocabulary of the Ezcoriel Manuscript 14, 1, XL IM3, SX ROror. El vocebulario del ms. escuriaente 18 sep ta Bibia Med. Romanceada, Dol. sel Innt de Fill. de a Univ. de Chile, TV, 194986, 814M Margherita Morreale, Loe carslogos de ‘rtudes¥ wcte en lar Blas romonceadar tele Edad Medi, Naty Rev. de Plo Hisp KIL, 18, 169187; Biblia romenceada 9 Diccionario stoic, Stadia Philclogien. omen. a Damavo Alanson Il, 196, S56 “rcalsmos 7 eragoncsimes cael Soltero de Ns, Bibles Excur. 178, Arch, de Tol, Argon. KIEXI, 161902, 723; Latte ‘etesistia en Tos toros seplenctales 9 fomanceamentos bibles. Cua Aros para el estudio compara det Lica med. cat, Bol. R. Acad Ep. XLIL 142, M1477; Aspectos no floddgicor de las versiones Bk bigs med. om cast, Angalt del Corso ol Ling. ¢ Lett. Straniere, V, ~ Bar, 194i EY Camere lz Mia av venga Seracalay romanceada del = XII, Hispania Sacra, XV, 19, 25218; La fraseo- ola Biblce en la Ganeral Estria, sLing. and Lit, Stughs In honor HOA, Hatatelds, Washington, It, 200275; Aposig Tetcales los omanceamient bibige: lira A, «Homage to J. M. Hil, Indiana University, 6, 28.90% De ta comparscién Blea en Imionto aitellano del: XIV], sitterse Hispanae st Ustitanss, Min. ‘hen, 1964 21236; Sobre ef esto de ta traduccion del Nuevo Teste mento on elms acuralenee 1.14, Medioevo Romana, I, 1974, 24315, lecture del primer capltulo del Libro de le Subidurta en lot rome (eamion'os Bible contanidos om Ese. 18, General Ester 9 Ese 50 Rev. de Plo. Esp, LVII, 1996, 13%; Una fectura de Seb. 2 on la General Estria, le Biblia con su plosa, Bereso, 1978, n™ 9433, B29 La edible moral inocattelona de fa Bibl. Nac. de Hadri, Spaniache Forschungen der Goresgesellschalt, XXIX, 197, 4 ‘Marit Lacetera Satin Tropes con palabras que indian partes del ‘erpo ti ot romanceamiento iblico dels. XII, Anal de Corea al Ting: Lett. Straniere, X, Bari, 196; Dolores Brown, Las prefacios falas Eptstolae de ‘San Pablo en el ms esc. 113, Nueva Rev, Ge Fo. Hsp, XIX, 1970, 301, et IX, LA BPOCA ALFONSt Y EL SIGLO XIV! $63. Atronso aL Sato, 1. El reinado de Alfonso X (1252-1284) es un perlodo de intensa actividad cientifica y literaria ditigida por el mismo rey. Siendo atin infante habia patrocinado Ia version al cas- ~~ -tellano del-Lapidario-(1250)y-det Caliti'(1251);¥ apenas here. da el trono empronde la redaccién del Setenario, En torno al monarca se congregan juglares y trovadores, jurisconsul tos, historiadores y hombres de clencia. Prosigue la costum: bre de que en las versiones de lenguas orientales trabajen cemparejados judios y cristianos, y fruto de su labor con. junta son varias traducciones Intinas; pero es més frecuente ue Ia obra quede en romance y que el cristiano ponga en ‘castellano més literario la version oral de su compatiero. Esta preferencia por un texto romance, absteniéndose. de pasarlo al latin, respondia a los afanes del monarca en punto f difusién de la cultura; pero es indudable que obcdecié también a la intervencién de los judios, poco amigos de Ia len gua litirgica de los cristianos La consecuencia fue Ia ereacién, Vente el esudlo de R. Menéndee Pidal De Alfonso @ tos dos Juanes, Auge y culminacon del didactigmo (232430, cts sop Diego Catalin en Tos «Studia Hispanien In hon. Re ln, fr Wk, Se veanse A. G. Solalinde, fnereenetn de. fonso.X ole rec. lm de sus obras, Rev. &0 FUCl. Bepy Tic 1915, 280288, FM die POSHHSHHOOHSHOHTCHEHOCHEEOH COE EOOCOESE DOCCCOO OOOO OOOO HOOHOHSHCESOHOCOOOOES 28 Historia de la lengua espariola 5a de la prosa castellana, Et esfuerzo aunado de la corte alfonst dio como resultado una ingente produccién: las Cantigas, el més copioso cancionero dedicado a la Virgen; obras juridicas jque culminan en el admirable c6digo de las Siete Partidas; tina historia de Espafia, la Primera Crénica General, y otra universal, Ia General Estoria; tratados de astronomia,,mi- neralogia y astrologia (Saber de Astronomla, Lapidario, Libro ide tas Cruzes); obras relativas a juegos y entretenimientos Libro de Ajedrez), y una serle de traducciones y adaptacio- nes que, si no proceden todas directamente del Rey Sabio, fueron hechas siguiendo su ejemplo, en Ia corte 0 fuera de ella, Muerto Alfonso X, continué la labor jniciada por él, y ona, El terelismo de tog traductores deta corte de_ Alfonso ‘AcAndals, 1, 1983, 159102, ES, Procter, The Selene ‘ett of the Court of Afonso X of Castle: The King ard hs Collaborators, Modern Lasgange Review, XL, 19, 1219, Gonalo Mencodes Pls Como. trabalaron far ezeulas alfonses, Nueva Rav. de Flot Hisp, V, 1981, 3630); Amérco Castro, Expaa om su historia, 138,446; La realidad Nstdrce de Espana, 194, 41468, y ‘Acer dl castellano exrito ek tormo @ A el, Fill, Romanza, 194 111, G. ity, prologo 8 El libro compl en tos tudlaios de Certs de Aly Aber Rage, Madr, 19549 atic sabre dl en Abn datos XX 1985, 196, A. Gelids de Eventen Ifluncis st, yest del rab en fa prosa micdieval cas, Madrid, 1,29; Diego Catalin Me. al De Alfonse X al Conde de’ Barcsoe, Madi 1862, y ET taller historiogitee aifonst Mitodor y problemas en ef trabajo complat- fio, Romanle, LROXTX, 186, 294375) W. Mettmaan, Stend und Aa ben der alphonsinizchen Forschastge, Romanistsches Jahrbuch, XIV, {90h tadeit David Romano, Le opore sceatficne dl Afonso, X Tintervento degitebrei, Oriente Oceidente net Medioevon, Acca ‘Naz: det ince, Roma, 151, T7414; Francisco Rico, Alfonao et Sabio 3 ta Generel Esto, Madd, 112; C. Foulaber, Latin Rhetorical Jpucory tn Thirtenth and Fourteenth Conary Castle, Uni. of Cali Prose Berkey, 19; Hy R. Kobane yA. Pltrangel, Hermetism in The tifonsine Fradifon, stelangee Rita Lejeanen, Gembloux, 188,43 {B5; ‘Wanaoset Mieerehe, Die Sprechauffasnorg Alfons des Wein, ‘Tubingen, 1975; Georg Bostong, Lor Canones de Mbatet, bd. 157,» Probleme der Onersetaong Wissnschafichen Werke aus dem. Ara Dschen in das Alspanische eur Za Alfons der Weisn, Wid, 197. 58 paca alfonst y siglo XIV 29 algunas de sus obras se acabaron durante los reinados de 2. En produccién tan extensa y en que intervenian tantos colaboradores no es exigible la absoluta uniformidad de cr terio linghistco: en efecto, el Libro de las Cruzes tiene arago nesismos y occitanismos como uaraioron "barajaron, pelea ron’, welt ‘ver’, triplicitades, uocables, segont, Tolomeu 0 Tolomyeu; en el de la Ochava Espera se lee «yume 0 enclum sobre el que maian el fierros; y en el de Ia Acafeha hay cerepilscol, ponent, tauletas, perpendicle. No es de extrafar, pues en las respectivas raducciones intervinieron Juan y Guillén Aremén de Aspa, de nacimiento u origen gascén’, y Bernaldo el Aribigo, cuyo nombre era propio de sfrancoss tn el siglo x11, Otras diferencias corresponden al cambio del ‘austo lingifstico segin los tiempos: los 116 primeres eapitulos, de la Crénica General, compuestos hacia 1270, tienen arcals mos que no aparecen, con tanta intensidad por lo menos, 0 Jos capitulos restantes, eseritos mis tarde. La diferencia entre unos y otros nos ilustra acerca de la fjacién interna de la Jengua a Jo largo del reinado de Alfonso X. La parte rms vieja de la Crénica presenta, como los textos del si lo x1t © principios del x10, gran intensidad en la pérdida de ta /e/ final (ivst, quebrantest, recib, aduc ‘aduje’, pued), {que es muy general en los pronombres encliticos (dim ‘aime’, tomét ‘te tome’, quet ta dard, quem to faze)‘; y ofrece tam. bién amalgamas fonéticas de palabras distintas (quemblo ‘que me lo’ igual al wimbla ‘ni me la’ de Mio Cid, mayuntasse “me ayuntase’, 1€ perdudo ‘we he perdido’, marid e mugier, ‘poe a poco, tod esto). En las partes més recientes la lengua Som Port: Aremo es la forma gascona de "Ramon " Vianse lor sstuaiosciados ene 31 ots 9, ¥R- Lapess, Conten de normas lnglties ene catllana allost Actas del Coloaslo Hispano alemin eslebrado en Made, 178 (de pidxime publicacion), 20 Historia de la lengua esparola $a 58 Epoca alfonst y siglo XIV ma de la Cronica posee mayor fijeza, Disminuye ostensiblemente Ja pérdida de /+/ final, y sin legar a una regularidad com: pleta (queda todavia alguna alternancia entre mont y monte, pris y prise, ete), domina el mantenimiento de la vocal en Jas palabras que hoy la conservan; desaparecen las formas rredueidas, m, -€ por me, te enclfticos, y amengua -s por se, ‘quedando s6lo abundante uso de -I en lugar de le 0 lot. De igual modo tienden a eliminarse las alteraciones produci- das por el contacto fortulto de unas palabras con otras: no fs tan frecuente ya encontrar tod esto 0 casos: similares, y faltan en absoluto los conglomerados como quemblo 3. En este cambio fue decisiva la Intervencién del rey, ‘que no se contenté con tener emendadores del lengusje, ‘sino que aetud personalmente en la correccién. Desde las primeras obras que salen de su corte se advierte que los ~ -zprélogos-realee:no-participan-en-algunos: rasgos. —como la ‘apScope extrema de /-e/— que abundan en los textos prov logados. Pero en 1276 el monarea dio un paso mis: des Contento con la versién que sus colaboradores habfan hecho fafios antes del Libro de la Ochave Espera, resolvié darle 41 Ia forma definitiva, para Jo cual «tolld las razones que fentendié eran sobejanas et dobladas et que non eran en castellano drecho, et puso las otras que entendié que com- .pllan; et cuanto en el lenguaje, endrecélo €1 por sises: Al. onso X, por si mismo, suprimié las repeticiones y enmen 6 la expresion hasta conseguir la correccion pretendid: EI scastellano drecho» era refractario @ la apdcope ex- tranjerizante: stingue los colaboradores regios de la General ‘oe Tambign diferen lot dstintos fragments de Ia Primera Cré- ica General en el ts de eo para el seuntivo mascalino, a como ‘ha fecucncin con gue und otro re apocopen, Vease Maria Teresa Exhenlgue Elizondo, Apscore 3 Tetmo en la PC. G. Notes pare wna ‘ronalogta, Stl Ispanil, Piss, 19%, Estoria siguleran empleando en 1280 fuert, huest, yent, die Yy hasta lech, nief, laf ‘ave’ (probablemente por influjo de versiones biblicas anteriores) § aunque no falten doblet, uiolet, Daldrac, etc, en Ia nomenclatura del Libro de Acedrex, de 1283, el ejemplo del rey contribuyé decisivamente a la reposi- idm’ 0 adicién de ta vocal, triunfantes por completo en tiempo de sus sucesores. Por otra parte ese «castellano drecho> respondia en general al gusto de Burgos, pero con ciertas concesiones al lenguaje de Toledo y Leén. Algunos rasgos burgaleses demasiado regionales, como el paso de Mt > Uh (fijohijoy ™, la reduceién de -iello a ilo (castelto- castillo) y 1a igualacion de /v/ y /b/, quedaron todavia fuera de Ia Lengua literaria, deslizéndose en ella subrepticiamente, En cambio se incrementé Ia interposicién de palabras entre elpronombre y el verbo (que me non den: se de mt partié que me tit dicts), menos desarrollada antes en Castilla y caracteristica de Le6n, Galicia y Portugal, Toledo, donde con més frecuencia se hallaba la corte, habla eliminado ya los rasgos mAs salientes de su anterior dialecto moz4rabe. No parece tener base histérea la tradicién, persistentemente alegada siglos més tarde, segiin la cual Alfonso X ordend {que en los usos juridicos ef sentido de las palabras ambiguas © regionales se determinase de acuerdo con el uso de Tole: dot; pero aunque no hubiera disposieién legal del rey en tal ‘is A peta de que en Toledo hijo te encuentra ststiguado cinco ‘ec entre movdrabes 9 modscos en una eselture de 120 (Doe. Ling 267, al), no debla de ser so prefer all * Aunque el mismo rey introdujera lop eastellanismos pecedia, nadia en ot galego de su Cantign 16), haciendo rimar con fl, frit, Sea (ed. de W- Mettnann, I, Lisbon, 14, 176116, La ad Meié yu Amsco Castro, Espa en su historia, M2. ' Veanse Amado Alonso, Castellano, espaet, idioma nacional 24 9, 191, 6667, Fernando Conales Olle E estabiecimionta del aitllnd como lengua oll, Bal, R. Acad, Esp, LVM, Is, 29255, POSOOSHHOHHOHOHHOHHCHOHOCHOOCHOOOOOOSE POCO COO SOE OOSESESOOE COO COL OLOOOLEE ma Historia de ta lengua espaitola 98 Sentido, el habla toledan fends, pero sin los excl fivismos de la de Burgos 0 la Burebs,sitvio de modelo en jelacién lingilstica del reino 1a grain. quedo solidamente establecids; puede decrse aque hasta el siglo xvt Ia tranecripcién de los sonidos espa foles se tiene a normas fjadas por la cancilleia y ls e critosaonsis’ 4. La labor de Alfonso X capacit6 al idioma para In ex posicign didéctica. Tuvieron que ser abordados dos proble- tins fundamentals, referents a la slotais'y al Jee. Se Tequeria disponer de una frase mas amplia y variada aug ln usual hasta entonces, La prosa de las Poridas sw Poeun exfuerzo extraonginarioy fructifero. El pensamfento Cigrere om ella con arrego a un Blan riguroto, de irepro- chuble logca aristotlics, com perfecta trabarén entre. los tmlembrot del periodo, Valga como ejemplo un fragmento ela segunda Partida: jo _ Como et rey debe amar, et honrar et guardar a su moger— 1 sae debe ol vey ae rvina an muger por tes zoned: [a pe mera porave 41 et ella por casamlento reevnd mucsre ley son muerte 0 por otras cosas cleras, segunt manda santa Egesia: Je segunda porgue ela solamente debe ser segunt derecho sa ser mu aparcera en los pesres etn low culdados; Ia tercera poraue el inage que de ella ba o espera haber, que fngue a onrarla debe otrost por tes razones! a primers poraue. ues ela os una conn con fl, cuanto. més onrade fare, tanto jan de wna les. y Observernos que al encabezamiento, expos idea general, sucede el estudio de los aspectos par T Mt G. Newhard, Spanish Orthography inthe Thirteenth Cents, Ph, Disertation, Univ. of North Careline, 1960 58 poca alfonst y siglo XIV 243 dentro de cada uno, la enumeracién de los fundamentos [égicos, Tas razones que apoyan Ia afirmacién inicial. La frase se alarga, complicada en oraciones ineidentales, sin que flaquee la solider del razonamicnto ni se pierda el hilo de Ia idea directa Esta frase, relativamente tan compleja, necesitaba con: junciones ¥ locueiones conjuntivas especiales para cada tips dde relacién entre las oraciones, y echa mano, sparte de los nexos que exist ya en tiempos del Cantar de Mio Cid (como porque y otrast del pasaje citado y pues que, de guisa que, ‘maguer que, etc), de alguno hasta ahora no registrado antes do Berceo: «como quier que él tenié ley de los mores, amaua mucho los gentiles» (Lapidario); sin testimonio prealfons{ conocido: saun que perdiesse, pa» (Acedres)"™. Ast Ja sintaxis ganaba flexi de matices. Quedan, no obstante, muchos rasgos de inma- @urez, La conjuncién gue se repite cuando un inciso inte. rrumpe el curso de la frase: «dixo el rey Salomén... que fl que hobiese sabor de facer bien, que se acompafiase con los buenoss. Como en los mAs antiguos textos en pro sa, Ia repeticion de er es excesiva: «Et amistad de natura es la que ha el padre ef la madre a sus fjos, ef el marido a Ta muger; ef esta non tan solamiente fa han los homes, Reiteracién tan monstona se da sobre todo en enumeracio- nes, textos histéricos y pasajes descriptivos. 5. EL problema del vocabulario consistia en la necesidad de hallar expresién romance para conceptos cientifios 0 pertenecientes al pasado histérico, que hasta entonces: slo hhabian aparecido en lenguas més elaboradas, coma el Istin, Tis Vianse José Lois Riarla, Las coniunciones conctsivas en spetot medieval y elisco, Tingen, 196 Antonio {as provesiconesconsocutvas cn tape radio, ada, 19%, te 24 Historia de ta lengua espatiola sa © el drabe'. En sus obras astronémieas y astrol6 fonso X y sus colaboradores usen numerosos tec frabes, muchos de los cuales han perdurado%; pero siempre ‘que pueden aprovechan Jas disponibilidades del castellano, y las incrementan forjando derivados sobre Ia base de pals. bras ya existentes, como ladeza ‘anchura, lati’ fongueca “Tongitue’, asmanza ‘opinién, ereencis’, eftadimiento ‘eumen- to’, paladinar ‘publica’, procedentes de lado ‘ancho', luenge, ‘asmar ‘creer’, efeder ‘afi’, paladino. Cuando se trata de ideas referentes al mundo’ antiguo, sustituyen’en unos ‘casos la palabra latina por otra romance que indique algo similar de la actualidad medieval, a veces con tna explica ign actaratoria: las Euménides © Furlas son en la Crénica General «las endicheras (‘plafideras') dell infierno, a que Iaman los gentiles deessas raviosas porque fazen los corago- :nes-de-1os-homnes-raviar-de-duelow--Més-frecuente-es°citar cl vocablo latino © griego acompafiindolo una vez de su definicién castellana, para después poderlo emplear como {érmino ya conocido: -efiieron los principes de Roma un corral grand redondo'a que Hamaban en latin teatror; edi zen en latin tribus por linages; «tanto quiere seer dictador cuemo mandador, et dictadura tanto euemo mandador; sté ano tanto quiere dezir como sefior eruel, que es apoderado fe agin regno © tierra por fuerea, © por engafio, o por 4 Vdanse LG. ingaals, Neclogizms in Book 11 of «Esplcule of At fonso af Sable sfedievl Hispanic Studies to Rita Hamilton, London, 1918, 8997, M. Haring, Lor dervador arpectivos de base verbal on ch ‘Seienarloe de Aifonso:el Sabio, Cahiers de Ling, Vispan, Meds, 1 1977, TOL, G. Bossong, Lar sbrtacctn come problema tngsies fa teraura didcticn de origen oriental, Tod Ti 1, ESE, at ‘amo, sus Problene der Oberseisung y dems iblogrtia Gade en ine ¥ Viase A. R. NyKI, Closario prliminar de voces de orgen drabe 2 persue fas traduccines huchas por orden del rey don Alfonso ef Sebo, Uni de Wisconsin, 185. 56 paca aljonst y siglo XIV as traiciéns. Los tecnicismos insustituibles, como septentrién, horizén ‘horizonte’, equinoctial, precisos’ en los tratados de astronom{a, se incorporan decididamente al castellano, y lo mismo acontece con voces latinas de féell comprensién: Iuimido “himedo', diversifiear, deidat. Alfonso et Sabio, @ pesar de haber introducide abundantisimos cultismos, ‘no se sali6 de Ia linea trazada por la posibilidad de compren. sién de sus lectores, y por ello easi todas sus innovaciones lograron arraigo ® 6. La prosa alfonsl, aunque tiene rasgos inconfundibles, ‘ho posee estilo personal; lo imped/an la dlversidad de las materias, el cardcter de vasta compilacién y el esfuerz0 por ‘amoldarse al estilo de sus distintas fuentes. Limiténdonos a Ins obras historieas, In vemos reflejar Ia expresién apasio. rnada 0 conceptuosa de Ovidlo, la pintoresca de Suetonio, et barroquismo.de.Lucano.o la retérica de. San.Isidoro y del Toledano don Rodrigo; y ello, luchando con Ia necesidad de ‘aclarar cuanto a sus lectores pudiera resultar oscuro, y con las dificultades de una lengua literariamente incipiente para reproducir el arte de Ienguas muy elaboradas " 7. La prosa castellana quedaba definitivamente creada, La enorme gimnasia que supone la obra alfonsi la habia con, 1 HA, Van Scoy, Alfonso X as « Lesicographer, Hsp. Rev, Vith 190, 7.2 J. Roudi, Alphonse te Seven, rédeteur de dafntons lealcographiques, «Mdlanges P. Pouch, Pais, 19, 153113 ii'Xparte del art. de Menéndes Pda eitada en ni y de su anterior Antlogle de presstas expels, €» 1d Madrid, 198, 710 ‘danse D. Donald, Suetonius i the Primtra Cree General through the sSpeculum Historias, Hsp. Rev, Xl, 194,959 sletey A. M. Bo. fin Marsan La frere de la Prim Cron. Gen. en telcisn con ok ‘uentes tatnas, Rev. de FDL. Esp. XLHL, 1581999, 100, 9 Lot ‘Monuonenta,Cermaniae Histories. la «Prim. Cr. Gens de hel S, ‘Stren. Homenaje a Caren Blanco, Salamanca, 108, SM Rosa Lida de Malki! La Generel Estria: nota lteralas 9 fotos xs, Rom, Pool, XU, 1954, ML, y KU, 199, 130: Fernando Uaearo Carzeter, Sobre eh smodus inerpreandie font, Iberida n° & De ebro 161, PO OOS COCOOOOOOCHEHHOCHOOOOOOROEOCOOECE 246 Historia de ta lengua espaiiota 56 vertido en vehieulo de cultura, cumpliendo ast el generoso, afin de divulgacién expuesto en el prélogo del Lapidario: Jo mand6 «trasladar de arfuigo en lenguaie castellano porque los omnes Jo entendiessen mefor et se soplessen dél mis aprouechai ‘Si en las Cantigas y otras poestas siguié el Rey Sabio 1a costumbre de usar el gallego como lengua lrica, su vasta produccién en prosa favorecié extraordinariamente 1a pro- pagacién del castellano, elevado al rango de lengua oficial fen los documentos reales. Este nuevo impulso se deja ver fen las comarcas dialectales de Ledn: hacia 1260, en los “eomienzos del reinado de Alfonso X, se tradujo el Fuero juzgo en una versién fuertemente leonesa™; por entonces los Fnotarios de Salamanca y Occidente de Asturias empleaban ‘un Ieonés muy influido por el gallego. Pero después, i 1275, cuando ya se habla difundido el ejemplo de las leyes y documentos alfonsies, un cambio radical de orientacién sustituy6 la influencia gallega por la castellana”. De todos “ modos, continu el uso de una mezcla de leonés y castellano fanto en documentos como en textos literarios, segtin mues ra, entre otros, el poeria juglaresco Elena y Maria. En Na varra y Aragén, que tenfan cancillera real propia, la penetra ida castellana en el lenguaje notarial y jurfdico fue menor TF Publcada por Is R. Acad, Esp. en 1415. Veanse E. Genter, Dat Alieonesche, Berlin, 187; Re. Menéoder Pidal, Et dalesto Teondr 412; Manuel Garcia Blanco, Dialetalisms Teoness dew codice del TFuero Juego, Salamanca, 197; V. Feradndes Lira, Gramdilea 9 You Dulara del Fuero Juego, Made, 1929. Para el leopds el siglo 3h dona, Upeal, 197. También ex de Inirés ol aticulo de Takamace Hata Las formar procadentes de “Oet~'y de -act-p-ect. en Led > Zamora on la Edad Media, 196 (alo tad. del Saponds). alae R Manner ial, Origees de cp 9 Lape boje Baad Media, stiomen. « V. Carla de Diego, Made, 176, 5263, sa Epoce alfonsi y siglo XIV 287 {que en tierras leonesas. De todos modos, hacia 1300 el Fuero General de Navarra ofrece dicho, drecho, fecho, aiar, seme- iar, meior, aunque en minoria respecto a dito, dreyto, fruyto, fayllar, semeyllar, mellor ¥; en Tos Fueros de Aragén y en el de Alfambra se repiten ermano y pechar, frente a peytar y lun conjunto de rasgos aragoneses bien conservados. En el Fuero de Teruel, de igual fecha aproximada, las solucione: castellanas derecho, prouecho, trasnochar, abeja, aparejado, coger, concio son casi generales, mientras escasean las ara- gonesas feyto, feyigo, fruyto, filo, aparellado, muller ® 8.64, La wentwers atsonst (1286-1320); Muerto Alfonso X, el trabajo de sus escuelas disminuys en intensidad y redujo su campo de aecién, Sancho TV (1234. 1295) no sesintié atrafo por la ciencia ardbiga ni continué Ia ambiciosa historia universal que st padre habia emprendido, Concentré su interés en dar a su heredero ensefianzas préct- cas sobre conducta y gobernacién, en procurarse un vademé- ‘eum que condensara los saberes reconacidos sabre Dios y el 1 Veanse Francisco Indursin, Contribucin al estudio det diteto raverroarogonds aniiguo, Zaragoza, 198, 5. Kogoles Lfbano Zumals ‘hrregsi, El Romance Navarro lor Maniscrtos del Fusro Anau {el Puero General de Nevarra, Pamplona, 1917 Eq camblo 1 doce: ‘Benton de Irace ertadiador por C. Saraiegul (v. § 0m, 4) 9 lo in laidor en lor computor de Takamara Hata (Las formas procedentes devel y s(u)lte en la Edad Modis en el Norte de te Pentneta Thence, 168, en Japonis) ofsecen predeminio absolute de (2) sabre ‘id ea Navareadeade mediadon el siglo mt. 'a" Gunnar Tine, Los Fueron de Are, sein ef mavnsrito 48 4e le Bitoteca Nacional de Madrid, Lund, 1987 (regmentos de los Ydel Poeto de Allambra eo Alvar, Texas hspinicar ditectaies, f, Madrid, 1, 367372 en el de Alora hay tambien lecho, 7 muse frente & owes, concllo, ovata) Max Gorosch, El Fuero de Fert Stocthain 1950, Em el Alto Aragén sf dalecto se conservaba nis puro: wdanse los Documentos Lingstzor de Alto Aragdn pblcados bor Tomds Navarro, Syracuse. N.Y 197, 7 reseha de 1. Caromins, Neva Rev. de Filo. Hsp Nit, i958, 6875, 248 Historia de ta lengua espariola fy mundo, y en reajustar los textos y materiales alfonsfes sobre el pasado de Espafi, Ast surgleron los Castigos e documentos, el Lucidario'® y wna produccién cronistica que habla de pro- seguir durante los reinados de sus sucesores. Es probable que La Gran Conquista de Ultramar se debiera también a Iniclativa de don Alfonso Mlevada a cabo por Sancho TV, con Iinterpolaciones posteriores "%; tas leyendas que en ella se fentrelazan con Ia historia de las Cruzadas marean el prn- ipio de la novela caballeresea, con su ambiente exético y bundantes gallcismos. Fuera de la corte la actividad litera- ria culta se reparte entre In didéctica moralizante y la eva- sign de la fantasfa, otientaciones que se combinan en el Zifar, Faltan Ia grandeza de miras y la potencia impulsora del Rey Sabio, pero se prepara el camino a los grandes mora- Listas don Juan Manuel, don Sem Tob y Ayala. __-El scastellano_drecho» propuenade por Alfonso X como fRorma de Ja lengua escrita triunfa ahora definitivamente. Los documentos notariales sélo ofrecen predominio de la apbcope set, sent, Torr, recibient en la Rioja Baja, lindan- onde Jaime T habia te con Navarra y Aragén, y en Murci asentado muchos vasallos catalanes: Montatia este, parte, siete se equiparan con mont, dont, Escalant;, y en Ia Castilla del Norte, Alava, In Rioja Alta y Toledo hay todavia Lop, veynt, mient, vargent bibor, fuent, ete., en proporcién estimable, pero muy minoritarla, En el resto del territorio castellano Jos notarios hablan generalizado las formas con Le}; los casos de apécope son muy raros W Caslgos « documentos, ed. Agapito Rey, Bloomington, Tie ot tucldarow espatole, ed. RP. Rinksde, Madd, 1h suo de lor tanoseritor a como Promotor» Alfonso X y cr 3 Sancho 1. "Rnlchard P. Kinkade, Sancho IV: puentetitererio entre Alfonto 1 Seblo yuan’ Manuel, PMLA, LXXXVIT, 1972, 10908 Woe cit en La apdcope dele cal en cat. antique, sEst ded @ M. Pid I, 1981, 2022, a6 Epoce aljonst y siglo XIV 209 $65, Los nstitos PeRsoNALES: DON JUAN Mawvet, Jom Rotz, Dox Sma Tow ¥ AYALA Desde e segundo evsrto del siglo av la erature caste: lana cuenta con estitoces de fuerte personalidad que dea hela connie an su respective cao, 1. Ea prosa de Alfoneo X continday perfecion en Ia obra de don Ioan Manuel, que le da ncesvo me peronal 9 telex. Don Juan Manus es el primer autor preocupeda pot lal transmision de ss escritos, que corige de pro pia mano, dejandolor en un mooasterio pern qe no le tean Imputabcs los erores de copia. Es tambien a primero en tener conciencia de sus procedimientos eatisticer Seed aur todas las razon son elias por muy buenas palabrar 1 > las mds fortis tatnes® que Jo tuncn ol Gece en libro que fee fecho en romance et ponindo,decrada mente complida It rain que quiet. dectt: pono, en as menos palabras que pueden scerm, El estilo de Con Han Mant, bsndo en ln expresion slctay onc, rn equa covet eps de erave mort, rec de targada de intencin, prea, Pero tal stra no evita tlones bids ala itstenela ene encedenrnest per set porque cada homne aprende mejor aquello de. que se ints pag, por ende el que agua cova gulere mostrar toto, Ssegeto mostrar en la manera que enenlese gue teed me ara el que to ba Ge aprenders™ 1 "Expresiones eleantes, Véate A, G. Solallnde, La expresién snucsre lane en tt General Exon de Alfonso el Sabio, Moreen hte Rabie 1 Linco 11986 13810. 