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Presentado por
Juan R. Gamarra R.
La presente investigación tuvo como objetivo principal adaptar un modelo cuantitativo de emisiones
de CO2 que se ajuste a los datos de emisiones de CO2 recopilados por Carbon Dioxide Information
Analysis Center - Oak Ridge National Laboratory2 para el caso de Bolivia. Sobre la base del modelo,
se buscó analizar el comportamiento de cada factor que influyó sobre las emisiones de CO2 durante
el periodo 1983 a 2007 y establecer su correlación con las políticas energéticas y económicas que se
implementaron durante ese periodo. El estudio también incluyó un análisis del consumo energético y
de las emisiones de CO2 del sector transporte, industrial y doméstico.
Los datos recopilados del sector energético boliviano muestran que existe un incremento acelerado
en la tasa de emisiones de CO2, sobre todo a partir de 2001, año en el cual se iniciaron las
exportaciones de Gas Natural al Brasil. Este aspecto deberá ser encarado ya que un proceso
acelerado de emisiones de CO2 para Bolivia, aún siendo esta contribución bastante modesta en el
contexto latinoamericano, puede que no asegure un desarrollo sostenible de largo aliento. No es
casual que Bolivia ocupe el lugar 110 en el ranking del Environmental Performance Index para el año
20083.
Por otra parte, las políticas macroeconómicas relacionadas con el libre mercado estructuraron
durante los años 80 y 90 un sistema de precios “reales” de los energéticos de forma que el uso de la
energía debió haber tendido a ser eficiente. Sin embargo, a finales de los años 90, debido a la
persistencia de las desigualdades sociales, los precios corrientes internos de los energéticos fueron
congelados y poco a poco fueron separándose de los precios internacionales de forma que volvieron
a aparecer nuevos subsidios a los energéticos para compensar las brechas de precios. Estos
subsidios han provocado distorsiones en los precios relativos durante la última década y muy
1
Mata, Luis et al. 2006.
2
Series anuales de Emisiones de CO2 – Bolivia 1983 - 2006. - Carbon Dioxide Information Analysis Center - Oak Ridge
National Laboratory, Oak Ridge, Tennessee –USA (en www.ornl.gov).
3
Yale University, 2008. Environmental Performance Index.(http//.epi.yale.edu)
1
posiblemente hayan contribuido a un crecimiento en las emisiones de CO2, aspecto que también
trataremos de analizar en el presente estudio.
Entre estas propuestas explicativas sobre el crecimiento de las emisiones de CO2, se encuentra la
efectuada por Kaya (la Identidad de Kaya, 1990), con la cual se logra demostrar que las emisiones de
CO2 se deben principalmente al crecimiento económico y al crecimiento de la población. Existen
otros modelos también desarrollados por científicos del IPCC y que relacionan las emisiones de CO2
a factores económicos del sector energético4. Todos ellos serán sujeto de una revisión para adecuar
un modelo de explicación a las emisiones de CO2 para el caso energético boliviano.
En general, los estudios sobre emisiones de CO2 hacen énfasis en el crecimiento económico y en el
crecimiento de la población como factores determinantes5. Sin embargo, para el caso boliviano,
ambos factores si bien contribuyen al incremento de emisiones de CO2 no logran explicar el rápido
deterioro del índice de Pureza Energética6 sobre todo en los últimos años.
El presente estudio se circunscribió al sector energético como una fuente de emisiones de CO2 a la
atmósfera y no toma en cuenta otras fuentes que son importantes en Bolivia como el cambio de uso
de la tierra y la deforestación. En el año 2000, el sector energético era responsable del 20% de las
emisiones de GEI, mientras que el Cambio de Uso de la Tierra y Silvicultura era responsable del
40%7.
4
Karakaya, E. and Özçag, M. “Determinants Of CO2 Emission Changes In Central Asia: A Decomposition Index Analysis”,
2004, 1st International Conference on “Human Dimensions of Climate and Environmental Change in Central Asia”, Grand
Valley State University, Michigan USA, May 21-22.
5
Nancy Birdsall, Another Look at Population and Global Warming. Working Paper Series No. 1020. January 1992. World Bank.
6
Ver más adelante los Indices de Desarrollo Energético de la CEPAL.
7
Inventario de Emisiones de CO2 para la década 1990-2000. Ministerio de Planificación del Desarrollo. Bolivia. 2006.
2
CAPITULO I: MARCO TEÓRICO
Indicador Normalizado = (Valor actual – Valor mínimo) / (Valor máximo – Valor mínimo)
Los valores máximos y mínimos han sido propuestos de forma que si el indicador se acerca a 1, la
situación es óptima, en cambio, si el indicador se acerca a 0, la situación es precaria o negativa. En la
siguiente Tabla se muestran la interpretación de cada uno de ellos:
8
CEPAL. Listado de Indicadores Ambientales y de Desarrollo Sostenible Propuestas Relevantes para América Latina y el
Caribe. “Indicators of Sustainable Development: Guidelines and Methodologies”, September 2001. Division for Sustainable
Development, United Nations.
3
Tabla 2. Definición de los Indicadores Energéticos
Participación de las Mide el porcentaje de Alta participación de las Baja participación de las
Energías Renovables participación de las energías renovables energías renovables.
(Hidro + Biomasa) energías renovables
sobre el consumo total
Pureza energética Mide la relación de Emisión prácticamente Alta emisión de CO2 por
emisiones de CO2 por nula de CO2 por cada cada unidad energética
unidad energética unidad energética consumida.
consumida
Los indicadores Autarquía, Robustez y Productividad miden a su vez el impacto del sector energético
sobre la economía. La Cobertura de Necesidades Básicas mide el impacto del sector energético
sobre la equidad y finalmente, la Participación de las Energías Renovables y la Pureza energéticas
miden el impacto del sector energético sobre el medio ambiente. En el Gráfico 1 se muestran los
valores de dichos indicadores para Bolivia para la gestión 2007.
40,00%
30,00%
20,00%
10,00%
0,00%
El ideal de cualquier país debería ser contar con estos indicadores cercanos a la unidad. Sin
embargo, ello no es posible ya que algunos indicadores son resultado de equilibrios y de
compromisos entre diferentes políticas energéticas. Por ejemplo, la Productividad y la Cobertura de
Necesidades son producto de equilibrios entre eficiencia económica y equidad. La participación de
energía hidroeléctrica y la biomasa será limitada si la tendencia de exportaciones del Gas Natural
crece cada año, ya que el mismo Gas Natural será utilizado internamente así como sus extraíbles
(butano y otros).
I=PxAxT (1)
9
Ehrlich P. R. and Holdren J.P. "Human Population and the Global Environment", American Scientist, May-June 1974, pp.282-
292.
4
Donde (I) representa el impacto ambiental, el cual está determinado por el tamaño de la población
(P), por el consumo percápita (A) y finalmente por la polución per cápita generada por la tecnología
(T).
A su vez, la Identidad de Kaya (1990) relaciona las emisiones de CO2 a la población, el PIB per
cápita, la Intensidad Energética (Energía/PIB) y a la Intensidad del Carbón de la siguiente forma:
Los factores Intensidad Energética e Intensidad del Carbón correspondería al factor Tecnología (T) de
la fórmula de Ehrlich y Holdren (1974).
Ambas fórmulas indican que el tamaño de la población, el crecimiento económico y la tecnología son
factores importantes que determinan las emisiones de CO2. Entonces para entender la influencia
sobre las emisiones de CO2, se requiere mirar de cerca cada uno de estos factores.
En primer lugar, la población y su crecimiento han sido uno de las principales causas de las
emisiones de CO2 ya que parece que ambos van de la mano. Si se mantienen el crecimiento
económico y la tecnología constantes, la actividad económica requerida para cubrir las necesidades
de nuevos miembros de la sociedad debe ser extraída de más recursos y de esta forma se generan
más emisiones de CO2. Por otra parte, la contribución de la población a las emisiones de CO2 se
manifiesta por dos mecanismos: primeramente, aquellas grandes poblaciones incrementan más
rápidamente la demanda de energía para la industria, el transporte y la electricidad, y por lo tanto
aceleran la tasa de crecimiento sobre el consumo de combustibles fósiles, lo cual a su vez se traduce
en más emisiones de CO2. A su vez, estas poblaciones de gran tamaño demandan mayores
cantidades de alimentos lo cual se traduce en procesos de deforestación y cambios del uso de la
tierra que también son acelerados. El cambio de uso de la tierra es otra fuente de emisiones de
CO210. Shi (2003)11 ha determinado que 1% de crecimiento de la población implica 1,28% de
incremento en las emisiones de CO2.
Por otra parte, el impacto de la presión de la población sobre las emisiones de CO2 es mucho más
pronunciado en los países en desarrollo (China, India) que en los países desarrollados. Sin embargo,
se nota que a medida que el crecimiento de la población disminuye en promedio, su contribución a las
emisiones de CO2 también declina, lo cual significa que los incrementos de las emisiones de CO2 de
deben a otros factores además de la población.
El PIB per cápita muestra el nivel de bienes y servicios que se producen en un país. Este factor es
crítico ya que determina el grado de deterioro ambiental cuando se tienen elevadas tasas de
crecimiento. Las actividades económicas en ese caso exigen un uso intensivo de recursos y al mismo
tiempo una producción elevada de desperdicios. Existen varios análisis12 que demuestran que el
crecimiento económico es responsable del incremento de las tasas de emisiones de CO2. El principal
problema que surge está relacionado con el hecho que ningún país estaría dispuesto a renunciar a
una reducción de su crecimiento económico.
La tecnología combina diferentes factores como el capital, el trabajo, la energía, los materiales y la
información para producir bienes y servicios. También incorpora aspectos como la organización social
y la cultura13. Existen dos formas bajo las cuales la tecnología puede disminuir el impacto ambiental.
Primero, puede reducir la cantidad de materiales y energía a utilizarse (intensidad energética) y
segundo, puede sustituir las fuentes energéticas a ser utilizadas14 en la producción. En este último
10
Birdsall N. “Another Look at Population and Global Warming”, Population, Health and Nutrition Policy Research Working
Paper, 1992, WPS 1020, World Bank, Washington, DC.
11
En Karakaya et al. (2005)
12
Albrecht J. et al. “A Shapley Decomposition of Carbon Emissions Without Residuals”, Energy Policy , 2002, Vol.30 (9),
pp.727-736.
13
Nanduri M. “An Assessment of Energy Intensity Indicators and Their Role as Policy-Making Tools”, Concordia University
School of Resource and Environmental Management Report, 1998,No:232.
14
Roca, J. and Alcántara, V. “Energy Intensity, CO2 Emissions and the Environmental Kuznets Curve: The Spanish Case”,
Energy Policy, 2001, Vol.29 (2001), pp.553 -556.
5
caso, los cambios pueden ir de energéticos con alto grado de contaminación hacia otras con menos
contenido de carbono (como el gas natural) o hacia las energías renovables.
Estos tres factores (población, riqueza y tecnología) tienen entonces una influencia determinante en
el impacto y cambio ambiental y están interrelacionadas. En el futuro, las emisiones dependerán de
las interacciones entre estos tres factores.
La ecuación (3) expresa que el crecimiento total de emisiones de CO2 es resultado combinado del
crecimiento de la población, de la riqueza y de la tecnología.
