Me opongo a la forma en que se plantea la modificación de la constitución
en materia religiosa
Con relación a la propuesta de reforma constitucional del artículo 75,
presentado en la Asamblea Legislativa considero que una eventual revisión de la naturaleza confesional del Estado costarricense, solo puede ocurrir en el marco de un proceso de diálogo y consulta con las principales iglesias del país y debe primar la seriedad, la mesura y el respeto a la gran diversidad de credos que hoy alberga la ciudadanía”.
En Costa Rica existe plena libertad para que los ciudadanos y ciudadanas profesen la fe religiosa que escojan y para que la vivan de acuerdo a la conciencia.
Definitivamente no comparto la reforma planteada al artículo 194 sobre la
mención a Dios en el juramento constitucional, ya que la misma no discrimina entre credos religiosos, ni creo que pueda resultar ofensiva para ningún costarricense.
Como católica es mi derecho invocar lo que considero más sagrado cuando
asuma la responsabilidad más grande que encontraré en mi camino. Ninguna discusión sobre el artículo 75 de la Constitución, debe usarse para menoscabar el papel de la religión en nuestra sociedad, ni para justificar otras reformas que nos alejen de los valores morales y espirituales por los que nos regimos la mayoría de los costarricenses y que para muchos de nosotros emanan de la fe.