2» "Veante F. Donne, Syniakische Bemerkangen zu Don Juan Me rat's Schriften, Joe, 1891; 1. Valeo, Sobre aspect. estes 4e don Juam Manuel, sHomenale 4 Menénder Pity Th 1815, S345, oun exrina —17 POORSHSSHSSHHOSHHOHHSSHOSHHHSSOHOSOCHOEEEES 250 Historia de la lengua espanola 565 2 Otro gran estilista, de temperamento opuesto al de don Juan Manuel, es Juan Ruiz, Arcipreste de Hita. Su len- ‘guaje efusivo y verboso trasluce un espirita Meno de ape- tencias vitales y de inagotable humorismo, Eseribe para el pueblo, y al pueblo deja su Libro de Buen Amor, con libertad, para aftadir o amputar estrofas. Extraordinario observador de la vida y Ia realidad, las plasma en escenas animadas y pintorescas enumeraciones. No se detiene en seleccionar la fexpresién: acumula frases y palabras equivalentes, todas jugosas y espontineas. Prodiga los diminutivos reveladores de afecto, ironta 0 regodeo sensual “R Meptader Pal, Nota sobre we fdbuta de don Juan Manuel » de chan Rass sHomiaage 4 Ervest Martingnshes, Pars, (193), 161 ‘(Gesnuts en Poesia arabe y\ poesia europea, Buenos Aires, 194, 12% {Sy Marla Rove Lidu de Malti, Tres notar sobre dow J. M., Rom Phils TV, 1980191, 186194, Giovanna” Marrone, Anmomivaione Heracion! sinonimiche dx 7M, Stadt Medion © Volga, 1, 184, Sit. Schoibere, Sobre el estlo del Conde Lucanor, ‘Kentcky ‘© Foreign Lang. Qvariely, X, 196%, 19620, y Figurative Language te hi. Ma sDon ivan Manvel Studi, Londoo, 1971, 10186, R- Esguer Dor regs estiscor en Dow Juan Menuel {parlelismos.y_sime “ais, Rew. de Filo Esp. XLVI, 96, 429435; E. Caldera, Retoriee, rarvutve © dation nel sConde icaors, Mecellanen i Stadt Topa Sic, IV, Psa, 19661967, S100; Me Afutoe” Cortés, Inenificaion 7 pevspecnism.lngdlatica en la elaboraién de um ejemplo de El Ene, sketudios ddie, aM. Baquero Goyanes, Murcia, 197, 529546; Me del‘Carmen Bober, Sites narra on algunos enslomplos de MELO: Lace, Probemio, VI, 198, 28016) 1B. Kalle, A Re-Exomination OF DoD ce Narrative Tehrigues. La Majer Brava, Hispania, LVI {nb sty br Darbord, Relations coruller et dude teatualle (BL C. Lite), Cahiers de Ling. itp. Medial, 1 1977, 100; Diego Cetala, Don iM, ente sf modelo sifonl, «Don J” M. Staer, London, 17 "1a; Toad Romera Casilla, Estudios sobre +El Conde Lucanors, Mu ‘rid, 98, ete. Excelente bibiografa es In de Daniel Devoto,Inrodue ‘inal estudio de don J. M. yen partctar de El. Luc, Pats, 17 Jost Manuel Blecua, « qulen se deve la ed. del Libro Infinido y del Tratado de la Avsecidn (Granade, 1952), asl como ln mejor que May de [EV Conds Lucanor (Madrid, Castalia, 1), prepara la oe Tas Fesantes ‘brat de don Joan Manuel 6 Epoca alfonst y siglo XIV 2st ‘Los lnbrios de Ia bocesémbrante un poguila El color se fe muda beemejo ¢ amarilo, EL coragén le sata at 8 monudilo, Apridame mis dedos en sus manos quel, Y¥ su vocabulario inagotable, concreto y realista, es pro vechoso ejemplo para el lector moderno, acostumbrado a la cexpresion intelectual y abstracta, El Arcipreste de Hita inicia el erapleo de modismos y refranes (pastrafias, fablllas), que habfan de tener gran cabida en obras culminantes de aues- 3 Baciones de J. Ducamin (Toulouse, 161); 5. Cejador (Made, is, Castell 118), Marin Rows Lida (cise, Buenos. Aes. 1 6. Chiarint (Milano Napoll, 16h M. Crago de Vay EW. Naylor (add, 198): Toon Coromiaas (Madi, 6? RS. Wille (Prineatan, Im J. Jose (Made, Clas Castell 19M), 7G. Real de Rive (Galamanca, 1979. Voeabulrios dei. Me Aguado, Glosoro" sobre Jug Rad, Madris, 98H. B, Richaidson, An Eiymologia! Vora Bulery tothe Ls de B. A, Yale Uni. Press, 130; y M. Criado” de Val, E,W. Naylor J. Gatcla Anterans, L de-B- A, Glovero deta ed ci ertca, Barcelona, 1972. Ataen a lenguafe 9 et del de BA: RC Menendez Pial, rosea sobre la ede Ducanin, Romania, XXX ‘WoL, Poeslafuglareca fugares, Medel, 182, articulo tran, 10, Welser, Spraciche Kuncmitiel dee Erapreser vom Hite, Volistum und Kuaar der Romanen, VI, 194 166243, L. Spltaer, Zur Autfssung der Kunst des Ave. de 1, Zetech from. Phi Li Iis4, 25127, F Lesoy, Recherches sur'le Lede B.A, Pats, (5 Marin Rows Lida, Notes pare la interpreaciin. fluence, fuentes 9 texto def L. de B.-A, Rev. de Fal Wisp, My 94, 106150, y Nuevas ‘otas para la inespretact dl de B. hy Noeva Rev. de Fb. Hise XML, 19), 1742; America Casto, Espaha su hsfria Benos Altes, It, 31463, y La vealided hstra de Espana, Mevies, St, STEM F.Lézato, Lot amares de Don MelSn » Dota Endrina, Notes’ sobre ck, lrie de Juan Ruts, Aesor, n? 6h lebero WSL 321, Love Terrain, ito deltericolo avant al possesiv net L de B. ty Unt. dt Torin, WS; Dsmaso Alonso, La bella de Tua Ru, toda probleias, fst Vil, no 7, Julio de 198 (inhado en De Tor siglos coeures af de (ro, Maas, 194, 8559, y\ La care! Wel Arcipreste, Cundernos Hie panoam, XXX, m8 1357, 166177, A, Caso Ue Lacs, Refanes de foueres medio en el. ds B.A, Rev. de Dil,» Trades Pop. 1X. 195, ‘MD; Uirich Leo, Zar diterischen Orginal dee re. de Me, Frankfort 232 Historia de la lengua espafola gos $65 Hpoca alfonst y siglo XIV 253 3. Al morir Alfonso XI (1350) y heredar el trono Pedro T, cl rabino don Sem Tob de Carridn le aleccioné con una colec eign de Proverbios morales que, a pesar del fuerte lastre que Ja tradici6n hace gravitar sobre el género, revelan notable coriginalidad, tanto en su contenido como en su forma. Su roligisidad no impide que Ja existencia humana aparezca fen ellas como azarosa contienda en que es preciso poner en Juego sagacidad y cautela, Si en esta moral del vivir alerta se trasluce ef alma judaica del autor, también se'manifiesta en Ia exaltacién del intelecto y Ia alabanza del libro. Por otra ‘Sm Mein, 195% Marghcrta Morreale, Apunter pera uot comentario iteral del +b, de B. A», Bol, R. head: Exp, XLII, 1963, 0036 de fpuntes para un comentario literal dat «ldo B, Ax con oirar oberon ones al margen de a fectete ed. de G. Chiarn oid, XLVI, 1 Stones 9 am, XUV, 88, TK, Closaro. paral det oLe de Unive urgehe La Hapa, 196, 9A. Ade epunter. sugeridon por le ed. de-1- Covtiiias, Wap. Rev., XXXIX, (90 TEs, El igllo ro-en el de BA, Ate de Pol. Ary XIV-XV, 190964, 2624, “Faté afr wolpadow’ alse dela adaptecion de a fbula tsdpice AIL, de B.A, oStudia Wisp in hon Ron TT, 17S, 369374; A Ne Zahae teas, The Art of Juan Buia, Arehpiest of Hite, Made, 165) C. Ga THano, Et mundo posice de 1. Masel, 1968, A. Virwro, Nuovi ‘tudinal de B.A, Rows, Palo, HTL 948, 138157; K. WI. Adams, i Ruie's Manipuiction of Rigel Some Linguise and Stlste Con ‘auences, sLibra de B. A. Stace, London, 197, 12h A.D. Dejer ‘mond, Some Aspects of Parody tn the La de B.A, Yd 7; Diego Case Un, slungue ome non gote la pera del perl.» (Sobre Ta senencia Bes, Ruy ta de ou oh Ao), Hip. Rev, XXXVI, 17, 5696) GB. ‘Gpbbomonypenny, The text of the abs de B. Avs recent editions and Ther ees, Bull. of ig. St, XLIX, 1972, 217235 BI Are. de Hite Et libro el aor 14 tera, la dpoce, Actas el Congr. Toten. sobre el Are de Ho, Barelon, 1973 (con atlelos de R. 8. Wiis, Alar ‘foe Lioweh, K, Stlvador, J. Martines Rul, F, Mérguez Villanser Scarein-Antezana J. Gela Turraga tocantes a lengale y este E Mune Garrigés, Um leonesiamo det ob. de B. An, Es UL dedi, & 2M. Baquero Goyanes, Marcia, 1904, 49380, 9 ET manuserto T del ok. de Behn Anas dea Univ. de Mure, XXXV, Curso 191671, 47235, BE. Alrces Litochy Aportiagtertucter el L. de Buh, aBlomen. a V, Garcia de Diegon. I, 196, F2, et parte los hemistiquios heptasflabos, leves aunque prefiados de sentido, se pucblan de comparaciones con riqueza im tiva de origen oriental ® 4. En el terrible reinado de Pedro T se forja el alma de Pero Lopez de Ayala, conciencia vigilante de un mundo en caso. Ante el resquebrajamiento de In sociedad medieval la mirada penetrante del cronista descubre los males que Ia han rinado, analiza la.concatenacién de tos hechos y los narra con aparente objetividad e implacable célculo de los efectos. ‘Su poesla satirica tiene igual carga de intencién e igual acier- to en In eleccién de detalles significativos: y en Ia religiosa personaliza la tensién de los salmos penitenciales con angus tia y hondura nuevas en la lirica de Castilla (estr. 740, 749): [Non entre en julio con tu slervo, Seo ca yo #0 tu Yeneldo e conoeco mi error ~ Lad lag sie talleceh “el al mie acrecin son ha mat nin pevigres quel edragSn non sent 2 Proverbios morales, edited with an introduction by tg. Gonzsee Libre, Cambridge, 194 Amérieo Casto, Espana, ex su historia, ‘Buenoe'Aire, 19, S6157%, E. Marcos Llorach, La Tenge de fos sPre: serbios moralese de don Sem Tob, Rev. de Filo Exp. XXXVI, Ish HA30, y"Lulsn Ldper Grigera, Uh nuevo cliee de ios sProverbiot, Imoraess de Sem Tob, Bol. Rc Acad. Eop- LVI, 1986, 2.28 2 Véanse_Amécigo Castro, Lo Nipdnico y af erarmismo, Rev, de Hil, Wisp, 1V, 19%, 411 (despuds en Aspector del visi hispdnico, Santiago de Che, 199, e272)". Lapen, El Cancer Ayala, slstoria General de las Literature. Hisinicns Barcelona 1,169, 95SI2) RBA Tate, Lépee de Avo, humanist he {orlan, Hsp, Rev. XXV, 1957, 11.4. Gimeno Cavelduer, per Sonalidad dei Canciler P. I. de Ay Montague, 9 35 16 24 (one Pla, en Estracturey diseno en fa ter. eat. medica, Mari, 21, Westby Pts ded. e cambio patito de Casta a coments det XV, isp. Rew, XXXII, 195, 1b; L- Urrutia Salavert, pumas sbser domes sobre el libro por muchos mal llamado eRirado te Palacio Caadernos Hispanoam. ms. 23620, 19, 455416, G, Di Sttana, Aspe del «Realm Morale nel Rimado de Peleio, Miscellanes & POCOHSOHOOHSHHHHHHHSHSHOOSOOHHHHOOLOEE 254 Historia de la lengua espanola 565 § 66, GENeKOS LITERARIOS, LENOUAS ¥ DIALECTOS EN EL St 1. El Libro ‘de Buen Amor, aunque en gran parte fuese narrative y conservara 1a tradicional estrofa del mester de Clerecia, contenia abundantes fragmentos Ilricos —oracio- nes, cantigas varias, canciones de serrana— en otras formas de versificacién, especialmente el zéjet 0 villancico, de vieja raigambre hispanoardbiga, Otro tanto ocurre’con el Rimado de Palacio del Canciller Ayals, donde hay algunas canciones Teligiosas. Fl castellano invade el terreno reservado al galle jo: Alfonso XI escribe en castellano una linda poesta tro Hadoresca, y a fines del siglo x1v, aunque algunos de los poetas més antiguos del Cancionero de Baena prefieran toda. ‘tod Tapani, Pisa, 196219, 528; Kenneth R. Schotbers. Si ¢ invective a Espate medieval, Madeid, 197, T9409, ete, Lat Cr i carecen Ge ediion que responds = ls eegencas dela ua, hay ave studi, pes, ain de Laguno, Crd ihe tr Reyes de Casita, 17D, 01s de Rosell en Ia Bib, de Aut. Esp. Akt y COVIL Det Rica © orslc hay Ineo. de AF Raecseine? {ow York, 190, 2 vole). K.Adems (Salamanen, 171, J. Lover Yepes (Witla, iit, Fact (Bade, 1975, 2 vols) Hiche Garcia (Madd {978 2 vola) end dispuesta para publicacén otra de Germ4n Orduna Dal ive de Job y Las Forse de tos sMoreles de Jobs ay las de F Branclford (Melon Pivensey 162, y Pens, 198 tesea de Margherlia Morale tsp, Revs XXAI, 066, 361355). De Toteres para el en {hnley texto del Rimado ton tos actculos de A. F. Kuestener, The tse of the relative pronoun in the +R. de Pa, Revse Hisp.. XXIV, Jott, det D.C. Clarke, Hiatus, Somalepha and Line Length Lovet Ue Ayal? Octorsilbies, Rom, Pisa, I, 184, W736, G. Orduma, Bl Sregmento P det Ru de Po wn contnuador andnimo del C. Ay Flo {oat VI, 196, 107519, y Una nota para testo del oR, de Ba Vene- ca Venensie Abenengia, Bull of isp. Staies, XLI, i964, HII, ‘thre toh, A eitin, A Vocabulary fo the =R. de Ps of PL. de Ay {esl inca, Uni. de California, SL it Ganclonore dela Vaicans, 2, Lae abundantes gallegismas pparecen sr en pran pare, de copia so 5 66 Epoca alfonst y siglo XIV 285 via el galego en sus obras de amores, la mayoria de la total produccién lirica esté en castellano. Ademés el gallego usa do es muy impuro; a veces se trata realmente de una lengua Iibrida, con un Higero barn gallego®. De todos modos, el inflyjo de la lirica gallegoportuguesa dejé huellas linglls- ticas en castellano: asi coite, coitado se usaron durante alga, tiempo junto a cweita > cueta, cua, cuitado, originariamente> leoneses 0 aragoneses. Como derivados de laetus habtan contendido en el Centro de Espafia el castellano lledo y el allegoportugués ledo; desde cl siglo xiv sélo se registra edo. A fines de la misma centuria se inerementa en Castilla el empleo de alguién, alguien, bajo la acion del portugues alguem™, 2. ‘El dialecto leonés se mezcla con el castellano en clerto aimero de producctones literarias, No sabemos sila primi- liva versién, hoy-perdide, de la Demanda del Santo Grial, seria leonesa pura o ya mediatizada: los textos conserva. dos guardan muchos occidentalismos, igual que Ja Estoria del rey Guilleime, la de Otas de Roma y otros relatos nove- lescos®. El Foema de Alfonso Onceno pretende estar «en Tenguaje castellano», aunque se escapen algunos lusismos y ‘muchos rasgos leoneses®; también abundan éstos en el Libro Vase mi artcalo La longus de ta poesia iia desde Macias hasta Vilesandine, Rom. Pilot Vit 195, 159 ease Y- Molkiel, Hispanic vaiguilens and related formations, Unie, of Catforaia Pubitcatons in Linger, 1h ch, Modern Philology, IIL, 181516, y Spanish. Grail ‘Chicago, 1242S; Estora del rey Gulleime y Et cabalero Pleide, 2d. nas, Dos brat didactic » doe leyenda, BONG. En. Macri 17; Otas de Rome, ed. HL Bair, Masry 19; Praneees Marcos Marin, Comentario morfodeicoysntéetico de um teste, me. fieval (= Ots, fragmento del cap. XVIL, sepin In Crestomata del tsp. meiey. de Menendez Pia, Il, 8), «Comentarios lingaicns de fehtote 1 Uni, de Valladai, 978, 16 it” Viace Diego Callan MendoderPial, Poeme de Alfonso XI, Me id, 985, 848 256 Historia de ta lengua espaiola 56 sor Epoce alfonst y siglo XIV 251 de miseria de omne, copiado, de La Montana. 3. La independencia politica de Aragén respecto de Cas- till, y su unién con Catalufa, explican la mayor resistencia det dlatecto aragonés, as{ como el fuerte Influjo cataldn que cen l se percibe. En el siglo xv el aragonés tiene considerable oreclmienio auténomo, sobre todo en obras histéricas y traducciones cuyo gran propulsor es Juan Ferndndez de He- redia (13107-1386), Gran Macstre de la Orden de San Juan, Su estancia cn Morea y Rodas desperté su interés por el mundo helénico; puesto en relacién con sabios griegos, hizo verter al aragonés las Vidas paralelas de Plutarco y los dis- cursos que Tucidides habia puesto en boca de Ios personajes de sus Historias: son las primeras traducciones de clésicos ‘griegos a una lengua moderna europea. No es de extrafiar el ‘amorede, Heredia. por-la.Grecia.antigua:. por-aquellos-afos Pedro IV de Aragén, duque de Atenas, mandaba a sus gue rreros proteger Ia Acropolis por ser ésta —segiin dice en su ccatalan— la pus richa joya que al mon sia, ¢ tal que entre tots los Reys de chrestians envides Ia porfen fer semblants. El futuro rey Juan I, el amador de toda cortesia —entonces {nfante aun, pedia con avides al Maestre copins de Ios textos ‘antiguos que puldiese reunir. Las auras det humanismo Hega- ban a la Corona de Aragén antes que a Castilla. No por eso “dejaba de introducirse la influencia casteliana en el aragonés literario: aunque en Ins obras de Heredia preponderan las formas regioneles, aparecen también fecho, mucho, hoy, her- | parecer, en la parte leonesa Bale por M. Artigns, Bol. BDL, Menéades Pelayo, Ty It, 1918 som, Hay en ff Ieanesismos indwdables come airy, sey, fy (= fat), ‘oui muri, vide adr afedrer, a, os, lal, chamar. Sin ‘nborgo es posible que el aignalfvere aragond, a fossa por KEimenlos trata dolinta, Jos mumeraes selena cehenta en som fon santa canta, muchos ply ely finales, ete Ty ene A. Bodin Margact, Apia roias sobre le lengua de 67, La evocucrdy Det CASTELLAND Ex EL st0tO XV. Bn el transcurso del siglo xiv la Tengua liquida alguna de-sus més importantes vacilaciones, desecha antetiotes pre: {cios respecto a fenémenos Upicos de la fonética castellana Yy camina hacia su regularizacién, 1. La apécope extrema de Ia /-e/, tan intensa desde fines el siglo x1 hasta la época alfonst, estA ahora en plena deca- dencia, Las zonas del Norte donde parece tener aiin cletto arraigo son Alava y Soria, sin duda influldas: por la vecin: dad del navarroaragonés, cuyas soluciones habituales eran suficient, muert, nueit‘nocke’. En el rein de Toledo el len- suaje del Arcipreste de Hita conserva como arcaismo popular algo de Jo que antes habla sido preferencia de'seilores y érigos,.y.asl.usa.todavia.nief-'nieve' trax, dis, conbit, pro med ‘promete’, yor ‘yo te', aqued muestres ‘que te muestre’, ddan: ‘dame’, pdgan ‘pagame’, ete; las reducciones y deforma. clones de me y fe se dan con especial insistencia en boca de las serranas, como caracterizando su rusticismo. También fen Andalucta se encuentran ejemplos como scorporal ments Juan Ferdnder de Heredia, Rev. de Fl. Esp, XXVI, 194, 17189, 9 Sobre los extrenerimas lsicos de Ide H tomen’ a F Keer, Ti, Mondora, 195 18197; B. Potter, Un manaserto aregondss Sat vidas de hombres thatrese de Platareo, Arch, de Piel Ara Hl, 1950, 265257" ls Liper Melina Tuidides'romanceaday Madi, Wet; Regina af Gellestam. ed, com eetuio. prcliinats de Crom’ Cronica de Espanya (bros Ty 1. Uppsala, 96, Fred. Heder Notas sobre la Cronica de Morea. Fondion Arch, de Flbl Arse XIVXV, 190496, (3102, Aparte de estat y otras ooras de Herela, 900 textos aragoness de interes el Libro de las Coronectones, compuesto eo 188 por orden del Rey Cerewonioso, yet Libra de as marae, del ‘undo de Juan de Mandevila (ed. estudio de Pl Lis Monta, Zarogors, 179), aunque Ete vierta con torper un tet france tere: flciendo sin traduclas la palabrer difeaitonas. Text naval Portante e la Crénica Generel de Bspata de Fray Gara de Eugul, eeoeesesooooseee t peeseeeeooeeee peeece Historia de ta lengua espatota 561 hhasta 1370, Finalmente, el habla de los judios, representads, por los textos aljamiados de don Sem Tob y las Coplas de Yoeef™™s, emplea xkem fizo», enot fortase, princep, sab. Pero todas éstas son supervivencias excepcionales que se ex toguen antes de acabar el siglo xv; en 1390 6 1400 era ya absoluto ef restablecimiento de Ia /-e/, salvo, como hoy, cuan- ‘do quedeban como finales las consonantes /4/, /l/, /n/, Isl, 15/ © {21 no agrapadas (bondad, sol, pan, sehor, mes, tui), Aun dentro de este limite, Ia apScope nunca habia sido general en Ia conjugacién: aunque la regulitidad fonética apoyaba pid, pud, val, vin, vien, tien, quier, pudier, quis, pus, fiz, aijce y similares, la rogulatidad morfol6gica favorecia las coftespondientes formas con /-e/; desde la segunda mitad del siglo xiv Ja tendencia general prefiere claramente pide, ude, vine, guise, puse, aduze, y la alternancia se restringe a vienviene, tientienc, diedize, farfaze, ficfize, quier-quie ¥ algin raro caso més. En los pronombres encliticos se, le, Jas formas apocopadas («nos me partes, «dixal», «quel») con tiendén con las formas plenas, a cuyo favor se inclina Ja balanis. 2, "EL diminutivo -illo, arraigado en Castilla desde tiem pos remotes, pero rehusado por la lengua literaria, que pre- feria la forma arcaizante -ello, se generaliza ahors. En dos mariuscritos del Libro de Buen Amor es ya la solucién ha Ditual, con casos asegurados por la rima; y desde el dltimo tercio del siglo xiv apenas aparece -ielo en textos castella nos, Sin éxito tan grande, se propaga también el paso de Pom Compact ene 08 » 150 aproximadament: pleas or Oona Liban: Rewe Map. WRX WAS 23, 9 aemwee te caitrise 1, "por lense, en Mn sire 120 conoense quai, sey “rn el retabi0 donado por el Caller Ayal al monasero de Cucians 186 thy ine Ciengs) oe west enon so Epoca alfonst y siglo XIV 259 f inicial a , que aparece ya en algunos documentos of: tiales; pero en la literatura sigue dominando la f, fazer, ferir, aunque en el Libro de Buen Amor aparezcan hato, hadeduro, Henares, heda ‘fea’ y algun otro ejemplo, 3. Los imperfectos y condicionales sabiés, renié, robarie- des, frecuentes aiin en el Arcipreste de Hita, son reempla zados en Ta mayoria de os escritores por los terminados © cen-la, entendias, vla, querla faiades® %; Ia desaparicion de las formas con -ié no fue completa, y en épocas posteriores sur- igen bastantes casos en la lengua escrita. Comienza a omitirse Ja /44/ en las desinencias verbales -des: andarés e yrés apa- recen en el Libro de Buen Amor™; en el Libro de miseria de omne hay enfiés, entendés, junto a avedes, olvidedes, y cen la Danza de la muerte (hacia 1400) menudean soes, Bayaes, yrés, abrés, esteys, darés, tends. Y aumentan los ejemplos, muy raros antes, de nos 0170s, vos otros, junto a 10s y vos: fen un principio las formas compuestas ponfan de relieve el contraste con otra persona © pluralidad: «Si pesa a vos otros, bien tanto pesa a mis (Juan Ruiz). «Qué nos mandades nosotro’s fazer?» (Ayala) * EI Cancionero de Boone couserva siela y Castile, junto » varios Casilla en un poema de Ruy Peet de Riders, compacsta en 1407 (nh imero 25), En ef mismo canconero, una composetin del Ieonés Fray Diego de Valencia (num, 21) pone en ria bela, roles ¥ guerelias, donde es evident In mosernizacion de un original rude, Lot times Sjemplor catellanoe que cononco se dan en el habla rstica de los bustores cn in Vio Christ de Pre ago de Mendars, hacia 465, 7 fespuds en Rodiigo de Reinosa y Torres Nahar (sate ei. de Ia Vit’ Christt por Masco Masso, Uni, de Firenze, 1730). Saal Yease¥. Towards Reconsideration ofthe Oid Spanish Imperfect iui, His, Rev, XVI, 98, AL ‘i andard, 13824, e8 lectin de dow manoscite ¥ exigida el meitoy sri, USL d, slo en el me, Sy atts elemples de i sna ‘bra som mis'dicutibies, Vease Rufino Jose Cano, Las segundey Sersomar-de plara! on le conlugactin castellana, Romania, XE 1698, Site (despots eo: Disolsiclones folsias, 1, Bogota, 13, 10332, St love de B: Amor Ihe; aE del mat ds yes ores « tal mucho 260 Historia de ta tengua espafiola «8 68 § 68, Cuttiswos ¥ merontea, 1. Ato largo del siglo xiv continda sin interrupeién ta entrada de cultitmos, impulsada por la actividad de las na cientes universidades, Ia formactén de juristas en el Colegio ‘espafiol de Bolonia y las traducciones de obras doctrinales fe histéricas. La del Reginiento de principes de Egidio Co Jonna, hecha por Fray Juan Garcia de Castrojeriz hacia 1345, tuvo gran resonancia, A ella y alas de Fernindez de Heredia (8 66)) hay que aiadir las mui influyentes del Canclller Ayala, ‘que puso en castellano los Morales de San Gregorio Magno, el De consolatione de Boeclo, las dos primeras Décadas de Tito Livio (a través de la traduccién francesa de Pierre Ber- guire) y parte del De casibus principwn de Boccaccio. Ast ectran’ eabtela ‘eaitela’, magrdninio, magnavitmifdad,’prestin— cid, presuntuoso (Castrojeria), asimilar, iniguo, mutacién, me- ‘ligent, occorrir, olligarchi, omnado, pollitice, preiudicio ‘per Julcio’ préspero, reputar, sotiiter, soliitud, squisito, statuto, ‘subito, theremotu, vietuperio, voluntario (Heredia), ypéerita, ‘ypocresta (Ayala), etc. Como puede verse, los cultismos, que hhablan mantenido relativamente pura su forma durante la épo0ca alfonst, vuelven a alterarla como en tlempos anteriores “eon deturpaciones proplas de transmisién oral descuidada y correspondiente ultracorreccién: frecuentes sort astralabio, dino, entincidn, solepidar; junto a iniquo los manuscritos de Heredia usan inico; y sus ultracorrectos soplenidades, divigno, abtupno (lat, autumaus), 0 el rebio por recto de los de Te pests, 2B; Crénica det rey don Pedro, ato XVI, cap. IY, BL ‘jempio rns antioo que conozco es uno del Alexandre (ed. RS. Wi Hest M3). soon sexi tan crles Toe prinipesseslares Jn teriemon noe otros tantor mals pesaresr- Vennse 5. Gil Gayo, Rev Ge Flo, Esp, XXX, 185, y L. Spltace, 1d, KAT, 150 868 Epoca alfonst y siglo XIV 261 Ayala, pueden afiadirse a los mencionados cabrela,olligarchla, politico, victuperio. Se habla perdido el respeto a la forma latina de las palabras cultas y se tardaria mucho en recobrar. lo parcialmente 2. En los ultimos decenios del siglo Hegan a Castilla corrientes literarias semejantes al retoricismo que caracte- riza la prosa y poesia francesas de entonces. Escritores pro- vistos de cierta cultura se esfuerzan por lucirla mediante amplificacién elocuente, artificios retéricos, referencias a Ia ritologta e historia antigua, primores de rima y abundancia de latinismos mas © menos alterados. Fsa tendencia ya figu: 1, carleaturizada, en el sermén que encabeza el Libro de Buen Amor; pero medio siglo después arrecia sin parodia. En la poesa los eversetes de antiguo rimars, como Hlamabs el Canciller a la cuaderna via, quedan arrumbados por las altisonantes-octavas.de arte mayor, portadoras de mensajes pedantes y engolados. Hacia 13%, cuando Enrique If aparté de su corte al Condestable Ruy Lopez Dévalos, Frey Lope del ‘Monte compuso un decir «por manera de metéforas oscuras © muy secretase, cuyo principio reza ast EL centro celeste con su renders confirm sus orbes en rret sustancl, ‘costings domar la st concordant Aispongs senblantes @eaqulon dures, ‘algun mature vin de procta cee Fortuna a lnfortuniat.. En Ia prosa hay ejemplos de desarrolios paralelisticos y contrapuestos, que no siempre se deben a afén de lucimiento, ‘Si San Agustin habla puesto 1a retérica al servicio de Ia ccatequesis, Fray Pedro Ferndndez Pecha, uno de los funds: ™ Vease Américo Casto, Gloserios ltinoespatoles de la Edad Media 1836,» ‘Scencionero de Bacna, 38 POSHSHHOSHSCHOHSOHOCHOSOHOOHOOCOHCOHOCEOOEEOS 262 Historia de la lengua espaiola 509 dores de la Orden Jerénima, busca en la retOrica agustiniana tun instrumento para expresar con intensidad la propia com Yersién y mover a sus Tectores: abl, Seo, © sano 18 moro, Toca el Iugarelo Cla seu tut) « remand ef meri Lame lato Sor e dexpertrd el fue dusrme. Non fe elo, Sefor,poraue te partes, mas ruéote SEE foe ste, Ca Venes ss ¢ non te scope In ml memoria: Surasteme dente «oon fe scope el mi entendiaent. 669, La ETARATURA ALIAMIADS, La convivencia de gentes «de las tres religiones» en 1a ‘spafia medieval hizo que el romance no se eseribiera sélo fen caracteres latinos, sino también en los del alefato hebreo ‘J en los del alifato rabe. Asf ocurrié con las cancioncitlas rmozirabes utilizadas por poetas rabes y hebreos del Anda. us en los sigios x1 al xr (§ 49). Mas tarde, al avanzar la Reconquista, son los mudéjares y los judlos habitantes en la Espafa cristiana quienes escriben frecuentemente en ro- mance valiéndose de sus respectivos sistemas de escritura: ‘después de 1492 siguieron haciéndolo en Espafia tos moris cos hasta su expulsi6n en tiempo de Felipe TH, y ain mas tarde en el Norte de Africa. Los judios sefardies en la diss- pora publicaron en caracteres hebreos biblias y otros textos romances (véase cap. XVD). El siglo xrv, el mas caracterizado por Ia arquitectura. mu ‘jar, es el de mayor florecimiento de la literatura aljaminds, fdjetivo que procede del érabe al-‘agamtya ‘lengua ex- tranjera’. En letra hebrea estin dos manuscritos de los Pro- % Solloguios, publ, por el P. Angel Custodio Vega, 0. S.A. La ‘Ciudad de Dios, CEXXV, 16, 71070 trata de su estilo en Uix elem Slade prosa rutsron 2 finer de siglo XIV: tos Solloguios de F. P EP aStadies in Honor of L.A. Kasens, Madson, Wir, 195 (nclsido ‘deapuss em Prostar y potas de ayer 9 de hoy, Madi, WT, 920 Epoca aljonst y siglo XIV 263 verbios morales de don Seri Tob, asi como las Coplas de Yosef; y en letra arabe el Poena de Yupuf. Al siglo xw parecen cortesponder poomas en slabanza de Mahoma, uno en cuaderna via, otro en 2éjeles; y de la misma época deben, de arrancar gran parte de las leyendas o recontamientos que los moriseos del xv1 copiaban amorosamente, y las Leyes de moros, ampliadas y comentadas por el alfaqut segoviano Iga Ben Gebir en una Suma de... la Ley y Cunna de 1462 Los textos aljamiados moriscos abundan, como es de esperar, en especiales arabismos léxicos, fraseoldgicos y sinticticos, y su transcripeién es un precioso testimonio para.conocer Ia ppronunciacin efectiva del romance: slguno de Ocafa refleja, perfectamente la diecién toledana del siglo xv, Pero tanto el Yulcuf como ta mayoria de los manuscritos del xv1 estén en. aragonés u ofrecen muchos aragonesismos: hay que tener ‘en cuenta que casi todos fueron hallados en casas aragone- sas; cuyos desvanes les sirvieron de secular escondrijo. Otro, raggo que sueten ofrecer es su notable arcafsmo, que les hace conservar usos que en el siglo xvr habfan desaparecida en Ja norma de la sociedad cristiana, Caso representativo es Ia, versién aljamiada de Parts y Viana, que aragonesiza y acatea, ‘un texto castellano impreso en Burgos en 1524™™, 2% Jann Marine Rult, Un nuevo texto alamiado: el recetarlo de sehumrios or ii de or manscrtosarser de Osta: Rev. de Dish, Trades Pop. XXX, 19063 Beck Lab abel del rate aoa ont one \ragonds (Actas del Congr. Hotrn. sobre er, ajamlada 9 wove, ‘Grieg, 19, publcadas em Madea, Bie, 30569), urbupe «abuts Imortcoraopon coma, ts consrvacion I todas ntertocdlcas Into Yr, ek manteimleato de la fy, as consonants Snuhidlens de caver, mepol,Yoata, cadequno, ct: Peto ston fen Imencs son ga cractctsticos del primiva aot aragonts, anteriores Tin hpodtieainfwenla mors, qu, lo sumo, abr contibulde 2 au pendant, a 264 Historia de la lengua espanola 59 Los teitos aljamiados no interesan s6lo como reliquia de tun drama histérico ni como testimonio lingifstico: el Yeu, el Libro de las Batallas y el Recontamiento del rey Aliandre poseen efectiva valor literario; el Libro de las Batallas plan- ‘tea importantes cuestiones sobre los origenes de ta épica; ‘euentos y leyendas moriscas influyeron en El condenado por desconfiado y en Gracién; y Ia mistica de San Juan de Ia ‘Cruz presenta sorprendentes afinidades con la de un morisco de Arévalo”. ® Leyes de moras y Suma de. le Ley 9 Cura, of. P. de Gayaneos, Memoril Hist, Bops V, 185%; E Gullén, Robles, Leyendes morons, Golde eet, Carelanos, 5 vols, Made, 1eS100¢ R. Menendet Plda. Pooma de Yadeuf. (Materiales para sw estudio), Rev. de. Arch Bibl y Mun, Vit, 190 24 ed, Granada, D2) A. Ro NyMl, EI Libro del Rrekontamiyento det Rrey Alsondres, Rew. Hsp, LXXVIE, 12% ‘tatty storia defor amores de Parts y Viana, Medea, 1910, 9 Bi Lbrode-tar-Betala.