Existen otras formas de expresar la identidad de Kaya15. Por ejemplo, según esta identidad, las
emisiones de un país se descomponen en el producto de cuatro factores básicos (que, a su vez, se
ven influenciados por otros factores): índice de carbonización o intensidad de carbono de la energía
(definida como el CO2 emitido por unidad de energía consumida, CO2/E), la intensidad energética
(definida como la energía consumida por unidad de PIB, E/PIB), la renta económica (definida como el
PIB per cápita, PIB/P), y la población (P). La siguiente ecuación expresa las emisiones de CO2:
El enfoque de los factores de Kaya permite descomponer las principales fuerzas determinantes de las
emisiones de CO2. No obstante, uno de sus inconvenientes es que esos principales factores
determinantes pueden no ser independientes entre sí (por ejemplo, países con mayor bienestar
económico podrían desarrollar tecnologías más eficientes gracias a un mayor nivel de capital,
llevando a menores intensidades energéticas).
A partir de la ecuación (4) se han estimado la evolución de las emisiones de CO2 para diferentes
partes del mundo como se muestra en la Tabla (3)
15
Álcantara Vicent, et al. ANÁLISIS DE LAS EMISIONES DE CO2 Y SUS FACTORES EXPLICATIVOS EN LAS DIFERENTES
ÁREAS DEL MUNDO. Documento de Trabajo 05.07.Universidad Autónoma de Barcelona. 2005.
6
Tabla (3). Emisiones de CO2 en diferentes partes del mundo
Existen otros modelos diseñados para el caso de la Unión Europea16 y que se muestra en la siguiente
ecuación:
β β β β β β
COit = αREN it 1 POBit 2 TECit 3 ITit 4 GAS β5 it IEit 6 DVAit 7 uit (5)
Donde:
i = Miembro de la UE
t = año (1991-1999)
COit = Emisiones de CO2 en 1.000 toneladas (Eurostat, 2005).
REN it = Producto Nacional Neto a precios de mercado en i en año t en millones de euros (Eurostat,
2005).
POBit = Población en i en año t en (Eurostat, 2005).
GAS it = Gasto en protección del medio ambiente del Sector Público en i en año t en %PNN
(Eurostat, 2005).
TECit = Porcentaje de vehículos con catalizador en i en año t (Eurostat, 2005).
IEit = Intensidad energética en i en año t en Kgoe por 1.000 euros (Eurostat, 2005).
ITit = Relación de impuestos ecológicos en relación al total (Eurostat, 2005).
Dvait = Variable proxy de la prohibición de gasolina con plomo establecida en la Directiva 98/70/CE.
Toma valor 1 desde año 98, salvo aquellos miembros de la UE que lo establecieron anteriormente.
Este modelo permite balancear la proporción o elasticidad de cada factor sobre las emisiones de CO2
ya que tomando el logaritmo de las tasas de emisión se obtiene la siguiente expresión:
Los coeficientes β indican la elasticidad del factor sobre las emisiones de CO2, de forma que el
crecimiento de las emisiones de CO2 dependen de factores como el gasto en protección del medio
ambiente, el porcentaje de vehículos con catalizador, la relación de impuestos ecológicos, etc.
16
González Rabanal, Nuria et al. FACTORES DETERMINANTES DE LAS EMISIONES DE CO2: EVIDENCIA EMPÍRICA EN
LA UE. Dpto. Economía, Facultad de CC.EE., Universidad de León (2002).
7
3. MÉTODO DE DESCOMPOSICIÓN DE LA IDENTIDAD DE KAYA
Desde una perspectiva de diseño de políticas en el sector energético, se hace necesario investigar
todas las magnitudes o factores primarios que han venido afectando el cambio de las emisiones de
CO2.
Esta información es muy útil para el desarrollo de la energía y para prever escenarios de emisiones
ya que se basan en datos históricos que pueden ser extrapolados al futuro. Se ha podido identificar
varios factores como la población, el bienestar, la intensidad energética y las tendencias estructurales
económicas afectan el uso de la energía asociada a las emisiones de CO2.
En la mayoría de los casos cuando se observaron los cambios ambientales, no fue posible conocer
inmediatamente cuál fue el factor que determinó el cambio. Este problema ha sido abordado
mediante el análisis de descomposición de factores, el cual muestra la contribución de cada uno de
ellos a los cambios de una variable determinada.
Siguiendo a Hamilton y Turton (2000), las emisiones de CO2 para un año dado pueden ser
descompuestas de la siguiente forma:
(7)
Esta expresión relaciona las emisiones de CO2 con el Consumo de Combustibles Fósiles (FOSS), el
Total de Suministro de Energía Primaria (TPES), el Total del Consumo Final (TFC), el nivel de la
actividad económica (PIB) y la población (POB).
Las emisiones de CO2 se deben al producto combinado de los seis factores propuestos en la
ecuación (7) para cualquier momento y para cualquier país. Esta ecuación servirá para analizar las
tendencias de las emisiones de CO2 para el caso boliviano.
8
Para analizar las tendencias históricas de las emisiones de CO2, es necesario expresar la ecuación
(7) en forma de tasas de crecimiento. Los incrementos de la ecuación (7) se expresan de la siguiente
forma:
(8)
Donde ∆ representa la tasa de crecimiento anual para cada uno de los factores de la ecuación (8) y
que es igual a:
(9)
(10)
(11)
Expresando cada indicador por sus incrementos se obtiene las siguientes funciones:
(12)
(13)
(14)
Economía:
Decreto Supremo 21060 (del 5 de agosto de 1985, varios artículos aún están vigentes). Esta
norma marcó las pautas de la nueva política económica que luego se traducirá en el
Consenso de Washington. Libera los precios de todos los artículos básicos a la oferta y la
demanda, asigna roles específicos al sector público y al sector privado, aplica políticas
macroeconómicas que estabilicen el crecimiento, la inflación y la tasa cambiaria. Fija los
precios internos de los hidrocarburos y los hace flotar en referencia a la tasa cambiaria. El
efecto de este Decreto Supremo fue detener prácticamente de forma instantánea el proceso
inflacionario de los años 83 y 84 que había alcanzado el 20.000 por ciento anual.
Ley de Capitalización (Ley No. 1544 del 21 de marzo de 2003, sin vigencia). Esta norma
permitió que las empresas del sector público en hidrocarburos, electricidad,
telecomunicaciones, transporte aéreo, transporte ferroviario y fundición de minerales sean
capitalizadas mediante el incremento de capital y sean controladas por el sector privado.
También creó las Aseguradoras de Fondos de Pensión sobre la base del patrimonio estatal
que fue traspasado como acciones a todos los bolivianos mayores a 21 años a esa época.
Esta ley permite que la Inversión Extranjera Directa se efectúe en los sectores estratégicos
del Estado. La Ley de Capitalización es un mecanismo de privatización.
Medio ambiente:
Ley de Medio Ambiente (Ley No. 1333 del 27 de abril de 1992, actualmente vigente). Esta
ley tiene por finalidad “la protección y conservación del medio ambiente y los recursos
naturales, regulando las acciones del hombre con relación a la naturaleza y promoviendo el
desarrollo sostenible con la finalidad de mejorar la calidad de vida de la población”. La Ley
otorga facultades a varios niveles de las instancias gubernamentales, principalmente a las
locales como los municipios. También introduce las metodologías de evaluación ambiental
que se extenderán hacia las evaluaciones de impacto social y económico. Se hace incapié en
la conservación de los parques nacionales y de los territorios indígenas. No hace mención
explícita a las emisiones de CO2 o de los gases de efecto invernadero.
Sector eléctrico:
Código de Electricidad (Decreto Supremo No. 08438, de fecha 31 de julio de 1968, vigente
hasta 1994,). Este instrumento legal otorgó al Estado la atribución de garantizar el suministro
de electricidad a través de la generación. Para ello, el Estado creó la Empresa Nacional de
Electricidad (ENDE) y otorgó a la Dirección Nacional de Electricidad (dependiente del
Ministerio de Energía) la potestad de fijar tarifas en el Sistema Nacional Interconectado y en
los Sistemas Aislados. Este Decreto fue derogado en 1994 cuando se produjo la privatización
del sector eléctrico.
Ley de Electricidad (Ley No. 1604 del 21 de diciembre de 1994, actualmente vigente). Esta
Ley separó las actividades de generación, transmisión y distribución de electricidad. En
generación introdujo condiciones de competencia, mientras que la transmisión y la
distribución fueron actividades reguladas con precios máximos. También creó la
Superintendencia de Electricidad como entidad de fiscalización de la calidad del servicio y
10
como defensora del consumidor. También estuvo encargada de la fijación máxima de las
tarifas. Su carácter institucional fue de ser una entidad independiente tanto de las empresas
como del Estado, aunque su funcionamiento fue financiado por una tasa de regulación
aplicada a todas las empresas de la industria eléctrica.
Sector de Hidrocarburos:
Código de Hidrocarburos (Decreto Ley No. 10170 del 18 de marzo de 1972, vigente hasta
1990). Este instrumento otorgó a la empresa de hidrocarburos, Yacimientos Petrolíferos
Fiscales Bolivianos (YPFB), el monopolio de la exploración, producción, refinación, transporte
y comercialización de los derivados del petróleo. Asimismo, otorgó el monopolio de la
exportación de petróleo y gas natural. Asimismo fijó el sistema tributario y de regalías que los
hidrocarburos debían pagar a las regiones y al Tesoro General de la Nación.
Ley de Hidrocarburos (presidencia de Jaime Paz Zamora) (Ley No. 1194 del 1 de
noviembre de 1990, vigente hasta 1996). Esta norma mantuvo intactos varios aspectos del
Código de Hidrocarburos en relación al marco institucional. Sin embargo, introduce dos
categorías para lograr la participación del sector privado en inversiones dentro de la cadena
productiva, manteniendo el monopolio de YPFB: los contratos de operación y los contratos de
asociación en la exploración y explotación del petróleo o gas natural. YPFB entregaba al
Tesoro General de la Nación y a las regiones, el 50% del valor de su producción en boca de
pozo como pago de impuestos y regalías. En este sentido, el Estado era el principal
interesado en mantener precios internos elevados del petróleo.
Ley de Hidrocarburos (presidencia de Gonzalo Sanchez de Lozada) (Ley No. 1689 del 30
de abril de 1996, vigente hasta el año 2005). Esta norma rigió en un marco de alta
participación del sector privado tanto en tecnología como en capitales. Separa la explotación
de los hidrocarburos en dos bloques introduciendo conceptos de competencia y regula las
actividades de refinación, transporte y comercialización de los derivados. YPFB deja de ser la
empresa que monopoliza todas las actividades de la cadena productiva y sólo administra los
contratos de operación y de asociación. Se crea la Superintendencia de Hidrocarburos con la
finalidad de proteger a los consumidores y regular la actividad hidrocarburífera. Modifica la
relación impositiva y se reducen los impuestos destinados a las regiones y al Tesoro General
de la Nación al 18% del precio de producción en boca de pozo tanto para el petróleo como
para el gas natural. Transfiere la propiedad del petróleo y del gas natural producido al sector
privado. Esta reducción en los impuestos facilitará las inversiones privadas de forma que más
de 59 empresas extranjeras se instalarán en Bolivia, pero generará posteriormente una
corriente anti neoliberal muy fuerte.
Ley de Hidrocarburos (presidencia de Carlos Mesa Gisbert) (Ley No. 3058 del 17 de
mayo de 2005, vigente hasta el presente). Esta ley tuvo por objetivo modificar el sistema
tributario de los hidrocarburos. Si la ley anterior (Ley No 1689) fijaba solamente el 18% de
regalías, la Ley No. 3058 crea el Impuesto Directo a los Hidrocarburos sobre el 32% del
precio de producción en boca de pozo, con lo cual, el total de impuestos captados por el
Estado ascienden al 50% del total del valor de la producción. Por otra parte, la Ley señala de
forma explícita los procesos de consulta que deben efectuarse con las poblaciones indígenas
afectadas por la exploración y explotación de los hidrocarburos.
