Por Riaz Khadem

Redefina su estrategia e impulse la ejecución

Si usted cree que la crisis actual es temporal y que las cosas regresarán en nueve a dieciocho
meses a como solían ser, piénselo dos veces. El mundo se ha alterado permanentemente y el
futuro no volverá a ser lo que solía ser.

Esta recesión – ocurriendo simultáneamente con una gran cantidad de problemas mundiales – es
la peor que hemos visto a lo largo de nuestras vidas. Sus clientes no tomarán decisiones de
compra como lo solían hacer. Sus proveedores no podrán operar bajo las reglas que tenían
anteriormente y los accionistas están mucho más escépticos y cuidadosos. El mundo ha cambiado.
Es momento de dejar atrás supuestos previos y ser receptivos a nuevas maneras de hacer las
cosas. Así, si usted quiere esperar a que las condiciones mundiales mejoren para retomar lo que
estaba haciendo, usted está del lado equivocado de la historia.
Este escenario mundial infunde temor a aquellos ya sea porque no aprecian el cambio o porque
continúan en un estado de negación. Su respuesta a los retos continuará siendo poco creativa,
causando que se sigan repitiendo los retos y que su situación empeore. No obstante, para muchas
otras personas, este cambio es una bendición disfrazada a la que se le da bienvenida y que ofrece
una infinidad de oportunidades que podrán ser exploradas y desarrolladas. Este grupo esta
conciente que la crisis impulsará la innovación como nunca antes y disminuirá los daños que los
seres humanos hemos infligido - por demasiado tiempo - a nosotros mismos y a nuestro planeta en
peligro.
Entonces, ¿dónde están las nuevas oportunidades que podemos encontrar? Las oportunidades
están en todas partes, nos rodean, pero sólo son encontradas por quienes están abiertos al
cambio. Las oportunidades existen en todos los negocios y en todos los países. El propósito de
todas las actividades de negocio es cumplir las necesidades y los deseos de las personas. Por
demasiado tiempo, los clientes han seguido sus deseos – mucho más allá de sus necesidades – aún
cuando no tenían los medios para hacerlo. Compraban casas que no podían financiar y tomaban
vacaciones que no podían pagar. Sacrificaban sus ahorros para poder pagar sus caprichos y así
acumulaban deudas inmensas muchas veces con altos intereses. Ahora la crisis económica los esta
obligando a poner un alto y reflexionar – para enfocarse en sus necesidades, y a menudo, sólo en
las necesidades esenciales. Aunque el concepto de necesidad es relativo a cada persona, todos
estamos viéndonos forzados a identificar aquellas cosas de las que podemos prescindir. Estas
reflexiones son precisamente las que están cambiando a nuestros clientes y sus decisiones de
compra. ¿Entonces, donde se encuentran las oportunidades? Se pueden encontrar en abundancia
en productos y servicios que se enfocan en las necesidades de la gente, que son innovadores y
económicos.
Oportunidades de Negocios
Anteriormente, millones de negocios han pasado por ejercicios de planificación estratégica. Casi
todos han tenido enunciados de misión, visión y valores, y estrategias para darles una ventaja
competitiva. Todos estos negocios de repente se enfrentan a un mundo totalmente nuevo. Este
cambio repentino y masivo requiere nuevos paradigmas fundamentales. No es suficiente refinar
las estrategias o introducir recortes menores en ciertos productos o servicios, o que despida un
porcentaje de los empleados para ajustar su compañía a los ingresos reducidos. Lo que es
necesario es una nueva visión que esté alineada con las exigencias de nuestros tiempos actuales,
una fundamental revisión de la estrategia y una ejecución mucho más efectiva.
Es el momento indicado para reflexionar su propuesta de valor desde el punto de vista del
cliente. También es el momento de repensar la estrategia de ser el proveedor más económico
para ese valor. Es el momento para pensar en la diferenciación – no sólo ser diferente de los
competidores, sino diferente en la forma correcta, enfocándose en las necesidades básicas de los
clientes (en vez de únicamente en sus deseos) y en atender las preocupaciones ambientales. Es
tiempo de que los negocios revisen su proceso de planeación estratégica, y estén abiertos a
reinventarse. Esto se traduce a que toda empresa reformule su visión alineada a las nuevas
realidades, desarrolle una estrategia creativa y desarrolle nuevos procesos. Lo más importante es
que las empresas sean capaces de gestionar cuidadosamente un proceso de ejecución exitoso con
cero desperdicio de recursos.