-?-als--Madsl, 1015, ety -estilados- por ‘Aivaro Galmés de Fuentes con expostléa muy completa de ls, pec Taridader lngsticar de Ios textos aljamlados. Antcipo della es Unters, en ef orden linglistico, de la erature espaol aljamiedo. tmorisea, sAces a X* Congres Inter. de Ling. et Pile Romanes (Strasbourg, 192), Paris; 148, $2754. Véense también R. Kort Spector dl estudio de testo allamiados, Thesnsras, XXV, 1910, 423 3'Mjamiadoterte, Wiesbaden, 1902 volas. las Actar dal Cologulo Tater de Oviedo, W972 (nota precedente, y Ursa Klenk, La Leer fa de Yau, cin Aljamiadotest,Belbefte sot Zetsh. from. Phioh, 154, Tablngen, 19% X. TRANSICION DEL"ESPAROL MEDIEVAL ‘AL CLASICO § 70. Los ausones pet wumantso (1400-1474) 1 En los altimos afios del siglo x1v y primeros del xv se empiezan a observar sintomas de un’ nuevo rumbo cultural Se introduce en Espafia la poesia alegérica, cuyos modelos son la, Divina Comedia de Dante y.los Triunfos de Petrarca; Ayala traduce parte de las Caldas de Principes de Boccaccio, que hacen reflexionar sobre Ia intervencion de la Fortuna la Providencia en la suerte de los humanos. Los tres grandes autores italianos fueron muy lefdos ¢ imitados' Con ta ya Son cldscos os estadion de B. Senvisent, 1 primi inilusi di Done, del Petreea, «del Bocescol ella letteratira spapnnat, Nano, 18D, y de A. Farisell, Dance in Sparna Francia lnghiterraGermant, Torino, 192, Italia « Spagna, 1 vlan Torino, 1929, Anddanoe Tengu ‘Arce, La bibiogafia hupavica sobre Donte » Espada entre dot cer. {enarios, 1921198, sDante nel Mondo, irene, 1965, ATI, y Site. ‘one eituale deg stud dantesch tn Spegne, «Dy in Franca. Dy in Spagnan, Bari, 197, 98120, M Morne, Apuntes bbliografice pare sl esudio del tra sD. en Esp. hasta el. XVMo, Anal del corso a Ling. Lott. stranlre, Bar, VIM, 1867; y Jone A: Pascal, La treduc- ‘lin dela Divina Comedie adrbaida a B. Enrique de argon, Estudio Y edlisn del Inflerno, Salamanca, 197, Francisco Rico, Cuatro Palabras {ore Peiraroa en Espaha (sigls XVy XV0), sConveana Inter. Petrareae, essa” Nat del Lina, Rome, 1996, 38, y De Gurline Jotter pelrarguismas, sHomamage 8M. Datalilone, Rev. Lt. Comp in, tore 305388; Ma Label Laper Bescufona, Aleunos rasgos pear ‘uescos on la obra del M, de Sanillan, Cuadernos Hispanoam. n° 3, sous rao — 18 POSOHSHHOOHOHSSHOHSEHOEHOCHHHOOOOOCOOELOE POCO OOSEOOOHOCOEOOEOOEO LOE OO OOEELE 266 Historia de la lengua espaiola sm secular influencia francesa, mantenida por ef incremento de las costumbres cortesanas y caballerescas, comenzaba a com petir la de fa Italia trecentista, La conquista’ de Napoles por Alfonso V de Aragén (1443) intensificd las relaciones litera- rias con Italia. En Castilla, los paladines de la nueva orienta- cién son, primero, Micer Francisco Imperial y don Enrique de Villena; después, el Marqués de Santillana y Juan de Mena, [AI mismo tiempo crecia el interés por el mundo greco- Jatine, atestiguado ya en el Gitimo tercio del siglo x1v por las traducciones de Ferninder de Heredia ‘y Ayala, Don. Enrique de Villens traslada la Eneida, y tanto su versién omo sus nutridas glosas al poema virgiliano dejaron larga ‘huells en la literatura castellana?, Juan de Mena puso en so de 198, 1959, y Boccaccio en Santina, Rev. da Faculdade de Letras, Lishos, 190671, IzeIe4 J. Ave, M. de Riquer otros, Flo Moser, XV. 2 55, dedieado ‘a Boccaccio, junio de 19S. I. Arce, ca erica, ea all Bose nelle ealtare e let. nazional, Frente, HS; Otavio Di Camilo, EY Humanismo Casiellano dl Siglo XV, Valenca, 1976, et. 22K Lapesa, Notas sobre Mijer P. Ty Nueva Rev. de Fill. Hsp {ut 133, 30735, y. Los endecaslabos deytq sical. Fok -dedie Mots. A: Geers, San Cogat del Vallée Borciona, It, 1960, 2047 A Woodiord, Ed eit. del sDeuir'¢ ar syete Virtdese de F(,. Nueva Rev de Filo. Higp, VILL, 1994, 26028) ML Mottale, BI «Dezir a las five de Fl. Lecture imitactin prerenacenista dela Div. Comedia SES. ded. « R. Orors, Saniago de Chile Cassiduero, Origen 9 signfendo de na elegris: Juan Hf onl sDecre {de Francisco Imperta, sHomenale a Casaeroe, Madrid, 1972 (Sespues fn Butructura 9 disco an a Li Cost. Medieval Madsid, 1918, 1817, de impen,sStuti Hsp. hom, Rees, 1 Maa, I, AS, Pre amas Usicos 9 prestigio ltrario (candies, ewismo dantesco? Rew. de Letras, Mayagier, nt 2,17), 38136), » La «Die. Comm, clave fnterpretaiva de una esttofa de Imperial, oléeo, 1, 178, 5887, GE. ‘Sansone, Saget Tberi, Bar, 174) 6. 1 Nepaulsingh, ed. et del ‘Desir alas vn otros poomas, Cis. Castel 221, Madd, 197, ete 3" Vase Ramada Santiago Lacuesta, Sobre los ‘manusrits ya ‘raduccon de le «Enetden de Virgo, hecha por Enrique de Villers, 470 Del espanol medieval al cldsico 261 romance la Ilias latina, el compendia homérieo atribuido entonces a «Pindaro Tebanos; don Alonso de Cartagena ro- manz6 obras de Séneca y Cicerén; y Pedro Diaz de Toledo, a través del texto latino de Pier Cindido Decembri, el Fedén platénico La antigiledad no es para los hombres del siglo xv simple materia de conocimiento, sino ideal superior que admiran ciogamente y protenden resucitar, mientras desdefan ta Edad Media en que viven todavia y que se les antoja bévbara en comparacién con el mundo clisico. Alfonso V concierta una xx cambio de un manuserito de Tito Livio. Juan de Mena sate por Ia Iliada una veneracién religiésa, Mamando al poema homérico «sancta e serdphica obras, Cuando la aten- cidn seahincaba en las lenguas griega y lating, aureoladas de todas las perfecciones, el romance parecia «rudo y desier- tos, segtin Io califica el mismo Juan de Mena’: 2 Resultado de tanta admiracién fue el Intento de tras plantar al romance usos sintécticos latinos sin difucidar antes si encajaban © no dentro del sistema linglfstico del espa iol Moderna, n# @, junio de 197, 297311, La traduccion » comenta Fiona ta Enedanvigians por E, de Vilene Maia, 4, 9 sobre too Le primera versin cavtellon’ de ta sEneides de Virgo, Max ‘rd, 19 con excelente edilén, estudio y vorabulrio e los seer imeroscunfos. Edlcions fdedignas de otras obras de Villena son In do Us dove trabajos de Méretes por M. Morrente; Madnig, 1988 Ine Episole a Suero de Quitones, Uni. of British Columbia Hirp. Stes, London, 974.7 del Tratado de la Conslacin, Cho, Castel, 3 Me 4, 1976, ambas por Dereck C. Care, apate de Is taduceldn de Dene, aribuidn a don Enrique y edtadn por J. A. Patual (vase m1) Por sitimo, ex de Sners Ia tess ines de Eemertina Garbutt Parle, {es leisy on la obra de E. de V, Univ of Southern California, 17 1 "Margherita Morreate tir como ae balan estas versiones (Apr tes paral historia dela traduccion en ta Edad Heda, Rev. Ge Liter tr fas 2930, junio de 199,310). Ouro Jui analogs han sido recosidos por J. Amador de los los, Hist ote la le esp, VT, 48 y 216, 7 €, Busta, Rew. de Fla Bp XIX, 1982, 50 268 Historia de ta lengua espariola $70 fol, Se pretende, por ejemplo, remedar el hipérbaton, dis- lecando violentamente el adjetivo del sustantivo: «paces hallo que de las mas se paguen obras» ('a quienes gusten mis obras’); «a la moderia volviéndame ruedas; «las potencias del énima tress’, Se adopta el participio de presente en lugar de Ia oracién de relativo, del gerundio o de otros gies, como fen estos versos de Santillana: «{Oh vos, dubizantes, creed las estoriasl»; ayo seria demandante, | guardante su cirk rmonia, /siel puerco de Calidonia / se mostré tan admirant ‘Se emplea mucho el infinitivo dependiente de otro verbo, ‘Js manera latina: shonestidad e contenencia non es dubda ser muy grandes escogidas virtudess '%. Corriente es tam: bign la eolocacién del verbo al final de Ja frase: «Pues qué le aproveché al triste... si su amor curapliere, ¢ ain el unk verso mundo por suyo ganare, que la su pobre de énima por ello. después en-ta-otra vida_perdurable. detriment. tor- mento padezca?»', La adjetivacién, hasta entonces parca, empieza a prodigarse, con frecuente anteposicién al sustar- {Wvo: «los heroicos cantares del vaticinante poeta Omeros (Mena); «los fructiferos huertos abundan ¢ dan convinientes Aructos» (Santillana). No siempre hay diferencia de funcién entre los califcativor antepuestos y los pospuestos, como puede verse en otros ejemplos del Marqués: la eloguencia dulge e fermosa fablav; «nunca... 8 fallaron si noi en. los “dnimos gentiles, claros ingenios ¢ elevados espirituss. 7 Pare cl lenguaje y estilo Weraios del siglo xv es fundamental el tion de Maria Hose Lidn de Maki uae de Mona, poeta dal prerre hnaciento espato, Mico, 185), 28332, Véanse tambien Ins pg. 160 They 250 demi ertio La obra leraria del Marguds de Satan Madr 1857 lav eciones de ta Comedita Ia Defursion por MP KUM, Kerkbot, Gronings, 1916, La Haya, 197, ce + plemplow de don Enrique de Villena, Juan de Mena y Arcipreste de Talsers. Ta Veawe Jonguin Gonsdlex Muela, Et tafnitvo ex «Bt Corbachon det Arcipreste de Telovere, Granada, 1958 ‘Pataca del Corbacho, del Arcipeste de Tal 570 Del espariol medieval al cldsico 269 3. La prosa busca amplitud y magnificencia, desarrollan- do las ideas de manera reposada y profusa, y repitiéndolas 1 veces con términos equivalentes: «Cémmo, pues, 0 por quél manera, seflor muy virtuoso, estas sciencias hayan pri meramente venido en mano de los romancistas 0 vulgare creo serfa dificil inquisiclén © una trabajosa pesquisa» ‘Pero si aver quisiere su amor e querencia, conviene que al huego e vivas Hamas ponga el libro que compuses ®, El pensamiento se distribuye on cléusulas simétrieat © contra uestas: +...As{ como en el comienco se pone alguna fabla primera que prélogo Haman, que quiere desi primera pall bra, non era sinrazén en el fix poner otra que ultllogo amen, que quiera dezir postrimera palabra. E commo el prétogo bre ta puerta para entrar a lo que quiere fabler, as el ultliogo la clerre sobre fo que ya es fablado»'". El parslelismo entre os. miembros del-perfodo.se-subraya.frecuentemente con semejanzas de sonidos o formas gramaticales al final de cada cldusula, dando al estilo carscter cercano a la prosa rimada: ‘Ast Ia muger piensa que no hay otro bien en el mundo sinon aver, tener e guardar e poseer, con solicita guarda condesar, lo ageno francamente despendiendo e lo suya con sucha industria guardandos Es grande Ia influencia de los tratados ret6ricos, tanto icos como medievales. Igual conjuncién hay en los mo- {elos de Ia prosa, que ora imita el periodo ciceroniano, ora reproduce los artficies practicados por San Ildefonso en Ia época visigoda®. ® Santillana, Prohério el Condesable de Porta 9 UArcprese de Talavera, Corbacho. 1 Arciprene de Talaern, Corbacho 5 Veanse B von Ricthoten, Alfonso Martines de Toledo, und sein Arciprase de Talavera, Zetsch 2. Phloly LXI. 94, 44S,» Zar Worteebrauch des Ertpriesen won Talavero, Zetsen. from. Phil 270 Historia de la lengua espanola 87 470 Det espasiol sedieval at clasico mm “4. El latinismo alcanza todavia con mas intensidad al vocabulario™, Avidos de mostrarse a Ia altura de las nuevas maneras italianas, refinadas y sablas, [os escritores intro- ducen sin medida enorme cantidad de palabras cultas. En sélo una estrofa de Santillana encontramos exhortar, disol ver, geno (‘género’, ‘raza, latin genus), subsidio, colegir, ddescribir, servar ‘conserva’, estilo; y en otra de Juan de Mena, ob(uso, fuscado ‘oscuro’, rubicundo, igneo, turbutento, repunar ‘repugnar’. Muchos de los cultismos citados y de los Abundantisimos que saltan a la vista en evlanto tomamos un fragmento literario de la época no resultan hoy extrafios porque llegaron a arraigar, ya en el Jenguaje clevado, ya “ tambien en el habla lana; pero el aluvién latinista del si glo xv rebasaba Jas posibilidades de absorcién del idioma; ‘muchos neologitmos no consiguieron sedimentarse y fueron ‘olvidados pronto, como sucedié con geno, uliriz‘vengadora ssiente 'sabio', fruir ‘gouar', punir ‘castigar’ y otros seme. jantes. Si unimos a lo antedicho la constante alusién a mitos ¥ episodlos hisiéricas de Grecia y Roma ¥™, nos formaremos 7 WS, RIN; Maria Rosa Lida, Rey de Flo. Hisp VIF, 1865, 360 Y ies F Lopes Benda, La retérice en las sGencracones y SemBlar lame de Fernen Péret de Guemdn, Rev. de Fol. Esp. XXX, 166, 310 {52 Don Alonso de Cortgcoe tradujo para don Duarie de Fort Primer lib del De Invention eceroiano con el tuo Dela Retr {ede Rosalia Mascagna, Nepal, 196) Te Veanee W. Schmid, Der Wortschate des Cancionero de, Baena Bern, 95K, CC. Smithy Lor cullsmos tears det Renaciiento, Pequeaadictin al Dice. ert stim, de Corominas, Bull. Hisp. LXI, 19 DSzD Margherita Movveale, £1 qloseria de Rabl Afos€ Arragel ev Biblia de Mba, Blof Hisp. Study XXXVIT, 16), W560; 3. A ‘Eo Garb Parrates, R. Lapess j MR, Lida de Malki, véan 1, $y 6 Me Teabel Ldper Baseaana, Culismos, ercalomos, ‘eomentos popularcey longue paremilopce on la obra del Marands Senter Anvaco. de Polo, 3, Barcelona, 17, 79313, Antero Simin Gontsen, Vocebulrio de Tuan de Mena, tess Socorat inl, Madrid, 1953 "HEH Véange Ie obra teas en tan. 6 asf como J. Gimeno Casa idea del alarde culto que domina en los escritos del siglo xv. Las ambiciones de estos primeros humanistas contras fan con su escaso respeto a la forma de los latinismos que introducen: inorar, cirimonia, absuluto, noturno, perfecion demuestran que 1 ensefianza del latin seguia adoleciendo Ge los defectos de la transmisién oral y ere insufciente para ‘mantener las formas ignorar, ceremonia, absoluto, nocturno, perfeccién, Por otra parte las galas cultistas resultaban pos- tizas cuando faltaba aiin preparacién para vestirias '5, No todos los neologismos importados en esta época son latinos. La vida sefiorial seguia nutriéndose de costum. bres francesss, a las que responde Ia introducciin de gali= cismos como dama (que acarreé la depreciacion de duefta), peje, galén, gala, corcel (0 cosser) y muchos otros; menos frecuentes son reguardar ‘mirar’, esguarde ‘eonsideracién, be nevolencia’, visaje ‘rostro!, etc. Unas coples satiticas de en tonces presentan al Marqués de Santillana «con fabla casi extranjera, / vestido como francéss. Ya en épocas anterio- res habjan entrado algunos itslianismos, en su mayoria re- ferentes a la navegacién (galea, averia, corsario); ahora entran fen gran niimero (Irantontana, bonanza, piloto, guimena, me: Sane, orza), acompafiadot de otros que pertenecen a distintos Srdenes de la vida (atacar, escaramuza; ambaxada, embaxa: dda; lonja, florin; belleze, soneto, novelar, etc.). Hubo italis- hismos de uso pasajero, como usel ‘pAjare’ (it. weet), donna ‘dama, mujer’ y otros ‘oer, Za Pefunsdm de don Enrique de Vilewas del Margués de Saniiona, sStdio Hipanics in honorem R. Lx. It, Mads, 116, 208 Bo Cdr em Evtructare dive on ta Lit Cast Medieval, Made Ips bios), Me Inabel Lopes Dascuiana, La ratofogia en le obra a Morgucs de Sentilona, Bol. Biot M. Paloyo, LIV, 191, 27330, 3 Waase 4. Terlingen, Los Htalionizmos ex espaol desde ta forme cin de uoma haste Privclpior dl siglo XVI Amsterdam, 190, ¥ cease Chet Romance Phiflogy, 1, 381, 24 sigss J. 4 m Historia de ta lengua espafiota 67 6. A pesar de la poderosa corriente de refinamiento, no fue olvidado el lenguaje popular. De una parte lo reclamaba {asf Ia ereciente intervencién del pueblo en Ia vida nacional de otra parte, los hombres cultos det Renacimiento empe- zaban a interesarse por los productos més esponténens y naturales, Santillana, que pule y ennoblece las tradiciona les serranillas, reine la primera colecciém de erefranes que dicen las viejas tras el fuego», aunque todavia califique de ‘infima poesfas los cantares y romances «de que las gentes de baxa e servil condicién se alegrans. El Arcipreste de ‘Talavera, continuando el camino iniciado en el siglo xIV por el otto Arcipreste, Juan Ruiz, se complace en aprovechar la vena del habla cotidiana en largos parrafos lienos de vivera, pero desmedidos en su Jocuacidad: Pidnsase Maslmenga que ella 2 10 meresce; aqulla,aqella es aman ¢ bien amade; que noayo- tt fio Fulano, por certo que et amada, (AY, triste de ml, que fm on s6 amadal (0 desveturada! Non mascen todas 600 dich. Yo, mal vetid, peor ealead, soa, in compas, que tuna toga munca pude con este falsoaleangar. en dos ais anda fave munen fae alfores mucvs; un ao ba pasado que ta¥80 ste pedago: cpor qué, mesquin, eutada,o sobre qué? Loraré cosas mengusde S, 7. Bn la primera mitad det siglo xv pervivian en la len: gua muchas inseguridades: no se habla llegado a Ta eleccion definitiva entre las distintas soluciones que en muchos casos contendian. Ast alternaban indiferentemente las grafias ¢ y rascal, La tradueclon de ta Div, Comedia, 8180, ‘MA taabel Liper Bovcuttna, Lor ttaliontimos en ta lengua del M. de Senile, Bol Ri Acad, Esp, LXVII, 1975, SSS, ele it ease Amatico Casze, Lo spn y el eresmismo, Revista de loge Hlspdnien,1V, 190,26 y sigs. (después en Aspectos del vivir spanico, Santiago de’ Chile, 198, 4 sits). ugtada Todo ge lof 370 Del espanol medieval al cldsico 2 4 finales, edat, voluntat y edad, voluntad; ‘a f- iniclal de fazer, folgar, fuego, preferida por la literatura, luchaba con Ta [h} aspirada de hazer, hotgar, fuego, dominantes en el hhabla; en Castilla la Vieja se extendia la omisién de esta {h] (crero ‘febrero’ Se vacilaba entre dubda y dude, ome y hombre, judgar y jugar. Las vocales inacentuadas alters: bban con frecuencia su timbre: sofrit, vevir, robl ‘rubt. Se. gulan en vigor formas verbales como andude ‘anduve’, prise ‘prendf, ‘tome’, conquiso ‘conquists’, fuxo ‘huy6', seyendo, veyendo ‘siendo, viendo’; escasos en Ia lengua escrits, se ven, sin embargo, serién y hasta serfn ‘serlan’, podrié “po Aria’, deviedes ‘debiais’. Y asin quedaban, aunque raros, algu- nos restos de la antigua pérdida de e final, como fiz ‘hice’, nol, sit ‘no le ‘si le, incluso durante el reinado de Enti que Iv", —A-estos-arcafsmos hay que afiadir duplicidades que hasta poco antes no habfan existido, como la contienda entre ver: gades, demandades, tenedes, venides, sodes y vengds o ver ais, tends 0 tentis, venls, sos 0 sois'; y las derivadas del restablecimiento de la forma latina de las palabras, como flama junto a tana, planto frente a lant. 8, El castellano se emplea sin resistencia en Ia poesla lirica. El Marqués de Santillana recordaba la reciente boga del gallego y escribié una composicién en esta Tengu, au. 1 Los pastes de las Coplar de Mingo Revutgo usin sumo! pea cot qultas. Por In rst epoca, el poeta cortesano Cartagena eerie ‘lina va mejor que sucle / con consueto quel conrisen (Cancionere General de Hernando. dl Castli,composiién 14) 9 Retiige, Cots, fon unas coplas satiric, lo. que” dar, ups, vien, spol ve (Cane Casttona det siglo XV, Nowra BYb. Aut Exp, XX num, 8). "8 Rufino José Cuero, v- #6, 33; Robert de Sousa, Deinencae erates correrpondien es s la persona svos/vasotras ene aCarele- nero Generals, Holgi, X, 164, 15, ¥ R Lapea, Las formas verbale: ide segunda persone) fos origenes dat svoseor, stat del il Conk. Tern. de Hispanistase, Méxio, 197, S531 e e e e e e e e e e e e e e e es e e e e e e e e e e e e e e e e e e ° FROGS HOHHSOHOSHHSSHSHHOHOSSOOOHOOEEOEOS zm Historia de ta lengua espariola sn {que ya con rasgos portugueses (coragaon). Mas corriente es ‘que gallegos como Juan Rodriguez del Padrén poeticen en castellano, usado también por el Condestable de Portugal fen Ia prosa y verso de su Sétira de felice e infelice vida ™, En Aragén, la entronizacién de la dinastia castellana con Fernando I (1412) y Ia intervencién aragonesa en las Tuchas, politicas de Castilla aceleran el abandono del dialecto regio. thal por los postas cortesanos: el Cancionero de Stiga, reunido en la corte de Alfonso V, tiene muy pocos dialecta- Tismos. Sélo un trovador de los més antiguos, Pedro de ‘Santafé, escribe res ‘nada’, cort, pensant, veye, creye, forte, etééters, aunque rehye otros aragonesismos sallentes. Hasta Catalufia llega la expansién del castellano, apareciendo ya poetas bilinglles como Torrellas (Pere Torroella), a pesar de. ‘sér el siglo xv period de maximo esplendor de Ia literatura ceatalana, 571, Ex. eseafow vacei4stoo (14741525). 1. Lapenetracién de Ia cultura clisica se extiende e inten siflea durante la época de los Reyes Catélicos. A Ia admira- cidn extremosa —a veces superfcial— por el mundo greco- Inting sucede el afin de conocimiento verdadero. La misma reina, bajo la dizeccion de dofia Beatriz Galindo, aprende con sus damas el latin, y logra que tanto el principe don Suan como las infantas leguen @ dominarlo. Estimulada por tan insigne ejemplo, Ta nobleza se entrega con avider al es tudio, En la corte rezia o en los palacios de los grandes ensefian hombres de letras venidos de Ttali, como Pedro “ie Vaase Blena Gasctn Vero, Don Pero, Condesable de Porta, Madeid, 1 Do Viase R. Menénder Pidsl, La tengua on tempo de tos Reyes Ccaticos (Dal retoriismo al humanism) Cuadernos Mizpancanerce ros, V, 1980, 928 sm Del espanol medieval al cldsico 25, Mértir de Angleris, Lucio Marineo Sfeulo y los hermanos Geraldino, Muy eficaz también es la accién de los humanis- {as hispanos: tras los esfuerzos de Alonso de Palencia, surge. el gran renovador Antonio de Nebrija (1442-1522), que em- prende la reforma de la didéctica universitaria, desterrando métodos anquilosadas e introduciendo los que, formuledos por Lorenzo Valla, habian contribuido al resurgimlento de It latinidad en Talia, #1 y el portugués Arias Barbosa im- plantan en Espatia los estudios helénicos, eultivados con ito por su inmediato seguidor Herndn Nie, el Comenda: dor Griego. Se multiplican las traducciones de libros clési- os, y la imprenta, que empieza entonces a propagarse, hace aque ia difusion sea ms extensa y fel Al comenzar el siglo xv1 fe recogen ya los primeros frutes: Cisneros encuentra a st Aisposicién un plantel de hombres sabios con Jos cuales funda, Ja Universidad de Alcala, nueva en fecha y espirity, y les encomienda la elaboracién de la Biblia Poligota 2. Conforme gana intensidad y hondura, el movimiento renacentista se despoja de las demastas formales que habian, acompaiiado a su iniciacién. Los escritores de Ia épaca de los Reyes Catélicos, més consclentes que Santillana © Mena, del valor del propio idioma, no pretenden forzarlo en aras 4e In imitacion latina, que abandona estridencias y adquiere solidez. La extrema afectacion de antes ¢e convierte en ele- fancia culta, Isabel la Catdlica era muy aficionada a la ex: presién ebuen gustos, que, aplicada al lenguaje literario, resume Ja corriente que se abria paso. Representativa de este cambio es Ia evaluctén estilstica de Juan de Lucena: su Dialogo de vita beata, obra juver de 1463, es tuna de las mAs atrovidas tentativas de latinizar Ia sintaxis y el léxico eastellanos; pero Ia Eplstola exhorta ® Francisco Rio, Nobrife frente a fos bérboros, Univ. do Sata anes, 178 216 Historia de la lengua expariota sn toria a las letras, escrita ya bajo los Reyes Catdlicos, atenia el Iatinismo, que es todavia mas discreto en et Tractado de os gualardones... ¢ det oficio de los herautes, compuesto ‘durante In guerra de Granada (1482-1492), No por eso aban- dona otros caracteres de la prosa més elaborada, Tanto él como otros autores rovelan notable facilidad en el arte del perlodo extenso y complejo, repartido con excesiva simetria (© demasiado abundoso de sinénimos innecesarios, pero de arrollado con armonia y habilidad?!: «Los epitafior, los tj- tulos, as estatuas, fos trivnfales arcos atyuaron a los roma: nnos su virtud mis quel deleyte della misma; y tanto la repiiblice avmentd quanto cregid la fama de sus defensores: cca la remuneracién haze mds. poderoso‘al que ta haze, y al ‘tue ta respibe mds merecedor y osador,(Tractado de tos gualardones); «Si te plaze matarme, por voluitad obra lo = ve, por_justicia_no tienes por_qué;_la_muerte.que_ti_me. dieres, sunque por causa de temor la reluise, por razdn de obedecer fa consiento, aviendo por mejor morir en tu obe diencia que vevir en tu desamor» (Diego de San Pedro, Cércel de Amor); , «len: supie pastorils 0 svillanesco» . En. cuanto al aragonés, eran BR, Lapesa, Sobre of alco con posesivo en cattllana antigo, Sprache und Geschichte, Featebritt fOr Hart Meiers, MUnchen, Hi, ma, El dialect leonts, YO (28 ed, Ovi, 196) co vulgar salmantine, Selarascn, 115, J. Be Gilet, Noter on the Language of the Ruri ofthe Sisteenth Century, ‘Hom. a M. Pda, I, Made, 1925, 4048, y notae 4 edd in roc Dalladia de Torres Naharto, Philedelphis ‘Diznaso ‘Aonso, estudio preliminary ntas a su ed. de In Trepcomedia de Dow ‘Duardos de Git Vieete, Madrid, 12; Frida Weber de Kurla, Latins: wot arvuticadas en el sayaquds, Nevn Rev, de Fill Hisp’ 1.1947, Ieeit0, y El aalcto sepaguée y lr orticor Folie, I, 1, 4350, P. Teysier, La lane de Gil Vicente. Pari, 18%, Chatlate: Ser, Sipago end Sayaqutt in Spanish History and Literature, Hp. Revs XXIX, DAL, 27257, 0,7. Myers, Juen del Encine od the =huto del Repeldne, Hsp. Rev, XXX, 19, 19201; F- Conse Ol, et. im. a sd, de is Obras dromiiicat de Fermin Léper de Yat iis. Castel. 