11
CAPITULO 2: PLANTEAMIENTO DEL
PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN
El sector energético boliviano presenta los siguientes problemas en relación al Cambio Climático y
que se encuentran vinculados entre ellos:
• El impacto del sector energético sobre el medio ambiente tiende a ser negativo.
En el Gráfico 2 se muestran las emisiones de CO2 del sector energético boliviano de 1983 a 2007 en
GgCO2. Se puede apreciar que la tendencia es creciente, prácticamente exponencial si se efectúa
una correlación con una curva de ese tipo (R2=0,8139). La tasa de anual de crecimiento promedio de
emisiones alcanzaría 4,6% anualmente y sería prácticamente exponencial.
Por otra parte se pueden apreciar claramente tres periodos: 1983-1993 en el cual, las emisiones
aunque crecen se mantienen en valores menores las 6.000 GgCO2, luego el periodo 1994-2001, en
el cual existe un salto abrupto de emisiones de CO2, prácticamente doblando los promedios del
periodo anterior y finalmente, el periodo 2002-2007, el cual se caracteriza por oscilaciones bastante
pronunciadas en relación a las emisiones de CO2.
Gráfico 2
EMISIONES CO2 GgC
1983 ‐ 2007
14.000
y = 2E‐36e0,0457x
R² = 0,8133
12.000
10.000
8.000
6.000
4.000
2.000
0
1.980 1.982 1.984 1.986 1.988 1.990 1.992 1.994 1.996 1.998 2.000 2.002 2.004 2.006 2.008 2.010
Fuente: Carbon Dioxide Information Analysis Center - Oak Ridge National Laboratory
Oak Ridge, Tennessee -USA
En el Gráfico 3 se muestran la evolución de dos indicadores que miden el impacto del sector
energético sobre el medio ambiente: la Pureza Energética (Cantidad de CO2 emitida/Total Energía
12
Consumida) y la Participación de Energías Neutras en emisiones de CO2 (Hidroelectricidad y
Biomasa/Total Energía Primaria)17.
Ambos indicadores han evolucionado con una pendiente promedio negativa. De forma general, el
impacto del sector energético boliviano no es altamente negativo, pero tampoco el impacto es a favor
de un mejoramiento del medio ambiente. Sin embargo, existe una tendencia Ello como consecuencia
de incrementar el uso de fuentes energéticas basadas en hidrocarburos (gas y petróleo) y cuyo
crecimiento es superior al crecimiento de uso de las fuentes como la hidroelectricidad o la biomasa.
Desde ya, la participación de fuentes energéticas primarias y que sean neutras en emisiones de CO2
es bastante baja ya que el respectivo indicador muestra valores menores a 0,3.
Gráfico 3
INDICADORES AMBIENTALES
1,00
0,90
0,80
0,70
0,60
0,50
0,40
0,30
0,20
0,10
0,00
1980 1982 1984 1986 1988 1990 1992 1994 1996 1998 2000 2002 2004 2006 2008 2010
Por otra parte, en el Gráfico 4 se muestra la evolución de la Robustez del sector energético boliviano
y que está en relación con la participación de las exportaciones de los energéticos sobre la formación
del PIB. Este indicador ha venido deteriorándose debido a que las exportaciones de energía han
venido creciendo desde el año 2000 hasta quintuplicarse en el año 2007. La principal fuente
energética de exportación de Bolivia es el gas natural. A partir de ello, se han generado excedentes
que sirvieron para financiar proyectos de desarrollo nacional, mitigar las desigualdades de la sociedad
boliviana y hacer funcionar el aparato estatal.
17
Se trata de los indicadores de la CEPAL. Ver más adelante su explicación
13
Gráfico 4
A partir de estas tres evidencias: el incremento de emisiones de CO2, el impacto negativo del sector
energético al cambio climático y una alta dependencia económica de las exportaciones de gas natural
surgieron las siguientes preguntas:
• ¿Cuáles son los factores económicos y energéticos que determinan para el caso boliviano las
emisiones de CO2?
• ¿Es posible implementar políticas adaptadas a las condiciones de Bolivia que contribuyan
efectivamente a mitigar el Cambio Climático?
Con la finalidad de dar respuesta las preguntas planteadas, la presente investigación tuvo como
objetivo principal lo siguiente:
Además del objetivo general propuesto, se plantearon los siguientes objetivos específicos
relacionados con las emisiones de CO2 vinculados a sector energético boliviano:
• Analizar el consumo energético durante el periodo 1983 a 2007, de los sectores transporte,
industrial, doméstico y generación de electricidad como principales fuentes de emisión de
CO2 relacionando sus niveles de consumo con las políticas energéticas y económicas que se
implementaron durante dicho periodo.
Bolivia, a pesar de no encontrarse dentro de la lista del Anexo I y por lo tanto no tener restricciones
en la emisión de CO2, tiene varias posibilidades para enfrentar su desarrollo. Sin embargo, dicho
desarrollo deberá armonizarse en el conjunto de las naciones en relación a las emisiones de CO2.
14
En el mediano plazo, existe una tendencia hacia la convergencia en relación a los límites de
emisiones per cápita para cada país y por lo tanto Bolivia tendrá que tomar decisiones y políticas en
relación a sus emisiones de CO2, principalmente en el sector energético a pesar que su contribución,
en el contexto de América Latina no es más del 1%.
15
CAPITULO 3: CARACTERÍSTICAS DEL
SECTOR ENERGÉTICO BOLIVIANO
16
Gráfico (6): Consumo de Energía en Bolivia en BEP
30.000.000
25.000.000
20.000.000
15.000.000
10.000.000
5.000.000
0
1.983 1.988 1.995 2.000 2.005
Si bien el Gas Natural es un importante combustible con “pocos átomos de Carbono” y por ende su
impacto a las emisiones de CO2 es menor que otros combustibles (propano, octano, etc.), el
consumo interno boliviano prioriza más bien la utilización de éstos últimos como se puede apreciar en
la Tabla 5. La participación del Gas Natural es apenas del 17,7%, mientras que los otros
hidrocarburos suman más del 57% en participación sobre el consumo.
Tabla 5. Composición del consumo por fuente energética para Bolivia. 2007.
Gas
Gasolina
Gas Electrici Licuado Gasolina Gasolina Diesel
Biomasa de Kerosén Jet fuel TOTAL
Natural dad de Especial Premium Oil
Aviación
Petróleo
17,7% 17,7% 10,8% 10,0% 0,1% 13,5% 0,1% 0,2% 3,1% 26,7% 100,0%
Fuente: Balance Energético 2007
17
Gráfico 7
INDICADORES ECONOMICOS
1,00
0,90
0,80
0,70
0,60
0,50
0,40
0,30
0,20
0,10
0,00
1980 1982 1984 1986 1988 1990 1992 1994 1996 1998 2000 2002 2004 2006 2008 2010
Gráfico 8
INDICADOR SOCIAL
1,00
0,90
0,80
0,70
0,60
0,50
0,40
0,30
0,20
0,10
0,00
1980 1982 1984 1986 1988 1990 1992 1994 1996 1998 2000 2002 2004 2006 2008 2010
En relación a este último indicador, se puede apreciar que creció entre 1988 hasta el año 2000 para
luego estancarse y mantener con alguna leve declinación.
18
En el Gráfico 9 se muestran los indicadores ambientales. Ambos muestran una tendencia a disminuir
lo cual se explica porque existe una mayor utilización de hidrocarburos (principalmente Gas Natural)
que energías renovables (hidroelectricidad y biomasa).
Gráfico 9
INDICADORES AMBIENTALES
1,00
0,90
0,80
0,70
0,60
0,50
0,40
0,30
0,20
0,10
0,00
1980 1982 1984 1986 1988 1990 1992 1994 1996 1998 2000 2002 2004 2006 2008 2010
Estos índices muestran la evolución de las políticas que han venido siendo implementadas durante
los últimos 25 años en Bolivia. Dichas políticas se han caracterizado por los siguientes aspectos: (i)
se ha considerado al sector energético como factor de generación de excedentes para el Estado y
para las regiones vía impuestos y regalías, (ii) se ha dejado a la iniciativa privada la búsqueda y
consolidación de mercados nacionales e internacionales vía procesos de privatización y liberación de
los precios, (iii) se han implementado mecanismos de regulación que aseguren el cumplimiento de
contratos y, a partir de 2006, (iv) se ha revertido la propiedad de las fuentes energéticas al Estado y
se ha incrementado su participación, principalmente en la comercialización.
A nivel de los indicadores energéticos mencionados, vemos que las políticas energéticas han
privilegiado las exportaciones (para generar excedentes) y no han privilegiado los impactos del
consumo energético sobre la población y sobre el medio ambiente, creando una tensión entre las
prioridades económicas y las sociales y medioambientales.
El estudio tratará de identificar aquellos factores que han determinado la adopción de las políticas
energéticas a lo largo de estos años y cuyos resultados se muestran a través de los indicadores
anteriormente señalados en un marco que tiende a resolver la necesidad de generar excedentes para
el desarrollo y los aspectos redistributivos a la población (sobre todo en términos de medio ambiente).
Estas políticas han repercutido necesariamente en la tasa de emisiones de CO2.
Entre los factores a ser identificados y que podrían explicar la evolución de los indicadores
anteriormente señalados se encuentran el crecimiento de la población, la intensidad energética, la
intensidad del CO2, la eficiencia de transformación de energía primaria a energía secundaria y el
crecimiento de la economía.
Entre otros factores a ser incluidos en el análisis se encuentran los precios internacionales del
petróleo, los factores geopolíticos, principalmente de América del Sur y finalmente las tendencias
19
sociales internas bolivianas que se orientan hacia nuevas formas de participación social en la
estructura del Estado, incluyendo las políticas energéticas.
El sector energético en Bolivia se ha caracterizado durante los últimos años como un factor de
tensión entre los diferentes grupos sociales. La connotación de ser un sector que genera grandes
excedentes es una de las razones que explica dicha tensión. Muchos grupos sociales han planteado
que esos excedentes deberían ser utilizados fundamentalmente en el desarrollo del país como
infraestructura y en la ampliación de la producción diversificada.
Los procesos de privatización del sector energético llevados a cabo durante los años 90 han llevado a
la caída de dos gobiernos durante las gestiones 2003 y 2005. Las exportaciones de gas natural hacia
Chile y de gas natural licuado (GNL) hacia California se han visto frustradas debido a las tensiones
sociales que estas negociaciones suscitaron en la población.
En definitiva, los factores sociales han determinado enormemente la toma decisión de las políticas
energéticas y el análisis del presente trabajo buscará evaluar su impacto en las emisiones de CO2.
La evolución de los precios hacia la alza durante los tres últimos años es otro factor que ha acelerado
la exportación de los energéticos como un mecanismo de captación de excedentes. Pero a su vez, en
el caso boliviano, los precios altos también han provocado procesos de nacionalización como un
mecanismo directo de captación de mayores excedentes, lo cual a su vez ha cerrado mercados,
principalmente para el Gas Natural Licuado a los Estados Unidos.
Ello explicaría el crecimiento de las exportaciones de energía, principalmente durante los 3 últimos
años. Sin embargo, las exportaciones hacia Chile y California aún se mantienen congeladas. Se
considera que las exportaciones a Chile colocarían a Bolivia en una posición desventajosa ya que el
beneficiario directo sería el norte chileno que fue anteriormente territorio boliviano y peruano.
