Se creía que la lepra era el resultado de terrible pecado. No se conocía remedio para
la lepra; se creia que solamente Dios era suficientemente
poderoso para curar al enfermo.
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Limpiando nuestra vida - Noticelula de la Misión Carismática Internacional - Agosto 30/09
Se creía que la lepra era el resultado de terrible pecado. No se conocía remedio para
la lepra; se creia que solamente Dios era suficientemente
poderoso para curar al enfermo.
Se creía que la lepra era el resultado de terrible pecado. No se conocía remedio para
la lepra; se creia que solamente Dios era suficientemente
poderoso para curar al enfermo.
cias, y voz de nación que está en regocijo, y los multiplicaré, y no serán disminuidos; los multipli- caré, y no serán menoscabados.” Agosto 30 - Septiembre 5 Jeremías 30:19
Un hijo en droga? Si hoy hay
LIMPIANDO NUESTRA VIDA lepra en tu vida o familia, Je- Marcos 1:40-45. sús puede quitarlo todo. Jesu- La lepra cristo, el Señor de todo, puede era la enfermedad mas temida del mundo antiguo. someter tus problemas, dificulta- Se consideraba al leproso como la persona mas impu- des, iniquidades y convertirte en ra, rebelde y repugnante que uno se podía imaginar. Dr. una nueva persona. Todo es posi- Thomson, habla de los leprosos en el Oriente, y dice: “Pierden el cabello de la cabeza y de las cejas; las uñas se aflojan, se ble para aquel que cree. Quisiera pudren y se caen; las nudillos de los dedos de las manos y de los que tuvieras una fe como la que tuvo pies, se secan y se desprenden lentamente. Las encías se contra- el leproso, no solo anehla sino cre- en, y los dientes se caen. La nariz, los ojos, la lengua y el pala- yó que Jesús de Nazaret lo podía dar se consumen lentamente.” Se creía que la lepra era el re- limpiar. Dijo: “Si quieres, puedes sultado de terrible pecado. No se conocía remedio para limpiarme, porque nada es difícil la lepra; se creia que solamente Dios era suficientemente para el Señor. Lc 1:37 poderoso para curar al enfermo. III. LA FE DE ESTE HOMBRE I. LA FE DE ESTE LEPROSO HIZO QUE ANHELARA ESTABA FIJA EN JESUCRISTO SER SANO. SOLAMENTE. V-40 Vino a él un leproso rogándole. La ley decía que el le- V-40”Le dijo a Jesús: “Si quieres, puedes limpiarme.” Pongan proso debería ser expulsado fuera del pueblo y debía pre- todo el énfasis en los pronombres. Véanlo arrodillándose gonar en el desierto "inmundo, inmundo, inmundo. Pero ante el Señor, y óiganlo decir: “Si Tú quieres, Tú pue- este leproso tuvo fe, creía que Jesús podía sanarlo, y su fe des limpiarme a mí.” No se le ocurre dirigirse a los discí- le despertó el profundo anhelo en su corazón. Es lo prime- pulos; a ninguno de ellos en particular, ni a todos ellos en gene- ro ANHELAR. ral. Ni soñar en otra esperanza; tenía puesta su mirada en Hoy la lepra está erradicada, pero hay una lepra espiritual el hacedor de milagros, en Jesús de Nazaret, y rogó: “Si que carcome, es la enfermedad del pecado; que desespe- QUIERES, PUEDES LIMPIARME.” Sabía que nadie podría ra, la gente no cree que pueda ser sanados, y el resulta- librarlo, y que por ningún poder de su propio cuerpo po- do es que su falta de esperanza los conduce a pecar con dría echar fuera el veneno; pero confiadamente creyó que mayor avidez, piensan que ya no queda ni misericordia ni Jesús podía. Le había visto echar fuera los demonios, y se ayuda disponibles para ellos. Debido a que no tienen es- había enterado de la sanidad de la suegra de Pedro,, del peranza, se hunden más profundamente. Es una idea paralítico, del ciego. Razonó: hacer esto requiere un poder errónea; La misericordia todavía gobierna esta hora. Por- especial, entonces él puede también tratar con la lepra que el Señor puede dar un nuevo corazón y un espíritu Rom 10:17 La fe debe aferrarse sólo a Jesús. No hay recto a cada hombre. El anhelar lleva a buscar a Jesús, a otro nombre dado a los hombres por el cual podamos ser salvos. dar media vuelta al mal. Este leproso anhelaba ardien- Acéptalo ahora mismo. temente ser liberado de su terrible mal: con todo su IV. POR LA FE DE ESTE HOMBRE SURGIÓ ACCIO- corazón y su alma quería ser limpiado de su grave impure- NES SINCERAS. za. Jesús está mirando para descubrir a quienes están Vino a él un leproso rogándole: e hincada la rodilla, le dijo: Si viniendo a Él aunque todavía estén muy lejos y que quie- quieres, puedes