62, Madrid, 187, avixix; Humberto Loper Morte, ‘Blamentorleonerer en ta lergua del teatro pastort de oe silos XV 9 vin onetas et Il Congr. Intern. de Hip». Nimess, 157, A149, M Gat Carmen Bobet, EU seyapids, Archivos Leonesee 4, 188, 38440 PO000000OOOCOOCOOOOSHOOCCEOOOOOOOOOEE 286, Historia de ta lengua espatiota a especiales el de Cristdbal Colén, que habiendo residido nueve fafios en tierras portuguesas antes de su primera visita a Espafia, escogié el castellano como lengua de cultura: las incorrecciones de sus escritos se han venido atribuyendo en ‘su mayorfa a lusismo; pero recientemente se ha hecho ver ‘que muchas de ellas (bem, pam, um, bom, logo, miro, noite, ovo, perigo, etc.) deben proceder del genovés nativo de Colén, pues estén atestiguadas en Génova desde el siglo xv ‘o antes, aunque no falten otros lusismos § 73. EL casTettano, mero ve ATENCION ¥ ESTUDIO. De Vivien 4 Newna, a1, El enfrentamiento con las dificultades en las traduc- clones y el afin por crear nuevos molds expresivos hicieron reflesionar a los escritores sobre Ja lengua que aspiraban a iustrar. Villena traza'en su Arte de trobar el primer esbozo de una fonética y ortografia castellanas, con certeras obser- vaciones a veces; en sus obras es frecuente —como antes Tisbon, 1st: » Stephen Reckert, GW Vicente esprit y te ra, 7 SR Menéader Pid), La lengua de Critdbat Colt, Bull. Wispa- rig, XLM, 16, 528 (después en ln Coleecion Austral, 2°28, Busnos hives Madi, 196, etc) BE. Vidos, Contribute af portughestt nel Diario di Crstofro Colombo, Archiv {dat St. der neueren Spr. und Liters CCXIV, 1917, W935, Veg I Milani, The Written Language of Christopher Cokunbur (Suppl. to. «Forum Malin, Buffalo, 13), plantea Ia tess favorable al ponoves, reseNada por P. Bantowran, isp. Ret, XLIV, 196, #56; Joaquin Arce, que compertia 1a tes ‘portugues (Sipicado ingitrice cultural def Diario de Colon, etaaio Dreliinae (cot uy io alias estilitico 9a ed del Davo), alps. fo, IM), se muesttapartdaro de le genovese en Sobre le lengua 9 ‘risen de Colon, Arbor, marzo de W977, 1212S, Otro aspeto del en aie de Coldn'et et estudlado por Jub F. Gullén Toto, La porla Imarncra en el Diorio del primer viaje de C. C., Mads, WS (eset ee R Kahane, Hinps Rev, XXE, 198, 268265) sn Del espafot medieval al clasico 27 fen Jas alfonsies— que un término culto © poco conocido vaya acompatiado por otro aclarador: seis instrumentos, siquiere érganos, que forman en el hombre bozes articula- dase; «percude si quier, o fiere el ayres; «buena euphonia, siqulere plazible son». La preocupaciéa por la sinonimia, por las diferencias de matiz seméntico y por el sentido eti- rmolégico de Jas palabras se ménifestan reiteradamente en el Oracional de don Alonso de Cartagena®. Otro tipo de interés ofrece la «tabla por a. b, cx» que Mosé Arragel ante- ‘puso a su traduccién de la Biblia, con definiciones que de ordinario apuntan sl sentido religioso de los términos glo- sados*!. A mediados de siglo, un vocabulario anéaimo, capri- choso a menudo, da a veces noticias estimables sobre la cconsideracién social de palabras y frases. Frente a lo pri- mitivo y asistemdtico de todas estas aportaciones, el Univer- sal Vocabulario de Alonso de Palencia (1490) se revela como la obra de un humanista poseedor de buens técnica lexico trifica; aunque es un diccionario de latin, no se limita a dar las equivalencias castellanas de cada vo2, sino que es rigu{simo en noticias sobre muchas otxas Fi. Séacher Contin, Bl Atte de trovare de don E. de V., ev. de Fol Esp, VI, 198,171 y 77, F. Tolls, Lorthographe du cas: {ten dapres Vitene ¢ Nebria, Rev. de Tio. Esp. LIV, 197, S406, 1K Suauago Lacutsa, Sore se primer ensayo de wna prosodia » wna fortoprefia castelionasn el Arte de Wrovar We Bde V, Miscellnes einanersia, XIV, 1975, S92 SWC Scholes, dilonso de Cartegens: aus observeiones sobre 1a lengua, Nacta Rev de Pio! isp, VIII 984, 41849 a" Margherita Morvesle, El flosaio de Rabl Most Arragel ex ta Biota de Aben, Bu of Hisp. Studies, XXXVI, 198, 16152 ‘2. Harte Morton, Un vocabulaia crtllona det siglo XV, Rev. de Fito, Bp, XXXV, 151, 310340. "Ba. facaimiar, Madr, Comisiin Ferman. de ts Asoe. de Aca emias de bs Lengua Esp. 187 (con nota prlie de 8, Cli Ga hn AC Hil, +U.'Vir de alfonso de Palencia. Rerisro de socer erro Aotestntermas, Madiid, Re Acad, Bsp., 197 seb de M. Mortal, ‘Guaderat Tbersam n° 23, 195), S044, 28 Historia de ta lengua espafiola 52 63 Del espafiol medieval al eldsico 289 2. El proceso lingifstico de unificacion y expansién coir cldfa con el afortunado momento histérico en que las energfas hasta entonces dispersas so congregaban para fructifear en igrandiosas empresas nacionales, En agosto de 1492, meses después de la rendicién de Granada y estando en viaje las raves de Colén, salia de Ja imprenta la Gramdtica castellana de Antonio de Nebrija. El concepto de sartificios 0 «artes, esto es, regulacién gramatical, estaba reservado a Ia ense- Banza de las lenguas cultas, esto es, latin y griego: cra una novedad aplicarlo a la lengua vulgar, pues se crefa_ que, aprendida de los labios maternos, bastaban la prictica y cl buen sentido para hablarla debidamente. Es cierto que —limitindonos a las lenguas romances— habia habido Do natos provenzales, y que desde fines del siglo xt el uso del francés en Ia corte inglesa habla hecho necesario cl em: pleo de-manuales para que 1os-anglosajones.aprendieran-algo de la pronunciacién, grafis, elementos gramaticales y Iéxico franceses. Pero estos tratados rudimentarios no se pueden comparar con el de Nebrija, infinitamente superior a ellos ‘en valor clentifico y alteza de miras. Pertrechado de sélidos conocimientos humanisticas, Nebrija los aprovechs para desentrafiar el funcionamiento de nuestro idioma; si cla: rivideneia le hace observar los rasgos en que el castellano diflere del latin, y asi son pocas las ocasiones en que le atri- bbiye clasificaciones o accidentes inadecuados. Gusta de api ‘car a la terminologle gramatical palabras netamente caste Manas, como dudoso y mezclado por ‘arabiguo' y ‘epleeno’, passado, venidero, acabado, no acabado, mds que acabado por ‘pretérito’, ‘futuro’, ‘perfecto’, ‘imperfecto’ y ‘pluscuam- perfecto’, parteilla‘particula’, ete., Repruebs el latinismo “ Weanre Luis Suan Pecardo, Dot momentos en la historia deta sramitcn espaol, Rev. de Ta Fac. de Humenkades y Cencas, ‘Monteviseo, Hct; t. Gonslez Llubers, Notar pera la erica del Ne. forzado, y su comedimiento es parejo de su agudeza, Acierto singular es el de unir el‘estudio gramatical con el de la mé ‘rica y las figuras ret6ricas, como si entreviera la indisoluble lunidad, predicada por la estilstica y estructuralismo actus: del Lenguaje y Ta creacién literaria, En cuanto a los propésitos de Nebrija, expuestos en el memorable prélogo que dirigié a Ia reina, fue el primero ‘jar normas para dar consistencia al idioma, a fin de que ‘lo que agora i de aqui adelante en él se escriviere, pueda ‘quedar en un tenor j estenderse por toda In duracién de los tiempos que estan por venir, como vemos que se ha hecho en Ia lengua griega y tating, las cuales, por aver estado debaxo de arte, aunque sobre ellas han passado miichos sighs, toda, via quedan en una uniformidads: afin de perpetuidad, neta- mente renacentista. En. sogundo lugar, el saber gramatical dde-la-lengua-vulgar faclitaria-el-aprendizaje:del latin. Final- ‘mente, la exaltacién nacional que ardia en squel momento supremo convencié a Nebrija de que «siempre Ia lengua fue compatiera del imperioe, por lo que aflade: «El tercero provecho deste mi trabajo puede ser aquel que, cuando en ‘Salamanca di la muestra de aquesta obra a vuestra real Ma- jestad © me pregunté que para qué podta aprovechar, et mul reverendo padre Obispo de Avila me arrebaté la respuesta; respondiendo por mi, dixo que después que vuestra Altega rmetiesse debaxo de su iugo muchos pueblos bérbares e na ciones de peregrinas lenguas, e con el vencimiento aquéllos ternfan necessidad de regebir las leies quel vencedor pone all brisense, Bull of Wisp, St 1V, 1927, #2; Slo Caate, Nera y le Gramdica easton, Bal. R. Acad Esp, NXVL, 18 iSS60 Fae ‘tndee Sevilla Un nssre-prerdon Ede Nebr, Tsar Bot, Inst Caro ¥ Coowo, XK, vt, 138, ee, Vue thao hws ‘6 Vase Eugenio Aci, La longus conpatera de imperie He fora de ne iden de Nebr en Rapoka 9 Portugal, Rot de Fh, Bop ‘XLITT, 1940, 399-413. — ae POC RCC oc reeenecrooevoceccoccoooolS pocccccccccccveceseoe eececeseoeesesce 290 Historia de la lengua espafola 52 Vencido, e con ellas nuestra lengua, entonces por esta mi ‘Arte podrian venir en el conocimiento della, como agora nosotros deprendemos ef arte de Ia gramética latina para deprender et latins, Estos presentimientos se convirtieron pronto en realidad: el descubrimiento de América abrié ‘mundos inmensos para la extensién de la lengua castellana. Un Diccionario latinecastellano y eastellanolatine y una Ortografia completan Ia obra romance de Nebrija. Error suyo fue ereer que el espafiol se encontraba «tanto en la cum: bre, que mas se puede temer el deseendimiento que esperar ta subider, La espléndida floracién literaria del Siglo de Oro se encargé de desmentirlo “4 Vénnse Tas edisiones de in Gramdtica hechas por E. Walberz (ax), 1 Gonsdler Libera (126) y P Calindo yb. Ortiz (19K), as Some tos eotudios de Atiado Alonso, Examen de las noiclas do Ne- fife sobre angus promanciecidn espaole, Nucra Revista ce Floiogla Mispénica, 11,448, Fol y 3. Cases (9. estas notes 39 y 49) XI. .EL ESPAROL DEL SIGLO DE ORO. LA EXPANSION IMPERIAL. EL CLASICISMO $74. Espasa y su uencua ex Eunora 1, Durante la Edad Media, Espatia habla defendido ta suerte de la civilizacién occidental, Ubrdndola, al rescatar sit propio suelo, de la amenaza musulmana; pero absorbida por Ja Reconquista y fraccionada en varios Estados, apenas habia, podido llevar su inicfativa a,la politica europea. Sélo Ceta- Ita y Aragén, cuya misién en Ia contienda peninsular esta- bba cumplida 2 fines del siglo xu, pudieron entonces inter- venir en Sicilia, Cerdefa y Oriente, culminando sus empresas ‘mediterréneas en la conquista de Népoles por Alfonso V. Blevada por los Reyes Catdlicos al rango de gran potencia, Espatia se lanza con Carlos V a regir los destinos de Europa, ‘Brazo de Ja causa imperial, se empedia en la defensa del catolicismo frente a protestantes y turcos, pone su esfuerzo. al servicio de un ideal ecuménico, la unidad eristiana, propaga en América la fe consoladora, [La expectacién del mundo elvilizado estuvo pendiente de J irrupcién espafola. Cada éxito militar, afiadia prestiglo 4 Jas cualidades' de nuestros mayores, reconocidas ain por dominados y enemigos. Fue una aleecionadors afirmacién de dignided y hombria que no sélo ganaba ticrras, sino’ que actué sobre las costumbres, el concepto del honor, la liters 22 Historia de ta lengua espartola am tura y el lenguaje de toda Europa, En Italia, ta influencia hispénica,irradiada desde Népoles y Mildn, tuvo extraordina. ria intensidad. El valor eaballeresco, Ia sutileza de ingenio, la agilidad en el trato y la majestuosa gravedad de 10s espa- Soles encarnaban el arquetipo social del Renacimiento, la perfecta cortesanis, Ceremonias y fiestas espatiolas arralgar ban en las fastuosas cortes italianas, En Francia, tras una ‘constante infitracién a lo largo del siglo xvt, el reinado de Luis XII y la minoridad de Luis XIV sefalan el momento de ms protunda hispanizacién. 2. Traducidos a varios idiomas, el Amadis, la Cércel de Amor y Ia Celestina inauguraron los triunfos de nuestras letras en el extranjero. Después, el Marco Aurelio y el Relox de principes de Guevara, el Lazarillo, la Diana de Monte- ‘mayor, fray Luis de Granada, Santa Teresa y San Juan de la Cruz; Cervantes; el-teatro-del siglo xvi, Ia novela picaresca, pedagogos como Huarte, politicos como Saavedra Fajardo y moralistas como Gracién, fueron objeto de la admiracién de toda Europa, que fos tradijo, imité o recogié sus ensefianzas. EL estilo de Guevara inluyé en Inglaterra lo bastante para ‘que se le haya considerado esttmulo del euphuismo (v. § 78 zn. 24) Los dramas y comedias de Lope, en versiones direetas f refundidos, cosecharon aplausos en los ms diversos esce- chatios. «En Ttalia y Francia los representantes de comedias, “para aumentar la ganancia, ponen en los carteles que van a epresentar tna obra de Lope de Vega, y solo con esto les falta coliseo para tanta gente y caja para tanto dinerov: ast se expresaba en 1636 el Italiano Fabio Franchi! Los clésicos franceses, desde Rotrou y Corneille hasta La Rochefoucauld y Lesage, pasando por Scarron, Moliére y otves, se inspira: ron con avider en fuentes espafolas. Las imprentas de Vene- TR Mendnder Pid, Lope de Vesa. EI Arce Nusvo y ta nueva bioeajia, Revita de Fis. Esp, XX, 185, 37, 5m El espanol del siglo de oro 293 cia, Milén, Amberes, Bruselas, Paris y Lyon publicaban cons. tantemente obras de nuestros autores y en nuestro idioma, 3. La lengua espafiola alcanzé entonces extraordinaria difusién. En Italia, sein Valdés, easstentre damas como en: tte cavalleros se tiene por gentileza y galania saber hablar castellano». Otro tanto ocurrfa en Francia, En Flandes, in ‘luso en Tos dias en que el luteranismo y el deseo de inde- ppendencia atizaban la rebelidn, eran muchos los que apren- dian nuestra lengua «por la necesidad que tienen della, ansi ara Jas cosas piiblicas como para Ia contratacione. Arias Montano, a quien pertenece In frase transcrita, proyectaba on et Duque de Alba, en 1570, Ia fundacion de estudios de espaol en Lovaina, a fin de que la femiliaridad eon el idlo. ‘ma coadyuvase a Ia unificacion espiritual, Despuds, a relacion con gobernadores y jefes militares espafioles hizo que la nobleza-y.alta:burguesfa-flamencas y-valonas-aprendieran a hablar y escribir en espafol?, En la Inglaterra de Isabel y Jacobo I Ia rivalidad servia de acicate para fomentar el in- terés hacia el temible enemigo?, Respondiendo a la apetencia ‘general, fueron muchos los diccionarios y graméticas espafio- Tes que aparecieron en el extranjero durante los siglo xvt y vic 4, Resultado de esta influencia en todos los érdenes de vida fue Ja introduccién de numerosos hispanismos en ‘otras lenguas, sobre todo en italiano y francés‘. Algunos 2, Morales Oliver, Aras Montano, Madsid, 122, 171, y R.A. Ver donk, lengua expatota on Flandes eel siglo XVIF. Mada ee, 3" Véanse Dimaco Alone, Revista de Flotogla Expats, RVI, 1s, 1523, Otto Funke, Spanische SprachDlcher im sheebetantches England, Wener Beige air Engl. Phill 8,195, ISR 4n"Veaae A Roldén Pez, Motivaciones para el cxudio det espaol las gramieas del siglo XVI, Rew. ce File, Ep LVIIL. 196, 21201 "Veanse R. Menénder Pil, Ei lerguele del siglo XVI, Cree y Raya, mim. 6 198 (deepuds en La lengua de C.Coldn Col stra, 29, 19. S10, y en Mis pdgnes prferdas, Ext, line. histor, Nadel POCSHSHOHSOHHOHOOHOHOHOCHHOSHCEEOOOSEOEE SOCHHSHSSSHOHSSHSSHSSHHSHSOHSSSOHOOHEEEES 24 Historia de la lengua espatota su son valiosas miaestras del concepto en que se tenia a nues- tros compatriotas: as{ los italianos sforzato, sforzo, sussie 40, grandioso, disinvoltura, o los franceses brave, bravoure, désinvolte, grandiose; no falta la apreciaciOn irdnica que revelan, por ejemplo, elit. fanfarone, los franceses fanarron, matamore y habler ‘hablar con jactancia’. La aplicacién me: tafériea de buen gusto para indicar el acierto en la eleccién, tusada ya por Isabel Ia Catélica, era considerada a principios {del sigio xvis como una innovacién espafiola; ya entonces con- taba largo empleo en Ttalia (buon, miglior gusto), habia pa- _sado al francés goat, habta originado la adopetén del extram Sjerismo gusto en inglés y habla sido calcada por el aleman “Geschmack, La sociedad cortesana adopt6 crianza y cumpli into. > It. creanzd, complimento, fr. compliment; Cast “plione usa primor, adcertare, avventurare; en el siglo xvi francés se registran jnenino (qué el espafil habia tomado ‘del portugués) y grandesse ‘condicién de grande del reinc’, 2 av 948), Pars os Nspansmos det italiano, B. Cre, pata a vide “ftlina durante el Renacimiento, Maaria, 125, 19-iI; B. Zaccm fins iclemento tberice walla Tngua tone, Bologha, 177; E. Vidos ‘Soin la"peneiacdn de hispantamor en mapoltan ialiano, Rev. de ‘at Esp EVEL 9975, 6578, y Sagaio sul Ierismt én Plaats, Thetas del V Congr intern. de Est. Ling, del Medlterréncor, Madd, im Svar; y sobre todo G. 1s Beceaia, Spagnoto e spagolt ty Tali Riles! tpanic nla tng italona det cngue 2 del secento, Torro, Tex Pata'ios dl trance, E. Onlscheg, EQmologisches Worterbuck der trac, Sprashe, Heldeierg, ii) R. Ruppert, De spaniacken La tice Fromdwortr in der franaicschen Schniftsprache, Mince, 191, 7 Wo teue Schmidt, Die spenacher Elemente im franz. Wortschat Bainett ZF Ph, Hall, 191, Bary or Passes Bajon J. Heri [Eldments espagnols en voallon et dans le franca ds nciens Pay ‘an Litas al Los Hspanimos el Ings aga ctados fgwran en el Dictonsrio de Oxford con fecha de ingeeso correspondiente w 1s 3 los avr y nv Para lor del leman, vense F. Kluge, Etymolotsches Wercerbich der deuschon Sprache, 191; P. Sched, Studien tum 976 ‘Machen Spracheut ine Deutschen, Grliwald, 1958, y E, Ohman, Zune Trorachen Einfluss euf die deutsche Sproche, Nevphiologtsche Mit tellngen, XLT, 190, 352, sm El espaiiol det siglo de oro 25 sue tambiés aparece en inglés, st bien como era extan- Jeriomo (grandze, al tiempo que entrabaprandegrandic srande. De dstinosaspecton de i vdn espaol habla I piecra, tos inh pear, pcoroon, desperate ‘dsesperate, sett, te. sst,y los slemanes Siete, Cala, Dane com 1s checona y Ia serebondataveron Iga fortuna y merece ron que los ms exquiitor misios frances, alianos 9 Alemanes eaboraransristicamente sus ritmos Ci icone Serabanda, fe. chaconne, serabande), guitare, eastepte Pastacile entrants, pasecagtia y passegagio en talon, fuitar en inglés y Gitrre en seznn, rvelan tambien el Poder expansio dela minica expan, Otros préstames Telren a inva miltar (it morione,f- moron mori. feeder, rnc ‘rancho'y, i gusta treo tar ios (nh radar, fl nrg, spacer, rereargo‘sobrecargo fr embargo, felouse 0 flow Alemanes Kervele, Schalupe, Fete, Superkargo, a Ye fio it gorra fe barging, rope, ings sombrero, a. Mo tia; ata vivienda (Galo, gl aleoe al, Akaven a reliciones sociales y domestics (ft camarada iat creat) 8 juego (fr. hombre, mnie ‘alla, matador, noe) Productos natures 0 elsborados (it. maniee“ungeno, po Imada, slseparitia “areparia’, vinta tr, mance Uguidamtar, te. De i otoraia espa procede ot signe fy con el vorble francés cele de micstrs mision, las exprestnesorsiton de que, te ole fogs lava de Incas’ i imapinacn,recclement 9 otra. Atraves de Espatia Hegaron a Europa multe de amercetamas (tz. batat, pata, eaan, cant, cochenile ame, rage, smi, rogue, tabec; i tee, pate, eamaro, cones ce Ginga, amaca fracenofuraging, mais, pega prog, ta bac; ing potato esiman, cae, china, mmo, hat cane, maize, pirogue, tobacco, etc). Con ellos entraron en. 296 us francés ndgre,eréole, muldtre y una nueva acepetén de métis cen it, mulatto, mesticio; en inglés, negro, mestizo, mulatto, yen alemin, Neger, Mestize, Mulattes Historia de la lengua espaiiota 8.75. EL ESPAROL, LENGUA UNIVERSAL. La eecenteestimacién de muestra lengua orece un em evista foe el mismo plo attamente representative, co protagnisa fi Emperador, At vent a Espaha rodeado de conseeros famen- fon, Carlos V desconoela por igual el cardter y el idioma de ion silos a quicaes habia de gobernar. Pero si Espata fe proporciond sus mejores aoldados le prestabnegado Sapo el Caar supe agredecerlo, y acabo por ientiearie Cone expt isan! abl exp, iti con austria ‘Epanolsy eld un vincOn de Extremadura para relirarse tvblen marie. Su apreio por is lengua espaol Te Inspiré ik jlo corti, de que os Ran Megado-dstintas ver ‘ovestaepin una de clas, para diiige las damas prefe- Sel Wallan: ova tratar con hombres, el franets; pero para ablar con Dos, el espafl* tres dicen que consderaba el francés como instrument adecuado para los negocios pollcos. Pero sabemos que en aden Fa duct seta aga le habia somtrafol,Y cuando, en presencia del Paps, cardenales y Giplondtics, desaté solemnemente a Franciso 1 (17 de ares 1586) lengua escoga fe el espaol, noel frances FF i ton de Kaiba» Eldred on rary stan ene te ete” Renton onomaice tar reacones hsp SESE Tus awit Cong enue at Scone One SING igen, en nn Oe Te EButBt In Cain V cece de espa Sie Egat SV, ht, Rl Pee, re te meet Schnee carat consi pact porter, tease Lae Teac at #08 “hal present ta 476 27 ni el latin’, Brantome cuenta que el obispo de Macon, em bajador de Francia, se quejé de no comprender el discurso, de Carlos V y que éste le replico: «Sefor obispo, entiéndsme 51 quiere, y no espere de mi otras palabras gue de mi lengua espafola, ia cual ¢s tan noble que merece ser sabida y enten- dida de toda ta gente cristianas. De este modo el espafiol quedaba proclamado lengua internacional; y probablemente se habria consolidado como tal si con Ia abdicacién de Car- los V no se hubjeran separado Ins coronas y cancillerias de Espafa y de Alemania, Pero si el campo de In’ diplomacia quedé cerrado, et im- perialismo lingiistico, unide, como en Nebrija, al politico, hall6 otros horizomtes de universalidad. Bn 1580, reciente Ja exaltacion triunfal de Lepanto, eseribfa Francisco de Me- dina: averemos estenderse In magestad del lenguage Espa ‘ol, adornada-de nueva-i-admirable-pompa;-hasta las tltimas rovineias donde vitoriosamente penetraron las vanderas de nuestros exércitoss. Y, en efecto, consumada Ia conquista de Indias, Felipe II, como dice su historiadar Cabrera de Cor ddoba, logré ver muestra lengua sgeneral y conocida en todo Jo que alumbra el sol, Hevada por las banderas espafiolas vencedoras con envi dela griega y Tatina, que no se exten dieron tantor El espanol det siglo de oro § 76. EL exstou.ano, LeNoUA esraSou. En el siglo xv1 se completa ta unifcacién de 1a lengua literaria, Con el auge del castellano coincide el descenso ver~ 7 ease R. Menéoder Pidal, EI lnguaje det silo XVE; A. Mors ato, Eudes sur Espagne, 4» sete, Wo, Mawel Gala Blan, ‘alengua espaols en ia epoca de Carlos ¥, 7 Made, Ise, 443, 9'F. Matcot Marin, Reforma 9 moderntacén del esp Madr, 19, 9183. Veasetambitn nucatca nT "Prologo a las Obrar de Gare! Lasso de le Vega con enotaiones ‘de Fernando de Herrera, Sevilla, 15, mous tarot, —20 a a OOO OOOOCOO HOES HOES OOS LOCOCO CO OLEO® 298 Historia de la lengua espariota $76 tical de Ja literatura catalana, tan rica en las centurias pre- edentes. La unidad politica nacional, la necesidad de comu- niicacién con las demas regiones y el extranjero, donde sélo tena curso el castellano, y el uso de éste.en Ia corte, que strafa a la nobleza de toda Espafa, acabaron por recluir al catalén en los limites del habla familiar. No quedé apenas ftra literatura que a escrita en. lengua castellana; y a su Morecimiento contribuyeron catalanes como Boseén, compa fiero de Garcilaso en Ia renovacién de nuestra poesia; ara foneses como Zurita, los Axgensola y Graciin; valencianos como Timoneda, Gil Polo, Guillén de Castro, Moncada y Imultiud de autores secundarios, En Portugal, cuyos vincw fos'con Espatia se mantenian firmes, no era extranjero el ‘castellano: el desarrollo de fa literatura vernécula no im: pidié que, siguiendo a los poetas del Cancionero de Resende y a Gil Vicente (§ 72), los mas relevantes clisicos lusitanos, ‘Sh, de Miranda, Camdes, Rodrigues Lobo y Melo, practicaran €l bilingiiismo; otros, Montemayor, por ejemplo, pertenecen casi integramente a la literatura castellana; y algunos elogian cl castellano como lengua més universal que el portugués’. En Cerdefa, perteneciente a Ia Corona de Aragén desde el siglo x1v, hubo en el XVI y xvit cultivadores de las letras cas- tellanas ‘La comunidad hispénica tenfa su idioma, eLa lengua cas tellana —decia Juan de Valdés en 1535— se habla no sola- ‘mente por toda Castilla, pero en el reino de Aragén, en el ‘de Murcia con toda el Andaluzia y en Galizia, Asturias y 'y esto un hasta entre gente vulgar, porque entre Ia gente noble tanto bien se habla en todo el resto de Spats That Pedro Nunes en su Libro de Algebre (IST, antes de In ane- si6n)'y Manuel das: Povose en su Vita Christ (10, véase Evsenio ‘ono, Eopata an ta dpa filipina, Rew. de Ell, Esp, XXX, 19, on ‘ vease Jonquin Arce, Expaia en Cerdono, Madsid, 1909, MU gn EL espatiot siglo de oro 29 sta afirmacién de Valdés respondia a un hecho innegable 1 castellano se habfe convertido en idioma nacional. Y el nombre de fengua espafiota, empleado alguna ver en In Edad Media con antonomasia demasiado exclusivista entonces, tiene desde el siglo x01 sbsoluta justificacién y se sobrepone al de lengua castellana. En esta preferencia confluyeron dos factores: fuera de Espasa la designaciém adecuada para re presentar el idioma de la nacién recién unificada era lengua ‘espaiiola; dentro de Espafa aragoneses y andaluces no se sentian participes del adjetivo castellano y si de espafol 577. CoNTIENDA coN EL LATIN TLUSTRACION Det. RoMANER. 1. La mayoridad de las lenguas modernas coincidfa con Ia plenitud del Renacimiento, que incrementaba el uso del latin entre los doctos. De una parte Ia tradicién medieval ‘mantenia el empleo del latin en las obras doctrinales, como, Jengua coméin del mundo eivilizado; por otra, los humanistas aspiraban a resucitar el latin legante de Cicerén. El mismo Nebr, que inieié el estudio de nuestro idioma; Luis Vives, Garcia Matamoros, exaltador del saber hispénico; Fox Mor- cillo, Arias Montano, Luls de Ledn y otros muchos, compusie- yon en latin algunas de sus obras o todas ellas. Sélo s€ con cedia sin disputa a Ia lengua nativa el campo de Ja literatura novelistica y de amores, desdefada por los esp(ritus graves De todos modos, la exaltacién nacionalista que acomps. £86 a la creacién de los Estados modernos no podia menos de rellejarse en un mayor apreco de las Tenguas nacionales, La mayor conciencia lingistica hizo preguntatse por el ot i Véanve Amago Alonso, Casaan, espaol, idioma nacional, Bu to Aires, 1986 (20 ed. IMD, 190A. Rol, art it em muestra tise 2, y F Marcon Marin, Curso de Gromaice espaol, Madd 10,5, sn gua espanota 0 Historia de ta gen de las nuevas lenguas, que se explicé generalmente como scorrupeién» del latin a causa de Ias mezclas de pucblos Un aspecto curioso de esta nueva actitud consistié en sub- rayar la semejanza entre el romance materno y el latin: aque! seria tanto mAs llustre cuanto més cercano a la lengua de Cicerdn, Ya en 1498, Garcilaso de la Vega, padre det in- signe poeta, habia pronunclado en Roma, siendo embajador de los Reyes Catélicos, un discurto que pretendia ser a la vet latino y castellano, Igual intento emprendié Ferndn Pérez e Oliva en un didlogo que precede al Tratado de Avitmética ‘del Cardenal Siliceo, y todavia en el siglo xvi surgen com- ‘posiciones hispanclatinas . Juan de Valdés estimaba que et tastellano era Ia lengua més rica en voeablos latinos, siquiera cestuviesen «corrompidos. 2. Pero el Renacimiento no se limitaba al retorno hacia te antigiedad; Una de-sus-més profundas corrientes era la ‘exaltacién de 1a Naturaleza en sus productos mds inmedia- tos y esponténcos; por eso rchabilité el cultivo de 18s len- ‘guas vulgates, El problema cafa tan de Ileno dentro de las ‘preocupaciones renacentistas, que en los distintos pafses sur fieron apologies de las lenguas respectivas: en Talis, las Prose della volgar lingua, de Pietro Bembo (1525); en Fran- cia, ia Défence et illustration de la langue frangoise, de Du Bellay (1549); en Espata, el Didlogo de ta Lengua, de Juan T Veanse W Benes, elt sum Sprachhewnusststin in der Spe isn iterates 16 und Th Jabaeders, Berlin, 126 (ea, con Te ate tgitstce espaole del siglo de oro, Madrid 196). ore Terenclns Appuntt sulla acoscenes guistiens nelle Speane det Kinucimento e def Secoio 4Ore, Bol dellTatt. di Pol, Rom. della Unie dl Roma, XIX, 195%, y Lingue come problems nella leteratura Upaanote del Chnqueceno (con wna fran cervontina), Torino, 17 vreau E. Bucetn, La tendencla « Hlentficar et espaol con el latin, tfomenaje a Ménénder Pil, 1925, T1510, y Composetones ‘ehonoatnas en el siglo XVI, Rev. de Fol. Espatola, XIX, 19 ARoledn Peres, at, cit on nuestra. 