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1926-2008
NATURAL DE NOGUERA
MANUEL MATAS
BIOGRAFIA DE ANGEL YUSTE
(Noguera, 1926 – 2008)
Manuel Matas
Corría el año 1946 cuando un día Ángel que cuidaba de su ganado en la “Umbría
del Merendero” (hoy conocido como Fuente de los Maquis) presenció un encuentro
de la Guardia Civil con los Maquis y se vio envuelto en medio de ambos fuegos. No
obstante, le sorprendió mucho que le dispararan también los maquis ya que eran
gente que le conocían sobradamente. Uno de ellos, Narciso Morón, era de Noguera,
otro de Bronchales y varios más, hasta siete de Orihuela, Tramacastilla, etc.
La Guardia Civil lo llevó preso y lo conminó a revelar los nombres de los maquis
pero Ángel se negó a pesar de ser sometido a duros interrogatorios. Transcurridos
unos meses, la Guardia Civil volvió al pueblo para llevárselo “de paseo” junto con
otros acusados de rojos y antifranquismo entre otros. Pero gracias a la intervención
del párroco de Noguera, Mosén Cristóbal que intercedió por ellos para que se
acabasen las represalias, no se llevaron a nadie. Se da la circunstancia que durante la
guerra el bando republicano mató a la hermana de Mosén Cristóbal, María Sánchez,
y a su marido.
En el año 1947 Ángel se alistó para hacer la mili como voluntario en aviación para
escapar de la inseguridad que vivía en Noguera. Hombre trabajador y poco dado a
relacionarse con la gente o ir de fiestas, pronto se ganó la confianza y aprecio de sus
superiores que le trataban con deferencia. Fue así como Ángel dio sus primeros
pasos fuera del hogar y aprendió a llevar una vida solitaria pero acompañado siempre
del cariño de la gente por su honradez y callado esfuerzo. No sabía recibirlo
abiertamente pero lo agradecía en silencio.
La emigración: 40 años de pastor en Cataluña
Al regresar a Noguera, su familia había decidido emigrar a Cataluña, donde Ángel
encontró trabajo como pastor en una masía de San Pedro Pescador gracias a la ayuda
de Miguel Polo que estaba de maestro herrador en Barcelona. Luego estuvo en varias
granjas de bovino y porcino en Vilamacolum, Figueras y Darnius. Allí, separado de
nuevo de su familia, se dedicó al pastoreo de ganado ovino, porcino y bovino y,
cuando era requerido, como cocinero de un restaurante que tenía la familia que le
empleaba de pastor.
Un día cuando paseaba su rebaño por el Pirineo tuvo un encuentro fortuito y
sorprendente con un grupo de maquis que iba retirándose a Francia acosados por la
Guardia Civil. Algunos de ellos eran los que le habían disparado años atrás en los
montes de Noguera. Entonces tuvo la oportunidad de preguntarles porque lo habían
hecho y replicaron que creían que él les había delatado. Poco más tarde supieron que
no solo no lo hizo, sino que llegó a arriesgar su vida por no delatarlos.
El retorno a Noguera: la recuperación de fuentes
No se apartó de su trabajo en la masía gerundense hasta que, casi cumplidos los
60 años de edad, recibió la jubilación anticipada debido a una patada de un becerro
de la que quedó inhabilitado para el trabajo. Fue así, que tras casi 40 años de
ausencia, regresó a Noguera en 1988 para vivir el resto de su vida. Sus padres habían
vendido la casa familiar de la plaza de la iglesia y tuvo que vivir de alquilado en varias
casas hasta que se pudo construir la suya propia en la Puerta Falsa junto a la fuente
que lleva ese nombre, que por fin habitó sobre año 2003. Con su pensión y el fruto
de sus huertos y alguna gallina vivió holgadamente pues Ángel nunca fue gastador. El
mismo decía que “no es más rico el que más tiene sino el que menos necesita”.
Hombre tímido e introvertido, sus aficiones eran el disfrute de la naturaleza, la
música y el deporte. Casi nunca faltaba a su cita diaria con el frontón: a las 7 de la
mañana, hiciera frío o calor, se le podía ver dirigirse al frontón con su raqueta y una
bola de tenis, donde jugaba él solo una buena hora. Luego la ducha, el desayuno
acompañado de infusiones y miel y a arreglar sus huertos cuando tocaba y cuando
no, se dedicaba a su auténtica gran pasión: la recuperación de fuentes y el cultivo y
protección de plantas medicinales o raras, e incluso, algunas consideradas especies
protegidas como el acebo. Muchas noches, después de la cena, ensayaba “de oído”
con su acordeón partituras de lo más variado. Poseía un gran sentido musical.
Se puede decir, sin exagerar, que Ángel era un verdadero naturalista. El más
auténtico que nosotros hemos conocido. Sin poses, ni discursos, con su azadón y sus
manos construía huertos protegidos con piedras y estepas donde sembraba plantas
de valor ecológico y buscaba el agua allá donde el sabía que ha hubo en sus tiempos
mozos o en sitios donde las plantas delataban su presencia. Con sorprendente fuerza
para su edad y habilidad buscaba la beta de agua, la canalizaba y construía la fuente
con piedras y tubería de goma y culminaba su obra colocando una piedra sobre de la
fuente y donde escribía un nombre, la fecha y su autoría. Algunas de esas piedras
eran cuidadosamente seleccionadas para que recordaran el entorno escogido para la
fuente. Finalmente, disponía piedras de gran tamaño como bancos de descanso para
el caminante buscando siempre el refugio de la sombra de un árbol.
Además de arreglar las fuentes municipales existentes como La Puerta Falsa, El
Ventanal, La Rosa, Los Maquis, etc., Ángel llegó a construir 21 fuentes nuevas. Son
estas: En el Barranco de la Tejeda: F. Ángel Yuste, Mosén Cristóbal, Amalia, Julián,
Borrocal, Tejeda, Tarrancho, Noguera, Cristina, Águila y Abanto. En los Barrancos del
Portichuelo y Los Pradillos: Los Burros, Las Borroqueras, Cárdeno, El Rompido,
Pellejero, El Pino y Peña El Olcajo (Horcajo). En el Prao Navazo, Hontanares. En La
Garganta: La Garita. Y en Noguera: La Rosa II y La Tía Romana.
NATURAL DE NOGUERA
Nació en un rincón de un austero pueblo
Con nombre de árbol y elevadas sierras
Cubiertas de pinos, robles y senderos
De talla pequeña, su cuerpo era recio
Su mirar sereno, su carácter tímido
Era un hombre bueno.
Marchó hacia Levante huyendo del miedo
Allí fue a la escuela y su gran talento
Plasmó en los cuadernos.
Pasó media vida allende su tierra
Trabajando en granjas de vacas y puercos
Por solo unas perras
Vivió acompañado por tristes recuerdos
La guerra, el hambre, el odio y el miedo,
Grabados a fuego.
De vuelta a Noguera, recorrió senderos
Restaurando fuentes, protegiendo plantas
Cultivando huertos
Con nieves de invierno, con aguas de mayo
Con calor de estío y otoños dorados
Transcurrió su tiempo.
Su madre pasó grandes sufrimientos
En el cielo estaba anhelando el día
Del dulce reencuentro.
Y allí se reunieron, el pasado invierno.
Nos dejó sus fuentes cuan bellos recuerdos
Manando del suelo.
(Manuel Matas, Julio 2009)