limpiarme. Creyendo que, si Jesús quería, po- día limpiarle, ¿qué hizo el leproso? Vino inmediatamente a ren ser cambiados de tal manera que reciban la bendición. Jesús. Luego leemos que le rogó, le imploró; es decir que le II. LA FE DE ESTE LEPROSO ERA FUERTE, no solo suplicó, y le suplicó y le volvió a suplicar. Clamó: “¡Señor, anhelar, sino PARA HACERLE CREER QUE PODRÍA límpiame! ¡Señor, cura mi lepra!” Y esto no fue todo; cayó SER SANADO DE SU ABOMINABLE ENFERMEDAD. de rodillas, porque leemos: “hincada la rodilla”. No sólo se V-40 “e hincada la rodilla le dijo:” La fe de este hombre hincó, se hincó ante Jesús. No tuvo ninguna dificultad en triunfó sobre el poder de la lepra. No había ningún rendirle honor, adorar al Señor Jesucristo, rindiéndole un caso de lepra declarada que se hubiera curado mediante homenaje reverente. Luego pasó a honrarle con un recono- algún tratamiento médico o quirúrgico. Jesús mismo, has- cimiento público de Su poder, Su maravilloso poder, Su infi- ta ese momento, nunca había sanado a un leproso, (Había nito poder, diciendo: “Señor, si quieres, puedes limpiarme.” curado fiebres y había echado fuera demonios, pero lepra no). Para muchos un fanático, un hombre desesperado que Creyó que Jesús era capaz de realizar un milagro así y pedía cosas imposibles. Murmuraban: “¡Qué insensato es, decidió ir a Él. ¿Cuál es tu lepra? Odios, problemas creyendo que Jesús de Nazaret puede curarlo de su lepra!” financieros muy grandes, un matrimonio con lepra? Pero a pesar de lo que los críticos y escépticos pudieran
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pensar, este valiente hombre declaró con audacia: “Se- ñor, esta es mi confesión de fe: Creo que si quieres, SEMINARIO DE GUERRA puedes limpiarme.” Regresa a casa, y de rodillas di: “Señor, creo que puedes limpiarme.” Él escuchará tu cla- ESPIRITUAL mor y te salvará. No habrá ningún espacio de tiempo en- Septiembre 4 en la noche tre tu oración y la gratuita recompensa de la fe, de la cual Septiembre 5 de 8:00a.m. a 4:00 p.m. voy a hablar ahora. V. SU FE TUVO SU RECOMPENSA. V:41-42 “Y Jesús, teniendo misericordia de él, extendió y le tocó, y le dijo: Quiero, sé limpio. Y así que él hubo ha- INVITADA: Dra Bree M. blado, al instante la lepra se fue de aquél, y quedó limpio” La Keyton recompensa de la fe de este hombre fue, primero, que sus propias palabras fueron atesoradas. Mateo, Marcos, Lucas, de Kansas City INSCRÍBETE YA los tres evangelistas registran las palabras precisas que usó este hombre: “Señor, si quieres, puedes limpiarme.” Pero otra recompensa fue que Jesús se hizo eco de sus palabras. El leproso dijo: “Señor, si quieres, puedes lim- piarme” y Jesús respondió: “Quiero, sé limpio.” El Señor Jesús se complació tanto de las acciones y las palabras de este hombre que las tomó cuando fueron pronunciadas por su boca, y Él mismo las usó diciendo: “Quiero, sé lim- pio.” Tan potentes fueron las palabras de este leproso que conmovieron maravillosamente a nuestro Señor. V-41 “Y Jesús, teniendo misericordia.” La palabra griega usada aquí, es: las entrañas se le conmovieron. Jesús se conmo- vió grandemente. Así es Dios, Jer 31:20 Lo mismo suce- dió con Jesús, fue movido a misericordia, sus entrañas se conmovieron ante la fe del leproso. Y entonces extendió su mano, y tocó al hombre y lo sanó inmediatamente. Nuestro Señor pudo obrar este milagro, y hacer que todo fuera nuevo en este hombre porque “todas las cosas por él fueron hechas; y sin él nada de lo que es hecho, fue hecho.” Restauró el pobre, deteriorado, putrefacto cuerpo de este hombre, y lo limpió inmediatamente. V-44 “y le dijo: Mira, no digas a nadie nada, sino ve, muéstra- Seminario de te al sacerdote, y ofrece por tu purificación lo que Moisés man- dó, para testimonio a ellos.”No digas a nadie no peques más. Santificación Y Para asegurarle que estaba limpio, el Señor Jesús le mandó que fuera al sacerdote y buscara un certi- Ago 31 a Sep 4 ficado de buena salud. Obediencia a la Palabra y Grati- tud. Todo cambio debe notarse. Si ud se ha convertido a 6:50 a 8:50 Cristo, deje que aun sus enemigos juzguen si no son me- Te esperamos jores hombres y mujeres cuando Jesús los ha renovado. 2 Timoteo 2:21 – “Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento pa- ra honra, santificado, útil al Señor, y dis- puesto para toda buena obra.”
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