368, 2220, ete sm de Valdés (1535), seguido de numerosos alegatos que sefialen Jas excelencias de nuestro idioma y recaban para él mate- rias reservadas de ordinario al latin: «Pues la lengua cas tellana no tiene, si bien se considera, por qué reconozca Yentaja a otra ninguna, no sé por qué no osaremos en ella Tomar las invenciones que en las otras, y tractar materias ‘grandes, como los ylalianos y otras naciones lo hacen en las suyass (Pero Mexia, Silva de varia leccién). Los defensores ‘del espafiol en el siglo xvt suelen dolerse det poco cuidado ‘que se concedia a la elaboracién de los escritos, Cristdbat de Villalén proclama que la lengua que Dios y naturaleza nos ha dado no nos deve ser menos apazible ni menos esti ‘mada que la latina, griega y hebrea, a las cuales creo no fuesse nuestra lengua algo inferior, i nosotros la ensalgésse- ‘mos y guardAssemos y puliéssemos con aquella elegancia y ‘ormamento que los griegos y los otros hazén en Ia suya. Harto fenemigo es de sf quien estima més la fengua del otro que la suya propias. Bernabé Busto, maestro de pajes del Empera- dor, publicé en 1532 un Arte para aprender a leer y escrevir perfectamente en romance y latin, primera cattilla conocida donde; por motivos pedagdgicos, se recomienda que la ense- El espaiol del siglo de oro 301 1M Reanidos on Lar epoloslar de ta lengua ctstellana en ot Silo 44e Oro (Gelecciin y estado de José F. Pasor, vlumen VII ta ‘stein sClislons olidadosy, Madid, 195) cle Antolopla, ae logios de Ya tengua expatols, selec’ de German Bieber. Modi, TW; estidiados por M. Romera Navarro, La defense de ia lengua ‘spaola en el siglo XVI, Ball. Wisp, XXX, 199, 204755, Amado ‘onto, Castellano, espanol Idioma ‘écional, seas’ antes, nota I Love Terracil, Treditone iuste ¢ Ugun literate lla Spagna del Rinazcbnanto, stad dt Letteratara Spognan, Rota, 186, 61589 18, 9h 9 V. Scomlon|, I! Discurso sobre ta lengua cullen de bre. 10 de Moraer: un problema di caerenca, Stud Ispanil, Pls, 117, {77494 Para ia ceuertion de la lengua eta Italia renecentista Sor fundamentals tos libros de'B. Welaberg, A History of Literary Gr Hicigm'tn the Lala Renastence, Chicago, 1M1, 2 vals, y Malo Viale, La questions data lingua, naora edi, Paiermo, iT SOCECKC OCH CCOCRCOEOCEEEEOCE pocccccccecces 302, Historia de ta lengua espafola sn 78 El espaol del siglo de oro 303 danza en romance preceda a la del latin, Aloe despuds Pedro Simen Abril propuso a Felipe II la coavenieneia de Que las ensehanzas se dleran en lengua vgs y de que los Sisoe sprendieran la gramdtica espafola anes que In atin 3 Habla que eenriquecer lusrars la lengua, empleo. dole en esuntow dignos y suldando cl estilo. No ote coma fabian hecho los antiques con el latin y el griego. La emi Tecidn dela Meratura iallanasciclaba al meloramleno del topatil Mientras aguéla conabe con Petrarca y Boceaclo por modelos, Velde cbservaba que sla lengua castellana muneg ha tenido quien eserivn en ella con tanto cidado y Iaradlento quanto sla menester para que hombre, qu Fiendp.o dar cuenta de Jo que seive diferente de tos oes, Oo refgrinar los abusos que ay oy en ell, se pudlese apro Vechat de su auorideds. El espatl,reiénsalido eatonces de su cveucion medieval, mae trabajona que Im del tai ne qrecn de tence que disfciven las apetencing de per feccign formal, Garllaso hacia table rasa de la Htatura tnteyiors No 56 qué denrenura ha si slerpre Ia nuestra Gque' apenas ha nadie escrpto en nuestra. lengua tno lo que Se pudiera muy bien exeuare on Gnrellaso Valdes cmpersba a forjerse nuestra len goa elisca. Las vicstudes de su desarrollo obedecen Ins SInuiniasincerpretaciones dadas sei las épces » ta IN fracién del dioma, En asl todo al sglo x71 dominn oer fer de naturatided y select la Meratura baron del sin se basa en el de ornatoy artifico™ ‘= Véanse Rita Mamiton, Villain ot Certtione, Ball Hisp, LIV, 199, y J Alonso Montero, Lz gna larinyomance en la enenanca de ta fctva en el siglo XVI, «Acton dl IT Congr Hsp. de Est. Cliscos, Made, 1968, 13478. tener R. Menéoder ida, art. it. en nuestra nota 4, y Ells L Rivers Lhumantome’Imeutstgue et podtgue dant” er lellres espe. Totes da XV Ie sible, en eLhumanisme dans les letres espagnols fads reunies et preentéca par Augustin Redondo», Pars 1973, 13176, § 76, EL esrito Lirananso EN LA roca BE Cantos V 1. Culminaba Ia tendencia a eliminar el amaneramiento latinizante, iniciada ya en tiempos de los Reyes Catélicos La norma general del lenguaje era la expresién Mana, libre de afectacién, pero depurada segin los gustgs del habla cor- tesana, Uno de los libros que mejor ejemplo dieron del nuevo {gusto literarlo fue precisamente la traduccion de It Cortegiano de Castiglione por Juan Boseén (1534), Aunque el influjo det ‘original italiano deje alguna huella en la prosa de Boscén, 4ésta se mantiene con independencia suficiente para refleja, dentro del marco de Ia cortesania, un estilo de vida distin- to”, Garelleso la elogia porque Boscén aguardé una cosa en Ja fengua castellana que muy pocos la han’ alcanzado, que fue huit del afetacion sin dar consigo en ninguna sequedad, ¥y con gran limpieza de estilo us6 de términos muy cortesa: nos y muy admitidos de los buenos oldos, y no nuevos ni al parecer desusados de Ia gente. Fue, demés desto, muy fel tradutor, porque no se at6 al rigor de la letra, como hacen, algunos, sino a Ia verdad de las sentenciass. Este prélogo de Gareilsso no s6lo puntuatiza los requisites de la buena tra Liteetira a el siglo XVI, Madrid Boreeana, 168, 19208, Sobre ‘vocabularo de i Vida'y del Comino de Perfeclén (eddie de EL Escorial hay une tess doctoral de Jeannine Petry dle, 197. 320 Historia de ta lengua espariola 59 3, Los tratados de San Juan de ta Cruz aspiran también 4 transformar en teoria objetiva la experiencia personal El hombre de letras se revela en el rigor de Ia exposicion yen la busca de Ia palabra justa, acudiendo frecuentemente al cultismo téenico, Pero como no opera sobre conceptos abstractos, sino sobre un drama vivido con intensidad in- igualable, a cada paso emplea giros 0 comparaciones fuerte- mente oxpresivos; en ellos se dignifican el afectivismo, Ia nota popular y hasta la que en otros casos seria trivial ‘ast ge gozan en el cielo de que ya saque Dios a esta alma de pafales»; la purificacién acta sobre et alma ecomo ef jabén y le fuerte lejfas. Si hay «suma ciencia», saber tras ‘cendente, es porque ia habido «subido sentir» de Ia Esencia diving; los tratados de San Juan consisten en comentarios de poemas previamente escritos, nacidos en la inmediatez del estado maistico,-que-constituyen el-més_sublime- intento de expresar con el lenguaje humano las experiencias de la Vida sobrenatural, Unas veces son afirmaciones de fe, como Tinico asidero det alma sobre cl abismo abierto por Iss re- runcias a todo lo qué no sea pensar en el Ser divino («Que bien sé yo la fonte que mana y corre, aunque es de noche»); otras veces, el grito de victoria lanzado tras venturoso vuelo Ge espiritual altaneria («Subi tan alto, tan alto / que le di ‘a.J8 caza alcances); 0 el dulce abandono de Ia unin tograda (Gces6 todo y dojéme...x). Siempre en primera persona, como ‘desahogo espontineo de Ia sacudida emocional. Exentos de ddependencia o correlacién respecto a los conceptos, los tér- tminos metaféricos son sfmbolos ricos en resonancias emo. tivas y vagos de contotnos: imagenes de la noche y el caute- rio, que hablan de le dotorosa purificacién det alma hasta que la iluminan las Mimparas de fuego encendidas por el ‘Amado, Después, en el alborcar de Ta vida deifcada, Ias imé genes no aluden ya a las cavernas del espiritu, sino a Is 59 El espatol det sigio de oro 32 belieza de las eriaturas, descubierta ahora, mas pura y dell ‘cada, en la contemplacién de Dios, Entonces los valles solitarios nemorosose, sla soledad sonorae, el soto y st donaire» o cel canto de la dulce Filomena, didivas del Seftor, superan In gracia de los boscajes terrenales y las melodias del ruiseftor virgiliano, San Juan de la Cruz conoce y aprovecha €l Iegado pottico de Garcilaso y el de los villancicos y glosas f Ja manera tradicional castellana; pero transfigura el sen- timiento de Ja naturaleze y del amor al elevarlo a las re. iones donde sopla el divino «aire de Ia almenas y donde, centre azucenas celestiales, se olvidan tos cidados. En las oesias de San Juan, como en los mejores momentos de Santa Teresa, se convertia en realidad In frase de Carlos V: el espaiiol era Ia lengua para hablar con Dios % 2B, ean, Jean Baran, Saint Jean de ta Croie ot le probleme de Uexpdrience mystique, Pats, W2t Dimaro Alonso, La pocite de S.J. de ia C, Made, 19, y El mistero tanico en ta poesia de 83 e te C, sn Poesia espanol, Madrid, 1952, 21735,, M, Gara. Blanco, S.J. de ta Co lenguaje dl sale XV1, Caria, UI, 14198, 190 Gerardo Dicgo, Mision» ritmo en la pocsla de 8 J. de a Cs Becora, inv 25, novbre, 192, ISIN. ML. de Cost, Rasgor renectstan Bopulares en al Chico esphttuate de 8. de fe Cy Wid 2620 EOrozeo Dist, Le palabra, esprit 9 metera en le poeta de 8 f de ta €, Todd, 318338, Agustin dal Campo, Poustay esto dele sNoche Oseurae, Rev. de Tdeas Estcas, 1, 98}, 3958; Jeate Manvel Aide Testa, Poesta y longuale misticor de 8. J. de le C, Universidad, XX, Zaragoza,"18, ST740H Jean Keen, Un aspect” neta det semotatons marginale bovrador du sCantigue spiriucs de 8.7, fete C, Bull Hisp, KLIK, 197, UADL. $. Je la Cy Anolingt ek Thomas’ de Nésus, 6d, LIL, WSL, MMAN2, y Le sCantigve sptriels de J. de la C. comment et refondu aie XVIF sole, Salamance 1948, Maree! Batatlon, Sur la gense podlque du sCantgue spirit de § Jr de ta'C, Bol. Inst. Caro 9 Cuervo, V, 198; Ht Chancel, esiqu, gramme at sive chet. J. de le C. Ephemerides Care! Ite, Tif 198, 48347, y TV, 198, 361365 1. Hate, Enseyo sobre (a prosa de S.J. dela Cruz en lz ctama de amor vives, Cave, 1882 tity Bstadiosltererios sobre misicn panel, Biarid 195, ¥ tos constittivos de la poesia mistica (S.J. dela C), Nueva SPOHHHSHSSSSOHSOSHHSHHHHSHSSHHOSHOOHEESES 32 Historia de la lengua espaiola 50 § 80, Los vos Lurses. 41. La Contrarreforma reconocta el valor de muchas com quistas del Renacimiento que quiso aprovechar con fines feligiosos. No rechaz6 el amor a las letras antiguas: inter- taba hermanario con el eristianismo, El arte de la palabra ‘era por si mismo deseable. Y, adems, servia para contra: rrestar Ia influencia de Tos libros profanos. No bastaba el ‘estilo genial y desalifiado de Santa Teresa, pues habia que femplear les mismas armas lterarias del enemigo, Rsta cs la direccién que inicia fray Luis de Granada, quien descubre fen las doctrinas platénicas «la principal parte de la filoso- fia cristianas; Ia sigue y perfecciona fray Luis de Leén, el excelso posta que escuchaba, como los pitagéricos, la armor ‘nia estelar, y cuyos anhelos de conocimiento se fundian con el ansia de la vida celeste; y la practican otros estilistas como Ribadencyra, Malin de Chaide y el padre Sigtienza, 2. Fray Luis de Granada se esfuerza por lograr solemn Gad y grandilocuencla, alargando el periods y aplicando a temas sagrados las elegancias ret6ricas de Ciceron. Es, ante todo, orador, y sus tratades ms parecen compuestos con vista a Ia predicacion que para la lectura, atentos principal ‘mente a la magnificencia de Ja forma y al amplio desarrotto ‘Rew de Fil, Hisp, XVI, 198864, 059; Sister Rosa Marie Tara, The Eline rtetionship between poeiry and prose in the «ction esp Bane G'S deta Cy Cathal Uni. of Am, Studies Tn Rom, Lang HELL av, Washington, 157; Jorge Gulla, Lenguaje insuiiente Ba aca Coto mefabte mlstco, en Lenguaie 9 povse, Made, 11 Silat Victor Gterca) de In Conche, Conclecia siica voluntad feat ov 5.) de fa C, Bol BID. M, Pelayo, XLVI, 197, 371-6: ager Duvivier, ka gene da sCantlgue spruce de 8. J de le Co Pale wnt Francisco Garla Laren, De Pray Luls a San-uan. a exco lide senda, Made, 1974; Cratbal Cuevas Cares, edicin, con esto, $ Sota el Cantico espirtual y Poesias, Madrid 199, et 50) El espaiiol del siglo de oro 333 de los pensamientos. Pero hay ealor emotive, patetismo sin- cero. ¥ al buscar las huellas del Creador, observa minucio- samente, con carifo, la belleza de las eriaturas; famosas son sus descripciones del mar, plantas y animales; en ellas el tono oratorio se dulcifica, suavizado por encantadora sen- cillez espiritual® 3. Luls de Leén os el artista exquisite que somete el jsusje a minuciosa seleccién: «Piensan que hablar romance fs hablar como se habla en el vulgo, ¥ mo conoscen que el bien hablar no es comin, sino negocio de particular juy- 2io...j-¥ negocio que de las palabras que todos hablan elige las que convienen, y mira el sonido dellas y aun cuenta veres las Tetras, y las pesa, y las mide, y las compone pa que no solamente digan con claridad lo que se pretende dezir, sino también con armonta y dulguras. Su innovacién, por é1 mismo advertida, consiste en «poner aimero> en la prosa, esto es, dotarla de mustealidad mediante la habil dis Posicién de ritmos y melodias tonales. La configuracién ar- ‘ménica del periodo esté acompafiada por et dominio de los recurs0s retdricos, empleados con moderacién, Pero la prosa de, Los Nombres de Cristo 0 La Perfecta Casada no es solo supremo ejemplo de perfeccién formal: su retérica deja de ser artificio viviticada por torrentes spasionades, de igual modo que la légica del razonamiento esté caldeada por el Véanse R. Mendnder Pid, Antologla de_prosistas espotots, Ge ed 198, 18162; Avorn, Loy doe lates, 108, 7 De Granada Casita, 102, Rebecca Switzer, The Cleronan Style in Fr de 0. ‘New York, 1927; MB. Brantano, Nature the Works af Pr. J. de 6: Washington, 1986) Pero Lain Entalgo, EI mundo vaste tw ia obra de Fr de Gy ov. de Ideas Esetes,1V, 1046, 18.10, M. Baton, Gensse tt métamorphoces des couvres de Fr. dy de Gy Aanuaite allage de France, RLVIIT, 14, 14201; Datnaso Alonso, Sobre Eras tmo.y Fr L de G, en De for silos oxuror af de Oro, Mais, 58 Hiszis, ete 34 Historia de ta lengua espariota 580 ansia de acercarse a Dios. Es prosa hondamente podtica; a cada paso surge en ella I contemplacién entusiasta de ta naturaleza, el més exaltado sentimiento de Ia hermosura: ‘Algunos hay a quien la vista del campo los enmudece, y eve ser condicién propia de espiritus de entendimiento pro- fundo; mas yo, como los péxaros, en viendo lo verde, deseo cantar 0 hablats, «Nasce In fuente de la cuesta que tiene ta casa las espaldas, y entrava en la huerta por aqua parte, y corriendo y estropezando parecta refrse...» La poesia de Fray Luis continia el rumbo iniciade por Garcilaso, cuyos versos recuerda con frecuencia, pero revela tuna personalidad muy distinta fogosa y contradicteria. Como Garcilato, es refractario a introducir vocablos cuyo signif ceante denuncie latinisme o helenismo llamativo: casi todas las voces cultas que emplea contaban con precedentes en Ia literatura. espafiola;. pero, también. como: Garcilaso,infunde: ‘8 palabras espatiolas signifiados que sus ascendientes 0 sinénimos tuvieron en los clésicos latinos: leflo ‘nave’, ap car “digi, luces ‘dies, perdonar ‘ahorrar, abstenerse de emplear alguna cosa’, decir ‘cantar, celebray’, cen ‘acom: Ealslones: De los Nembres de Crist, por P. de Onl Cis. Cas: tell, 138,389 M1 Maid, BIGIB1: por Cratbal Caerat, EA. tearm, Madd, 187; Cantar de’ Cantars, por Jorge Ouilén, Mads, Ca. Primavers 7 Flor, 18S. Obras Completas eastellonas de Fr de L. por el P. Flic Garis, O. S.A, Bib, Aut. ist, Madrid, 19. De in ferés para el lenguaje ¥ ator”. hlenéndor Pal, Antologta de pro. inter expos, 6% eh, 1982, IBATT; Atoka, aL perfecta catades, on los dos Late, Made, 121, 13419; Aubrey F. G. Bel, Late de Cad Um evtudio del Renacimlento expat, Barcelona, (1927), 29029; Kan Vousler, Ede L, Mmchen, 180, 3746 (Ured. esp. de C. Claverta, Col, Astral. $5,"Madrid, 166, 4.0); Helen Dil) Goode, La prose felirioa de Fr ks de L. en sLos Nombres de Cristom, Madrid, 96 Robert Ricard Hacle una mucrd traduccion francesa sLos Nombre de Cristes, Madta, Fund, Univ. Esp. 197 (a tad. que anuocla se ha bublicado en Pass, Btades Auputniennes, 1970}. 380 El espaol del siglo de oro 325, Palla’, pacer ‘apacentar, alimentar’, acepciones atestiguadas fen los latinos trabs, applicare (navem), luces, parcere,dicere, cingere, pascere; en eel puer to desespero, el hondo pido» los dos verbos calcan respec tivamente los sentidos de ‘perder Ia esperanza de conseguit algo’ del latin desperare, y ‘ditigitse a un lugar’, de Peter. Antepone articulo a los antropénimos. mitolé cos (sel Bolo, sel Jupiter», sel ico», ala Megueras), segtin 1 uso griego y el més restringido de i11e ‘aquel famosa’ fn latin, Empiea alguna vez el superlative -isimo como te lativo, no como absoluto (sel pesadisimo elementor ‘el mds pesado de los cuatro elementos’ esto es, ‘Ia tierra’, conforme Al latin «Cicero, eloquentissimus oratorums). Intro. duce el uso del predicativo eliptico que sobrentiende com: Paracién o cambio: quien se deja seducir por Circe «0 arde 950 en ira. /_o hecho. jabalt,gime.y.suspirss..El hipérbaton ‘es fhucho mas abundante y atrevido que en Garcllaso, con ‘transposiciones como «No te engafie el dorado / vaso, ni de (a puesta al bebedero / sabrosa miel cebado» ‘ni (el vaso} ccebado con Ia sabrosa miel puesta al bebedero', slos die n= tes de In muerte agudos fieras; «...por quien son las Espatias / del yugo desatadas / del bérbaro furor, y 1i- bertadass ‘desatadas y lbertadas del yugo impuesto por el bérbaro furor’. Por otra parte Fray Luis no desdeta los éeminos concretos y vulgares, de vigorosa plasticidad: el stecho pajizo adonde / jamés hizo morada el enemigo / dado, el cielo otofial que «zoja / con luz triste el serena / vverdor»; con ellos obtiene muy expresivas onomatopeyas Bien como Is fidosa carrasca en alto rico desmochads con haa poderoe, Gel ser despedsanda el Hierro torma ren y esforzada PSOOOHOHEHEOHOOHOHOH8HOHHSHEOOCOEEOS SOOHSSHSSSHOHSOHOHOHSHHSHOHHHHSHHOSHOHHOCOEE 326 Historia de la lengua espatola $00 Tio hay deal en Ia posla de Fray Ls, sno meditada aplcaclon de procedimintos sablos Aunque mt UIOr as weinears de scorcilan que se Te cayeron como de entre Is ‘tangas en‘afos Juveniles, cst todas coresponden a su edad Mogul an numero de manvseitony variates prueba tus tren objeto de tencén constant, con doble redac nor osenson tom retoquesY pulimento en ote. Vale pore lls To que el mismo Fray tals Ue tae de ov, san eertares gue por sos duran nonce ths diet a boc: dt ama sl, adonde por muchos fos tas compone examina verdad y cl eikados.A pear de 2 lage culdadon claboracin, fos poemas lusianoe con ‘ceva a ipo con Que clive sma frecdentes ex ‘Simmclonesinterrampen su curt, que otra vers 4 et Sach evento vero ea. Nos maa SEEN cites naturaleca, realidad ambiente, medltacion Alosten y anand ent fens aetna hala ek pre mre Bien) le Beleza priera® Fons de PS Hobera, $1, Cures, 119% Oreste cna Beat $e Tact tas, oo, sano ed ane seer rea ccac ted cop de nog y ois Sal chi fn Cova ty wo , Sorel ranma det cv rai de Fk ey. do Ph Se cane Notes pour wne tition deh pods Bap Tt, ROSY, Contac s ptes de Te Cs Re oe Seka? go's Sasa te det Tot y Ti yr prs ary pt de Py ee a oe ca arin ay os Eat, SOI, han a Mew de ton’ Mate Sa Wet om ti dt emis Mok a nN tah) The Chrosngy of Pr. de Siting. Rar HX, iS W.8 Bwinte, Tee ren dation Notes on Le de Lens Lyrics, Mod. Lana sa El espanol det siglo de oro 37 § 81, Feevanvo oe Hentena 1. Mientras en Castilla lorecia In lirica de fray Luis de Leén y San Juan de ta Cruz, apuntsban entre los literatos sevillanos nucvas tendencias poéticas. El manifesto de la Rex, XXT, 197, 4460 y ILI; Démato Alonso, Fr. fo de Le y te ocsia renscentia, Uni. de La Hebora, V, 00, no 18, M08 (pate tlalmente incuio en De tas siglr oscuro ‘al de Oro, Mar, 88, R02, Tres poets on desampar, en Ensayas sobre poet capaho, Madrid 194, 11812; Ante la selva (con Fray Las) ¥ Forma exterior > forma titertor en Fray Ls, en Potsa espaol, Madi, 180 (2° 08 195210919 Vida» poesta de F de, Digerso de apertura da eed ‘cad, Univ, de Madea, 195; Fr. L. en la eDedleaorige de ous poss (esiobiamien y ccutecin de personalidad, Stadia Piel et Tite ‘arian hon, L. Spitzer, Bern, 198, 1930; Ie, Vonsler L de Leon, Mise hes, 19, «126 L- Spzer Fr. L. de Leon's sPrfecta del Tojo, Romanische Forsch, XLIV, 192, 25200; 1-1. Wooihnd, sLe Vide rellradas of Fr. de. Bul. of Wisp. St, XXXI, 19861225 Fr 1 de Ledn's Ota a Francisco Salina, Ibidy XXXIX, 192 7, Tes ‘bio Garcia, Un mievo dice con potas de Fr L de Ly Path de ie Fac, de. Letts, Serie n® 24 Zarspean, 157, Oreste Mact, Sabre texto crit de ls pocsas de Fr. Lede Ly Thesourus, Bol del Tare, aro y' Cuervo, XU, 1951, K- Maurer, Hinmlcher dafenthalts FE, de Lens Ofe «Alma reson Inctentes, Staungaber, der Heidlocrgce ‘Aad. der Wiss Philos st Klasse, 195 Re Lapene Las odes de Pr de L, a Felipe Rule, «Stadia Phil Homnen. Démaco Alonso, 1, ‘set, 30.318 (inetuldo en De te Edad Media'a nuestros dan Made, Wet, 124M; Bl culo om la poeta de Fr. be de Le en sPremasen smo e pregongorimon, Acca, Nex dei Lince, Roma, 17h, ale Garcitiso 9 Pr. a de L coincidencia temdffoas y contraste de ec ‘nde, Homenaje «a memoria de Carlee Caverar, Archiwum, SVL 1916, 147 (los doe moe artslos, el segundo en yrsion completa, en Poctas y prosistas de ayer y de hog, Madste, 97, HO), Reber Ricard, Le Bon Pasteur fa Vieee dons les potter de Lde'L Notes ‘et commentaires, Las Lettres Rom. XXIT, 196 ADI: Francisco Gate ‘ls Lorca, De Fr. La San Juan, Madi, 197; Audrey Lumsden Kowve, Fr, bee Lod’s Hever: « Study in Structural Analsin, Mod. Lang Note, LXXXIN, 197% 14618; Rleardo.Senabre, res estudios sobre Frode L, Uni. de Slamanca, 178 ete 38 Historia de ta tengua espaiiola $81 escuela sevillana fueron las Anofaciones de Fernando de Herrera, el cantor de Lepanto y del desastre de Alcazar uivir, a las obras de Garcilaso (1580). En el prélogo a estas ‘Anotaciones, Francisco de Medina se duele, como otros apo- Togistas del espafiol, «de ver la hermosura de nuestra plética tan descompuesta y mal parada, como si ella fuese tan fea {que no mereciese mds precioso ornamtento, © nosotros tan Darbaros que no supiésemos vestilla del gue merece». Los escritores «derraman palabras vertidas con tmpetu natural lantes que atentadas con el artificio que piden las leyes de su profesiéns, Medina, como Herrera, sobrepone el artificio fl espontancidad; pretendian ambos ennoblecer el lenguar je por caminos muy distintos a Tos seguidos por Garcilaso ¥ fray Luis de Leén, 2. Mientras éstos crearon belleza con palabras de uso omit, Herrera’ se-esforzaba: por-dar-a-la-poesfa-una-lengua——> futénoma, diferente del habla general. La postura herreria hha consiste en el sistemético apartamiento del vulgo. «Nin- fguno —dice— puede merezer la estimacion de noble poeta, fue fuesse facil a todos i no tuviesse encubierta mucha eru- Gicién» ¥ la erudici6n, placer de los doctos, es inasequible fala masa; Ia obra poética no ser ya para todos, sino s6lo para los escogidos. Herrera prodiga recuerdos mitolégicos ‘iffelles, en los que muestra su familiaridad con los poetas trecolatinos, y atiende con nimio culdado a la pompa y max jestad de In forma, Come la oscuridad o la afectacién no te parecfan defecto si eran hijas del refinamiento culto, el neo- Togismo sélo le presentaba su tentadora faceta de enrique: cimiento idiomética, «g¥ temeremos nosotros traer al uso i ministerio de Ja lengua otras voces extrafias { nuevas...” Apirtese este nistico miedo de nuestro Animo.» Asi just fiea la creacién de derivados come fanguideza, ondoso, lassa- ‘eto, de Ldnguido, onda y lasso ‘cansado, triste, y Ja adop- ga El espaol det siglo de oro ne Giém de palabras latins yextranjeras, , ran Herrera emplen gran mimero de cultismos: sublimar, consilio, hérrido, en ce. rileo, horsono, fleniger, argentar, ratilr, Inland, ‘her. Silo: lextina ignoraton, torso "memboruda” tsuiant, venustidad; y utiliza formas latinas como pluvia, prora, impo, Santo a esta desbordedastplincin éxca ey fe Te: triceién impueste por Ia prelerenia de voces agravess, El vorbulario de Herrera, pese sus neclogismos, no es Fado: ardor, resp, explendr, espacir,yerto ‘erg’, leo ‘alegre’ fan, fants repien con lsitenctaabruraors, 1s sintxisreclama también liberades propias; no om tenta Herrera con despaiamientos nermates ele Potra (ls alas de su cuerpo temerosss), sino que reproduce son atrevimiento otra varedades del hipébaton latin! sD In prison tir no pienso mie; «May td con puro scent 1 rimona-/-tu arena. gnes-bdrbaras despojers (ges ta afrenta y barbaros despojos'), La poesia de ‘Herrera, sonora ¥ maps, pero demasiado extdiada artfconn mica Ia'rptura dl eqilinio cdsco en benefico de % Ballones: Almas obras de de Sella 88 (ex A Gone, Pars, iy de V, Onin ae Dies la Cte Nasi, Versa dei Emendedon tees ot cn Ivo, Sei 60d. pstuma Ge Fracoen Pachee a ea 1 Cour, ‘Bibotecs Romance, Stasourg, M10 Rat ine Yor Jo Manuel Becs, Madi 8,9 eet det lars Fe Obra pods, ? vols, mara, RASad, Laps 9. Beta lee texto ‘potions de Rode He rehvin: TV, 1, age ees {bre or tenio poticos de’ Bal R heb Bap A Stata‘ tea Lee, Ge MS) inte en aoe Pach ea por su cous i feat de Heswr, mento Oreste Mae snone Ja versién de Pacheco responde al iltimo estado de los poems tras cn. ‘rrecciones hechas por el mismo Herrera (Fernando de Herrer ‘isd, i sea ann ie mers ins ators) Vee tambien Salto Btig Por Beto Fede {i Mota Romanza, 1 BS 18 Anton Gallego Merl Oa toes ‘or Pcheco, eon ae dete Row de Pos Eat OX. esc sean —22 PROSHSHSHOSSHOHSHOHSHSHHHOHOHOSHHOHOOSSEOEEOOS 330 Historia de ta tengua espafiota sal 138; Conzalo Sobejano, El epteto en Ia Uric espatola, Madrid, 186, Ista A, David Kostot, Agunas sariones de versos de F, Noera Rev. de Tiel, Hisp. Xt, 19S1, 5165 Algo mds Sobre slargotuengo~ Bein Rae de Fuel Bop XLi, 188, L410, y su valioso Vocabulario Fie obra poet de Bl, Madris, 185. Sobre las Arotaciones 8 ae ‘Sbrse de Garcia controveria con el sPrete Jacopins, wlanse nce Macdonald, Hr commentary on Garcilaso, Modern Lang, Re. Dik; 1M Blecve, as 0” de'G. con Anotaciones de P. de H., aHfomen, 2 ficher Mz Honingonr, Wily Clee 1 886 Ariono Al fone, Gariaso, Herrera, Prete Jecopny" Don’ Tomds Tamayo de Vargas, Modern’ Lang. Notes, EXXVII, 193, 16151, Lore Terracin, Tats! di ut confronta i lingne (F de Herrera, «Anotacione», pp. 16 $5) Archivio Glttloyio Tealiano, Lill, 196, 166200 (despues, on el Uitalg Ge Linge grave, Hngua lascva (Herrera) en Lingua come pro biome nell fervraturs spaenola del Cinguecento, Torino, 179), ete XII, EL ESPAROL DEL SIGLO DE ORO, LA LITERATURA BARROCA § 82. Cenvanres ¥ sus coupafionos oF cENERACION, 1. A fines del siglo xvs el Imperio hispéinico habfa logrado ‘su méxima extensién. Sin embargo, con las campanas de Flandes y la Invencible sonaron los primeros aldabonazos de la decadencia. La unidad espiritual de Espaiia se habia Ihecho més s6lida que nunca, afirmada en una ortodoxia re- ligiosa sin reservas y en el més exaltado orguilo nacional Pero la vida espatiola estaba llena de contrastes: mientras los tercios de nuestra infanteria sostentan en toda Europa luna lucha desigual y agotadors Felipe TV, ostentosa fintrigas. Las letras Hlegan a su apogeo y florecen nuestros ‘mis grandes pintores; en cambio, las Inguletudes cientt ficas declinan gravemente. Pugnan apariencia y realidad, gran’ deza y desengafo, y surge lentamente el pesimisimo, Refle jando esta distensién del vivir hispano, Ia Mteratura. se reparte en direcciones que, si bien se entrecruzan arménica mente en la complicads ironla cervantina, aparecen por 10 general como actitudes unilaterales © contradictorias: exal: tacién heroica (Historia de Mariana, teatro de Lope de Vega), escape hacia Ia belleza irreal (poesia culta de Gongora 332 Historia de ta tengue espafiola sa cinica negacién de valores (literatura satiric, novela pica resca) y ascetismo. 