En cambio, se han privilegiado las exportaciones al Brasil y a la Argentina con quienes no existen en
principio problemas geopolíticos y más bien son considerados clientes naturales y con gran
capacidad de compra principalmente de gas natural.
Esto se explica por factores ideológicos incrustados en la interpretación del modelo de desarrollo
adoptado. Si bajo una visión de un modelo de desarrollo sostenible se implementarían las políticas
energéticas, seguramente los impactos sociales y medioambientales serían completamente distintos.
En la realidad, la persistencia de la pobreza reflejada en el bajo consumo per cápita y el deterioro del
medio ambiente reflejado en el bajo aprovechamiento de las fuentes renovables se explican en el
modelo de desarrollo adoptado. Es decir que las visiones de desarrollo sostenible aún no han sido
incorporadas en el diseño e implementación de las políticas energéticas bolivianas, aspecto que
trataremos de demostrar y que como consecuencia las emisiones de CO2 en el largo plazo seguirán
incrementándose.
20
Gráfico 10
Bolivia ocupa un lugar muy modesto en el concierto de las naciones de América Latina en relación a
las reservas de Petróleo y de Gas Natural como se puede observar en el Gráfico 10. Venezuela
domina el contexto latinoamericano en relación a sus reservas probadas de Petróleo y Gas Natural y
efectivamente se convierte en un exportador de hidrocarburos.
Además de la existencia de Petróleo y el Gas Natural en América Latina, es necesario contabilizar las
reservas de Carbón Mineral como se muestra en el Gráfico 11. Es importante mencionar que Bolivia
no posee reservas de carbón mineral a diferencia del Brasil y de Colombia.
Gráfico 11
21
Gráfico 12
La política energética boliviana ha buscado en todo momento mantener una alto grado de autarquía
energética, implementando medidas que promuevan el crecimiento de las reservas hidrocarburíferas.
Al haberse encontrado reservas de Gas Natural en territorio boliviano y debido a la coyuntura
energética del Brasil, la opción de exportar Gas Natural modificó como veremos más adelante
sustancialmente la estructura energética del país. Sin embargo es paradójico que Bolivia exporte
energía al Brasil, principalmente a Sao Paolo, cuando tanto en reservas y en producción de
hidrocarburos las cifras son bastante modestas en el contexto latinoamericano. Con los niveles de
producción y de reservas que posee el Brasil, es muy difícil que este país dependa de la importación
de energéticos, principalmente de Bolivia.
Gráfico 13
22
Por lo tanto, y de acuerdo la Gráfico 14, el aporte de Bolivia a las emisiones de CO2 en el contexto
latinoamericano resulta bastante bajo y no sobrepasa el 1% del total para el año 2007. El Brasil
contribuye con el 43% de las emisiones de América Latina seguido de Venezuela y la Argentina con
el 17%. Colombia y Chile también son contribuyentes de emisiones de CO2 con el 7%
Gráfico 14
Las emisiones totales de CO2 per cápita (combustibles fósiles y cambio de uso de la tierra) para los
países de América Latina se muestran en el Gráfico 15. Bolivia presenta valores muy modestos de
emisiones per cápita de CO2 a diferencia de Venezuela, Chile y la Argentina.
Gráfico 15
Por el hecho que en el contexto latinoamericano Bolivia no juegue un rol predominante en las
emisiones de CO2 le otorga ventajas y desventajas sobre todo en relación a su desarrollo. Bolivia
puede ofrecer oportunidades a los países desarrollados en la emisión de bonos de carbono y
pretender un incremento sustancial en la explotación de las energías renovables tanto para el
mercado interno como para la exportación, así como promover el uso del Gas Natural en un proceso
de “descarbonización” de los combustibles.
Sin embargo, la desventaja que presenta radica en sus relativos bajos o modestas reservas de
energía que Bolivia posee. A la larga, es muy probable que Bolivia tenga que importar energéticos si
no van incrementándose sus reservas de hidrocarburos. No es una potencia energética en el contexto
latinoamericano ni en petróleo ni en Gas Natural, menos en Carbón o en Energía Hidráulica y tiene
como vecino a una potencia energética que es el Brasil. Por lo tanto existe la probabilidad que resulte
más ventajoso importar energía cuando las reservas de hidrocarburos hayan pasado “el pico del
petróleo” o el “pico del gas natural”.
24
CAPITULO 4: PRESENTACIÓN DE LOS
RESULTADOS
Tabla (6): Tasas de crecimiento emisiones de CO2, modelo y datos recopilados.
TOTAL DATOS
CRECIMIENTO RECOPILADOS
EMISIONES POR OAK RIDGE
AÑO ∆CO2/FOSS (1) ∆FOSS/TPES (2) ∆TPES/TFC (3) ∆TFC/PIB (4) ∆PIB/POB (5) ∆POB (6)
CO2 (7) = NATIONAL
(1)+(2)+(3)+(4)+( LABORATORY
5)+(6)
1.983 - - - - - - - -
1.984 -2,0% -0,8% -2,0% -4,6% 1,8% 2,1% -5,5% -5,5%
1.985 6,5% -1,2% -5,6% -5,9% 6,0% 2,0% 1,8% 1,0%
1.986 -4,1% -0,9% -4,8% 4,1% -4,1% 2,0% -7,7% -7,7%
1.987 4,0% 4,9% 11,1% -20,1% 6,8% 2,0% 8,6% 5,5%
1.988 1,8% -0,9% 2,3% -2,8% 4,3% 1,9% 6,6% 6,6%
1.989 6,5% 1,9% 0,1% 4,0% 0,7% 1,9% 15,2% 16,0%
1.990 9,5% -0,8% -1,5% -0,1% 1,3% 1,9% 10,3% 10,4%
1.991 -11,7% -0,2% 0,3% -5,6% 7,8% 1,8% -7,7% -8,5%
1.994 14,4% 0,2% -1,2% 0,6% 1,1% 2,8% 17,8% 19,3%
1.995 9,5% -0,9% -12,1% -5,0% 9,0% 3,0% 3,4% 1,7%
1.996 5,7% 1,1% 0,3% -8,7% 6,9% 2,9% 8,2% 7,7%
1.997 11,3% -0,1% -0,1% -5,3% 4,4% 2,8% 12,9% 12,8%
1.998 0,2% 1,0% 1,0% -4,6% 4,2% 2,8% 4,6% 4,5%
1.999 -0,3% -2,3% -7,5% 3,6% -5,2% 2,7% -8,9% -9,1%
2.000 13,7% 0,9% -24,7% -0,7% -1,3% 2,6% -9,5% -13,1%
2.001 -32,4% 3,8% 12,4% 17,2% -6,0% 2,6% -2,4% -10,9%
2.002 -22,6% 2,2% 14,9% 0,5% -0,7% 2,6% -3,2% -7,1%
2.003 36,7% 1,3% 17,7% -11,7% 2,1% 2,6% 48,8% 50,8%
2.004 -36,5% 2,3% 7,8% 9,9% 6,2% 2,6% -7,8% -16,3%
2.005 -10,6% 1,3% 12,3% 0,3% -1,5% 5,6% 7,4% 6,1%
2.006 27,7% 0,0% -0,4% 0,1% 2,6% 2,1% 32,2% 33,5%
2.007 0,5% 0,2% -0,6% -0,2% 4,0% 2,1% 5,9% 6,0%
1983-1994 2,78% 0,25% -0,16% -3,37% 2,86% 2,04% 4,40% 4,1%
1995-2001 1,10% 0,49% -4,39% -0,49% 1,71% 2,77% 1,19% -0,9%
2002-2007 -0,82% 1,22% 8,60% -0,19% 2,13% 2,92% 13,85% 12,2%
1983-2007 1,26% 0,59% 0,89% -1,59% 2,29% 2,51% 5,99% 4,7%
En la Tabla (6) se muestran los datos resultantes del modelo de la Ecuación (8) para cada uno de los
factores (columnas 1 a 6) así como el total de crecimiento de emisiones de CO2 (columna 8) y los
datos recopilados por Oak Ridge National Laboratory para Bolivia. En las últimas cuatro filas se
muestran los promedios para los periodos 1983-1994, 1995-2001, 2002-2007 y 1983-2007.
Para asegurar que el modelo adoptado en la Ecuación (8) es consistente con los datos del Oak Ridge
National Laboratory, se ha optado por aplicar el criterio del Coeficiente de Theil cuya ecuación se
escribe de la siguiente forma:
(15)
Donde:
El coeficiente U (Coeficiente de Theil) de la ecuación (15) está acotado entre 0 y 1. Cuando U está
más cerca de cero la predicción es consistente con los datos medidos y el modelo puede ser asumido
como bastante aproximado. En el presente caso, el valor de U es 0,27218.
En la Tabla 6, se muestra que los promedios, para los periodos de análisis, se acercan en los
órdenes de magnitud a excepción del periodo 1995 a 2001. En este periodo, el modelo predijo un
18
Ver Anexo 1 para el análisis de propagación de errores.
25
crecimiento de 1,19% de crecimiento en las emisiones de CO2, mientras que los datos recopilados
por Oak Ridge National Laboratory establecieron una disminución de 0,9%.
En el Gráfico 16 se muestra la tasa de crecimiento de las emisiones de CO2 para el periodo 1983-
2007 (25 años) así como de sus componentes que fueron descritos anteriormente. Se puede
observar que las emisiones de CO2 han crecido durante ese periodo a una tasa promedio del 5.99%
anual, casi al doble del crecimiento poblacional y del crecimiento económico.
Gráfico 16
BOLIVIA: TASA DE CRECIMIENTO EMISIONES CO2 ‐ Promedio 1983 ‐ 2007
ΔPOB
2,51%
ΔPIB/POB
2,29%
ΔTFC/PIB
‐1,58%
ΔTPES/TFC
0,89%
ΔFOSS/TPES
0,59%
ΔCO2/FOSS
1,29%
ΔCO2
5,99%
‐2,00% ‐1,00% 0,00% 1,00% 2,00% 3,00% 4,00% 5,00% 6,00% 7,00%
• Los dos principales factores que han contribuido a las emisiones de CO2 son el crecimiento
de la población (∆POB) y el Crecimiento Económico (∆PIB/POB). Para el caso boliviano,
ambos factores explican el 75% de las emisiones de CO2. Es muy probable que para los
subsiguientes 25 años, la tasa de crecimiento poblacional se mantenga casi constante
alrededor del 2,5%. En cambio, el desarrollo económico, actualmente en un promedio de
2,29%, va a incrementarse aspirando alcanzar un promedio entre 6 y 8% anual (entre 4 a 6
puntos por encima de la tasa actual). Por lo tanto, se espera que en los subsiguientes 25
años, se produzcan incrementos en la tasa de emisiones de CO2 que alcanzarían un valor
entre 10% y 12% anuales sólo por efecto del crecimiento económico y suponiendo que el
resto de los otros factores no presentarán cambios sustanciales.
• De los cuatro factores relacionados con los aspectos tecnológicos, solamente la Intensidad
Energética (∆TFC/PIB) ha permitido una disminución en las emisiones de CO2. Durante el
periodo 1983 a 2007, se han producido la misma cantidad de bienes y servicios con menos
energía. Sin embargo, la Intensidad del Carbón (∆CO2/FOSS), la Participación de los
Combustibles Fósiles (∆FOSS/TPES) y la Eficiencia de Transformación (∆TPES/TFC) han
sido directos contribuyentes a la tasa de crecimiento de emisiones de CO2.
