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Los padres por su instinto de ser la cabeza del hogar saben del peligro que hay
a lo largo de la vida y tratan de que el hijo sea advertido de ello, por su parte la
madre que siente en el corazón del peligro que pueda acechar a su hijo le
advierte de ello, entonces el hijo debe y está obligado a escuchar a sus padres
que son los que lo llevaran a un buen camino.
Gloria de Dios es encubrir un asunto; Pero honra del rey es escudriñarlo. Las
obras de Dios son misteriosas, tanto en el plano de su providencia como en el
de su gracia.
Como zarcillo de oro y joyel de oro fino. Es el que reprende al sabio que tiene
oído dócil.
Un mensajero debe ser fiel al que lo envía y dar con toda exactitud el mensaje
que se le ha confiado sin falsificar en nada el contenido. Esto llenará de
satisfacción al que le envió, como el refrigerio que causaría un poco de nieve
en el ardor de la siega si se la pudiese conseguir de lo alto de las cumbres
nevadas.
Como nubes y vientos sin lluvia, Así es el hombre que se jacta de falsa
liberalidad.
Dos cosas se recomiendan aquí en el trato con los demás: 1. Paciencia para
soportar el ardor de la ira ajena sin contagiarse de ese ardor, y para esperar
una buena oportunidad de presentar nuestras razones y dar a las personas el
tiempo suficiente para considerarlas. Por este medio, hasta un príncipe puede
ser aplacado. 2. Suavidad, para hablar sin pasión ni provocación: la lengua
blanda quebranta los huesos. El hueso es una sustancia muy dura y sirve aquí
de símil. Una palabra suave ablanda los ánimos más duros y prevalece sobre
los más morosos, como pasa a veces con el rayo que quebranta el hueso sin
pinchar la carne.
¿Hallaste miel? Come lo que te basta, No sea que hastiado de ella la vomites.
Este proverbio enseña moderación en cosas que, por otra parte, son muy
agradables. La miel era símbolo de sabiduría, pero aquí es símbolo de cualquier
cosa deseable, que ha de ser usada con moderación. Los placeres de los
sentidos pierden su dulzura con el abuso y se vuelven nauseabundos, como
puede pasar si se come demasiada miel.
Como diente roto y pie que resbala (lit.) es la confianza en el desleal (o traidor)
en tiempo de angustia. Sólo al desastre conduce poner confianza en quien no
es digno de ella, del mismo modo que un diente roto produce un dolor que
impide comer, y un pie que resbala no permite tenerse de pie.
Como fuente turbia y manantial corrompido, Es el justo que cae delante del
impío. Como fuente enturbiada y manantial corrompido o corriente
contaminada es el justo que claudica delante del malvado.
Los hombres no suelen estar satisfechos de los deleites ni aun cuando están
hartos, por lo que sufren las consecuencias de una ambición nunca satisfecha.
Así pasa con los que buscan su propia gloria a toda costa; buscar
descaradamente el aplauso no es gloria, sino vergüenza; todos se ríen de quien
así se comporta. La primera frase repite la idea del v.
Tomado literalmente no puede estar más oscuro, pero viene bien aquí la sabia
explicación del rabino Cohen: «Mediante la aplicación del paralelismo, se
suplen en esta cláusula las palabras no y mucha de la primera cláusula». Es,
pues, uno de los frecuentes casos de elipsis. 16. Como ciudad derribada y sin
muro Es el hombre cuyo espíritu no tiene rienda. Una persona prudente y
virtuosa sabe frenarse, tiene dominio de sí misma. El vicioso, que no sabe ni
quiere dominarse a sí mismo, es como una ciudad derribada y sin muro; está
sin defensas, expuesto a todas las tentaciones del mundo y del diablo, siendo
fácil presa de Satanás.