2. Cervantes, heredero de Ia ideologia renacentista y de Ja fe en la naturalezs, propugnaba como técnica estilfstica a misma de Valdés: habla liana regida por et juicio prudente. Camino de las bodas de Camacho, dice el Licenciade: «El Tenguaje puro, el propio, el elegante y claro esté en los dis- eretos cortesanos, aunque hayan nacido en Majelahonda; dije discretos porque hay muchos que no lo son, y la dis- ‘erecién es la gramatica det buen lenguaje, que se acompaia fon el uso. Yo, sefores..., he estudiado Cénones en Salaman- fea y plcome algiin tanto de decir mi razén con palabras ‘lavas, Hanas y significentes.» Es Cervantes uno de tos es critores més interesados en las cuestiones de lenguaje: abor- a repetidamente los problemas que preocupaban a los es piritus eultos de entonces (ilustracién del romance, discrecién. como notma del buen hablar, valor de los refranes); pe y feerea con aguda intuicién la variedad lingiistica corres- ondiente a la diversidad de esferas sociales 0 alas distintas fctitudes frente a la vida; y posee un finisimo sentido de Ia palabra en si, a causa del cual se complace en juegos que ‘peran unas veces con el concepto, otras veces con el cuerpo Fonico de los vocablos. Son inevitables y gustosas concesio- nes @.una tendencia que venla de lejos (cancioneros, Gueva- ra, etc.) y que habia de recrudecerse en el siglo xvit. Pero fi éstos ni otros géneros de artifcio constituyen lo més ‘caracterfstico dt estilo cervantine. Si su prosa mas retocada, ta de La Galatea y parte del Persiles, Ia del discurso sobre la Edad de Oro y otros pasajes ideslizados del Quijote, ofrece notable abundancia de epitetos y los usuales primores de Gisposicion simétrica; st con fines caricaturescos brota a menudo en el Quijote fa retérica ampulosa o la altisonante imitacién de fos libros de caballerias, el estilo tipico de Cer- 52 EL siglo de oro: Literatura barroca 333 vantes es el de la narracién realista y el didlogo familiar. La frase corre suelta, holgada on su sintaxis, con la fuidez que conviene a la pintura célida de la vida, en ver de Ia fla correccién atildada. Esa facilidad inimitable, compaiera de tun humorismo optimista y sano, superior a todas las amat- furas, es Ia eterna leccién del lenguaje cervantino 1 Véanse América Castro, EI pentamiewo de Cervontes, Mads, 187s, Woabt, Hi. Hatsteld, Dor Oujote als Wortkunatwert, Lapa, 1827 (tnd, ep. com el titulo de EI Quote como abra de arte dal Tenguaje, Madrid, 1949), Leo Sptet, Linguistic Perspctsiy in the Dor Gio, en Linguists and Literary Mistory, Princeton, 190 (tra fap Lingistica e' Historia Literarin, Mode, 1055. 16.235), Amado Noss, Lat prevariccetones tdlomdileas de Sancho, Nera, Rev. de fe La Galatea, Univ. de La Laguna, 1M6, 1215; Angel. Rosenblt, 1 tougua de Corvaner, en el vol “Cervantes, Univ. Cental de Vene: dela, Carsens, 199, relupdldo y ampliado en La lengua del »Qulors, Madrid, 191; Mamicl Durén, Le ambigdedad on et Quifote Xalapm Veracruz, 180, 108126; Fernando Gontslez Olle, Observctones fo Ligias ai texto det aVije del Parnasen, Miscellanen dt Stl Ispaic, Ps, it, nv 6, 98402, Ramin de Garcasl, Caves de Eopoba Co antes y Er Oniote, Madeld, 19%, 21286 Nine SnetKoves Ouelgues Dartewarits da ste du romen de Cervantes Don Quichoe, Beltre Zur rom. POiol, Cervantes Sonderette, Berlin, 167, 809, Carlos Romero, Lina e se del sPorlesy, en Inirodutione at sPerates Venexis, 19%, eitcvy Enrique Moreno Bex. Bejleroner sobre NOuijots, Made, 196; Emo Carin, La lengua del sPeralare, Rem de Piel. Esp, LU, 197, 15; Francisco Marquee Vilanveva, Fuentes erariascervastinas, Mode 197; Ells L, Rivers, C. and the Ques tom of Language, ea aCervantes and the Renalssanc, Papers of the Pomona allege Cervantes ‘Symposium, ed. by M.D. McGaha, 1978, 2, ele, Para a gramatien ¥ soeabolaro de Cervantes” Tulio Ce Jador y Frauen, La tengua de C: Gramatice y dicioario de le ton fue castellna en sEl Ing. 1. don Quijote de le Marchas, Meda, {5051005 2 vols; 1. Wlger, Untersuchungen tur sp. Syriar auf Grund dor Werke des C.. Bevin, IT. George O. Brownell, The att. Bute adjective tw the” Dow Quicote, Rev. Hisp, XIX, i908, 2050; ASuintClae Sion, The pronouns of address tn 2D. Qs, Rom. Rew, Xl, 1922, 6814, B. Patrick. Pronouns of addresr On the sHovelat Ejemplares, Told, XV, 1924, 06130; R.A. Hayaes, Negation tn =D. Qn" Austin, i958; Haer Meier, Personenhandlung tnd. Geschehen in 4 Historia de la lengua espaiota 63 3, Otros escritores, nacidos como Cervantes a mediados del siglo 24, revelan el mismo gusto lingifstco, Mateo Ale mda y Vieente Espinel conservan el estilo llano en ta novela. Y la Historia del padre Mariana —cuya version castellana no se imprimié hasta 1601— reviste austera dignidad dentro de ‘un tono sobrio, al que prestan noble sabor algunos dejos farcaizantes tomados de las fuentes medievales. (§ 83, AMBIENTE SoctAL ¥ LENGUATE BARKOCO 1. La generacién siguiente, a de Lope y Géngora, conoci6 fn toda su violencia Ta sacudida innovadora. La vida litera- Gereaney eGitanitan, Ror. Fotseh, LI, 1957, 2518; Margaret Bates, Sbiscresins tn the Works of C, Washington, 16S; Tilo Nabez, Ei ‘Tntiarve en sta Galtean,Anales Cereantioos, Hl, 192, y ET dim diminatne EF Sea TN, 88%, Harald Welarieh, Das Ingenio Don Biljote ln’ Bette cur Kterartchen Charakterkunde, Minster West iets Aledo Carballo, Cerantes, Avellaneda 9 tos erica sam phllol Homen, a Dmaso.Alcnse, J, Madd, 180, 28 Gu perndee Gomes, Vocabulario de Cy Mads, 162 D. Roessler, SVotentads et Cervente, Boom, 1967, F. Yndurdin, Un aspecto en te Tee Me UR Guiness to dervacton verbal, «Estaios sobre Hr, y peat oi Emile Oroace Dida, Ill, Granada 17,5050 et. Bch- et Mhotadaa! Obras comleter de M. de C. Spor Rodolfo Schell y Toe Bonita 1 ote, Madr, 1144941; Quijote, por Diego Clemenctn Mib9, vole; C. Covtelin, 1965113, 6 vol: F, Rodrigues Marin, 127- Ey fol (ed postu, 117498, 10 vole}; Martin de Rlqwer, Barce- Ros, sins elton & de Cortzar Tsals Lerner, Bosnos Altes, 1989, pees Gulermo Arayes Santiago de Chile, 1975, 2 vole, ees, Novlas pyabiaes por F. Rodrquet Marin, Cus. Castel, 2, 1916, y 36, 1917 (iSelincayen 6 de la I? novelas), BI Casamtento engafoxo El Colo. Ge dtr peros, por A Gonzilee e Amen, Madrié, 191 Rinconete 3 ee tail La Sonora Cornelia, por Franco Meregall Milano Messina, ‘sen, Entromeses, por Miguel Herrero Garcia, lis, Castel, 128, 1985; Te Gateen, por hina B,AvalloAtce, Tod, 18 y 18,161 cc Pee i loor Pda, Oscurdad, difeiad ente elleranor 7 com cepistan on Case a traailon, el Hdloma, Co. Rusray 30, Buenos Bs hsaia Cuteranos 9 conceptistas, en Evpaha 7 su istora Ii Mert, 08, 391307, Fernando Lazaro Careter, Sobre la difieutad $8 EL siglo de oro: Literatura berroca 335 ria se hacia cada vez mas intensa; se multiplicaban efreulos ‘como la Academia de los Nocturnos de Valencia, Ia de los Anhelantes de Zaragoza, 1a Academia pottiea imitatoria y la Selvaje de Madrid; en ellas se reunian escritores y afi cionados para leer y crticar sus obras, y sometian su in- ventiva a ificiles pruebas’. El ambiente favorecta el juego del ingenio y exigia la busca de novedad; el refinamiento expresivo se extendia a Ia conversacién de los discretos. Era necesario halagar el ofdo con Ia expresién brillant, demostrar erudicién y sorprender con agudezas. As{ se des- arrollan ciertos rasgos de estilo que acusan vivacidad mental, épida asociacién de ideas, y que requicren también des pierta comprensién en el lector u oyente. Uno es la alusién, por medio del pronombre, a una nocién no puntualizada fantes, sino encerrada en otra palabra; este tipo de zeugma ces muy sntiguo: aparece en Ia sintaxis vivaz del Mio Cid (wéase 85 56 y 58) y surge en el Lazarillo y en Santa Teresa; pero desde fines del siglo xvi su empleo intencionado es manifesto y abundante; véanse algunos casos de los muchos ‘que pueden recogerse en el teatro o en Ia prosa més cuidada: iTantos desvelos por vos! —Yo lo estoy de tal manera...» ‘estoy desvelado', «,Vas, Leonardo, a casarte / 0 por ven- Gonceptsa, «Est, ddl. M, Pidal, VI, 1956, 385386 (includ despots ro brace personalidad adorn, Mad, 17 43, Rar Stimento. Sobre te idea de na eacusia de exerloes concepttas fn Espa, “Homenaje a Gratin, Zaragee, 19, 16489, Helmut Hnstla, Eetdios sobre ef Bartco, Mada, 186; Suan Lala Albore, Historia de ta Lt, Esp. 11, Eoce Barra, Madrid 1967, 14 (eset fe Alan 8. Trucblood, Fhe Borogue: Premises and Problems, « Review ‘Aveta Hispanie Review, XX, 1967, 585363) Antonio Gare Berea, pana Talla ente ei Conceptions, Made, 198; Esai. Carita, El'Barrocotierario Mapénico, Buenos res, 198; Joo Aatonto Mare toll Ea altura det Berroco, Meds, 975, ee 3 Veanse fost Sincher Academies Hiereias dl Siglo de Oro es sot, Madd, 16,9 Witocd F- King, Pros nvelstien y Aeademias Iterrias em et rig XVI, Maas, 198. 336 Historia de ta lengua espahola «8 8 tura 1o ests?» = ‘estds casado’ (Lope); «Ysbella, dama tan recatada en favorecerme, que Tos que me haze son tan pro- bleméticos que me traen confuso» = ‘los favores’ (Tirso, Cigarrates). A estos ejemplos hay que afladir los que com: binan las diversas acepciones de un vocablo: «Os ruego que escuchis el cuenta, que.no Ze tiene, de mis desventurass (Cervantes); «Sefiora Dorotea, gtomdis azero C'agua ferrug nose’) 0 venis a florecer el campo? —Parece que los sactis las dos en desafion = ‘sacs los aceros, as espadas’ (Lope, Dorotea). Otro giro muy signifcativo consiste en el empleo de aposiclones equivalentes a s{miles © metéforas concentra dos: struxeton foros leones / para Hércules cavallerose (Lope); «iComo si no supieran un manto y un medio ojo esatinar conocimientos linces y transformar mugeriles Pro- teose (Tirso)?%; «Oidos, desde hoy cerrad / puertas a vozes sirenase-(14.)~-Conecidos..son, los. egalanes_moscatcles»_del teatro y los «poetas chirles y hebenes» de Quevedo. Por ut mo, es muy activa la invencién de palabras ocasionales y grande Ia aficién a equivocos 2. Literatura y arte reflufan sobre la vida; para compren- der hasta qué punto, basta leer La Dorotea de Lope?. No Tw “Como si el manta de las mujeres tapadas y el medio ofo que dejan af descbierio no. supleran deroneertat 4 quienes, con ‘Brades'de line ltentaran reconocerlss a raves el meat, no TEpiern ttonsformarias tan felimente como Protea camblaba st PRE gence R. Menéncr Pid, estudio eft en 1 gota 2; Karl Vosser, Introtuccién a le hterafura espala dal Siglo de Oro, Madi, 194, Siopry' andre Nougue, Liewere em prose de Tirso de’ Molin, Pats, 19a, 04, T Vianse Leo Spiter, Die Liererisienang des. Leben in Lopes Dorotea Kelner hom Avbeiten, 131 lor peslogos de José Manvel Blecua (198) 9 &, Morby (195) 2 sus respectivas ediciones de La Dorotes, ©) 8. Mosby, Proverbs in La Doroten, Rom. Phill, VI, {9stisss, nis Felc Monge, La Dorotas de Ls de V, Vox Rormanica, Vt, 198, Cott; y Celestina (y Gerarda): Ta seduccion y el teneuae, 63 EL siglo de oro: Literatura barroca 37 sélo porque Tos personajes ajustan sus actitudes a modelos Aibrescos 0 porque el didlog, escrito en prosa por ser « ta Imitacion de a verdads, est eno de ingeniosidades, retéforas y citas. Hay algo més: los recuerdas cultos tam 2an Ia Wisin de la realidad. Al desmayarse Dorotea, exclama Femando: «|O mérmol de Lucreca, escutura de Michael Angell. 10 Andrémeda del famoso Ticianol» Un personaje de El acero de Madrid cree of «tonos de Juan Blase, el ri Seo predilecto de Lope, en el canto matial de los paris {a alquimia imaginative entreteje Gnas eorrespondencias de sensacién: «Marin, gran plnor de fos oldos, / y Rubens, gran poeta de los ojase (Lope); «Compiten con dulce efeto / campo azul y golfo verde, /slendo, ya con reas plumas, / ya con mezciados olores, / ef jardbx un mar de floes | y et rar wn jardin de espumass (Calderén). Les tecieismos at _-tisticos se emplean,con sentido metaférico: en Jos Ciearrates de Tirto, un caballero inocente os acusado de haber herido ‘otro; ste jura ano tener culpa en todo el contrapunto ‘que havia echado el engafio sobre aquel canto Hanos. No es de extrafar que. la idea de la perfeccién natural, hija del Renacimiento, sucumblera ante lade la superioridad del arte; si don Fernando quiere romper un retrato de Dorotea pin tado por Liao, Julio te detiene con estas razones: «No es justo que prives al arte deste milagro suyo, ni des gusto a la cembidia de Ia naturaleze, zelosa de que pudiesse, no s6lo ser Imitada en sus perfecciones, sino corregida en sus defectos», 3. La cargazén de Ieeturas, el constante manejo de po- lianteas y arsenales do erudicién, habfan familirizado a los ovbls Medlocratis, Mélanges R. R. Berzler, Been, 1778, 250260; Alan S. Trucbload, sl son devlos aroyuslse: Texture and Context fe a Iyric of sb Boroteay, some. al Prot. Rodigute Moning, Madrid, 184 1, 2727, ee Vda Ellon L Rivers, Mature, Art and Science tm Spanish Poetry of the Renaissance, Bull of Hisp. Stodes, XLIV, 167, 25246 POSSOSHHCOCHOSHOOHOOOOHOOCHOOOO SO COEOOOOES SPOCHSHSSHSHSHSHSSHSHSHSHOHSHHSSHSHECHECHOCSCOSOCESS > 38 Historia de la lengua espanola 63 esctitores con la mitologia, con ejemplos consagrades de virtud 0 vieio y con seres fabulosos a los que se atribule signlficacién simbélica, Toda tuna coplosa literatura de em- blemas pudo alzarse sobre este gastado fundamento. Pero. en obras ajenas a esa especialidad, jcuintas veces se repiten fos temas det ave fénix, del basilisco o del unicorniol jCusn- tas se alude a Lucrecias, Porcias, Tarquinos y Nerones! La filosotia de Platén y més todavia la escoldstica suministraban también infinidad de lugares comunes. El caudal de cultura renacentista se vaciaba de contenido, desangrado por con- tinue insistente aprovechamiento; tendia a convertirse en ‘motiyo omamental o rodaba por la sima de la visién es ‘céptica. Mitos ovidianos, historia clisica, asuntos del Ro- rancero, sirvieron de pretexto al virtuosismo artistico 0 a la caricatura, Quedaba otra direccién, el moralismo, gracias ‘al cual nuestro siglo xvi encontré sus mas profundos acen tos; yy con sentencias y méralidades cundié el gusto por la abstraccién, In prosopopeya y la alegoria’ 4, La pérdida’ de Ia serenidad clésica se manifesta en actitudes extremosas. Dinamismo exasperado que remonta alturas estelares o se hunde en el eieno; referencia por lo fextraordinario e inaudito; claroscuro de ilusién y burla, ape- tencias vitales y ascetismo. En el arte, extrafios celajes det Greco, pugna de luz y sombras en Ribera, santos extéticos ¥y mendigos harapientos; formas en contorsién, edificios de Iineas quebradas y columnas saloménicas. En el lenguaje literario, lujo de fantasia © de ingenio, dislocacién, malabs rismo 0 concentracién; en suma, desequilibrio, con variantes més teérieas que reales— en culteranos y conceptistas 7 ease Tost Mo de Coss, Notas y ertudiar de erica terri Siglo XVii, Madris, 195, 258 7 siguientes sa EL siglo de oro: Literatura barroca 339 § 84. Lore pe Veoa ¥ La comeora 1, Al apuntar las tendencias barracas, el teatro nacional recibié su pauta defnitiva con la genial produccién de Lope de Vega. El espectador espafiol acudfa a las representacio- nes deseoso de verse reflejado en la escena; queria encontrar plasmados en fabula dramética sus sentimientos e ideas, su ~ visién del mundo y de la vida; ansiaba ademés sofar, ealmar ‘su sed de accién intensa. Y Lope de Vega cumplié a Ta per- {eccién las apetencias de su publico. Consagré y consolidé los ideales hispénicos: en sus comedias.to sobrenatural se hizo tan sensible como Jo terreno; desfilaron la historia y la epopeya patrias con sus héroes, acompafiados en acasio- 4 Vossler, Lape de Vega y su tempo, Made, 1833; José F. Mon tesinos, Lope y su tempo (888). en Estadios sobre Lope de V. Sal ‘mance Madrid BareelonaCaracas, 196), 29890, Ddmaso’ Alonso, de Va "simboto del Barreco, en Poesia espaol, 150 (22 ed W352, At 4h; R, Mentoer Pal, El lenguee de L-de Vn Expos 9 2 his forla, 1, Madrid, 1957, 36385, en BI P. Las Casas 9 Vitoria, con (otros temes de fos silos XVI XVII, Cl. Austen, 186, Mad 195, ‘pial: MLA. Peyton, Le de V. and his Stl Rom, Rev. Q. XLVI, 19st, eL48t Alonso Zamora Vicente, . de’ V. Su vila 9 su obra Madiid, 184; Cella Sebor ae Cortzar, Lope @ la mulisicidad de tstlos en el vl. sLope de Vega, Univ. de La Plats, 19, S471 Fee fando Lavaro, Le V. Inoduccion a su ida y obra, Salamatc Moria Barcslons, 196; Carlos eminder GSmex, Vocebularo com pleto de L- de V, Mads IM, 3 vole: André Nowgue, Noter sur Ta Iibertdtnigustgue de L de V_ Caravelle, n° 27, Wh, 23.29, Estadion {abre temas lingiietcoro exilsticon coneetos! HAL. Marti. Tor ration of aualfying words before feminine nouns and adjective in {he plays of a de Mod, Lang Notes, XXXVI, 192, S964; E- Co tarelo, Un paoje de Za de V- sobre le formacion de algunos femeniner ‘aselanos Bol. R. Acad. Esp, XV. 1828, S568, T. Navaro. Torts, Notas foustgies sobre L de V. Drchivim, 1V, 934, 652, , Corre ‘ho, Perspctvas y dualidates pronominales (VOTH) en al Rorwanero spiral de I. de V, Rev. 8 Flo. Exp, LVI, 19%, 4745; Gullermo L'Gattarte, Le sensiidad de Ze V. & a vot humana, Anuatlo de etae, XV, 1977, 165185, ete : 30 Historia de ta lengua espaviola su nes por los tradicionales versos del Romancero viejo; ot amor, unas veces violento, otras quintaesenciado con toda Ja gama de teorfas platdnicas y petrarquistas; el honor, or igen de patéticos conflictos, ya fuera esponténea manifesta- eign de la dignidad humana, ya apareciera aguzado por ssutiles metafisicas: todo un mundo apasionante, hiperbélico € idealizado*™, 2, Acesta concepcién del drama correspondia una métrica varieda y rica; expresién ingeniosa, engalanada y lozana, ena de lirismo; estilo fécilmente plogable, que, con ser personalisimo en Lope, resulta diffcit de defnir por su adap- tacién a las ms diversas situaciones y personajes: tan pronto se amolda al tono brillante y conceptuoso de los galanes como a Ia ingenuidad del labriego 0 al desplante socarrén del criado, Hay, ademés, tlpos convencionales de lenguaje, avorecidos por Ia tradicién o la moda literaria: uno es. Ia ‘fabla» antigua, remedo del espariol medieval, aparecida en romances artisticos y usada por Lope en alguna comedia de su primera época; otro, el lenguaje villanesco, que perpetia fl leonés empleada por lot pastores de Juan del Encina y sus imitadores, mezclado con arcalsmos, giros vulgares © 5 de los poctas?. No menos estilizada inyenciones humorts "is Véanse Charles V. Aubrun, La comedia espotola 160.1680 Madtia, tt, Erie Orato Dis, El testo la foatralidad del Da Moeo. Bavetion, 1, F, Shacher Escribane yA. Porauerst Ayo, Preceptive dramaticn expatota det Renacitona 9 ol Barroso, 24 arid, 12; ost Antonio Maraval, Teatro yUiteratura en ta sociedad arrose, Mausid (1972, Bruce W. Wandvopper, La comedia espala fel 'Sisa de Oro, DL. con Ia Teorla de la comedia de'E- Olson, Bat: Ph Jos estos citados en el § 72, nota 28, obidane los de Pride Weber de Karla, Formas del sayaquds en tas sCologuios espiritusles )tcrementatese de Herndn Govedler de Eslava (Mexico, 1610, Por fost, V, 198, 28212, ¥ Occidentalsmes 9 portupuesimes en et idlo- testo de Diego Sdnchet de Bodejo, “Estados Fl. y Ling. Homer. 2 A Retenblas, Coracas, 174, SILS@2, nx como et de Manuel Garcia su El sigho de oro: Literatura barroca ui aparece el habla espaftola de vizealnos, moriseos y negros " Convencionales también son los lusismos picstos en boca de personales portugueses 3. Lope de Vega, compenctrado con el alma de! pueblo, aside fuertemente a la tradicién nacional ya Ia poesia po- ular, no podia comprender, al menos en teorfa, el desvio hhermético de los cultos. «Ami me parece que al nombre cculto no puede aver etimologla que mejor le venga que la limpieza y el despejo de la sentencia libre de escuridad; ‘ue mo es ornamento de la oracién 12 contusién de los tér- ‘minos mal colocados y la barbara frasi traida de los cabe- Tos con metafora sobre metéforas. Tal es la razén de sus burlas respecto al gongorismo ". Pero como aceptaba el acte ‘Algunos elementos populares on ef teatro de Tirso de Molin, Bol. R! Read. Esp. KXIX, 190), tat 5 Véanee J.'de Uruija, Concordancias wacslnas, «Homenole » Mendoder Pals Il, 125, 9896; F. Vndustin, El ema de Ntclna et Cervant 8h 38738; JF Montetinoe, La Tengua morse, en su eden de El eordabes veleroso Pesto Carboners de Lope de Vega (Teatro Antiguo Espa, Vly 1m, 218238) Alber. Sloman, The phovolor> of Moorish fargon ‘in the works of ea Spanish dramatists and Lope de Vegs; Mod. Lang. Revs 19, 27217, ‘ero com’ Uipo comica af toate espe desig AVI, Roos Philo, XVI, 190, 3392; Epo del negro en el teatro de Ld V. teadiion y erewid,=Aetas det It Cong. Intern. de His.» Nikmegen, 196, D4 (erst spies, Nuew- Rew. de’ lol. isp, SEX. {970 217288), Germin de Granda, Posbler sat fndirctes dear ues de efricanisnce en al “habla de negro) leraria' cesttens, ‘hess. Bol. Inet. Caro y Coevo, XXIV. 190, Est. hing. pence, atrohispdnios y cialis, Meal, 178, 21623 it Frida Weber de Kulak, Sobre el portapucriomo de Diego Sdncher de Badejot El portugués hebado eo farsot nspatolat del siglo NVI, Flog, X11, 1866196, 3055 Ta Wanse M. Romera Nevarro, Lope » su defena de la pureza de e e e e e e e e e e ._ PSOHOSHHHHHOSHSHHHSSOOHSHOOHOCOHOCOOOES® 2 Historia de ta lengua espafiola 58s Centamiento e ilustracién del lenguaje con nuevas frases y figuras ret6ricase y con ehermosos y no vulgares térmi- thos, su postura carecia de base firme, y no pocas veces, estumbrado por et deseo de mostrarse poeta sabio, se dej6 evar @, los mismos extremos que satiriaba®. En general, Jos polemistas anticulteranos se limitan a eriticar simples diferencias de grado entre la afectacién normalmente admi- tida para la poesia y Ia extraordinaria de:Géngora y sus seguidores. 8°85. GONGORA. LA EVASION AL MUNDO DE LAS BSENCIAS, x 12 La direccién aristocritica iniciada por Herrera Wega fa sucima en la poesia de Géngora, resumen condensado de cuantos elementos imaginatives, mitoldgicos y expresivos, habla aportado el Renacimiento™, Toda la ereacion secular Ta Tava y esto pottice, Revwe Hiep, LXXVIN, 190, 287381, y Em lio Otonee Dias, Lope » Gangora frente frente Madi, 197. 10 'Yeanse Dinca Alonso, Un fercer Lope. titador de Gonsore, en Potila evptiola 22 195%, MOS, lego Marin, Cileranismo en Sl Fitomenan, Rev. de Flo. Bep, XXXIX. 185, 1432, y James Chitin Br impacto de Congora en la vida 3 et fa obra de La de Vo, Romance Nores, W196 11482. Ya en tn Jerasalén congusteds, km fpresa cn 103, hay muchos parsjet tan eclleranoss como éstos! «El Tu peimero ioe inure! ten venes Rasplandeco en el frig velo So) Ventas flag excamnes toe pezes / zo su ardlete yriveral tes veces en Aves sigu su Te ‘polo vio'e Dafne tansformarss en el peimer laurel: Lope explics “fisio etlcinor anotando vel Ares, en ve passaus Prison y Tem Tendo al libro W dela Teboida de Estaio: Mirando en su hermosa tos dos ells / Tate, Bijan del ime, agora estelas (Astor y Pola, ticides Ge Leda, a sen Japlter fecendo tomando forma de cine, ‘ave eds de Joaguln ce Entrambesa yt, TH, Made 195,32 y ses t palclones: Obras podticas de D. L.de G, pot R. Foul Delbose (ogi el me. de Chacdn), New York, 121, 3 vols; Obras en verso del Th, Madr, 1951, 53,333 63s El siglo de oro: Literatura barroca 3 de los poetas grecolatinos, talianes y espafoles se acumula al servicio de un arte que aspira a depurar el mundo real, transforméndolo en Iieida y estilizada belleza. Como mate. rial mds inmediato Géngora aprovecha metéforas que el uso habla convertido en lugares comunes (oro ‘eabello, perlas lentes’ ‘roclo', marfil y rosa 'blancura y rubor de la tez', ete.) eapaces, a pesar de su desgaste, de constituir la base Fomero espa, que rcoglt Suan Lopes de Vicuta, Maid 182 (od {terete on pel inde eDdsrno Alans, hia, 18), Poe emo, por ifonzo Reyes, Nata, 9B, por Dirsaso Alonso, Gégre SU plifomo: MosiW)(S0 ed, ny numentads, cr 3 vl, By por Aland A Pier, Le ©. Pelyphomus and Galatea, @ Stay Tete Interpretation of Baroque Pour, con tad lesa de Cite F Gumningnarn,Eainourg, I, Sotedader, por Duraso Alonso, Madi {211 sed ister 3018, Romonce de nation» Medoo, pot DSma30 ‘Monso, Mair, 196. Estudio Alfonso Reyes. Cuestones sonora, Mauri, 5; Démaso Alonso, enti pelimnare, versiones moder: 2h y comentaron de ls clones mencionaaa, ademas. La feng povilca de, Matsa, 198 (> ef 50. 3, BS, Pocste espaol, Ma dei T9503 et, 199. SGM, ¥ Estacion eorerinos, Maar, 155 Eve Exther Uran, Linguste Avabatsof Gangs Baroaue Spey en ‘Descrinne Stiles in Spenth Grammar, edited by H. Kabane and iP'Fetrangal lino Stim Lang td ity vo 3 182 Antonio YYuanovas Las fuentes fos temas del sPollleion de Gongora, Mai Ws 2 wolsz ©. Smith On @ Coupe of the »Palfemos, Mod. Lang. Kev. Lil, 9%, ate, be mascoded el sPobfoon, ow de Pi Esp XLIV, Ia, 10566; Av Approach t0 GongoressPoiferoy, Bl at tig Stale, XUIL, 185, 4098 y Serenas de Cuenca, «Stud te Sp Lit of te Golden Age presented to. At Wilsons, London, 197 F. Gonases Ol, sTator fapmines cuenta yerba eveonde 7 Le ieve ae sun miombvos dea und fate. Interpreten for verses. Iho at spottemos, Rev. de iteratre, fcc. 3432, 18, 1M yas Oreste Fratton Lt forma on Gdngora9 otros ensayo, Un. Nac el hora Rowe, is, Bolo Miler Géngoras” Metaphor Versuch finer yptorie, Wiesbaden, 13; Vitoria Dosa Stud su’ Brooco ST Gangore, Rome, 964 WPabt, La creas gogorina en fos poems “potfomos 3 wSeadeder Magri Ws Robert James, Et sir Feuire podtigue de‘Bon Lids Gy Arote, Une. de Bordeaux, 1 Glonanal”Sincroph, Saget sie. *Soedadesy 4, Bologna, IG Sieurslo Moth, Smdatea y Police (Gdneora, Quevedo), Bartel ieee a Historia de ta lengua espatola s85 de vin Lenguaje podtico que alejara las cosas de su vulgar realidad, reflejando sélo sus aspectos nobles. Ast, .-Tan-fecurido-manejo-de-las-imégenes.-tradicionales. ‘va acompafiado de otras nuevas y felices; el pajaro cantor se convierte en einguieta Tiras, «violin que vuelas o esquila dulee de sonora plumas; el tuero de encina arde en el hogar ‘como smariposa en cenizas desatadar; y el punzante y me moreso enjambre do abejas es wescundrén volante, / ronco si de clarines, / mas de puntas armado de diamantes. Junto fla metéfora emplea Géngora Ia perifrasis, que sustituye ‘ala mencién directa de las ideas para facilitar el estableci: ‘miento de relaciones con otras y procurar el goce de la ‘busca dificil y el hallazgo: en lugar de ‘un hermoso joven’ se dice sel que ministrar podia Ia copa / de Jupiter mejor que el garzén de Tdae, esto es, mejor que Ganimedes; y en vez de ‘las perlas del mar’, slas blancas hijas de sus conchas bellas»,:La expresién se retuerce en elegantes gi 1 “Aplic com avdes su boca al gu sonora y iis sus miradas cuerpo desmudo de Galatea 85 EL siglo de oro: Literatura barroca us ros ajenos al lenguaje comin: como, segiin frecuente hi pérbole, los arboles centenarios compiten en edad con las rocas veeinas, el poeta los lama «émulos vividores de las ppefas»; si el caminante se detiene para or una misica le- Jana, dice Géngora que «rémora de sus pasos fue su ofdon Desaparecen los nexos de relaeién para dejar escuctas las ‘dentidades poéticas: amorir maravilla quiero / i no vivir athelis; eal bello imén, al {dolo dormide / acevo. sigue; ‘yemo lo saludé, 1o aclamé rior", ¥ el periodo alcanza una amplitud extraordinaria, con laberintica loracidn de incisos, a través de los cuales se manticne firme, en arriesgado vir. tuosismo, la congruencia gramatical 2. A esta poesfa exquisita corresponde cumplida libertad en el latinismo, tanto de sintaxis como de vocabutario, Gén- fora emplea mucho el acusativo de relacién 0 parte a la ‘manera griega:. «desnuda el.brazo, el pecho descublertan, elas: - ‘iva el movimiento, / mas los ojos honestar ". Omite con gran frecuencia el articulo, sobre todo el indefinido, dando al sustantivo espafiol Ia plurivalente indeterminacién que tenfa el latino, con lo que aquél apunta a realidades y esen- cias a un tiempo: «Pasos de un peregrina son errante / ‘cuantos me dicté’versos dulce musar; «Rebelde ninfa, Wi ‘mide ahora cafia, / Tos mérgenes oculta / de una laguna breve / a quien doral consulta / aun el copo més leve / de su volante niever ", Disloca las palabras segiin el hipérbaton ‘% “Quiero morir como ta for de la maravillt, np vivir como el athe 'o sigue com Ree” 0 coiveriga en nero’ To salaSo tones Sema, lo telams como’ "ET acuativo greg habla sido empledo yor los poeta latnor « Hatianos, alguna ver por Garceso(e.