26
1. POBLACION, CRECIMIENTO ECONOMICO Y EMISIONES DE
CO2
Gráfico 17
Bolivia: Crecimiento de la Población
10.000.000
9.000.000
8.000.000
7.000.000
6.000.000
5.000.000
4.000.000
3.000.000
2.000.000
1.000.000
0
1980 1985 1990 1995 2000 2005 2010
27
Gráfico 18
12.000.000 y = 1E+06e2E‐07x
R² = 0,7692
10.000.000
8.000.000
6.000.000
4.000.000
2.000.000
0
5.000.000 6.000.000 7.000.000 8.000.000 9.000.000 10.000.000 11.000.000
28
Gráfico 19
Emisiones CO2 (Ton) en función del PIB (kUS$
14.000.000,00
y = 2E+06e2E‐07x
12.000.000,00 R² = 0,8677
10.000.000,00
8.000.000,00
6.000.000,00
4.000.000,00
2.000.000,00
0,00
0 2.000.000 4.000.000 6.000.000 8.000.000 10.000.000 12.000.000
En el Gráfico 19 se muestra las emisiones de CO2 (eje Y) en función del PIB (eje X). Al igual que el
caso del crecimiento poblacional, el crecimiento económico es un factor que empuja las emisiones de
CO2 hacia arriba para el caso boliviano. La correlación es positiva y con una tendencia de
crecimiento pero con presencia de variaciones. Ello se debe a la existencia de otros factores que
también influyen sobre el crecimiento de CO2 además del crecimiento económico. Para el caso
boliviano, si de no existir crisis financieras internacionales y de mantener la estabilidad macro
económica del país dando como resultado un crecimiento económico, se puede concluir que las
emisiones de CO2 también crecerán.
29
Gráfico 20
0,200
0,150
0,100
0,050
0,000
1.980 1.985 1.990 1.995 2.000 2.005 2.010
30
Gráfico 21. Bolivia: Composición de combustibles fósiles en la Energía Primaria (BEP)
120.000.000
100.000.000
80.000.000
60.000.000
40.000.000
20.000.000
0
1.980 1.982 1.984 1.986 1.988 1.990 1.992 1.994 1.996 1.998 2.000 2.002 2.004 2.006 2.008 2.010
FOSS TPES
100.000.000
80.000.000
60.000.000
40.000.000
20.000.000
0
1.980 1.982 1.984 1.986 1.988 1.990 1.992 1.994 1.996 1.998 2.000 2.002 2.004 2.006 2.008 2.010
TPES TFC
Se puede observar que la Eficiencia de Transformación ha debido caer ya que el TPES se ha elevado
a una tasa de crecimiento más alta que el TFC. Ello se debe nuevamente a las exportaciones de Gas
Natural partir del año 2000.
31
Si bien las exportaciones de Gas Natural hicieron descender la Intensidad del Carbón (y con ello hubo
un descenso en las emisiones de CO2), las mismas exportaciones han deteriorado la Eficiencia de
Transformación, empujando hacia arriba las tasas de emisiones de CO2.
Supongamos que Bolivia no asume para sí la Eficiencia de Transformación del Gas Natural exportado
y se excluye del TPES a este combustible, entonces queda un TPES interno el cual puede ser
comparado con el TFC como se muestra en el Gráfico 23.
Se puede observar que existe un periodo entre 1994 y el año 2000 en el cual la Eficiencia de
Transformación Interna se deterioró bastante para luego, en el año 2000, nuevamente mejorar.
40.000.000
35.000.000
30.000.000
25.000.000
20.000.000
15.000.000
10.000.000
5.000.000
0
1.980 1.985 1.990 1.995 2.000 2.005 2.010
TFC TPES(interno)
32
Gráfico 24
TFC/PIB en BEP/k$US
0,0045
0,0040
0,0035
0,0030
0,0025
0,0020
0,0015
0,0010
0,0005
0,0000
1.980 1.985 1.990 1.995 2.000 2.005 2.010
Gráfico 25
HIDROELECTRICIDAD/TPES (interno)
18,0%
16,0%
14,0%
12,0%
10,0%
8,0%
6,0%
4,0%
2,0%
0,0%
1.980 1.985 1.990 1.995 2.000 2.005 2.010
33
CAPITULO 5: ECONOMIA, SOCIEDAD Y
EMISIONES DE CO2
De acuerdo a lo expuesto hasta el presente, se puede concluir que las emisiones de CO2 en Bolivia
están fuertemente determinadas por cuatro factores de emisión: la Población (POB), el Crecimiento
Económico (PIB/POB), la Participación de los Combustibles Fósiles (FOSS/TPES) y la Intensidad
Energética (TFC/PIB).
Los tres primeros factores, durante el periodo estudiado, han mantenido una tasa de crecimiento
promedio positiva lo cual ha incidido en un crecimiento de las emisiones de CO2. En cambio, la
Intensidad Energética ha presentado una tasa negativa de crecimiento, limitando las emisiones de
CO2 durante el periodo analizado, es decir que las ganancias en productividad se han traducido en
una disminución de las emisiones de CO2.
Por otra parte, la Intensidad del Carbón (CO2/FOSS) y la Eficiencia de Transformación Energética
(TPES/TFC) que son los otros factores de emisión estudiados, han mostrado variaciones en el
periodo de análisis. La Intensidad del Carbón tuvo un crecimiento positivo hasta el año 2000 y luego
comenzó a descender, ello debido al incremento de producción de Gas Natural para la exportación. El
Gas Natural contiene menos átomos de carbono por unidad de energía que los combustibles líquidos.
Sin embargo, el mismo incremento de Gas Natural en la producción de energía primaria, modificó
hacia arriba la relación TPES a TFC (Eficiencia de Transformación Energética), lo cual se tradujo en
más emisiones de CO2.
Sin embargo, el sector energético en su conjunto está inmerso en la estructura social y económica del
país. Las tendencias de política económica y los acontecimientos sociales tienen definitivamente un
impacto en el comportamiento del sector energético y en su decurso en el tiempo, lo cual determina a
su vez las tasas de emisiones de CO2.
En los siguientes párrafos, se tratará de mostrar que las políticas económicas así como los
acontecimientos sociales pueden explicar las tasas de emisiones de CO2 y que, al final, las medidas
de mitigación sobre las emisiones de CO2 no sólo dependerán de medidas tecnológicas, sino de
políticas económicas y sociales de largo plazo.
De forma definitiva, se puede adelantar que las emisiones de CO2 “miden” el grado de sostenibilidad
de una economía en el largo plazo. Se tratará de mostrar que bajas tasas de emisión de CO2
involucran aspectos de eficiencia económica y energética, así como cambios en los patrones de
producción y consumo de energía, los cuales son resultado de las políticas energéticas, económicas
y sociales que se adopten.
34
Tabla (7): Tasas de crecimiento de los factores de emisiones por periodos
1983-2007
PERIODO 1983-1994 1995-2001 2002-2007
Promedio
∆CO2 (Emisiones de CO2) 4,47% 1,19% 13,85% 5,99%
∆CO2/FOSS (Intensidad del Carbón) 2,84% 1,10% -0,82% 1,29%
∆FOSS/TPES (Participación fósiles) 0,25% 0,49% 1,22% 0,59%
∆TPES/TFC (Eficiencia de Transform.) -0,16% -4,39% 8,60% 0,89%
∆TFC/PIB (Intensidad energética) -3,35% -0,49% -0,19% -1,58%
∆PIB/POB (PIB per cápita) 2,86% 1,71% 2,13% 2,29%
∆POB (Población) 2,04% 2,77% 2,92% 2,51%
Fuente: Elaboración propia en base a los BEN
Se puede observar que la tasa de Emisiones de CO2 varía entre los tres periodos de forma
significativa. Entre 1983 y 1994, la tasa de crecimiento de las Emisiones de CO2 alcanzó 4,47%
anuales y el factor dominante, en valor absoluto, ha sido la tasa de crecimiento de la Intensidad
Energética que alcanzó -3,35% anuales. Más adelante se explicarán las medidas económicas que se
tomaron para que la Intensidad Energética haya tomado este valor negativo.
Entre 1995 y 2001, la tasa de Emisiones de CO2 disminuyó respecto periodo anterior hasta 1,19%.
En este periodo, el factor dominante fue la tasa de crecimiento de la Eficiencia de Transformación
(TPES/TFC) que alcanzó a -4,39% anual. También es importante remarcar que la Intensidad
Energética mantuvo una tasa de crecimiento negativa de -0,49% anual al igual que el periodo
anterior.
El mayor crecimiento de emisiones de CO2 se produjo entre 2002 y 2007 alcanzando una tasa media
anual de crecimiento del 13,85%. El factor determinante para que se alcance este valor fue el
crecimiento de TPES/TFC y que alcanzó 8,6% anuales. En los dos periodos anteriores, este factor
presentó tasas negativas para luego invertirse y presentar tasas positivas de crecimiento. Veremos
más adelante que el Gas Natural ha jugado un papel muy importante en este proceso.
De forma general, los factores de emisiones que influyen sobre las emisiones de CO2 presentan las
siguientes características en los tres periodos comprendidos entre 1983 y 2007:
• La Intensidad del Carbón (CO2/FOSS) fue disminuyendo paulatinamente durante los tres
periodos hasta invertir su tasa de crecimiento hacia valores negativos.
Para analizar estos cambios sobre los factores de emisión del CO2, es necesario recapitular los
principales acontecimientos macroeconómicos que se han venido dando en cada periodo en Bolivia.
El periodo 1983-2007 puede ser subdividido en tres: entre 1983 y 1994 se tomaron medidas que
lograron estabilizar las variables macroeconómicas como el crecimiento del PIB, la tasa de cambio y
la tasa de inflación. Entre 1995 y 2001 se produjo el proceso de privatización de las empresas
35
públicas, y en particular de las energéticas del país (hidrocarburos y electricidad) y finalmente, a partir
de 2002, el hecho más importante fue el inicio de las exportaciones de Gas Natural al Brasil y la
Argentina y la elevada participación de las empresas petroleras en la economía nacional.
Entre las medidas adoptadas en el año de 1985, se estableció que los precios internos de los
hidrocarburos y de la electricidad debían ser ajustados periódicamente a la tasa cambiaria. Es así
que:
A partir de la fecha las tarifas por consumo industrial de energía eléctrica para las actividades
mineras, fundiciones e industria, que suministran las empresas generadoras, estarán
formadas por una tasa por consumo de energía y otra tasa de cargo por demanda. Dichas
tasas serán fijadas en negociación directa para cada operación, entre los proveedores de
energía y los consumidores, en función de la localización, clase de instalaciones y factores de
carga específicos de cada consumidor. La tarifa combinada por estos conceptos no excederá
de dólares americanos $us. 0.045 (cuatro y medio centavos de dólar americano) por kilovatio-
hora consumidor. Los pagos por estos conceptos serán efectuados en pesos bolivianos, al
tipo de cambio oficial, vigente en la fecha de cancelación21.
A su vez la tasa cambiaria estuvo determinada por la oferta y demanda de divisas22. A lo largo del
tiempo, se fueron produciendo minidevaluaciones de la moneda nacional las cuales, a la larga
encarecieron el precio de los combustibles.
19
Decreto Supremo No. 21060 del 29 de agosto de 1985
20
Artículo 75. Inciso a) del Decreto Supremo 21060 (1985).
21
Artículo 75. Inciso d) del Decreto Supremo 21060 (1985)
22
Artículo 14. Decreto Supremo 21060 (1985)
36
Gráfico 26. Precios del litro de Diesel Oil para Bolivia
12,00
10,00
8,00
2,00
0,00
1980 1985 1990 1995 2000 2005 2010
En el Gráfico 26 se muestra la evolución de precios (constantes y corrientes) para el litro de diesel oil
y en la cual se muestra la elevación de su precio, lo cual confirma la tendencia a un encarecimiento
permanente de los combustibles. Esta señal de precios fue suficiente para que el consumo vaya
ganando eficiencia tanto en la Transformación Energética (TPES/TFC) como en la Intensidad
Energética (TFC/PIB). Los precios de los combustibles no fueron lo demasiado elevados como para
ahogar cualquier proceso competitivo, pero tampoco demasiado bajos o irreales como para producir
distorsiones en los precios finales de los productos y servicios.
