Algunas reflexiones a partir de la editorial.

Se recorta la palabra protección.

Lourau nos llama animalitos desnaturalizados. Castoriadis dice que el hombre
es un animal loco. Freud descubre en el ser humano aquella energía, diversa
del instinto, que bautiza pulsión. Y hasta la biología habla hoy, para el caso del
hombre, de instintos no especializados.
Lo cierto es que el humano nace prematuro siempre y sin un programa
biológico. Frágil, dependiente; en caos e indefensión. Por lo tanto, la protección
de los responsables de recibirlo y de brindarle los primeros cuidados, es vital.
Familia y escuela. Instituciones que deben acompañar al cachorro humano a
ingresar a la manada. Porque nuestros cachorros no pueden hacerlo solos.
Ahí se vuelve fundamental, para el cachorro y por lo tanto para el grupo mismo,
que los adultos no abdiquen. Y eso es lo que hoy más preocupa. Porque como
comunidad no estamos protegiendo lo suficiente a nuestra niñez.
Por eso, luego,las conductas delictivas, la violencia, Cromañón, las drogas…
Tal vez deberíamos decretar, entre tantas emergencias, la emergencia
educativa.
Porque una comunidad que renuncia al cuidado de sus niños seguirá
cosechando tempestades.