§ 7%) Pay Late,» ma por Herrera, Be une posible bese espontanen ea gue se apoyara eesti ro trate L, Spitzer, Et aewativy griego en spate, Rev, de Fl Hikp, TE 19, 3548 TP"Daimaso Alonso vierte asl este pataje de tas. Soledades (I, tmscus eno — 23 ySOPCCOHOSOO OH OOO OHOOHOCHSO ESO OSOESOOS 36 Historia de ta lengua espatota 585 latino: «Estas que me dict® rimas sonorasy; sPasos de un peregrina son errante J cuantos me dict versos dulce musa 1 lexico gongorino esté lleno de cultismos, en su mayoria tdmitidos ya entonces, como dspid, cdncavo, inculcar, canoro, frustrar, indeciso, palestra, sublime; pero Dastantes no ates. figuados, que sepamos, antes: adolescente, intonso, métrico, ndutico, progenie, ete. Gongora no se servia de ellos por Uesatentedo impulso innovador, sino por su sonoridad y Valor expresivo: casi todos Jos que emple6, aunque muchos fueron censurados por sus contemporéneos, han quedado -sconsolidados en el idioma, eens. Ninguno de Jos rasgos apuntados —tujo de imézencs, “sepuracion de expresiones, extensién del perfodo, tatinismo ten la frase y en las palabras—, ni tampoco Ia constante ‘Susién a episodios de Ia mitologis, eran, aislados, novedad tstridente a principios del siglo x01. Para casi todos se -podia hallar la autoridad de Herrera y los poetas italianos: ara algunos, la de Garcilaso o fray Luls de Leda. Pero Géngora los congrega ¢ intensiica hasta constituir con ellos tun sistema orgénico, Ia lengua pottica selecta e inaccesible fl vulgo, erudita, armoniosa y espléndida, halago frfo, pero Sorprendente, de Jos sentidos y de la inteligencla. Cuando {de los tanteds iniciales en poemas cortos pasé Géngora @ ‘obras més ambicloras, donde desarrollaba su técnica hasta foe limites extremos, el Polifemo y las Soledades (1613) fueron piedra de escindalo, suscitadora de acerbas_protes OBL y alts; subrayado mio): eLe en otro tempo ninta Sing Thde Xan comertida hoy en cafa, cuca y encubre las margenet SEUSS laguna, cn copa tranculla superdcte, come en un espelo. sth ee alo Goal hostel ms fre copa dela oleve de shi {Be In omiion de srl tato en Fl suvtonto av ecuador en Pe wsStedacersgongorinas, Cand. Hispanoam., ims, 022, octubre ees Geiss (despots en Poetry prosstas de ayer ¥ de hoy, Madrid, 17, 186209). 586 EL siglo de oro: Literatura barroca ua tas y entusiastas clogios. La discusién sobre Ja lieitud del ccultisme gongorino fue tema de sctualidad literaria duran- te més de veinte afos, y aun se prolongs hasta fines del siglo xu1r; pero no logré detener Ia boga de Ia nueva ten dencia. § 85. Cantearuma ¥ cONCEPTOS, 1, Sila estilizacion embellecedora era la meta de la poe- sa elevada, la Literatura burlesca se complacia en Ia defor. macién de Ia realidad hasta presentarla s6lo en su aspecto dfeulo, deleznable o grotero, o trataba grotescamente mitos fe historias ennoblecidos por Ta tradicién literaria, ya fuesen la huida de Gaiferos y Melisendra, la muerte de Leandro y Hero o Ta fabula de Piramo y Tisbe”, La orfentacién es puesta a la de la poesia idealizadora de signo postivo, pero les procedimientos de lenguaje y estilo seguidos en una y ‘otra guardan entre sf fundamental semejanza. Géngora em plea en sus composiciones festivas —tan agrias casi slem: pre— muchos recursos utuales en su poesia culta: terse las canas es «desmentirse en un Jordan / que ondas de tinta 1 Ast an lor romances de GSneora Desde Sanaveta a Parise, Arrojoce el mancabito / al char de os atunete y Lt cade Ballfonias. Sore fos romances gongorinas de tema ‘aolingi, vase Re Lapesa, Gangora’y Cervantes, sHomenajo a Angel del Rios, Rev. isp. Moderna, XXXE, 1965 M748 (Gespucs en De le Edad Media @ ‘utsiay das, Madrid, 196, 21021). Sobre ix Pabula de Plramo Tsbe, vate F. Lanaro Careter, Stuacion de la Fo de P.9 Ty Nera Rev. de Flt Hisp, XV, 196, 42482, Difcultader on fo Baiiones: Obras completes, por Evwristo Comes Calderén, Ma ani, 184 por ANuro del Hoyo, Madrid. 19, Et Maree, por A. Cox ter, Chartres 19M: El pollico D. Fernando et Calico, ed acs fen de. Huceea, 16 con prot. de F.Yodursin, Zaragona, 19%, Graco manual, por Miguel Romera Navarro, Madrid, 13H El Cr Ticén. por el mismo, Oxford Unive ress, 3 vols, IME), Agudeca > frte'de genio, yor. Correa Calderon, Cli. Castala 18 9 15, Ma ‘ti, teh, Entalor que se ocupan del iengunje y estilo 8 Gracisn Rev. Hsp, RXIX: 1913. Menénder Pldal, Antologe. de prostates isp, 62 ed, 1982 MISM2: Leo Spitzer, Betiengador, ne erour de 3" hore sur tes noms propre chez G), Rev. de Fiol. Esp. XVIt fm. 173100, 1. E. Mootesnen, Greidn ote plonresoa, pura, Cras ayy Mage 9h". Rornra Novae, Lay'alegoray el Croom isp. Rev. TX, 18M, ISLS, Un aspecto del estilo en ob Maroc id, 188, 18180, Ortograia grectana, Wold. KITT, 1945, 12E146, 3 Entuaio del audgrafo de aBt Héroe graclene, Made, 1946 E. Correa Celderén, intradsa tas Obras completas de A. Gy 14, cx Gy te oratoria barre, Stzenae: Homen. aM. Garcia Blonem, Sa Tames, 19%, IgL4BH lose Manost Blecin, El erilo del sCriicons, ‘eh de Fi, Arag. I, 188, 732) Werner Krauss, Gracidns Leben fart M, 194, Edward Sarmiento, fuiroducci y notes Bol, BIL M, Penyo, XXX, 1955, W980, Fe Voduri, Reames » frases hechase on ta estativa titeraria del silo XVIT, Arch. de Filo. rae ‘vit 155 12bia, 9 Grecidn, wn eno, sHomen. a Gracin Zaragoen, Tess, S188; Musto Bagwero Gosanes, Perspect .sdtra et Comunes, Tid, 6957, Ole H. Green, Sobre ef sgeado de sors) fer de El Critcéns. Und nota para te historia del concaptsrn, This, $840. Hatta, The Beroqutms of Graclan® “El Oréelo ‘marian, Tidy” 10411; ose Lae Uy Aranguten, La moral de Gr In" Gucn su txcercemtonari, 658195 Rev. de a Univ. de Model VIL, 1988, 31354, Jose Antonlo Maraval, Las bases eniopeldpeae dei peviamientode G, Tid 0-8, Kus Hege, Geno genio f ster, OOOOH LCOOHOLOOH OOOOH OOHH OOOH S OOOO PEOSCHSHSSSHSHSSHSHHSHOSHOSOCOHOVSOEOLES 358 Historia de ta lengua espafiola 5% Continuo engafio; Ia naturalezs, cauteloss, leva al hombre al despeiadero de Ia vida, donde solo la razén puede redi- rnirle de la perversidad. Con ojos de zahort, el varén sagaz hha de descubrir la verdad entre las falacias que la ocultan, yen su perpetua «milicia contra In maliciay de los demas tiene que usar tretas y ardides: «Cuando no puede uno ves tirse la piel del len, vistase la de la vulpejar, No basta poseer cualidades relevantes: hay que conocerlas y hacerlas valer con prudencia tal que cada muestra de. ellas prometa Gritos ulteriores. Gracién encierra en tres sentencias del ‘Ordculo manual tos fundamentos morales de su propio es- tilo: «En nada vulgar. No en el gusto. {Oh gran sabio el que se descontentaba de que sus cosas agradasen a los muchos!» EI apartamiento del vulgo no es sélo resultado de la tenden- cia aristocrética de los humanistas”™, sino estratagema para tind Kopf Reflesoner sobre unos cotsjos entre ef «Ordculo m Wie traduccion lemana. de, Schopenhauer, Tid. S794, y Croc Test neice 9 doctrina de watres,Zaregra, iy Migae Bato £2 Mcporta simbsla en BG. cUmanesimo e Simboliemo, Att ‘Sel W ‘Convegno Intern, ai Stodi Umanstie, Venezia, 1854, 29.25); Dib Gorasas Apostilas sobre el estilo de, Rev. Universidad del Puasa ne 32, 1. S788, E. Moreno ‘Bet Filosofla dt acrid, Samage de Compostela, 19%; Bento Sdacher Alonso. Sobre B, G. (hover tngtsice tdisces), Rew. de File. Esp, XLV, 182, 16123 Waie’Monge, Cidteranizne 9 Conceptiema 2 le ut de Grocién, «Hox ‘enaen Unie de Utrecht, La Haga, 156, 38381 Juan Las, bors. Ellie ae G. cy teoricndor de In apudeta, en ra Hit de ta Ler 1, 196, 7852 y TY en esta ima pag m1, abundaote satis sobre. ls Agudezs arte de Ingenio) Antonko Gala ‘Berio, Espae¢Ttalia ene a! Coneepoma, Made, 1968, 4135. Ri ‘nrao Serabre, dnafisis de te coherencia en ww texto de G Studia Phiohgice Sainentcensia, um. 2, 1, 207265; Gonalo. Sobe)ao, Prova potica en sEl Critcone_variacioner sobre et timpo mortal, ‘Romania Ewropacs et Americana, Fetachit fr Harel Meter, Bonn, tomy 2st, ete Sik Vee Wemer Hahner, Die Berelchnung evo und der hibeeif des spanischon Theaters fm Siglo de Oro. (Ein Belira eur Bedewtingseeschichte von ‘ealgor i der. sponschen Literatur des 539 BI siglo de oro: Literatura barroca 399 despertar Ia admiracién: ‘eepto; los mis no estiman lo que entienden, y lo que no perciben lo veneran, Las cosas, para que se estimen, han de costar; ser4 celebrado cuando no fuere entendido» La teteera méxima es «dejar con hambre: hase de dejar en los labios, aun con el néctar, Es el deseo medida de Ia esti rmacién...: Yo bueno, si poco, dos veces bueno.» El lenguaje Geberé, por tanto, atraer con su novedad € ingento, escon derse en la oscuridad y cefrse a Ia mis extrema concisién. Gracién es culterano y conceptista. Basta abrir Et Critieén para encontrar en st prota el sello gongorino: lama «perla, fel mar o esmeralda de fa terra» a la isla de Santa Helena, ¥¥ sportatil Europa» a los navios que atravesaban el Atléntico; Gritilo, pugnanda en un naufragio por Megara tierra, es sequfvoco entre Ia muerte y Ja vidae; maduro ya y canoso, a1 prorrumpir en lamentaciones se asemeja al cisne, que canta cunndo esté’ préximo a morir, scisne ya en lo cano mas en fo canoros; Andrenio, al perder el sentido, sufre un eclipse del alma, paréntesis de su vidas. Mas intenso 5 el conceptisma, que tiene en Gracin toda clase de manifesta Ciones. Muy frecuentes son las contraposiciones y paralelis: mos: «En saltando a tierra sellé sus labios en el suelo, Togrando seguridades, y fjé los ojos en el cielo, rindiendo atadecimiento» El juego de palabras es constante: unas veces se basa en duplicidad de signficados: «como [los cis- nes] son tan cdndidos, si cantan han de decir 1a verdad» (eindido ‘blanco’ e ‘inocente’; otras, en colncidencia de forma entre palabras distintas: «{el que primero se atrevi6, fa navegar] vestido dicen que tuvo el pecho de aceros; mas yo digo que revestido de yerros» (yerra ‘error’, igual en Ia No allanarse sobrado en el com Te and 17, Jetehunderte, sOnagis tl Yorgu Tordane, Bucuteyl. 1S, 96 4 360 Historia de la lengua espafiola gs Dronunciacién a hierro); o también, y es rasgo muy repetido, Gracién jucgs con palabras que tienen entre sf sonidos co- runes (cano y canora, lineas més arriba): «Los que antes feran estimados por reyes, ahora fueron reidos... Las sedas ¥ damascos fueron ascos;. las piedras fias se trocaron en Tosas frias..i los cabellos tan ritados, ya erizados; 108 ofo- res, hedores: los perfumes, humos, Todo aquel evcanto paré fen canto y en response, y los ecos de la vida en huecos de 1a muerte.» Emplea mucho las frases hechas, pero como un pretexto més para la ingeniosidad: cuando Critilo y Andre- no preguntan dénde encontrarén a los bombres, el centauro ‘Quirén les contesta que en el aire, pues «alll se han fabrics do castllos en el aire, torres de viento donde estin muy fencastllados.» Junto al follaje del Criticdn destaca el escueto ‘conceptismo del Ordculo; Ia frase cortada, Iaeénica, suprime todo-nexorinnecesarlo: «Varén desengafado. Cristiano sabio, ‘cortesano filésofo, mas no parecerlo, menos afectarlox: ‘Hombre de ostentacién, Es el lucimiento de las prendas, Hay ver para cada una; logrese, que no seré cada dia el de ‘su triunfo. En el Iéxico se compaginan los cultismos latinos, usados sin escripulo, y las voces nuevas formadas sobre ‘otras ya existentes: junto a copia ‘abundancia’, conferir ‘co- rmunicar, platicar’,horrisono, inmoble, aparecen semiihombre, reagudo, cautela. 2. Gracién, levado por Ja idea de que sno hay belleza sin ayuda, ni perfeccién que no dé en bérbara sin el realee Gel artificios, marca los limites extremos del amaneramiento ten el lenguaje literario, En sus obras se deja sentir et in- fujo de la lectura y conversacién en ambientes cultos o sdiscretose, donde eran mas gustados los efectismos de la jnvencién, Su Agudeza y arte de ingenio (1642 y 1648) fue la preceptiva y antologia del barroquismo. El y Calderén son los titimos grandes artistas del Idioma en el siglo xvt. $90 El siglo de oro: Literatura barroca 361 $90. Curoenow. 1, En el drama calderoniano la creacién podtica estd al servicio de grandiosas construcciones del pensamiento, y los conflictos que se desarrolian en la escena son de ordinario simbolos de tesisflosdficas 0 religiosas. La pompa y Ia hipér. bole corresponden a una cosmovisién en que ees todo el cielo un presagio / y es todo el mundo un prodigion®. En el Cilteranismos i Calderon's +ba Vide T Madrid, 128, 585s, “Withelm sock be Shakespeare oid Caldrdn, Rev. His, LX. ‘STO4SH, Jose Maria de Cossio, Raclonalismo de! rte diamdtico de, Crue y Ryn, 134, 39-6, Es M. ison, The Four Elements ‘he Timagery of Cx Mod. Lang. Rex. . XXXL, 1, 47; Eunice 7 ater Gangora ond C., Hsp. Rew, V, 13i7, 20238; Mother Francis de Sales Me Garey, The’ Alegorieat end Metaphorical Language fn the Autos Seevamniaes of C Washington, 193, Angst Valens Prat, Calderon ‘Su personalidad, su are dramalica, su aslo y sur obra, Barclonn, Tot 3246; Alexander A. Parker, Fhe Allegoicl Drama of Coerdn, Onford, 188, Reflections on @ new definition of “Barogue’ rama, Bull ot Msp. St, 230K, 19%, 121s), 7 Metdors sbelo. tte Inerpretacion de ©, xActas del T Googt. Inera.'de Hsp, Oxford, 19et, Te4; Max Kommerel, Bilge ut einem deutachon Calder 1. Eewas ier die Kunst Calderéns, Frankfurt, 1986 (2°, tevisada, Die Kuna Catderénr, Frankfort, 1900 Ernst Robect Crt, Ewe: Pllche Literatur und ltenisoher ‘Miller, Bera, 198 (rnd eo. 4e Margit Frenk Alatorre y A. Alatore, Liter. europen y Edad Meta leving, Mees, 985) W. J. Entwistle, C. at fe theatre symbole, Bull Hsp, Lit, 198, 4154: Atax Oppenheimer, The Baroque Impasse in the Celderoniae Drama, PMLA, LXV. 1950 INGHIES, Divas Alonso, {a correla en la estractara tel teatro caldernian, en Sele elas fn te expresion Weraria espfota, Madd. 195, TSMR". Wi. Sage, Ceideréa'y Ta madsen tata, Bull Wisp. LVIHT, 1955 28300 H.W. Filborm, Comparative ‘Cato Vocabulary in C. and Lope, His. Rev XXVI, 1984, 2220; Charles V. Avbrun, La lage podique, de Co notariment ‘dans sLa V. es Sx, en sRéakome ct Poesie a thee Eniretons Arras, juin 195te (Para, 1980, 6s, Hane Pasche 5 tend Aufgaben der Celderdforscan ‘scons = 24 FSOHOOHOHSHOHOOHEOHOOHHOOHEHOHCOHOEOSOEES 302 Historia de ta lengua espanol 590 a ‘estilo de Calderon hay, de una parte, el sello del entendi tmiento dirigente, Si en los autos sacramentales los perso- Deutsche Viewelohrascvitt fir, Literaturwss, und Gestesgcsch, Sickat ise e154 Problemas de Je sintaxiscalderoniona (a rans seer dl eerie), nt Cong, Intern. de Hips, Oxford, 1952 (Du Pesehieurn Ling, XVI, 1964, S460, Probleme der Syntax Calderéns MENT, ‘Tesintkehctes a X Congr tatrn. de Ling. ct Pia Wein Stratboure, ite, Pars, 185, TT, Das aus «mens Adver® BOP aajenibestehende:Syntagma (cur Sprache Calderéns), «Sansi eoerche in memoria di Ettore 1 Gotti, 1, Palermo, 162, 1857 Sas, eeertschen send Kommentierien Ausesbe ded, A aera ee te yes Sx von Cy sFentchet fr J, Vinekes, Madd Snes cat Cals Parephraitritlalerioher Hmnen, «Medium He rian, Festachritt fH Rheltehers, Munchen, 196. 87 Hacer kritichen und Kowimenterten Ausgabe Calde- se aetany spaniscne Forsch. der Gartespesellchalt, Gesamm, Aut reeset Stareesch. Spanos, XI, 198, BSW (Daustie 1¥, Fee Satyam tanins: Bensein V, ld, XVII, 1915, 365421, Sei tus’ Negation mit_anon im Sprecheebrauch Calderons, Ling sent ee cuales tm honor of Hr A. Haatlde, Washington, 1564, 2. rae BESS snout nd Symrak des Wort sAcetne im Corpus Calder Meas, cVerba et Vosabula, Eeost Gumillscher num 80, Geburstag Meee sas 22123, Consideraciones sobre fa sinass condicional Mine doje’ poco de ©. (eas = initio), Maca Cabderén. Co Teeth dwano, Bacio iGhe, Berlin. York, 197, 40h, La tose i oersoal fa forma dramdrica en las obras de C. sHacin Coes TT Cot Angloperm, Hamburg 191, Belin. York, 190, SoS Er propeme det tmpo en el aufo »El Dla Mayor de los Dias Blase Cnigeron TIL Col, Anglogeem., London 123, Berlin. York ine dustin, Demerkungen turn Cebraueh des Worses «Centroy im Crone Catierontanon, Romanica, Vil, 191, 8108, KeyWords it Colton’ Tragedy, Roman. Jahroveh, XX, 174, 94306 Usa Suite det ede nezaivo vhow eta poesta de C:. Forma nexetive de sie sitagr nominel, Bx. Fol y Ling. Homenaje » Angel Rosen Tan Gkencan tot, abi; La lengua de Calderon, Actas del V Rates meer de Vispantetae, Bordeaux 1914, Bordeaux, 197, 1 OF ober Catzerin. Staion out den Jaren I9SEIH0, Wiesbaden, 1980 eee fiche rete cas todos sus articlos veein mencionados aan (eetgunot mds) a Flache se debe, ademas ia publicaign det volumen YUERO Catver dela Barctr (Dermatadt, 1}, de Tos tres «Hasis GidEesne Ga menclonad, 9 de Ta colecedn «Calderonisnae K. G. Calderon: Ncrsuchwngen tur rage sler"Passvesargormen Int $90 El sigo de oro: Lireraura barroca 383 najes son encarnaciones alegéricas de ideas, en el verso sorprende Ja amplitud de los conceptos abstractos: el pez, apenas nace, «cuando a todas partes gira, / midiendo la in- rmensidad / de tanta capacidad | como le da el centro {rio Destaca también Ia arquitectura Idgica del razooamiento; ‘muchos pasajes se reducen a reflexiones 0 discusiones que abundan en particulas como si, porque, pues, luego, firme enlace de las premisas con la conclusién", De otra parte, ~ Romanisen, Eine Studie am Werk von Pedro C. de ta B. unter Bewhuong der frog. al und- sp. Grommatie, Marburg, 186%, 1 Geka Staion tur Metaphent Celderns, Munchen, 167: K. H. Ke et Bie sAlvionsgemernschat fits Verb + Infinit im span, For- Imenspstons Vorstodle ou eter Untersuchung der Spreche Padio © ete Barca, Hamivarg 16h Lor tempas verbales eno auto. «La Ves Sede Code fa B, eHaca Calder, 198% 11, S412 eo Inienco de fos tees ool fost de C. Contibuctn al estullo. del mperatio en te lengua Uerri, saci Calder. M190, 1973, 18 {Bing ET futuro sperformetivn 5 1 fstro. Contbucion al sino ide ts feneua calderoniana, «Hala Calderon. IL, 973,178, 223%; BD. Pongal, Los alderonsar de habla tnplesa 9 oLa V. es So idlodas dat andts tomifeoestrcturel,sLtterse Hispanae el Lust CGooees Munchen, 18h M6413. Estructaras lopcorecdricas 9 sus Fesonanclas un dienrio de “El principe constentes, Maria Calderén TE Ibe tn 10215; Delga Bauer, Der Index Pltorus Calderon, Unerauchungen en seiner Matermetaphork, Hamburg, 19%, Mantred Bnyclbere Zur Sprache Calderon Der Dita, Roman. Tabu, Zoe tes, 2008 cd erty comentario de El leto matrional del fuerza y al ama, Hambsrg, 1989; Elimologlas calderonianas, sia ‘Cader, ise, 7a 132, Las formas de tratamiento en ef teatro Ce ata, Hi, 01, 173, 1120 Te Bercher, Algunes espectos de Ie expresién Wteara’ de C.,sdtanges Fouche, Pars, 11, 18696; 1. We Cruickshank Calderns, Handwriting, Mod. Lang. Rev, LXW. Thm, 6811, Te A, Maron, Los recursos cmicos de C, elacia Ca ferén IT, 13, 199, 9940, ee SI” sirvan de ejemplo Tor srgumentes de Cipriano tobre ts fase stud de for dines pagans (El Mago prodiioso, ecto fsblers Serta que osadas 364 Historia de ta lengua espariola $90 resalta la expresién brillante, recamada de imégenes, que hhace del ave flor de pluma /'o ramillete con alase, del pez bajet de escainas» y del arroyo «sierpe de platas, Los tec- nicismos de Ins artes ayudan a la descripcién de la natura Jer: Pues no me puede slegrar J emulacén que en refljos Alene Ia tery el mar 2. La distribuctén de la materia podtica en el verso se ‘ajusta a una serie de férmulas tipicamente calderonianas. Una es Is recapitulacién final, que recoge todas las imgenes © conceptos enunciados en ef discurso: Y ast of saludan, setora., Jos péjares como a Aurora, larstrompetar coma Pelet —— 1 as flores como 8 Fora; Ins culpa, san siendo falas, Y'apurando: mis el eas 4 numa onda Hlaman ioe doves, sempre er forzs0 ‘que a qucrer Io mejor van io es cosa clara a conteeuencla de ave flog volunades contaras no pueden sua mismo fin 1) Lego yerdoenconades, (toon, #1 In una er buena, fe in otra ha de ser mala. 2 Lejos en cl lenguaie de Jos plntoressignicaba 1, represent sith mat derefda de lor objetor swe en el cuadro aparetan como I= Joos 0 en sopundo termine, © In apariencia de Ine eases vistas 8 distanca, a Nino el encuentro de Semiramis: 590 El siglo de oro: Literatura barroca 365 ‘porque sols, buriando et dla ‘gue ya In noche destera, Fora en pat, Palas en guerra 9 rina do alma i Otro rasgo es la repeticién simétrica de ideas semejantes 0 contrapuestas: Con ssomibro de mirare, con sdmiracién de oft, US qué pueda deccte Y también la intervencién simultinea de distintos per- sonajes, repartida en versos altemnos 0 en partes iguales de verso, como en la combinacién de los diversos cantos de una polifonia. En La Hifa del Aire, Arsidas y Menén explican Anais. Est divin hermosa Ment as Mex. ‘Ans. Fora lograr mi ventura Max. Para entorbar tw aptito ‘Ans Llevdtela elit donde an ealtad me mueve Moc Y'yo.que no tela leve consent, al pero, La insistencia en este procedimiento esté en relacién com la gran cabida que se concede a Ia musica. Para las fiestas de Ia corte compuso Calderén fantasies mitolégicas que son verdaderos libretos de pera o zarzuela, Los autos sacra rmentales compensan su cargazén {deolégiea con gran aparato escénico y musical, y en ellos es donde con més frecuencia alternan los discursos entrecortados. FO OOOOH CO0 000000000009 0006S EEEO PSROSSSHOSSHHSHHHSHSHHSHSSEHESHSESESESS 366 Historia de la lengua espaiota 5.90 3. El teatro de Calderén representa el término de una época literatia, prisionera de las trabas que ella misma se hhubla forjado. Pensamiento profundo, sujeto a la concep- cién escoléstica det universo, pero también a las convencio- nnes sociales; poesia y lenguaje estlizados segin ol gusto fgongorino y recortados en una disposiciOn lirica de sumo Fefinamiento. EL médilo era demasiado estrecho y, una vez fijado, no permitia Hberaciones parciales. Los ultimos dra- ‘maturgos del siglo xvit y sus ramplones imitadores del xviit siguen ol pie de la letra los métodos de Calderén; pero sus ‘Obras estin exanglies de savia podtica. La decadencia es com- pleta, Imitaciones serviles y hueras de Quevedo, culteranis- zo sin inspiracién y tuna invasin creciente de chabacanerfa y vulgarismo afean el estilo en la época de Carlos II y pri ‘meros afios del siglo xv. XIML. EL ESPAROL DEL SIGLO DE ORO. CAMBIOS LINGUISTICS GENERALES 5 91. Fuucruacton ¥ NowA. ARCAISMOS FONETIODS ELIA 1. El espafiol sureo, mucho més seguro que el de la ‘Edad Media, era, sin embargo, un idioma en evolucién muy activa, El concepto de correcciOn lingistica era més amplio Gque en los perfodos posteriores, y entre el vulgarismo y tas expresiones.admitidas no mediaban Iimites tajantes. Con todo, bubo en los siglos xvi y xv una labor de seleccién ‘entre sonidos, formas y-giros coineidentes, que condujo a considerable fijacién de usos en la lengua literaria, y, en ‘menor grado, en Ia lengua hableda también. Mucho influy6 tn esta regulacién el desarrollo de la imprenta, eapaz de Feproducir un mismo texto en multitud de ejemplares sin fee andrguieas variantes de Ja transmision manuscrita, La imprenta, aunque con mayor flexbilidad que desde el. si ipo xvi, imponia normas grifcas, corrigiendo el individu Tismo de los originales, de ordinario libre y caprichoso. Basta comparar autdgrafos de Lope de Vega con los correspon ‘lentes textos impresos para comprender el aleance de esta mayor diseipina, Aungue en general los manuscrtos obedez- 368 Historia de ta lengua espanola so $91___El siglo de oro: Cambios tingiisticos 369 cen sélo a'la espontaneidad del autor o amanuense, no faltan los que revelan ya sujecién a un sistema, 2. En el transcurso del siglo xvt.van disminuyendo las vacilaciones de timbre en las voeales no acentuadas, Valdés prefiere las formas modernas vanidad, invernar, aliviar, abur dar, cubrir, ruido, a las vulgares vanedad, envernar, aleviar, ‘abondar, cobrir, roido; pero en los manuscritos del Didlogo de ta Lengua aparece intelegible; el Lazarillo usa recebir; ‘Santa Teresa hepistes, mormorar, sepoltura, y Ribadeneyra, eserebir. Bl extremo contrario, el cierre de Ja vocal en 4, u, no s6lo dura todo el siglo xvi (quiriendo, sujuzgar, puniendo ‘en Valdés; sfgtin, siguro, cerimonia, isidir en Santa Teresa), ‘sino que algunos casos penetran en el siglo xvii: en La Gita. nilla Cervantes usa riniente junto a feniente: abundabsn licidn, perfcidn, y aficidn Megs a perpetuarse. 3. En Ia primera mitad del siglo xv1 se toleraba todavia, 1a f arcaizante de fifo, fincar, fecho, cic; entre notarlos y leguleyos se atestigua todavia a lo largo del siglo xvit!. A este uso cancilleresco debemos Ia conservacién de fallar como término Jurtdico, al lado del corriente hallar. Otras Iuellas quedaron de le secular vacilacién, como las duplicl- dades falda y halda, forma y horma. Salvo cultismos —muy ‘umerosos— y casos especiales, la f desaparecié, sustituida Por h, que en Castilla In Vieja no se aspiraba ya desde mucho En documents publicedos por F. Rodegucr Marin (Nucvor dator para las bioprefas de suns ecritores aspects ae lr sigior XVE PAVIE, Bol Re Acad. Bap, VI, 1I8IGD) encuentro fecha (1, Se Wile, Vi, 61; 160, Gunde’ V, 32), fecha (18, Amteawers, VIL, 39% Tear, Lena does tel, 10H, eR, Madey ds realy HM dea, Anteqsra, VIL, 49), ize (16, Aranjues, doc. real, V, 38). Tonia 2 UML una decleracisn referente a un cuairo de Murillo ¥ evo onocimionto debo al Prot Diego Angulo, afters sfitimonor buenos Eiger, fle merceds, R. Menénder ida, Sela frente 4 Madrid (ct. on ooestra 1.5), von Documentos empedigon en im corte. del peacipe © 30 Felipe en Valladata' ox LondsesFetejas sien nerten erase, Entirely alae, edo, ven vem (eee 159 TST, Le ee {indce, i paleo det Pardo, Made, 9, W053. El mimo Feige saisitano, ccrba en SSS svido, tubo “tne Baya ree, Speman fbvo abc, pd sireeones te Saree ee atrs de Phlppe 11% ser filer pote’ par chad Pari, eb pst aT'No si fried Etileno Sebastian de Coarnibas tach se epuidcimes,deavindon de pecho fac» a ony emtin 00 promtnclar Ia en la eiocs aaprada, com so por hon 7 mo ‘or humor (exoro de te lngus castlana 0 expel, Meda i, {or a5 Jaén, a la parte oriental del de Granada y al de Murcia, La confusion de /b/ y /v/ ya extendida por todo el Norte en 1560, se extendié al castellano hablado en cualquier regién de Espafia —salvo zonas de Levante y las Baleares— y toda la América espafiola. Y el ensordecimiento de /2/, /4/ y 21, previamente compartido con el castellano por el ara tgonds, leonés y galego, se expandié por Toledo, Extremadura, ‘Murcia, Andalucia y América, sin dejar mds que algunos te. dductos dialectales 2, penetré en el ribagorzeno y configuré el valenciano capitsat» de la capital levantina y sus inme- lactones. 