Por otra parte, entre 1995 y 1997, se produjo un amplio proceso de privatización de las empresas
públicas, entre ellas YPFB y ENDE23. La participación privada buscó principalmente mejorar la
eficiencia de las empresas privatizadas, tanto en costos como en procesos tecnológicos, así como en
incrementos de su productividad. En la Tabla 8 se muestra la productividad para el Empresa Corani
SA de Electricidad. En 1995, antes de su privatización, esta empresa tenía en su planta 69
empleados y producía 6,4 GWh por empleado por año y en el año 2001, el número de empleados
bajó a 48 y su producción se incrementó hasta 17,6 GWh por empleado. Este incremento de
productividad no solamente fue exclusivo del sector eléctrico privatizado, sino que los incrementos de
productividad se presentaron en todo el sector privado industrial y de servicios.
Todo ello incidió en las tasas de crecimiento de los factores (TPES/TFC) y (TFC/PIB) los cuales
presentaron nuevamente tasas negativas de crecimiento como en el periodo anterior, disminuyendo
la tasa de crecimiento de las emisiones de CO2. El proceso de privatización se inscribió en un
23
En realidad se produjo un proceso de capitalización de las empresas públicas permitiendo la participación de capitales
privados en la estructura accionaria de las empresas públicas hasta un 51%. Con esta composición, las empresas fueron
contraladas por los accionistas privados.
37
conjunto de medidas económicas orientadas a desarrollar tanto el mercado interno como la
exportación de energéticos, principalmente al Brasil.
La tesis que sostuvo que el mercado es el mejor asignador de los recursos prevaleció durante ese
periodo como referente para el diseño y ejecución de cualquier política económica. El sector
energético no estuvo exento de este proceso. En el sector eléctrico, la integración vertical
(generación, transmisión y distribución) fue compartimentada y se creó un contexto en el cual la
generación de electricidad se efectuaba bajo reglas de competencia, mientras que la transmisión y la
distribución de electricidad fueron actividades reguladas.
Por otra parte, una vez que los precios del barril de petróleo estuvieron por encima de los $US 18, las
empresas petroleras tuvieron incentivos para exportar este combustible y con ello recuperar las
pérdidas que el mercado interno producía. Este incentivo llevó a las empresas petroleras también a
buscar cómo exportar el Gas Natural, y que en 1998 se concretó con la firma de construcción del
gasoducto a Brasil para que, a partir del año 2001, por lo menos 20 millones de pies cúbicos de Gas
Natural sean exportados diariamente.
En el año 2000 se produjeron dos sucesos que tuvieron un impacto directo sobre el sector energético
nacional. Por una parte, se dio inicio a la exportación de Gas Natural (ver Gráfico 27) y por otra, se
produjo “la Guerra del Agua” en la ciudad de Cochabamba. Este último suceso paralizó a la ciudad de
Cochabamba por más de un mes con serios enfrentamientos entre la población y las autoridades
nacionales. Si bien el tema de fondo fue el agua, este suceso repercutió sobre el sector energético
como veremos a continuación.
En ese entonces, el sector de agua y saneamiento básico también había sido privatizado y el
incremento de precios de este servicio había llegado al límite tolerable por la población, quien
reclamaba que dichos precios así como de otros rubros, (como el GLP, el diesel oil, la gasolina y la
electricidad) dejen de subir permanentemente, como se mostró anteriormente. El sistema de flotación
de los precios en general, fijados por el mercado, y en particular del agua y de los combustibles,
empezó a encontrar una fuerte resistencia en la población, la cual derivaba en protestas y en
cuestionamientos al modelo económico adoptado.
Al final de cuentas, la población pedía un congelamiento de los precios internos tanto del agua, de los
hidrocarburos como de la electricidad. Ello se debía a que los ingresos monetarios de la población no
habían crecido lo suficiente como para compensar la elevación de precios internacionales de los
combustibles, lo cual se muestra en la tasa de crecimiento del PIB per cápita del Tabla 6.
Las medidas adoptadas para lograr frenar el alza de los combustibles se dieron de diferentes formas.
En el sector eléctrico, que no exportaba electricidad, se creó un “Fondo de Estabilización de Precios”
entre consumidores y productores además que se fijó un precio para el gas natural destinado a la
generación de electricidad de $US 1,25 por millar de pie cúbico24. En cambio, en el sector de
hidrocarburos, las empresas fueron empujadas a exportar energéticos para compensar los precios
internos, principalmente Gas Natural. Paradójicamente, la exportación de Gas Natural y la apertura de
nuevos mercados internacionales sólo proporcionaron una visión de enriquecimiento rápido y de
24
RESOLUCION ADMINISTRATIVA SSDH No. 506/97 – Superintendencia de Hidrocarburos. Bolivia
38
beneficios para las petroleras25 en detrimento del bienestar de los bolivianos. Todo ello culminaría en
un proceso de nacionalización de los hidrocarburos en el año 2006 y cuyas consecuencias sobre las
emisiones de CO2 están fuera del alcance de este estudio.
Sin embargo, la necesidad de exportar líquidos y principalmente Gas Natural modificará la relación
TPES/TFC de modo que en el subsiguiente periodo 2002-2007 este factor de emisiones crecerá
enormemente convirtiéndose en un factor dominante en las emisiones de CO2. Por otra parte, el
congelamiento de precios en el sector eléctrico y la fijación del un precio fijo de Gas Natural para la
generación eléctrica irá en detrimento del crecimiento de las centrales hidroeléctricas, las cuales se
pueden considerar como “cero emisiones de CO2”. En el Gráfico 25 vimos que la participación de las
centrales hidroeléctricas había caído fuertemente, deteriorándose con ello el indicador de Pureza
Ambiental e incrementándose el crecimiento de FOSS/TFC, lo cual terminó repercutiendo en un
importante incremento de las emisiones de CO2 en el subsiguiente periodo.
A su vez, el incremento de la producción de Gas Natural que se produjo, sobre todo para la
exportación, hizo aumentar la tasa de participación de los combustibles fósiles en la energía primaria
presionando hacia arriba la tasa de emisiones de CO2. La relación TPES/TFC se invirtió entre 2002-
2007 en relación a los periodos anteriores como efecto del sustancial incremento de producción para
la exportación de este combustible y se volvió el factor dominante de emisiones de CO2 ya que
alcanzó 8,6% de tasa de crecimiento positiva.
90.000.000
80.000.000
70.000.000
60.000.000
50.000.000
40.000.000
30.000.000
20.000.000
10.000.000
0
1.980 1.982 1.984 1.986 1.988 1.990 1.992 1.994 1.996 1.998 2.000 2.002 2.004 2.006 2.008 2.010
25
La Ley de Hidrocarburos 1689 había fijado una regalía sólo del 18% de precio en boca de pozo.
39
En ese Gráfico 27 se aprecia el rápido crecimiento de las exportaciones de Gas Natural así como la
disminución del Gas Natural no aprovechado durante el último periodo. Por otra parte en el Gráfico
22, se observa que la relación TPES a TFC se va incrementando como efecto de la producción de
Gas Natural. Por lo tanto, la producción de este recurso energético, para el caso boliviano, se ha
convertido en una de las principales fuentes de emisiones de CO2. La producción de Gas Natural a
su vez está condicionada por la exportación para la generación de divisas. Esta situación también
explica por qué se ha venido deteriorando el Indicador de Robustez que se muestra en el Gráfico 4.
Resumiendo, las exportaciones de Gas Natural, por una parte, han puesto al país en una situación de
mayor dependencia de estos ingresos y por otra, en una fuente de emisiones de CO2 cada vez más
creciente. El proceso de “descarbonización” de los combustibles que se produjo al utilizar Gas Natural
(decrecimiento de la Intensidad del Carbón) no se compensó con el crecimiento de la relación
(TPEC/TFC). Por lo tanto, el Gas Natural no siempre garantizará un desarrollo sostenible para Bolivia,
más al contrario, es muy probable que convierta a Bolivia en un país dependiente del mercado
externo y “algo” contaminador.
En el mismo Gráfico 28 se muestra la evolución del PIB per cápita. Parecería existir una correlación
inversa entre la evolución de las emisiones de CO2 por cada 1000 dólares de PIB respecto al PIB per
cápita entre 1983 hasta fines de los años 90. Luego se produce una inflexión de esta relación a partir
del año 2000 se convierte prácticamente en una relación directa.
De forma general, entre 1983 y el año 2000, el crecimiento económico se efectuó reduciendo
paulatinamente las emisiones de CO2 (por cada 1000 dólares de PIB), como consecuencia de la
eficiencia en la producción de riqueza, lo cual a su vez fue resultado de la aplicación de medidas del
libre mercado y de la competitividad en la economía.
Sin embargo, a partir del año 2000, el modelo de crecimiento adoptado tuvo un cambio. Las reglas
impuestas por el libre mercado empezó a tener resistencias (como se mencionó anteriormente), los
precios de los combustibles tuvieron que ser congelados y una buena parte de la economía empezó a
basarse en las rentas de la exportación de Gas Natural.
Esta tendencia se consolidó en el año 2006 con el cambio de modelo de Estado, periodo a partir del
cual se produjeron las nacionalizaciones del sector de hidrocarburos, la redistribución de las rentas
provenientes del petróleo y del Gas Natural. Esta transición, sin embargo, provocó un incremento de
las emisiones de CO2 como ya se mostró anteriormente.
40
Gráfico 28. Evolución de la Intensidad del Carbón (en ton CO2/1000 US$)
y del PIB per cápita (en US$/cápita)
14,00 1.200,00
12,00
1.000,00
10,00
800,00
INTENSIDAD DE CO2
400,00
4,00
200,00
2,00
0,00 0,00
1.983 1.988 1.995 2.000 2.005
En 1992, existía una fuerte tendencia entre varios intelectuales26 a pensar que un factor determinante
para el crecimiento de las emisiones de CO2 era el crecimiento poblacional, sobre todo de los países
en desarrollo como Bolivia. Se mostró que países como la China o el Brasil deberían intentar políticas
de reducción de la población ya que las proyecciones de emisiones de CO2 sobrepasarían cualquier
expectativa prevista. Sin embargo, estas corrientes también argüían que el control del crecimiento de
la población no sería la única medida a tomarse para reducir las emisiones de CO2 y que había la
necesidad de complementar esta medida con otras.
Al final, algunos economistas involucrados sugirieron que la mayor contribución que los países en
vías de desarrollo podrían hacer en relación al Cambio Climático sería reduciendo el crecimiento de
su población. Los países que se encontraban en el Anexo I del Protocolo de Kyoto tendrían una
26
1992. Birdsall N. “Another Look at Population and Global Warming”, Population, Health and Nutrition Policy Research
Working Paper, 1992, WPS 1020, World Bank, Washington, DC.
41
contribución neta mediante la reducción de sus emisiones de CO2, mientras los países No Anexo I, lo
harían vía el control del crecimiento poblacional.
Este tema es bastante controversial ya que desde el punto de vista de la disponibilidad de recursos
para atender las necesidades humanas existe el peligro que éstas sobrepasen dicha disponibilidad, si
a ello además se añade el problema del Cambio Climático, parecería que un control sobre el
crecimiento de la población se impondría tarde o temprano.
Por otro lado, las fuerzas y dinámicas que gobiernan el crecimiento demográfico no son fácilmente
“controlables” sobre todo en los países como Bolivia. Inclusive, en muchos de países en vías de
desarrollo, existe una necesidad imperiosa de acrecentar la población con la finalidad de incrementar
la generación de riqueza así como el consumo (tamaño del mercado). Por lo tanto, el crecimiento
poblacional es un compromiso entre necesidades y recursos disponibles, pero además, es resultado
de políticas relacionadas con la salud (por ejemplo, disminución de la mortalidad infantil o incremento
de la expectativa de vida), el empleo y la lucha contra la pobreza.
Finalmente, un aspecto que deberá ser estudiado con más detenimiento es la relación entre la
distribución de la riqueza y las emisiones de CO2. Existen datos empíricos27 que muestra que el
quintil más rico emite CO2 hasta 4 veces más que el último quintil más pobre. Por lo tanto, puede que
resulte que el crecimiento poblacional no sea realmente el problema, sino también la distribución de la
riqueza.
En el Gráfico 29, se muestra el patrón del consumo de energía por sectores (transporte, industria y
doméstico). Se puede apreciar que en los años 80, el sector doméstico predominaba en el consumo
interno de energía. Sin embargo, la participación del sector transporte y del industrial han sido
siempre significativos.
27
2001. Anqing Shi. Population Growth and Global Carbon Dioxide Emissions. Development Research Group. The World Bank
42
Gráfico 29. Patrón de consumo interno Bolivia por sector
100%
90%
80%
70%
60%
50%
40%
30%
20%
10%
0%
1.983 1.988 1.995 2.000 2.005
10.000.000,00
8.000.000,00
6.000.000,00
4.000.000,00
2.000.000,00
0,00
También es importante mostrar que la composición de combustibles está basada muy fuertemente en
los derivados del petróleo. Es decir que el sector del transporte, no tiene una “diversificación”
energética (sólo participan dos tipos diferentes de combustibles) y es un emisor neto de CO2.
Por otra parte, el diesel oil es el combustible preferido en el sector del transporte, ello debido
principalmente a que presente el precio más bajo por unidad de energía respecto a otros líquidos
como la Gasolina Premium o Especial, tal como se muestra en el Gráfico 31.
1,8
1,6
1,4
1,2
0,8
0,6
0,4
0,2
0
1986 1987 1992 1999 2003 2007
En el Gráfico 32 se puede observar el crecimiento relativo del consumo de diesel oil en relación al
consumo de gasolina. Como consecuencia de la diferencia de precios, el consumo de diesel oil ha
tenido permanentemente un crecimiento mayor al de las gasolinas.
44
Gráfico 32. Consumo de Diesel Oil y Gasolina
100%
90%
80%
70%
60%
50%
40%
30%
20%
10%
0%
1.983 1.988 1.995 2.000 2.005
8.000.000,00
7.000.000,00
6.000.000,00
5.000.000,00
4.000.000,00
3.000.000,00
2.000.000,00
1.000.000,00
0,00
El uso de la Biomasa tiene otra explicación. Este combustible resulta de los desechos
agroindustriales, principalmente del azúcar y durante los años 90 era simplemente quemado para ser
desechado. Las normas ambientales impuesta a partir de 1991 no permitieron que se siga quemando
estos desechos al aire libre. En la actualidad, principalmente, el bagazo es utilizado en los propios
procesos agroindustriales para producir calor.
Gráfico 34.
PARTICIPACIÓN CONSUMO INDUSTRIAL/TFC
35,0%
30,0%
25,0%
20,0%
15,0%
10,0%
5,0%
0,0%
1.983 1.988 1.995 2.000 2.005
Finalmente, el sector industrial utiliza la energía de forma bastante eficiente debido a las condiciones
impuestas por el modelo económico basado en el libre mercado y la competencia. Por lo tanto, su
contribución a las emisiones de CO2 resultan bastante “moderadas” en relación al sector del
transporte. De acuerdo al Gráfico 34, su participación en el consumo total de energía (TFC) ha
alcanzado más del 30%, lo cual puede considerarse altamente significativa.
8.000.000,00
7.000.000,00
6.000.000,00
5.000.000,00
4.000.000,00
3.000.000,00
2.000.000,00
1.000.000,00
0,00
1.983 1.988 1.995 2.000 2.005
Por otra parte, la reducción en el consumo doméstico también se refleja en el Gráfico 36, éste caído
de 1,4 BEP para 1983 a 0,58 BEP para el año 2007. Desde ya, la reducción en el consumo de
energía en el sector doméstico se traduce a priori en una reducción de las emisiones de CO2. Este
sector tendería a reducir sus emisiones de CO2 a diferencia del sector del transporte y del sector
industrial. Sin embargo, la participación del GLP en el consumo doméstico es muy importante, de
forma que la relación FOSS/TPES crece hacia arriba, incrementando las emisiones de CO2 como se
verá más adelante.
Gráfico 36
CONSUMO DOMESTICO BEP PER CAPITA
1,6
1,4
1,2
1,0
0,8
0,6
0,4
0,2
0,0
1.983 1.988 1.995 2.000 2.005
Otro factor que ha incidido en la disminución del consumo de energía son las señales de precio que
anteriormente se había ya comentado. El sector doméstico es muy sensible a los cambios de precio
de los combustibles porque simplemente los ingresos no logran compensar dichos cambios.
Habíamos mencionado que los precios de los combustibles se habían mantenido bajo las reglas de la
oferta y de la demanda hasta el año 2000, cuando éstos fueron congelados. Se puede observar que
desde esa época, el consumo doméstico per cápita se ha mantenido casi constante. En la Tabla 11
se observa el crecimiento del consumo que solamente en el periodo 2002-2007 ha sido positivo.
Finalmente, otro factor que explica la disminución del consumo doméstico es el incremento de la
participación de los energéticos comerciales que al ser más eficientes que, por ejemplo la Biomasa,
contribuyen a un consumo menor. Este hecho se refleja en el índice de Cobertura de Necesidades
Básicas fue creciendo paulatinamente durante los últimos 25 años (ver Gráfico 8).
De forma general, el sector transporte ha mantenido constante la relación emisiones de CO2 por
unidad de energía consumida y que fueron de alrededor de 0,45 Ton de CO2/BEP. Por lo tanto, los
incrementos de emisiones de CO2 de este sector se deben principalmente al constante aumento del
parque automotor. En el caso boliviano, que no cuenta con redes ferroviarias importantes o transporte
marítimo, el parque automotor está dominado por vehículos a gasolina y a diesel principalmente.
El sector industrial en cambio ha mostrado una tendencia a disminuir las emisiones de CO2 por caa
unida de energía consumida, tendencia que se mantuvo hasta el año 2000. Sin embargo a partir de
aquel año, existe una leve tendencia a incrementar sus emisiones. Existen varias razones por las
cuales esta tendencia va hacia la disminución. En el punto 6.2 se mostró que el sector industrial había
incrementado el uso de biomasa (principalmente el bagazo) y así como del Gas Natural.
A su vez, el sector doméstico, como anteriormente se había ya mencionado, tiende a incrementar sus
emisiones de CO2 por cada unidad de energía consumida, aunque muy lentamente. Ello debido a
que ha dejado de consumir biomasa y ha incrementado en su matriz a los derivados del petróleo
como el Gas Licuado de Petróleo, que si son más eficientes, emiten también CO2.
48
Gráfico 36: Emisiones de CO2 por BEP consumido
0,50
0,45
0,40
0,35
0,30
0,25
0,20
0,15
0,10
0,05
0,00
1980 1985 1990 1995 2000 2005 2010
De forma general, las políticas energéticas y económicas en cada uno de estos tres sectores han
tenido impactos diferenciados. Para el caso del sector transporte, no han tenido mayores
repercusiones sobre las emisiones específicas en este sector. El sector del transporte no ha
modificado sustancialmente su patrón de consumo ni la composición de sus fuentes energéticas
(líquidos principalmente y aún muy poco Gas Natural). Es importante anotar que las fuentes de
energía del sector transporte no son variadas ya que apenas son dos las más importantes, como se
muestra en el Gráfico 30. Por lo tanto sus posibilidades de reducción de CO2 estarán en la eficiencia
del consumo, es decir en una relación de menos combustible por más kilometraje recorrido.
En cambio el sector industrial y el sector doméstico presentan una gama más amplia de fuentes
energéticas para su consumo, por lo cual, dependiendo de los precios y de la disponibilidad, algunas
de ellas resultarán intercambiables. De esta forma, las reducciones de CO2 de estos sectores no
solamente dependen solamente de la eficiencia del consumo, sino también de los cambios o
sustituciones en los patrones de consumo, los cuales son posibles. Un ejemplo de ello es la
generación de calor, tanto en la industria como en el sector doméstico ya que puede ser realizada con
varias fuentes energéticas.
49
Natural para la generación eléctrica está restringido por dos condiciones: debe ser menor o igual al
50% del precio de exportación y no sobrepasar el precio de $us 1,3 por millar de pie cúbico.
2.500.000,00
2.000.000,00
1.500.000,00
1.000.000,00
500.000,00
0,00
1.983 1.988 1.996 2.001 2.006
En el Gráfico 39 se muestran dos variables: las emisiones de CO2 por kWh de electricidad consumida
y el rendimiento del parque de generación, transmisión y distribución eléctrica. Se puede observar
que luego del proceso de privatización (1996), el rendimiento del sistema eléctrico pasó del 22% al
50% para luego estabilizarse a partir del año 2000 alrededor del 45%. Durante ese mismo periodo,
las emisiones de CO2 por kWh consumido descendieron de 0,8 Ton de CO2 a 0,35 Ton de CO2.
0,90
50,0%
0,80
0,70
40,0%
TON CO2 POR kWh
0,60
RENDIMIENTO
0,50 30,0%
0,40
20,0%
0,30
0,20
10,0%
0,10
0,00 0,0%
1980 1985 1990 1995 2000 2005 2010
50
Fuente: elaboración propia
En este caso se muestra claramente que los incrementos en el rendimiento de generación y consumo
de electricidad contribuyeron a una disminución de las emisiones de CO2, pero a su vez, los
incrementos de los rendimientos fueron resultado de las políticas de económicas implementadas
como la privatización del parque de generación, transmisión y distribución de electricidad. El sector
eléctrico, al ser más eficiente contribuyó a una disminución de las emisiones de CO2.
51
CONCLUSIONES FINALES
El presente estudio ha mostrado que es posible aplicar para el caso boliviano la Identidad de Kaya y
estimar mediante Identidad, la tasa de emisiones de CO2 anuales. A su vez, la Identidad de Kaya ha
permitido descomponer las emisiones de CO2 en factores relacionados con el crecimiento
poblaciones, el crecimiento económico y los factores tecnológicos.
La aproximación de la Identidad de Kaya ha sido contrastada con los reportes de emisiones de CO2
recopilados para Bolivia por el Oak Ridge National Laboratory de Colorado (USA). Se pudo
comprobar que las tasas obtenidas mediante la Identidad de Kaya se aproximan a las de Oak Ridge
National Laboratory lo cual fue comprobado mediante la aplicación del coeficiente de Theil.
De manera general, Bolivia presentó durante los últimos 25 años un incremento en las emisiones de
CO2. Este incremento ha sufrido variaciones periódicas las cuales han tratado de ser explicadas en
relación a los acontecimientos económicos y sociales que se han venido sucediendo durante los
últimos 25 años.
Las emisiones de CO2 para el caso boliviano son resultado de las políticas económicas y sociales.