4° En Ins sibilantes dentales hubo ademés cambios en 'a forma y punto de articulacién. El aflojamiento de las fri ccadas /8/ y /2/ en fricativas, atestiguado en In Andalucta occidental desde principios del siglo xv (§ 723), se produjo también en el Norte y.meseta septentrional con independen. cia respecto al fenémeno andaluz y probablemente con pos. terioridad a él. Las fricativas resultantes, al ensordecerse Ja sonora, se igualaron all{ en un solo fonema interdental Deseripciones hechas por tratadistas en Ja segunda mitad ddel siglo xvr hacen pensar que se articulaba ya como la Zo/ castellana actual (co z de nuestra ortografia) 6 de manera ‘muy parecida®. Otro tanto sucedié en el habla de Toledo, Extremadura, Murcia, Jaén, parte de Almeria y parte de 1 ars ln supervivencia de las siblentes sonoras en Sanabria Extcemadura y enguore, véonse §F 120, 7123, iVantonio'de Cor, h. ISG sDe ‘Inlet, Est teen se deve pronunciar poniendo la lengua junto a Int dos érdsner de lecios falendo con voleatia salir el vento, como muachon ae Ws iineg Bronuncian le ‘letra Gy; Tuan Liper e Velasco, 157k sEt sons > for que lng con cdi remind anterior fm, sino deine ‘era que pueda salir algun alento'y epittue (apud: Amado Nose, ‘Dele promuncacisn medieval ala moderna 1 1967 232 D3, PSCOOGEOSHHHHHOHOSOOREEOHOCOROCEHEOOEDE SOHEHSSHOSHHHHHSHHHHOHOESSHHCSOHSOOESEOES am Historia de ta tengua espafiola 52 Granada, si bien con clerto retraso: al menos en Toledo y fotrar zones, el aflojamiento de la /S/ fue posterior al de la jt). por lo que durante algin tiempo se mantuvo un resto de oposicién entre In /8/ africada (esctita ¢ 0 ¢) y la frica- tive, sorda ya también, procedente de /2/ y transcrita con 2 pero esta diferencia no sobrevivi6 al primer tercio del Siglo xv, y la igualacién en /9/ fue completa. Los graméticos ingleses no equiparan el fonema interdental expafiol con la th (/o/) de thank, thief hasta fines del siglo xvrmt; pero esto no quiere decir que antes no existlera la /o/ efi Ia pronuncia- cién espafola, sino que Ia fe concedida por aquellos gramé- ticos a descripciones viejas les habia impedido identificar debidamente 1a nueva articulacion 5. En los reinos'de Sevilla y Cérdobs, asf como en todo oOccidente y Sur del de Granada, se consolidé la confusién de las fricativas 4picoalveolares /4/ (s7 -55 0 ~$ en Ia escs tua) y /2/ (# simple entre vocales) con las fricativas pre dorsodentales, predorso-interdentales o dpicopredorso‘inter- dlentales procedentes de las antiguas africadas /8/ (c 0 ¢ sgrificas) y /2/ (escrita 2), Lo mismo ocurrié en Canarias ¥ ‘América®, Las articulaciones dpicoalveolares fueton elimi fnadas en beneficio de las dentales o interdentales, 1o que recibié en los siglos xvi y xv1t el nombre de gefeo 0 ze2e0: ‘denominaciin exacta, puesto que los fonemas triunfantes ‘costa de los otros eran los representados con ¢ y <™. Con el Te Vésase Amado Alonso, op. el, M6218, 0218 y SSM; Cro. nologis de fe teualacion ox en expat, Hsp. Rev., XIX, 5, 3:58 y TO! $ Formecton del timbre clceante en la cx expafola Nueva Bede ls Hsp, 138, 1A y 28512; y Diego Catalin, The ed of the pnoneme [1] in Spanish, Word, XID, 1857, 22:32 “sense $72, 9 Ix bibllograin clad en st nota 38 wt El nombre’ Ge sesco ae apleaba entonces ala eonfusin valen ciana, Je sgt contro lw andnuzs Y conslstente en promuncior lm Yar eplcosivcolas fa ¢ 3 Ja t (platy, /pobreta/. Ba el silo x0 $92 __El siglo de oro: Cambios linglisticos as ensordecimiento de las siblantes sonoras los cuatro fonemas originarios se redujeron en In mayor parte de Andalucia y fen Tos dominios atlénticos a un solo fonems, cuyas varledades articulatorias pueden reduclrse a dos tipos fundamentals, ental e interdental; a ellos corresponden las designaciones ‘modernas de seseo y ceceo". BI seseo, menos vulgar, pre- ferido en la cludad de Sevilla y micleos urbanos importantes se impuso en el reino de Cérdoba y en Antequera, Canarias ¥y América, aunque en el espafiol atléntico no falten restos de ceceo, ‘Arias Montano, nacido en 1527, dice que, siendo é mozo, tos andaluces, incluso los sevillanos, distingufan s, z y ¢ como los toledanos y los castellanos viejos; pero que veinte afios, después las confundian, si bien evando él escribe (1588) Ia pronunclacién antigua se mantenfa entre buena parte de Jos ancianos més graves y entre los j6venes mejor educa- dos». EI recuerdo juvenil de Arias Montano debe de referir- se a un ambiente minoritarlo y esmeradamente conservador, pues en 1549 habfa en Sevilla notarios o amanuenses capaces te escribir resebt, parese, pes, neseeidad, espesificadamente, ofrese, resela, aoaeser, etc, todo en Ja copia de una sola carta El fenémeno era arrollador, y hacia 15601570 habia triunfado plenamente; el testimonio de Arias Montano coincide con fl de los manuseritos de entonces: en Santiponce, 1566, se iT siglfcacon de caso se habla amplindo, y abarcaba, como hoy. Calter promeniacign de ey ¢ on ana freatlva de timbre sleante, Jn apicoahvolar come la valenctana, ya predorsedental, como en Ucn sodsluen mis fina, en In canaia yen ln hispancereriean ‘string el Sees semsaten de ceceo, fle promuncaclin de ¢ com une tletis ‘ho ch, interme enue (419 (81, Tem de ello en Sobre ef ceceo’y el seseo analues (v4 Then 35), 7, 1 Yenc Ia nota anterior We Ameo Alonso, Dele prune, medi. « mod, Tt, 196, 4851 am Historia de ta tengua espafola 52 feseribe repetidamente Eselencia, Medina Cidonia y Zaya- vedra; un cancionero rico en obras de poetas sevillanos con- tiene Gusmdn, soglego, jusgaua, comprar, sercando, siruclo, coser (‘cocer’, ant, cozer), y uno de sus sonetos habla de una ‘dama cazada. Afos después Mateo Alemén, tratando en su Ortografia (1609) de Ia confusién andaluza'de ¢ y z con &, encuentra difiell dar a conocer «por arte 0 métodor el debido tuso de tales fonemas; y en el mismo pasaje, bien sean errs: tas suyas, bien del impresor mejicano, se deslizan braza y foza por Brasa y lose. Los gitanos tenfan como rasgo peculiar cl ceceo: ya lo registra Gil Vicente y, en 1540, el historlador Y pramdtico portugués Toto de Barros se refiere una ver a so gesear gigano de Sevillas; més tarde, en la comedia cer- vantina Pedro de Urdemalas, la gitana Inés dice cer del tuzin, uelo, gitanezco, Blaxén, honecte, Los moriscos grenadinos, que'no acertaban~n~reproducir-éxactamente=la~/é/ Apico- alveolar castellana y la sustitulan con /8/ prepalatal, cuando ‘querfan evitar este defecto adoptaban el ceceo de Ia pobla- ign cristiana: Naiex Muley, en 1567, usa guredid, neecidad, ucio, vacallos. A mediados del siglo xv, cuando ya no habia rmoriseos en Granada, Francisco de Trillo y Figueroa se re- fiere al «traidor ceceo> con que las «sirenas del Daurow esto es, del Darro— duleificaban sus asechanzas ®. ‘ La innovacién andaluza, documentada en Canarias desde comienzos del siglo x01 y en Puerto Rico en 1521 (§ 72), lo ‘esté en Cuba desde 1539 (curto ‘surto’, opequias ‘obsequias’, 3 ead, rc, rungs de shane, Now Rey Fl isp. 19, hy de Sevilla, 134, Rev. do Fa Bape XXXV, 1952, £5; Re. Cuero, Disgusitones, Rev. is. 1, 983%, Niker Muley, Memoria, Tbld, Vi, 189% A. Galego Morel Franco Juon Trig de Figueroa, Gransda, 18, 83 (el psaje de ‘Thilo ambiguo, pues ceceo puede signin? en lla lame In intejeslon ce, el, RLapeta, Sore ef eceo 3 el seseo anda tees le, 1, §92 El siglo de oro: Cambios tingitsticos a7 ‘exequias), y pasé a Tierra Firme con la conquista y primera colonizacién. En 1523, a Tos dos afios de haberse rendido Cuawhiémoc, se escribla en Méjico concejo por ‘consejo’, asiendas, haser, Céceret; en 1525, rrazo, caleas, gecucién ‘ejecuciéa’ (ant. secucién), piesas, ortalisa, calsada, sinquen: 1a, desisorios; y en tos afos inmediatos, Baltazar, tasinos, erdn ‘serén', cazamiento y muchos m&s**. En el capt tulo XVII veremos cémo se Hegé a generalizar en América {1 seseo y cémo lo adoptaron alll conquistadores y emigran- tes que procedian de regiones espafiolas distinguidoras. 6. En cuanto a las sibilantes prepalatales, Is sonora (escrita g, j) se articulaba normalmente como fricativa re- hllante /2/ (igual a la del port. janela, gente o a la del ingl pleasure, semejante a la del fr. jour), aunque, sebre todo en posicién inicial 0 posconsonAntica, subsistiera como aléfono alguna. vez.la originaria, pronunciacién. africada~[é- (igual ala del ingl. just, gentle o la del it. ragione, vergine, rageio) Desaparecidos por allojamiento los restos de africacién y tensordecida la /2/, vino a confundirse eon su correspondiente {icativa sorda /8/ (x en Ia escritura), idéntica a la del ingl shame, it. seiolto. La igualacién de ambas sibllantes no se produjo s6lo en’castellano, sino también en asturieno y te: uctos occidentales leoneses (xudiu, xineru, xente, dizo; baru, péxaru), ast como en gallego (sudeu, xanciro, xente, dixo, baixo, péxaro)®. Pero en castellano los cambios no se it R.Lepese, Sobre el cceo yet seteo en Hisponoamérce, «Est, olccidos a in'memorin de Pedro Henriquer Uretas, Rey” Toeroamert ana, XI, 986, EAA El andl 9 expel de Armrig,sPresene 4 Fuiuro de in Lengua Et. Il, 196, 16, Claudia Prod de Teron, Para al conocimiento de Ta jonea castellena en la Nueva’ Evoke 152, Las ibtantes, rhcas del Hl Congr de ta A Le Bh be, Ut de Poerto Rio, 16, S428 1n°n alto aragonés Ia srtlculaclén del fonema repeeentado pot 4 exa fh afondn, yal envordecrse dio Je) (chen chine, hen gente ooo wana, —25 dS OOOOH OOOH DHOOHOOHOHOHOHHOEOEDOCOOEO SOHCOHSHSSOHSSOHEHHEHEHESOHHSHOOOEOHE®S a8 Historia de ta lengua espatiola 52 ewvieron ahi la necesidad de evitar Ia confusién con las Sibilantes alveolares (quijo, vigltar, relisidn, § 910) hizo que las prepalatales retrajeran su articulacién hacia la parte pos: terior de la boca: et grado inicial de este proceso esté Teflejado en grafias mesior, dexiara, moxiere ‘mujeres’, ve és vejez, orios ‘ojos’, reglstradas en Lima en una carta de 1559" y que parecen corresponder a una pronunciacién me- diopalatal sorda, como la de Ia ch alemana en ich, gleichen: fese grado se conserva en extensas zonas americanas ante vocales /e/, /if, y es caracteristico de la diceién chilena, (Siete) ‘Jefe’, (9jénte) ‘gente. En Espafia In velarizacién Iegé a ser completa y el resultado fue la fricativa sorda /x/: ya Nebrija y Juan de Vergara equiparan el sonido de ls x Castellana con el de la y griega®. Antonio de Torquemada, natural de Astorga y al servicio del Conde de Benavente, describe todavia como sonora la g, j ¥ como sorda la x en su Manual de escribientes (1552), si bien reconoce que iouchas veres se pone 1a vna por la otras; en cuanto a punto de articulacion para eestas letrase, sefiala slo vitimo 2H Expliceclin dads por E. Alercos Liorach en sty Fovelogia ex ote: Madi, 95, 1S 9 eds. suceiva;revoglda en a. presente Flue ete Lengua Bop. desde 34 4" ey 195, 24. Vueve ell Brice esi Lefora espatotas ima explcacén aedstce, wActas del It Congreso de a Ac LFA La, Uni. de Puerto Rico, San Juan, 19% {os113 eunaee opone Tor sistema castellano © hspancamerieano sa {ner ca cuvnta el sndaiae ni exten de In asplraclon /hy 9 ‘Sieticn, Be pron intrde por Je riqvess de datos eb el ariculo de Lwrence B. Riddle, The Chronotony of the Spanish Sound Change FER studies in Honor of Lloyd A. Kasten Madson, 1915, 340, 4 “helen Boydowinan, A Sample of Soeenth Century ‘Caribbean Spanish Phvoiogy, sf Colloquram ea Sp. and Port. Lngsistiesy Glorestown Unie. Press, Washington, 175 Sas Josefa Clanelada} de Zamora y'A. Zamore Vicente, estudio peciminar sued del Manual de eserbientes de Antonio de Torque: Trade, Maid, 19, 19, m4 $92 Bl siglo de oro: Cambios lingisticos 39 del paladar, cerca de la gargonta», La pronunciacion velar hhubo de contender con la palatal durante mucho tiempo: ast lo demuestran el fr. Quichottey elit. Chisciott, tomados ‘del Quirote cervantino en 1605, AI acabar el primer tercio del siglo xvi la /y/ se habia impuesto por completo; el Antiguo sonido palatal quedé relegado a dialectos no caste. anos. "7. En las regiones donde se conservaba ta (h) asplrada procedente de /f/ latina y de aspiradas arabes, la fricativa, velar /y/ resultante de /3/ y /8/ se hizo también aspirada, cconfundiéndose con aguélla. Los primeros testimonios de ht por ¢ 0 j parccen denunciar baja extiaccién social: en el Cancionero de obras de burlas (1519) se describe a una re ‘mera como ade pequeda edad y Hentf dispusicions®; y en la Tragedia Policiana de Sebastiin Fernénder (1547) un criado rufidn advierte a otro: «Es menester que... hagas, hermano, del feroz, e hables de la herman, el espada en Ja mano» ™. [A principios del siglo xvit el Buscén de Quevedo recibe el siguiente consejo sobre of habla del hampa sevillana: «Haga vwucé cuando hablare de las g, hy de las hg; diga conmigo {gerida (‘herida’), mogino [mohino'}, jume, pakerta, mohar, haball y harro de vino». En La hora de todos, remedando el mia, p20 3 Bae Pablo Juralde Pou y Juan A, Helin Cabin, Madd, 1874, 1; comprobado con la ed fcsimlar de A. Pérer. Gomer, Vi Tene, 18, Sea: Menéoder Pelayo, N. BIBL de Aut. Bs. XIV, Madeid, 110, 2a, Envel Teatro popular. Novelas morales, de Franelico de Logo Davia (Madi, 162) Ia spovela cunrts se ula De ta herman, ¥ fen ella se excibe: Seve, centro comin donde se terminan as liens de i raanera (a quan elo llaman Rermenla): ya renee equi, por st eupira duds Fespect ala pronunclaion de Ina [AF Ge germania con fo apiradas sdonde ne dcrana la ular, Dor ‘fine (ohn. Ni. Hil, Voces: germanescar, Bloomington, Indiana, 19). 380 Historia de ta lengua espafota 52 Jenguaje de los jaques, escribe Quevedo bahuno, por baxuno fayuno/) de baxo ‘bajo’. Esta connotacién ambiental 10 fue dbstéculo para que la solucién /h/ triunfase en zonas de La Montasa, en Extremadura y en la mayor parte de ‘Andaluefa, En un documento de Mojécar (Almeria) otorgado ‘en 1563 unos cristianos cautivos de los turcos recomiendan a ‘otro diciendo que sgazta {‘hacfa'] todo bien a xristianose™; ‘en Sevilla, entre 1584 y 1600, Francisco de Medrano hace un juego de palabras con joyas y hoya: hacia 1600 Géngora, ‘cordobés, usa paharito imitardo el habla infantil; y a me- iados del siglo xvi el Padre Juan del Villar registra el fend- meno como general en la pronunciacién andafuza, aunque la dialectologia sctual-obligue exceptuar zones del Norte y del Este, Desde Andalucla la aspiracién /h/ por: /y/ pasé muy pronto-a Canarias y-América. Cart Ja atestiguan en Lima (golgara ‘holgara’, 1558; muher, 1604), Panamé (dé ‘deje’, a través de *{déhe], 1592), Méjico (gerera ‘Herrera’, gecho ‘hecho’, gasta ‘hasta’, gaser, gagays, giso, sardn ‘hacer, haghis, hizo, hardn’, garta *harta’, 1568) y Norte dde Nueva Espatia (rrehistro, mahestad, San Hosed, 1635)”, ‘Sin embargo, no prendié en todos estos territorios, sino sélo fen el Caribe y otras regiones costeras, segiin veremos en el capitulo XVI. Bascom, ed F Lazaro Carreer, 28 varlante: «Haga bucé de Ist thy de os BJ diga conmigo ferda, mojino..»), Hore de todo, ar kaloa Liper Grigers, h bounor, ed. Fde. Coca, Bib. Ast. Ep. SOK, 3, Danas SS joan Marines Ruit, Coutivos precervantinos. Cara y enut del oy Rav. de iol Exp, Ly 1967, 29 ‘Dimaao’ Alonso 9 Stephen Recker, Vide y obra de Medren, 1, Madi, 195,352. ‘2 Obras pois, ed. FoulchDelbose, 1, 26215 2 P. Boye Bowman, estudio item nuestra n. 22, pigs. 2 y 6 {de sevillanos- ineultos——— $92 EL sigho de oro: Cambios lingttsticos 381 8. A consecuencia de los cambios resénados el sistema consontntico de nuestra lengua se escindié desde el siglo xv1 en dos varledades bien definidas. Una es Ia de ta mitad sep. tentrional del dominio castellano peninsular, ampliada con el reino de Toledo, Murcia y zonas de Ia Andalucia orienta: sus tres fricativas sordas /o/, /8/ y. /y/ contindan los tres, 6rdenes de sibilantes antiguas, pero simpliicados por la desaparicién de los fonemss sonoros, y menos confundibles entre sf porque, con el paso de las dentales a Ta interdental Jo/ y de las prepalatales a la velar /y/, aumenté Ia distancia entre los respéctivos puntos de articulacién y el de Ia 4pico- alveolar /8/, a la vez que se diferenciaba més el timbre de tunas y otras, La segunda variedad es Ia de Ia mayor parte de Andalucfa, con extensién a Cartagena, les islas Canarias y América: reduce los tres érdenes de sibilantes s6lo dos onemas consondnticos;la /s/ dental (0 sus al6fonos dento- interdentales o interdentales) y ta postpalatal, velar o farin- sea /$/, /x/ © /b/. El mantenimiento de la /h/ asplrada rocedente de /€/y Ia absorcidn de la /y/ por la /b/ marcan otra divisoria que separa del castellano general el habla de Extremadura, reinos de Sevilla y Cordoba, Suroeste de Gra- nada, las Canarias y ef Caribe. Extremadura y la meseta de los Pedroches, que en su mayor parte distinguen entre /9/ Yy /8f, pero que tienen /h/ aspirada en ver de /y/, son zonas 4e transicién; lo son también, por no articular apical la /s/, Jadn, el Nordeste de Granada y casi toda Almeria. . 1h El seeo cartagener, atetiquado en USI por Nicole Davila a st Compandio de le oroprefiacaraons, e¥ de tipo andal, noe fenciano come apuntd Davla (Amado Alonso, De le pron. medieval a 1 moderna, I, 72. B°Su Ys es coronal, se indiard ene § 122 intermedia entre apical y predorsl, serin SOOO OO OOOH OHHOOOHHOHOCHOHHOCHOOHHOHDE Géeeeedcececcecoe poonccccccccessevess 382 Historia de ta lengua espanola $93 §93, MeRIDYONALISMOS QUE SALEN DBL ESTADO LATENTE EX AL S10L0 XV EI incremento de fendinenos Jargamente incubados vino a complicar la dstribucién de rasgos fonolégicos en la mitad Sur de Espata, 1. Et que cuenta con vestigios mas remotos es el yefsmo, ‘que despojando a la /Y/ de su caracteristica fricacién lateral, Ta convierte en /y/ 0 /2/™. Ya aparece entre los moztrabes: pana en rigor ye tte yelimo tambié, no nor referitemos con este nomare paso de Iasi) procedente de eH, heb) y i's gour's fe) > It) en extllano peli 7 a veces en morrabe, Oo Aifpen astorieouts, catalan oriental y Baleae (8 fly 0.10, 4, yg) Llamaremos gelmo 2a deslterelizatén deta 1 pro Goatntenae bh able nly 9 /) iniiaes, (07 interior ete. Sobre Sxe"yeiomo, vance Rufino Joué Cuero, Bt espanol en ‘Costa Rice Siu Ge Dileiol Hlepanoam, 1V. 138, 4; R. K. Spaulding, How ‘Spavisn grav, Univ of Cat. Pres, 198, 283; Amado Alonso, da Uy Sus alieracones en Espa y Andrica, Estudios dedicados « Menénder ide Il BSL, M189 (ret. en Estudos lngsticos, Temas hispano ‘omerignos, 183}, una Corominas, Pare le fecha dal yelomo y del Ielome Ncra Rev. €e Fisl Hisp, VIL 1853, 8.9; Alvaro Gales. de ucts; Heyelamo 9 otra custiones Ungisices en um relato mo- Finco det sig XVI, obsts ded. M. Pal, VIL 956, 78307, R. Me- Tender Pils Bock Ling Hisp 1 190, Nex, R,Lapess, BI ends Jt exp. de Amdric, Prevent y Futuro de la Leng, Espo, TL, Madrid Joan hat, Guiles L. Cuiarte, Notas para fo historia “del yte Imo. sSprache und Geschichte, Festchnft Hart Meters, Munchen, 177, Tpada’y claudia Parodi Ef yeiamo en América durante el siglo XV ‘Rovarioe Letras, RU, 17720026, La confusion de Il'y9oftee cer ‘iseumiguos en regones gue despite no hasta elstast Muguero or eesean Dawn Bole 122 by gramatert Se Samana: en Los Glo Joros letmoespatoes de la” Edad Media, publeados por. Amético Gisro y sbundantes en aragonesimas, bay veyocino, papal, calle Gotemay Helo (pie, tau), em nas extofes del Alexandre (4B), Eopiadas tn tn sranuterio. del Victoria! de Diez de Games, aparece fulteren vor fuyeren (Alexandre, ed Wills, pg. 22). MAs tarde, hacia {Sth"ct Reconamionto del Rey Altendre texto aljamiado aragonds, Ge sheyo por agullo (A. R. Ny, Rev. Hispanigue, LXXVIE, 153, bie 593 Bl siglo de oro: Cambios linglisticos 38 el cordobés Ben Golgot llama en 982 yengua buba a la hierba conocida como ‘lengua de buoy’, y el nombre de Lucena se transcribe como Yussena en textos andalusfes: en ambos ‘casos se trata de /y/ en vez dela /|/ resultante de /'/ ii reforzada (§§ 225 y 4%), Lo mismo ocurre con yegua por “Tegua’, usido hacia 1550 por los risticos de Hortaiez, segiin el poeta madrilefio don Juan Hurtado de Mendoza. El yelse ‘mo en interior de palabra se documenta aisindamente en el reino de Toledo desde fines del siglo x1v con un ayo por ‘hallo’ de Fray Pedro Fernénder Pecha (fundador de la Orden Jerénima, de familia afincada en Guadalajara y muy ligado fl monasterio alearrefio de Luplana) y con las ultracorrec clones sulla, sullos de un-texto del xv escrito por un morisco ‘de Ocafia, y eAntonio Ballo» en las actas del Ayuntamiento de Alealé Ia Real (Jaén) correspondientes a 1492. En 1581 Sebastién de Pliego, avecindado antes en ‘Brihuega y efi tonces residente en Puebla de Los Angeles (Méico), dirige desde allt a sus parientes de Espafia cartas donde escribe ‘allan, hayarés, salla ‘says’, alla ‘hays’, yondis; téngase fen cuenta que en el primer tercio del siglo x Brihvega se distingula de los pueblos circundantes por. ser yelsta, To que ganabs para sus naturales el dictado de eandaluces de Ia Alcarriay. Segin Covarrubias, toledano que pas6 casi toda su vide en su ciudad natal o en Cuenca, era férmula de Dimaso Alonso, Des espaiole det Sielo de Oro, Madrid, 140, so. 3 Pray Pedro Ferninder Pechs, Slilaguios, ed. A. Custodio. Vee, 1s Chdad de Dios, CLXXV, 1S, 74, 1.34, enon ayo con aul tsniendar, Juan Matiner Ri, Veron morte de Ta sipion till Ut clibro de Buon Amore en un monuterit indito de Ocata, Rev. {de Dial. y Trad. Pop, XXAII, 96, Hlomen. 2 V. Garcia de Diego, Moy IM. Bebo a D* Carmen Juan Lovers, Archives. de Alcala Res, nota fotocopla del folio en que constan as actas en ‘1 Galtrte, art, elem muestra, 38,1148, 88 Historia de la lengua espafiola 593 $93 __ El siglo de oro: Cambios tingilsticos 35, ritual cortesia entre aldeanes que el novio, al recibir un re- tierra», wallan de evar», 1527, 1532, 1537 y 1574, Méjico; aya, galo de boda, dijese: «Aqut estoy papagayor, xque quiere dezir —afade el buen lexicégrafo— para pagarlo» *. La exis: tencia de yelsmo entre risticos, moriseos y menestrales del reino de Toledo en los siglos xiv a xv1t queda, pues, bien probada, y también su ocasional contagio a gentes de rango superior, como los frailes jerénimos. No sabemos de dénde procedia Pedro del Pozo, en cuyo cancionero (1547) hay las cacografias huoniyos y caldiyo™; pero como también con- funde eses, cedilla y zeta y omite la -r final del infinitive Word, parece tratarse de un andaluz. Diego Sanchez de Badajoz, Lope de Rueda y Géngora ponen en boca de negros ame, ‘cabayo, aid ‘allt’, eia 'ella'®:. pero no parecen negros el es. cribano de Archidona’ que al inventariar los libros de Ba- rahona de Soto anata tino de «Merlino Cocallo», ni el Doc- torCarlinosde=Géngora=que,-segiin-el-cédice-de- Chacén, ~ fice poia por “polla’s, Finalmente, en la Historia de la doncella Arcayona, escrita en caracteres latinos por un mo- isco andaluz de los expulsados en 1609, pululan yorando, yegdndose, yamando, alludatla, lla por ‘ya! ¥ muchos casos ‘mds , El yelsmo andaluz queda, como el toledano, asegurado para los siglos xvi y xvi. No se han explorado documentos textremefios de Ia época; es de suponer que también ofrezcan testimonios. En América los hay desde muy pronto: contra yen por contvalien ‘se opongan’, papagallos, ehoyando la BW Tesoro de ta leeua castelona, sv, redoma > Goltarte at it DI 13 Er de Chasen, The Phowotory of the Speech of the Nesrocs in Barly Spaish:Drome, Hsp. Rev, XIV, 146, 3233. En camblo es trate de a edcton modeme el Jegud por leu’ que aparece en Lope fe Rooda, Teatro, Clie, Castell 39, Madrid, 1958, 168, segin tax a+ erte . Goneiler Ole “TF Rodetgace Marfn, Lait Barahona de Soto, Mads 1908, 4 Géngors, Obras potty ef; FoulcbeDebose, I, 1, v. evar Gales de Foeaes. at cltsen festa. 3 1528, Honduras; cogoio, 1549, El Cuzco: aiamos ‘hallamos 1565, Nueva Granada, ete, etc." 2. Muy antiguas son las primeras muestras de confusién entre /:/ y // finales de sflaba o palabra, que en el habla ‘actual del Mediodia peninsular, Canarias, el Caribe y otras regiones costeras de América se intercambian, se neutralizan ia que se representa en la gratia con una u otra letra, ¢e vocalizan en {i} semivocal, se nasa- lizan, se aspiran, o simplemente se omiten *, Los primeros ejemplos pertenecen al mozérabe toledano: «Petro Arbarez», 1161, Toledo; Balnegrar 'Valnegral, menestrare ‘menestral’ y alternancias corral |-corare, carrascal / carrascar, senar / senal ‘tefl’ en el Fuero de Madrid; anterior a 1202; arcalde, junto a alealde, 1246, Ocafia 8. Més tarde, también en el rea toledana; el Arcipreste de Talavera-en-1438,(o-el-copista:Al- fonso de Contreras en 1466) eseribe en el Corbacho Bergebui™. Ejemplo de excepcional valor para el castellano de Toledo fen sti momento de méximo prestigio es el de Garcilaso, que fen su testamento autégrafo (1529) dispone que lo entierren fren San Pedro Mértils, En Andalucia, un documento sev ano de 1384-1592 da aabri los cimientoss; en el Cancionero de Bacna se encuentran arguarysmo ‘alguarismo, cleulo' y "© 6, Parodi. BoytiBownan, art. cits, en nucatras a. 22 y 4% Amado Alonso 4” Raimundo” Lica, Geografla fonetica 9 -F ostns en espanol, Rev. de Fl. Wisp Vil, 108, 13988; R. Lee feta, El andaluey ef espeol de Averic, T8182, Hacia 135 el Fuero fe Ailsa extvatisines elemplos de Ineteambio: sar trcio daw raménter“raméntele, ser feriae auc Te neta, ule! quller(Y, osel‘padire tena ieraa(ey cz Iabevton etatlcado como die Feels lemosia del copista (Arturia y proveneal en ef Fuero de ‘Arias, Slaranen, 198, 3-9). ’S ‘Menender Pid, Organs, § Oly ¥ Doe. Ling, 32, 1 38 y M0; eer de Madris od 196, 1619 $77 “2” Fol 8 vs eds Le B. Simpson, Beckley, 1939, 2, © Obras completes, e4. Elts La Rivers, Made, 174, 503, 1 18 POCHCOHOSHHSCHHOHOHOHOTOHOHEOTOCESOCOOCES Ceoehocoeossese 386 Historia de la lengua espafiola $93 Guardarfaxara“Gusdaliajre, Guadaljer’, enn poma del ordobce hatin de Montoro (148) se lee ssoviendo lon vine ton, comel por come’ en ofr de Suan de Encina copiago i301 por el Marqués de Taifs, Adelantado Mayor del Andalucia, © por alguien de su soquto. En un doctmenta feuilno de 485 fgura sJuan Dias do Arcopes, que eD So de 143 co se Alcor. Pedro del Poro (54) exeibe ttord por lore, El morsco granadino Nex Muley, en el omarial que dsige Felipe It (1561, emplenalyobiep, si ton'sirvent Tearlad, portiura, ele, Un docimesto granadino de 1576 ofrece Belmider: en 9 Recopiacén de alguos nom. bres ardbigos (183) Diego de Guadix afrma que waraleia Tam en agunes prtesd'Bspafa Jo que por nombre caste Maneollera‘o cantareron el esmerado cee gongorino de Chcan da une vee Bercei, tuna mujer ceceant que aparece Gn EI Pajero de Suaree de Figueron (117) tsa engoldar: ¥ Sn elMareos de Obregdn del rondeto Vicente Espnel (1618) fe mnclonan las ventas de Arcoles#, En Tenerife se do- Sumpita on 198 no vengan a hazé saber» en Mésio, 125, ‘Rendy Harnal ‘Aanaesy en 158150 me. gorgari> me olga, queratequejarme’ en Lima, 15%, mereade, mer. cadeler, en Arequipa, 1360, srvidd; en Quito, ISA, rept tmcnty 158, fey 158, Guayagut; on Panain, 195, cin Onder, 1882, Pancars en Tunjar 1887, Tint, «no puedo “ Cancionero de Bana, comaposicones #0 y 82 fos. 3 v. 9 12 v. (comprebado en ined. fcrimlae, New York, 92) Francisco Marguer Vitanseva, Investiacioner sobre J. Avaret Gato, Madsid, 18, 3897 Yet; Guitavte, art, cit en not t, 18; Gund ms. de In BIL, Colom bina de Sevila (19%; Suaree de Figueroa, HI Paseer, BID Esp, {ote 33; Tov demde clemplos endaluces, en ml test. Bt andalie tlesp. de América, INDIA No figura en as ediciones del sglo xv el fay por ta atribuido + Lope de Reds, Teatro, cls. Cast. 3, Madrid, 1934) Mie as me lo hace saber F, Conaler Ol °8 lAcwerdor del Cabiao de Tenerife (97130), o@. y estud de , Serra Raols, La Laguna de Ten, 19, 7, $41 593 Bl siglo de oro: Cambios Hnglsticos 387 olvidads; y asi, infinitos mis*, Como puede verse, todas 0 casi todas las variedades actuales del fenémeno se registran yaven el siglo XVi, Los ejemplos americanos son, en gran parte, de regiones donde la confusion de /x/ y //,levada por emigrantes del Mediodia espafiol en los primeros tiem pos de la colonizacién, no arraigé después. Se repite aqui Jo ‘currido con los testimonios de /h/ por /x/ (6 921). En In lengua convencional atribulda en el teatro a los esclavos inegros desaparecen frecuentemente una y otra consonantes implosivas (yueve, fatriquera, sotar ‘soltar’, Guiomd, Potw al). 3. La // final de silaba o de palabra, nunca muy tensa cen In pronunciacién normal espaola®, se aflojé en el Medio. dia hasta convertirse en una aspiracién. La [h} resultante nunca se eseribia como tal, sin duda porque en Ta conciencia lingistica de los hablantes se sentia como simple variedad articulatoria de la /'/; pruebas de su existencia surgen sélo cuando habia actuado sobre una consonante sonora sigulen- te, ensordeciéndola y fundiéndose con ella, o cuando se habla relajado hasta desaparecer, provocando en la escritura la fomision de la -s olvidada. En tal caso estén las muestras ‘ms antiguas conocidas hasta ahora, escriuano piblicose y «Juan Vasgues (1492, Alcalé Ia Real =), En una nota auté- arafa de Fernando Colén (1839), hijo del descubridor, el nom- bre de la heroina nimide Sophonisba aparece como WR Lapess, Bl sidalue » of es. de Amide, ely Bh; P, Boyd Bowman, rt dt en muestra a. 22,9 NET de Chea, The Phonology of. the Negros, elt enn. 40, 3, "S Vallée reprusbn fm ssupertclin con que Ios itallanot, hablo o easelao, promncisban ts (Amado Alonso, De pron. medieval (la readerne, Hy M69 132, 12). ‘Ske Ep lar actor mencionadas en el apartado 1 de este mismo parr

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