Los procesos de estabilización económica que se implementaron entre 1983 a 1994, luego la
privatización de los sectores estratégicos como el energético (petróleo y electricidad) durante el
periodo 1995 al 2000 y finalmente, el boom de la exportación de Gas Natural al Brasil, a partir del año
2001, han marcado los niveles de las tasas de emisiones de CO2.
Las políticas energéticas implementadas a lo largo de los 25 últimos años, se han circunscrito dentro
de los lineamientos del libre mercado. Este contexto trajo consigo la introducción de competencia y
eficiencia en el uso de los energéticos, lo cual tuvo a su vez consecuencia principalmente en los
factores tecnológicos de emisiones de CO2 (Eficiencia de Transformación, Intensidad Energética,
Intensidad del Carbón, Composición de Combustibles Fósiles).
A priori, estos factores podrían ser controlados mediante políticas energéticas y económicas, en las
cuales, los precios, las normas medio ambientales y el sistema impositivo determinarían las
tendencias de los factores de emisiones. Sin embargo, dichas políticas energéticas, en la práctica
afectaron a varios sectores de la población, principalmente pobre. Los acontecimientos sociales
resultantes (la Guerra el Agua y la Guerra del Gas) limitaron y obligaron a que las políticas
energéticas tomaran otra dirección. Se rompieron principios de la libertad de mercado y por ejemplo,
se congelaron precios, se transformó el sistema impositivo y apostó a generar ingresos para el estado
a partir de la exportación del Gas Natural. Estos acontecimientos tuvieron una incidencia directa en
las tasas de emisiones de CO2.
Por otra parte, el crecimiento poblacional y el crecimiento económico son factores que de alguna
manera presionan permanentemente hacia arriba a las emisiones de CO2. El crecimiento poblacional
es el factor más polémico y difícil de controlar en sociedades como la Bolivia la cual fundamente su
crecimiento en el consumo de derivados del petróleo. Varias corrientes de pensamiento han mostrado
que deberían volcarse inversiones en la reducción de la tasa de crecimiento de la población ya que
estas inversiones son más eficientes que aquellas que se hacen en otros sectores. Sin embargo, para
el caso boliviano, una parte del crecimiento económico depende del crecimiento de la población.
Finalmente el transporte y el sector doméstico tienden a crecer en sus emisiones de CO2. El sector
transporte no tiene muchas probabilidades de lograr una diminución de las emisiones que no sea por
la vía de la eficiencia (más kilometraje recorrido por unidad de energía recorrida) y así por la
sustitución inmediata de combustibles menos contaminantes (entre ellos los biocombustibles). En
cambio el sector doméstico, al contar con una gama variada de combustibles, la intercambiabilidad de
ellos puede ayudar a disminuir sus tasas de emisiones.
52
El sector industrial es un sector que ha logrado disminuir sus tasas de emisiones de CO2. Al igual que
el sector doméstico, este sector utiliza una gama variada de combustibles. Sin embargo, el uso
intensivo que viene haciendo de la Biomasa y del Gas Natural, durante los últimos años, es
consecuencia de las restricciones impuestas por la competitividad y la eficiencia.
Sin embargo, Bolivia se verá seriamente afectada por el Cambio Climático28 debido a su alto nivel de
vulnerabilidad, por lo que deberá dar prioridad a la implementación de políticas de adaptación.
Frente a los problemas implícitos que conllevan el Cambio Climático y los relacionados a la
adaptación, el desarrollo de Bolivia no puede seguir el mismo decurso que ha seguido hasta el
presente.
Este modelo de desarrollo de los últimos años ha repercutido sobre el sector energético de manera
diferenciada. Por una parte, la Productividad y la Eficiencia de Transformación Energética han
mostrado tendencias beneficiosas, sin embargo, ha existido también un deterioro ambiental por efecto
de la composición de energéticos en la producción y en su consumo. También, la exportación de Gas
Natural ha traído impactos diferenciados, ya que por una parte ha mejorado la Intensidad del Carbón,
por otra, el país ha venido convirtiéndose en dependiente de este rubro razón por la cual la Robustez
del sector ha venido deteriorándose.
Por lo tanto, Bolivia podría seguir pensando su desarrollo económico en base al petróleo y sus
derivados y efectuando tareas de adaptación, si toma en cuenta algunas lecciones aprendidas
durante estos últimos 25 años: debe equilibrar la redistribución de la riqueza con un alto grado de
competitividad y eficiencia económica, cuya influencia sobre los factores de emisión son decisivos
para reducir la tasa de emisiones de CO2.
Finalmente, existen dos extremos para el país que deberán objeto de análisis posteriores: a) Bolivia
mantiene bajas o casi nulas emisiones de CO2 ó, b) Bolivia mantiene su tasa de crecimiento de
emisiones en 13,8% (valor de emisiones de CO2 para el periodo 2001-2007) para los 20
subsiguientes años.
En ambos casos, Bolivia sufriría las consecuencias del Cambio Climático. En caso de no ser emisor
neto de GEI, todas sus políticas relacionadas con este problema estarían exclusivamente orientadas
28
En ese caso, las emisiones de CO2 de países como el Brasil o la Argentina se convierten en externalidades de la economía
boliviana. El problema será cómo se asumen estos costos. Al final, dependiendo de la fortaleza de los países, este proceso
terminará en redistribuir las cargas y optar por compensaciones.
29
2008. Climate change adaptation and mitigation in the food and agriculture sector. Technical background document from the
expert consultation held on 5 to 7 march 2008. FAO. ROME
53
a programas de adaptación y reducción de su vulnerabilidad. Esta situación coloca a Bolivia en una
posición bastante desventajosa en relación a aquellos países que emiten GEI ya que no tiene ningún
mecanismo para poder captar recursos económicos por efectos de mitigación.
En contra, si mantiene una tasa de emisiones anuales del 13%, Bolivia deberá enfrentarse en algún
momento con las restricciones que el mundo le imponga. Las emisiones bolivianas se convertirán en
una externalidad económica respecto de los países que tienden a disminuir sus emisiones, pero al
mismo tiempo coloca a Bolivia en una posición de negociación a diferencia de la primera situación y
con alta probabilidad de captar recursos para mitigar el Cambio Climático.
Parecería que los premios no provienen por bajar las tasas de emisiones de CO2, sino por mantener
una posición que permita negociar sus reducciones. Esto muestra el grado de distorsión que al final
se ha producido en el mercado de bonos de carbono, aspecto que deberá ser analizado en otro
estudio.
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54
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Working Group III of the Intergovernmental Panel on Climate Change
56
FUENTES DE SERIES HISTORICAS
Para desarrollar el presente estudio se ha recopilado datos de las siguientes fuentes:
• Balance Energético Nacional - Bolivia: 1983 a 2007 (excepto 1992 y 1993) – Ministerio de
Hidrocarburos y Energía (en www.hidrocarburos.gov.bo)
• Series anuales de Emisiones de CO2 – Bolivia 1983 - 2006. - Carbon Dioxide Information
Analysis Center - Oak Ridge National Laboratory, Oak Ridge, Tennessee –USA (en
www.ornl.gov).
• Producto Interno Bruto – Bolivia, 1983 – 2006. Fondo Monetario Internacional. (en
http://www.imf.org).
57
ANEXO 1: PROPAGACION DE ERRORES Y CONSISTENCIA DEL
MODELO
Tabla A1: Errores y Coeficiente de Theil.
AÑO Predicción Medición ORNL ERROR P R (P-R)2 P2 R2
1983 - -
1984 -5,48% -5,52% 1,2E-07
1985 1,79% 1,04% 5,6E-05 -1,33 -1,19 0,02 1,8 1,4
1986 -7,65% -7,74% 6,6E-07 -5,29 -8,47 10,12 27,9 71,7
1987 8,65% 5,45% 1,0E-03 -2,13 -1,71 0,18 4,5 2,9
1988 6,59% 6,61% 2,1E-08 -0,24 0,21 0,20 0,1 0,0
1989 15,16% 15,99% 7,0E-05 1,30 1,42 0,01 1,7 2,0
1990 10,34% 10,38% 1,5E-07 -0,32 -0,35 0,00 0,1 0,1
1991 -7,66% -8,49% 6,9E-05 -1,74 -1,82 0,01 3,0 3,3
1994 17,84% 19,33% 2,2E-04 -3,33 -3,28 0,00 11,1 10,7
1995 3,43% 1,65% 3,2E-04 -0,81 -0,91 0,01 0,7 0,8
1996 8,24% 7,69% 3,0E-05 1,40 3,66 5,08 2,0 13,4
1997 12,89% 12,77% 1,4E-06 0,56 0,66 0,01 0,3 0,4
1998 4,62% 4,48% 2,0E-06 -0,64 -0,65 0,00 0,4 0,4
1999 -8,95% -9,07% 1,5E-06 -2,93 -3,02 0,01 8,6 9,1
2000 -9,49% -13,12% 1,3E-03 0,06 0,45 0,15 0,0 0,2
2001 -2,42% -10,86% 7,1E-03 -0,74 -0,17 0,33 0,6 0,0
2002 -3,24% -7,06% 1,5E-03 0,34 -0,35 0,47 0,1 0,1
2003 48,76% 50,83% 4,3E-04 -16,05 -8,21 61,58 257,7 67,3
2004 -7,84% -16,28% 7,1E-03 -1,16 -1,32 0,03 1,3 1,7
2005 7,35% 6,06% 1,7E-04 -1,94 -1,37 0,32 3,8 1,9
2006 32,22% 33,53% 1,7E-04 3,38 4,54 1,34 11,4 20,6
2007 5,88% 5,95% 4,6E-07 -0,82 -0,82 0,00 0,7 0,7
TOTALES -32,42 -22,70
ERROR CUADRATICO MEDIO= 0,00089
PROMEDIOS= 3,80 16,08 9,95
RAIZ PROMEDIOS= 1,95 4,01 3,15
COEFICIENTE THEIL= 0,272
En la Tabla A1 se muestran los valores de las tasas de crecimiento anuales de CO2 predichos por el
modelo de la Identidad de Kaya y los valores recopilados por ORNL. Para analizar la consistencia del
modelo se ha calculado el Coeficiente de Theil que postula que las predicciones de un modelo son
consistentes si éste se aproxima a cero y no a la unidad.
(15)
Donde:
El valor calculado de U es 0,272 el cual se encuentra más cerca a cero que a la unidad, razón por la
cual, la distancia entre la predicción y los datos de ORNL son consistentes entre ellos.
En el Gráfico A1 se muestra la relación entre los valores del modelo y los valores recopilados por
ONRL. La relación se ajusta a una recta, cuya pendiente está muy cerca a la unidad (en realidad es
1,105) y el valor de la ordenada en el origen (que debería ser cero) es 0,0187, muy cerca a cero.
Estos datos sólo corroboran que el modelo aplicado, en este caso, la Identidad de Kaya es una buena
aproximación a los datos de emisiones recopilados por el ORNL.
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GRAFICO A1
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ANEXO 2: EQUIVALENCIAS DE EMISIONES DE CO2 POR
COMBUSTIBLE
COMBUSTIBLE EMISIONES/UNIDAD FISICA EMISIONES/ENERGIA
LIQUIDOS 22,38 libras CO2/galón 161,38 libras CO2/Millón BTU
GAS NATURAL 120,59 libras CO2/millar pie3 117,08 libras CO2/Millón BTU
BIOMASA (10% humedad) 3.812,0 libras CO2/Tonelada 195,0 libras CO2/Millón BTU
Fuente: www.eia.doe.gov/oiaf/1605/coefficients.html
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